Y Su Relación Con El Teatro: Resumen
Y Su Relación Con El Teatro: Resumen
Y Su Relación Con El Teatro: Resumen
Resumen
En el presente ensayo se reflexiona sobre la figura de Octavio Paz
y su labor como promotor y difusor teatral y dramaturgo en el
marco de Poesía en Voz Alta, uno de los momentos históricos don-
de se estaba haciendo teatro de vanguardia en México. El texto
es una invitación a repensar la figura de Octavio Paz, a releer
su única obra teatral, La hija de Rappaccini, y a evaluar su de-
terminante participación dentro de la historia del teatro mexicano
de la segunda mitad del siglo xx.
Abstract
This essay includes a reflection on Octavio Paz as theater pro-
moter and drama writer in the context of Poesía en Voz Alta
(“Poetry Aloud”), an avant-garde epoch of theater in Mexico. It
also invites to review Paz’s role in the history of theater in Mexico
during the second half of the twentieth century and to revisit
Rapaccini’s daughter, the only drama piece Paz wrote.
∗
Escuela de Periodismo Carlos Septién García.
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S i se repasasen las manifestaciones teatrales mexicanas del siglo
xx, el Teatro de Revista, la Comedia Mexicana, el Grupo de los
Siete Autores Escolares del Teatro, el Teatro de Ahora, el Tea-
tro Universitario, el Teatro Ulises, el Teatro Guiñol de los Estri-
dentistas, el Teatro Orientación, la Generación Teatral de Medio
Siglo, Poesía en Voz Alta, la Nueva Dramaturgia Mexicana, sólo
por mencionar algunas, encontraremos una constante: los drama-
turgos mexicanos no perdieron de vista las exploraciones tea-
trales que se hacían en el extranjero, sea que haya sido de manera
consciente o inconsciente, para elaborar sus obras dramáticas
que, por el hecho de haber sido creadas en este suelo, son mexica-
nas, pero que no las exime de formar parte de un canon literario,
llamémosle universal.
En este sentido centro mi atención en uno de los grupos
mencionados, Poesía en Voz Alta (1956), en donde está la figu-
ra de Octavio Paz, figura fundamental (para bien o para mal),
si de literatura mexicana se habla, y que en las siguientes líneas
se reflexionará sobre su labor como promotor y difusor teatral y
dramaturgo en un momento histórico en el que, desde nuestro
punto de vista, verdaderamente se estaba haciendo teatro de van-
guardia en nuestro país. Este texto es una invitación a repensar
la figura de Octavio Paz, de releer su única obra teatral, La hija
de Rappaccini, y evaluar su determinante participación dentro de
la historia del teatro mexicano.
Comprendo cuando se dice que el teatro no es para leerse sino
para ser representado, pues entre la obra y la representación me-
dia el director, por lo que valdría decir que ya no es la obra en
principio y quizá el objetivo sea ése, que no lo sea. Por lo tanto,
estaríamos ente dos obras absolutamente distintas: una la del autor
y otra la del director.
Ahora bien, el autor escribe la obra para que un grupo teatral
la represente, es decir, el autor ha escrito con la conciencia de que
su texto contiene una representación virtual, en otras palabras,
que el texto dramático goza de teatralidad, misma que se puede
observar, principalmente, en las acotaciones y en los diálogos.
Pero me pregunto: ¿cómo afecta a la obra el hecho de que su autor
no sea, por llamarlo de alguna manera, un hombre de teatro, sino
un hombre de letras que explora el teatro con el teatro mismo?
Mi primera respuesta es que el resultado es una obra cuyo
texto dramático no responde a una específica convención teatral,
1
Salvador Novo, quien fuera Jefe del Departamento de Teatro del Instituto
Nacional de Bellas Artes y organizara, fundara y dirigiera la escuela de Teatro
del inba en 1947, en la que también dio clases, descubre a dos de los que son
considerados hoy día como los dramaturgos más importantes del teatro mexicano:
Emilio Carballido y Sergio Magaña, quienes representaron sus obras en la tem-
porada teatral dedicada a la dramaturgia mexicana de 1950, en el Palacio de
Bellas Artes, Rosalba y los llaveros y Los signos del zodiaco, respectivamente.
2
Rodolfo Usigli, figura fundacional para la profesionalización del teatro en
México y del que resulta inevitable no mencionarlo si de teatro se habla, siempre
manifestó su preocupación por la enseñanza del teatro, misma que se ve refle-
jada en la fundación de los cursos dramáticos en la Universidad Nacional,
donde Emilio Carballido, Luisa Josefina Hernández, Jorge Ibargüengoitia y
Sergio Magaña fueron sus alumnos más destacados. Su influencia es notoria en
la dramaturgia de estos jóvenes autores. “[Rodolfo Usigli] Recibió la influencia
conceptual de Georges Bernard Shaw, pero también de Ibsen, de Strindberg y
sobre todo de Pirandello. […] Ejerció la enseñanza y la promoción teatral; fue
maestro de las nuevas generaciones de autores y fundó en febrero de 1940 el
‘Teatro de Medianoche’ con la finalidad de alentar la formación de autores y de
públicos. […] Si bien este proyecto no tuvo el éxito deseado, entre sus logros está
el haber convertido en una escuela del actor y del espectador, y haber prescin-
dido del apuntador.” Véase, Domingo Adame, Teatros y teatralidades en México
Siglo xx, pp. 143-143.
3
Roni Unger, Poesía en Voz Alta, p. 35.
4
Ibid., p. 44.
5
Ibid.
6
El grupo estaba conformado por Juan José Arreola, Octavio Paz, Leo-
nora Carrignton, Juan Soriano, José Luis Ibáñez, Héctor Mendoza, Nancy
Cárdenas, Tara Parra, Rosenda Monteros, Carlos Fernández, Héctor Godoy, María
Luisa Elío, Eduardo McGregor.
7
Octavio Paz, “Juegos de memoria y olvido”, en Luis Cernuda, La familia
interrumpida, p. 16.
8
Ibid., pp. 16-17.
9
Roni Unger, Poesía en Voz Alta, p. 59.
10
Para leer las críticas remito al lector a las páginas 64-69 del texto de Unger
citado anteriormente.
Una rosa roja, un pequeño corazón trémulo entre mis manos. Una
rosa con sed. (Sopla entre ella.) ¡Refréscate, aspira vida! (La rosa
ennegrece. Horrorizado, la arroja al suelo) ¡Es verdad, es verdad!
¡Mi aliento mata, llevo la muerte en la sangre! ¡Estoy maldito, cortado
de la vida! Un muro de veneno me separa del mundo… y me une a
un monstruo. (48)
11
Octavio Paz, La hija de Rappaccini, p. 25. En adelante, entre paréntesis, sólo
consignaré la página correspondiente a la cita.
Bibliografía