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Sentencia Constitucional 0152-2021 s3

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0152/2021-S3

Sucre, 4 de mayo de 2021

SALA TERCERA
Magistrado Relator: Dr. Petronilo Flores Condori
Acción de amparo constitucional

Expediente: 34013-2020-69-AAC
Departamento: Tarija

En revisión la Resolución 29/2020 de 16 de marzo, cursante de fs. 169 vta. a


173 vta., pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional
interpuesta por Diony Zurita Mamani y Elsa Tolaba Mendoza de Zurita
contra Aimoré Francisco Álvarez Barba; y, Carla Patricia Oller Molina,
ex y actual Fiscal Departamental de Tarija.

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1. Contenido de la demanda

Los accionantes por memorial presentado el 3 de marzo de 2020, cursante de


fs. 6 a 25, manifestaron lo siguiente:

I.1.1. Hechos que motivan la acción

Adquirieron de César Venegas Vargas y Marcelina Portuguez Tirado de Venegas


-ahora terceros interesados-, un bien inmueble ubicado sobre la calle 23 de
marzo entre calle José Yache y Pasaje 27 de mayo del Barrio 27 de mayo de
Bermejo del departamento de Tarija, que se encontraba registrado en la Oficina
de Derechos Reales (DD.RR.) a nombre de sus vendedores, con los que
suscribieron una minuta de compra y venta, elaborada por el abogado de
confianza de los vendedores -Elías Cruz Mamani, hoy tercero interesado-. Esa
minuta nunca fue protocolizada, y se canceló a los vendedores la suma de $us28
000.- (veintiocho mil dólares estadounidenses) en su totalidad, y a satisfacción de
los vendedores, pero en ese documento solo se hizo constar la suma de Bs15
000.- (quince mil bolivianos) por recomendación del abogado, a efectos de evitar
cargas impositivas al momento de realizar la transferencia. En consecuencia, los
vendedores en reiteradas oportunidades les solicitaron que aumenten el valor
del precio cancelado por el bien inmueble.

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Después de su proceso de divorcio, en el que se emitió su respectiva Sentencia
el 2017, acordaron que ese bien inmueble se quedara a favor de sus hijos, a
ese efecto, recién buscaron a los vendedores con la intención de que se realice
la minuta de transferencia debidamente protocolizada a nombre de sus hijos;
sin embargo, el vendedor exigió a cambio de ello, un pago adicional de
$us5000.- (cinco mil dólares estadounidenses).

Al no tener una respuesta positiva, acudieron a otro abogado con el fin de


inscribir en la Oficina de DD.RR., el documento suscrito inicialmente, pero en
esa instancia les indicaron que ese documento no es registrable debido a las
múltiples falencias y omisiones de datos que contiene. Con el fin de subsanar
esas observaciones, buscaron nuevamente a los vendedores, quienes
demostraron una falta de voluntad, por esa razón, decidieron esperar un
tiempo con la finalidad de realizar el trámite de usucapión, como alternativa
legal para poder registrar su derecho propietario, ya que ese bien inmueble se
encuentra ocupado por su familia desde el momento de su adquisición.

Tuvieron conocimiento que ese bien inmueble fue embargado y anotado


preventivamente dentro de un proceso ejecutivo seguido por Helen Lorena
Farfán Arandia de Flores -ahora tercera interesada- contra los esposos Venegas
-que fueron sus vendedores del bien inmueble- quienes de “forma descarada”
les avisaron de esa situación, indicándoles que si querían rescatar su bien
inmueble deberían cancelar el cincuenta por ciento de la deuda ejecutada. Al
observar que pretendían buscar la forma de sacar una ventaja económica,
efectuaron algunas averiguaciones y descubrieron que de manera inexplicable e
injustificable los vendedores realizaron un trámite para la actualización de la
matrícula computarizada, para obtener un segundo testimonio y comprobantes
de pagos de impuestos, a pesar que ya les vendieron el bien inmueble, además
-entre otros- extrañaron que el mismo abogado de su confianza realizó el
supuesto documento de préstamo, que se constituyó en el título ejecutivo que
sirvió como base del proceso ejecutivo, realizando el embargo solo de ese bien
inmueble, cuando el ejecutado es propietario de otros bienes inmuebles,
debidamente registrados en la Oficina de DD.RR.; en consecuencia, el 27 de
noviembre de 2018, el inmueble en cuestión fue subastado en audiencia
pública. Ese mismo abogado, también realizó el documento de compra-venta
del bien inmueble que no pudieron registrar en la Oficina de DD.RR., y a su vez
llevó adelante su proceso de divorcio, por lo tanto, tenía conocimiento que el
bien inmueble que compraron era un bien ganancial, y que aún no se realizó el
trámite de transferencia.

Los vendedores hoy terceros interesados pusieron una serie de obstáculos para
que no puedan perfeccionar su derecho propietario sobre el bien inmueble en
cuestión, demostrando que siempre tuvieron la intención de no cumplir con la
venta y obtener un beneficio económico extra en desmedro de sus personas.
Juntamente con su abogado y Helen Lorena Farfán Arandia de Flores, realizaron
un plan delictivo, con la finalidad de que los vendedores se queden de manera
fraudulenta con el bien inmueble e incluso iniciaron un proceso ejecutivo con

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base en un documento ficticio, es más, los vendedores negaron ante las
autoridades judiciales el documento de compra venta que suscribieron con sus
personas.

Bajo esas circunstancias, formularon una querella en el Ministerio Público


contra César Venegas Vargas, Marcelina Portuguez Tirado de Venegas y otros,
por la presunta comisión de los delitos de estafa, estelionato y uso de
instrumento falsificado, que posteriormente fue rechazada mediante Resolución
Fiscal de Rechazo de Querella de “11 de marzo” -siendo lo correcto 25 de junio-
de 2019, emitida por el Fiscal de Materia. Esa decisión fue objetada el 11 de
julio del citado año, ante ello, el ex Fiscal Departamental de Tarija emitió la
Resolución Jerárquica de 29 de julio de igual año, confirmando la Resolución
Fiscal de Rechazo de Querella, y con esa determinación fueron notificados el 3
de septiembre del citado año.

La Resolución Jerárquica de 29 de julio de 2019, es ilegal porque vulnera el


derecho a una resolución motivada por incongruencia, ya que no se pronunció
sobre el fondo y tampoco se resolvieron todos los agravios expuestos en su
memorial de objeción al rechazo, haciendo que exista una motivación insuficiente
y una defectuosa e irrazonable valoración de los antecedentes y de los
elementos de prueba.

La querella fue rechazada por falta de elementos de prueba y de coordinación


con la víctima, a pesar que todas las diligencias que se realizaron fueron por
sus sugerencias y el Ministerio Público de oficio no realizó ningún acto
investigativo en cumplimiento de su deber, pero la autoridad ahora accionada
no se pronunció sobre ese punto, no obstante que en su propia Resolución
identificó ocho agravios diferenciándolos en los incisos desde a) hasta la h),
que fueron resueltos en cualquier sentido, ajenos a la dimensión que
originalmente fue planteado, excepto el inciso h) que no emitió
pronunciamiento alguno; y con relación a los incisos a), f) y g) generaron un
déficit de valoración de la prueba y una insuficiente motivación, porque si
hubieran considerado sus argumentos, la resolución podría cambiar en el fondo
a su favor.

