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Estudios Bolivianos
23
La Revista Estudios Bolivianos invita a quienes deseen publicar sus artículos enviar una
solicitud a la dirección institucional cumpliendo las normas editoriales de la revista. El
contenido de los textos es de exclusiva responsabilidad de los autores.
Presentación 11
Introducción 13
INVESTIGACIÓN
Autoridades, redes sociales y control vertical. San Agustín 17
de Toledo 1750-1815
Authorities, social networking and vertical control. San Agustin
de Toledo 1750-1815
María Luisa Soux Muñoz-Reyes
DEBATE
Mesa 1: Perspectivas teóricas
El olvido de la filosofía 83
Enrique Ipiña Melgar
Mesa 2: Educación
Mesa 5: Memoria
RESEÑAS Y COMENTARIOS
Bolivia, su historia: El valor de un trabajo colectivo 227
Carlos Diego Mesa Gisbert
DOCUMENTOS
Publicaciones del I.E.B. 247
Presentación
tuvimos la Mesa Memoria con la ponencia del Lic. José Antonio Quiroga como po-
nente externo y a la Dra. Pilar Mendieta y el Dr. Ignacio Apaza como representantes
del IEB. La coordinación estuvo a cargo de la Dra. Ximena Medinacelli.
Los aportes del distinguido grupo de participantes externos y el diálogo que
establecieron con los investigadores del IEB permitirán mejorar los resultados de
nuestro esfuerzo colectivo. El acto fue clausurado por la Decana de la Facultad
de Humanidades, la M.Sc. María Eugenia Pareja, a quien agradecemos por su
generoso apoyo.
Paralelamente a las Mesas, el Dr. Felipe Andrés Aliaga, de la Universidad
Santo Tomás de Colombia, quien vino exclusivamente para participar del evento,
dictó un seminario titulado “La necesaria articulación entre la teoría, el método
y los resultados de la investigación” al que asistieron 35 estudiantes de distintas
carreras de la Facultad. Agradecemos a la Decana, M.Sc. María Eugenia Pareja
por su apoyo con la llegada del Dr. Aliaga.
Abrimos las puertas de la casa para ventilarla, para contar con aire fresco.
El resultado ha sido positivo. Estamos agradecidos a los ponentes externos que
han tenido la generosidad de leer nuestros trabajos y opinar sobre ellos. Sus agu-
das observaciones y amables críticas nos alientan a seguir adelante y a superar
problemas señalados. Este es el sentido de la publicación de las ponencias que
se ofrecen en esta edición. En conjunto, tanto las de los investigadores externos
como las presentadas por la casa, son una muestra del trabajo debatido que sirve
también para documentar un momento del desarrollo del Instituto plasmado en
la publicación de 172 artículos a lo largo de 20 años1.
Introducción
Ximena Medinacelli
Coordinadora
INVESTIGACIÓN
16 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
AUTORIDADES, REDES SOCIALES Y CONTROL VERTICAL SAN AGUSTÍN DE TOLEDO 1750-1815 17
Resumen
Abstract
the “Obra pía” founded by Lorenzo de Aldana and the Augustinians order.
During the eighteenth century, some measures taken by the Bourbons,
as the choice of collectors caciques and the control of “obra pía” by
the Crown, marked the life of communities. These tensions led to an
uprising in October 1809, within the context of the crisis of the monarchy
in Charcas, became one of thestarting points of the indigenous uprising
that covered much of the territory of Charcas until 1812 .
2 Ver sobre este tema Marcos Beltrán Ávila: La guerra de independencia en 1810. Colección
Cuarto Centenario de la Jundación de Oruro. ASDI-IEB. 2006. También en René Arze Agui-
rre: Participación popular en la independencia de Bolivia. Don Bosco. 1979.
AUTORIDADES, REDES SOCIALES Y CONTROL VERTICAL SAN AGUSTÍN DE TOLEDO 1750-1815 19
una costumbre que se había dado ya anteriormente en 1780, con los viajes de
Tomás Catari hasta Buenos Aires. Aunque no se tienen datos exactos, es posi-
ble que en la ciudad de la Plata, que se hallaba sacudida en ese momento por la
represión proveniente de la capital del virreinato del Río de la Plata, Titichoca
tomara contacto con otros dos personajes, con quienes empezó a conspirar. El
primero de ellos era el prebendado Andrés Jiménez de León y Mancocápac, per-
sonaje enigmático de pensamiento radical y que promovía el retorno al gobierno
de los Incas; el segundo era Juan Manuel de Cáceres, escribano de la Junta Tui-
tiva de La Paz, que había escapado a la represión junto a algunos subdelegados
comprometidos en el movimiento3.
La conspiración contemplaba una serie de proyectos propuestos probable-
mente por Jiménez de Mancocápac y que se hallaban en los documentos y mani-
fiestos encontrados al develarse la misma. Entre ellos se encuentra la idea de que
frente a la muerte del rey y la traición de las autoridades, debía darse una unión
entre “indios verdaderos” e “indios de pellejo blanco” para defender al soberano;
igualmente se hallan una serie de reivindicaciones como el no pago del tributo
hasta que se defina quién debía recibirlo, la supresión de la mita, el derecho a
nombrar sus autoridades y el rechazo a otras formas de explotación de hacenda-
dos, caciques y subdelegados. Finalmente, los documentos manifestaban que los
indios, en número de más de diez mil se hallaban a la espera de un ejército que
vendría a apoyarlos en sus proyectos.
Tal parece ser que, ya en este momento, una de las primeras acciones de
la conspiración sería la organización de una insurrección general a favor de los
revolucionarios de Buenos Aires y que parte de la misma debería ser el levanta-
miento de los pueblos de indios. Esto fue lo que sucedió en el pueblo de Toledo
los días 30 y 31 de julio de 1810. De acuerdo con Marcos Beltrán Ávila:
La indiada del Toledo, que constaba, según documentos, de dos mil indios más o
menos, se alborotó en tal forma, que hizo consentir había llegado el momento de
estallar la sublevación preparada. Los alcaldes detuvieron a los indios que quisieron
irse a sus estancias, con el pretexto de que tenían que comunicarles un importante
auto. El alcalde Santos Colque, uno de los principales conjurados, que había llegado
a Toledo el 27 de julio, era quien movió a los demás alcaldes, y daba noticias de que
el personaje tan esperado por los indios, debía llegar esos días, y no era otro que don
Manuel Victoriano Titichoca4.
3 Sobre el tema ver María Luisa Soux: El complejo proceso hacia la independencia de Char-
cas. IFEA-ASDI, IEB-PLURAL. 2011. La Paz.
4 Marcos Beltrán Ávila.Sucesos de la guerra de independencia del año 1810. Oruro (1918)
2006. p. 42.
20 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
5 Archivo Histórico Nacional de Madrid (AHN). Consejos 21299. Exp. 1815. Expediente so-
bre captura de sublevados en Charcas.
AUTORIDADES, REDES SOCIALES Y CONTROL VERTICAL SAN AGUSTÍN DE TOLEDO 1750-1815 21
Los estudios sobre el señorío de los soras realizados por Mercedes del Río6
establecen que de forma previa a la dominación inca y durante toda la etapa de
Tawantinsuyo, la vasta región en la que se ubica Toledo fue habitada por los
diferentes ayllus del señorío de los soras, agrupados en cuatro parcialidades, los
que a su vez, contemplaban tres naciones o grupos étnicos. Las parcialidades –de
carácter más territorial– eran Paria, Tapacarí, Sipesipe y Caracollo, mientras que
los grupos étnicos eran los soras (agricultores), los casayas (pastores) y los urus
(pescadores). Los tres grupos étnicos compartían territorios en las cuatro parcia-
lidades del señorío.
El sistema de organización del señorío sora contemplaba un complejo sis-
tema de control de pisos ecológicos–con tierras en la región centro altiplánica
alrededor de su cabecera, Pariamarca y tierras en el valle de Cochabamba, con su
centro en Capinota y los valles de Tapacarí, Arque y Sipesipe–, una organización
interna entre los tres grupos étnico-productivos, de tal manera que cada uno de
ellos, a pesar de su especialización productiva, podía complementar sus medios
de subsistencia y responder al mismo tiempo, como tributarios y mitayos, al sis-
tema inca7, y, finalmente, una relación compleja entre habitantes originarios de
la región –los urus– dominados por otros enviados aparentemente por el Estado
inca como mitimaes –los soras y casayas.
Se conoce que durante la etapa inca los soras de Paria ya habían establecido
relaciones con sus vecinos, los pastores casayas y los pescadores urus, a los que
supuestamente dominaban políticamente; sin embargo los más ricos de estos tres
grupos eran los casayas, descritos por Calancha como “Lustrosos, ábiles, polí-
ticos, linpios y bien agestados; son los mas de estos indios ricos porque tienen
muchos ganados de la tierra; vinieron estos Indios de otras Provincias, i fundolos
ahí el Inca para que fuesen maestros de aquellos Uros…8.
6 Mercedes del Río: Etnicidad, territorialidad y colonialismo en Los Andes. Tradición y cam-
bio entre los Soras de los siglos XVI y XVII. IFEA, IEB, ASDI. La Paz. 2006.
7 El trabajo de mita contemplaba la producción de cereales el valle bajo de Cochabamba y la
producción de coca en los yungas de Pocona y Totora. (ibid.: 72-73).
8 Citado en Mercedes del Río p. 62.
22 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
Sobre esta estructura social, el estado colonial del siglo XVI estableció dos
nuevos elementos: las encomiendas y la obra pía, por un lado y la reducción
toledana, por el otro.
El sistema colonial temprano encomendó a los indios teniendo en cuanta
más la situación geográfica que las relaciones entre los grupos étnicos; así, los
soras de los valles de Cochabamba fueron encomendados de forma separada a
los de las parcialidades del altiplano orureño. Los soras de Paria, es decir los que
tenían su cabecera en el altiplano fueron encomendados a Lorenzo de Aldana,
quien al fin de su vida, arrepentido de los abusos cometidos contra los indios,
estableció una obra pía, devolviendo las tierras de la encomienda a los señores
étnicos soras, pero bajo la administración de la orden de los agustinos. Como
parte de la obra pía, se construyeron un convento y un hospital en Challacollo,
molinos para cereales en Sicaya, en la quebrada de Arque y se establecieron es-
tancias de ganado vacuno, lanar y porcino en las tierras altiplánicas. De acuerdo
con del Río, al no contar con documentos contables de la Obra Pía, no se conoce
con exactitud el manejo económico de la obra, sin embargo, sí se sabe que se
entregaba una dote a las jóvenes pobres y avíos a los mitayos con los réditos que
producían las estancias de dicha obra.
En la década de 1570-1580 se impuso en toda el área andina la reducción
de la población indígena en pueblos. Para ese momento, de acuerdo con Mer-
cedes del Río, los 53 pueblos soras fueron reunidos en cinco reducciones, que
mantuvieron, sin embargo, el antiguo control complementario “a lo largo de una
amplia faja interecológica transversal que descendía desde el altiplano orureño
hasta las valles maiceros de Capinota, Sicaya, Cochabamba y Charamoco”.9
Entre estas reducciones se creó la de San Agustín de Toledo, en el pobla-
do llamado anteriormente Saucare y también Yanacache. En ella se redujo a la
población Casaya que mantuvo también el control del valle de Sicaya, como
muestra el siguiente cuadro:
Cuadro Nº 1
Los Soras de Paria y las reducciones toledanas
En el siglo XVIII San Agustín de Toledo, al igual que los otros pueblos del
partido de Paria10 mantenía su división en parcialidades de Anansaya y Urinsa-
ya, y éstas se dividían a su vez en ayllus. Al mismo tiempo, la presencia de una
economía rural basada en el pastoreo y la complejidad del uso agrícola de una
tierra árida, salitrosa y ubicada a una gran altitud, hacía indispensable un sistema
de tenencia de la tierra en el cual primaran las relaciones andinas tradicionales11.
Es muy probable que ésta haya sido una de las razones principales para que el
sistema de haciendas no penetrara mayormente en la región, con excepción de
algunas estancias particulares y pertenecientes a la obra pía ubicadas al noreste
de la Villa de Oruro, sobre el camino entre Oruro y Cochabamba.
Fernando Cajías, al tratar el tema de la tenencia de la tierra en el partido de
Paria en general establece las siguientes características:
10 Partido que ocupaba las orillas norte, este y sur del lago Poopó. Su capital era para entonces
el pueblo de Poopó y los repartimientos eran Toledo, Challacollo, Challapata, Condo Condo,
Huari, Culta, Quillacas, Aullagas y Salinas de Garci Mendoza.
11 Entre ellas debemos citar el uso comunitario de los bofedales y pastos, la agricultura de la-
dera y el uso de una rotación de cultivos y de descanso organizado por la misma comunidad,
llamado sistema de ainoqa.
12 AGN. Buenos Aires. Padrón de Oruro 1786.
13 Fernando Cajías. Oruro 1781: Sublevación de indios y rebelión criolla. IFEA, IEB, ASDI. La
Paz. 2006. p. 77.
24 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
- Los Ayma. De esta familia figura en 1747 Melchor Ayma; sin embargo,
se trata claramente de un cacique que no pertenece a las tradicionales
familias cacicales anteriores que se constituían en gobernadores que
heredaban el cargo. En este caso figura claramente como cacique ente-
rador, es decir, encargado de cobrar el entero del tributo para la Corona.
La aparición de esta familia y su desaparición posterior nos muestra que
el cargo de cacique se iba convirtiendo en una función cuyo nombra-
miento caía bajo la responsabilidad de las autoridades reales15.
- Los Arocha. Desde fines del siglo XVIII aparece este apellido ligado a
autoridades de San Agustín de Toledo. Así, por ejemplo, aparece la figu-
ra de Francisco Arocha, que era posiblemente capitán de mita, porque
figura en los expedientes relacionado con un problema por el envío de
mitayos a Potosí en 1805; años después aparece Toribio Arocha, indio
principal que acusó en 1809 a Victoriano Titichoca por robo de ganado16.
- Los Fulguera y Arocha, cuyo apellido doble nos remite a una posible
búsqueda de raíces cacicales que les de legitimidad a sus cargos. Así,
por ejemplo, Cipriano Fulguera y Arocha figura en los documentos
como cacique general en 1801, mientras que Basilio Fulguera y Aro-
cha –posiblemente su hijo– aparece como cacique gobernador y alcalde
pedáneo en un juicio sobre cobro de tributos en 1816 y como Capitán
de mita en 1820. La persistencia de miembros de la misma familia y
14 Id. p. 71.
15 Archivo Judicial de Poopó. (AJP) Papeles sin catalogar del pueblo de Toledo. 1747.
16 AJP. No. 1184. Toledo 1811-1812.
AUTORIDADES, REDES SOCIALES Y CONTROL VERTICAL SAN AGUSTÍN DE TOLEDO 1750-1815 25
17 AJP. 52 2 1816. Toledo. Fulguera Basilio y otros Real Justicia sobre cobro de tributos. fs. 13.
18 AJP 49 11 1811. Toledo. Sánchez de Velasco sobre Titichoca y Cayoja. Cobro de cantidad de
pesos. fs. 23.
19 AJP, Memoria de testamento de Roque Titichoca. 1814. 103-0352.
26 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
Del seguimiento de las anteriores familias se puede determinar que aún que-
daba en San Agustín de Toledo una familia de raíz cacical, la de los Fulguera y
Arocha. Aunque no se tiene datos acerca del momento en que esta familia se con-
virtió en cacical y si su situación se remonta a alguna relación con las familias
cacicales del siglo XVI, se ve que en la etapa borbónica se respetó esta tradición,
aunque su poder real fue disminuyendo frente a la presencia de otras autoridades
advenedizas como los caciques enteradores o cobradores.
Frente a la crisis del cacicazgo surgieron nuevas familias pertenecientes al
grupo de originarios, que empezaron a luchar por el poder en cada uno de los
ayllus como en el repartimiento en general. Desde nuestra perspectiva, la lucha
entre los Cayoja y los Titichoca forma parte de la crisis del sistema de cacicaz-
gos, ya que el cargo de Manuel Victoriano Titichoca como cacique gobernador
en 1809, no provenía de ser heredero al mismo sino de la decisión de los mismos
indios del común. De esta manera, al menos en el caso de Toledo, se entrecruzó
el poder de los caciques de sangre (los Fulguera y Arocha) con los caciques ad-
venedizos (los Cayoja y los Titichoca), aunque en este último caso el origen del
poder provino específicamente de la decisión del común, lo que rompía tanto el
sistema antiguo ligado al linaje, como la decisión de las autoridades coloniales,
como fue el caso de los caciques cobradores.
A través del informe, se muestra que, a pesar del debilitamiento de los es-
pacios étnicos y el interés por parte de los Borbón para territorializar la adminis-
tración, los habitantes de Toledo lograron no sólo mantener sus tierras de valle
en Sicaya, sino también que las familias de San Agustín de Toledo mantenían
aún rutas antiguas que conectaban con los valles transcordilleranos de Tarapacá.
El envío de mitayos
La mita a Potosí fue una de las instituciones más resistida del sistema colo-
nial por parte de los pueblos indios. La misma fue criticada por algunos de los
21 AJP. 37 7 1797 Toledo. Comunarios de Toledo contra Francisco de Viedma. Deslinde. fs. 3.
22 ABNB.EC. 198. 1804. fs. 6v-7r.Informe de don Juan Manuel Gaviño Rojas y Argandoña,
cura de Toledo, sobre que la peste que aqueja a esta región no permite la normal contribución
de los tributos.
AUTORIDADES, REDES SOCIALES Y CONTROL VERTICAL SAN AGUSTÍN DE TOLEDO 1750-1815 29
funcionarios de los Borbón y en torno suyo se produjo uno de los más conocidos
debates de fines del siglo XVIII, entre el fiscal Victorián de Villaba y el inten-
dente de Potosí Francisco de Paula Sanz. A pesar de ello, la mita persistió debido
a su importancia económica. En 1812,las Cortes de Cádiz declararon el fin de la
mita pero con el retorno de Fernando VII, la misma volvió, a pesar de la recluta
y la huida de originarios frente a ella. Los datos sobre el envío de mitayos del
partido de Paria, que se muestran en el Cuadro Nº 2 nos muestran que, a pesar
de todo el debate ilustrado y las decisiones de las Cortes Liberales de Cádiz, el
número de mitayos no varió sustancialmente entre 1802 y 1820. Aparentemente,
los borbones no quisieron o no pudieron modificar este sistema de explotación,
manteniendo un sistema que contradecía cada vez de forma más clara los discur-
sos ilustrados.
Cuadro Nº 2
Envío de indios a la mita. Partido de Paria 1802 y 1820
de Sicaya y yo quedé con las manos ligadas para la cobranza del ya citado tercio.
Ya se ve, es verdad de que a fines del mes de octubre último me libró título para que
me encargue de aquel tercio porque Titichoca abandonó y desamparo totalmente,
recomendando a un indio nombrado Manuel Mamani. No pude usar del retenido
título porque acaeció inmediatamente la revolución de aquella provincia y apenas
pude recoger de manos de éste, venciendo toda la resistencia que hizo, ciento treinta
y tres pesos que me entregó a presencia del alcalde pedáneo Don Andrés Venegas23.
23 AJP. 49 11 1811 Toledo. Sanchez de Velasco contra Titichoca y Cayoja por cobro de pesos. Fs. 23.
32 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
Conclusiones
Resumen
Abstract
tion, the way they choose their career and their personal and profes-
sional paths. The study has been done during four school years but
its context can be traced back to l982. The outcomes of this research
account for changes that are taking place among teachers’ careers in
the last 20 years.
1. Teoría y metodología
2 Se trata del Proyecto Reformas educativas y culturas magisteriales. Una mirada desde las es-
cuelas. La Paz y El Alto, l982-2014 que realizo en el Instituto de Estudios Bolivianos, FHCE
con la colaboración de estudiantes de la cátedra de Antropología y Educación.
3 Entendemos por disposición subjetiva el gusto, compromiso, entusiasmo, que tiene o no tie-
ne un maestro por lo que hace. Esta disposición sería la que le permite aceptar los cambios,
asumirlos como desafíos, resistirlos o rechazarlos abiertamente, hasta donde pueda.
4 Esta escala se relaciona con el tamaño de la unidad de análisis que tiene que ser próxi-
mo a la experiencia del investigador, tanto en sus dimensiones temporales como espaciales
(Rockwell, 2009: 77).
MAESTRAS Y MAESTROS EN EL VAIVÉN DE LAS REFORMAS EDUCATIVAS 37
menor medida a los resultados de 2012. Al final, el artículo incluye una síntesis
del análisis de la muestra 2012 que coincide con los resultados de 2011.
5 La elaboración del Diseño Curricular Base de la Ley ASEP ha tenido un recorrido largo desde
que se sentaron las bases de su proyecto de ley en 2006. Su elaboración se caracteriza por
consultas y participación de representantes de pueblos indígenas. En 2011, se iniciaron los
38 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
esta actualización es que los cursos que realizan les permitirán acceder a una
licenciatura pagada por el Estado, como ya ha ocurrido con los primeros maes-
tros que se titularon en septiembre de 2014. En todo caso hasta fines de 2014 los
cambios curriculares se notaron principalmente en las formas de evaluación.
Procedimientos analíticos
b. Elección de la carrera
al, 2000). Estos autores, en los que me incluyo, concluyen que la elección de la
carrera docente no es aleatoria sino que se hace después de haber probado otras
opciones que no dieron resultado.
Creemos que se elige la carrera docente porque no hay otras opciones labo-
rales con las características de seguridad social como las que ofrece el magiste-
rio. La hipótesis encuentra sustento no sólo en la reciente investigación de Lopes
Cardozo ( 2012) quien señala que la edad de los normalistas se ha incrementado.
