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Concede Condicional 2755-3

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SIGCMA

Ejecución de Sentencia : 2755


No. Unico de Radicación : 11001-60-00-013-2014-09979-00
Condenado: : JHON ANDERSON CABRERA GUTIERREZ
Cédula: 86.081.010
Fallador : JUZGADO SEGUNDO (2º) PENAL CIRCUITO ESPECIALIZIDO BTA
de BOGOTA D.C.
Delito (s) : FABRIC, TRÁFICO O PORTE ILEGAL ARMAS O MUNIC. FFMM
Detenido : CARCEL Y PENITENCIARIA DE MEDIA SEGURIDAD DE BOGOTÁ "LA
MODELO"
Decisión: : Auto Concede Libertad Condicional

JH ON AND ERSON CABRE RA GU TIE RREZ

REPUBLICA DE COLOMBIA
RAMA JUDICIAL
JUZGADO TERCERO DE EJECUCIÓN DE
PENAS Y MEDIDAS DE SEGURIDAD

Bogotá, D.C., Diecinueve (19) de Enero de Dos Mil Veintiuno (2021)

ASUNTO

Se pronuncia el Despacho sobre la viabilidad de conceder el subrogado de la libertad


condicional al sentenciado JHON ANDERSON CABRERA GUTIERREZ, identificado con cédula
de ciudadanía No. 86.081.010, en atención a la documentación remitida por la Cárcel y
Penitenciaría de Mediana Seguridad La Modelo, y la petición presentada.

ANTECEDENTES

El 28 de mayo de 2015, el Juzgado 2º Penal del Circuito Especializado de Bogotá D.C.,


condenó a Jhon Anderson Cabrera Gutiérrez como coautor de los delitos de hurto
calificado y agravado; fabricación, tráfico o tenencia de armas de fuego, partes o
municiones agravado; y utilización ilegal de uniformes e insignias y; cómplice del punible de
fabricación, tráfico o tenencia de armas, municiones de uso restringido, de uso privativo de
las fuerzas armadas o explosivos agravado, a la pena de 13 años de prisión, multa de 66.66
salarios mínimos mensuales legales vigentes e inhabilitación para el ejercicio de derechos y
funciones públicas por el mismo término de la pena principal. Se negó la suspensión
condicional de la ejecución de la pena y la prisión domiciliaria.

El sentenciado se encuentra privado de la libertad desde el Nueve (9) de Junio de Dos Mil
Catorce (2014).

El 12 de octubre de 2016, este Despacho negó la acumulación jurídica de las penas


impuestas por los Juzgados 2º y 4º Penales del Circuito Especializados de Bogotá D.C.

El 15 de marzo de 2018, se le negó la redosificación de la pena impuesta por el Juzgado 2


Penal del Circuito Especializado de Bogotá.

♦♣♠
SIGCMA

Durante la ejecución de la pena, se le reconocieron las siguientes redenciones de pena, a


saber:

Fecha providencia Redención


20 de octubre de 2015 1 mes y 21 días
27 de enero de 2016 23 días
6 de mayo de 2016 26.5 días
28 de noviembre de 2016 3 meses y 1 día
17 de mayo de 2017 29.5 días
2 de mayo de 2018 5 meses y 2.5 días
9 de julio de 2018 1 mes y 9 días
16 de octubre de 2018 1 mes y 9 días
30 de enero de 2019 1 mes y 9.5 días
26 de abril de 2019 1 mes y 9 días
3 de Julio de 2019 1 Mes y 8.5 Días
16 de Octubre de 2019 1 Mes y 7.5 Días
12 de febrero de 2020 1 mes y 12 días
20 de Mayo de 2020 2 Meses y 18 Días
19 de Enero de 2021 1 Mes y 9.5 Días
Total 25 Meses y 15.5 Días

El 17 de octubre de 2018, se le negó la prisión domiciliaria, conforme a los artículos 38B y


38G del Código Penal.

El 18 de diciembre de 2018, se le negó la prisión domiciliaria u hospitalaria por grave


enfermedad.

El 3 de julio de 2019, se negó el subrogado de la libertad condicional.


El 17 de julio de 2019, se le negó la prisión domiciliaria, decisión que fue confirmada por el
Juzgado fallador mediante auto emitido el 8 de noviembre de 2019.

El 15 de agosto de 2019, se negó la acumulación jurídica de las penas impuestas por los
Juzgados 2 Penal del Circuito Especializado de Bogotá y 3º Penal del Circuito de
Villavicencio (Meta).
Mediante auto de la fecha se resolvió Negar la prisión domiciliaria a JHON ANDERSON
CABRERA GUTIERREZ, por no acreditarse su condición de Padre Cabeza de Familia.

