Ensayo Desmantelamiento
Ensayo Desmantelamiento
Ensayo Desmantelamiento
Nos dice la teoría que la historia es cíclica, o sea que los eventos que van sucediendo a
lo largo de la vida de las naciones, terminan por repetirse, especialmente si no se han
considerado los antecedentes previos y por supuesto si no se han enmendado los
errores que dieron lugar a ese evento, por regla general, el procedimiento básico es la
construcción de la Historia de ese pueblo, con los argumentos válidos y necesarios para
que esta se comprenda a detalle, cada pequeña circunstancia debe ser estudiada y
analizada a detalle, desde todas las expresiones del poder, sea el factor político, factor
económico, sea el factor psicosocial, factor militar y factor tecnológico, de tal forma de
contar todo un conglomerado de conocimientos que después serán objeto de estudio y
de revisión consciente de su contenido, no solo porque los pueblos deben conocer los
hechos que hacen a su vida nacional, sino porque está es probablemente y con mucha
certeza el mejor mecanismo para que los errores cometidos en un momento histórico
determinado de la historia nacional no sean repetidos nuevamente.
Toda vez que hemos comprendido la importancia de la revisión histórica queda
realizarla y determinar cuáles fueron los elementos que permitieron tal o cual resultado,
en este caso nuestra revisión busca de manera objetiva tres elementos, la historia del
proceso de desmantelamiento del Estado Plurinacional de Bolivia, los actores
participantes y las herramientas que facilitaron esta ocurrencia.
El primer elemento básicamente consiste en poner en el poder, a los actores capaces
de cumplir las tareas designadas por poderes superiores y transnacionales, lo que
comúnmente se ha denominado como los vasallos del imperio, luego de tener a las
personas idóneas se busca el empoderamiento y adueñamiento de la expresión política
del país, teniendo el control de los Ministerios, Viceministerios y todas las oficinas del
Estado, sea por elección directa, sea por alianzas, no interesa, al final lo que realmente
interesa es lograr este cometido, porque de esta forma se aseguran dos factores clave,
uno la posibilidad de aprobar leyes y decretos favorables sin la oposición real que
impida o que por lo menos dificulte la aplicación de la norma, como factor contribuyente
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se debe tener control de la mayoría de Senadores y Diputados, el control de ambas
cámaras es clave porque ambas son el instrumento del Poder Legislativo para la
aprobación y promulgación de las normas que van a coadyuvar al logro de los objetivos
políticos del Poder Político neoliberal. En el caso boliviano esta sucede mediante las
alianzas políticas de 1989 “Alianza Patriótica” y la de 1993 “Alianza de la
Megacoalición”, esto se evidencia cuando se revisa la historia y se comprueba que en
estos dos periodos de nuestra historia se da inicio la denominado proceso de
Capitalización y Privatización de las Empresas del Estado que supuestamente y no
eran rentables o porque el Estado ya no tenía capacidad para seguir administrando de
manera eficiente. La construcción de este andamiaje político jurídico es el que permitió
a las transnacionales lograr su objetivo político y económico, desde el punto de vista
política pusieron en el poder a títeres capaces de realizar los actos más alineados que
se pueden imaginar, al que debemos darle su nombre correcto: Traición a la Patria y a
sus intereses, y en el aspecto económico lograron en dos fases apropiarse de más de
290 Empresas Estatales, en la primera fase se produjo la enajenación de pequeñas y
medianas empresas públicas, y en la segunda fase se realizó la enajenación de las
consideradas Empresas Estratégicas del Estado, de esta manera dejan prácticamente
desmantelado al Estado Boliviano, en la práctica las bolivianas y bolivianos ya no
somos dueños de nuestras empresas y tampoco somos dueños de nuestros recursos
naturales, aunque estos se encuentren bajo el suelo, nadie hasta este momento creyó
que fuera posible que un país guerrero, luchador y que había construido sus cimientos
en base a luchas continuas haya podido permitir que todo su aparato productivo sea
entregado a manos de empresas extranjeras, y aún más doloroso es el hecho de que
estas Empresas, aun sabiéndose que estaban ganando millones de dólares no se
contentaron con ello, por tanto no cumplieron las condiciones de la capitalización , la
promesa de al final los bolivianos tendríamos dos empresas por cada una de las
empresas privatizadas fue una falacia, no solo no nos entregaron lo prometido sino que
nos arrebataron incluso lo que ya se tenía como es el caso de LAB, ENDE y otros.
Ahora que ya todo ese proceso es un recuerdo obscuro de nuestra historia, nos queda
revisarla en cada uno de sus resquicios para comprender como es posible que haya
sucedido, sin embargo surge una nueva interrogación: ¿Puede volver a ocurrir, de ser
así que actores están llamados a participar para proteger los intereses del Estado
Boliviano?
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No es dificl responder esta interrogante, porque sencillamente el actor ausente del
proceso de enajenación boliviano, fueron las Fuerzas Armadas, y esto fue posible
porque la misma sociedad civil se encargó de que los militares sean obedientes al
Poder Político, le asignaron una misión que consiste en defender al gobierno
legalmente constituido, no puede criticarlo, no puede derrocarlo, la Constitución
establece que los militares no deliberan, en la práctica esto significa que los militares,
aun teniendo la capacidad para comprender en detalle la realidad nacional, por su
formación profesional caracterizada de un continuo proceso de capacitación y
especialización que le proporciona las herramientas para entender lo que sucede en su
entorno, sin embargo esa misma formación basada en dos pilares que sostienen toda
su institucionalidad, la disciplina y la jerarquía militar, es precisamente el ser una
institución altamente disciplinada la que le obliga a respetar todos y cada uno de los
artículos que conforman nuestra Constitución Política del Estado.
Creemos que la única forma de que esto no vuelva a suceder es que se incorpore en la
Asamblea Plurinacional dos escaños, uno en la Cámara de Diputados y otro en la
Cámara de Senadores, a dos miembros de las Fuerzas Armadas que participen con voz
y voto en la construcción de decisiones de carácter estratégico, y que si se pensará en
un futuro realizar un proceso de enajenación similar, las Fuerzas Armadas estén
presentes en el Poder Legislativo y Político a través del Ministerio de Defensa, de tal
forma que sean actores activos y no solo actores observadores, incapaces de influir en
la toma de decisiones que puedan destruir el futuro de las nuevas generaciones de
bolivianos, obviamente esta idea deberá concretizarse mediante su incorporación en la
Constitución Política del estado, y que no sea solo una decisión gestionaría acorde a
una determinada coyuntura, sino que sea incorporada a perpetuidad en nuestra máxima
Ley, de esta manera no aseguraremos que la máxima institución de la cohesión
nacional, cuna del patriotismo y defensora de la nacionalidad, pueda nuevamente
actuar conforme a sus designios, y que más tarde en el tiempo no sea juzgada por no
hacer nada, sino que sea aplaudida por haber defendido los intereses nacionales,
aunque esto signifique el derramamiento de sangre de los apátridas.
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