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53 Vallejo, Neruda, Guillén, Huidobro

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1

Trilce ¿a qué hora volverán? a no querer dosificarse en madre. Son


(1922) Da las seis el ciego Santiago, los anillos.
César Vallejo y ya está muy oscuro. Son los nupciales trópicos ya tascados.
I Madre dijo que no demoraría. El alejarse, mejor que todo,
Quién hace tanta bulla y ni deja Aguedita, Nativa, Miguel, rompe a Crisol.
Testar las islas que van quedando. cuidado con ir por ahí, por donde Aquel no haber descolorado
Un poco más de consideración acaban de pasar gangueando sus memorias por nada. Lado al lado al destino y llora
en cuanto será tarde, temprano, dobladoras penas, y llora. Toda la canción
y se aquilatará mejor hacia el silencioso corral, y por donde cuadrada en tres silencios.
el guano, la simple calabrina tesórea las gallinas que se están acostando todavía, Calor. Ovario. Casi transparencia.
que brinda sin querer, se han espantado tanto. Háse llorado todo. Háse entero velado
en el insular corazón, Mejor estemos aquí no más. en plena izquierda.
salobre alcatraz, a cada hialóidea Madre dijo que no demoraría.
grupada. Ya no tengamos pena. Vamos viendo V
Un poco más de consideración, los barcos ¡el mío es más bonito de todos! Grupo dicotiledón. Oberturan
y el mantillo líquido, seis de la tarde con los cuales jugamos todo el santo día, desde él petreles, propensiones de trinidad,
DE LOS MÁS SOBERBIOS BEMOLES. sin pelearnos, como debe de ser: finales que comienzan, ohs de ayes
Y la península párase han quedado en el pozo de agua, listos, creyérase avaloriados de heterogeneidad.
por la espalda, abozaleada, impertérrita fletados de dulces para mañana. ¡Grupo de los cotiledones!
en la línea mortal del equilibrio. Aguardemos así, obedientes y sin más A ver. Aquello sea sin ser más.
remedio, la vuelta, el desagravio A ver. No trascienda hacia afuera,
II de los mayores siempre delanteros y piense en són de no ser escuchado,
Tiempo Tiempo. dejándonos en casa a los pequeños, y crome y no sea visto.
Mediodía estancado entre relentes. como si también nosotros Y no glise en el gran colapso.
Bomba aburrida del cuartel achica no pudiésemos partir. La creada voz rebélase y no quiere
tiempo tiempo tiempo tiempo. Aguedita, Nativa, Miguel? ser malla, ni amor.
Era Era. Llamo, busco al tanteo en la oscuridad. Los novios sean novios en eternidad.
Gallos cancionan escarbando en vano. No me vayan a haber dejado solo, Pues no deis 1, que resonará al infinito.
Boca del claro día que conjuga y el único recluso sea yo. Y no deis 0, que callará tánto,
era era era era. hasta despertar y poner de pie al 1.
Mañana Mañana. IV Ah grupo bicardiaco.
El reposo caliente aún de ser. Rechinan dos carretas, contra los martillos
Piensa el presente guárdame para hasta los lagrimales trifurcas, VI
mañana mañana mañana mañana cuandonunca las hicimos nada. El traje que vestí mañana
Nombre Nombre. A aquella otra sí, desamada, no lo ha lavado mi lavandera:
¿Qué se llama cuanto heriza nos? amargurada bajo túnel campero lo lavaba en sus venas otilinas,
Se llama Lomismo que padece por lo uno, y sobre duras ájidas en el chorro de su corazón, y hoy no he
nombre nombre nombre nombrE. pruebas espiritivas. de preguntarme si yo dejaba
Tendime en són de tercera parte, el traje turbio de injusticia.
III mas la tarde —qué la bamos a hhazer— A hora que no hay quien vaya a las aguas,
Las personas mayores se anilla en mi cabeza, furiosamente en mis falsillas encañona
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el lienzo para emplumar, y todas las cosas sería la tienda chapada Cómo detrás desahucian juntas
del velador de tánto qué será de mí, con un par de pericardios, pareja de contrarios. Cómo siempre asoma el guarismo
todas no están mías de carnívoros en celo. bajo la línea de todo avatar.
a mi lado. Bien puede afincar todo eso. Cómo escotan las ballenas a palomas.
Quedaron de su propiedad, Pero un mañana sin mañana, Cómo a su vez éstas dejan el pico
fratesadas, selladas con su trigueña bondad. entre los aros de que enviudemos, cubicado en tercera ala.
Y si supiera si ha de volver; margen de espejo habrá Cómo arzonamos, cara a monótonas ancas.
y si supiera qué mañana entrará donde traspasaré mi propio frente Se remolca diez meses hacia la decena,
a entregarme las ropas lavadas, mi aquella hasta perder el eco hacia otro más allá.
lavandera del alma. Que mañana entrará y quedar con el frente hacia la espalda. Dos quedan por lo menos todavía en pañales.
satisfecha, capulí de obrería, dichosa Y los tres meses de ausencia.
de probar que sí sabe, que sí puede IX Y los nueve de gestación.
¡CÓMO NO VA A PODER! Vusco volvvver de golpe el golpe. No hay ni una violencia.
azular y planchar todos los caos. Sus dos hojas anchas, su válvula El paciente incorpórase,
que se abre en suculenta recepción y sentado empavona tranquilas misturas.
VII de multiplicando a multiplicador,
Rumbé sin novedad por la veteada calle su condición excelente para el placer, XI
que yo me sé. Todo sin novedad, todo avía verdad. He encontrado a una niña
de veras. Y fondeé hacia cosas así, Busco volvver de golpe el golpe. en la calle, y me ha abrazado.
y fui pasado. A su halago, enveto bolivarianas fragosidades Equis, disertada, quien la halló y la halle,
Doblé la calle por la que raras a treintidós cables y sus múltiples, no la va a recordar.
veces se pasa con bien, salida se arrequintan pelo por pelo Esta niña es mi prima. Hoy, al tocarle
heroica por la herida de aquella soberanos belfos, los dos tomos de la Obra, el talle, mis manos han entrado en su edad
esquina viva, nada a medias. y no vivo entonces ausencia, como en par de mal rebocados sepulcros.
Son los grandores, ni al tacto. Y por la misma desolación marchóse,
el grito aquel, la claridad de careo, Fallo bolver de golpe el golpe. delta al sol tenebloso,
la barreta sumersa en su función de No ensillaremos jamás el toroso Vaveo trina entre los dos.
¡ya! de egoísmo y de aquel ludir mortal “Me he casado”,
Cuando la calle está ojerosa de puertas, de sábana, me dice. Cuando lo que hicimos de niños
y pregona desde descalzos atriles desque la mujer esta en casa de la tía difunta.
trasmañanar las salvas en los dobles. ¡cuánto pesa de general! Se ha casado.
Ahora hormigas minuteras Y hembra es el alma de la ausente. Se ha casado.
se adentran dulzoradas, dormitadas, apenas Y hembra es el alma mía. Tardes años latitudinales,
dispuestas, y se baldan, qué verdaderas ganas nos ha dado
quemadas pólvoras, altos de a 1921. X de jugar a los toros, a las yuntas,
Prístina y última piedra de infundada pero todo de engaños, de candor, como fue.
VIII ventura, acaba de morir
Mañana esotro día, alguna con alma y todo, octubre habitación y encinta. XII
vez hallaría para el hifalto poder, De tres meses de ausente y diez de dulce. Escapo de una finta, peluza a peluza.
entrada eternal. Cómo el destino, Un proyectil que no sé dónde irá a caer.
Mañana algún día, mitrado monodáctilo, ríe. Incertidumbre. Tramonto. Cervical coyuntura.
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Chasquido de moscón que muere En el rincón aquel, donde dormimos juntos abracadabra civil.
a mitad de su vuelo y cae a tierra. tantas noches, ahora me he sentado La mañana no palpa cual la primera,
¿Qué dice ahora Newton? a caminar. La cuja de los novios difuntos cual la última piedra ovulandas
Pero, naturalmente, vosotros sois hijos. fue sacada, o talvez qué habrá pasado. a fuerza de secreto. La mañana descalza.
Incertidumbre. Talones que no giran. Has venido temprano a otros asuntos, El barro a medias
Carilla en nudo, fabrida y ya no estás. Es el rincón entre sustancias gris, más y menos.
cinco espinas por un lado donde a tu lado, leí una noche, Caras no saben de la cara, ni de la
y cinco por el otro: Chit! Ya sale. entre tus tiernos puntos, marcha a los encuentros.
un cuento de Daudet. Es el rincón Y sin hacia cabecee el exergo.
XIII amado. No lo equivoques. Yerra la punta del afán.
Pienso en tu sexo. Me he puesto a recordar los días Junio, eres nuestro. Junio, y en tus hombros
Simplificado el corazón, pienso en tu sexo, de verano idos, tu entrar y salir, me paro a carcajear, secando
ante el hijar maduro del día. poca y harta y pálida por los cuartos. mi metro y mis bolsillos
Palpo el botón de dicha, está en sazón. En esta noche pluviosa, en tus 21 uñas de estación.
Y muere un sentimiento antiguo ya lejos de ambos dos, salto de pronto... Buena! Buena!
degenerado en seso. Son dos puertas abriéndose cerrándose,
Pienso en tu sexo, surco más prolífico dos puertas que al viento van y vienen XVIII
y armonioso que el vientre de la Sombra, sombra a sombra. Oh las cuatro paredes de la celda.
aunque la Muerte concibe y pare Ah las cuatro paredes albicantes
de Dios mismo. XVI que sin remedio dan al mismo número.
Oh Conciencia, Tengo fe en ser fuerte. Criadero de nervios, mala brecha,
pienso, sí, en el bruto libre Dame, aire manco, dame ir por sus cuatro rincones cómo arranca
que goza donde quiere, donde puede. galoneándome de ceros a la izquierda. las diarias aherrojadas extremidades.
Oh, escándalo de miel de los crepúsculos. Y tú, sueño, dame tu diamante implacable, Amorosa llavera de innumerables llaves,
Oh estruendo mudo. tu tiempo de deshora. si estuvieras aquí, si vieras hasta
Odumodneurtse! Tengo fe en ser fuerte. qué hora son cuatro estas paredes.
Por allí avanza cóncava mujer, Contra ellas seríamos contigo, los dos,
XIV cantidad incolora, cuya más dos que nunca. Y ni lloraras,
Cual mi explicación. gracia se cierra donde me abro. di, libertadora!
Esto me lacera de tempranía. Al aire, fray pasado. Cangrejos, zote! Ah las paredes de la celda.
Esa manera de caminar por los trapecios. Avístase la verde bandera presidencial, De ellas me duele entretanto, más
Esos corajosos brutos como postizos. arriando las seis banderas restantes, las dos largas que tienen esta noche
Esa goma que pega el azogue al adentro. todas las colgaduras de la vuelta. algo de madres que ya muertas
Esas posaderas sentadas para arriba. Tengo fe en qué soy, llevan por bromurados declives,
Ese no puede ser, sido. y en que he sido menos. a un niño de la mano cada una.
Absurdo. Ea! Buen primero! Y sólo yo me voy quedando,
Demencia. con la diestra, que hace por ambas manos,
Pero he venido de Trujillo a Lima. XVII en alto, en busca de terciario brazo
Pero gano un sueldo de cinco soles. Destílase este 2 en una sola tanda, que ha de pupilar, entre mi dónde y mi cuándo,
y entrambos lo apuramos. esta mayoría inválida de hombre.
