El Lenguaje en La Oratoria PDF
El Lenguaje en La Oratoria PDF
El Lenguaje en La Oratoria PDF
ASIGNATURA
ORATORIA FORENSE
DOCENTE TUTOR
ESTUDIANTE
CICLO
VII
PERÚ - 2019
EL LENGUAJE EN LA ORATORIA ORATORIA
Una de las modalidades de la comunicación y entre ellas una de las más significativas es
la oratoria, que es un proceso comunicativo muy especial e importante debido a dos
aspectos fundamentales:
Saber algo no es idéntico a saber decirlo.
Hay que saber hablar para ser escuchado.
En ocasiones se incurre en el error de confundir los términos oratoria y retórica, así como
oratoria con elocuencia.
La palabra elocuencia se deriva del verbo latino aloque, que significa hablar claro y
distintamente, hablar con claridad, manifestar nuestros pensamientos por medio
del lenguaje. (Majada, 1962).
López (1943) plantea "que suele confundirse la oratoria con elocuencia, cuando entre una
y otra no hay la misma distinción que entre el cuerpo y el alma, porque la elocuencia es
el alma que alienta y da vida al cuerpo de la oratoria".
Según Castañeda (2009), profesor guatemalteco "la elocuencia es la facultad de
convencer y persuadir por medio de la palabra, mientras la oratoria es el arte de
desarrollar esa facultad, de dirigir el pensamiento y la palabra hacia el logro de un fin
determinado."
En tanto la retórica es el arte a la cual se subordinan todas las composiciones literarias.
Una parte de la retórica es la oratoria, cuyas reglas se refieren con exclusividad a
los discursos que han de pronunciarse ante un auditorio más o menos numeroso. Majada
(1962). Es decir que la oratoria" es el arte de utilizar la palabra en público con corrección
y belleza, que debe utilizarse para agradar, persuadir, convencer y conmover.
Si se toma como punto de referencia el principio de publicidad del Juicio Oral
preceptuado en la Constitución como ya expusimos y en la.
Ley No. 5 /1977 en su artículo 305, en el que se plasma:
"El juicio oral es público a menos que razones de seguridad estatal, moralidad, orden
público o el respeto debido a la persona ofendida por el delito a o sus familiares
aconsejen celebrarlo a puertas cerradas"
Es necesario que los operadores del derecho que en el intervienen ,fiscal y abogado,
posean habilidades comunicativas y específicamente oratorias en el momento
del informe en el juicio oral, atendiendo a la importante función que realizan, para que
adopte el máximo órgano de justicia una decisión determinada con respecto a un
hecho concreto que responda a la acusación sostenida por el fiscal o por la defensa y dicte
sentencia.
No basta que los especialistas del derecho sean elocuentes en sus escritos, pues
la fuerza del lenguaje hablado radica ante todo en su tensión emocional, en su poder de
penetración, en su capacidad para comunicar, lo que a menudo no está al alcance de la
palabra impresa.
Cada época ha dado lugar a su propio estilo en el arte oratorio, sin embargo
la historia ininterrumpida de esta se inició en la antigua Grecia, donde la oratoria surgió
para llenar vitales necesidades sociales y se convirtió en un arma efectiva del progreso
social y del desarrollo de la democracia esclavista.
La oratoria según los antiguos arte de bien decir o hablar oportunamente ", ha sido
practicada por los hombres desde tiempos remotos tradicionalmente enlazada con la
retórica, disciplina científica que se ha ocupado, a lo largo de los siglos de cómo se
construyen los mensajes con signos lingüísticos, correspondiéndole a la retórica el
estudio de los de carácter literario y oratorio.
La retórica, como disciplina que estudia la oratoria surgió también en la antigua Grecia,
y alcanzó su más alta expresión entre los siglos V y III a.n.e. Después los romanos la
fortalecieron y la convirtieron en el centro de la educación de las nuevas generaciones.
Álvarez (2007) en su libro Hablar y persuadir: El arte de la oratoria, define a la retórica
como la ciencia que estudia el discurso, y la oratoria como el propio proceso de dirigirse
a un público acerca de un tema determinado.
La oratoria también se encuentra íntimamente relacionada con la elocuencia, término que
en ocasiones se han considerado como sinónimos. Por elocuencia debemos entender
aquella facultad de hablar bien y de modo convincente, gracias a la fuerza expresiva
poseída por el orador. En cuanto a estos vocablos podemos señalar que la oratoria como
arte y la elocuencia como fuerza expresiva, van juntas, ya que no se posee el arte sino se
tiene la fuerza vital de esta.
Debe reunir los atributos adecuados (mentales, físicos y vocales), que contribuyan a
vigorizar el discurso. Para tal cometido debe elegir temas con los cuales se sienta
convencido. Su atributo mental se refleja en captar toda la extensión de su discurso y
saber limitarlo a los aspectos más importantes y sobresalientes. Auditorio,
reestructurando con rapidez en los casos necesarios el contenido y la forma del discurso."
En cuanto al factor físico se debe al uso adecuado de la voz y la entonación mediante los
gestos correctos. Según Nozhin (1983):"Una de las premisas objetivas del éxito de un
discurso la constituyen las buenas cualidades vocales del orador. Una voz débil que
carezca de "vuelo", es captada con dificultad por el auditorio; los oyentes se cansan
pronto, especialmente si la sala carece de micrófono. A un orador que tenga una voz sorda
o poco flexible le resultara difícil trasmitir toda la gama de los sentimientos
y emociones que trata de reflejar en su discurso. Si tiene una mala dicción, los oyentes
sencillamente no podrán entender determinadas palabras o incluso frases enteras."
Como otro de los atributos del orador podemos mencionar la vocalización clara, segura,
determinante y concisa. No debe poseer en su interior el deseo del engaño, ni beneficio
individual, debe sentir el agrado de dar a sus oyentes, en forma espontánea y verdadera
las investigaciones realizadas.
Editor con E. del Río y T. Albadalejo, (1998): Quintiliano y la formación del orador
político, Logroño, Ed. Instituto de Estudios Riojanos, 1998.
Carballo Picazo, A., (1955): «Los estudios de Preceptiva y Métrica españolas en los
Siglo XVIII.
Cuesta Abad, José Manuel y Jiménez Hefernan, (eds.), (2005): Teorías literarias del
siglo XX, Madrid, Akal.
(1998): «Retórica, lingüística, texto», en Tomás Albadalejo, Emilio del Río y José