Al momento de emitir la Resolución Jerárquica, no se realizó una valoración


integral de las pruebas presentadas y tampoco fueron compulsadas, las
siguientes pruebas: a) El Certificado de 8 de noviembre de 2018 emitido por la
Oficina de DD.RR., respecto a su bien inmueble con matrícula computarizada
6.02.2.01.0001261; b) La representación realizada por Leoncio Márquez
Avendaño, como Abogado Operador de la Oficina de DD.RR., que da cuenta
que el 15 de agosto de 2017 a las 15:26 horas se presentó en la Oficina de
DD.RR., César Venegas Vargas, solicitando que se le extienda el Folio Real
actualizado de la mencionada matrícula, y que esa solicitud se le entregó en el
día a las 15:28 horas; c) Las principales piezas del proceso ejecutivo que se
encuentran a fs. 20 y 22, de las cuales se pueden evidenciar que la ejecutante
solicita al “Juzgado” librar el mandamiento de embargo del bien inmueble en

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cuestión, adjuntando un folio real que fue obtenido por el tercero interesado
César Venegas Vargas el 15 de agosto de 2017, demostrando con ello, que
pese a ya no ser propietario del bien inmueble procedió a obtener el folio real
actualizado para entregarle a su aparente ejecutante; d) Un Disco Compacto
(CD) que contiene tres grabaciones de audios, correspondiente a las reuniones
que tuvieron con César Venegas Vargas y Helen Lorena Farfán Arandia de
Flores; e) Un CD que contiene grabaciones de video y fotografías de la
audiencia de remate, en la cual se puede evidenciar la presencia de la familia
Venegas acompañando a la postora Antonia Ruíz Castro; y, f) El acta de
remate de 27 de noviembre de 2018, a través de la cual se evidencia la
participación de Antonia Ruíz Castro y que su persona -Elsa Tolaba Mendoza de
Zurita- se adjudicó el bien inmueble por la suma de $us223 010.- (doscientos
veintitrés mil diez dólares estadounidenses).

I.1.2. Derechos, garantía y principio supuestamente vulnerados

Los accionantes denuncian la vulneración de sus derechos al debido proceso en


sus elementos de fundamentación, motivación y congruencia, a una valoración
integral de la prueba y a la tutela judicial efectiva; citando al efecto los arts.
115 de la CPE; y, 25.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos
(CADH).

I.1.3. Petitorio

Solicita se conceda la tutela, y en consecuencia, se disponga: 1) Dejar sin


efecto la Resolución Jerárquica de 29 de julio de 2019, emitida por el ex Fiscal
Departamental de Tarija -ahora accionado-, que confirmó Resolución Fiscal de
Rechazo de Querella de 25 de junio de igual año; 2) Que la mencionada
autoridad hoy accionada emita una nueva Resolución de forma inmediata y sin
esperar turno, resuelva su recurso de objeción al rechazo de la denuncia de
manera fundamentada, motivada y congruente, respetando los parámetros
constitucionales; y, 3) Sea con costas.

I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional

Celebrada la audiencia pública el 16 de marzo de 2020, según consta en el acta


cursante de fs. 167 a 169 vta., se produjeron los siguientes actuados:

I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción

Los accionantes a través de su abogado en audiencia ratificaron de manera


íntegra el contenido del memorial de acción de amparo constitucional.

I.2.2. Informe de la autoridad accionada

Carla Patricia Oller Molina, Fiscal Departamental de Tarija, por informe


presentado el 16 de marzo de 2020, cursante de fs. 164 a 166, manifestó que:

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i) Existió un pronunciamiento puntual sobre el hecho controvertido así como los
agravios formulados, por esa razón, transcribe una parte de la Resolución
Jerárquica de 29 de julio de 2019, cuestionada en esta acción de defensa; ii)
Los accionantes alegaron que no existiría pronunciamiento respecto a los
agravios señalados en los incisos a) y h) de su objeción, situación que no
considera evidente porque esos incisos fueron resueltos en la citada Resolución
Jerárquica, a través de los incisos e) y c), respectivamente; y, iii) Sobre la
vulneración al debido proceso en su elemento de fundamentación, concluyó
que las afirmaciones realizadas en esta acción tutelar no son evidentes, porque
existe correlación entre la expresión de agravios expuestos en la objeción
formulada y lo resuelto mediante la mencionada Resolución Jerárquica, por lo
tanto, solicitó se deniegue la tutela.

Aimoré Francisco Álvarez Barba, ex Fiscal Departamental de Tarija, no presentó


informe y tampoco consta citación alguna en obrados como autoridad
accionada.

I.2.3. Intervención de los terceros interesados

César Venegas Vargas, Marcelina Portuguez Tirado de Venegas, Helen Lorena


Farfán Arandia de Flores y Elías Cruz Mamani, no asistieron a la audiencia de
consideración de esta acción tutelar, pese a sus citaciones cursantes a fs. 123 y
vta.

I.2.4. Intervención del Ministerio Público

El representante del Ministerio Público en audiencia de consideración de esta


acción de defensa, manifestó que no cuenta con todos los antecedentes, y que
se habría notificado el 3 de septiembre de 2019 -con la Resolución Jerárquica
de 29 de julio de igual año-; por esa razón, solicitó que se verifique si esta
acción tutelar fue interpuesta dentro del plazo establecido.

I.2.5. Resolución

La Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de


Tarija, mediante Resolución 29/2020 de 16 de marzo, cursante de fs. 169 vta. a
173 vta., denegó la tutela solicitada, bajo los siguientes fundamentos: a) Se
verificó que en la Resolución Jerárquica de 29 de julio de 2019, ahora
cuestionada se refirió a una relación fáctica de la prueba que se encuentra
adjuntada al anexo y acorde a lo manifestado por los querellantes. En el
“siguiente Considerando”, se mencionó el inicio de la investigación, los
fundamentos de la Resolución Fiscal de Rechazo de Querella de 25 de junio del
citado año, los agravios que se formularon en el memorial de objeción de
rechazo concernientes a la valoración de la prueba y a su análisis jurídico, en
virtud al cual, se determinó ratificar la Resolución Fiscal de Rechazo de
Querella; b) En ese entendido, se evidenció que la Resolución Jerárquica de 29
de julio de 2019 no carece de fundamentación y que cumple con todos los

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requisitos establecidos en la normativa respecto a los derechos al debido
proceso y de acceso a la justicia, puesto que los accionantes tuvieron acceso a
todos los medios de impugnación que franquea la ley, y el hecho que la
denuncia no obtenga el resultado que esperaba, no implica la vulneración del
derecho de acceso a la justicia; y, c) La jurisdicción constitucional establece
límites para que se revisen las actuaciones de la jurisdicción ordinaria; y con
relación a la valoración de la prueba, enfatizó que es el juez natural quien
realiza un análisis y la valoración de toda la prueba presentada, tanto por los
denunciantes como por el o los imputados, tal como ocurre en este caso, por
ello, no es competencia de la jurisdicción constitucional efectuar la
revalorización integral de la prueba.

En vía de complementación y enmienda, los accionantes a través de su


abogado pidieron a la Sala Constitucional, que corroboren si los medios de
prueba fueron debidamente valorados de manera motivada y que una resolución
de primera instancia debe tener una fundamentación legal, fáctica y una
conclusión congruente.

En mérito a esa solicitud, la Sala Constitucional señaló lo siguiente: la


jurisdicción constitucional no puede ingresar a verificar y a revisar la prueba,
como si fuera un Tribunal superior; es decir, que no puede inmiscuirse en las
actuaciones que realiza la jurisdicción ordinaria, y bajo ese marco, también se
respondió a su consulta sobre la congruencia alegada.

II. CONCLUSIONES

De la revisión de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo


siguiente:

II.1. Mediante memorial presentado el 11 de julio de 2019, dirigida ante la


Fiscal de Materia, Diony Zurita Mamani y Elsa Tolaba Mendoza de Zurita -
ahora accionantes- formularon objeción a la Resolución de Rechazo de
Querella de 25 de junio de 2019 (fs. 135 a 155 vta.).

II.2. Cursa Resolución Jerárquica de 29 de julio de 2019, emitida por Aimoré


Francisco Álvarez Barba, ex Fiscal Departamental de Tarija -hoy
accionado-, a través de la cual ratificó la Resolución de Rechazo de la
Querella de 25 de junio de 2019, pronunciada en el proceso penal a
favor de César Venegas Vargas y Marcelina Portuguez Tirado de Venegas
-ahora terceros interesados-, disponiéndose en consecuencia el archivo
de obrados (fs. 325 a 330 vta. del anexo 1).

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

Los accionantes denuncian la vulneración de sus derechos al debido proceso en


sus elementos de fundamentación, motivación y congruencia, a una valoración
integral de la prueba y a la tutela judicial efectiva; puesto que, el ex Fiscal
Departamental de Tarija -ahora accionado- emitió la Resolución Jerárquica de
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29 de julio de 2019, confirmando la Resolución Fiscal de Rechazo de Querella
25 de junio del mismo año, sin la debida motivación ni congruencia, ya que no
se pronunció sobre el fondo de la problemática planteada y tampoco se
resolvieron todos los agravios expuestos en su memorial de objeción al
rechazo; y, además no se realizó la valoración suficiente e integral de toda la
prueba presentada.