CONSIDERACIONES
LIBERTAD CONDICIONAL
El subrogado de la libertad condicional debe entenderse como la suspensión de la sanción
penal que se viene ejecutando, y como consecuencia absteniéndose de continuar su
ejecución de manera intramural, dada la buena conducta del sentenciado, y
condicionándose a que el penado observe buen comportamiento durante un tiempo
(periodo de prueba).
La libertad condicional es un estímulo a la reeducación del condenado; puede ser
considerada como una libertad anticipada y condicionada al buen manejo del condenado
dentro de la institución carcelaria y fuera de ella en la sociedad (durante el tiempo que se
encuentra bajo la medida).1

1 Lecciones de Derecho Penal General - Nodier Agudelo – Universidad Externado de Colombia

♦♣♠
SIGCMA

Para su concesión, el artículo 30 de la ley 1709 de 2014 que modificó el art 64 del C.P. ( Ley
599 de 2000), establece que, previa valoración de la conducta punible, el Juez deberá
determinar la procedencia del subrogado sobre los siguientes presupuestos sustanciales
básicos: a.) que el interno haya descontado las tres quintas partes de la pena impuesta; b.)
que su adecuado desempeño y comportamiento durante el tratamiento penitenciario en el
centro de reclusión permita suponer fundadamente que no existe necesidad de continuar
con la ejecución de la pena; c.) que demuestre arraigo familiar y social; d.) que se repare o
asegure la indemnización de la víctima mediante garantía personal, real bancaria, o
acuerdo de pago, salvo que demuestre insolvencia económica.

En cuanto la valoración de la conducta se ha de tener en cuenta que la norma establece


dos expresiones que en su contexto se complementan, a saber: la contenida dentro del
título o definición “previa valoración a la conducta punible”, y la que se halla en su numeral
2°, dentro de lo definido “su adecuado desempeño y comportamiento durante el
tratamiento penitenciario”.

Sobre este tópico conviene indicar que mediante decisión del 2 de marzo de 2005, la Corte
Constitucional determinó los parámetros sobre los cuales ha de establecerse el estudio del
Juez de Ejecución de Penas al momento de pronunciarse respecto a la libertad condicional.
Así esa alta corporación indicó:

“En este punto la Corte considera necesario precisar que, en efecto, el Juez de
Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad ejerce una función valorativa que
resulta determinante para el acto de concesión del subrogado penal. Para la
Corte, la función que ejercen los jueces de ejecución no es mecánica ni sujeta a
parámetros matemáticos. Ésta involucra la potestad de levantar un juicio sobre
la procedencia de la libertad condicional que ciertamente exige la aplicación del
criterio del funcionario judicial. Sin embargo, no por ello puede afirmarse que
dicha valoración recae sobre los mismos elementos que se ven involucrados en el
juicio penal propiamente dicho. Tal como quedó expuesto, la valoración en la
etapa posterior a la condena se somete enteramente a los parámetros de la
providencia condenatoria y tiene en cuenta elementos distintos, como son el
comportamiento del reo en prisión y la necesidad de continuar con el
tratamiento penitenciario. Tal valoración no vuelve a poner en entredicho la
responsabilidad penal, sino la necesidad de continuar con el tratamiento
penitenciario. Y la prueba está, como lo dice la Corte Suprema de Justicia, en que
la decisión judicial que deniega el subrogado penal no aumenta ni reduce el
quantum de la pena, sino que se limita a señalar que la misma debe cumplirse
en su totalidad.
(…)
En síntesis, la Corte considera que la providencia por la cual se niega o se
concede el beneficio de la libertad condicional i) debe estar suficientemente
motivada,

ii) los motivos aducidos deben haberse demostrado, y

iii) la motivación justificativa de la decisión debe cumplir con el requisito de


razonabilidad, el cual se verificará de acuerdo con las condiciones de reclusión
del condenado.”2

2
Sentencia C – 194 de 2005 - M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra

♦♣♠
SIGCMA

Por su parte, la Corte Constitucional, en sentencia C-757 de 2014 M.P. Gloria Stella Ortiz
Delgado, frente al análisis que debe efectuar el Juez de Ejecución de Penas de la gravedad
de la conducta indicó:

“En segundo lugar, el texto anterior contenía la expresión “de la gravedad”, la cual
circunscribía el análisis que debían realizar los jueces de ejecución de penas a una
valoración de la gravedad de la conducta punible.

En la Sentencia C-194 de 2005 la Corte declaró la exequibilidad condicionada de


dicha expresión. Esta Corporación determinó que el deber de realizar este análisis se
ajusta a la Constitución “en el entendido de que dicha valoración deberá atenerse a
los términos en que fue evaluada la gravedad de la conducta en la sentencia
condenatoria por parte del juez de la causa.”

Entre tanto, en el tránsito legislativo, el Congreso no sólo no incluyó el


condicionamiento hecho por la Corte en la Sentencia C-194 de 2005 en el nuevo
texto, sino que adicionalmente excluyó la expresión “de la gravedad”.

