La Vida, Los Maestros y La Enseñanza Del Buddha - Do Tulku Rinpoche
La Vida, Los Maestros y La Enseñanza Del Buddha - Do Tulku Rinpoche
La Vida, Los Maestros y La Enseñanza Del Buddha - Do Tulku Rinpoche
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La presente versión de La Vida, los Maestros y la Enseñanza del Buddha se ha publicado para su
distribución gratuita y no está permitida su comercialización por ningún medio impreso o digital.
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Contenidos
Agradecimientos…………………………………………………………………………….4
Nota del traductor……………………………………………………………....…………...5
Sobre el Autor……………………………………………………………………………….6
Primera Parte:
La Vida y los Maestros del Buddha………………………………………………....7
Segunda Parte:
La Enseñanza del Buddha - El Sūtra de la Rueda del Dharma…………………….17
Apéndice:
Traducción al Castellano del Dharmacakra Sūtra………………………………….26
Notas……………………………………………………………………………………….30
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AGRADECIMIENTOS
Mis más sinceros agradecimientos y ferviente reverencia a todos los Maestros que mantienen vivo el
Buddha-Dharma y lo transmiten continuamente a las nuevas generaciones, en especial a Do Tulku
Rinpoche, que con incalculable bondad e incansables esfuerzos nos entrega enseñanzas tan valiosas
como las presentes en esta publicación. Quiero también agradecer especialmente a Roberto Curto,
por su ayuda con la revisión y edición final del texto, y a Javiera Infante, mi compañera y principal
apoyo en cada uno de mis esfuerzos, por la hermosa ilustración para la portada de esta publicación.
Así mismo quiero expresar mi profunda y sincera gratitud a Isabel Acevedo, Gabriela Colipi,
Constanza Aguilar, Miguel Rojas, Miguel Rivera, Karina Domínguez, Aurora Bustos y a todos
quienes, con su generosidad y apoyo, han hecho posible este proyecto de traducción.
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NOTA DEL TRADUCTOR
Esta traducción se ha elaborado a partir de grabaciones capturadas durante las instrucciones orales
impartidas por Do Tulku con motivo de la celebración del festival de Vaishakha (Tib. Saka Dawa
Düchen) 2020, por lo que se han editado ligeramente para favorecer la fluidez de la lectura,
procurando preservar el estilo espontaneo y natural tan característico de Rinpoche al enseñar.
También, algunas de las aclaraciones ofrecidas por Rinpoche durante las enseñanzas han sido
incluidas en forma de notas al final del texto. Cualquier error u omisión son de mi exclusiva
responsabilidad. Pueda, cualquier mérito generado por realizar y publicar esta traducción, servir para
la pronta liberación de todos los seres.
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SOBRE EL AUTOR
Do Tulku (Raktrul Rinpoche) nació en el sur de India, donde vivió con su familia y recibió su
educación escolar. A la edad de 17 años fue reconocido por Su Santidad el Sakya Gongma Trichen
Rinpoche (41° Sakya Trizin) como la reencarnación del 5° Raktrul Rinpoche. Su línea de
encarnaciones se remonta al 1° Raktrul Rinpoche en el siglo XVII, un maestro del Monasterio Do
Teng en el Tibet oriental. Tras su reconocimiento recibió un entrenamiento de once años en filosofía,
práctica y debate budista en el Dzongsar Khyentse Chökyi Lodrö Insitute en India, del cual se graduó
con el título de Acharya (Lopön). Desde entonces ha enseñado en el Dzongsar Khyentse Chökyi
Lodrö Insitute así como en escuelas tibetanas, y ha guiado retiros para monjes. Siguiendo las
instrucciones de Dzongsar Khyentse Rinpoche ahora enseña regularmente en Asia y Europa. Él
mismo ha recibido también enseñanzas, transmisiones e iniciaciones de algunos de los más grandes
maestros de nuestros tiempos, incluyendo a S.S. el Dalai Lama, S.S. el Sakya Trichen, Khenchen
Kunga Wangchuk, Dzongsar Jamyang Khyentse Rinpoche, Dagchen Rinpoche, Luding Khenchen
Rinpoche y muchos más. Do Tulku Rinpoche trabaja como traductor para el proyecto 84000
Translating the Words of the Buddha (http//84000.co) y es un practicante laico. Vive con su familia
en Alemania donde enseña con regularidad. Es muy valorado por su docta, interactiva, y a menudo
no-convencional y graciosa, forma de comunicar las enseñanzas budistas.
Para conocer más sobre las actividades y enseñanzas de Do Tulku Rinpoché visite www.aryatara.net
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PRIMERA PARTE
La vida y los Maestros del Buddha
Hoy1 me gustaría rememorar a Gautama Buddha, sus cualidades, hablar sobre lo que él hizo, cómo
se convirtió en un Buddha completamente Iluminado, tanto como sea posible. Por supuesto, esta es
la extremadamente vasta e insondable travesía de un gran bodhisattva, así que ¿Cómo podría alguien
como yo siquiera intentar descifrarla? Sin embargo, tal como el sol tiene el poder lumínico del sol,
una lámpara tiene el poder lumínico de una lámpara y un insecto que brilla en la oscuridad tiene el
poder lumínico de un insecto que brilla en la oscuridad, así mismo hacemos lo que sea que esté dentro
de nuestra capacidad. Así que, por favor, recordando a Śākyamuni Buddha, generen una motivación
adecuada del siguiente modo: “Por el propósito de la liberación de todos los seres dedicaremos este
día en el nombre de Gautama. Hablaremos de él, pensaremos en él, y estaremos completamente
inmersos en la remembranza de sus actividades”.
En los mayores sūtras mahāyāna se enseña que Śākyamuni Buddha, de hecho, alcanzó la iluminación
hace una gran cantidad de incontables eones atrás, muchos incontables eones, y que toda la travesía
de Siddhārtha fue solo una demostración. Y de este modo tenemos escrituras, como el Lalitavistara
sūtra, que nos muestran claramente que se trata tan solo de una representación sobre cómo lograr la
iluminación para beneficio de todos los seres, que no es en absoluto la travesía real de un individuo.
Esa es también una manera de mirarlo, una manera de entender la vida del Buddha. Pero luego, en
otros sūtras mahāyāna, el Buddha también enseñó muchas veces sobre su travesía; cuando fue la
primera vez que tomó los votos de la Bodhichitta y luego su viaje a través de lo que nos podría parecer
un interminable periodo de tiempo, lo que él llamó “tres eones incontables.” Entonces, en ese sentido,
hay muchos practicantes mahāyāna que piensan en la vida del Buddha como una travesía real, que en
la vida final del Buddha, cuando nació como el príncipe Siddhārtha, él era un en ese momento
Bodhisattva del décimo bhūmi, así que era, en gran medida, una verdadera travesía. Y luego, por
supuesto, tenemos las enseñanzas Theravada, donde durante toda la travesía del Buddha, por tres
eones incontables, él era un ser ordinario, y que en la última vida samsárica del Buddha, cuando nació
como Siddhārtha, todavía era un ser ordinario, y que sobre esa base, en esa vida, un ser sintiente
común se convirtió en el Buddha de la noche a la mañana, en un solo instante, bajo el árbol Bodhi.
Aquí me gustaría adoptar una explicación intermedia, y aunque sería de una ambición insensata, como
dije antes, pretender hablar de la vida del Buddha en una hora o dos, de todos modos hay ciertos
ángulos que sí quisiera abordar. De cierta manera, cuando la gente enseña budismo en estos días, no
hay mucha mención de la travesía del Buddha, hasta el punto de que la gente solo le conoce como
Siddhārtha, y eso genera la ilusión de que él lo descifró por sí mismo, y que no hubo un verdadero
maestro para el Buddha. Algunas personas usan esto como una excusa para afirmar que no necesitan
un maestro. Conocí bastante gente que piensa así, y esto me condiciona para hablar hoy sobre los
maestros del Buddha, al menos brevemente.
En un sūtra, el Buddha dice que la primera vez que la semilla de la Iluminación despertó de alguna
manera en él, fue cuando había nacido en un reino infernal debido a su karma negativo. Él estaba
acarreando una cuadriga ardiente, sobre una superficie ardiente, con otro ser infernal, y sobre esa
cuadriga estaba sentado un guardián infernal que los castigaba. Siddhārtha había nacido como un ser
infernal muy fuerte, así que no tenía tantos problemas en acarrear la cuadriga, pero su acompañante
era muy débil y se caía constantemente. Mientras más se caía su acompañante, más le castigaba el
guardián infernal. Siddhārtha no podía soportar ver esto, así que en él surgió una gran compasión que
le hizo hacer algo que de otro modo no hubiera hecho. Él le pidió al guardián “Por favor déjale en
paz ¿no puedes por favor dejarle en paz? Yo tiraré solo de la cuadriga, no lo necesitamos a él, yo lo
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haré”. Y esa compasión, ese acto compasivo, generó un inmenso mérito, de modo que ya no tenía el
karma para permanecer en el reino infernal, así que por esto el guardián infernal se enfadó mucho y
dijo “¡Los seres sufren debido a su propio karma! ¿Quién eres tú para entrometerte en eso?” y le
destrozó la cabeza de un golpe con un martillo. Esto terminó con su vida como un ser infernal e
inmediatamente renació en un reino superior. Así que el Buddha dijo “Esa fue la ocasión en que
despertó mi naturaleza búdica”, o semilla de la Iluminación, lo que sucedió hace mucho tiempo atrás.
Y así, después de muchas vidas generando merito, él dice, finalmente renació como el hijo de un
alfarero – Quizás esto nos hará pensar en lo importante que es adoptar la Bodhichita y el maestro de
quien recibimos la Bodhichitta – este hijo del alfarero nació durante el tiempo de un Buddha llamado
Mahā Śākyamuni. Él conoció al Buddha, y tuvo la total convicción de que “este es un maestro
perfecto, esto es lo que necesito, sus enseñanzas son lo que necesito” y le ofrendó una sombrilla
nueva, un nuevo par de zapatos, cien conchas marinas, y una vasija hecha por él mismo, una vasija
llena de agua para el Buddha. Con esta ofrenda hizo la siguiente plegaria “Buddha Mahā Śākyamuni,
de cualquier manera que usted sea, pueda yo llegar a ser exactamente de la misma manera, pueda yo
tener el mismo nombre, las mismas cualidades, la misma duración de vida, la misma cantidad de
alumnos, pueda yo ser capaz de realizar todas las actividades exactamente como usted.” Y así ahora
tenemos a Buddha Śākyamuni, tal como Buddha Mahā Śākyamuni, así que es muy importante cuando
adoptamos la bodhichitta. Quizás esta sea la primera vez que lo hacemos, probablemente para muchos
de nosotros así sea, de modo que las aspiraciones y todo lo que hagamos ahora, aunque no seamos
conscientes de ello, tendrá verdadero impacto hasta que alcancemos la iluminación y aún más allá de
eso. Ahora a él ya se le conoce como Buddha Śākyamuni hace miles de años, y por muchos kalpas
incontables se le conocerá como Buddha Śākyamuni, todo debido a la aspiración de esa persona
ordinaria. Esa fue la primera vez que generó los votos de la Bodhichitta, que tuvo ese deseo de
convertirse en un Buddha completamente iluminado, tal como Buddha Mahā Śākyamuni, por el
beneficio de todos los seres.
Luego, a partir de este punto, por un eon incontable, él conoció, siguió, hizo ofrendas y complació a
setenta y cinco mil Buddhas, esos son un montón de Buddhas. Por ejemplo, en este eon o kalpa, van
a aparecer mil buddhas, y hasta ahora solo han aparecido cuatro, de modo que estamos esperando por
novecientos noventa y seis Buddhas. Así que a todo este periodo de mil buddhas se le llama un kalpa,
y a incontables de estos kalpas se le llama un kalpa incontable. Ahora, ‘incontable’ es un número, y
ustedes podrán pensar “¿Qué quiere decir con eso de que ‘incontable es un número?” Creo que tiene
sesenta y cuatro o sesenta y cinco ceros. Es un numero indio llamado ‘incontable’, porque ya saben,
tiene tantos ceros, y si fuéramos a descifrarlo, si seres ordinarios intentáramos descifrarlo, sería
simplemente demasiado, así que se le llama ‘incontable’. Es un número, incontable no es solo un
término. Cuando decimos tres eones incontables tenemos un primer eon incontable, un segundo eon
incontable y un tercer eon incontable, así que es un número. Y luego después de todo eso, después de
conocer a setenta y cinco mil Buddhas, logró el primer bhūmi, finalmente se liberó del saṃsāra.
Cuando un Bodhisattva logra el primer bhūmi un bodhisattva ya no tiene más enfado, deseo e
ignorancia ligados al autoa-ferramiento, así que ese es un estado maravilloso, y él lo alcanzó.
Luego, después de esto, por todo un eon incontable, él conoció setenta y seis mil Buddhas, de hecho,
hay muchas menciones de estos Buddhas y lo que hicieron, pero voy a tener que saltarme eso, de
todos modos, hay muchos de los que no me acuerdo. Así que hay otro eon incontable ¿entendieron
esto verdad? Un eon incontable significa un eon, cien eones, mil eones, diez mil eones, cien mil eones,
un millón de eones, un billón de eones, y así siguen hasta sesenta y cuatro o sesenta y cinco ceros y
cuando llegan ahí eso es un ‘incontable’, algo así ¡es un montón! Durante este periodo, él atravesó el
Camino de la Meditación, recorrió desde el primer bhūmi hasta el séptimo bhūmi, y para el final del
segundo eon incontable ya era un Bodhisattva del séptimo bhūmi. El séptimo bhūmi está en el límite
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de la mente conceptual, por ejemplo, después del séptimo bhūmi el Bodhisattva ya no tiene
pensamientos conceptuales, el Bodhisattva ya no funciona con pensamientos. Si nos miramos a
nosotros mismos, estamos siempre pensando y eso cesa después del séptimo bhūmi, ya no hay más
aferramientos de “debiera hacer esto, esto es esto, eso es aquello”, eso ya no está ahí. Pero en el
séptimo bhūmi decimos que esto aún no ha sido abandonado, así que a partir el octavo, noveno y
décimo bhūmi eso ya no está ahí. Estas son cosas importantes que saber, perdón si me vuelvo muy
técnico. Así que estando en el séptimo bhūmi, él nació como un niño brahmín llamado Megha, que
quiere decir “la nube”. Él estudió los vedas, tres vedas, con su maestro en algún lugar de los
Himalayas. Después de terminar estos estudios él quería regresar a su hogar y le preguntó a su Guru
“¿Qué debiera hacer? Quiero hacerle ofrendas a usted ¿Qué debiera traerle de vuelta desde mi hogar?”
