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Auditoría Remota

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INTRODUCCIÓN

Auditoría remota: tiempos desesperados exigen medidas desesperadas

La conversación sobre nuevos enfoques de auditoría, el uso de tecnología y las técnicas de


auditoría remota ha durado varios años. Sin embargo, en varias encuestas de empresas
realizadas en los últimos dos años, pocas empresas informan de la implementación de
auditorías remotas más allá de la escala de pruebas. El surgimiento del COVID-19 y sus
restricciones de viaje en todo el mundo relacionadas, junto con la necesidad existente de
realizar auditorías normativas, legales o inmediatas orientadas a las necesidades, están
renovando la conversación y centrando los esfuerzos de auditoría interna en encontrar
alternativas a la auditoría presencial tradicional que se puede implementar ahora. La auditoría
remota puede ser una buena alternativa, especialmente porque la mayoría de las empresas
han restringido los viajes a funciones críticas para el negocio, y muchas jurisdicciones del
mundo han cerrado temporalmente las fronteras. Este informe de conocimientos examina los
retos de la auditoría remota y ofrece estrategias para superarlos en cada parte del proceso de
compromiso de auditoría: planificación, revisión de documentos, trabajo de campo,
entrevistas y reuniones de clausura. También comparte las mejores prácticas de tres
organizaciones que han utilizado la auditoría remota en su respuesta al COVID-19.

Marco teórico
Tras el descubrimiento del virus SARS-CoV-2 en China, los médicos e investigadores Rothe,
Schunk y otros (Rothe et.al, 2020) advirtieron que este nuevo virus proveniente de Wuhan
causa gran preocupación en el sector sanitario a medida que se propaga por todo el mundo.
Desde que se identificó el virus, a fines de diciembre de 2019, la cantidad de casos en China
que se importaron a otros países ha aumentado constantemente, y el ámbito epidemiológico
cambia diariamente.

La masiva movilidad global de las personas y el tráfico intercontinental de pasajeros a diversas


latitudes ha permitido que el virus se propague, llegando a América Latina y el Perú. Este
escenario motivó que el Gobierno peruano dicte el Decreto Supremo N° 008-2020-SA, con
fecha 11 de marzo del 2020, el cual declara la emergencia sanitaria a nivel nacional por 90 días,
estableciendo diversas medidas de prevención y control para evitar la propagación de la
COVID-19.

Las medidas tomadas por el gobierno de turno no fueron las adecuadas, pues la cantidad de
casos confirmados aumentó vertiginosamente. Es así como la Sala Situacional COVID-19 Perú
reportó, al 25 de mayo de 2020, 123,979 casos confirmados. Respecto a la propagación de este
virus Trilla (2020) menciona que es muy probable que la COVID-19 se propague a través de
contacto, gotas respiratorias (aerosoles) en distancias cortas (1,5 m), además de fómites
contaminados por este tipo de Definición de trabajo remoto aerosoles. Agrega que la
transmisión por vía aérea no se puede descartar por completo. El contacto prolongado
presenta un mayor riesgo de contagio, y menor riesgo en caso de contacto casual.

Lo antes señalado permite afirmar que los contagios de este virus no solo se realizan a través
de las personas sintomáticas, sino también por las asintomáticas, situación que obliga a las
empresas de cualquier tamaño, a buscar modalidades de trabajo alternativas a la
presencialidad, introduciendo el teletrabajo y el trabajo remoto como una solución. Asimismo,
se debe tener en cuenta que las pequeñas y microempresas, en su mayoría, carecen de
recursos para ejecutar protocolos especiales de seguridad sanitaria para frenar el contagio de
sus trabajadores (Montes Cato, Palermo, Spinosa & Ventrici, 2020).

Base Legal Decretada por el Poder Ejecutivo durante el Estado de Emergencia

a) Decreto Supremo 008-2020-SA, emitido el 11 de marzo de 2020, que declara la emergencia


sanitaria a nivel nacional por el plazo de 90 días calendario, y establece diversas medidas de
prevención y control destinadas a evitar la propagación de la COVID-19.

b) Decreto Supremo 044-2020-PCM, del 15 de marzo de 2020, que declara el estado de


emergencia nacional por el plazo de 15 días calendario y dispone el aislamiento social
(cuarentena), por las circunstancias críticas que afectan la vida de la nación, como
consecuencia de la pandemia de COVID-19.

c) Decreto Supremo 051-2020-PCM, promulgado el 27 de marzo de 2020, que amplía el Estado


de Emergencia Nacional declarado por el Decreto Supremo 044-2020- PCM, por el lapso de 13
días calendario, a partir del 31 de marzo de 2020.

d) Decreto de Urgencia 026-2020, del 15 de marzo de 2020, que establece diversas medidas
excepcionales y temporales para prevenir la propagación de la COVID-19 en el territorio
nacional.

e) Resolución Ministerial 072-2020-TR, del 26 de marzo de 2020, que aprueba el documento


denominado «Guía para la aplicación del trabajo remoto».