XV Nadie me hubo oído. Estría urente
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XIX en la lengua que empieza a deletrear aquí me tienes, de quien yo penda,


A trastear, Hélpide dulce, escampas, los enredos de enredos de los enredos, para que sacies mis esquinas.
cómo quedamos de tan quedarnos. y unta el otro zapato, a escondidas, Y si, éstas colmadas,
Hoy vienes apenas me he levantado. con un poquito de saliba y tierra, te derramases de mayor bondad,
El establo está divinamente meado pero con un poquito sacaré de donde no haya,
y excrementido por la vaca inocente no forjaré de locura otros posillos,
y el inocente asno y el gallo inocente. má- insaciables ganas
Penetra en la maría ecuménica. .s. de nivel y amor.
Oh sangabriel, haz que conciba el alma, Si pues siempre salimos al encuentro
el sin luz amor, el sin cielo, XXI de cuanto entra por otro lado,
lo más piedra, lo más nada, En un auto arteriado de círculos viciosos ahora, chirapado eterno y todo,
hasta la ilusión monarca. torna diciembre qué cambiado, heme, de quien yo penda,
Quemaremos todas las naves! con su oro en desgracia. Quién le viera: estoy de filo todavía. Heme!
Quemaremos la última esencia! diciembre con sus 31 pieles rotas,
Mas si se ha de sufrir de mito a mito, el pobre diablo. XXIII
y a hablarme llegas masticando hielo, Yo le recuerdo. Hubimos de esplendor, Tahona estuosa de aquellos mis bizcochos
mastiquemos brasas, bocas ensortijadas de mal engreimiento, pura yema infantil innumerable, madre.
ya no hay dónde bajar, todas arrastrando recelos infinitos. Oh tus cuatro gorgas, asombrosamente
ya no hay dónde subir. Cómo no voy a recordarle mal plañidas, madre: tus mendigos.
Se ha puesto el gallo incierto, hombre. al magro señor Doce. Las dos hermanas últimas, Miguel que ha muerto
Yo le recuerdo. Y hoy diciembre torna y yo arrastrando todavía
XX qué cambiado, el aliento a infortunio, una trenza por cada letra del abecedario.
Al ras de batiente nata blindada helado, moqueando humillación. En la sala de arriba nos repartías
de piedra ideal. Pues apenas Y a la temurosa avestruz de mañana, de tarde, de dual estiba,
acerco el 1 al 1 para no caer. como que la ha querido, corno que la ha adorado. aquellas ricas hostias de tiempo, para
Ese hombre mostachoso. Sol, Pero ella se ha calzado todas sus diferencias. que ahora nos sobrasen
herrada su única rueda, quinta y perfecta, cáscaras de relojes en flexión de las 24
y desde ella para arriba. XXII en punto parados.
Bulla de botones de bragueta, Es posible me persigan hasta cuatro Madre, y ahora! Ahora, en cuál alvéolo
libres, magistrados vuelto. Es posible me juzguen pedro. quedaría, en qué retoño capilar,
bulla que reprende A vertical subordinada. ¡Cuatro humanidades justas juntas! cierta migaja que hoy se me ata al cuello
El desagüe jurídico. La chirota grata. Don Juan Jacobo está en hacerio, y no quiere pasar. Hoy que hasta
Mas sufro. Allende sufro. Aquende sufro. y las burlas le tiran de su soledad, tus puros huesos estarán harina
Y he aquí se me cae la baba, soy como a un tonto. Bien hecho. que no habrá en qué amasar
una bella persona, cuando Farol rotoso, el día induce a darle algo, ¡tierna dulcera de amor,
el hombre guillermosecundario y pende hasta en la cruda sombra, hasta en el gran molar
puja y suda felicidad a modo de asterisco que se mendiga cuya encía late en aquel lácteo hoyuelo
a chorros, al dar lustre al calzado a sí propio quizás qué enmendaturas. que inadvertido lábrase y pulula ¡tú lo viste tánto!
de su pequeña de tres años. Ahora que chirapa tan bonito en las cerradas manos recién nacidas.
Engállase el barbado y frota un lado. en esta paz de una sola línea, Tal la tierra oirá en tu silenciar,
La niña en tanto pónese el índice aquí me tienes, cómo nos van cobrando todos
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el alquiler del mundo donde nos dejas Tal los escarzos a la intemperie de pobre Al calor de una punta
y el valor de aquel pan inacabable. fe. de pobre sesgo ESFORZADO,
Y nos lo cobran, cuando, siendo nosotros Tal el tiempo de las rondas. Tal el del rodeo la griega sota de oros tórnase
pequeños entonces, como tú verías, para los planos futuros, morena sota de islas,
no se lo podíamos haber arrebatado cuando innánima grifalda relata sólo cobriza sota de lagos
a nadie; cuando tú nos lo diste, fallidas callandas cruzadas. en frente a moribunda alejandría,
¿di, mamá? Vienen entonces alfiles a adherirse a cuzco moribundo.
hasta en las puertas falsas y en los borradores.
XXVII
XXIV XXVI Me da miedo ese chorro,
Al borde de un sepulcro florecido El verano echa nudo a tres años buen recuerdo, señor fuerte, implacable
transcurren dos marías llorando, que, encintados de cárdenas cintas, a todo cruel dulzor. Me da miedo.
llorando a mares. sollozo, Esta casa me da entero bien, entero
El ñandú desplumado del recuerdo aurigan orinientos índices lugar para este no saber dónde estar.
alarga su postrera pluma, de moribundas alejandrías, No entremos. Me da miedo este favor
y con ella la mano negativa de Pedro de cuzcos moribundos. de tornar por minutos, por puentes volados.
graba en un domingo de ramos Nudo alvino deshecho, una pierna por allí, Yo no avanzo, señor dulce,
resonancias de exequias y de piedras. más allá todavía la otra, recuerdo valeroso, triste
Del borde de un sepulcro removido desgajadas, y esqueleto cantor.
se alejan dos marías cantando. péndulas. Qué contenido, el de esta casa encantada,
Lunes. Deshecho nudo de lácteas glándulas me da muertes de azogue, y obtura
de la sinamayera, con plomo mis tomas
XXV bueno para alpacas brillantes, a la seca actualidad.
Alfan alfiles a adherirse para abrigo de pluma inservible El chorro que no sabe a cómo vamos,
a las junturas, al fondo, a los testuces, ¡más piernas los brazos que brazos! dame miedo, pavor.
al sobrelecho de los numeradores a pie. Así envérase el fin, como todo, Recuerdo valeroso, yo no avanzo.
Alfiles y cadillos de lupinas parvas. como polluelo adormido saltón Rubio y triste esqueleto, silba, silba.
Al rebufar el socaire de cada caravela de la hendida cáscara,
deshilada sin ameracanizar, a luz eternamente polla. XXVIII
ceden las estevas en espasmo de infortunio, Y así, desde el óvalo, con cuatros al hombro, He almorzado solo ahora, y no he tenido
con pulso párvulo mal habituado ya para qué tristura. madre, ni súplica, ni sírvete, ni agua,
a sonarse en el dorso de la muñeca. Las uñas aquellas dolían ni padre que, en el facundo ofertorio
Y la más aguda tiplisonancia retesando los propios dedos hospicios. de los choclos, pregunte para su tardanza
se tonsura y apeálase, y largamente De entonces crecen ellas para adentro, de imagen, por los broches mayores del sonido.
se ennazala hacia carámbanos mueren para afuera, Cómo iba yo a almorzar. Cómo me iba a servir
de lástima infinita. y al medio ni van ni vienen, de tales platos distantes esas cosas,
Soberbios lomos resoplan ni van ni vienen. cuando habráse quebrado el propio hogar,
al portar, pendientes de mustios petrales Las uñas. Apeona ardiente avestruz coja, cuando no asoma ni madre a los labios.
las escarapelas con sus siete colores desde perdidos sures, Cómo iba yo a almorzar nonada.
bajo cero, desde las islas guaneras flecha hasta el estrecho ciego A la mesa de un buen amigo he almorzado
hasta las islas guaneras. de senos aunados. con su padre recién llegado del mundo,
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con sus canas tías que hablan unánime, el color, la fracción, la dura vida, el sol empavado y le alborota los cascos
en tordillo retinte de porcelana, la dura vida eterna. al más frío.
bisbiseando por todos sus viudos alvéolos; No temamos. La muerte es así. Remeda al cuco: Roooooooeeeis...
y con cubiertos francos de alegres tiroriros, El sexo sangre de la amada que se queja tierno autocarril, móvil de sed,
porque estánse en su casa. Así, ¡qué gracia! dulzorada, de portar tánto que corre hasta la playa.
Y me han dolido los cuchillos por tan punto ridículo. Aire, aire! Hielo!
de esta mesa en todo el paladar. Y el circuito Si al menos el calor (__________ Mejor
El yantar de estas mesas así, en que se prueba entre nuestro pobre día y la noche grande, no digo nada.
amor ajeno en vez del propio amor, a las dos de la tarde inmoral. Y hasta la misma pluma
torna tierra el brocado que no brinda la con que escribo por último se troncha.
MADRE, XXXI Treinta y tres trillones trescientos treinta
hace golpe la dura deglución; el dulce, Esperanza plañe entre algodones. y tres calorías.
hiel; aceite funéreo, el café. Aristas roncas uniformadas
Cuando ya se ha quebrado el propio hogar, de amenazas tejidas de esporas magníficas XXXIII
y el sírvete materno no sale de la con porteros botones innatos. Si lloviera esta noche, retiraríame
tumba, ¿Se luden seis de sol? de aquí a mil años.
la cocina a oscuras, la miseria de amor. Natividad. Cállate, miedo. Mejor a cien no más.
Cristiano espero, espero siempre Como si nada hubiese ocurrido, haría
XXIX de hinojos en la piedra circular que está la cuenta de que vengo todavía.
Zumba el tedio enfrascado en las cien esquinas de esta suerte O sin madre, sin amada, sin porfía
bajo el momento improducido y caña. tan vaga a donde asomo. de agacharme a aguaitar al fondo, a puro
Pasa una paralela a Y Dios sobresaltado nos oprime pulso,
ingrata línea quebrada de felicidad. el pulso, grave, mudo, esta noche así, estaría escarmenando
Me extraña cada firmeza, junto a esa agua y como padre a su pequeña, la fibra védica,
que se aleja, que ríe acero, calla. apenas, la lana védica de mi fin final, hilo
Hilo retemplado, hilo, hilo binómico pero apenas, entreabre los sangrientos algodones del diantre, traza de haber tenido
¿por dónde romperás, nudo de guerra? y entre sus dedos toma a la esperanza. por las narices
Acoraza este ecuador, Luna. Señor, lo quiero yo... a dos badajos inacordes de tiempo
Y basta! en una misma campana.
XXX Haga la cuenta de mi vida
Quemadura del segundo XXXII o haga la cuenta de no haber aún nacido
en toda la tierna cabecilla del deseo, 999 calorías no alcanzaré a librarme.
picadura de ají vagoroso, Rumbbb...Trrrapprrr rrach...chaz No será lo que aún no haya venido, sino
a las dos de la tarde inmoral. Serpentínica u del dizcochero lo que ha llegado y ya se ha ido,
Guante de los bordes borde a borde. engirafada al tímpano. sino lo que ha llegado y ya se ha ido.
Olorosa verdad tocada en vivo, al conectar Quién como los hielos. Pero no.
la antena del sexo Quién como lo que va ni más ni menos. XXXIV
con lo que estamos siendo sin saberlo. Quién como el justo medio. Se acabó el extraño, con quien, tarde
Lavaza de máxima ablución. 1,000 calorías. la noche, regresabas parla y parla.
