Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Martín Fieero - Canto 6 y 7 - Comentarios Prof. Guadalupe Tavella

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 17

CANTO 6 – Martín Fierro de José Hernández

Recordemos: en el canto III leímos


cómo el gaucho156Martín Fierro es
reclutado a la fuerza para servir al
ejército de frontera. En ese canto Vamos dentrando recién entrando
habla de las injusticias que se viven, A la parte mas sentida,
los maltratos a los que son Aunque es todita mi
sometidos sin armas, sin alimentos,
con trabajos rurales sin pago. Por vida De males una
eso habíamos dicho que comenzaba cadena: A cada alma
un tono de denuncia dolorida
Le gusta cantar sus penas.

157

Se empezó en aquel
entonces A rejuntar caballada, grupo de caballos
En este canto, Martín Fierro Y riunir la milicada
cuenta que van a ser enviados a Teniendola en el cantón,
una expedición para avanzar con Par una despedición expedición
los indios. Recuerden que en el A sorprender a la indiada.
canto III, Martín Fierro describía
la fortaleza física de los indios,
sus habilidades para defenderse
y atacar, incluso la violencia con
la que trataban158 a los enemigos.

Nos anunciaban que iríamos


Sin carretas ni bagajes
se nombraba así al lugar donde
A golpiar a los salvajes se asentaban los indios
En sus mesmas
tolderías;
Que a la güelta pagarían
Licenciándolo al gauchaje;

Acá aparecen 159las promesas que


les hacen. Recordemos que
primero les dijeron que iban a Que en esta despedición
estar en el ejército un tiempo Tuviéramos la esperanza;
breve, les prometieron armas y Que iba a venir sin
ahora les dicen que después de
la expedición, serán liberados. tardanza, Según el Jefe
Sin embargo, Martín Fierro contó, ministro
desconfía Un menistro o que se yo...
que le llamaban don Ganza;

160

Que iba a riunir el ejército


Todos los batallones
Y tuitos los batallones,
Y que traiba unos cañones
Con más rayas que un cotín;
!Pucha!... Las conversasiones
Por allá no tenian fín.

161

Pero esas trampas no


Se usaba la palabra matrero
enriedan A los zorros de para aquellos gauchos que
mi laya; vaga libre por los campos.
Que esa Ganza venga o Posteriormente se le
vaya, Poco le importa a un atribuyó a aquellos que
matrero. Yo también deje las huían de la justicia.
rayas...
En los libros del pulpero.

162
Nunca juí gaucho dormido;
Siempre pronto, siempre listo,
Yo soy un hombre, !que Cristo!,
Que nada me ha acobardao,
Y siempre salí parao
En los trances que me he visto.

163

Dende chiquito gané desde


La vida con mi trabajo,
Y aunque siempre estuve abajo
Y no sé lo que es subir
Tambien el mucho sufrir
Suele cansarnos, !barajo!
Nuevamente aparece el tono de
denuncia. Miren la apelación
directa a “los que mandan” y el
reclamo de
164protección

En medio de mi inorancia
Conozco que nada valgo:
Soy la liebre o soy el galgo
Asigún los tiempos andan;
Pero también los que
mandan Debieran cuidarnos
algo.

165
Con esta estrofa, cambia el
rumbo de Martín Fierro.
Aprovecha que las autoridades
Una noche que riunidos
estaban “empinando una limeta” Estaban en la carpeta
(tomando algo distraídos) y se Empinando una limeta
escapa (“me hice humo”). El Jefe y el Juez de
Paz,
Yo no quise aguardar más,
Y me hice humo en un caballo viejo
sotreta.
166

Me parece el campo orégano


Dende que libre me veo;
Donde me lleva el deseo
Allí mis pasos dirijo,
Y hasta en las sombras de fijo
Que donde quiera rumbeo.

