Ensayo Derecho Progresico Del Niño
Ensayo Derecho Progresico Del Niño
Ensayo Derecho Progresico Del Niño
TEMA: ENSAYO
¿Qué significa ejercicio progresivo de derechos y deberes de los niños, niñas y
adolescentes?
Introducción
Con la entrada en vigor de la Convención de los Derechos del Niño (CDN) ha provocado
transformaciones trascendentales en la forma de entender la infancia y la adolescencia. Se
produce un cambio en el paradigma, que significó pasar de la doctrina de la situación
irregular o Protección Tutelar, que concibe al niño como un objeto de protección del Estado
y de la sociedad en general, a la doctrina de la Protección Integral del Niño, que reconoce a
los niños, niñas y adolescentes como sujeto de derecho. Es así como los Estados iniciaron
un proceso de adecuación de su legislación a la luz de la doctrina de la Protección Integral,
en la cual se considera al niño, niña o adolescente como sujeto de derecho y de persona en
desarrollo, dejando atrás la concepción de que el menor era un simple destinatario de
acciones sociales o un mero objeto de sus padres y del Estado o un sujeto pasivo de
medidas de protección.
El modelo de situación irregular o Protección Tutelar se hacía cargo de los menores que
se consideraban en situación irregular. Es decir, aquellos que estaban en situación de riesgo
social, abandonados o disfuncionales. En esta doctrina, el niño era definido por sus
carencias y considerado objeto de protección y control por parte del Estado, las familias y la
sociedad, a quienes debían otorgarles tutela y amparo.
Desarrollo
La forma clásica de entender la incapacidad chocó con el derecho moderno, que centró su eje
en los derechos fundamentales o de la personalidad, y no en los derechos patrimoniales. Ello ha
llevado a separar las reglas de la capacidad en el acto jurídico, de las que rigen la capacidad en el
ámbito extrapatrimonial, de los derechos de la personalidad o de los fundamentales.
En síntesis, el sistema de la voluntad sustituida está en abierta contradicción con la doctrina
de la CDN que establece el principio de la autonomía progresiva que reconoce que los niños,
niñas y adolescente son sujetos de derecho, con voluntad que les permite expresar intereses y
deseos, de acuerdo con sus facultades, los cuales deben ser tomados en cuenta por sus padres o
tutor o curador.
En cuanto a los menores adultos se les otorga mayor participación cuando se trata de derechos
extrapatrimoniales, pero no en los patrimoniales. De lo que se infiere la necesidad de la
sustitución de la doctrina clásica del régimen de la capacidad jurídica de los niños, niñas y
adolescentes por el de una capacidad progresiva.
Autonomía progresiva y patria potestad
Conclusión
El ejercicio progresivo, de acuerdo con la evolución de sus facultades, implica que los niños
van adquiriendo capacidad para ejercitar sus derechos y deberes a medida que se van
desarrollando como personas. No se establece una edad fija a partir de la cual los menores
ejerzan sus derechos, sino que se evalúa el desarrollo del niño para ejercitarlos.
Este desarrollo está estrechamente relacionado con los procesos de maduración y aprendizaje
por medio de los cuales los niños adquieren progresivamente conocimientos, competencias y
comprensión de sus derechos y sobre como dichos derechos pueden materializarse mejor.
A los padres o persona que está a cargo del menor le corresponde dirigir y orientarlo para que
pueda ejercer sus derechos y deberes, lo que implica que éstos tienen la responsabilidad de ir
modificando continuamente los niveles de apoyo y orientación que otorgan al niño, niña y
adolescente. Estos ajustes deben tener en cuenta los intereses y deseos del menor, así como las
capacidades de éste para la toma de decisiones autónomas y la comprensión de lo que constituye
su interés superior.
Bibliografía
Gil Domínguez, Andrés, “Ley de Protección Integral de niños, niñas y adolescente.
Derecho Constitucional de familia”, EDIAR, Buenos Aires, 2012.