En consecuencia, corresponde determinar en revisión, si los hechos


demandados son evidentes, a fin de conceder o denegar la tutela solicitada.

III.1. El principio de congruencia como elemento del debido proceso

La SCP 0731/2014 de 10 de abril, señaló que: “Entre los elementos


integradores del debido proceso, es posible identificar el principio de
congruencia. Al respecto, el Diccionario de la Real Academia Española,
entiende a la congruencia como: ‘1. f. Conveniencia, coherencia, relación
lógica. 2. f. Der. Conformidad entre los pronunciamientos del fallo y las
pretensiones de las partes formuladas en el juicio’.

En el marco de la premisa anterior y, desde una óptica doctrinal, la


congruencia de las resoluciones judiciales amerita una comprensión desde
dos acepciones; primero, relativo a la congruencia externa, la cual
se debe entender como el principio rector de toda determinación
judicial, que exige la plena correspondencia o coincidencia entre
el planteamiento de las partes (demanda, respuesta,
impugnación y resolución) y lo resuelto por las autoridades
judiciales, en definitiva, el principio de congruencia se constituye
en una prohibición para que el juzgador considere aspectos
ajenos a la controversia; es decir, cuestiones que no fueron
identificados por las partes como puntos de discusión o
consideración; y, segundo, la congruencia interna, referida a que,
si la resolución es comprendida como una unidad congruente, en
ella debe existir un hilo conductor que le dote de orden y
racionalidad, desde la parte considerativa de los hechos, la
identificación de los agravios, la valoración de los mismos, la
interpretación de las normas y los efectos de la parte dispositiva;
es decir, se pretenden evitar que, en una misma resolución existan
consideraciones contradictorias entre sí o con el punto de la misma
decisión.

Con relación al punto analizado, la jurisprudencia constitucional, a través


de la SC 1494/2011-R de 11 de octubre, señaló que: ‘…la congruencia
como principio característico del debido proceso, entendida en el ámbito
procesal como la estricta correspondencia que debe existir entre lo
peticionado y lo resuelto; ahora bien, esa definición general, no es
limitativa de la coherencia que debe tener toda resolución, ya sea judicial
o administrativa, y que implica también la concordancia entre la parte

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considerativa y dispositiva: sino que además, debe mantenerse en todo su
contenido, efectuando un razonamiento integral y armonizado entre los
distintos considerandos y razonamientos contenidos en la resolución. La
concordancia de contenido de la resolución y su estricta correspondencia
entre lo pedido, lo considerado y lo resuelto, (…). En base a esas
consideraciones, es que quien administra justicia, emitirá fallos motivados,
congruentes y pertinentes'" (las negrillas y el subrayado son nuestros).

III.2. Sobre la motivación y fundamentación como elementos del


debido proceso

La SCP 0652/2015-S1 de 22 de junio, citando a las Sentencias


Constitucionales Plurinacionales 0249/2014-S2 de 19 de diciembre,
0386/2013 de 25 de marzo y 0903/2012 de 22 de agosto, estableció
que: «“‘…La garantía del debido proceso, comprende entre uno de
sus elementos la exigencia de la motivación de las resoluciones,
lo que significa, que toda autoridad que conozca de un reclamo,
solicitud o dicte una resolución resolviendo una situación
jurídica, debe ineludiblemente exponer los motivos que
sustentan su decisión, para lo cual, también es necesario que
exponga los hechos establecidos, si la problemática lo exige, de
manera que el justiciable al momento de conocer la decisión del
juzgador lea y comprenda la misma, pues la estructura de una
resolución tanto en el fondo como en la forma, dejará pleno
convencimiento a las partes de que se ha actuado no sólo de
acuerdo a las normas sustantivas y procesales aplicables al caso,
sino que también la decisión está regida por los principios y
valores supremos rectores que rigen al juzgador, eliminándose
cualquier interés y parcialidad, dando al administrado el pleno
convencimiento de que no había otra forma de resolver los hechos
juzgados sino de la forma en que se decidió. Al contrario, cuando aquella
motivación no existe y se emite únicamente la conclusión a la que se ha
arribado, son razonables las dudas del justiciable en sentido de que los
hechos no fueron juzgados conforme a los principios y valores supremos,
vale decir, no se le convence que ha actuado con apego a la justicia, por
lo mismo se le abren los canales que la Ley Fundamental le otorga para
que en búsqueda de la justicia, acuda a este Tribunal como contralor de la
misma, a fin de que dentro del proceso se observen sus derechos y
garantías fundamentales, y así pueda obtener una resolución que ordene
la restitución de dichos derechos y garantías, así se ha entendido en varios
fallos de este Tribunal, entre ellos, la SC 0752/2002-R de 25 de junio.
Asimismo, cabe señalar que la motivación no implicará la
exposición ampulosa de consideraciones y citas legales, sino que
exige una estructura de forma y de fondo, pudiendo ser concisa,
pero clara y satisfacer todos los puntos demandados, debiéndose
expresar las convicciones determinativas que justifiquen
razonablemente su decisión en cuyo caso las normas del debido

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proceso se tendrán por fielmente cumplidas; al contrario, cuando la
resolución aun siendo extensa no traduce las razones o motivos por los
cuales se toma una decisión, dichas normas se tendrán por vulneradas'
(SC 2023/2010-R de 9 de noviembre reiterada por la SC 1054/2011-R
de 1 de julio).

De lo expuesto, inferimos que fundamentación y la motivación de una


resolución que resuelva cualquier conflicto jurídico, no necesariamente
implica que la exposición deba ser exagerada y abundante de
consideraciones, citas legales y argumentos reiterativos, al contrario una
debida motivación conlleva que la resolución sea concisa, clara e
integre en todos los puntos demandados, donde la autoridad
jurisdiccional o en su caso administrativa, exponga de forma
clara las razones determinativas que justifican su decisión,
exponiendo los hechos, realizando la fundamentación legal y
citando las normas que sustentan la parte dispositiva de la
resolución; en suma se exige que exista plena coherencia y
concordancia entre la parte motivada y la parte dispositiva de un
fallo‟.

(…)

De lo expresado concluimos que la fundamentación y la motivación en una


resolución judicial o administrativa, constituye un deber ineludible de toda
autoridad que conozca de un reclamo, solicitud o dicte una resolución
resolviendo una situación jurídica, en tal razón estos fallos a más de estar
debidamente motivadas tienen que tener un sustento jurídico; es decir
que, deben estar fundamentadas en elementos de hecho y de derecho»
(las negrillas nos corresponden).

III.3. La exigencia de una debida fundamentación y motivación de


las resoluciones emitidas por el Ministerio Público

Al respecto, la SC 0847/2011-R de 6 de junio, refiriéndose a un caso de


ausencia de fundamentación y motivación de la resolución emitida por
los fiscales, manifestó lo siguiente: “…las resoluciones fiscales
emitidas deben estar debidamente motivadas, constituyendo la
decisión de rechazo una forma de conclusión del proceso que
deviene como resultado de la investigación penal y que se opera
al interior del Ministerio Público como facultad privativa de dicha
entidad. En efecto, una vez producida la intervención policial, sea
preventiva o por denuncia y conocido el informe preliminar, previa
compulsa de los antecedentes está facultado para, imputar formalmente
un hecho efectuando una calificación provisional, ordenar la
complementación de diligencias, rechazar la denuncia o querella y solicitar
salidas alternativas como la aplicación de criterios de oportunidad, la
conciliación o el procedimiento abreviado. En el caso previsto en el art. 304

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inc.1), el rechazo produce el archivo de obrados y extingue la acción penal
e impide toda persecución por parte del Ministerio Público, lo que no
acontece en los incisos 2), 3) y 4), en el que existe la posibilidad de que se
reabra la investigación dentro del año y una vez transcurrido dicho lapso, se
extingue la acción penal, conforme prevé el art. 27 inc.9) del CPP” (las
negrillas nos pertenecen).

