Compendio 3 Expresion Oral
Compendio 3 Expresion Oral
Compendio 3 Expresion Oral
3. Bibliografía 15
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1. Informacion de la unidad
Tema de la semana:
» Objetivo:
» Tema:
Oratoria
» Subtemas:
1. Importancia y clasificación,
2. Confianza y seguridad.
3. Desarrollo de habilidades para la oratoria
» Unidad:
3
La oralidad y las técnicas de litigación oral – La Oratoria
40).
En conclusión, recordemos que la oratoria está enmarcada en el perímetro de las
ciencias sociales, ella estudia al individuo en su correlación con el medio social en el que
se desenvuelve. Un medio que no perennemente resulta interesante para quienes viven
incomunicados con sus semejantes; pero, felizmente, la oratoria nos enseña a
expresarnos con propiedad y distinción, a conocer y a manipular correctamente nuestro
idioma y a transferir nuestros discursos de manera eficaz. Como toda actividad humana,
su potestad exitosa requiere de persistente práctica (Moranchel, 2017).
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La oralidad y las técnicas de litigación oral – La Oratoria
Importancia de la oratoria
Es trascendental acordarse que el individuo es el único ente viviente que habla y que la
palabra es uno de los dones más extraordinarios que posee, éste le permite declarar la
prodigiosa riqueza de su espíritu y establecer correspondencia con sus semejantes. Por
ello, llama la curiosidad que en los centros escolares y de instrucción superior no se
ponga especial esmero en la enseñanza de la expresión oral. Se nos enseña a leer y a
escribir, pero jamás se nos enseña a “hablar” y mucho menos a hacerlo en público y con
las técnicas apropiadas. La habilidad de la palabra oral se ha constituido gradualmente
y a través de los siglos en un patrimonio cultural sin dueños ni fórmulas mágicas, de tal
modo que ha sido conceptualizada acertadamente como “el arte de hablar en público”
toda vez que el orador es un artista que combina armoniosamente; modales, gestos,
expresión verbal y corporal, encausando todo ello a desempeñar perfectamente los
fines que ella conlleva, es decir; persuadir, instruir, conmover y agradar (Villafuerte
Coello, 2012).
CLASIFICACIÓN DE LA ORATORIA
Merchán (2015) La oratoria, como destreza del buen expresar, se puede simplificar un
tanto arbitrariamente, en dos grandes grupos. Para esta clasificación se tiene en cuenta
la gran diversidad de matices de los discursos, la persona o personas que lo pronuncian
y la oportunidad en que se hace práctica de él. Ello innegablemente se complica más,
cuando entra a considerarse el prototipo de público, el lugar donde se pronuncia, el
modo como se pronuncia y los fines que se persiguen. Por eso, teniendo en cuenta los
elementos descritos precedentemente, podemos fundar la siguiente clasificación:
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La oralidad y las técnicas de litigación oral – La Oratoria
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La oralidad y las técnicas de litigación oral – La Oratoria
» La Conferencia
» Discurso conmemorativo
» Discurso inaugural
» Discurso de presentación
» Discurso de bienvenida
» Discurso de ofrecimiento
» Discurso de aceptación
»
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Discurso de agradecimiento
» Discurso de despedida
» Discurso de augurio
» Discurso de sobremesa
» El Brindis
» Discurso fúnebre
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La oralidad y las técnicas de litigación oral – La Oratoria
» Discurso radiado
» Discurso televisado
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La oralidad y las técnicas de litigación oral – La Oratoria
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La oralidad y las técnicas de litigación oral – La Oratoria
Merchán (2015) Sin importar cuales sean las tareas específicas que el orador deba
cumplir en un discurso y aunque muchas de ellas puedan parecer mecánicas o rutinarias,
no puede pasarse por alto la calidad del enfoque que ocupa como comunicador social
y/o líder de opinión. Por ello, en el orador no sólo se valora la capacidad y aptitud para
el desempeño de las funciones como expositor sino también la competitividad a través
de una sucesión de cualidades que a nuestro creer debe tener un orador de éxito y que
a continuación presentamos:
1. CUALIDADES FÍSICAS:
“Estas cualidades tienen que ver con la apariencia personal del orador, no involucra
que sea hermoso o de físico impresionante. Implica el cumplimiento de una serie de
pautas sencillas que le permitan resaltar su personalidad, de tal forma que
constituya un conjunto armonioso y estético ante los ojos de los demás”
“Es la condición subjetiva de nuestra mente; ésta nos permite tener una actitud
mental positiva que nos impulsa a realizar lo anhelado o en su defecto, una
actitud mental negativa que sólo apunta a buscar excusas para no realizar lo
deseado. Estas actitudes tienen que ver, principalmente, con nuestros
pensamientos ya que nuestras acciones son el reflejo de ellos. Por ello, todo
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orador debe estar imbuido de actitud mental positiva para realizar sus
exposiciones con entusiasmo y mucho optimismo; ello se logra a través de la
autosugestión y del correcto uso de las técnicas de respiración y de relajamiento”
“Un orador con dolor de muela, dolor de cabeza o fuerte dolor de vientre, no
podrá realizar con eficacia sus exposiciones, el dolor lacerante lo pondrá de mal
humor o lo indispondrá para sus tareas. Lo recomendable es que periódicamente
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La oralidad y las técnicas de litigación oral – La Oratoria
2. CUALIDADES INTELECTUALES:
»
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Memoria:
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La oralidad y las técnicas de litigación oral – La Oratoria
» Imaginación:
» Sensibilidad:
“Es la facultad de sentir física o moralmente los sentimientos de alegría, pena, dolor,
compasión y ternura. Es una cualidad propia de los seres humanos, pero no por ello
todos los tienen desarrollados en la misma medida. Existen algunos oradores que
parecieran insensibles al dolor ajeno, dan la impresión de no interesarles para nada los
sentimientos de sus congéneres. A la larga, estas personas se hacen odiar y son
públicamente vilipendiadas. En cambio, un orador que demuestre sensibilidad en su
trato y en sus acciones se ganará el cariño y estima de las personas con las que trata”
(Merchán, 2015).