167

Entro y salgo del peligro


Sin que me espante el
estrago,
No aflojo al primer amago
Ni jamás fí gaucho lerdo:
Soy pa rumbiar como el cerdo,
Y pronto caí a mi pago.
Regresa para su hogar después
de tres años en el ejército.
Recordemos estos adjetivos:
desertor (resertor), pobre y
desnudo. Se168 realiza un contraste
muy fuerte con el canto III donde
es reclutado y Martín Fierro junta Volvía al cabo de tres años
todas sus pertenencias, su ropa, De tanto sufrir al ñudo sin razón
su caballo, acepta mansamente Resertor, pobre y desnudo,
la orden. Ahora, se ha convertido
en un DESERTOR. Es decir, A procurar suerte nueva;
aquel que abandona una Y lo mesmo que el peludo
obligación militar. Enderecé pa mi cueva.

169

No hallé ni rastro del rancho:


!Solo estaba la tapera!
!Por cristo si aquello era
Pa enlutar el corazón!
!Yo juré en esa ocasión
Ser mas malo que una fiera!
170

!Quien no sentirá lo mesmo


Cuando ansí padece tanto!
Puedo asigurar que el llanto
Como una mujer largué:
!Ay, mi Dios: si me quedé
En todas estas estrofas, aparece mas triste que Jueves Santo!
el dolor por la pérdida: de su
rancho, de su familia, de su
hacienda (pequeña propiedad
para cultivo o ganadería).
171

Sólo se oiban los aullidos


De un gato que se salvó;
El pobre se guareció
Cerca, en una vizcachera:
Venía como si supiera
De vuelta
Que estaba de güelta yo.

172

Al dirme dejé la irme


hacienda Que era todito
mi haber; Pronto
debíamos volver, Sigún
el Juez prometía,
Y hasta entonces
cuidaria De los bienes,
la mujer.

......................................

173

Después me contó un vecino


que el campo se lo pidieron;
La hacienda se la vendieron
Pa pagar arrendamientos,
Y que sé yó cuantos cuentos;
Pero todo lo fundieron,

174
Menciona a sus hijos,
transformados en peones rurales Los pobrecitos muchachos,
a pesar de su juventud
Entre tantas afliciones,
se conchabaron de piones; Contratados como peones
!Más que iban a trabajar,
Si eran como los
pichones sin acabar de
emplumar!

175

Por ahi andarán sufriendo


De nuestra suerte el rigor:
Me han contao que el mayor
Nunca dejaba a su hermano;
Puede ser que algún cristiano
Los recoja por favor.

176
Mención a su mujer que,
según le cuentan, se fue !Y la pobre mi mujer,
con otro hombre Dios sabe cuánto sufrió!
Me dicen que se voló
Con no sé qué gavilán: hombre
Sin duda a buscar el pan
Que no podía darle yo.
177

No es raro que a uno le falte


Lo que a algún otro le sobre
Si no le quedó ni un cobre
Sino de hijos un enjambre.
Que más iba a hacer la pobre
Para no morirse de hambre?

178

!Tal vez no te vuelva a ver,


Prienda de mi corazón!
Dios te de su proteción
Ya que no me la dió a
mí, Y a mis hijos dende
aquí Les hecho mi
bendición.

179

Como hijitos de la cuna


Andarán por ahi sin
madre; Ya se quedaron
sin padre, Y ansí la suerte
los deja Sin naides que los
proteja Y sin perro que les
ladre.

180

Los pobrecitos tal vez


No tengan ande abrigarse,
Ni ramada ande ganarse,
Ni rincón ande meterse,
Ni camisa que ponerse,
Ni poncho con que taparse.

181

Tal vez los verán sufrir


Sin tenerles compasión;
Puede que alguna ocasión,
Aunque los vean tiritando,
Los echen de algún jogón fogón
Pa que no estén
estorbando.

182

Y al verse ansina espantaos


Como se espanta a los
perros, Irán los hijos de Fierro,
Con la cola entre las piernas,
A buscar almas mas tiernas
O esconderse en algún cerro.