Así también, la SCP 0267/2019-S2 de 24 de mayo, estableció que: “…si


bien el ejercicio de la acción penal es una competencia otorgada por el
constituyente al Ministerio Público conforme lo dispuesto en el art. 225
CPE, constituyéndose en un Órgano sometido a la Norma Suprema; esa
facultad de decidir si ejerce o no la acción penal, no puede ser asumida de
modo arbitrario. Por lo tanto, cualquier determinación del Ministerio
Público, que en los hechos resuelva la situación jurídica del
ciudadano al que se le atribuye la comisión de un supuesto
delictivo, tales como: a) Rechazo de una querella; b) Imputación;
y, c) Sobreseimiento, entre otros, deben estar debidamente
motivadas, es decir, tiene que explicar en su resolución, las
razones que le sirven de base para emitir su determinación, de
tal manera que los involucrados en una investigación sepan qué
elementos consideró para asumir tal decisión, dicho de otro
modo, la resolución debe hacer conocer las razones de hecho y
derecho para sustentar su determinación.

Sobre el particular, el Tribunal Constitucional, en la SC 1523/2004-R de 28


de septiembre, entre otras, se pronunció sobre la exigencia de la
debida fundamentación y motivación en las resoluciones
emitidas por los fiscales de materia en sus requerimientos conclusivos,
como en los dictados por los fiscales departamentales en la ratificación o
revocatoria respecto a las resoluciones de los inferiores.

Consecuentemente, cuando el Ministerio Público tome una


determinación que resuelva la situación jurídica del ciudadano al
que se le atribuye la comisión de un delito, pudiendo: 1)
Rechazar la querella; 2) Imputar formalmente; y, 3) Sobreseer; éstos,
son supuestos en los cuales debe tener en cuenta todos los
elementos probatorios presentados por las partes; es decir, de
cada medio probatorio, sea testifical, documental, pericial, etc.,
valorando la información que extrae de cada una de ellas de
manera individual y en conjunto de forma integral, cuya
apreciación debe estar acorde con las reglas de la sana crítica;
vale decir, no debe contradecir las reglas de la lógica, las
máximas de la experiencia o los conocimientos científicos que
necesariamente tienen que estar plasmados en la resolución a
través de una debida motivación, conforme lo exige el art. 40.11
de la LOMP, en el marco del principio de objetividad contenido en

10
el art. 225.II de la CPE y de lo dispuesto en los arts. 5.3 de la
LOMP y 72 del CPP.

Este estándar debe ser necesariamente observado en cualquiera de las


formas de decisión de fondo que asuma el Ministerio Público, pues la
motivación que se realice debe satisfacer tanto al querellante como al
querellado, y por lo mismo, tiene que ser exigido por el fiscal
departamental cuando revisa una objeción a las resoluciones de los
fiscales de materia” (las negrillas y el subrayado fueron añadidos).

III.4. La valoración de la prueba es atribución exclusiva de la


jurisdicción ordinaria

La SCP 0903/2012 de 22 de agosto, estableció que: “La uniforme


jurisprudencia constitucional sentada por el extinto Tribunal Constitucional,
estableció en la SC 1461/2003-R de 6 de octubre, como regla general que:
‘…la facultad de valoración de la prueba aportada en cualesquier
proceso corresponde privativamente a los órganos
jurisdiccionales ordinarios, por lo que el Tribunal Constitucional
no puede pronunciarse sobre cuestiones que son de exclusiva
competencia de aquellos, y menos atribuirse la facultad de revisar la
valoración de la prueba que hubieran efectuado las autoridades judiciales
competentes…’.

Desarrollando este razonamiento, la propia jurisprudencia constitucional


también determinó excepciones a esta regla, al señalar que existen
supuestos en que la jurisdicción constitucional puede revisar la valoración
de la prueba por las autoridades jurisdiccionales ordinarias o
administrativas, conforme se tiene de la SC 0285/2010-R de 7 de junio,
que concluyo lo siguiente: ‘…el Tribunal Constitucional precautelando los
derechos y garantías constitucionales de los ciudadanos, en cumplimiento
de una de las finalidades por las que ha sido creado este órgano, como es
el respeto y vigencia de los derechos y garantías fundamentales de las
personas, ha establecido la SC 873/2004 de 28 de julio, los únicos
supuestos para que la jurisdicción constitucional ingrese a revisar la
valoración realizada por dichas autoridades: 1) Cuando en dicha
valoración exista apartamiento de los marcos legales de
razonabilidad y equidad previsibles para decidir y 2) Cuando se
haya omitido arbitrariamente valorar la prueba y su lógica
consecuencia sea la lesión de derechos fundamentales y
garantías constitucionales, es decir en el primer supuesto cuando
en la labor valorativa se apartan del procedimiento establecido
valorando arbitraria e irrazonablemente y en el segundo, que
actuando arbitrariamente no se haya procedido a la valoración de
la prueba, por cuya omisión se vulneren derechos y garantías
fundamentales’.

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En el mismo sentido la SC 0965/2006-R de 2 de octubre, ha establecido
los presupuestos que deben ser cumplidos por la parte accionante que
pretenda la tutela constitucional vía acción de amparo, relativa a la
valoración de la prueba cuando expresó: ‘…siendo competencia de la
jurisdicción constitucional, revisar excepcionalmente la labor de valoración
de la prueba desarrollada por la jurisdicción ordinaria, únicamente, se
reitera, cuando en dicha valoración: a) exista apartamiento de los
marcos legales de razonabilidad y equidad previsibles para
decidir; o, b) cuando se haya adoptado una conducta omisiva
expresada, entre otras, en no recibir, producir o compulsar cierta
prueba inherente al caso y, su lógica consecuencia sea la lesión
de derechos fundamentales y garantías constitucionales; dicha
competencia del Tribunal Constitucional, se reduce, en ambos casos, a
establecer la ausencia de razonabilidad y equidad en la labor valorativa o
la actitud omisiva en esta tarea, pero en ningún caso a sustituir a la
jurisdicción ordinaria examinando la misma.

En ese orden de razonamiento para que este Tribunal pueda cumplir con
esta tarea, es necesario que la parte procesal, que se considera agraviada
con los resultados de la valoración efectuada dentro de un proceso judicial
o administrativo, invocando la lesión a sus derechos fundamentales,
exprese de manera adecuada y precisa en los fundamentos
jurídicos que sustenten su posición (recurso de amparo) lo
siguiente:

Por una parte, qué pruebas (señalando concretamente) fueron


valoradas apartándose de los marcos legales de razonabilidad y
equidad previsibles para decidir; o, cuáles no fueron recibidas, o
habiéndolo sido, no fueron producidas o compulsadas; para ello,
será preciso, que la prueba no admitida o no practicada, se haya solicitado
en la forma y momento legalmente establecidos, solicitud, que en todo
caso, no faculta para exigir la admisión de todas las pruebas que puedan
proponer las partes en el proceso, sino que atribuye únicamente el
derecho a la recepción y práctica de aquellas que sean pertinentes,
correspondiendo a los órganos judiciales ordinarios, el examen sobre la
legalidad y pertinencia de las pruebas solicitadas, debiendo motivar
razonablemente la denegación de las pruebas propuestas. Por supuesto,
una vez admitidas y practicadas las pruebas propuestas declaradas
pertinentes, a los órganos judiciales, les compete también su valoración
conforme a las reglas de la lógica y de la sana crítica, según lo alegado y
probado.

Asimismo, es imprescindible también, que el recurrente señale en qué


medida, en lo conducente, dicha valoración cuestionada de
irrazonable de inequitativa o que no llegó a practicarse, no
obstante haber sido oportunamente solicitada, tiene incidencia
en la Resolución final; por cuanto, no toda irregularidad u omisión

12
procesal en materia de prueba (referida a su admisión, a su práctica, a su
valoración, etc.) causa por sí misma indefensión material
constitucionalmente relevante, correspondiendo a la parte recurrente,
demostrar la incidencia en la Resolución final a dictarse, es decir, que la
Resolución final del proceso hubiera podido ser distinta de haberse
practicado la prueba omitida, o si se hubiese practicado correctamente la
admitida, o si se hubiera valorado razonablemente la compulsada; puesto
que resulta insuficiente, para la viabilidad del recurso de amparo, la mera
relación de hechos; porque sólo en la medida en que el recurrente exprese
adecuada y suficientemente sus fundamentos jurídicos, la jurisdicción
constitucional podrá realizar la labor de contrastación, que amerita este
tema de revisión excepcional de la labor de la valoración de la prueba
realizada por la jurisdicción ordinaria...