Calderas viajeras Azulea y ríe su gran cachaza Ya no habrá quien me aguarde,
que se chocan y salpican de fresca sombra el firmamento gringo. Baja dispuesto mi lugar, bueno lo malo.
7

Se acabó la calurosa tarde; entre los cortinajes y ¡oh aguja de mis días ¡Ceded al nuevo impar
tu gran bahía y tu clamor; la charla desgarrados! se sienta a la orilla potente de orfandad!
con tu madre acabada de una costura, a coserme el costado
que nos brindaba un té lleno de tarde. a su costado, XXXVII
Se acabó todo al fin: las vacaciones, a pegar el botón de esa camisa, He conocido a una pobre muchacha
tu obediencia de pechos, tu manera que se ha vuelto a caer. Pero hase visto! a quien conduje hasta la escena.
de pedirme que no me vaya fuera. La madre, sus hermanas qué amables y también
Y se acabó el diminutivo, para XXXVI aquel su infortunado “tú no vas a volver”.
mi mayoría en el dolor sin fin, Pugnamos ensartarnos por un ojo de aguja. Como en cierto negocio me iba admirablemente,
y nuestro haber nacido así sin causa. enfrentados, a las ganadas. me rodeaban de un aire de dinasta florido.
Amoniácase casi el cuarto ángulo del círculo. La novia se volvía agua,
XXXV ¡Hembra se continúa el macho, a raíz y cuán bien me solía llorar
El encuentro conla amada de probables senos, y precisamente su amor mal aprendido.
tánto alguna vez, es un simple detalle, a raíz de cuanto no florece! Me gustaba su tímida marinera
casi un programa hípico en violado, ¿Por ahí estás, Venus de Milo? de humildes aderezos al dar las vueltas,
que de tan largo no se puede doblar bien. Tú manqueas apenas pululando y cómo su pañuelo trazaba puntos,
El almuerzo con ella que estaría entrañada en los brazos plenarios tildes, a la melografía de su bailar de juncia.
poniendo el plato que nos gustara ayer de la existencia, Y cuando ambos burlamos al párroco,
y se repite ahora, de esta existencia que todaviíza quebróse mi negocio y el suyo
pero con algo más de mostaza; perenne imperfección y la esfera barrida.
el tenedor absorto, su doneo radiante Venus de Milo, cuyo cercenado, increado
de pistilo en mayo, y su verecundia brazo revuélvese y trata de encodarse XXXVIII
de a centavito, por quítame allá esa paja. a través de verdeantes guijarros gagos, Este cristal aguarda ser sorbido
Y la cerveza lírica y nerviosa ortivos nautilos, aúnes que gatean en bruto por boca venidera
a la que celan sus dos pezones sin lúpulo, recién, vísperas inmortales. sin dientes. No desdentada.
y que no se debe tomar mucho! Laceadora de inminencias, laceadora Este cristal es pan no venido todavía.
Y los demás encantos de la mesa del paréntesis. Hiere cuando lo fuerzan
que aquella núbil campaña borda Rehusad, y vosotros, a posar las plantas y ya no tiene cariños animales.
con sus propias baterías germinales en la seguridad dupla de la Armonía. Mas si se le apasiona, se melaría
que han operado toda la mañana, Rehusad la simetría a buen seguro. y tomaría la horma de los sustantivos
según me consta, a mí, Intervenid en el conflicto que se adjetivan de brindarse.
amoroso notario de sus intimidades, de puntas que se diputan Quienes lo ven allí triste individuo
y con las diez varillas mágicas en la más torionda de las justas incoloro, lo enviarían por amor,
de sus dedos pancreáticos. el salto por el ojo de la aguja! por pasado y a lo más por futuro:
Mujer que, sin pensar en nada más allá, Tal siento ahora el meñique si él no dase por ninguno de sus costados;
suelta el mirlo y se pone a conversarnos demás en la siniestra. Lo veo y creo si él espera ser sorbido de golpe
sus palabras tiernas no debe serme, o por lo menos que está y en cuanto transparencia, por boca ve
como lancinantes lechugas recién cortadas. en sitio donde no debe. nidera que ya no tendrá dientes.
Otro vaso, y me voy. Y nos marchamos, Y me inspira rabia y me azarea Este cristal ha pasado de animal,
ahora sí, a trabajar. y no hay cómo salir de él, sino haciendo y márchase ahora a formar las izquierdas,
Entre tanto, ella se interna la cuenta de que hoy es jueves. los nuevos Menos.
8

Déjenlo solo no más. y otra vez. ni sabes a dónde voy.


Quién hubiera pensado en tal domingo, ¿Aspa la estrella de la muerte?
XXXIX cuando, a rastras, seis codos lamen O son extrañas máquinas cosedoras
Quién ha encendido fósforo! de esta manera, hueras yemas lunesentes. dentro del costado izquierdo.
Mésome. Sonrío Habríamos sacado contra él, de bajo Esperaos otro momento.
a columpio por motivo. de las dos alas del Amor, No nos ha visto nadie. Pura
Sonrío aún más, si llegan todos lustrales plumas terceras, puñales, búscate el talle.
a ver las guías sin color nuevos pasajes de papel de oriente. ¡A dónde se han saltado tus ojos!
y a mí siempre en punto. Qué me importa. Para hoy que probamos si aún vivimos, Penetra reencarnada en los salones
Ni ese bueno del Sol que, al morirse de gusto, casi un frente no más. de ponentino cristal. Suena
lo desposta todo para distribuirlo música exacta casi lástima.
entre las sombras, el pródigo, XLI Me siento mejor. Sin fiebre, y ferviente.
ni él me esperaría a la otra banda. La Muerte de rodillas mana Primavera. Perú. Abro los ojos.
Ni los demás que paran solo su sangre blanca que no es sangre. Ave! No salgas. Dios, como si sospechase
entrando y saliendo. Se huele a garantía. algún flujo sin reflujo ay.
Llama con toque de retina Pero ya me quiero reír. Paletada facial, resbala el telón
el gran panadero. Y pagamos en señas Murmúrase algo por allí. Callan. cabe las conchas.
curiosísimas el tibio valor innegable Alguien silba valor de lado, Acrisis. Tilia, acuéstate.
horneado, trascendiente. y hasta se contaría en par
Y tomamos el café, ya tarde, veintitrés costillas que se echan de menos XLIII
con deficiente azúcar que ha faltado, entre sí, a ambos costados; se contaría Quién sabe se va a ti. No le ocultes.
y pan sin mantequilla. Qué se va a hacer. en par también, toda la fila Quién sabe madrugada.
Pero, eso sí, los aros receñidos, barreados. de trapecios escoltas. Acaríciale. No le digas nada. Está
La salud va en un pie. De frente: marchen! En tanto; el redoblante policial duro de lo que se ahuyenta.
(otra vez me quiero reír) Acaríciale. Anda! Cómo le tendrías pena.
XL se desquita y nos tunde a palos, Narra que no es posible
Quién nos hubiera dicho que en domingo dale y dale, todos digan que bueno,
así, sobre arácnidas cuestas de membrana a membrana, cuando ves que se vuelve y revuelve,
se encabritaría la sombra de puro frontal. tas animal que ha aprendido a irse... No?
(Un molusco ataca yermos ojos encallados, con Sí! Acaríciale. No le arguyas.
a razón de dos o más posibilidades tantálicas tas. Quién sabe se va a ti madrugada.
contra medio estertor de sangre remordida). ¿Has contado qué poros dan salida solamente,
Entonces, ni el propio revés de la pantalla XLII y cuáles dan entrada?
deshabitado enjugaría las arterias Esperaos. Ya os voy a narrar Acaríciale. Anda! Pero no vaya a saber
trasdoseadas de dobles todavías. todo. Esperaos sossiegue que lo haces porque yo te lo ruego. Anda!
Como si nos hubiesen dejado salir! Como este dolor de cabeza. Esperaos.
si no estuviésemos embrazados siempre ¿Dónde os habéis dejado vosotros XLIV
a los dos flancos diarios de la fatalidad! que no hacéis falta jamás? Este piano viaja para adentro,
Y cuánto nos habríamos ofendido. Nadie hace falta! Muy bien. viaja a saltos alegres.
Y aún lo que nos habríamos enojado y peleado Rosa, entra del último piso. Luego medita en ferrado reposo,
y amistado otra vez Estoy niño. Y otra vez rosa: clavado con diez horizontes.
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Adelanta. Arrástrase bajo túneles, La tarde cocinera te suplica Ella, siendo 69, dase contra 70;
más allá, bajo túneles de dolor, y te llora en su delatal que aún sórdido luego escala 71, rebota en 72.
bajo vértebras que fugan naturalmente. nos empieza a querer de oírnos tánto. Y así se multiplica y espejea impertérrita
Otras veces van sus trompas, Yo hago esfuerzos también; porque no hay en todos los demás piñones.
lentas asias amarillas de vivir, valor para servirse de estas aves. Ella, vibrando y forcejeando,
van de eclipse, Ah! qué nos vamos a servir ya nada. pegando grittttos,
y se espulgan pesadillas insectiles, soltando arduos, chisporroteantes silencios,
ya muertas para el trueno, heraldo de los génesis. XLVII orinándose de natural grandor,
Piano oscuro ¿a quién atisbas Ciliado arrecife donde nací, en unánimes postes surgentes,
con tu sordera que me oye, según refieren cronicones y pliegos acaba por ser todos los guarismos,
con tu madurez que me asorda? de labios familiares historiados la vida entera.
Oh pulso misterioso. en segunda gracia.
Ciliado archipiélago, te desislas a fondo, XLIX
XLV a fondo, Murmurado en inquietud, cruzo,
Me desvinculo del mar archipiélago mío! el traje largo de sentir, los lunes
cuando vienen las aguas a mi. Duras todavía las articulaciones de la verdad.
Salgamos siempre. Saboreemos al camino, como cuando nos instan, Nadie me busca ni me reconoce,
la canción estupenda, la canción dicha y nosotros no cedemos por nada. y hasta yo he olvidado
por los labios inferiores del deseo. Al ver los párpados cerrados, de quién seré.
Oh prodigiosa doncellez. implumes mayorcitos, devorando azules bombones, Cierta guardarropía, sólo ella, nos sabrá
Pasa la brisa sin sal. se carcajean pericotes viejos. a todos en las blancas hojas
A lo lejos husmeo los tuétanos Los párpados cerrados, correo si, cuando nacemos, de las partidas.
oyendo el tanteo profundo, a la caza siempre no fuese tiempo todavía. Esa guardarropía, ella sola,
de teclas de resaca. Se va el altar, el cirio para al volver de cada facción,
Y si así diéramos las narices que no le pasase nada a mi madre, de cada candelabro
en el absurdo, y por mí que sería con los años, si Dios ciego de nacimiento.
nos cubriremos con el oro de no tener nada, quería, Obispo, Papa, Santo, o talvez Tampoco yo descubro a nadie, bajo
y empollaremos el ala aún no nacida sólo un columnario dolor de cabeza. este mantillo que iridice los lunes
de la noche, hermana Y las manitas que se abarquillan de la razón;
de esta ala huérfana del día, asiéndose de algo flotante, y no hago más que sonreir a cada púa
que a fuerza de ser una ya no es ala. a no querer quedarse. de las verjas, en la loca búsqueda
Y siendo ya la 1. del conocido.
