POZOS
POZOS
POZOS
HIDROGEOLÓGICAS
miguelauge66@gmail.com
PILAR 2005
II
TEMAS
INTRODUCCIÓN 1
1. CICLO HIDROLÓGICO 2
1.1. DISTRIBUCIÓN DEL AGUA EN EL PLANETA 4
1.2. EL AGUA EN ARGENTINA 6
1.3. DISTRIBUCIÓN DEL AGUA EN EL SUBSUELO 8
1.4. TIPOS DE ACUÍFEROS 9
2. ACUÍFEROS PAMPEANO Y PUELCHE 11
2.1. RECARGA Y DESCARGA 11
2.2. CARACTERÍSTICAS HIDROGEOLÓGICAS 12
3. SISTEMAS DE PERFORACIÓN 16
3.1. ROTACIÓN CON CIRCULACIÓN DIRECTA 16
3.2. ROTACIÓN CON CIRCULACIÓN INVERSA 17
3.3. PERCUSIÓN A CABLE 18
3.4. ROTOPERCUSIÓN 19
3.5. POZO PILOTO 21
4. DISEÑO DEL POZO DE CAPTACIÓN 24
4.1. DIÁMETRO DE LA PERFORACIÓN 25
4.2. INSTALACIÓN DE LA CAMISA 28
4.3. VERTICALIDAD Y ALINEAMIENTO 32
5. FILTRO 35
5.1. TIPOS DE FILTROS 35
5.2. ELECCIÓN DEL FILTRO 37
5.3. INSTALACIÓN DEL FILTRO 39
5.4. ENGRAVADO 42
6. LIMPIEZA Y DESARROLLO 48
6.1. CHORRO DE ALTA VELOCIDAD 49
6.2. PISTONEO 50
6.3. INYECCIÓN DE AIRE 51
6.4. BOMBEO 52
6.5. CUCHAREO 53
6.6. PRODUCTOS QUÍMICOS 53
6.7. CONCLUSIONES 53
6.8. CLORACIÓN 54
III
FIGURAS
1. CICLO HIDROLÓGICO 2
2. AGUA EN LA TIERRA 5
3. AGUA EN EL SUBSUELO 8
4. AGUA INTRAPORAL 8
5. ACUÍFERO LIBRE 9
6. ACUÍFEROS LIBRE Y CONFINADO 10
7. ACUÍFERO SEMICONFINADO 11
8. ALTERACIÓN POR BOMBEO 12
9. EXTENSIÓN Y ESPESOR ACUÍFERO PUELCHE 13
10. PROFUNDIDAD TECHO ACUÍFERO PUELCHE 14
11. ESPESOR Y PORCENTAJE DE ARENA ACUÍFERO PUELCHE 15
12. EQUIPO ROTATIVO CON CIRCULACIÓN DIRECTA 16
13. EQUIPO ROTATIVO CON CIRCULACIÓN INVERSA 17
14. EQUIPO DE PERCUSIÓN A CABLE 18
15. HERRAMIENTA PARA PERCUSIÓN A CABLE 19
16. EQUIPO DE ROTOPERCUSIÓN 20
17. TRÉPANO PARA ROTOPERCUSIÓN 21
18. PERFILES LITOLÓGICO DE AVANCE Y ELÉCTRICO DE UN POZO PILOTO 22
19. FLUJOS EN LOS ACUÍFEROS PAMPEANO Y PUELCHE
(A) Pozo encamisado y cementado (B) Pozo encamisado sin cementar (C) Pozo sin 27
encamisado ni cementación (D) Pozo parcialmente encamisado sin cementación
20. CEMENTACIÓN POR INMERSIÓN DE LA CAMISA 29
IV
CUADROS
1. AGUA EN LA TIERRA 5
2. EXTRACCIÓN DE AGUA EN EUROPA 6
3. USO DE AGUA EN EL MUNDO 6
4. CONSUMO DE AGUA EN EL CONURBANO 7
5. CAUDALES EN FUNCIÓN DEL Ø DE LA CAMISA Y LA CARGA MANOMÉTRICA 28
6. CAUDALES MÁXIMOS TEÓRICOS PARA FILTROS DE RANURA CONTINUA 38
7. ESPECIFICACIONES DE GRAVAS PARA PREFILTROS 46
8. DIÁMETROS DE TUBERÍAS PARA INYECCIÓN DE AIRE 53
9. CONCENTRACIONES PARA PREPARAR 1 m3 DE SOLUCIÓN CLORADA 54
10. LAVANDINA NECESARIA PARA PREPARAR 1 m3 DE SOLUCIÓN CLORADA 55
11. FRECUENCIA PARA LAS MEDICIONES DEL NIVEL HIDRÁULICO EN UN ENSAYO 60
12. CAUDALES Y NIVELES EN FUNCIÓN DEL TIEMPO EN UN ENSAYO ESCALONADO 64
70
13. SÍNTESIS DEL INFORME TÉCNICO FINAL DEL POZO
71
1
INTRODUCCIÓN
Este texto es uno de los productos del Proyecto de Urgencia Social
A703 “Indicadores de Salud y Ambiente para un Desarrollo Sustentable
de la Infancia”, que desarrolla la Universidad de Buenos Aires, con la
colaboración de la Municipalidad del Pilar.