Por lo tanto, resulta razonable interpretar la nueva redacción como una ampliación
del ámbito de la valoración que le corresponde llevar a cabo al juez de ejecución de
penas.

Según dicha interpretación ya no le correspondería a éste sólo valorar la gravedad


de la conducta punible, sino que le concerniría valorar todos los demás elementos,
aspectos y dimensiones de dicha conducta.

Por lo tanto, la Corte debe concluir que en el tránsito normativo del artículo 64 del
Código Penal sí ha habido modificaciones semánticas con impactos normativos. Por
un lado, la nueva redacción le impone el deber al juez de otorgar la libertad
condicional una vez verifique el cumplimiento de los requisitos, cuando antes le
permitía no otorgarlos.

Por otra parte, la nueva disposición amplía el objeto de la valoración que debe llevar
a cabo el juez de ejecución de penas más allá del análisis de la gravedad de la
conducta punible, extendiéndola a todos los aspectos relacionados con la misma.

En consecuencia, al existir diferencias semánticas entre la disposición objeto de


análisis en la sentencia C-194 de 2005 y la que se acusa en esta ocasión es necesario
concluir que no opera la cosa juzgada material sobre la expresión “previa valoración
de la conducta punible” demandada en esta ocasión, y en tal virtud, la Corte debe
proferir un pronunciamiento de fondo.”

Es oportuno además traer a colación el pronunciamiento de la Sala de Casación Penal de la


Corte Suprema de Justicia, en decisión del M.P. Dra. Patricia Salazar cuando indicó:

“Sobre esta evaluación que corresponde al Juez que vigila la ejecución de la


sentencia, encuentra la Corte que en el presente caso el diagnóstico es de necesidad
de cumplimiento de la pena por parte del condenado. Si se le concediera la libertad,
serían negativos los efectos del mensaje que recibiría la comunidad pues entendería
que si personas socialmente calificadas delinquen y en la práctica no se materializa
la sanción que les corresponde, también ellos podrían vulnerar la ley penal con la
esperanza de que la represión será insignificante.”

♦♣♠
SIGCMA

Más delante, sobre el estudio de la libertad condicional, precisó lo siguiente:

i) No puede tenerse como razón suficiente para negar la libertad condicional la alusión
a la lesividad de la conducta punible frente a los bienes jurídicos protegidos por el
Derecho Penal, pues ello solo es compatible con prohibiciones expresas frente a
ciertos delitos, como sucede con el artículo 68 A del Código Penal. En este sentido, la
valoración no puede hacerse, tampoco, con base en criterios morales para
determinar la gravedad del delito, pues la explicación de las distintas pautas que
informan las decisiones de lo: jueces no puede hallarse en las diferentes visiones de
los valores morales, sino en los principios constitucionales;

ii) La alusión al bien jurídico afectado es solo una de las facetas de la conducta punible,
como también lo son las circunstancias de mayor y de menor punibilidad, los
agravantes y los atenuantes, entre otras. Por lo que el juez de ejecución de penas
debe valorar, por igual, todas y cada una de éstas;
iii) Contemplada la conducta punible en su integridad, según lo declarado por el juez
que profiere la sentencia condenatoria, éste es solo uno de los distintos factores que
debe tener en cuenta el juez de ejecución de penas para decidir sobre la libertad
condicional, pues este dato debe armonizarse con el comportamiento del procesado
en prisión y los demás elementos útiles cue permitan analizar la necesidad de
continuar con la ejecución de la pena privativa de la libertad, como bien lo es, por
ejemplo, la participación del condenado en las actividades programadas en la
estrategia de readaptación social en el proceso de resocialización.3
De la multa
Ahora, en lo que concierne a la multa en los delitos donde dicha sanción pecuniaria
aparece como acompañante de la pena de prisión, se observa que su pago en manera
alguna condiciona la aplicación de la figura liberatoria en estudio, pues fue excluida del
artículo 64 del Código Penal, aspecto que encuentra sustento en el parágrafo 1° del
artículo 3° de la Ley 1709 de 2014 que modificó el artículo 4° del Código Penitenciario y
Carcelario así:
“Artículo 3°. Modificase el artículo 4° de la Ley 65 de 1993, el cual quedará así:
Artículo 4°:
(…)
Parágrafo 1°. En ningún caso el goce efectivo del derecho a la libertad, a la
aplicación de mecanismos sustitutivos de la pena privativa de la libertad o a
cualquier otro beneficio judicial o administrativo, podrá estar condicionado al
pago de la multa” (Subrayado del Despacho)

De las exclusiones

Así las cosas, conforme a la fecha de los hechos no surge controversia alguna frente a la
aplicación del artículo 64 del Código Penal con la modificación introducida por el artículo
30 de la Ley 1709 de 2014, aclarando que las conductas por las cuales fue condenado el
señor JHON ANDERSON CABRERA GUTIERREZ no poseen prohibición alguna para su
concesión; en efecto, se precisa que los delitos NO están incluidos en el artículo 68 A del
Código Penal, modificado por el artículo 32 de la citada ley, no obstante, de estarlo, en el
parágrafo 1 de la mencionada norma expresamente se preceptúa:

3
Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Penal. STP15806-2019 del 19 de noviembre de 2019, Rad.
107644.

