DSM Lissette Carmona
DSM Lissette Carmona
DSM Lissette Carmona
0 a 24 meses
Lissette Carmona interna de kinesiología
Docente Klga Natalia Romero
Telerrehabilitación en Neurokinesiología Psicomotriz
Introducción
El desarrollo psicomotor implica los cambios en las habilidades motrices, cognitivas, emocionales y sociales del niño, desde el
periodo fetal hasta la adolescencia. El término suele limitarse por consenso a los primeros dos años de vida. Aunque en muchas
ocasiones nos referimos al término maduración y desarrollo de forma similar, no hay que olvidar que la maduración es el proceso
genéticamente determinado, que implica la organización gradual de las estructuras neurales, mientras que el desarrollo se refiere al
incremento y perfeccionamiento de las habilidades funcionales. Por lo tanto, los factores genéticos y ambientales actúan sobre la
maduración del sistema nervioso, que se traduce en el proceso del desarrollo. (1)
El fenómeno biológico clave en el desarrollo psicomotor es la consolidación de los circuitos corticales. La mielinización de estos
circuitos comienza a los 8 meses de gestación y está prácticamente completa a los 2 años de edad. Durante este periodo, los
circuitos neuronales tienen gran plasticidad, siendo muy sensibles a los estímulos externos. La adquisición del conocimiento y el
refinamiento de habilidades depende de las oportunidades que se le den al niño para observar, copiar y experimentar de sus iguales,
así como de la interacción entre su genética y el ambiente que le rodea, contribuyendo todo ello de forma interactiva y compleja al
proceso de desarrollo. Los potenciales acontecimientos nocivos genéticos, intrauterinos y ambientales (especialmente, la
hipoestimulación sensorial), durante este tiempo afectan a la organización y perfeccionamiento de las estructuras neuronales y
pueden ser responsables de un retraso en el desarrollo psicomotor. (1)
Neonato: 1-10 días
El neonato de término muestra una actividad flexora de tobillos, rodillas, caderas y codos. Se observa un repliegue flexor que ocurre
cuando estas articulaciones son extendidas pasivamente. Se puede evidenciar tanto en prono como en supino.(2)
● La flexión de caderas causa que el peso sea desplazado hacia la ● El neonato muestra la ‘’flexión fisiológica’’ en sus
cabeza del bebé, la cual se encuentra rotada hacia un lado. extremidades, pero carece del control antigravitatorio de los
● El neonato es capaz de extender el cuello, levantando la cabeza flexores de cuello, por lo que puede traer su cabeza
en contra la gravedad y rotarla hacia el lado contrario. Al realizar brevemente a la línea media, y por lo general la mantiene
esta acción el peso de su cabeza es desplazado a sus hombros. rotada hacia un lado.
En sedente: Se puede observar la falta de control antigravitatorio, y los intentos por levantar su cabeza al ser traccionado, muestran un
feedback sensorial (visual, vestibular, y/o propioceptiva) que le indican que la posición de la cabeza es la incorrecta. Si se lo sostiene
ligeramente, se inclina completamente hacia adelante desde sus caderas. (2)
El neonato demuestra sus capacidades más notables en bípedo, siendo estas capacidades el bípedo primario y la marcha automática.
Estas “habilidades” desaparecen gradualmente entre la cuarta y sexta semana. (1)
Dos meses (2M)
Este mes se caracterizado por una semi hipotonía (tono bajo), flexión disminuida, y aumento de la extensión y asimetría. La flexión
fisiológica ha sido disminuida por la fuerza de gravedad e incremento de la actividad extensora. La extensión antigravitatoria aún no
ha sido balanceada por una flexión antigravitatoria activa, por lo tanto, en actividades motoras gruesas parecería tener menos
control con respecto al mes anterior. (2)
En bípedo el bebé de dos meses presenta astasia abasia (descoordinación motora y mala orientación de los pies). (2)
Hacia los dos - tres meses la reacción de automatismo de la marcha desaparece. (1)
Tres meses (3M)
El tercer mes se caracteriza por el comienzo de la simetría activa y control bilateral de los músculos de cuello y tronco. La cabeza se
encuentra con menor frecuencia rotada hacia un lado. Comienza la orientación de cabeza, ojos y manos a línea media.