Así que su maestro le dijo “bien, trae quinientas kashyapanas”, una kashyapana es dinero antiguo de
la India, no sé, quinientas monedas de oro o monedas de plata, kashyapanas. Así que le dijo “tráeme
quinientas kashyapanas como ofrenda”, y él respondió “por supuesto” y se fue. Mientras andaba
pidiendo limosnas e intentando recolectar ofrendas para su maestro vio que todos los humanos,
animales, dioses y diosas celestiales estaban todos reuniéndose en un lugar y haciendo ofrendas, así
que fue ahí y le preguntó a un dios celestial “¿A dónde van? ¿Qué está sucediendo?” y este le
respondió “¿Acaso no sabes? Todos vamos a hacerle ofrendas a Buddha Dīpaṃkara. Hay un nuevo
Buddha, Dīpaṃkara, y vamos a hacerle ofrendas.” Y tan pronto como escuchó el nombre de
Dīpaṃkara, atravesó un profundo cambio físico y mental, y pensó “tengo que conocer al Buddha,
tengo que conocer a este Buddha”, pero no quería ir con las manos vacías. Así que Dīpaṃkara, que
es uno de los Buddhas pasados, pero no uno de los Buddhas pasados de este kalpa, había alcanzado
la iluminación durante la vida de este niño brahmín, y la forma en que abandonó el saṃsāra también
es muy inspiradora. De cualquier modo, de vuelta al niño brahmín, una de las vidas anteriores del
Buddha Śākyamuni, él quería ofrendarle algunas flores al Buddha, así que buscó por todas partes,
pero era un hombre pobre, un ermitaño que vivía en una montaña. Además, no conseguía encontrar
flores en el reino porque el rey había prohibido a la gente vender flores por la razón que sea, así que
no podía encontrar flores para comprar. Luego se encontró con una chica que, en secreto, había traído
siete hermosas flores Utpala y las había escondido, cubiertas dentro de una vasija con un poco de
agua. Debido al mérito y el poder del Bodhisattva esas siete flores se salieron de la vasija mientras el
Bodhisattva estaba cerca, así que las vio y dijo “tienes que darme, tienes que venderme estas flores”,
y ella le respondió “no, yo no quiero vender estas flores, conseguí estas flores con mucha dificultad”,
él insistió “por favor, quiero hacer una ofrenda al Buddha”. Luego surge toda una discusión entre
ellos dos, y mientras ella más lo escuchaba y veía su convicción, más atraída hacia él se sentía. Ella
se enamora de él y le dice “ok, te daré las flores solo si aceptas ser mi esposo en todas las vidas
futuras”, así que él le dice “bueno, yo quiero convertirme en un Buddha, y eso implica que voy a tener
que vivir la vida de un célibe muchas veces. Simplemente no puedo hacer eso, no puedo ser tu esposo
en todas las vidas futuras, eso no va a suceder”, a lo que ella respondió “solo prométeme esto una
vez, y cuando el momento llegue no te obstaculizaré, cuando llegue el momento de convertirte en
monje no te detendré, yo no te obstruiré”. Así que él le hizo esa promesa, y esta chica a quien le hizo
la promesa es Yaśodharā, su esposa cuando nació como el príncipe Siddhārtha, debido a la promesa
que le hizo en esa vida. Así consigue su ofrenda y se dirige donde el Buddha suele dar sus enseñanzas,
esparce la piel de un animal sobre el suelo, de hecho, la piel de un antílope negro, con la intención de
que el Buddha fuese ahí y posara sus pies sobre la piel. Cuando los monjes vieron esto dijeron “¡Wau!
¡No! ¿Como puedes colocar piel de animal para el Buddha? ¡El Buddha es un monje! ¡Dīpaṃkara es
un monje!” Así que lo retiraron inmediatamente, y el Bodhisattva nuevamente la puso sobre el suelo,
y esta vez pensó “Oh Buddha, por favor reconozca mi mente altruista, por favor venga y pose sus
pies sobre esta piel de animal”. El Buddha, conociendo por completo la mente de este joven, fue y
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posó sus pies sobre la piel de animal. Al ver eso, el joven ermitaño, que tenía el pelo muy largo,
completamente enmarañado y apelmazado debido al abandono, colocó también su pelo sobre el suelo
y nuevamente pensó “Oh Dīpaṃkara, por favor posa tus pies sobre mi cabello y otórgame la profecía.
Si no posas tus pies sobre mi cabello o no me otorgas una profecía, me quitaré la vida aquí mismo”
Ahora, esto es muy importante, recibir una profecía directamente del Buddha, una clara y directa
profecía, solo puede suceder cuando logras el octavo bhūmi. Solo en ese momento el Buddha hará
una profecía directa sobre un Bodhisattva, con claridad sobre su nombre, lugar y todas estas cosas,
“En tiempos futuros tú serás un Buddha de esta y esta manera, vivirás tanto, tendrás tantos alumnos,
etc.” Así que, ya saben, muchas veces los logros espirituales ocurren cuando realmente sueltas todo,
como cuando después de una larga lucha el príncipe Siddhārtha se sienta bajo el árbol Bodhi y decide
“Alcanzaré la iluminación sentado aquí o moriré sentado aquí ¡Ya está! ¡Ya no deambularé más!”, y
entonces finalmente logró la iluminación. Y de igual manera aquí, pueden ver que él tenía este hábito
de abandonarlo todo por el Dharma. Así que dijo esto y Dīpaṃkara, conociendo nuevamente su
mente, colocó sus pies sobre su cabello, y así lo hizo también por los doce años siguientes. Cada vez
que Dīpaṃkara venía, el Bodhisattva ponía su cabello sobre el suelo y Dīpaṃkara se sentaba,
colocaba sus pies sobre el cabello del Bodhisattva y daba enseñanzas. Un día Dīpaṃkara miró a los
monjes, monjes que bien me puedo imaginar no sentían mucho aprecio por este joven ermitaño que
traía pieles de animales a las enseñanzas, y les dijo “Monjes, no pasen por encima del cabello de este
joven brahmín, porque él es un objeto de veneración para humanos y dioses. En el futuro, durante el
bhadrakalpa,2 cuando los seres humanos vivirán solo por cien años, él logrará entonces la iluminación
bajo el árbol Bodhi y será conocido como Buddha Śākyamuni”, así hizo predicciones muy claras. Tan
pronto como el joven escuchó eso, se dice que se puso tan feliz que literalmente saltó tan alto como
siete arboles bananeros y logró el octavo bhūmi. Esto es algo muy hermoso, es simplemente hermoso
pensar en esto, es simplemente hermoso maravillarse de que haya gente que continúe su viaje vida
tras vida, cientos de miles de incontables vidas, por el beneficio de otros, por el propósito de la
completa liberación, para poder ser útiles, para poder ser de beneficio, no hay nada más hermoso que
esto en todo el ancho mundo.
Así que eso es lo que pasó, él alcanzó el octavo bhūmi y luego conoció nuevamente a setenta y siete
mil buddhas, recibió enseñanzas de ellos, se ordenó monje, otras veces fue rey, tomó toda clase de
vidas para estar frente a todos estos buddhas, presentarles ofrendas y hacer todo lo que los buddhas
le dijeron, lo que los buddhas le enseñaron. Finalmente, conoció a Buddha Kāśyapa, el Buddha previo
a él mismo en este Kalpa. Buddha Kāśyapa vino cuando los seres humanos solían vivir por veinte mil
años. Se dice, que la esperanza de vida de los seres humanos en esos días, si fuéramos a contabilizarla
en el equivalente a nuestros años, era equivalente a veinte mil años. Después de esto nació como un
bodhisattva en el reino celestial de Tuṣita y ahí enseñó el Dharma a incontables dioses y diosas
celestiales. Esta es, de alguna manera, una muy concisa pero importante narrativa de las vidas previas
del Buddha.
¿Quién tiene más maestros que el Buddha? Y esto si solo contamos los maestros que fueron buddhas,
quiero decir, no puedo siquiera imaginar cuantos maestros que fueron arhats, que fueron bodhisattvas,
que fueron pratyekabuddhas, debe haber conocido este ser a través de todas estas vidas. Solo buddhas,
él conoció setenta y cinco mil buddhas hasta que alcanzó el primer bhūmi, setenta y seis mil buddhas
hasta que alcanzó el séptimo bhūmi, y setenta y siete mil buddhas hasta que alcanzó el décimo bhūmi.
Esos son un montón de maestros, así que no, no debiéramos pensar que el Buddha fue alguien que se
formó a sí mismo, que lo hizo todo él solo, que no tuvo a nadie enseñándole.
Siddhārtha era un Bodhisattva del décimo bhūmi. En los sūtras y en las escrituras de maestros como
Nāgārjuna, las actividades importantes de Buddha Śākyamuni se presentan como las doce acciones
especiales del Buddha. La primera es descender, dejar el paraíso de Tuṣita y nacer en esta tierra, esta
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es la primera gran actividad.3 Cuando llega su momento de nacer como un ser humano él escucha
voces que le dicen “Ahora es el momento de que renazcas como un ser humano, ahora es el momento
de que cumplas las profecías de los Buddhas del pasado.” Luego de esto dio su enseñanza final en
Tuṣita, llamada “La Purificación de la Muerte y la Transmigración”. Después de la enseñanza nombró
a Maitreya como el próximo maestro, el líder de estos dioses y diosas, y les dijo “cuando logre la
completa iluminación bajo el árbol bodi quiero que todos ustedes acudan y escuchen lo que diré.”
La segunda gran actividad es entrar en el vientre de su madre. Este gran ser que no está a la segunda
de nadie, que probablemente nunca veremos otro similar en nuestra vida, no nació de forma
milagrosa, nació del vientre de un ser humano, tal como todos nosotros, así que esta es otra de sus
grandes actividades, él entra en el vientre de su madre la Reina Māyā, esposa del rey Śuddhodana,
perteneciente al clan de los Śākya, llevando el nombre de Gautama. Sí, Gautama, respecto a la
explicación sobre cómo surge este nombre – según menciona el gran Mañjuśrī Sakya Paṇḍita en su
Historia del Dharma, donde habla sobre la importancia del clan Śākya4 – esta familia fue muy
reverenciada por producir grandes hombres y mujeres, en especial muchos grandes maestros antes de
Buddha Śākyamuni. Uno de los grandes maestros que produjo esta familia, un gran practicante, se
llamaba Gautama y era un monje, un asceta. Su hermano se convirtió en rey y él se convirtió en
monje, comenzó a vagar por el campo y a meditar bajo los árboles. Hubo una vez una disputa entre
un hombre rico y una prostituta, y este al final mata a la prostituta. Asustado y sin saber que hacer,
inculpó a este monje que estaba sentado apaciblemente en meditación bajo un árbol. Dejó el cuchillo
con el que había matado a la prostituta frente al monje y luego todo el mundo pensó que él era el
asesino, por lo que fue ejecutado. Lo que hicieron fue perforar su cuerpo con un largo y afilado
madero, dejándolo morir ahí. Sin embargo, antes de que muriera, su maestro vino y surgió entre ellos
un hermoso dialogo donde su maestro le dijo “bueno, tu no debieras morir sin un hijo, así que debes
tener un hijo.” Pero él era un monje y estaba a punto de morir, así que no había un hijo, de modo que
su maestro le dijo “recuerda cuando solías tener deseo, recuerda eso.” Él recordó eso y se dice que
dos gotas de semillas, de semen, que ya estaban mezcladas con dos gotas de sangre, cayeron al suelo.
De estas dos gotas surgieron dos huevos y de estos dos huevos surgieron dos niños. Su hermano murió
sin hijos y él murió también, y su maestro, este viejo ermitaño, este viejo sabio, se llevó a los dos
niños con él y los educó. Finalmente, un día vino gente buscando a Gautama, y dijeron “¿Dónde está
Gautama? Porque su hermano está muerto y necesitamos un rey ¿así que donde está Gautama?” El
viejo ermitaño les respondió “¿Gautama? Ustedes mataron a Gautama”, este era el mismo ejercito
que lo mató, “¿entonces que hacemos?” dijeron, “bueno, estos dos son los hijos de Gautama” volvió
a responder el ermitaño. Así que de estos dos viene el linaje familiar y desde entonces se les conoció
como Gautama. No lo sé, realmente me gustan estos relatos, tengo mucho apego a estos relatos. De
cualquier manera, Śuddhodana pertenecía a este clan que se remontaba miles de años atrás, a un asceta
llamado Gautama que pertenecía al clan Śākya, aunque el nombre Śākya creo que lo obtuvieron más
tarde. Así, entrar en el vientre de la madre es la segunda gran actividad del Buddha.
En en los sūtras mahāyāna se enseña que mientras el príncipe estaba en el vientre de su madre, sin
nunca estar en contacto directo con la carne y sangre de ella, enseñó continuamente por diez meses a
incontables seres y así los liberó. Entonces, la tercera gran actividad es el nacimiento de Buddha
Śākyamuni en la arboleda de Lumbinī, la cual aún existe en Nepal. Luego la cuarta gran actividad es
que, siendo un niño, el Buddha dominó todos los campos de conocimiento y todos los diferentes
deportes de su época. La cuarta gran actividad del Buddha es que aprendió todo lo era posible
aprender en el reino humano.