Se apoya también en declaraciones realizadas por autoridades de la Normal Si-
món Bolivar que señalan que el 40% de sus postulantes son profesionales que no
encuentran trabajo en las carreras que eligieron antes. (La Razón 27 septiembre,
2010, Sociedad)8.
La edad de los profesores es clave para este análisis. Los que son conside-
rados jóvenes en el magisterio (1-9 años de servicio) deberían tener 30-32 años
de edad o menos bajo el supuesto que estos maestros ingresaron a la normal in-
mediatamente después de salir bachilleres (l7-18 años) –es decir que eligieron la
carrera como primera opción- que estudiaron tres años para ser profesores y que
se iniciaron en el magisterio entre los 21-23 años, inmediatamente después de ti-
tularse como ocurría antes de 2006. En estos casos el ingreso habría sido directo.
Entonces, para hacer el ejercicio analítico, se toma 23 años como paráme-
tro de comparación. Así, los que tienen 9 años de servicio y una edad mayor
a 32 años serían maestros que no eligieron la profesión como primera opción
pero que tuvieron que tomarla porque ofrece un trabajo seguro. Estos maestros
habrían elegido la carrera de manera tardía. Igual criterio se usa para los maes-
tros considerados antiguos en esta investigación. Este ejercicio permite observar
también la actual composición social del magisterio sugiriendo que a diferencia
de lo que pasaba a principios del siglo XX, el de fines del siglo se caracteriza
por estar formado por hijos de migrantes de provincias que buscan asegurarse
un futuro estudiando una carrera corta –hasta 2010–, que continúa ofreciendo
condiciones laborales seguras gracias a su organización gremial.
Asimismo en los registros encontramos muchos maestros de edad avanzada
en el ejercicio de la docencia sugiriendo también que en los últimos años los
8 La misma fuente indica que a la Escuela Superior de Maestros Simón Bolívar en 2010 se
postularon 10 mil e ingresaron 900 estudiantes. En el mismo año, a nivel nacional ingresaron
8000 y egresaron 5000 según el Vice Ministro de Educación Superior Diego Pari. Pero sólo
4000 consiguen un cargo porque el Ministerio de Finanzas sólo otorga ese número de ítems
desde el año 2000. Por ello a 2010 había 12000 maestros sin puestos de trabajo, 10 mil de
primaria y 2000 de secundaria. Sin embargo la afluencia a las antes llamadas normales no
disminuye aunque en los últimos años no convocan a postulantes anualmente por el exceso
de maestros sin cargo.
MAESTRAS Y MAESTROS EN EL VAIVÉN DE LAS REFORMAS EDUCATIVAS 41
maestros prolongan el ejercicio profesional más allá de los 30 años. Creemos que
por la prolongación del servicio hay ausencia de puestos de trabajo para los jó-
venes. Por ello analizamos cómo se presenta esta dimensión del problema en los
dos lugares del estudio. Este es otro tema que surge del análisis de la información
que podría ser motivante para la realización de una tesis, no sólo de licenciatura.
Tabla Nº 1
Muestras 2011 y 2012
Años Nº U. E. Nº de maestros
2011 19 31
2012 11 39
Total 30 70
Fuente: Elaboración propia con información de campo
Escuelas y colegios
Ciudad de El Alto
Las escuelas y colegios en los que trabajan los maestros del estudio en-
trevistados en El Alto son cinco. Están ubicados en distintas zonas: Santiago
1º, Cosmos 79, Ciudad Satélite, Alto Villa Victoria y Villa Tunari. Todos estos
barrios se encuentran hacia el sur menos Villa Tunari que corresponde a la zona
norte de El Alto11.
Cuatro de estos establecimientos educativos son de nivel secundario y uno
es de nivel primario. Son antiguos, fundados en la década de 1980 menos el
Colegio Nacional Villa Tunari, que inició actividades antes, por lo que se con-
sidera tradicional12. Tres de los cinco son grandes, hay dos medianos y todos
son mixtos, es decir que atienden a niños y jóvenes de ambos sexos. Los cinco
establecimientos estudiados en El Alto están equipados y son fiscales aunque dos
funcionan con convenios, de modo que el Estado paga a los maestros pero una
institución, generalmente religiosa se ocupa de administrarlos. Esta muestra no
tiene establecimientos de administración privada.
10 Los maestros entrevistados son mayoritariamente de secundaria, aunque hay también de pri-
maria y de nivel inicial.
11 La zona sur de El Alto, donde se encuentra La Ceja, fue la primera que se pobló por su proxi-
midad a la ciudad de La Paz.
12 Como se dijo en la nota 5, ver nota 7. En cuanto al tamaño de los centros escolares hemos
definido que es grande cuando tiene más de 801 estudiantes, mediana son las que tienen entre
301 y 800 y pequeñas son las que alcanzan a 300 estudiantes.
MAESTRAS Y MAESTROS EN EL VAIVÉN DE LAS REFORMAS EDUCATIVAS 43
Tabla Nº 2
El Alto. Maestros. Año de egreso y unidad educativa (U.E).
13 En el Escalafón Nacional del Servicio Educativo que es de 1957 y que tiene varios anexos que
lo actualizan, no se dice nada sobre la edad obligatoria para la jubilación de un maestro. Antes
sin embargo se jubilaban después de 25-30 años de servicio pero ahora se observan maestros
mayores en las escuelas. A esta situación le llamamos “prolongación de la carrera”, pues el
maestro o la maestra continúa trabajando a pesar de haber pasado los 30 años de servicio.
14 Oficialmente, esta cantidad se tiende a atribuir a la resistencia a la jubilación de los maestros y
no a problemas de planificación. Sin embargo, las prácticas del poder hacen que muchas veces
ingresan a las normales estudiantes recomendados que rompen los límites planificados.
MAESTRAS Y MAESTROS EN EL VAIVÉN DE LAS REFORMAS EDUCATIVAS 45
ley aunque consideran que tardará en aplicarse por falta de información. Remar-
can que llegó el momento de valorar nuestras culturas y también destacan el
parecido con la anterior ley. Sólo el maestro que egresó en l983 tuvo una opinión
distinta señalando que es adecuada para el área rural y no para las ciudades.
En el análisis realizado sobre muestras tomadas en El Alto vemos una opi-
nión favorable a la ley tanto de maestros antiguos como de jóvenes en el ma-
gisterio ya sea que estos hayan abrazado la carrera como primera opción o de
manera tardía. Por todo lo anterior y a manera de cierre de esta sección, podemos
sostener como hipótesis que en El Alto, de acuerdo con el análisis realizado con
información de la Muestra 2011de este estudio, hay condiciones subjetivas favo-
rables hacia las propuestas que plantea la nueva ley de educación.
Aquí cabe señalar que en la reforma anterior se apostó por los maestros
jóvenes para impulsar su aplicación y resultó que los antiguos pudieron también
apropiarse de sus propuestas por su mayor experiencia (Talavera 1999). En el
análisis realizado se observa que tanto maestros jóvenes como antiguos tienen
una disposición favorable a la aplicación de la ley ASEP. Por tanto no se puede
tener una mentalidad mecánica para tomar decisiones ni para apostar en las ex-
pectativas; es necesario conocer la realidad en profundidad examinándola como
con una lupa para aproximarnos al conocimiento de cómo se comportarán los
maestros frente a la nueva ley.
Ciudad de La Paz
Veamos ahora qué pasa en las otras seis escuelas de La Paz, de las cuales
cinco son antiguas y una es nueva. Los establecimientos antiguos, fundados en-
tre 1980 y 2002 tienen todos los niveles de escolaridad, con una cantidad de
estudiantes que aquí hemos tipificado como mediana y pequeña; la mayoría son
fiscales. Sólo hay un establecimiento de convenio y de todos ellos sólo uno está
equipado con recursos electrónicos. Esta es una característica que los diferencia
de los colegios y escuelas tradicionales y de las escuelas de El Alto, que en su
gran mayoría cuentan con equipamiento electrónico en todos los tipos de admi-
16 La profesionalización del magisterio es un servicio que el Estado ofrece a los maestros que
ingresan sin formación teórica previa en lugares alejados donde no hay maestros normalistas;
ha sido una preocupación permanente del magisterio. Con la expansión de la educación desde
1955, los maestros interinos superaron en número a los normalistas de modo que en l958
constituían el 56% del total. En 1983 el porcentaje de interinos bajó al 40% y con la LRE de
l994 se redujo a 19% (Talavera, 2011:249).
48 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
Conclusiones iniciales
18 En 2007 el Instituto Normal Simón Bolivar tuvo 17000 postulantes a 500 plazas que signifi-
caba aceptar al 3%. En 2010 en todas las normales del país los postulantes eran 56.000 para
7000 plazas que luego se aumentaron a 9000. Ese año, un poco más del 15% ingresó con una
calificación de 51% ampliando así el margen de admitidos. Desde entonces los procesos de
admisión no se realizan cada año. El último se hizo en 2013 y se esperaba que el próximo
50 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
de que en los últimos años hay un número grande de maestros normalistas sin
puesto de trabajo19. No se sabe si esto se debe a su excesivo número o a la falta de
jubilación de los maestros antiguos. En nuestras muestras, registramos la segun-
da situación en un poco menos de la cuarta parte de los casos estudiados (7/31),
lo que significaría que 22 maestros de cada 100 estarían prolongando la carrera.
Proyectando estos números a una escala mayor podrían apoyar la hipótesis de
que la prolongación de la carrera estaría impidiendo la incorporación de nue-
vos normalistas al magisterio. La magnitud de esta situación explicaría la activa
demanda del magisterio sobre este tema junto con movilizaciones de la Central
Obrera Boliviana en el mes de mayo de 2013. Recientemente (2015), Jose Luis
Alvarez hizo declaraciones a la prensa en contra de las condiciones de jubilación
del magisterio (Radio Panamericana, octubre, 2015).
sea en 2015. Todo esto por el excesivo número de normalistas sin cargo. (Lopes Cardozo,
ibid. 136) En información radial el dirigente del magisterio paceño Prof. José Luis Alvarez
informaba que hay maestros normalistas que egresaron en 2006 que aún no acceden a un
item. (Radio Panamericana, informativo de la mañana, 7 de marzo de 2014).
19 El diario El Deber señala que 20. 000 maestros normalistas están sin puestos de trabajo y si
se considera que el total de maestros asciende a 130. 000, más de 28000 estarían prolongando
la carrera, de acuerdo con los cálculos que surgen de nuestras pequeñas muestras. Es decir
que la falta de cargos para maestros normalistas recientemente titulados se debería a la pro-
longación de la carrera ante una ley de jubilación poco conveniente para los maestros, como
declaró el dirigente del magisterio paceño José Luis Alvarez (La Razón, Sociedad, 27 de
septiembre 2010). En todo caso es necesario estudiar las condiciones en las que se jubilaban
antes los maestros para establecer por qué ahora no quieren jubilarse.
MAESTRAS Y MAESTROS EN EL VAIVÉN DE LAS REFORMAS EDUCATIVAS 51
Trayectorias y contextos
El Alto
Las escuelas y colegios en los que trabajan los maestros del estudio entrevis-
tados en El Alto son cuatro. Uno ya se encuentra en la muestra 2011, es de con-
venio y está ubicado en Alto Villa Victoria. De los tres restantes, dos son parti-
culares, uno se encuentra en la Zona Mururata y el otro en el Cruce a Villa Adela.
Ambos atienden el nivel primario y secundario en tanto que el de convenio tiene
también el nivel inicial, lo que hace que sea un colegio grande en comparación
con sus pares particulares de la muestra que son de tamaño mediano. Los tres
están equipados, es decir que cuentan con por lo menos salas de computación y
canchas deportivas así como auditorios o laboratorios. Por último presentamos al
colegio fiscal ubicado en Alto Lima que aunque cuenta con poca información lo
tenemos en cuenta por el número de maestros en él entrevistados.
Si se tiene en cuenta los años de servicio, criterio para incluirlos en una u
otra categoría, tres son “jóvenes” y doce son “antiguos” lo que proporcional-
mente señalaría que aquí hay menos jóvenes y más antiguos que en los colegios
estudiados en El Alto en 2011.Nos interesa ahora analizar cómo fue el ingreso
de los maestros así categorizados. Veamos. Estableciendo la relación edad/años
de servicio, se observa que dos de los tres jóvenes ingresaron directamente a la
normal y uno se atrasó porque se inició como interino y al parecer, luego de algu-
nos años de trabajo, hizo sus estudios. Lo que llama la atención es que entre los
doce maestros antiguos tres tuvieron ingreso tardío, es decir la cuarta parte del
total. Entonces resulta que hay coincidencias en estas dos muestras con relación
al tipo de ingreso de los maestros de El Alto: la mayoría elige la carrera docente
como primera opción, iniciando sus estudios normalistas casi inmediatamente
después de ser bachilleres.
Ahora bien, separando a los maestros antiguos en dos categorías según los
años en los que se formaron resulta que tres lo hicieron entre l977 y l980, antes
de la LRE y entre ellos ninguno tuvo una opción anterior a la docencia. Podría-
mos decir que como la formación de los muy antiguos data de fines de los 70 y
52 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
principios de los 80, cuando la docencia no era muy apreciada como ocupación
laboral, el ingreso a las normales era generalmente directo. El ingreso tardío
aparecería después, entre los que se formaron con la LRE, a diferencia de lo que
ocurre con la anterior muestra. El ingreso tardío en El Alto ocurre principalmente
entre l998 y 2003. Además de que se trata de maestros que ingresaron directa-
mente a la normal en esta muestra encontramos que dos tercios de ellos tienen
otros estudios. Así, un tercio hizo licenciaturas en educación (4/12) y otros tres
tomaron cursos técnicos en electricidad o electrónica. Uno dice que es sólo pro-
fesor y otro que es comerciante. No contamos con información para los otros tres
pero es probable que sean solo profesores.
De los cuatro que hicieron estudios de licenciatura en educación tres tienen
más de 30 años de servicio en la docencia e hicieron sus estudios normalistas
entre fines de 1970 y principios de la siguiente década. Se trata entonces de
maestros con largas trayectorias que probablemente estaban a mitad de su carrera
profesional cuando se aprobó la Ley de Reforma Educativa de l994, una de cuyas
normas solicitó el nivel de licenciatura a los maestros normalistas. Entonces aquí
estamos viendo las consecuencias de esta reforma en maestros ahora antiguos.
Con relación a la formación post normalista de los jóvenes, de los tres que hay
en la muestra sólo uno tiene licenciatura en educación y es además técnico me-
dio en electricidad. Esto quiza se deba a que a partir de 2003 la aplicación de la
LRE perdió fuerza provocando una pausa en la formación post normalista de los
nuevos maestros.
En la investigación de Urquiola et al, encontramos que los maestros que
buscan insertarse en el sector privado de la educación necesitan contar con los
estudios de licenciatura. Aquí nuevamente vemos que los maestros ubicados en
colegios de convenio o privado cuentan con los estudios de licenciatura. Recor-
demos que en esta muestra dos de los colegios son privados, uno es de convenio
y otro es fiscal. Remarcamos el peso de los colegios privados en esta pequeña
muestra en las características que tienen sus maestros.
A manera de cierre
Ciudad de La Paz
sugiriendo que el ingreso tardío es un fenómeno reciente entre los jóvenes. Asi-
mismo es interesante señalar que entre los maestros antiguos el ingreso directo
es mayoritario. Sin embargo si se analiza la relación de manera conjunta ambos
tipos de ingreso se distribuyen equitativamente entre todos los entrevistados.
Tabla Nº 3
La Paz. Maestros por años de egreso. Muestra 2012
Un análisis de los dos grupos de maestros que aquí analizamos señala que
tanto en La Paz como en El Alto, la mitad realizó estudios universitarios siguiendo
las normas de la LRE que exigía el nivel de licenciatura a los maestros normalistas.
Se observa además que este grupo de maestros en conjunto se formó desde
l974 hasta 2011. Los docentes antiguos entrevistados se formaron entre l974 y
2001 y los jóvenes estudiaron entre 2003 y 2011, es decir en momentos en que
la LRE se encontraba aún vigente aunque al mismo tiempo ya no tenía quien la
impulse desde el Estado.
Recordemos que entre 1999 y 2004 es el periodo en el que el Estado delegó
a las universidades la administración de las normales. En estos años hubo una
mayor exigencia en la selección de los postulantes. Es también un periodo en
el que la docencia se convirtió en una carrera altamente demandada por la se-
guridad laboral que ofrecía en el contexto de las medidas de ajuste estructural.
Esta situación explicaría el ingreso de personas mayores a la carrera, es decir
maestros con ingreso tardío como es el caso de los jóvenes de la tabla que ana-
lizamos que dijeron tener formación universitaria coherente con la especialidad
normalista. (Ver caso de maestros jóvenes en la tabla). Cabe también apuntar que
en este grupo hemos encontrado dos maestros interinos que cursaron estudios
para obtener su titulo, a ellos oficialmente se les llama “profesionalizados”, otra
exigencia de la LRE que impulsó la profesionalización de maestros interinos
dado su alto número20.
Con relación a la prolongación de la carrera, en esta muestra hay sólo dos
maestros que tienen 60 o más años. Uno de ellos se inició en la docencia sin es-
tudios previos y el otro tuvo ingreso tardío. Ambos trabajan en colegios fiscales.
20 En los años de l980 40% de los maestros ejercía sin ser normalista (Talavera, 2011: 249).
56 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
Bibliografía
ROCKWELL, Elsie.
2007 La experiencia etnográfica, Paidós, Buenos Aires
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2006 “La etnografía como una metodología y su aplicación al estudio de la escuela: una
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Rada Lecturas de Antropología para educadores. El ámbito de la antropología de
la educación y de la etnografía escolar. 2º reimpresión, Editorial Trotta, Barcelona.
Resumen
Abstract
1. Introducción
ejemplo, para esquema recinto, los interiores se aparean con interiores, los exte-
riores con exteriores; para el esquema trayectoria, el dominio de origen se aparea
con el origen, etc. Lakoff (1993, p. 215).
Las metáforas ontológicas son aquellas que nos permiten entender nuestras
experiencias en términos de objetos y sustancias, elegimos nuestras experien-
cias cotidianas mediante estas metáforas. A los diversos fenómenos naturales
tratamos como entidades discretas o sustancias de un tipo uniforme (Lakoff y
Johnson 1995: 63). Por lo tanto, las metáforas ontológicas nos dan la posibilidad
de explicar sus modos de ser, sus principios, sus formas de actuar, etc., de los
diversos fenómenos.
Las metáforas ontológicas son clasificadas en este tipo por lo que caracteri-
zan un fenómeno de forma peculiar mediante su consideración como una entidad,
una sustancia, un recipiente, una persona, etc. De acuerdo con J. Nubiola (2000,
p. 6) los conceptos, por ejemplo, de SUSTANCIA, OBJETO, RECIPIENTE,
surgen de nuestra experiencia: nos experimentamos a nosotros mismos como
entidades separadas del resto, como recipiente, con una parte exterior y otra in-
terior; nos experimentamos como hechos de cierta sustancia –carne, hueso- y
experimentamos las demás cosas hechas de diferentes sustancias: madera, plásti-
co, metal, etc. En términos de conceptos básicos como OBJETO, SUSTANCIA,
RECIPIENTE, PERSONA, entre otras, forjamos las metáforas ontológicas, por
lo que tienen su base en esos correlatos sistemáticos de nuestra experiencia.
Referente a las metáforas de RECIPIENTE que forman parte de las metáfo-
ras ontológicas, por ejemplo, Lakoff y Johnson (1995) afirman:
“Somos seres físicos, limitados y separados del resto del mundo por la superficie
de nuestra piel, y experimentamos el resto del mundo como algo fuera de nosotros.
Cada uno de nosotros es un recipiente con una superficie limitada y una orienta-
ción dentro-afuera. Proyectamos nuestras propias orientaciones dentro-fuera sobre
otros objetos físicos que están limitados por superficies. Así pues, los consideramos
también recipientes con un interior y un exterior. Las habitaciones y las casas son
obvias recipientes. Ir de una habitación a otra es ir de un recipiente a otro, es decir,
salir de una habitación y entrar en otra” (Lakoff y Johnson, 1995, p. 67).
(lluvia), juyphi (helada), chhijchhi (granizo), ‘q’ixu’ (rayo) y wayra (viento). Esto
nos permite comprender una amplia diversidad de experiencias con entidades no
humanas en términos de motivaciones, producto de la imaginación y por efectos
de la inferencia, sus características y actividades humanas.
(1)
a. Jalluw katjitu Me atrapó la lluvia
b. Juyphiw q’ala yapu apasxi La helada se lo llevó todo el cultivo
c. Chhijchhix yapu k’utsuwayasax El granizo se fue después de
sarxiwa destruir el cultivo
d. Q’ixuw utar puritayna El rayo había llegado a la casa
e. Wayraw punchu aparitu El viento me quitó el poncho
(2)
a. Tata Intix mistuniwa Ya salió el Padre Sol
b. Mama P axsix mantxiwa
h
Ya entró la Madre Luna
c. Tata Intix usutawa El padre sol está enfermo
d. Mama Phaxsix chikaskistuwa La madre luna está junto a nosotros
(3)
a. Yapu llamayux niya Ya se aproxima la época de cosecha
jak’achaniwa
METÁFORAS ONTOLÓGICAS Y CONCEPCIÓN DEL TIEMPO EN AYMARA 65
(4)
a. Machaqa maraxa jak’achaniwa Se aproxima el año nuevo
b. Niyawa jallu pacharu mantañäni Ya entraremos al año nuevo
Las expresiones (4a) y /4b) describe las escenas en la que el tiempo se con-
ceptúa en términos de entidades y sustancias. Por ejemplo, en la primera expre-
sión (4a), la unidad de tiempo machaqa mara (año nuevo) es concebida como
un OBJETO (nuevo) que se mueve hacia nosotros; en la segunda expresión (4b)
jallu pacha (época de lluvia) se concibe como un RECINTO al que nos acer-
camos para ingresar. Esta clase de expresiones nos permiten comprender que
algunos elementos naturales como wayra (viento), jallu (lluvia), o las diferentes
unidades de tiempo como uru (día), paqa (semana), phaxsi (mes), jallu pacha
(época de lluvia), mara (año), etc., concebimos en términos de entidades, objetos
y sustancias. En los diferentes contextos lingüísticos el empleo de la ‘metáfora’
es aceptable al permitir la comunicación más inteligible entre los miembros de
la comunidad lingüística.
ontológicas. Cabe aclarar que aquí denominamos ‘tiempo’ a las unidades del
prototipo TIEMPO que corresponden a las distintas categorías de tiempo como
RECINTOS/LUGARES, como RECURSOS y como OBJETOS y COSAS. Por
lo tanto, el TIEMPO no es lo mismo que ‘tiempo’ con referencia a las actividades
temporales como día, semana, mes, año, época, etc.
