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La Comunicación Es Cultura

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1) Lectura: (leer varias veces el texto)

“La comunicación es inseparable de la cultura. Es el otro lado de la misma moneda. No puede


existir la una sin la otra. La cultura es comunicación y la comunicación es cultura”.

(Hall and Hall, 1990)

La comunicación es quien transmite los distintos conceptos, valores, creencias, ideales, pensamientos,
etc., que resultan de la cultura

La comunicación es una actividad cotidiana inherente a los seres humanos y tan antigua como la vida en
sociedad, de ahí que resulte cercana al conocimiento común. Incluso antes de desarrollar el lenguaje oral,
nuestros antepasados primitivos ya se comunicaban de forma extraverbal. Asimismo, la comunicación se
configura en lo social y es un espacio de configuración de lo social. En los propios procesos
comunicativos la sociedad toma sentido a partir de la interacción entre los individuos y los entes que la
forman.

En el presente texto entendemos por comunicación al proceso humano en el cual los sujetos entran en
contacto mediante la interacción de significados. Proceso -al menos idealmente- dialógico donde se
intercambian constantemente los roles de emisor y receptor. Puede ser un fenómeno directo, el conocido
como «cara a cara», o puede estar soportado por plataformas tecnológicas como los medios de
comunicación masiva o las redes sociales.

El intercambio de significados que está en la base de la comunicación es solo posible en un medio social
donde exista un sujeto otro que comparta los códigos que se intercambian, por lo que la comunicación es
un proceso sociocultural en el que se intercambian, y también se construyen, significaciones y
simbolismo.

Es un concepto que atraviesa los múltiples campos de lo social y lo cultural. La comunicación es un


proceso humano fundamental, que preside y enmarca la vida del hombre, tanto en su construcción como
individuo como en su inmersión en lo social. Lo comunicativo está en la base de la mayoría de las
prácticas sociales y es el proceso que posibilita la vida de relación. En tal sentido, toda práctica social
involucra, en diversos grados, una forma de práctica comunicativa. La cultura es, en este caso, el
trasfondo en el que germinan los procesos comunicativos, que los posibilita, les sirve de soporte. En estos
mismos procesos se construyen nuevas significaciones del mundo social, esto también es cultura.
Entonces la cultura y la comunicación se generan y son generadas en un continuum propio de la vida
social, en la que la cultura produce comunicación y viceversa. Si tenemos en cuenta lo anterior,
¿podríamos afirmar que todo es comunicación? ¿Es posible no comunicarnos? Luego de hacerse y
responderse esas preguntas, les proponemos que redacten una definición de comunicación que incluya
todo aquello que ven las imágenes:

2) Ver el siguiente video y con el aporte del texto del punto N°1 colocar V o F según corresponda y
fundamentar la opción en todas las consignas sean v o F

https://youtu.be/8BiWWWZmP4k

a) La comunicación no es necesaria para la evolución del hombre en la sociedad……..

b) La comunicación genera significación social a través de los medios masivos de comunicación………


c) La cultura es inherente al hombre, por lo tanto, no hay humanidad sin cultura ………..

d) La comunicación es quien transmite los distintos conceptos, valores, creencias, ideales,


pensamientos, etc., que resultan de la cultura………

e) La Cultura produce comunicación y la comunicación produce cultura, no existe una sin la otra, como las
dos caras de una moneda………..

FUNCIONES DE LA COMUNCACIÓN Como dijimos la comunicación es consustancial al ser humano,


que es eminentemente un ser social, las diversas funciones que tiene la comunicación son básicas para el
desarrollo de la persona. Entre estas funciones tenemos:

Informativa: Tiene que ver con la transmisión y recepción de la información. A través de ella se
proporciona al individuo todo el caudal de la experiencia social e histórica, así como proporciona la
formación de hábitos, habilidades y convicciones. En esta función el emisor influye en el estado mental
interno del receptor aportando nueva información.

Afectivo – valorativa: El emisor debe otorgarle a su mensaje la carga afectiva que el mismo demande,
no todos los mensajes requieren de la misma emotividad, por ello es de suma importancia para la
estabilidad emocional de los sujetos y su realización personal. Gracias a esta función, los individuos
pueden establecerse una imagen de sí mismo y de los demás.

Reguladora: Tiene que ver con la regulación de la conducta de las personas con respecto a sus
semejantes. De la capacidad autorreguladora y del individuo depende el éxito o fracaso del acto
comunicativo Ejemplo: una crítica permite conocer la valoración que los demás tienen de nosotros
mismos, pero es necesario asimilarse, proceder en dependencia de ella y cambiar la actitud en lo
sucedido. Hechos sociales como la mentira son una forma de comunicación informativa (aunque puede
tener aspectos reguladores y afectivo-valorativos), en la que el emisor trata de influir sobre el estado
mental del receptor para sacar ventaja.