La quinta gran actividad fue que, como un joven laico, tuvo muchas bellas esposas. Él estuvo siempre
rodeado de muy hermosas y maravillosas damas, una de las cuales fue Yaśodharā, su esposa principal,
por así decirlo. Existe este bello relato sobre como conoce a Yaśodharā y esto se considera también
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una gran actividad del Buddha, porque cuando alguien que es hijo de un poderoso rey, alguien que es
hábil en todo el conocimiento mundano, alguien que tiene una bella compañera, además de tantas
bellas amantes, luego lo deja todo, esto realmente amplifica el impacto de su próxima actividad, que
es la renuncia.
La sexta gran actividad fue la renuncia, todo el relato de cuando el joven príncipe Siddhārtha ve el
verdadero rostro del saṃsāra, ve a través de la fachada que su padre había creado a su alrededor y se
encuentra cara a cara con la muerte, la vejez, la enfermedad, y también un monje, un monje muy
apacible meditando bajo un árbol, lo que en realidad cautivó su mente. Así que, como todos sabemos,
él deja su palacio, deja a su esposa, deja a su hijo recién nacido, y promete a su padre que regresará
cuando haya alcanzado la completa Iluminación, que volverá para ayudarlos y liberarlos a ellos
también, esa es su sexta gran actividad.
Luego la séptima es su lucha, de seis o siete años, por lograr la Budeidad. Primero él viajó por India
conociendo a toda clase de maestros, recibiendo enseñanzas de ellos y descubriendo que no son una
solución definitiva. Finalmente se sentó cerca del rio Nirañjanā, cerca de Bodhgayā, casi sin comer o
beber por seis años, convirtiéndose así en el asceta más serio de India en ese momento, sin embargo,
descubrió nuevamente que este tampoco era el camino. Se dice que el Buddha mismo recuerda esto
diciendo “Yo estaba tan delgado, tan delgado que cuando tocaba mi estomago podía sentir mi
columna y cuando tocaba mi espalda podía sentir mi estómago.” Luego, comprendiendo que este no
era el camino, deja esos medios de práctica y decide ir a Bodhgayā. En algunos relatos se dice que
después de que el Buddha dejó esa vida de extremo ascetismo, comprendiendo ahora el verdadero
sendero, el camino medio, recordó como meditó una vez cuando tenía doce años. Él era todavía un
príncipe y tenía suficiente comida, suficiente ropa, de modo que no estaba castigando su cuerpo, y se
sentó a meditar bajo un árbol pippala (Ficus religiosa) y tuvo su primera experiencia de concentración
meditativa. Recordó que eso sucedió también debido al equilibrio entre su mente y su cuerpo, estaba
en el sendero medio. En el mahāyāna decimos que, en ese momento, el suelo temblaba en cualquier
lugar donde el intentaba sentarse para convertirse en un Buddha, y que comprendió así que el suelo
de ningún lugar tenía suficiente fuerza para sostener a alguien entrando en la Budeidad, comprendió
que solo en Bodhgayā el terreno tiene la fuerza suficiente para sostener a una persona convirtiéndose
en un Buddha. Así que fue a Bodhgayā y se sentó bajo el árbol Bodhi. Esa es la octava gran actividad
de Śākyamuni, ir a Bodhgayā y sentarse bajo el árbol Bodhi. Ahí él decidió “O me muero sentado
aquí o me convierto en un Buddha, no hay una tercera opción.” Con esta firme determinación, tal
como cuando era ese joven niño Brahmín, frente a ese Buddha previo, de esa misma manera lo hizo
en este momento también. Esto realmente es soltarlo todo por el propósito de la liberación, para que
ya no haya más obstrucciones.
La novena gran actividad es derrotar a Māra. Por supuesto, a nivel último, Māra son nuestras
emociones internas, nuestros hábitos, nuestro enfado, nuestro deseo, nuestra ignorancia, todo esto,
pero no quiere decir tampoco que consideremos a Māra solo a este nivel mental y psicológico, no
necesariamente. Māra de hecho era un dios, tenía un nombre. A cualquiera que perturbe el Dharma
se le llama Māra. Cualquier persona o cosa que nos perturbe, que nos aleje de la verdad, la verdadera
naturaleza de los fenómenos, es un Māra. Así que para Śākyamuni, Māra fue este gran Rey de un
reino celestial que se llamaba Garab Wangchuk.5 Él estaba muy celoso de este príncipe, no podía
tolerar que él estuviera sentado para convertirse en un Buddha, así que envió a todos sus hijos, hijas
y ejércitos. De hecho, hay todo un dialogo cuando decide atacar al Buddha, algunos de sus hijos se
reusaron diciendo “No, esta persona se va a convertir en un Buddha por el bien de todos nosotros
¿Cómo podemos hacer eso?” Esto no es solo que algunos de nosotros, maestros budistas, no queramos
sonar como si creyéramos en un demonio, alguna persona como satán, lo cual no creemos. Este Māra
no es Māra para todos, él solo es Māra para Śākyamuni. El probablemente sea muy agradable para
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mucha otra gente, solo hacia Śākyamuni él sentía tanto odio, así que él es Māra para Śākyamuni, esto
lo tenemos que entender. No es solo a un nivel psicológico que en ese momento el deseo y enfado de
Śākyamuni estaban yendo en contra de su resolución, si no que de hecho, tal como aquí hay una mesa,
tal como puedo tocar mi nariz, habían ahí ejércitos de dioses que comenzaron a lanzar cosas al joven
príncipe. En los tantras de Tara, se dice que en ese momento, cuando los māras fueron a atacar, Tara
apareció para proteger al joven príncipe, ella se rio de ocho maneras diferentes y todos los māras se
dispersaron, pero no fueron completamente derrotados, fue solo el joven Bodhisattva quien los
derrotó. Así que esa es su novena.
La décima gran actividad, por supuesto, es que se convirtió en Buddha, un Buddha completamente
iluminado. Luego la onceava es que giró la Rueda del Dharma y la doceava, la última gran actividad
del Buddha, fue que falleció, que no vivió para siempre. Él enseñó sobre la impermanencia toda su
vida y al final falleció, así que eso también se considera otra gran actividad del Buddha, porque una
vez que te conviertes en un Buddha, de hecho, vas más allá de la vida y la muerte, vas más allá del
tiempo. Desde el octavo, noveno, y décimo bhūmi ya no tienes ataduras conceptuales, y aun así el
Buddha se presentaba como si las tuviera. El Buddha se enfermaba, el Buddha tenía dolor de cabeza,
y creo que murió de un problema estomacal, morir fue así una gran demostración.
Estas doce grandes actividades del Buddha, normalmente se recitan a diario en los monasterios. Hay
una oración compuesta por Ācārya Nāgārjuna en alabanza al Buddha, a través de sus doce grandes
acciones, que recitamos todos los días, es realmente maravilloso. Recientemente comencé a admirar
en realidad esta excepcional cualidad de Śākyamuni y de los seres Iluminados, que nosotros no
tenemos, y es que están libres de todas las aflicciones. Están libres de apego, están libres de enfado y
están libres de ignorancia. Esto es una proeza inimaginable, tanto así, que en el texto llamado
Pramāṇavārttika (tib. tsema namdrel) escrito por Dharmakīrti, hay un largo debate entre Dharmakīrti
y otras conocidas escuelas budistas, quienes simplemente no podían creer que alguien pudiera no
tener nada apego ni enfado, simplemente no lo podían creer. Por supuesto, no queremos sonar
chovinistas diciendo que tenemos lo mejor, pero de cierta manera, cuando estás en un camino
espiritual, tienes que creer que “ya está, este es el camino perfecto,” tienes que creerlo o simplemente
no funciona. A mi parecer, muchas tradiciones pueden enseñar sobre cómo reducir o cómo liberarse
del enfado y el apego, pero luego pareciera haber diversos elementos de desconocimiento, de
ignorancia. Luego, ciertas tradiciones o campos de conocimiento, como la ciencia por ejemplo,
intentan alejarnos de la ignorancia, de cierta manera nos enseñan conocimiento, nos enseñan cual es
la verdad, pero siento que realmente no tienen casi instrucciones sobre como deshacernos del apego
y el enfado. Así que, como el Buddha no tiene ningún apego o emociones negativas, cualquier cosa
que diga carece de cualquier propósito negativo, y no solo eso, carece de cualquier cosa engañosa, su
enseñanza es un antídoto para los kleśas, para las aflicciones. Por supuesto, es fácil decirlo, y cuando
lo decimos no absorbemos lo que significa estar ya sin ninguna emoción negativa, pero si miramos
este mundo ahora mismo, si nos miramos a nosotros mismos, podríamos encontrar que todo está
completamente manchado e impregnado de emociones negativas. Hay tanto enfado, apego y
confusión, tanta confusión. Y sí, luego realmente empiezas a apreciar esta clase de estado carente de
cualquier emoción negativa. Decimos que el Buddha tiene la sabiduría de la omnisciencia, decimos
que su mente está más allá de nuestro mundo, su mente no está limitada por el tiempo, su mente no
está limitada por la impermanencia, su mente en realidad no debiera ser llamada “mente”. La
llamamos mente porque eso es todo lo que conocemos, esa es simplemente la única manera en que
sabemos ser, pero no debiera ser llamada “mente,” debiera ser llamada “sabiduría.”
Pero no es solo que el Buddha tenga mucha sabiduría, el Buddha tiene además una compasión
inmensa. Se dice que hace muchas vidas Śākyamuni nació como un príncipe, uno de los hijos de un
gran rey que tuvo mil hijos, todos esos mil hijos eran grandes bodhisattvas que se convertirían en los
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mil buddhas de este kalpa afortunado. En esos tiempos había un Buddha, y ellos recibieron
enseñanzas de ese Buddha, le hicieron muchas ofrendas y formularon aspiraciones. Casi todos ellos
hicieron aspiraciones como “En mi última vida, cuando alcance la iluminación, quiero nacer en un
mundo sin enfermedad, de modo que los seres escuchen el Dharma sin nada que los interrumpa.” Se
dice que ninguno de ellos elegía nuestro tiempo, sin embargo, este joven príncipe, que en el futuro se
convertiría en Buddha Śākyamuni, debido a que su gran compasión no le permitía soportar que este
tiempo se quedara sin Dharma, hizo la siguiente aspiración “En mi última vida, cuando alcance la
iluminación, quiero nacer en el tiempo donde los humanos vivirán solo por cien años, lo que quiere
decir que yo también viviré solo por cien años, lo que quiere decir que mi Dharma también vivirá por
poco tiempo, lo que quiere decir que tendré muy pocos seguidores en comparación con mis hermanos,
quienes nacerán cuando los humanos vivan por veinte mil años, cuarenta mil años, ochenta mil años,
sesenta mil años, y su Dharma vivirá por cientos y cientos de miles de años, y ellos vivirán por mucho
tiempo, por lo que llegarán a muchas personas,” Śākyamuni así eligió este tiempo. Aparentemente
los bodhisattvas pensaron “A los seres de este tiempo ya no podemos salvarlos, está realmente en
último lugar, hay muy poco beneficio,” sin embargo, debido a su gran compasión, Śākyamuni escogió
este tiempo. Podemos observar también su compasión en el Sūtra de la Gran Liberación,6 donde se
relata cómo una vez Śākyamuni estaba dando enseñanzas, y una luz emanó de su cuerpo alcanzando
todos los reinos en todas las direcciones. En un mundo muy lejano había otro Buddha enseñando y
frente a él estaban muchos bodhisattvas reunidos, que presenciaron esa luz mirando con asombro todo
a su alrededor. Le preguntaron al Buddha “Oh Buddha ¿este es usted? ¿Usted está haciendo esto?” El
Buddha les respondió “No, esto no lo estoy haciendo yo. Esta es la actividad de Śākyamuni, que en
este momento está enseñando un gran sūtra en la tierra, muy lejos de aquí.” Todos los Bodhisattvas
quisieron ver a este Buddha “Oh ¿Podríamos conocer a este Buddha Śākyamuni? ¿A través de su
poder podría usted enviarnos ahí de algún modo?” Ya sé que parece una historia de Harry Potter, pero
bueno. Luego el Buddha dijo “Ok, les enviaré ahí, pero sean cuidadosos, no hablen con esos seres
humanos, no se les acerquen, ellos hieden, todos huelen, tienen la pestilencia del sectarismo, están
divididos y tienen la pestilencia de la degeneración, así que no se les acerquen ya que eso no les hará
a ustedes ningún bien.” Así que los Bodhisattvas aparecieron frente a Buddha Śākyamuni y le hicieron
ofrendas, incluida una flor que había sido enviada por el Buddha de su mundo como ofrenda a
Śākyamuni. Al escuchar las enseñanzas del Buddha, exclamaron que nunca habían escuchado una
enseñanza que estuviera dividida como esta — una enseñanza para los śrāvakas, una enseñanza para
los pratyekabuddhas y una enseñanza para los Bodhisattvas — porque ellos venían de un mundo tan
perfecto que todos los alumnos del Buddha eran Bodhisattvas, y realmente elogiaron a Buddha
Śākyamuni por haber presentado tres vehículos diferentes, realmente elogiaron su compasión.
Tenemos este tipo de relatos.