Formas Alternativas de Trabajo

El Decreto de Urgencia 026- 2020, el Decreto Supremo 010-2020-TR y la Resolución Ministerial


072- 2020-TR, que emite la «Guía para la aplicación del trabajo remoto», configuran el marco
normativo de esta modalidad de trabajo, cuyo estudio es esencial en el ámbito académico para
su aplicación por parte de las diversas organizaciones, principalmente en el caso de las micro y
pequeñas empresas , las cuales se enfrentan al reto de mantenerse operativas y dar trabajo a
sus empleados, ya que si no cuentan con alternativas para poder realizar sus actividades se ven
expuestas a la quiebra.

Definición de trabajo remoto

Para conocer el origen del trabajo remoto es necesario remontarse a 1973, cuando el
ingeniero de la NASA Jack Nilles planteó el trabajo de forma remota para evitar problemas por
desplazamiento debido al exceso de tráfico y consumo de energía. Es en este contexto, que se
generan los primeros intentos de promover el trabajo remoto. Es así como, el 2 de septiembre
de 1979, se publica en el diario Washington Post el artículo de Frank W. Schiff titulado
“Working at Home Can Save Gasoline”, el cual presentó diversos argumentos para justificar
que el trabajo en el hogar puede ahorrar gasolina (Schiff, 1979). Posteriormente, en 1992, se
ejecutó un proyecto piloto de trabajo remoto entre agencias gubernamentales. Años después,
en 2004, el Congreso de Estados Unidos se presenta un proyecto de ley que promueve el
trabajo remoto en las agencias federales (De Carlo, 2017, como se citó en Coba, 2020).

Esta modalidad de trabajo continuó extendiéndose en el gobierno estadounidense, luego se


extendió al sector privado. Suárez (s.f.) cita un informe de la empresa Buffer realizado en
cooperación con Workfrom,Hubstaff, Trello y Doist, la cual destaca que el 43% de la población
activa en los Estados Unidos trabaja de forma remota. Asimismo, el autor estima que para el
año 2035, se contará con mil millones de nómadas digitales en todo el mundo.

Cabe señalar que el trabajo remoto o teletrabajo es una tendencia en desarrollo en el mercado
laboral mundial. Respecto a la definición de este término, Moreno (2012) señala que el trabajo
remoto es la prestación de una actividad laboral, la cual se realiza principalmente en el hogar
del trabajador o en un lugar público elegido por éste, como alternativa a la modalidad
presencial que se realiza en el centro de operaciones de la empresa.El desarrollo de las
tecnologías de la información y la comunicación (TICs) han establecido los componentes
necesarios para romper los paradigmas de espacio y tiempo en el que se realizaba el trabajo
de oficina convencional, permitiendo que se abra paso a una nueva modalidad de trabajo que
permita al trabajador realizar sus labores desde cualquier lugar en el mundo (Sapién-Aguilar,
Carrera-Ramos, Piñón-Howlet, & Gutiérrez-Diez, 2016).

Sin embargo, es necesario tener en cuenta los retos que conlleva el desarrollo de esta
modalidad de trabajo, a fin de evitar que conlleve hacia una mayor precariedad laboral. En el
mismo sentido, Vocos y Martínez (2004), señalan que esta modalidad puede ser utilizada para
a) cambios potenciales en los derechos y condiciones de contratación; b) aumentar los riesgos
a la salud; c) consecuencias en el ámbito extra-laboral; d) debilitamiento de los colectivos
laborales y gremiales.

Nuevos Retos en la Gestión empresarial

La propagación del COVID-19 nos enfrenta a un escenario antes desconocido, pues aunque el
trabajo remoto conserva la característica de subordinación a través de la presencia física del
trabajador desde su hogar o lugar de aislamiento, se requiere de herramientas o mecanismos
que le permitan realizar sus actividades mediante programas informáticos, conexión a
internet, acceso a bases de datos y las telecomunicaciones, lo cual requiere de una inversión
adicional por parte de la empresa. Es necesario agregar que esta es una medida temporal,
mientras se supere la crisis sanitaria debido a la pandemia global.

