Lima Tomada Version Digital Compressed
Lima Tomada Version Digital Compressed
Lima Tomada Version Digital Compressed
MuniLibros
HISTORIA
Emilio Rosario (Lima, 1981)
LIMA TOMADA
Vida cotidiana durante la guerra contra Chile
1879-1883
Lima tomada. Vida cotidiana durante la guerra contra Chile 1879-1883
© Emilio Rosario Pacahuala
© Municipalidad Metropolitana de Lima
Imagen de portada: «Vista de Chorrillos (destruido por los chilenos)». Eugène Courret.
[1881]. Placa de vidrio: b/n, 27 cm. x 21 cm. Biblioteca Nacional del Perú. En http://
bibliotecadigital.bnp.gob.pe/portal-bnp-web/#/libro/FOT-35167. Consultado el 20/1/2021
Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta
publicación, por cualquier medio o procedimiento, extractada o modificada, en castellano
o cualquier otro idioma, sin autorización expresa del autor y de la Municipalidad de Lima.
Editado por:
Municipalidad Metropolitana de Lima
Gerencia de Cultura
Jirón de la Unión 300
Lima, Cercado
www.munlima.gob.pe
ÍNDICE
Presentación.............................................................................................7
Prólogo.....................................................................................................9
Introducción............................................................................................13
CAPÍTULO I: LOS INICIOS......................................................................17
CAPÍTULO II: CRISIS POLÍTICA.............................................................41
CAPÍTULO III: LIMA CONQUISTADA....................................................53
Conclusiones: las lecciones de la guerra................................................89
Fuentes....................................................................................................91
Índice y procedencia de las imágenes....................................................96
Cuadro que representa el ataque chileno a Chorrillos.
PRESENTACIÓN
8
PRÓLOGO
11
Fotografía de época que evidencia los daños causados a Chorrillos por las tropas
chilenas. El balneario de las clases altas limeñas fue reducido a escombros.
12
INTRODUCCIÓN
14 Esta misión no es una tarea nada sencilla, ya que se deben utilizar las
fuentes documentales de forma pormenorizada, reconstituyendo una
realidad ajena a la nuestra. Durante el proceso de exhumación documental
rescataremos los párrafos en donde clandestinamente se encuentra la
información requerida, resaltando las siempre complejas relaciones de
género, las costumbres sociales, las tradiciones cívicas, la vestimenta y la
dieta alimenticia, entre otros aspectos que mencionaremos a lo largo del
texto. Nuestro interés es utilizar como fuentes principales las memorias
que recrearon esta época. Para ello, utilizaremos los relatos de diversos
autores como Andrés Avelino Cáceres, Adriana Verneuil, Dora Mayer,
entre otros personajes de la época.
Este texto será dividido en tres partes. En la primera parte,
estableceremos los inicios del conflicto bélico, desde el entusiasmo con
que fue recibido el inicio de la guerra hasta la reacción de los limeños frente
a la pérdida de nuestra fuerza naval, después del Combate de Angamos
(8 de octubre de 1879). En el segundo capítulo, estaremos abordando
la alteración de la economía nacional causada por la guerra, lo que
finalmente provocó el encarecimiento de la vida en la capital. Para ello,
describiremos este proceso de descomposición económica al interior de la
sociedad peruana. En el tercer capítulo, abordaremos la ocupación de la
capital y la convivencia con los chilenos durante estos años.
Finalmente, consideramos importante acercarnos a analizar el día a día
de las personas durante la guerra y como su realidad fue transformándose
a partir de los resultados obtenidos en el campo de batalla.
Para la construcción de este texto se ha involucrado a una serie de
personas. Agradezco a Sandro Covarrubias; su trabajo será valorado
por nosotros, los historiadores, al momento de realizar una reflexión
de aquellos hombres que fomentaron el acercamiento de la cultura
hacia el pueblo. David de Piérola ha sido un gran apoyo al gestionar
una importante parte de las imágenes, su experiencia y paciencia
ha sido vital para el nacimiento de este libro. Max Gonzales, cuya
amistad ha perdurado durante muchos años, se convirtió en un 15
animador trascendental para volver a revisar algunas fuentes de un
tema que han sido el motor apasionante que, desde niño, me llevó a
abrazar la historia como profesión.
A mi madre y hermano, pilares de mi vida y razón por la que
escribo.