Debieran intentar ir a Bodhgayā, debieran tratar de ir a India y, al menos una vez en la vida, sentarse
bajo el Árbol Bodhi y pensar “Sobre esta tierra caminó con sus pies descalzos, ni más ni menos que
Buddha Śākyamuni, y la gente podía identificar sus huellas” — Se dice que los pasos del Buddha
dejaban una huella muy distintiva — “En esta tierra, quizás en una aldea cercana, el Buddha entraba
cada día y pasaba frente a las casas mendigando alimentos” ¿Inimaginable verdad? Abrir tu puerta
un día y el Buddha está ahí afuera pidiéndote comida. Muchos sūtras en su comienzo, como dice
Dzongsar Khyentse Rinpoche, tienen estos bellos relatos donde primero el Buddha va a un cierto
lugar, un pueblo, una ciudad o una aldea, camina por las calles mendigando alimentos, obtiene los
alimentos y regresa, entrega parte de su comida a algunos de los monjes, luego come un poco él
mismo, después de terminar de comer algunos monjes retiran su cuenco de mendicante, luego él lava
sus manos y su boca, se sienta y luego la gente se sienta frente a él, listos para recibir la enseñanza, y
el Buddha arregla sus hábitos de Dharma perfecta y cuidadosamente. Quizás es porque yo solía ser
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monje que tengo mucho apego a los hábitos monásticos, es una imagen tan maravillosa, serena y
poderosa para mí. Por supuesto, tenemos muchos relatos en los sūtras mahāyāna, la actividad del
Buddha es simplemente inimaginable, a tal punto que a veces los bodhisattvas en el décimo bhūmi
miraban al Buddha y se preguntaban “¿Cómo está caminando? ¿Está poniendo su pie izquierdo
adelante o está…?” y no conseguían descifrarlo en absoluto. Algunas veces tenemos relatos de
grandes arhats que quisieron ver la coronilla de la cabeza del Buddha, su protuberancia, y volaron,
volaron cada vez más y más alto, y aun así solo consiguieron llegar hasta su frente, nunca lograron
ver la protuberancia del Buddha, tenemos relatos así. Luego tenemos a veces relatos, como por
ejemplo al comienzo del Vinaya — bueno, supongo que la mayoría de los sūtras y śāstras del vinaya
no están abiertos a personas corrientes como nosotros, debes ser un monje o una monja para leer
varios de ellos, pero creo que quizás si tenemos acceso a muchas de las historias del Vinaya, realmente
aclaran mucho más la figura del Buddha, en especial su personalidad — donde ciertos monjes caen
enfermos, postrados e incapaces de limpiarse por sí mismos, y el Buddha va en persona, lava sus
sabanas y limpia sus cuerpos. Ellos literalmente se habían defecado en sus camas y el Buddha con
sus propias manos, con las manos de un ser iluminado, un Buddha, las limpia. Tenemos bellos relatos
como estos. Luego, tenemos también el relato de una mujer que, habiendo enloquecido tras haber
perdido a su hijo, corría desnuda por todas partes. Finalmente, debido a su karma — en una de sus
vidas pasadas ella había sido la madre de Buddha Śākyamuni — cuando ella ve al Buddha, ella ve a
su hijo, no ve al Buddha, así que corre hacia él, una mujer desnuda corre hacia el Buddha, un monje
rodeado de otros monjes, lo abraza y le dice “hijo mío”, y el Buddha la abraza de vuelta diciendo
“madre”, ese tipo de dulces relatos. Pero luego tenemos también relatos majestuosos y valientes, por
ejemplo, cuando el Buddha doma a Aṅgulimāla, un asaltante que había asesinado a 999 seres
humanos y usaba todo el tiempo una guirnalda hecha con los dedos de sus víctimas alrededor del
cuello, la cual estaba toda podrida y olía a cadáver putrefacto. El Buddha doma a esta persona
únicamente con sus palabras, sin ningún despliegue de milagros iluminados ¡Nada! Solamente con
sus palabras él transformó completamente a esta persona, alguien que había asesinado a cientos de
personas, casi mil personas, en esa misma vida se liberó completamente del saṃsāra, se convierte en
un Arhat. Así que el Buddha también tenía este lado valeroso. En el Sūtra del Loto Blanco,7 se
menciona como en una ocasión aparecieron cien mil Buddhas Śākyamuni, y a los Bodhisattvas se les
dijo que, tal como nosotros experimentamos tener un Buddha Śākyamuni en esta tierra, en cada una
de las cien mil diferentes tierras de este mundo hay un Śākyamuni. Otras veces, cuando el Buddha
enseñaba durante una tarde, todos pensaban que solo había enseñado por una tarde, mientras que los
Bodhisattvas experimentaban todo un kalpa. Cuando digo que “experimentaban” esto no es como una
visión o que se fueron de viaje, ellos de hecho pasaron por un kalpa completo. Así que tenemos este
tipo de actividades insondables. Una vez, nuevamente del Sūtra del Loto Blanco, el Buddha estaba
enseñando a una audiencia entre la que se encontraban grandes bodhisattvas como Maitreya, el futuro
Buddha, entre otros. En esa ocasión el Buddha golpeó el suelo con su mano y el suelo se abrió, desde
ahí salieron cientos de miles de bodhisattvas del décimo bhūmi, bodhisattvas que estaban a punto de
convertirse en buddhas. Entonces Maitreya, que también es un Bodhisattva del décimo bhūmi, al ver
esto pensó “¿Quiénes son estas personas? Todos ellos son tal como yo, están a punto de convertirse
en buddhas.” Eran cientos de miles de ellos, pero él nunca había oído de ellos, nunca los había visto,
así que le preguntó a Buddha Śākyamuni “¿Quiénes son estos Bodhisattvas Mahāsattvas que salieron
de la tierra?” el Buddha le dijo “Oh, ellos son mis estudiantes,” Maitreya prosiguió “¿Cómo? Yo he
estado con usted desde el principio. Usted nació como Siddhārtha, alcanzó la iluminación bajo el
Árbol Bodhi ¿Cómo es que ellos son sus estudiantes?” a lo que el Buddha respondió “Bueno, he
estado enseñándoles por tres kalpas incontables, desde el día que alcancé la budeidad bajo el Árbol
Bodhi en Bodhgayā, hasta ahora. Así todos están a punto de convertirse en Buddhas”. Ahora, intenten
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comprender eso, el Buddha vivió hasta los ochenta y dos años, alcanzó la iluminación cuando tenía
treinta y nueve o cuarenta y dos años, algo así, digamos que enseñó el Sūtra del Loto Blanco unos
cuarenta años después de su iluminación, así que esos son cuarenta años para nosotros, y esos son
tres eones incontables para estos bodhisattvas. Tenemos relatos así sobre Śākyamuni, simplemente
insondables.
Al mismo tiempo el Buddha mantuvo el sereno comportamiento y apariencia de un monje muy
sencillo. Una vez, un hombre de noventa años estaba llorando afuera del monasterio, porque nadie
quería darle la ordenación monástica, y el Buddha, que había escuchado la voz del hombre, salió en
persona a verle. En otra ocasión, se cuenta como el Buddha libera al hermano de un gran monje, un
gran Arhat, un estudiante de Śākyamuni. El hermano menor de este Arhat también se convierte en
monje, sin embargo, él no lograba aprender ningún sūtra, que en ese tiempo se recitaban de memoria
y los aprendías de tus maestros. Al final su hermano se da por vencido con él, y le deja ahí llorando,
incapaz de soportar el dolor de saberse inútil e incapaz de continuar con su camino espiritual.
Nuevamente el Buddha se presenta, lo escucha llorar, se acerca a él y le da enseñanzas, con las cuales
este monje también logra convertirse en un Arhat. Hay tantos relatos como este, tan sencillos. Una
vez el Buddha caminaba pidiendo comida, cuando un grupo de niños que jugaba con arena le vio
venir. Como ellos habían visto a la gente poner comida en el cuenco del Buddha, dijeron “nosotros
también debiéramos hacer eso”, así que invitaron al Buddha a acercarse. Ellos le dijeron “Queremos
hacerle ofrendas”, vertiendo un puñado de arena dentro de su cuenco de limosnas, y el Buddha aceptó
su ofrenda. El niño que hizo esa ofrenda, debido a ello luego renace como el gran Rey Aśoka, el gran
Dharmarāja Aśoka.
Piensen también en las cualidades de su forma, hay tantas descripciones sobre la forma del Buddha y
los beneficios de ver esa forma, pensar en esa forma, meditar en esa forma, y hacer ofrendas a esa
forma del Buddha. Piensen en las cualidades del habla del Buddha. Todo lo que el Buddha hizo fue
a través de su habla, el no liberó milagrosamente a la gente, él les enseñó, les habló. Él habló sobre
el karma, sobre causas y condiciones, habló sobre cosas expresables y sobre cosas inexpresables, así
liberó a cientos de miles de seres sintientes, y aún continúa haciéndolo. A veces debiéramos
preguntarnos ¿Cómo era su voz? Yo intento imaginar la voz de un hombre de India, pero no logro
encontrarla, y realmente lo intento, porque él habló y la gente escuchó, así que debe haber una voz de
un Buddha. ¿Como olía cuando caminaba? He sido lo suficientemente afortunado de conocer algunos
maestros, grandes maestros, que tenían el aroma de la disciplina. Nosotros decimos que es el aroma
de la disciplina, porque su mente es tan disciplinada que tienen este aroma dulce y natural, así que el
Buddha también debe haber tenido estas cosas. Luego están, por supuesto, las grandiosas cualidades
de la mente del Buddha.
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SEGUNDA PARTE
La Enseñanza del Buddha – El Sūtra de la Rueda del Dharma
Ahora intentaremos hablar sobre la primera enseñanza que el Buddha dio en esta tierra, el primer
sūtra que enseñó, el Dharmacakra sūtra, el Sūtra de la Rueda del Dharma. Como recordarán, la
onceava gran actividad de Buddha Śākyamuni es que giró la Rueda del Dharma, la cual giró acorde
a tres diferentes tipos de oyentes, (1) para los śrāvakas, aquellos que quieren convertirse en arhats,
(2) para los pratyekabuddhas, aquellos que están en el sendero para convertirse en pratyekabuddhas,
y (3) para los bodhisattvas, aquellos que desean convertirse en Buddhas. Por supuesto, esto no
significa que las enseñanzas del Buddha no tengan ningún beneficio mundano, eso se da por sentado,
seguro que lo tienen. Tan solo recordar al Buddha, recordar al Dharma, recordar la Sangha de los
bodhisattvas, tiene inmensos beneficios. Tal como el Buddha dice en un sūtra “Si alguien mirara el
rostro de un Bodhisattva con alegría, simplemente así, con tanta alegría y apreciación ‘ah, ese es un
Bodhisattva’, incluso si es por un momento” Dijo el Buddha “el mérito sería mucho mayor que si
alguien curara la enfermedad ocular de todo el mundo.” Digamos que en todo el mundo hay una
epidemia y están todos ciegos, luego hay un doctor que va por ahí y cura los problemas oculares de
todos los seres humanos, entonces este tipo de méritos sería inmenso ¿verdad? Pues incluso mayor es
el mérito de mirar simplemente el rostro de un Bodhisattva y regocijarse. Así que, de este modo,
obviamente hay también muchos beneficios mundanos, en esta vida y en las próximas vidas, así que
no es como si las enseñanzas del Buddha fueran influyentes o beneficiosas solo para la liberación,
ese no es en absoluto el caso, aunque ese si es el principal objetivo, la intención principal del orador,
la razón por la que dio esta enseñanza. Así que nuevamente, por favor, vamos a intentar generar
nuestra motivación de que, por el bien de la liberación de todos los seres sintientes, tanto el orador
como los oyentes, revisaremos este Mahā Sūtra con suma devoción, sin ningún enfado, sin ningún
deseo, sin ninguna arrogancia, y con la menor ignorancia posible. De hecho, recibiremos este sūtra
como un antídoto para nuestra ignorancia, para nuestro deseo, para nuestra arrogancia, para nuestra
avaricia, para nuestro enfado, etc.
Debido a que este sūtra es común a todas las escuelas del Buddha-Dharma, se pueden conseguir
traducciones provenientes de fuentes pāḷi, de los maestros Theravāda, y se pueden conseguir otras
provenientes de fuentes sánscritas, como las que fueron traducidas al tibetano. También pueden
conseguir directamente la traducción al inglés que está disponible en 84000 Translating the Words of
the Buddha.
Para explicar lo que es el Dharmacakra me gustaría adentrarme un poco en la historia de este sūtra,
ya que está directamente enlazado con muchos eventos históricos en el Buddha-Dharma. Al enseñar
este sūtra, Buddha, Dharma y Sangha estuvieron completos en esta tierra. Este sūtra fue la primera
enseñanza oficialmente entregada por el Buddha. Al enseñar este sūtra la Rueda del Dharma
(Dharmacakra) fue girada por primera vez. También, cuando el Buddha falleció y los arhats
recopilaron los sūtras, este fue el primer sūtra en ser recopilado.
De cierta manera, la historia de este sūtra es que el príncipe Siddhārtha se encontraba practicando un
extremo ascetismo cerca del rio Nairañjanā, casi sin comer ni beber, y al hacer esto por muchos años
se dio cuenta de que realmente se había excedido, en cuanto a tormento físico y autoflagelación se
refiere. Nunca ha habido un practicante, algún meditador que haya castigado su propio cuerpo así, y
nunca lo habrá sobre esta tierra, y aun así no estaba siquiera cerca de la liberación, ni siquiera cerca
de la cesación del enfado, el apego y la ignorancia, así que decidió cambiar su método. Se dice que
se dio cuenta que, castigar su cuerpo hasta el punto de no poder ponerse de pie y apenas poder hablar,
no era el camino. Así que, en esas condiciones, se dice que Siddhārtha intentó ir a una aldea cercana
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y se cayó en el camino, esa es una versión, otra versión dice que él estaba pensando de esa manera,
pueden seguir cualquiera de las versiones. El asunto es que en la aldea había una joven llamada Sujata,
a quien su madre envía a hacer ofrendas a un dios del bosque, en algún lugar probablemente había
una estatua, y ella va con arroz remojado en leche dulce. Así que mientras ella iba de camino se
encuentra con este asceta, este ermitaño, completamente débil y apenas capaz de moverse, en el límite
entre la vida y la muerte. Ella sintió lastima por él, así que le ofreció la comida, la cual Siddhārtha
aceptó. Se dice que con esto él comienza a comer comida normal. Por esos tiempos había otros cinco
ascetas que solían seguir a Siddhārtha, ellos habían seguido antes a otros maestros y una vez, cuando
ellos estaban recibiendo enseñanzas de uno de esos maestros, vino Siddhārtha y comenzó a recibir
enseñanzas con ese mismo maestro. La comprensión y los tipos de absorción meditativa que a este
maestro le había tomado años lograr, a Siddhārtha le tomo un tiempo muy corto, solo unos pocos
meses en lograr lo mismo. Entonces este maestro le dijo “oh, ahora tu debieras quedarte conmigo y
enseñar,” pero Siddhārtha se dio cuenta que esta no era la cura para la ignorancia, no era la cura para
el saṃsāra, esto solo le otorgaría un renacimiento superior en el reino de los dioses sin forma, pero
nada más, así que se marchó. En este momento, cinco de los alumnos de ese maestro también se
marchan con Siddhārtha y comenzaron a seguirle, actuando como su sequito, ya que reconocieron
que Siddhārtha era realmente honesto, incorruptible, e incondicional en su búsqueda. Sin embargo,
cuando vieron a Siddhārtha cambiar su camino y comenzar a consumir alimentos normales,
inmediatamente abandonan a Siddhārtha diciendo “oh ahora Siddhārtha ha abandonado su austeridad
y ahora vive muy suntuosamente, entregándose a los placeres mundanos,” así que se van y comienzan
a meditar cerca de Vārāṇasī. Siddhārtha estaba meditando cerca del Nairañjanā y luego medita en
Bodhgayā, Vārāṇasī está a unos pocos cientos de kilómetros, quizás doscientos, no lo sé, muy cerca.
