Codex Astartes
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El Sargento Guillermito, mascota de los Marines Espaciales, tiene el honor de patrocinar este
espacio por orden del Capellán Cassius de los Ultramarines. ¡Pulsa sobre él y te acompañará a una
Cruzada épica!
¡Lee más! ¡Sin piedad, sin remordimientos, sin miedo!
Sumario
1 Antecedentes: La Herejía de Horus
2 El Codex Astartes y la Segunda Fundación
3 Los Capítulos Codex
4 Organización
o 4.1 Organización de los Capítulos
o 4.2 Organización de las Escuadras
5 Enseñanzas del Codex Astartes
o 5.1 Las Cruzadas
o 5.2 El Espacio
o 5.3 Combate por tierra
o 5.4 Bases de operaciones
o 5.5 Los asedios
o 5.6 Tácticas de sigilo
6 Frases célebres
7 Fuentes
Antecedentes: La Herejía de Horus
Artículo principal: Herejía de Horus.
De los veinte Primarcas originales, Horus fue el más grande, así como el más
querido por el Emperador, que lo nombró Señor de la Guerra. Se le asignó todo el
frente noreste de la Gran Cruzada y solo Lion El'Jonson y Leman Russ se
acercaron a su recuento de victorias. ¿Cómo podía sospechar el Emperador que
Horus serviría a un maestro oscuro? Los Dioses del Caos, maléficas entidades
procedentes de la Disformidad, habían corrompido a Horus y a sus ejércitos y los
habían apartado de la luz del Emperador. Su plan era retorcido y maquiavélico:
permitirían que el Emperador poseyera la galaxia, pero solo durante el tiempo que
dura un suspiro; le alentarían a extender más y más su Imperio, alejando cada vez
más sus fuerzas de Terra hasta que estuviesen dispersas en reducidos grupos a
lo largo de la galaxia. Ese sería el momento en que los Dioses Oscuros atacarían
para aplastar al Emperador de un solo golpe. Cuando estalló la rebelión, Horus
dirigió a más de la mitad de las Legiones de Marines Espaciales en lo que fue la
guerra civil más sanguinaria que ha vivido la galaxia en todos los tiempos y asedió
el Palacio del Emperador. Se necesitarían demasiadas páginas para describir
la Batalla de Terra; baste decir que la guerra terminó cuando el Emperador
se teleportó al interior de la nave de guerra de Horus y eliminó al Señor de la
Guerra en combate singular. El duelo de titanes dejó al Emperador gravemente
malherido; tanto que, desde ese momento, dejó de "vivir" en el sentido
tradicional. Rogal Dorn, Primarca de los Puños Imperiales, descubrió el cuerpo
agonizante del Emperador y lo llevó de vuelta a Terra, donde fue enterrado en vida
en el interior del mecanismo preservador conocido como el Trono Dorado. Desde
ese día, hace diez mil años, hasta hoy, el Emperador Inmortal ha gobernado,
inmóvil, desde su trono en Terra.
Aunque la Herejía de Horus había terminado por fin, la galaxia estaba en grave
peligro una vez más. Los ejércitos del Imperio habían sido destruidos o
dispersados y, lo peor de todo, el Emperador ya no podía caminar entre sus
guerreros. El liderazgo y la guía que había dado a la Humanidad durante años de
repente habían desaparecido. Para liderar a la Humanidad, los doce individuos
más poderosos del Imperio formaron un consejo, cuyo papel sería regir el Imperio
en representación del Divino Emperador. Se los conoció como los Altos Señores
de Terra.
El Codex Astartes y la Segunda Fundación
Cuando el poder del Imperio se abalanza sobre un enemigo suele ser como parte
de una Cruzada imperial.
Los miembros de mayor rango de la Eclesiarquía son los encargados de declarar
las Cruzadas, que pueden variar de tamaño y ser desde ataques muy precisos
hasta guerras de conquista que se extienden por Sistemas enteros. Los Marines
Espaciales suelen acudir a menudo a la llamada para luchar en estas campañas.
El número de efectivos que se destinan a tales Cruzadas es variable, aunque
algunos Capítulos suelen enviar ejércitos pequeños de una Compañía o menos.
