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Tarea 1

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UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MANABÍ

FACULTAD DE
CIENCIAS HUMANÍSTICAS Y SOCIALES

TEMA:
TAREA #1
ESTUDIANTE:
JONATHAN ALFREDO ALVAREZ ANDRADE
MATERIA:
PSICOLOGIA DEL DESARROLLO II
DOCENTE:
KATHERINE TARAZONA MEZA
CARRERA:
PSICOLOGÍA
SEMESTRE:
CUARTO
PARALELO:
A
PERIODO:
NOVIEMBRE DEL 2020 HASTA MARZO DE 2021
COMO LLEVAR UNA VIDA MADURA SATISFACTORIA.

Llevar una vida madura satisfactoria conlleva una serie de procesos que deben ir
armoniosamente organizados, es un desarrollo que viene desde los primeros años de
vida, es el reflejo del desarrollo emocional desde una temprana edad.

Persona Madura Emocional

La madurez emocional es un factor clave para mantener relaciones sanas y estables,


tanto con aquellos que nos rodean, como con nosotros mismos. Y no solo hablamos de
relaciones románticas, sino de todo tipo: familiares, amistosas, laborales…La falta de
madurez emocional, por el contrario, se delata por una falta de confianza personal, así
como por relaciones dificultosas con otros en los que no existe una buena comunicación
y en los que las relaciones tienden a romperse habitualmente. ¿Quieres saber cómo son
las personas emocionalmente maduras y qué las hace tan especiales?

¿Qué es la madurez emocional?

La madurez emocional es la capacidad de adaptarse y desarrollarse en el mundo


tomando responsabilidad de las propias acciones, consiguiendo controlar las emociones
y teniendo en cuenta perspectivas diferentes a las de uno/a mismo/a. Este conjunto de
características dotan a las personas de herramientas para poder llevar una vida más
satisfactoria y exitosa tanto en planos sociales como laborales y personales.

Se trata de un estado de plenitud emocional en la que la persona es capaz de tomar


decisiones de forma racional y empática, comprendiéndose tanto a sí misma como a los
demás, sin llegar al descontrol emocional, la impulsividad y al egoísmo propio de etapas
infantiles.

Esta inteligencia emocional permite a las personas interactuar con sus propias
emociones, tener mejores relaciones con los demás y resolver los problemas de una
manera más eficaz y segura.

¿Cómo se consigue mayor madurez emocional?

El estado de madurez emocional se consigue a través del aprendizaje, de las


experiencias que marcan nuestras vidas y nos hacen salir de nuestra zona de confort,
de los retos y los problemas, especialmente de aquellos problemas más dificultosos que
nos han hecho plantearnos nuestras vidas y circunstancias. El tiempo es un gran aliado
para alcanzar este estado, sin embargo no es completamente determinante, ya que
muchas personas de edad avanzada no resultan emocionalmente maduras, mientras
que otras de menor edad, sí pueden serlo.

Alcanzar la madurez emocional trata más bien de poseer una actitud abierta al constante
crecimiento, observar lo que hay a nuestro alrededor y aprender, siendo conscientes de
que cada experiencia es esencial en nuestro desarrollo y adaptación al medio.

¿Cuáles son las características de las personas emocionalmente maduras?

Las personas emocionalmente maduras suelen poseer una serie de rasgos que los
caracterizan como personas más deseables en cualquier tipo de relación social por su
capacidad de enfrentar los problemas e interactuar con los demás. Algunos de estos
rasgos son:

1. Buscan su propio desarrollo personal e independencia

Las personas emocionalmente maduras poseen un gran deseo de aprender y


experimentar retos vitales. No se conforman con estancarse en un patrón determinado,
sino que son capaces de analizar aquellos aspectos en los que pueden mejorar y
avanzar para alcanzar las metas que les llevarán a un mayor desarrollo personal.