16 En los años posteriores a la guerra circularon versiones muy críticas a los
gobernantes de la época. En la imagen, caricatura que critica la huida de los
civilistas durante las batallas de San Juan y de Miraflores. Desde temprano se
imponía una versión aceptada por todos; no fueron los sacrificados soldados y
marinos quienes perdieron la guerra sino los líderes políticos que no estuvieron
a la altura del momento histórico.
CAPÍTULO I
LOS INICIOS
18
Lima y la guerra
Los representantes del Gobierno de Chile sospecharon que la
misión Lavalle tenía como objetivo alargar el tiempo, mientras
el Perú conseguía los recursos económicos necesarios para
apertrecharse militarmente y de esta manera llegar en mejores
condiciones para una potencial guerra contra su país. Frente a este
peligro, el Poder Legislativo chileno declaró oficialmente la guerra
al Perú el 5 de abril de 1879.
Dicha actitud por parte de los chilenos radicalizó aún más los
ánimos de la población en Lima, que recibió con entusiasmo y mucha
euforia afrontar un conflicto internacional que aparentemente
sería favorable a nuestro país.
Los chilenos residentes en la capital peruana serían testigos de
las manifestaciones públicas en contra de su país:
El pueblo de Lima al saber la noticia, recorría las calles
y llenaba las plazas dando vivas al Perú y aceptando con
alegría la guerra; fue aquel un día de verdadero júbilo y
ardoroso entusiasmo. En medio de esa multitud exaltada
se paseaban, sin embargo, tranquilos y respetados,
muchos chilenos notables avecindados en Lima (Paz
Soldán, 1979, tomo I, p. 109).
A comparación de los desmanes propiciados en detrimento
de las propiedades nacionales y acoso sufrido por nuestros
compatriotas en Chile, en el Perú se respetó la investidura de los
plenipotenciarios y las propiedades e incluso el bienestar físico de
22 los ciudadanos rivales. Al narrar esto, Paz Soldán quería demostrar
que nuestra patria era una nación ordenada y responsable que
enfrentaba a la barbarie chilena:
…el ministro de Chile Joaquín Godoy, que vivía a pocos
metros de distancia de la casa de los ministros de Bolivia,
Emilio Rosario
Producto del boom del guano la ciudad de Lima tuvo un gran desarrollo
arquitectónico. En la imagen, la céntrica esquina de Espaderos y Lescano.
23
Lima tomada. Vida cotidiana durante la guerra contra Chile 1879-1883
25
verdadero peligro para los gobiernos civiles; por tanto, los regímenes
de turno optaron por desarticular a las fuerzas armadas para evitar
un golpe de Estado, brindándoles menores recursos económicos para
la adquisición de armamento y la preparación del personal:
Y bien que hubo la amenaza de una revolución, el gobierno
se había visto obligado a desarmar su escuadra y a reducir
casi completamente su ejército, por dos razones, en primer
lugar, por falta de medios, y luego para impedir que la
revuelta se llevase a efecto con sublevaciones de cuartel y
de las tripulaciones navales, con pronunciamientos como
casi siempre comenzaron todas las revoluciones peruanas
(Caivano, 1979, tomo I, p. 69).
En el escenario descrito durante el primer mes del conflicto bélico,
Prado asumió el mando de las fuerzas armadas nacionales, en calidad
de presidente de la república. Su primera acción fue trasladarse hacia
la ciudad portuaria de Arica a comandar personalmente el accionar
de las fuerzas armadas peruanas y coordinar con los bolivianos
acciones conjuntas en contra del rival.
Preparativos bélicos
Uno los primeros trabajos desarrollados por el Gobierno nacional
fue apertrechar rápidamente a las tropas destacadas al teatro de
operaciones sureño. Para ello debían ser movilizados los recursos
necesarios en armas, vestidos, medicinas y alimentos que permitieran a
los soldados desenvolverse de manera efectiva. En este último caso, la
burocracia estatal ingresó a negociar directamente con los ganaderos 29
sureños para proveer de carne a las tropas. Las poblaciones de Puno,
Arequipa y Tacna serían testigos del desplazamiento de cientos de
cabezas de ganado hacia el puerto de Iquique con el fin de cubrir la
ingente demanda alimenticia; y de la alteración de la demografía de
Lima tomada. Vida cotidiana durante la guerra contra Chile 1879-1883
33
Soldado peruano al lado de su pareja, una rabona. Con este nombre se conocieron a
las mujeres que solían acompañar a los soldados en las marchas y campañas militares.