XLVI Buena guardarropía, ábreme
La tarde cocinera se detiene XLVIII tus blancas hojas:
ante la mesa donde tú comiste; Tengo ahora 70 soles peruanos. quiero reconocer siquiera al 1,
y muerta de hambre tu memoria viene Cojo la penúltima moneda, la que suena quiero el punto de apoyo, quiero
sin probar ni agua, de lo puro triste. 69 veces púnicas. saber de estar siquiera.
Mas, como siempre, tu humildad se aviene Y he aquí, al finalizar su rol, En los bastidores donde nos vestimos,
a que le brinden la bondad más triste. quemase toda y arde llameante, no hay, no Hay nadie: hojas tan sólo
Y no quieres gustar, que ves quien viene llameante, de par en par.
filialmente a la mesa en que comiste. redonda entre mis tímpanos alucinados. Y siempre los trajes descolgándose
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por sí propios, de perchas Mentira. Calla. y en el almuerzo musical,


como ductores índices grotescos, Ya está bien. cancha reventada, harina con manteca,
y partiendo sin cuerpos, vacantes, Como otras veces tú me haces esto mismo, con manteca,
hasta el matiz prudente por eso yo también he sido así. le tomas el pelo al peón decúbito
de un gran caldo de alas con causas A mí, que había tánto atisbado si de veras que hoy otra vez olvida dar los buenos días,
y lindes fritas. llorabas, esos sus días, buenos con b de baldío,
Y hasta el hueso! ya que otras veces sólo te quedaste que insisten en salirle al pobre
en tus dulces pucheros, por la culata de la v
L a mí, que ni soñé que los creyeses, dentilabial que la vela en él.
El cancerbero cuatro veces me ganaron tus lágrimas.
al día maneja su candado, abriéndonos Ya está. LIII
cerrándonos los esternones, en guiños Mas ya lo sabes: todo fue mentira. Quién clama las once no son doce!
que entendemos perfectamente. Y si sigues llorando, bueno, pues! Como si las hubiesen pujado, se afrontan
Con los fundillos lelos melancólicos, Otra vez ni he de verte cuando juegues. de dos en dos las once veces.
amuchachado de trascendental desaliño, Cabezazo brutal. Asoman
parado, es adorable el pobre viejo. LII las coronas a oír,
Chancea con los presos, hasta el tope Y nos levantaremos cuando se nos dé pero sin traspasar los eternos
los puños en las ingles. Y hasta mojarrilla la gana, aunque mamá toda claror trescientos sesenta grados, asoman
les roe algún mendrugo; pero siempre nos despierte con cantora y exploran en balde, dónde ambas manos
cumpliendo su deber. y linda cólera materna. ocultan el otro puente que les nace
Por entre los barrotes pone el punto Nosotros reiremos a hurtadillas de esto, entre veras y litúrgicas bromas.
fiscal, inadvertido, izándose en la falangita mordiendo el canto de las tibias colchas Vuelve la frontera a probar
del meñique, de vicuña ¡y no me vayas a hacer cosas! las dos piedras que no alcanzan a ocupar
a la pista de lo que hablo, Los humos de los bohíos ¡ah golfillos una misma posada a un mismo tiempo.
lo que como, en rama! madrugarían a jugar La frontera, la ambulante batuta, que sigue
lo que sueño. a las cometas azulinas, azulantes, inmutable, igual, sólo
Quiere el corvino ya no hayan adentros, y, apañuscando alfarjes y piedras, nos darían más ella a cada esguince en alto.
y cómo nos duele esto que quiere el cancerbero. su estímulo fragante de boñiga, Veis lo que es sin poder ser negado,
Por un sistema de relojería, juega para sacarnos veis lo que tenemos que aguantar,
el viejo inminente, pitagórico! al aire nene que no conoce aún las letras, mal que nos pese.
a lo ancho de las aortas. Y sólo a pelearles los hilos. ¡Cuánto se aceita en codos
de tarde en noche, con noche Otro día querrás pastorear que llegan hasta la boca!
soslaya alguna su excepción de metal. entre tus huecos onfalóideos
Pero, naturalmente, ávidas cavernas, LIV
siempre cumpliendo su deber. meses nonos, Forajido tormento, entra, sal
mis telones. por un mismo forado cuadrangular.
LI O querrás acompañar a la ancianía Duda. El balance punza y punza
Mentira. Si lo hacía de engaños, a destapar la toma de un crepúsculo, hasta las cachas.
y nada más. Ya está. De otro modo, para que de día surja A veces doyme contra todas las contras,
también tú vas a ver toda el agua que pasa de noche. y por ratos soy el alto más negro de los ápices
cuánto va a dolerme el haber sido así. Y llegas muriéndote de risa, en la fatalidad de la Armonía.
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Entonces las ojeras se irritan divinamente, Sin saber si he logrado, o más nunca, se doblan, se harapan.
y solloza la sierra del alma, algo que brinca del sabor Apéome del caballo jadeante, bufando
se violentan oxígenos de buena voluntad, o es sólo corazón y que ya vuelto, lamentará líneas de bofetadas y de horizontes;
arde cuanto no arde y hasta hasta dónde esto es lo menos. espumoso pie contra tres cascos.
el dolor dobla el pico en risa. El niño crecería ahito de felicidad Y le ayudo: Anda, animal!
Pero un día no podrás entrar oh albas, Se tomaría menos, siempre menos, de lo
ni salir, con el puñado de tierra ante el pesar de los padres de no poder dejarnos que me tocase erogar,
que te echaré a los ojos, forajido! de arrancar de sus sueños de amor a este mundo; en la celda, en lo líquido.
ante ellos que, como Dios, de tanto amor El compañero de prisión comía el trigo
LV se comprendieron hasta creadores de las lomas, con mi propia cuchara,
Samain diría el aire es quieto y de una contenida y nos quisieron hasta hacernos daño. cuando, a la mesa de mis padres, niño,
tristeza. Flecos de invisible trama, me quedaba dormido masticando.
Vallejo dice hoy la Muerte está soldando cada dientes que huronean desde la neutra emoción, Le soplo al otro:
lindero a cada hebra de cabello perdido, desde la pilares Vuelve, sal por la otra esquina;
cubeta de un frontal, donde hay algas, toronjiles que libres de base y coronación, apura ...aprisa,... apronta!
cantan divinos almácigos en guardia, y versos anti en la gran boca que ha perdido el habla. E inadvertido aduzco, planeo,
sépticos sin dueño. Fósforo y fósforo en la oscuridad, cabe camastro desvencijado, piadoso:
El miércoles, con uñas destronadas se abre las lágrima y lágrima en la polvareda. No creas. Aquel médico era un hombre sano.
propias uñas Ya no reiré cuando mi madre rece
de alcanfor, e instila por polvorientos LVII en infancia y en domingo, a las cuatro
harneros, ecos, páginas vueltas, sarros, Craterizados los puntos más altos, los puntos de la madrugada, por los caminantes,
zumbidos de moscas del amor, de ser mayúsculo, bebo, ayuno ab- encarcelados,
cuando hay muerto, y pena clara esponjosa y cierta sorbo heroína para la pena, para el latido enfermos
esperanza. lacio y contra toda corrección. y pobres.
Un enfermo lee La Prensa, como en facistol. ¿Puedo decir que nos han traicionado? No. En el redil de niños, ya no le asestaré
Otro está tendido palpitante, longirrostro, ¿Qué todos fueron buenos? Tampoco. Pero puñetazos a ninguno de ellos, quien, después,
cerca a estarlo sepulto. allí está una buena voluntad, sin duda, todavía sangrando, lloraría: El otro sábado
Y yo advierto un hombro está en su sitio y sobre todo, el ser así. te daré de mi fiambre, pero
todavía y casi queda listo tras de éste, el otro lado. Y qué quien se ame mucho! Yo me busco no me pegues!
Ya la tarde pasó diez y seis veces por el subsuelo en mi propio designio que debió ser obra Ya no le diré que bueno.
empatrullado, mía, en vano: nada alcanzó a ser libre. En la celda, en el gas ilimitado
y se está casi ausente Y sin embargo, quién me empuja. hasta redondearse en la condensación,
en el número de madera amarilla A que no me atrevo a cerrar la quinta ventana. ¿quién tropieza por afuera?
de la cama que está desocupada tanto tiempo Y el papel de amarse y persistir, junto a las
allá ..................................... horas y a lo indebido. LIX
enfrente. Y el éste y el aquél. La esfera terrestre del amor
que rezagóse abajo, da vuelta
LVI LVIII y vuelta sin parar segundo,
Todos los días amanezco a ciegas En la celda, en lo sólido, también y nosotros estamos condenados a sufrir
a trabajar para vivir; y tomo el desayuno, se acurrucan los rincones. como un centro su girar.
sin probar ni gota de él, todas las mañanas. Arreglo los desnudos que se ajan, Pacifico inmóvil, vidrio, preñado
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de todos los posibles. me despedí con el cantar del gallo. Corteza


Andes frío, inhumanable, puro. Está cerrada y nadie responde. Y cuando salgas, di que no tardarás
Acaso. Acaso. El poyo en que mamá alumbró a llamar al canal que nos separa:
Gira la esfera en el pedernal del tiempo, al hermano mayor, para que ensille fuertemente cojido de un canto de tu suerte,
y se afila, lomos que había yo montado en pelo, te soy inseparable,
y se afila hasta querer perderse; por rúas y por cercas, niño aldeano; y me arrastras de borde de tu alma.
gira forjando, ante los desertados flancos, el poyo en que dejé que se amarille al sol Almohada
aquel punto tan espantablemente conocido, mi adolorida infancia... ¿Y este duelo Y sólo cuando hayamos muerto ¡quién sabe!
porque él ha gestado, vuelta que enmarca la portada? Oh nó. Quién sabe!
y vuelta, Dios en la paz foránea, entonces nos habremos separado.
el corralito consabido. estornuda, cual llamando también, el bruto; Mas si, al cambiar el paso, me tocase a mí
Centrífuga que sí, que sí, husmea, golpeando el empedrado. Luego duda, la desconocida bandera, te he de esperar allá;
que Sí, relincha, en la confluencia del soplo y el hueso,
que sí, que sí, que sí, que sí: NO! orejea a viva oreja. como antaño,
Y me retiro hasta azular, y retrayéndome Ha de velar papá rezando, y quizás como antaño en la esquina de los novios
endurezco, hasta apretarme el alma! pensará se me hizo tarde. ponientes de la tierra.
Las hermanas, canturreando sus ilusiones Y desde allí te seguiré a lo largo
LX sencillas, bullosas, de otros mundos, y siquiera podrán
Es de madera mi paciencia, en la labor para la fiesta que se acerca, servirte mis nós musgosos y arrecidos,
sorda, vejetal. y ya no falta casi nada. para que en ellos poses las rodillas
Día que has sido puro, niño, inútil, Espero, espero, el corazón en las siete caídas de esa cuesta infinita,
que naciste desnudo, las leguas un huevo en su momento, que se obstruye. y así te duelan menos.
de tu marcha, van corriendo sobre Numerosa familia que dejamos
tus doce extremidades, ese doblez ceñudo no ha mucho, hoy nadie en vela, y ni una cera LXIII
que después deshiláchase puso en el ara para que volviéramos. Amanece lloviendo. Bien peinada
en no se sabe qué últimos pañales. Llamo de nuevo, y nada. la mañana chorrea el pelo fino.