Todos los Capítulos están entrenados para seguir los principios del Codex
Astartes y, por lo tanto, son capaces de combatir de forma unificada sin
problemas. Para garantizar que así sea, se selecciona de uno de los contingentes
un comandante de la Cruzada que cuente con la experiencia y la reputación
necesaria para ganarse el respeto de todos los Marines Espaciales presentes.
El Espacio
"En la guerra, siempre debes tratar de conquistar y ocupar una posición elevada.
Desde ahí pueden verse claramente los movimientos del enemigo y a este le es
más difícil llegar hasta ti y mucho más, luchar contra ti. La órbita exterior es la
posición más elevada que existe."
—Codex Astartes
Uno no debe olvidar nunca que, en su sentido más literal, los marines son
soldados que luchan desde naves y los Marines Espaciales no son ninguna
excepción. Todo Capítulo cuenta con una flota formada por tres Barcazas de
Batalla (Octavius, Caesar y Severian, en el caso de los Ultramarines),
ocho Cruceros de Asalto y, como mínimo, doce naves de ataque rápido.
Las flotas Astartes son capaces de tomar parte en batallas espaciales y, de hecho,
así lo han demostrado en multitud de ocasiones. No obstante, estos casos se han
debido a la conveniencia más que a una decisión consciente, ya que, mientras una
nave combate, la gran mayoría de los Marines Espaciales que van a bordo se ven
reducidos a meros espectadores, lo que es un desperdicio de su potencial.
Los métodos operativos de los Marines Espaciales están motivados por una
necesidad práctica. Un Capítulo completo está formado por tan solo un millar de
guerreros y, a menudo, una fuerza de combate típica no será más que una
fracción de dicha cantidad. Solo a través de un rápido movimiento y manteniendo
la inercia puede una fuerza así esperar sobreponerse al número enormemente
superior de enemigos a los que suelen tener que hacer frente.
Cuando se embarcan en una campaña a gran escala, como la Tercera Guerra por
Armageddon o la Batalla por Ichar IV, los Astartes forman parte de un ejército
imperial mucho mayor. Bajo estas circunstancias, lo normal es mantener a los
Marines Espaciales en la reserva y dejar que actúen según su propia iniciativa
siempre que sea posible.
Los Astartes son una fuerza independiente totalmente aparte de la cadena de
mando de la Guardia Imperial. A pesar de que suelen cooperar con
los Comandantes Imperiales, no actúan por completo a sus órdenes. En lugar de
eso, las operaciones de los Marines Espaciales las planifican los mejores expertos
en sus capacidades, es decir, los propios Marines. Este hecho se hace
especialmente patente en el caso de los Capítulos de la Primera y Segunda
Fundación, cuya gran reputación les asegura el respeto de los oficiales de la
Guardia Imperial de mayor rango.
Sin embargo, no existe ninguna misión que los Marines Espaciales no puedan
hacer mejor que los soldados normales y es esta flexibilidad la que los hace ser
tan valiosos para el Imperio.
Bases de operaciones
"La guerra no es un pasatiempo, es la razón de tu existencia, así que prepárate
bien para ella."
—Codex Astartes
En realidad, los Marines Espaciales requieren muy poco apoyo logístico porque
son capaces de asimilar la comida indígena, usan vehículos propulsados por un
sistema de fusión y tratan de no enzarzarse en largos tiroteos que requieran
grandes cantidades de munición. A pesar de todo, siguen teniendo que retirarse
del combate de forma periódica para reorganizarse y reabastecerse.
Los asedios
"Las murallas, las trincheras y las torres no son ningún obstáculo; la falta de
imaginación y la falta de voluntad sí."
—Codex Astartes
Cuando las fuerzas asediadoras consiguen finalmente abrir una brecha por la que
lanzarse al asalto, pueden esperar encontrarse a los Astartes bloqueándola al
llegar. En un espacio tan reducido, la superioridad numérica no cuenta demasiado,
así que, a menos que la fuerza de asalto cuente con tropas realmente capaces de
vencer a los Marines en un frenético combate a corta distancia, no bastará con
una sola brecha.