♦♣♠
SIGCMA

“Artículo 32: Modificase el artículo 68 A de la Ley 599 de 2000 el cual quedará así:

Artículo 68 A. Exclusión de los beneficios y subrogados penales. No se concederán; la


suspensión condicional de la ejecución de la pena; la prisión domiciliaria como
sustitutiva de la prisión; ni habrá lugar a ningún otro beneficio, judicial o
administrativo, salvo los beneficios por colaboración regulados por la ley, siempre que
esta sea efectiva, cuando la persona haya sido condenada por delito doloso dentro de
los cinco (5) años anteriores.
(…)

Parágrafo 1°. Lo dispuesto en el presente artículo no se aplicará a la libertad condicional


contemplada en el artículo 64 de este Código, ni tampoco para lo dispuesto en el
artículo 38 G del presente Código.” (Subrayado y negrilla del Despacho)

En este orden de ideas y atendiendo el contenido de la normativa enunciada, procedente


resulta efectuar el análisis del subrogado de la libertad condicional.

Del caso en concreto

Frente a la valoración de la conducta punible, se precisa que el juzgado fallador no hizo


mayor precisión al respecto, más para describir los hechos objeto de condena, en este
sentido, si bien no se ignora que el reato cometido es reprochable, acatando las referencias
jurisprudenciales señaladas anteriormente, y conforme a las circunstancias, elementos y
consideraciones hechas por el juez fallador en la sentencia condenatoria, debe entrar el
Despacho a ponderar la conducta y el proceso de resocialización adelantado por el penado,
por lo cual no se puede tener como razón suficiente para negar la libertad condicional la
alusión a la lesividad de la conducta frente a los bienes jurídicos protegidos por el derecho
penal, puesto que dicho criterio únicamente se tendría en cuenta tratándose de delitos con
prohibición expresa para el subrogado objeto de estudio.

Ello, conforme al más reciente criterio de la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de
Justicia, en sede de acción de tutela STP15806-2019 Rad. 107644 del 19 de noviembre de
2020.

En este sentido, no es viable realizar alusión únicamente a una de las facetas de conducta
punible, por lo tanto, este Despacho también acoge los elementos favorables aducidos por
el fallador, en los que señala que el penado celebró un preacuerdo aceptando su
responsabilidad penal, degradando su participación a la calidad de complice, lo cual le
ameritó una rebaja sustancial de la pena impuesta.

Así las cosas, considera este Despacho que la conducta de JHON ANDERSON CABRERA
GUTIERREZ ya fue objeto de censura y sanción penal, y por lo tanto no puede obviarse la
pena impuesta y el tiempo de privación de la libertad, situaciones que conlleva a que se
emita un pronóstico favorable de reintegración a la vida en sociedad, dentro de la cual
deberá cumplir con las obligaciones inherentes a la sana convivencia social y respeto de los
derechos de los coasociados.

Sobre el particular, se resalta que este despacho ejecutor efectuara la valoración de la


conducta punible, y el estudio de los aspectos favorables y desfavorables tenidos en cuenta
por el Juzgado fallador en la sentencia condenatoria, contrastándolos con el proceso de
resocialización al cual se encuentra sometida el sentenciado, la viabilidad de suspender su
cumplimiento de manera intramural, y como consecuencia permitir que se continúe el
proceso referido en libertad.

♦♣♠
SIGCMA

Así las cosas, y en consideración a que el Juzgado Fallador no efectuó la valoración de la


gravedad de la conducta punible, deben tenerse en cuenta los aspectos favorables que han
rodeado la fase de juicio y de la ejecución de la pena impuesta a JHON ANDERSON CABRERA
GUTIERREZ, a saber:

1.- Se allanó a los cargos imputados por la Fiscalía General de la Nación, evitando un
desgaste a la administración de justicia.

2.- Durante el lapso de privación de la libertad ha tenido un comportamiento calificado


entre bueno y ejemplar, por lo cual fue expedida resolución favorable por la autoridad
penitenciaria para la concesión del subrogado de la libertad condicional.

3.- Acreditó un arraigo familiar y social, en donde se encuentra cumpliendo la pena


impuesta bajo el sustituto de la prisión domiciliaria.