En la lengua aymara existen una serie de expresiones en las que algunas uni-
dades de tiempo se configuran en términos de lugares o recintos con sus propias
características. Los tiempos se visualizan como lugares por los que pasamos,
recintos a los que ingresamos, lugares en los que permanecemos, o desde los
que salimos, tiene una extensión, está delimitado por fronteras, etc. El conjunto
de acciones que realizamos respecto al recinto está marcado por verbos de mo-
vimiento como mantaña (entrar), mistuña (salir), jak’achaña (acercar), etc., a
su vez, están relacionadas con el esquema topológico de RECINTO que incluye
una zona exterior, una zona interior, una entrada, una salida y límites. Ejemplos:
(5)
a. Niyaw jallu pachar mantañani Ya entraremos a la época de lluvia
b. Mach’a maratx mistuñaniwa Saldremos del año de pobreza
En las expresiones anteriores, mediante el verbo mantaña (5a) establecemos
una ruta desde el exterior hacia el interior, mientras que mistuña en (5b) expresa
lo contrario. La concepción aymara del tiempo como RECINTOS/LUGARES
tiene su base en muchas otras expresiones como las siguientes:
(6)
a. Qharurutx yaqha mararuw Desde mañana ya entraremos al otro año
mantxañani
b. Yuqajax niyawa tunka marar Mi hijo ya está entrando a los diez años
mantki
c. Juyphi pachanktanwa Estamos en la época de helada
d. Aka marat ukhampachas Asimismo, logramos salir de este año
jikstawiytanwa
Las acciones que realizamos, desde afuera, hacia dentro, dentro, hacia afue-
ra o al paso por el RECINTO, están expresadas por verbos de movimiento como
mantaña, ukankaña y jikstaña. Estas expresiones dan cuenta que el tiempo en
aymara se concibe como un RECINTO y sobre la base de nuestras experiencias
y conocimientos activamos la metáfora LOS TIEMPOS SON RECINTOS/LU-
GARES como una entrada, una salida, una extensión, límites, etc.
El tiempo no sólo es concebido como un recinto cerrado, sino que en su
interior, a su vez, puede haber otros recintos. Por ejemplo, un periodo de tiempo
como yapuchawi (cultivo) comprende diferentes etapas: yapu sata (siembra),
yapu picha (aporque y cuidados) y yapu llamayu (cosecha). Estas unidades de
tiempo responden a una secuencia lineal y, a una orden como ubicada en el es-
pacio, así a yapu sata le sigue yapu picha, a yapu picha le sigue yapu llamayu, y
comienza un nuevo ciclo agrícola en el mismo orden.
Yapuchawi. Cultivo
Yapu
Yapu
Yapu
sata
picha
llamayu
Figura Nº 1
Yapuchawi (Cultivo) y sucesión de unidades de tiempo en su interior
Nayra
Taypi
Qhipa
sata
sata
sata
Figura Nº 2
Secuencia de sub unidades de tiempo al interior de Yapu sata (Época de siembra)
68 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
Esto significa que las unidades de tiempo son consideradas como espacios
físicos, tienen una disposición, obedecen a cierto orden, una época está ubicada
detrás de la otra, etc. Así, Yapuchawi como un periodo de cultivo, está compuesta
por otras unidades ordenadas en secuencia temporal: yapu sata, yapu picha y
yapu llamayu. En Yapu sata, a su vez, existen otras subunidades de tiempo: nayra
sata, taypi sata y qhipa sata, también ordenadas en secuencia temporal y lineal.
El análisis de las expresiones anteriores se refiere al tiempo en términos
de RECINTOS o LUGARES donde el movimiento y dirección del Ego o del
observador canónico, están marcados por verbos mantaña, ukankaña y jikstaña.
Estos verbos, a su vez, están acompañados por elementos morfológicos, como
las marcas de aspecto verbal, número, dirección, etc. Mediante este tipo de ex-
presiones comprendemos los mensajes y sobre la base de nuestros conocimien-
tos y experiencias se instancia la metáfora LAS UNIDADES DE TIEMPO SON
RECINTOS/LUGARES.
Expresiones Correspondencias
a. Niyaw jallu pachar mantañani a. Entrar a la época de lluvia corresponde
Ya entraremos a la época de lluvia ingresar a un recinto o lugar.
b. Yuqajax niyaw tunka marar mantki b. Alcanzar una edad determinada es como
Mi hijo ya está entando a los diez años entrar a un lugar.
c. Aka mar ukhampachs jikstawiytanwa c. Vencer las dificultades es como salir de un
(Asimismo) Logramos salir de este año recinto inadecuado.
d. Qharurutx yaqha mararuw mantxañani d. Ingresar a otro día es entrar a un lugar
Desde mañana ya entraremos al otro año desconocido
e. Juyphi pachankxtanwa e. Estar en la época de helada es permanecer
Ya estamos en la época de helada en un recinto
formas de concebir el tiempo con tamaño y formas distintas, son comunes entre
los aymaras y están reflejadas en expresiones como:
(7)
a. Jichhax Urux jach’awa, Ahora el día es largo, la noche es corta
arumaw jisk’a
b. Aka marax niy tukuskiwa Ya (se) acaba (termina) este año
c. Niyaw machaq marax purini Pronto llegará el año nuevo
d. Mirq’i marax tukuskiwa Se (está terminando) acaba el año
(usado) viejo
Expresiones Correspondencias
a. Aka marax niy tukuskiwa a. El fin de año corresponde a que se acaba el
Ya (se) acaba (termina) este año recurso.
b. Uka Jach’a urux jutaskiwa b. Los días grandes corresponden a la proximidad
Está viniendo ese (día grande) gran día de los recursos importantes.
c. Jichhax urux jisk’akiwa, arumaw jach’axa c. Los días largos y noches cortas, corresponden
Ahora el día es corto la noche es larga al tamaño y longitud de los recursos.
(agrande) d. La proximidad del año nuevo corresponde a la
d. Niyaw machaq marax purini llegada de un recurso nuevo.
Pronto llegará el año nuevo e. El fin de año corresponde al agotamiento del
e. Mirq’i marax tukuskiwa recurso.
Se (está terminando) acaba el año
(usado) viejo
(8)
a. No pierdas tu tiempo valioso
b. Toma tu tiempo necesario hasta concluir
c. Hay que dar el tiempo necesario para gobernar al nuevo Presidente
d. Por hoy no tengo tiempo
e. Juan dio tiempo para reflexionar
(9)
a. *Voy a rifar mi tiempo
b. *Présteme unos minutos
c. *Ojalá me regalaras cinco minutos de tu tiempo
e. *No puedo regalar mis años, etc.
6. Conclusiones
Bibliografía
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dios Bolivianos-UMSA, 2008.
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ries and the lexicon. Cambridge: Cambridge University Press. Pp. 36-149, 1985.
DEBATE
76 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
77
Mesa Nº 1
Perspectivas teóricas
78 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
79
Introducción a la Mesa Nº 1:
Perspectivas teóricas
1. El criterio temático
1 Marcelo Villena Alvarado (La Paz, 1965) es doctor en “Historia y semiología del texto y de
la imagen” por la Universidad de Paris VII-Denis Diderot.
80 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
2. El privilegio teórico-filosófico
3. La situación actual
Por uno u otro lado, las intervenciones leídas en esta mesa han confluido
en torno a una preocupación fundamental expresada en el trabajo del Dr.
Ipiña Melgar: “El olvido de la filosofía”, título que evocando el problema del
“olvido del Ser” cuestiona nuestro trabajo ante las encrucijadas del desencanto
e inautenticidad modernas. En suma, ante la alternativa que caracterizaría la
llamada “situación actual” que Georges Didi-Hubermann (leyendo a Walter
Benjamin) describe como la pérdida de lo “original”, del origen en el sentido
metafísico del término; como pérdida del sentido en general.
Los distintos trabajos no han dejado de preguntar cómo la revista y el trabajo
del IEB encaran semejante situación. Pero creo que también han precisado cierta
exigencia: la de asumirla como momento de crisis, por supuesto. Pero, no para
seguir el juego sobre la muerte generalizada de los valores, ni para simplemente
lanzar el grito al cielo añorando los buenos valores de antaño. En mi modesto
entender, para nuestro trabajo también vendría bien la exigencia formulada por
Didi-Hubermann, que apuntaría a desplazar el dilema que opone la opción anti-
moderna (donde la nostalgia del origen termina por silenciar el problema de la
inautenticidad) y la opción postmoderna (que eclipsa el problema y el discurso
del sentido, del valor, de las verdades, de las formas). Creo que las intervenciones
expuestas en esta mesa nos han sugerido, finalmente, que esa es la exigencia mayor.
83
El olvido de la filosofía
1 Doctor en Filosofía por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, profesor de secunda-
ria y de nivel superior. Consultor en educación y desarrollo organizacional.
84 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
construyendo sus propias bases teóricas, una vez que la filosofía parecía haber
llegado a su propio límite y que ya no ofrecía sustento a estos nuevos desarrollos.
Lo mismo sucedió con la química, que gracias a los hallazgos de la microfísica,
muy pronto se vio a sí misma como una anticuada ciencia de probetas, retortas
y balanzas. En lo sucesivo, se vería mejor atada a la física, buscando con ella
esas dichosas bases teóricas, cada día más elusivas porque todo era realmente
provisional y no pasaban cinco años sin que nuevos hallazgos y nuevas teorías
pusieran en duda todo lo logrado hasta entonces. Así entramos en la segunda
mitad del siglo XX.
El esplendor de los grandes filósofos de este cercano siglo (Martin Heide-
gger, Jean-Paul Sartre) que, en realidad, abandonaron a la naturaleza para cen-
trarse en el hombre personal, no alcanzó para devolvernos la fe en la seguridad
amenazada. Las guerras mundiales que segaron la vida a decenas y decenas de
millones de hombres con las poderosas máquinas de matar que la ciencia puso
en manos de los poderosos, acabaron por quitarnos la fe en las promesas del po-
sitivismo decimonónico. La seguridad que ofrecía la ciencia no era mejor que la
que un día nos había prometido la filosofía.
Y así terminamos el siglo de las grandes guerras: con el desencanto de la
ciencia y el olvido de la filosofía. Con una legión de científicos puros, encerrados
en sus propios marcos lógicos, sin advertir la nube de incertidumbres, contradic-
ciones y misterios que los fue envolviendo. La filosofía quedó al margen, con la
honrosa excepción de un grupo de auténticos filósofos, entre los cuales destacan
Louis Althusser, Jacques Derrida, Jürgen Habermas y Michel Foucault. A pesar
de todo, el saber perdió su unidad y su universalidad. En los hechos, hoy nos
encontramos con un panorama más problemático que nunca:
• Las ideologías sólo se justifican por la defensa de los derechos de una clase,
de una raza, de una religión; o por los intereses económicos y políticos de
determinados sectores. Ya no apelan a una filosofía del hombre, la socie-
dad, o de la historia.
• Las ciencias naturales cada vez son más «técnicas», cuando no se limitan
simplemente a describir los fenómenos y sus mecanismos; como por ejem-
plo; las neurociencias. Casi todas se hallan sin justificación racional para los
grandes hallazgos realizados con las nuevas herramientas de la informática.
De esa manera, la microfísica, la microbiología, la genética, el Big Bang y la
magna historia del espacio y el tiempo, no tienen una explicación suficiente.
Solo se describen hasta donde es posible. Más allá: el misterio.
• En el ámbito de las ciencias sociales, el debate sobre los grandes problemas
se ha estancado. Ya casi nadie investiga el derecho penal, la victimología y
la criminalística, el derecho a la vida y a la muerte; o la ética, más necesaria
que nunca en las dimensiones de un mundo superpoblado y en un medio
ambiental al borde de la catástrofe.
EL OLVIDO DE LA FILOSOFÍA 87
• Por su lado, las ciencias políticas se encuentran perplejas ante las divergentes
concepciones de la democracia, que de esa manera muestra sus profundas
debilidades, mientras la convivencia humana empieza a parecer imposible.
• Ante esta compleja situación, deberíamos establecer la imperiosa necesidad
de volver a la investigación filosófica, aplicando críticamente los grandes
principios de valor universal a todas las ciencias:
- Identidad del ser y del pensar: las leyes del pensar no pueden ser dife-
rentes de las leyes del ser. La lógica es la otra cara de la ontología.
- Todo efecto tiene causa.
- Nada existe sin razón suficiente para existir.
- Entre el ser y el no ser no hay término medio.
- El ser no puede ser y no ser al mismo tiempo y bajo el mismo aspecto.
- La esencia del ser es ser, pero todos los seres del universo pueden ser o
no ser.
- Nada entra en el entendimiento si previamente no pasa por los sentidos.
• Tal vez sea necesario volver a empuñar la navaja de Occam para eliminar
muchos entes que fueron creados sin necesidad.
• Tal vez sea necesario ir tras los vestigios de la razón pura y de la lógica
extraviada; y no contentarnos con repetir lo que dicen los autores más cono-
cidos que, a su vez, repiten lo que decían otros.
• Tal vez sea necesario reconstruir los más elementales fundamentos teóricos
y críticos de las matemáticas (el algoritmo, la ecuación) o de las ciencias
naturales (la observación directa) o de las ciencias sociales (el comporta-
miento humano).
• Tal vez sea necesario preguntarnos más exhaustivamente sobre las presuntas
verdades; sin apresurarnos a formular las respuestas o llegar a conclusiones
que siempre serán solamente provisionales.
88 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
• Sobre todo se debería analizar y evaluar los métodos de las diversas discipli-
nas, para establecer la práctica y la experiencia como sus fundamentos.
• La bibliografía referencial debería ceder el primer lugar de apoyo al gran
libro de la realidad y la experiencia de la misma.
• La reflexión debería siempre seguir y nunca anteceder a la experiencia.
1 Versión para publicación de la exposición del Dr. Daniel Elío-Calvo Orozco en la Mesa Nº 1
“Perspectivas teóricas” del evento de celebración 20 años de la Revista Estudios Bolivianos. La
celebración se llevó cabo en el Museo de Etnografía y Folklore durante tres días, hubo cuatro ex-
positores y un comentarista en la Mesa Nº 1 que participaron el día miércoles 23 de septiembre.
2 Médico gastroenterólogo y egresado de la Carrera de Filosofía. Con una maestría en salud
pública.
3 Mayo de 2013, Revista Estudios Bolivianos N° 18 (Área de salud), pp. 142-67.
4 Octubre de 1999, Revista Estudios Bolivianos N° 8 (Historia y teoría), pp. 89-120.
90 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
Un autor italiano del siglo XVII y uno inglés del siglo XX, captan el interés
de dos bolivianos aficionados a la literatura y a la filosofía, bolivianos proceden-
tes de dos campos profesionales diferentes. Se trata, en primer lugar, de Daniel
Elío-Calvo Orozco (DECO)9 y su artículo titulado “La filosofía de la historia de
Giambattista Vico”, y en segundo lugar, de Pastor Deuer Deuer (PDD)10 y su
artículo titulado “Las distopías de George Orwell: Rebelión en la Granja y 1984.
¿Recuerdos del futuro?”.
DECO, médico de profesión y egresado de la Carrera de Filosofía, se sintió
cautivado por la vida y obra del personaje italiano mencionado, al conocerlo a su
paso por las aulas universitarias. Giambattista Vico desarrolló una nueva ciencia
para la interpretación de la realidad y el estudio de la historia. Su principal obra,
Principios de la ciencia nueva, es una revisión de los fundamentos históricos de
la humanidad, de la sabiduría poética y de las obras de Homero, que desemboca
en su visión del “curso que siguen las naciones”; y la manera en que se habrían or-
ganizado los hombres desde la más lejana antigüedad hasta su época. El contexto
filosófico de la época y la obra de Vico están íntimamente asociados a la “revo-
lución científica del siglo XVII”, con nombres como Galileo, Newton, Leibniz y
otros, siendo predecesores de Vico, personajes como Galileo y Hobbes.
Vico nació y vivió acosado por la miseria y la enfermedad. Resulta admi-
rable que un individuo de origen humilde, aquejado por enfermedades serias y
educación formal muy limitada, haya podido crear una obra cultural monumen-
tal y universalmente apreciada. Para exponer su visión de la historia con criterio
didáctico, Vico utilizó un grabado lleno de imágenes: la mujer de sienes aladas,
el globo terráqueo, el triángulo luminoso etc. que simbolizan múltiples aspectos
de contenido histórico, resumiendo su teoría de la historia y de la constitución de
las naciones, y facilitando la comprensión de la ciencia nueva. Vico fue un bri-
llante historiador que se propuso la tarea de formular los principios del método
histórico, de la misma manera como Francis Bacon había formulado los del mé-
todo científico. Concibe la historia como una forma de conocimiento filosófica-
mente justificada, con base en un método histórico definido, para lo que estable-
ció normas metódicas. Señaló que son cinco las fuentes de error: tener una idea
desorbitada acerca de la magnificencia de la antigüedad; la vanagloria nacional;
la vanagloria de los doctos; la falacia de las fuentes y el prejuicio de suponer que
los antiguos estaban mejor informados que nosotros. Vico propuso métodos que
permitan trascender los límites marcados por las afirmaciones de las autoridades:
uso de la filología, de la mitología, de las tradiciones y de la reinterpretación.
DECO concluye afirmando que Giambattista Vico ha sido uno de los más
grandes filósofos italianos, pero su mayor significación habría radicado en el
surgimiento de la filosofía de la historia. En perspectiva, puede verse que Vico
se adelantó a su época y el mérito de su obra no fue reconocido sino dos gene-
raciones más tarde, cuando los autores alemanes lo redescubrieron. Los aportes
de Vico al conocimiento humano son múltiples: afirma la historia como ciencia
y es también reconocido como un precursor de la antropología y de la etnología.
A pesar de la complejidad de su estilo, Vico es actualmente considerado como
una de las figuras más importantes de la historia intelectual y su ciencia nueva ha
sido aceptada como una de las obras fundamentales.
PDD demuestra su afición a la literatura inglesa al analizar las dos obras
más importantes del escritor y periodista inglés Eric Blair, que adoptó el nombre
literario de George Orwell, bajo el cual es conocido y apreciado universalmente:
Rebelión en la granja y 1984. La primera es una sátira mordaz a la dictadura,
descrita en forma novelada como la vida en una granja inglesa, en la que los
animales deciden rebelarse contra su dueño, apropiarse de la misma y organizar
su propio gobierno. La rebelión resulta triunfante, los humanos son expulsados
y los animales se organizan gradualmente, elaborando los siete mandamientos
que regirían sus acciones: 1° todos los que andan en dos pies son enemigos; 2°
todos los que andan en cuatro pies y tienen alas son amigos; 3° ningún animal
debe usar ropas. 4° ningún animal debe dormir en una cama; 5° ningún animal
debe beber alcohol; 6° ningún animal debe matar a otro animal; y, 7° todos los
animales son iguales. Sin embargo, poco después se inicia un proceso de declina-
ción. El sueño de la República Animal, donde todos serían iguales, se desvanece,
apareciendo una clase de animales, los cerdos que se comportan como hombres,
vistiéndose como tales, andando en dos patas, bebiendo alcohol y negociando
con los antiguos enemigos. Finalmente, el más importante de los mandamientos,
único que queda, cambia como una sarcástica justificación de la derrota: Todos
los animales son iguales... pero algunos son más iguales que otros.
1984 es una novela del género de las anti-utopías o distopías. Transcurre el
año 1984 (publicada en 1949), época en que el mundo está dividido en tres su-
perpotencias que están en permanente guerra: Oceanía, Eurasia y Asia Oriental.
98 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
El poder supremo lo ejerce el Gran Hermano, una entelequia que solo se conoce
en foto, pegada por doquier: “el Gran Hermano te vigila” es el lema. El gobierno
rige bajo cuatro ministerios, cuyo poder es absoluto: el Ministerio de la Verdad
se ocupa de la propaganda; el Ministerio de la Abundancia se ocupa de la esca-
sez; el Ministerio del Amor, sede de la Policía del pensamiento, y el Ministerio
de la Paz se ocupa de la guerra. El Partido está interesado en crear una nueva
sociedad, donde todo lo anterior a él no existió; en ella se desarrolla el drama
del personaje del libro, Winston Smith, posiblemente el último humano vivo que
pueda rebelarse contra las reglas y doctrinas del Partido.
