Historia Del Reinado de Sancho IV de Castilla Tomo II
Historia Del Reinado de Sancho IV de Castilla Tomo II
Historia Del Reinado de Sancho IV de Castilla Tomo II
Sancho IV de Castilla
Prólogo de Miguel Ángel Ladero Quesada
Tomo II
TOMO II
MADRID, 2019
Primera edición: septiembre de 2019.
La Agencia Estatal Boletín Oficial del Estado quiere expresar su más profundo
agradecimiento a don Feliciano Barrios, de la Real Academia de la Historia, por su
valioso asesoramiento para la edición de este libro.
© Agencia Estatal Boletín Oficial del Estado y Real Academia de la Historia para esta edición
© Del prólogo, Miguel Ángel Ladero Quesada
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DE
SANCHO IV DE CASTILLA
POR
TOMO II
MADRID
TALLERES ~VOLUNTAD>>, SERRANO, 48
192 8
CAPITULO XI
1289-90
(A gasto-marzo)
(1) La Crónica (pág. 82) llama equivocadamente al privado del rey Al
fonso Rodríguez, error que sigue Rades y Andrada (op. cit., fol. 12 v.);
pero el nombre del privado es Alfonso Godínez, como se repite en la misma
Crónica, no conociéndose ningún privado con el apellido Rodríguez. Ber
nabé Moreno de Vargas (en su Historia de la ciudad de Mérida, Madrid,
año 1633), al relatar estos sucesos, le llama Alfonso Godínez; asimismo,
Fita y Femández Guerra (Reciterdo3 de itn viaje a Santiago de Galicia.
Madrid, 1880); la Crónica ms. de la Academia dice: "hauia un priuado
del rey que hauia nome Alffonso Godinez et era portugués et ayudaua
a los portugueses" (fol. 145).
(2) Véanse las páginas 69, 84 y 85 del tomo I, donde se dan noticias
de Alfonso Godínez.
Firma de Juan Mathe de Luna
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(1) Estos sucesos los refiere la Crónica (pág. 82), de donde han tomado
el relato cuantos han escrito sobre Badajoz; en otras crónicas y cronicones
no he hallado mención del hecho. (Cuarta crónica, Crónica de I344. Ms. 2.028.
B. N. Anales toledanos. Loaysa, Cardeña, Juan Manuel.) El Novenario
cstorial (fol. 500) da noticia somera, y mosén Diego de Valera sigue la
Crónica de Sancho IV. En un manuscrito de la B. N. (Ms. 1.752, fol. 296),
se inserta copia de un relato de la lucha de bejaranos y portugaleses, ponien
do en forma de diálogo las palabras del rey y las quejas de los bejaranos;
aunque coincide con la Crónica, no es la misma redacción; al hablar de
Alfonso de la Cerda, agrega: "Como en otros lugares de esta Crónica
se dice", y concluye, aludiendo a un dato: "según se cuenta en su Chro
nica" (la de Sancho IV). El escritor extremeñ~ López Prudencio publicó
en forma literaria los antecedentes de la rivalidad entre bejaranos y por
tugaleses, refiriéndose a don Velasco Bejarano, a cuyo lado se agruparon
los de su familia (Bejaranos, Pérez, Orinazas, Fernández), hacia 1270,
contra el poderío adquirido por los Goes, Pereras, Gómez, Esteban y Sán
chez, que se acogían en torno a la infanzona portugalesa doña Mafalda.
(Tragedias muertas, "La Esfera", núm. 401, IO sept. 1921). Fuera de la Cró
nica, la única noticia coetánea y auténtica de esta tragedia la hemos en
contrado en un documento de la Orden de San Juan que citamos más ade
lante. (Véase pág. 18 nota I.)
LAS JUSTICIAS DEL REY 11
to obispo don Alfonso. Entre los muchos documentos que inserta So
lano de Figueroa, llama nuestra atención la partición de una heredad
hecha por Esteban Godino, alcalde y sesmero del rey, en favor de Martín
Sánchez, abogado, vecino de Badajoz, cumpliendo cartas "de nuestro Sennor
el Rey que nos tenemos en esta razón". El heredamiento es en la aldea
de Matanza, y la fecha del documento, I.0 junio de 1289, es decir, del tiem
po de la controversia entre bejaranos y portugaleses; ¿ tendrá tal amojo
namiento de términos alguna relación con la disputa sobre las dehesas?
Pudiera ser. Martín Sánchez es luego canónigo de Badajoz, y a 1.0 de
octubre de 1291, Sancho IV le ratifica la posesión de aquellas tierras que
querían entorpecerle. En el Valerio de las Historias, de Diego Rodríguez
de Almela (V. 28-7.685, B. N.) se refiere al suceso de los bejaranos en
la forma conocida (fols. 96 v. y 144 v.), haciéndose sobre él considera
ciones morales y filosóficas. Acaso en otro estudio particular trataremos
de profundizar más nuestras investigaciones para esclarecer este suceso
y su leyenda, extendiéndonos en el examen de los datos reunidos.
Díaz Pérez (op. cit.) dice, sin ningún fundamento, que Sancho IV
había estado en Badajoz el año 1288 para sosegar las contiendas de be~
jaranos y portugaleses (pág. 98); en las páginas 169 y 170 da noticia de
doce privilegios de Sancho el Bravo a Badajoz sobre huestes, montazgo,
ferias, etc., pero no indica fechas; los confirmó Carlos IV. Benavides (op.
cit, II, 583) menciona un privilegio de Fernando IV (S septiembre 1307)
a Suer Martínez Maya "por mucho seruicio que fi.siéstedes en la era 1317
(en todo .caso sería era 1327, año 1289) regnante el rey don Sancho
mi señor e padre en la disención de los Bejaranos en la mi ciudad de Ba
dajoz" (por su lenguaje, este documento no parece auténtico).
LAS lUSTICIA.S DEL REY 15
del rey" (pág. 366). Más adelante (pág. 368) repite la noticia: "Era de
MCCCXXVII anuos domingo XX días andados del octubre, vino don Juan
Nunez a la me ... del rey don Sancho a Guadalajara... fué fijo de don Nuno
el que ma... cef sobre Ecija, y s... de... a ... dola... de... don Fernando... ".
La fecha no está exacta en lo primero ni en lo segundo; debe referirse
al 23 de octubre, que fué domingo.
(1) Crónica, 82. Salazar, Lara, III, 138,
(2) Loaysa (ed. cit., pág. 32, § 44) dice que, cuando supo invadían su
reino gentes de Aragón, "predictus rex Sancius incontinenti procesit ad
locum · de Bitoria pernoctare, mandans seu dicens ibídem domino archi
episcopo toletano ac astoricensi et tudensi episcopis · ut irent cum regina
uxore ipsius ad locum de Burgis et ibi cum ea essent".
22 HISTORIA DE SANCHO IV DE CASTILLA
(a) Esteban Pérez Godino había servido al rey como alcalde varios años;
<le 1284 y 1285 son v·arias disposiciones reales respecto a recaudación de
tributos por Esteban Pérez y entrega de maravedís a Pedro Martínez de Fe
(el llamado almirante de Sevilla), segttramente para la guerra con los moros
(tomo I. A., págs. CLVII, CLXII y CLXXIV). En 1284 (Coria, 16 septiem
bre) da el rey "a Esteuan ,Perez Godino stt alcalde, la casa de morada con
tocias sus tiendas et todos su corales que son en oliuern;ia" (pág. CL1V). Su
hijo don Godino Estébanez fué canónigo de Badajoz, y en 1318 hizo ttna
fundación piadosa en Fresnos de Olivenza por el alma de su padre y la
suya (Solano, op. cit., f. 79 v.). En junio de 1289 es alcalde de Badajoz
(documento citado por Solano, f. 355), y no debió dejar la alcaldía por
muerte, sino a causa de los sucesos, pues en 1291 figura entre los testigos
de una pesquisa; tuvo otro hijo, llamado como él, pero a éste se le distin
guía en 1294 por Esteban Pérez Godino, el Mozo, que cobra de soldada
en la Casa Real 400 mrs. (Cuentas, p. XXXIX). En 1300 es alcaide del
castillo de Badajoz Esteban Pérez Godino, hijo (Benavides, II, 229). El
año 1312, Clemente V creaba cardenal al dominico Guillermo Petri Godín,
de Bayona (Eubel), quien luego interviene en los asuntos de Aragón (H. Fin
ke, Acta Aragonensia). Daumet (pág. 134) habla de correspondencia
(en 1309) entre Felipe IV y el cardenal Petri Godín, legado en Castilla,
pero debe confundirse con Petrus Hispanus, créado cardenal en 1300 (t 1310).
Ignoramos si existe relación entre los Godín franceses y los Godínez lusi
tanos. El 22 agosto 1279 el infante don Sancho, mencionaba a "Uasco Go
dínez, nuestro orne" (Arch. C. Salamanca. Leg. I, caj. 16). A 22 de marzo
de 1290 aparece como alcalde de Badajoz Juan Rodríguez de la Rocha, de
ilustre linaje de Badajoz; sus armas eran cuatro cuarteles: en el primero,
un león rampante, y en el segundo, tres fajas, "y en los de abajo lo mismo,
LAS JUSTICIAS DEL REY 33
al modo que las armas reales de Castilla y León, en otros cuatro cuarteles"
(Solano, f. 358.) Luego tuvo la fortaleza de Badajoz; por cierto que también
con este motivo ocurrió un hecho sangriento, pues las Cuentas (1294, pá
gina LXXXIV) dicen: "a Johan Rodríguez de la Rocha por carta del Rey
et de la Reyna de los X mil mr. que avia aver por la costa que fizo en la
tenencia que toviera del castillo de Badaioz cuando mató a Gutier Pérez",
acaso en la época de la tragedia, pues antes de Godínez fué alcaide Rocha,
que recibió 3.000 mrs. "por la costa que fizo en el castillo de Badaioz mientre
lo touo fasta que lo entrc,qó a Alfo1i Godinez" (Cuentas, XLIX). Probable
mente después de tomado el castillo por los Maestres de las Ordenes, se
dió la tenencia a Rodríguez de la Rocha,. quien desde hacía tiempo figuraba
sirviendo al rey. A 15 febrero 1286, el rey mandaba "a Johan rroyz de la
Rocha, su alcalle, que entregase los vedos que la iglesia de ssantiago a en
el obispado de Túy" (Cuentas, pág. CLXXXI). En 1286 cobraba de soldada
1.500 mrs., y en 1293 se paga para cumplimiento de su soldada 6.000 mara
vedís (Cuentas, CLXIX y LIV). En una ocasión, el encargado de abonarle
su quitación, 5.600 mrs., es don Samuel, almojarife del infante don Fer
nando (pág. XL). Del 20 de mayo de 1290 es un instrumento de demarcación
de límites con Portugal, siendo el representante de Castilla Juan de la Rocha
(Santarem, Relac., I, 3) ; el doc. conservado en el archivo de la Torre do
'fombo (G. 15. M. 23. N. 4) es de 20 de marzo de 1290. En abril de 1312
vendía Rocha el castillo y pueblo de Feria a la Orden de Santiago (Anto
nio F. Aguado de Córdoba, Bullarium equestris ordinis S. Jacobi, etcétera.
Madrid, 1719, p. 266). De 15 septiembre 1294 es un traslado (hecho por
petición de Juan de la Rocha, alcalde del Rey) del testamento C~ septiem
bre 1294) de Pero Royz de Alnidron, vasallo del rey, y sobrino de don
Juan Roiz de la Rocha, alcalde del rey. Entre las mandas de Pero Roiz,
figuran: a su padre Miguel Roiz; a Gutier Pérez, "escudero que viue
conmigo"; a Alfonso Goudin, "mio sobrino"; a Juan Roiz y Alfonso Roiz,
sus hermanos. Nombra cabezaleros a su hermano Juan Roiz y a su tío Juan
Roiz, al cual le ruega sennaladamente "faga algo de lo mio a Esteuan mio
fijo que ey de Maria Martinez et que. lo cric et le faga bien et merc;ed".
Entre los firmantes del testamento aparece Alfonso Godin y un Lorenzo
portogalés; y en el traslado firman Pero Ferrándiz, sobrino de don Juan
Roiz, Diego Goudin de <;amora, etc. (Docs. Ord. Santiago. Cax. 94. N. 54-
Archivo Histórico Nacional). En este testamento hay indicios de afinidad
entre los Rodríguez de la Rocha y el bando portugalés y los Go<línez;
por tanto, la sustitución de Esteban Pérez Godino en la alcaldía de Badajoz
sería una fórmula para cubrir las apariencias. Del Gutier Pérez que
mató, no hay noticias; sin embargo, pudiera ~~r algún individuo conocido
en Badajoz. En doc. de 1287, firma un "Martín González, yerno de Gutier
Pérez" (Solano, f. 353). También se sabe de Gutier Pérez, juez del rey
en Zamora, a quien acusaron en 1278 ante el infante don Sancho, por
haber entrado con otros jueces a mano armada -en la villa de San Martín
de Wamba, donde mataron dos jueces, puestos allí por el obispo (Hinojosa,
Estudios sobre la Historici del Derecho español. Origen del régimen muni
cipal en León y Castilla. Madrid, 1909, pág. 60). En el archivo de la cate-
3
34 HISTORIA DE SANCHO IV DE CASTILLA
dral de Zamora existe una carta del infante don Fernanao cic la Cerda
(29 junio 1275), dirigida "a uos Gutierre Pérez, juez del rey mio padre
e mio en Zamora", sobre atropellos a los derechos del obispo. En cuenta
de febrero de 1285 se menciona a Gutier Pérez de <;amora. "que ha de
responder de unas peyndras" (Cuentas, pág. CLXX) ; en junio de 1285 es
alcalde y juez de Zamora Juan Roiz (Cuentas, pág. CLIII).
Del I. 0 de abril 1289 (V. I. 240) al 29 octubre 1289 advertimos las ~i
guientes variantes : A 29 oct11bre I 289 (confirmación de un privilegio de
Fernando III; Miguel de Manuel y Rodríguez, Memorias para la vida del
santo rey don Fernando III, Madrid, 1800, pág. 309) confirma don García,
arzobispo de Sevilla, trasladado a la metropolitana hispalense desde el ar
cedianato de Briviesca por carta pontificia de Nicolás IV (12 febrero 1289),
en la cual hace constar se anuló la elección de don Fernán Pérez (V. T. l.,
149); a 20 marzo 1289 presenta el palio a don García-que parece está en
Roma-el cardenal Jacobo (Reg. Nic. IV, págs. 94 y 145). Tuvo un pleito
sobre bienes con la Iglesia compostelana (13 sept. 1290, Reg. Nic. IV, 547).
Ortiz de Zúñiga (Anales, 133-152) dice que don García es sobrino del ar
zobispo don Fernando Gutiérrez Tel10; tuvo pleito con Toledo sobre las
iglesias de Jaén y Córdoba; pero Sancho IV <lió la razón al de Toledo (5 di
ciembre 1290); en 1292 bautizó al infante don Felipe, y el año 1294 cesan
sus memorias; por los aniversarios, parece murió en octubre. Muñoz To
rrado cree que murió a los sesenta y un afios de edad; su aniversario se
celebraba el 14 de abril (op. cit., 142-49). En doc. de 12 nov. 1294 (Archivo
C. Toledo, T, 12, 7), Sevilla vaga. Don García, siendo arcediano de Bri
viesca, fué uno de los perdonados en el Tratado de Lyon (1288), pues estuvo
en desgracia con Sancho IV por su adhesión a los infantes de la Cerda (I, 215,
y Salazar, Lara, III, 137). Con la consagración arzobispal de don García
se oscurecía para siempre el electo, don Fernán Pérez, quien ya en este
privilegio de 29 octubre 1289 no confirma como "notario mayor en Cas
tiella", cargo que pasa a don Juan Alfonso, obispo de Palencia. Don Fernán
Pérez, electo de Sigüenza y de Sevilla (1, 149), acusado de sodomía y trai
ción, descendiente de Bellido Dolfos, en 1284 (doc. de 24 abril, manuscri
to 13.035, f. 22 y 80, B. N.), llegado el año 1289, pierde todos los honores,
quedándole sólo el deanato de Sevilla. Interesante es el largo documento
pontificio que trata de la elección seguntina de don Fernando en 1286 (Re.g.
Hon. IV, 670).
Don Juan Alfonso, obispo de Palencia, "chanceller _del rey" a I.º de
abril, es, a 29 octubre, Notario mayor en Castilla, en sustitución del men
cionado deán don Fernán l'érez, quien no figura en este privilegio.
A 29 octubre confirma ya como obispo el electo de Segovia, don Blasco
(tomo I, pág. 240), quien, elegido por su iglesia, ignorando que el Papa
se había reservado la provisión, al advertirlo, renuncia ante la Santa Sede;
LAS JUSTICI;\S DEL REY 35
1290
(Abril)
lippe le Bel (París, 1861), afirma que "Loin d'avoir eté un sprit faible,
Philippe parait avoir eté a la fois trés-ferme et trés-froid" (pág. 419). In
teresantes son las opiniones del Dr. H. Finke, J,n Charakteristik Pliilipps
des Schoncn (págs. 201-224, Mittcilungen des Inst. für ost. Gesch.
iorsch. XXV. Insbruk, 1905). Por nuestra parte, valiéndonos de los ele
mentos presentados por los autores más conocidos, nos situamos en el tér
mino medio, significando nuestra opinión sobre el monarca de Francia con
temporáneo de Sancho IV y con quien sostiene durante su reinado continua
relación. Respecto a la política con Castilla no dice Langlois casi nada; en
la página 292, en un párrafo sobre los reinos pirenaicos se limita a consig
nar, tn breves líneas, que "Sancho el Usurpador" reinaba en Castilla en
detrimento de los infantes de la Cerda, a quienes Felipe el Hermoso rehuyó
favorecer, protegiendo únicamente a sus partidarios desterrados en Fran
cia. No habla para nada de la paz de Bayona ni de otras negociaciones.
Boutaric (op. cit., 381) apenas alude en unas líneas a la relación con Castilla.
(1) La fecha ele la entrada en Bayona la dan los Anales toledanos III
(página 369), y la noticia de los festejos y de la enfermedad de la reina
de Francia se encuentra en la Crónica de Loaysa, págs. 31 y 33. La Crónica
de Sancho IV (e<l. Rivadeneyra) habla someramente de las vistas de Ba
yona (pág. 82). En doc. francés de 1306 (Arch. Nat., París, J. 915, núm. 10)
se alude a lo acordado en Lyon (dice 1289, pero fué en 1288): Et puis fu
appue ·pcr done Sanee a Baionne En Jan mil 11cc IIIIxx ¡:; X (1290) le diman
che apr;.s paques V mois dauril". A las fracasadas "vistas" del año anterior
(véase tomo I, pág. 231), debe referirse una nota de las cuentas navarras, que
dil'e: "Per expensa unius armigeri mj ssi de mandato Gubernatoris ad eondu
cenclum quondam capitulum Regís Castella, apud lucronium per duos dies. Ls."
(Arch. Navarra. Cuentas 1290, t. IV, fol. n9 v.) La Crónica de 1344 da la
"ET PUSIERON SU AMOR EN UNO••• " 45
absurda noticia de que don Sancho fué a Barcelona mientras la guerra con
Aragón, en 1289, de donde Zurita debió tomar la falsa información. (Véase
tomo I, pág. 232, nota.)
(1) Loaysa, pág. 33. Sancho IV y Felipe IV eran hijos, respectivamente,
de doña Violante y doña Isabel, hijas de Jaime el Conquistador.
(2) Loaysa, pág. 33. Dice estuvieron en Bayona tres o cuatro días, pero
debieron permanecer más tiempo, por lo menos del 5 al 9 de abril, inclu
sives. Fernández y González (Instituciones jurídicas del pueblo de Israel,
página 177), siguiendo un error de Graetz, habla de la presencia del Bedarsi
y otros judíos en esta ocasión, cuando se trata de sucesos ocurridos en
tiempo de Alfonso X, error que también señala el Dr. Baer. (B. A. H.,
LXXXVI, 538.) ,
(3) Loaysa, pág. 33. Crónica, 82; Daumct, op. cit., pág. 109. La en
trevista se había retrasado algunos ,lías, pues los enviados franceses habían
fijado, de común acuerdo con Sancho IV, en Guadalajara, el penúltimo
domingo de Cuaresma El retraso quizá se debía a la llegada a París de
dos cardenales, legados del Papa, que, entre otras misiones, llevaban la de
apresurar las negociaciones entre Francia y Aragón; uno de aquellos car
denales era el futuro Bonifacio VIII. (Langlois, op. cit., pág. 129, y Finke,
Aus d.:n Tagen Honifaz VIII, Miinstcr, 1902, pág. 9 y sigs.)
411 HISTORIA DE SANCHO IV DE CASTILLA
(1) Daumet, op cit., pág. 200, publica integro el texto de este impor
tante tratado, del cual existe una copia coetánea en el Archivo de Navarra,
en Pamplona (caj. 4, núm. 71). Esta copia se encuentra allí porque Feli
pe IV envió al gobernador de Navarra "la teneur de la composición" (nú
mero 445). Loaysa confunde las cláusulas referentes a los infantes de la
Cerda con las del tratado de Lyon.
(2) Hasta ahora no son conocidos todos los documentos en que se es
tipuló la concordia particular entre Felipe y Sancho, pero uno de los puntos
· tratados debía referirse a Navarra, pues en 1299 el gobernador de Navarra
hacía una reclamación a Fernando IV respecto a Atapuerca, contestando
María de Molina "que el pleyto que pusiera (el rey de Francia) con el rey
don Sancho, su marido, en las vistas que oviera con él en Bayona, en que
renunciara esta demanda de la conquista de Navarra e todas las demandas
que avía la casa de Francia contra la casa de Castilla en cualquier manera"
(Crón. de Fernando IV, ed. Rivadeneyra, pág. u4). Esta renuncia general
es la mencionada en los privs. de Sancho IV, y que su Crónica expresa así.
"e otrosí quitó (el rey francés) e partió mano de todas las demandas para
siempre jamas, tambien por conquistas, como por otra cualquier manera que
avía o podría aver contra el reino de Castilla", pág. 82.
(3) Daumet, op. cit., págs. uo, 200 y sigs.
(4) Daumet, op. cit., págs. uo, 200 y sigs.
"ET PUSIERON SU AMOR EN UNO ... " 47
(1) Doc. núm. 371. La crecida suma de 256.005 maravedís parece que
correspondía a dos plazos juntos, pagados la Navidad de 1290 quizás para
ahorrar gastos de conducción, pero en un doc. francés de r3o6 se habla de
la paga de San Juan el año 1290 (véase la nota siguiente). En las mismas
cuentas se lee luego que reservaba ya los haberes para la próxima Navidad,
pues dice que lo que restó al obispo de la cuenta general "diestes lo luego
por nuestro mandado a Juan Matheo nuestro camarero mayor para la p~ga
de donna blanca que se a de facer para esta nauidat primera". El documento
es de 18 de septiembre de 1291, en Ciudad Rodrigo (núm. 371).
(2) En los Arch. Nat. París (J. 915, núm. 10) existe un doc. de 1306
reclamando cuanto se debía a doña Blanca desde ''au temps que la compo
sicion fu fete a baionne" el año 1290, pues Sancho sólo hizo tres pagas:
"La premiere paie fu ala natiuite sant Jehan Bauptiste en lan (1290) ... la
seconde... a la Natiuite nostre Seigneur ensiuant... Et la tierce... a la Nat.
S. Jehan Baut." (1291). Se detallan las cantidades abonadas por cada con
cepto, y lo que aún se debe. En este mismo doc. leemos: "que per mestre
Leobin Chanoine de Touz sainz de Mortagne, et Symon de Rosai, procureur
de nostre seigneur le Roy de France. Et por les procureurs Don Sanee il
fu troue e Lucroignc l'an Ilcc IIIxx et X (1290) le vint et nuevieme jour de
juin que la gentil madamc Blanchc sus <lite auoient plus recen", etc.
"ET PUSIERON SU AMOR EN UNO••• " 51
(I) En febrero de este año (1290) Alfonso III había mandado a Roma
muy solemne embajada, y el Papa contestaba enviando a dos Cardenales para
que continúen las negociaciones sobre la cuestión con Carlos de Salemo,
con quien se ve por entonces el rey aragonés pactando treguas hasta Todos
los Santos, en las cuales promete Carlos incluir a Felipe el Hermoso. Al
fonso III advertía ya la influencia de la paz de Bayona, y decide prevenirse
(Zurita, I, 343).
· (2) En el priv. rodado de 7 de marzo de 1290, en Burgos, confirman
don Gonzalo, solo chanceller de Castilla, y don Martín, notario mayor de
León (núm. 296). Luego en 14 de mayo (núm. 303) lo mismo; pero ya quizá
tuviera el rey ofrecidos los nombramientos y esperaba ocasión para distri
buir los cargos sin desairar a otros. En Cuenca, el 14 de octubre de 1290,
confirma "Don Gorn;alo arzobispo de Toledo, primado de las Espannas, chan
celler de Castilla. et de Leon et de Andaluzia" y "Don Martin obispo de As
torga notario en Castilla, en Leon et en Andaluzia" (Arch. M. Cáceres).
Añádese a los datos apuntados sobre don Martín (t. I, 169-72), que una
carta del infante ·don Sancho (4 junio 1282) la mandó dar: "Maestre Mar
tín, deán de Astorga, <I Eleyto de Calahorra" (Arch. M. Burgos, núm. 2.475).
Don Gonzalo, arzobispo de Toledo, aparece como canciller de Castilla, León
y Andalucía en doc. de 6 septiembre 1290 (núm. 319).
3) Muñoz y Soliva (op. cit., 90), siguiendo a Gil González, le llama
52 HISTORIA DE SANCHO IV DE CASTILLA
don Gonzalo Gudiel, hijo de don Gimén Gudiel y doña María Barroso.
Antonio Martín Camero (Historia de la ciudad de Toledo, Toledo, 1862,
página 878) dice fué don Gonzalo García Gudiel y Barroso, mozárabe tole
dano; Castejón (Primacía, 772-20), y Pisa (Hist. de Toledo, 189), también le
dan el apellido García. Flórez (E. S., XXVI, 232, ed. 1777) fué quien com
probó pertenecía don Gonzalo a las familias toledanas de Gudiel y Barroso.
Castejón, citando a Mariana, dice fué el arzobispo pariente del abad don
Gómez García. En Cuentas de 1293 (t. I, pág. LVIII) se lee: "Alarz. de To
ledo que avie a recabdarlos Garcia Perez su hermano..." A 16 oct. 1263, Al
fonso X hacía una merced a Fernán Gudiel, su alguacil en Toledo (Calatra-
va, II, A. H. N.). '
(1) Flórez, E. S., XXVI, 232-4. En doc. de Alfonso X, de 1266, se
menciona' a "Maestre Gonzalo, deán de Toledo" (Arch. C. Zamora), y deán
le llama la Bula de Nicolás II[ (Serrano, Fuentes, II, LXX).
(2) E. S., XXVI, 232; Minguella, I, 23r.
(3) M. H. E., II, 22, y Ms. 13.023, f. 179. Castejón (Pri,nacía, 772-So)
dice que don Gonzalo, siendo obispo de Burgos, fué a Roma para obtener
la mitra toledana.
"ET PUSIERON SU AMOR EN UNO ••• "
1290
(JI;! ayo-diciembre)
(1) Doc. de San Andrés de Arroyo (leg. n52, A. H. N.). Doña Teresa
Alvarez era hija de don Alvaro Pérez y de doña Inés, infanta de Navarra,
bastarda de Teobaldo J. (Salazar, Casa de Lara, III, 151. Linhagens, 171.)
tlO HISTORIA DE SANCHO IV DE CASTILLA
(1) Linhagens, 264. Bemat Desclot, Cronica del Rey En Pere e dels scus
antecessors, publ. por J oseph Coroleu, Barcelona, 1885, págs. 202-4, dice:
"En Johan Nunyes de Albarrasi havia meses espies al rey per camins e
llochs", pero el rey, avisado por una dama, burló el peligro. Zurita no recoge
este pasaje, porque, según Salazar, debió creerlo "hablilla". Recientemente
Ferrán Soldevila, en su estudiú, Perc II el Gran. El desafidament amb
Carles d'Anjou, Barcelona, 1919, en la pág. 44, indica que don Pedro esquivó
a su regreso "l'ardit d'En Joan Nunyez d'Albarraci". Este autor preparaba
entonces, entre otros trabajos, uno sobre La ll11ita [ de Pedro III, II de Cata
luña] contra Johan Nunyez de Lara, sehyor d'Albarraci i vasall de Santa
Maria.
(2) Vicia de Felipe III por G. de Nangis, Rec. des hist. des G. et de
la France, XX, 524-5, Desclot (pág. 205), sin mencionar a don Juan Núñez,
habla de las gentes que envió entonces el rey francés sobre Aragón y del
asedio rudísimo de un castillo "que havia nom Vilo".
SUSPICACIAS DE DON JUAN .'iÚÑEZ Y DOLENCIAS DEL REY 63
algunas uezes djneros en la tierra delas ffonssaderas que dauan al rey ene!
Obispado de Burgos para! conde don Loppe; mas dixo que! nunqua deman
dara fonsadera alos vasallos del abad de Onna saluo una uegada que ouo
cogido Johan Mathe, camarero mayor del rey por fueri;a". El almoxarife
llegó a ser privado ele don Fernando cuando fué rey, siendo muy impopular;
dice la Crónica de Fernando IV: "este judío don Samuel era muy desamado
de tocios los de la tierra e de los de casa del rey, ca metía al rey como era
moc;o en muchas cosas malas e era atrevido mucho" (Benavides, I, II4-u5).
En 1303 intentaron asesinarle, y en 1305 murió, con gran pena del rey y
alegría de las gentes (Benavides, I, 140). Era don Samuel andaluz (Bena
vicles, I, II4). Alma negra de Fernando IV, no fué afecto a doña María de
Molina (Flórez, Reinas, II, 576).
