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Los Órigenes de La Filosofía

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LOS ORÍGENES DE LA FILOSOFÍA: LOS PRESOCRÁTICOS

La filosofía nació en Grecia en el siglo VI a. C. frente a la explicación mítica de la


realidad. En el mito se explica el universo a través de relatos fantásticos con dioses (que
se suelen identificar con los fenómenos naturales) y todo depende de su voluntad. La
filosofía pretende al igual que el mito explicar la realidad, pero utilizando para ello la
reflexión racional.

De modo gradual, el universo arbitrario de los mitos va transformándose en un


mundo regido por leyes y sometido a un orden, es decir, un mundo en el que los
fenómenos naturales devienen comprensibles por la razón humana.

LOS FILÓSOFOS PRESOCRÁTICOS (Periodo Cosmológico).

Los primeros pensadores griegos (siglos VI-V a. C.), los presocráticos (o físicos),
se preguntaron por el arché, el principio esencial y originario de la naturaleza.

Todos ellos tratan de dar una respuesta a la pregunta acerca del origen y
constitución de cosmos. Tratan de determinar el principio (arché) último y eterno del
que todo procede y del que todo se compone. Y la gran novedad es que ya no se busca
ese principio en realidades antropomórficas (los dioses), sino en lo que llamaron
naturaleza ( physis).

En la filosofía presocrática se puede distinguir los presocráticos de Asia Menor, los


de la Magna Grecia y los tardíos.

1. PRESOCRÁTICOS DE ASIA MENOR (JONIA)


1.1. Escuela de Mileto
Tales de Mileto. Es el primero de los pensadores presocráticos y es reconocido
como quien introdujo la geometría en Grecia desde Egipto. Se le atribuye el teorema
que lleva su nombre. Habiendo previsto, por la observación de las estrellas, una buena
cosecha de aceitunas, alquiló todas las prensas de Mileto, enriqueciéndose con ello, y
demostrando a la vez que “la filosofía no era una cosa inútil”. Escribió que “Todo es
agua”, el elemento primigenio de todas las cosas es el agua. Así planteó por primera vez
la pregunta sobre la naturaleza fundamental del mundo.
Anaximandro de Mileto. Ese Uno a lo que se reduce todo lo que hay es el ápeiron,
la sustancia sin límites, que es infinita, porque es indeterminada. Se considera un
precedente del pensamiento evolucionista: para este presocrático las formas actuales de
los seres vivientes son el resultado de su progresiva adaptación al medio ambiente. Los
primeros animales surgieron del agua o del fango calentado por el Sol. Quizá los
primeros hombres se criaron en el interior de algún tipo de pez o monstruo marino.
Anaxímenes de Mileto. El arjé de la fisis es un aire. El aire es invisible, pero se
hace visible convirtiéndose en fuego cuando se dilata, y en viento, nubes, agua, tierra y
finalmente en piedra cuando se condensa. Todos los seres están formados por aire más o
menos condensado.

1.2. Heráclito de Éfeso


Por una parte, para Heráclito las cosas cambian constantemente, eso es lo que
tienen en común, «Todo fluye: πάνπα ῥεῖ.», “No se puede entrar dos veces en el mismo
río”. La realidad es esencialmente múltiple, nada permanece fijo ni estable. Toda cosa
procede de lo que no es ella, de su contraria, del enfrentamiento de fuerzas opuestas:
«La guerra es el padre y el rey de todas las cosas”. Las cosas son y no son a la vez. Su
esencia es la continua tranformación. Pero por otro lado, señala que la realidad es una
bajo la diversidad aparente, se comporta de acuerdo al Logos, la razón común, la ley
universal necesaria que rige el cosmos. El Logos se da también en el lenguaje y el
pensamiento de los seres humanos.

De esta forma señala al fuego como arjé, no en el sentido de los pensadores de


Mileto, sino como metáfora que ilustra a la vez la lucha y la unidad.