Constelado de hemisferios de grumo, Callamos y nos ponemos a sollozar, y el animal Melancolía está amarrada;
bajo eternas américas inéditas, tu gran plumaje, relincha, relincha más todavía. y en mal asfaltado oxidente de muebles hindúes,
te partes y me dejas, sin tu emoción ambigua, Todos están durmiendo para siempre, vira, se asienta apenas el destino.
sin tu nudo de sueños, domingo. y tan de lo más bien, que por fin Cielos de puna descorazonada
Y se apolilla mi paciencia, mi caballo acaba fatigado por cabecear por gran amor, los cielos de platino, torvos
y me vuelvo a exclamar: ¡Cuándo vendrá a su vez, y entre sueños, a cada venia, dice de imposible.
el domingo bocón y mudo del sepulcro; que está bien, que todo está muy bien. Rumia la majada y se subraya
cuándo vendrá a cargar este sábado de un relincho andino.
de harapos, esta horrible sutura LXII Me acuerdo de mí mismo. Pero bastan
del placer que nos engendra sin querer, Alfombra las astas del viento, los timones quietos hasta
y el placer que nos DestieRRa! Cuando vayas al cuarto que tú sabes, hacerse uno,
entra en él, pero entorna con tiento la mampara y el grillo del tedio y el jiboso codo inquebrantable.
LXI que tánto se entreabre, Basta la mañana de libres crinejas
Esta noche desciendo del caballo, cása bien los cerrojos, para que ya no puedan de brea preciosa, serrana,
ante la puerta de la casa, donde volverse otras espaldas. cuando salgo y busco las once
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y no son más que las doce deshoras. ¿no oyes tascar dianas? rueda por la calle.
estoy plasmando tu fórmula de amor
LXIV para todos los huecos de este suelo. LXVII
Hitos vagarosos enamoran, desde el minuto Oh si se dispusieran los tácitos volantes Canta cerca el verano, y ambos
montuoso que obstetriza y féchalos amotinados para todas las cintas más distantes, diversos erramos, al hombro
nichos de la atmósfera. para todas las citas más distintas. recodos, cedros, compases unípedos,
Verde está el corazón de tánto esperar, y en el Así, muerta inmortal. Así. espatarrados en la sola recta inevitable.
canal de Panamá ¡hablo con vosotras, mitades, ba Bajo los dobles arcos de tu sangre, por donde Canta el verano, y en aquellas paredes
ses, cúspides! retoñan los peldaños, pasos que hay que pasar tan de puntillas, que hasta mi padre endulzadas de marzo,
suben, para ir por allí, lloriquea, gusanea la arácnida acuarela
pasos que baja- humildóse hasta menos de la mitad del hombre, de la melancolía.
n. hasta ser el primer pequeño que tuviste. Cuadro enmarcado de trisado anélido, cuadro
Y yo que pervivo, Así, muerta inmortal. que faltó en ese sitio para donde
y yo que sé plantarme. Entre la columnata de tus huesos pensamos que vendría el gran espejo ausente.
Oh valle sin altura madre, donde todo duerme que no puede caer ni a lloros, Amor, éste es el cuadro que faltó.
horrible mediatinta, sin ríos frescos, sin entradas de y a cuyo lado ni el destino pudo entrometer Mas, para qué me esforzaría
amor. Oh voces y ciudades, que pasan cabalgando ni un solo dedo suyo. por dorar pajilla para tal encantada aurícula,
en un dedo tendido que señala a calva Unidad. Así, muerta inmortal. si, a espaldas de astros queridos,
Mientras pasan, de mucho en mucho, gañanes de Así. se consiente el vacío, a pesar de todo.
gran costado sabio, detrás de las tres tardas Cuánta madre quedábase adentrada
dimensiones. LXVI siempre, en tenaz atavío de carbón, cuando
Hoy Mañana Dobla el dos de Noviembre. el cuadro faltaba, y para lo que crecería
Ayer Estas sillas son buenas acojidas. al pie de ardua quebrada de mujer.
(No, hombre!) La rama del presentimiento Así yo me decía: Si vendrá aquel espejo
va, viene, sube, ondea sudorosa, que de tan esperado, ya pasa de cristal.
LXV fatigada en esta sala. Me acababa la vida, ¿para qué?
Madre, me voy mañana a Santiago, Dobla triste el dos de Noviembre. Me acababa la vida, para alzarnos
a mojarme en tu bendición y en tu llanto. Difuntos, qué bajo cortan vuestros dientes sólo de espejo a espejo.
Acomodando estoy mis desengaños y el rosado abolidos, repasando ciegos nervios,
de llaga de mis falsos trajines. sin recordar la dura fibra LXVIII
que cantores obreros redondos remiendan Estamos a catorce de Julio.
Me esperará tu arco de asombro, con cáñamo inacabable, de innumerables nudos Son las cinco de la tarde. Llueve en toda
las tonsuradas columnas de tus ansias latientes de encrucijada. una tercera esquina de papel secante.
que se acaban la vida. Me esperará el patio, Vosotros, difuntos, de las nítidas rodillas Y llueve más de abajo ay para arriba.
el corredor de abajo con sus tondos y repulgos puras a fuerza de entregaros, Dos lagunas las manos avanzan
de fiesta. Me esperará mi sillón ayo, cómo aserráis el otro corazón de diez en fondo,
aquel buen quijarudo trasto de dinástico con vuestras blancas coronas, ralas desde un martes cenagoso que ha seis días
cuero, que para no más rezongando a las nalgas de cordialidad. Sí. Vosotros, difuntos. está en los lagrimales helado.
tataranietas, de correa a correhuela. Dobla triste el dos de Noviembre. Se ha degollado una semana
Estoy cribando mis cariños más puros. Y la rama del presentimiento con las más agudas caídas; hase hecho
Estoy ejeando ¿no oyes jadear la sonda? se la muerde un carro que simplemente todo lo que puede hacer miserable genial
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en gran taberna sin rieles. Ahora estamos desde la pulpería de una esquina cualquiera.
bien, con esta lluvia que nos lava LXX
y nos alegra y nos hace gracia suave. Todos sonríen del desgaire con que voyme a fondo, LXXII
Hemos a peso bruto caminado, y, de un solo celular de comer bien y bien beber. Lento salón en cono, te cerraron, te cerré,
desafío, Los soles andan sin yantar? O hay quien aunque te quise, tú lo sabes,
blanqueó nuestra pureza de animales. les da granos como a pajarillos? Francamente, y hoy de qué manos penderán tus llaves.
Y preguntamos por el eterno amor, yo no sé de esto casi nada. Desde estos muros derribamos los últimos
por el encuentro absoluto, Oh piedra, almohada bienfaciente al fin. escasos pabellones que cantaban.
por cuanto pasa de aquí para allá. Amémonos os vivos a los vivos, que a las buenas Los verdes han crecido. Veo labriegos trabajando,
Y respondimos desde dónde los míos no son los cosas muertas erá después. Cuánto tenemos que los cerros llenos de triunfo.
tuyos quererlas Y el mes y medio transcurrido alcanza
desde qué hora el bordón, al ser portado, y estrecharlas, cuánto. Amemos las actualidades, que para una mortaja, hasta demás.
sustenta y no es sustentado. (Neto.) siempre no estaremos como estamos. Salón de cuatro entradas y sin una salida,
Y era negro, colgado en un rincón, Que interinos Barrancos no hay en los esenciales hoy que has honda murria, te hablo
sin proferir ni jota, mi paletó, cementerios. por tus seis dialectos enteros.
a El porteo va en el alfar, a pico. La jornada nos da Ya ni he de violentarte a que me seas,
t en el cogollo, con su docena de escaleras, escala de para nunca; ya no saltaremos
o das, en horizontizante frustración de pies, por pávidas ningún otro portillo querido.
d sandalias vacantes. Julio estaba entonces de nueve. Amor
a Y temblamos avanzar el paso, que no sabemos si contó en sonido impar. Y la dulzura
s damos con el péndulo, o ya lo hemos cruzado. dió para toda la mortaja, hasta demás.
t
A LXXI
Serpea el sol en tu mano fresca, LXXIII
LXIX y se derrama cauteloso en tu curiosidad. Ha triunfado otro ay. La verdad está allí.
Qué nos buscas, oh mar, con tus volúmenes Cállate. Nadie sabe que estás en mí, Y quien tal actúa ¿no va a saber
docentes! Qué inconsolable, qué atroz toda entera. Cállate. No respires. Nadie amaestrar excelentes dijitígrados
estás en la febril solana. sabe mi merienda suculenta de unidad: para el ratón Sí ...No ... ?
Con tus azadones saltas, legión de oscuridades, amazonas de lloro. Ha triunfado otro ay y contra nadie.
con tus hojas saltas, Vanse los carros flajelados por la tarde, Oh exósmosis de agua químicamente pura.
hachando, hachando en loco sésamo, y entre ellos los míos, cara atrás, a las riendas Ah míos australes. Oh nuestros divinos.
mientras tornan llorando las olas, después fatales de tus dedos. Tengo pues derecho
de descalcar los cuatro vientos Tus manos y mis manos recíprocas se tienden a estar verde y contento y peligroso, y a ser
y todos los recuerdos, en labiados plateles polos en guardia, practicando depresiones, el cincel, miedo del bloque basto y vasto;
de tungsteno, contractos de colmillos y sienes y costados. a meter la pata y a la risa.
y estáticas eles quelonias. Calla también, crepúsculo futuro, Absurdo, sólo tú eres puro.
Filosofía de alas negras que vibran y recójete a reír en lo íntimo, de este celo Absurdo, este exceso sólo ante ti se
al medroso temblor de los hombros del día. de gallos ajisecos soberbiamente, suda de dorado placer.
El mar, y una edición en pie, soberbiamente ennavajados
en su única hoja el anverso de cúpulas, de viudas mitades cerúleas. LXXIV
de cara al reverso. Regocíjate, huérfano; bebe tu copa de agua Hubo un día tan rico el año pasado... !
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que ya ni sé qué hacer con él. seca sin haber sido verde jamás. Orfandad de ¿No subimos acaso para abajo?
Severas madres guías al colegio, orfandades. Canta, lluvia, en la costa aún sin mar!
asedian las reflexiones, y nosotros enflechamos Y sinembargo, los muertos no son, no pueden ser
la cara apenas. Para ya tarde saber cadáveres de una vida que todavía no han vivido. -
que en aquello gozna la travesura Ellos murieron siempre de vida. ___________________________________________
y se rompe la sien. Estáis muertos. ___
Qué día el del año pasado,
que ya ni sé qué hacer con él, LXXVI Residencia en la tierra
rota la sien y todo. De la noche a la mañana voy (1925-1932)
Por esto nos separarán, sacando lengua a las más mudas equis. Pablo Neruda
por eso y para ya no hagamos mal. En nombre de esa pura Parte I
Y las reflexiones técnicas aún dicen que sabía mirar hasta ser 2. GALOPE MUERTO
¿no las vas a oír? En nombre de que la fui extraño, Como cenizas, como mares poblándose,
que dentro de dos gráfilas oscuras y aparte, llave y chapa muy diferentes. en la sumergida lentitud, en lo informe,
por haber sido niños y también En nombre della que no tuvo voz o como se oyen desde el alto de los caminos
por habernos juntado mucho en la vida, ni voto, cuando se dispuso cruzar las campanadas en cruz,
reclusos para siempre nos irán a encerrar. esta su suerte de hacer. teniendo ese sonido ya aparte del metal,
Para que te compongas. Ebullición de cuerpos, sinembargo, confuso, pesando, haciéndose polvo
aptos; ebullición que siempre en el mismo molino de las formas demasiado lejos,
LXXV tan sólo estuvo a 99 burbujas. o recordadas o no vistas,
Estáis muertos. ¡Remates, esposados en naturaleza, y el perfume de las ciruelas que rodando a tierra
Qué extraña manera de estarse muertos. de dos días que no se juntan, se pudren en el tiempo, infinitamente verdes.
