BID Compras y Su Impacto
BID Compras y Su Impacto
BID Compras y Su Impacto
De acuerdo al más reciente estudio insignia del BID Mejor gasto para mejores vidas: Cómo
puede América Latina y el Caribe hacer más con menos, la región gastó en 2016 cerca de
US$450.000 millones en la adquisición de bienes, servicios y de equipos de capital, lo que
corresponde a casi un 30% del gasto público total de los países. El mismo estudio revela que las
ineficiencias relacionadas a la ineficiencia activa (i.e. corrupción) e ineficiencia pasiva (i.e.
demoras) le cuestan a la región alrededor del 1,4% del PIB regional.
Dada su importancia, durante las últimas décadas los gobiernos de la región se han
comprometido a reformar sus sistemas de compras públicas. En este sentido, el BID investigó
qué tanto hemos aprendido de toda esta ola de reformas para entender mejor cuál es el impacto
cuando las compras gubernamentales no funcionan bien y dilucidar los principales retos que se
deben abordar en el futuro próximo.
El gasto subnacional representa alrededor del 30% del gasto general en adquisiciones, pero esto
es particularmente importante en Argentina, Bolivia y Brasil, donde los gobiernos
subnacionales participan con más del 60% del total de las adquisiciones. El gasto en
adquisiciones a nivel estadual también es notable en Perú y Colombia, con cifras cercanas al
42%. Este es un factor muy importante para tener en cuenta en la gestión de compras, ya que
¿Cómo avanzar en la reforma de las compras y
contrataciones públicas en América Latina y el
Caribe?
julio 11, 2019 por Carola Pessino | Ana Cristina Calderón Ramírez |
los gobiernos locales tienen en promedio menor capacidad de gestión y gobernanza que los
gobiernos federales; donde incluso en muchos casos no existen ni sistemas de compras y
mucho menos sistemas integrales y modernos que abarquen a las compras de infraestructura.
En realidad, el tamaño de la contratación comparado con otros rubros del gasto público es
considerable, lo que lo convierte en un área fundamental para la implementación de un gasto
inteligente que contribuya al crecimiento y a la equidad.
Figura 1. Gasto en compras públicas como porcentaje del PIB y del gasto público.
¿Cómo avanzar en la reforma de las compras y
contrataciones públicas en América Latina y el
Caribe?
julio 11, 2019 por Carola Pessino | Ana Cristina Calderón Ramírez |
Ya vimos que el tamaño importa, pero en realidad nos damos cuenta de que la manera en que
son gastados los fondos públicos puede llegar a ser más importante que el monto que se
gasta.
Sabemos comúnmente que las adquisiciones constituyen un imán para las ineficiencias en la
gestión y para la corrupción. El gran volumen de transacciones, junto con la estrecha y compleja
interacción entre los sectores público y privado, hace que las compras públicas queden
expuestas a diversos riesgos de malgasto, mala gestión y corrupción. Pocas actividades
públicas ofrecen mayor tentación o más oportunidades para la corrupción.
A pesar de que oímos casi a diario sobre casos relacionados a este tema, como por ejemplo
servicios de salud que dejan de prestarse (vacunación), escuelas públicas que no terminan de
construirse, y sobrecostos en la compra de productos para programas de alimentación, o el caso
de escándalos de corrupción de enorme alcance en el Cono Sur, con sobreprecios de 35% o
más; nos ha hecho reflexionar no sólo sobre los efectos finales de los procesos de contratación
sino sobre las mediciones y monitoreo que se hacen de esto.
De hecho, sigue siendo un gran reto medir los efectos de la corrupción y otras ineficiencias
a lo largo del ciclo de la contratación, esto debido a la escasez de datos estructurados y a su
naturaleza oculta. Sin embargo, para el caso particular de la corrupción, en el DIA 2018
mediante una estimación que utilizó una metodología de extrapolación de información de los
países OCDE y los de nuestra región, se encontró que el malgasto de fondos públicos en
sobornos y presupuestos abultado, con una estimación conservadora, llega a aproximadamente
el 17% del gasto total en compras; lo que equivale a US$76,500 millones.
Se requiere entonces diagnosticar cuáles son las deficiencias en cada país en la gestión de las
compras públicas e implementar las reformas necesarias para eliminarlas lo antes posible.
La región ha avanzado mucho en la gestión de compras, casi todos los países de la región
cuentan con marcos regulatorios; el 80% de los países tiene una plataforma electrónica para
anunciar oportunidades y el 90% ha establecido un ente que regula y monitorea las compras
públicas.
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contrataciones públicas en América Latina y el
Caribe?
julio 11, 2019 por Carola Pessino | Ana Cristina Calderón Ramírez |
Sin embargo, varios países de la región todavía están en transición hacia sistemas de
adquisiciones con mejores instituciones, procesos más ágiles y una mayor capacidad para
luchar contra la corrupción.
También, aunque la revolución digital ha sido particularmente productiva en nuestra región, solo
un 35% de los países cuentan con portales transaccionales, 10% utilizan datos para inteligencia
de negocio y son pocos los países que incluyen sus procesos de obra pública en sus
plataformas electrónicas, como por ejemplo en Chile y Colombia, un área donde las
oportunidades para incurrir en sobreprecios y en corrupción son mucho mayores. Por lo que se
requiere fortalecer la gestión de las transacciones digitales de compras; especialmente
las de obra pública.
Asimismo, existe la necesidad de que el mercado público sea eficiente mediante una reducción
de barreras de entrada, lo que implica un mayor uso de métodos competitivos. Aún en la región
existe un uso excesivo de excepciones y compras con un único proveedor que en muchos casos
incrementan los riesgos de corrupción y favoritismo-hay países que tiene hasta 37 excepciones
a la licitación competitiva. De hecho, solo cerca del 60% de los 26 países de América Latina y el
Caribe establece licitaciones competitivas explícitas como método predeterminado, y muchos de
ellos aplican una larga lista de excepciones para no funcionar de manera competitiva y optar por
la contratación directa o las adquisiciones con un único proveedor. De esta manera, la compra
directa termina siendo en muchos casos la regla más que la excepción.
Por último y no menor, una vez que el ciclo se ha fortalecido cubriendo íntegramente las
compras y efectuándolas de manera competitiva, es importante que las mismas sean
transparentes abriendo el acceso a los datos de manera que los ciudadanos realicen un
seguimiento más estrecho de cómo se gastan sus impuestos. Existen observatorios de gasto o
de compras públicas en varios países como Brasil o Chile; que incluso usan inteligencia artificial
para detectar anomalías en las mismas y controlan de manera independiente las posibilidades
de corrupción.
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contrataciones públicas en América Latina y el
Caribe?
julio 11, 2019 por Carola Pessino | Ana Cristina Calderón Ramírez |
Así que la tarea continúa, tanto en aprovechar el potencial de las adquisiciones dado su tamaño
dentro del gasto público, facilitar el monitoreo del desempeño e impacto de dicha actividad con
indicadores claros y medibles a lo largo del ciclo de compras, como también enfocarse en áreas
pendientes de modernización como la cobertura de la ley, el fortalecimiento de las instituciones
de compras, el uso estratégico de los datos, la reducción de barreras para asegurar
competencia, y la profesionalización. Todo con el objetivo claro en avanzar en una reforma de
compras y contrataciones públicas: ¡Gastar bien, comprando mejor!