(1) Mientras el rey estuvo en Valladolid se despacharon las siguientes
cartas: 23 mayo, a Astorga (Matías Rodríguez, Hist. de Astorga, 224);
3 junio, al monasterio de Sahagún (núm. 305); 5 junio, a Gormaz (T. Gon
zález, op. cit., V, 176); 9 junio, al monasterio de Osera (núm. 3o8); a los
monasterios cistercienses de Gali,:ia (Benavides, op. cit., II, 587) ; a maestre
Jofre de Loaysa (núm. 307), y al monast. de Santa María de Carracedo (ma
nuscrito 714, fol. 275 v., B. N.); 14 junio, al monast. de Oya (núm. 309), y
a frey Ferrán Gutiérrez (Ms. 714, fol. 150, B. N.); r.0 julio, a la cat. de
Cartagena (núm. 310); 5 julio, a las Huelgas de Burgos (Rodríguez Ló
pez, op. cit., I, 491); 8 julio, a Navarrete (Garibay, Comp. Hist., II, 835);
16 julio, a la cat. de León (Arch. C. León, uso); 17 julio, a la cat. de León
(número 3rr, y Flórez, E. S., XXXV, 451); 18 julio, al monast. de Chan
tada (núm. 312); 18, 27, 28 julio, a la cat. de Cartagena (m'.tms. 313 y 314,
y Ms. 13076, fol. 21 v., B. N.); 31 julio, a 1a abadía de Husillos (Arch. Epis
copal, Palencia).
72 HISTORIA DE SANCHO IV DE CASTILLA
(1) Del 1. 0 agosto, Valladolid, real carta a la cat. de Avila (Ms. 9378,
folio 370, B. N., y Benavides, II, 331); y priv. a Santa María de la Iniesta
(T. González, V, 237; Quadrado, Zamora, 559; Fernández Duro, Hist. de
Zamora, I, 483). El 5 agosto, Roa, real carta a la cat. de León (núm. 315);
14 agosto, Cifuentes, a la cat. de Calahorra (núm. 316); 20 agosto, Huete.
a las Dominicas de Zamora (Salazar, Casa de Lara, III, 138, y Fernández
Duro, Hist. de Zamora, I, 495).
(2) Uniendo los datos de la Crónica con el itinerario documentado del
rey, puede fijarse el nacimiento de don Pedro hacia fines de julio o primeros
de agosto de 1290; en priv. rod. de 14 oct. (Arch. M. Cáceres) ya aparece
don Pedro. Casó don Pedro con doña María, hija de Jaime II de Aragón.
la Navidad de 13n (Zurita, I, 445). Fué señor de los Cameros, Almazán,
Berlanga, Monteagudo, Peza, Viana, Cifuentes, Alcocer, Peñaranda, Bela
mazán, etc., mayordomo mayor de Fernando IV, tutor de Alfonso XI, y
murió desgraciadamente en la vega de Granada en 1319. Heredólc su hija
doña Blanca, y yace en las Huelgas de Burgos (Flórez, R. C., II, 540). Be
navides (op. cit., I, 307) dice que no dejó hijos, acaso porque no vió citada
a doña Blanca en el testamento que publica de don Pedro, otorgado en Sevilla
a 9 de mayo de 1317 (Benavides, II, 865); y se equivoca al decir que fué
cuarto hijo de Sancho IV, pues en realidad fué el quinto. El infante se
manda enterrar en las Huelgas de Burgos, donde Amador de los Ríos (Bur
gos, 736), y Rodríguez López (op. cit., II, 269) dicen que está su sepulcro.
El Cronicón de Cardeña ( ed. cit., 378) dice que "yace enterrado en las Huel
gas". En los Linhagens (277), al hablar de él, dice "que se perdeo na veyga
de Graada (después del desastre con los moros) e non foy achado morto
nem vivo"; también señala su matrimonio (pág. 157) y que fué padre de
doña Blanca, la que casó con don Pedro de Portugal. Rodríguez López (op.
cit., I, 234) dice que doña María, viuda del infante don Pedro, y después
de casar a su hija doña Blanca con don Pedro de Portugal, en 1328, tomaba
posesión del señorío de las Huelgas de Burgos. La Crónica de 1344 (Ms. 1344,
Biblioteca Nacional) dice que don Pedro "fué muy honrado fidalgo". Según
Salazar (Lara, III, 187), Sancho IV le dió a su hijo don Pedro el señorío
de los Cameros con protesta de don Juan Alfonso de Raro, nieto de Alvar
Díaz y último sobrino de don Simón Roiz. Por las cuentas reales sabemos
SUSPICACIAS DE DON TUAN "1ÚÑEZ Y DOLENCIAS DEL REY 73
que fué ama de don Pedro doña Marina Suárez, quien recibe mercedes de
la reina. Hacia 1293 se pagaban 1350 mrs. "a Bartolome Rinalt por joyas
que la Reyna compr6 dél para dar a clonna Marina Suarez, ama del Infan
te don Pedro" pág. LXXVII) ; a 24 noviembre 1293 se daban 2.000 mrs. "a
Donna Marina Suarcz, por carta de la Reyna, para quitarse de Burgos,. et
para levar al infante don Pedro" (pág. LXXVI) ; también se dan 4.000 mrs.
"a donna Marina Suarcz, para quitaciones et vestir de casa del Infante don
Pedro, por cartas del Rey et de la Reyna". En las Cuentas figura asimismo
"Johan Royz de Burgos, amo del Infante don Pedro", que recibe 300 mrs.
"para vestir" el año 1293. Fué su ayo el noble caballero don Tello Gutié
rrez (v. pág. 27), justicia mayor de la casa del rey; en Cuentas de 129-1-
se lee: "Al Infante don Pedro, por cartas del rey e de la Reyna, por su sol
dada, et por minguas de la tierra, et recibi6los por él don Tello su Ayo"
20.000 mrs., etc. (pág. XC). En varios documentos aparece "don Tel10, Jus
ticia Mayor de Casa del Rey e amo del Infante don Pedro"; entre otros, a
uno de 26 junio 1298 (Benavides, op. cit., H, 168). En documento de 1307
(Orden de Santiago, A. H. N.) figura don Juan Rodríguez de Rojas como
mayordomo mayor del infante don Pedro. Fué su confesor el franciscano
Fray Pero Pérez, que aparece como albacea en el testamento del infante,
quien deja "a Garcia Fernandez mi ayo, X mil mr. por servicio que me
hizo" (Benavides, II, 865).
O) Crón., 83. Zurita, I, 343 v. De los compañeros del pertiguero ya co
nocemos a Charino, a Florián v a Cabellos de Oro. Lope Rodríguez (que la
Crónica llama erróneamente Gutiérrez) y Ruy Gil de Villalobos son hijos
del ricohombre don Ruy Gil de Villalobos, la familia más poderosa después
de Raros y Laras (v. pág. s. 87 y 89).
74 HISTORIA DE SANCHO IV DE CASTILLA
don Diego López de Raro. Mal augurio era para el rey Bravo
tener como enemigos Raros y Laras (1).
Por su parte, Sancho IV tampoco descuidaba la cuestión
diplomática, y desde Ruete había mandado a Garci Fer
nández de la Peña con misión de proseguir las negociacio
nes con Alfonso III; pero, según afirma Zurita, el mensajero
apenas fué escuchado (2).
A estas fechas los preparativos bélicos están terminados
y las tropas castellanas prontas para asediar el castillo de
Moya; mas la fatalidad se interpone y todo queda en sus
penso, pues el rey, en vez de mejorar, cae vencido por la
cuartana que avie doblada, primer amago de la cruel dolen
cia que le llevaría al sepulcro (3).
La noticia del proyectado avance sobre Moya llega al rey
aragonés, quien con don Juan Núñez y don Diego López de
Raro se dirige a Albarracín y después a Teruel, donde se
informa de la gravedad de don Sancho, circunstancia que
procura aprovechar. Así, mientras en Cuenca Sancho IV era
<<desamparado de los físicos por muerto>>, Alfonso III con don
Juan Núñez y don Diego López de Raro, los enemigos de an
taño ahora reconciliados por un odio común, corrían· tas tierras
de Molina, Sigüenza, Atienza, Berlanga y Almazán (4).
Las inicuas leyes de la guerra ·permitían a los coligados
asolar las tierras de Castilla cuando su rey luchaba con la
muerte.
(1) Zurita, I, 344. Coordinando la fecha de los pactos con Alfonso III
(22 de agosto) y la llegada del rey a Huete (hacia el 20), podemos pensar
que la batalla de Chinchilla debió ser después del 14 de agosto, que el rey
estaba en Cifuentes; quizás llegó a Huete el 16, desde donde, según la Cró
nica, mandó sus gentes sobre don Juan Núñez, al que alcanzan en Chinchilla
tal vez el 17 ó 18 de agosto.
(2) Zurita, I, 344. La Crónica no habla de este mensaje. Para Fernán
dez de Pina, v. el cap. XIV, pág. 125, nota 2.
(3) Crón., 84. El doctor Simón y Nieto (Una página del reinado de Fer
nando IV, pág. 15), estudiando el curso de la enfermedad de Sancho IV, dice
que con aquellas cuartanas padecidas en Cuenca se inicia el mal que acabó
su vida, como se verá en el capítulo XX.
(4) Zurita, I, 344. Crón., 84. Esto debía ocurrir el mes de octubre, que
se fechan en Cuenca varias cartas reales: el 5, a Diego Pérez de Fe (nú
mero 323); el 6, a la Orden de Calatrava (núm. 324); el 14, conf. de fueros
a Cáceres. (Arch. M. Cáceres. Ulloa y Confín, op. cit., 108. Loperráez, II, 265.)
SUSl'IC'ACIAS DE DON JUAN NÚÑEZ Y DOLENCIAS DEL REY 77
(1) Crón., 84. Zurita (T, 344) dice que después <le llegar Alfonso y sus
gentes hasta Berlanga se retiraron con "buena presa de ganados", yendo
luego a Cataluña.
(2) Crón., 84. De estos personajes nos son conocidos don Alfonso de
Molina (T, 34 y 222), don Juan Fernández (I, 221), Esteban Pércz Florián
(I, 26, 49,150; y cap. XII, pág. 41) y Alfonso Godínez (cap. XI, pág. 8 y s. s.);
a García López de Saavcdra · volveremos a encontrarle adelante, lo mismo
que al ricohombre don Juan Rodríguez de Rojas. Alfonso Pérez debe ser
el "Alfonso Pérez ele la nuestra Cámara, nuestro escribano" que menciona
Sancho IV en sus cartas. A 16 enero 1288 (núm. 177) le hacía una donación,
junto rnn Pero Sánchez, también de la cámara y su escribano, "por seruicio
que nos fizieron et fazen". Parece eran tío y sobrino, pues en las cuentas de
lo que se <lió "para vestir la compana del ·Rey" vemos entre los "que an
dan con el Rey en la Cámara'' a "Alfonso, sobrino de Pero Sánchez", que
recibe nueve varas de viado (para manto y pellote) y tres y media de paño
tinto (para sayas y calzas) pág. LXXIII. Su sueldo en palacio, entre los
"Oficiales", era de 240 mr. {págs. CII y CXX). Alfonso Pérez de la Cámara
figura mucho en la administración, como puede verse en las cuentas y docu
mentos de esta ohra. Pedro Sánchez de la Cámara poseía muchos bienes por
Medellín, que lega (con su mujér doña Sol) a la iglesia de Plasencia (fray
Alonso Fernández, Hist. de Plascncia. 1 S y 43). \'. además el doc. nÍlm. 5;-6.
SUSPICACIAS DE DO~ JUAN NÚÑEZ Y DOLENCIAS DEL REY 79
Córdoba (Ms. 13035, fol. 156. B. N.); al electo de Sevilla (Ortiz de Zúñiga,
op. cit., 146), y el 8 a los Dominicos (núm. 327). El 18 de diciembre ya está
don Sancho en Toledo, donde da una carta a la catedral de Calahorra (nú
mero 328). Acaso sea de entonces una carta de doña María al concejo de
::.\fadrid sobre yantares, fechada en Illescas a 27 de diciembre, pero cuyo
año no puede precisarse por deterioro del documento. (Lo publica Timoteo
Domingo Palacio, op. cit., I, 129.)
(1) Crón., 84.
(i) Estas palabras referentes a la reina son una variante de la Crónica.
(Ms. de la Acad. de la Hist., fol. 149 v.)
82 HISTORIA DE SANCHO IV DE CASTILLA
(legajo 732, A. H. N.). Este Nuño González era primo hermano de don Es
teban Núñez Churruchano por ser ambos nietos de Fernán Pérez Churru
chano y bisnietos de Pero Arteiro, fundador del linaje Churruchano, tan
extendido luego en Galicia. Don Esteban Núñez, merino del rey en León y
Asturias y Galicia (del cual hicimos mención en las págs. 85-86, II7 y 123
del t. I), era hijo de don Nuño Fernández y de doña Urraca; fué casado
con doña Teresa García de Campos, siendo padres de Juan Núñez, muerto
en tiempos de Fernando IV (Linhagens, 164, 384). En cuentas de 1285
consta se dieron ''a Esteuan Nunnez Churruchao XX mil mr. de la guerra"
(tomo I, pág. CLIX). Después de muerto en Alfaro don Lope de l-Iaro no
vuelve a figurar don Esteban .N úiiez; a 8 agosto 1288 ya no es merino. Re
cuérdese que Esteban N úñez Churruchano fué de los que "toviéronse con
don Lope" cuando en 1287 el de Haro escalaba el poder, frente a otro par
tido. (V. t. I, pág. 138, y Crón., 74.) En 1291, a 9 febrero, Esteban Núñez
Churruchano aparece como testigo en la garantía de Muño Díaz de Casta
ñeda en las paces entre Sancho IV y Jaime II (núm. 6o8). En la Distr. de
Huete se menciona un Alfonso Eañez Churruchano, vasallo del rey.
(a) Tomo I, pág. 167. Indicamos además en el tomo I que más adelante se
trataría de la genealogía de los Núñez de Lara, y ya ha llegado el momento
oportuno de hacerlo. El insigne genealogista Salazar y Castro (Casa de Lara,
III, 121, s. s.), a pesar de su gran competencia, incurre, sin embargo, en
error al pretender rectificar a otros autores, entre ellos, a Argote de Molina,
respecto a la descendencia de don Nuño González de Lara el Bueno, el que
murió en Ecija el año 1275. Dice Salazar que este don Nuño, casado con
doña Teresa Alfonso (bastarda de Alfonso IX de León), fué padre de don
Juan Núñez I y de don Nuño González II; y Juan Núñez I, casado con doña
Teresa de Haro (hermana del conde don Lope), tuvo por hijos a don Alvar
Núñez de Lara (el que murió en 1287, después del sitio de Arronches), y
don Juan Núñez II, que fué señor ae Albarracín, por su matrimonio con
doña Tere!-'a Alvarez de Azagra, señora de Albarracín; este don Juan N ú
ñez II, señor de Albarracín, fué padre de don Juan Núñez III, de don Nuño
González III, de doña Juana Núñez, la Palomilla, y de doña Teresa Núñez.
Hasta aquí Salazar. Nuestra opinión, según queda expuesta en el texto, es
la siguiente: don Nuño, el de Ecija, fué padre de don Juan Núñez I y de
don Nuño González II (éste no deja descendencia). Este don Juan Núñez I,
casó con la señora de Albarracín, y tuvieron por hijos a don Alvar N úñez
(el que murió, sin hijos, en 1287), a don Juan Núñez II, a don Nuño Gonzá
lez III, a doña Juana Núñez, la Palomilla; a doña Teresa Núñez y acaso un
Ferrán Núi\ez, como luego se verá. Por tanto, los dos Juan Núñez I y II
del genealogista Salazar son una misma persona, y el que llama III es, en
realidad el II, que tanto figura en el reinado de Fernando IV. En cuanto al
matrimonio de don Juan Núñez con doña Teresa de Raro lo dejamos en
duda, que si acaso existió fué anterior y duró poco tiempo.
Pero fijémonos en lo que dice Salazar. Para este autor, el Juan Núñez,
señor de Albarracín, no fué hijo, sino nieto de don Nuño González, el de
84, HISTORIA DE SA:",CJ-10 IV DE CASTILLA
F.éija. De este modo, según él, don Juan Núñez I, muerto en 1276, fué her
mano <le don Nuño González II, y el don Juan Núñez, señor de Albarracín,
no tuvo más hermano que don Alvar Núñez, apoyándose, como argumento
central, en que no aparecen en documento alguno como hermanos el señor
de Albarracín y don Nuño Go!).zález. Sin embargo, la suerte nos ha depa
rado un documento que echa por tierra al argumento fundamental del ge··
nealogista de la Casa de Larci; el documento en cuestión, que se conserva
en el A. H. N. (leg. 1152), es una merced que hacen los Núñez de Lara el
2 febrero 1266 a la abadesa de San Andrés de Arroyo, y que dice así, para
empezar: "Don J ohan N unnez, vasallo de Sancta Maria Z sennor de Alba
rracin, Et yo Nunno Gonc;all, so ermano." Esta frase demuestra palmaria
mente el parentesco fraternal del señor de Albarracín y don Nuño Gonzá
lez; la prueba no pue<lc ser más concluyente. En cuanto a la supuesta muerte
de don Juan Núñez, hijo del de Ecija, que Salazar creyó ocurrida hacia 1276,
por carecer de noticias del personaje durante esos años, nos remitimos a lo
expuesto en el texto, donde se ve cómo estaba en Francia, y a la carta de 1276
al rey de Francia (V. pág. 60, nota 5). Otra prueba de que no murió
en 1275 es la cláusula del Tratado de Lyon: "Fuit etiam ordinatum quorl
nostouam Alvarazinnm recuperabitur a dicto Alfonso de Aragonia, rc~ti
tuatur proprietas domino J ohanni Nunii et erit in termino in quo erat tem
pore mortis predicti Fernandi primogeniti regís Castelle" (Daumet, op. cit.,
página 184). Respecto a don Alvar también existe prueba fehaciente de que
fné hijo del señor de Albarracín (y no hermano, como pretende Salazar);
esta prueba nos la da el sello de una carta ele don Alvar, fechada en 1276,
que Doriet D'arcq (op. cit., 477) describe así: "Dans le camp une croix
enhendée chargé de cinq coquilles, et cantonée de quatre marmites", justa
mente las armas de Albarracín y Lara, armas que usa don Alvar como hijo
de la señora de Albarracín y que en modo alguno podrían corresponderle si
fuera· su cuñado. Aquí conviene rectificar nuestra referencia del tomo I, pá
gina 96, acerca de don Alvar, en que, desorientados por los datos de Salazar,
creímos a don Alvar hijo desde luego del señor de Albarracín, pero de un
primer matrimonio de éste con doña Teresa de Haro. Queden ahora las
cosas en su punto. Don Alvar es hijo de don Juan Núñez ele Lara y de
doña Teresa Alvarez de Azagra, señores de Albarracín. Apuntamos antes
la posibilidad de otro hijo del señor de Albarracín en un Fernán Núñez,
cuyo sello describe Doriet D'Arcq (loe. cit.), igual al de don Alvar, a no ser
que se trate de una mala lectura de Fcrnán por Juan. Desde luego, si existió
ese Fernán Núñez debió permanecer fuera de Castilla o morir joven.
Aunque realmente después del documento de San Andrés de Arroyo ya
1:0 es necesario proseguir la argumentación, señalaremos, sin embargo, la
observación de Salazar que, fijándose en un priv. rod. ele 29 octubre 1289
(él dice erradamente 1288), señala que confirman "don Juan Núñez; don
Nuño González; don Juan Alfonso; don Juan Núñez, fijo de don Juan Nú
ñez; don Nuño González su hermano", sin añadir "su hermano" en el pri
mer Nuño González, a lo que puede oponerse, en cambio, el priv. rod., muy
bien conservado, que Sl' guarda en el archivo de la catedral de Sevilla, del
8 diciembre 1290 (núm. 327), en que claramente confirman "don Johan Nun-
SUSPJCACI.\S DE DOX TUAN NÚÑEZ Y DOLENCIAS DEL REY 85
ncz; don Nunno Gonzalez, sit hermano; don Johan Alfonso; don Johan Nun
nez, fijo de don J ohan Nunnez; don Nunno Gonzalez, su hermano". Lucg-o
las omisiones cometidas por los cscr.ibientes en estos casos nada significan;
unos callan el parentesco (acaso por considerarlo de sobra conocido) y otr.o~,
como el de Sevilla, lo consignan, con lo cual se reitera una vez más la segu
ridad de que el señor de Albarracín y don Nuño eran hermanos.
En cuanto a las fuentes, todas están conformes con nuestra afir1riació11.
La Crónica de Alfonso X, cap. XLVII, año 1275 (que intenta rectificar Sa
lazar), los Anales toledanos (ed. cit., 368), Cuarta Crónica (345). Los Linha
gens dicen categ6ricamente que don Nuño González el Bueno y doña Teresa
AJfonso fueron padres de don Juan Núñez y de don Nuño Gonzálcz, y que
este don Juan Nt'tñez "foi casado com dona Tereyja Aluarez filha de don
Aluaro Perez scnhor d'Aluarrazin, e fez en ella don Aluar Nunez, e don
Johan Nunéz e don Nuno Gonzalluez, e dona Johanaa Nunéz e dona Te
reyja Nuniz" (263 y 264). Loaysa, § 10, dice: "Domnus Nunio cum dompno
Johanne Nunionis, et clompno Nuni filitts eius". § 22: "Tune preffati baronrs,
Johannes Nunionis, N"unio Gundisalvi frater eius", pasan a Francia (1276);
luego no son tío y sobrino. Morel-Fatio, que sigue a Salazar, se extiende en
una nota, asegurando es esto error de Loaysa. No sabemos por qué habían
de equivocarse todos íos autores coetáneos que no estén acordes con lo que
opinaría siglos después un genealogista.
Podríamos rebatir uno por uno los demás argumentos un poco farrago
sos de Salazar y señalar algunas contradicciones geneal6gicas respecto a
doña Juana Núñez, la Palomilla, pero se prolongaría con exceso esta nota,
y para nuestro objeto basta con lo apuntado, después de lo cual•no es preciso
insistir sobre la exactitud ele nuestra rectificaci6n, que suprime la existencia
c\c ese ficticio Juan N úñez de Lara, muerto supuestamente hacia 1276.
Tenemos, pues, en resumen, que don Juan Núñez ele Lara el I, llamado
el Gordo o el Ma31or, señor de Albarracín, hijo de don Nuño el de Ecija,
vive hasta final del· reinado de Sancho IV (basta empalmar las biográflas
de los Juan I y II Je Salazar) y don Juan Núñez el II, llamado el Mo::o 'y
d <le fo Barba, señor de Molina, hijo de Juan Núñez I y que figura durante
el reinado de Fernando IV, es al que Salazar llama III. Finalmente, don
Juan Núñez III (IV de Salazar), personaje del reinado de Alfonso XI, es
sobrino de don Juan Núñez II (que muere sin hijos), por ser hijo del her
mano de éste, don Nuño González III. La biografía que da Salazar de don
Jtian Núñez II el Mozo (para él, III) adolece en los primeros años de erro
res si1rgidos por su equivocación respecto al señor de Albarracín.
En las Cuentas reales figura varias veces don Juan Núñez, distinguido
por el Mayor, percibiendo crecidas sumas en los servicios reales (pági
ginas XLII, L, LXVIII, LXXII, CXVIII). En las Cr6nicas también se le
suele llamar el 1vlayv1·; en la de 1344 le menciona algunas veces como don
Juan el Gordo (Ms. 10, 815, B. N., sin foliaci6n).
Don Nuño González II, hermano de don Juan Núñez el Mayor, ya men
cionado (t. I, 167, 212), seguía adicto a Sancho IV desde 1287, aunque con
una interrupción de sus confirmaciones en los privilegios reales durante el
período ele apogeo de don Lope el año 1288, como puede advertirse en los
86 .HISTORIA DE SANCHO IV DE CASTILLA
Las variantes ocurridas del 7 marzo de 1290 (núm. .296) al I,t mayo I290
(núm. 303) son las siguientes: A I4 1n1iyo don Fernando ocupa la sede vacante
de Avila. El P. Ariz (Hist. de Avila, fol. 38 v., 1.ª parte) fija equivocadamente
el episcopado de don Fernando de 1284 a 1292, y dice que está sepultado en
el altar de San Nicolás, en la igl<.>sia. Quadrado (Salamanca, Avila y Sego
via. Esp. y sus man., 381), valiéndose de datos de González Dávila, Ariz,
Cianea, etc., forma un episcopologio defectuoso, negando la posibilidad de
existir el obispo don Fernando, que tiene epitafio de 1292 (pág. 363), pero
como se ve no tuvo razón. Utilizando los Registros de Nicolás IV (ed. cit.),
averiguaremos que este obispo se llamó don Fernando Rodríguez y era deán
de A vila cuando a 7 marzo 1289 asiste en Santa María la Mayor de Roma a
la "composición entre don Dionis de Portugal y sus prelados; se le nombra
"discretis viris domino Fernando Roderici, decano ecclesia Abulensis" (Reg.
Nic. IV, 716). A 21 abril 1288 · era ya deán y el Papa aprobaba un be
neficio conferido por él (Reg N.1V, n1). A 19 marzo 1290 Nicolás IV pro
vee la mitra abulense, manifestando que, vacante la sede por muerte de don
Domingo, el entoncés deán Alfonso y Cabildo eligieron a Ademaro, obispo
de Huesca, "profesorem ordinis predicatorum"; pero el Papa se reservó la
SUSPICACIAS DE DON lUAN NÚÑEZ Y DOLENCIAS DEL REY 87
327-30) no señala que don Fernando fué antes abad de Covarrubias; dice
que la sede vacó desde enero de 1289, y aclara equivocaciones de otros ai1to
.res. A 22 diciembre 1289 el Papa nombraba obispo a don Fernando, abad
de Covarrubias, desestimando la petición del Cabildo, que proponía a don
Martín, obispo de Astorga (Reg. N. IV, 1873-1879). Hacia 1293 se promovió
pleito entre el obispo y el Cabildo por el uso que empezó a hacer aquél de
los préstamos, contra lo que el cardenal Pelayo. obispo albanense, había es
tablecido por autoridad apostólica. En 1295, los delegados del Papa senten
ciaron a favor del Cabildo (Risco, E. S., XXXV, 327-30). Por lo visto el
ex abad de Covarrubias era peligroso en cuestiones administrativas, y quizás
tuvieran razón los que le acusaron de simoníaco cuando su elección para
Toledo. En cuanto a don Gonzalo, arzobispo de Toledo, no sabemos si at'tn
seguiría contrario al ex abad que ahora imponían para la sede legionense
desde Roma. Don Fernando Rodríguez vivió hasta 1301; en este año, a 6
noviembre, Bonifacio VIII nombraba obispo a don Gonzalo, por muerte de
don Fernando (Reg. Bonif. VIII, 4217).
A 14 mayo confirma don Miguel, obispo de Oviedo, que sucedía a don
Peregrín (provisto éste a 25 febrero 1286 por Honorio IV. Reg. Hon. IV,
número 3n). Es raro que a 7 de marzo aún figurase en los privs. rod. como
vacante la iglesia de Oviedo, pues desde. 21 diciembre 1289 estaba nombrado
obispo el electo don Miguel, abad de San Ciriaco (dioc. Burgos), "per
obitttm Peregrini, apttd sedem apostolicam desessi". (Reg. Nic. IV, 1850-54.)
Don Miguel estaba en Roma, de donde vino con letras de Nicolás IV para
el rey Sancho, recomendándole como hombre "de vida laudable", honesto,
discreto, circunspecto, con dotes espirituales y temporales que demostró
"apud sedem". El Papa le concedió (a 20 julio 1290) indulgencias para los
que asistiesen a su misa de consagración. Murió el 4 octubre 1292 (E. S.,
XXXV, 215).
A 14 octubre 1290 (doc. cit. del Arch. M. de Cáceres) el arzobispo de
'foledo, don Gonzalo, ostenta el nuevo cargo de canciller de León y Anda
lucía (además de Castilla, que ya lo era); asimismo don Martín, obispo de
Astorga, es notario mayor en Castilla, León y Andalucía. (Véase el cap. XII.)
A 14 octubre confirma <lon Gonzalo, electo de Cuenca. Aquí debemos rec
tificar nuestra suposición (t. I, pág. ro) de que se tratase de un solo Gon
zalo. En efecto, como apunta Muñoz y Soliva, se suceden dos obispos del
mismo nombre, ahora que no en las fechas (erradas) que indica el acta de
elección aportada por este autor. Como en los Registros de Nicolás IV no
encontramos ninguna luz [Cuenca era sufragánea de Toledo], hemos de
guiarnos al menos por los privs. rod. A 20 diciembre 1289 (núm. 274) con
firma don Gonzalo, y a 30 (núm. 278) ya '.llaga Cuenca, lo mismo que a 7
marzo (núm. 296) y a 14 mayo de 1290 (núm. 303). Como electo figura a
14 octubre, a 8 diciembre 1290 (núm. 327) y a II enero 1291 (nt'tm. 329). El
30 enero 12~n (núm. 34r) confirma como obispo. Este es don Gonzalo Díaz
Palomeque, hijo de don Diego Palomeque y de doña Teresa Gudiel, según
Muñoz y SoliYa, trasladado en 1292 a Burgos y luego a Toledo, donde mu
rió en 1310 (op. cit., 96). En lo de Burgos se equivoca. A 16 enero 1299
Boni facio VIII traslada a don Gonzalo, obispo de Cuenca, a Toledo, mitra
SL'Sl'ICACIAS DE DO.'< TUAN XÚÑEZ Y DOLENCIAS DEL REY 89
(1291)
(Enero - septiembre)
(números 336, 337, 338, 339, 340 y 341); 29 a Alcalá (Azaña, Hist. de Al
calá, 162), a "don Gonzalo an;obispo de Toledo, primado de las Espannas et
nuestro Chanceller mayor en todos nuestros Reynos" (núm. 516).
(l) Priv. rod. a cat. Toledo (núm. 341).
(2) ·zurita, Anales, l, f. 343 v., al hablar de la conferencia que ha de
celebrarse en Montpellier con los Legados.
(3) Véase Zurita, I, f. 343 s: s.