La parte más interesante del trabajo de PDD es la detallada correspondencia
de Rebelión en la granja con el régimen estalinista, la comparación del mundo
imaginario de 1984 con varios regímenes reales, tanto de gobiernos socialistas
como liberales, y la comparación entre ambas obras, que pueden ser interpre-
tadas como continuación la una de la otra. PDD concluye afirmando que, pese
a que Orwell se ha adelantado a su época y ha señalado cuáles son los peligros
subyacentes en una sociedad totalitaria de cualquier signo, el mensaje parece no
haber sido entendido. Por el contrario, se ha acelerado el paso para que proliferen
los Gran hermanos. Ojalá que en el futuro próximo se dejen de leer sus libros
solo como obras literarias de alta calidad y se los comience a tomar en su verda-
dera dimensión: como crónicas de algo que ya se vivió en el pasado y que podría
ocurrir de nuevo en el futuro.
V. Epílogo
2 Metafísica, Trad. Valentín García Yebra, Editorial Gredos, Madrid, 1998. Libro I, 980a, p. 2.
102 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
3 Véase La arqueología del saber. Trad. Aurelio Garzón del Camino. Siglo XXI editores. 11ª
edición México, 1985, p. 217.
104 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
Mesa Nº 2
Educación
110 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
111
Introducción a la Mesa Nº 2:
Educación
Con esta introducción dejo el espacio para escuchar las autorizadas voces de
nuestros invitados. Cada uno hará uso de 20 minutos y después de escuchar a los
tres, haremos una pequeña ronda de aclaraciones, preguntas y puntualizaciones
entre ellos para finalmente dar la palabra al público y responder sus inquietudes.
114 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
115
I. Introducción
2 El Modelo sociocomunitario productivo busca formar al ser integral fortaleciendo sus cuatro
dimensiones: ser, saber, hacer y decidir.
120 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
3 Martiniano Román y Eloísa Diez (1994: 81) exponen los principales límites de la educación
por objetivos del modelo conductual (programación clásica, programación por módulos,
pseudomodelos de la Reforma).
1. El modelo de hombre que defienden es el de hombre máquina centrado en lo obser-
vable, medible y cuantificable y se olvidan del desarrollo de capacidades, valores y
procesos de aprendizaje.
2. Reducen los objetivos a meros contenidos y orientan éstos hacia lo medible y cuantificable.
Un objetivo operativo indica una conducta observable, medible y cuantificable.
3. E1 modelo de profesor que defienden es competencial: competente en enseñanza e
inexperto en procesos de aprendizaje (capacidades, destrezas, habilidades,...).
4. Se apoyan en un currículo cerrado y obligatorio elaborado por administradores, pero aplica-
do y consumido por profesores. El profesor es un mero consumidor de programas oficiales.
5. La evaluación es por objetivos operativos, que actúan como criterio de evaluación, y
por ello centrada en lo medible y cuantificable.
6. El aula se reduce a una mera suma de actividades orientadas al aprendizaje de conteni-
dos medibles y cuantificables. El resto se denomina currículum oculto.
7. Lo nuclear y casi único de la vida del aula son los contenidos y ello ocupa la inmensa
mayoría del tiempo escolar.
ESTUDIOS BOLIVIANOS Y EDUCACIÓN SUPERIOR 121
Cuadro Nº 1
Dimensiones del ser humano
4 Para Delors (1996: 95-96), “la educación debe estructurarse en torno a cuatro aprendizajes
fundamentales, que en el transcurso de la vida serán para cada persona, en cierto sentido,
los pilares del conocimiento: aprender a conocer, es decir, adquirir los instrumentos de la
comprensión; aprender a hacer, para poder influir sobre el propio entorno; aprender a vivir
juntos, para participar y cooperar con los demás en todas las actividades humanas; por último,
aprender a ser, un proceso fundamental que recoge elementos de los tres anteriores.
ESTUDIOS BOLIVIANOS Y EDUCACIÓN SUPERIOR 123
5 Para Román y Diez (1994: 58), “tanto las capacidades como los valores actúan como
objetivos que deben ser desarrollados por medio de contenidos y procedimientos”.
6 De acuerdo con Román y Diez (1994: 58-59), para favorecer una educación integral se deben
incorporar a la escuela los contenidos culturales propios de una cultura social son múltiples
y complejos, ya que por un lado deben asumir la tradición cultural (saberes históricos
acumulados) y por otro su actualización a la sociedad actual. Por eso, los saberes culturales
se pueden organizar de maneras y modos diferentes: disciplinas (asignaturas), áreas (saberes
interdisciplinares) y modelos globalizados (a partir de la experiencia, los intereses de los
alumnos, capacidades a desarrollar). De igual forma, se debe incorporar a la escuela de modo
explícito el aprendizaje de métodos-procedimientos entendidos como formas de saber hacer
(métodos y técnicas) y como formas de enseñar a pensar (procedimientos y estrategias).
7 De acuerdo con Franz Tamayo (1981: 25), el bovarysmo “consiste en aparentar, respecto de
sí mismo y de los demás, tal vez sinceramente –no se sabe–, una cosa que no es realmente,
y es la simulación de todo: del talento, de la ciencia y de la energía, sin poseer naturalmente
nada de ello”.
8 La personalidad del organismo humano está conformado por capacidades y conocimientos,
necesidades y motivos, por la identidad, autoestima, valores, vocación, memorias, proyecto
de realización, etc. Esto es distinto del ser ficticio o formal reducido a valores.
124 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
Gracias por la invitación que me han hecho para comentar y tomar como
motivo los trabajos de lectura y tal vez hacer algunas reflexiones. No voy a tratar
la parte técnica del comentario de los textos. Específicamente, la sugerencia ha
sido que me limite a la problemática de la educación con relación a la intercul-
turalidad que, en Bolivia, se ha desarrollado a partir de los años 80 y sobre todo
los 90. Cuando digo avatares, me refiero a cómo ha ido evolucionando, y en ese
proceso qué rol jugaron las investigaciones y los trabajos que se han realizado en
el Instituto de Estudios Bolivianos.
He eligido comentar tres textos referidos a esta temática, aunque también se
han curioseado algunos textos que estaban entre los 28. Son interesantes todos,
pero me voy a limitar a estos, principalmente. Voy a comentar las últimas discu-
siones que son más abiertas en torno a la educación, interculturalidad y desco-
lonización. En ese sentido, me parece que uno de los trabajos2 corresponde a los
años 90. Estos años hay que verlos como resultado de la década de los 80, en el
sentido que la problemática de la sociedad boliviana, donde se plantea el tema
indígena, la identidad y la formación de actores indígenas, emergió ahí. Así, el
reconocimiento de la cultura ancestral se evidencia más en el plano educativo
con la reforma del año 1994. Pero sus antecedentes están a principios de los años
1982 y 1983. Los documentos, por lo menos, para mí básicos, están ahí en el
sentido político que se planteó y que claro todo el proceso que vivió la década
de los 80, fue un período de una suerte de domesticación de ese discurso político
estén de acuerdo, tal como trataron de condenar la escuela en los años 70, cuando
se decía que la escuela era algo que debía quitarse del proyecto de la sociedad,
propuesta de Iván Ilich. A propósito, a veces yo bromeaba proponiendo que la
escuela sigue vivita y coleando. Por eso se tiene que pensar en cuáles son las po-
sibilidades de generar esos conocimientos indígenas que podrían ser articulados,
integrados o generados con relación a la escuela, al objeto que conocemos. Esto
es una crítica que, creo, señala el artículo. Pero, al mismo tiempo, sigue alimen-
tando o abriendo más reflexiones que investigaciones empíricas.
El tercer artículo tiene que ver con la reflexión sobre la complejidad y pers-
pectivas holísticas en educación4. Yo no sé si son conceptos totalmente nuevos,
pero en Bolivia sí lo son. Yo me acuerdo del trabajo de Maturana. En una expe-
riencia en Bélgica entre el 81 y 82, había un seminario donde asistíamos cientí-
ficos, físicos, químicos y matemáticos para reflexionar efectivamente conceptos
nuevos como la complejidad que requiere la sociedad y que deberíamos tenerlos
en cuenta. Estaba Edgar Morin, él era uno de los principales promotores de este
tipo de encuentros que eran muy ricos para escuchar a matemáticos y físicos,
dialogando con antropólogos o paleontólogos. Y ahí se referían, por ejemplo, a
Ilya Prigogine con quien nos llega el concepto de “bifurcación”5 que ha trabajo
este autor. El libro de Prigogine leíamos como un texto obligatorio en antropo-
logía, que es La Nueva Alianza, un texto ya clásico ahora sobre la investigación
en Ciencias Químicas, Bioquímicas y Biológicas. Ahí había efectivamente una
nueva discusión. Por eso creo que, a veces, si bien podemos criticar que el oc-
cidente trajo e impuso conocimientos sobre las culturas subalternizadas, ellos
mismos comenzaron o al menos avanzaron en la crítica de su cultura, su ciencia,
etc. Este concepto de subalternizar igualmente llama la atención, porque da más
motivos para discutir, que otra cosa, digamos. Entonces, aquellos científicos ya
se dieron cuenta del problema que provocaba ese conocimiento que venía des-
de hace cuatro siglos atrás. Es decir, la física clásica. Incluso, los matemáticos
mismos estaban pensando en la década de los 80 en cómo se podría cambiar ese
paradigma que se había instalado en el occidente abanderado por la ciencia y la
tecnología desde el siglo XVII y XVIII.
Por todo esto, fue interesante leer el artículo de Tintaya, pero al mismo tiem-
po hay que reconocer que no es tan nuevo el tema. Lo que yo creo es que no lo
hemos pensado e introducido al ámbito de la educación. Confieso que es muy
las industrias sobre bases diferentes a las del siglo XIX?, porque da la impresión
que Bolivia no ha salido del patrón industrial de este siglo), y no solamente ser
pensable de manera diferente con relación al sistema capitalista occidental, sino
que además sean procesos productivos nuevos y enseñables y que los maestros
puedan manejar en la escuela. Eso es un proceso bastante desafiante y complejo
en términos epistemológicos y didácticos. Yo creo que el artículo va en ese sen-
tido de la reflexión de cómo se podría avanzar con la idea de descolonización.
Termino agradeciendo por la invitación y por su tiempo. Muchas gracias
135
Mesa Nº 3
La inter y multidisciplinariedad
en el IEB
136 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
137
Introducción a la Mesa Nº 3:
Multi e interdisciplinariedad.
El atolladero de la disciplina
cada perspectiva aborda, con distintos matices, el mismo objeto. Pero, lo interdis-
ciplinario supone la multiplicación de sentidos “englobando” a varias disciplinas,
que en última instancia, no afectan ni la construcción teórica propia, por tanto,
tampoco el objeto de estudio y menos el método, desde el espacio disciplinar.
Puesto que asumir “aquello” que se investiga de la realidad es una “cons-
trucción”, como ese “hilo a tierra”, es mucho mas una lanza que atraviesa la com-
pleja construcción disciplinar, todo esto es olvidado. No habría mayor afrenta,
sobre todo, para la visión positivista que se impuso, desde Comte, en las ciencias
sociales, como también para las visiones racionalistas ilustradas. En términos ge-
nerales, si no se accionara bajo el olvido de la construcción abstracto teórica que
supone la construcción disciplinar, no existiría el que hacer científico. Por ello, la
consistencia de una disciplina debe su solidez a la armonía que conserve respecto
a su elección teórica, a pesar de saber que no es la única alternativa posible. El
quehacer “científico” se halla atravesado por este olvido, por este “hacer como
sí”, para prestarnos las palabras exactas de la acción fetiche del mundo moderno
que atraviesa la práctica de la investigación. A pesar de que todos sabemos que la
realidad, en su concreción, es única, hacemos como si ella estaría atravesada por
un “algo” trascendental que la estructura. Por ello, Marx, en “El Capital”, habla
de la acción fetichista como una actividad en la que el proceso general es de una
“inversión”: “Esta inversión por la cual lo concreto y sensible cuenta únicamente
como forma en que se manifiesta lo general-abstracto, y no, a la inversa lo gene-
ral abstracto como propiedad de lo concreto.” (1975:1026)5.
En pocas palabras, el malestar que atraviesa la investigación disciplinar es
la actividad social moderna extendida al imaginario científico, la insatisfacción
de encuentro con lo pleno y último: el abstracto general, la “Ley”, como fina-
lidad del proceso de investigación. La ilusión está precisamente en la actividad
de investigación, en la meta del develamiento de este trascendental. El filósofo
esloveno Ẑiẑek señala:
“Lo que ellos dejan de lado, lo que reconocen falsamente, no es la realidad, sino la
ilusión que estructura su realidad, su actividad social real. Saben muy bien como
son las cosas, pero aún así, hacen como sí no lo supieran”. (1992:61)6
El “malestar” que se instaura en la sociedad moderna y que se presenta no solo
en el quehacer científico es justamente la desazón. La incertidumbre que impone
la visión positivista sobre un transcendental general, aquel de la “Ley”, se impone
como sombra lacerante sobre lo múltiple, lo específico, lo particular, de los pro-
cesos de investigación y sus realidades. Freud señaló que Marx fue el primero en
descubrir este fantasma que atraviesa el conjunto de la sociedad moderna.
Para hablar de este atolladero que se impone desde la construcción misma
De la inter y de la multi-disciplinariedad
en el proyecto Fiesta Popular Paceña
Lo que sigue es la transcripción de una participación que fue más bien una reminis-
cencia oral, no leída, que pretendía reflexionar, por un lado, sobre el tema de la inter
y la multi-disciplinariedad, pero, por otro, también celebrar parte de la historia del
IEB en cuanto hace a investigaciones serias e importantes en este caso, en torno a
un tema proteico como es el de la fiesta popular en La Paz y en el país. Asimismo,
Voy hablar de una experiencia que fue muy particular y que se dio entre el
2006 y 2008 en el Instituto. No hacía mucho, había iniciado sus actividades en
la universidad la cooperación sueca (ASDI), en el campo de la promoción de la
formación y especialización de docentes, pero también en el de la promoción
de la investigación. Nos presentamos como proyecto del Instituto a esta convo-
catoria, con el objetivo de captar un financiamiento que nos permitiera realizar
una investigación más ambiciosa. Fue una época muy linda en el Instituto, pues
María Luisa Soux y varias historiadoras, aquí presentes, estaban también con un
proyecto en torno a la historia de Oruro, un ambicioso y muy rico proyecto, el
que además incluía la obtención de doctorados en el extranjero. También colegas
de Lingüística, como Zacarías Alavi, y su equipo de Lengua Aymara de esa ca-
rrera y de otras carreras de la Facultad, igualmente tenían un proyecto muy am-
plio e importante, que también significó la especialización a nivel de doctorado
y maestría: el de la Enciclopedia Aymara. Los tres proyectos fueron financiados
por ASDI. Hubo un momento, pues, que un número muy importante de investi-
gadores del IEB, tanto titulares como interinos y adscritos, estaban involucrados
en estos tres grandes proyectos.
Entonces, fueron unos años muy lindos en el Instituto porque estábamos
muy estimulados, digamos, por esta atención y este apoyo que daba este finan-
ciamiento a nuestras investigaciones. La nuestra no fue una investigación tan
grande como la de las historiadoras y los lingüistas, que eran investigaciones de
mayor envergadura. Lo nuestro era un poco menos amplio, pero de todas mane-
ras tenía una gran complejidad.
No olvidaré nunca el día en que María Luisa Soux estaba de directora del
Instituto y en una reunión –de aquellas que teníamos constantemente en torno a
la investigación– preguntó: “¿Qué vamos hacer ahora?” Y dijo luego: “Por qué
no hacen una investigación sobre fiesta popular; es un objeto poco trabajado y el
Instituto tiene investigadores de gran nivel en las áreas y disciplinas relacionadas
a él; con recorridos de investigación tan distintos, con uso de aparatos teóricos
y críticos tan diversos… Sería interesante que tomaran el objeto de fiesta popu-
lar”. Inmediatamente, la sugerencia resonó positivamente en varios de nosotros.
Yo me hice cargo del proyecto y para preparar esta intervención he retornado
a los documentos e informes, a la cantidad de cosas que los financiadores y
el DIPGIS (la Dirección de Postgrado, Investigación e Interacción Social de la
UMSA). Fue un dolor de cabeza –lo confieso–, a veces incluso muy, muy difícil
por lo tremendamente complicada que es la burocracia universitaria. Pero, recor-
dando aquel tiempo ahora, con ustedes, por suerte (eso nos hace siempre nuestra
mente), sólo me viene lo más lindo, las bellas reuniones y eventos que tuvimos y
DE LA INTER Y DE LA MULTI-DISCIPLINARIEDAD EN EL PROYECTO FIESTA POPULAR PACEÑA 145
ellas se despliega, y la seriedad y novedad con las que todos los integrantes de
los equipos se condujeron en el proceso. Las miradas con que se realizaron los
procesos de investigación y redacción de hallazgos son miradas atentas, experi-
mentadas, abiertas a la novedad y a la densidad de este fenómeno urbano, fuer-
temente aymara en la mayoría de los casos.
Aparte de esta dimensión, la del trabajo en toda máquina de los tan conocidos
investigadores que hemos mencionado, se incorporaron en total y a lo largo de los
tres años de trabajo 35 investigadores jóvenes2, provenientes de distintas carreras
de Humanidades e incluso –en algún caso– de otra facultad. El componente de
formación de investigadores fue fundamental. No nos cansábamos de decir entre
los investigadores ‘más viejos’ que dada la oportunidad, los jóvenes estudiantes
de la UMSA pueden manifestar niveles impresionantes de capacidad de trabajo y
entrega, y acompañar las investigaciones con notable inteligencia y creatividad.
Los libros han integrado en la mayoría de los casos los trabajos de los estudiantes,
marcando muy claramente cuáles fueron sus contribuciones precisas.
He descrito aquí muy rapidito el proyecto, ahora quisiera pasar a hacer una
reflexión sobre precisamente lo que nos congrega aquí, que es el tema de la multi
y de la interdisciplinaridad. Yo creo –y con esto vuelvo a lo que decía al principio
de esta participación– que fue un proyecto, poniéndonos la mano al pecho, más
multidisciplinario que interdisciplinario, en el sentido de que, a pesar de que hay
ciertos lugares en las publicaciones donde se logra una interdisciplinaridad, en
realidad nos costó mucho salir de nuestros nichos disciplinarios. Llegó un mo-
mento en que teníamos conversaciones extraordinarias, como les digo; tuvimos
eventos de reflexión de gran envergadura precisamente en el MUSEF, que en
aquellos años era dirigido por Ramiro Molina, quien nos acogió con gran ge-
nerosidad. Hubo muchas conversaciones donde se llegó a un intercambio que
perfilaba la interdisciplinaridad: lo que significa que fuimos capaces de imaginar
salir de nuestras fronteras y hábitos tanto disciplinarios como personales en tanto
investigadores. Entonces, había como un encuentro interdisciplinario potente que
se estaba perfilando, que se perfila a momentos, pero yo creo que en últimas nos
costó mucho. Tal vez estoy siendo injusta, pero en términos muy generales nos
costó mucho rebasar nuestros propios lugares o escenarios de construcción de
2 Lo que denominamos formación de investigadores junior fue una de las actividades funda-
mentales de la investigación. La formación de los 35 investigadores junior, incorporados al
Proyecto vía auxiliaturas de investigación, Becas-trabajo o adscripción ad-honorem, se llevó
a cabo en constante contacto con los coordinadores de los equipos. Participaron aprendiendo
todas las fases de investigación: búsqueda de datos en biblioteca y hemeroteca; colaboración
en la catalogación de libros, fotos, videos; entrevistas a los actores en las fiestas; grabación
de voces en las fiestas, tomas de fotos y videos; transcripción de las grabaciones; redacción
de informes; presentación de avances en eventos públicos. La mayoría de estos investigado-
res-estudiantes participaron en todas las actividades organizadas por el Proyecto, formando
parte integrante y no sólo auxiliar del mismo.
148 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
conocimiento. Yo creo que ahí tenemos que hacer un análisis bien importante de
lo que hacemos; es decir, hasta qué punto un equipo puede de alguna manera dejar
lo multi y entrar en lo verdaderamente interdisciplinario. Como les digo, a mo-
mentos sí se pudo, pero en general y en última instancia todo el mundo retornaba
un poco a su zona de confort y trabajaba en lo que buenamente manejaba mejor.
Luego de decir lo que acabo de decir, digamos lo que se hizo en pro de la
inter-disciplina. En primer lugar, insisto, los diálogos entre equipos fue de una
riqueza impresionante. Era como entrar en el laboratorio o en el taller de tal o
cual investigador, y mirar allí como se hacen las cosas, intentando en el proceso
intervenir en ello con sugerencias de lecturas, con sugerencias sobre procedi-
mientos, etc. Se leyó teoría conjuntamente o se compartieron lecturas que tenía
que ver ya con una perspectiva que iba más allá de las disciplinas, que incluso
apuntaba a la transdisciplinariedad.
De hecho, la fiesta popular es un objeto que te exige absolutamente –ya lo
decíamos– ir más allá de la disciplina. En este sentido, entramos a cuestiones
vinculadas a la identidad, a la performatividad, a la política y su escenificación,
al tema de la coreografía vinculada a política o al cuerpo, a la economía, a la
cuestión étnica, a la cuestión género. Todo ello tiene que ver con áreas de ser
trabajadas más allá de las disciplinas o en una congregación creativa de ellas.
En este sentido, los investigadores que pusieron en el centro del escenario de
su investigación las áreas de la identidad, del género, de lo festivo, de lo étnico,
el cuerpo, necesariamente estaban jugando con la inter-disciplina, pues si bien
hay formas de tratar esto de manera muy cerrada y limitada, está claro que la
densidad epistemológica y teórica de estas nociones rompe con los vocabularios
estrictamente disciplinarios.
