Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Comunicado-Crecimiento de ALyC en 2021 No Alcanzará

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 4

Crecimiento de América Latina y el Caribe en 2021 no alcanzará a revertir los efectos adversos de

la pandemia

En un nuevo informe, la CEPAL elevó su estimación de crecimiento regional para este año a 5,2%
producto de un rebote que no asegura una expansión sostenida. Advierte que los impactos
sociales de la crisis se agudizan y se prolongarán durante la recuperación.

8 DE JULIO DE 2021|COMUNICADO DE PRENSA

  

 DESARROLLO ECONÓMICO

 DESARROLLO SOCIAL

 ESTADÍSTICAS

 COMERCIO INTERNACIONAL E INTEGRACIÓN

 DESARROLLO PRODUCTIVO Y EMPRESARIAL

 DESARROLLO SOSTENIBLE Y ASENTAMIENTOS HUMANOS

portada_documento-esp-ok-web.jpg

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) elevó su estimación de


crecimiento promedio para la región en 2021 a 5,2%, cifra que denota un rebote desde la
profunda contracción de 6,8% anotada en 2020 como consecuencia de los efectos adversos
producidos por la pandemia de COVID-19. Esta expansión no alcanzará para asegurar un
crecimiento sostenido ya que los impactos sociales de la crisis y los problemas estructurales de la
región se han agudizado y se prolongarán durante la etapa de recuperación, advirtió el organismo
de las Naciones Unidas en un nuevo informe especial dado a conocer hoy.
El documento titulado La paradoja de la recuperación en América Latina y el Caribe. Crecimiento
con persistentes problemas estructurales: desigualdad, pobreza, poca inversión y baja
productividad, fue entregado por la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, en una
conferencia de prensa virtual en la cual urgió a los gobiernos a mantener las políticas de
transferencias de emergencia para fortalecer una reactivación que sea sostenible en el tiempo,
más justa, igualitaria y amigable con el medio ambiente.

“Necesitamos políticas para una recuperación transformadora con énfasis en la inversión. Políticas
industriales y tecnológicas para impulsar el crecimiento de sectores más intensivos en tecnología y
generadores de empleos de calidad. Reestructurar los sistemas de salud y educación. Sostener las
transferencias, universalizar un ingreso básico de emergencia, implementar bonos contra el
hambre, asegurar el acceso a una canasta básica digital, fortalecer el apoyo a las mipymes.
Impulsar políticas transversales y sectoriales para avanzar hacia un nuevo modelo de desarrollo”,
declaró.

Según las nuevas proyecciones de la CEPAL, en 2022 América Latina y el Caribe crecerá 2,9% en
promedio, lo que implica una desaceleración respecto del rebote de 2021. Nada permite anticipar
que la dinámica de bajo crecimiento previo a 2020 vaya a cambiar. Los problemas estructurales
que limitaban el crecimiento de la región antes de la pandemia se agudizaron y repercutirán
negativamente en la recuperación de la actividad económica y los mercados laborales más allá
del repunte del crecimiento de 2021 y 2022. En términos de ingresos per cápita, la región
continúa en una trayectoria que conduce a una década perdida, advierte el informe.

El documento explica que la tasa de crecimiento actual no es sostenible y existe un riesgo de


retorno a trayectorias mediocres, con insuficiente inversión y empleo, y mayor deterioro
ambiental. La crisis derivada de la pandemia ha aumentado la desigualdad y la pobreza, afectando
principalmente a las mujeres, escolares y personas mayores. Además, llegó en un momento
donde la región estaba estancada, sin enfrentar la crisis de largo plazo de la inversión, el empleo
y la diversificación productiva sostenible. Reconoce asimismo que las medidas fiscales adoptadas
por los países han sido importantes, pero insuficientes en monto y duración.

Al 30 de junio, la región acumulaba más de 1.260.000 muertos por causa del COVID-19 (32% del
total mundial, a pesar de que su población representa el 8,4% a nivel global) y presenta grandes
brechas en la vacunación respecto a los países desarrollados. Para cerrarlas se requiere
cooperación e integración. En América Latina y el Caribe (30 países) el porcentaje de la población
total con esquema de vacunación completo llega a solo 13,6%, mientras que en la Unión Europea
es de 34,9% y en América del Norte 46,3%.