(4) Juan de Acre era hijo de Juan de Brienne y de Berenguela de Cas
tilla (P. Anselme, Histoire généalogique et chronolo.qique de la maison de
France, des pairs et grands officiers, &, París, 1726, s. s., VI, 134; VIII,
518). En los Anales toledanos JI (ed. Huici, 361) se consigna el matrimo
nio de los padres de Juan de Acre: "Vino el rey de Acre dalent del mar
por a Toledo, e reciviolo el rey don Ferrando, e ficieronlo grand alborozo
en Toledo. Esto fue en viernes, en cinco dias de abril. De si fuesel a Sant
Yago, e de su venida casó con la hermana del rey de Castiella;
era MCCLXII. A. 1224." En privs. rod. de Alfonso X confirman los tres
ABENALAHMAR BRINDA LA PAZ Y ABEN.lACOB L~ GUERRA 95
(1) Zurita, ,lnales, I, 345 :;, s. Los enviados de Alfonso III a Castilla
iueron Guillén de Castelví y Bernardo de Segalar. El 4 de marzo, en Va
lladolid, otorga el rey una carta a la cat. de Avila (núm. 346). Luego, ya
en Palencia, se dan las siguientes cartas reales, el mes de marzo: el 10, a
Villafrades (núm. 347) y al monast. de Sahagún (Indice. A. H. N.); el 19,
;.. León (núm. 348); el 22, al monast. de Sta. Clara de Allariz (núm. 349);
el 25, varias cartas a cat. de León (núm. 350 y Arch. C. León. Tumbo. fo
lios I07, 120, 137 v., 160 v.); el 27, al monast. de la Vid (T. González, V, 240),
y a León (núm. 351).
(2) \'. cap. :\11, pág. 50. Doc. de 15 septiempre 1291 (núm. 37r) }
Cuentas de NaYarra, t. V, fol. 14 v., Arch. de Navarra, Pamplona.
(3) Carta real al convento de Allariz. 22 marzo r291 (núm. 349).
100 HISTORIA DE. SANCHO IV DE CASTILLA
d 25 (en Palcncihuela del Conde), a cat. de Avila (núm. 356); el 27, a ca
tedral de Cartagena (Ms. 13075, f. 125 v.); el 29, tres cartas a la misma
(números 357, 358, 359). En junio, todavía en Burgos, d;, el rey sus cartas:
el I.'', a cat. de Avila (ní1m. 360); el 3, a cat. de Cartagena (núm. 36!);
a Briones (Ms. 8699); a las Húelgas ele Burgos (Rodríguez López, op. cit.,
487), y el 5, a cat. de Segovia (Arch. de la misma).
( 1) Zurita (I, 346 v.) dice que "casi a fin de abril-1291-se tornó a
tratar con el rey de Castilla". Alfonso III requirió las treguas con el ca~
tellano Martín Alvarez de Herrera, pero ni éste ni otros que estuvieron
luego consiguieron nada, y eso que intervino doiia Láscara, hija del empe
rador Teodoro Láscaro. Sobre las princesas griegas en España, ha escrito
Miret Y Sans: La princesa griega J,ascaris, condesa de Pallars en Cataluiia,
París, 1903: .Vm",'os doc11111cntos de las tres princesas griegas, Rcv. Hip.
Yol. X] X. Año 19o8. En el mismo doc. núm. 371 (15 sept. 1291) consta el
donativo de Sancho a doña Láscara.
(2) Cr6n., 85. La Cr6n. ms. de la Acad. de ta Hist. dicf· que fué el
arráez de Guadix. Respecto a la guerra con Aben Jacoh, la Crónica está
f:rrada, como se dirá luego. Las noticias de las hostilidades las tomamos
del Cartás, 392, y Aben Jaldún, IV, 130.
102 H ISTORL\ DE SANCHO IV DE CASTILLA
rrato (Palencia), nombrado obispo por Nicolás III, a 23 dic. 1278 (Eubel,
168). Ínteresantes son las numerosas cartas y privilegios que expidió San
cho IV en favor del obispo de Murcia confirmando sus privs. o dirimiendo
h,.s frt:cuentes contiendas de qtte se querellaba el prelado ante el rey. Véanse
ios uúmeros 4, 13. 61, 97, 98, 100, II5, u6, 148, 150, 151, 152, 153, 209,
23d, 239, 253, 254, 255, 256, 257, 279, 310, 313, 314, 357, 358, 359, 36!, 412,
413, 415, 418, 419, 421, 423, 448, 449, 499, 581. En doc. de 30 dic. 1289
(número 279) leemos "a don diego, ob. de Cartagena et de Murcia et al
cah. dessos mismos logares", pero generalmente, aun después de 1291, se
dice obispo de Cartagena, y Cartagena aparece en los priv. rod. Cascales
(op. cit., 507) habla del traslado a Murcia en 1291. En nov. de 1289 estuvo
l'n Toledo don Diego. V. cap. XI, p. 24. A 21 marzo de 1295 el ob. y cab. <le·
Cartagena cedían un sitio en la iglesia de Santa María la Mayor de Mur
cia para que la familia de Jacobo de las Leyes labrase un panteón para
sus descendientes "entre las actuales puertas de Cadenas y Sacristía ma
}Or" (Fuentes, Fechas murcianas, 31). En las vicisitudes políticas del reino
de Murcia, cuando las discordias entre Aragón y Castilla, el obispo don
Diego se inclinó, como castellano, al partido de Castilla. Véase la carta
de Jaime II (publicada por Finke, Acta Aragonensia, I, 95), en que.
muerto don Diego, pide al Papa nombre a uno que no le sea hostil (20 ene
ro 1301). Bonifacio VIII nombra sucesor a Martín, arcediano de Nájera,
el 5 diciembre 1301 (Reg. Bonifacio VIII, 4258). Don Diego Magaz murió
antes del 16 noviembre 1300, fecha en que Fernando García, maestrescuela,
y los canónigos de Cartagena anunciaban a Jaime II la defunción del obispo
Y le pedían permiso para su entierro en Murcia, como él deseara (Finke,
Acta, I, 96).
(1\ En Palencia da el rey algun~s cartas el mes ele junio; el 221 priv. rod.
al monast. de El Moral (P. Serrano, op. cit., I, 128; Ximena Jurado, op, cit.,
235, equivoca la fecha, pues dice es del 20. El Padre Serrano descuidó la
transcripción de confirmantes diciendo "don García, arzobispo de Santiago",
cuando debe decir "don García, arzobispo de Sevilla. D. Fr. Rodrigo, arzo
bispo de Santiago") ; el 23, al monast. de San Miguel de Escalada (Leg. 548,
A. H. N.; lo publica el Padre Fita en B. A. H., XXXII, 62); y el 25, a la
catedral de Segovia (Arch. de la misma). Acta capituloritm Praedicatorum,
Romae, 1898, III, 260. Fernández del Pulgar (II, 356), dice que este capítulo
104 HISTORIA DE SANCHO IV DE CASTILLA
turalmente amigo de las armas" en esa ocasión "se dejó arrastrar de sus
pasiones" (Lara, III, 141). Esto era en junio, y en mayo el de Lara anduvo por
Soria con intenciones de entrar en Aragón con mil hombres de a caballo y
grandes compañías de a pie, segím informaron en 'l'eruel (a 26 mayo 1291)
al infante don Pedro, gobernador de Aragón, que convocó gentes en Zara
g-oza para la defensa (Zurita, I, 347 v.).
(1) Núm. 371, este documento, conservado en una copia defectuosa, dice
Men Gutiérrez de Briteiros, pero es manifiesto error por Rodrígitez, pues en
la familia Briteiros no hallamos Gutiérrez. Men Rodríguez de Briteiros era
hijo de D. Ruy Gómez de Briteiros y doña Elvira Annes da Maya; casó con
doña María Annes y fueron padres de don Juan Méndez, Martín Méndcz,
María Méndez, Menda Ribeira, 'feresa Méndez, abadesa de Lorvaon; Gio
mar Méndez, abadesa de Celas (Linhagens, 153). Men Rodríguez de Britci
ros empieza a figurar en Portugal desde 1252, y luego en el reinado de don
Dionís hasta 1303; compuso trovas de "escarnho" (C. Michaelis de Vascon
cellos, Ajuda, II, 341). Debe ser el mi.smo don Mendo de Briteiros que figura
en las cuentas de la casa real castellana en 1294; en la página CXLVIII se
lee: "Et por el verdescur que! mandó dar el rey a don Meendo de Brite
ros, CCCCXX mr.", y en la página XXXIX dice: "A don Mcendo de Bri
teyros de los XX mil mr. quel fueron puestos en su soldada et a M. Meendez
(debe ser Martín Méndez, stt hijo), V mil et mas a ambos, X mil, que son
XXXV mil, ovieron VI mil DLXXXV mr". Como se ve era crecida su asig
nación. De los Méndez de Briteiros habla Salazar en la Casa de Silva, I, 137.
ABENALAHMAR BRINDA LA PAZ Y AHENJACOB LA GUERRA 107
(l) En ·septiembre de 1286 (ya electo don Fernando) el rey habla de "qlte
quando agora vin a Santiago ( en peregrinación) fallé muchas querellas"
(Documento fechado en Lugo el día 20, Arch. C. Lttgo). De Ruy Gómez de
Bollano se hizo mención en el t. I, pág. 158; véanse los documentos de :?2
julio 1284 (núm. 6) y 16 enero r288 (núm. 178). En cuentas de 1294 dice
que se dieron "a don Gonzalo de Bollanos XXIII mr. II.s.JII.d" (Cltentas,
página CXXXVIII); acaso sea un hermano de Ruy González. De los deser
vicios de Andrés Arias habla un documento de Fernando IV, 22 junio 1304
(Benavides, op. cit., II, 405). La ·carta de Fernán Rodríguez de Castro es
del 17 agosto 1301 (Arch. C. Tuy, t. 4. 0 de Privs. Reales). También por la re
gión leonesa había entonces algunos desórdenes, pues en octubre de ese año el
rey se dirigía "Allos concejos de Leon, et de Astorga et de Benavente et
de Mayorga et de Vallern;ia (de Don Juan) et de Mansiella", por razón de
que "algunos malfcchores andan entre uos forc;ianclo et robando los campos
et faziendo otros malles", y que recibían males "de caualleros et de otros
ornes poderosos que moran cerca de uos". Por esta causa todos se unen
contra los malhechores (Arch. M. León, caj. 1, núm. 37).
llO l:IISTORJA DE SANCHO IV I)E CASTILLA
(1) El Padre Flórez discute las. fechas del episcopado de Yáñez de No
voa y cree que el incendio del convento de los franciscanos fué mucho an
tes, cuando era chantre don Pedro (B. S., XVII, ed. 1789, págs. 104-9), pero
el Breve de Bonifacío VIII proveyendo sobre la cuestión es de 25 mayo 1296
(Reg. Bonif. VIII, no8, Potthast, 23345), y habla de diez meses la iglesia
sin culto, por tanto, el incendio ocurría en julio o agoato de 1295, según deduce,
con razón, M. Martínez Sueiro (Fueros Municipales de Orense. Orense, 1912,
página 35 s. s.). En noviembre de 1296 Fernando IV perdonaba al obispo los
deservicios que le hiciera, y también "en quebrantar el monesterio de los
frades Menores desse lugar" (Docs. cat. Orense, 224). El pleito siguió dando
juego años después, quizá hasta que murió don Pedro.
(2) Murguía (Galicia. Esp. y sus mon, 965) cita un articulo de Pío <le
la Sota [El convento de San Francisco de Orense] en que este autor cree
ver alusiones al incendio y al ob. en los capiteles; pero en éstos, muy enca
lados, Murguía no percibió figuras concretas. De todos modos surgió una
leyenda alrededor de la venganza de los frailes.
(3) El obispo don Pedro Yáñez de Novoa era hijo de don Juan Pé
rez de Novoa el Viejo y de doña María Ní1ñez, hija de D. Nuño González
Girón (Linhagens, 182). Beatriz González, prima hermana de Alburquerque,
estaba casada con Juan Pérez de N ovoa, sobrino nieto del obispo de O reme
(Linhagens, 172). Si es exacta la identifiación que hace doña Carolina Mi
chaelis de Vasconcellos, de Juan Vázquez Saraza con el trovador Juan Váz
quez de Talavera (Ajiida, II, 422), tendremos que nuestro obispo es tío del
poeta, pues Juan Vázquez Saraza es hijo de Vasco Pérez Saraza y de una
hija de Juan Pérez Novoa el Viejo [por tanto, hermana del obispo] (Linha.
gen.r, 164, 386), y en documentos de 1206 Fernando IV nombra a "Nuño Gon
~alvez de Novoa et a Johnn Uaasques ·sarac;a sus sobrinos [del obispo] (Dr:,
rnmentos cal. Oren.re, 224). Don Pedro Yáñez de Novoa fué elegido obispo
de Orense en 1277 (Eubel, I, n9); tardó en consagrarse hasta 1286, que
Bonorio IV, a 23 agosto, se dirigió a los obispos de Jaén, Burgos y Palen
cia para que le tomaran el juramento (Rcg. Hon. IV, 593). Flórez dice que
tardó tanto en eonsagrarse porque su elección tenía óbice y se fija en el
incendio, que lo supone, erradamente, ocurrido mucho antes (E. S., XVII,
AHF.'.'IALA II MAR BRINDA LA PAZ Y ABRNTAl'OH L.~ ca·i,:1rnA l rn
104, s. s.); otra, desde luego, debió ser la causa de la demora. Don Pedro
había sido chantre, y como tal aparece en doc. de 5 feb. 1257 (Doc. cat. Oren·
se, 179). En codicilo de 1286 el deán de Orense Alonso Pérez declara que el
obispo electo don Pedro le estaba debiendo 50 libras tornesas, 100 florines y
20 marcos. (Ms. 12872, B. N., y Doc. cat. Orense, 208). De 25 marzo 12/"7
son las constituciones sinodales del obispo don Pedro (Doc. cat. Orense, 2n).
El Ms. 12872, en B. N., contiene un Episcopologio de Orense, pero no aña
de nada a lo consignado por el Padre Flórez. Desde el reinado de Alfonso X
<:n los privs. rod., aparece vacante la sede auriense, hasta 1286; a 8 septiem-·
bre 1286 (núm. 127), Orense, vaga, y a 19 diciembre 1286 (núm. 140) con
firma "don Pedro, obispo de Orense". Don Pedro murió en 1308 (Eubel).
(1) Interesante es el documento que lleva fecha 14 de abril 1287 y se
conserva, en parte deteriorado, en el Arch. C. de Tuy, lib. 6.0 de F.oros. Del
obispo de Tuy don Juan Femández de Sotomayor hablamos en el t. I, pá
~i11a 122. y en el cap. XIII, pág. 90.
114 HISTORIA DE SANCHO IV OE CASTILLA
11ológicas, y una de éstas es fijar el viaje del rey a Galicia después, a fine-.
de agosto, cuando se comprueba su estancia en Santiago, los dlas 26 (nú
mero 362) y 29 de julio (Lópcz Fcrreiro, Hist. cat. Santiago, V, 258).
( l) López Ferreiro, Fueros, I, 376; la mañel'ia consistía, como se sabe,
en quedarse el señor la herencia del que moría sin hijos. Real carta de 8
agosto 1291 en Víllafranca (núm. 363). Ese año se pagaron 6.000 mr "a los
nuestros ballesteros-dice el rey-por su quitación que les dió Matheo...''
(número 371), quizás los que fueran con el rey a Galicia.
ABEN!\L!\HMAR BRl:-ll>A LA PAZ Y ABENJA('Oll LA <:UERR.\ 11 Í
( ! ) Esta traición que refiere la Crónica (pág. 85) puede estar relacio
mula con la connivencia entre Alfonso III de Aragón y gentes castellanas
en favor de Alfonso de la Cerda, de que habla Zurita (I, 343 v.). Acaso el
falsificador se lucrase simulando adhesiones al infante ele la Cerda, si es que
no había alguien interesado en ello.
(2) Crónica, 85. Salazar, Lara, JI!, 141. Esta doña Juana Núñcz de
Lara es conocida por la Palomilla; s·alazar (Lara, III, 188), prosiguiendo el
error indicado a propósito de don Juan Núñez, la hace primogénita del se
ñor de Albarracín, lo que es imposible, puesto que los dos mozos Núñez de
Lara (que ya figuran) son hijos también de la señora de Albarracín, como
se ha probado,. y doña Juana por estas fechas era niña. Coordinando sus
datos biográficos podemos dar como fechas aproximadas las siguientes: hacia
1284 nacía doña Juana, que tendría cinco años cuando la llevaron a criar
con la reina en 1289, y ya siete en este año 1291, al concertarse su matri
monio con el infante don Alfonso, que contaba cinco. En 1299, a los quince
años, se casó con el anciano infante don Enrique (hijo de San Fernando),
y en segundas nupcias, el año 13o8, con Alfonso de la Cerda, cuando tenía
veinticuatro. En. 1328 una hija de doña Juana (doña Blanca) se casaba con
don Juan Manuel. Salazar dice que murió en 1351, pero esta fecha es dis
cutible. El infante don Alfonso nació entre el 19 de diciembre de 1286 (nú.
mero 140), en que no aparece, y el 7 de enero de 1287 (Arch. M. de Villa
<'.i<'go, seg1í11 fotocopia que debo a la amabilidad de don Luciano Httidobro),
ns HISTORIA DE SANCHO IV D.E CASTILLA
pensambnto era la mis falaz d·= las ilusiones, pu~s al d·= Lara
no había p::d=r hum1.no que le s:ijetas= d~m1siaio ti=mpo.
A1·=mís, com) si no tuvfora Sancho sufici~nte preoct1pa
ci6n con las iniciati vas del señor de Albarracín, también su
hijo don Juan Núñez el Mozo empezaba ya la carrera polí
tica, exponfondo por su parte ideas propias y personaks aspi
raciones. Aquel verano manifi...:sta al rey un deseo bastante
atrevido y cuya realización sería fuente de nuevos contra
tiempos. El joven don Juan pretendía la libertad de un pe
ligroso personaje, eclipsado hacía tn:s años; éste era, el in
fante don Juan, hermano del rey, prisionero en un castillo
desde la tragedia de Alfare (1).
Entonces, s=a porque Sancho IV estuviese en ánimo de com
placer a los Núñez de Lara, o porque, como indica la Crónica,
achacas= los disturbios al cautivo y exclamara: <<sacaré al in
fante don Juan, mi hermano, de la prisión, e parars-e á a todo
esto>>; lo cierto es que manda traer al infante del castillo de
Curiel donde estaba, y lo pone en libertad el 24 de agosto, fksta
de San Bartolomé. En tal determinación tenía no poca parte la
clemencia de doña María, que, siempre magnánima, aboga
también en pro de su cuñado, quien tan mal había de corres
ponderle (2).
Al día siguiente de su liberación, el yerno del difunto
conde de Haro perdonó <<a todos cuantos fueron en su pri
sión», y tomó por legítimo heredero de don Sancho el prín
cipe Fernando, su sobrino, <<e besóle la mano>>. La cordiali
dad parecía restabfociia entre los hermanos, y el rey abona
1.600 maravedís <<al infante don Juan, nuestro hermano, para
despensa del mes de agosto>>. Un cronista, hablando del pri
sionero, dice que Sancho <<soltólo a ruego de don Iohan Nún
nez de Lara, fijo de don Iohan Núnnez el Gordo, que fizo
por él omenaje que lo siruiese>>. A mucho se comprometía
don Juan el Mozo, garantizando la fidelidad del perverso in
fante, que después del cautiverio saldría tal vez con el espí
ritu más torvo, predispuesto siempre a las malas pasiones.
(1) Crónica, 85. Cn:11ica de 13.¡.¡. Doc. de 1.=; sept. 1;.:c¡1 (ní.m. 371 ).
(2) Véase t. J, pág. 6r. Micer Benito, que en 1285 recibió del rey el Puerto
de Santa María "por heredad con tal condición que toviese siempre una
galea armada muy bien para defendimiento de aquella entrada <le la mar con
tra Sevilla" (Crón., 70), había hecho después varias expediciones navales
por cuenta de Génova contra los pisano~ en 1286, 1287; a 'frípoli en 1288;
otra a Oriente en 1289 (Ann. Jan., 315, 317, 322, 324). No sabemos si man
tuvo la g-alera en el Estrecho, como se había comprometido. Argote (No
bleza, 245 v.) dice que de Micer Benito Zacarías "descienden los cavalleros
<leste apellido que en la ciudad de Xerez de la Frontera tienen su casa", cuyas
armas son: en escudo de cttatro jaqueles, el primero y último de oro, y los con
trarios, rojos. "Las lápidas de los Zacarías en pizarra cincelada se encuen
tran en el ·ábside de la iglesia de San Juan de los Caballeros, de Jerez."
(Nota que debo al escritor D. Hipólito Sancho.) El P. Anselme (Histofre
genealogique, VIII, 738) habla del señorío de Micer Benito en el Puerto de
Santa María. P. de Madrazo (S_c11illa y Cádiz. Esp. y sus mon., 75 7) dice
que Zacarías vendió el Puerto de Santa María a doña María Alonso Coro
nel, mujer de Guzmán el Btieno. Según O. de Zúñiga (r52) Guzmán lo ob
tuvo por venta o empeño de Zacarías.
AHENALAl·l:\IAR BRl'.'\l>A LA l'AZ Y AHENJACOB L.~ (il:ERRA 12]
(l) Documento nÍtm. 371. Brandao (Monarchia, V, 206) dice que "A
Chronica antigua e scu tresladador Duarte Nunes assentou que mandara el
rey don Dinis a Castella" sus mensajes el año 1291. El ''fijo del Infante"
portugués debe ser un hijo pequeño del infante don Alfonso, hermano de
Dionís. Acaso se trate de un bastardo. Don Al fon so, nacido en T263, tenía
veintiocho años en 1291. (V. t. I, pág. 172.)
(2) Crónica, 85. Zurita, Anales, I, 347 v. Muntaner, Crón., 340. Loaysa
(Página 3-Ú se equivoca al decir que Sancho supo la muerte de Alfonso 111
al volver <le las vistas de Bayona. pues éstas se efectuaron meses antes de
la muerte del rey aragonés. El Martín de Sayas, mensajero (que aparece en
c·uentas de 18 septiembre 1291, núm. 371), acaso sea el Martín de Sayas, <le
Calatayud, que figura entre los que juran a Jaime II en Zaragoza (M. H. E.,
III, 443). También en este documento de 18 septiembre 1291 (núm. :~71) está
la partida de Fernán Pérez de Pina, cuyo padre, Garci Fernández de Pina,
debe ser el mismo Garci Fernández de Pina enviado por Sancho IV ante
Alfonso llI, el verano de 1290 (V. cap. XIII, pág·. 76, nota 2), y que en 1291
jura en Zaragoza a Jaime JI (M. H. E., III, 440). Tanto el padre como el
126 HISTORIA DE SANCHO IV :OE CASTILLA
"son pagados a stt fijo Ferran Roiz" (Part. Aljamas). En cuentas de sep
tiembre 1291 (núm. 371), ya muerto don Esteban, se anota el pago de
1.8.00 mr. "a don Estcuan Ferrandez de los IV mili CCCX XII mr. que
le minguaron de las juderias de tierra de Leon, del anno pasado de la
Era ele MCCCXXVIII annos" (T290). Don Fcrnán Roiz, que ahora que
daba como jefe de la casa de Castro, era hijo del difunto don Esteban y
de doña Aldonsa Rodríguez; fué marido de doña Violante Sánchcz, has
tarda de Sancho IV (V. I, 30), de quien tuvo al célebre Pedro Fernán<lcz
de Castro, el de la Guerra. En los Linhagens se dice de don Fernán que fué
"muy boo mani;ebo e de grandes feítos'' (pág. 287) ''que foi o mclhor pas- .
tor d'Espanha e lidou com o infante don Fellipe e morreo hi" (pág. r7r).
Don Fernán sigue figurando mucho después del reinél;do de Sancho IV.
A 3 junio 1291 (Ms. 6899 B. N.) y 22 junio r 29r (P. Serrano, F11rntcs.
El 1\foral, 128) no se advierten variantes.
En priv. rocl. de 15 septiembre r291 (Docs. cal. Orense, 85) encontra
mos vacante la mitra gaditana, que ocupaba don Suero (V. I, 9, 215). En
tre los nobles castellanos falta don Diego García, de la casa de Villama
yor, y aparece en su lugar García Fernández de Villamayor; don Diego
era hijo de don García Fernánclcr. de Villamayor (mayordomo mayor de
San Fernando) y de doña Mayor Arias; tuvo repartimiento en SeYilla,
confirma privs. <le Alfonso X, y se dicé que de él descienden los Sarmien
tos. Fueron sus hermanos don Juan García, señor de Villamayor (mayor
domo de Alfonso X); don Fernán García de Vilh•mayor, señor de Calc
ruega, etc. (marido de doña Milia Rodríguez Manrique); don Alfonso Car
da, adelantado de Murcia; doña Urraca Garc:a de Villamayor (casa<la con
don Pedro Núñez de Guzmán); doña Mayor Arias (mujer de don Diego :Vfar
tínez de Finojosa), y doña Marina García de Villamayor (que se casó con
don Pedro Rodríguez Manrique), Salazar, Lara, III, 310. Don García Fcr
nández de Villamayor debe ser sobrino suyo, pero quizás no sea el García
Fernández Manrique, también sobrino ele don Diego (como hijo de doña
María García de Villamayor y don Pedro Rodríguez Manrique), que, sc
g1ín Salazar (Lara, I, 301), empieza a confirmar en 1298. En la Distr. de·
las Aljamas tienen consignaciones: en Burgos, r.ooo mr. Ruy González
de Villamayor, vasallo del infante don Fernando; en Medina de Pomar,.
Oña y Frías, 818 mr. García Fernández Manrique, vasallo del infante don·
Femando; y en Sigüenr.a, 4.730 mr. Diego Garci de Villamayor, vasallo,
dd rey. En cuentas de junio de 1294 consta el pago "a Johan García de·
Villamayor (t. I, pág. XXXIX), y en las de abril del mismo aiio se dice·
que dió el despensero, entre otros, "a Garcia Fernandez de Villamayor,
por mandado del maestre de Alcantara, que les mando el rey dar en la
morada de Paiares, a cada uno M mr." (pág. XCV).
A 15 septiembre 1291 confirma el infante don Juan (V. p. II9 s. s.); con-.
firma don Fernán Pércz, maestre de Alcántara. Según Radcs (op. cit., fol. , 1
vuelto s. s.), don Fernán Pérez Gallego era natural de la casa y solar de
Santa Marta de Hortiguera, en Galicia, hijo de Pedro García Gallego y
doña Teresa Maldonado. Se equivoca al suponerle electo en 1292, pues.
como vemos, confirma, por lo menos, desde el 15 de septiembre de 129r..
132 HISTORIA DE SANCHO IV P.E CASTILLA
como éste, en frente de Castilla buscase la unión con Sancho IV, para no
encontrarse entre dos enemigos.
(1) M. H. E., III, 452. Mttntaner afirma que Jaime, en Barcelona, soli
citado por los la Cerda, prometió ayudarles, pero Zurita (394) refleja lo con
trario. Rohde (154) dice que Jaime mandó en seguida a Martín de Oblitis
"ad tractandum trengam et conéordiam" con Sancho. En efecto, en doc. real
castellano de sept. 1291 se lee: "a 1vlartin Doblitas, que! mandamos dar para
una mula, DC mr. e para su despensa, mili mr." (Núm. 371.)
(2) Cartas del 15 a Juan Sánchez, adelantado de Sancho IV en Mur
cia, y a los almogávares y oficiales de la frontera de Valencia (M. H. E.,
III, 460, 461): el 17, a los oficiales de Albarracín, a Sangüesa (Arch. Co-
138 HISTORIA DE SANCHO IV 08 CASTILLA
nma Aragón, reg. 90, fol. 46), y el 19, a Berenguer, mayoral de los balles
teros de Sancho en la frontera de Aragón (núm. 372). Probablemente, al
armísticio siguió el canje de prisíoneros y quizás a esto se refiera el cloc. de
8 no,·íembrc I29I (núm. 381).
(1) M. H. E.. 1lI, 452, s. s.; esta interesante narración nos va guiando,
pues la Crónica ele Sancho no da detalles, y Zuríta no recoge los de aquella
narracíón. que. sín duda, no conoció. Parte de este relato lo publica tam
bit:n Fínkc en su Acta Aragonensia, I, 11. Tanto Fern•nch ele Luna como
Gudal son personajes de relieve.
(2) Crónica. Se;; Cartás, .1Q<;: Ibn Khaldoun, lV, r31.
(3) Crcíu., 86. F.n Toro el mes de octubre concede el n·y las siguientes
nll'rn:-c\es: el 1. al canónígo .Martín Sánchez (Solano (k Figuerna, ma
0 •
nuscrito citado. fol. 360): a León (núm. 374); el 3, a la cat. ele Zamora (nú
mero 37.;): d .¡., a Pedro Ro(lríguez ele Vivero (nfün. 376); el 6, sentencia
l'II un pkito entre el obispo y el concejo ele Zamora (Fernández Duro, H is
foria de Zamura. 1, 495); el 7, a León (Arch. I\L León, caj. I, núm. 27).
El 16, parel·c que ya de viaje, fecha el rey 1111a carta a don Juan Alfonso
de Allmrquerqne. pero el lugar no se ve claro (núm. 377). El 4 de noviem
bre, en Medina del Campo, carta a Pedro Rodríguez ele Vivero (núm. 379) ;
el II, conf. a Ribas ele Sil (T. González, Prfr·s. Corona Castillo, V, 149), y
"CREX[ME:\'T o'AMOR ET u'AMISTAT" )39
el 15, todavía en ~I edina del Campo, real sentencia a San Pedro de Arlan
za (núm. 383). Los scrYicios a que se refiere la Crónica son los prometidos
en las citadas Cortes de 1288 (V. cap. IX). Entre los muchos personajes
congregados en la Asamblea ele Medina del Campo está, ya sosegado, el
revoltoso don Juan Alfonso de Alburqnerque, que fecha allí una carta el
15 de noviembre (núm. 382).
(1) l\fontaner, 346. En el M. H. E., I I l. 433, Icemos que se Yieron "entre
Fariza et Montagut... als mollons", es decir. en los propios límites ck Ara
gón y Castílla.
(2l :11. T-T. E.. II T. 453.
