Sentencias - Ejemplos
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Magistrado Ponente:
Dr. RODRIGO ESCOBAR GIL
SENTENCIA
I. ANTECEDENTES
“Código Civil
Por otra parte con respecto al artículo 1932, considera la accionante, que en la
medida en la que éste dispone que, cuando se resuelva el contrato de compraventa
por causa del incumplimiento del comprador de pagar el precio, este será
considerado como poseedor de mala fe para efectos de el abono de las expensas en
su favor, y de los deterioros al vendedor, siempre que el primero no pruebe que
sufrió un detrimento en su fortuna, sin su culpa, consagra una presunción de mala
fe, vulnerando con ello el principio conforme con el cual la buena fe se presume y
la mala fe debe ser probada, y adicionalmente desconoce que conforme con el
principio de autonomía de la voluntad privada, los particulares gozan del poder
reconocido por el ordenamiento para disciplinar sus relaciones económicas y
jurídicas.
Expediente D-7379 5
IV. INTERVENCIONES
Para esa institución la accionante no demuestra una contradicción entre las normas
acusadas y la Constitución Política, razón por la cual su petición no está llamada a
prosperar.
Particularmente con respecto al inciso final del artículo 768 del Código Civil,
afirma esa entidad que se encuentra amparado por el fenómeno de cosa juzgada
constitucional, en tanto fue declarado exequible por este Tribunal mediante la
Sentencia C-544 de 1994.
En lo relacionado con el artículo 1932 del Código Civil solicita la Universidad que,
se declare su exequibilidad, por cuanto si bien la norma establece una presunción
de mala fe en cabeza del comprador cuando la cosa bajo su dominio sufre un
detrimento, ella se puede desvirtuar si se demuestra que el incumplimiento en su
obligación se debió a un deterioro en su “fortuna”.
Expediente D-7379 7
Inicia esa institución por señalar que, con respecto al inciso final del artículo 768
del Código Civil ha operado el fenómeno de cosa juzgada constitucional por
cuanto fue declaro exequible por esta Corporación en la Sentencia C-544 de 1994.
En lo que hace relación al artículo 1932 del Código Civil manifestó que, de
acuerdo con la jurisprudencia constitucional, la “presunción legal de mala fe” no
quebranta el principio constitucional de buena fe, siempre que su establecimiento
“obedezca a situaciones que hagan razonable la consideración de que quien obra
en un determinado sentido no está procediendo de manera legitima, por ello entra
en el campo de configuración normativa propia del legislador. Esta doctrina por
el rigor y precisión de los argumentos la estimo suficiente en materia de la
presunción legal de mala fe o dolo”.
1a. El inciso final del artículo 768, que dice: "Pero el error en materia de
derecho, constituye una presunción de mala fe, que no admite prueba en
contrario";
Expediente D-7379 8
(…)”
1. Competencia
“RESUELVE :
1a. El inciso final del artículo 768, que dice: "Pero el error en materia de
derecho, constituye una presunción de mala fe, que no admite prueba en
contrario"; (…)”
Observa la Sala que la citada sentencia la Corte no limitó los alcances del fallo, ni a
los cargos propuestos en la demanda, ni a su confrontación con determinadas
disposiciones constitucionales, por lo que debe entenderse que adelantó un análisis
integral de la disposición censurada frente al texto de la Carta Política, conforme lo
prevé el artículo 46 de la Ley 270 de 1996, Estatutaria de la Administración de
Justicia. Por lo tanto, en la medida en que la Corte ya estudió la conformidad de la
citada norma con la Constitución Política, ella está amparada por una sentencia que
ha hecho tránsito a cosa juzgada constitucional, de conformidad con lo previsto en
el artículo 243 superior.
Por lo anterior lo procedente con respecto al último inciso del artículo 768 del
Código Civil, será que la Corte ordene estarse a lo resuelto en la Sentencia C-544
de 1994, por haber operado con respecto a aquel, el fenómeno de cosa juzgada
constitucional.
En este sentido, la demandante considera que el artículo 1932 del Código Civil
vulnera los principios constitucionales de buena fe, consagrado en el artículo 83
superior, y de autonomía de la voluntad privada, debido a que la norma acusada
consagra una presunción de mala fe, lo cual, estima, riñe con el principio
constitucional conforme con el cual la buena fe se presume y la mala debe
probarse. Manifiesta la demandante en apoyo de sus argumentos, que se establece
con la disposición acusada una presunción de derecho, que no admite prueba en
contrario, y por lo tanto vulnera los principios constitucionales señalados.
Adicionalmente señala que la norma viola el principio de autonomía de la voluntad
privada por prever un efecto al incumplimiento de una obligación derivada de un
acuerdo de voluntades.