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» Iniciativa:
“Es el ideal que nos mueve a realizar algo por voluntad propia sin que nadie nos lo diga,
ordene o motive. Involucra la acción de adelantarse a los demás en hablar u obrar, es
una cualidad personal que inclina a las personas a realizar acciones para alcanzar una
ventaja competitiva. En la mente de todo orador debe estar presente siempre la frase:
«la iniciativa es del interesado», si anhelamos lograr un objetivo, no podemos confiar
sólo en la voluntad divina o en la buena voluntad de las personas; sino que, como
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La oralidad y las técnicas de litigación oral – La Oratoria
3. CUALIDADES MORALES:
Hernández Pérez (2014) La moral se encuentra en constante relación con las costumbres
y normas de conducta de una determinada sociedad. Además, podemos decir que es el
conjunto de normas de comportamiento que debe cumplir un orador, para que exista
congruencia y coherencia entre lo que ostenta y hace, en el ejercicio de su labor
profesional:
» Honradez:
» Puntualidad:
“Es la cualidad de hacer las cosas con prontitud, diligencia y a su debido tiempo.
Es ser exactos en hacer las cosas a su tiempo y de llegar a los sitios convenidos
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La oralidad y las técnicas de litigación oral – La Oratoria
» Sinceridad:
» Congruencia:
“Es la relación que existe entre «el pensar» y «el actuar», relación que muchas
veces no es armoniosa, pues a menudo no hacemos lo que predicamos. Un
orador puede manifestar en una exposición empresarial, que los cigarrillos son
perjudiciales para la salud y que por consiguiente no debemos fumar, pero al
terminar su exposición, en el hall del auditorio, compra una cajetilla para
fumarlos delante de su sorprendido público. Todo lo que decimos debe tener su
contraparte en la acción, caso contrario corremos el riesgo de caer en la
demagogia o cháchara barata” (Villafuerte Coello, 2012).
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La oralidad y las técnicas de litigación oral – La Oratoria
3. Bibliografía
» Hernández Pérez, J. (2014). Manual de Redacción y Estilo del Poder Judicial del Estado
de Nuevo León. Mexico: Coordinación.
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ÍNDICE
3. Bibliografía 12
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1. Informacion de la unidad
Tema de la semana:
» Objetivo:
» Tema:
La Oratoria Forense.
» Subtemas:
» Unidad:
3
La oralidad y las técnicas de litigación oral – La Oratoria forense
Por su parte, Manuel Osorio indica que Forense es “Lo que concierne al foro, a los
tribunales y sus audiencias, por extensión, lo jurídico en general”. En simultaneo indica
que foro “es el conjunto de los abogados que ejercen su profesión ante los tribunales
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La oralidad y las técnicas de litigación oral – La Oratoria forense
Según (Moranchel, 2017) “la oratoria forense es la disciplina jurídica que tiene por
objeto la enseñanza de los principios y conceptos básicos, así como la importancia de la
aplicación práctica del arte de la correcta y eficiente expresión de la palabra hablada
como medio idóneo de comunicación a nivel legal, del profesional del derecho en
ejercicio”.
Según Diccionario del Derecho Usual, de Guillermo Cabanellas, Oratoria Forense: “es la
exigida práctica ante los tribunales de justicia, en las audiencias en que esta lista para
sentencia la causa, las partes, o con mayor frecuencia sus letrados, donde se resumen
ante un juez o magistrados, los hechos, las pruebas y los fundamentos de Derecho, que
apoyan su tesis y su petición de condena o absolutoria” .