1. Ciclo hidrológico
2. Acuíferos Pampeano y Puelche
3. Sistemas de perforación
4. Diseño del pozo de captación
5. Instalación del filtro
6. Limpieza y desarrollo
7. Ensayos hidráulicos
8. Informe técnico final
1. CICLO HIDROLÓGICO
Si bien en la actualidad el desarrollo del ciclo hidrológico es conocido por los
chicos que estudian en escuelas primarias, su dilucidación llevó alrededor de dos mil
años. En efecto, hasta el siglo 17, en que Mariotté y Perrault establecieron que la
lluvia caída en la cuenca del Sena era 6 veces mayor que el escurrimiento del río,
predominaron las ideas de los griegos (Thales, Platón y Aristóteles) y de los
romanos (Lucrecio, Plinio y Séneca) que, con diferentes matices, sostenían que la
precipitación no era suficiente para alimentar el caudal de los ríos, y el suelo
demasiado impermeable para permitir la infiltración. En virtud de ello, postulaban el
origen del agua continental (superficial y subterránea), a partir del ingreso del mar a
través de grutas y cavernas subterráneas.
En la figura 1 se reproduce esquemáticamente el funcionamiento del ciclo
hidrológico.
Figura 1
CICLO HIDROLÓGICO
P = Ev + Es + I
Transpiración (Tr). Proceso físico – biológico por el que el agua líquida se vaporiza
por acción del metabolismo de las plantas. El agua del suelo penetra por los pelos
absorbentes de las raíces debido al proceso de ósmosis y llega a los vasos del tallo.
La transpiración, que se produce por los estomas de las hojas, genera la
succión necesaria para que el agua ascienda. Horton denominó capacidad de
infiltración de un suelo, a la máxima cantidad de lluvia que puede absorber en la
unidad de tiempo.
Cuadro 1
AGUA EN LA TIERRA
Figura 2
AGUA EN LA TIERRA
100
97,6%
%50
Algunos ríos, sin embargo, tienen caudales sorprendentes, caso del Río de la
Plata que con un módulo de 20.000 m3/s, sería hábil por sí solo para abastecer a la
población mundial actual (6.000 millones), a razón de 290 l/día por habitante.
6
Cuadro 3
Figura 4
AGUA INTRAPORAL
9
Acuífero libre
Es el que posee una superficie hidráulica o freática, que actúa como techo del
mismo, está en contacto directo con la atmósfera y por lo tanto a la misma presión
(figura 5). Los acuíferos libres son los más expuestos a la contaminación y por ende,
los más vulnerables. Su coeficiente de almacenamiento es igual a la porosidad
efectiva, con extremos entre 0,05 y 0,30. Ejemplo de este tipo de acuíferos es la
sección superior del Pampeano.
Figura 5
ACUÍFERO LIBRE
Acuífero confinado
Se caracteriza pues su techo y su piso están constituidos por capas de bajas
permeabilidad o “confinantes”. Por ello y por la posición de la zona de recarga, la
presión hidrostática a nivel del techo del acuífero es mayor que la atmosférica. Esto
hace que en los pozos que interesan a acuíferos confinados, el agua ascienda
rápidamente por su interior. Si el agua alcanza la superficie topográfica al acuífero y
al pozo se los llama “surgentes”; si el agua supera el techo del acuífero, pero sin
manar en superficie, se lo llama “artesiano”.