De este modo Siddhārtha se traslada a Bodhgayā, y como mencionamos antes, se sienta bajo el árbol
Bodhi y logra la iluminación.
Cuando decidió que ya era tiempo de enseñar, miró al mundo en busca de un recipiente para sus
enseñanzas. Pensó “¿quién va a entender mis enseñanzas?” ya que había encontrado algo que nadie
antes había escuchado en esos tiempos, algo tan único que debía entregarlo primero a la persona
correcta. Y no solo eso, sus enseñanzas solo pueden ser sostenidas y comprendidas a través de la
práctica, a través de la realización, no es como si pudiera simplemente ir con un montón de
académicos y comenzar a discutir su filosofía sin más, no era en absoluto de esa manera. Entonces el
Buddha vio con su clarividencia que, de hecho, sus antiguos maestros, aquellos que le enseñaron
meditación, serian un recipiente perfecto para sus enseñanzas, sin embargo, ellos ya habían fallecido.
Así que se preguntó “¿Ahora quién más sería un recipiente perfecto para mis enseñanzas?” y
descubrió que esos cinco ascetas, esos cinco meditadores ermitaños, eran un recipiente perfecto para
sus enseñanzas, de modo que se dirigió a su encuentro en Vārāṇasī.
Lo que sucedió a continuación nos puede dar una idea de cómo debe haber sido su semblante físico.
Cuando los cinco ascetas, que estaban meditando en Vārāṇasī, vieron que Siddhārtha se acercaba a
ellos, inmediatamente se dijeron unos a otros “ah, miren, el que dejó su práctica, el que se entrega a
lo mundano, Siddhārtha se aproxima, debiéramos rechazarlo, nadie le hablará, lo ignoraremos
completamente, hagamos eso.” Así lo decidieron y se sentaron, o se quedaron de pie, o como sea que
ellos practicaran, pero al acercarse Siddhārtha simplemente no pudieron resistir su presencia. Su
apariencia era algo tan fuera de este mundo, por así decirlo, que uno de ellos inmediatamente se puso
de pie, comenzó a limpiar el lugar y preparó un asiento para Siddhārtha, para el Buddha. Otro se
apresuró a invitarle y le dijo “por favor venga”, los demás se pusieron de pie, acomodaron sus
vestimentas y se limpiaron. De este modo comenzaron a hablarle “Siddhārtha, amigo mío ¿qué te
sucedió?” – creo que es ‘amigo mío’, ‘hijo de noble familia’ o algo así – y él les respondió “no llamen
al Buddha de esa manera, yo soy el Buddha, ahora estoy completamente despierto.” Y si, uno podría
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pensar que eso suena como el Buddha anunciando que él es el Buddha, pero supongo que esa es la
única manera de hacer saber a otros que has despertado y puedes mostrarles como despertar, primero
tienes que decirles, así que eso es lo que hizo.
Así es como comenzó a enseñarles su Dharma, y la primera enseñanza que dio fue este sūtra. Si
ustedes van a Vārāṇasī, ahí encontrarán una gran stūpa construida por Aśoka en memoria del Buddha
y su primer sermón, su primer Giro de la Rueda del Dharma. Muy cerca de ese lugar hay también un
hermoso templo Theravāda con un árbol Bodhi y unas hermosas estatuas del Buddha rodeado por
estos cinco monjes, y a su alrededor encontrarán este sūtra en toda clase de idiomas, como el Pāli,
Sánscrito, Tibetano, Inglés, Chino, Vietnamés, Lao, Camboyano, en tantos idiomas, lo que nos da
una idea de la importancia de este sūtra.
Entonces, así tenemos tres objetos de Refugio; primero Śākyamuni despierta bajo el árbol Bodhi y
tenemos el Buddha, luego él da enseñanzas y tenemos el Dharma, y mientras el Buddha está
enseñando este sūtra, los cinco oyentes experimentan una fuerte transformación mental, y uno de
ellos, conocido como Künshé Kaundinya (Skt. Ājñātakauṇḍinya), se libera completamente del
saṃsāra, y así tenemos la Saṅgha. Primero teníamos cinco monjes, que también es Saṅgha, pero los
monjes no son la verdadera Saṅgha, la verdadera Saṅgha son aquellos seguidores del Buddha que
tienen realización, así que Kauṇḍinya se libera y con él tenemos Saṅgha. De esta manera, con este
sūtra, esta tierra se vio enriquecida nuevamente con Buddha, Dharma y Saṅgha, por lo que también
es históricamente muy importante para nosotros, los seguidores del Buddha. Todo lo que tiene que
ver con nosotros comienza y termina con el Buddha, el Dharma y la Saṅgha, y lo que sea que haya
en medio también es el Buddha, el Dharma y la Saṅgha, no hay manera de escaparse de estos tres
objetos de refugio, y así es como estos surgieron, por decirlo de alguna manera.
Respecto al nombre de este sūtra, Dharmacakra sūtra, El Sūtra de la Rueda del Dharma, la función
de una rueda es llevar las cosas de un lugar a otro, transitar de un lugar a otro, parecido a lo que
sucedió cuando el Buddha se encontró con los cinco ascetas para transmitirles esta enseñanza. Se dice
que, en ese momento, visiblemente había solo unos pocos seres humanos, pero invisiblemente había
incontables dioses y diosas, de modo que en realidad era una asamblea gigantesca. En especial estaban
presentes los dioses y diosas que habían sido los alumnos del Buddha durante su vida anterior, como
un Bodhisattva en el Reino celestial de Tuṣita, donde les dijo “Vengan a mí cuando comience a dar
enseñanzas.” Lo que ellos presenciaron fue que, en un principio, solo el Buddha entendía esta
enseñanza, pero luego, a medida que él enseñaba, la mente de quienes le escuchaban comenzó a
cambiar, hasta volverse completamente purificada, casi como la mente del Buddha, en especial la
mente del omnisciente Kauṇḍinya, a quien por buenas razones se le conoce como omnisciente. Por
supuesto, estos dioses y diosas no podían ver la mente del Buddha, pero parecía como si su realización
pasara al continuo mental su audiencia. A medida que él enseñaba, sus cualidades, como estar libre
de aflicciones y su realización de la vacuidad, parecían rodar hasta el interior de quienes le
escuchaban. Entonces, los dioses y diosas comenzaron a regocijarse “Oh, el gran Śākyamuni ha
girado la rueda del Dharma”, y es por esta razón que a este sūtra se le llama “La Rueda del Dharma.”
En este sūtra, de hecho, hay todo un relato sobre como los dioses de un reino más bajo se lo cuentan
a otros de un reino más alto, y luego los dioses de esos reinos altos se lo cuentan a otros de reinos aún
más altos, diciendo “Ah, ahora hay un Buddha en esta tierra y finalmente ha girado la Rueda del
Dharma” y por como ellos lo mencionaban, este sūtra recibió su nombre.
Luego, el sūtra comienza con la frase “Así escuché en una ocasión,” lo cual es muy importante, así
que me gustaría hablar un poco sobre eso. Existe una historia con relación a esto, conectado a este
sūtra. Cuando el Buddha decide que era tiempo de fallecer, Ānanda le preguntó “¿Qué hacemos?
¿Qué hacemos ahora? ¿Si usted se va, quien será nuestro maestro? ¿Quién será nuestro abad? ¿Qué
le sucederá al Dharma?” de este modo, con gran preocupación, comenzó a hacerle muchas preguntas.
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El Buddha le respondió “Este será tu maestro, el Vinaya será tu maestro,” y con relación a las
enseñanzas le dijo “En el futuro, para beneficio de los seres, quiero que se recopilen en tres grupos,
Vinaya, Sūtra y Abhidharma, todas las enseñanzas que he entregado en mi vida. La responsabilidad
sobre las enseñanzas de los sūtras te la entrego a ti, dependerá de ti sostener todas mis enseñanzas de
los sūtras.” Ānanda era primo del Buddha, y no solo eso, también era un alumno del Buddha. Durante
la parte posterior de la vida del Buddha, Ānanda sirvió por muchos años como su asistente personal.
Después de que el Buddha se iluminó, Ānanda fue uno de sus primeros alumnos, y estuvo presente a
lo largo de la vida iluminada del Buddha. Aunque Ānanda no era un Arhat, estaba encaminado a ello,
y tenía la capacidad de memorizar todo, habilidad que se logra a través de la experiencia meditativa,
así que tenía todo memorizado, en especial todos los sūtras. Después el Buddha dijo “En el futuro,
cuando comiences a reunir mis enseñanzas, quiero que al comienzo pongas ‘Así escuché en una
ocasión,’ y al final quiero que pongas ‘Cuando el Buddha hablo así, todos los devas, los humanos y
los no humanos se regocijaron.’” Así que esta es la historia detrás de esto.
Antes de que el Buddha falleciera uno de sus monjes principales, uno de sus mejores alumnos, por
así decirlo, un Arhat muy influyente, Maudgalyāyanaputra falleció. Junto con él, miles de sus
estudiantes, setenta mil monjes y monjas, todos seres liberados, no vieron razón para vivir más
tiempo, así que decidieron morir también. Esto nuevamente se vuelve una larga historia. Unas
personas habían golpeado a Maudgalyāyanaputra hasta dejarle al borde de la muerte, y Śāriputra, su
mejor amigo desde la infancia y otro gran estudiante del Buddha, al ver esto dijo “no quiero ver la
muerte de mi amigo”, así que también falleció. Śāriputra era igualmente un ser liberado, y cuando
falleció, ochenta mil monjes y monjas también fallecieron con él. Esto no es como un suicidio, ellos
habían agotado todas las causas para estar en el saṃsāra, así que podían marcharse en cualquier
momento que quisieran, incluso sin haber ningún lugar donde ir. Luego el Buddha falleció, y
nuevamente fallecieron ochenta mil monjes y monjas liberados. Estando ellos liberados y sin ataduras
al saṃsāra, la única razón por la que estaban ahí era porque el Buddha estaba ahí, y en el momento
en que el Buddha falleció, ya no tuvieron más razones para seguir vivos, así que fallecieron también.
Antes de fallecer, el Buddha nombró a Kāśyapa como el sostenedor de su Dharma, diciendo “tú serás
el sostenedor del Dharma y se lo darás a tal persona antes de fallecer.”
Entonces Kāśyapa escuchó a los seres celestiales llorar y lamentarse con gran tristeza “oh, Śāriputra
ha muerto, y con él tantos monjes y grandes maestros. Maudgalyāyanaputra murió y tantos grandes
practicantes murieron también. Luego el Buddha, el ojo, el sol de este mundo falleció, y tantos
grandes practicantes fallecieron con él. Ahora el Dharma del Buddha es un mero reflejo y esto es tan
triste ¿ahora quien enseñará los sūtras, quien enseñará el abhidharma, quien enseñará el vinaya?”
Cuando Ārya Kāśyapa escuchó esto, comprendió “ha llegado el momento de recopilar las enseñanzas
del Buddha” Él decidió recopilar todas las enseñanzas del Buddha, mientras tantos alumnos directos
del Buddha, en especial cientos de alumnos que estaban liberados, aún seguían vivos. Se propuso
reunir así a quinientos arhats, quinientos seres liberados, pero cuando comenzaron a contabilizar la
asamblea que se había logrado reunir, descubrieron que les faltaba uno, solo se habían reunido
cuatrocientos noventa y nueve arhats. Dejen que esto se asiente en su mente ¡Cuatrocientos noventa
y nueve seres liberados se reunieron en un solo lugar! Luego Kāśyapa, que ahora era el regente del
Buddha, dijo “nos falta uno ¿Quién es?” le respondieron que el Arhat faltante era Bhalang bdag. Este
Arhat era un gran practicante, pero su rostro no era como el de cualquier otro ser humano, su rostro
más bien se parecía al de una vaca. Se dice que hace muchas vidas atrás miró al que era su maestro,
o miró a un ser liberado, y dijo “ah, su rostro se parece al de una vaca”, y que la apariencia de su
rostro en su vida final se debía a ese karma. Su aspecto era tan inquietantemente espantoso, que
cuando la gente asistía a recibir enseñanzas del Buddha se asustaba de él, tanto así que el Buddha le
dijo “ok, la gente se está asustando de ti, así que quiero que vayas a meditar en algún otro lugar,” de
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modo que lo envió a meditar a un reino celestial, donde aún permanecía, sin enterarse en absoluto
sobre el fallecimiento del Buddha. Un monje viajó a ese reino celestial para encontrarse con Bhalang
bdag, y al llegar le dijo “Bhalang bdag, necesitamos recopilar todas las enseñanzas del Buddha, así
que Kāśyapa me envió aquí para buscarte.” Tan pronto como escuchó esto él preguntó “Ah ¿el
Buddha ha fallecido? ¿qué sucedió?” y el monje le contó todo lo que había sucedido “primero
Maudgalyāyana falleció y miles de grandes monjes fallecieron, luego Śāriputra falleció y miles de
grandes monjes fallecieron, finalmente el Buddha falleció y una cantidad mucho mayor de grandes
practicantes y arhats fallecieron con él. Ahora estamos en peligro y necesitamos quinientos arhats que
hayan recibido enseñanzas directamente del Buddha, para que se congreguen como testigos y
contribuyan a la recopilación con cualquier enseñanza que hayan aprendido del Bendecido.” Bhalang
bdag, al enterarse que el Buddha ya no estaba vivo dijo “Yo no quiero ver un mundo donde no haya
un Buddha, por favor discúlpame con la sangha, porque ya no deseo seguir viviendo. Toma mis
pertenencias, mis hábitos y mi cuenco de mendicante, ofréndalos a Mahā Kāśyapa y dile que me
excuso de esta manera” y falleció ahí mismo, en ese momento. El monje, sin poder hacer nada al
respecto, tomó las pertenencias de Bhalang bdag y fue donde Kāśyapa a contarle esta historia.