Cuando se habla de Oratoria Forense se debe suponer un debate en el cual “las partes
son representadas con auténtica oralidad procesal, en la cual debe aplicarse la
terminología jurídica adecuada, es decir, el lenguaje de uso forense en el que todo
abogado debe desenvolverse en su actividad profesional, ya que el Juicio oral es sin duda
el momento procesal, de la publica exhibición del abogado, el acto profesional más difícil
y más peligroso” (Romero, 2001).
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La oralidad y las técnicas de litigación oral – La Oratoria forense
Según (Romero, 2001) las cualidades que debe poseer el orador se dividen en 3
categorías elementales:
argumentos; y a su vez logre reaccionar de mejor manera ante las partes contrarias,
mientras que otra característica importante es la Inteligencia Emocional, mediante
la cual el orador logra alcanzar un adecuado control de sus emociones y
posteriormente las acentúa en momentos decisivos de su manifestación, a su vez la
Inteligencia Verbal es indispensable ya que el orador debe poseer “facilidad de
palabra”, es decir ser “elocuente y manejar un vocabulario técnico- jurídico”
(Grijeldo, 2006).
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La oralidad y las técnicas de litigación oral – La Oratoria forense
La Personalidad según (Moranchel, 2017) el orador no debe tener una actitud pasiva
en un debate; es decir debe tener una absoluta atención ante las argumentaciones
contrarias y lograr reacciones prontas y precisas, el Temperamento Mesurado es de
igual de necesario para el orador, por lo cual debe aprender a controlar su propio
temperamento de modo que no obstruya en el desarrollo de la actividad en práctica,
La memoria “es otra cualidad importante que es muy útil en las defensas y en las
improvisaciones conjuntamente con la Imaginación ya que brinda una gama de
recursos al orador forense” (Romero, 2001).
Según (Grijeldo, 2006) están definidas por aquello que proyecta el orador al auditorio,
la manera en que transmite sus argumentos y su apariencia física en general:
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La oralidad y las técnicas de litigación oral – La Oratoria forense
El Lenguaje corporal nos indica que la postura del orador es transcendental ya que
existe una comunicación con el cuerpo. “Dentro de este contexto, su postura es
importante, pues transmite al auditorio mucho de su actitud: la postura debe ser
erguida sin ser rígida, los brazos, sueltos a los lados, no completamente caídos, listos
para los ademanes, nunca cruzados frente al pecho no con las manos adentro de los
bolsillos, los pies separados alrededor de 15 centímetros de modo que den
estabilidad y eviten el balance y la pérdida del equilibrio” (Carlino, 2003).
El autor Pérez (2014) señala que mediante los Movimientos Corporales el orador
puede manejarse dentro del espacio que presenta foro, esto obviamente si es
permitido por el Tribunal, se deben evitar los movimientos nerviosos, repetitivos o
intempestivos; a estas diversas cualidades se debe agregar las siguientes especiales
para el orador Forense:
» Educación filosófica
» Amor a la justicia
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La oralidad y las técnicas de litigación oral – La Oratoria forense
Según Grijeldo (2006) indica que la brevedad es la cualidad predilecta de los jueces, si
se habla menos, podrían darte la razón a pesar que no la tengas, lo cual indica que no es
necesario importunar a los jueces con extensos discursos que lo único que llegan es a
incurrir en ciertas redundancias y a equivocaciones, lo cual sería una fatalidad en el
desarrollo y desenlace del proceso, la diafanidad indica que la narración debe ser tan
clara que pueda asimilarse a todo tipo de audiencia, se deben pronunciar las cosas de
manera precisa y con definitiva claridad, “la diafanidad se encuentra íntimamente
relacionada con la brevedad, pues al ser concisos en nuestra exposición, estamos
diciendo lo preciso sin entrar en complicaciones de vocabulario, logrando no solo
extraer el discurso, sino también proyectar a través de la claridad de nuestro decir, el
más exacto enfoque de la defensa para lograr la persuasión de los juzgadores”
(Moranchel, 2017).
Según Carlino (2003) con respecto a lo Preferencial de los Hechos indica “Lo que hay
que poner de relieve son los casos de viva realidad, de pasión o de convivencia, la
solución jurídica viene sola y de parquedad de dialogo. La narración de los hechos viene
a constituir la parte del discurso denominado proposición , siendo el momento preciso
en que debemos vivificar los acontecimientos con toda la fuerza de la dramatización que
puede exigírsele al novelista en que se convierte en este preciso momento, el orador
forense”.