Es de advertir, que esta última exigencia de acreditación de la relevancia


de la prueba denegada, o de la prueba valorada irrazonable o
inequitativamente, se proyecta en un doble plano: por un lado, el
recurrente debe demostrar la relación entre los hechos que se quisieron y
no se pudieron probar y las pruebas inadmitidas o no practicadas, o en su
caso de la interpretación discrecional o arbitraria de la prueba practicada;
y, por otro lado, debe argumentar el modo en que la admisión y la
práctica de la prueba objeto de la controversia, habrían podido tener una
incidencia favorable a la estimación de sus pretensiones; sólo en tal caso -
comprobada que la decisión final- pudo, tal vez, haber sido otra si la
prueba se hubiera practicado o hubiese sido valorada conforme a derecho
dentro de un marco de razonabilidad, podrá apreciarse también el
menoscabo efectivo del derecho fundamental invocado de quien por este
motivo solicita el amparo constitucional’.

Sintetizando los criterios expuestos, podemos colegir en torno al tema en


análisis; que en todo proceso judicial o administrativo quien tiene la
facultad privativa de compulsar y valorar la prueba aportada por las
partes, es la autoridad encargada de emitir resolución, potestad que debe
ser efectuada dentro el principio de imparcialidad y las reglas de la sana
critica, la cual no puede ser objeto de revisión por la jurisdicción
constitucional por ser esta labor privativa de la jurisdicción ordinaria;
excepto cuando concurran vulneraciones a garantías o derechos
fundamentales y exista el cumplimiento por parte del accionante
de los supuestos desarrollados por la jurisprudencia constitucional
precedentemente descrita” (las negrillas fueron agregadas).

III.5. Análisis del caso concreto

Los accionantes denuncian la vulneración de sus derechos al debido


proceso en sus elementos de fundamentación, motivación y
congruencia, a una valoración integral de la prueba y a la tutela judicial
efectiva; debido a que, el ex Fiscal Departamental de Tarija -ahora

13
accionado- emitió la Resolución Jerárquica de 29 de julio de 2019,
confirmando la Resolución Fiscal de Rechazo de Querella 25 de junio del
mismo año, sin la debida motivación ni congruencia, ya que no se
pronunció sobre el fondo de la problemática planteada, tampoco se
resolvieron todos los agravios expuestos en su memorial de objeción al
rechazo, y además no se realizó la valoración suficiente e integral de
toda la prueba presentada.

De la revisión de antecedentes, se advierte que los accionantes


formularon una querella en el Ministerio Público contra César Venegas
Vargas, Marcelina Portuguez Tirado de Venegas y otros -hoy terceros
interesados-, por la presunta comisión de los delitos de estafa,
estelionato y uso de instrumento falsificado, que posteriormente fue
rechazada mediante Resolución Fiscal de Rechazo de Querella de 25 de
junio de 2019, emitida por la Fiscal de Materia. Esa decisión fue
objetada el 11 de julio del citado año, ante ello, el ex Fiscal
Departamental de Tarija emitió la Resolución Jerárquica de 29 de julio
de igual año, confirmando el rechazo de su querella.

Respecto a la denuncia de vulneración del derecho al debido proceso en


sus elementos fundamentación, motivación y congruencia, denunciados
por los accionantes en la presente acción tutelar, corresponde analizar
de manera individualizada, el memorial de objeción al rechazo de la
querella y los razonamientos emitidos por el ex Fiscal Departamental de
Tarija en la Resolución Jerárquica de 29 de julio de 2019, con la
finalidad de verificar si la mencionada denuncia alegada por los
accionantes, resulta o no evidente.

En ese marco, se tiene que los accionantes al objetar la Resolución de


Rechazo de Querella de 25 de junio de 2019, solicitaron que se declare
“con lugar” la objeción a la referida Resolución de rechazo, se revoque
íntegramente su contenido, y se ordene la continuación de la
investigación penal con el fin de acumular mayores elementos de
prueba; posteriormente, se requiera la imputación formal de los
sindicados, ello con base en los siguientes argumentos:

1) No se tomaron en cuenta numerosos elementos de convicción que


demuestran la trama fraudulenta elaborada por los imputados,
como los CD que adjuntaron al memorial de 17 de diciembre de
2018 y la representación efectuada por Leoncio Márquez Avendaño,
en su calidad de Abogado Operador de la Oficina de DD.RR.;

2) La representante del Ministerio Público en la Resolución Fiscal de


Rechazo de Querella de 25 de junio de 2019, descartó la probable
comisión del delito de estelionato, de forma errada y ajena a los
hechos establecidos en la querella, en la que se indica que los
querellados con pleno conocimiento que el bien inmueble fue

14
transferido simularon una deuda, procediendo al embargo de un
bien inmueble ajeno. César Venegas Vargas -hoy tercero
interesado- obtuvo el folio real, tramitado irregularmente después
de la venta, para luego proporcionarle a la falsa ejecutante, quien
solicitó puntualmente a la autoridad judicial librar el mandamiento
de embargo sobre el bien inmueble en cuestión, existiendo además
múltiples elementos que demuestran que la deuda es ficticia;

3) Respecto al delito de estafa, no se consideró lo que la doctrina


denomina “estafa procesal”, esa nueva modalidad de estafa,
contiene los mismos elementos que configuran el delito de estafa
genérica, establecidos en el art. 335 del Código Penal (CP), y en los
hechos se demostró que los imputados simularon una deuda a favor
de la tercera interesada Helen Lorena Farfán Arandia de Flores,
haciendo incurrir en error al Juez de la causa que tramitó el proceso
ejecutivo, porque luego de dictar la Sentencia de 13 de junio de
2018, emitió el mandamiento de embargo que permitió el remate
del bien inmueble, generando un perjuicio patrimonial a las víctimas
y a favor de los querellados;

4) No es lógico que el documento de préstamo de dinero no cuente


con el reconocimiento de firmas notariado y que se haya otorgado
el préstamo por una cuantiosa suma de dinero sin ninguna garantía
específica, extremo que llama la atención en sentido de por qué se
realizó su ejecución después de cuatro años, lo que demuestra la
falsedad del documento de 5 de mayo de 2014;
5) La Fiscal de Materia emitió la Resolución de Rechazo de Querella de
25 de junio de 2019 como si se tratara de un sobreseimiento,
porque exigió mayores elementos de prueba, sin considerar que
justamente lo que se necesita es que se abra la etapa investigativa
a efectos de recabar mayores elementos de prueba, no obstante,
que las pruebas cursantes son indicios suficientes para formular una
imputación; por cuanto, el análisis realizado por la Fiscal de Materia
resulta infundado y contrario a los antecedentes que cursan en el
cuaderno de investigación;

6) No se tomaron en cuenta los audios grabados por sus personas en


conversaciones mantenidas con el tercero interesado César Venegas
Vargas y tampoco las declaraciones de los testigos Alberto Taboada
y “Susana” Tolaba;

7) Cursan certificaciones de los ingresos de la hoy tercera interesada


Helen Lorena Farfán Arandia de Flores, ante ello se preguntaron
cómo una persona que no percibía un salario elevado en el 2014,
pudo prestar la suma de $us35 000.- (treinta y cinco mil dólares
estadounidenses), demostrando con ello una deuda ficticia; y,

15
8) En cuanto al delito de falsedad, advierten nuevamente que la Fiscal
de Materia tergiversó los hechos expuestos en la querella, pues de
la valoración de los indicios se demostró la complicidad de los
ejecutados y la ejecutante, así como el crédito ficticio.