Son personas que no se limitan a pensar “Actúo así porque soy así”, ante cualquier
adversidad, sino que se esfuerzan por mejorar y cambiar aquellos comportamientos con
los que menos desean identificarse. Esto, les hace estar más preparados para enfrentar
los contratiempos de la vida, manteniendo una actitud proactiva y sacando partido
incluso de las experiencias negativas de las que aprenden y con las que crecen
personalmente. A través de esta necesidad de crecimiento, las personas viven su propia
independencia, sin seguir a la multitud o depender de otros, más que de sus deseos y
pasiones.

2. Autoaceptación y respeto por sí mismos

La madurez emocional se distingue por la existencia de una actitud de respeto, tanto


por uno mismo como por los demás. Este auto respeto descansa en una aceptación
plena de quiénes son, no solo de las mejores cualidades, sino también de los defectos
y las limitaciones. Hacer las paces con uno mismo, perdonar los propios errores y
practicar la autocompasión y la bondad personal, es importante para poder controlar
nuestras emociones negativas y vivir una plena y en paz con nosotros mismos, ya que
difícilmente podremos querer a los demás y tener relaciones sanas con otros sin una
relación sana con nosotros mismos.
3. Autocontrol emocional

La autoconciencia y el conocimiento personal son condiciones que propician el


autocontrol, tanto emocional como conductual. A través de la experiencia vital, las
personas maduras emocionalmente aprenden a identificar los impulsos nerviosos que
aparecen en situaciones estresantes y a controlarlos para poder mantenerse en calma.
Esto consigue que sean capaces de resolver mejor los problemas y actuar con mayor
racionalidad, ya que la falta de autocontrol suele conducir a malas decisiones y
arrepentimientos.

Las personas maduras suelen moderar su conducta y observar la situación antes de


emitir una respuesta, analizando la situación y evitando los comportamientos
autodestructivos. Otra característica muy importante es que saben asumir la
responsabilidad de sus acciones y sus propias vidas, sin caer en la culpabilización ajena
constante y en los comportamientos egoístas.

4. Capacidad de comunicar

Ser capaces de verbalizar cualquier problema de forma respetuosa y racional es un


claro signo de madurez emocional. Las personas inmaduras, por el contrario, suelen
ponerse a la defensiva e incluso cortar la comunicación cuando tienen problemas con
otros, pero pocos enfrentan la situación con honestidad, respeto y una escucha abierta.

Pedir perdón y aceptar las equivocaciones, así como actuar con humildad y amabilidad,
parte del comportamiento usual de las personas maduras que, conociéndose a si
mismas y sus buenas cualidades, no tienen problemas en reconocer sus errores y los
de otras personas, practicando la compasión y la sinceridad.

5. Empatía y respeto por los demás

Incluso aunque no estén de acuerdo con ciertas actitudes u opiniones ajenas, las
personas maduras no tienen necesidad de criticar o juzgar más de la cuenta. Estas son
capaces de salir de su propia visión y perspectiva de las situaciones y ponerse en la piel
de los demás, debidos a su capacidad de adaptación y a su propia autoconciencia. Es
por ello que aunque no aprueben ciertas conductas o comportamientos, son proclives a
sentir compasión y empatía por otros.
6. Apertura mental

La necesidad de crecimiento personal está muy ligada a la apertura mental de las


personas. Aquellos que son emocionalmente maduros, no restringen su vida a unas
pautas lineales y eternas, sin salir jamás de sus ideales y su zona de confort. Por el
contrario, tienden a no ponerse límites y a experimentar la vida con flexibilidad, haciendo
frente a cualquier circunstancia por difícil que sea, con una visión positiva y sin temor a
lo imprevisible. Al contrario que una persona inmadura, que se cierra en su visión del
mundo y se niega a cambiar, las personas maduras sienten tal seguridad en sí mismas
que pueden enfrentarse al cambio con mayor resiliencia.

BIBLIOGRÁFIA:

Martinez, E. (2021, 7 enero). Rasgos de las personas emocionalmente maduras.


PsicoActiva.com: Psicología, test y ocio Inteligente.
https://www.psicoactiva.com/blog/rasgos-de-las-personas-emocionalmente-maduras/

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