Quienquiera diría no lo estáis. Pero, en verdad, estáis que no se alcanzan jamás.
muertos, muertos. Aquello todo tan rápido, tan viviente,
Flotáis nadamente detrás de aquesa membrana LXXVII inmóvil sin embargo, como polea loca en sí misma,
que, péndula del zenit al nadir, viene y va de Graniza tánto, como para que yo recuerde esas ruedas de los motores, en fin.
crepúsculo a crepúsculo, vibrando ante la sonora caja y acreciente las perlas Existiendo como las puntadas secas en las costuras
de una herida que a vosotros no os duele. Os digo, que he recogido del hocico mismo del árbol,
pues, que la vida está en el espejo, y que vosotros de cada tempestad. callado, por alrededor, de tal modo,
sois el original, la muerte. No se vaya a secar esta lluvia. mezclando todos los limbos de sus colas.
Mientras la onda va, mientras la onda viene, cuán A menos que me fuese dado Es que de dónde, por dónde, en qué orilla?
impunemente se está uno muerto. Sólo cuando las caer ahora para ella, o que me enterrasen
aguas se quebrantan en los bordes enfrentados y se mojado en el agua El rodeo constante, incierto, tan mudo,
doblan y doblan, entonces os transfiguráis y creyendo que surtiera de todos los fuegos. como las lilas alrededor del convento,
morir, percibís la sexta cuerda que ya no es vuestra. ¿Hasta dónde me alcanzará esta lluvia? o la llegada de la muerte a la lengua del buey
Estáis muertos, no habiendo antes vivido jamás. Temo me quede con algún flanco seco; que cae a tumbos, guardabajo, y cuyos cuernos
Quienquiera diría que, no siendo ahora, en otro temo que ella se vaya, sin haberme probado quieren sonar.
tiempo fuisteis. Pero, en verdad, vosotros sois los en las sequías de increíbles cuerdas vocales,
cadáveres de una vida que nunca fue. Triste destino por las que, Por eso, en lo inmóvil, deteniéndose, percibir,
el no haber sido sino muertos siempre. El ser hoja para dar armonía, entonces, como aleteo inmenso, encima,
hay siempre que subir ¡nunca bajar! como abejas muertas o números,
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ay, lo que mi corazón pálido no puede abarcar, fundé mi sueño, mi actitud callada. Yo destruyo la rosa que silba y la ansiedad raptora:
en multitudes, en lágrimas saliendo apenas, yo rompo extremos queridos: y aún más,
y esfuerzos humanos, tormentas, Con tu cuerpo de número tímido, extendido de pronto aguardo el tiempo uniforme, sin medidas:
acciones negras descubiertas de repente hasta cantidades que definen la tierra, un sabor que tengo en el alma me deprime.
como hielos, desorden vasto, detrás de la pelea de los días blancos de espacio
oceánico, para mí que entro cantando y fríos de muertes lentas y estímulos marchitos, Qué día ha sobrevenido! Qué espesa luz de leche,
como una espada entre los indefensos. siendo arder tu regazo v transitar tus besos compacta, digital, me favorece!
haciendo golondrinas frescas en mi sueño. He oído relinchar su rojo caballo
Ahora bien, de qué está hecho ese surgir de palomas desnudo, sin herraduras y radiante.
que hay entre la noche y el tiempo, como una A veces el destino de tus lagrimas asciende Atravieso con él sobre las iglesias,
barranca húmeda? como la edad hasta mi frente, allí galopo los cuarteles desiertos de soldados
están golpeando las olas, destruyéndose de muerte: y un ejército impuro me persigue.
Ese sonido ya tan largo su movimiento es húmedo, decaído, final. Sus ojos de eucaliptus roban sombra,
que cae listando de piedras los caminos, su cuerpo de campana galopa y golpea.
más bien, cuando sólo una hora CABALLO DE LOS SUEÑOS
crece de improviso, extendiéndose sin tregua. Innecesario, viéndome en los espejos Yo necesito un relámpago de fulgor persistente,
con un gusto a semanas, a biógrafos, a papeles, un deudo festival que asuma mis herencias.
Adentro del anillo del verano arranco de mi corazón al capitán del infierno,
una vez los grandes zapallos escuchan, establezco cláusulas indefinidamente tristes. DÉBIL DEL ALMA
estirando sus plantas conmovedoras, El día de los desventurados, el día pálido se asoma
de eso, de lo que solicitándose mucho, Vago de un punto a otro, absorbo ilusiones, Con un desgarrador olor frío, con sus fuerzas en gris,
de lo lleno, obscuros de pesadas gotas. converso con los sastres en sus nidos: Sin cascabeles, goteando el alba por todas partes:
ellos, a menudo, con voz fatal y fría Es un naufragio en el vacío, con un alrededor de
ALIANZA (SONATA) cantan y hacen huir los maleficios. llanto.
De miradas polvorientas caídas al suelo
o de hojas sin sonido y sepultándose. Hay un país extenso en el cielo Porque se fue de tantos sitios la sombra húmeda,
De metales sin luz, con el vacío, con las supersticiosas alfombras del arco iris callada,
con la ausencia del día muerto de golpe. y con vegetaciones vesperales: De tantas cavilaciones en vano, de tantos parajes
En lo alto de las manos el deslumbrar de mariposas, hacia allí me dirijo, no sin cierta fatiga, terrestres
el arrancar de mariposas cuya luz no tiene término. pisando una tierra removida de sepulcros un tanto En donde debió ocupar hasta el designio de las
frescos, raíces,
Tú guardabas la estela de luz, de seres rotos yo sueño entre esas plantas de legumbre confusa. De tanta forma aguda que se defendía.
que el sol abandonado, atardeciendo, arroja a las
iglesias. Paso entre documentos disfrutados, entre orígenes, Yo lloro en medio de lo invadido, entre lo confuso,
Teñida con miradas, con objeto de abejas, vestido como un ser original y abatido: Entre el sabor creciente, poniendo el oído
tu material de inesperada llama huyendo amo la miel gastada del respeto, En la pura circulación, en el aumento,
precede y sigue al día y a su familia de oro. el dulce catecismo entre cuyas hojas Cediendo sin rumbo el paso a lo que arriba,
duermen violetas envejecidas, desvanecidas, A lo que surge vestido de cadenas y claveles,
Los días acechando cruzan en sigilo y las escobas, conmovedoras de auxilios, Yo sueño, sobre llevando mis vestigios morales.
pero caen adentro de tu voz de luz. en su apariencia hay, sin duda, pesadumbre y
Oh dueña del amor, en tu descanso certeza.
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Nada hay de precipitado, ni de alegre, ni de forma SABOR precipitándose en las aguas, en ciertas aguas, en
orgullosa, De falsas astrologías, de costumbres un tanto cierto océano,
Todo aparece haciéndose con evidente pobreza, lúgubres, y luego, al golpe suyo, gotas se levantan, y un ruido,
la luz de la tierra sale de sus párpados vertidas en lo inacabable y siempre llevadas al lado, un determinado, sordo ruido siento producirse,
no como la campanada, sino más bien como las he conservado una tendencia, un sabor solitario. un golpe de agua azota por su peso,
lágrimas: y de alguna parte, de alguna parte siento que saltan y
el tejido del día, su lienzo débil, De conversaciones gastadas como usadas maderas, salpican estas aguas,
sirve para una venda de enfermos, sirve para hacer como humildad de sillas, con palabras ocupadas sobre mí salpican estas aguas, y viven como ácidos.
señas en servir como esclavos de voluntad secundaria,
en una despedida, detrás de la ausencia; teniendo esa consistencia de la leche, de las Su costumbre de sueños y desmedidas noches,
es el color que sólo quiere reemplazar, semanas muertas, su alma desobediente, su preparada palidez
cubrir, tragar, vencer, hacer distancias. del aire encadenado sobre las ciudades. duermen con él por último, y él duerme,
porque el mar de los muertos su pasión desplámase,
Estoy solo entre materias desvencijadas, Quién puede jactarse de paciencia más sólidas? violentamente hundiéndose, fríamente asociádose.
la lluvia cae sobre mí, y se me parece, La cordura me envuelve de piel compacta
se me parece con su desvarío, solitaria en el mundo de un color reunido como una culebra: MADRIGAL ESCRITO EN INVIERNO
muerto, mis criaturas nacen de un largo rechazo: En el fondo del mar profundo,
rechazada al caer, y sin forma obstinada. ay, con un solo alcohol puedo despedir este día en la noche de largas listas,
que he elegido, igual entre los días terrestres. como un caballo cruza corriendo
UNIDAD tu callado callado nombre.
Hay algo denso, unido, sentado en el fondo, Vivo lleno de una sustancia de color común,
repitiendo su número, su señal idéntica. silenciosa Alójame en tu espalda, ay refúgiame,
Cómo se nota que las piedras han tocado el tiempo, como una vieja madre, una paciencia fija aparéceme en tu espejo, de pronto,
en su fina materia hay olor a edad, como sombra de iglesia o reposo de huesos. sobre la hoja solitaria, nocturna,
y el agua que trae el mar, de sal y sueño. Voy lleno de esas aguas dispuestas profundamente, brotando de lo oscuro, detrás de ti.
preparadas, durmiéndose en una atención triste.
Me rodea una misma cosa, un solo movimiento: Flor de la dulce luz completa,
el peso del mineral, la luz de la miel, En mi interior de guitarra hay un aire viejo, acúdeme con tus besos,
se pegan al sonido de la palabra noche: seco y sonoro, permanecido, inmóvil, violenta de separaciones,
la tinta del trigo, del marfil, del llanto, como una nutrición fiel, como humo: determinada y fina boca.
envejecidas, desteñidas, uniformes, un elemento en descanso, un aceite vivo:
se unen en torno a mí como paredes. un pájaro de rigor cuida mi cabeza: Ahora bien, en lo largo y largo,
un ángel invariable vive en mi espada. de olvido residen conmigo
Trabajo sordamente, girando sobre mí mismo, los rieles, el grito de la lluvia:
como el cuervo sobre la muerte, el cuervo de luto. AUSENCIA DE JOAQUÍN lo que la oscura noche preserva.
Pienso, aislado en lo extremo de las estaciones, Desde ahora, como una partida verificada lejos,
central, rodeado de geografía silenciosa: en funerales estaciones de humo o solitarios Acógeme en la tarde de hilo
una temperatura parcial cae del cielo, malecones, cuando el anochecer trabaja
un extremo imperio de confusas unidades desde ahora lo veo precipitándose en su muerte, su vestuario, y palpita en el cielo
se reúne rodeándome. y detrás de él siento cerrarse los días del tiempo. una estrella llena de viento.
Desde ahora, bruscamente, siento que parte,
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Acércame tu ausencia hasta el fondo, Reconozco a menudo sus guerreros,


pesadamente, tapándome los ojos, De pronto, de pronto escuchado sus piezas corroídas por el aire, sus dimensiones,
crúzame tu existencia, suponiendo y repartido en el corazón y su necesidad de espacio es tan violenta
que mi corazón esta destruido. con triste insistencia y aumento que baja hasta mi corazón a buscarlo:
como un sueño frío de otoño. él es el propietario de las mesetas inaccesibles,
FANTASMA él baila con personajes trágicos y cotidianos:
Cómo surges de antaño, llegando, La espesa rueda de la tierra de noche rompe mi piel su ácido aéreo
encandilada, pálida estudiante, su llanta húmeda de olvido y escucho en mi interior temblar su instrumento.
a cuya voz aún piden consuelo hace rodar, cortando el tiempo
los meses dilatados y fijos. en mitades inaccesibles. Yo oigo el sueño de viejos compañeros y mujeres
amadas,
Sus ojos luchaban como remeros Sus copas duras cubren tu alma sueños cuyos latidos me quebrantan:
en el infinito muerto derramada en la tierra fría su material de alfombra piso en silencio,
con esperanza de sueño y materia con sus pobres chispas azules su luz de amapola muerdo con delirio.
de seres saliendo del mar. volando en la voz de la lluvia.