140 HISTORIA DE SANCHO IV DE CASTILLA
mientre, pagadas por los quatro meses qual uos más quisie
redEs>>, añadiendo: <<et esto ponemos et dexámoslo a uestra
escogencia>>. Además prometía no libertar a los hijos de Carlos,
príncipe dé Salerno, que estaban presos en Aragón, sin con
sentimfonto de Sancho IV. Para garantizar los pactos debían
entregar cada uno de los reyes diez castillos en rehenes, y
hacer pleito hom~naje diez ricoshombres de cada reino {I).
· Firmado en Monteagudo el tratado preliminar, los reyes
emprenden camino, albergándose aquella noche en Serón, y
al vfornes sigufonte en Soria, donde s.;~ reúnen con la reina
liaría y la infanta Isabel (2).
El sábado l.º de diciembre, en la ciudad castellana, se
celebran <<ah gran honor>>, las bodas de Jaime II de Aragón
con la infantita Isabel, quien, acompañada por su ama doña
María Fernández Coronel, tendría que Esperar en el reino
de su futuro esposo hasta llegar a la edad núbil {3}.
(1) Las ,itadas dd M. H. R., III, y Rc1·. de ,.-lrchs. y núm. 389 sobre
no recibir en stts reinos respectivos ricoshomhrcs, judíos, moros ni mal
hechores.
(2) M. H. E., III, 463. San Juan de Acre cayó en poder de los infieles
el 18 de mayo de r29r, y en agosto Nicolás IV mandaba predicar la Cruzada
en el orbe cristiano.
(16 his) Tratado, núm. 384. El pacto matrimonial que publica el M. H. E.
hace constar que los reyes de Aragón y Castilla, ''escalentados dela amor
de la fe xpiana", huscahan la unión en esa boda para defenderse de los
infieles, frase idéntica que emplean en el tratado general (núm. 384), en el
cual no se alude al matrimonio, acaso porque quisieran hacerlo indepen
dientemente para que en caso de no obtener la dispensa siempre quedasen
firmes las paces. También hablan del parentesco los Atp1. Jan. (M. G. H.,
XVII, 338).
''CREXIMENT D 0 AMO,R. ET o'AMISTAT" 143
(1) Ntíms. 38.5, 386. Zurita, .149 s. s. Jaime daha die:~ castillos solo
como garantía ele las arras, y fueron: Uncastillo, Rorja, Roda, Daroca,
Somct y Ariza, que tenía don Lope Ferrench ele Luna; Malón, que estaba
en poder de don Guillén de Pueyo; Verdejo, en manos de Diego Pérez
Dcscorón, y Alquézar y Monchís, a cargo de Alemán de Gudal (M. H. E.,
III. Zurita, 349). Estos diez castillos no constan en el tratado (núm. 384),
pues se refieren sólo a las arras de Isabel. De 22 enero 1292 es la decla
ración de vasallaje por los c~stillos de Aguer, Alquézar y Monclús, hecha
por Alemán de Gudal a doña Isabel (M. H. E., III, 432). El Lº diciem
bre 1291, "sábado en la mannana", Soria, se fecha la carta ele arras cie
Jaime II a doña Isabel (V. núm. 386), y otra dándole a doña Isabel, "reina
de Aragón e de Sicilia, muger nuestra", "de gracia especial", para "todos
los tiempos de ucstra vida", 30.000 "soldas de reales" (V. núm. 385). Los
otros diez castillos que cada uno de los reyes se dieron como rehenes se
consignan en d tratado (V. núm. 384), en Zurita, 349, y l'd. 11. E., lII.
Además conocemos las declaraciones de guardar los castillos rcspccti,;os
hechas por don Tel10 Gutiérrcz (núm. 607), don Juan Alfonso de Haro (nú
mero 604) y Fernán Ruiz (núm. 391). Eri cuentas de 1293-94 consta una
partida de 800 mr. "a Garci López ... para la tenencia del castillo ele Aticn
za" (Cuentas, pág. XXXV). Sobre el castillo de Biar, véase el núm. 440.
0
A. Mediona se refiere un doc. X Kal. marzo (Arch. Cor. Arag., R. 99 fol. 3).
144 HISTORIA DE SANCHO IV DE CASTILLA
(1) Tomamos esta referencia del relato publicado en el 11,f. H. E., III,
pues Zurita sólo nombra algunos de los nobles, y en nuestro tratado (nú
mero 384) Sancho IV, al referirse a los ricoshomhres, dice "los quales
uos (Jaime) auedes escogidos, segunt se contiene en otra nitestra carta que
uos tenedes en esta razon". Tenemos también documentos de algunas de
estas garantías otorgadas a Jaime, como la del infante don Juan (núm. 605),
don Juan Alfonso de Haro (núm. 603), don Juan Núñez, señor de Molina
y Mesa (núm. 388), y las de don Pedro y don Nuño Díaz de Castañeda
(números 606 y 6o8). De cada uno de los nobles castellanos hemos hecho
ya referencia en diversos lugares; este hijo de don Fernán Pérez Ponce
que figura aquí debe ser don Pedro Ponce, el que ya a 21 noviembre 1292
(Arch. C. Zamora, lcg. 5, núm. 5) confirma como jefe de la casa (V. t. I,
83, y Linhagens, 157). A estas fechas debía haber muerto su padre don
Fernán Pérez Ponce, cuando su hijo ocupa ya lugar principal; acaso don
Fernán, adelantado mayor de la Frontera, m~triese a fines de 1291, en lucha
contra los africanos que cercaban Vejer. Aquí conviene rectificar un error
de conjetura respecto a la muerte de don Fernán, motivado por un des
cuido de copia; se dijo en el t. I, p:íg. 83, que a 9 mayo 1291 no confirmaba,
sic11do lo exacto que prosigue confirmando hasta el ítltimo priv. rod. que
conocemos de ese año (r5 septiembre 1291). Creemos que murió, por tanto,
después de esta fecha y antes del 16 enero 1292; lo mis probable, antes
de 1.0 diciembre 1291, en que se firma la paz con Arag6n. El no puntua
lizar el nombre del hijo de don Fernán Pérez Ponce parece indicar que
por entonces se supo la noticia de su muerte, y se le sustituía con cual
quiera de sus hijos. En Cuentas (pág. XLIX) de 1294 se menciona a "Pero
Ponce et a Ferran Perez su hermano, vasallos del infante don Fernando..."
(2) Tratado (núm. 384). Zurita y M. H. E., loe. cit., Como se ve, todos
son personajes principales de cada reino.
(3) M. H. E., III, 457. Esta noticia no se halla en la Cr6nica ni en
Salazar, Casa de Lara.
"CREXIMENT o' AMOR ET o'AMISTAT" 145
(1) M. H. E., !TI, 456, y Tarifa y la política de Sancho IV, pág. 12.
(2) Muntaner, 346. En el M. H. E., III, 458, dice que entraron en
Calatayud el "dimencres XIII", pero el 13 fué jueves. En Soria, a 8 di
ciembre, Sancho otorg6 una merced a doña Teresa Gil (núm. 387), y una
donación a doña Beatriz Fcrnándcz su hermana, debe ser "cormana" (pri
ma), hija del infante don Felipe (l\Is. 9378. fol. 424,. B. N.; el ms. dice sept.,
pero es equivocación, pues ese año, en Soria, sólo estuvo el mes de di
ciembre). Ortiz de Zúñiga habla de una real carta a Juan Mathe, dada en
Soria el 14 diciembre 1291 (op. cit., 147); en todo caso debió expedirla la
cancillería.
(3) Muntaner, 347. Desde entonces Jaime, en su correspondencia con
Sancho IV y doña María, los trataba de queridísimos suegros.
10
146 HISTORIA DF. S:\XCHO JY VE CAST! LLA
(1) Doc. del Areh. Corona <le Aragón, perg. núm. 388 <le Jairnc IT;
Zurita, 350, hace referencia a la mediación ele Sancho [V.
148 HISTORIA DE SANCHO IV PE CASTILLA
(1) V. pág. r6o, nota I. Cuentas, pág. LVIII. Ji. H. E., III, 451.
(2) M. H. E., III, 460. Rohde, op. cit., r2, r2. Finke, Acta, I, 12. Este
Guillermo de Manc!egoth, luego cardenal, es el canonista francés coautor
del libro sexto de las Decretales. Como es sabido, por entonces mandó pre
dicar la Cruzada Nicolás IV, y, entre otras fuentes, lo indican los Annales
Blandinenses y los .4nn. ColmarieHSes Maiores (M. G. H. Scrip., V, 32;
XVII, 217).
(3) Crónica, 86. El Cartá.~, 393. dice que el "emir de los mttsulmanC's''
.150 HISTORIA DE SANCHO IV DE CASTILLA
a quien por otra parte n.o le interesaba esa unión (1). Sin
embargo, al castellano sí le interesaba la unión peninsular,
como lo prueban sus gestiones para conseguirla, sólo que
desde un punto de vista muy distinto. Sancho la deseaba
para oponerse al moro y proseguir la reconquista; Jaime la
apetecía en esos momentos, como un apoyo contra sus ene
migos en el empeño siciliano.
Al plantearse el problema diplomático entre Aragón y
Castilla, a la muerte de Alfonso III, Sancho IV estaba en
mejores condiciones que Jaime II. El aragonés subía al
trono teniendo enfrente un serio problema internacional
que resolver, ya que no se allanaba a cwnplir el tratado de
<lehió salir de allí, pues en cuentas Icemos que se da una canfrlacl "a Domin
go Johan por carneros para casa de la Jnfante donna Isabel al tiempo que
la tcnie donna Teresa Alfoho" (Cuentas, pág. LXXXIV). Doña Teresa Al
fonso era tía de la reina, y en 1291 cuidaba del infante don Enrique (Cuen
tas, pág. LXXXIV); en las cuentas se dice que dieron "a donna Teresa
Alfonso XVIII varas ele Bruneta de Doay" por orden de la reina (pági
na LXX VIII). Dofla Isabel debía tener su casa organizada ron su particu
lar sen-icio; algunos nombres han llegado hasta nosotros, como "Beltrán
Alvarez, especiero de la reyna de Aragón; Jo han Ferrández de Zamora,
criado de la rcyna ele Aragón; Johan Pérez, espensero de la reyna de Ara
gón" (Cuentas, págs. XXXII, XLIX). Doña María mantuvo continua rela
ción con su hija. Ya a 30 marzo 1292 (núm. 407) Jaime II da una car.ta
para que pueda volver a Castilla sin ningún impedimento "Martinus I van
yes, portarius maior illustrissime domine regine Castella, Karissime con
sortis nostn· lator presencium ..." Este Martín Iháñez, portero mayor ele doña
~[aría. aparece en cuentas como recaudador de algunas juderías (Cuentas,
páginas XCIV y XCV). En m:;tyo <lcl mismo año 1292) don Jaime escri
hía "a la amada donna Maria Ferrandez, ama <le la muyt noble donna Eli
sahet Re) na d' Aragon et de Sicilia, mucher nuestra", entre otras cos;¡~,
agradeciéndole el "buen ordenamiento de casa de la reyna" (Reg. 92, fol. 71,
Archivo Corona de Aragón). Doña Isabel había nacido en Toro el año 1283
(Flórez, Reinas, TI, 537). La Cnín. ele Loaysa, § ST, dice que ''predicta in
fantissa tune (cuando las bodas) esset in etate septem annorum...", lleván
dosela Jaime ''in terram suam et eam tam decenter et honeste tractavit, sicut
decet nobilem quemlibct filiam consanguinei sui custodirc et tractare". K o
se señalan aquí las vicisitudes de la vida de doña Isabel, postc!riore~ a San
cho l\' porque no hacen al caso, reservándonos para un c~.tmlio especial
sohre esta princesa.
(l) Rohde, op. cit.', II. Bste autor se extiende en interesante exposición
de la política de Jaime con Roma y Carlos de Salerno, tema que trataremos
en lugar oportuno, cuando en él intervenga Sancho IV.
152 HISTORIA DE SANCHO IV DE CASTILLA
(1) Véanse los núms. 391, 409, 60,~, 604, 605, 606, 607, 608.
(2) Núm. 388.
(3) Crón., 86. Salazar, Lara, III, 141. Con el señor de Albarracín debió
marchar a Francia su hijo don Nuño González, pues a 21 noviembre 1292
(número 438) no confirma ninguno de los dos.
154 HISTORIA DE SANCHO IV DE CASTILLA
París, y que insertamos l'll nuestra Col. DipL (núm. 445). No tiene fecha.,
pero por su contenido se deduce que es del primer trimestre de 1292. Ack
más este intcrl'santc documento nos informa de otras embajadas anteriores
que hipotéticamente podríamos fijar así. El verano de 1291 Sancho IV mar:
daba a Francia al chantre de Palencia (V. cap. XIV). Lueg·o Felipe env:a
a la corte castellana (otoño 1291 ?) a Gil de Finncs y a maestre Jean Le
Duc, con los cuales le pedía la ayuda convenida (para lo de Gascuña, pro~
bablemeute), y Sancho contesta que le respondería más cumr,lidamente con
sus mensajeros. En efecto, poco después Sancho IV manda ante Felipe el
f-lermosu al chantre Juan Fernández (que ya había ido otra Yez a Francia
el verano anterior) y al conde Federico, con quienes se excusa de enviar el
apoyo militar por la guerra con los moros, pidiendo además un año de plazo
para efectuar el pago a doña Blanca. El conde y Juan Fernández llevaban
también misión ·de hablar de la paz de Arag-ón, como se cleduce <le las ins
trucciones de. Felipe a BouYille Y al arcediano. Este "conte Fredcric". em
bajador de Sancho IV, <lehc Sl'r el "conde Fadrico Pardo" que figura ('11
la corte castellana, cobrando diYersas sumas; en una ocasión se clan 2.000
maravedís "al conde Fredrico Pardo... por su quitación" (Cuentas, pá~:
na XXXV). En los Linhagcns (pá¡;. 342), al hablar de los Portocarrcros, s,,
dice que Martín Fcrnán<lcz el primero Yivió en Castilla y se casó con l nt,,
Fadriqne, hija del Conde Fadriquc !'ardo de J,0111bardía. Este i\Iartín Fcrná11-
dez era sobrino del Portocarrero que murió en 1289 al servicio de San
cho IV (\". t. 1, pág. 233). Acaso la embajada del conde y Juan Fern.índt'z
salfose de Castilla para Francia a fines de 1291 o principios de "l:::92. cks
pués del tratado de Soria, que Sancho se apresuraría a comunicar al fran
. c~s para evitar cualquier rozamiento. En cuanto a Rouville y maestre Juan,
creemos que fueron recibidos por Sancho, en Burgos, antes de abril de 12Q2.
Hugo de Bo~1ville figura mucho en el reinado de Felipe l\', como consc
_i<cro del rey, Jo mismo que bajo Luis X. En la Bnrnc/1c. en las crónicas y
rnentas francesas se le menciona reiteradamente (Rcc. hist. Francc, X X,
s8r. 612, 6<J7, y XX lT. 104, 150, 290, 298, 402. 536, 719, 764, 772). F.n las
Cuentas <le Castilla Icemos: "Por Alvalá del Abat de Vdladolit dicrr,n
carta a don Yugo que sacase X cahallos fuera del regno. e este don Y11,_..o
es camarero del rey de Francia" (pág. LXXX\'IT); se trata indudabk
mentt del chambrier Hugo de Rouville. No sabemos si el dato de las Cuen
tas se refire a la época de esta embajada, pues la cuenta es de septiembre
de 1293. El documento de las instrucciones de Felipe IV empieza recomen
dando afectuosas frases de salutación para el rey ele Castilla, su pariente
y amigo de quien mucho fía y cuya salud y huen estado siempre desea;
156 HISTORIA DE SANCHO IV DE CASTILLA
luego hace historia de las embajadas anteriores, lo cual nos ha guiado para
reconstruir las relaciones diplomáticas entre Castilla y Francia desde d
verano de 1291 a la primavera .de 1292. Daumet (op. cit., u2-3) hace refe
rencia a este documento, pero no lo publica.
(1) Núm. 445. Probablemente el monarca francés, poco informado de
los asuntos castellanos, pensaba en las treguas pactadas con Granada, sm
advertir que el peligro para Sancho estaba actualmente en Marruecos.
"cREXIMENT n'AMOR ET D'AMISTAT" 157
(1) Núm. 445. Creemos que si don Juan Núñez en persona no pasó a
Francia inmediatamente después que supo el tratado de Soria, al menos
a.ie!?.ntó mensajeros informando a Felipe tendenciosamente, puesto qut> por
t'ntrnces andaba bolliciando contra Sancho. La Crónica, pág. 86, habla de
los recelos del rey ante la marcha de don Juan Núñez a Francia. (Véase
la pág. 164, nota (2).)
(2) Nítm. 445. Las instrucciones de Felipe IV recomiendan a sus em
bi.j1tdores "In primus" la salutación de rúbrica, muy afectuosa, y el amm
cio de que había mandado "ad sedero Apostolicam" "espedales nuncios"
"per despensatione matrimonii". Pedro de Flota es el célebre personaje que
Juego tendría tanto relieve en la famosa cuestión entre Bonifacio VIII y
Felipe el Hermoso; sobradamente conocido no es preciso que señalemos
aquí todas las menciones que hemos hallado de su nombre en las crónicas
medievah.!S francesas ~ italianas. Interviene en diversas embajadas. En este
158 lllSTORJA DE SAXC!-10 IV DE CASTILLA
(1) Núm. -H5· Como \Tmos. Sancho argumentaba siempre la paz en
tre Felipe y Jaímc, principalmente sobre el parentesco. En cuanto a la ex
cusa para enviar el contingente mílitar a Francia era evidentemente justi
ficada, pues ya sabemos que desde principios de 1291 se habían agriado las
relaciones entre castellanos y benimerines. Lo que resulta realmente exa
g-erado es el -impuesto de que pudieran caer en manos del infiel los hijos de
Carlos de Salemo; Sancho, desde luego, no lo creía, pero le pareció una
razón grata a los franceses para alegarla en su favor al justificar el Tra
tado con Aragón. Al rey de Castilla no se le ocultaba la enorme dificultad ele
su situación pactando alianzas con dos potencias enemigas entre sí, y por
n,0 extrema su habilidad diplomática. Sancho rechaza además ante los
mensajeros franccs<'S cierta calumnia que por lo visto hahía llegado hasta
Felípc IV sobre una supuesta conquista <l<' Navarra por los reyes de Ara
gón y Casti11a, diciendo que esas gentes, propaladoras ele "ces paroles",
para romper la "honne amitic", "ont mentí malement".
160 HISTORIA DE SANCHO IV DE CASTILLA
(1) Según la Crónica (pág. 86), don Sancho aceptó la paz con Ara
gón "teniendo que non erraba al rey de Francia pues el pleito suyo era
contra el rey don Alfonso e non con otro ninguno". Luego dice que el
monarca de Castilla mandó esta embajada al rey de Francia para "contar
por cual razon pusiera el pleito con el rey don Jaymes de Aragon, e que
lo non pudiera escusar segund los fechos estaban pero que su voluntad era
de guardar el amor e el pleito que avía puesto con él":
(2) La Crónica sólo nombra al arzobispo don Gonzalo diciendo que le
acompañaban "otros omes buenos", pero por Loaysa (pág. 34) sabemos que
estos omcs buenos que iban con don Gonzalo eran "magistrum N icholaum
mediettm simm et Paschasium Martini, curie su.e judiccn", nombres que
también nos dan las Cuentas (V. pág. 164, nota (2).)
"cREXIMENT D'AMOR ET o'AMISTAT" 163
(1) Núm. 395 y núm. 438, entre otros. Además, durante ese año, al
encabezar los privilegios rodados, en la enumeración de los hijos, nombra el
rey inmediatamente desp1.1és del heredero a "la reyna donna Isabel de Ara
gon et de Sicilia, n1.1estra fija". La infanta doña Isabel no había vuelto a
ñg1.1rar en los privilegios desde que en 1285 nació don Fernando, heredero
varón. Al año sig1.1iente de la conmemoración ya no se la vuelve a incluir.
Loaysa (pág. 34) dice, hablando del tratado de Soria: "Et deinceps viguit
integra pax et amor inter reges predictus usque ad obitum regis Sancii
prelibati.''
Núñez, pues no siempre coinciden con las revueltas de este magnate. Debe
tratarse ele motivos personales. A 16 enero 1292 falta don Fernán Pérez
Ponce, probablemente por ·haber muerto en la guerra con los moros ( véase
página 144); entre los leoneses falta también don Juan Fernández, Cabe
llos de Oro, a quien ya conocemos (t. I, pág. 221). Como a este privilegio
rodado le falta la meda donde se inscriben el mayordomo y el alférez, no
sabemos quiénes lo sori a 16 enel'o 1292, pero Jo más probable es que siga
siendo alférez don Alfonso, el hermano de la reina, y que la mayordomía
la ocupe Cabellos de Orn, razón por la cual no figura en la columna de lo,
leoneses. A 21 noviembre de ese año (núm. 438) estos dos personajes des
empeñan los referidos cargos. A 16 enero 1292 vuelve a confirmar don Juan
Alfonso de Alburquerque (V. págs. ro6, 107, n5). De 1292 no tenemos otro
privilegio rodado posterior a 16 enero hasta uno de 21 noviembre (rní
mcro 438). que ya corresponde a otro capítulo.
CAPITULO XVI
LA RECONQUISTA
1292
(Abril - diciembre)
mita ssinon quando los reyes fazian hueste sobre moros". El motivo de
guerra con los moros justificaba en muchas ocasiones las extralimitaciones
de los recaudadores, que cobraban la "fonsadera" (tributo de guerra) "por
fuerza", sin respetar privilegios. Naturalmente tamhién se dan siempre
casos de excusa; parece es de este año la orden del merino mayor de Cas
tilla para que en determinados lugares no se recaude la fonsadera (núml!
ro 425). A 18 octubre 1292 el concejo de Palencia acordaba no retrasar
el pago de tributos y entregar todo "atan bien de los pechos de las fonsa
deras... " (núm. 435)
(1) Recuérdese lo que se ha dicho de las relaciones con los benimerines
en los caps. III, VIII (pág. 179), XIV y XV. Todos los antecedentes in
mediatos nos demuestran que Sancho proyectaba la campaña con antici
pación.
(Foto. G6mez 1ltw1eno.)
C.apí1el del claustro de la Catedral de León. Esa reina puede ser
dolla Maria de Molina. según opinión del señor OómH Moreno.
LA RECONQUISTA 169
(1) Véase Tarifa y la política de Sancho IV, págs. 20, 101; en la pág. n3
se publica el documento de 20 marzo 1294 en que Sancho García de Ma
deruelo da cuenta de lo que recaudó en los obispados de Segovia, Avila,
Osma y Sigücnza "por el ayuda que nos fue mandada para la cerca ele Ta
rifa" (V. además Cuentas, pág. LX). En junio de 1293 dieron cuenta los
recaudadores de la fonsadera en los obispados de Palencia, Burgos y Ca
lahorra "que fue dada por razon de la hueste de Tarifa el anno de la era
de XXX annos" [1292] (Cuentas, t. I, pág. XXIV y s. s.). El judío don
Samuel, amojarife del infante don Fernando, arrendó la "ayuda de los tres
servicios de las sacadas de Vieres, Benavente et Castro Toraf" (pág. LIX).
En junio de 1294 da cuenta Pero Roiz "del arrendamiento de los tres ser
vicios que prometieron para la cerca de Tarifa de las sacadas de Coria,
Cáceres y Badajoz" (Cuentas, pág. XXXIX). En el obispado ele Coria re
caudó la "ayuda sobre dicha de Tarifa" Diego Pérez de Palencia (Cuen
tas, pág. LIX). En septiembre de 1294 presenta cuentas Alfonso Michel,
despensero mayor del infante don Fernando, recaudador de los tres servi
cios "de la ayuda que fué prometida al rey ... para la cerca de Tarifa" reco
gidos en León, Mansilla, Mayorga, Villalpando, Toro, Zamora, Salamanca,
Ledesma, Riba de Coa, Salvatierra y Montemayor (Cuentas, pág. LXXX).
Gonzalo Díaz Aellón, fué "sobrecogedor de la ayuda que dieron al rey para
Tarifa en el arzobispado de Toledo" (Cuentas XCI). Amador de los Ríos
(His!or~a judíos, IV, 64) dice que don Yudah, ~mido a Rodrigo Yáñez, ade
lanto dmero al rey para la toma de Tarifa, pero en las cuentas (pági
na LXXXIII) figura Rodrigo Yáñez solo. Fernández y González (lnst.
170 HISTORIA DE SANCHO IV DE CASTILLA
<lo, sino consecuencia de la paz de Soria (\'. pá¡{. 194, nota (1 ). Tarifa y la
política de Sancho IV, pág. 18.
(1) Cuentas, Tarifa. cte., págs. 22, 2.~. y carta real de r8 diciembre 1292
(número 441).
(2) Real carta de 17 noviembre 1284 (núm. 27).
172 HISTORIA DE SANCHO IV DE CASTILLA
doña Margarita, con quit·n ya está casado don Felipe en 1315 (Reinas, II, 54).
En documento de 30 enero 131 I se habla de tratos matrimoniales del in
fante don Felipe con la primogénita del infante aragonés don Fadrique
(Finke,Acta Aragonensia, 702). A. Ballesteros Beretta publicó el testa
mento de don Felipe, hecho en Madrid el 12 de abril de 1327, en que declara
heredera a doña María, hija natural habida en Estefanía Gómez; esto en
caso de que doña Margarita no le dé un heredero legítimo (Un testamento
histórico, t. CCLI, pág. 166. España Moderna, año 1909).
(1) La carta de Jaime II a Alberto de Mediona es de 9 mayo 1292,
y la publica Giménez Soler (op. cit., pág. 31). Mediona, que había servido'
a los reyes Pedro III y Alfonso III, era persona muy considerada por Jai
me 11. Este año, por abril, le había dado la baronía de don Guillén de
Rocafull, quien había pasado al servicio del rey de Francia (Zurita, 1, 357 v.).
(2) Giménez Soler, op. cit., 31. Zurita habla de las campañas de Mon
tolíu, al lado de Lauria; era muy experto en las cosas de mar. (Anales, I,
.J42 v.) En documento de la catedral de Sevilla, precisamente de abril de 1292,
se menciona al capitán Esteban Bernáldez (Leg. 29, Sta. María, 17-4-21).
(3) Ibn Khaldoun, IV, 132.
(4) Crón., 86. En la reunión de Medina del Campo, en noviembre de 1291,
se habló de Algeciras, y en el documento sobre la polémica de la cruz alzada
entre los arzobispos. de Sevilla y Santiago se dice que éste iba "uocati per
12
178 HISTORIA DE SANCHO IV DE CASTILLA
res, Trujillo y Plasencia (op. cit., 233, y fray Alonso Fernández, Hist. de
Plasencia, pág. 45). Ortiz de Zúñiga (pág. 189), dice que Guzmán el B11e1w
asistió al cerco de Tarifa; en efecto, Fernando IV, en doc. posterior, señala
entre los merecimientos de Guzmán, el servicio que prestó a Sancho IV en
"la conquista que él fizo de Tarifa" (Benavides, II, 145).
(J) Núm. 426. Véase el cap. IV.
(2) Crón., 86. Ibn Khaldoun refiere que Sancho "comenzó el ataque por
armar las máquinas de guerra e interceptar los convoyes destinados a los
sitiados, mientras la flota ocupaba el Estrecho, quitándoles toda esperanza de
recibir socorros del sultán y sus hermanos lo musulmanes. Ibn-el-Ahmer
estableció su campo en Málaga para estar más cerca del rey cristiano, y desde
allí le mandaba tropas, armas y víveres" (IV, 132). La Crónica (pág-. 86)
dice que a Sevilla llegaron las naves que se armaron en Castilla, Asturias y
Galicia, "en que iban once engeños" que mandara hacer el rey. También,
como hemos visto. las e uentas hablan de cngeños. El Cartds, 393.
JI fSTOR [A DE SANCHO rv l)F; CASTILLA 180
(1) Tarifa )' la política de Sancho IV, págs. 24, 25, y Cuentas, pági
nas LXXXIII, XXXVI. La iglesia de Sevilla mandó una recua de pan para
Tarifa (Ortiz de Zúñiga, Anales, 133-52). En "la cuenta que dió Pero Mar
tínez, escribano de la reyna, de los maravedís que levara a Tarifa" consta
que "dió a Micer Rofin, en don. L mr. et dixo de parte de la reyna que ella
los recibia en cuenta" (Cuentas, pá¡r. XXXVI). ·
(2) Cuentas, pág. LXXXII.
LA RECONQUISTA 181
(li Crón., 86. Ortiz de Zúñiga, pág. 149. Algunos autores eqt1ivocan el
nombre del maestre de Calatrava llamándole Rodrigo Ordóñez ; también
yerra Benavides (op. cit., I, 419) al decir que cuando el cerco de Tarifa no
era maestre de Calatrava don Rodrigo Pérez Ponce. En un diálogo de 1310
(publicado por Finke, Acta, 776) entre el Papa y Vida! de Villanova, aquél
pregunta: "Et... daquels temps estegeren continuament gatees en lestret. Yo
repusili (Villanova) que hoc el temps, que rey don Sanxo tenía asetjada Te
rifa"; y ante alguna observación del Pontífice replica Villanova: "Sant pare,
gran salvament es destar aquestes galees en lestret." En priv. rod. de 1364,
Alfonso XI habla a los de Santander de los servicios qt1e le han hecho a él,
al rey San Fernando ''quando gano Sevilla", "al rey don Sancho nuestro
abuelo, que Dios perdone, quando ganó a Tarifa" (Col. Pedraja, t. I, fol., 375,
Archivo M. Santander).
(2) Cuentas de la Frontera, núm. 582, pág. CCCXCIX; como se ve, esta
deuda tardó en pagarse. Pedro de Costa es el conocido personaje que apa
rece varias veces en la historia de Aragón; figura como embajador de Jai
me II en junio de 1295 (Reg. Bonif. VIII, ed. cit., 163). Entre los salarios
que entonces se pagaran encontramos que se dieron mil mr. a Gonzalo Roiz
de Toledo "por su quitación de Tarifa" (Cuentas, pág. LXXXVI).