La superficie virtual correspondiente al nivel hidráulico de los acuíferos
confinados se llama “superficie piezométrica”. El coeficiente de almacenamiento de
estos acuíferos varía entre 10-4 y 10-5. Los acuíferos confinados se recargan
10
solamente en los sitios donde afloran y son los que poseen mayor protección natural
frente a la contaminación.
En la figura 6 se representan las relaciones hidráulicas entre un acuífero
confinado y el libre sobreyacente en un ámbito de piedemonte y llanura aledaña.
Figura 6
ACUÍFEROS LIBRE Y CONFINADO
Acuífero semiconfinado
Estos acuíferos son mucho mas frecuentes en la naturaleza que los
confinados. En los semiconfinados, el techo, el piso, o ambos, están formados por
capas de baja permeabilidad, que si bien dificultan, no impiden la circulación vertical
de agua. Para que ello suceda, además de la permeabilidad, deben existir
diferencias de carga o potencial hidráulico entre el acuífero semiconfinado y el que
se le sobre o infrapone. Los acuíferos semiconfinados se recargan y descargan a
través de unidades de baja permeabilidad llamadas semiconfinantes, filtrantes, o
acuitardos. Su coeficiente de almacenamiento varia entre 10 -3 y 10-4.
11
2. 1. RECARGA Y DESCARGA
El Puelche, actúa como semiconfinado por su techo, recargándose a partir del
Pampeano sobrepuesto y descargándose naturalmente en el mismo, como se
aprecia en a figura 7.
Figura 7
ACUÍFERO SEMICONFINADO
Figura 8
ALTERACIÓN POR BOMBEO
Figura 9
EXTENSIÓN Y ESPESOR DEL ACUÍFERO PUELCHE
Rí
o
Pa BOLIVIA
PA
ra
RA
ná
GU
AY
San Nicolás
BRASIL
ARGENTINA
40 URUGUAY
Conesa
E
30
Buenos
CHIL
20 Aires
San Pedro 30
Acevedo
20
Arrecifes
Zárate
Isla Martín
Rojas
S. A. de Areco 30 Rí o
P ar García
a ná
40
20
Vedia
20
Roque Perez
25 de Mayo Monte
9 de Julio
Monte Veloz
Ranchos
C. Casares Saladillo Chascomús 30
Mosconi 40
Huetel Gral. Belgrano
Bahía
50
Samborombón
Gral. Alevear Las Flores Puesto del Bote
60
60
50 40
Perforación de control 30
Dolores Punta
30 Cacharí Rasa
Isopaca (m)
La Bagatella Cabo
Límite estratigráfico San
Arenas Puelches Antonio
Gral. Madariaga
0 25 50 75 km
No se tiene certeza sobre si el contacto lateral de las Arenas Puelches con las
Arcillas Pardas es estratigráfico o tectónico, aunque parece más probable que
represente la margen SO del protodelta que dio origen a la Formación Arenas
Puelches.
La secuencia sedimentaria es gradada, con frecuente gravilla en el sector
inferior y arena muy fina a limosa, en el pasaje a las arcillas que le sirven de techo
(acuitardo). No obstante, existen algunos perfiles donde la secuencia está invertida,
aunque cuantitativamente son menos casos. Sobre el valle del Río Paraná, las
arenas suelen pasar sin solución de continuidad a la sección samítica de la Fm
Paraná, con ausencia de las arcillas verdes de la sección superior, debido a la
continua acción fluvial del antiguo Paraná.
Sobre la base del mapa isopáquico se ha calculado el volumen de las Arenas
Puelches en la provincia de Buenos Aires, que alcanza a unos 3,1.10 6 hm3. Dado
que la superficie involucrada es de 9,2.10 6 hm2, la potencia media es de 34 m.
Utilizando un valor de porosidad efectiva media del 20%, obtenida a partir de la
estimación de velocidades efectivas de flujo, el volumen de agua gravitacional
almacenada ascendería a unos 620.000 hm3 del cual aproximadamente el 45%
14
está compuesto por aguas con una salinidad total inferior a 2 g/l, resultando apta
para consumo humano según dicho indicador (Auge y Hernández, 1984).
En la figura 10 se representa la variación espacial de la profundidad del techo
de las Arenas Puelches.