Ante la objeción formulada, se advierte que el entonces Fiscal


Departamental de Tarija -hoy accionado- emitió la Resolución Jerárquica
de 29 de julio de 2019, efectuando una relación fáctica de los hechos;
posteriormente, señaló los fundamentos de la Resolución de Rechazo de
Querella de 25 de junio de 2019, pronunciada por la Fiscal de Materia, los
agravios formulados en el memorial de objeción presentado por la parte
querellante, los elementos indiciarios colectados, y finalmente, realizó un
análisis jurídico y de valoración, ratificando la mencionada Resolución de
Rechazo, basada en los siguientes aspectos:

i) Realizó la transcripción de los arts. 199, 335, 337 y 203 del CP,
correspondientes a los delitos de falsedad ideológica, estafa,
estelionato y uso de instrumento falsificado, respectivamente;

ii) Según la querella, atribuyen la situación a los vendedores que


realizaron la transferencia el 6 de noviembre de 2007, del bien
inmueble en cuestión, sabiendo que el documento adolecía de
errores de forma, situación que imposibilitaba su inscripción en la
Oficina de DD.RR., y posteriormente, se negaron a firmar una nueva
transferencia a favor de los accionantes, simulando juntamente con
la ahora tercera interesada Helen Lorena Farfán Arandia de Flores un
supuesto préstamo de dinero, ejecutando la deuda ante el Juez
Público Civil y Comercial Segundo de Bermejo del departamento de
Tarija, que dispuso el embargo del bien inmueble transferido a las
víctimas, tramitando previamente su matriculación y proporcionado el
folio real a la ejecutante.

De igual forma, atribuyen que la actuación de Antonia Cruz Castro


fue con concomitancia con los demás querellados, con el fin de
concretar su plan delictivo de defraudación en el proceso ejecutivo,
presentándose en el remate del bien inmueble, que fue realizado el
27 de noviembre de 2018;

iii) Respecto a la supuesta falsedad del documento privado de


préstamo de dinero de 5 de mayo de 2014, suscrito entre César
Venegas Vargas y Marcelina Portuguez Tirado de Venegas con Helen
Lorena Farfán Arandia de Flores, se advierte que, si bien en la
querella se indica que se trataría de un crédito ficticio, destinado
únicamente a trabar el embargo, esa afirmación no fue acreditada
con ningún elemento objetivo de convicción, sino más bien se
constituye en supuestos de hecho que el querellante considera
irregulares, así como la participación del mismo abogado, la falta de

16
cobro oportuno ante el vencimiento del plazo, y los ingresos de la
prestamista. Esos hechos no le permitieron concluir que ese
documento fue suscrito con la única finalidad de defraudar a las
víctimas o que el préstamo de dinero sea falso, por ello, no se
demostró objetivamente que el mencionado documento, sea falso;

iv) Sobre el delito de estelionato, los querellantes señalaron que se


simuló una deuda que fue ejecutada, gravando el bien inmueble que
fue transferido a favor de sus personas; vale decir, sabiendo que era
ajeno. Al respecto, precisó que la persona que solicitó el embargo,
fue la ejecutante Helen Lorena Farfán Arandia de Flores y no así,
César Venegas Vargas y Marcelina Portuguez Tirado de Venegas,
quienes previamente transfirieron el bien inmueble a favor de los
querellantes. Por esas razones, no observó que se hubiera gravado
como propio un bien ajeno, evidenció además que los ejecutados no
disponen sobre qué bien inmueble se traba el embargo, y tampoco el
bien inmueble en cuestión, fue ofrecido como garantía específica del
crédito. Bajo aclaración, no se puede desconocer que sobre el bien
inmueble, además del mencionado embargo, se registraron con
anterioridad otros gravámenes a favor de entidades financieras,
situación que demostró que la falta de registro oportuno de la
compra realizada por las víctimas exponía su derecho propietario a
cualquier acreencia y no solamente al crédito acusado de ficticio;

v) En cuanto al delito de estafa, en los hechos, se pretende deducir la


comisión delictiva a partir de un conjunto de supuestos que
razonablemente admiten otras inferencias. En ese entendido,
consideró que si bien la doctrina enseña que el delito de estafa
también puede configurarse en la suscripción de los denominados
“contratos criminalizados”, exigiéndose un dolo al principio; vale
decir, la contratación a sabiendas del incumplimiento posterior,
resulta inconcebible asumir que los querellados César Venegas
Vargas y Marcelina Portuguez Tirado de Venegas, al momento de
realizar la venta del bien inmueble a favor de las víctimas, tenían
conocimiento que no iban a solicitar el registro de su derecho
propietario en la Oficina de DD.RR. de forma oportuna, pues al tardar
varios años en realizar esa solicitud es una situación atribuible a los
propios compradores, debiendo sujetarse al principio de
autoprotección, ya que el inicio del trámite dependía exclusivamente
de su voluntad, y en ese momento también podían percatarse sobre
las falencias del documento.

Al señalar que la Minuta de Transferencia de 6 de noviembre de


2007, fue elaborada intencionalmente con defectos formales, con el
fin de evitar el registro en la Oficina de DD.RR., consideró que en
exceso es subjetiva, porque los compradores tenían la posibilidad de
acudir ante otro profesional abogado para su asesoramiento legal.

17
En cuanto a la matriculación posterior del bien inmueble, de acuerdo
al informe de la Oficina de DD.RR., se advirtió que ese extremo no es
evidente.

Con relación a la figura de estafa procesal, consideró que ese ilícito


es ajeno a la economía penal sustantiva y que se desarrolla a partir
de la manipulación probatoria, cuyo fin es hacer incurrir en error al
juzgador para que emita un fallo basado en un hecho ajeno a la
realidad, y en ese caso el hecho objetante se materializó con la
demanda ejecutiva que tiene como título el documento de préstamo
de dinero falso, pero conforme a lo mencionado, no se demostró la
falsedad del título ejecutivo, por lo tanto, la estructura secuencial de
la supuesta estafa procesal se desnaturaliza.

vi) Respecto a los hechos atribuidos a Antonia Cruz Castro, advirtió que
la sola postulación a la audiencia de remate de 27 de noviembre de
2018, no conlleva al conocimiento previo de las circunstancias
denunciadas; es decir, de la supuesta falsedad del documento
privado de préstamo de dinero que motivó el inicio del proceso
ejecutivo, por ello no existió ninguna intervención anterior de la
mencionada, ni se demostró la defraudación en el documento de
transferencia y tampoco que el préstamo de dinero fuera ficticio, es
más, del Acta de remate de la misma fecha, se advirtió que se
adjudicó el bien inmueble la querellante, Elsa Tolaba Mendoza de
Zurita.

vii) Por lo expuesto, concluyó que los agravios expuestos en la objeción


no resultan evidentes y al efecto se expusieron los fundamentos
respectivos de forma intrínseca y en detalle.
En cuanto a la falta de valoración de los CD adjuntos a la
investigación, del memorial de 17 de diciembre de 2018, señaló que
esos CD contienen imágenes y audios referidos al reconocimiento de
la venta del bien inmueble realizada a favor de los querellantes y a la
pretensión de devolverles el dinero para recuperar el bien inmueble
en cuestión, así como otras excusas para no dar solución al conflicto,
con esos extremos se demostró que por sí mismos no expresan la
falsedad del documento de préstamo y la supuesta estafa procesal;
y,

viii) Conforme al principio de intervención mínima, señaló que el derecho


penal debe utilizarse solo en casos extraordinarios graves (carácter
fragmentario) y cuando no haya más remedio por el fracaso en otros
mecanismos de protección menos gravosos para la persona
(naturaleza subsidiaria).

Expuestos los argumentos de la objeción planteada y la Resolución


Jerárquica cuestionada en esta acción tutelar, y teniendo en cuenta la
18
específica denuncia realizada por los accionantes, corresponde ingresar a
verificar si esta última contiene la debida congruencia y si se encuentra
debidamente fundamentada y motivada.