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El Desenfado Cortes: “es el respeto más escrupuloso para el litigante adverso y para su
patrocinado, hasta el instante en que la justicia ordene dejar de guardárselo, es
imperdonable la mortificación al que está enfrente, solo por el hecho de estar enfrente,
pero es cobarde deserción del deber el abstenerse de descubrir un vicio y de atacarle,
ocultando así extremos precisos a la propia defensa, por rendirse a contemplaciones de
respeto, de amistad o de otra delicadeza semejante” (Romero, 2001).
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La oralidad y las técnicas de litigación oral – La Oratoria forense
Grijeldo (2006) Señala el término “Policía del Léxico”, el cual hace referencia que “en
nuestra deficiente cultura literaria y la influencia del juicio por jurados, los abogados
hemos avillanado el vocabulario y hemos degradado nuestra condición mental”, es
importante no olvidar que la abogacía es un magisterio social, en beneficio de la claridad
se ha determinado, para que el abogado se entienda con una persona de baja educación,
no debe bajarse a nivel de aquel, sino ir en busca de elevar el nivel de aquel individuo;
lo cual no representa que en nuestra elocuencia manejemos de manera exagerada el
léxico jurídico, así mismo tampoco se procura decir con esto que no deba utilizarse; lo
que se anhela es que logre aplicarse en nuestro vocablo las palabras correctas, obviando
“frases de moda o jerga vulgar que solo suele utilizarse por personas que no cuentan
con ninguna o muy poca preparación académica” (Hernández Pérez, 2014).
La amenidad según Moranchel (2017) “en todo género oratorio hay que producirse con
sencillez, huyendo de lirismos altisonantes y de erudiciones empalagosas.
Singularmente los pleitos no se ganan ya con citas de Paulo, Triboniano y modestito, ni
en fuerza de metáforas, imágenes, metonimias y sinécdoques, aquello es sumergirse en
un pozo, esto perderse en un bosque, el secreto está en viajar por la llanura, quitar los
tropiezos del camino, y de vez en cuando provocar una sonrisa”.
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La oralidad y las técnicas de litigación oral – La Oratoria forense
Según Moranchel (2017) señala que el receptor directo “es la persona a quien el emisor
se dirige de manera explícita, puede ser mencionado o a su vez puede ser anónimo,
posteriormente se diferencia entre receptor real (la persona con qué hablo por
ejemplo), y ficticio (como cuando escribes un diario e inventas un interlocutor”.
Según Romero (2001) el receptor indirecto es quien recepta el mensaje sin ser el
destinatario específico del mismo. Aquí se distinguen a su vez, dos tipos de receptores:
en primer lugar, el receptor o los receptores indirectos que ha previsto el emisor por
ejemplo, en las personas que asisten a un tribunal de justicia y escuchan alegatos de la
corte; en segundo lugar, están los receptores indirectos que el emisor no ha previsto,
pero que de todas formas, por alguna, reciben e interpretan el mensaje, un ejemplo
claro es “una persona que escucha casualmente y a través de una puerta entreabierta
una conversación privada” (Grijeldo, 2006).
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La oralidad y las técnicas de litigación oral – La Oratoria forense
3. Bibliografía
» Hernández Pérez, J. (2014). Manual de Redacción y Estilo del Poder Judicial del Estado
de Nuevo León. Mexico: Coordinación.
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ÍNDICE
3. Bibliografía 15
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1. Informacion de la unidad
Tema de la semana:
» Objetivo:
» Tema:
La expresión no verbal y su importancia en el discurso.
» Subtemas:
1. El lenguaje corporal
2. La preparación del discurso.
3. El Discurso y su ejecución. Ejemplos
» Unidad:
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La oralidad y las técnicas de litigación oral – La expresión no verbal y su importancia en el
discurso
Según Hernández Pérez (2014) “Nuestro cuerpo de una u otra manera habla, por lo
tanto, no tengamos no dudemos en utilizarlo durante nuestras las disertaciones; si hay
la necesidad de saltar, saltemos; si tenemos que caer, caigamos, recordemos, por
ejemplo, que el mimo transmite un mensaje sin utilizar palabra alguna, sino que es
exclusivamente movimiento del cuerpo, por lo tanto, el cuerpo debe convertirse en un
elemento importante, valioso y complementario que nos permita ejecutar a cabalidad
los objetivos de la exposición”.
Rebel (1995) señala que “la actitud oratoria requiere, en primer lugar, serenidad y
distinción; el movimiento nervioso es contraproducente, así como la inmovilidad y
dureza del cuerpo, debe evitarse la tensión interna a todo costo, porque rebela una
desarmonía de la personalidad y un proceso psicológico de inseguridad, que el público
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Moranchel (2017) indica que “el porte no debe denotar arrogancia, petulancia,
provocación, desafío, menosprecio, indiferencia, falsa solemnidad, sino que el orador
está obligado a una nobleza de alma, libre de contaminaciones malsanas, y su actitud
general debe trasuntar esta buena cualidad y no otra. Debe revelar también, cortesía,
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La oralidad y las técnicas de litigación oral – La expresión no verbal y su importancia en el
discurso
amor, interés y sinceridad, la mirada debe ser directa, sin huir de la gente ni seguirla con
aspereza”.