Modelo Telegráfico o Matemático de la Comunicación:

El modelo telegráfico presenta las situaciones de comunicación excluidas de todo contexto, entre un


emisor y receptor separados de su entorno cultural, social, grupo de pertenencia o de referencia (clase o
subcultura). ... Su propia cultura lo condiciona tanto como sus rasgos innatos.
Competencias Comunicativas:

La competencia comunicativa es el término más general para la capacidad comunicativa de una persona,
capacidad que abarca tanto el conocimiento de la lengua como la habilidad para utilizarla. La adquisición
de tal competencia está mediada por la experiencia social, las necesidades y motivaciones, y la acción,
que es a la vez una fuente renovada de motivaciones, necesidades y experiencias. Dell Hymes La
competencia comunicativa es una capacidad que comprende no sólo la habilidad lingüística, gramatical,
de producir frases bien construidas y de saber interpretar y emitir juicios sobre frases producidas por el
hablante-oyente o por otros, sino que, necesariamente, constará, por un lado, de una serie de habilidades
extralingüísticas interrelacionadas, sociales y semióticas, y por el otro, de una habilidad lingüística
polifacética y multiforme. Gaetano Berruto “La competencia comunicativa comprende las aptitudes y los
conocimientos que un individuo debe tener para poder utilizar sistemas lingüísticos y translingüísticos que
están a su disposición para comunicarse como miembro de una comunidad sociocultural dada”. (María
Stella Girón y Marco Antonio Vallejo, 1992: 14) Desde nuestra infancia, los seres humanos vamos
adquiriendo y desarrollando una capacidad relacionada con el hecho de saber cuándo podemos hablar o
cuándo debemos callar, y también sobre qué hacerlo, con quién, dónde, para qué y en qué forma* . Es
decir, desde niños adquirimos un conocimiento no sólo de la gramática de nuestra lengua materna sino
que también aprendemos sus diferentes registros y su pertinencia; somos capaces de tomar parte en
eventos comunicativos y de evaluar la participación nuestra y la de los otros. Aún más, podemos afirmar
que esa competencia es integral, puesto que también involucra actitudes, valores y motivaciones
relacionadas con la lengua, Al respecto, Basil Bernstein afirma que “Cada vez que un niño habla o
escucha, se refuerza la estructura social de la cual forma parte y se constriñe su identidad social”. Un
registro es una variante de nuestra lengua, condicionada por factores socioeconómicos y culturales. Los
hablantes autorregulan permanentemente su forma de hablar. Por eso, a cada situación comunicativa
corresponde un registro lingüístico.

Las denominaremos así:

1. LA COMPETENCIA LINGÜÍSTICA Se caracteriza por la capacidad de un hablante para producir e


interpretar signos verbales. El conocimiento y el empleo adecuado del código lingüístico le permiten a un
individuo crear, reproducir e interpretar un número infinito de oraciones. Ese conocimiento y ese empleo
se vinculan con dos modalidades diferentes de la lengua: la lengua como sistema de signos y la lengua
en funcionamiento, en uso. La lengua como sistema de signos corresponde al dominio semiótico, y su
función esencial es significar. La lengua en funcionamiento, en uso, corresponde al dominio semántico, y
su función básica es comunicar. El siguiente paralelo nos ilustra mejor estas dos modalidades, estos dos
ámbitos de la lengua: DOMINIO SEMIÓTICO DOMINIO SEMÁNTICO La lengua como sistema de signos
La lengua en funcionamiento Significar Comunicar Dominio o ámbito del signo Dominio o ámbito de la
frase No se considera la relación del signo con lo denotado ni la relación de la lengua con el mundo.
Integra la sociedad y el mundo. La lengua en su función mediadora entre el hombre y el hombre, entre el
hombre y el mundo.

2. LA COMPETENCIA PARALINGÜÍSTICA Es la capacidad de un hablante para utilizar de manera


adecuada determinados signos no lingüísticos que le permiten expresar una actitud en relación con su
interlocutor y con lo que dice: ya sea para declarar, interrogar, intimidar, rogar, ordenar, etc. En las
comunicaciones orales, esta competencia se manifiesta en el empleo de los signos entonacionales: tono
de la voz, cadencia o ritmo y énfasis en la pronunciación. En las comunicaciones escritas, se manifiesta
por medio del empleo de los signos de puntuación, de las sangrías, de los nomencladores, de la
distribución general del espacio, tipos de letras, etc. Estos recursos nos permiten identificar la división de
un texto escrito en capítulos, párrafos, temas y subtemas.
3. LA COMPETENCIA QUINÉSICA Se manifiesta en la capacidad consciente o inconsciente para
comunicar información mediante signos gestuales, como señas, mímica, expresiones faciales, variados
movimientos corporales, etc. Estos signos pueden ser expresiones propias o aprendidas, originales o
convencionales.