Cadáveres dormidos que a menudo
De la lejanía en donde COLECCIÓN NOCTURNA danzan asidos al peso de mi corazón,
el olor de la tierra es otro He vencido al ángel del sueño, el funesto alegórico: qué ciudades opacas recorremos!
y lo vespertino llega llorando su gestión insistía, su denso paso llega Mi pardo corcel de sombra se agiganta,
en forma de oscuras amapolas. envuelto en caracoles y cigarras, y sobre envejecidos tahures, sobre lenocinios de
marino, perfumado de frutos agudos. escaleras gastadas,
En la altura de los días inmóviles sobre lechos de niñas desnudas, entre jugadores de
el insensible joven diurno Es el viento que agita los meses, el silbido de un tren, foot-ball,
en tu rayo de luz se dormía el paso de la temperatura sobre el lecho, del viento ceñidos pasamos:
afirmando como en una espada. un opaco sonido de sombra y entonces caen a nuestra boca esos frutos blandos
que cae como trapo en lo interminable, del cielo,
Mientras tanto crece a la sombra un repetición de distancias, un vino de color los pájaros, las campanas conventuales, los cometas:
del largo transcurso en olvido confundido, aquel que se nutrió de geografía pura y
la flor de la soledad, húmeda, extensa, un paso polvoriento de vacas bramando. estremecimiento,
como la tierra en un largo invierno. ése tal vez nos vió pasar centelleando.
A veces su canasto negro cae en mi pecho,
LAMENTO LENTO sus sacos de demonio hieren mi hombro, Camaradas cuyas cabezas reposan sobre barriles,
En la noche del corazón su multitud de sal, su ejército entreabierto en un desmantelado buque prófugo, lejos,
la gota de tu nombre lento recorren y revuelven las cosas del cielo: amigos míos sin lágrimas, mujeres de rostro cruel:
en silencio circula y cae él galopa en la respiración y su paso es de beso: la medianoche ha llegado y un gong de muerte
y rompe y desarrolla su agua. su salitre seguro planta en los párpados golpea en torno mío como el mar.
con vigor esencial y solemne propósito: Hay en la boca el sabor, la sal del dormido.
Algo quiere su leve daño entra en lo preparado como un dueño:
y su estima infinita y corta, su substancia sin ruido quipa de pronto, Fiel como una condena, a cada cuerpo
como el paso de un ser perdido su alimento profético propaga tenazmente. la palidez del distrito letárgico acude:
de pronto oido. una sonrisa fría, sumergida,
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unos ojos cubiertos como fatigados boxeadores, Qué pura mi mirada de nocturna influencia,
una respiración que sordamente devora fantasmas. caída de ojos oscuros y feroz acicate, TIRANÍA
mi simétrica estatua de piernas gemelas Oh dama sin corazón, hija del cielo
En esa humedad de nacimiento, con esa proporción sube hacia estrellas húmedas cada mañana, auxíliame en esta solitaria hora
tenebrosa, y mi boca de exilio muerde la carne y la uva, con tu directa indiferencia de arma
cerrada como una bodega, el aire es criminal: mis brazos de varón, mi pecho tatuado y tu frío sentido del olvido.
las paredes tienen un triste color de cocodrilo, en que penetra el vello como ala de estaño,
una contextura de araña siniestra: mi cara blanca hecha para la profundidad del sol, Un tiempo total como un océano,
se pisa en lo blando como sobre una monstruo mi pelo hecho de ritos, de minerales negros, una herida confusa como un nuevo ser
muerto: mi frente, penetrante como golpe o camino, abarcan la tenaz raíz de mi alma
las uvas negras inmensas, repletas, mi piel de hijo maduro, destinado al arado, mordiendo el centro de mi seguridad.
cuelgan de entre las ruinas como odres: mis ojos de sal ávida, de matrimonio rápido,
oh Capitán, en nuestra hora de reparto mi lengua amiga blanda del dique y del buque, Qué espeso latido se cimbra en mi corazón
abre los mudos cerrojos y espérame: mis dientes de horario blanco, de equidad como una ola hecha de todas las olas,
allí debemos cenar vestidos de luto: sistemática, y mi desesperada cabeza se levanta
el enfermo de malaria guardará las puertas. la piel que hace a mi frente un vacío de hielos en un esfuerzo de salto y de muerte.
y en mi espalda se torna, y vuela en mis párpados,
Mi corazón es tarde y sin orillas, y se repliega sobre mi más profundo estímulo, Hay algo enemigo temblando en mi certidumbre,
el día, como un pobre mantel puesto a secar, y crece hacia las rosas en mis dedos, creciendo en el mismo origen de las lágrimas
oscila rodeado de seres y extensión: en mi mentón de hueso y en mis pies de riqueza. como una planta desgarradora y dura
de cada ser viviente hay algo en la atmósfera: hecha de encadenadas hojas amargas.
mirando mucho el aire aparecerían mendigos, Y tú como un mes de estrellas, como un beso fijo,
abogados, bandidos, carteros, costureras, como estructura de ala, o comienzos de otoño, SERENATA
y un poco de cada oficio, un resto humillado niña, mi partidaria, mi amorosa, En tu frente descansa el color de las amapolas,
quiere trabajar su parte en nuestro interior. la luz hace su lecho bajo tus grandes párpados, el luto de las viudas halla eco, oh apiadada:
Yo busco desde antaño, yo examino sin arrogancia, dorados como bueyes, y la paloma redonda cuando corres detrás de los ferrocarriles, en los
conquistado, sin duda, por lo vespertino. hace sus nidis blancos frecuentemente en ti. campos,
el delgado labrador te da la espalda,
JUNTOS NOSOTROS Hecha de ola en lingotes y tenazas blancas, de tus pisadas brotan temblando los dulces sapos.
Qué pura eres de sol o de noche caída, tu salud de manzana furiosa se estira sin límite,
qué triunfal desmedida tu órbita de blanco, el tonel temblador en que escucha tu estómago, El joven sin recuerdos te saluda, te pregunta por su
y tu pecho de pan, alto de clima, tis manos hijas de la harina y del cielo. olvidada voluntad,
tu corona de árboles negros, bienamada, las manos de él se mueven en tu atmósfera como
y tu nariz de animal solitario, de oveja salvaje Qué parecida eres al más largo beso, pájaros,
que huele a sombra y a precipitada fuga tiránica. su sacudida fija parece nutrirte, y la humedad es grande a su alrededor:
y su empuje de brasa, de bandera revuelta, cruzando sus pensamientos incompletos,
Ahora, qué armas espléndidas mis manos, va latiendo en tus dominios y subiendo temblando, queriendo alcanzar algo, oh, buscándote,
digna su pala de hueso y su lirio de uñas, y entonces tu cabeza se adelgaza en cabellos, le palpitan los ojos pálidos en tu red
y el puesto de mi rostro, y el arriendo de mi alma y su forma guerrera, su círculo seco, como instrumentos perdidos que brillan de súbito.
están situados en lo justo de la fuerza terrestre. se deploma de súbito en hilos lineales
como filos de espadas o herencias de humo. O recuerdo del día primero de la sed,
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la sombra apretada contra los jazmines, que subsiste en mi término escaso, en mi débil hacia el que corrían cartas, embarcaciones, negocios,
el cuerpo profundo en que te recogías producto? morir, sedentario y húmedo, sin su propio cielo.
como una gota temblando también. De mi lecho amarillo y de mi substancia estrellada, Dónde esta su toldo de olor, su profundo follaje,
quién no es vecino y ausente a la vez? su rápido celaje de brasa, su respiración viva?
Pero acallas los grandes árboles, y encima de la luna, Un esfuerzo que salta, un flechazo de trigo Inmóvil, vestido de un fulgor moribundo y una escama
sobrelejos, tengo, y un arco en mi pecho manifiestamente opaca,
vigilas el mar como un ladrón. espera, verá partir la lluvia sus mitades
Oh noche, mi alma sobrecogida te pregunta y un latido delgado, de agua y tenacidad, y al viento nutrido de aguas atacarlas.
desesperadamente a ti por el metal que necesita. como algo que se quiebra perpetuamente,
atraviesa hasta el fondo mis separaciones, ARTE POÉTICA
DIURNO DOLIENTE apaga mi poder y propaga mi duelo. Entre sombra y espacio, entre guarniciones y
De pasión sobrante y sueños de ceniza doncellas,
un pálido palio llevo, un cortejo evidente, MONZÓN DE MAYO dotado de corazón singular y sueños funestos,
un viento de metal que vive solo, El viento de la estación, el viento verde, precipitadamente pálido, marchito en la frente
un sirviente mortal vestido de hambre, cargado de espacio y agua, entendido en desdichas, y con luto de viudo furioso por cada día de vida,
y en lo fresco que baja del árbol, en la esencia del sol arrolla su bandera de lúgubre cuero: ay, para cada agua invisible que bebo
que su salud de astro implanta en las flores, y de una desvanecida substancia, como dinero de soñolientamente
cuando a mi piel parecida al oro llega el placer, limosna, y de todo sonido que acojo temblando,
tú, fantasma coral con pies de tigre, así, plateado, frío, se ha cobijado un día, tengo la misma sed ausente y la misma fiebre fría
tú, ocasión funeral, reunión ígnea, frágil como la espada de cristal de un gigante un oído que nace, una angustia indirecta,
acechando la patria en que sobrevivo entre tantas fuerzas que amparan su suspiro que como si llegaran ladrones o fantasmas,
con tus lanzas lunares que tiemblan un poco. teme, y en una cáscara de extensión fija y profunda,
su lágrima al caer, su arena inútil, como un camarero humillado, como una campana un
Porque la ventana que el medio día vacío atraviesa rodeado de poderes que cruzan y crujen, poco
tiene un día cualquiera mayor aire en sus alas, como un hombre desnudo en una batalla, ronca,
el frenesí hincha el traje y el sueño al sombrero, levantando su ramo blanco, su certidumbre incierta, como un espejo viejo, como un olor de casa sola
una abeja extremada arde sin tregua. su gota de sal trémula entre lo invadido. en la que los huéspedes entran de noche
Ahora, qué imprevisto paso hace crujir los perdidamente ebrios,
caminos? Qué reposo emprender, qué pobre esperanza amar, y hay un olor de ropa tirada al suelo, y una ausencia
Qué vapor de estación lúgubre, qué rostro de cristal, con tan débil llama y tan fugitivo fuego? de flores
y aún más, qué sonido de carro viejo con espigas? Contra qué levantar el hacha hambrienta? —posiblemente de otro modo aún menos
Ay, una a una, la ola que llora y la sal que se triza, De qué materia desposeer, huir de qué rayo? melancólico—,
y el tiempo del amor celestial que pasa volando, Su luz apenas hecha de longitud y temblor pero, la verdad, de pronto, el viento que azota mi
han tenido voz de huéspedes y espacio en la espera. arrastra como cola de traje de novia triste pecho,
aderezada de sueño mortal y palidez. las noches de substancia infinita caídas en mi
De distancias llevadas a cabo, de resentimientos Porque todo aquello que la sombra tocó y ambicionó dormitorio,
infieles, el desorden, el ruido de un día que arde con sacrificio
de hereditarias esperanzas mezcladas con sombra, gravita, liquido, suspendido, desprovisto de paz, me piden lo profético que hay en mí, con melancolía
de asistencias desgarradoramente dulces indefenso entre espacios, vencido de muerte. y un golpe de objetos que llaman sin ser respondidos
y días de transparente veta y estatura floral, hay, y un movimiento sin tregua, y un nombre
Ay, y es el destino de un día que fue esperado, confuso.