RECOMENDACIONES IMPORTANTES:
Según Allan (2005) es muy importante manejar nuestro lenguaje corporal, para lo cual
sugiere las siguientes recomendaciones:
» El cuerpo debe tener su base en ambos pies, lo cual ayudará a evitar el cansancio
y a su vez trasmitirá equilibrio.
» No estirar el cuello, mientras que las piernas y brazos deben mantener una
distancia adecuada, es decir, ni muy abiertos ni muy cerrados.
» Mantener en actitud apropiada los pies y brazos, evitando posiciones que nos
dejen en ridículo.
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La oralidad y las técnicas de litigación oral – La expresión no verbal y su importancia en el
discurso
» Localizarse en la parte central del escenario con los talones empinados del pie
juntos y a su vez levemente separados.
» Mantener juntas las manos a la altura del abdomen: entrelazando los dedos.
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La oralidad y las técnicas de litigación oral – La expresión no verbal y su importancia en el
discurso
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La oralidad y las técnicas de litigación oral – La expresión no verbal y su importancia en el
discurso
1. INTRODUCCIÓN:
» Fraseológico: Rebel (1995) Señala que “se inicia haciendo referencia en una frase
popular o celebre, un poema, las letras de una canción o un pasaje bíblico que
tenga relación con el tema a tratarse, por ejemplo, para un discurso sobre el
éxito se puede iniciar diciendo: Señores, como decía el doctor Cristian Barnard,
(El éxito comienza con la voluntad del hombre; piensa que puedes y podrás, todo
está en el estado mental del hombre)".
» Anecdótico: Carlino (2003) indica que “El público es un grupo de personas que
siempre muestran curiosidad por conocer algo peculiar sobre el expositor o
sobre el tema que se está presentando, contar una anécdota de nuestra vida o
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sobre otra persona suele cautivar la atención de los oyentes, por ejemplo:
(Amigos, quiero contarles lo que me ocurrió la noche en que, en vez de besar a
mi esposa bese a su hermana gemela, ese día yo estaba)”.
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La oralidad y las técnicas de litigación oral – La expresión no verbal y su importancia en el
discurso
2. DESARROLLO. -
3. CONCLUSIÓN. -
» Allan (2005) indica que “La conclusión es la parte final del discurso, en ella
el orador hace un breve resumen de lo tratado, mencionando los puntos más
importantes de la exposición o realizando recomendaciones que se
desprenden del tema central, además la conclusión es un elemento
estratégico pues lo que se dice queda sonando en los oídos del público y tiene
mayor probabilidad de quedar en la memoria”. Se recomienda las siguientes
5 fórmulas:
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La oralidad y las técnicas de litigación oral – La expresión no verbal y su importancia en el
discurso
» Por respuesta del público: para Carlino (2003) “en esta modalidad el orador
hace una serie de preguntas al auditorio para que le contesten a través de un
Sí o un No; las preguntas deben ser siempre de corte positivo, por ejemplo:
Señores, ¡¿somos los mejores?!, ¡Sí! -responde el público ¿Somos
triunfadores?, ¡Sí! vuelve a contestar el auditorio”.
» Mixto: según Allan (2005) “Es una forma que combina indistintamente los
diferentes tipos de conclusiones existentes, pueden mezclarse una forma
fraseológica con una de agradecimiento, por ejemplo: (para despedirme
quiero expresar mi agradecimiento a la Universidad Nacional de Trujillo por
haberme permitido estar con ustedes y sobre todo reiterarles aquellas
palabras cristianas que dicen: ¡Sed firmes hasta el fin y recibiréis la corona de
gloria…Hasta siempre!)”.
Moranchel (2017) señala que “una vez determinado el tema de nuestro discurso
y compilado el material a utilizarse como fuente teórica, debe elaborarse el
discurso, esta tarea comprende el desarrollo de tres pasos distintos, pero
intrínsecamente ligadas entre sí, y que, en esencia, son las mismas etapas
utilizadas en la labor literaria”.
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La oralidad y las técnicas de litigación oral – La expresión no verbal y su importancia en el
discurso
a) Invención
b) Composición
c) Elocución
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La oralidad y las técnicas de litigación oral – La expresión no verbal y su importancia en el
discurso
Carlino (2003) “De acuerdo al tipo de discurso, el fin perseguido y el estado del auditorio,
puede utilizarse una serie de métodos de eficacia comprobada en la construcción y
exposición del discurso”:
Allan (2005) indica que “El Método Inductivo es la inducción consiste en elaborar un
discurso partiendo de lo particular hasta arribar a lo general; el conocimiento de hechos
unitarios o segmentarios hacia el conocimiento de la regla general, es decir hacia la
generalización, sí por ejemplo, quiero hablar acerca de (el cultivo de mangos) -aspecto
general-, debo iniciar mi discurso hablando de la fruta del mango –aspecto especifico-,
para de ahí extenderme hasta el árbol, la siembra, el cuidado, el abono, etc; hasta llegar
al cultivo”.