Ānanda estaba presente en esa reunión, sirviendo a esos cientos de arhats. Kāśyapa lo vio ahí, la única
persona ordinaria en el lugar, sin embargo, Ānanda tenía el karma para convertirse en un Arhat en
esa vida, pero para ello Kāśyapa debía castigarlo, debía entristecerlo, hacer que realmente se
deprimiera. Entonces los otros monjes dijeron “ok, no tenemos más alternativa que sumar a Ānanda
a nuestra reunión, aunque él es un ser ordinario, ha escuchado casi todas las enseñanzas del Buddha.
Además, el Buddha le dio a él la responsabilidad de los sūtras, lo cual es auspicioso, así que usemos
a Ānanda.” A esto Kāśyapa respondió “No, Ānanda no pertenece aquí, así que debe marcharse. Y no
solo eso, Ānanda debe dejar completamente la sangha” y luego presentó ocho razones por las que
Ānanda le falló al Buddha. Una de esas razones fue que Ānanda forzó, o instó al Buddha para que
permitiera a las mujeres ser ordenadas, por supuesto, Kāśyapa no lo decía necesariamente en serio,
pero esa fue su treta para entristecer a Ānanda y echarlo, para que así se iluminara. Otra razón fue
que una vez hubo una disputa entre un monje común, un monje muy travieso, y Śāriputra, que era un
gran monje. Śāriputra estaba diciendo algo y este monje travieso simplemente intentaba molestarle,
con lo que se generó un debate, pero el Buddha no decidió nada al respecto, en cambio dijo “Ānanda
es uno de los más instruidos aquí, así que Ānanda ¿por qué no dices tu algo?” y Ānanda en lugar de
hacer como el Buddha había dicho, respondió de una forma diferente, así que Kāśyapa le dijo “en esa
ocasión fallaste al Buddha nuevamente.” Luego continuó “Una vez estabas remendando los hábitos
dhármicos del Buddha, y los hábitos quedaron bajo tus pies, así que en esa ocasión fallaste al Buddha
también. En otra ocasión el Buddha tenía sed y dijo ‘Ānanda quiero algo de agua’ y fuiste a buscar
agua, pero le llevaste de vuelta agua lodosa”. Para cada una de estas acusaciones Ānanda dio una
explicación, diciendo “si, pero en esa ocasión fue de esta manera, o fue de esta otra manera.”
Finalmente, cuando Māra le dice al Buddha “Ok Gautama, te iluminaste, liberaste a mucha gente,
enseñaste mucho Dharma ¿no crees que ya es hora de morir?” El Buddha miró a Ānanda y dijo
“Ānanda, un ser completamente iluminado como yo, que está libre del karma, si quiere puede vivir
por todo un kalpa,” pero se dice que Ānanda no lo escuchó para nada. El Buddha lo repitió tres veces,
y Ānanda de hecho, por el bien de nosotros, solo tenía que decir “entonces, por favor, viva por largo
tiempo, viva por todo un kalpa” y el Buddha hubiera vivido por todo un kalpa ¡El Buddha aun estaría
vivo! Pero Ānanda no dijo nada en ese momento, así que Kāśyapa le dijo “en esa ocasión le fallaste
al Buddha.” Ānanda respondió “pero en ese momento no escuché nada debido a la influencia de Māra,
no escuché nada.” De este modo se hicieron ocho diferentes acusaciones, por las que la Sangha
decidió expulsarlo. Se dice que esto fue algo tan trágico para los seres comunes, que toda la gente
estaba en shock, y que los dioses comenzaron a llorar y lamentarse entre ellos, “ahora que el Buddha
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ya no está, su hijo favorito, Ānanda, su asistente, es tratado de este modo.” Sin embargo, Ānanda,
que era un monje perfecto, aunque tenía quejas al respecto, escuchó lo que dijo la sangha y se marchó.
Esto ocurrió en temporada del retiro que se hace durante el monzón, así que se recluyó en la casa de
un hombre rico que tenía cuatro hijos, los cuales comenzaron a recibir enseñanzas de él. Ānanda, por
supuesto, tenía las bendiciones directas del Buddha, y era tan buen maestro que estos cuatro alumnos
se convirtieron en arhats, se liberaron, aunque el mismo Ānanda no estaba aún liberado. Cuando ellos,
tras liberarse, miraron a su maestro, vieron que si practicaba se liberaría dentro de una semana, así
que le pidieron “por favor ¿podría practicar sin distracciones? Así alcanzará la liberación dentro de
una semana,” y eso es exactamente lo que sucedió. Ānanda, ya liberado, regresó con la Sangha, y
Kāśyapa en persona le dio la bienvenida.
Así, al fin se reunieron quinientos arhats, quinientos seres liberados, se preparó un trono para quien
fuera el orador y se decidió recopilar primero todas las enseñanzas de los sūtras enseñados por el
Buddha. Luego Kāśyapa se dirigió a Ānanda “tú siempre estuviste ahí Ānanda, tú conoces todo, tú
recuerdas todo, es más, el Buddha te dio la responsabilidad sobre los sūtras, así que tú eres quien
debiera recitarlos.” Entonces, cuatrocientos noventa y nueve grandes arhats, se quitaron sus hábitos
dhármicos y los colocaron sobre el trono del Dharma, donde Ānanda se sentó con gran honor. Ānanda
miró hacia Mahā Bodhi, en Bodhgayā, el lugar donde el Buddha alcanzó la iluminación, y recordando
a Śākyamuni pronunció esta frase “Así escuché en una ocasión.” Tan pronto como dijo eso, quienes
entre la audiencia eran seres ordinarios, comenzaron a llorar recordando que esto es lo que el Buddha
había dicho mientras aún vivía “Cuando haya fallecido quiero que recopilen todas mis enseñanzas y
al comienzo de estas quiero que digan ‘Así escuché en una ocasión’”, y ahora la voluntad del Buddha,
por así decirlo, se estaba cumpliendo. Era un momento alegre, pero para ellos era también un
momento extremadamente triste, por lo que comenzaron a decir “oh, que impermanente es todo, ha
llegado ya el momento de que usemos esta frase.”
De este modo, el uso de la frase ‘Así escuché en una ocasión’ comenzó también con este sūtra. Esta
frase nos indica cinco cosas.8 Primero, nos indica el Dharma, la enseñanza en sí misma. “Así escuché
en una ocasión”, así que alguien escuchó esa enseñanza, el orador la escuchó, que aquí es Ānanda. Si
la escuchó, debió escucharla en alguna parte, así que se deduce que cuando el Buddha moraba en el
parque de los ciervos de Vārāṇasī, ahí la escuchó, así que ese es el lugar, y luego también hay un
tiempo, etc. Quería contarles toda esta historia, porque en estos días, así como en muchos momentos
de la antigüedad, la gente ha planteado dudas sobre la legitimidad de los sūtras budistas, diciendo
cosas como “Oh, las enseñanzas budistas se recopilaron mucho tiempo después del fallecimiento del
Buddha, y se escribieron incluso mucho después.” En un principio, cuando recopilaron las
enseñanzas, estas no fueron escritas de inmediato, solo se recitaron y fueron memorizadas por la
audiencia, en especial por los grandes arhats. Solo se pusieron por escrito después unos cien o ciento
cincuenta años después del fallecimiento del Buddha, ya que en la sangha había cada vez menos seres
liberados con la habilidad de recordar, y surgió entonces la necesidad de registrarlas. Así que, aunque
las palabras del Buddha fueron puestas por escrito cerca de cien años después de su muerte, esto no
significa que estas se hayan perdido por el camino, ya que, incluso en la ausencia del Buddha, aún
había muchos grandes maestros similares al Buddha, en especial los siete sostenedores del trono que
siguieron al Buddha, como Kāśyapa y Ānanda, que luego lo pasó a alguien más. Estos siete grandes
regentes del Buddha estuvieron ahí a lo largo del tiempo, alguno de ellos siempre estuvo ahí,
preservando todas las enseñanzas, y ellos eran grandes seres, no eran en absoluto seres comunes. Por
supuesto, es difícil explicar estas cosas a un ser moderno que no considera la posibilidad de un ser
iluminado, pero estas son nuestras razones.
Entonces, el Buddha les dio esta enseñanza a los cinco monjes. “Monjes, mientras pensaba, mientras
enfocaba mi mente en cosas que hasta entonces no había escuchado, pensando, ‘esto es el sufrimiento,
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una verdad de los seres nobles,’ logré un ojo, logré ver” que aquí9 tradujeron como visión, que se
refiere a ver la naturaleza del Dharma, se refiere básicamente a la sabiduría, así que “la sabiduría
surgió, el conocimiento surgió, la comprensión, el entendimiento y la realización surgieron.” Luego
el Buddha continuó así, “Monjes, mientras enfocaba correctamente mi mente en las cosas que hasta
entonces no había escuchado, pensando, ‘Este es el origen del sufrimiento, esta es la cesación del
sufrimiento, y este es el sendero que conduce a la cesación del sufrimiento’, la visión surgió; el
conocimiento, la comprensión, el entendimiento y la realización surgieron”, y de esa manera les
enseñó las Cuatro Nobles Verdades; la verdad del sufrimiento, la verdad de las causas del sufrimiento,
la verdad de la cesación del sufrimiento, y la verdad del sendero que conduce a la cesación del
sufrimiento. Estas Cuatro Nobles Verdades las recitó tres veces, cuatro por tres son doce, así que a
esto se lo llama el ciclo de doce, estas Cuatro Nobles Verdades recitadas tres veces, pero de manera
muy diferente, para simbolizar un estado diferente de su realización, de su entendimiento. Primero él
dijo “Cuando me concentré y pensé ‘esta es la verdad del sufrimiento, esta es la verdad de las causas
del sufrimiento, esta es la verdad de la cesación del sufrimiento y esta es la verdad del sendero que
conduce a la cesación del sufrimiento’, en ese momento logré la visión, la sabiduría y la realización.”
Luego repitió esto una vez más diciendo “Monjes, mientras enfocaba correctamente mi mente en las
cosas que hasta entonces no había escuchado, pensando, ‘Con conocimiento superior10 debiera
comprender el sufrimiento, esa verdad de los seres nobles’, la visión surgió; el conocimiento, la
comprensión, el entendimiento y la realización surgieron. Monjes, mientras enfocaba correctamente
mi mente en las cosas que hasta entonces no había escuchado, pensando, ‘Con conocimiento superior
debiera renunciar a las causas del sufrimiento, esa verdad de los seres nobles’, la visión surgió; el
conocimiento, la comprensión, el entendimiento y la realización surgieron. Monjes, mientras
enfocaba correctamente mi mente en las cosas que hasta entonces no había escuchado, pensando,
‘Con conocimiento superior debiera realizar la cesación del sufrimiento, esa verdad de los seres
nobles’, la visión surgió; el conocimiento, la comprensión, el entendimiento y la realización
surgieron. Monjes, mientras enfocaba correctamente mi mente en las cosas que hasta entonces no
había escuchado, pensando, ‘Con conocimiento superior debiera cultivar el sendero que conduce a la
cesación del sufrimiento, esa verdad de los seres nobles’, la visión surgió; el conocimiento, la
comprensión, el entendimiento y la realización surgieron.” Desde el párrafo 1.5 al 1.8 corresponde a
la segunda vez que habló sobre las Cuatro Nobles Verdades, pero esta vez de una forma diferente, en
esta ocasión dijo “Monjes, cuando yo me concentré, medité, practiqué así, ‘a través del conocimiento
superior, yo debiera comprender la verdad del sufrimiento completamente’. Cuando me concentré así
la visión surgió; el conocimiento, la comprensión, el entendimiento y la realización surgieron. Con
conocimiento superior, medité en que debiera abandonar la fuente del sufrimiento, el origen de mi
sufrimiento, y nuevamente la visión surgió; el conocimiento, la comprensión, el entendimiento y la
realización surgieron. Con conocimiento supremo debiera realizar, lograr la cesación del
sufrimiento.” La cesación del sufrimiento aquí es cuando ya no hay sufrimiento, la no existencia del
sufrimiento, en otras palabras, la verdadera naturaleza del sufrimiento es la cesación del sufrimiento,
uno puede entenderlo también de esa manera. Otra manera de verlo es cuando el sufrimiento ya no
está ahí, es decir, tenías sufrimiento, meditaste, practicaste el camino y ahora ya no hay más
sufrimiento, esa es la cesación del sufrimiento, por ahora también se puede entender de esta manera.
Luego continuó, “Con sabiduría, o conocimiento superior, debiera cultivar el sendero que conduce a
la cesación del sufrimiento. Cuando me concentré, medité, practiqué así nuevamente la visión surgió;
el conocimiento, la comprensión, el entendimiento y la realización surgieron.”
Habiendo completado este segundo ciclo, y teniendo una buena razón para ello, el Buddha repitió las
Cuatro Nobles Verdades una vez más. “Monjes, mientras enfocaba correctamente mi mente en las
cosas que hasta entonces no había escuchado, pensando, ‘Con conocimiento superior he comprendido
23
el sufrimiento, esa verdad de los seres nobles’, la visión surgió; el conocimiento, la comprensión, el
entendimiento y la realización surgieron.” Ahora, esto es después de que él ya ha terminado su
meditación, esto quiere decir que, con conocimiento superior, él ahora comprende el sufrimiento
completamente, antes él quería comprenderlo y estaba intentado comprenderlo completamente, pero
ahora él finalmente comprendió completamente el sufrimiento, y en ese momento la visión surgió; el
conocimiento, la comprensión, el entendimiento y la realización surgieron. Similarmente dijo “Con
conocimiento superior he abandonado el origen del sufrimiento,” así que con sabiduría él ahora ve
que ha abandonado y destruido todas las causas del sufrimiento, y nuevamente la visión surgió; el
conocimiento, la comprensión, el entendimiento y la realización surgieron. “Con conocimiento
superior he cultivado el sendero que conduce a la cesación del sufrimiento”, con esto él entiende
“Ahora tengo el sendero, lo he cultivado, está hecho” y nuevamente la visión surgió; el conocimiento,
la comprensión, el entendimiento y la realización surgieron. Así que desde el párrafo 1.9 hasta el 1.12
corresponde a la tercera mención de las Cuatro Nobles Verdades, y este es el ciclo de doce.
