Sustantiva de La Demanda Por Ausencia de Cargo de Inconstitucionalidad
Sustantiva de La Demanda Por Ausencia de Cargo de Inconstitucionalidad
Sustantiva de La Demanda Por Ausencia de Cargo de Inconstitucionalidad
CONTRATO DE SEGUROS-Clases
Magistrada Ponente:
Dra. CLARA INÉS VARGAS
HERNÁNDEZ.
SENTENCIA
I. ANTECEDENTES
CÓDIGO DE COMERCIO
III. LA DEMANDA
Señala el actor que la distinción entre la definición del surgimiento del siniestro
para la víctima y para el asegurado, contenida en el artículo 1131 del Código de
Comercio y, por ende, la diferencia entre la fecha a partir de la cual comienza a
correr el término de prescripción de la acción para cada uno de ellos contra la
aseguradora, comporta la violación del derecho a la igualdad que tiene el
asegurado en relación con la víctima.
Agrega que la aludida situación hace posible que, con base en lo dispuesto en el
inciso segundo del artículo 4º de la Ley 389 de 1997, asegurado y asegurador
pacten una cobertura temporal de la póliza que sea inferior al tiempo de
prescripción de la acción que tiene el asegurado contra la aseguradora, situación
que comporta igualmente la violación del derecho de igualdad del asegurado en
relación con la víctima, ya que estando supeditado el nacimiento del siniestro a
la reclamación de la víctima, puede suceder que tal reclamación de la víctima
tenga lugar por fuera de la cobertura temporal pactada entre asegurado y
asegurador (compañía de seguros).
Señala que si se unifica el surgimiento del siniestro tanto para la víctima como
para el asegurado a partir del hecho externo imputable al asegurado y se
establece que el término de cobertura que se pacte en la póliza nunca pueda ser
inferior al término de prescripción de la acción del asegurado contra la
aseguradora, no será relevante la reclamación judicial para efectos de la
determinación del nacimiento del siniestro y se superará la serie de situaciones
desfavorables para el asegurado en relación con las prerrogativas con las que
actualmente cuenta la víctima dentro del marco del contrato de seguros.
Sobre el particular anota que las diferencias, que realmente existen, obedecen
a la distinta condición de cada uno de los actores que pretende hacer valer sus
derechos frente al asegurador, lo cual hace también explicable la diferencia
que igualmente existe en relación con el momento en que debe entenderse
ocurrido el siniestro para cada uno de ellos. Agrega que el actor pretende
derivar la inconstitucionalidad de una interpretación dada por la Corte
Suprema de Justicia para resolver un caso concreto, interpretación que puede
compartirse o no, pero que no es norma jurídica positiva.
Agrega que, de otra parte, el inciso segundo del artículo 4º de la Ley 389 de
1997 no está modificando los términos de prescripción, ya que ello
comportaría la modificación del artículo 1081 del Código de Comercio que
está plenamente vigente, ni está modificando los momentos a partir de los
cuales comienzan a correr los términos de prescripción para el asegurado y
para la víctima, sino que está estableciendo una condición para que el
asegurador asuma responsabilidad, siempre y cuando la víctima presente en
forma oportuna la correspondiente reclamación.
Señala que en relación con el inciso segundo del artículo 4º de la Ley 389 de
1997, la discusión doctrinaria ya no recae sobre la definición del siniestro,
sino sobre la naturaleza jurídica del término dentro del cual ha de producirse
la reclamación de la víctima, que no puede ser inferior a dos años y, en un
intento de armonización de las dos normas acusadas, la doctrina ha estimado
que dicho término no es de prescripción, (ya que las normas sobre
prescripción son de orden público y, por tal razón, no admiten pacto en
contrario), sino que se trata de un requisito de exigibilidad de las obligaciones
que se derivan del contrato de seguro de responsabilidad. “En efecto, según
esta interpretación, el acaecimiento del hecho del asegurado daría lugar al
nacimiento de estas obligaciones, las cuales sólo se harían exigibles en el
momento en que la víctima le formule reclamación al asegurado. Sólo en este
momento comenzaría a contarse la prescripción de las acciones derivadas del
contrato de seguro de responsabilidad, toda vez que sólo pueden prescribir
las obligaciones que han nacido y son exigibles”.
1. Competencia de la Corte
4.1. En el caso bajo examen el actor alega que la distinción entre la definición
del momento de ocurrencia del siniestro para la víctima y para el asegurado,
contenida en el artículo 1131 del Código de Comercio y, por ende, la
diferencia entre la fecha a partir de la cual comienza a correr el término de
prescripción de la acción para cada uno de ellos contra la aseguradora,
comporta la violación del derecho a la igualdad que tiene el asegurado en
relación con la víctima.
4.2. Cabe recordar, que el desarrollo del principio de igualdad comporta para
el legislador la obligación de dar un trato igual a los iguales y desigual a los
desiguales, sin que ello signifique, en todo caso, la obligación de establecer
una igualdad mecánica o automática. Además, el tratamiento legislativo
diferente no implica per se una violación del principio de igualdad siempre y
cuando sea objetiva y razonable.
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En múltiples oportunidades esta Corporación ha explicado que. “la aplicación de los "tests" de razonabilidad
y proporcionalidad se efectúa en etapas consecutivas y ordenadas (…)El orden de estas etapas corresponde a
necesidades no sólo lógicas sino también metodológicas: el test del trato desigual pasa a una etapa
subsiguiente sólo si dicho trato sorteó con éxito la inmediatamente anterior.”Ver Sentencia C-022/96 M.P.
Carlos Gaviria Díaz En el mismo sentido, ver sentencias T-230 de 1994, T-563 de 1994, C-337 de 1997, T-454
de 1998, T-861 de 1999, C-445 de 1995, C-673 de 1999, C-093 de 2001, C-586/01, C-742/01, C-233/02, C-
1116/03, entre otras.
precisado que el derecho a la igualdad que consagra la Constitución es
objetivo y no formal, puesto que se predica de la identidad de los iguales
y de la diferencia entre los desiguales, concepción ésta que supera así la
noción de la igualdad de la ley a partir de la generalidad abstracta, por
el de la generalidad concreta, que concluye con el principio según el
cual no se permite regulación diferente de supuestos iguales o análogos
y prescribe diferente reglamentación a supuestos distintos.7
Una ulterior diferencia radica en que la víctima cuenta tanto con la posibilidad
de ejercer la acción directa contra el asegurador, como con la posibilidad de
demandar al asegurado generador del daño, con la condición de no ejercer
dichas acciones acumulativamente y, de otra parte, mientras el derecho del
asegurado surge del contrato de seguro, el derecho de la víctima se deriva de
la ocurrencia del daño.
4.4. Las circunstancias mencionadas tornan legítimo el trato distinto dado por
el legislador a los sujetos destinatarios de la disposición acusada, haciendo
innecesaria la aplicación del juicio de igualdad. Por lo tanto, la Corte procede
a declarar la exequibilidad de la disposición acusada.
VII. DECISION
RESUELVE