Carlino (2003) señala que “Método Deductivo es aquella forma de exposición en la que
el orador empieza por el aspecto general de las cosas para llegar luego, a lo particular;
también, de los planteamientos y leyes generales hasta los planteamientos y leyes
específicas; utilizamos este método cuando, por ejemplo, hablamos del cultivo de
mangos –general-, para luego llegar a la fruta del mango –específico-; se inicia un
discurso sobre un planteamiento que ya conocíamos para arribar a conclusiones
específicas que aún no conocíamos”.
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La oralidad y las técnicas de litigación oral – La expresión no verbal y su importancia en el
discurso
Según Hernández (2014) “el discurso conmemorativo tiene como finalidad evocar el
recuerdo de algún acontecimiento histórico o un hecho caro a los sentimientos públicos
o privados de un grupo, son discursos interruptores del olvido colectivo, y en general
se apoyan en la alabanza y celebración, además sirven como medio de ilustración
pública y contribuyen a formar una conciencia común”.
Hernández (2014) “Este tipo de discursos suele contener habitualmente estas ideas”:
Moranchel (2017) señala que “el discurso inaugural es el discurso que se pronuncia para
entregar al público una obra de interés colectivo (Hospital Regional), monumento (a los
Héroes del Cenepa), busto (al fundador de nuestra ciudad), lapida (para una persona
fallecida), placa (de una promoción egresante de la universidad) o para abrir un
congreso, curso académico o escolar”.
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La oralidad y las técnicas de litigación oral – La expresión no verbal y su importancia en el
discurso
Según Rebel (1995) “El discurso de presentación contiene las siguientes partes:
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La oralidad y las técnicas de litigación oral – La expresión no verbal y su importancia en el
discurso
3. Bibliografía
» Hernández Pérez, J. (2014). Manual de Redacción y Estilo del Poder Judicial del
Estado de Nuevo León. Mexico: Coordinación.
» Oratoria, E. d. (s.f.).
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ÍNDICE
3. Bibliografía
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2
1. Informacion de la unidad
Tema de la semana:
» Objetivo:
» Tema:
» Subtemas:
» Unidad:
3
La oralidad y las técnicas de litigación oral – La oralidad en proceso penal
Moranchel (2017) es uno de los autores que realizó estudios sobre la importancia de la
oralidad en el ámbito jurídico direccionando sus estudios hacia la inmediación la cual
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La oralidad y las técnicas de litigación oral – La oralidad en proceso penal
Castro (2010) señala que “El juicio oral y público permite insertar la justicia en el medio
social respecto a la redefinición del conflicto, tampoco es eficaz el sistema escrito, en
virtud de la delegación de funciones que lo caracteriza, pues las decisiones más
importantes, inclusive las sentencias son resueltas, en muchas ocasiones, por
empleados o funcionarios auxiliares del juez; en realidad, en el sistema escrito
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La oralidad y las técnicas de litigación oral – La oralidad en proceso penal
de la sanción estatal; el juicio oral y público permite insertar la justicia en el medio social,
transmitiendo los mensajes sociales son los que se pretenden demostrar la afectiva
vigencia de los valores que funda la convivencia”.
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La oralidad y las técnicas de litigación oral – La oralidad en proceso penal
» Acusación por parte del Ministerio Público: Se requiere una acusación que debe
ser formulada por un representante del Ministerio Público, el Juez no debe
ejercer ninguna potestad requeriente; el debate exige una diferenciación clara
entre el órgano jurisdiccional y el órgano requeriente; la acusación fija los límites
tácticos del juicio y permite al imputado identificar el marco dentro del que
ejercerá su defensa, por otra parte, la sentencia no puede resolver sobre hechos
o circunstancias que no se hayan mencionado en la acusación
están contenidos los fundamentos del fallo: la autorización para que varios días
después se le dé lectura integral al fallo obedece sólo a la dificultad de consignar
por escrito todos los elementos analizados al resolver la causa, ya que sea por la
complejidad del caso o por graves limitaciones del tiempo.
