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2da Actividad

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Taller Entre el rostro/rastro de Clarice Lispector

2da actividad

Hay en el “caso” de la vida/obra de esa escritora◊escritura que es Clarice Lispector (Ucrania,


1920 -Brasil, 1977) una lengua que se articula a partir de la deconstrucción y que pone en evidencia
la desintegración de ese discurso/sujeto: narradora/autora que habla desde lo vivo. Me refiero a una
producción que parte y se vincula a la crisis del sujeto moderno que se configura después de la
muerte de los grandes relatos. La producción literaria de Lispector transcurre entre 1949 y 1979,
precisamente, en tiempos de postguerra; es así como la vida/obra de esta autora fluctúa entre la
crisis de la Modernidad y la retórica deconstructivista de la Postmodernidad. No obstante, el tema de
la guerra no será evidente en su narrativa, así como su judaísmo, tomando en consideración que su
familia tuvo que emigrar de Ucrania a Brasil cuando Lispector era tan sólo una niña -dada la
persecución de los judíos en la Alemania Nazi-, pero se puede apreciar en su obra un
cuestionamiento sobre el lenguaje propio de la segunda mitad del siglo XX.

Theodor Adorno nos dirá: “cómo escribir poesía después de Auschwitz”, partiendo del sujeto
“moderno” que fue incapaz de evitar tal tragedia. De allí que el lenguaje como unidad, como
totalidad, no estuviera en consonancia con el sentimiento de dolor y frustración de la época. Motivo
que hará de las teorías deconstructivistas una bandera: el discurso de la Postmodernidad
encabezada por el filósofo Jacques Derrida que apostaba a la desarticulación del lenguaje.

Sin embargo, la actitud deconstructiva como tópico propio de la Postmodernidad llegó a un


punto paralizante, de fosilización retórica, ya que se convirtió en un estilo automático de fórmulas
que no respondían al orden de lo vivo. Por su parte, la vida/obra de Clarice Lispector y la de otros
autores: Kafka, Woolf, Joyce esbozan una articulación extraña y vital: literatura menor y lengua que
desterritorializa, nociones desarrolladas por los filósofos Deleuze y Guattari, que aparece como
líneas de fugas o luciérnagas en los tiempos de total oscuridad. Se trata, pues, de una producción de
la potencia de los sentidos y múltiples significantes que no es obturada por el discurso postmoderno;
más bien, devuelve el lenguaje fósil, fetichizado en la retórica, al uso de los hombres, lo revitaliza, lo
profana en términos del filósofo Giorgio Agamben.

La producción y propuesta literaria de Lispector es subversiva, la autora escribe de manera


transgresora sobre los espacios cerrados, domésticos, sobre el peso de una herencia cultural y los
incesantes desplazamientos trastocados y trastornados. Todo eso hace que la producción literaria
de Lispector sea diferente, ya que se impone desde la ruptura de una tradición literaria. Se trata,
pues, de una poética del mismo aliento como en Un soplo de vida que se juega en el cuerpo/texto
donde la configuración de la palabra será de carácter inmanente. En la escritura de Lispector se
hace presente una voz que se encuentra unida a su naturaleza más íntima, al cuerpo/texto/mujer
como portador de múltiples significados cambiantes que debe tener como fin último la
desestabilización de la lengua mayor, sobre esto nos dirá, la filósofa Francesa Hélène Cixous:

Un texto femenino no puede no ser más que subversivo: si se escribe, es trastornando,


volcánica, la antigua costra inmobiliaria. En incesante desplazamiento. Es necesario que la mujer se
escriba porque es la invención de una escritura nueva, insurrecta lo que, cuando llegue el momento
de su liberación, le permitirá llevar a cabo las rupturas y las transformaciones indispensables en su
historia... Censurar el cuerpo es censurar, de paso, el aliento, la palabra.

Escribir, acto, que no sólo realizará la relación des–censurada de la mujer con su


sexualidad, con su ser–mujer... Escríbete: es necesario que tu cuerpo se deje oír. Caudales de
energía brotarán del inconsciente. Por fin, se pondrá de manifiesto el inagotable imaginario
femenino. Sin dólares, oro, ni negro, nuestra nafta expanderá por el mundo valores no cotizados que
cambiarán las reglas del juego tradicional. (Cixous, 2001:61–62)
Clarice Lispector escribe con el cuerpo y para Cixous, la clave radica en la liberación de
este, de modo tal, que la configuración de la palabra desde lo corpóreo modifica las estructuras
tradicionales de la escritura.

La propuesta narrativa de Lispector elabora un espacio en donde el cuerpo/texto/mujer habla


desde experiencias humanas sensibles. La autora busca dar cuenta de determinadas experiencias
que habían sido silenciadas, olvidadas o, en el mejor de los casos, ignoradas. El cuerpo en la obra
de Lispector se encontrará atravesado por toda la carga simbólico y dará cuenta de sus experiencias
cotidianas a partir de ese estar en el mundo. Nos dirá Cixous: Y, bajo la mirada de Clarice Lispector,
cada acontecimiento despunta, lo común se abre y muestra su tesoro que es, precisamente, común.
Y, de repente, ahí está como un vendaval, como un incendio, un mordisco: la vida. (158:2001) Estas
experiencias estarán expresadas por una poética que pretende poner en la superficie el vacío y la
incongruencia experiencial a través de lenguaje y sus contradicciones.

Ahora bien, partiendo de todas estas consideraciones, de esta escritura escrita con el
cuerpo/mujer nos podemos hacer estas interrogantes:
1. Se presenta en el cuento Plaza Mauá un tipo de emergencia en el significante de lo real que
ayuda a consagrar un tipo de epifanía en el personaje de Carla/Luisa: ¿En qué momento se
puede percibir esto con mayor claridad?
2. En el cuento Amor la escritura constituye una condición de posibilidad; un tipo de
anudamiento topológico de la estructura. Se puede apreciar un tipo de goce al toparse con
la pérdida del sentido, entonces: ¿Cuál es el elemento; qué hecho, qué cosa permite este
giro inesperado en el personaje de Ana?
3. En el cuento La quinta historia percibimos un lenguaje psicótico que puede disponer en su
delirio una forma particular de contar: ¿Cómo se expresa esto en el cuento; en la manera de
encarar la enunciación?

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