Así las cosas, frente a la valoración de los aspectos a tener en cuenta para la eventual
concesión del subrogado de la libertad condicional, la Sala de Casación Penal de la
Honorable Corte Suprema de Justicia, en el fallo de tutela STP15806-2019 del 19 de
noviembre de 2019 en el Radicado No. 683606 – Honorable Magistrada Patricia Salazar
Cuellar, señala:
“La Sala advierte que, para conceder la libertad condicional, el juez de ejecución de
penas debe atenerse a las condiciones contenidas en el artículo 64 del Código Penal,
norma que, entre otras exigencias, le impone valorar la conducta punible del
condenado.
Ahora bien, dado que hay amplitud de posibilidades hermenéuticas con respecto a la
valoración de la conducta punible, la Corte Constitucional, en sentencia C-757/14,
teniendo como referencia la Sentencia C-194/2005, determinó, en primer lugar, cuál
es la función del juez de ejecución de penas y, de acuerdo a ésta, cuál es la
valoración de la conducta punible que debe realizar.
Puntualmente, indicó que: "El juicio que adelanta el Juez de Ejecución de
Penas tiene una finalidad específica, cual es la de establecer la necesidad de
continuar con el tratamiento penitenciario a partir del comportamiento
carcelario del condenado. En este contexto, el estudio del Juez de Ejecución
no se hace desde la perspectiva de la responsabilidad penal del condenado -
resuelta ya en la instancia correspondiente, ante el juez de conocimiento-
sino desde la necesidad de cumplir una pena ya impuesta. En el mismo
sentido, el estudio versa sobre hechos distintos a los que fueron objeto de
reproche en la sentencia condenatoria, cuales son los ocurridos con
posterioridad a la misma, vinculados con el comportamiento del sentenciado
en reclusión.

Los jueces de ejecución de penas no realizarían una valoración ex novo de la


conde.; cta punible. Por el contrario, el fundamento de su decisión en cada
caso sería la valoración de la conducta punible hecha previamente 'por el
juez penal".

Adicionalmente, al reconocer que la redacción del artículo 64 del Código Penal


no establece qué elementos de la conducta punible deben tener en cuenta los jueces
de ejecución de penas, ni establece los parámetros a seguir para asumir las
valoración que de ella hicieron previamente los jueces penales en la sentencia,
señaló que:

♦♣♠
SIGCMA

"Las valoraciones de la conducta punible que hagan los jueces de ejecución


de penas y medidas de seguridad para decidir sobre la libertad condicional de
los condenados debe tener en cuenta todas las circunstancias, momentos y
consideraciones hechas por el juez penal en la sentencia condenatoria, sean
éstas favorables o desfavorables al otorgamiento de la libertad condicional".
(Negrilla fuera del texto original)

Posteriormente, en Sentencias C-233 de 2016, T640/2017 y T-265 /2017, el


Tribunal Constitucional determinó que, para facilitar la labor de los jueces de
ejecución de penas han tenido un ambiguo panorama, estos deben tener en cuenta,
siempre, que la pena no ha sido pensada únicamente para lograr que la sociedad y
la víctima castiguen al condenado y que con ello vean sus derechos restituidos, sino
que responde a la finalidad constitucional de la resocialización como garantía de la
dignidad humana.
(…)

i) No puede tenerse como razón suficiente para negar la libertad condicional la


alusión a la lesividad de la conducta punible frente a los bienes jurídicos protegidos
por el Derecho Penal, pues ello solo es compatible con prohibiciones expresas frente
a ciertos delitos, como sucede con el artículo 68 A del Código Penal.

En este sentido, la valoración no puede hacerse, tampoco, con base en criterios


morales para determinar la gravedad del delito, pues la explicación de las distintas
pautas que informan las decisiones de los jueces no puede hallarse en las diferentes
visiones de los valores morales, sino en los principios constitucionales;

ii) La alusión al bien jurídico afectado es solo una de las facetas de la conducta
punible, como también lo son las circunstancias de mayor y de menor punibilidad,
los agravantes y los atenuantes, entre otras. Por lo que el juez de ejecución de penas
debe valorar, por igual, todas y cada una de éstas;

iii) Contemplada la conducta punible en su integridad, según lo declarado por el juez


que profiere la sentencia condenatoria, éste es solo uno de los distintos factores que
debe tener en cuenta el juez de ejecución de penas para decidir sobre la libertad
condicional, pues este dato debe armonizarse con el comportamiento del procesado
en prisión y los demás elementos útiles que permitan analizar la necesidad de
continuar con la ejecución de la pena privativa de la libertad, como bien lo es, por
ejemplo, la participación del condenado en las actividades programadas en la
estrategia de readaptación social en el proceso de resocialización.