Lima tomada. Vida cotidiana durante la guerra contra Chile 1879-1883
La derrota naval
34 El evento que causó conmoción entre los ciudadanos capitalinos
durante el primer año de confrontación militar fue la derrota en
el Combate de Angamos (octubre de 1879). El desenlace adverso
provocó incertidumbre frente al futuro, debido a que la pérdida de
las fuerzas navales hacía casi segura la derrota en la guerra, con
Emilio Rosario
39
Lima tomada. Vida cotidiana durante la guerra contra Chile 1879-1883
El golpe de Estado
El 2 de noviembre de 1879, el burgomaestre capitalino Rufino
Torrico emitía un comunicado a la opinión pública donde
expresaba su profundo malestar frente a los lamentables
incidentes ocurridos unos días atrás en las instalaciones de
Palacio de Gobierno. Según informaba el alcalde limeño, la
también conocida como la Casa de Pizarro fue tomada por
cientos de hombres armados con rifles y palos, quienes tenían
una sola consigna: derrocar al régimen encabezado por el
primer vicepresidente Luis La Puerta.
Cumplido el objetivo de la enardecida masa, apareció un
nuevo actor en esta guerra, pero viejo protagonista de la política
nacional: Nicolás de Piérola Villena. Como líder del grupo,
se dirigió a este a través de un emotivo discurso. Las frases
más efusivas estuvieron dirigidas a resaltar la incapacidad,
mediocridad e irresponsabilidad de los hombres de negocios y
de los politiqueros de antaño, quienes llevaron al país hacia la
derrota (Fuentes, 1881, p. 2).
El respaldo por parte de la población fue mayoritario. Su 41
encumbramiento y legitimación frente a la opinión pública
parte de una extensa campaña periodística de quienes lo
apoyaron para liquidar la imagen de Prado y La Puerta:
Cesáreo Chacaltana, que escribía los editoriales del principal
42
La plaza mayor fue el escenario del golpe de Estado liderado por Piérola, tomando
a las horas Palacio de Gobierno (1880).
Emilio Rosario
La dictadura pierolista
Las primeras acciones del régimen pierolista fueron reconfigurar
la oficialidad del ejército, colocando en puestos estratégicos
a personas leales a su gobierno, sin importarle su capacidad o
experiencia en el campo de batalla:
…y si a todo esto se añade que, excepto pocos oficiales
bueno y expertos de los ya existentes, los demás eran
todos oficiales de creación reciente, que poco o nada
conocían del arte militar, se comprenderá fácilmente con 43
cuánta razón decíamos antes, que el ejército levantado
y dispuesto por Piérola, más bien que tal, podía apenas
llamarse una simple aglomeración de gente armada
(Caivano, 1969, tomo I, p. 384).
Lima tomada. Vida cotidiana durante la guerra contra Chile 1879-1883
47
50
La desilusión
Mientras que la capital se preparaba para la defensa, en las calles
limeñas se veía a los soldados que comenzaban a regresar del campo
de batalla, muchos de ellos desguarnecidos por el propio Gobierno,
que no les pagaba por sus servicios a la patria ni cumplía con apoyar
a los que fueron lacerados físicamente en combate. Muchos se
encontraban en estado de miseria económica absoluta, como el caso
de las tropas de voluntarios provenientes del Cusco, quienes tuvieron
que regresar en difíciles condiciones hasta sus provincias de origen:
…séame permitido hacerle presente que uno de esos
oficiales se vio en la dolorosa necesidad de vender el
capote con que se cubría, porque se moría de hambre
y otros vagan por las calles sin hogar ni pan; y que unos
pocos desesperados con su lamentable situación se han
marchado al Cusco sin más auxilio que el pase libre que
se les dio hasta Santa Rosa, teniendo que hacer a pie la
travesía desde ese lugar hasta la Capital del Departamento
distando 37 leguas, porque no tienen recursos con que
pagar fletes de las bestias que necesitan, esto sin contar
con que tiene que ir mendigando su alimento por el camino
(Gamarra, 1880, p. 13).
La población y el propio ejército, cuyos soldados provenían
del mismo pueblo, percibían que la situación no era favorable
para mantener un ritmo de vida que satisficiera sus necesidades
económicas básicas. La escasez de recursos y la falta de resultados
bélicos en favor del Perú fueron ingredientes que provocaron un
52
desmoronamiento en los ánimos de los ciudadanos.