Figura 10
PROFUNDIDAD TECHO ACUÍFERO PUELCHE
Rí
o
Pa
ra
ná
50 0
6
San Nicolás
70
80
Conesa
San Pedro
Acevedo 20
90 30
Arrecifes
100 Zárate Isla Martín
Rojas Rí o García
110 P
S. A. de Areco 3 0 a r an
á
120
Vedia
Junín Chacabuco Buenos Aires
Mercedes
Gral. Pinto
Río
30 d
Lincoln 40 el
Chivilcoy 50 aP
l at
Navarro La Plata a
Cañuelas
Bragado Río Magdalena
Sal Brandsen
ad o
Roque Perez
25 de Mayo Monte
9 de Julio
Monte Veloz
Ranchos 50
60
C. Casares Saladillo Chascomús 70
Mosconi
Huetel Gral. Belgrano
Bahía
Samborombón
Gral. Alevear Las Flores Puesto del Bote
Perforación de control
Punta
Dolores
Rasa
50 Isobata (m) Cacharí
La Bagatella Cabo
Límite estratigráfico San
Antonio
Arenas Puelches
10
90
0
Gral. Madariaga
0 25 50 75 km
Figura 11
ESPESOR Y PORCENTAJE DE ARENA ACUÍFERO PUELCHE
3. SISTEMAS DE PERFORACIÓN
Si bien existen numerosos sistemas de perforación, los más empleados en la
ejecución de pozos para la exploración y/o captación de agua subterránea son:
Se lo emplea en ambientes
geológicos formados por rocas resistentes
y/o rodados cementados o sueltos, pero
últimamente fue cediendo ante el sistema
de rotopercusión que permite un avance
mucho más rápido.
3.4. ROTOPERCUSIÓN
Este sistema combina los principios
de la rotación y la percusión. El más
utilizado es el que emplea aire como fluido
de inyección, para lo que requiere de un
potente compresor, que también acciona un
martillo de fondo.
El aire se inyecta por dentro de las
barras y después de salir por los orificios
del trépano, asciende por el espacio anular,
siguiendo el mismo trayecto que la
inyección por rotación con circulación
directa y arrastrando a la superficie el
material triturado por el trépano.
La mayor ventaja de este sistema es
la rapidez con que avanza en roca y en
terrenos formados por rodados de gran
tamaño. Las desventajas son:
representativo.
Su alcance está limitado por la columna de agua dentro del pozo.
20
Q=v.A
Q: caudal v: velocidad A: área de pasaje
Otra práctica que brida un buen indicio del comportamiento de las unidades
geológicas atravesada por el trépano, es la medición de la velocidad de avance del
mismo. Para ello se marca el vástago cada 1 m y se mide el tiempo que tarda en
recorrerlo. Pese a que en la velocidad de avance inciden, además de la litología, la
velocidad de rotación, el tipo y estado del trépano, el caudal de
22
Figura 18
. DIÁMETRO DE LA PERFORACIÓN
El diámetro de la perforación definitiva o de explotación, depende de varios
factores estrechamente relacionados, entre los que se destacan: caudal requerido,
productividad del acuífero, diámetro del entubamiento, características del
equipo de bombeo.
El caudal requerido, es uno de los principales condicionantes del diámetro
del pozo y su entubamiento, dado que para lograr caudales elevados se necesitan
grandes equipos de bombeo, cuya instalación requiere de cañerías de gran
diámetro.
La productividad del acuífero, es la limitante esencial respecto al caudal
que puede obtenerse de un pozo. En un acuífero de baja productividad, como el
existente en los basaltos de la Formación Misiones, no se logran caudales elevados
aunque se construyan pozos de gran diámetro (20”) y se los termine
adecuadamente. En el Acuífero Pampeano, es muy raro alcanzar 50 m3/h y aún 30
m3/h, lo más común es que los pozos brinden entre 5 y 15 m3/h. En el Acuífero
Puelche, se suele alcanzar 100 y hasta 150 m3/h en zonas con arenas medianas a
gruesas y espesores importantes (mayores a 30 m). En el Acuífero Ituzaingó,
equivalente al Puelche, pero en Entre Ríos y Corrientes, pozos construidos y
terminados en forma precaria (sin filtros) llegan a producir 200 y hasta 400 m3/h.
La productividad de un acuífero depende de su permeabilidad (K) o
conductividad hidráulica y del espesor saturado. La permeabilidad es la
resistencia que ofrece el acuífero al movimiento del agua y la
(T) es el producto de la permeabilidad por el espesor saturado.