Sin embargo, es al atacar una fortificación cuando los guerreros de élite como los
Marines dan el máximo de sí mismos. Aparte de sus cualidades innatas para el
combate, tienen acceso a una amplia variedad de técnicas y de equipo que
pueden utilizar para alcanzar su objetivo:
Ni que decir tiene que, cuando atacan directamente una fortificación (por ejemplo,
un búnker), los Marines tienen multitud de tácticas que incluyen el uso
de Vindicators, lanzallamas, rifles y bombas de fusión, con los que pueden
atravesar rápidamente las defensas y abrir el camino para un asalto inmediato. Y,
aunque no se cuente con Land Raiders, los Marines Espaciales montados en
Rhinos equipados con palas excavadoras son perfectamente capaces de cumplir
su misión.
El truco en los asedios, ya sea como atacante o como defensor, consiste en dejar
que los Marines se sitúen en el punto decisivo. No tiene sentido lanzarlos contra
defensas sin ninguna brecha para labrarse poco a poco el camino hacia la victoria;
ese es el modus operandi de la Guardia Imperial, cuyos efectivos se cuentan por
decenas de miles.
Tácticas de sigilo
Las fuerzas de élite de los Marines Espaciales, aunque pequeñas, le dan un gran
valor al elemento de la sorpresa. Algunas veces esto se logra con velocidad -
ataques rápidos que son desplegados antes de que el enemigo pueda reaccionar.
Aunque los asaltos repentinos son la seña de identidad del Adeptus Astartes,
también son capaces de utilizar ataques sigilosos de una forma que pocas fuerzas
pueden emular. Utilizando sus propios sentidos y sofisticados equipos de escaneo,
algunos Marines Espaciales aprenden a evitar la detección visual, esquivando las
patrullas o los retenes enemigos cuando es necesario. Los equipos de
francotiradores se ocultan en posiciones elevadas. Las Escuadras de Asalto y
las Escuadras de Saqueadores con paracaídas gravíticos son desplegadas
silenciosamente desde el cielo en su posición, mientras los Exploradores con
capas de camuflaje se infiltran en posición.
Cuando el ataque llega (coordinado al milisegundo) es un perfecto ejemplo de la
combinación de elementos que se adopta habitualmente en el Codex Astartes. Los
asaltos breves pero sangrientos se inician, sumiendo al enemigo en la confusión
mientras otros elementos del ataque se unen a la refriega, mediante los
transportes Rhinos desembarcando tropas o las cápsulas de desembarco cayendo
desde el cielo. Mientras que casi todos los Capítulos emplean regularmente
operaciones encubiertas, algunos, como la Guardia del Cuervo, son
particularmente expertos en estas misiones. Su habilidad para acechar a sus
presas desde las sombras es legendaria.
Frases célebres
"Tan sólo el que ansía ser mártir acapara una batalla."
—Volumen XXXIV, Codex Astartes
Fuentes
Extraído y adaptado de Lexicanum inglés y Wikihammer 40K UK.
Codex: Ultramarines (2ª Edición).
Codex: Marines Espaciales (Ediciones 5ª - 8ª).
Codex: Templarios Negros (4ª Edición).
Codex: Lobos Espaciales (5ª Edición).
Codex: Ángeles Oscuros (Ediciones 4ª y 6ª).
Codex: Ángeles Sangrientos (5ª Edición).
White Dwarf nº 300 (Edición inglesa).
Index Astartes I y II.
Deathwatch: Rites of Battle (Juego de Rol).
Deathwatch: Core Rulebook (Juego de Rol).
Reglamento Warhammer 40,000 (6ª Edición).
Cazador Gris, de William King.
Reglas de Enfrentamiento (Relato corto), de Graham McNeill.
Armageddon (Novela), de Aaron Dembski-Bowden.
The Long Games at Carcharias (Relato corto), de Rob Sanders.
El Legado del Capítulo, de Graham McNeill.
Warhammer 40,000: Dawn of War II - Chaos Rising (Videojuego).
Games Workshop Website - Ultramarines Background.