Además, en relación con el efecto socioeconómico de la pandemia por el nuevo virus SARS-
CoV-2, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) invoca al respeto, la promoción y el
cumplimiento de los Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo. En ese sentido, la OIT
hace un llamado para tener en consideración a los grupos sociales y personas en situación de
vulnerabilidad como consecuencia de la crisis sanitaria (International Labour Organization,
2020). En esa línea, el gobierno de Martín Vizcarra lanzó un plan para subsidiar el sueldo de los
empleados no esenciales, cuyos trabajos han sido paralizados a causa de la emergencia
sanitaria, además de los pagos al sistema nacional de salud, por un lapso de tres meses
(Horwitz et al., 2020).

Consideraciones en torno al trabajo remoto

Debido a que diversas actividades no están condicionadas a la presencia física en las oficinas
de las empresas, éstas serán desarrolladas con el respaldo de la tecnología. Entre esas
actividades tenemos: el diseño instruccional de programas de estudio, virtualización de
contenido, la instrucción síncrona, marketing digital, entre otras. De otro lado, las micro y
pequeñas empresas están implementando cambios en sus procesos de trabajo, para mantener
en marcha su cadena de producción y así evitar el cierre definitivo de operaciones.

El trabajo remoto permite mantener la operatividad de las empresas, sin transgredir las
normas dictadas por el Poder Ejecutivo, mientras se reanudan las actividades comerciales; y se
garantice que el personal no esté expuesto al contagio del COVID-19, al restringir la interacción
física y la cercanía con personas asintomáticas. De acuerdo con Anghel, Cozzolino y Lacuesta
(2020), se evidencia un mayor interés por el trabajo remoto por parte de las empresas, debido
al aumento de productividad que este tipo de modalidad de trabajo podría generar.

Sin embargo, la evidencia no es concluyente en cuanto podría ser útil para trabajos creativos, y
al mismo tiempo, ser perjudicial para tareas urgentes y complejas. Como señala Morikawa
(2020), el efecto negativo sobre la productividad podría verse afectado en un contexto de
pandemia y aislamiento, como resultado de inversiones inadecuadas en capacitación de
competencias digitales y equipos idóneos para realizar trabajo remoto.

Componentes de la auditoría remota

Los componentes de una auditoría remota son en muchos sentidos análogos a una auditoría
presencial. Sin embargo, el enfoque, las cargas y la ejecución de estas fases de auditoría
difieren. En esta sección se destacan las cosas que hay que tener en cuenta, basándose en las
lecciones aprendidas por tres empresas contribuyentes que utilizaron auditorías remotas
como parte de su respuesta al COVID-19.

Planificación

La planificación y el alcance de las auditorías son fundamentales en cada auditoría. Debido a


que es más difícil realizarla al momento desde una ubicación remota, la reunión de
planificación de las partes interesadas es muy importante. Esta reunión incluye una discusión
sobre el alcance y la programación, y los auditores deben dar tiempo suficiente para explicar el
enfoque de auditoría remota a los participantes. Esto debería incluir una explicación de las
similitudes y diferencias previstas entre las auditorías presenciales a las que están
acostumbrados los interesados y las auditorías remotas.

Entre los ejemplos de los tipos de información que deben cubrirse se incluyen cómo y cuándo
se compartirá la información, qué tecnología se utilizará (desde cámaras a drones hasta
soporte de telepresencia), qué autorizaciones se deben obtener por adelantado para recopilar
videos y fotografías fijas, y qué áreas confidenciales o restringidas deben considerarse o
evitarse.

También es importante analizar desde el principio las limitaciones de la auditoría remota y


explicar que es posible que sea necesario realizar trabajos presenciales en el futuro basándose
en los resultados de la auditoría remota, o una vez que se eliminen las barreras a una visita
física al sitio (por ejemplo, se levanten las prohibiciones de viajes).

Según el contenido y la explicación adicionales, la experiencia indica que los auditores internos
deben asignar aproximadamente el doble de tiempo para una reunión de planificación de
auditoría remota, en comparación con lo que se necesita para una auditoría tradicional. El uso
de videoconferencia, así como un PowerPoint u otras guías visuales, también es útil para esta
reunión.
Revisión de documentos

Las revisiones remotas de documentos son de muchas maneras análogas a la revisión de


documentos en la instalación, con un par de advertencias importantes.

