El documento describe diferentes concepciones del tiempo, incluyendo cíclico y lineal, y también experiencias religiosas como el tiempo divinizado o como ciclo eterno. Explica que en el cristianismo, el tiempo es entendido como la historia de salvación de Dios, y la liturgia celebra el misterio pascual de Cristo. El calendario litúrgico cristiano divide el año en tres ciclos ordenados en torno a Pascua y Navidad, abarcando el año solar.
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
96 vistas2 páginas
El documento describe diferentes concepciones del tiempo, incluyendo cíclico y lineal, y también experiencias religiosas como el tiempo divinizado o como ciclo eterno. Explica que en el cristianismo, el tiempo es entendido como la historia de salvación de Dios, y la liturgia celebra el misterio pascual de Cristo. El calendario litúrgico cristiano divide el año en tres ciclos ordenados en torno a Pascua y Navidad, abarcando el año solar.
El documento describe diferentes concepciones del tiempo, incluyendo cíclico y lineal, y también experiencias religiosas como el tiempo divinizado o como ciclo eterno. Explica que en el cristianismo, el tiempo es entendido como la historia de salvación de Dios, y la liturgia celebra el misterio pascual de Cristo. El calendario litúrgico cristiano divide el año en tres ciclos ordenados en torno a Pascua y Navidad, abarcando el año solar.
El documento describe diferentes concepciones del tiempo, incluyendo cíclico y lineal, y también experiencias religiosas como el tiempo divinizado o como ciclo eterno. Explica que en el cristianismo, el tiempo es entendido como la historia de salvación de Dios, y la liturgia celebra el misterio pascual de Cristo. El calendario litúrgico cristiano divide el año en tres ciclos ordenados en torno a Pascua y Navidad, abarcando el año solar.
Descargue como DOCX, PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 2
EL TIEMPO EN LA LITURGIA
La fe cristiana y su celebración interpretan el fenómeno del tiempo de un modo particular,
asignándole un significado y una densidad propia.
La experiencia humana del tiempo
La experiencia básica del tiempo es la del cambio y del devenir. La experiencia del tiempo está determinada para cada ser humano. El tiempo medido objetivamente puede estar determinado tanto por los ritmos biológicos y cósmicos, como por sistemas de medición artificiales y técnicos. En los esfuerzos de medición se pueden reconocer nítidamente dos grandes sistemas temporales, distintos entre sí: El sistema cíclico: En este tipo de organización, que se halla sobre todo en las culturas arcaicas, el punto de partida lo constituyen los ritmos de la naturaleza. De allí que la medición del tiempo en días, meses y años esté universalmente extendida. El sistema lineal: Esta organización se fundamenta en una experiencia del tiempo como algo que fluye permanentemente, sin retornar jamás, como una línea recta que siempre avanza. Su medición consiste en la segmentación de esa línea en períodos, como la cronología de la historia escrita. La experiencia religiosa del tiempo. El tiempo divinizado: Es la concepción que hace del mismo tiempo un dios. El mundo griego adoptó algunas divinizaciones del tiempo en Cronos y Aion. El tiempo rueda fatal: Esta concepción pesimista del tiempo, como una rueda que gira fatalmente sobre sí misma, caracterizada por el mal y la ilusión, se encuentra también en muchas religiones orientales. El tiempo, ciclo del eterno retorno: Esta concepción, que entiende el tiempo como un ciclo que permanentemente vuelve sobre sí mismo y regenera la existencia. La experiencia bíblica del tiempo: El tiempo es la historia de la salvación: En el cristianismo el tiempo es entendido como la historia en la que Dios actúa. Para los cristianos el tiempo pertenece a Dios, como todo lo creado por él. También su liturgia es histórica, en un doble sentido: celebra la historia y se celebra en la historia. El contenido fundamental de la liturgia, es el misterio pascual de Cristo, su muerte y resurrección. Ese acontecimiento histórico constituye el ápice y la bisagra del tiempo cristiano. El calendario litúrgico cristiano El calendario de la Iglesia universal. El día litúrgico, la unidad mínima del calendario civil y eclesial, "comienza a medianoche y se extiende hasta la medianoche siguiente. Pero la celebración del domingo y las solemnidades comienza ya en la tarde del día precedente. El año está dividido en tres "tiempos" o "ciclos", de extensión variada: son los ciclos de Pascua y de la manifestación del Señor, que se ordenan en torno a las dos grandes fiestas cristianas, Pascua y Navidad, y el Tiempo ordinario. El conjunto de ellos abarca la totalidad del año solar.
Consecuencias eclesiológicas y canónicas de la naturaleza sacramental de la Iglesia. Comunión eclesial, conciliaridad y autoridad - Comisión Mixta Internacional para el diálogo teológico entre la Iglesia católica y las Iglesias ortodoxas bizantinas (Documento de Rávena 13 de octubre de 2007)