Conforme a la jurisprudencia citada en el Fundamento Jurídico III.1. de


este fallo constitucional, la congruencia como principio característico del
debido proceso, comprende, entre otros aspectos, la estricta
correspondencia que debe existir entre lo peticionado y lo resuelto;
asimismo, responde también a la pretensión jurídica o a la expresión de
agravios formulada por las partes; consiguientemente, la falta de relación
entre lo solicitado y lo resuelto, contradice el principio procesal de
congruencia. Asimismo, de los Fundamentos Jurídicos III.2. y III.3. de
este fallo constitucional, relacionados con la debida fundamentación y
motivación de las resoluciones como elementos del debido proceso, se
tiene que con relación a los mismos no solo se traduce en una exigencia
formal, sino que requiere la exposición de los motivos que sustentan su
decisión, consignando sus convicciones determinativas luego de un
análisis de fondo, debiendo la autoridad que resuelva la solicitud, recurso
o pretensión de una persona inmersa en un proceso, expresar y
considerar en su resolución los hechos, las pruebas presentadas por las
partes y las normas en función de las cuales adopta su posición; es decir,
exponer las razones de hecho y de derecho que sustentan su decisión,
explicando con argumentaciones pertinentes y razonables respecto a
cada uno de los cuestionamientos u objeciones planteadas, que le
permitan establecer una específica determinación; exigencia que deber
ser cumplida por los Fiscales de Materia -entre otros- en sus resoluciones
de rechazo de querella y por los Fiscales Departamentales en la
ratificación o revocatoria de las resoluciones que se emitan, y que sean
de su conocimiento.

Bajo ese marco y de la contrastación efectuada entre los reclamos


consignados en la objeción y las determinaciones asumidas por el ex
Fiscal Departamental de Tarija, se tiene que:

Sobre el primer punto de objeción, se indica que no se tomaron en


cuenta numerosos elementos de convicción que demuestran la trama
fraudulenta elaborada por los imputados, como los CD que adjuntaron al
memorial de 17 de diciembre de 2018 y la representación efectuada por
Leoncio Márquez Avendaño, en su calidad de Abogado Operador de la
Oficina de DD.RR.; frente a ello, el entonces Fiscal Departamental de
Tarija señaló que los CD de la investigación adjuntos al memorial de 17
de diciembre de 2018, contienen imágenes y audios referidos al
reconocimiento de la venta del bien inmueble realizada a favor de los
querellantes y la pretensión de devolverles el dinero para recuperar el bien
inmueble en cuestión, así como otras excusas para no dar solución al
conflicto, indicando que con esos extremos se demostró que por sí mismos

19
no expresan la falsedad del documento de préstamo y la supuesta estafa
procesal.

En ese contexto, se evidencia que el citado ex Fiscal Departamental de


Tarija, solamente refirió a los elementos que contienen los CD,
concluyendo que no expresan la falsedad del documento de préstamo y
la supuesta estafa procesal, pero en ninguna parte de su Resolución
señaló la mencionada representación, dejando claramente establecido
que no se tomó en cuenta esa información para asumir su
determinación, así como tampoco explicó por qué los elementos
presentados sobre imágenes y audios que reconocían la venta del bien
inmueble, no demostraban por sí mismos la posible existencia del hecho
delictivo con base además de la tipificación prevista con la norma penal,
pues debió considerar de forma integral todos los elementos probatorios
que cursan en el cuaderno de investigación, realizando una apreciación
de la información que se extrae de cada una de ellas de forma individual,
acorde a la sana crítica, según lo expresado en el Fundamento Jurídico
III.3. de este fallo constitucional, razón la cual, corresponde conceder la
tutela solicitada sobre ese punto.

Respecto al segundo punto de reclamo, la objeción a la querella


señala que la representante del Ministerio Público descartó la probable
comisión del delito de estelionato, de forma errada y ajena a los hechos
establecidos en la querella, en la que se indica que los querellados con
pleno conocimiento de que el bien inmueble fue transferido simularon
una deuda, procediendo al embargo de un bien ajeno y que César
Venegas Vargas obtuvo el folio real, tramitado irregularmente después
de la venta, para luego proporcionarle a la falsa ejecutante, quien solicitó
puntualmente a la Juez de la causa librar el mandamiento de embargo
sobre el bien inmueble en cuestión, existiendo además múltiples
elementos que dan cuenta de que la deuda es ficticia. Al respecto, el
Fiscal accionado precisó que la persona que solicitó el embargo, fue la
ejecutante Helen Lorena Farfán Arandia de Flores y no así, César
Venegas Vargas ni Marcelina Portuguez Tirado de Venegas, quienes
previamente transfirieron el bien inmueble a favor de los querellantes,
por esas razones, no observó que se hubiera gravado como propio un
bien ajeno. De igual forma señaló que los ejecutados no disponen sobre
qué bien inmueble se traba el embargo, y tampoco el bien inmueble en
cuestión fue ofrecido como garantía específica del crédito. Ante ello,
realizó la aclaración de que además del mencionado embargo, se
registraron con anterioridad otros gravámenes a favor de entidades
financieras, situación que demostró que la falta de registro oportuno de
la compra realizada por las víctimas exponía su derecho propietario a
cualquier acreencia y no solamente al crédito acusado de ficticio.

De lo expuesto, se tiene que el ex Fiscal Departamental de Tarija


respondió al cuestionamiento referido con una motivación coherente,

20
basada en la petición central de ese punto, que es la procedencia del
embargo sobre un bien ajeno, pues no podía presumir que el proceso
ejecutivo se estaba iniciando con fines delictivos solo en virtud a las
deducciones realizadas por los accionantes y al efecto, incluso explicó
que no realizaron de forma oportuna el registro de la compra del bien
inmueble en la Oficina de DD.RR., situación que ponía en riesgo su
derecho propietario, por lo tanto, con relación a ese punto corresponde
denegar la tutela solicitada.

Sobre el tercer cuestionamiento plasmado en la objeción, se


menciona que para considerar el delito de estafa, no se tomó en cuenta
la denominación de la doctrina, catalogada como “estafa procesal”, que
esa nueva modalidad que contiene los mismos elementos que configuran
el delito de estafa genérica, establecidos en el art. 335 del CP, y en los
hechos se demostró que los denunciados simularon una deuda a favor de
Helen Lorena Farfán Arandia de Flores, haciendo incurrir en error al Juez
que tramitó el proceso ejecutivo, porque luego de dictar la Sentencia de
13 de junio de 2018, emitió el mandamiento de embargo que permitió el
remate del bien inmueble, generando un perjuicio patrimonial a las
víctimas y a favor de los querellados; en respuesta a ello, el ex Fiscal
Departamental de Tarija señaló que la figura de estafa procesal es un
ilícito ajeno a la normativa penal sustantiva y que se desarrolla a partir
de la manipulación probatoria, cuyo fin es hacer incurrir en error al
juzgador para que emita un fallo basado en un hecho ajeno a la realidad,
y en ese caso el hecho objetante se materializó con la demanda ejecutiva
que tiene como título el documento de préstamo de dinero falso, pero
conforme a lo mencionado, no se demostró la falsedad del título
ejecutivo, por lo tanto, la estructura secuencial de la supuesta estafa
procesal se desnaturaliza.

En la respuesta a ese cuestionamiento, se puede advertir una clara


exposición de las razones del por qué no se aplicó esa figura de estafa
procesal, y conforme a ello, mencionó que no se demostró que los
querellados simularon una deuda a favor de Helen Lorena Farfán Arandia
de Flores porque no se constató que evidentemente el título ejecutivo
sea falso, por tanto, corresponde denegar la tutela solicitada.

En el cuarto punto de objeción formulado, se alega que no es lógico


que el documento privado de préstamo de dinero no cuente con el
reconocimiento de firmas notariado y que se haya otorgado el préstamo
por una cuantiosa suma de dinero sin ninguna garantía específica,
extremo que llamó la atención porque se realizó su ejecución después de
cuatro años, lo que demuestra la falsedad del documento de 5 de mayo
de 2014. Al respecto, el entonces Fiscal Departamental de Tarija señaló
que si bien en la querella se indica que se trataría de un crédito ficticio,
destinado únicamente a trabar el embargo, esa afirmación no fue
acreditada con ningún elemento objetivo de convicción, sino más bien se

21
constituye en supuestos de hecho que los querellantes consideran
irregulares, así como la participación del mismo abogado, la falta de
cobro oportuno ante el vencimiento del plazo y los ingresos de la
prestamista. Esos hechos no le permitieron concluir que ese documento
fue suscrito con la única finalidad de defraudar a las víctimas o que el
préstamo de dinero sea falso, por ello, no se demostró objetivamente
que el mencionado documento sea falso.