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La oralidad y las técnicas de litigación oral – La oralidad en proceso penal
» El contacto directo del juez y las partes con los medios de prueba que
fundamentarán la sentencia: Las partes intervinientes deben conocer,
cuestionar y controlar directamente todos los medios de prueba, el respeto al
principio de inmediación es fundamental, aunque su vigencia efectiva enfrenta
graves dificultades en la práctica judicial, en virtud de la arraigada tradición del
juicio escrito que mantienen los jueces, quienes tienden a darle mayor
importancia de la prueba documental que a la que se examina directamente en
la audiencia, también debe tenerse un cuidado muy especial al definir la
naturaleza de las pruebas acumuladas en la investigación preliminar,
definiéndolas como elementos de juicio que servirán para la acusación, pero que
no podrán fundamentar la sentencia, las pruebas obtenidas en la instrucción
seguirán manteniendo un poderoso influjo, ya que las reglas tan restrictivas
sobre incorporación por lectura de las pruebas acumuladas en la investigación
preliminar que contenía el proyecto original, fueron modificadas
sustancialmente, al autorizar la incorporación por lectura de los testimonios
manifiestamente inútiles cuando sea imposible que lo rindan en el debate, esta
regla pone en serio peligro la vigencia efectiva del principio de inmediación,
porque los jueces y abogados, reproduciendo la arraigada tradición del proceso
escrito, resolverán muchas causas con fundamento en los testimonios leídos en
la audiencia; el debate se convierte en estas circunstancias en una simple
formalidad que desnaturaliza su verdadero contenido, con una norma tan liberal
respecto a la incorporación por lectura de las declaraciones testimoniales, tal
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como se prevé perderán importancia las normas sobre los actos definitivos e
irreproducibles.
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La oralidad y las técnicas de litigación oral – La oralidad en proceso penal
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La oralidad y las técnicas de litigación oral – La oralidad en proceso penal
INTRODUCCIÓN
Pérez (2014) indica que “es normal a la hora de indagar las diversas maneras en que los
discursos jurídicos son compuestos, advertir una cierta confusión respecto a dos temas
que, si bien son ellos próximos, a la vez se diferencian; esto es, por un lado, lo que se
refiere al orden en que los argumentos pueden ser presentados al auditorio en función
del mayor o menor valor convictivo que los mismos pueden tener, y por otra, las
distintas partes o secciones que constituyen al discurso; en dicho marco se puede
indicar, que los posibles órdenes en que los argumentos pueden ser dispuestos en todo
discurso: creciente, decreciente y nestoriano; se refieren a una consideración dinámica
del discurso o de corte longitudinal del mismo; en cambio, con las secciones o partes del
discurso, y que se habrán de indicar con algún detalle más abajo, se realiza una
referencia a la misma composición interna del nombrado discurso y, por lo tanto, la
explicación que del mismo se hace, es mirándolo desde una perspectiva estática y con
un corte transversal”.
decir sin demostrar o demostrar sin haber expuesto previamente, porque el que
demuestra algo, y el que enuncia algo lo enuncia para demostrarlo; se suele nombrar
también a la exposición como la cuestión y a la demostración como argumentación; mas
lo que parece de ineludible actualidad es que los abogados –litigantes o jueces- no
pueden desconocer el valor que la palabra dicha tiene como tal, y si bien ella en ciertos
ámbitos no puede ser manipulada; desconocer que en el ámbito del foro ello no es de
ese modo, sería pecar de ingenuidad que como tal no nos resultaría dispensable una tal
posición”.
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La oralidad y las técnicas de litigación oral – La oralidad en proceso penal
EXORDIO
Grijelmo (2006) “Respecto al exordio, se puede destacar que cumple el mismo un
importante valor de herramienta a los fines de influir inicialmente en el auditorio,
particularmente tiene por objeto conciliar al orador con el auditorio, presentando
entonces al juez, el tema que habrá de ser abordado, como también el despertar su
curiosidad e interés por el discurso y con ello una predisposición sin duda favorable, el
mencionado exordio puede ser considerado directo y metafóricamente se dice, que es
como el preludio en la música, proporcionará elementos para obtener desde allí otros
argumentos, para algunos autores, sólo se podría prescindir del mismo, cuando la causa
es ‘honesta’ lo cual hace presuponer, que el interés o favor del auditorio existe ya de
antemano; de donde se colige en manera inmediata, que para tener asegurada una
cierta cuota de éxito en el exordio, corresponde tener un cabal conocimiento de la
materia del asunto en el cual se está introduciendo o discutiendo, lo cual se refleja en
saber responder que tipo de causa es en verdad la que se posee; para lo que conviene
recordar que ellas pueden ser, a saber: digna u honesta como se ha dicho, extraordinaria
y que predispone negativamente al auditorio; vergonzosa y se trata de los casos en que
esa causa inspira no el prejuicio del auditorio, pero sí el desprecio”.