2. PRESOCRÁTICOS DE LA MAGNA GRECIA


Huyendo del avance persa que amenazaba Jonia y la tiranía de algunas de sus polies
varios pensadores emigraron de las costas de Asia Menor a las colonias griegas del sur
de la península itálica (Magna Grecia).
2.1. Pitagóricos
Tal es el caso de Pitágoras de Samos, quien fundó una asociación o cofradía en una
polis del sur de Italia, en la segunda mitad del siglo VI a.C.
Fin ético-religioso. Influida por el orfismo, la forma de vida de esta asociación
estaba dirigida a la purificación del alma mediante la disciplina, la dieta vegetariana, el
examen de conciencia diario, el silencio y el estudio de la música y las ciencias.
Sostenían la TEORÍA DE LA TRANSMIGRACIÓN DE LAS ALMAS. El alma
humana consiste en un ser inmortal y preexistente de procedencia celeste condenada a la
cárcel del cuerpo durante la vida.
Aspiran a la purificación del alma para liberarse de las reencarnaciones. El hombre
consta de dos partes distintas: cuerpo y alma, materia y espíritu. Esta teoría tendrá gran
influencia en el análisis acerca del alma realizado por Platón.
ESTUDIOS MATEMÁTICOS. Les cautivó la importancia del número en el
cosmos: todas las cosas son numerables, y muchas las podemos expresar
numéricamente. Partiendo de los estudios musicales establecieron su principio general:
lo que tiene límite es armonioso, la armonía, justa combinación de los elementos, es el
supremo bien al que debe tenderse. El cosmos es un todo ordenado por relaciones
numéricas. Al girar, los cuerpos celestes producen una música que los hombres no oyen
por estar habituados desde el nacimiento.
2.2. Parménides
Parménides de Elea escribe un poema que describe su viaje en carro a la morada de
la diosa y el encuentro con ella. Esta le revela la existencia de 2 vías o caminos: el de
los sentidos, que capta la apariencia y crea opinión (doxa) y la vía de la razón, del saber,
de la Verdad.
Este presocrático descalifica por completo el testimonio de los sentidos. Acepta
solamente el de la razón, que según él, revela la existencia del Ser, que es eterno,
continuo, único y necesariamente inmóvil, aunque los sentidos nos engañan y nos lo
muestran como móvil. La
realidad o physis es una inmensa esfera compacta, tal como la entiende la
inteligencia, la razón. El cambio es ilusorio.

3. PRESOCRÁTICOS TARDÍOS
El problema que queda planteado a los pensadores posteriores consiste en cómo
conciliar el principio de Parménides de que el ser es uno e inmóvil con la pluralidad y el
cambio que percibimos por los sentidos.
3.1. Empédocles
Empédocles de Agrigento (Sicilia) destaca por la teoría de los cuatro elementos y la
descripción del ciclo cósmico.
Teoría de los cuatro elementos. Considera que las cosas, en cuanto «todos»,
comienzan a ser y dejan de ser (como las percibimos por los sentidos), pero están
compuestas de cuatro «elementos» indestructibles: agua, tierra, aire y fuego. Así, los
objetos se originan de la mezcla de los elementos, y dejan de ser cuando estos elementos
se separan; pero los elementos mismos ni comienzan a ser ni perecen, sino que
permanecen siempre
inmutables.
La realidad está sometida a un ciclo cósmico, gobernada por dos fuerzas
contrarias: el Amor y la Discordia. El Amor o la Atracción reúne las partículas de los
cuatro elementos; la Discordia o el Odio separa las partículas.

3.2. Anaxágoras
Para Anaxágoras de Clazomene las cosas están compuestas por una multitud de
partículas minúsculas e infinitamente divisibles, distintas unas de otras: las semillas o
spermata, que Aristóteles llamó homeomerías. En los objetos concretos de la
experiencia hay, según Anaxágoras, partículas de todas las cosas (“todo está en todo”);
lo que ocurre es que se hallan combinadas de tal modo que predominan las de una clase.
En todo caso, la aportación clave de Anaxágoras se halla en que introduce un principio
dinámico del proceso cósmico: la Mente, Nous o inteligencia universal, le imprime a las
semillas un movimiento que las ordena.
3.3. Los atomistas
La escuela atomista supuso la última gran explicación racional presocrática. Su
principal representante es Demócrito de Abdera. Influyó enormemente en el mundo
antiguo (Epicuro la adoptará con ligeras modificaciones) y fue el origen de la teoría
atómica moderna. La realidad está compuesta por infinitos corpúsculos indivisibles: los
átomos. Estos sólidos de poca extensión se mueven por azar en el vacío o no-ser. Los
cuerpos perceptibles se forman al caer accidentalmente unos sobre otros.

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