La instalación puede tardar mucho más tiempo en preparar y cargar documentos en una
plataforma de uso compartido de archivos (SharePoint, unidades compartidas, etc.) que en
proporcionar acceso a una gaveta o portafolio de archivos en sitio. Dependiendo del método
de documentación (registros en papel, sistema de almacenamiento de la base de datos, etc.),
el personal de la instalación tendrá que tomar el tiempo necesario para convertir estos
registros en un formato revisable (como PDF) y cargar los archivos.

Los auditores deben estar abiertos a recibir y revisar la información en cualquier formato que
se obtenga más fácilmente, de modo que se reduzca al mínimo la carga para la instalación. Si
es posible, se debe tener en cuenta la accesibilidad del sistema de archivos digitales utilizado
por la instalación donde se almacenan los registros. A menudo, el acceso directo puede
concederse de forma temporal, únicamente durante la duración de la auditoría.

Se debe considerar cuidadosamente la creación de estrategias eficaces para revisar los datos
de forma remota. Por ejemplo, dependiendo del número de registros a revisar, el muestreo
puede ser la mejor opción.

Ya sea revisando la totalidad o parte de los datos disponibles, la estrategia debe discutirse con
los auditados para asegurar que proporcionan la información correcta para apoyar la
estrategia de muestreo.

A diferencia de las revisiones de registros en sitio, las revisiones remotas no suelen permitir
preguntas contemporáneas. Al revisar los registros de forma remota, el auditor debe tomar
notas y escribir las preguntas que se formularán durante las entrevistas remotas. Sin embargo,
una forma de incorporar preguntas sincrónicas durante las revisiones remotas es establecer
una videoconferencia entre el auditor de la materia y la persona encargada de implementar el
programa que se está revisando. Esto permite compartir y revisar los documentos, y dar
preguntas y respuestas en tiempo real.

Reconocimiento del sitio

El reconocimiento de sitios remotos es quizás el aspecto más difícil de la auditoría remota. Las
empresas que contribuyeron a este informe de conocimientos han probado varias soluciones
tecnológicas para lograr un reconocimiento adecuado del sitio.

Un enfoque fue usar tecnología de comunicación en vivo y doble vía, incluyendo la transmisión
en vivo y las gafas inteligentes de doble vía. Aunque la idea de un recorrido en vivo era
convincente, se encontraron las siguientes limitaciones:

▪ La mayoría de las instalaciones no tenían Wi-Fi en todas las áreas. Incluso las instalaciones
que afirmaban tener Wi-Fi en todas las instalaciones a menudo no tenían buena cobertura de
áreas remotas del sitio (como granjas de tanques, muelles, grandes almacenes y áreas de
almacenamiento).
▪ Las instalaciones cubiertas también se encontraban en lugares remotos o en edificios
antiguos construidos como búnkeres donde el servicio celular era limitado, o la intensidad de
la señal era deficiente, degradando la calidad del video en vivo.

▪ Había poco valor en las observaciones remotas que viajaban de un punto a otro ya que la
señal de video proporcionaba visión de túnel, y las observaciones periféricas no eran posibles.

▪ El ruido ambiental y (a la inversa) las propiedades de anulación de ruido de la tecnología


evitaron que el personal remoto escuchara las respuestas a las entrevistas.

Una alternativa a la comunicación bidireccional en vivo son las fotografías digitales y de video
tomadas utilizando teléfonos celulares de la empresa. La ventaja de este enfoque es que estos
dispositivos están fácilmente disponibles y son compatibles con la mayoría de las soluciones de
almacenamiento informático de la empresa (por ejemplo, SharePoint). Además, la intensidad
de la señal en el punto de recogida no afecta negativamente a la calidad del video y la
fotografía de esos dispositivos. Como se mencionó en la sección de planificación anterior, el
uso de dispositivos digitales a menudo requiere una planificación previa y permisos especiales
(por ejemplo, en zonas sensibles o en entornos en los que existe un riesgo de explosión).

Durante el examen de los documentos, los auditores deben compilar una lista de las esferas de
interés que desean captar con video y fotografías fijas. Ejemplos de áreas de interés para las
auditorías de seguridad química incluyen:

▪ Puntos de acceso activos de las instalaciones.

▪ Zonas seguras y restringidas.

▪ Videos del vehículo y del personal.

▪ Videos de estaciones de vigilancia CCTV, incluyendo el uso de cámaras.

Las fotos y videos son revisados por el director de auditoría y compilados en un álbum, que
luego es revisado por cada auditor. Los auditores toman notas y preparan las preguntas que se
deben hacer durante las entrevistas remotas.