NARRACIÓN
Según Carlino (2003) “en lo que concierne al segundo de los aspectos, esto es la
narración o exposición, decimos que es donde se deben presentar y resumir en forma
lúcida, breve y verosímil el asunto de que se trata; cumple entonces la función de
presentar favorablemente la totalidad de los hechos de la causa, con el fin de obtener
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el éxito, se trata también hay que decirlo, de una exposición persuasiva la que se
formula, con ella el auditorio también tiene un adelanto acerca de lo que se ocupará
dicho discurso, evitando así que el nombrado, quede en una suerte de estado neutro y
que como tal lo pueda llevar a algún error; es frecuente y mucho más en el orden de lo
jurídico, que la mencionada sección sea completada bajo la modalidad de la partición y
que no es otra cosa, que la breve conformación de los principales ejes temáticos que
habrán de señalarse en dicha narración”.
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Además Carlino (2003) sostiene que “dicha partición sigue siendo un reflejo debilitado
de lo que debería ser, pues es como si existiera cierto temor dentro de la cultura
profesional de los abogados, a no ser todo lo analítico que a veces las cuestiones
imponen; es también cierto, que a la sola presentación de hechos hay que agregarle
otras referencias que como tal, lo alejen a dicho discurso de ser meramente narrativo y
lo ordenen propiamente como judicial, pero sin convertirlo tampoco en una realización
argumentativa, así se podría apuntar que aparece como un dato de significativa
importancia, que el rétor en dicha ocasión se muestre como competente para el
desarrollo del discurso que anuncia, y que el mismo sea acorde a dichos hechos y, por
lo tanto, imparcial y honesto, esto es en el fondo verosímil y que es lo que convierte al
menos prima facie, a la mencionada narración en que sea probable”.
DIVISIÓN
Cassany (1999) señala que “la división tiene por objetivo dicha parte, el advertir al
Tribunal qué cosa será la que se pondrá en discusión y por tanto a su resolución; una
correcta división, confiere brillantez y claridad a todo el discurso, es la formulación
adecuada de los puntos controvertidos o litigiosos, y sobre los que en definitiva se
conformará la litis contestatio, se llama como tal división, porque a los efectos de
demarcar adecuadamente los puntos controvertidos, corresponderá dividir el tema
genérico en secciones o capítulos, por lo que, en la medida que la división sea más
amplia se corre mayor riesgo de no controvertir temas, la característica que se puede
apuntar para dicha sección, es que sea breve y exacta la división; para ello lo primero
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que debe asegurar el rétor, es de excluir toda palabra que devenga inútil a dicho efecto
y separar con exactitud, los géneros de las especies; la ventaja que se advierte cuando
una división está bien realizada, es que otorga lo que se conoce como beneplácito del
discurso además de claridad; ello porque mediante la división se muestra lo que resulta
ser esencial en el discurso y a la vez que le permite al juez, hacer si se quiere, una suerte
de medición de lo que se ha dicho y también de lo que falta por decir, atento al lugar
que en ese momento la argumentación ocupe de la división dispuesta”.
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Además Cassany (1999) indicó que “para algunos supuestos, la división puede resultar
perniciosa y por ello es conveniente su no uso, y si bien ello por definición ocurre cuando
se advierte que puede traer algún resultado dañino para la causa; es recomendable
cuando existen proposiciones que en la división habrán de aparecer ostensiblemente
escabrosas y por ello es conveniente su no presentar e intentar ocultarlas; también
puede ser el supuesto de cuando, existen sólo argumentos aislados y que puestos en
tensión con una división más o menos amplia, perderían entidad o mostrarían una
pequeña fortaleza”.
Grijelmo (2006) indica “algunos ejemplos de las primeras y que en rigor son las que más
interés tienen para el caso sujeto a estudio, pues se ordenan los signos, argumentos,
indicios y ejemplos o similitudes, cabe señalar, que se trata de pruebas que tiene una
entidad menor y por ello requieren de una cierta apoyatura lógica que como tal, les
otorgue una cuota de coherencia; en las restantes se ubicarían los testigos, la confesión,
la notoriedad pública que la sociedad puede atribuir a un determinado asunto y la
misma jurisprudencia que pueda ser existente a tal respecto, sea comprendida en orden
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REFUTACION
Moranchel (2017) señala que “la sección se ocupa de establecer la discusión y como el
mismo nombre lo indica, la oposición a la realización de las pruebas y argumentos que
hayan podido ser utilizados por la parte contraria; en dicho marco corresponde destacar
que, por definición, dicha sección, viene después de la propia defensa de las tesis que
han sido realizadas; sin embargo, se podrá llegar a invertir dicho orden, si resulta que el
adversario ha producido una fuerte impresión favorable al auditorio, por lo que, esperar
a terminar la confirmación para recién luego refutar, puede ser contraproducente”.
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3. Bibliografía
» Hernández Pérez, J. (2014). Manual de Redacción y Estilo del Poder Judicial del Estado
de Nuevo León. Mexico: Coordinación.
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