T= K.e
T: transmisividad (m2/d)
K: permeabilidad (m/d)
e: espesor saturado (m)
Figura 19
ALTURA MANOMÉTRICA
(m)
Ø CAMISA
30 40 50
(pulgada)
CAUDAL
(m3/h)
4 7 a 21 5 a 16 3 a 10
6 20 a 55 18 a 42 17 a 20
8 132 a 162 83 a 147 90 a 132
10 306 a 370 252 a 366 145 a 324
acero
acero con revestimiento galvanizado
PVC
Figura 23 A
Las tuberías de acero, con un espesor de 6,35 mm, poseen una resistencia a
la tensión del orden de 4 kg/cm2, lo que las hace aptas para el tiraje, en caso de ser
necesario su extracción o acomodamiento.
También son resistentes a la compresión lateral y axial, lo que permite el
golpeo para su hincado. Otra ventaja es su precio, respecto al acero galvanizado y
aún al PVC, en diámetros mayores a 6”. Su mayor desventaja radica en que es
Figura 23 B
(40 + 3) x 6 = 86 cm
3
cabo de 24 horas.
La tolerancia normalmente es del 0,25% respecto a la diferencia de carga
hidráulica generada por el agregado o extracción de agua.
Ejemplo: si la diferencia hidráulica entre el interior y el exterior de la camisa es
de 20 m, al cabo de 24 hs. se tolera una variación del nivel interior de 5 cm.
Para efectuar la prueba de aislación es conveniente que el cemento penetre
20 o 30 cm por la zapata, dentro de la camisa, formando un tapón, que luego será
eliminado al proseguir la perforación.
35
5. FILTRO
El filtro es uno de los componentes más importantes para el correcto
funcionamiento de un pozo para la extracción de agua.
Básicamente, consiste en un caño o tubo con orificios a través de los cuales
ingresa el agua contenida en un acuífero, pero no el material granular natural de la
formación productiva, ni el que se hubiese agregado artificialmente (engravado).
Un filtro eficiente debe permitir el ingreso a la perforación, durante las tareas
de desarrollo, de los componentes finos naturales del acuífero y de los introducidos
artificialmente durante la ejecución del pozo. De esta forma se logra un incremento
de permeabilidad en la vecindad del filtro, que puede aumentar considerablemente
con el engravado artificial.
El uso de mallas de aberturas pequeñas para detener el paso del material
fino, resulta eficiente para dicha finalidad, pero no para la obtención de caudales
importantes. En definitiva, una malla puede impedir el paso de una arena muy fina,
pero también limita significativamente el ingreso de agua.
Figura 28 A
Enrollado del filamento en un filtro de ranura continua tipo Johnson. El filamento va soldado a
las nervaduras en cada cruce.
37
En un pozo real (con pérdidas del carga) para una velocidad de entrada del
agua a través de la rejilla de 3 cm/seg, la firma Johnson da para un diámetro de 6"
un caudal de 15 m3/h por metro de filtro y para otro de 12" 20 m3/h.m, en ambos
casos para una abertura de 1 mm (cuadro 6). En el cálculo de los rendimientos
mencionados, no se tuvo en cuenta la obturación de una parte de la rejilla al instalar
el filtro en el interior del pozo, que aunque es difícil de precisar, se estima en un
30%. Por lo tanto dichos rendimientos serán un 30% menores, con los filtros en
condiciones operativas.
Cuadro 6
39
st = a.Q + b.Qn
Figura 29
Figura 30
Figura 32
por encima del engravado y, para evitar el descenso del cemento y la obturación del
espacio poral de la grava, la parte superior del cilindro de grava, se termina con
arena de construcción, fina o mediana (figura 32).
5.4. ENGRAVADO
La colocación de un prefiltro, comúnmente llamado de grava, aunque es
frecuente emplear arena mediana o gruesa, tiene por finalidad evitar la entrada al
pozo de la arena fina de formación, luego de completar el desarrollo del mismo. El
prefiltro además, aumenta considerablemente la permeabilidad en la vecindad del
filtro, que es donde se produce un incremento notable de la velocidad que genera
fuertes pérdidas de carga, debido al pasaje de flujo laminar a turbulento.