Finalmente, tenemos que señalar que durante el segundo año de la
guerra, se establecerán las condiciones para que el Perú vea truncadas
todas sus opciones de victoria, así como para que se genere el hecho
más dramático de esta etapa de la historia: la ocupación de la capital.
CAPÍTULO III
LIMA CONQUISTADA
La fuerza de ocupación
El fracaso de las conferencias en Arica que habrían significado la
rendición del Perú, fueron la excusa perfecta para diseñar un plan de
ocupación de la capital y así garantizar la victoria chilena. Uno de los
artífices para dirigir la empresa bélica fue Patricio Lynch, persona de
gran influencia con los políticos de su país y un hombre hábil en la
preparación de estrategias militares. Antes de asumir la responsabilidad
de comandar las tropas de ocupación de Lima, Lynch era el gobernador
53
militar de Iquique, puesto obtenido gracias a sus hazañas militares y a
su cercanía con el presidente Pinto a quien lo unía una estrecha amistad
desde sus días de colegiales en Santiago. Siguiendo las instrucciones del
presidente chileno, prepara la conformación de una fuerza ligera mixta
compuesta por unidades navales y terrestres con el fin de hacer sentir el
Lima tomada. Vida cotidiana durante la guerra contra Chile 1879-1883
54
Patricio Lynch.
Emilio Rosario
Protegiendo la capital
La defensa capitalina intentaba apertrecharse de la mejor manera.
Es así que sus batallones tenían una composición variopinta,
no solo por sus vestimentas y armas, sino por la inexperiencia
de un importante contingente de soldados, los cuales estaban
conformados por los batallones provenientes de las provincias de
nuestro país: los libres de Trujillo, los libres de Cajamarca, el batallón
de Jauja, batallón de Pomabamba, batallón de Puno entre otros.
Esta situación alteró significativamente la vida de las personas,
debido a que se dispuso por mandato que todos los hombres, entre
dieciséis y sesenta años entre las diez de la mañana y las dos de la tarde
(Sater, 2016, p. 297), serían convocados a realizar ejercicios bélicos en
defensa de la patria; es por ello que Piérola decidió —tal como señala
Sater— suspender durante cuatro horas toda actividad comercial.
Quienes estaban exonerados de participar en el ejército de reserva 57
nacional eran médicos, farmacéuticos, clérigos, trabajadores de la
salud o caridad u empleados del Ministerio de Guerra o el Gobierno. Para
asegurarse de que la gente no huyera, el gobierno de Nicolás exigió un
pasaporte a todos los que quisieron salir de la provincia excepto a los que
estaban involucradas en el transporte de alimentos (Sater, 2016, p. 297).
Lima tomada. Vida cotidiana durante la guerra contra Chile 1879-1883
Batalla de Chorrillos.
58
Emilio Rosario
Óleo de Juan Lepiani que ilustra la defensa del tercer reducto de Miraflo-
res. Los reductos fueron posiciones defensivas escalonadas que tenían
como finalidad frenar el avance chileno hacia la capital. En estos puntos
60 muchos soldados peruanos dejaron la vida para defender el país.
Emilio Rosario
62
63
65
Fosa común cavada después de la batalla en las pampas de San Juan.
Lima tomada. Vida cotidiana durante la guerra contra Chile 1879-1883
La invasión
La ciudad de Lima, a punto de recibir al ejército invasor, era
considerada como un centro cosmopolita por excelencia. De sus casi
100 mil habitantes, el 10% lo conformaban ciudadanos extranjeros,
quienes habían asentado sus negocios en dicho lugar, encontrando
66 en la capital peruana las condiciones necesarias para establecer una
vida próspera y relacionarse con la clase alta nacional:
…la actividad de los negocios rivalizaba con el amor a
los placeres en las orillas del Rímac. Llenaban la ciudad
casas comerciales extranjeras, contratistas y negociantes,
Emilio Rosario
68
Emilio Rosario
69
Lima tomada. Vida cotidiana durante la guerra contra Chile 1879-1883
La convivencia
En los primeros meses de ocupación, los chilenos aprovecharon la
infraestructura nacional. Es así que convocaron a toda la oficialidad
para la celebración de misas fúnebres en honras a sus caídos en
pleno corazón limeño:
…el 27 de enero el capellán del ejército invasor, Florentino
Fontecilla, solicitó permiso para celebrar honras fúnebres
en la catedral de Lima, en memorias de los militares
chilenos muertos en la acción de Miraflores, permiso que 73
fue denegado por el canónigo Manuel Santiago Medina. No
obstante ello, Baquedano se impuso y las ceremonias se
realizaron el 3 de febrero (Rivera Serna, 1984, tomo I, p. 20).