Por tanto, la sola alusión a una de las facetas de la conducta punible, esto es, en el
caso concreto, solo al bien jurídico, no puede tenerse, bajo ninguna circunstancia,
como motivación suficiente para negar la concesión del subrogado penal.

Esto, por supuesto, no significa que el juez de ejecución de penas no pueda referirse
a la lesividad de la conducta punible para valorarla, sino que no puede quedarse allí.
Debe, por el contrario, realizar el análisis completo.

iv) El cumplimiento de esta carga motivacional también es importante para


garantizar la igualdad y la seguridad jurídica, pues supone la evaluación de cada
situación en detalle y justifica, en cada caso, el tratamiento diferenciado al que
pueda llegar el juez de ejecución de penas para cada condenado».

♦♣♠
SIGCMA

Al respecto, se evidencia que el penado realizó actividades que, no solo le permitieron el


reconocimiento de redención de pena, sino adquirir herramientas para reincorporarse a la
sociedad lejos de la criminalidad, a la par, se tiene que a la fecha no se ha recibido
trasgresión o novedad negativa, respecto a su comportamiento intramural, violación a las
medidas penitenciarias que le acarrearan sanciones disciplinarias.

Ahora bien, frente a los requisitos puntuales para acceder al sustituto de la libertad
condicional, prima facie este Despacho entra a establecer el cumplimiento del requisito
objetivo para la libertad condicional.

En primer lugar, se evidencia que JHON ANDERSON CABRERA GUTIERREZ se encuentra


privado de la libertad por las presentes diligencias desde el Nueve (9) de Junio de Dos Mil
Caotrce (2014) a la fecha, es decir Setenta y Nueve (79) Meses y Diez (10) Días, que
sumados a Veinticinco (25) Meses y Quince Punto Cinco (15.5) Días de redención de pena,
lo cual indica que ha descontado de la pena impuesta un total de Ciento Cuatro (104) Meses
y Veinticinco Punto Cinco (25.5) Días, lapso superior a 93 Meses y 18 Dìas que equivalen a
las tres quintas partes de 156 Meses de prisión, lo mismo que 13 Años.

Así las cosas, JHON ANDERSON CABRERA GUTIERREZ cumple el presupuesto objetivo para el
otorgamiento del subrogado de la libertad condicional, por lo cual, mediante oficio No.
114-CPMSBOG-OJ-20119, la Cárcel y Penitenciaría de Mediana Seguridad La Modelo,
remitió la Resolución Favorable No. 3455 del Diecisiete (17) de Diciembre de Dos Mil Veinte
(2020), y el Historial de calificaciones de conducta correspondiente al prenombrado.

Ahora bien, en cuanto al comportamiento del sentenciado durante su proceso represor


penal, conviene hace una referencia doctrinal, así tenemos que el Doctor Juan Fernández
Carrasquilla, argumenta:

“La ejecución de la pena está orientada a la protección y reinserción social del reo, pero
la duración de la pena no depende en modo alguno de fines de prevención especial. Con
todo, es posible que la ley supedite a ciertas condiciones preventivo – especiales, no la
duración máxima de la pena, sino el otorgamiento del subrogado o sustitutivo de la
libertad condicional o la concesión de determinadas beneficios penitenciarios, que bien
pueden operar bajo condiciones de haber observado buena conducta, trabajado
determinado número de horas, no haber intentado la fuga ni cometido nuevos delitos
durante la ejecución, etc. Lo que resultaría equivocado y poco equitativo sería negar
estos beneficios por circunstancias de culpabilidad o personalidad que han sido o debido
ser tenidas en cuenta en la condena, ya que en este momento avanzado de la ejecución
no se trata de apreciar la “personalidad al momento del hecho”, sino al momento final
de la ejecución penitenciaria.

Las penas cortas y medianas privativas de libertad desadaptan en forma más o menos
grave, sobre todo desde los puntos de vista social, laboral y familiar, a quien las sufre.
Existe por esto, hoy, la tendencia humanitaria a no ejecutarlas directamente,
considerándose en muchos casos una “condena de advertencia” para los delincuentes
primerizos4, abriendo la posibilidad de sustituirlas por penas no privativas de la libertad
(ej., prisión domiciliaria, confinamiento con vigilancia electrónica, prisión nocturna o de
fines de semana en combinación con trabajo diurno), o brindando la oportunidad de
redimirlas tras un “periodo de prueba” (condena condicional, probation y otro institutos
similares) o en régimen de ejecución domiciliaria. Las penas privativas de la libertad de

4Aquí habría que agregarse los que Ferri denominaba delincuentes ocasionales y pasionales, frente a los cuales no pueden
esgrimirse fuertes argumentos de necesidad de prevención especial, aunque si en ocasiones de prevención general frente a
crímenes muy graves que demandan en la conciencia colectiva una fuerte garantía preventiva de no repetición ni imitación.