Entrevistas remotas

Las entrevistas remotas se realizan de la misma manera que las entrevistas en persona y se
pueden realizar programando videollamadas con personas clave utilizando cualquier número
de tecnologías disponibles (por ejemplo, equipos de Microsoft, Skype y Zoom). Planifique
entrevistas de 30 a 90 minutos con los propietarios del programa de instalación. Se pueden
realizar entrevistas más cortas de 15 minutos con el personal designado que tenga
responsabilidades de implementación, y entrevistas cortas (10 minutos) con empleados
seleccionados de las instalaciones generales que tengan responsabilidades auxiliares al
enfoque de la auditoría. Esto ayuda al auditor interno a adquirir conocimiento de la cultura
general. Las videollamadas son preferidas sobre las llamadas de voz solamente porque las
señales no verbales son una parte importante de la comunicación y a menudo se pierden sin
video.

La preparación para entrevistas remotas requiere tiempo adicional para el auditor. Cada
auditor debe preparar una lista de preguntas y puntos sobre qué información adicional se
necesita, basada en la información de la revisión del documento.
Cuando más de un auditor participa en una entrevista, se debe tener cuidado para evitar
hablar sobre el entrevistador u otros auditores. Tenga en cuenta que muchas personas pueden
no estar cómodas comunicándose por video, especialmente siendo auditados lo cual no hacen
regularmente (por ejemplo, un supervisor de comercio experto). Aunque esto es inevitable,
trate de establecer un tono cómodo y ser consciente de que el video por sí solo puede cambiar
el lenguaje corporal o la percepción.

Reunión de clausura

La reunión de cierre de una auditoría remota es prácticamente la misma que la reunión de


cierre de una auditoría presencial. Se sugiere programar la reunión de cierre de uno a dos días
después de las entrevistas remotas. Esto permite a los miembros del equipo de auditoría
revisar sus propias notas y conclusiones, así como celebrar una reunión remota del equipo de
auditoría para compilar los resultados preliminares de las auditorías.

La reunión de cierre de la auditoría es una oportunidad para presentar estos resultados


preliminares de la auditoría a la audiencia de las partes interesadas, resolver cualquier
pregunta o preocupación, y discutir el camino a seguir para la finalización de los resultados de
la auditoría y la mejora continua.

CONCLUSIONES

La pandemia por el nuevo virus SARS-CoV-2 ha cambiado los entornos de trabajo, al


trasladarse el trabajo desde las oficinas a los hogares. El trabajo remoto ha obligado a los
trabajadores a trabajar más tiempo desde casa. Las tasas de productividad de estos
trabajadores se ven significativamente afectadas en esas circunstancias. El crecimiento diario
de la carga de trabajo, junto a la incertidumbre respecto a la situación laboral, podría suponer
un revés para la productividad de los empleados. La razón más importante, detrás del declive
en el desempeño laboral, se debería a las dificultades en la comunicación entre trabajadores,
pues el trabajo en equipo requiere una comunicación efectiva. Un trabajador requiere contar
con pautas específicas sobre las actividades a realizarse, cuál es el propósito de su labor y las
expectativas de los clientes. No se puede garantizar niveles adecuados de calibración del
trabajo si no se establecen vías de comunicación idóneas entre trabajadores, los cuales se
encuentran en distintas ubicaciones para alcanzar un objetivo en común. Por consiguiente, de
no garantizarse una comunicación efectiva entre los trabajadores de la empresa, se afectará la
productividad.

En la misma línea, un eventual problema de salud del trabajador o de su familia podría


reflejarse en falta de concentración en el trabajo, lo que afectará su productividad. Asimismo,
podría ser muy agotador emocionalmente cuando los colaboradores desempeñan el rol de
padres de familia paralelamente. Adicionalmente, la falta de acceso a recursos del entorno de
trabajo obstaculizará el alcance de los objetivos de la organización y afectará la eficiencia de
los colaboradores.

Por consiguiente, es deber del equipo de recursos humanos tomar conciencia de las
condiciones que enfrentan los empleados de las empresas de las que forman parte ante esta
nueva modalidad de trabajo. Algunas medidas que se deben tener en cuenta para mitigar el
impacto negativo de esta modalidad de trabajo son talleres o charlas respecto al equilibro
familia-trabajo, así como la orientación de un médico ocupacional, lo cual sería un apoyo
considerable para mejorar el bienestar del trabajador.

REFERENCIAS

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