183 y dolor por la


El tono de lamento
pérdida de todo (recuerden el
canto II en el que el gaucho Mas también en este juego
Martín Fierro recuerda su vida
pasada, pacífica, en pequeña Voy a pedir mi bolada;
A naides le debo nada, A nadie
sociedad) se va transformando
en un tono de enojo. De gaucho Ni pido cuartel ni doy:
manso se ha transformado en Y ninguno dende hoy
matrero, huyendo de la justicia y
ahora promete no dejarse atrapar
Ha de llevarme en la armada.
por el ejército para ir a “la
armada”

184
Yo he sido manso
primero, Y seré gaucho
matrero; En mi triste
circunstancia,
Aunque es mi mal tan projundo,
Nací y me he criado en estancia.
Pero ya conozco el mundo.

185

Ya les conozco sus mañas,


Le conozco sus cucañas;
Sé como hacen la partida,
La enriedan y la manejan;
Deshaceré la madeja
Aunque me cueste la vida.

186

Y aguante el que no se anime


A meterse en tanto engorro
O si no aprétese el gorro
Y para otra tierra emigre;
Pero yo ando como el tigre
Que le roban los cachorros.

187

Aunque muchos creen que el gaucho


Tiene alma de reyuno,
No se encontrará a ninguno
Que no le dueblen las penas;
Mas no debe aflojar uno
Mientras hay sangre en las venas.
CANTO 7 – Martín Fierro de José Hernández

Recuerden 188que en las clases


anteriores hablamos de la
aplicación de la “ley de vagos y
malentretenidos”. Como explica
De carta de más me vía
acá Martín Fierro, comienzan a Sin saber a donde dirme;
perseguirlo “por vago”. En este Mas dijeron que era vago
caso, porque no está ni en el Y entraron a perseguirme.
ejército ni contratado como peón
rural

189

Nunca se achican los males,


Van poco a poco creciendo,
Y ansina me vide pronto
Obligado a andar juyendo.

190

No tenía mujer ni rancho


Y a más, era resertor;
No tenía una prenda güena
Ni un peso en el tirador

191

A mis hijos infelices


Pensé volverlos a hallar,
Y andaba de un lao al
otro
Sin tener ni que pitar.
192

Supe una vez por desgracia


Que habia un baile por allí,
Y medio desesperao
A ver la milonga fuí. baile

193

Riunidos al pericón reunidos


Tantos amigos hallé,
Que alegre de verme entre ellos
Esa noche me apedé. enborraché

194

Como nunca, en la ocasión


Por peliar me dió la tranca. pelear
Y la emprendí con un negro
Que trujo una negra en ancas. Traer en ancas (montada a
caballo)

Acá comienza un juego verbal de


195
Martín Fierro. Decimos juego
verbal porque hace uso de las
pauas y los dobles sentidos de Al ver llegar la morena,
sus frases para provocar la risa
en el auditorio. Sin embargo,
Que no hacía caso de naides,
también son frases ofensivas. La Le dije con la mamúa:
primera es “ Va..ca…yendo gente -Va...ca...yendo gente al baile.-
al baile” (vaca / va cayendo).
Nuevamente el texto hace
referencia a sectores sociales
196 presentes en el siglo XIX de
Argentina. En el Canto III habló
La negra entendió la cosa de los indios, ahora hace
Y no tardó en contestarme, referencia a “los negros”.
Recordemos que en el siglo XIX
había una presencia mayor de
población afroamericana en el
territorio.
Mirándome como a un perro:
-Mas vaca será su madre._

197

Y dentró al baile muy tiesa


Con más cola que una zorra,
Haciendo blanquiar los dientes
Lo mesmo que mazamorra.

Probablemente producto
198 Martín
de la embrieguez,
Fierro pasa de la ofensa al
halago, aunque esto sigue -!Negra linda!-... dije yo.
ofendiendo a la mujer. -Me gusta... pa la carona-;
Y me puse a champurriar
Esta coplita fregona:

199

-A los blancos hizo Dios,


A los mulatos San Pedro,
A los negros hizo el
diablo Para tizón del
infierno.-

200

Había estao juntando rabia


El moreno dende ajuera;
En lo escuro le brillaban
Los ojos como linterna.
201
Martín Fierro vuelve sobre el Retobado: enojado
juego de palabras, ahora para Lo conocí retobao,
ofender al hombre, en el texto Me acerqué y le dije presto:
aparece como negro o -Po...r...rudo que un hombre sea
moreno. El juego de palabras Nunca se enoja por esto.-
se hace con por rudo / porrudo
(en referencia al pelo).