184 HISTORIA DE SANCHO IV PE CASTILLA
(1) La Crónica dice "desque la ovo tomada, fué muy cara <le mante
ner" (pág. 86). Guiard Larrauri (op. cit., I, pág. XIV) dice que Sancho IV
fomentó la industria de los puertos del Cantábrico para la construcción de
navíos, a fin de hacerse fuerte ante los moros. "Los mareantes y mercaderes
de estas partes pusieron entonces su negociación en Sevilla, y con la con
quista de Tarifa en Cádiz." De modo que el avance en la reconquista reportaba
inmediatamente una ventaja, pues ya Cádiz era puerto más seguro. y ma
reantes y mercaderes no tendrían que internarse hasta Sevilla.
(2) Ibn Khaldoun, IV, 132. El Cartás (pág. 396) dice que en Vulcada
(14 octubre-12 noviembre de 1292) dió Aben Alahmar a Sancho IV la for-
taleza de Alabet. ·
· (3) Tratado, núm. 384.
14) La C,-óníca de Loaysa (.pág. 36) dice que el rey. después ck nr-
LA RECONQUISTA 185
tidades para simples mensajeros, lo que nos hace suponer que tuvieran la
misión de transportar a Aragón los maravedís.
(1) Cuentas, pág. CIII.
(2) Tarifa y la política de Sancho IV, 29-33.
LA RECOJ>,QUIS1'A 193
pítulo XIV, pág. 131, y cap. XV, pág. 165 y no aparece maestre de San
tiago. Don Pedro Femández Mata, maestre desde 1288 (V. t. I, págs. 130-31),
sin dttda muere ese verano, acaso en la guerra de Tarifa, pues a 21 noviem
bre 1292 no confirma, y los autores dicen que asistió al cerco de la plaza
(V. atrás, pág. 178). Rades y Andrada (op. cit., 35 v.-38) dice equivocada
mente que murió en 1294, año en que fué electo su sucesor, y en el libro de
[,a Regla de la Orden (ya cit.) se fija su muerte en 1293, agregando que no
consta la fecha de la elección del otro maestre don Juan O sores, de quien
se sabe tuvo capítulo en Uclés el año 1294. A estos autores sigue Moreno
de Vargas (op. cit., fol. 333 v.). Pero estos datos están errados, pues a 11
diciembre 1292, en Mérida, don Juan Osores, ya "maestre de la Orden de
Santiago'', "por la gracia de Dios", dirige una carta a los alcaldes, alcaides
y, mayordomos de la Orden en tierra de León sobre recaudaciones (Doc. del
Archivo C. Santiago. Tumbo B, fol. CXIV v.). En priv. rod. de 2 de
mayo de 1293 confirma "don Johan Osores, maestre de la Caualleria de
Santiago" (Arch. M. León, caj. 1, núm. 39).
A ir noviembre 1292 encontramos la confirmación de don Pero Ponz,
hijo de don Fernán Pérez Ponce (V. la pág. 144) y de doña Urraca.
Gutiérrez (V. t. I, pág. 83). Don Pedro foé casado primero con
doña María Gil (hermana de Martín Gil de Portugal) y no tuvo descenden
cia; casó en segundas nupcias con doña Sancha Gil (hija de don Gil Núñez
de Braganza) y tuvo cinco hijos: don Fernán, don Rodrigo, doña Juana,
doña Isahel y doña Urraca (Linhagens, 157, 171, 288).
A zr noviembre 1292 sustituye en el adelantamiento de Galicia a don
Diego Gómcz (V. págs. ns y 132), nuestro antiguo conocido Pay Gó
mez Charino, el ex almirante poeta (V. t. I, cap. II, págs. 26, 109, 113),
a quien tendremos ocasión de nombrar otras veces. También a 2 r noviem
bre 1292 encontramos que a Fernán González Coronel (V. cap. XI, pág. 36)
le reemplaza en el merinazgo mayor de León Pedro Fernández Cabeza de
Vaca, hijo de Fernán Rodríguez Cabeza de Vaca y doña Urraca Nfüíez;
fueron hermanos suyos Fernán Fernández y Juan Fernández Cabeza de
Vaca (Linha.qens, 165). V. Pellicer, Casa de Cabeza de Vaca. En las cuen
tas se le menciona (pág. CLI, etc). A 21 noviembre 1292 tenemos como ma
yordomo a don Juan Fernández, Cabellos de Oro, y alférez a don Alfonso,
henñano de la reina, ambos ya conocidos.
CAPITULO XVII
(E nero-funio)
(1) Cuentas, págs. CIII, CIV. Parece como si don Guiflén estuviese en
la corte castellana vigilando los actos de Sancho IV.
198 HISTORIA DE SANCHO IV DE CASTILLA
(1) Cuentas, CIII, CIV. En 6 de enero I293 el rey hace una merced a
don Martín, obispo de Astorga (núm. 446).
(2) Cuentas, XCIV. No sabemos si doña Isabel estaba en Guadalajara,
pero es probable que aprovechase la oportunidad para ver a sus padres.
(3; Núm. 444.
REVUELTAS DEL INFANTE DON Tl.LAN Y HERENCIA DE MOLINA 199
(1) Zurita, J, 354. Crónica, 87. Probablemente allí no se fijó una fecha
determinada para la reunión de Logroño, sino que sólo se indicó el pro
yecto, para trabajarlo con nuevos tratos; debían convenirlo desde luego
directamente con Carlos II, a lo cual debió brindarse Sancho IV. Véase
la pág. 212, nota (3).
(2) Crónica, 87. Zurita (I, 354) interpreta esto como una astucia del
castellano para apoderarse de los rehenes franceses, en provecho de su po
lítica con Felipe. Decimos arriba que Sancho insistía en solicitar esa en
tre¡;:-a, pues, sin duda, ele antemano ya había expresado su proposición, y
muy prol,ablemente se contenía en aquellos "Capítulos" que llevó don Por
tales a Jaime JI a fines de 1292 (Véase págs. 190 y 191).
(3) Que los prisioneros franceses esperaban no lejos, se verá adelante,
pág. 205, nota (1). ·
202 HISTORIA DE SANCHO IV DE CASTILLA
ron a prender nueuas a Navarra et Aragon"; quizás estas noticias que bus
caban foe~en respecto a don Juan Núñez de Lara (Cuentas, pág. XXVI).
(1) Cuentas XXIII, XCI, XCII, XCV, CIII, CIV.
(2) Crón., 87. F.n Guadalajara dió el rey entonces varias disposiciones:
el 26 enero 1293 concede una merced sobre ganados al monasterio de Santa
F:ufemia de Cozuelos (Docs. Orden Santiago, núm. 53, caj. 18, A. H. N.,
204 HISTORIA DE SANCHO IV DE CASTILLA
meros 4l8, 48c¡). Roh<le se equivoca al decir que la entrega de los prisio
neros franceses en Tarazona se efectuó en junio (pág. SS); las cuentas nos
demuestran claramente que fué en febrero, según vimos ya.
(l) Cuentas, LII.
(2) La Crónica, pág. 87, dice que el infante se refugió en Palencia, no
torio error. La Crón. Ms. de la Acad. de la Hist. dice más exactamente Va
lencia (q11e es Valencia de Don Juan), y respecto a Castro, la Crónica no
dice cuál, pero en los Linhagens y en la Crón. de 1344 se dice Castrotorafe.
Tar1poco indica a cuál de los lugares llamados Pajares se refiere, pero por
el d,:tallado itinerario de las Cuentas vemos que se trata de Pajares de
Lampre:ma, villa de la provincia y partido judicial de Zamora.
REVUELTAS DEL INFANTE DON TUAN Y HERENCTA DE MOLINA 207
ñez el Afozo, quien quizás se disgustara con el rey por las pretensiones de
éste sobre el señorío de Molina (Véase atrás, pág. 204). Aunque cronoló¡ó
camente resulta un poco apretada esta última ·suposición.
(1) Linhagcns, 264. Salazar, Lara, III, 158.
(2) En los Linhagcns (264) leemos que don Sancho, al ace!'carse a Cas
tro, negoció "muito a a homra de dom Joham Nuniz, ca lhe deu mais de
LX mi!! marattedis em terra que del tiinha, e segurou o iifante dom Joham
e todos o scus que veessem per Castella e Leom e amdassem per hu quises
sem, seguros". La Crónica, pág. 87, dice que los rebeldes, viéndose "mucho
afincados, don Juan Nuñez avinose con el rey", pero el infante, al saberlo,
"desamparó cuanto tenia con grand miedo que ovo del rey", huyendo a Por
tugal. La Crónica de 1344 afirma "que quando el rey sopo como se fuera
el infantt de Castrotorafe, et que fincara y don Johan Nunez, et que tenia
y tanto mantenimiento que le bien podría abondar dos annos ouo conseio
si lo cen;aria o non", y los suyos le aconsejaron "que pleytease con él de la
mejqr manera que pudiese". Sin duda, el rey quiso evitar la lucha, aunque
estuviese bien preparado para ella, y optó por negociar; era una condes
cendencia más del monarca con la familia Núñez de Lara. No sabemos si
el rey llegó a pagarle a este don Juan Núñez los 60.000 mr. de que hablan
los Linhagens; en las Cuentas hallamos, tachada, la siguiente partida: "A
don Johan, el Moi.;o, para complimiento de su soldada del auno de XXXI,
XLVII mil DCCCXXIIII mr" (Cuentas, pág. CXCVI). Justamente la era
de XXXI es el año 1293, fecha de estos sucesos.
REVUELTAS DEL INFANTE DON TUAN Y HERENCIA DE MOLINA 209
ltig·a res vecinos a Granacla. Acaso este indicio nos lleve a sospechar cuál
pudo ser la causa de la escisión fraternal después de Tarifa. La villa de
Iscar que daba Sancho en cambio al infante la había heredado de doña
Urraca Díaz de Haro (V. t. I, pág. r9, y Crón. de Alfonso X, 64). Poco
después del pacto, a 9 de mayo, en Valladolid, se pagaban 4.000 mr. "a
Joh;in Gutierrez de Luque, et a Alfonso Perez de Baena, que vinieron al
rey con mandado de estos logares" (Cuentas, XXXII, LXXXV), segura
mente por razón del cambio con el infante. A 8 julio 1293, el rey confir
maba una donación hecha por el concejo de Córdoba ----9 junio 1293 - a
Fernán Díaz, que había conquistado Baena, Luque y Zuheros, lugares que
el rey había dado por términos a Córdoba (Benavides, op. cit., II, 439). En
los Linhagens se dice que se convino además "que ficase Castro Torafe do
;ffamte d0m Joham" y lo otro que tenía, "e desto se teue o iffamte dom
J olrnm por muito pago e por muito entregue". La Crónica de 1344 dice:
·'Et la pleytesia fue en esta guisa, que el infante don Iohan con toda sú
casa tornase para Castilla et fuesen seguros et comieren por sus dineros
sin ningnn Rc<;elo"... y "que le dio el rey don Sancho mas quelo que del
tenia, setenta mili mr. en tierra". En las Cuentas leemos: "a Ferran Comez,
ayo del infante don Johan, por mandado del rey et de la Reyna, para man
tenimiento de su casa, del anno de la era de XXXI {año 1293), II mil mr"
(p~¡óna LIII).
RE.VUELTAS DEL INFANTE DON JUAN Y HERENCfA DE MOLINA 211
ravedís, <<por pescado fresco que dieron para casa del rey
en Paiares>>, donde pasa la Semana Santa (1).
En cuanto el rey Bravo se avino con don Juan Núñez
el Mozo aquel mes de marzo, manda a Adán de Andosilla
<<a Navarra a don Juan Núñez>> el Mayor, con quien desea
reanudar amistad, aprovechando sin duda la coyuntura que
le ofrece la reconciliación con el hijo (2).
El miércoles l.º de abril salía el soberano de Pajares
camino de Zamora, donde se detiene hasta el lunes 6, fecha
en que dirige una carta en severos términos al noble arago-
11és don Artal de Alagón, en que le dice: <<Sepades que nos
dixeron que uos que tomastes auer del rey de Aragón et
de la Reyna nuestra fiylla sin su mandado et contra su
voluntat, en la qual cosa errastes mucho a ellos et a nos
et veredes uos>>, prosigue conminatorio, <<Dios queriendo, que
uos daremos nos a entender que nos pesa et que uos verná
mal por ello>>. El poderoso don Artal tenía algunos castillos
de las garantías de paz entre Jaime y Sancho, por lo cual
{l) Estos datos de g-astos e itinerario nos los dan las Cuentas, páginas
XXXI, XXXVI, XXXIX, LII, LV, LXXII, LXXIII, XCI. En la pá
gin:i. XLI se habla de "que diesen (los Dezmeros de Castro Urdiales) a Per
Lopez para cuerdas et fierro para los Engennos lo que oviese mester... " "Et
que dixieron Pero Perez e Pero de la Riba que dieron a los atijareros que
ac!uxieron esto a Burgos" 157 mr.; estas cosas bien pudieran ser para la
lucha contra los rebeldes. También ese año se dispensa el pago de diezmo
y portazgo a "Johan Alberte, en como metiese armas a Castiella"; al re
ca11dador de los diezmos de los puertos de Guipúzcoa se le piden "por carta
de !a reyna" "quantos dineros pudiese a ver"; y "por carta de pago del rey"
se le dan 3.400 mr. "a Johan Matheo, pora cosas que eran a servicio del
rey'', pág. XXIV. En cuentas de r294 se habla de "la fonsadera de Paia
res", pág. LI.
(2) .Este dato nos lo suministra una partida de las Cuentas, pág. CIV;
ya vimos cómo Andosilla fué también a Navarra en febrero (V. pág. 202).
Durante el mes de marzo la Cancillería expidió en Burgos los siguientes
rea!Ps diplomas: el 8, a Santa María de Oya y San Salvador de Barrantes
(número 452); el r2 a la Orden de Calatrava (Escrituras de Calatrava,
A. H. N.); el 18, a Cardeña (Berganza, II, 18o); el 20, a Vitoria (núm. 453)
y a la Alberguería del Pontón (T. González, op. cit., V, 34). Parecen de fe 0
cha equivocada. por no coincidir con el itinerario del rev ni -con la residen
cia ele la Cancillería; dos cartas reales de 3 marzo.· en· Santo Domingo de
Silos, y 8 marzo en Palencia (Arch, C. Córdoba:) y otra de 8 marzo en Va
lladolid {Loperráez, op. cit., II, 129).
212 HISTORIA DE SANCHO IV DE CASTILLA
éste le dice <<que los castiellos que uos tenedes por nos et
por ellos que los non tengades daquí adelantre>>. La defec
ción del magnate aragonés era un serio contratiempo (1).
Desde Zamora prosigue Sancho por Toro, Castronuño,
Tordesillas y Simancas a Valladolid, donde está ya el do
mingo 12 de abril (2).
Entretanto Sancho IV no desatendía sus compromisos
internacionales, y ese mes de abril se reunían en Pontoise,
con Carlos de Salerno, Carlos de Valois, fray Bonifacio de
Calamandrana y el obispo de Segorbe, dos representantes
del rey castellano: don Martín, obispo de Astorga, y maestre
Juan, chantre de Palencia, quien ya había estado en Fran
cia el año 1291. Los puntos allí discutidos y estipulados en
larga exposición serían tratados más ampliamente en la pro
yectada entrevista de Logroño, pues sólo era aquel docu
mento como una lista de proposiciones a resolver. Mientras
no parlamentaran frente a frente Jaime II y Carlos de Ná
poles no se adelantaría· gran cosa en las negociaciones (3).
(1) Núm. 455. Véase además los núms. 432, 433, 463, 465, 467, 469.
Zurita, T, 354 v., hahla de la sublevación de don Artal de Alagón, a quien
perdona Jaime U, por mediación del rey de Castilla, a 14 junio 1293.
(2) Cuentas, XCYIIL El maestre de Calatrava, mayordomo mayor del
rey recibe 15.000 mr. "de lo que alcanzara por la cuenta que diera por
, mandado del rey desque salió de Burgos fata que llego a Pajares fata que
torno a Valladolid", pág. LXXXIII.
(3) El documento de los debates de Pontoise, que copiamos en los Ar
chivos Nacionales de París, tiene la signatura J. 915, núm. r3, y fué dado a
conocer por Lecoy de la Marche en Les Relations politiques de la France
avec le Royaume de JJayorqu.c, París, 1892, en cuyo primer tomo, pág. 340,
transcribe algunos artículos. El escrito principia así : "Hic est tractatus
inter magnificum principem Illustrem Regem Sicilie ex una parte et... partem
M. Dei gratia Astoricensis Episcopum et discretum virum Magistrum J. can
torem palentinum N uncius serenissimi principis Regis Castelle"; y· al dorso
se Ice: "Tractatus Factus apud pontisarum Inter Regem Sicilie et Nuncius
Regí!' Castelle super Regnis et terris Sicilie Aragonum Valenciae, Barchi
nonc et Maiorice". Este documento no tiene fecha, pero Rohde (op, cit.,
página 48) acertadamente lo cree de abril de 1293, haciendo notar la equi
vocación de Lecoy de la Marche al señalar la reunión de Pontoise posterior
a Lc,g-roño. Más adelante recogeremos lo tratado en Pontoise, donde ya se
fijó definitivamente la entrevista de Logroño. Rohde analiza el Tratado de
Pontoise y habla de algunas cartas de Jaime II escritas en Barcelona, a 6
mayo 1293, sobre el armisticio acordado hasta la Magdalena (op. cit., 52 s. s.);
REVUELTAS DEL INFANTE DON JU.e.N Y HERENCIA Dt MOLINA 213
A 26 junio 1292 (núm. 428), Jaime II había dirigido una carta a Jaime de
Oblitas, desde Zaragoza, comunicándole que, con acuerdo de Sancho IV,
pactó treguas con el rey de Francia y con Jaime de Mallorca hasta la pró
xima fiesta de la Magdalena. La fecha 1292 que da este documento parece
equivocada, pues la tregua hasta la Magdalena se acordó en 1293. Zurita
dice que en junio de ese año, en Lérida, convino Jaime II con los embaja
dore~ sicilianos allí l!egados que se entrevistaría en la fiesta de la Magda
lena con Carlos de Salerno Y el ·rey de Castilia (Anales, I, 354 v.). Otra con
secuencia de la reunión de Pontoise fué la renuncia de Carlos de Valois, el
3 de mayo de 1293, a sus derechos sobre Aragón, comprometiéndose a aban
donar sus conquistas y devolver los prision.eros, si la isla de Sicilia era
restilttída a su suegro Carlos JI y si la paz resultaba de la proyectada en
trevista para la Magdalena entre Carlos II y Jaime JI (J. Petit, op. cit., 21).
Con el viaje del obispo de Astorga a Pontoise puede relacionarse el dato
de ias cuentas que habla "de los XL mil mr. de su quitacion-del obispo-,
del anno de la era de XXXI" (1293); probablemente es entonces también
cuando se abonan 300 mr. "a Velasco Pérez, escudero del obispo de Astor
gn... por un rocín que perdió en el camino de Francia, dol envió el obispo
por orden del rey et de la reyna" (Cuentas, págs. LII y LXXXII); quizás el
escudero fué al reino francés antes del prelado. No sabemos si "Pero Rox,
mandado de Monpesler". que cobra una cantidad en 1293, tiene algo que ver
con (•stos hechos (Cuentas, XXIV).
(lJ Cortes de León y Castilla, I, n7. Estas Cortes fueron muy impor
tantes, y los cuadernos otorgados a Extremadura, León y Castilla ofrecen
notorias variantes. El. conde de Cedilio, en su citada obra sobre impuestos,
trata de las Cortes de 1293 (pág. 383), diciendo que Sancho, al confirmar
los foeros, tendía a la unidad administrativa. Ahora conviene dar noticias
de otras Cortes celebradas por Sancho IV en Valladolid, el primer año de
su reinado, noticia desconocida qtte nos la da un documento fechado por el
rey ''en las nuestras Cortes de Vulladolit, cinco días del mes de deciembre,
214 HISTORIA DE SANCHO IV' DE CASTILLA
era de mill et trczientos et veinte et dos annos'' (Doc. inserto en uno de Pe
dro I a San Pelayo de Cerrato, lcg. u79, A. H. N.).
1) Cortes, J, r 17. Flórez (E. S., XXXVI, pág. CLXII) hahla de la
Hermandad que los concejos de León y Castilla hicieron en las Cortes de
Vailadolid de 1293. Entre los obispos asistentes a !as Cortes figuraba el de
Avila, a quien ;;e le pagaron 2.500 mr. "por las costas que fizo en las Cortes
de Valladolid" (Cuentas, pág. LXV); también se consignan diversos gastos
hechos durante "la morada de. Valladolid", o sea en la época de las Cortes
!_Cuentas, pág. XCIIIj. Años después, ya viuda la reina doña María, se
refiere al "ordtnamiento del rey don Sancho que fizo en la venida de Paia
res" (A. ReYilla, op. cit., pág. rnr).
(2) Cuentas, XXXVI. Ya en mayo debía estar otra vez distanciado
del rey su hermano clon Juan, pues en los cuadernos de Cortes se alude en
frase dura a los ino·vimientos malos e falsos del infante don Juan, tono
que, no se emplearía si la avenencia de marzo hubiera sido efectiva; ade
más ,::n los privilegios rodados de mayo no confirma don Juan (2 mayo 1293.
Archivo M. León, caj. I, núm. 39, y 23 mayo núm. 484). La Crónica (pá
gina 87), en su laconismo sobre esto, omite los pactos de Pajares, diciendo
que 1lon Juan Núñez se avino con el rey, pero el infante "fuese para el
reino de Portugal e dende fuese para don Juan Alfonso de Alburquerque".
La dé: 1344 dice que después de Pajares "tomose el infante para Castilla...
mas luego, a poca razon dixeron al rrey que el fablara en secreto con los
concejos et con algunos fidalgos en su deseruicio". A 2 mayo no confirma
tampoco don Juan Al fon so de Alhurquerque. En el capítulo siguiente vol
veremos a encontrarles.
RlWUELTAS DEL INFANTE DON fU;\N Y HERENCIA DI~ MOLINA 215
(1) Tarifa y la política de Sancho IV, pág. 48. lbn Khaldoun (IV.
132) y el Cartás (394) hablan de la embajada del arráez de Málaga, pero
no fijan la fecha de la partida; el segundo dice que regresaba a España en
la segunda decena de Racheb (I7 a 29 junio 1293); por tanto, había salido de
Granada a principios de primavern. Con el arráez iba el visir Abu Sultán,
el Dani. Sancho, sin duda, tuvo conocimiento de esta embajada, aunque tal
vez tardíamente; s11ponemos que hacia mayo se acentuaron sus temores res
pecto a los moros (quizás porque recibiera noticias más concretas de la buena
acogida del sultán a los granadinos), pues observamos en las Cuentas, que
entonces en Valladolid se les pagan 100 mr. a Diego Roiz, "que! enviaba el
rey a Cordoba''; otra cantidad a Martín Pérez, por carta de la reina, "para
espensa, qucl enviaba a la frontera"; y a Lorenzo Méndez, escudero de
Gonzalo Yáñez de Aguilar, "quel enviaba el rey a la Frontera", 150 mr.
(Cuentas, LXXXV).
REVUELTAS DEL INFANTE DON TUAN Y HERE~CIA DE MOLINA 219
ser los tres hijos de Carlos e.le Salerno, allí prisioneros, con quienes, sin
duda, estuvo Sancho los dos días que en San Esteban se demoró al volver
de Molina (Cuentas, pág. CV).
11) Cuentas, C, CI.
(2) En los privs. rods. de 18 mayo 1293 (Martín Lázaro, 21) y 23 mayo
(mímero 484) se dice "en el anno en que el Rey don Sancho gano Tarifa et
heredó Molina", asociando los dos grane.les acontecimientos ocurridos dentro
de doce meses.: a 4 octubre sólo dice "el anno que el sobredicho rey don
Sancho heredó Molina" (núm. 499). No sabemos si la reina acompañó al
rey a Molina; así parece deducirse de las Cuentas, donde se lee "un buey
que mandaron dar el Rey et la Reina al su huésped de Seles", lugar donde
estuvo el rey a la ida el día 8 de junío, y a la vuelta, el 21. De doña Blanca
<le Molina hicimos referencia en el t. I, págs. 34 y 124. El 8 de abril de 1293
doña Blanca amplió el fuero· de Molina (núm. 457).
un obispo dos del mismo nombre; para Quadrado, que se valió de datos de
González Dávila, Ariz, Cianea y un manuscrito de Gayangos, don Pedro
rigió la diócesis abulense de 1293 a 1312. Eubel (Hierarchia, I, 67) omite
a don Pedro. A 24 abril 1293 el rey da una carta atendiendo ciertos ruegos
de "don Pedro, obispo de Auila... et nuestro clerigo" (núm. 461). En las
cuentas reales letmos: "a don Pedro, obispo de Avila por cartas del rey et
de la reyna, que! mando dar el rey en ofrenda, IV mil mr." (Cuentas,
LXVII) ; probablemente esta ofrenda era para los gastos de la consagra
ción. Ya vimos cómo se !e abonaron al obispo don Pedro 2.500 mr. "por las
costas que fizo en las Cortes de Valladolid" (Cuentas, LXV). A 2 mayo 1293
confirma don Nuflo González de Lara (V. pág. 215, nota (2); no confirma don
García Fernández de Villamayor (V. pág. 131, 165, 195) y figura fray Domin
go, obispo de Silves; así, en el período de noviembre 1292 a mayo 1293 ocurrió
el fallecimiento de fray Bartolomé y la elección de fray Domingo. Fray Barto
lomé, monje de Alcobac;a, médico de Alfonso III de Portugal, ftté nombrado
por este rey obispo de Sil ves en 1268, y en 1270 ya confirmaba; el s de abril de
este año hizo con su Cabildo solemne declaración reconociendo como único
soberano del Algarbe a Alfonso III-contra las pretensiones de Castilla-.
Asistió al Concilio de Lyon, 1274, y según Fortunato de Almeida, murió
por los años de 1290 y 1292, fecha en que ya figura su sucesor (Historia
da Igrefa em Portugal, Coimbra, H)IO, t. I, pág. 634). Sin embargo, su
muerte pue<le fijarse-tomando el citado priv. rod. (núm. 439) de 21 no
viembre 1292-después de esta fecha. Fr. Bartolomé demostró con sus actos
ser muy portugués; a 31 enero 1287 renunciaba en don Dionís todas las
mercedes conferidas a los obispos Roberto y García por Alfonso X de Cas
tilla, por no considerar a éste como verdadero rey del Algarbe (Arch. Torre
<le Tombo, Lisboa, Gav. 14 mac;. rn, núm. n). El vizconde de Santarem,
(Relac., I, II4) al aludir a este documento, le da fecha de 1285; mas esta
adhesión al rey portugués no le impidió sostener con él algunos pleitos
en 1289 (Reg. Nic. IV, 457, 716, 1618). Brandao habla de él, negando que
fuese dominico, según afirmaban algunos (M onarchia, V, 43). Silves, su
fragánea de Lisboa (Eubel, Hierarchia), según dice Muñoz Torrado (op.
cit., pág. 4), dependía de Sevilla "y en verdad que consta esta sumisión.
que duró hasta fines del siglo XIV". Fray Domingo, a quien hallamos con
firmando en el priv. castellano de 2 mayo 1293, dice Almeida que aparece
ya como electo de Silves en 1292 ( en diciembre tiene que ser), era domi
nico, y en Castia, obispo de Avila (op. cit., I, 635). Si así fuera, antes
habría ocupado otra sede, pues en A vila, después del obispo Domingo,
hubo varios prelados hasta este año de 1293.
A 2 ma:yo 129_i confirma don Fernando, obispo de Lugo, iglesia que apa
rece vacante a 21 noviembre 1292, no sabemos por qué causa. De don Fer
nando hablamos en el cap. XIV, pág. 2o8. Confirma también a 2 mayo 1293
don Johan Osores, maestre de la Caballería de Santiago, Rades y Andra
da, como vimos atrás (cap. XVI, pág. 196) se equivoca al creerle electo
en 1294; dice que fué asturiano y sirvió lealmente a Fernando IV, murien
do en 1306. En la Regla de la Orden (pág. 132-35) leemos que en 1310, en
el capítulo general de Mérida, hizo un reglamento a la Orden, y renunció
REVUELTAS DEL INFANTE DON TUAN Y HERENCIA DE MOLINA 225
16
CAPITULO XVIII
1293
(]ulio-diciembre)
(1) Crónica, 87. Véanse los antecedentes de las discordias del infante
en el cap. anterior, especialmente págs. 209-214, nota 2. Durante la estancia
de Sancho en Burgos, el mes de julio, se dan las siguientes cartas reales:
el 1. 0 , revocando una sentencia en un pleito del obispo de Orense (Docs. C.
Orense, pág. 219); el 6, sobre excusados del obispo de Coria (Arch. C. Co
ria y Ms. 13078, fol. 101, B. N.) y a la catedral de Toledo sobre las deudas
de los judíos (Ms. 13095, fol. 15, B. N.); el 8, a los dominicos <IS! Toledo
(número 485); el 12, a Santa Clara de Allariz, "por rruego de la Reyna
donna Yolante nuestra madre" (núm. 486), y a San Millán de la Cogolla
(número 487).
(2) Cuentas, pág. CL El dato que dan las cuentas de ser huésped el rey
de don Juan Núñez corrobora la fecha de la reconciliación.
(3) Cuentas, pág. CI. La entrevista de Logroño se había fijado para la
fiesta de la Magdalena, 21 de julio. Después de la reunión de Pontoise se
acordó un armisticio hasta esa fecha. (Rob.de, op. cit., 53). En los Anales
232 HISTORIA DE SANCHO IV DE CASTILLA
Januenses (M. G. H., XVIII, 353). año 1293, leemos: "Insuper rex Karolus
ante dictus et rex Castelle et rex Aragonum in Navarra apud Grognum
insimul convenerunt de mense Iulii in festo beati Marie Magdalanae pro
faciendo concordia inter eos quod ad effectum perduci non potuit, licet antea
diutius esset tractatum de ambarum partium voluntate."
(1) Rohde (op. cit., 7, 49 s. s.) trata largamente del acuerdo de Pon
toise, donde todo queda en statu quo hasta la reunión de Logroño (V. el
cap. anterior, p. 212, nota 2. No hemos de extendemos aquí en la exposición
de asuntos que atañen exclusivamente al reino de Aragón. Sólo señalare
mos que si en Guaclalajara Sancho defendía en cierto modo los derechos
de Francia, en Pontoise se advierte que los representantes castellanos dis
cuten en pro de Jaime; era un procedimiento de equilibrio e imparcialidad.
