Análisis de Joker Desde Rogers
Análisis de Joker Desde Rogers
Análisis de Joker Desde Rogers
Yo Real: Sin gracia, desarreglado, afectación pseudo bulbar la cual causa su risa en
momentos repentinos, solitario, abusado en su infancia y en su edad adulta es golpeado por
un grupo de niños, apatía, distorsión de la realidad, asesino.
Condiciones de Valía: Estas se dan cuando el Joker desarrolla una vida truncada por la
necesidad de satisfacer las normas impuestas, exigencias requeridas para obtener respeto.
Impulsa los valores de la introyección donde hay una integración de normas y valores
externos, a nuestro concepto individual. Vemos cuando la madre le dice “no olvides
siempre sonreír” o cuando la madre le presta mucha atención al próximo alcalde de Gótica,
cuando el ve su programa favorito de un cuenta chistes famoso, ve a esta persona feliz y de
alguna forma se dice que las personas más felices suelen ser las más reconocidas.
Se dice entonces que en el personaje podemos ver como la Neurosis que se puede plantear
al inicio, trasciende a una psicosis.
Características Neuróticas:
Negación: Esta sería la afirmación mediante una expresión lingüística de que algo no existe
o no responde a determinadas características o no tiene los atributos que se supone, por la
ansiedad que generaría su reconocimiento. Vemos en el Joker cuando este no acepta que en
el momento en el que mata a los jóvenes y a sus amigos, se vuelve un asesino y esto está
mal, pero no lo acepta y lo niega diciéndose a si mismo de que hizo lo correcto o que estas
personas se lo merecían; Niega algo que existe por la ansiedad que generaría en el
reconocimiento de la situación.
Otra escena es, cuando este tiene la alucinación de haber salido con la mujer de su edificio
a una cita y al haber asesinado a los hombres de buena clase social, esta le dice que estos
“se lo merecían”, y que además el asesino era un “héroe”.
Características psicóticas:
Se puede notar en el personaje entonces, conductas desorganizadas que se vinculan con los
estados psicóticos y se producen cuando el grado de incongruencia entre el yo y la
experiencia es de tal magnitud que los procesos defensivos son ineficaces, de tal manera
que no hay defensa, sino desorganización. Cuando esto sucede, el individuo tiene dos
posibilidades defensivas solamente, al decir de Rogers: 1) Defenderse de la conciencia de sí
mismo (negación del Yo) y por ende de su identidad. 2) Alterar el concepto de sí mismo
(Yo totalmente desvalorizado)
Impulsos frustrados
Emociones negativas
Comportamiento antisocial