Arriesgando una paradoja, diré inmediatamente lo siguiente: se me hizo en
todo momento evidente que nosotros, los investigadores los bolivianos, tendemos
a trabajar interdisciplinariamente de hecho y casi naturalmente en lo que hacemos
individualmente. Cuando decía más arriba que tendíamos a retornar a nuestros
nichos disciplinarios, pensaba inmediatamente en lo poco estrictamente discipli-
narios son esos nuestros nichos. Por ejemplo, Beatriz Rossells trabaja en historia
y antropología indistintamente; Rossana Barragán se mueve entre la historia y
el discurso organizacional y de poder; Cleverth Cárdenas despliega nociones de
género y cuerpo, que poco ya tienen que ver con una sola disciplina. Casi me ani-
maría a decir que la experiencia cultural y política de nuestro cotidiano como pa-
ceños y bolivianos, y la particularidad de nuestro trabajo en la universidad, hace
que todos tendamos a incorporar en nuestras bibliografías tópicos que exceden
obviamente nuestras disciplinas de base. No ocurre en todo los casos, por supues-
to. Pero, en los equipos con los que trabajos en Fiesta Popular, podría ver muy de
cerca que, en realidad, todos se conducían de manera muy amplia y heterogénea
–digamos– en lo que hace a la construcción de terrenos teóricos y de reflexión.
DE LA INTER Y DE LA MULTI-DISCIPLINARIEDAD EN EL PROYECTO FIESTA POPULAR PACEÑA 149
Quiero recordar, por último, los eventos que congregaron gran público y que
estuvieron entre los momentos más importantes del proceso de investigación de
Fiesta Popular; entre otros (que se llevaron a cabo en diferentes lugares de la
UMSA y otras instituciones paceñas, así como en el extranjero)3, tenemos los
siguientes eventos realizados aquí, en el MUSEF:
3 Se realizaron con periodicidad reuniones entre equipos, en instalaciones del IEB, el Archivo
y otras en la Facultad de Humanidades. Además, los miembros de los equipos participaron en
diversos eventos, llevando avances de la investigación a los mismos u organizando mesas en
torno al tema Fiesta. Listamos a continuación algunas de estas actividades: Ponencia “Iden-
tidad y memoria en la fiesta en Bolivia”, IV Encuentro Internacional sobre el Barroco “La
Fiesta”, Unión Latina, La Paz, 4/07. B. Rossells; ponencia “La música: Inexplorada veta de
la riqueza en Bolivia”, Ciclo de Mesas de Debate, Conservatorio Nacional de Música (4/07).
B. Rossells; ponencia “El Jisk’a Anata y su importancia turística”, Seminario Las fiestas pa-
ceñas y la actividad turística, Carrera de Turismo-UMSA. Yolanda Borrega; ponencia “El
Imaginario sobre lo étnico en la Entrada Universitaria de La Paz”, Coloquio Apropiación y re-
creación de las danzas indígenas en las entradas folclóricas urbanas, Espacio Patiño, 9/2/07.
Fernando Cajías; Mesa “Fiesta popular”, Reunión Anual de Etnología, MUSEF, La Paz, 2007.
Participación de miembros senior y junior del Proyecto; ponencia a dos voces “La Entrada
Universitaria y la Prensa. 1988-1991”, Reunión Anual de Etnología, MUSEF, 22-25/8/07.
Fernando Cajías y Stephanie Vargas; mesa “Estética(s) de la fiesta” (11/10/07), Encuentro
Estética(s) Contemporáneas, Espacio Patiño, La Paz (8-12/10/07). Participaron: B. Rossells,
F. Cajías, C. Cárdenas y AR Prada; Mesa “Fiesta popular paceña” (9/11/07), Seminario de
Avances de Investigación-IEB, La Paz (8-9/11/07). Coordinadores y estudiantes de seis de
los equipos de investigación; ponencia “Teatralización del poder”, IV Congreso Nacional de
Sociología. Crisis estatal procesos sociales de cambio 2003-2007, 23/11/07. La Paz, MU-
SEF. E. Bridikhina; mesa temática por área de investigación: Humanidades, Trabajo Social,
Arquitectura (11/12/07), I Encuentro de Investigadores UMSA-2007, La Paz (10-11/12/07).
Participaron: C. Cárdenas, B. Rossells, AR Prada; ponencia “Ch’utas, pepinos y cholas: la
nueva sociedad de La Paz”, 2do Encuentro Internacional sobre estudios de Fiesta, Nación y
Cultura. Universidad Nacional de Colombia/Universidad Distrital Francisco José de Caldas/
Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia/Universidad de Cartagena. Bogotá, Co-
lombia (12-15/3/08). B. Rossells; ponencia “100 años de Carnaval en La Paz”, XXII Reunión
Anual de Etnología, MUSEF, La Paz 8/08. B. Rossells; mesa “La fiesta popular en Bolivia:
reflexiones teóricas e intervenciones políticas sobre la relación entre ficción indígena y ficción
moderna” (14/8/08), Jornadas Andinas de Literatura Latinoamericana, Santiago de Chile
(11-15/08/08). Participaron: R. Barragán, C. Cárdenas, O. Rocha, G. Mariaca y AR Prada;
ponencia “La celebración del Corpus Cristi: puesta en escena. La práctica religiosa festiva
en Charcas colonial”, Jornadas de Estudio sobre Pensamiento, Cultura y Sociedad colonial.
Fiesta y religión en la América colonial (siglos XVI-XVIII). Lima, 3-6/9/08. E. Bridikhina.
152 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
Inter y muldisciplinariedad.
Algunos apuntes
Nexialism is the science of joining in an orderly fashion the knowledge of one field
of learning with other fields. It provides techniques for speeding up the processes
of absorbing knowledge and of using effectively what has been learned. You are
cordially invited to attend (1992: 60).
más imaginación, en otras palabras, saltos de invención. En todo caso, los bue-
nos resultados de trabajo inter o multidisciplinario son los que enseñan, comuni-
can, demuestran más allá de los supuestos, marcos o hábitos de las disciplinas en
juego y, a su manera, “sorprenden,” diría, a sus receptores, sobre todo, a los que
frecuentan las disciplinas en juego. “¡Quién hubiera creído que la conjunción de
un físico (Crick) y un biólogo (Watson) haya permitido descubrir la estructura
del ADN!” Para los legos en las disciplinas en juego, reitero, la sorpresa consis-
tiría en re-conocer algo nuevo sin perderse en laberintos de especulación teórica
o inconsistencias en las argumentaciones. Vayamos, ahora, a la interdisciplinari-
dad. Seguro que Grosvenor también tenía un cursillo al respecto.
En sus rutinas, se dice, las “ciencias duras,” cada una por su lado, poseen un
aparato teórico común, bastante homogéneo, para todos sus usuarios, en cambio,
las disciplinas tienden a multiplicar sus aparatos teóricos aunque, eso sí, com-
parten un mismo objeto de estudio. Aunque Feyerabend no estaría de acuerdo,
bajo esa perspectiva, los estudios literarios serían una disciplina, pues, pese a
las afinidades y resonancias entre los criterios utilizados en sus investigaciones,
en rigor, carecen de un horizonte teórico común. No hay nada raro en ello, di-
cho sea de paso, basta pensar en que, aunque todos los humanos comparten un
mismo mundo, no faltan miles de explicaciones, algunas harto distintas, sobre
ese mismo conjunto de datos y hechos. Yendo a los materiales que nos guían,
por ejemplo, podemos fácilmente ver como un mismo objeto, la novela Juan
de la Rosa de Nataniel Aguirre, ha sido y es leída y argumentada de manera
distinta, de acuerdo a los criterios que se utilizan. Un atajo en ese sentido, es el
trabajo de Martín Mercado en el volumen 22 de la revista Estudios Bolivianos,
dedicado al tema “Repensando Imaginario y Nación”. Ahí, Martín Mercado, al
revisar la crítica literaria sobre Juan de La Rosa, muestra claramente cómo cada
trabajo trata el tema bajo distintas perspectivas y, claro, llegan a conclusiones
hasta opuestas. Con matices, se diría que, en esos trabajos hay tantas naciones e
imaginarios en juego en Juan de Rosa que… o la novela es riquísima al respecto
o los análisis amoldan su objeto de estudio a su perspectiva teórica… Pienso
que es más probable esto que aquello. Dicho sea de paso, Juan de la Rosa es un
objeto privilegiado en este número 22, además del trabajo de Mercado, hay otros
3 que también se ocupan de ella, lo que, además de ver los matices de la inter-
disciplinaridad nos permite lanzar líneas hacia la multidisciplinaridad. En efecto,
además de un trabajo de Omar Salinas de literatura comparada (los narradores en
Juan de la Rosa y Muerta ciudad viva de Ferrufino Coqueugniot sobre la nación
ahí propuesta o rechazada), hay dos trabajos que, bajo el mismo horizonte, serían
más multi que inter. El de Beatriz Rossells, dedicado a la música indígena im-
plícita o explícita en Juan de la Rosa, trabajo que, aunque asume el lugar común
de la “nación mestiza” que habría propuesto Aguirre, en cierta forma, matiza el
sustantivo mostrando, entrelíneas, los ecos musicales de lo indígena en la novela.
Este trabajo es, creo, más multi que inter: pues, no convierte, digamos, Juan de
156 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
Primera intervención
El tiempo en que funcionaba el equipo de investigación: “Discursos, historia
y cultura” en el IEB, activa en el ‘ahora’ el no-ya de la añoranza. Inevitablemen-
te, desde ella; pero que en este caso también obliga a la no atribución. Por mi
parte, de la vivencia y experiencia de cada uno de los integrantes del equipo (que
además fue fluctuante), voy a tratar de compartir de manera parcial y fragmen-
taria la experiencia de la investigación multi e interdisciplinaria, docente-estu-
diantil vivida. Un parcial resultado de ella fue la publicación del libro colectivo:
Estudios bolivianos N° 13, denominado: “El espacio urbano andino: escenario
de reversiones y reinversiones del orden simbólico colonial”.
La Publicación del IEB, en sus distintas ediciones, hasta llegar al N°13,
al que voy a aludir más específicamente, ha cambiado de carácter. Sobre todo,
los primeros números se organizaban en torno a variados artículos, a la manera
de una revista especializada en Humanidades, modalidad a la que ahora (2014-
2015) ha retornado. Sin embargo, se fue constituyendo, en su andar, en un libro
colectivo que reunía la obra de entre tres a seis autores. En función a ese nuevo
carácter, el equipo: “Discursos, historia y cultura”, decidió introducir –en con-
sulta con el consejo técnico de nuestra unidad académica– algunas modificacio-
nes en la edición, como ser: en el índice que antes incluía sólo el título de la obra
individual, se introdujeron los diferentes capítulos y/o subcapítulos correspon-
dientes al “breve libro” de cada autor, que en este caso fueron:
Esther Aillón S. “Sucre: la ciudad letrada. Ensayo sobre la experiencia social del
espacio urbano”.
Marcelo Villena. “Ejercicios capitulares con algunos textos de Jaime Saenz y Blan-
ca Wiethüchter”.
Eugenia Bridikhina. “Desafiando los límites del espacio colonial: La población ne-
gra en Potosí”.
Nivardo Rodriguez. “El discurso anarquista-individualista en el seminario “Arte y
Trabajo (ciudad de Cochabamba 1921-1934)”.
Rosario Rodríguez Márquez. “El espacio urbano andino, entretejido desde la litera-
tura. De Juan de la Rosa a los múltiples rostros de Sara Chura”.
Iván Oroza. “La lógica de la cosmovisión andina, una aproximación”.
El número incluyó también un nuevo espacio: “Breves miradas a trabajos
y autores” (pp.435-450), donde, además de la tradicional sucinta referencia bio-
gráfica de los escritores, dos profesores universitarios hicieron una corta lectura
y dieron su opinión en torno a cada obra. Cumplieron, de esta suerte, quizás,
con un soporte académico que excede y enriquece la función de presentación
breve que, en el caso de los libros individuales, suele desempeñar la contratapa
o las solapas. Esto le sirve al lector, a manera de resumen, como un adelanto de
aquello que trata cada obra. Desde ese espacio, al trabajo de investigación, se su-
maron las propuestas breves de lectura de nueve investigadores. La intervención,
en este espacio, fue ejecutada por los miembros: Rossana Barragán, Magdalena
Cajías, Isabel Bastos, Dora Cajías de Villagomez, Elizabeth Monasterios, Eduar-
do Murillo, Ana Rebeca Prada, Beatriz Rossels e Iván Salazar.
El apoyo del director Juan Carlos Orihuela y del reducidísimo equipo admi-
nistrativo del Instituto (Sra. Moira Durán y Lic. Diego Pomar) hizo posible esta
publicación. Diego, –además– entre muchas de las otras cosas que hizo, recogió
la sugerencia del equipo: en el listado que el texto destina a las publicaciones del
IEB, no se citaran los anteriores ejemplares de la Revista Estudios bolivianos (1
al 12) sólo por el número, sino que se explicitara su contenido para abrir así la
información a los lectores.
Hoy también, deseamos festejar el trabajo de equipo que el Instituto de Estu-
dios Bolivianos posibilitó, permitiendo unir el trabajo individual al de un cuerpo
colectivo de investigación docente-estudiantil interdisciplinario, lo que ha sido
enriquecedor en muchos y diversos sentidos, difícil aquí de ser explicitados.
Finalmente, al diálogo de ese libro colectivo se sumó, aunque sesgada-
mente, desde la tapa, la voz de Giomar Mesa a través de su cuadro “La challa”
(1994). Desde el lenguaje pictórico confirma, tal vez, que hacen falta otros ojos
“capaces de mirar más allá, aunque no más lejos” (Piñeiro en su novela Cuando
Sara Chura despierte), para ver esa otra ciudad que transcurre, debajo de las
mesas, en el caso del cuadro y el mapa pintado de la urbe de Potosí colonial. No
en vano, se esparce en la portada de Estudios Bolivianos N° 13 el trasfondo del
cuadro en primer plano. Se presenta una ciudad con más de una piel, donde,
INTER Y MULTI-DISCIPLINARIEDAD EN EL IEB 159
2 Cito, en estos casos, simplemente algo de lo dicho en las contratapas de ambos importantísi-
mos números.
160 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
Potosí, como uno de los símbolos más fuertes del espacio urbano colonial.
Este cuadro también fue tomado –a su vez– de la tapa de: “Encuentro. Re-
vista boliviana de cultura”3.
A pesar de una errata grave como la mencionada y vacíos que pudieron
salvarse mejor, estamos convencidos de que este tipo de publicaciones o
libros colectivos y, fundamentalmente, el trabajo en equipos multi e inter-
disciplinarios, así como docente-estudiantiles, debe continuar paralelamente
a la publicación de Estudios Bolivianos como revista. Una causa poderosa
para intentar recuperar la integridad y el trabajo de investigación, es luchar
en contra de la desarticulación en más de un sentido, con medidas adoptadas
por las anteriores autoridades rectorales de nuestra propia Universidad.
Tercera intervención
Creo que las tres experiencias apuntadas han permitido tránsitos diversos
entre la multi y la inter-disciplina, en el trabajo de investigación llevado ade-
lante por el equipo “Discursos, historia y cultura” del IEB. En torno a esos tres
momentos y espacios diferentes, se concretaron en las publicaciones de los N°
9, 12 y 13 de Estudios Bolivianos, donde participaron investigadores docentes y
estudiantes. Por tanto, reitero la importancia de re-conformar el tipo de equipos
de trabajo de investigación que en el pasado el IEB logró constituir. Finalmente,
quiero subrayar, además, el enriquecimiento y la formación en investigación del
trabajo en equipo. El alcance, proyecciones y repercusiones de esta modalidad
permiten la reflexión y apertura a líneas, áreas temáticas y proyectos concretos;
así como a enfoques metodológicos y teóricos. Además, algo que parece obvio,
pero quiero resaltar, es que la modalidad de publicación, como libros colectivos
de estos números, permite la difusión de trabajos extensos de investigación, que
no tienen cabida en una revista, ni siquiera en la de Estudios Bolivianos.
3 Año I. 1-julio 1988 (en el remarco se señala: Descripcion d zerro rico ê ymperial villa d
Potosí. Se pintó en la misma Villa a costa de Franc Ant. Lopez Ortega por el Mro. Gaspar
Miguel Berrío. En 24 de Septiembre de 1758).
162 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
163
Mesa Nº 4
Introducción a la Mesa Nº 4:
Imaginarios
El imaginario filosófico:
Una aproximación a imaginario y nación
en la novela Juan de la Rosa y “Theatrum
Ginecologicum” desde la perspectiva
de Cornelius Castoriadis
1 Es licenciada en filosofía por la Universidad Mayor de San Andrés, investigadora del IEB en
la gestión 2015.
170 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
2 Chapel, Sebastian. L´imaginaire selon Cornelius Castoriadis. La vie des idees, 2008.
3 Enciclopedia Iberoamericana de Filosofía. T. 10
4 Giraldo Isaza, Fabio. “El círculo de la creación. Una interrogación sin fin”. En: Psiquis- so-
ciedad: una crítica al racionalismo. Compilación y edición Facultad de Economía UPTC.
Tunja, Colombia, 1998.
5 Giraldo – Valenzuela. “Colombia: democracia y derechos humanos”. En: Psiquis- sociedad:
una crítica al racionalismo. Compilación y edición Facultad de Economía UPTC. Tunja,
Colombia, 1998.
EL IMAGINARIO FILOSÓFICO 173
6 Chapel, Sebastian. Op. cit. “Castoriadis a su, avec le thème de l’autocréation de la société,
poser dans toute sa complexité la question de l’institution: qu’est-ce qu’instituer, autrement
dit comment une nouvelle forme de vie, c’est-à-dire une nouvelle pratique douée de sens,
peut-elle advenir parmi les hommes? Il s’agit donc de ressaisir dans son déploiement, contre
toutes les cristallisations imposées, ce que Castoriadis appelle «le faire pensant»”.
7 Mercado, Martín. “Imaginario y nación en la crítica literaria de la novela Juan de la Rosa de
Nataniel Aguirre”. “Repensando imaginario y nación”. Revista Estudio Bolivianos N° 22.
8 Mercado, M. op. cit.
9 Ibid.
174 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
10 Ibid.
11 Noury Mathieu, Cornelius Castoriadis, sociologue? Critique sociologique de l’ ontologie de
la creation imaginaire social, aspects sociologiques. Vol 18, Nº 1, mars 2011.
EL IMAGINARIO FILOSÓFICO 175
de autoalteración temporal, pues “cuando el hombre siente que no son las institu-
ciones las que le sirve, sino que él se ha convertido en servidor suyo, comienzan
los procesos de emancipación”.
Partiendo de la definición del imaginario social, como “… una creación so-
cio- histórica, de instituciones, normas y símbolos que otorgan sentido al actuar
de las personas así como la justificación de la existencia de una realidad social”.
El autor destaca que, en Castoriadis, el imaginario debe ser coherente, completo
y significativo. Dado el carácter significativo de un imaginario “permite la posibi-
lidad de emanciparse de un determinado imaginario social”. Es así que la eman-
cipación es “la posibilidad de cuestionar imaginarios sociales para mostrar así su
carácter construido y la facultad del ser humano para transformarlos.”12
Entonces, lo social histórico define un nuevo modo de ser, en tanto que
designa una forma ontológica que no se encuentra ni en el orden de lo viviente,
en tanto tal, ni en el orden de la psique pura reenviada a un universo pre-social,
una totalidad considerada por sus instituciones y por las significaciones que ellas
encarnan, necesariamente sujetas en un proceso de autoalteración temporal.13
Este “proceso de autoalteración” es el que permite sentir y entender el carác-
ter construido de las instituciones, que en la aproximación filosófica a la crítica
literaria de Mercado, se expresa así:
mejor del pasado y expresar, del mejor modo, nuestros deseos de un proyecto
articulado e incluyente. En ese sentido, Mercado considera que “… a partir de
esta reflexión y sumando los trabajos que recuperan el ideal libertario e inclusivo
en JDR… somos dueños de cambiar los errores del pasado, si somos responsa-
bles de las concepciones de nación, libertad y futuro que vayamos a dejar a las
siguientes generaciones.”14
A través del estudio del trabajo de M. Mercado con el lente del concepto de
imaginario en Castoriadis, considero importate resaltar que la cuestión del ima-
ginario tiene dos caras. Por un lado, se refiere al imaginario social instituyente
que resulta y permite la producción y reproducción de un imaginario social insti-
tuido, en tanto armazón simbólico de una sociedad dada. En ella la imaginación
radical ofrece, por su radicalidad imaginativa, la posibilidad de autoalterar, el
imaginario instituido actúa reproduciendo un esquema instituido; así como de
cambiando, de acuerdo a la vivencia de sus autores, la realidad como tal. Pues, la
sociedad es autoinstitución, autocreación y también, autoalteración. Si cada épo-
ca tiene su propio potencial de alienación, ella también tiene su propio potencial
de auto alteración perpetua, siendo el planteamiento de Castoriadis una respuesta
que no es solo para entender la historia de los pueblos, sino más bien: “… es una
respuesta ontológica…”15 del ser de las representaciones simbólicas individuales
y colectivas. Me atrevería a decir que esta respuesta ontológica ,a partir de esta
concepción de imaginario social, nos remite al tema de lo actual y lo posible,
entendiendo por posible lo que dadas sus notas no es contradictorio que exista.
La realidad dada en acto con su correspondiente imaginario es dimensión de esa
misma realidad, es decir, de la proyección de cambios individuales y colectivos
que den un mayor sentido a la experiencia.
Por estas razones considero que el estudio de los imaginarios, desde una
perspectiva filosófica, replantea la concepción de sociedad, del devenir histórico,
del protagonismo en la historia, así como la noción misma de individuo y colec-
tividad en interrelación creadora de valores e instituciones, tomando a partir de
esta perspectiva una conciencia real de la libertad.