La razón por la que lo hizo de este modo, según Mañjuśrī Sakya Pandita y otros grandes maestros, es
que así, con este ciclo de doce, el Buddha indicó todo el proceso de su camino. De modo que, cuando
las repite por primera vez se está concentrando, está observando las Cuatro Nobles Verdades,
intentando percibir su naturaleza. Cuando dice “en ese momento la visión surgió,” esto quiere decir
que alcanzó el primer bhūmi, o el camino de la visión.11 Luego de esto, en la segunda repetición, dice
“entonces con conocimiento supremo,” es decir que ahora ya tiene esta sabiduría que percibe la
verdad directamente, la visión que antes había surgido, y es con esta visión directa de la verdad que
nuevamente observa el sufrimiento, intenta abandonar la causa del sufrimiento, intenta lograr la
cesación del sufrimiento, e intenta acumular el sendero, practicar el sendero que conduce a esa
cesación. En esta segunda repetición de las Cuatro Nobles Verdades es donde recorre el camino de la
contemplación (Tib. Gom lam), que es el siguiente al camino de la visión. Finalmente, en la tercera
repetición, él ya ha recorrido el camino, ahora es un Arhat, ahora él es el Buddha, entonces dice,
“Ahora he comprendido el sufrimiento, he abandonado las causas del sufrimiento, he acumulado, he
completado el sendero, y he logrado la cesación”, así que ya está, su camino terminó, alcanzó el
estado de no más aprendizaje.12
En resumen, para quienes posiblemente estén escuchando enseñanzas budistas por primera vez, la
verdad del sufrimiento se refiere básicamente a nuestra existencia, esta existencia de carne y hueso
que, sin importar lo que hagamos, siempre hay algo mal en este mundo. Si estamos atentos, nos
daremos cuenta de que siempre existe esta incertidumbre sobre uno mismo, nuestra mente, nuestra
vida, nuestra amistad, nuestras relaciones, nuestro dinero. Sin importar lo que hagamos, si abrimos
los ojos, veremos a los seres sufrir al atravesar condiciones de profundo sufrimiento, tales que
nosotros apenas podemos imaginar, esa es la verdad del sufrimiento, tan simple como eso, y para ver
eso todo lo que tenemos que hacer es abrir nuestros ojos y ser honestos, eso es todo. Y por supuesto,
dado que esto es una religión, un sendero espiritual, que realmente se ocupa de la mente y la
transformación de la mente, entonces la Verdad del Sufrimiento de la mente son todas sus esperanzas
y temores. Esperanza de conseguir algo y esperanza de evitar algo, tenemos esto todo el tiempo, y a
partir de esto es que obtenemos algo que no queremos tener y perdemos algo que no queremos perder.
En especial, la Verdad del Sufrimiento aquí es una mente no domesticada, una mente completamente
mundana, siempre corriendo detrás de algo, alguna ganancia, algún placer. Si miramos con honestidad
nuestra mente, incluso cuando hacemos práctica espiritual, hacemos ofrendas al Buddha, meditamos
y demás, hay un montón de metas mundanas, de alguna manera, muy profundo dentro de nuestra
mente, y es tan difícil evitarlo, yo lo sé muy bien. Esa es la auténtica Verdad del Sufrimiento. La
Verdad del Sufrimiento es la ignorancia, no conocer la vacuidad. La Verdad del Sufrimiento es
también la impermanencia, es no ser capaz de soltar el aferramiento y demás. Así que este es el
24
sufrimiento, y por supuesto, nada viene sin causas y condiciones, de modo que este sufrimiento sucede
porque tenemos una mente que no está domesticada, este sufrimiento sucede porque tenemos enfado,
deseo e ignorancia, de los cuales surgen mentalidades como los celos, la mezquindad, la
competitividad, el descontento y la incomodidad, etc. Luego, a través de estas mentalidades o
emociones negativas, hacemos cosas y lo que hacemos se llama karma, el cual trae resultados, y ese
resultado se llama Verdad del Sufrimiento, por supuesto, la energía nunca se pierde. Así que ya ven,
el origen del sufrimiento son las emociones dañinas y las acciones que surgen ellas. Estas acciones
las puede haber buenas y malas, por ejemplo, con el propósito de conseguir prosperidad, puede que
demos dinero a otras personas, lo cual es algo bueno y puede ser una acción positiva. Algunos hacen
cosas buenas porque les hace sentir bien, que no está mal, pero aun así es una acción que surge de
este tipo de emociones negativas, como el deseo. De modo que, bueno o malo, lo que sea que hagamos
a través de la ignorancia, el enfado y el deseo, es una causa, el origen de un futuro renacimiento
samsárico, así que ahí tenemos la causa y el efecto, el saṃsāra y su causa. Luego las próximas dos,
cesación y sendero, son la causa y el efecto de la liberación, es decir que no se puede abandonar el
saṃsāra por castigarlo, solo se puede abandonar el saṃsāra por medio de cortar su causa. Cuando
Siddhārtha estaba sentado, sin comer y sin beber, él estaba castigando el saṃsāra, estaba intentando
deshacerse del saṃsāra por medio de golpearlo, intentaba destruir la verdad del sufrimiento, pero esto
no es posible sin destruir sus causas, estas aflicciones de su mente, de mi mente, de nuestras mentes.
Esta es también la maravillosa bondad del Buddha. Existen tantos maestros y senderos espirituales
donde se dan cuenta que el enfado es malo, que el apego, el aferramiento, la mezquindad y los celos,
que estas cosas son malas, pero no tienen un verdadero camino para deshacerse de ellas. Incluso
cuando alguno de ellos intenta aportar un camino, este solo es para reprimirlas, y esto es cierto incluso
hasta el día de hoy. Por supuesto, no estamos diciendo que este sea el mejor sendero, pero si miras
alrededor, honestamente, nunca encontrarás otro sendero como este. Y esta es la bondad del Buddha,
su inmensa bondad, y su sabiduría. Así que la Tercera Noble Verdad es el sendero, el antídoto para
el origen del sufrimiento, el antídoto para las emociones dañinas, el antídoto para el karma samsárico.
Este sendero se puede entender como la disciplina, primero necesitamos disciplina, necesitamos
tomar un voto, tomar la decisión de “Voy a seguir al Buddha”, esa es nuestra disciplina. Después, por
supuesto, podemos ser un monje o una monja, o podemos ser un upāsaka, podemos intentar mantener
el Noble Óctuple Sendero, esta es la disciplina. A esto le sigue la meditación, la disciplina por sí sola
no es suficiente, pero cuando se tiene disciplina hay menos distracción, nuestra mente es más fuerte
y entonces tenemos la meditación, esto también es el sendero. De la meditación surge la sabiduría,
experimentamos los fenómenos de manera muy diferente, de manera mucho más profunda,
experimentamos su naturaleza, y esa es la sabiduría. Estos tres son el sendero, uno puede entenderlo
de esa manera, y por supuesto, no estoy diciendo que uno pueda entenderlo de esa manera como si
fuera idea mía, fue enseñado así por el Buddha. Entonces, muy brevemente; la disciplina, la
meditación y la sabiduría son el sendero, y cuando terminamos de practicar estos tres, por así decirlo,
ya no tenemos sufrimiento ni causas del sufrimiento. Piénsenlo, ya no tener las causas del sufrimiento,
es decir no tener enfado, apego e ignorancia, todas esas cosas que nos atormentan, ya no tenerlas, eso
es la cesación. Por supuesto, también podemos explicar la cesación como la verdad última y demás,
pero solo a modo de introducción para este sūtra diremos que el sufrimiento cesará, el karma
samsárico cesará, las aflicciones, las emociones dañinas cesarán, y a ese cesar lo llamamos la Verdad
de la Cesación. Así que de este modo, en las Cuatro Nobles Verdades tenemos la causa y efecto del
saṃsāra, y también el ciclo completo de causa y efecto del nirvāṇa. Adicionalmente, estas Cuatro
Nobles Verdades se pueden enseñar en diez y seis Nobles Verdades, donde hablamos detalladamente
sobre cada Noble Verdad en cuatro puntos.
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A partir de esto podemos entender por qué los maestros theravāda dicen que “las enseñanzas
mahāyāna no son reales.” Su principal argumento es que “para lograr la liberación no necesitas esto
que llamas bodhichitta y todos estos diferentes caminos del bodhisattva, no necesitas todo esto. Mira
lo que el Buddha dijo en sūtras como este. El Buddha dijo ‘Primero practiqué las Cuatro Nobles
Verdades y simplemente observé la realidad, luego realmente me involucré en la práctica e intenté
abandonar las causas del sufrimiento y demás. Intenté lograr el sendero y luego logré el sendero,
completé el sendero, logré la cesación, abandoné la causa del sufrimiento.’ Así que él dijo que solo
practicó las Cuatro Nobles Verdades ¿Qué es todo ese asunto de las pāramitās del bodhisattva de las
que hablas?” Y bueno, no hay duda, el Buddha lo dijo aquí mismo, tenemos que aceptarlo, pero con
todo respeto, nosotros decimos que las Cuatro Nobles Verdades son vastas, y que el sendero completo
del bodhisattva, e incluso el vajrayāna, está incluido dentro de estas Cuatro Nobles Verdades. No
estamos diciendo que estas enseñanzas sean algo distinto de las Cuatro Nobles Verdades, y esto es
importante, porque si queremos proteger las enseñanzas mahāyāna, tenemos que saber cómo hacerlo,
tenemos que hablar con la verdad.
Luego se dice que “Cuando el Bendecido hubo dado este discurso, el Venerable Kauṇḍinya, junto
con ochenta mil dioses, logró la visión del Dharma que está libre de polvo e inmaculada en relación
con los fenómenos.” Esto es ver la verdad directamente, de modo que él ya no era un ser ordinario,
ahora era un ser noble, había logrado el camino de la visión, y el Buddha lo sabía, ahora era miembro
de la sangha noble, estaba en el primer bhūmi. Entonces el Buddha le preguntó “Kauṇḍinya
¿comprendiste todo13 el Dharma? ¿Comprendiste completamente lo que estoy enseñando?
¿comprendiste todo el Dharma?” y Kauṇḍinya respondió “Si, comprendí todo el Dharma que enseñó
hoy. Comprendí todo.” Luego el Buddha le preguntó nuevamente “Kauṇḍinya ¿Lo comprendiste
todo? ¿Lo comprendiste todo?” dos veces más, y Kauṇḍinya le respondió “Si, lo comprendí todo, lo
comprendí todo.” Esta es la razón por la que se le conoció entonces como Ājñātakauṇḍinya, que
significa “Kaundinyia el que no tiene ignorancia,” o alguien que lo sabe todo.
Así que este es el Sūtra de la Rueda del Dharma. Espero que aquellos que se estén adentrando en la
lectura de un auténtico sūtra, una autentica enseñanza proveniente del Buddha, y no tan solo alguna
enseñanza escrita por un tibetano o algún maestro zen, y sientan que es algo realmente beneficioso,
que les acerca a la raíz del Dharma y a este gran ser, sigan por favor adelante. En estos días tenemos
muchos sūtras que se han traducido del pāḷi y es posible leerlos. También tenemos disponibles muchos
sūtras que se han traducido desde el chino, el tibetano y el sánscrito. Muchos de estos sūtras se pueden
conseguir gratuitamente, por ejemplo, en 84000 Translating the Words of the Buddha. No duden de
estos sūtras si acaso alguien les dice “ah, bueno, esos sūtras se escribieron casi cien años después del
Buddha y no sabes cuantas alteraciones se les pueden haber hecho” porque estos sūtras fueron
preservados por grandes seres como Ānanda y Kāśyapa. Todas las enseñanzas del Abhidharma fueron
recopiladas por Kāśyapa, él las recitó todas, así que no hay duda, estos no eran seres ordinarios.
Incluso si esto no ayuda a nadie, intentar hablarles sobre esto me ayuda a mí, ya que me da la
oportunidad de leer estos sūtras. Muchas gracias.
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APÉNDICE
Dharmacakra Sūtra
El Sūtra de la Rueda del Dharma
1.2 Así escuché en una ocasión. El Bendecido, el Buddha, residía en el Parque de los Ciervos,
en Ṛṣivadana junto a Vārāṇasī. En14 esa ocasión el Bendecido dijo al grupo de cinco
monjes:15
1.3 “Monjes, mientras yo16 enfocaba correctamente mi mente en las cosas17 que hasta
entonces no había escuchado, pensando, ‘Este es el sufrimiento, una verdad de los seres
nobles,’ la visión surgió; el conocimiento, la comprensión, el entendimiento y la
realización18 surgieron.”
1.4 “Monjes, mientras yo enfocaba correctamente mi mente en las cosas que hasta entonces
no había escuchado, pensando, ‘Este es el origen del sufrimiento,19 esta es la cesación del
sufrimiento, y este es el sendero que conduce a la cesación del sufrimiento,’ la visión
surgió; el conocimiento, la comprensión, el entendimiento y la realización surgieron.”
1.5 “Monjes, mientras yo enfocaba correctamente mi mente en las cosas que hasta entonces
no había escuchado, pensando, ‘Con conocimiento superior yo debiera comprender el
sufrimiento, esa verdad de los seres nobles,’ la visión surgió; el conocimiento, la
comprensión, el entendimiento y la realización surgieron.”