De la comparación entre la ecuación de Darcy para flujo laminar en medio
poroso:
Q = K.i.A y la fundamental de la hidráulica: Q = v.A
se desprende que:
v = K.i
Q = K.i1/n.A
v = K.i1/n
v = K.√ i
Cu = Ø 40%
Ø 90%
De = 0,20 mm
Ø(40) = 0,35 mm
Ø(50) = 0,31 mm
Cu = 0,35/0,20 = 1,75
Figura 36
Flujo hacia afuera y hacia adentro del filtro para lograr un correcto desarrollo del pozo.
Cuchareo
Figura 39
Pasaje del chorro a través de las rejillas. El filtro con ranuras discontinuas
le quita efectividad al jet.
50
lentamente para lograr un efectivo barrido del filtro. Las tuberías de inyección más
empleadas van de 1,5 a 3“ y las presiones son del orden de 35 kg/cm2. Para lograr
una alta efectividad, las boquillas deben estar lo más cerca posible a la pared del
filtro; en este sentido un distanciamiento de 1” es más que suficiente, pero debe
operarse con mucho cuidado para no dañar el filtro, especialmente si es de ranura
continua, por lo expuestas que están las
nervaduras axiales.
Durante la aplicación del chorro, si el Figura 40
diámetro del entubamiento lo permite, es
conveniente bombear con un equipo que
extraiga aproximadamente el mismo caudal que
se inyecta, para favorecer el ingreso y la
extracción de los finos removidos por el jet.
Respecto a los caudales de inyección varían
entre 3.500 l/h para un orificio de 5 mm y una
velocidad de 36 m/s y 23.000 l/h para 13 mm y
57 m/s.
6.2. PISTONEO
Se basa en la acción de un émbolo
acoplado a las barras de perforar, que se hace
descender y ascender en el interior de la camisa.
El movimiento descendente del pistón agita las
partículas finas contenidas en el prefiltro y en la
formación productiva vecina, y el recorrido
ascendente, al succionar, las introduce en el
pozo a través de las rejillas del filtro. Cuando se
acumula una cantidad apreciable de arena fina
en la parte inferior del filtro (1 m o más), debe
extraerse para lo cual se emplea una cuchara.
Los émbolos pueden ser de dos tipos:
ciego o con válvulas.
En la figura 40, se indica la posición de un
émbolo ciego o sólido, del tipo esquematizado
en la figura 41. El émbolo con válvulas (figura
42) produce una agitación más moderada, por
que parte del flujo en la carrera descendente, se
canaliza hacia arriba a través de la válvulas.
El pistoneo se emplea con frecuencia en
los equipos de perforación a cable, debido a la Émbolo en posición
para el pistoneo.
ventaja que otorga la biela excéntrica, al permitir
el ascenso y descenso continuado del émbolo.
51
Para aumentar el peso sobre el pistón, el cable se sujeta a las barras de perforar en
cuyo extremo inferior se acopla el émbolo. En los equipos de perforación rotativos, el
pistón se acciona mediante el tambor para cuchareo.
El pistoneo es uno de los métodos más sencillos y generalmente brinda muy
buenos resultados en el desarrollo de pozos para agua.
Figura 41 Figura 42
6.4. BOMBEO
El bombeo escalonado (arranques y
paradas sucesivos), es otro de los métodos
comúnmente empleados por los perforadores,
aunque es menos eficaz que los mencionados
previamente. Para que el proceso sea efectivo
la bomba no debe tener válvula de retención o
de pie, a fin de permitir que la columna de
agua que llena la cañería de vertido durante el Equipo para inyección de aire, con
la tubería de aire en posición de
bombeo, pueda descargar libremente en el inyección y de bombeo.
pozo cuando se detiene la extracción.
Durante el bombeo ingresan los sólidos y al parar se produce la agitación.
Para evitar el deterioro del equipo de bombeo definitivo, para el desarrollo se
utiliza uno temporario, en general una bomba centrífuga con transmisión cardánica.
53
Cuadro 8
6.5. CUCHAREO
Se emplea con frecuencia en los pozos perforados por percusión a cable.
Consiste en accionar una cuchara a la que se hace descender y ascender
continuamente, mediante el tambor para cuchareo. La cuchara es hábil para cargar y
extraer los sólidos acumulados en el fondo, pero poco efectiva para agitar. De los
mencionados, es el método menos eficaz para lograr un buen desarrollo.