4. Principio de la buena fe
Expediente D-7379 12
3 Ver entre otras las sentencias C-1256-2001; C-1287-2001; C-007-2002; C-009-2002; C-012-2002; C-040-2002; C-
127-2002; C-176-2002; C-179-2002; C-182-2002; C-184-2002; C-199-2002; C-251-2002; C-262-2002
4 Ver entre otras las sentencias T-010-92; T-425-92; T-427-92; T-444-92; T-457-92; T-460-92; T-463-92; T-464-92;
T-469-92; T-471-92; T-473-92; T-475-92; T-487-92; T-499-92; T-501-92; T-512-92; T-522-92; T-523-92; T-526-92; T-
534-92; T-001-2001; T-327-2001; T-514-2001; T-541-2001; T-546-2001; T-854-2001; T-1341-2001; T-002-2002; T-
003-2002; T-017-2002; T-021-2002; T-023-2002; T-032-2002; T-046-2002; T-049-2002
5 Ver sentencia C-071 de 2004
6 Ver Sentencia T-475 de 1992
7 Ibídem.
8”Sentencia C-253 de 1996.
Expediente D-7379 13
Por lo tanto observa la Corte que no se trata por esencia de un principio absoluto, y
es por ello que la Corte Constitucional también ha admito la posibilidad de que,
excepcionalmente, la ley establezca la presunción de mala fe, y le atribuya los
efectos que considere en cada caso, lo cual se traduce en si se admite o no prueba
en contrario en cada caso.
Recapitulando, es claro para la Corte que si bien el ordenamiento jurídico por regla
general presume la buena fe de los particulares en sus relaciones, y en las
actuaciones que adelanten ante las autoridades públicas, este es un principio que no
es por esencia absoluto, de tal manera que en situaciones concretas admite prueba
en contrario, y en este sentido es viable que el legislador excepcionalmente,
establezca presunciones de mala fe, señalando las circunstancias ante las cuales ella
procede.
10 Marco Gerardo Monroy Cabra, Introducción al Derecho, Bogotá, Editorial TEMIS, pags 542-549.
11 Ver Sentencia C-341 de 2006 M. P. Jaime Araujo Renteria.
Expediente D-7379 15
venido haciendo referencia, y conforme con el cual los particulares pueden realizar
los acuerdos vinculantes que deseen para el intercambio de bienes y servicios.12
Finalmente debe precisar la Corte que, este principio encuentra consagración legal
en el artículo 1602 del Código Civil, según el cual “[t]odo contrato legalmente
celebrado es una ley para los contratantes, y no puede ser invalidado sino por su
consentimiento mutuo o por causas legales” en concordancia con el artículo 16 del
mismo ordenamiento, el cual establece que “[n]o podrán derogarse por convenios
particulares las leyes en cuya observancia están interesados el orden y las buenas
costumbres”,que como ya se dijo, en nuestro contexto debe ser interpretado a la luz
de la Constitución Política.
El inciso final del artículo 1932 del Código Civil establece que cuando se presenta
la resolución del contrato de compraventa, por el incumplimiento del comprador de
pagar el precio, a efecto del abono de las expensas en su favor y de los deterioros al
vendedor, se le considerará como poseedor de mala fe, a menos que pruebe que el
incumplimiento de su obligación se debió a un detrimento en su fortuna, exento de
culpa, y de tal magnitud que le fue imposible allanarse a lo pactado.
En el presente caso, es claro para la Sala que no se trata de una presunción general
de mala fe para el comprador. Por el contrario, dicha presunción es una medida de
carácter excepcional, que invierte la carga de la prueba, y que se configura cuando
Adicionalmente con respecto a este punto, observa la Sala que, si bien la ley
establece esta presunción, también admite que el comprador incumplido presente
una prueba que la desvirtúe, la cual consisten en haber sufrido un menoscabo en su
patrimonio, siempre que hubiese actuado diligentemente, con lo cual se libera de
ser considerado como poseedor de mala fe y de los efectos que ello implica.
VII.DECISION
R E S U E LVE
Segundo. - Declarar EXEQUIBLE el inciso final del artículo 1932 del Código
Civil, en relación con los cargos formulados por la accionante.
Magistrado Ponente:
RODRIGO ESCOBAR GIL
Con el respeto acostumbrado por las decisiones de esta Corte, me permito aclarar
mi voto a la presente decisión, por cuanto en relación con la naturaleza del artículo
768 que aunque fuera de carácter procesal, no quedaría al arbitrio de las partes, por
ser de orden público. De otro lado, con relación al artículo 1392 del Código Civil,
no sería aplicable el supuesto del artículo 83 de la Constitución, que se refiere a la
presunción de buena fe en las relaciones entre el Estado y los particulares y no
entre particulares como las que se regulan en las normas acusadas. Por ello, sugerí
una argumentación diversa sobre el artículo 1392 del Código Civil, además que se
trata de una situación en que una de las partes ya incumplió una obligación.
Finalmente, hay que tener en cuenta que las presunciones invierten la carga de la
prueba. Una cosa es el deber de actuar de buena fe y otra la presunción de buena fe.
Fecha ut supra.