202

Corcovió el de los tamangos


Y creyéndose muy fijo:
-!Mas porrudo seras vos,
Gaucho rotoso!-, me dijo.

203

El juego verbal pasa a


Y ya se me vino al humo
ser desafío físico y Como a buscarme la
comienza la pelea. hebra, Y un golpe le
acomodé Con el porrón de
ginebra.

204

Ahi nomás pegó el de hollín


Mas gruñidos que un
chanchito, Y pelando el
envenao
Me atropelló dando gritos.

205

Pegué un brinco y abrí cancha


Diciéndoles: -Caballeros,
Acá aparece un Dejen venir ese toro.
principio de Martín
Fierro: pelear solo. Solo nací... solo muero.-

206

El negro, después del


golpe, Se había el poncho Resbalar (alude a que se sacó
el poncho)
refalao Y dijo: -Vas a saber
Si es solo o acompañado.

207

Y mientras se arremangó,
Yo me saqué las espuelas,
Pues malicié que aquel tío
No era de arriar con las riendas.

En esta 208
secuencia de
estrofas se contará la
pelea, se puede ve cómo No hay cosa como el peligro
Martín Fierro observa los
movimientos de su
Pa refrescar un mamao;
contrincante y va Hasta la vista se aclara
reaccionando, a pesar de Por mucho que haiga chupao.
su borrachera.

209

El negro me atropelló
Como a quererme comer;
Me hizo dos tiros seguidos Abarajar en este contexto
significa “adivinar”
Y los dos le abarajé.
210
Facón es un cuchillo
Yo tenía un facon con S,
Que era de lima de acero;
Le hice un tiro, lo quitó
Y vino ciego el moreno;

211

Y en el medio de las aspas


Un planazo le asenté,
Que lo largue culebriando
Lo mesmo que buscapié.

212

Le coloriaron las motas


Con la sangre de la
herida, Y volvió a venir furioso
jurioso Como una tigra
parida.

213

Y ya me hizo relumbrar
Por los ojos el chchillo,
Alcanzando con la punta
A cortarme en un carrillo.

214

Me hirvió la sangre en las venas


Y me le afirmé al moreno,
Dándole de punta y hacha
Pa dejar un diablo menos.

215

Por fin en una topada


Acá está la En el cuchillo lo alcé,
secuencia final de la Y como un saco de güesos
pelea.
Contra un cerco lo largué.

216

Tiró unas cuantas patadas


Y ya cantó pal carnero:
Nunca me puedo olvidar
De la agonía de aquel negro.

217

En esto la negra vino


Con los ojos como ají
Y empezó la pobre
allí
A bramar como una loba.
Yo quise darle una soba
A ver si la hacía callar,
Mas pude reflesionar
Que era malo en aquel punto,
Y por respeto al dijunto
No la quise castigar.
218

Limpié el facón en los pastos,


Desate mi redomón, caballo
Monté despacio y salí
Al tranco pa el cañadon.

219
Finado: forma vulgar de
nombrar a un muerto
Después supe que al finao
Ni siquiera lo velaron,
Y retobao en un cuero,
Sin rezarle lo enterraron.

220

Y dicen que dende entonces,


Cuando es la noche serena
Suele verse una luz mala
Como de alma que anda en pena.

Al final de este canto se


221
ve la ambigüedad de
Martín Fierro, acaba de
matar a un hombre, pero Yo tengo intención a veces,
con su canto recuerda para que no pene tanto,
también la pena que De sacar de allí los guesos huesos
sintió al saber que ni lo
velaron ni enterraron. Y echarlos al camposanto.

También podría gustarte