En Pontoise se debió fijar la fecha para la entrevista de Logroño.
(2) Carlos II había dado su hija Margarita por esposa a Carlos de
ero donde eJtuvo ' , nzalo Oarc'a Oud \oledo.
1Basílica de. Santa M,u· ,1 l.( 1'\/\ i\sir. R1,ma.)
LA POLÍTICA INTERNACIONAL Y LAS "VISTAS" DE LOGROÑO 233
(1) <<Et Rex Castelle debet promittere quod bona fide laborabit quod
restituentur Sicilia quam redde tenet dopni Y acobi cum partinenciis et cum
omnibus Insulis quas tenebat et posidebat patri suus ante monta guerram"
(Arch. Nat. París. J. 915. Núm. 13, al dorso).
(2) El resultado de la paz de Anagni (1295) nos viene a demostrar
que sería Jaime II quien cediese. Sospechamos que en Logroño, aunque se
resistiera, ya empezaba a vacilar, pero sin descubrirse ante Sancho IV, de
cuya tutela quería librarse.
(3) \fase pág. 24,,;,_nota l.
(4) Zurita, I, 355 v. La Cróniw de Loaysa (pág. 36) dice que Car
los 11 "venit ad locum de Viana, qui est in fine Navarre, et dictus rex
Sancius mandavit figi tentoria in conterminis ínter memorata (sic) Lu
cronii et Viane" donde Carlos, Jaime "et ipse rex Sancius cum eis pariter
LA POLÍ1'ICA INTERNACIONAL Y LAb 'VISTAS" DE LOGROÑO 235
(l¡ Como sabemos, años de5pués se casaría Jaime II con Blanca, hija
de Carlos II, según acuerdo de la paz de Anagni (r295). Zurita (1, 354 bis)
dice que "los medios de la concordia que se trataban entonces... eran que
pretendía el príncipe (de Salerno) que el infante don Fadrique casase con
una hija suya y se le diese en dote la Isla de Sicilia", a lo cual no accedió
Jaime.
LA POLÍTICA INTE:RNACIONAL Y LAS "VISTAS" DE: LOGROÑO 239
ñcz "e otros ricos ornes e grandes gentes"; acaso en estas "grandes gentes"
vió Zurita "toda la compañía de la gente de guerra que tenía en Castilla" a
que alude en sus Anales. (Véase la nota 2 de esta página.)
(1) Véase la nota siguiente. Zurita (I, 355 v.) consigna la secreta protes
ta de Jaime II. Algo semejante haría por entonces don Juan Núñez de Lara.
(Véanse las págs. 252, 254.)
(2) Núm. 491. Zurita dice que Jaime cedió a Sancho-después de hecha
LA POLÍTICA INTERNACIONAL Y LAS "VISTAS" DE LOGROÑO 243
(1) Zurita dice que en Logroño "se acordaron las diferencias que los
ricos hombres de Aragon tenian con el rey". Sancho IV "tuvo por bien
que Bernaldo de Sarriá tuviese el Castillo de Xatiua y Asberto de Me
diona el de Castalla como los tenia... don Artal de Alagon: y que Ramon
de Vilanoua tuuiese el Castillo de Morella y Alberto de Mcdiona el de Biar",
como los tuviera don Pedro Fernández, señor de Ixar; Sancho levantó el
'juramento a don Arta] y a don Pedro (Anales, I, 354 bis). Véanse los nú
meros 521 y el 530, en que Jaime II alude a "quando ffomos a lo gronyo et
faulamos amos ados en rason daquellos que tienen los castiellos en fialdat
por vos et por nos". El núm. 469 trata de don Artal de Alagón. No sabemos
cómo Rohdc, que cita a Zurita, interpreta que Sancho IV fomentaba las dis
cordias de los nobles argoneses, y que Jaime II admitía en su servicio a don
Diego López de Raro, fugitivo de Castilla (Rohde, 57). López de Haro es
taba en Aragón con beneplácito de Sancho. Véanse págs. 140, 185. Más ade
lante encontraremos otra vez a este personaje. Antes de las vistas de Lo
groño (quizá en 1291) Sancho IV debió otorgar al de Aragón permiso para
sacar caballos de Castilla, pues en una carta de Jaime II a Sancho IV, de
23 julio 1294 (núm. 550), hace una reclamación sobre esto, diciendo que el
alcalde de Guadalajara alegaba "que vos (Sancho IV) quando fuestes an
tanyo en Logronyo, aviades revocado todas las gracias que aviades feytas
de sacar cavallos de vuestra tierra para Aragon".
248 HISTORIA DE SANCHO IV DE CASTILLA
no", 13.015 mr. con otros 480 por "levados a Logronno". Luego en otra parti
da se habla de lo que "fue dado por mandado de la Reyna para la despensa
de los reyes en las vistas de Logronno", como las grandes cantidades de
cuarenta y nueve docenas de congrios secos, 128 de pixotas secas, 171 vacas
y 160 carneros, declarándose en las cuentas que "estos congrios, et estas
pixotas e estas vacas e estos carneros fueron despendidos en el mes de julio
e de agosto en las vistas de Logronno". Luego leemos que Juan Mateo "dió
al repostero XCVI arrobas de cera para las vistas de Logronno, de amos
los reyes". También se hicieron gastos de otra índole, como 1.625 mr. por
mil cinco "varas de manteles que dio García de Maderuelo en Logronno"
y 451 "varas de fazalejas", con 70 mr. que "costo el alquiler de dos azemilas
e un orne que las levaron a Logronno". Todo esto sin contar el gasto dia
rio que ya conocemos, y a que se alude en diversas cuentas, como 53.767 mr.
"que dio don Gil d'Ubago a los ornes buenos de Logronno en conducho en
la morada que y fizíeron nuestro sennor el rey, et el rey d'Aragon en los
meses de julio et ele agosto de la era de XXXI"; 6oo mr. que se dieron "a
Gonzalo Fernandez de la camara et a Ruy Perez su hermano para las vistas
de Logronno"; 31.884 mr. "que mete Johan Bernalt", el despensero, por "la
despensa que el rey de Castiella e el rey de Aragon fizieron en la morada
de Logronno, fasta postrimero día de jullio"; 600 mr. "a Per Eannez
Maestrescuela de Lugo.... para la ida de Logronno"; 2.000 mr. "a Gil Aleon
para la mesa del rey ... en Logronno". Más otros gastos menudos, tales como
4 mr. de "escudillas e taiadores para las vistas" y 30 de "X candeleros e
X arcaces para las candelas destas vistas". Por cierto que las luminarias le
producen a Juan Alfonso de Arenillas mil maravedís, que recibe por "con
ducho de las candelas grandes que ardien ante los Reyes todo el mes''.
(Cuentas, págs. XLI, LIV, LXIV, LXVII, LXX, XCIV, XCV, CVI.
CXIII, CXIX.)
( I) Crónica, 87, Y Crónica de 1344.
250 HISTORIA DE SANCHO IV PE CASTILLA
(1) Cuentas, CXIX, CXXI. El Ramadán cayó el año 1293 del miérco
les 5 de ágosto al viernes 4 de septiembre, fecha precisamente en que ter
minaron su ayuno con la ración doblada.
(2) • Tarifa y la política de Sancho IV, pág. 54.
(3) Crónica, 88. Crónica de 1344. Linhagens, 264. El señorío de Viz-
252 HISTORIA DE SANCHO IV DE CASTILLA
caya, que sería tan disputado después de muerto Sancho IV, éste lo retenía
sin entregarlo ni a doña María Díaz de Haro, hija de don Lope de Haro
y mujer del infante don Juan, ni a don Diego López de Haro, hermano de
don Lope, que residía en Aragón desde el año 1288. Don Sancho lo había
dado a su hijo don Enrique (precisamente el infante que naciera meses
después de la tragedia de Alfaro; V. t. I, 30, 196), pero no sabemos la fecha
exacta de esta designación. La primera mención documental que hemos
hallado es de 31 marzo 1292, fecha de un diploma en que figura "Feman
Roiz mayordomo mayor del Infant don Anrique, sennor de Vizaya" (nú
mero 409). Dos meses antes, en otro documento, aparece también este "Fer
nan Roiz, mayordomo del Infante don Enrique", pero no se añade señor de
Vizcaya (4 enero 1292, núm. 391). El año 1292, sin embargo, no vemos que
en los privilegios rodados (núms. 395, 438) se le dé a don Enrique el título
de señor de Vizcaya, ni en los primeros de 1293 (23 mayo, núm. 484; 4 oc
tubre, núm. 499); en cambio sí ostenta ya el señorío en un rodado de 30 de
noviembre 1293 (priv. rod. a la cat. de Santiago. Tumbo B., fol. 130 v.
Archivo C. Santiago). Acaso el titular oficialmente señor de Vizcaya a don
Enrique en esta fecha coincidente responda a la ruptura definitiva con el
infante don Juan, que, según la Crónica, quería el señorío. Como señor de
Vizcaya figura don Enrique en priv. rod. 1.0 enero 1294 (Rodríguez Lópcz,
op. cit., 486); 12 noviembre 1294 (Arch. C. Toledo, I, 12-1.7); 20 enero 1295
(Bulario de la Orden de Santiago), y 24 abril (núm. 594). Muerto Sancho IV,
don Diego López, desde Aragón, "demandaba a Vizcaya, que tenía el in
fante don Enrique, fijo del rey don Sancho"; poco después la reina, para
asosegar a don Diego, quiso devolverle Vizcaya, "mas los vasallos del in
fante don Enrique se negaron e dijeron que ante tomarien y muerte". (Cró
nica de Fernando IV, ed. Rivadeneira, 93, 95.) Como se indicó en el t. I, pá
gina 196, don Enrique fué mudo; así lo dicen la Crónica de 1344: "el in
fante don Enrique, que fué mudo", y Alonso de Cartagena en sus Genealo
gías: "et Erricum qui fuit mutus" (fol. 36. R. 3.a, 27. B.N.). En documento
de 14 junio 1298, figura como representante de Castilla en tratos con Navarra
Juan· Alfonso Carrillo, ayo y mayordomo mayor del infant~ don Enrique
(Caj. 4, ntÍm. IJ2, Areh. Navarra, Pamplona, y Benavides, TI, 167). Para
Juan Alfonso Carrillo, Yéasr la pág. 236, nota 3.
I.A POJ..Í'flCA IN'rE:.RNACIONAI. Y LAS ''VISTAS" m: I.OGROÑO 253
según consta en un docúmento de la reina. (En 1311 doña María hace una
donación a don Gonzalo Roiz, notario en Castilla y amo de la infanta doña
Beatriz. Benavides, II, 826.) A los cuatro años la desposaron con Alfon
so IV de Portugal, que tenía seis años, y obtenida la dispensa se efectuó el
matrimonio en 1309. Murió en Lisl::oa el 25 de octubre de 1359 (Flórez,
Reinas, II, 542). Su testamento lo publicó Caetano de Sousa (op. cit., Pro
vas, I, 226; se conserva en el Archivo de la Torre do Tombo, Gav. 16,
mac. 1, núm. 4). En 1295, octubre 16, Sabugal, don Dionís le asigna una
renta "a uos Inffante donna Beatriz esposa do Inffante dom Alfosso meu
filho por uosas arras para cada anno" (Arch. Torre do Tombo, Cancillería
de don Dionís. Libro III, f. 1, v.). En el otoño de 1294 se pagan 78 mr. "a
Urraca Perez, ama de Donna Beatriz, por XXXIX cantaras de vino" (Cuen
tas, CXL). La pitanza dada a los frailes descalzos el 4 de octubre fué por ser
"día de San Francisco" (Cuentas, CXXIII), pero las de noviembre, a varias
Comunidades, creemos se dieron para festejar el nacimiento de doña Bea
triz (Cuentas, CXXIV). En las instrucciones que Felipe de Francia daba a
sus embajadores (probablemente a fines de diciembre de 1293), para tratar
con Sancho IV, dice que, después que los mensajeros habían partido hacia
Castilla, oyó decir que "il a eu une filia nee qui a non Beatriz" (número 509).
(1) Véase adelante, pág. 208, s. s.
(2) Estos mensajes se deducen de una carta de Jaime II a Sancho, fe.
chada el 20 dic. 1293 (núm. 506), en que dice cómo el día II de diciembre
recibió en Gerona carta de Sancho IV, la cual, dice "nos embiastes con un
homne nuestro que nos uos auiamos enuiado", de modo que este "homne"
de Jaime estuvo en Castilla el mes de noviembre. En las cuentas de este ITl('S
leemos además, que se pagan "para espensa, L mr." "a Arias Páez que en
vió-el rey-a Aragón". (Cuentas, CXXIV. Noviembre, "Dineros de Fuera".)
Véase pág. 266, nota 1.
17
2/58 HISTORIA DE SANCHO IV DE CASTILLA
(1) Esta carta de Jaime II la publica Giménez Soler, op. cit., 33. La
escena con Garcés debió ocurrir poco después de regresar don Juan Núñcz
de Portugal. El doc. a Sevilla lo publica Tenorio y Cerero (op. cit., pág. 234).
(2) Núm. 5r4. Don Juan Alfonso, obispo de Palencia, debió morir el
4 octubre r293 [fecha en que confirma un priv. rod.] (núm. 499) al 30 no
viembre r293, en que aparece vacante la mitra palentina (Arch. C. San
tiago, Tumbo B., fol. r30 v.). Fernández del Pulgar (op. cit., II, 346-55)
fija el episcopado de don Juan Alfonso del 27 septiembre 1278 al 2 mayo r293
(ya vimos que confirma en octubre); se equivoca, además, al negar que fuese
tío de Sancho IV y que éste le hubiera dado los pesos y medidas de la ciu
dad. Fué arcediano de Santiago y notario en León, por lo menos del ro ju
lio r259 al 12 mayo r274; canciller de Sancho IV y notario en Castilla.
En 1288 hizo unas constituciones. De don Juan Alfonso hicimos mención
en el t. I, 34-5, y cap. XI. Figuró mucho en tiempos de Alfonso X en la
cuestión del Imperio.
LA POLÍTICA INTERNACIONAL Y LAS "VIS'fAS" DE LOGROÑO 261
(ll Rohde (op. cit., pág. 63 y s. s.) nos informa de lo ocurrido entre
Jaime II y Carlos de Salcrno después de la entrevista de Logroño. El 25
de agosto, cuatro días después de salir de Logroño don Jaime, se reunía
con él fray Bonifacio de Calamandrana, prosiguiéndose tratos más amis
tosos. De fines de agosto de 1293 cree Finke (Acta, III, 19) las propuestas
de paz de Jaime II, a base de su matrimonio con una hermana del rey de
Francia. Las negoriacionts se siguen más directamente con Carlos, por
medio de Calamandrana, confidente dr. ambas partes. El 14 noviembre 1293
ya tienen convenidas unas vistas entre Panizar y la Junquera, donde Jai
me II y Carlos se reúnen en diciembre, parlamentando hasta el 14, con·
grandes precauciones para que no se divulgase lo tratado allí (Rohde, 68.
Zurita, I, 354 v.). De entonces debe ser un proyecto de paz por el cual Jai
me II ha de carnrse con Blanca, hiia de Carlos H (Finkc, Acta, ITI, 21).
Por eso tenían tanto interés en ocultar lo tratado en la Junquera (Rohde,
73). Los Anales Ianuenses (M. G. H., 353) consignan la entrevista de di
ciembre de 1293, diciendo que Carlos y Jaime convinieron guardar secreto
sobre ello hasta que se eligiese Papa.
Las dos cartas de Jaime II a Sancho IV (20 diciembre 1293, Gerona,
número 5o6; y 4 enero r294, Barcelona, núm. 5ro) reflejan los sentimien
tos del rey castellano, cuyas comunicaciones a Jaime no conocemos, pero
podemos presumirlas a través de las respuestas de su yerno. Estas dos car
tas del Archivo de la Corona de Aragón son muy instructivas. De ellas se ·
deduce fácilmente que a fines de noviembre o primeros de diciembre Jai
me II escribe a Sancho comunicándole (sin duda, superficialmente, sólo por
cubrir las apariencias) que llevaba por buen camino sus negociaciones con
Carlos, a lo cual contesta Sancho (en carta que Jaime recibe el viernes II
de diciembre) congratulándose del estado en que estaban "los feytos con
el Rey Karlos" (núm. _c;o6). Luego se efectúa la entrevista de la Junquern.
terminada el 14 de cli<."iembre (donde se habla del matrimonio de Jaime II
con Blanca) y seis días después (a 20 de diciembre), desde Gerona, Jai
me II escribe a su suegro anunciándole que Ramón Despuig y Sancho Gar
cía irán de su parte a comunicarle lo ocurrido en aquellas vistas (núme
ro 506). Pero ya sabemos que Carlos y Jaime habían acordado solemnemente
el mayor sigilo acerca de lo pactado allí. Además consta documentalmente,
por las aportaciones <le Finke, ya citarlas, que a Jaime no le convenía de
ningún modo descubrirse ante Sancho IV, puesto que negociaba su matri
monio con la hiia de Carlos, desentendiéndose d~ sus obligaciones matrimonia
les con Isabel de Castilla (V., además, la p. 244, nota l). Bastan estos hechos
para ver patente la deslealtad de Jaime con el rey castellano, disimulada
bajo la fingida amabilidad de sus cartas. Pero Sancho IV no estaba en
gañado; la segunda carta de Jaime nos lo demuestra claramente; fechada
LA POLÍ'l'ICA INTERNACIONAL Y LAS "VISTAS" Dlt LOGROÑO 267
ésta el 4 de enero de 1294 (núm. 510), alude a una carta de Sancho (escrita
la del castellano, por tanto, a fines de diciembre de 1293) que le llevó a
Barcefona fray Álberto, franciscano. La carta era de "credencia", es decir,
para que Jaime creyese al fraile lo que lt> dijera de parte de Sancho, siste
ma usado corrientemente para tratar asuntos delicados, que no convenía
fijar en el papel. La respuesta de Jaime nos revela que Sancho tuvo confiden
cias de que en la Junquera se fraguaba algo en contra suya, pues el rey
aragonés dice que fray Alberto "dixo a nos de párte uestra algunas cosas
muy fuertes de las quales nos nos mancillamos tanto que non poriamos
mas; porque son cosas que uos non deuedes poner en nuestro corac;on nin
creder .por ninguno que uos lo dixiere". Por mucho que Jaime protestara
tan enérgicamente y se mancillase de las sospechas del castellano sobre la
lealtad, y se indignara porque pusiera tales cosas en su corazón, a Sancho
le sobraban motivos para mandarle decir "cosas muy fuertes" después de
la clandestinidad de las materias tratadas en la Junquera, contrarias al tra
tado castellano-aragonés de 1291. Jaime IT, con arrogante dignidad, no
contesta de momento porque "las cosas son tales que nos non fariamos re
puesta de aquellas a persona <leste mundo, sinon ad aquella que nos sopie
semos que amase et guisase el pro o la hondra uestra et nuestra", por lo
cual espera ir a Valencia y desde allí mandarle mensaje con doña María
Fernández, que le inspira absoluta confianza (V. el cap. siguiente). Con
esta carta a la vista no es aventurado suponer que las "cosas muy fuertes"
a que alude Jaime eran sospechas de Sancho respecto a los pactos de la
Junquera, puesto que coincide con la fecha y con el hecho de proyectarse
entonces el matrimonio de Jaime con Blanca de Nápoles. Además la ent¡e
vista de la JunC'uera estaba envuelta en fOspechoso anarato de sigilo. Cvn
todo, a Sancho IV no le faltaron vigilantísirnos confidentes. Concordando
fechas tenemos que cuando fray Alberto salió de la corte castellana, San
cho el Bravo no había recibido aún la carta de Jaime, fechada el 20 de
diciembre, en que le notifica la embajada de Ramón Despuig sobre la en
trevista con Carlos II.
(1) No es preciso insistir aquí sobre la importancia de las vistas de
Logroño en la cuestión siciliana ; dicho queda cómo, bajo los auspicios de
Sancho IV, los dos rivales entran en relación personal, iniciando las ne
gociaciones de resultado positivo. El valor representativo de Logroño ya
lo apunta Rohde al decir: "Die Zusammenkunft von Logroño bedeutet den
entscheidenden wendepunh in Seiner Politik" (op. cit., pág. 72). En efecto.
la reunión de Logroño significa un momento crítico en la política de Jaime II.
268 HISTORIA DE SANCHO IV DE CASTILLA
Para Sancho IV aquellas vistas fueron funestas; podría decirse que de ese
pleito, en tal momento, la única víctima fué el mediador. Desde esa fecha
queda rota la armonía castellana-aragonesa, aunque la enconada realidad
tardara en mostrarse hasta después de muerto Sancho IV. Jaime 11, al per
der la partida de Sicilia sobre Carlos II, acaso pensó en la hegemonía pen
insular, seg{m cree Rohde, como buscando una compensación en la balanza
política. En Palencia da el rey dos cartas a la catedral de Santiago los días
26 y 28 de diciembre. (Núm. 507 y Tumbo B., fol. 101 v. Arch. C. Santiago.)
En los privilegios rodados que tenemos de la segunda mitad del año 1293
advertimos las siguientes variantes: del 23 de mayo último que señalamos en
el capítulo anterior) al 4 de octubre de r293 (núm. 499) encontramos que
faltan entre los confirmantes don Juan de Acre, don Juan de Ponthieu y
don Lope Ferrench de Luna, seguramente por omisión del copista (se trata
de un documento de la Sec. de Ms. de la B. N.), pues estos tres personajes
vuelven a aparecer en otro rodado de 30 de noviembre. También faltan a
4 de octubre de r293 (y asimismo en el priv. del ~o de noviembre) don Fer
nán Pérez, gran comendador del hospital; don Nuño Díaz de Castañeda;
don Diego Froyaz y don García Fernández de Villamayor. Don Fernán Pé
rez, gran comendador del hospital,, a 22 enero 1292. testificaba en una ga
rantía de las paces entre Sancho IV y Jaime JI (núm. 6o6), apareciendo
como gran comendador, "de lo que a la Orden de San Johan en Espanna".
Brandao, al indicar que la Orden del Hospital tenía un solo maestre para
los reinos hispanos de Castilla, León, Portugal, Aragón y Cataluña, dice que
en 1279 lo era don Gonzalo Pérez Pereira, indicando ·que como no conoce
referencia de otro (ignoró, según se ve, a este don Fernán Pérez) supone
que vivió hasta 1305, año en que tiene ese cargo don Frey García Martins
LA POLÍ'l'ICA INU:RNACIONAL Y LAS "VISTAS" DE LOGROÑO 269
TARIFA
1294
(Enero-agosto)
(1) Núm. 514. Quadrado (Esp. y sus Man. Palencia, 374) cree que
estos desórdenes ocurrieron bajo el obispo Fr. Munio; pero éste aún no
había sido elegido; en esos momentos estaba la sede vacante. De la sen
tencia no se desprende la índole de esos disturbios, pues sólo habla allí el
re>y de "querellas que nos ovieron fechas muy malas et muy desaguisadas".
(2) Núm. SIO. Véase cap. XVIII, págs. 265, 266, 267.
TARIFA 27f>
(1) De la carta, sin fecha, pub!. por Giménez Soler, op. cit., pág. 33·
La Crón., pág. 88, dice que estando el rey en Palencia (estaba allí el mes
de enero), tuvo aviso de los proyectos de Abenjacob, y decide además
mandar a los Laras, "porque decian que-el rey de Granada--{lue quería
mover guerra contra él".
(2) Sohrc esto Yoh-eremos adelante.
278 11 ISTORIA DE SANCHO IV DE CASTILLA
(1) Véase cap. XIV, páginas 104 y t05; cap. XVIII, pág-. 260. Por las
C11cntas (p. CXXVII) sabemos que: "enero fué-el rey-en Palencia todo
d mes." Entre los "dineros de fuera de enero", consta el gasto de: "lenna
d agua para X bannos para! Rey, L mrs" y que "costó una caldera con sus
f1erros para fazer bannos al Rey, LV mrs". Tales partidas no constan en
1o dos los meses; de modo que estos baños en noviembre no debían ser los
corrientes, de higiene, sino especiales, acaso prescritos por los médicos,
to que nos induce a pensar estuviese entonces enfermo el rey. En Palencia
se expiden en el mes de enero las siguientes cartas reales: el 1, dando las
salinas de Comparto a la Infanta Doña Blanca, su sobrina (Ms. 18672,
,:aj. 35, núm. 4, B. N.); a las Huelgas de Burgos (Rodríguez Lópcz, op.
cit. I, 486) ; el 4, dirimiendo una contienda entre el Monasterio de Sa
hagún y el Concejo (núm. 5n); el 15, la confirmación de una carta a Vitoria
sobre muertes, heridas y pregones (Col. de fueros y Cartas Pueblas, pá
gina 293); el 22, sentencia a Palencia (núm. 514), y merced al Monasterio
de Santa María de la Vega, por ruego de doña Juana Gómez, mujer que
fué del infante Don Luis (leg. 1.201, A. H. N.); el 26, al Monasterio, de
la Vid (A. H. N.).
TARIFA 279
(l) Fray Munio de Zamora, pág. 133. En las cuentas reales consta
4ne se pagó el salario a Fray Munio hasta el 4 de febrero, víspera de su
elección (Cuentas, p. CXXXI). El 7 de marzo de 1294 fué consagrado Fray
M unio en Alcalá de Henares por el Primado de España; acaso le pagara
esos gastos la reina Doña María, pues en Cuentas de abril (pág. LXVII)
Icemos: "a Alfonso Godínez ... que ovo prestado a la Reyna para Frey Munio,
de los X mil sobredichos, MCCCC mr" (pág. LXVII).
(2) El itinerario regio consta en Cuentas, p. CXXIX.
(3) Crónica, 86.
280 HISTORIA DE SANCHO IV DE CASTILLA
( l) Crónica, 83.
(2) Algunos ele estos señoríos le correspondían por su mujer (véase
la nota siguiente): el de Lapizar quizás debió g-anarlo en esta campaña.
En las cuentas enviadas por Ji.Jan Mathe, unos meses después de su lleg-ada
(Foto. Gómez Moreno.)
Sepukro deJa reina doña Maria de Molina. (Iglesia del Monasterio de las Huelgas de Valladolid.)
TARIFA 281
a Andalucía, se dice: "a García Pérez que veno de Toledo con cartas, et
se fué de Sevilla a Lapizar, a Johan Math~o, 11 mr." (Tarifa, &, pág. 143.)
La villa de Huelva, según Juan Agustín Mora Negro y Garrocho (Huelva
Ilitstrada, Sevilla, 1762), perteneció a la corona desde su conquista en 1257;
en 1283 Alfonso X la dió a su hija Doña Beatriz. Luego se deduce que
Sancho no respetó aquella clonación, porque en 1293 da el señorío vitalicio
de Huelva a su camarero mayor, D. Juan Mathe de Luna (no fija en qué
rr.es hizo Sancho esta donación; acaso fuese en diciembre, a petición de la
reina). Dice que Sancho IV, a 19 de marzo de 1295, en Madrid, le cedió
además los derechos del almirantazgo de Huelva. Mora toma estos datos de
Ortiz de Zí1ñiga y del Dictamen de D. Joseph Zevallos. En un documento
del Archivo Municipal de Sevilla (carpeta r, número 27) leemos que Fer
nando IV, a 25 de agosto de 1299, da al señor de Vizcaya "nuestra villa
que dizen Huelua, que es cabo Niebla... con su alcac;ar, el qual touo de nos
fasta aquí Johan Mathe". Juan Mathe murió el 9 de agosto de 1299 (como
veremos adelante). Del aspecto físico de Mathe de Luna nos da idea
la referencia de Ortiz de Zúñiga, que dice vi6 sus restos, y mostraban cor
pulencia. Espinosa, que en el siglo XVII presenció la apertura del sepulcro
de Juan Mathe, afirma que el cadáver estaba "armado hasta las rodillas
con botas blancas y espuelas doradas cal~adas y vna vandera, amortajado
en un manto de seda carmesí, el cuerpo todo entero." (Ortiz de Zúñiga,
op. cit., 61.) -
( 1) Salazar y Castro (Lara, III, 486) nos habla de los padres y de la
esposa de Juan Mathe; refuta algunas opiniones de Pellicer. Doña Estefa
nía, viuda de Juan Mathe, se casaría con don Enrique Enríquez (bastardo
del infante Don Enrique el Senador y de doña Mayor Rodríguez Pecha,
hermana de D. Fernán Rodríguez Pecha). Hijo de este segundo matrimonio
de doña Estefanía es D. Enrique Enríquez, señor de Villalba y Nogales,
adelantado mayor de la Frontera (Salazar, Lara, I, 484. Este D. Enrique
Enríquez, de Sevilla, nieto del infante, se casó con doña Urraca, hija de
Pero Pérez P.once, Linhagens, 157). A 28 de febrero de 1323 hace una
venta en Sevilla "donna Esteuania Rodríguez, muger que ffuy de don En
rique Enriquez, ffijo del muy noble Inffante don Enrique" (Ballesteros,
op. cit., p. CCLXXXIII). Como vemos, doña Estefanía enviudó segunda
vez; probablemente era muy joven 'cuando se casó con Mathe de Luna.
282 HISTORIA DE SANCHO IV DE CASTILLA
Ortiz de Zúñiga dice que Juan Mathe y doña Estdanía tuvieron tres hijo:;:
don Fernando Matheos, en quien tienen orig('n los l\icnclozas, de SeYilla:
clon Juan ele Ortega, que se casa con una bastarda de Guzmán el Bueno; y
doiia Estcfanía Mathe, casada luego con Alfonso Pércz Marte! (op. cit., 1ú,.