Lo expuesto demuestra que se emitió una respuesta sobre ese punto,


cuyos argumentos guardan similitud con lo ya desarrollado en el punto
de objeción anterior, pues la autoridad accionada explicó de forma
suficiente y motivada, con base en la prueba que le fue presentada, por
qué no podía concluir que existían indicios que ese documento sea falso
solo con supuestos de hecho y sin tener elementos objetivos de
convicción, sobre todo si tiene la obligación de realizar la valoración
integral de todos los elementos de prueba que cursen en el cuaderno de
investigación, con el fin de emitir una Resolución debidamente
fundamentada, motivada y congruente, correspondiendo por ello,
denegar la tutela solicitada.

Con relación al quinto cuestionamiento citado en la objeción, en la


que se indica que la Fiscal de Materia emitió la Resolución de Rechazo de
Querella como si se tratara de un sobreseimiento, porque exigió mayores
elementos de prueba, sin considerar que justamente lo que se necesita
es que se abra la etapa investigativa a efectos de recabar mayores
elementos de prueba, no obstante que las pruebas cursantes son indicios
suficientes para formular una imputación formal; por cuanto, el análisis
realizado por la Fiscal de Materia resultaba infundado y contrario a los
antecedentes que cursaban en el cuaderno de investigación; ante ello, el
ex Fiscal Departamental de Tarija concluyó que los agravios expuestos
en la objeción no resultan evidentes y al efecto se expusieron los
fundamentos respectivos de forma intrínseca y en detalle. A su vez,
resaltó que conforme al principio de intervención mínima, el derecho
penal debe utilizarse solo en casos extraordinarios graves -carácter
fragmentario- y cuando no haya más remedio por haber fracasado ya en
otros mecanismos de protección menos gravosos para la persona -
naturaleza subsidiaria-.
Como se evidencia, con el fin de dar una respuesta fundamentada a ese
cuestionamiento, el ex Fiscal Departamental de Tarija observó que los
elementos de prueba que se encuentran en el cuaderno de investigación
son suficientes para asumir su determinación de ratificar el rechazo de la
querella, como parte del ejercicio de la acción penal pública que le
compete al Ministerio Público, pero sin observar para ello que no se
realizó un análisis sobre el conjunto de pruebas que hicieron referencia
los accionantes. Al respecto es necesario considerar que ante la
inexistencia de varios actos investigativos, el Ministerio Público tiene la
posibilidad de disponer que se realicen otros actos de investigación que

22
se consideren necesarios, con el fin de alcanzar la verdad material del
hecho denunciado, colectando los elementos de prueba pertinentes y
agotando con la investigación, pues en la etapa preliminar se requieren
simples indicios que deben ser acreditados con pruebas.

De igual modo, se advierte que el ex Fiscal Departamental de Tarija no


se pronunció expresamente sobre cada situación planteada por los
accionantes, e incluso tampoco justificó plenamente las razones por las
cuales omitió o se abstuvo de pronunciarse sobre las pruebas que
hicieron referencia los accionantes, situación que da lugar a la existencia
de una motivación insuficiente, más aún si se trata del rechazo de una
querella en la que se debe considerar todos los elementos probatorios
por las partes, sea testifical, pericial, documental, entre otros,
correspondiendo por ello conceder la tutela solicitada, disponiendo dejar
sin efecto la Resolución Jerárquica cuestionada y que se emita una nueva
Resolución, tomando en cuenta lo desarrollado en esta Sentencia
Constitucional Plurinacional.

Respecto al sexto cuestionamiento donde se señala que no se


tomaron en cuenta los audios grabados por sus personas en
conversaciones mantenidas con César Venegas Vargas ni las
declaraciones de los testigos Alberto Hugo Taboada Tolaba y “Susana”
Taboada Morales; el ex Fiscal Departamental de Tarija no emitió
pronunciamiento alguno sobre ese aspecto, incidiendo en una
incongruencia omisiva, al no compulsar esas pruebas inherentes al caso,
tal como también sucedió con el séptimo cuestionamiento de la
objeción en el que se indicó que cursan certificaciones de los ingresos de
Helen Lorena Farfán Arandia de Flores, que a su criterio demuestran la
existencia de una deuda ficticia, porque cómo una persona que no
percibía un salario elevado en el 2014, pudo prestar la suma de $us35
000.-.

Con relación a la octava denuncia en la que se cuestiona que


nuevamente la Fiscal de Materia, sobre el delito de falsedad, tergiversó
los hechos expuestos en la querella, pues de la valoración de los indicios
se demostró la complicidad de los ejecutados y la ejecutante, así como el
crédito ficticio. Al respecto, el ex Fiscal Departamental de Tarija señaló
que no existe ninguna intervención de Antonia Cruz Castro que sea
anterior al proceso ejecutivo, pues la sola postulación a la audiencia de
remate no conlleva al conocimiento previo de las circunstancias
denunciadas, no se demostró la defraudación en el documento de
transferencia ni tampoco que el préstamo de dinero fuera ficticio, es
más, del Acta de remate de 27 de noviembre de 2018, advirtió que se
adjudicó el bien inmueble la querellante, Elsa Tolaba Mendoza de Zurita.

En ese sentido, se evidencia que si bien el entonces Fiscal Departamental


de Tarija emitió una respuesta sobre ese agravio, señalando aspectos

23
generales relacionados a la postulación de Antonia Cruz Castro en la
audiencia de remate del bien inmueble, que no fue anterior al proceso
ejecutivo, y que en cuanto a la defraudación en el documento de
transferencia y al préstamo de dinero que sería ficticio, señaló que esas
actuaciones no fueron demostradas; sin embargo, se observa que no
respondió de manera puntual sobre el hecho que la Fiscal de Materia
habría tergiversado los hechos y supuestos fácticos -que hacen a los
elementos de convicción- expuestos en la querella, correspondiendo por
ello, conceder la tutela solicitada.

Sobre los agravios citados anteriormente, se evidencia que el ex Fiscal


Departamental de Tarija tampoco realizó la valoración de la prueba
pertinente vinculada a la motivación de su Resolución para justificar su
decisión, solamente hizo referencia a algunas pruebas aportadas sin
realizar su respectiva compulsa y otras pruebas ni las mencionó,
aspectos que según lo expuesto en los Fundamentos Jurídicos III.3. y
III.4. de este fallo constitucional, permiten concluir que la resolución
cuestionada se encuentra fuera de los márgenes de valoración de la
prueba en directa vinculación con la motivación del fallo, lo que significa
que el ex Fiscal Departamental de Tarija vulneró el derecho al debido
proceso en sus elementos de fundamentación, motivación -ligada a la
labor probatoria- y congruencia, vinculados además al acceso a la justicia
y a la tutela judicial efectiva.

Por lo expuesto, se tiene que la Resolución Jerárquica cuestionada,


emitida por el ex Fiscal Departamental de Tarija, no respondió a los
puntos sexto y séptimo de la objeción planteada; así como tampoco
respondió de forma motivada y fundamentada con relación a los puntos
primero, quinto y octavo reclamados en la objeción al rechazo; por lo
tanto, esa Resolución no contiene la debida fundamentación, motivación
y congruencia respecto a la determinación asumida e incluso no explicó
de manera detallada los fundamentos y las pruebas, que le permitieron
determinar la ratificación del rechazo de la querella, correspondiendo por
ello, conceder la tutela solicitada.

En consecuencia, la Sala Constitucional, al denegar la tutela solicitada, no obró


de manera correcta.

CORRESPONDE A LA SCP 0152/2021-S3 (viene de la pág. 23).

POR TANTO

El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la


autoridad que le confiere la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la
Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en revisión, resuelve: REVOCAR
la Resolución 29/2020 de 16 de marzo, cursante de fs. 169 vta. a 173 vta.,
24
pronunciada por la Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de
Justicia de Tarija; y, en consecuencia:

1° CONCEDER la tutela solicitada, conforme a los fundamentos jurídicos


expuestos en este fallo constitucional; y,

a) Dejar sin efecto la Resolución Jerárquica de 29 de julio de 2019, y que


la Fiscal Departamental de Tarija, una vez notificada con esta Sentencia
Constitucional Plurinacional emita una nueva Resolución conforme a los
argumentos desarrollados en este fallo constitucional.

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional


Plurinacional.

Fdo. Dr. Petronilo Flores Condori


MAGISTRADO

Fdo. MSc. Karem Lorena Gallardo Sejas


MAGISTRADA

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