14 Mercado op.cit.
15 Noury.Op. cit.
EL IMAGINARIO FILOSÓFICO 177
en esta perspectiva pero, que ofrece el material para incorporar categorías casto-
ridianas en su interpretación
Describo la obra: “Theatrum ginecologicum” del investigador del Institu-
to de Estudios Bolivianos Blithz Lozada con el objetivo de delinear el tema
de la institución de los imaginarios en dicha obra, a partir algunos puntos que
describen cómo se definen las identidades femeninas en la historia, analizando,
además, las circunstancias que dan lugar a la constitución de los roles, papeles y
actuaciones en la sociedad.
“Theatrum Ginecologicum” narra la puesta en escena de una sociedad en
la que se constituyen los roles femeninos como opuestos a los masculinos, a lo
largo de la historia de Occidente, marcados por la tradición judeocristiana y su
horror a la androginia, es decir, a la equidad.
Es la representación de una obra en las tablas de un escenario instituido por
la sociedad, que a su vez, va instituyendo los roles a los personajes que actúan en
una escena social instituida a la vez. Los personajes, en tanto realidad psíquica
radical tienen la capacidad de ir modificando sus guiones en el marco de una
obra que les precede y cuyo autor es esta misma fuerza anónima colectiva que
produce y reproduce la representación de la obra.
Al empezar la lectura de esta obra, llama la atención, en el prólogo del Dr.
Mario Frías Infante, la referencia al título de la misma escrito en términos latinos
siendo esta referencia la que dibuja el fondo del sentido del Theatrum:
“Theatrum en la lengua de los clásicos romanos, era el nombre con el que se desig-
naba el lugar destinado para el juego y diversiones públicas, también, y más espe-
cíficamente, el lugar donde se está a la vista de todo el mundo, donde se presentan
espectáculos ante un determinado público.
Así, Marco Tulio Cicerón nos dejó escrita esta expresión: populi sensus maxime tea-
tro et spectaculis perspectus est” (la percepción del pueblo, sus sentimiento se descu-
bren principalmente en el teatro y en los espectáculos). Fabio Quintiliano dijo: maiore
se teatro dignum putat (se cree digno de figurar en un escenario de mayor nivel)
Tales referencias, en este contexto, me traen a la mente una mención a Ovidio en
un texto destinado a aprender lengua y cultura latina, en el que un personaje cita
al poeta diciendo: “sed scitisne cur feminis libeat in theatrum ire? Ovidius poeta,
qui ingenium mulierum tam bene noverat quam ipsae mulieres, rationem reddit hoc
versu: Spectatum veniunt, veniunt spectentur ut ipsae”. (Ovidius, Arsamandi I:99
) ( pero , saben por qué les gusta a las mujeres ir al teatro? El poeta Ovidio, que
conocía tan bien el ingenio de las mujeres, como ellas mismas, dio la razón en este
verso: vienen a ver, vienen para ellas ser vistas).”
La cárcel de las monjas, en la que se encierran las mujeres que han tras-
cendido la vida profana, subliman el modelo de la “madresposa” terrenal para
constituirse en esposas de Cristo y el cuidado maternal a los más necesitados.
Con su negación a lo mundano consideran elevarse superando lo más detestable,
es decir, el erotismo y la sexualidad femenina.
La “prisión de las putas” es una expresión de la cultura patriarcal que satani-
za el erotismo de las mujeres y que las oprime y excluye al expresarlo. Siendo el
logro del patriarcado apropiarse eróticamente del cuerpo femenino y dominar la
sexualidad. El cautiverio de las presas recluye a mujeres que serían cautivas de
las imágenes y de los roles dominantes que se deberían cumplir. Están tan presas
del sistema que las coaccionan a cumplir sus normas.
Y el cautiverio de las locas, pueden ser mujeres muy buenas o muy malas
pero que rompen el molde del concepto de mujer en el patriarcado.
Según Lagarde, el feminismo (expresión de locura en el sistema patriarcal)
sería el medio para que las mujeres se liberen de los cautiverios que las oprimen.
No obstante, los cautiverios citados, el autor, nos dice: “… que exista una
vertiginosa, caótica y radical variación de colores y atuendos que evidencia que
tampoco individualmente la identidad femenina es algo estable. En efecto, el ser
de cada mujer fluiría, se constituiría y de- constituiría en el movimiento inacaba-
do de un asertivo, múltiple, diverso y nómada posicionamiento contingente.”17
Resulta conveniente tomar en cuenta, que este sistema patriarcal, más allá
de su representación, ha instituido un imaginario en el que tanto mujeres como
varones están inmersos en sus significaciones.
En su referencia a Lagarde, Lozada afirma la inexistencia de una identidad
unívoca de género, aunque ser mujer resulte tan aleatorio, personal como colec-
tivamente, aunque el sujeto esté siempre influido por los saberes triunfantes de
su escenario y época le acecharían ciertas imágenes que harían que su yo fluya
a los lugares cartografiados por los cautiverios de las madresposas, las putas, las
monjas, las presas y las locas. De esta manera se señala un determinismo en las
tablas del “Theatrum Ginecológicum”, una escenografía que espera a sus actri-
ces y actores, papeles protagónicos y secundarios. A este punto, vemos una di-
mensión del imaginario separada de sus creadores, pues el escenario espera a sus
actores, lo instituido espera a sus productores para que lo reproduzcan cumplien-
do sus funciones impersonales, externas con significaciones sociales ya dadas.
Los papeles representados en el “Theatro Ginecologico”, dan el rol prota-
gónico al varón y la posibilidad a la mujer de ser coro, bailarinas, damiselas y
personal del reparto en los diferentes actos a lo largo de la historia, que en medio
de su variedad se pueden establecer estos cuadros:
Conclusión
realidad en sí misma, pero no es la misma realidad para usted que para mí, por
eso que tenemos toda una variedad transcendental en todo tipo de concepciones
de pensamiento, que se expresa en el tiempo y el espacio, siempre nos tenemos
que situar en esos ejes cartesianos, en el punto que se cruzan, nosotros tenemos
el punto de vida, la vida o lo que comúnmente se conoce como el punto de vista.
El imaginario se puede entender como punto de vista, una visión diferente,
el imaginario es lo que para cierto grupo de personas es la realidad, es incluso
la verdad, la verdad puede ser concebida como las verdades. El sentido, acaban
de hablar acá, vamos a llegar hasta allí, guárdenlo en su agenda el tema de sen-
tido. El profesor Apaza nos ha comentado sobre la explicación que generan las
metáforas y el imaginario es eso, una explicación. El imaginario no solo está
compuesto por metáforas, está compuesto también por elementos como son las
utopías. Cuando la racionalidad es central, el mundo europeo empieza a cons-
truir el conocimiento y saca todo lo que puede ser no explicable del escenario
científico, nuestras creencias son una explicación del mundo, la explicación del
mundo es el imaginario, la metáfora nos habla de una orientación. El profesor
Apaza nos habla de cualidades, una construcción de sentidos, un esquema de la
realidad nos dice Juan Luis Pintos; un esquema es un constructo, ese constructo
que para el mundo político puede ser una cosa, pero para los académicos puede
ser otra, que para los religiosos puede ser otra; tiene sus características propias.
El imaginario tenemos que buscarlo y encontrarlo en determinados ámbitos,
no todos coinciden y lo que tenemos que hacer, en muchos aspectos, es visibili-
zar. Ejemplo con uno mismo, ciertos comportamientos que uno mismo no puede
ver, tiene que venir otra persona para decirle “mira tú a veces te comportas de
esta manera”. Uno no se da cuenta, la sociedad funciona así, el sistema político a
veces es ciego consigo mismo, la academia es ciega porque construye su propio
significado, elemento claro, el significado. El significado no es igual para todos,
por eso es que a veces tenemos problemas para entendernos y pensamos que el
otro piensa igual a uno, nuestros padres tuvieron influjos de otros significados, us-
ted joven construye nuevos significados que tienen otros significados a su haber.
El profesor Apaza nos habla del tiempo como un recurso, como una carac-
terización de objetos incluso, como una concepción prolífica, como un proto-
tipo, como un modelo, establece diferencias, nos está contando que, de alguna
manera en Bolivia existen imaginarios del tiempo, en la cultura aymara, que se
diferencian de la concepción del tiempo en la cultura occidental. Entonces, nos
está mostrando cómo el mundo es diferente, es diverso, está lleno de significados
distintos, lleno de imaginarios, categorizar los fenómenos, es decir identificar
claramente cuáles son, a dónde apuntan. ¿Para eso qué tenemos? ¿Cómo saber
qué es este imaginario? En el curso que estamos llevando con unos interesantes
estudiantes de la UMSA estamos hablando de las distintas metodologías y for-
mas de análisis que tenemos a nuestro haber, semántica, hermenéutica, semióti-
186 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
ca, para eso tenemos estos recursos que nos sirven para poder, de alguna manera,
buscar el imaginario.
Beatriz Rosells nos plantea un abanico hermoso, de cómo en Bolivia se
estaba viendo posibilidades para buscar estos sentidos, no estas ideologías, ni
estas causas políticas; la sociedad, está buscando el sentido, el significado, puede
ser el sentido común, pero ese sentido común, como le digo a los estudiantes,
en general puede ser el menos común de los sentidos, como la verdad, la verdad
puede ser la verdad ahora, mañana no. La realidad se construye, es dinámica,
vamos buscando caminos, vamos deconstruyendo el pensamiento dominante.
Como por ejemplo, el machismo que se consagra desde el patriarcado como un
pensamiento dominante hegemónico. Entonces llega el momento de empezar a
desglosar este elemento ¿Cuáles son esos factores que están ahí? ¿Cuáles son los
mitos? ¿Cuáles son los mitos de que la mujer no pueda participar? ¿Cuáles son
los mitos de que el hombre tiene que dominar? Entonces, vamos buscando otros
componentes del imaginario. La profesora Rossells nos habla de lo político, lo
urbano, lo migratorio. Es importante pensar en lo que pasa con los compañeros,
los hermanos, las personas, los seres humanos que migran, siglos de drama y de
tragedia humana y son tratados casi como delincuentes por los estados. Hungría
ha construido una reja, una valla para que no puedan pasar los migrantes, se les
persigue, se les dispara agua a presión, se les hace zancadillas, como una “sim-
pática” periodista húngara que hace que la gente, corriendo de la desesperación,
caiga; los medios de comunicación hablan de avalancha, pero no hablan que hay
gente que está sufriendo, con posibilidades de morir, que luchan para poder es-
tudiar, que son padres que necesitan cuidar a sus familias, ¿Ven de dónde viene
el imaginario? de agencias, discursos que debemos mirar con ojo crítico como
observadores, en términos luhmanianos de “segundo orden”, cuando miramos de
frente en un plano distinto, o distintos puntos de vista.
La profesora Rossells nos dice que debemos encontrar sentidos comunes,
efectivamente hay sentidos comunes, aquí podemos hablar de Habermas. Si-
guiendo un poco la idea de la profesora Reque, Habermas nos dice que la eman-
cipación se alcanza a través de la acción comunicativa, ¿Cuál es la acción comu-
nicativa? la negociación para llegar a un consenso y, en este caso, la profesora
habla de batallas de imaginarios, batallas de sentidos dominantes y dominados,
gente que resiste ¿Cómo podemos pensar una situación? Negociando, lo que está
sucediendo entre Chile y Bolivia, se debe negociar, dialogar, consensuar. No son
elementos míos, son elementos de Habermas, la acción comunicativa para al-
canzar la emancipación, evitar la batalla de los imaginarios, evitar las distancias
entre los distintos mundos, entre el mundo social, el mundo ciudadano, el mundo
académico; le decía a la profesora María Lily en una comida, sentémonos cada
vez más la academia con la ciudadanía, con el mundo político, el mundo empre-
sarial, dialoguemos y compartamos los imaginarios; visibilizar los imaginarios
COMENTARIOS EN TORNO A LOS IMAGINARIOS Y REPRESENTACIONES SOCIALES 187
sión frenética. Entonces, frente a esa cuestión nos ponemos un poco ciegos, o
sea estamos todo el tiempo enceguecidos con el teléfono y nos pone adictos,
literalmente adictos a un objeto tecnológico, no somos capaces de sentarnos un
rato y mirarnos a la cara y ver nuestras expresiones y darnos un abrazo, lo que
hacíamos antes, lo que la gente hacia antes. La sociedad actual ha hecho perder
elementos como por ejemplo cuidar a los otros, yo te cuido a ti; yo no la conozco
a usted, ni a usted; hablé con la profesora Reque antes de venir a esta mesa y
le dije: esta mesa va a ser de construcción de conocimiento, no de ataque ni de
pelea, ni de que uno le va decir al otro que su idea vale más que la otra; le dije:
la academia no debe funcionar así, la sociedad tampoco; yo no la conozco a ella,
primera vez que la veo en realidad, no conozco a los panelistas.
Hemos perdido de vista que la sociedad se ha olvidado de ayudar a las co-
munidades, a las masas centrales, por eso es que hoy está de moda hablar del
pensamiento comunitario, de los saberes colectivos. Hemos pasado de la co-
munidad y de la idea de nuestras familias a pensarnos de manera individual, yo
me basto a mí mismo, entonces, lo que yo tengo es lo que me importa, con eso
soy feliz. Entonces, ¿cuál sería la retaguardia? Si a alguien le pasa algo en la
calle, usted reclame también, porque si no reclamamos es injusto, ya no va ser
más injusto, porque si lo vuelvo a hacer me van a poner cuantos ojos encima, si
alguien trata mal a una persona, si un hombre le dice un piropo feo, cualquiera,
a una mujer en la calle ¿Usted se queda callada? No, hay que defenderse, si hay
alguna persona que está siendo abusada hay que reclamar, no tener miedo. Esta
sociedad lo que ha construido es una sociedad del miedo y del desencuentro, las
sociedades ya no son del encuentro ¿Qué hay qué hacer? ¿Cuál es la retaguardia?
Ya no preocuparnos tanto de la vida del actor de la telenovela, no, no preocu-
parnos tanto de que Evo Morales juega al futbol por ahí y hablamos una semana
de Evo. No preocuparnos tanto de que la amiga hoy comió una salchipapa que
le cayeron mal y que en el Facebook hay como 50 comentarios hacia abajo que
dicen “amiga recupérate”; Zygmunt Bauman dice que lo privado colonizó lo pú-
blico; en vez de colonizar lo público lo privado, debemos hacer una inspección
de lo que está sucediendo, parar un poco.
Entonces, cuando la modernidad o el pensamiento sociológico nos dice ya
no hay futuro, usted profesor que trabaja el tiempo, ya no hay futuro porque en
todo momento todo es instantáneo, todo queremos rápido, queremos una gaseosa
en vez de un juguito natural, porque el juguito natural te demora más en hacer,
una gaseosa, una cosa sintética, la vida es sintética, las relaciones son sintéticas,
todo es muy superfluo. ¿Entonces qué pasa? que para conversar un poco más
tenemos que ver lo que han hecho nuestros padres, ver lo que han hecho nuestros
abuelos, ver lo que la historia nos ha enseñado ¿Qué enseñó la historia después
de la segunda guerra mundial? ¿Qué enseñó que un individuo nefasto matara a
personas inocentes porque según él eran genéticamente inferiores?
190 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
Ahora vemos al mundo, vemos que hay gente que necesita; en Chile mi
madre me decía: “hay gente que dijo que no iban a recibir a refugiados sirios”;
¿Por qué? ¿Dónde ésta la solidaridad? ¿Dónde está?, hablando con María Lily
¿Por qué muchos chilenos se resisten a entregar un trozo de mar? ¿Por qué no ha-
cemos un territorio tripartito? Listo, se solucionó, sacamos la enemistad, mejor
hagamos algo fáctico y real y mejoramos las relaciones ¿Por qué no colaborar?
Impulsar una tendencia a querer compartir. Entonces ¿Cuál es la retaguardia? la
retaguardia es no perder la experiencia, no perder nuestra experiencia, no perder
el aprendizaje, no perder lo sentido y lo vivido, diría la compañera Reque.
Rosario Rodríguez: Un imaginario puede perder su carga de sentido, qui-
siera preguntarles ¿Cómo ven ustedes eso, la diferencia de nociones de carga de
sentido también de acuerdo al trabajo que uno le pone y de acuerdo a la mirada
que uno quiere darle? Si Castoriadis cargó de sentidos próximos a la ideología,
entendida más de acuerdo a tal cosa, entonces, cómo conciben ustedes eso de los
rótulos, no los términos, sino las nociones, los conceptos, también se van a dar
de construcciones diferentes y débiles por supuesto. Pero, yo asumo que doy por
supuesta una equis definición, ahí estoy prejuzgando y haciendo lo que hacemos
ahora con la gente; estoy discutiendo con mi teléfono cuando tengo alguien al
lado con quién quiero conversar, esa es mi pregunta.
Felipe Aliaga: El concepto “imaginarios”, ha tenido distintos caminos. Po-
demos considerar que, por ejemplo, hay una escuela crítica o más orientada al
marxismo que sí se fundaba en el pensamiento de Castoriadis. Por ejemplo, tiene
una especie de carga de sentido en los mismos conceptos. En general, las teorías
de las ciencias sociales tratan de entender una posibilidad de cómo se comporta
la realidad, ya sea social, en todo sentido, interceptando lo antropológico, lo
psicológico, lo sociológico, lo lingüístico, lo filosófico, de alguna manera ya
este debate ha concluido hace mucho tiempo, es un debate obsoleto el de la neu-
tralidad axiológica. Sabemos que la ciencia no tiene neutralidad, sabemos que
usted cuando toma una decisión de investigar asume un punto de vista, un punto
de partida, sabemos que la ciencia es así, sabemos que el pensamiento social
es así, no puede escaparse de una perceptiva que de alguna manera a nosotros,
como investigadores y pensadores nos hace sentir. Luhmann es uno de los pocos
teóricos de la sociología que no busca nada. Luhmann dice: la sociedad funciona
así, los sistemas funcionan así, se comportan de esta manera, tienen metas fun-
cionales, metas operacionales y nada más; no dice que hay algo bueno o malo,
de hecho, él, a título personal cuando le preguntan si la sociedad actual es peor o
mejor que la anterior, dice que no sabe, ya que hay tantos elementos malos como
buenos. El no se posiciona, así de simple, no tiene posición política; él critica la
modernidad, porque dice que la modernidad llegó con todo el influjo de pensar lo
social como una máquina calculadora. El exceso de racionalidad, el positivismo,
la búsqueda de la causalidad, la búsqueda de la causa y efecto; pero hoy en día
COMENTARIOS EN TORNO A LOS IMAGINARIOS Y REPRESENTACIONES SOCIALES 191
estamos claros que las causas son múltiples causas y los efectos son múltiples
efectos y pueden haber efectos de los efectos.
Entonces, si asumimos una corriente imaginaria, por eso es tan nutritivo
el imaginario social, porque se ha construido desde distintas corrientes que se
interconectan, por ejemplo, con el pensamiento Sergio Moscovici, en cuanto a
las representaciones sociales que aborda desde distintos campos. El imaginario,
desde la perspectiva sistémica, toma como relevancia la comunicación, el caso
del profesor que ha mencionado María Lily. La teoría sistémica constructivista
de los imaginarios sociales, cuyo ámbito de análisis es la comunicación sisté-
mica, es fundamento del pensamiento de Luhmann; el ámbito fenomenológico
¿qué toma?, la fenomenología desde plano social ¿Cuál será la fenomenología
del plano social?, elemento claro la intersubjetividad ¿Qué toma este elemento?
Siguiendo a Habermas, también, con el campo cultural, ¿qué concibe al imagi-
nario social? Entonces, nosotros, si somos investigadores, podemos tomar ambas
corrientes, recordemos la triangulación. Usted, como investigador, puede hacer
cuanti-cuali y en la teoría, puedo decir: mira me interesa Castoriadis y también
me interesa la corriente fenomenológica o me interesa la constructivista sistémi-
ca que es más neutra y que se basa, por ejemplo, en el estudio sistémico de la rea-
lidad. Entonces, esto lo podemos conectar con la teoría de las representaciones
sociales que hablan de la subjetividad, la inter-subjetividad y la trans-subjetivi-
dad ¿Dónde está la trans-subjetividad? anclada en lo simbólico, entonces vamos
a utilizar fuentes teóricas diversas.
Si nosotros queremos abordar un campo sistémico, puede ser que la teo-
ría del imaginario social de Pintos nos sea más útil, seguiremos utilizando un
imaginario de protesta, de resistencia o de control, de enajenación, hablando en
términos marxistas, quizá recurrir a Castoriadis. Entonces, depende del por qué.
Ojo, siempre esto hay que discutirlo en relación a nuestros objetivos y a nuestros
planteamientos de problemas, cómo construimos, desde dónde miramos, no nos
olvidemos que la teoría no es nada más que un prisma, las teorías son refuerzos
para nuestra investigación. Uno toma una teoría y si sirve, bien, la utiliza, la mira
y después, incluso, la puede discutir con los análisis. Entonces, son rutas que po-
demos ir siguiendo y obviamente ir conectando; por eso en este momento estamos
sentados aquí filosofando, antropóloga, lingüista, sicóloga y sociólogo hablando
de temáticas que van surgiendo. Eso es así. Vamos a buscar elementos comunes
de las teorías y algunos más útiles, otros menos útiles, dependiendo del fenómeno
al cual nosotros, cautelosamente, nos vamos acercando.
192 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
193
Introducción
“Bolivia vive hoy una batalla de imaginarios sobre lo que es, hace y debe hacer el
Estado, una batalla que es atizada por la radicalización de esos imaginarios que em-
pujan a construir proyectos políticos inviables, autoritarios o antidemocráticos, por
un lado, y por el otro, por la inercia del statu quo y la defensa de intereses sociales,
culturales o económicos sectarios y faccionales”.