En prono, la extensión de cuello acompañada de una extensión torácica, permiten al bebé
levantar y girar su cabeza. Comienza a cargar peso sobre los antebrazos, levantando la parte
superior del pecho de la superficie de apoyo. La carga de peso sobre los antebrazos es lograda
con los músculos extensores de cabeza y tronco, y con los músculos flexores de la parte
superior del pecho (especialmente pectoral mayor).
Fuerte simetría. El bebé usa control simétrico bilateral de los músculos flexores y extensores.
Hay un balance entre los músculos flexores y extensores de cuello lo que permite al bebé mantener el control de cabeza en línea
media en prono, supino y sedente.
La aducción escapular se ve también en el sedente, bípedo y marcha iniciales.
La retroversión pélvica es acompañada de extensión de cadera, extensión de rodilla, y flexión plantar de tobillo. (2)
La fuerte extensión simétrica en prono es balanceada por la En supino, el bebé de cuatro meses muestra un
carga de peso simétrica sobre los antebrazos. Los músculos incremento en el control de la actividad muscular
pectorales aducen los brazos en línea con el tronco. La aducción flexora. El bebé levanta la cabeza, brazos y piernas para
activa de hombros ayuda a facilitar la contracción de los alcanzar sus rodillas con las manos. La posición de
músculos abdominales y la flexión de cabeza. En prono, el manos-a-rodillas le permite al bebé explorar su cuerpo y
bebé juega alternando activamente la inclinación de la aumentar la conciencia corporal. Generalmente la visión
pelvis entre anteversión y retroversión.(2) guía el alcance.(2)
Cuatro meses (4M)
Entre el 4to y 5to mes la reacción (sinergia) de Moro comienza a desaparecer (1)
Cinco meses (5M)
El quinto mes es importante ya que emergen las capacidades de desplazamiento lateral de peso, reacción lateral de enderezamiento de
cabeza y columna, y disociación de extremidades superiores e inferiores. (2)
En prono, el bebé puede asumir y mantener la carga de peso sobre los antebrazos y con codos extendidos. Carga peso sobre los antebrazos
y comienza a desplazar el peso lateralmente respondiendo con flexión lateral, lo que le permite alcanzar con una mano mientras se estabiliza
sobre un hombro. Aunque ésta es una posición de extensión, es balanceada por el control de los músculos flexores con los abdominales y
pectorales. La carga de peso con codos extendidos provee retroalimentación propioceptiva hacia todas las articulaciones que cargan peso, lo
que contribuye posteriormente a un mayor desarrollo de la estabilidad.(2)
En supino, el incremento en el control abdominal y de los músculos flexores de cadera permite al bebé de cinco meses levantar sus
piernas llevando sus pies hacia sus manos y boca (Figura 5.3). Durante esta acción, la pelvis se eleva y se inclina posteriormente.
El juego mano boca-pie contribuye al desarrollo de la conciencia corporal del bebé y proporciona estimulación sensorial a cada una
de estas partes. El proceso de “desensibilización” puede ser preparatorio para el bípedo y marcha típica.(2)
Seis meses (6M)
El bebé tiene un buen control de cabeza, aumento del control de cintura escapular, observada al realizar alcances y en la extensión
protectora anterior. El control y movilidad de tronco han aumentando, por consiguiente, son más apreciables los movimientos
laterales de columna.(2)
Fuerte actividad extensora. Sin embargo, en la posición de carga de peso con codos extendidos esta extensión es balanceada por la
actividad flexora. La extensión de cabeza-cuello esta balanceada por la flexión de cabeza-cuello, en consecuencia el bebé puede
realizar chin tuck y elongar el cuello. Los extensores de tronco superior son balanceados por los flexores de tronco superior y por una
buena estabilidad de la cintura escapular, lo que subsecuentemente permite flexión/aducción humeral, extensión de codo, y extensión
de muñeca. Los extensores de tronco son balanceados por una contracción muscular abdominal (flexora) activa, reduciendo así el
grado de lordosis. Una adecuada extensión de caderas es posible ya que los abdominales estabilizan la pelvis permitiendo a los
músculos de la cadera trabajar desde una base estable.(2)
El bebé es capaz de sentarse independientemente y comienza a realizar desplazamientos de peso en sedente. El control de tronco
en sedente es suficiente para permitir que el bebé pueda disociar las extremidades inferiores del tronco, por lo tanto, mientras el bebé
está sentado comienza a intentar varias posiciones de sus extremidades inferiores. Generalmente para un bebé de siete meses la
posición en prono es la predilecta ya que es aquí donde es más funcional. Raramente a los siete meses estará en supino ya que en
prono posee la mayor diversidad de movimientos disponibles.(2)
A menudo están presentes las reacciones protectoras extensoras hacia los lados.(2)
Desde prono el bebé puede pasar Una vez que el bebé asume el
a cuadrúpedo cuadrúpedo, puede percibirse una
lordosis lumbar. Esta ocurre cuando los
músculos abdominales no están
suficientemente activos. Cuando los
En un comienzo esta transición se
músculos abdominales no están
realiza a través de desplazamiento
suficientemente activos para dar soporte
lateral de peso disociando las
a la caja torácica, tampoco lo están los
extremidades inferiores, elevando
músculos de la cintura escapular.