Lima tomada. Vida cotidiana durante la guerra contra Chile 1879-1883
82
El último año
En 1882, la situación comenzó a normalizarse; evidencia de ello
es el regreso de algunas familias, quienes huyeron frente a la
84 amenaza que significaba la presencia chilena:
86 Vista de Lima desde el cerro San Cristobal. Los limeños tuvieron que convivir
durante dos años con el ejército chileno.
Emilio Rosario
87
Lima tomada. Vida cotidiana durante la guerra contra Chile 1879-1883
88
CONCLUSIONES
LAS LECCIONES DE LA GUERRA
90
Emilio Rosario
FUENTES
Alayza y Paz Soldán, Luis. (1947). Historia y romance del viejo Miraflores. Lima: Edit.
Cultura Antártica.
Barros Arana, Diego. (1979). Historia de la Guerra del Pacífico (1879-1881). Santiago
de Chile: Editorial Andrés Bello.
Cáceres, Zoila Aurora. (1921). La campaña de la Breña. Memorias del Mariscal del
Perú don Andrés Avelino Cáceres, 1881. Lima: Imp. Americana.
Castro Flores, Ángel. (2008). La prensa limeña en la guerra con Chile, 1879-1884.
Lima: Fondo Editorial de la Universidad Alas Peruanas.
Chaupis Torres, José; Colán, Martín; Rosario, Emilio y Salazar Zapatero, Héctor A.
(compiladores). (2010). La Guerra del Pacífico. Aportes para repensar su historia.
Volumen II. Lima: Fondo Editorial de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Dávalos y Lissón, Pedro. (1941) ¿Por qué hice fortuna? Relato inspirado en el
recuerdo de una vida dedicada a conseguir la independencia y la tranquilidad
de espíritu que da la posesión del dinero adquirido y guardado no con avaricia.
Volumen 1. Años de 1883 y 1885. Lima: Imprenta y librería Gil.
Delgado, Luís Humberto. (1965). Guerra entre el Perú y Chile, 1879: de la historia
del general Mariano Ignacio Prado con documentos originales e inéditos. Lima:
Editorial Ariel.
Lavalle, José Antonio de. (1979). Mi misión en Chile en 1879. Lima: Instituto de
Estudios Histórico-Marítimos del Perú.
Lecaros, Fernando. (1979). La guerra con Chile en sus documentos. Lima:
Ediciones Rikchay.
Markham, Clements R. (1980). La guerra entre Perú y Chile. Lima. Editorial Ermar.
Mayer, Dora. (1992). Memorias. Tomo II. Lima: Universidad Nacional Mayor de
San Marcos, Seminario de Historia Rural Andina.
Pereyra, Hugo. (2010). Trabajos sobre la guerra del Pacífico y otros estudios de historia
e historiografía peruanas. Lima: Asociación de Funcionarios del Servicio Diplomático
del Perú, Fundación M. J. Bustamante de la Fuente, Instituto Riva-Agüero.
Quiroz, Rubén. (2009). La guerra del Pacífico en el teatro peruano. Lima: La Casa
del Libro Viejo, Universidad Alas Peruanas.
Salvador Cavero, José. (1972). Recuerdos de la guerra con Chile. En Boletín del
94 Instituto Riva-Agüero. N.° 9, pp. 17-34. Lima: Instituto Riva-Agüero.
Sater, William. (2016). Tragedia andina. La lucha en la Guerra del Pacífico (1879-1884).
Santiago de Chile: Centro de investigaciones Diego Barros Arana.
Emilio Rosario
Torrico Lapoint, Alan. (2012). Nuestros gringos. Historia del cuerpo consular
norteamericano en la costa norte del Perú durante la guerra del Pacífico. Lima:
Instituto Cultural Peruano Norteamericano.
Vargas Ugarte, Rubén. (1970). Guerra con Chile. La campaña de Tacna y de Lima.
Documentos inéditos. Lima: Editorial Milla Batres.
95
Lima tomada. Vida cotidiana durante la guerra contra Chile 1879-1883
ÍNDICE Y PROCEDENCIA
DE LAS IMÁGENES
de Lima tomada