Las ciudades se constituyen más allá del patrimonio edificado. Recorridas por los sen-
tidos e imaginarios que recrean los espacios urbanos, las ciudades son antes que “ob-
jetos reales”, el producto de los imaginarios sociales que pueblan cada rincón y que
dejan huella en las vivencias prácticas colectivas de sus habitantes (Lacarrieu, 2006).
.
Con el título de “La época está en desorden”: reflexiones sobre la tempo-
ralidad en Bolivia de Adrián Caetano”. Daniel Quirós analiza la película sobre
Freddy, un boliviano que ha inmigrado a Buenos Aires en busca de trabajo. La
película, filmada completamente en blanco y negro en súper 16, sigue a Freddy
durante varios días de trabajo en un bar/restaurante de Buenos Aires, donde logra
asegurarse un trabajo como “parrillero.” La película explora no sólo los prejui-
cios del dueño del lugar hacia Freddy, sino la xenofobia creciente de algunos
de los clientes del bar, quienes se refieren a él como un “negro” que ha venido
a robarle el trabajo a los locales. Frente a sus esfuerzos por aclimatarse e inte-
grarse, entre las connotaciones racistas del medio, aparecen conjuntos musicales
LOS ESTUDIOS SOBRE IMAGINARIOS EN BOLIVIA
197
Conclusiones
Mesa Nº 5
Memoria
202 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
203
Introducción a la Mesa 5:
Aportes sobre memoria e historia
en 20 años de investigación, IEB
que fue apoyado por la cooperación Sueca ASDI/SAREC, del que estuvo encar-
gado Zacarías Alavi.
Una mención especial merece Lucy Jemio de literatura que no tiene muchos
artículos en la revista del IEB, pero varios libros sobre literatura oral aymara, una
de las formas más apreciadas de nuestra memoria. Sus obras “Senderos y mojo-
nes” (2005) es el inicio de una serie de recopilaciones de relatos y cuentos orales
que publicará luego con el Instituto y la Carrera de Literatura (2011). También
están los trabajos de Patricia Alegría sobre el teatro y la literatura coloniales, (EB
1 y 2), o el de Isabel Bastos que reflexiona sobre el indigenismo (EB 2) lo mismo
que Rosario Rodríguez (EB 12). Iván Oroza (EB 13) publicó acerca de la cos-
movisión andina tema sobre el que aportó también Blithz Lozada (EB7 y 10).
Ana Rebeca Prada, por su parte, ha venido trabajando en el rescate y la re-visita
a literatos de principios y mediados del siglo como Arturo Borda ((EB 12) y que
luego seguirá en otros esfuerzo en cooperación con alumnos de literatura. Las
políticas educativas en el pasado son otro tema abordado por Ma. Luisa Talavera
(EB 15), Blithz Lozada (EB 15), Weimar Iño (EB 15), Magdalena Cajías (EB 20)
como autor invitado, Enrique Ipiña (EB 18) y sobre nación y nacionalismos hay
un número completo (EB 22) con autores invitados en su mayoría.
Respecto de los artículos sobre memoria en EB, me parece importante hacer
algunas puntualizaciones: El aporte de historiadores en los primeros años de
funcionamiento del IEB. Aspecto sobre el que tratará Pilar Mendieta. La segunda
puntualización se refiere a la producción del equipo de “Discursos, Historia y
Cultura” que a partir del Nº 9, el año 2001, comenzó a publicar el resultado del
trabajo de este equipo multidisciplinario, formado por historiadores, literatos y
alumnas de lingüística. Ese año se publicó un número especial “El discurso de la
evangelización del siglo XVI” coordinado por Ximena Medinacelli. El equipo
trabajó sobre un texto común: un sermonario del siglo XVI, abordado desde
distintas disciplinas. Como dice Wálter Navia, en la presentación de la revista,
la publicación busca sondear en las profundidades de la memoria colectiva de
nuestro país. De los ocho artículos, dos son desde la literatura, uno desde la
lingüística y cinco desde la historia. Este número tiene varios aportes, primero
haber rescatado y transcrito un documento del siglo XVI que fue vuelto a copiar
a mano en el siglo XVIII y se encontraba en la biblioteca de la Familia Muñoz
Reyes. Otro aporte, es tener diversas miradas al tema de la evangelización duran-
te la colonia, tema que aunque aparentemente es muy lejano, sigue pesando en el
imaginario actual como un problema sin resolver.
Del mismo equipo Discurso resulta la publicación de EB Nº 12 (2004): La
cultura del pre-52 coordinado por Ana Rebeca Prada. “Fruto de un diálogo mul-
tidisciplinario trata una temática que cruza la noción de discurso, de historia y
cultura” dicen en su presentación, con un problema: que la revolución del 52
finalmente no integró la gama de ideas, producciones y acciones desde la guerra
INTRODUCCIÓN DE LA MESA 5: APORTES SOBRE MEMORIA E HISTORIA 205
del Chaco hasta el Estado de 1952. Sobre ello, escribieron autores desde distintas
disciplinas. A mi entender, comparando con el número dedicado a la evangeliza-
ción se dio un paso importante al pasar de plantearse un objeto de estudio común
(el sermonario) a un problema común (el olvido del 52 de la riqueza histórica
que no era afín a su proyecto).
Finalmente, el Nº13 (2007), “Espacio urbano andino: escenario de rever-
siones y reinversiones del orden simbólico colonial”, coordinado por Rosario
Rodríguez y Marcelo Villena. En este número ya no se trata de un hito histórico
como tema aglutinante, sino un espacio de reflexión común que acogió a varias
disciplinas, incluida la historia. Intentos como el del equipo Discursos Historia y
Cultura quedaron en el camino y esperamos puedan volver a articularse.
A la mesa de “Memoria” hemos invitado a dos panelistas del IEB, una de
historia, Pilar Mendieta y otro de lingüística, Ignacio Apaza, también a un invita-
do externo gran conocedor de la tarea editorial en Bolivia, como es José Antonio
Quiroga. A ellos muchas gracias por su participación.
206 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
207
La importancia de la historia
en el Instituto de Estudios Bolivianos
tura del Pre 52. Este proyecto fue desarrollado por el área de Discursos, historia
y cultura del IEB y partió de la necesidad de repensar la supuesta inevitabilidad
de la Revolución Nacional repetida por los diversos estudios sobre este proceso.
En este sentido, se partió de la hipótesis de que también existieron proyectos
alternativos que, de alguna manera, fueron invisibilizados por la historiografía
nacionalista. Los diversos trabajos abordaron temas tales como el indigenismo
en las artes y en la novela, el imaginario del pasado prehispánico, el pensamiento
anarquista y su práctica en los sindicatos obreros.
Finalmente, el siguiente número Estudios Bolivianos Nº 13 (2005) titulado
El espacio Urbano Andino tuvo también un carácter interdisciplinario que tomó
al espacio urbano andino como el escenario de reversiones y reinvenciones del
orden simbólico colonial. En este sentido los distintos artículos debaten acerca
de los espacios urbanos, su vida social y cotidiana en la época colonial y republi-
cana entrecruzándose con las percepciones andinas y no andinas sobre lo urbano.
El Nº 19 de Estudios Bolivianos también fue producto de la multidisci-
plinariedad donde estuvieron presentes la historia, la literatura y la sociología.
Esta vez se tocó el tema de las políticas festivas y simbólicas en la construcción
nacional, (las fiestas cívicas, los monumentos y los símbolos nacionales) pre-
sentados en la mesa del mismo nombre en el encuentro de Estudios Bolivianos
de Sucre en el año 2013. Finalmente, el Nº 22 de Estudios Bolivianos titulado
“Repensando imaginario y nación”, contiene varios artículos que piensan nue-
vamente el tema de la construcción de la Nación a partir de la literatura y de la
historia. Este número contó con el aporte de investigadores nacionales y extran-
jeros que no pertenecen necesariamente al Instituto.
De esta manera, el ejercicio de realizar trabajos multidiciplinarios e in-
terdisciplinarios al interior del Instituto de Estudios Bolivianos, así como la
apertura al diálogo entre disciplinas son un intento serio de ir más allá de los
estudios disciplinarios, lo que le permite a los miembros del IEB un diálogo
fecundo entre sus miembros cumpliendo con el objetivo del IEB como centro
de investigación facultativa.
A lo largo de los números de la revista Estudios Bolivianos aparecen artí-
culos de Roberto Choque, Laura Escobari, Raúl Calderón, Rossana Barragán,
Ximena Medinacelli, Maria Luisa Soux, Eugenia Bridikhina, Pilar Mendieta,
Esther Ayllon, Beatriz Rossels, entre otros investigadores jóvenes como Pablo
Quisbert, Nivardo Rodríguez, Johny Canedo, Luisa Cazas, Mario Castro, Edwin
Arciniega, Nilda Llanque, Weimar Iño, Lucia Querejazu y algunos invitados ex-
tranjeros como Ana María Lorandi y Francoise Martínez. Varios de los jóvenes
historiadores que han publicado en la revista han sido becatesistas o auxiliares
de investigación dentro del IEB. A través de las publicaciones se puede advertir
que María Luisa Soux, Raúl Calderón y Ximena Medinacelli son los y las inves-
tigadoras que más artículos han escrito.
210 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
Una de las condiciones de la Cooperación Sueca fue que los diversos temas
a ser investigados por las doctorantes debían tratar sobre un lugar específico: el
departamento de Oruro. De esta manera, nos involucramos en un espacio hasta
entonces poco conocido por los miembros del equipo siendo una grata sorpresa
el encontrarnos con una historia profunda y vibrante que provocó que prónta-
mente surgieran temas de investigación que abarcaron distintos periodos de la
historia de Oruro. Cronológicamente, Ximena Medinacelli trabajó el período
colonial temprano a través del rol de los llameros que se desplazaban en aquel
territorio; María Luisa Soux trabajó el periodo de la Independencia vista desde
lo que ocurría en Oruro, pero sin perder el contexto general de los acontecimien-
tos; Pilar Mendieta se abocó al estudio de lo ocurrido en 1899 durante la Guerra
Federal, enfatizando en Zárate Willka y el movimiento indígena y Magdalena
Cajias trabajó la historia de la mina Huanuni durante todo el siglo XX.
Durante el transcurso de los diez años, docentes y estudiantes del proyecto
viajamos a varios lugares del bellísimo altiplano orureño recorriendo las anti-
guas provincias de Paria y Carangas casi en su totalidad. Fue muy importante el
trabajo en equipo desarrollado con motivo la organización del Archivo Judicial
de Poopó donde también se investigó. En este contexto, fue fluida la relación con
investigadores de la ciudad de Oruro, con la Alcaldía Municipal de Oruro, espe-
cialmente con la concejal Maria Luisa Zeballos, con el Oficial Mayor de Cultura
Fabricio Cazorla, con Antonio Revollo, historiador orureño y con la UTO, quie-
nes brindaron su apoyo al proyecto y nos recibieron con la típica calidez orureña.
El viaje realizado a la zona de Inquisivi por mi persona y los alumnos del pro-
yecto fue una experiencia inolvidable ya que este territorio tiene que ver tanto
con las investigaciones sobre la independencia, por haberse desarrollado allí la
guerra de guerrillas de Ayopaya (1814-1825), y con la Guerra Federal (1899) por
encontrarse en aquella provincia el pueblo de Mohoza donde ocurrió una terrible
masacre en el contexto del conflicto.
Fue también importante la posibilidad, que tanto docentes como estudiantes
del proyecto, tuvimos para viajar a investigar a otros países como España y la Ar-
gentina y a congresos internacionales como el de Americanistas en el año 2003
en la ciudad de Santiago de Chile y el de Etnohistoria en Lima en 2008. Asimis-
mo socializamos nuestros trabajos en la RAE y en los congresos de bolivianistas
llevados a cabo en la ciudad de Sucre.
El año 2007 se organizaron cuatro sub proyectos dirigidos por cada una de
las doctoradas. Inspirada por la tradición llamera, Ximena Medinacelli se ocupó
de un espacio concreto que es el de Carangas, al que analizó a través del territo-
rio y de sus capillas. Colaboraron en el proyecto Pilar Lima, Lourdes Uchanier
y Raúl Reyes. Maria Luisa Soux investigó sobre el tema de la territorialidad
republicana conjuntamente con Roger Mamani y Ricardo Asebey, Pilar Men-
dieta trabajó la ciudad de Oruro a principios del siglo XX conjuntamente con
212 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
un equipo de alumnos entre los que se encontraban Weimar Iño, Luisa Casas,
Santusa Marca, Solange Zalles, Edwin Mamani y Nilda Llanque. Por su parte
Magdalena Cajias trabajó sobre la Radio Nacional Huanuni, apoyada por Jorge
Ocsa y Cristina Machicado quienes rescataron la memoria sonora de la cultura
sindical. Apoyadas por el IEB y la Cooperación Sueca, cada investigadora rea-
lizó las publicaciones de los resultados de los subproyectos en el que también
escribieron los ayudantes de investigación. En uno de los sub proyectos se in-
volucró también a investigadores orureños quienes escribieron sobre diversos
temas de la historia de Oruro.
De forma paralela, el proyecto “Relaciones Interétnicas” se encargó de la
publicación de la colección “IV Centenario de la fundación de Oruro”, con fon-
dos de la cooperación ASDI- SAREC y el Instituto Francés de Estudios Andinos,
colección que consta de 10 libros de diversos autores orureños del pasado y del
presente, entre ellos la tesis en dos tomos de Fernando Cajias sobre la rebelión
de Tupac Amaru en Oruro, la tesis de la etnohistoriadora argentina Mercedes del
Río sobre los Soras, la del antropólogo norteamericano Thomas Abercrombie
sobre el sur de Oruro así como autores de principio del siglo XX que fueron per-
sonalidades en Oruro como Marcos Beltrán Avila y Adolfo Mier cuyas obras se
habían convertido en ejemplares de colección que se encontraban únicamente en
repositorios especializados y en unas cuantas bibliotecas particulares. Con estas
publicaciones, lo que se ha querido es ofrecer a los interesados en la historia oru-
reña, obras fundamentales para comprender la región y de esta forma recuperar
la memoria histórica orureña.
Pero, quizás el mayor logro del proyecto “Relaciones Interétnicas” ha sido la
formación de estudiantes que, como ayudantes de investigación, se nutrieron de
la experiencia de las investigadoras y también aportaron con ideas y discusiones
sobre los diversos temas. Parte de ellos se beneficiaron con becas otorgadas por
ASDI-SAREC para realizar sus estudios de postgrado en el CIDES de la UMSA.
En realidad, este Proyecto fue una gran experiencia no solo académica sino
también humana, puesto que se consolidó un grupo compacto de docentes y es-
tudiantes, intelectuales pero también amigos que han aportado a la investigación
histórica sobre Oruro dentro del paraguas del IEB y la ayuda de ASDI SAREC.
En todo el proceso fue muy importante el apoyo de Wálter Navia y de Juan
Carlos Orihuela como directores del Instituto y también de Diego Pomar quien
fue muy valioso, puesto que se dedicó con ahínco a colaborarnos con la edición
de los libros. También recibimos la colaboración de Moira Durán, de Beatriz Ca-
jias, quien se pasó horas corrigiendo los tomos de la colección “IV Centenario de
la fundación de Oruro”, y de los ayudantes de investigación que estuvieron allí
para cooperar con el proyecto en general y con la edición de libros en particular.
Finalmente, hay que decir que, si bien fuimos afortunadas por ser parte de este
proyecto, supimos responder al reto de trabajar con ahínco, formar a los estudian-
tes y devolver nuestros conocimientos a través de las publicaciones y del aula.
213
Mesa Nº 6
1 Doctora en Historia, ex directora del Archivo de La Paz y del Instituto de Estudios Bolivianos.
216 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
219
nal por afinidad a los temas de preocupación y alguna competencia temática para
avanzar en algo más que su enunciación.
Recuento de lo contenido
las autores/as. Desde luego que diálogo existe oralmente, sin ello no son posibles
instituciones de investigación y menos comunidades académicas, pero el tipo de
diálogo que quiero destacar es aquel cuyo texto, luego de leído, es respondido
también en formato escrito; es decir, reflexionados y aquilatados los argumentos2.
Y no hablo de las citas de autoridad, a los consagrados– usualmente fallecidos
o de generaciones anteriores–, sino con referencia explícita a los colegas. Mea
culpa CIDES (porque este tipo de ejercicio también se echa a faltar en mi propia
comunidad institucional más inmediata).
La política, aquí, es mala profesora pues es el ámbito donde sólo ocurren
referencias a otros para la descalificación; todo lo contrario de una esfera pública
que eduque para y vitalice la democracia como forma de convivencia plural.
El texto de Ana Rebeca Prada (2004) me parece muy valioso y me detendré
algo en relación a la caracterización política y social de nuestra sociedad y Estado.
Y allí resalta el papel de “exterioridad” de la literatura con relación a la política
que se postula adecuadamente en el texto. El trabajo de Arturo Borda, El Loco,
en particular una de sus partes, da lugar a esa amplia interpretación y reflexión.
Un par de citas para situar esa interesante reflexión:
“Es fundamental anotar que ambos términos ‒la interioridad estatal y la exteriori-
dad nómada‒ funcionan uno en relación al otro, no como opuestos” (1966: 429)
Y sobre el Estado:
Cuesta reconocer a nuestro Estado en algo así; y sin embargo existe y aun-
que es probable que su pretensión sea la descrita por nuestra autora, más bien es
el chenk´o arbitrario, sin mayores artilugios para favorecer a los poderosos de
turno el que funciona abrumadoramente. Si hay alguna regularidad, ésa es la que
es posible identificar, la que está orientada al privilegio, no a la igualdad ante la
ley, aplicada de manera siquiera tendencialmente universal. Esto es más cierto
en cuanto menos legítimo es el Estado en sus formas modernas3. Por supuesto,
lo anterior puede matizarse, ha habido cortos periodos donde algo de Estado
Sobre los “dos” W. A mi el “1er. W.” –el del Tractatus…– siempre me sirvió para
una exigencia de pretensión de precisión en el lenguaje, para expresar mejor el
pensamiento).
De los dos textos sobre la mujer, el feminista, de Galia Domic podría –en mi
perspectiva- llevarnos a una aporía no tanto conceptual, como política. Partiendo
de una crítica a la formulación de lo universal muy similar a la que G. Domic
reseña de Ẑiẑek y los juegos de lenguaje de Laclau, (ambos influidos por el
trabajo de Lacan), en términos masculinistas y patriarcales otra pensadora femi-
nista, Iris M. Young (1989) plantea la idea de ciudadanía diferenciada donde los
grupos sociales, sometidos a la hegemonía, “negocian” un trato compensatorio,
sin cancelar derechos. universales y por ello produciendo una composición/ arti-
culación de derechos. más compleja que la de la modernidad jacobina (¿es Mary
Wollstonecraft a quien se refiere en p. 628?4).
Ahora, me centro en la temática Educación e interculturalidad (I-C): el
nombre aquí y ahora de la democracia. Porfidio Tintaya define a la I-C como
“proceso de creación cultural … encuentro entre sujetos culturalmente diferen-
tes” (: 343). Hay, como es usual en los trabajos sobre este importante tema, una
clasificación de tipos de I-C (: 347), allí destaca la I-C trasmoderna (por oposi-
ción a la moderna, la que otros llaman “funcional”), que enfatiza la relacionali-
dad5 mas que la racionalidad.
Me parece un figura seductora la del tumpiri, ese individuo (sujeto que se
desplaza de una cultura a otra) itinerante y sobre todo convivial (también opues-
to lo mismo al turista moderno que al indiferente postmoderno –cosmopolita-).
Insisto en lo de “figura” porque, aun en la escala territorialmente nacional, los
desplazamientos son de colectivos, de importantes contingentes migrantes. Y ni
qué decir en la escala global, hoy dato de uno de los más acuciantes problemas
de múltiples dimensiones, donde la emigración masiva desafía fronteras de de-
siertos y mares.
La reflexión de Porfidio, no ignora la dimensión del poder (:352 y 357), pero
enfatiza la dimensión de la convivencia que es lo que hace valioso el trabajo
sobre interculturalidad en el mundo. Por ello, también enlista a varias figuras im-
portantes que trabajan estos temas (L. Olivé, L. Tapia, F. Quispe y aun Sartori:
359 y antes a J. Medina y Xavier Albó) buscando caracterizar y conformar una
“sociedad multicultural pluralista” porque es acertado ir generando una corrien-
te los suficientemente amplia para que la dispersión no sea la característica en el
abordaje y desarrollo de tan importante temática.
4 En esa importante precursora del feminismo hay ciertamente una ironía en su muerte, dando
a luz a su hija, quien luego será la autora de la inquietante historia del Dr. Frankenstein, Mary
Shelley.
5 Y los principios de complementariedad, reciprocidad y correspondencia, siguiendo a Easterman.
224 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
Por un lado, los valores universales, como la democracia, la libertad, la dignidad hu-
mana, la justicia, así como las estrategias de interacción, como el diálogo, la inter-
subjetividad, el consenso, la argumentación sensata, la racionalidad, la objetividad y
el pluralismo, y, por otro, los valores particulares de los pueblos originarios, como el
vivir bien, el desempeño en la justa medida y la convivencia con la comunidad social,
natural y simbólica; los principios de relacionalidad, correspondencia, reciprocidad y
complementariedad; y las estrategias de diversificación de la relaciones culturales, el
ayni, el t’inkhu, la relación centro-periferie y el kuti, son condiciones que desarrollan
al menos tres elementos culturales que caracterizan el sentido de sí mismo de cual-
quier comunidad o sociedad: la identidad, los saberes y la lengua. Estos tres elementos
se constituyen en líneas de acción de la educación intercultural. (356).