♦♣♠
SIGCMA

larga duración , por el contrario , producen desastrosos efectos disociadores sobre la


personalidad del preso y sus relaciones con el entorno social y por esto se predica con
respecto a ellas la posibilidad de reducirlas, en su efectiva privación de la libertad y en
sus secuelas de “priosionización”, al mínimo posible para no comprometer los intereses
de la defensa social ni los efectos de resonancia de la pena sobre la escala de valores de
la colectividad (prevención general positiva), ejecutando simbólicamente su último
tramo (libertad preparatoria, libertad condicional, permisos de salida especiales
progresivos) y ejecutándola de modo que la vida carcelaria semeje lo más posible lo real
(trabajo remunerado, opción de estudio, márgenes recreativos, disciplina moderada,
visitas familiares y conyugales, aportes a la manutención propia y de la familia, según la
capacidad económica , prisiones abiertas o semi abiertas, etc.)

Desafortunadamente, nada impedirá que se registren casos, que deberían ser


excepcionales, en que no puede renunciarse a un régimen ejecutivo de máxima
seguridad, o en que la gravedad del injusto material y de su modo comisito impondrán la
necesidad de ejecutar la pena total para prevenir la reincidencia o la venganza (de o
contra el reo), o bien para impedir el desmoronamiento de la confianza colectiva en las
instituciones y en la firmeza de su juicio de repudio contra la atrocidad, la barbarie y la
depredación en las relaciones interpersonales.

La pena, que se instituye para la protección de bienes jurídicos esenciales, no puede dejar
de trasmitir el mensaje social de que efectivamente se tutela esos valores y que los
mismos siguen vigentes dentro del ordenamiento jurídico. (…)”5

Bajo las anteriores previsiones, prueba del comportamiento del penado en su lugar de
reclusión, se encuentra la Resolución Favorable y el certificado de conducta referido, en los
cuales se califica su conducta entre Buena y Ejemplar.

Frente al arraigo familiar y personal exigido normativamente, es menester indicar que


JHON ANDERSON CABRERA GUTIERREZ cuenta con apoyo familiar en el inmueble ubicado
en la Calle 37 # 36 – 61, Conjunto Gardenia I, Torre 5, Apartamento 604 ubicado en Ciudad
Verde en el municipio de Soacha (Cundinamarca) donde sería recibido por sus familiares
(Esposa e Hijos), conforme se constata del Informe de Visita Domiciliaria practicado por
parte del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar – Zonal Soacha- donde se denotan las
condiciones habitacionales del inmueble, y estado afectivo del nucleo familiar, concluyendo
el apoyo que recibe el penado para reincorporarse a la vida en sociedad.

De otra parte, respecto del pago de los perjuicios causados con la comisión de la conducta
punible, se advierte que dada la naturaleza de los delitos endilgados, no hay lugar a la
condena por dicho emolumento.

En ese orden de ideas, se reitera que JHON ANDERSON CABRERA GUTIERREZ en el lapso de
privación de la libertad en establecimiento penitenciario ha tenido un comportamiento
calificado entre bueno y ejemplar, por lo cual fue emitido concepto favorable por la
autoridad penitenciaria; aspecto del cual se concluye que, si bien es cierto, su conducta
representó un desconocimiento a las normas penales y conllevó a que se impusiera una
pena de prisión en su contra, no es menos cierto, que el lapso de privación de la libertad y
el tratamiento penitenciario adelantado, facultan a este despacho para concluir que el
prenombrado ha hecho transito positivo a las fases de resocialización.

5 Juan Fernández Carrasquilla – Derecho Penal Parte General Principios y Categorías Dogmáticas -

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SIGCMA

Analizando en conjunto estas situaciones, se tiene un pronóstico favorable de reinserción


definitiva del penado, haciéndose merecedor a la concesión del subrogado de la libertad
condicional.

Así, se infiere que el penado se ha sometido cabalmente al proceso represor penal, con las
consecuencias esperadas dentro de una política criminal eficaz, de quien se espera no
coloque en riesgo a la comunidad que lo pretende acoger, proscribiendo de manera
definitiva la incursión en una nueva conducta punible.

Frente al panorama anteriormente señalado, considera el Juzgado que hay las garantías
suficientes para conceder el subrogado de la libertad condicional a JHON ANDERSON
CABRERA GUTIERREZ, para cuyo efecto se fija como período de prueba un lapso de
Cincuenta y Un (51) Meses y Cinco (5) Días, que es el tiempo que le resta para el
cumplimiento de la pena; tiempo durante el cual deberá dar estricto cumplimiento a las
obligaciones previstas en el artículo 65 del C.P., estas son:

1.- Observar buena conducta,

2.- Informar todo cambio de residencia,

3.- Comparecer ante la autoridad judicial cada vez que sea requerido y

4.- No salir del País previa autorización del funcionario encargado de ejecutar la pena,
obligaciones a las que se compromete con la notificación y/o enteramiento de este auto;
obligaciones, que serán garantizadas por el sentenciado bajo caución prendaría equivalente
en TRES (3) Salarios Mínimos Mensuales Legales Vigentes, atendiendo ello a las condiciones
socioeconómicas del interno, carga que de manera alguna se estima desproporcionada.