4. LA COMPETENCIA PROXÉMICA: Esta competencia consiste en la capacidad que tenemos los


hablantes para manejar el espacio y las distancias interpersonales en los actos comunicativos. Las
distancias entre los interlocutores, la posibilidad de tocarse, el estar separados o en contacto, tienen
significados que varían de una cultura a otra. Los códigos proxémicos se establecen, entonces, según la
cultura, las relaciones sociales, los roles, el sexo, la edad. La competencia proxémica es esa habilidad
que tenemos para crear, transformar y apropiarnos de espacios, tanto en la vida pública como privada.
Ella nos permite asignarles significado al respeto o a la transgresión de esas distancias interpersonales y
de los espacios codificados por los distintos grupos sociales.

5. LA COMPETENCIA PRAGMÁTICA El punto de partida de esta competencia es la consideración del


hablar como un hacer. Todos los usuarios de una lengua tienen una capacidad que les permite asociar los
enunciados con los contextos en que dichos enunciados son apropiados. El contexto no es, desde luego,
sólo el escenario físico en el que se realiza el acto comunicativo, sino también esos conocimientos que se
asumen como compartidos entre los participantes. Un acto comunicativo no es algo estático ni un simple
proceso lineal; por el contrario, un acto comunicativo es un proceso cooperativo de interpretación de
intenciones, en el cual un hablante intenta hacer algo, el interlocutor interpreta esa intención, y con base
en esa interpretación elabora su respuesta, ya sea lingüística o no. Recordemos que la pragmática es la
disciplina que se ocupa de estudiar el uso que los hablantes hacen del lenguaje en un contexto lingüístico
o extralingüístico. De esta manera, podemos afirmar que la pragmática parte del supuesto de que la
comunicación es la función primaria del lenguaje. Por eso, teniendo presente lo anterior, vamos a definir
la competencia pragmática como la habilidad para hacer un uso estratégico del lenguaje en un medio
social determinado, según la intención y la situación comunicativa; es saber ejecutar acciones sociales
mediante el empleo adecuado de signos lingüísticos, o de signos de otros códigos no lingüísticos,
utilizados de acuerdo con unas intenciones y con unos fines deseados. Según pretenda con su acto
comunicativo informar, ordenar, interrogar, impugnar, sugerir, rogar, etc., el sujeto hablante necesita
plantearse con precisión varias preguntas, si aspira a alcanzar con éxito sus propósitos: 1. Cuál es el
motivo, la finalidad y el contenido de su acción comunicativa. 2. A quién va dirigida. 3. Cuándo es el
momento adecuado para emprenderla.

6. LA COMPETENCIA ESTILÍSTICA Es el complemento indispensable de la competencia pragmática,


puesto que la competencia estilística se manifiesta en esa capacidad para saber cómo decir algo, cuál es
la manera más eficaz de conseguir la finalidad propuesta. ¿Cómo hemos de decirlo para obtener lo que
queremos? sería la pregunta clave para esta competencia. Las actitudes estilísticas del hablante hacia su
interlocutor —como la cortesía, la amabilidad, la paciencia, el enfado, la displicencia— son determinantes
en la estructuración de los enunciados. Observemos, por ejemplo, las diferencias que existen en los dos
enunciados siguientes, utilizados ambos para conseguir que alguien cierre la puerta:

1. ! Cierre la puertaaa!!

2. Por favor, ¿sería tan amable de cerrar la puerta? Es evidente que el cómo se dice algo puede provocar
aceptación o rechazo en el interlocutor y enriquecer o empobrecer la significación, podemos definir esta
competencia como “la capacidad para articular e interpretar signos organizados en un todo coherente
llamado texto. Para terminar, podemos observar cómo el concepto de competencia textual concuerda
bastante con el de competencia comunicativa, ya que el proceso de codificar o descodificar textos implica
el concurso de variadas competencias: lingüística, paralingüística, pragmática, etc. Esperamos que nos
haya quedado claro que la noción de COMPETENCIA COMUNICATIVA trasciende la de competencia
lingüística, pues para comunicarnos de manera eficaz necesitamos conocimientos verbales y no verbales
(kinésicos y proxémicos), normas de interacción y de interpretación, estrategias para conseguir las
finalidades que nos proponemos y conocimientos socioculturales (valores, actitudes, roles, relaciones de
poder, la cultura) etc.

3) Explica cada una de las funciones de la comunicación.


4) Observar las historietas y luego explicar si los interlocutores comparten las mismas competencias
comunicativas.
Analizar y dar ejemplos de fallas en cada una de las competencias. Responde en tu carpeta.

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