RESEÑAS Y COMENTARIOS
226 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
227
Bolivia, su historia:
El valor de un trabajo colectivo
por los propios acontecimientos históricos. Conviene anotar también algo que
muestra el segundo tomo, la reflexión sobre la cuestión del mestizaje, asunto que
está aún en debate y que es parte de las tensiones ideológicas en el siglo XXI.
Uno de los aportes más interesantes en la periodización de esta obra mo-
numental es la del tomo tres. Contra todos los antecedesntes y la mirada clásica
de nuestra historiografía, el citado tomo une el siglo XVIII y el principio del
siglo XIX. El final del período colonial, las reformas borbónicas y el proceso de
independencia, que generan una unidad y una coherencia que subsume el viejo
condicionante cronológico, a favor de un dominante temático. No pasa lo mismo
en los tres últimos tomos. En este punto, “Bolivia su Historia” recupera de modo
definitivo e incuestionable la continuidad histórica. No es un descubrimiento
de la Coordinadora de Historia, pero la idea sale a la luz incuestionablemente.
Nuestra historia no está fragmentada, es una continuidad a partir de una sucesión
de enlaces y a pesar de sus aparentes fracturas “irremediables”. Por eso, hay que
destacar otra vez el tomo que está dedicado precisamente a uno de los momentos
teóricamente más violentos de ruptura en la historia del país; el final del período
colonial y el comienzo del período de independencia. El enfoque más interesante
y novedoso -que no es otra cosa que la complementación de textos especializa-
dos que las autoras han desarrollado antes de este- está en el cuestionamiento
estructural de lo que tradicionalmente habíamos dicho de la Guerra (1805-1825)
entre patriotas y realistas, entendido hasta hoy sólo como un camino a la inde-
pendencia y un quiebre total. La obra nos muestra una transición violenta, sin
duda alguna, traumática también, pero que recoje elementos en los que hay he-
rencias que quedan y que permean definitivamente nuestras identidades. Surge
el desafío de leer ese momento como una especie de guerra civil, como una con-
frontación en el seno de una sociedad ya estructurada en sus bases sociopolíticas
e identitarias en la que se disputan los especios efectivos de poder.
Con relación al último tomo dedicado a una parte del siglo XX, tenemos
alguna discrepancia. Su contenido hace un hincapíe muy pronunciado sobre los
movimientos indígenas, pero muy especialmente sobre el movimiento obrero. El
ancla de esta parte del trabajo está en la perspectiva de los movimientos sociales
como filtro para la comprensión general de lo político, lo social y lo económi-
co. No se discute su importancia, pero si en el pasado el eje narrativo estaba en
los actores políticos (jefes de estado sobre todo), generando un desequilibrio, el
riesgo que anotamos es un desbalance desde la dirección inversa. A este tomo
le hace falta una “compensación” que permita una lectura más integral que sí se
aprecia en tomos anteriores. La otra dificultad estriba en que no hay consisten-
cia en la definición de la “fecha de corte”. La cronología marca el “final” en el
epílogo del siglo XX, estableciendo no sin razón que no se toca el siglo XXI por
falta de perspectiva histórica, pero los capítulos vinculados al desarrollo de la
cultura, a los símbolos y a otros temas complementarios, incluso en alguna parte
RESEÑAS Y COMENTARIOS 229
mera mitad del siglo XX tiene ejemplos relevantes. Las historias de Cortés, de
Gutiérrez, de Morales, de Finot, de Arguedas, para poner los ejemplos más lla-
mativos, son –obviamente– otras historias. Esto viene a cuento por una razón. La
teoría de las “historias oficiales”. Si pudiéramos escoger una de esas historias,
cualquiera, ¿podríamos definirlas como “historia oficial”? Hemos tenido la ten-
dencia repetitiva de asumir como historia oficial todo aquel texto que se había
impuesto como texto de historia –formalmente o no– para los colegios del país.
¿Esos libros eran realmente historias oficiales? Representaban una interpretación
ideológica, sin ninguna duda, pero, no estoy muy seguro de que fueran historias
oficiales. Con ese razonamiento, si “Bolivia su Historia” fuera escogido como
texto para colegios o para universidades ¿será considerada como la “historia ofi-
cial” que se escribió en la segunda década del siglo XIX? Sería una conclusión
incorrecta. Unas historias han influido más que otras, han marcado pautas en la
formación de nuestras visiones del pasado, pero, las razones de su influencia han
tenido que ver más con su propio peso específico que por la imposición de sus
contenidos de manera compulsiva. Inevitablemente los historiadores son hijos de
su época y expresan visiones que, en general, se compadecen de su realidad y su
contexto y, por supuesto, de su propia cosmovisión.
Si algo debemos rescatar de este nuevo texto, no es solamente el hecho de
ser un trabajo colectivo, sino de haber sido escrito con gran honestidad intelec-
tual. Se puede –se debe probablemente– guardar distancia, se puede tener discre-
pancias, se puede tener ideas más próximas o más alejadas de los capítulos y to-
mos que conforman su corpus, pero lo que no se puede decir, en ningún caso, es
que este esfuerzo monumental no tiene fundamento científico objetivo, en tanto
desarrollo profesional, no en tanto su supuesta neutralidad. Cabe aquí entender
y aceptar que este trabajo sistemático y serio no está exento, no podría estarlo,
de la visión de un colectivo sobre nuestro pasado, visión en la que la legítima
interpretación ideológica de cada uno suma un resultado que es inevitablemente
una interpretación, que a pesar de ello –como esta dicho– no traiciona ni deforma
los acontecimientos que la generaron.
Complementan su presentación, y no son de menor importancia, los cuadros
estadísticos, la transcripción de documentos capitales (leyes, decretos supremos,
diagramas de organizaciones representativas como la COB o la CSUTCB, por
ejemplo) que enriquecen los contenidos. Además, el conjunto está apoyado por
imágenes, varias de ellas inéditas.
Esta historia no se somete a la lógica, a veces tiránica –la hemos experi-
mentado en nuestra propia experiencia escribiendo historia– de la cronología.
La cronología, los personajes, los períodos políticos, suelen ser corsets extre-
madamente peligrosos para estar atados a ellos. Pero, convendrán los autores en
que esa ruptura tiene sus riesgos que pueden resentir la búsqueda de “armar el
rompecabezas” por parte de los lectores.
RESEÑAS Y COMENTARIOS 231
••••••
1 Rodrigo Hasbún ha publicado seis libros de narrativa. El libro de cuentos Cinco (La Paz: Gen-
te Común, 2006), el que contiene cinco relatos: “Carretera”, “Álbum”, “Reunión”, “Amanda”,
y “Pareja en café o cama o calle, sobre fondo o gris”. La novela El lugar del cuerpo (Santa
Cruz: Fondo Editorial, Municipalidad de Santa Cruz, 2007; La Paz: Alfaguara, 2009; Buenos
Aires, 2012; Lima, 2014). El libro de cuentos Los días más felices (Barcelona: Duomo Edicio-
nes, 2011), que incluye doce cuentos divididos en tres secciones. El libro de cuentos Cuatro
(La Paz: El Cuervo, 2014), que contiene los cuentos: “La mujer y la niña”, “Syracuse”, “Los
nombres”, “Tanta agua tan lejos de casa”. El libro de cuentos Nueve (Madrid: Demipage,
2014), que es una selección de cuentos de sus tres colecciones anteriores. Y, por último, la
novela Los afectos (Barcelona: Random House, 2015; La Paz: El Cuervo, 2015).
234 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
respecto a esta obra, cuando, en verdad, la sexualidad y la escritura son los so-
portes, los cimientos de lo que Hasbún escribe. No es, pues, sólo –aunque puede
ser también– un asunto temático. Es en verdad lo que mueve la escritura.
bún ya había tramado en El lugar del cuerpo: la prosa es neta, sintética, corta; la
escritura alude y narra, pero de forma muy escueta. El lector tiene que generar e
incorporar muchas de las piezas, cuyos lugares son sólo sugeridos o dejados a la
imaginación en la cadena narrativa.
•••••••
Hay una importante tradición en Bolivia, en la literatura del siglo XX, de los
escritos literarios que se arman a partir de la conciencia de estar siendo escritos.
En Borda, en Urzagasti, hay un decir alerta a la materia de la escritura, de la pro-
pia escritura. Será importante, en algún momento, retomar la lectura de los textos
de Hasbún y ver cómo conversan con los de los autores mencionados u otros que
también hacen esto en su literatura.
Muy particularmente interesa la vinculación que un estudio podría estable-
cer entre la construcción de lo femenino en Rodrigo Hasbún y en Yolanda Be-
dregal. Queda por hacer este trabajo, que vincule mujer, escritura y sexualidad
en estos dos tan distantes (en tiempo) y distintos (en estilo) escritores, que están,
sin embargo, vinculados por su atención a estas tres transversales articuladas de
manera tan intensa.
237
“Conectados”1: la educación
y la tecnología en el siglo XXI
1 Este término es usado por los internautas para referirse a la conexión con las redes sociales
mediante el internet.
2 Estas revistas son publicadas por el IIIE, perteneciente a la Carrera Ciencias de la Educación
de la Facultad de Humanidades, UMSA. Para realizar esta reseña revisé cuatro textos publi-
cados entre el 2014 y 2015. Una vez realizada la lectura, se eligió dos de los mismos debido
a una coincidencia temática en tecnología y educación. Los otros dos textos, titulados, Entre
temas de la investigación “en” la educación, N° 11 y Estudio sobre trabajo doméstico de
niños, niñas y adolescentes en hogares de terceros en Bolivia, se tomarán en cuenta para
estudios posteriores.
3 Estudiante de 5to año de la Carrera de Literatura. Auxiliar de investigación del IEB, gestión
2015. Correo electrónico: tania_ax7@hotmail.com
238 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
Por ello, el rol de la Carrera Ciencias de la Educación, según las revistas, debe
responder, como cualquier otra, a las necesidades de una sociedad en el contexto
actual. Estos desafíos responden a la formación de profesionales en educación
en tres ámbitos: didácticos, pedagógicos y curriculares. Cada uno de los retos
intenta generar una respuesta tangible para dar solución a las necesidades de
una sociedad en continuo cambio mediante: el manejo de las Tecnologías de la
Información y el Conocimiento en la formación de profesionales, la actualiza-
ción permanente de los docentes con respecto a las herramientas tecnológicas y
un currículo actualizado, además pertinente, para esta época actual. Estos tres
desafíos, según las revistas, lograrían consolidar nuevas competencias de pro-
yección laboral para los profesionales que ejercen su labor en diferentes rubros
de la educación.
Desafío didáctico
4 En: Desafíos de la Carrera Ciencias de la Educación en el siglo XXI, Nº 12. La Paz: IIIE,
2015, p. 67.
5 Esta encuesta fue realizada en el año 2012, en las cuatro principales ciudades del país. Publica-
da el 4 de noviembre del 2012 en: http://www.opinion.com.bo/opinion/articulos/2012/1104/
noticias.php?id=76544.
240 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
conectado a la red las 24 horas del día invirtiendo tan sólo 2bs. Mientras se ca-
mina por la calle o se viaja esporádicamente en el minibús, siempre se encuentra
a una persona, si no más, con los ojos fijos en el celular. Las diferentes aplicacio-
nes, como: Facebook, Wathsapp, Twitter, Viber, Periscope, Messenger y otros,
facilitan el intercambio de la información que se genera a cada instante. Estas
aplicaciones, si bien fueron creadas originalmente para el relacionamiento per-
sonal, en la actualidad no son usadas solamente con ese fin. La información que
se comparte abarca múltiples áreas, desde la política, noticias, deportes, cocina,
arte, música, etc. Según la página www.latamclik.com6, publicada el 11 de junio
de este año, el Facebook se convirtió en la red social más usada por la población
boliviana. Los datos estadísticos que revela esta página son los siguientes: en
Bolivia existen 3.500.000 usurarios de Facebook. De esta cifra total, el 46% son
mujeres y el 54% son varones. Lo más interesante en referencia al total es que el
37% de los usuarios tiene entre 18 y 24 años. El segundo lugar es ocupado con el
20% por los usuarios que tienen entre 30 y 44 años. Luego, el 19 % tiene entre 13
y 17 años. El cuarto lugar, en porcentaje, lo ocupan los usuarios que tienen entre
25 y 29 años con el 17%. El quinto lugar, con el 4%, es ocupado por los usurarios
que tienen entre 45 y 54 años. Y finalmente el 3% es representado por los usua-
rios que tienen 55 años en más. Estos datos revelan que el acceso de los usuarios
a las redes sociales, en promedio, oscilan entre los 13 y 44 años de edad. Sin
lugar a dudas, el acceso a la tecnología ha cambiado las relaciones humanas para
convertirse en una nueva forma de vida. Conectados todo el tiempo, el mundo de
la información está al alcance de un clic. En ese sentido, la didáctica de enseñan-
za-aprendizaje ya no es la misma. Pues, no se puede negar que los estudiantes
universitarios recurren con frecuencia al internet para realizar trabajos que se les
asigna en las materias. La información está al alcance en todo momento y lugar.
Entonces, ¿qué hacer con las nuevas tecnologías de información? ¿Adaptarse o
negarse a ello? Este desafío didáctico interpela tanto a docentes como estudian-
tes en todo sentido. Ahora, no se puede pensar en educación si no se trabaja con
la tecnología o siquiera se la relaciona de alguna manera.
Desafío pedagógico
La tendencia de interacción social, mediada por la tecnología, lleva a repen-
sar que la forma de enseñanza-aprendizaje debe reinventarse constantemente para
responder a las exigencias actuales mediante una reactualización docente. Bajo
esa perspectiva, Marcos Fernández Motiño, en su texto “Liderazgo educativo en
la Educación Superior”7, afirma que la formación docente requiere de cambios
6 htt://www.latamclik.com/wp-content/uploads/2015/06/11.
7 Ibíd, p. 49.
RESEÑAS Y COMENTARIOS 241
8 Ibíd, p. 89.
9 Ibíd, p. 67.
10 Según el autor, se entiende por Tecnología Educativa al acercamiento científico basado en la
teoría de sistemas que proporciona al educador las herramientas de planificación y desarrollo,
así como la tecnología, busca mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje a través del
logro de los objetivos educativos buscando la efectividad y el significado del aprendizaje.
242 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
Desafío curricular
El efecto de la globalización lleva a que la universidad, mediante su oferta
académica, deba reinventarse constantemente para avanzar a la par de la tecno-
logía. René Suárez Escalera, en su texto “El nuevo currículum y su horizonte”12,
afirma que las tensiones del mercado laboral cuestionan el rol de la universidad
en la generación y difusión del conocimiento mediante un hacer de la ciencia
para obtener nuevos conocimientos desde la investigación y finalmente poner-
los en práctica (2015: 40). En ese sentido, la carrera Ciencias de la Educación
también necesitaría una reactualización de la malla curricular que responda a las
necesidades de una sociedad tecnológica. El primer problema surge ya, desde la
malla curricular. La Carrera Ciencias de la Educación de la UMSA, dice Cuevas,
en su texto antes mencionado, en la actualidad, año 2015, forma a sus estudiantes
con el plan de 1997. La reflexión se traduce en esta pregunta: “¿Las necesidades
de formación y necesidades de la sociedad serán las de hace 18 años?” (2015:90).
La respuesta es obvia. Pasaron casi dos décadas desde la última modificación cu-
rricular de la carrera. En ese tiempo, si tener una computadora era un privilegio,
como el reflejo de un estatus social, la posibilidad de acceder al internet era aún
más remota. Sirve como dato de referencia que ni Facebook13 había sido creada
en ese entonces. Por ello, surge la necesidad de formar a los estudiantes con un
currículo pertinente que ofrezca planes y contenidos de estudios contextualiza-
dos; y que estén acorde a las necesidades de una sociedad actual.
Una consolidación sólida de formación universitaria, llevada a cabo con un
currículo pertinente, hará posible que el profesional responda a las exigencias
11 Ibíd, p. 79.
12 Ibíd, p. 40.
13 Según la página https://es.m.wikipedia.org/wiki/Facebook, la aplicación fue lanzada al mer-
cado el 4 de febrero del 2004 por un grupo de estudiantes, entre ellos resalta el nombre de
Mark Zuckerberg. Después de 11 años, Facebook se ha convertido en la red social más usada
por millones de internautas a nivel mundial.
RESEÑAS Y COMENTARIOS 243
14 De: Ivan Felix Cuevas, Luz Marina Castillo y César Laura. La Paz: IIIE, 2014.
244 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
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DOCUMENTOS
246 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
247
Publicaciones Periódicas
Estudios Bolivianos
Encuentro
* Encuentro I, 2005
• "Los líderes de la guerrilla de Ayopaya y su relación con la junta de Buenos
Aires durante la guerra de independencia (1810-1825)".
Roger Leonardo Mamani Siñani
• "El mito, elemento constitutivo de la naturaleza humana: En busca de una
definición del mito a partir de la posición del sujeto".
Roberto Agustín Hinojosa Paniagua
• "El auditorio en la argumentación discursiva: consideraciones comunicacio-
nales sobre el fenómeno".
Juan Marcelo Columba Fernández
• "Creación y funciones de la sociedad de propietarios de Yungas".
Solange Leonor Zalles Cuestas
• "Escritura creativa: La poesía como recurso para el mejoramiento de las ca-
pacidades escriturales y lectoras en los estudiantes de secundaria".
Paola Isabel Murillo Pérez
• "Huanuni, memoria colectiva en la historia minera y boliviana: reflexiones
sobre un movimiento social".
Jorge Ocsa Laime
Cuadernos de Investigación
* Nº 1, (Lingüística) 1999
Campo, familias léxico-semánticas y la derivación verbal de los verbos llevar
del aymara.
Zacarías Alavi Mamani
* Nº 2, (Lingüística) 1999
Catálogo de conectores: Lengua Castellana.
Silvia Parrado Mercado
* Nº 3 (Filosofía) 1998
Herencias culturales y educación para el cambio: Un inventario filosófico.
Galia Domic Peredo & Blithz Lozada Pereira
* Nº 4 (Historia) 1999
La COB: Entre el mito y la realidad
Pilar Mendieta Parada
* Nº 5 (Psicología) 2000
Motivación laboral
María Lily Maric
* Nº 6 (Historia) 2001
De Túpac Katari a Zárate Willka: Alianzas, pactos, resistencias y rebelión en
Mohoza (1780-1899)
Pilar Mendieta Parada
* Nº 7 (Filosofía) 2000
El pensamiento filosófico y el estudio de las ciencias humanas.
Galia Domic Peredo
* Nº 8 (Psicología)
Estereotipos y representaciones sociales: análisis del caso boliviano.
María Lily Maric
* Nº 9-I (Filosofía) 2002
Discursos Epistemológicos
Blithz Lozada Pereira
* Nº 9-II (Filosofía) 2002
Discursos Epistemológicos. Cuaderno de autoaprendizaje: Guía para el estu-
diante y el asesor.
Blithz Lozada Pereira
* Nº 10 (Historia) 2005
Santiago de Huata: Historia de una región el Titicaca.
Froilán Mamani
250 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
* Nº 11 (Educación) 2006
Diseño curricular y desempeño docente.
Blithz Lozada Pereira
- Nº 12 (Educación) 2007
Procesos de admisión a la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educa-
ción y sus efectos en la calidad de la formación universitaria.
María Luisa Talavera Simoni
- Nº 13 (Filosofía) 2007
La Epistemología del modelo neoliberal.
Fanny Abregú
- Nº 14 (Filosofía & Economía) 2008
La democracia en Bolivia, la Constitución Política del Estado y el régimen
económico.
Lozada Pereira Blithz, & Vidaurre de Pereyra Consuelo
La sociedad sin trabajo: Utopías y distopías.
Abregú, Fanny
Libros
- Carlo Magno Flores Chocolla. Variación Dialectal del léxico de las aves de
Qurpa, Qurumata alta y Pujräwi. 2008
- Lvdovico Bertonio. Vocabulario de la lengua aymara, castellano-aymara-ay-
mara-castellano. 2008
- Claudio Marcapaillo Achu. Gramática con referencias del aymara del Sur. 2009
- Ignacio Apaza Apaza. Los procesos de creación léxica en el idioma aymara. 2009
- Enrique Dussel. La pedagógica latinoamericana. 2009
- Filomena Miranda Casas. Metáforas de la oposición de género chacha-war-
mi en el aymara de La Paz y Oruro. 2009
- Lucy Esperanza Jemio Gonzales. Relatos de montaña como articuladores
del pensamiento del pueblo de Sajama y del pueblo de San José de Cala del
departamento de Oruro. 2009
- Zacarías Alavi Mamani. Una aproximación a las toponimias del Poopó y
del Desaguadero. 2009
- Zacarías Alavi Mamani. Subsistema léxico-semántico de los verbos aymara
llevar. 2009
- Braulio Choque Mamani. Layra Parla “2”. Cuentos e historias Antiguas. 2009
- Zacarías Alavi Mamani. Markasan Yatxatanakapa. Enciclopedia en imáge-
nes. 2009
FDPC
256 ESTUDIOS BOLIVIANOS Nº 23
257
Normas editoriales
Los artículos que el IEB solicita para la revista así como las colaboraciones
recibidas son evaluados por la Coordinación de la revista y miembros del Con-
sejo Editorial. Si el artículo está de acuerdo con la temática definida para cada
edición de Estudios Bolivianos pasa a lectores anónimos vinculados al tema cu-
yas observaciones y recomendaciones deben ser tenidas en cuenta por el autor
del artículo para ser publicado. Si existiese conflicto de intereses la decisión final
para la publicación será asumida por el Consejo Editorial.