A efectos de lo anterior, con la presente determinación se remitirá la correspondiente


diligencia de compromiso con las obligaciones del artículo 65 del Código Penal, a fin de ser
suscrita en debida forma por el sentenciado.

En consecuencia, una vez se allegue la diligencia de compromiso y la respectiva caución


prendaria, se librará la Boleta de Libertad para ante la Cárcel y Penitenciaría de Mediana
Seguridad La Modelo de Bogotá, la que se hará efectiva siempre y cuando no sea requerido
por otra autoridad judicial en cuyo caso deberá ser puesto a disposición de la autoridad
requirente.

Desde ahora se previene al penado que en caso de incumplimiento injustificado a las


obligaciones mencionadas, le será revocado el subrogado concedido previo los trámites de
ley.

OTRAS DETERMINACIONES

1.- Remítase copia de la presente determinación a la Cárcel y Penitenciaría de Mediana


Seguridad La Modelo, para fines de consulta y ser incorporado en la hoja de vida del
penado.

2.- En cuanto a la petición elevada por el penado JHON ANDERSON CABRERA GUTIERREZ,
mediante memorial allegado via correo electrónico, tendiente a que se realice acumulación
jurídica de penas, este Despacho Judicial le hace saber que debe estarse a lo resuelto en la
decisión emitida el Doce (12) de Octubre de Dos Mil Dieciséis (2016), proferido por este
Despacho, que negó el acopio punitivo por lo allí expuesto.

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SIGCMA

Lo anterior, como quiera que existe inmutabilidad sobre tal decisión judicial, puesto que la
motivación de la decisión encuentra sus cimientos en que no se satisfacen los requisitos
para proceder a realizar acumulación de penas, sin que dichos presupuestos facticos
cambien con el transcurrir del tiempo, o disposición legal que permita variar la
determinación adoptada.

Ese criterio es el mismo que ha sostenido la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia


(cfr., CSJ SP, Julio 15 de 2008; Rad. 37488, CSJ SP, marzo 12 de 2009; Rad. 41196; CSJ SP,
Enero 26 de 1998, Rad. 24052; CSJ SP, Diciembre 1º de 2016, Rad. 89341). Por tanto, la
decisión negativa está debidamente fundamentada en la normatividad y jurisprudencia
aplicable al caso, por lo tanto, es ajustada a derecho y no procede insistir en solicitudes que
versan sobre puntos ya resueltos, además no se aportan nuevos elementos de juicio o
cambio de normatividad que ameriten un nuevo pronunciamiento.

Sobre el tema, la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal en auto de 26 de enero
de 1998 adujo:

“... que no procede la tramitación de solicitudes que repiten cuestionamientos


anteriores, respondidos en forma oportuna y debida, cuando se basan en la misma
realidad probatoria y reiteran identidad de razonamiento jurídico”.

En virtud de lo anotado, debe estarse a lo resuelto en la citada providencia, toda vez que es
inviable que al amparo de las mismas manifestaciones, se insista ante ésta funcionaria
sobre el mismo punto, puesto que ello implicaría la vulneración de los principios de cosa
juzgada y seguridad jurídica.

Por lo expuesto, el JUZGADO TERCERO DE EJECUCIÓN DE PENAS Y MEDIDAS DE SEGURIDAD


DE BOGOTÁ D.C.
RESUELVE

PRIMERO. CONCEDER el subrogado de la libertad condicional a JHON ANDERSON CABRERA


GUTIERREZ, identificado con cédula de ciudadanía No. 86.081.010, con un periodo de
prueba de Cincuenta y Un (51) Meses y Cinco (5) Días, y en los términos indicados en el
cuerpo de esta decisión.
SEGUNDO. Una vez suscrita la diligencia de compromiso y presentada la caución prendaria,
LÍBRESE oportunamente la correspondiente boleta de libertad para ante la Dirección de la
Cárcel y Penitenciaría de Mediana Seguridad La Modelo de Bogotá D.C., la que se hará
efectiva siempre y cuando no sea requerido por autoridad judicial o de policía en cuyo caso
deberá ser dejado a su disposición.

TERCERO. Por el Centro de Servicios Administrativos otórguese inmediato cumplimiento a lo


dispuesto en el acápite denominado “otras determinaciones”.

Se advierte que contra este auto proceden los recursos de reposición y apelación.

NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE,

GINNA LORENA CORAL ALVARADO


JUEZA

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