E-4. Conflictos de Intereses
E-4. Conflictos de Intereses
E-4. Conflictos de Intereses
Facultad de Ingeniería
Ética Profesional
Antes de profundizar en lo sucedido y así poder tomar una postura al respecto del caso
del robot asesino, es importante que resaltemos que el acusado Randy Samuels, era descrito
por el Dr. Harry Yoder como que, era un “hacker” antes de ingresar a “Sillicon
Techtronics” y nunca maduró más allá de su angosto enfoque, su percepción de la vida y de
sus responsabilidades. Así mismo podemos observar que Samuels era ególatra de primer
nivel, y aun así los valores que aparentemente tenía, no estaban para nada desligados de su
gran ego. Su forma de colaborar en equipo era nula, en vez de cooperar con sus
conocimientos y escuchar ideas, para mejorar el trabajo en equipo, éste realizó el trabajo en
su totalidad, reclutándose por cinco días sin ningún contacto con el resto, en el cual también
realizo el progreso del software para el Robot Robbie CX30. Este aspecto de su
personalidad lo hace tomar una mala elección como líder del proyecto, pues un hecho
importante en él, era su ignorancia en el campo de la física, lo cual lo llevo a malinterpretar
las fórmulas y codificar erradamente al robot. La consecuencia de esto es que su
egocentrismo, lo cohíbe de recibir ayuda, no quiere sentir que el solo no es capaz de
resolver un problema, porque eso sería mostrar debilidad y dar la razón a su equivocación,
y a su vez esto se evidencia a la hora de no aceptar críticas ni comentarios de parte de su
equipo.
Tenemos que en la reunión de debate acerca del tipo del modelo que regiría el proyecto
del software para el robot, Jane Anders, mencionó que Sam Reynolds estaba en contra de
“perder el tiempo”, y en su forma de ver, “no hacía falta tener ninguna interacción del
usuario con el sistema hasta muy, pero muy avanzado el proyecto”. Estos comentarios,
influyen directamente en el equipo de desarrollo, al cual Samuels pertenecía. La carga extra
de trabajo por el hecho de que no se podían pasar de la fecha de presentación del robot,
condenaba al proyecto hacia una mala de ejecución, sin dejar atrás que esta manera de
trabajo afectaba la moralidad y ética del equipo de programadores
En resumen, en nuestra opinión, a pesar de la culpabilidad que puede tener Samuels por
su personalidad y mala interpretación de datos fundamentales, parece poco ético que se le
acuse de la muerte de Matthews solo a él, solo por ser el líder del proyecto. Después de
observar los conflictos de intereses de los individuos implicados, la empresa es la que debe
adjudicarse la acusación, ya que, debido a la presión desmedida por una entrega de
proyecto y a la contratación de personal poco capacitado, hacían que el proyecto fuese
inestable, teniendo como posibles consecuencias un accidente como el que paso con
Matthews, las tomas de decisiones de parte del grupo ejecutivo, además de la culpabilidad
de Samuels, también deberían de ser juzgadas.