Ansiedad Social
Ansiedad Social
Ansiedad Social
Cuando esto deja de ser una reacción puntual para convertirse en un patrón de
ansiedad presente en gran número de situaciones sociales, avanzamos hacia un
problema específico definido como Ansiedad Social o Fobia Social.
4. Otro de los patrones, tiene que ver con los adolescentes. En este ejemplo
tenemos a un chico absolutamente brillante en sus resultados académicos.
Es un chico inteligente, creativo, con ganas de aprender, con intereses
diversos, algo tímido y muy amable. Pero pasa la mayor parte de los
recreos solo, leyendo un libro en el patio o quedándose en clase. Es posible
que se diga a si mismo que no le gusta jugar, que prefiere leer, que es un
“solitario”, que está mejor así. Pero si profundizamos un poco,
descubriríamos que tras este aislamiento impuesto, hay miedo, miedo a que
los compañeros le rechacen, miedo a no ser aceptado como es. El
Trastorno de ansiedad social es uno de los trastornos psicológicos más
frecuentes en etapas infantil y juvenil (García-López, Piqueras, Díaz-
Castela & Inglés, 2008). Detectarlo y resolverlo es fundamental. Que un
niño, niña o adolescente se libere de sus miedos sociales puede cambiar el
devenir de su vida.
5. Este último ejemplo de patrón de ansiedad social tiene que ver con un
modelo también muy frecuente. La persona tiene éxito laboral, su carrera
ha sido brillante, con una proyección y resultados excelentes.
Aparentemente es una persona con buenas habilidades sociales, pero hay
un problema que no le permite sentirse bien, satisfecho o satisfecha, que le
genera un enorme sufrimiento y ansiedad. Es la gran necesidad de
aprobación de los demás, que le lleva a un perfeccionismo difícilmente
sostenible para cualquiera. Este nivel de autoexigencia hace que no se
disfrute de lo logrado y se viva en un permanente estado de insatisfacción y
autocrítica.
No hay que confundir la timidez con la introversión, ya que este último concepto
alude a unas bases biológicas de la personalidad, mientras que la timidez sí que
suele representar un problema a la hora de relacionarse con otras personas.
10 RECOMENDACIONES
Lleva al límite las creencias que tu mente te envía. Muchas creencias son
limitantes, a veces hay que arriesgarse a entablar esa conversación que tanto
miedo (mejor dicho: emoción) te genera.
Puedes practicar con tus allegados hasta que vayas habituándote a entablar
conversaciones. Mantén contacto visual, desarrolla tu lenguaje corporal, expresa
tus ideas y emociones… Poco a poco te irás sintiendo más cómodo e irás
ampliando tu radio de acción.
6. Si has estado evitando hacer algo, puedes escribir lo que vayas a decir.