la pelvis sobre la pierna flexionada,
y extendiendo codos para levantar
el cuerpo a cuadrúpedo. Esta Bebé realiza transición de
posición transitoria es a veces cuadrúpedo a sedente, a través de
llamada posición de “maratón.” un desplazamiento lateral de
peso.(2)
Ocho meses (8M)
El control de tronco del bebé en sedente ha mejorado, utilizando sus extremidades inferiores con menor frecuencia para estabilidad
postural. Frecuentemente se sienta con rodillas extendidas (“long sitting”) y caderas aducidas en línea con el cuerpo, o con una pierna
con la rodilla extendida y la otra con la rodilla en flexión (en posición de semianillo). Cuando las piernas están más alineadas con la
pelvis, el bebé puede desplazar su peso a través de movimientos laterales y de rotación realizándose sin caer. El bebé también puede
usar reacciones protectoras de extremidades superiores cuando estas son necesarias.(2)
El bebé de nueve meses es muy funcional en sedente siendo capaz de cambiar frecuentemente sus posturas en sentado. Puede
iniciar y controlar una variedad de secuencias de movimiento y transiciones. Su control de tronco le permite además practicar y
desarrollar aún más sus habilidades motoras finas y manipulativas.
El bebé continúa utilizando el arrodillado, semiarrodillado y trepado. Su control para estas posiciones sigue mejorando a medida
que desarrolla mayor control y movilidad pélvico-femoral. Estando de pie y realizando marcha lateral, el bebé de diez meses,
continúa incrementando su rotación de tronco sobre la pierna que carga peso. Al realizar marcha lateral alrededor de los muebles, el
bebé utiliza una sola mano para estabilizarse, mientras gira y mira a la dirección en la cual se está moviendo (2)
● El bebé de doce meses tiene suficiente control de tronco para realizar flexión lateral y
rotación como también flexión y extensión.
● El bebé puede moverse fácilmente desde y hacia el sedente.