166, 169). Argote de Molina (Noble.ca, 233 v.) dice que el hijo de Mallw
de Luna, D. Fernando Mathe, se casó con ·una hija de Ruy López de Men
doza y se p1sieron de acuerdo para que los hijos llevasen el apellido
:Vlencloza y las armas de D. Juan i\lathe, qm.: so:1, en l'Scu<lo blanco.
una media luna de escaques oro y negro, y en orla roja. ocho roeles <k
oro, y e11 éstos, veros azules. Así, ce este n'.atrin:011io, afirma que vi'e
ncn los Mendozas de Sevilla. Sin duda descendiente del camarero ma
yor de Sancho IV es aquel D. Fernando de Mcndoza y· '.\Iathc de Luna
gobernador del Chaco en 1681 (Ballesteros Beretta, Historia de Espii
iia, IV, 423). En las cuentas reales figura entre ciertas personas excu-·
~aclas de tributos, en varios lugares: "del Arroyo, el ama de J ohan Matheo,
camarero, et su fijo". Sobre la fundación del convento de las Dueñas hablan
Ortiz de Zúñiga (pág. 150), Valflora (pág. 56) y Muñoz Torrado (pág. 83):
el primero dice que el año 1292 hay noticia de este convento, instalado en
una casa que don Juan Mathe de Luna clió a las fundadoras doña María y
doña Leonor de Aragón, sus hermanas ; el segundo indica que las Dueñas,
religiosas del Císter, es fundación del Santo Restaurador hacia 1251, siendo
las primeras monjas doña Leonor y doña María de Aragón, hermanas de
M:athe. Muñoz Torrado tiene a Mathe de Luna como fundador de las Due
ñas, dato que dice consta en una comunicación del monasterio al Cabildo
fechada el 12 de junio ele 1848. Pedro de Maclrazo (Sevilla y Cádiz Esp. y
sus Mon., pág. 605), hablando de la fundación de las Dueñas por las her
manas de Juan Mathe, dice que primeramente se instituyó como asilo para
ias esposas de los caballeros que iban a la ¡;uerra. El Diccionario biográ
fico de sei•illanos ilustres (publicado por el ...lrchivo Hispalense, 11, 45)
,la sobre Juan Mathe los mismos datos de Ortiz de Zúñiga.
(1) La carta de Sancho IV es de 1287 (núm. 145), y la de Alfonso X,
del 11 de julio de r283 (Ballesteros, Se,iilla, en el siglo XIII, doc. núm. 231).
T.IIUJI.\
( I) Don Juan Manuel, Libro de los Estados, cap. XCV, pág. 339,
cd. cit. Aunque don Juan Manuel no se refiere concretamente al rey, sino
a todo señor, en general, bien podemos aplicar aquí estos informes que nos
da sobre los cargos cortesanos. En las cuentas se dice que Fernán Pérez,
"chanceller de la poridat", cobraba mensualmente en la corte 240 marave
dís (Cuentas, p. CXXVII, etc.). Además, tendría los derechos de "chan
celleria de las cartas, de unas más, de otras menos, segund son más o
menos aprovechosas para aquellos que las lievan", como dice don Juan
.'l.fanuel. Este autor hace resaltar la situación privilegiada en que está un
chanceller, pues fingiendo que sirve al señor puede, si es ''cobdicioso o
malicioso et de mala intención", ocultar sus manejos, "porque, creed-afir
ma-, que el señor mismo, nin quantos en su casa son, non tienen atan
aparejado de facer tan malas obras et tan cncobiertamentc, et dando a
entender que facen derecho como el chanceller". Aquí conviene apuntar la
.sospecha, poco favorable de un autor, respecto a Fernán Pérez. Rohde
(op. cit., pág. 58) dice que Jaime II contaba en la corte castellana con
pagados confidentes, como Fernán Pérez, a quien abonaba anualmente
rno onzas de oro; se apoya para hacer esta afirmación en una carta de
Jaime II (Arch. Corona de Aragón, reg. 261, f. 12), ordenando se entreguen
:i Fernán Pérez 50 onzas que se le adeudan de las rno que debía cobrar
anualmente. La carta no dice más: acaso Rohdc sospechó de esa pensión
anual a Fernán Pérez, precisamente porque en la brevísima orden de pago
no se hace la menor alusión al concepto por el cual recibe tal suma -el
chanceller de Sancho IV. Sin embargo, nos parece débil indicio para dic
taminar que las 100 onzas se daban al chanceller por nefandos servicios de
espionaje y traición. En el curso de las relaciones entre Sancho IV y
Fernán Pérez, según los datos que conocemos, no existen fundamentos para
hacer tan grave acusación sobre el consejero del Rey Bravo; al contrario,
los documentos que tenemos a la vista y la actuación de Fernán Pérez en
los hechos en que interviene nos le muestran como un leal servidor del
monarca de Castilla. Mientras no se presenten más firmes argumentos en
contra, seguiremos considerando a Fernán Pérez "orne bueno abonado",
según lo llamó Sancho IV; además, como nada induce a pensar lo con
trario, consideraremos la pensión aragonesa como remuneración por lícitos
servicios de Fernán Pérez al rey aragonés, sin que impliquen tales servicios
las delaciones y confidencias que deja entender el historiador Rohde en las
breves líneas en que consigna la mención de Fernán Pérez. Recuérdese
que, en 1291, firmaron el documento de concordia entre Jaime II y sus ricos
hombres, como testigos, el obispo de Osma, el Justicia mayor de Sancho IV,
su despensero y Fernán Pérez con cinco aragoneses, entre ellos Roger de
Lauria. Así, Fernán Pérez podía prestar servicios a Don Jaime en relación
con el asunto de los vasallos díscolos (V. cap. XV, pág. 147).
288 HISTORIA DE SANCHO IV DE CASTILLA
al arzobispo de Toledo (núm. 520, citado por Azaña, Hist. Alcalá, 164). En
febrero, en Valladolid, presentaron cuentas de un servicio seteno Alfonso
Díaz de Alva, y de la sisa, en los Obispados ,de Zamora, León y Astor~,
Juan Alfonso de Zamora (Cuentas, p. XXXI ·y LXII).
( I) Tarifa y la política de Sancho IV, doc. núm. 7. La Crónica (pá-
gina 88) dice que Sancho "envió a Ferrand Pérez Maimón, su privado, al
reino de Aragón a armar once galeas", situando tal noticia, según se de
duce, unos meses posterior; pero el documento citado de Jaime nos demues.tra
que Fernán Pérez está ya en Aragón el mes de febrero de 1294.
(2) Núm. 544. Rodrigo Yáñez de Zamora era entonces "camarero ma
yor del Infante don Ferrando", el heredero (núm. 545). También cuando la
toma de Tarifa, Yáñez intervino mucho en cuestiones económicas.
'fARIFA 201
(l; Giménez Soler, op. cit., 33. Ese mes de fchrero, el día 23. escrii>,:
1airne 11 a su tío D. Pedro Fernández acerca de las tenencias de los cas
·1illos de Morella y Biar, que eran rehenes en los tratados entre Aragón y
Castilla (núm. 521).
/2,, La primera quincena de marzo la pasa el rey en Valladolid, según
Y<::mos en las Cuentas (p. CXXXT).
T.\RIFA 295
sabemos quiénes serían los enviados de Sancho a que alude este documento;
quizás tenga relación con esto la siguiente partida de las cuentas de Na
varra del año 1293; dice: "Cuidam nuncio misso ad domino regem, de
mandato gubernatoris ad inducendum Jacobum Petri et Petrum Ferrandi
nuncios rege Castelle..." (Nouv. Acq. lat. núm. 81, Bibl. Nat. París). En
las cuenta·s castellanas de· febrero de 1294 (p. CXXX) se inscribe el gasto
"por espensa de Arnali francés que vino con los palafrés de Palencia a
\7 alladolid"; acaso Arnalt no sea extraño a estas embajadas.
(1) Ya vimos cómo desde tiempo atrás existía la petición de permiso
para llevar caballos de Castilla; el "chambrier" Rugo ele Bouville había
sacado "X caballos fuera del regno" (cap. XV, pág. 154, nota 3). También
le importaba mucho a Felipe la autorización para que se acogieran en
puertos de Castilla las galeras que hiciera llevar del mar de Midi, pues
precisamente una de sus medidas en la campaña contra Inglaterra el año 129..¡
fué hacer "venir de la Mediterraneé des vaisseaux, des equipages et des
charpentiers de marine", como dice Langlois (Historie de Francc-dírigida
por Lavisse-, París, 1901, III, 297).
'l'ARIF.\ 301
(1) I bídeni.
(2) Ibídem.
Daumct, 117, s. s. y cloc. de 7 de abril ele 1294.
!:!04 HISTORIA DE SANCHO IV DE CASTILLA
(1) La Crónica (pág. 88) dice que Sancho IV mandó recordar a don
Dionís "la postura e el pleyto que con él avía de non acoger en su tierra al
Jn fante nin a rico orne de la su tierra nin de le mantener en ella, e agora
que le enviaba rogar que le echase de la su tierra al Infante don Jua!}, e
que lo non tuviese en ella dia nin hora"; lo cual hizo presente don Dionís
al fnfante para que dispusiese su partida.
:lOfl HISTORIA DE SA:\'CHO IV DE CASTILLA
(1) Fray .11unio de Zamora, pág. 134. Danmet (pág. 214) publica el
documento en que Sancho IV, a , .º de mayo, nombra sus "specialcs pro
curatores", Cuentas, p. LXXVI. Quizás tenga relación con esta embajada
Fernán AJyarez, a quien se dan para Yestir 300 mr. y luego 6oo más
porque Fcrnán Roiz, ayo del infante Don Felipe, lo ''enviaba en su serYicio
a Francia" (Cuentas, p. XC).
308 HISTORIA DE SANCHO IV DE CASTILLA
tar la flota; así, menciona lo que d.ió <<en navios que armó
aqui primero et en otros que arma agora ... >>, y <<en arma
mento de III galeas por III meses», desde febrero; otras dos
<<et un ponfil», desde abril, y tres más, desde mayo.
El infatigable Mathe de Luna termina la relación eco
nómica declarando sus proyectos a base desde luego de las
galeras aragonesas cuya marcha gestiona Fernán Pérez, con
quien el de Luna se ha comunicado, pues sabemos el pago
de 15 maravedís <<a un ome que veno de Aragón, que era
de Ferrant Pérez, con cartas>>.
La exposición de Juan Mathe de Luna al rey dice que <<si
las galeas de Aragón llegan el mes de julio, non faz fuerza la
su ida, ca creo que serán pagados al menos III meses, sin el
viaje que será en julio, et agosto et septiembre, et con l~s
galeas nuestras et con las de Aragón avremos azas quanto
queramos>>. Agrega luego que, unidas las cuatro naves de
Sevilla a las <<quinze de Aragón, que avrán azas en el mes
de septiembre, et como quier que las de Aragón cumplen
azas, tengo que han mester algunas que traya don Guillén,
para meterlas todas a pro>>.
Juan Mathe espera reunir la escuadra aragonesa capita
neada por Guillén Escribá con las galeras sevillanas para dar
el golpe sobre Tarifa después de asegurarse por mar y tierra,
poniendo entonces todas sus fuerzas <<a pro>> para combatir
a los benimerines sitiadores. Pero hace notar que en julio
tendrá dos embarcaciones menos de los genoveses, <<et non
cuido-afirma-que las podamos más aquí tener>>, pues <<así
lo prometieron et non por más tiempo>>, concluyendo, res
pecto a esto, que <<así lo guisará Johan Matheo que semeia
que se va a su culpa et non a la del rey>>. Sin duda habían
surgido diferencias con los marinos extranjeros, pues más
adelante somete al parecer de los reyes <<fecho de los gino
veses, otrosí que manden fazer dellos que sean malapresos
en su Cabrn>. En esta campaña, influida toda por las inicia
tivas de Mathe de Luna, se oscurece la figura del almirante
mayor de Castilla, micer Benito Zacarías, que sospechamos
negligente ante los intereses castellanos y mal avenido con
la dirección del camarero mayor, consejero del rey (1).
20 maravedises "a Sancho, que iba a Sant Lttcar sobre fecho de los presos"
(Tarifa, etc., p. 144). Acaso estos presos sean los genoveses.
ll) Las cartas de Jaime a Sancho sobre Francisco del Clergue y al
Sultán de Marruecos las publica Giménez Soler, páginas 34, 34, op. cit.;
la dirigida al rey de Granada se inserta en Tarifa, etc., pág. 121. También
21
322 HISTORIA DE SANCHO IV DE CASTILLA
escribe en los mismos términos "al noble Abdulhac, alguacir del rey Aben
jacob" y a Alfonso Díaz. En la carta al marroquí dice Jaime que le de
vuelve copia ele la que le enviara con el judío A<;ach; del contenido de esta
carta no se trasluce nada en la ele Jaime II, hablando especialmente de
las paces con Sancho. Dice Giménez Soler (pág. 35) que "esta es la parte
externa de las negociaciones y que la interna era muy distinta". Somos de
la misma opinión: la paz en Castilla era el pretexto para proseguir las rela
ciones entre Aragón y Marruecos sin suscitar recelos y protestás de Sancho.
(1) La carta del 8 ele julio ele 1294 a doña :'vlaría Fernández la publica
Giménez Soler. (pág. 35). La víspera había escrito Jaime II ..al amado
Alfonso Díaz", por lo visto mezclado también en estos asuntos (véase la nota
anterior), diciéndole cómo el alfaquí don Samuel "nos dixo que erades ve
nido a Valencia, e plogo nos mucho", rogándole "finquecles con la Reyna
nuestra muger e con donya Maria Ferrández, entro que seamos allá" (nú
mero 559) ; por lo visto doña Isabel había regresado de Teruel. En cuentas
ele septiembre de r294 se habla del pago al alfaquí (pág. LXXXII), y aunque
no se fija fecha, creemos que se trata de esta embajada y no de la de 1293
(véase cap. XVII, pág. 202), pues ahora es cuando Jaime simnla que don
Samuel va a tierras de moros para "fecho de la pa<; de Castiella", y exige
se abonen gastos, que, en efecto, los satisface el rey de Castilla.
(2) En las negociaciones tramitaaas en aquellos tiempos no es fácil
'l'.-IIU F.\ 323
cuérdese que cuando la conquista de Tarifa fué Francisco del Pin el encar
gado de llevar los maravedís para el pag-o de la flota que sostuvo Jaime II
en aquella jornada.
(1) Número 564.
'l'ARIFA 327
febrero de 1288, el rey había confirmado otra donación que Pay Gómez
hizo en Badajoz (pág. 120). En septiembre de 1289 (núm. 270), Sancho IV,
al hacer una concesión a la catedral de León sobre San Sadomin, dice que
no dejen de cumplir lo dispuesto "por cartas que alguno uos muestre mias nin
de don Johan mi hermano, nin de don Pay Gómez". Muerto Sancho IV,
Pay Gómez, por tierras de Zamora, fomentó la rebelión contra la autoridad
del rey niño Fernando IV; cuando la reina con su hijo quiso ir de Toro
a Zamora, "Pay Gómez, que tenia el alcac;ar, avia dicho a los de la cibdad
que la non acogi_esen en la villa en ninguna manera", y lo mismo aconsejó en
Salamanca. Esto nos recuerda que en las postrimerías del reinado de Al
fonso X don Juan puso sitio a Zamora, cuya fortaleza defendía la mujer
de Garci Gutierre Pérez, "e esta dueña era hermana de Pay Gómez Cha
rino", y como no se rindiera, el infante se apoderó de un hijo de la al
caidesa "que le criaba en una puebla cerca de la villa", enviando a decirle
"que si le non diese el alcá<;ar luego, que gelo mataria"; la madre entonces
entregó la villa (Crón. de Alfonso X, ed. cit., 61). A pesar de este dramático
incidente, vemos que Pay Gómez llegó a ser muy del bando del infante
Don Juan. Fray Felipe de la Gándara (Armas y triunfos. Hechos heroicos
de los hijos de Galicia, Madrid, MDCLXII, pág. 265) sólo dedica seis líneas
a Pay Gómez Charino, llamándole Pedro. Sigue a Salazar de Mendoza en sus
Dignidades de Castilla.
(\'. cap. XVI f, pág. 202). Luego sabemos que quebrantó la tregua pactada
con Fernán Pérez a mediados de 1293 y que a fines .de ese mismo año, ya
en buenas vías su amistad con Abenjacob, corrió sin recato las comarcas
cristianas. Después de lo expuesto, sacamos la impresión de que esta guerra,
caracterizada por el cerco de Tarifa por los musulmanes, fué fruto de la
labor política de Abenalahmar de Granada. También nos lo hace pensar así
que el benimerín, retirado de Tarifa en 1294, se dedica a la guerra con
Tremecén, y es Mohamed quien, muerto Sancho IV, prosigue con tesón sus
intentos sobre Tarifa. Después de retirarse los benimerines, el infante Don
Juan pasó a Granada (Barrantes Maldonado, I, 180); Sancho IV, poco
tiempo antes de morir, aludiendo a su hermano en una conversación con
don Juan Manuel, decía: "Aquel pecador del Infante don Juan que anda
perdido en tierra ele moros" (Don Juan Manuel, Obras, ed. cit., pág. 263).
Don Juan no volvió a Castilla mientras vivió Sancho IV. Loaisa (Cróni
ca. 62) dice, al narrar hechos de 1295: "Eodem anno, cum infans dompnus
Johannes frater olim regis Sancii supradicti qui tune in partibus seu terra
nfaurorum oh timorem eiusdem regis moram trahebat, de morte regis ipsitis
audisset venit protinus ad terram de Valencia que est in regno Legionense... "
La biografía de este desdichado personaje está tan entrelazada a la historia
política dt• los reinados de Fernando IV y Alfonso XI, que aquí estaría
fuera de lugar ocupando numerosas páginas; en el curso de toda su vida
fué siempre el hombre <le pasiones viles. De su nacimiento y matrimonios
ya hicimos referencia (V. I, 32). En cuentas de 1294 y 1295 vemos que su
hermano el rey le había favorecido en asuntos económicos (Cuentas, pági
nas CLIII, CLV, CLIX). La Crónica ele 1344, tan favorable al infante
Don Juan, hasta el punto de omitir la intervención ominosa que tuvo en el
sitio de Tarifa, al consignar su muerte, ocurrida en la vega de Granada el
año 1319, dice fué "uno de los mejores infantes que nunca ouo en Castilla,
11in que más nin mejores fechos fiziese". En los Ann. Placentini Gibellini
(M. G. H., XVIII, 553) se dice el año 1271: "Et Iohannis filius dicti domini
regís (Alfonso X) cugnatus eius (del marqués de Monferrato) debet venire
pro Capitaneo dictorum militum in Lombardia." Varias crónicas francesas
dan noticia de la derrota de la vega de Granada en que perecieron los
infantes Don Pedro (hijo de Sancho IV) y Don Juan (Continuatio Cronici
G. Nangiaco, Chroniques de S. Denis, Continuatio Chronici Girardi de Fra
cheto. Excepta e mcmoriali Historiarum Johanis a Sancto Victorc. Rec.
Hist. France, XX, 624, 702; XXI, 53, 669 y 670). En la corte de Sancho IV
ocupaba lugar distinguido un gran amigo del infante Don Juan, el caballero
Ruy Gutiérrez de Sandoval, que, según los Linhagens (212, 304}, "foy com
o ifante dom Joham a alem mar e quando sse o iffante daló tornou dcpós
morte del rrey dom Samcho, chamouse o iffante dom Joham rrey de Lcom:
e este Roy Gotérrez foy seu alférez e foy muy boo caualleiro"; tenía una
casa, Villa ele Sares, "cm Riba de Pisorga". Su abuelo fué Diego Gómez
de Sandoval, casado con la viuda María Pérez de Vides, y su padre, Gutier
Dfaz de Sandoval. Ruy Gutiérrez casó y tuvo dos hijos: don Juan Díaz de
Sandoval y don Gutier Díaz de Sandoval, que fué vasallo del infante Don
Juan, muriendo con él en la vega de Granada (Linhagens, 304; Argote,
Nobleza, 265). En la Distr. de las Aljamas vemos que Ruy Gutiérrez de
Sandoval, vasallo del infante Don Fernando, tiene importantes consig
naciones en varias juderías: en Sahagún, 2.818 mr.; en Peñafiel, 683;
en Lerma, Muño y Palencihuela, 986; en Villadiego, 1.371. En Burgos
también tiene rentas "Ruy Gutier, ficle Gutier Diaz de Sandoval". Además,
otros del apellido Sandoval tienen rentas en las juderías, como Pero Gu-
TARIFA 335
tiérrez de Sandoval (asimismo vasallo del infante Don Fernando), 2.000 ma
ravedises en Villadiego¡ acaso es el mismo "Pero Gutiérrez de Sandova1,
fijo de Garcia Diaz de Sandoval", vasallo de Don Fernando, que cobra
1.349 mr. en 1a judería de Valladolid; en Va1ladolid tiene tamb'ién
1.449 mr. "Johan Gonzalez de Sandoval", García Díaz, hijo de
Diego Gómez de Sandoval, tenía en Burgos 1.000 mr. (No sabemos
si sería el Diego Gómez de Sandoval abuelo de Ruy Gutiérrez). Diego Gómez
de Sandoval, vasallo, como los otros, del infante Don Fernando, cobra
2.898 mr. en Valladolid. Según el Nobiliario <le Ayala (citado atrás),
doña Inés Velaz (hija de D. Vela Ladrón de Guevara) se casó con
Gutiérrez Díaz de Sandoval, "de quien vienen los de Sandoval". En do
cumento de 17 de agosto de 1266 figuran Día Gómez de Sandoval y 'SU
mujer Tnés Alvarez (A. H. N., lcg. 1.127, Aguilar de Campóo).
Sancho IV (pág. 87) dice que Guzmán "envió decir (al rey) que· como
quier que él daba a don Rodrigo, Maestre de Calatrava, dos cuentos (dos
millones) por la tenencia de Tarifa, que si él quisiesse, que se la temía
por seiscientas veces mil maravedis". Pero en esta suma debe equivocarse
la Crónica, pues en Cuentas de septiembre de 1294, precisamente a raíz de
la gloriosa defensa, leemos: "A don Alfonso Pérez de Guzmán, de CXX mill
mr. que auie dauer para su soldada, tomó del pecho de los judios de Sevilla.
CXV mill CCCXXXIII, mr. V. sueldos" (núm. 582, pág. CCCXCVII). Así,
pues, por la tenencia sólo se le daban 120.000 mr. en lugar de los
600.000 de que habla la Crónica. No consignamos aquí íntegra la biografía
de Guzmán, pues en realidad merece un libro, y nos extenderíamos dema
siado. Además, acerca de Guzmán y de su familia existen muchos puntos
que necesitan una depuración crítica, labor que reservamos para una bio
grafía documentada de este personaje utilizando materiales de archivos, mu
chos inéditos, lo que hasta ahora no se ha intentado. Existen diversas biogra
fías más o menos literarias, pero casi todas en tono ditirámbico. La más seria
sigue siendo la de Quintana, en su obra Vida de españoles célebres, Madrid,
1828, tomo I, a pesar de que recoge fábulas e inserta la conocida carta de
Sancho IV a Guzmán, cuya falsedad demostró Morel-Fatio (La lettre du
Roy Sanche IV a Alfonso Pérez de Guzmán, sur la defense de Tarifa
¿ 2 janvier 1295-Bull. Hisp., II, 15). También el famoso priv. de las alma
drabas es apócrifo, según indica Menéndez Pelayo (Tratado de Romances
viejos, ya cit., II, 96 y siguientes). Don Alfonso Pérez de Guzmán era
hijo bastardo de don Pedro de Guzmán; siendo muy joven pasó al Africa
con embajada de Alfonso X y regresó, obtenida la paz deseada por el
castellano ; pero pronto, por cierta alusión de un hermano suyo_ a su
origen "de ganancia", en plena corte, se indignó, dejando el reino para ir
en servicio de Abenyucef, Sultán de Marruecos, que le favoreció mucho.
Guzmán se distinguió sometiendo a los africanos rebeldes al Sultán. l,uego
interviene, al parecer llamado por Alfonso X, en los sucesos de la rebelión
ele Don Sancho; pero vuelve a Marruecos, de donde, según los cronistas,
regresó en 1291 acudiendo en socorro de Vejer, atacado por los moros
(véase cap. XV, páginas 149-50). Luego asiste a la conquista de Tarifa,
y más adelante obtiene la alcaidía de esta plaza (v. capítulos XVI y XVIII).
:!\1uerto Sancho IV, despliega gran celo en la defensa de Andalucía contra
los moros y sirve lealmente al rey. Acude a la conquista de Gibraltar, y
guerreando con los moros, en la sierra de Ronda, halla la muerte a los
cincuenta y cuatro años de edad, el viernes 19 de septiembre de 1309, según
dice Benavides (op. cit., I, 373). Tratan extensamente de Guzmán los citados
Pedro de Medina y Barrantes Maldonado (V. cap. XV, pág. 150). Respecto
a la mujer de Guzmán el Bueno, véase el tomo I, págs. 149 y 150, y tomo II.
cap. XI variantes. En cuanto al número de hijos, no están de acuerdo sus
biógrafos; Benavides dice que fué padre ele Per Alfonso, el nifío sacrificado
".'n Tarifa; doña Isabel, don Juan Alonso, doña Leonor y doña Beatriz.
Ortiz de Zúñiga (Anales, 169) habla de doña Teresa Alonso de Guzmán,
bastarda de Guzmán el Bueno, la que, por cierto, se casa con don Juan
de Ortega, hijo de Juan Mathe de Luna. Es interesante este matrimonio,
que une los linajes de aquellos dos hombres tan unidos en la defensa de Ta
rifa. Para referencias de su familia véase el tomo I, pág. 87. En los Linha
gens (pág. 273) se dice que don Pedro Núñez de Guzmán,. el padre de
Guzmán el Bueno, no tuvo hijos legítimos, sino uno de ganancia, que fué
Alfonso Pérez de Guzmán, "muy pre~ado en toda Castella e em Leom e en
toda a fronteira e foi muy boo caualleiro d'armas". Sandoval (op. cit., 335)
TARIFA 337
otros cusarios muchos en tal que ouiesen cora1,;on de fazer bien et almo
gauares por tierra", para que no perturbasen la marcha de la campaña en
aquellos momentos críticos. A un individuo se le paga una suma "en razón
de descuento porque tomaron los pescadores et los leuaron por fuerza a la
flota". "A Pedro Martínez, para Tarifa, de CCCX mill que auie dauer",
se le pagan 183.000, y 1.200 mr. "costó sal para salar los tocinos
que leuaron a Tarifa et los que leuaron a la flota et pora fazer treze
fornos de nueuo que fizieron en Sevilla paral viscocho" (núm. 582). Proba
blemente a ese verano corresponden estas partidas que hallamos en las
Cuentas : "Por levar los XXX mil mr. a Sevilla, ornes a caballo et de
pie, con un azémila que diz que se le murió en el camino, II mil mr" (Cuen
tas, pág. LXXXV) y el pag.o de 5.200 mr. "a los almocadenes de
Tarifa por cartas del rey e de la reyna de quitación de V meses" (pág.. XC).
Consta además en las cuentas de noviembre (núm. 582) que se dan 67.450
mr., 13 sueldos, "a don Johan Ferrández (Adelantado mayor de la
Frontera) de LXXXI mil mr. · que auie dauer para su comer". También
"tomó Johan Ferrández de mercaderes, emprestados para pagar ballesteros
et peones que enuió a los Castillos ante anno, et fueron pagados de los
derechos <leste anno", 2.700 mr. (núm. 582, pág. CCCXCIX). A Vi
cente García, personaje que mucho figura en todos aquellos hechos, segu
ramente por ser eficaz auxiliar de Juan Mathe, se le pagan, de 80.000 mr.
"que auia datter", 40.675. También encontramos aquí los nombres de
Juan Mathe y Fernán Pérez; ambos cobran igual cantidad: "A don
Ferrán Pérez, chanceller del rey... XV mill mr", "a don Johan Mathe,
XV míll mr". Asimismo en la corte percibían ambos idéntica soldada
(240 mr. mensuales, como vimos atrás). Pero ya Mathe de Luna había
recibido otra paga; en la cuenta de Junio se declara "que mandó dar la
Reyna a Johan Matheo para su despensa por la costa que fizo XX mil mr."
(Tarifa, etc., pág. 129). Entre "los lugares que son dados de las tercias
en el arzobispado de Sevilla... fuera de la villa" figuran "a Johan Matheo,
en cuenta de su quitación, Fasnakazar, et Sant Lucar, et Tejada Fasnal
cala"; "En Xerez, a don Pay Gómez, San Lucar de Barrameda"; "A Micer
Benito, el Puerto de Santa María", y "a Don Alfonso Pérez de Guzmán,
Baamonte, Agudo, Alixar" (Tarifa, etc., pág. 147, cuentas de junio). Es
curioso que entre los individuos que entonces figuran hallamos un "Ferrán
Alfonso Cebolla", que cobra 1.000 maravedís, y que bien pudiera ser un hijo
de Alfonso Fernández Cebollilla, el íntimo amigo de Guzmán el Bueno men
cionado en las gestas del héroe. Tanto las cuentas de junio (publicadas
en Tarifa, etc., páginas 123-148), como las de noviembre (núm. 582) son
fuentes interesantísimas de información sobre diversos asuntos, como recau
dación, juderías, morerías, monedas, etc., etc.
por tanto, puede ocurrir que algunas de las variantes que aquí aparezcan
correspondan a septiembre, octubre y hasta a los primeros días de noviem
bre, .es decir, después de agosto. Pero, a falta de otros privilegios de los
seis primeros meses de 1294, no nos queda más recurso que utilizar este
documento del 12 de noviembre de 1294 como punto de referencia frente al
último rodado que citamos de I293, fechado el 30 de noviembre. En lugar
de un término de seis meses, tenemos ahora un año entero entre uno y
otro rodado. .A 12 de no·viembre de 12941 con relación a 30 de noviembre
<le Ú93, existen las siguientes variantes: entre los hijos del rey aparecen,
con el título de Señor de Vizcaya, el infante Don Enrique íV. el cap. XVIII)
y don Felipe con el de Señor de Cabrera y de Ribera; en primera línea,
confirma: "El infante don Enrrique, ffijo del rey don Ferrando, tio del
rey" (véase el capítulo siguiente); la de fray ]\fonio, obispo de Palencia
(V. atrás este capítulo), y las de Don Gil, electo obispo de Córdoba, don
Martín, electo de Cá<liz; fray Fernán Alvarez, electo <le Oviedo; don
Arias, electo de Lugo, y la vacante de Sevilla. Don Gil, obispo de Córdoba,
según Eubel (Hicrarchia, 208) y Gams, estaba ya electo a 15 de no
viembre de 1294; murió en 1299 (Eubel). A 12 de junio de 1300, el
Papa habla de la elección del sucesor, "per obitum bone memorie Egidii"
(Reg. Bonif. VIII, 3.634). De don Martín, obispo de Cádiz, carecemos de
noticias. Eubel dice fué electo el 4 de fchrt'ro ele 1295, es decir, cerca de
tres meses después de esta confirmación, que hallamos a 12 de nm•iembrc
de 1294, A 24 de abril de 1295, "la eglesia de Cádiz, vaga" (núm. 594).