En el último año, la tasa de pobreza extrema habría alcanzado el 12,5% y la de pobreza el 33,7%.
Las transferencias de emergencia a los sectores más vulnerables permitieron atenuar el alza de la
pobreza en la región en 2020 (pasó de 189 millones en 2019 a 209 millones pudiendo haber sido
de 230 millones, y de 70 millones en 2019 a 78 millones pudiendo haber sido 98 millones en el
caso de la pobreza extrema). Estas transferencias beneficiaron a 326 millones de personas, el
49,4% de la población. Sin embargo, la desigualdad en la distribución del ingreso aumentó (2,9%
del índice de Gini). En tanto, la inseguridad alimentaria moderada o grave alcanzó a 40,4% de la
población en 2020, 6,5 puntos porcentuales más que en 2019. Esto significa que hubo 44 millones
de personas más en inseguridad alimentaria moderada o grave en la región, y 21 millones pasaron
a sufrir inseguridad alimentaria grave.

El informe indica que en el período enero-abril de 2021, 20 países anunciaron o extendieron


transferencias de emergencia por 10 mil millones de dólares (0,26% del PIB de 2020). De
mantenerse este nivel de gasto en los restantes ocho meses de 2021, el gasto en transferencias
anual sería de solo 0,78% del PIB de 2020, es decir, la mitad del gasto de 2020: 1,55% del PIB. De
esta forma la cobertura sería mucho menor y alcanzaría a 60 millones de hogares (231 millones de
personas y 29% de la población, comparado con los 326 millones y 49,4% de la población
alcanzada en 2020).

Por otro lado, la CEPAL indica que la pandemia deja a 2021 en un peor estado ambiental que es
difícil de revertir. Si bien hubo mejoras temporales en la calidad del aire y redución de la emisiones
de gases de efecto invernadero, las emisiones repuntarían 5% este año, mientras que en 11 países
de la región se observó una caída de 35% en el presupuesto o gasto de protección ambiental en
2019-2020.

En materia de comercio exterior el panorama es más favorable, ya que se prevé que las
exportaciones regionales se incrementen 22% en 2021 (luego de experimentar un descenso de
10% en 2020), lo que se explica por el aumento de los precios de las materias primas, la
recuperación de la demanda en China, Estados Unidos y la Unión Europea, y la recuperación de la
actividad económica en la región. En tanto, en el período enero-abril de 2021, el valor del
comercio intrarregional se expandió un 19% respecto de igual período de 2020, con lo que
recuperaría valores cercanos a los de 2019 (que ya eran muy bajos).

Con relación al financiamiento, el informe de la CEPAL advierte que América Latina es la región con
el mayor peso de la deuda externa en el PIB (56,3%) y con el mayor servicio de la deuda externa en
términos de exportaciones de bienes y servicios (59%). Esos niveles de endeudamiento reducen el
espacio fiscal y ponen en peligro la recuperación y el crecimiento futuro. En el caso de los
pequeños Estados insulares del Caribe (PEID), la situación es aún más insostenible, ya que en
algunos países el nivel de deuda pública supera el 100% del PIB.

“A la luz de todos estos desafíos, es necesaria una nueva arquitectura financiera internacional para
responder a la emergencia y al desarrollo de la región”, enfatizó Alicia Bárcena. Indicó que se
necesita un foro multilateral para debatir condiciones de emisión de nueva deuda y
restructuración de deuda, una agencia multilateral de calificación crediticia, la inclusión de países
de ingreso medio en todas las iniciativas de alivio y acceso a liquidez tanto concesional como no
concesional, la implementación de          instrumentos de financiamiento innovadores, como bonos
verdes y bonos SDG, la capitalización y fortalecimiento de la banca de desarrollo en todos sus
niveles, acceso a mecanismos multilaterales para la aplicación de impuestos globales, eliminación
de la elusión, evasión y flujos ilícitos, y repensar el sistema de cooperación para lograr una
medición multidimensional más allá del PIB per cápita.

En materia fiscal, el estudio de la CEPAL reafirma que es imprescindible mantener las políticas
fiscales para apoyar las transferencias sociales de emergencia, apoyar a los sectores productivos y
revertir la persistente caída de la inversión para continuar mitigando los efectos de la pandemia y
avanzar en una recuperación transformadora con igualdad. Además, las políticas fiscales deben
tener un enfoque de género en todo el ciclo fiscal. “El espacio fiscal se debe aumentar vía
crecimiento de los ingresos tributarios y reducción de gastos innecesarios. También hay que
consolidar los impuestos sobre la renta, extender el alcance de los impuestos a la propiedad y al
patrimonio (riqueza), revisar y actualizar de forma progresiva las regalías a la explotación de
recursos no renovables, y considerar impuestos a la economía digital, ambientales y relacionados
a la salud pública”, precisa el informe.

“Los esfuerzos para una recuperación transformadora deben aprender de la crisis ambiental: las
otras ventanas de oportunidad también se irán cerrando si no se actúa ahora”, remarcó Bárcena.

También podría gustarte