● Puede realizar transiciones a cuadrúpedo o semiarrodillado-cuadrúpedo en preparación
para levantarse. La posición de arrodillado es utilizada con frecuencia. (1)
● Puede ponerse de pie usando solamente sus extremidades inferiores. Logra esto a través
de la secuencia de arrodillado, semiarrodillado, desplazamiento de peso hacia adelante,
cuclillas y luego extensión simétrica de ambas extremidades inferiores. (1)
● Mientras está de pie, el bebé puede desplazar lateralmente su peso y levantar las piernas
alternadamente. Este desplazamiento de peso es generalmente acompañado de
aducción escapular (guardia alta) y extensión de tronco. (1)
● A medida se incrementa el control de tronco, la aducción escapular ya no es necesaria y
los brazos del bebé cuelgan a su lado. (1,2)
● Eventualmente balancea sus brazos y piernas recíprocamente. Esto requiere
contra-rotación de la cintura escapular y pélvica, lo cual es únicamente posible cuando hay
estabilidad dinámica de tronco.(1,2)
Su impulso motor es poderoso, está en constante actividad, con breves estadíos de locomoción de marcha, deteniéndose, volviendo
a marchar, trepando, realizando juegos dinámicos poniendo a prueba su marcha. El 90% de los niños dan más de 5 pasos solo con
16 meses. A esta edad, también aparece la lateralidad por lo general; aunque, en ocasiones, no está bien definida hasta los 4 o 6
años de edad. Esta no debe estar presente en niños menores de un año, y su presencia debe hacernos descartar una alteración
neurológica.(1)
Periodo de avance en el proceso de independencia, su capacidad tanto física como mental le permiten realizar cada vez más
actividades individualmente. Existe una transición del funcionamiento sensorio-motor al preoperatorio. Surge el pensamiento y juego
simbólico, volviéndose capaz de formar imágenes mentales de objetos que están ausentes y describirlos.(4)
De los 18 a los 24 meses empieza a concebir el espacio con formas y dimensiones, vertical y horizontal (torre 6 cubos, tren de
cubos,…). Relaciona el papel y el lápiz (hace trazos). Utiliza la taza y la cuchara sin derramar. Presenta ya un pensamiento
representativo-simbólico (un objeto puede representar a otro en un juego imaginativo). Sube y baja cogido de la baranda o de la
mano (muebles, escaleras…) y corre. Pasa páginas de un libro. Designa y después denomina (primero objetos y después
imágenes).(5)
El proceso de desarrollo motor típico demuestra cómo el bebé continúa ganando control de tronco en los tres planos mientras se
mueve más alto en contra de la gravedad. El incremento en el control de tronco le permite a las extremidades superiores e inferiores
disociarse del tronco y entre ellas. Al incrementar el control de tronco, el centro de masa se vuelve más estable y el bebé puede
angostar su base de apoyo moviéndose y realizando transiciones con mayor fluidez. Se vuelve cada vez más experto en explorar su
ambiente. El estudio del sistema motor revela una compleja organización en la que los músculos extensores actúan sinérgicamente
con los flexores. El control y el ajuste postural, la coordinación y la precisión del movimiento, así como la posibilidad de responder
ajustadamente a los estímulos del medio, se deben a la acción conjunta de las estructuras que integran la información procedente de
los propioceptores y exteroceptores, controladas por otras estructuras que ejercen una función inhibitoria y reguladora de los impulsos
y reflejos (corteza, centros motores, cerebelo, formación reticular y haz piramidal). Sin embargo, la función motriz no es “puro acto
mecánico”. La actividad motora se conquista e integra en actividades que surgen de la iniciativa del niño, en el intercambio activo y
permanente con su entorno. La motricidad del ser humano está relacionada con lo más profundo de su ser. Motivada por la necesidad,
el deseo y el impulso de conocimiento, pone en acción un repertorio biológico que sólo puede expresarse en función de la relación
que establece el sujeto con el medio y su entorno psicosocial cultural.(1,2,3)
Bibliografía
1. Gómez-Andrés D, Pulido Valdeolivas I, Fiz Pérez L. Desarrollo neurológico normal del niño [Internet]. Pediatriaintegral.es.
[cited 2021 Jul 27]. Available from:
https://www.pediatriaintegral.es/wp-content/uploads/2015/xix09/07/n9-640e1-e7_R.Bases_Gomez.pdf
2. Bly L. Motor skills acquisition-Checklist. AR: Therapy Skill Builders, 2000.
3. Bly L. Motor skills acquisition in the 1st year. AR: Therapy Skill Builders, 1994.
4. Medina Alva MDP, Caro-Kahn I, Muñoz Huerta P, Leyva Sánchez J, Moreno Calixto J, Vega Sánchez SM. Neurodesarrollo
infantil: características normales y signos de alarma en el niño menor de cinco años. Rev Peru Med Exp Salud Publica.
2015;32(3):565-73
5. MINSAL, Gobierno de Chile, Primeros hitos del desarrollo psicomotor y de lenguaje [Internet]. Gob.cl. [cited 2021 Jul 27].
Available from: https://www.crececontigo.gob.cl/tema/primeros-hitos-del-desarrollo/
6. García Pérez MA, Martínez Granero MA. Desarrollo piscomotor y signos de alarma. En: AEPap (ed.). Curso de
Actualización Pediatría 2016. Madrid: Lúa Ediciones 3.0; 2016. p. 81-93.