Fray Fernán Alvarez, ahora electo de Oviedo, era franciscano, profesor;
foé elegido por los capitulares, aunque Oviedo dependía directamente de la
Sede romana, por la circunstancia de estar entonces vacante la tiara desde
la muerte de Nicolás IV (abril 1292), (Reg. Bonif. Vlll, 580 bis). Según
Risco (E. S. XXXVIII, 216), ya aparece como electo a 24 de junio de 1293,
pero debe ser en documento privado, como uno de 3 <le julio de 1293, en
que se nombra al electo Fr. Fernando (Cat. Oviedo, leg. 1.086, A. H. N.);
pero en los rodados que conocemos aparece vacante Oviedo desde el priv. de
12 ·de noviembre de 1292. Dice Risco que cuando en julio de' 1294 fué ele
gido Papa Celestino V, el obispo de Oviedo fué a Roma para ser confirmado
por el Pontífice; pero este renunció la tiara en diciembre de 1294, suce
,!iéndolc Bonifacio VITI, y fray Fernando murió por entonces, el año de
1295. Esto mismo viene a decir la carta apostólica que Bonifacio VIII
dirige al sucesor de fray Fernando el 15 de noviembre de 1295 (Reg..Bo
nif. VIII, 580 bis). Creemos que el viaje del electo ovetense a Roma fué
anterior a la elección de Celestino V, como indica Risco, pues ya en cuentas
de febrero ele 1294, es decir, cinco meses antes, consta que la chancellería
despachó "una carta a don frey Ferrancl Aluarez, eleyto de Ovie<lo como
sacase ( del reino) XX bestias mulares e VI caballos", sin duda para em
prender el viaje (Cuentas, pág. XXXIII). Fray Fernando debió morir
antes de 1295, fecha que señalan Risco y Eubel, pues en privilegio del
20 <le enero de 1295, tan a principio de año, ya aparece vacante Oviedo,
y hay que contar el tiempo que tardó en llegar la noticia desde Roma a
Castilla (priv. rod. a la Orden de Santiago, A. H. N., cax. 2o8, núm. 1,
Ceptin, y en el Bulario). Conviene añadir aquí, como adición a la pági
na 127, t. I, que desde 25 de febrero de 1286 don Pelegrín era obispo
de Ovicdo por provisión pontificia (Rcg. Hon. IV, 3u). De don Arias,
electo de Lugo, hablaremos en el capítulo siguiente. La vacante de Sevilla
ocurría por muerte de don García (V. cap. XI, pág. 34). A 12 de noviembre
de 1294, naturalmente, taita la confirmación de don Juan N1íñez de Lara
TARIFA 341
(1) Núm. 572. Recordemos ahora que doña María Fernández Coronel
era bisabuela de Per Al fon so de Guzmán, el niño sacrificado · sólo hacía
unos meses ante los muros de Tarifa.
(2) Núm. 574.
LA "FABLA" DEL MORIBUNDO 355
a quien dice no quiere conferirle autoridad sobre los otros, porque sería
·'gran danyo e destroymiento de todos los judíos de nuestra tierra •.. e
8.Ssi. Reyna, non devcdes querer que por I judío perdamos los otros". Baer
(B. A. H., 342, LXXXVI), que toma la noticia de esta carta del Catálogo
ele Regné (N. 2.551), cree que este don Salomón puede ser hermano de Moisés
Alconstantin, deduciendo que la .comunidad hebrea, por lo visto, conside
raba poco a la familia Alconstantin.
( 1) Este interesante documento, que extractaremos a continuación, lo
publicamos en Tarifa &, p. 148.
LA '' F'ABLA" DEL MORIBUNDO 357
(1) Giménez Soler (op. cit., II8), al hablar del convenio, años posterior,
entre Fernando IV y Jaime II para atacar Granada, dice: "esa idea no era
en él (Jaime II) nueva; quién sabe si fué ella el lazo que le unió a San
cho IV y si por ella fué Montolíu a las aguas de Tarifa a cooperar en la toma
de esta ciudad". Esta suposición no es exacta: ya vimos (cap. XVI) las cir
cunstancias del cerco de Tarifa. En cambio el castellano sí debía tener puestas
sus miras sobre Granada después de la toma de Tarifa, porque a 4 de octubre
de 1293 hace donación a la Catedral de Cartagena de "Oria et Cantoria et
Muxacar, et Val de Porchena et los Veleces que son agora de moros, que los
ayan cuando Dios quisiere que sean de cristianos" (N. 449); estos lugares es
':án bastante avanzados en tierras de Almería. Ese otoño de 1293, en que San
cho IV hacía esta donación, es cuando Abenalahmar pasaba al Africa para
confederarse con Abenjacob contra Castilla, como vimos atrás.
358 HISTORIA DE SANCHO IV DE CASTILLA
(1) La Crónica (p. 88), dice que Sancho mandó aparejar todo para el
cerco de Algeciras, pero adelanta la noticia, consignándola hacia abril o
mayo de r294; creemos que tal orden del rey fué consecuencia de la lectura
del Cuaderno de Juan Mathe, recibido, como vimos, a mediados de septiem
bre de r294. El r8 de· noviembre de r294, en Valladolid, Sancho IV daba sus
cartas insertando bulas de los Papas Inocencio y Clemente en que concedíaB
indulgencias y subsidios eclesiásticos para la guerra con los moros (Arch. C.
Burgos, Caxon 6, volumen 46 y Arch. C. Sevilla, 56-r-23, N. 4, Leg. 134). En
Alcalá de Henares, a 23 de diciembre de 1294, se expedía otra carta real re
pitiendo la inserción de la bula de Cruzada (Arch. C. Sevilla, 6o-1-31). A fines
de r294, Juan Mathe de Luna mandaría otra cuenta, detallando "lo que m9n
taron los derechos de toda la Frontera por un anno que comem;o primero
dia de deziembre de la era de M e CCC e XXXI, et se acabó postrimero de
noviembre de la era de Me CCC e XXXII annos" (N. 583). Detalla además
diversos gastos.
362 HISTORIA DE SANCHO IV PE CASTILLA
(1) Don Juan Manuel, op. cit., p. 262. Esta frase la recuerda José
Ramón Mélida al hablar de El Castillo de Pcñaficl (B...-l. H., 58, LXXI).
(2) ibídem. El 2 ele diciembre, da el rey en Buitrago una carta a
la Orden de Calatrava (Bulario, p. 156); el 8 ck diciembre, ya está en
Alcalá, donde otorga otra carta a Calatrava· (Eser. de Calatrava, T. IV,
fol. 226. A. H. N.).
13) Crónica, 89. En Alcalá de Henares fecha el rey varias dispo
siciones; el 21 de diciembre, a Feman Roiz de Arnaya y a Diego Adam,
de San Esteban de Gormaz (A. H. N., Leg-. 209, N. 94); el 22, al arzo
bispo de Sevilla (Muñoz Torrado, op. cit., 149; este autor le da la fe
cha ele 1293, pero el 22 de diciembre de 1293 Sancho IV estaba en Palencia);
el 23, insertando una Bula ele Cruzada (Arch. C. SeYilla, 60-r-3r); el 27,
a 'l'alavera ele la Reina .(ntÍm. 584).
364 HISTORIA DE SANCHO IV PE CASTILLA
\ l)· Férotin, op. cit., 298. De Guadalajara vqelvc la Corte a Alcalá, don
de se fecha el 20 ele enero un priv. a la Orden de Santiago (A. H. N. y Bu
lario, pág. 302). El 29 ele enero ya está la corte en Madrid, donde ese, día
se fecha una merced al obispo de Lugo .(E. S. XLI, 385) y otra el 30 (Archi
vo Cat. Lugo). Del 4 de febrero, en Madrid, es una real merced a Tari
fa (Arch. M. Tarifa); y también en Madrid el 15 de febrero al arz. de To
ledo (Ms. 13095, f. 88. B. N.); el 24, a Santo Domingo de Madrid (núme
ro 591); y el 29 a Cuevacardicl (Re1•. de Archs., T, 420, año 1907).
(2) Crónica, pág. 89. De don Juan Núfün el Mo::;o dimos referencias
en la pág. 79. Sabidas son sus revueltas, muerto Sancho IV.
LA "FABLA" D:l!:L MORIBUNDO 367
(1) El P. Risco dice que don Arias fué canónigo y arcediano de Lugo.
y que, vacante la mitra lucense mientras él estaba en Roma, Sancho IV, para
recompensarle su gestión diplomática, pidió al cabildo que lo eligiesen, y don
Arias se hizo consagrar en Roma. A 29 y 30 enero y 5 abril de 1295, San
cho IV le hizo importantes mercedes, disponiendo que se reconociesen al
obispo de Lugo todos los derechos sobre la ciudad. Luego fué muy leal a
Fernando IV. (E. S. XLI, 87, 384). Recuérdese la situación de Lugo en el
episcopado anterior (véase cap. XIV). Muerto Sancho IV, el obispo don
Arias encontraría dificultades, por la cuestión de las llaves ele la. ciudad,
pero le apoya Fernando IV (López Peláez, Rebeldías y sumisiones del Mu
nicipio de Lugo en el siglo XIII, Rev. Contemporánea, t. CIV, 370, año 1896).
Hinojosa (Estudios sobre la Historia del Derecho español, Madrid, 1903,
página 52) también habla de las luchas entre don Arias y el Concejo. López
J;'erreir.o (Hist. de la lgl. de Santiago, V. 249) menciona a un don Aria~
Pérez, arcediano de Salnés en 1285, y más adelante (pág. 349) habla del
deán don Arias Pérez Pardo que antes había sido arcediano de Salnés, su
cediéndole en el decanato don García Yáñez en 1316. Esto hacía pensar que
el don Arias, obispo de Lugo y embajador en Roma, no había sido arcediano
de Salnés, pero de ello no hay duda, pues Nicolás IV lo menciona con esa
dignidad cuando alude a la embajada de Sancho IV (véase el capítulo Xl,
páginas 19 y 20). Debe tratarse de dos individuos del mismo nombre. En
cuentas de marzo de 1294 leemos: "A don Arias de Medina, arcediano de
Salnés por carta del rey e de la Reyna, para complimiento de los IV mil mr.
que tiene del rey, del auno de XXXI (1293), M et DXL mr. et avie a recodir
con ellos Bartolomé Martinez so clérigo" (pág. XLIX) ; este clérigo sería
el encargado de los asuntos de don Arias durante su permanencia en Roma.
En marzo de 1294 ya debía estar electo don Arias, pues en cartas sobre tri
butos para la guerra con los moros, se habla de vicarios "del electo" de Lugo
(Tarifa,&, pág. 112).
(2j Este Papa sería el que tras grandes instancias y reiteradas gestio-
11e8, por personal consideración a María de Molina, otorgaría, al cabo
368 HISTORIA DE SANCHO IV DE CASTILLA
que no consignan las Crónicas al hablar de la tragedia ele Alfaro. Don Juan
Sánchez dice "que vivió en Buendia, cabe Guete, y non dejó fijos"; tío suyo
fué don Ruy Pérez de Ayala. En la Distr. de Aljamas vemos que Ruy Pérez
de Ayala tiene 5,412 mr. en las juderías de Pomar, Oña y Frías.
372 HISTORIA DE SANCHO IV DE CASTILLA
el sennorio desse logar ... >>, haciendo notar <<que fasta aqui
non lo quiso fazen>, aceptándolo doña Blanca <<agora porque
su voluntad es de asosegar su fazienda e su vida en orden,
et porque la nos afincamos que quisiese esa vuestra Ordem>.
La ilustre señora, atendiendo el requerimiento de Sancho,
saldaba su vida mundana con la profesión en las Huel
gas (1).
Por fin, un día del mes de abril, de aquella primavera
que Juan lY.tathe imaginó de triunfos, el rey don Sancho,
sintiendo ya la cercanía de la muerte, <<confessose e tomó el
cuerpo de Nuestro Señor, e fizose ungin>, haciéndose vestir
además el hábito de Santo Frandsco de Asís. La hora de
amargura había llegado; Sancho IV el Bravo moría la noche
del lunes 25 de abril de 1295, cuando aun no había cumplido
treinta y siete años (2).
***
Al concluir el estudio del reinado de Sancho IV tenemos
una opinión favorable de este rey, no sólo como hombre
culto, que esto ya lo demostrara Menéndez y Pelayo, sino
también como estadista. Si hasta ahora no se le ha esti
mado, es sencillamente porque se le desconocía.
A través de los documentos aportados, muchos sucesos
de este reinado presentan nuevas perspectivas y relieves
antes inadvertidos. El nombre de Tarifa, que era sólo como
un escenario para la hazaña de Guzmán el Bueno, recupera
su categoría de hecho histórico, neto valor político y militar
en la obra de gobierno de Sancho IV. Vemos que el ideal de
este monarca fué la Reconquista, línea acusada que se ex
tiende a lo largo de su reinado marcando la trayectoria de
su orientación política. También se destaca en su ideario la
concepción hispana de unión peninsular y la tendencia de
** *
que el infante don Juan estaba por "tierras de moros". El infante don
Juan, casado con la hija del conde don Lope (doña María Díaz de Raro.
sobrina, por tanto, de don Diego), era el único que podía disputarle, con
derecho, el señorío de Vizcaya; ausente don Juan, se facilitaba el camino
para don Diego. En las Cuentas (pág. CXL) se habla de lo que cobraron
por conducho en los pueblos que recorrió el rey, camino de Vizcaya;, y en
la pág. LXXVI vemos que se dieron 20 maravedís "a Ferrán Díaz · por
mandado del rey que! enviaba el rey a Vizcaya", al parecer en agosto
de 1294. Don Diego estaba con su mujer, la hermana de Sancho IV; a 28 de
octubre de 1291, Jaime II atendiendo ciertas peticiones de "dompnc infan
tisse Iolant, filie illustris dompni Alfonsí, quondam Rcgis Castelle", escribe
al merino de Daroca (núm. 378) ; por cierto qnc no hace constar sea la es
posa de D. Diego López de Raro. Debemos señalar aquí un dato relacio
nado con los López de Raro. A 19 de febrero de 1292 (núm. 401), Jaime II,
a requnirniento de los reyes <le Castilla, autorizaba a "dompner Evnes Rodri
gues de Villalobos, ttxor quondam nobilis Didaei Luppi de Pharo" para
vender unas casas y huertas suyas en Egea, para "solvendis debitis que
dictus quondam maritus suus debetat"; estas casas y huertas hahían sido
"contradicti ac inquietati pro guerra próxime preterita Aragonum et Cas
telle". Y aquí surge una dificultad: este don Diego López de Raro no es el
hermano del conde don Lope que ahora, en 1294, acababa de intentar la
entrada en Vizcaya, pues por la carta vemos que aquel Diego había muerto,
y además éste estaba casado con la infanta doña Violante. En cuanto a
doña Inés Rodríguez de Villalohos, vemos que en 1290 estaba casada con
don Pedro Díaz de Castañeda (v. t. T, páginas 113, u4). Tomando los
datos del citado documento de Jaime II, estimamos que aquel don Diego
es el hijo del conde don Lope, muerto poco después de la tragedia de Al
faro en 1288 (I, 219). Durante los meses que pasó en Aragórí, fugitivo de
Castilla, al morir su padre, debió contraer las deudas ele que se habla, y
luego, los bienes de su viuda sufrieron quebrantos cuando la guerra caste
llano-aragonesa de 1289, pasando su Yiucla doña Inés Rodríguez de Villa
lobos a Castilla, donde se casa con el viudo don Pedro Díaz de Castañeda.
Así tenemos que el joven don Diego estuvo casado probablemente muy
poco tiempo; los genealogistas no mencionan matrimonio de este único
hijo varón del conde don Lope. Sancho IV tuvo verdadera saña con los
Haros, pnes llegó a cambiar el nombre al lugar de Raro, llamándolo Villa-
lmena (V. I, 195), seguramente para borrar el recuerdo de este linaje.
(e) Muy curiosas son las referencias que guardan las cuentas de Na
varra de 1294, tanto las de Pamplona como las de París, acerca de la en
trada de Don Diego en Vizcaya. Estas noticias sueltas nos dan la sensa
ción del esmero con que Sancho cuidaba su comunicación con Navarra,
tierra siempre escogida por los conspiradores contra Castilla. Vemos que
una vez se paga en este año una suma a "un mandadero que mandó el
Gobernador yr a Logronyo por saber nueuas del rey de Castiella" (Archivo
Navarra, Cuentas, T. VI, f. 58 v.). La noticia de que el merino fué con
"conpanyas" a oponerse a don Simón de Urrea está en el fol. 64 v., y la
de que por carta del gobernador no dejasen pasar al de Raro consta en
el fol. 81-. El Cuaderno de Cuentas que está en País (Bibl. Nat. Nouv.
Acq., Lat núm. 81) da aún más noticias; en el fol. 13 v. consigna el pago de
"insidiarium qui ftterunt apud Biotam" por "rumores ssymoniis de Vrrea";
en el fol. 17 se habla de la expensa hecha por el merino "visitando fronta-
LA "FAl.lLA" DEL MORIBUNDO 387
riam suam quam dicebatur quo do:ninus Didacus de Haro ¡:; Simón de
Vrrea, barones aragonie faciebant congregationem", incluyendo el gasto
de "mmciis et insidiis in Aragonia missis ad faciendum certos rumores de
huius congregationem". En el fol. 23 v. señala también el coste de 5 jinetes y
roo peones puestos "ad custodien.dum portus ele Burunda, de Larrahun et
de Lerin, et de mandato gubernatoris, ad obstandum domino Didaco de Haro
quen dicebatur quo uolebat in~ et intrare Bizeayam". Más adelante
(fol. 31), se da una noticia que nos muestra la hostilidad que D. Diego encon
tró a su paso por Navarra, dice: "item merino pro restauro unius equi sui
mortui f1,gando domni Didacum Lupi de Haro quiem transiuit per Naua
rram ad inuadcndmn Uizcayam, tcrra,r,, rege Castelle", y a continuación se ha
bla de los dispendios del merino con jinetes y peones custodiando la frontera
"ex parte Castellc de mandato Gubernatoris et ad cqrnisitionen regís Castellc
ne dictus domnus Didacus possque liure regressum per Nauarram", más lo
dado a "insidiis missis tam ad exercitum rege Castelle quam ad terram de
Bizcaya que de utraque clubitabatur eo quo eongregationes fiebant prope
Nauarram... ". Aquí vemos que la retirada de D. Diego por Navarra fué tam
bién difícil; hasta nos queda recuerdo de un gran caballo bayo que perdió
en la jornada, pu,:s dicen las Cuentas (fol. 42): "de quondam magno equo
bayo qui fuit de familia domini Didaci de Haro, capto, reddito et vendito
3ancio de Lestan, militi L lb.", y en el folio 54 se menciona otro "equi qui
fuit Domni Didaci de Haro, capti per Remigium Egidii de Arcubus". De la
comunicación del Gobernador de Navarra con Sancho IV, tenemos pruebas
en las partidas de las cuentas (fol. 56) que señalan el pago entre otros a "Do
mino Petro Symonis de Rada, militi misso ex parte Gubernatoris ad Re
g-em Castelle"; a "Johani de Murguo, misso cum literis gubernatoris ad Re
gem Castelle"; y Andrruato, Lope Desmos, Iñigo de Guanos, Fort~_n de Gur
bindo, todos enviados con cartas del Gobernador al rey de Castilla. Garibay
(o¡,. cit., ITT, 274) dice se encomendó a D. Diego López de Salcedo la guerra
,•n los puertos de Larraun y Alsasua para resistir a D. Diego López de Haro
que quería entrar en Vizcaya. Para el merino debió ser muy fuerte comba
tir a su pariente el de Haro. De la cooperación de D. Ximeno de Urrea en
la tentativa de D. Diego no dice nada Zurita. Don Ximeno de Urrea fué uno
de los ricoshombres que en 1292 se desavino con Jaime II (Zurita, I, 353 v.).
Moret die(, que el gobernador ele Navarra, Rugo de Conflans, atendiendo los
tratad0s de Bayona, se opuso en cuanto tuvo noticia de que D. Diego López
de Haro y D. Simón de Crrea querían ir a Vizcaya contra Sancho de Cas
tilla. El mC'rino de Estella, un caballero forastero, Guillén Iserino, halagado
por el de Haro, dejó su oficio y huyó de Navarra "y se fué con él para la
entrada de Vizcaya"; el gobernador puso en su lugar a Juan Bretón (P. Jos•:
Moret, adiciones del P. Francisco Alenzon. Anales de Nwl'arra, T. Tif.
Pamplona, r 704, pág. 262).
(e) La biografía de don Juan Manuel, como la_ del Infante Don Enri
que el Senador, es de un interés extraordinario, y tampoco se ha emprendi
do en tocia su amplitud. Son muchos los autores que han tratado de don
Juan Manuel como escritor, pero aquí debemos omitir una lista bibliográfi
ca que estaría fuera <le lugar. Don Pascual Gayangos, en la Introducción al
tomo de la Biblioteca de Autores Españoles. Escritores en prosa anteriores
al siglo XV (ed. cit.) hace un bosquejo biográfico, y lo mismo Benavides
en las Memorias de Fernando IV. Aquí no nos incumbe referir la vida ín
tegra del insigne príncipe, correspondiente a otros reinados, ni analizar su
obra literaria; apuntaremos su genealogía y su relación con Sancho IV.
Don Juan Manuel, hijo del Infante Don Manuel y-de la condesa doña Bea
triz de Saboya, casaría primero con doña Constanza de Aragón (hija de
Jaimc II y Blanca de N ápoles), siendo ·padres de doña Constanza ~fanuel.
En segundas nupcias contraería matrimonio con doña Rlanca de la Cerda
390 HISTORIA DE SANCHO IV DE CASTILLA
don !van .Jfamtel, fijo del mvy ilustre Infante don Manvel y de la. mvy escla
recida señora doña.Beatriz de Saboya, Dvque de Peñafiel, marqvcs de Viüi•
na, abvelo del mvy poderoso rey y señor de Castilla y de León don !van pri
mero deste nombre, finó en la civdad de Cordova en el año del nacimiento
de Nuestro Salvado,., de MCCCLXII.
En 1307, don Juan Manuel se interesaba por la suerte de uno de los bas
tardos de su protector el rey don Sancho; la interesantC;\ carta del príncipe
escritor, publicada por Giménez Soler (Caballeros españoles en Africa. &.
Rev. Hisp., XVI, pág. 56, año 1907), dice, entre otras cosas, que Femán
Femández "me dixo que es cauallero vasallo del rey de Portogal, e que pasó
la mar con Alfonso Sánchez, fijo del rey don Sancho. Et desque allá fueron,
que Abeacob que non quiso que allá fincasen et que se ovieron a tomar. Et
que Johan Sánchez, su hermano, que es allá con el rey Aheacob, et que sopo
que el rey le mandaua tornar, que enbió una carta a un mercadcro de Aoran,
un lugar do ellos cstauan, que diesse a aqttel barquero que los auie passado
aquellos que auie de auer, e pannos, e dineros a este alfonso Sánchez, et el
harquero que tomó la carta que venía al mercadero et non gcla quiso dar
et que los metió en la harca et que aportaron a Alcant et de que llegaron,
que les tomó todo quanto trayen et non lo pueden dél auer... " En vista de
lo cual, don Juan Manuel ruega al rey de Aragón dé una carta para que
"este cauallero aya cumplimiento de derecho". De Alfonso y Juan Sánchez,
cuando pasan al Africa, habla Giménez Soler (Rev. Hisp., XII, 341). Re
cientemente hemos tenido la fortuna de encontrar dos testamentos de don
Juan Manuel hasta ahora desconocidos, que publicaremos muy en breve,
para ilustrar con la aportación de este hallazgo extraordinario la biografía
de tan importante figura de nuestra historia literaria.
r/i) Crónica, 90. La Crónica ms. de la Academia añade que cuando lle
varon el cadáver del rey a la catedral, "el Infante don Enrique y don Nuño
fueron con la reyna y trauaron della que fuese en una mula y no se pudo aca
bar della que fuese sino ele pie, rascándose y mesándose y haciendo muy
grand llanto", frase que no consigna la Crónica impresa. Cedillo dice que
Sancho IV, para labrar su enterramiento en la catedral toledana, concedió
a perpetui.-Jad 2.000 mr. de oro en las aljamas de Alcalá, Talamanca, Uceda y
Brihuega (Impuestos, p. 391). En 1302, Fernando IV hace una merced a la
catedral ele Toledo, entre otras razones, "por onrra del rey don Sancho
nuestro padre que yazc y enterrado, et por que fuemos y tomado por rey".
(A. H. N. Docs. Cat. Toledo, Caja 226). En el privilegio citado de 1285, en
que elige sepultura, dice: "Escogemos nuestra sepultura en la santa Eglesia
ele Sancta Maria la sobredicha (de Toledo). E quando voluntad fuere de
Dios que finemos, mandados que nos entierren en aquel logar que nos or
denamos con don Gon<;all'lo an;ohispo sobredicho e con el deán don Miguel
L.\ "l•',HlLA" DEL MORIBUNDO 395
Vi<lctur Sanctius culpam diluisse; nam eodem anno 1295 nov. 26 restituitur'',
cita los números 399, 552, 663 de los Reg. de Bonif. V Il l, e<l. cit. El nú
mero 399 es de julio de 1295 y se dirige a "Sanctio Gundisalvi, electo Ispalen
si", diciendo cómo por muerte de don Gar9ía los electores de la iglesia de
Sevilla "providenti ca vice pre<licte ecclesi de pastore potestatem plenariam
tmanimitater concesserunt; iiclem vero iu te, tune abbatem secularis ecclesie
Fussellensis, in ecclesia Pallentina, direxerunt concorditer vota sua". En el
número 663, 26 noviembre J 295, el Papa dispensa a "fratri Sanctio archie··
piscopo Ispalensi", "irregularitatc, qua exigente fuerat prius ab ipso summo
pontífice archipiescopatu Ispalensi privatus (Cf. supra, núm. 552) et iterum
in :trchipiescopum preficitur". La Sede de Jaén, según los privilegios roda
Jos, continuaba vacante desde diciembre de 1288 (V. t. I, p. 224) hasta fin
del reinado de Sancho IV; pero conviene señalar que a 5 de diciembre de
1290 el rey se dirige a don Juan Miguel, obispo electo de Jaén, acerca de
un pl,~ito entre las mitras de Toledo y Sevilla, pues esta última pretendía
tener jurisdicción sobre Jaén (Ortiz ele Zúñiga, Anales, 147). Ximena (op. cit.,
224-37) dice: que la elección de don Juan no debió tener efecto, pues en 13C>1
todavía era deán. Eubcl (Hierachia) no lo incluye, pues fué cassata la elec
ción del deán don Juan Miguel, en discusión con el canónigo Fortunio. Sia
embargo. como electo era considerado y debía administrar la diócesis, pues
en las Cuentas de Juan Mathe de noviembre de I 294 consta que del diezmo
de la iglesia de Jaén "mostró pago de Johan Miguel, electo" (N. 0 583,
p. CCCXCVIII). Entre los seglares, falta, a 24 abril 1295, don Fernán
Rodríguez de Castro, pertiguero mayor de tierra de Santiago (V. págs.
342 y 391). Don Juan Rodríguez de Rojas es adelantado mayor de Castiila
en lugar de merino. El almirantazgo mayor lo ocupan Juan Mathe de Luna
y. Fernán Pérez, en sustitución de Micer Benito Zacarías (véase pág. 376).
Entre los nobles castellanos falta don Gonzalo Yáñez de Aguilar, en
el A. H. N. (Leg. 2.270, Monast. ele Valbuena de Duero) hay documentos
de los Ag-uilar; en uno de 1270 aparece don Gonzalo Y uannes, señor de
Aguilar, con su mujer <loiía Berenguela y sus hijos don Gonzalo González y
doña Leonor González. De don Gonzalo Yáñez do Vinhal, el trovador, y señor
de Aguilar por merced de.Alfonso X, hicimos mención en el t. J, pág. 26, 49,
86 y I09; estuvo casado con doña Berenguela de Cardona (aragonesa), ''filha
de certo Ramón Folch de Cardona que passara de Frarn;a a Hespanha".
(Carolina Michaelis de Vasconcellos, Ajuda, ll, 520.) De modo que el do
cumento antes citado del monasterio de Valbuena es del propio trovador,
puesto que aparece con su mujer doña Berenguela. En los Linhagens (p:'..
~ina 370) no se nombran estos dos hijos, que vemos en el documento, o sean
don Gonzalo González y doña Leonor González, mencionándose sólo a don
Gonzalo Yáñez de Aguilar (el segundo), que casa con María González, de
quien tien a don Gonzalo (tercero) y don Tel10. Doña Carolina Michaelis
<la por muerto al trovador en 1280, siguiendo a los Linhagens (pág. 272),
que dicen cómo los moros mataron a '"don Gorn;alle Anes d'Aguilar o Velho"
en la vega de Granada ante el ]nfante don Sancho, "entre cuyos privados
había tomado lugar", según la misma autora. En los últimos privilegios de
Alfonso X, vemos entre los que se tuvieron en lealtad con él, que confirman,
a I septiembre 1283, don Gonzalo Yáñez <le Aguilar, y cuatro m~ses después,
a 10 enero 1284, "Gorn;al Yuáñez, fide don Gorn;al Yuanes ·dagmlar" (Balles
teros Beretta, Scvilllt en el siglo X!II, pág. CCUT, CCLIV). No sabemos si
t·n los dos privilegios sea la misma persona o si en el primero es el padre, y en
el segundo el hijo, según se especifica, bien porque el padre hubiese muerto,
o porque siguiera el bando de su amigo el Infante don Sancho. Como en
400 HISTORIA DE SANCHO IV DE CASTILLA