6.7. CONCLUSIONES
El desarrollo constituye una práctica imprescindible para lograr un pozo
eficiente.
El tiempo requerido para obtener un buen desarrollo suele ser similar y a
veces mayor que el insumido por la perforación y su entubamiento.
54
7. ENSAYOS HIDRÁULICOS
Los ensayos hidráulicos o de bombeo se realizan para establecer las
características hidráulicas de los acuíferos y de los pozos.
Se los puede clasificar de muchas maneras, pero en general, se los agrupa
en ensayos a caudal constante o variable; con o sin pozo de observación.
Un ensayo de bombeo consiste en la extracción de un caudal constante o
variable y en la medición periódica del nivel de agua, tanto en el pozo de bombeo,
como en el o los pozos de observación, si se dispone de ellos.
Un ensayo a caudal constante, con pozo de observación, tiene por objeto
establecer los caracteres hidráulicos del acuífero y de las unidades hidrogeológicas
asociadas (acuitardos), aunque sus resultados también puede emplearse para
determinar la eficiencia del pozo de bombeo.
En el ensayo a caudal variable no se requiere pozo de observación y su
utilidad radica en que permite establecer el rendimiento a diferentes caudales,
determinar el caudal crítico y elegir el caudal más apropiado para el funcionamiento
definitivo del pozo.
Para lograr un buen resultado con un ensayo de bombeo se requiere de:
7.2. CAUDALÍMETRO
A efectos de detectar posibles variaciones en el caudal, es necesario contar
con un registrador que permita apreciarlas rápidamente. Para esto uno de los
instrumentos más utilizados es el caño con placa de orificio circular y tubo
piezométrico (figura 44).
Figura 44
Q = 4,43 . K . A √h
Figura 45
por el bombeo, con una expansión relativamente rápida durante los tiempos iniciales
de la extracción y una atenuación progresiva en su dinámica a medida que crece el
tiempo.
Una frecuencia que ha brindado buenos resultados en los ensayos realizados
en los acuíferos Pampeano y Puelche es la siguiente (cuadro 11):
CUADRO 11
minuto
0 1 2 3 4 5 7 10 15 20 25 30 40 60
90 120 150 180 240 300 360 420 500 600 700 800 1.000 1.200
1.400 1.500 1.700 2.000 2.300 2.600 3.000
Qer = Q/sr
Para establecer el caudal específico del pozo ideal, es necesario conocer los
parámetros hidráulicos del acuífero transmisividad (T) y almacenamiento (S); la
mejor forma para cuantificarlos, es mediante la interpretación de un ensayo de
bombeo a caudal constante, con pozo de observación.
La duración del ensayo depende de múltiples factores, pero en general es
necesario un bombeo continuado de al menos 8 horas. Durante ese lapso y si es
posible después de la detención del bombeo (recuperación), se efectúan medidas de
nivel hidráulico en el de extracción y en él o los pozos de observación, de acuerdo a
la frecuencia señalada en 7.4. Las depresiones se vuelcan en relación aritmética y
los tiempos en relación logarítmica, quedando un gráfico como el indicado en la
61
figura 47. Esta metodología desarrollada por Cooper y Jacob (1946), conocida como
de la línea recta, es fácil de aplicar y permite establecer la magnitud de la
transmisividad y el coeficiente de almacenamiento del acuífero. Pese a que existen
una serie de requisitos teóricos que deben cumplir tanto el acuífero como los pozos,
en la generalidad, los resultados son representativos de los parámetros hidráulicos
transmisividad y almacenamiento de acuíferos como el Pampeano y el Puelche.
Ya se mencionó en 4.1. que la transmisividad (T) es el producto de la
permeabilidad (K) por el espesor saturado (e) y que se expresa en m2/día.
El almacenamiento o coeficiente de almacenamiento es un factor
adimensional que expresa una relación de volúmenes entre el agua que drena por
gravedad y el volumen total de un acuífero libre, o el volumen que cede un prisma de
base unitaria, cuando el nivel piezométrico desciende una unidad, en el caso de
acuíferos bajo confinamiento.
Figura 47
T = 0,183 . Q/∆s
T = 422 m2/día
S = 2,25 . T . to/r2
S = 1,3.10-3
to: tiempo en día para depresión cero r: distancia entre el pozo de bombeo y el de
observación (50,3 m).