1.6 “Monjes, mientras yo enfocaba correctamente mi mente en las cosas que hasta entonces
no había escuchado, pensando, ‘Con conocimiento superior debiera yo abandonar el
origen del sufrimiento, esa verdad de los seres nobles,’ la visión surgió; el conocimiento, la
comprensión, el entendimiento y la realización surgieron.”
1.7 “Monjes, mientras yo enfocaba correctamente mi mente en las cosas que hasta entonces
no había escuchado, pensando, ‘Con conocimiento superior yo debiera realizar20 la
cesación del sufrimiento, esa verdad de los seres nobles,’ la visión surgió; el conocimiento,
la comprensión, el entendimiento y la realización surgieron.”
1.8 “Monjes, mientras yo enfocaba correctamente mi mente en las cosas que hasta entonces
no había escuchado, pensando, ‘Con conocimiento superior yo debiera cultivar el sendero
que conduce a la cesación del sufrimiento, esa verdad de los seres nobles,’ la visión surgió;
el conocimiento, la comprensión, el entendimiento y la realización surgieron.”
1.9 “Monjes, mientras yo enfocaba correctamente mi mente en las cosas que hasta entonces
no había escuchado, pensando, ‘Con conocimiento superior yo he comprendido el
sufrimiento, esa verdad de los seres nobles,’ la visión surgió; el conocimiento, la
comprensión, el entendimiento y la realización surgieron.”
1.10 “Monjes, mientras yo enfocaba correctamente mi mente en las cosas que hasta entonces
no había escuchado, pensando, ‘Con conocimiento superior yo he abandonado el origen
del sufrimiento, esa verdad de los seres nobles,’ [F.276.a] la visión surgió; el conocimiento,
la comprensión, el entendimiento y la realización surgieron.”
27
1.11 “Monjes, mientras yo enfocaba correctamente mi mente en las cosas que hasta entonces
no había escuchado, pensando, ‘Con conocimiento superior yo he realizado21 la cesación
del sufrimiento, esa verdad de los seres nobles,’ la visión surgió; el conocimiento, la
comprensión, el entendimiento y la realización surgieron.”
1.12 “Monjes, mientras yo enfocaba correctamente mi mente en las cosas que hasta entonces
no había escuchado, pensando, ‘Con conocimiento superior yo he cultivado el sendero que
conduce a la cesación del sufrimiento, esa verdad de los seres nobles,’ la visión surgió; el
conocimiento, la comprensión, el entendimiento y la realización surgieron.”
1.13 “Monjes, antes de haber logrado yo la visión, el conocimiento, la comprensión, el
entendimiento y la realización de estas cuatro verdades de los seres nobles que son
giradas en tres fases y constan de doce aspectos,22 no había sido aun liberado del mundo
repleto de dioses, māras, Brahmā, mendicantes, brahmines, humanos y dioses. No había
escapado de este, cortado lazos con este, o sido librado de este. Ni moraba ampliamente
con una mente libre de error. Monjes, no tenía el conocimiento de haber despertado
completamente a la insuperable y perfecta Budeidad.”
1.14 “Monjes, una vez que hube logrado yo la visión, el conocimiento, la comprensión, el
entendimiento y la realización de girar estas cuatro verdades de los seres nobles en tres
fases con doce aspectos, fui liberado del mundo repleto de dioses, māras, Brahmā,
mendicantes, brahmines, humanos y dioses. Escapé de este, corté lazos con este y fui
librado de este. Moré ampliamente con una mente libre de error. [F.276.b] Monjes, tuve
entonces el conocimiento de haber despertado completamente a la insuperable y perfecta
Budeidad.”23
1.15 Cuando el Bendecido hubo dado este discurso de Dharma, el venerable Kauṇḍinya, junto
con ochenta mil dioses, lograron la visión de Dharma que está libre de polvo e inmaculada
con relación a los fenómenos.
1.16 El Bendecido entonces preguntó al venerable Kauṇḍinya, “Kauṇḍinya ¿comprendiste el
Dharma?”
“Bendecido,” respondió, “lo comprendí.”
“Kauṇḍinya ¿Lo comprendiste? ¿Lo comprendiste?”
“Gozoso,” respondió, “Lo comprendí, lo comprendí”
“Debido a que el venerable Kauṇḍinya ha comprendido el Dharma, el venerable Kauṇḍinya
ahora habrá de ser conocido como Ājñātakauṇḍinya.”24
1.17 En ese momento los yakṣas terrenales vocearon, “¡El venerable Kauṇḍinya ha
comprendido el Dharma!” y prosiguieron, “Amigos, en el Parque de los Ciervos, en
Ṛṣivadana junto a Vārāṇasī, el Bendecido ha girado la Rueda del Dharma en tres fases con
doce aspectos. Ha girado la Rueda del Dharma de una manera que ningún mendicante o
brahmín, y ningún dios, māra, o Brahmā en el mundo jamás podría hacerlo en
concordancia con el Dharma. Lo ha hecho por el beneficio de muchos seres, por la
felicidad de muchos seres, por amor al mundo, y por el bienestar, el beneficio y la felicidad
de dioses y humanos. Por tanto, los dioses florecerán y los semidioses irán en declive.”
1.18 Al resonar la voz de los yakṣas terrenales – en ese mismo momento, en ese mismo
instante, en esa misma hora – las noticias llegaron a los yakṣas celestiales, así como a los
dioses del Cielo de los Cuatro Grandes Reyes, del Cielo de los Treinta y Tres, del Cielo libre
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de Lucha, del Cielo de la Alegría, del Cielo del Deleite en las Emanaciones, del Cielo de
Hacer Uso de las Emanaciones de Otros, y todo el camino hasta el reino de Brahmā. De
este modo, los dioses en el reino de Brahmā también anunciaron, “Amigos, en el Parque
de los Ciervos, en Ṛṣivadana junto a Vārāṇasī, [F.277.a] el Bendecido ha girado la Rueda
del Dharma en tres fases con doce aspectos. Ha girado la Rueda del Dharma de una
manera que ningún mendicante o brahmín, y ningún dios, māra, o Brahmā en el mundo
jamás podría hacerlo en concordancia con el Dharma. Lo ha hecho por el beneficio de
muchos seres, por la felicidad de muchos seres, por amor al mundo, y por el bienestar, el
beneficio y la felicidad de dioses y humanos. Por tanto, los dioses florecerán y los
semidioses irán en declive.”
1.19 En el Parque de los Ciervos, en Ṛṣivadana junto a Vārāṇasī, el Bendecido giró la Rueda del
Dharma en tres fases con doce aspectos. Por lo tanto, esta enseñanza fue nombrada
Girando la Rueda del Dharma.25
[Esta versión del Dharmacakra Sūtra fue traducida al castellano por Nuno Gonçalves (Thubten
Könchog) el 3 de Enero del 2021. La presente traducción se ha basado en la versión inglesa del
Dharmacakra Sūtra disponible en la sala de lectura en línea de 84000: Translating the Words of the
Buddha. Por los méritos de este trabajo puedan todos los seres lograr la perfecta realización de las
Cuatro Nobles Verdades. Cualquier error en esta versión es de la exclusiva responsabilidad del
traductor al castellano.]
29
NOTAS
1
Esta enseñanza fue impartida en el día del festival de Saka Dawa (Skt. Vaishakha) 2020, durante la luna
llena (día 15) del cuarto mes del calendario lunar tibetano, fecha en que se cree que el Buddha alcanzó la
Iluminación, hace aproximadamente dos mil quinientos años atrás. Según algunos calendarios del Himalaya,
esta es la fecha combinada en que el Buddha nació, alcanzó la iluminación y falleció (Skt. parinirvāṇa).
2
Bhadrakalpa o kalpa afortunado, se refiere a nuestro kalpa presente, en el que se dice surgirán mil
buddhas, razón por la cual se le conoce como “afortunado.”
3
Para aprender sobre esto en detalle leer sūtras como el Lalitavistarasūtra, cuya traducción está disponible en
la sala de lectura de 84000: Translating the Words of the Buddha, bajo el nombre “The Play in Full” o la
traducción al castellano disponible en https://nagarjunavalencia.com bajo el nombre “El Desarrollo de la
Actividad Completa”
4
Sakya y Śākya no son lo mismo. Sakya es un linaje familiar tibetano y Śākya era una línea sanguínea, un
clan, de India.
5
Nombre tibetano para Kāmadeva, señor del reino celestial llamado “Hacer Uso de las Emanaciones de
Otros.”
6
Skt. Mokṣasūtra. Tib. Thar Do (Tharpa Chenpo Do).
7
Skt. Karuṇāpuṇḍarīka nāma mahāyāna sūtra
8
Esta frase nos indica la presencia de las “Cinco Condiciones Perfectas” (Skt. pañcaniyata; Tib. pünsum
tsokpa nga): (1) el maestro perfecto, (2) la enseñanza perfecta, (3) el lugar perfecto, (4) el discípulo perfecto
y (5) el tiempo perfecto.
9
Citado de la traducción del Dharmacakra Sūtra a cargo del Dharmachakra Translation Committee, y
disponible en 84000: Translating the Words of the Buddha. La traducción al castellano del Dharmacakra
Sūtra, disponible en esta publicación, está basada en esta misma versión inglesa del sūtra.
10
Según explicación de Do Tulku Rinpoche “conocimiento superior” aquí también se puede traducir como
clarividencia, sabiduría, o conocimiento directo.
11
Los Cinco Caminos (Skt. Pañcamārga) son una sucesión de cinco etapas que describen el recorrido
completo hacia la liberación. Estos son: (1) el Camino de la Acumulación (Skt. Sambhāramārga), (2) el
Camino de la Unión (Skt. prayogamārga), (3) el Camino de la Visión (Skt. darśanamārga), (4) el Camino de la
Meditación (Skt. bhāvanāmārga), y (5) el Camino de No-Más-Aprendizaje (Skt. aśaikṣamārga). La
interpretación de estos cinco caminos es diferente en los vehículos Hīnayāna y Mahāyāna.
12
Aquí podemos distinguir tres estados; (1) el estado de alguien que ingresa en la corriente, el camino de la
visión por así decirlo, (2) el estado de alguien que es un aprendiz, y luego (3) el estado de alguien que ya no
es un aprendiz, alguien que ya no practica, alguien que está liberado, un Buddha.
13
Do Tulku Rinpoche observa que en el tibetano se lee “¿has comprendido todo el Dharma?”, pero que, sin
embargo, en muchas traducciones al inglés se lee “¿has comprendido el Dharma?” Lo que se puede deber a
las diferentes versiones disponibles de este sūtra.
14
La sección equivalente en Toh 1 comienza en este punto (p. 42b.3) y en Toh 301 (p. 60a.1).
15
En este punto comienza el correspondiente pasaje del Lalitavistarasūtra (Lefmann, p. 417; Dharmacakra
Translation Group, 26.65).
16
El sánscrito del Saṅghabhedavastu no incluye el pronombre singular de la primera persona en este primer
párrafo, aunque si lo incluye en los párrafos siguientes (Gnoli 1977, p. 135). Sin embargo, el tibetano sí
incluye el pronombre personal de la primera persona a lo largo del texto, incluido este primer párrafo. Este
también es el caso en el sánscrito del Lalitavistarasūtra (Lefmann, p. 417) y en el Pali
Dhammacakkappavattanasutta (Saṃyutta Nikāya, 55.11; ver también Anderson 1999, p. 18).
17
Aquí “cosas” traduce el sánscrito dharma (Pali: dhamma, Tibetano; chos). Los comentarios sugieren que
dharma se usa aquí en el sentido de “verdad.” Por ejemplo, el Puggalapaññattipakaraṇa-mūlaṭīkā dice:
ananussutesu dhammesūti ca ananussutesu saccesūti attho.
(http://www.tipitaka.org/romn/cscd/abh03t.tik1.xml).
30
18
El Saṅghabhedavastu no incluye “realización” (Tibetano: rtogs pa) en esta o en las demás repeticiones de
esta frase. En cambio, la lista solo incluye “conocimiento (jñāna), comprensión (vidyā) y entendimiento
(buddhi)” (Gnoli 1977, p. 135).
19
Antes de la frase “Este es el origen del sufrimiento,” Toh 337 en el Degé Kangyur se incluye la frase “Este
es el sufrimiento.” Sin embargo, aquí la hemos omitido, ya que está ausente en todas las demás versiones
de este pasaje, incluso en las reseñas de este sūtra en los Yonglé, Lithang Coné, Narthang y Peking Kangyur;
el sánscrito del Saṅghabhedavastu; y el Tibetano tanto de Toh 1 y Toh 301 en D y otros Kangyurs.
20
En este punto Toh 337 incluye las palabras “el conocimiento de…” Sin embargo, las hemos omitido ya que
la frase está ausente en Toh 1 y en Toh 301, así como en el Saṅghabhedavastu.
21
En este punto Toh 337 incluye las palabras “el conocimiento de…” Sin embargo, las hemos omitido ya que
la frase está ausente en Toh 1 y en Toh 301, así como en el Saṅghabhedavastu.
22
Las tres fases se refieren a las tres etapas de (1) identificar las cuatro verdades, (2) entender como
relacionarse con cada una de las cuatro verdades, y (3) saber que los objetivos respectivos de las cuatro
verdades han sido logrados. Cuando estas tres frases son aplicadas a cada una de las cuatro verdades,
tenemos doce factores en total. Para una explicación clásica de esta enumeración por Haribhadra (siglo
octavo), ver Sparham 2008, p.264. Ver también Anderson 1999, p.70. Notar que estos doce aspectos no
guardan relación con la enumeración alternativa de diez y seis aspectos asociados con las cuatro verdades
(cuatro para cada verdad). Estos diez y seis aspectos contrarrestan diez y seis visiones incorrectas asociadas
con las cuatro verdades. Sobre los diez y seis aspectos, ver Buswell 2013, p. 304-305. Para una explicación
clásica por Candrakīrti (570-650 EC), ver mayo de 1959, p. 212-216.
23
En este punto termina el correspondiente pasaje en el Lalitavistarasūtra (Lefmann, p. 418).
24
Este nombre significa “Kauṇḍinya, el que ha comprendido.”
25
Toh 1 (p. 44a.5) y Toh 301 (p. 61b.3) terminan en este punto.
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