Criterio de Razonabilidad
Criterio de Razonabilidad
Criterio de Razonabilidad
con el ingreso del contribuyente, como por ejemplo en las empresas del
rubro automotriz, la compra de combustible debe ser razonable respecto
a las horas trabajadas por la maquinaria que utiliza dicho combustible, o si
corresponden a los activos de la empresa, a efectos de ser deducibles.
Por lo antes referido, se puede decir que el criterio de razonabilidad
permite saber las razones por las cuales una empresa incurre en gastos no
proporcionales al volumen de sus operaciones; es decir, si existe un
incremento de gastos se tiene que analizar y verificar cuáles son las causas
de dicho incremento, como por ejemplo pudieran ser la expansión de
operaciones a nuevos mercados, la intensificación de campañas
publicitarias, etc.; de modo que a pesar que los montos de los gastos no
son proporcionales, resulta razonable efectuar ese gasto.
Según Caballero Bustamante (2010) los elementos que deben evaluarse
con la finalidad de determinar el cumplimiento del criterio de
razonabilidad son:
a. En principio, el contribuyente deberá entender que los gastos realizados
por sus consumos deben mantener una relación coherente y proporcional
con sus ingresos en base al mandato que conlleva el Criterio de
Razonabilidad y de lo dispuesto en el artículo 37° del T.U.O de la Ley del
Impuesto a la Renta - Decreto Supremo N° 179-2004-EF (2016 a).
b. La evaluación del cumplimiento de ese criterio no debe entenderse
como una regla matemática que cuantifique parámetros iguales en todos
los casos; ello 19 es así, en tanto la Administración Tributaria y
consecuentemente el Tribunal Fiscal en sus diferentes pronunciamientos,
han calificado los gastos del contribuyente no solamente en función de los
ingresos de éste sino tomando en consideración algunos de los siguientes
aspectos:
Evaluar la proporción de los gastos efectuados por concepto de
gratificaciones extraordinarias, respecto de la remuneración que
corresponde al mismo trabajador.
Evaluar la proporción del gasto por concepto de honorarios por
servicios profesionales prestados por un locador se servicios de forma
independiente, respecto de un trabajador (en relación de dependencia),
considerando las jerarquías y la labor que desempeñan.
La razonabilidad, debe establecerse en función a la relación existente
entre el gasto y los ingresos correspondientes a un determinado ejercicio.
En este sentido se pronunció el Tribunal Fiscal en la RTF Nº 4212-1-2007.
El contribuyente al evaluar este criterio, debe tener en claro que el
Criterio de Razonabilidad constituye un límite para la deducibilidad del
gasto.
Finalmente, antes de evaluar si el gasto cumple con el Criterio de
Razonabilidad, el contribuyente debe comprender que la razonabilidad
implica una equidad manifiesta que procura que las erogaciones
mantengan plena coherencia con la situación de la empresa, de suerte
que no resulten contradictorias con la realidad.
Cabe resaltar, que el criterio de razonabilidad balanceará la aplicación del
criterio de proporcionalidad, ya que puede ocurrir que un gasto sea
desproporcionado, pero si resulta ser razonable para la obtención de
rentas gravadas, su deducción tendría que ser permitida.
RTF N° 00703-4-2016 (22/01/2016)
Únicamente otorga a crédito fiscal, el IGV que grava las adquisiciones de
bienes que constituyen gasto o costo para el propio contribuyente, y
cumplan con el denominado “principio de causalidad” que es la relación
existente entre el egreso y la generación de renta gravada o el
mantenimiento de la fuente productora, es decir, que todo gasto deber
ser necesario y vinculado con la actividad que se desarrolla, noción que
debe analizarse considerando los criterios de razonabilidad y
proporcionalidad, atendiendo a la naturaleza de las operaciones realizadas
por cada contribuyente, de acuerdo con lo señalado por Tribunal en las
Resoluciones N° 05153-8-2013 y 19124-8-2012, entre otras.
RTF N° 9440-3-2014. Que en tal sentido, este Tribunal ha señalado en las
Resoluciones N° 434-3-2010 y 6011-3-2010, que para determinar la
fehaciencia de las operaciones realizadas por los deudores tributarios es
necesario, en principio que se acredite la realidad de las transacciones
realizadas directamente con sus proveedores, las que pueden sustentarse,
entre otros, con la documentación que demuestre haber recibido los
bienes, tratándose de operaciones de compra de bienes o, en su caso, con
indicios razonables de la efectiva prestación de los servicios que señalan
haber recibido.
Proporcionalidad de las operaciones Alude a un parámetro cuantitativo en
la cual consiste en verificar si realmente el monto del gasto guarda debida
proporción con el volumen de sus operaciones, si los gastos excedieran de
dicha proporcionalidad, se presumirá que ellos se han efectuado con
propósitos ajenos al giro del negocio.
(Caballero Bustamante (2009). El Principio de Causalidad como regla
general para permitir la deducibilidad o no de los gastos y así determinar
la renta neta de las empresas, serán deducibles los gastos que cumplan
con el propósito de mantener la fuente productora de renta para lo cual
debe considerarse si el monto del gasto corresponde al volumen de
operaciones de la empresa para lo cual corresponde examinar la
proporcionalidad de la deducción así como el modus operandi de la
empresa.
Tribunal Fiscal RTF Nº 668-3-99. Por lo antes referido, el criterio de
proporcionalidad es de carácter cuantitativo ya que establece la necesidad
de relacionar el gasto incurrido con el volumen de las operaciones que
realiza la empresa, la proporcionalidad obliga a las empresas a realizar
gastos que se encuentren dentro de su capacidad económica reflejada el
volumen de sus operaciones; es decir, si un gasto no fuera proporcional al
volumen de las operaciones, no sería permitido.