Por lo tanto el caudal específico del pozo ideal está en el orden de 29 m3/h
por cada metro de depresión del nivel dinámico, al cabo de 600 minutos de
extracción.
Si en el pozo real de bombeo al cabo del ensayo (600’) para un caudal de 50
m3/h, se midió una depresión de 5,25 m, el caudal específico real (Qer) fue de 9,5
m3/h.m.
Qer = 50 m3/h.m/5,25 m = 9,5 m3/h.m
Una eficiencia del 33% es muy baja para un pozo nuevo bien perforado y
terminado. En general se considera que un pozo posee buen rendimiento
cuando su eficiencia supera el 70%. El rendimiento es intermedio, si la
eficiencia está entre el 50 y el 70% y es bajo, si la eficiencia es menor al 50%.
una bomba con capacidad para superar con amplitud el caudal previsto para
la explotación del pozo.
una llave exclusa para regular el caudal.
un caudalímetro que puede ser del tipo placa con orificio circular.
una sonda piezomética eléctrica, graduada al 1 cm.
Las frecuencias para las mediciones en cada fase, pueden ser los mismos
que los indicados en el cuadro 11.
Es conveniente iniciar el ensayo a un caudal equivalente a la mitad o menos
del programado para el funcionamiento definitivo. Ejemplo: si el pozo está previsto
para operar a 40 m3/h, la primera fase a escalón puede desarrollarse a 20 m3/h.
Luego de alcanzar una cierta estabilidad del nivel dinámico, se incrementa el caudal
a 0,75 del de operación; en este caso a 30 m3/h y se efectúan las mediciones de
nivel como si el ensayo recién se iniciara (segunda fase). En la tercera fase se
gradúa la descarga para que sea similar a la definitiva (40 m3/h) y se procede de la
misma manera con las mediciones. En la cuarta fase se supera el caudal de
operación en un 50% (60 m3/h) y en la quinta y última fase se lo duplica (80 m3/h).
Previo al cambio de caudal, para pasar de una fase a otra, es necesario
verificar una tendencia al equilibrio en el nivel dinámico, que puede asumirse cuando
64
Cuadro 12
ENSAYO DE BOMBEO ESCALONADO
tiempo
0 1 2 3 4 5 7 10 15 20 30 40 60 90 120 150
(min)
depresión
0,00 2,87 3,02 3,27 3,45 3,53 3,60 3,68 3,73 3,80 3,84 3,86 3,88 3,89 3,90 -
(m)
tiempo
0 1 2 3 4 5 7 10 15 20 30 40 60 90 120 150
(min)
depresión
3,90 5,01 5,61 5,72 5,74 5,76 5,78 5,87 5,97 6,04 6,12 6,18 6,22 6,24 6,25 -
(m)
tiempo
0 1 2 3 4 5 7 10 15 20 30 40 60 90 120 150
(min)
depresión
6,25 7,44 8,28 8,56 8,65 8,74 8,79 8,83 8,93 9,02 9,11 9,20 9,24 9,29 9,30 -
(m)
tiempo
0 1 2 3 4 5 7 10 15 20 30 40 60 90 120 150
(min)
depresión
9,30 12,01 13,35 13,80 13,95 14,10 14,17 14,25 14,40 14,55 14,70 14,85 14,92 14,95 14,98 15,00
(m)
tiempo
0 1 2 3 4 5 7 10 15 20 30 40 60 90 120 150
(min)
depresión
15,00 29,44 31,99 33,59 33,91 34,21 34,35 34,53 34,97 35,26 35,66 35,99 36,17 36,34 36,35 -
(m)
65
Figura 48
Las últimas son las de uso corriente en perforaciones con caudales mayores
a 10 m3/h, por lo que seguidamente se hará referencia a las mismas.
Figura 49
ubicación y propietario.
perfiles de avance, litológico y de entubamiento.
perfilaje eléctrico y radiactivo.
ensayos hidráulicos.
composición química y bacteriológica del agua.
Cuadro 13
71
Cuadro 13
Síntesis del informe técnico final
72
AGRADECIMIENTOS
Al Profesor Oscar Salom, por promover la elaboración de este libro, al
Diseñador Industrial Carlos Sánchez, por la diagramación de figuras, cuadros y su
inserción en el texto, y aL Lic. Geoq. Guillermo Espinosa Viale, por haber facilitado el
plano para la síntesis del informe técnico final del pozo.
73
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