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Integrantes:
Barrios Castañeda Pierina
Carrillo Tarazona Nicolás Lopez Eustaquio Xiomara Porturas Sifuentes Maria Ramos Urbina Kevin El Fideicomiso Se define el contrato de fideicomiso como el negocio Jurídico en virtud del cual una persona llamada fiduciante transfiere a título de confianza, a otra persona denominada “fiduciario”, uno o más bienes (que pasan a formar el patrimonio fideicomitido) para que al vencimiento de un plazo o al cumplimiento de una condición, éste transmita la finalidad o el resultado establecido por el primero, a su favor o a favor de un tercero llamado beneficiario o fideicomisario. Características:
Bilateral. Es necesario que existan dos partes, el fiduciante y el fiduciario.
Consensual. Queda perfeccionado desde el momento en que las partes hubieran dado su consentimiento. Oneroso. Salvo estipulación en contrario, el fiduciario tendrá derecho al reembolso de los gastos y a una retribución. Confianza. Es un aspecto fundamental en este contrato. El fiduciante deposita una total confianza en el fiduciario. Formal: El contrato deberá cumplir con ciertas exigencias establecidas en la Ley. Sujetos/Elementos:
Fiduciante o fideicomitente: Es quien constituye el fideicomiso, transmitiendo la
propiedad del bien o de los bienes al fiduciario. para que cumpla la finalidad específica del fideicomiso. Fiduciario: Persona de confianza a cuya buena fe el fiduciario encomienda algún encargo reservado constituido en bienes, para administrarlos y dar cumplimiento a la finalidad encomendada. Beneficiario: Es aquel en cuyo favor se ejerce la administración de los bienes fideicomitidos. Puede ser una persona física o jurídica que puede no existir al tiempo del contrato o testamento, siempre que consten los datos que permitan su individualización futura. Se puede designar más de un beneficiario y beneficiarios sustitutos. Si el beneficiario no llegara a existir, no acepta, o renuncia, el beneficiario será el fideicomisario y en defecto de éste será el fiduciante. Fideicomisario: Es quien recibe los bienes fideicomitidos una vez extinguido el fideicomiso por cumplimiento del plazo o la condición. Este sujeto no aparece en todas las regulaciones referidas al fideicomiso y será en definitiva quien reciba para sí los bienes en última instancia, una vez concluido el fideicomiso, es decir, una suerte de beneficiario final. Entre los sujetos que integran un contrato de fideicomiso, se pueden clasificar los mismos como: Partes necesarias: El fiduciante: que es quien transmite los bienes. El fiduciario: es quien recibe y adquiere los bienes en propiedad fiduciaria. Terceros interesados: El beneficiario: es quien recibe los beneficios del fideicomiso. El fideicomisario: es el destinatario final de los bienes fideicomitidos. Utilidad: El fideicomiso tiene un amplia y variada utilidad. Sirve tanto para vehiculizar inversiones de envergadura como para la protección de intereses con preponderancia familiar sobre lo económico. El fideicomiso constituye un instrumento de suma utilidad como vehículo confiable de negocios de la más diversa índole, con ventajas considerables sobre algunas herramientas jurídicas que no presentan su versatilidad. De acuerdo con Escoto (p.114), existen cuatro factores que explican el desarrollo del fideicomiso: Enfoque comercial de la figura: Una figura que en sus fundamentos conceptuales se presenta como un contrato de naturaleza jurídica, trasciende esta disciplina para convertirse en un negocio comercial y especialmente un negocio bancario en razón de la importancia que los bancos le han otorgado al mismo como fuente generadora de negocios. Lo anterior significa que se ha puesto el Fideicomiso al servicio de los clientes de los bancos para que éstos puedan realizar nuevos negocios valiéndose de las ventajas y versatilidad que ofrece. Finalidad por cumplir: El segundo factor es que todo fideicomiso tiene implícita necesariamente una finalidad, esto es, que todo fideicomiso se realiza por algo y para algo. En un mundo donde tantas cosas se inician y no todas llegan a su término, creer que un negocio que se ha propuesto se lleve a cabo de la manera más fiel como se le ha encargado a un fiduciario, es una garantía que, en vez de limitar las posibilidades de su desarrollo, lo estimula y le da un impulso renovador. Patrimonio autónomo: La conformación de un patrimonio autónomo o de afectación constituye uno de los elementos más sobresalientes del fideicomiso, que permite que los recursos puestos en fideicomiso no se confundan contable ni jurídicamente con los del propio fiduciario, ni aún con otros recursos fideicometidos que éste pudiera tener bajo su administración. El establecimiento de tantos patrimonios autónomos como fideicomisos administrados por un fiduciario, rompe con el principio clásico del derecho civil referente a «una persona, un patrimonio» y da la posibilidad de que con éstos se puedan llevar a cabo múltiples negocios. Elasticidad de la figura: Finalmente, la enorme flexibilidad que presenta la figura del fideicomiso permite que se puedan llevar a cabo múltiples negocios de acuerdo con las necesidades de los clientes. Se afirma además que un fideicomiso se asemeja a un recipiente al cual se le agrega un contenido que es puesto por el cliente, quien define sus necesidades; se asemeja también a un traje a la medida, a sus gustos y preferencias, encargándole al fiduciario efectuar una labor de gestor profesional en la administración del fideicomiso.