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Después de mucho, después de vagas leguas,


SISTEMA SOMBRÍO confuso de dominios, incierto de territorios, Parte II
De cada uno de estos días negros como viejos acompañado de pobres esperanzas
hierros, y compañías infieles y desconfiados sueños, LA NOCHE DEL SOLDADO
y abiertos por el sol como grandes bueyes rojos, amo lo tenaz que aún sobrevive en mis ojos, Yo hago la noche del soldado, el tiempo del
y apenas sostenidos por el aire y por los sueños, oigo en mi corazón mis pasos de jinete, hombre sin melancolía ni exterminio, del tipo tirado
y desaparecidos irremediablemente y de pronto, muerdo el fuego dormido y la sal arruinada, lejos por el océano y una ola, y que no sabe que el
nada ha substituido mis perturbados orígenes, y de noche, de atmósfera oscura y luto prófugo, agua amarga lo ha separado y que envejece,
y las desiguales medidas que circulan en mi corazón aquel que vela a la orilla de los campamentos, paulatinamente y sin miedo, dedicado a lo normal de
allí se fraguan de día y de noche, solitariamente, el viajero armado de estériles resistencias, la vida, sin cataclismos, sin ausencias, viviendo
y abarcan desordenadas y tristes cantidades. detenido entre sombras que crecen y alas que dentro de su piel y de su traje, sinceramente oscuro.
tiemblan, Así, pues, me veo con camaradas estú-pidos y
Así pues, como un vigía tornado insensible y ciego, me siento ser, y mi brazo de piedra me defiende. alegres, que fuman y escupen y horrendamente
incrédulo y condenado a un doloroso acecho, beben, v que de repente caen, enfermos de muerte.
frente a la pared en que cada día del tiempo se une, Hay entre ciencias de llanto un altar confuso, Porque, dónde están la tía, la novia, la suegra, la
mis rostros diferentes se arriman y encadenan y en mi sesión de atardeceres sin perfume, cuñada del soldado? Tal vez de ostracismo o de
como grandes flores pálidas y pesadas en mis abandonados dormitorios donde habita la malaria mueren, se ponen fríos, amarillos, y emigran
tenazmente substituidas y difuntas. luna, a un astro de hielo, a un planeta fresco, a descansar,
y arañas de mi propiedad, y destrucciones que me al fin, entre muchachas y frutas glaciales, y sus
ÁNGELA ADÓNICA son queridas, cadáveres, sus pobres cadáveres de fuego, irán
Hoy me he tendido junto a una joven pura adoro mi propio ser perdido, mi substancia custodiados por ángeles alabastrinos a dormir lejos
como a la orilla de un océano blanco, imperfecta, de la llama y la ceniza.
como en el centro de una ardiente estrella mi golpe de plata y mi pérdida eterna. Por cada día que cae, con su obligación vesperal
de lento espacio. Ardió la uva húmeda, y su agua funeral de sucumbir, paseo, haciendo una guardia
aún vacila, aún reside, innecesaria, y paso entre mercaderes mahometanos,
De su mirada largamente verde y el patrimonio estéril, y el domicilio traidor. entre gentes que adoran la vaca y la cobra, paso yo,
la luz caía como un agua seca, inadorable y común de rostro. Las meses no son
en transparentes y profundos círculos Quién hizo ceremonia de cenizas? inalterables, y a veces llueve: cae, del calor del cielo,
de fresca fuerza. Quién amó lo perdido, quién protegió lo último? una impregnación callada como el sudor, y sobre los
El hueso del padre, la madera del buque muerto, grandes vegetales, sobre el lomo de las bestias
Su pecho como un fuego de dos llamas y su propio final, su misma huida, feroces, a lo largo de cierto silencio, estas plumas
ardía en dos regiones levantado, su fuerza triste, su dios miserable? húmedas se entretejen y alargan. Aguas de la noche,
y en doble río llegaba a sus pies, lágrimas del viento Monzón, saliva salada caída como
grandes y claros. Acecho, pues, lo inanimado y lo doliente, la espuma del caballo, y lenta de aumento, pobre de
y el testimonio extraño que sostengo, salpicadura atónita de vuelo.
Un clima de oro maduraba apenas con eficiencia cruel y escrito en cenizas, Ahora, ¿dónde está esa curiosidad profesional,
las diurnas longitudes de su cuerpo es la forma de olvido que prefiero, esa ternura, abatida que sólo con su reposo abría
llenándolo de frutas extendidas el nombre que doy a la tierra, el valor de mis sueños, brecha, esa conciencia resplandeciente cuyo destello
y oculto fuego. la cantidad interminable que divido me vestía de ultraazul? Voy, respirando como hijo
con mis ojos de invierno, durante cada día de este hasta el corazón de un método obligatorio, de una
SONATA Y DESTRUCCIONES mundo. tenaz paciencia física, resultado de alimentos y edad
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acumulados cada día, despojado de mi vestuario de emboscados, a altas horas de la estación, asaltaban seguridad, pero con destino, y una vez llegado al
venganza y de mi piel de oro. lloras de una sola mis cartas, arrancaban de ellas besos frescos, besos recinto, rodeado del coro mudo y más inmóvil,
estación ruedan a mis pies, y un día de formas sometidos a una larga residencia marina, y conjuros sometido a la hora postrera y sus perfumes, injusto
diurnas y nocturnas está casi siempre detenido sobre que protegían mi suerte con ciencia femenina y con las geografías inexactas y partidario mortal del
mí. defensiva caligrafía. sillón de cemento, aguardo cl tiempo militarmente, y
Entonces, de cuando en cuando, visito Vivía al lado de otras casas, otras personas y con el florete de la aventura manchado de sangre
muchachas de ojos y caderas jóvenes, seres en cuyo árboles tendiendo a lo grandioso, pabellones de olvidada.
peinado brilla una flor amarilla como el relámpago. follaje pasional, raíces emergidas, palas vegetales,
Ellas llevan anillos en cada dedo del pie, y brazaletes, cocoteros directos, y, en medio de estas espumas EL DESHABITADO
y ajorcas en los tobillos, y además, collares de color, verdes, pasaba con mi sombrero puntiagudo y un Estación invencible! En los lados del cielo un
collares que retiro y examino, porque yo quiero corazón por completo novelesco, con tranco pesado pálido cierzo se acumulaba, un aire desteñido e
sorprenderme ante un cuerpo ininterrumpido y de esplendor, porque a medida que mis poderes se invasor, y hacia todo lo que los ojos abarcaban, como
compacto, y no mitigar mi beso. Yo peso con mis roían, y destruídos en polvo buscaban simetría como una espesa leche, como una cortina endurecida
brazos cada nueva estatua, y bebo su remedio vivo los muertos en los cementerios, los lugares existía, continuamente. De modo que el ser se sentía
con sed masculina y en silencio. Tendido, mirando conocidos, las extensiones hasta esa hora aislado, sometido a esa extraña substancia, rodeado
desde abajo la fugitiva criatura, trepando por su ser despreciadas y los rostros que como plantas lentas de un cielo próximo, con el mástil quebrado frente a
desnudo hasta su sonrisa: gigantesca y triangular brotaban en mi abandono, variaban a mi alrededor un litoral blanquecino, abandonado de lo sólido,
hacia arriba, levantada en el aire por dos senos con terror y sigilo, cerro cantidades de hojas que un frente a un transcurso impenetrable y en uncí casa de
globales, fijos ante mis ojos como dos lámparas con otoño súbito trastorna. niebla. Condenación y horror! De haber estado herido
luz, de aceite blanco y dulces energías. Yo me Loros, estrellas, y además el sol oficial y una y abandonado, o haber escogido las arañas, el luto y
encomiendo a su estrella morena, a su calidez de brusca humedad hicieron nacer en mí un gusto la sotana. De haberse emboscado, fuertemente ahito
piel, e inmóvil bajo mi pecho como un adversario ensimismado por la tierra y cuanta cosa la cubría, y de este mundo, y de haber conversado sobre
desgraciado, de miembros demasiado espesos v una satisfacción de casa vieja por sus murciélagos, esfinges y oros y fatídicos destinos. De haber
débiles, de ondulación indefensa: o bien girando una delicadeza de mujer desnuda por sus uñas, amarrado la ceniza al traje cotidiano, y haber besado
sobre sí misma como una rueda pálida, dividida de dispusieron en mí como de armas débiles y tenaces el origen terrestre con su sabor a olvido. Pero no. No.
aspas y dedos, rápida, profunda, circular, como una de mis facultades vergonzosas, y la melancolía puso Materias frías de la lluvia que caen
estrella en desorden. su estría en mi tejido, y la carta de amor, pálida de sombríamente, pesares sin resurrección, olvido. En
Ay, de cada noche que sucede, hay algo de brasa papel y temor, sustrajo su araña trémula que apenas mi alcoba sin retratos, en mi traje sin luz, cuánta
abandonada que se gasta sola, y cae envuelta en teje y sin cesar desteje y teje. Naturalmente, de la luz cabida eternarmente permanece, y el lento rayo recto
ruinas, en medio de cosas funerales. Yo asisto lunar, de su circunstancial prolongación, y más aún, del día cómo se condensa hasta llegar a ser una sola
comúnmente a esos términos, cubierto de armas de su eje frío, que los pájaros (golondrinas, ocas) no gota oscura.
inútiles, lleno de objeciones destruídas. Guardo la pueden pisar ni en los delirios de la emigración, de su Movimientos tenaces, senderos verticales a cuya
ropa y los huesos levemente impregnados de esa piel azul, lisa, delgada y sin alhajas, caí hacia el flor final a veces se asciende, compañías suaves o
materia seminocturna: es un polvo temporal que se duelo, corno quien cae herido de arma blanca. Yo soy brutales, puertas ausentes! Como cada día un pan
me va uniendo, v el dios de la substitución vela a sujeto de sangre especial, y esa substancia a la vez letárgico, bebo de un agua aislada!
veces a mi lado, respirando tenazmente, levantando noturna y marítima me hacía alterar y padecer, y esas Aúlla el cerrajero, trota el caballo, el caballejo
la espada. aguas subcelestes degradaban mi energía y lo empapado en lluvia, y el cochero de largo látigo tose,
comercial de mi disposición. el condenado! Lo demás, hasta muy largas
COMUNICACIONES DESMENTIDAS De ese modo histórico mis huesos adquirieron distancias, permanece inmóvil, cubierto por el mes de
Aquellos días extraviaron mi sentido profético, a gran preponderancia en mis intenciones: el reposo, junio, y sus vegetaciones mojadas, sus animales
mi casa entraban los coleccionistas de sellos, y las mansiones a la orilla del mar me atraían sin callados, se unen como olas. Sí, qué mar de invierno,
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qué dominio sumergido trata de sobrevivir, y, Oh, Dios, cuántas ranas habituadas a la noche, Parte III
aparentemente muerto, cruza de largos velámenes, silbando y roncando con gargantas de seres CABALLERO SOLO
mortuorios esta densa superficie? humanos a los cuarenta años, y qué angosta y sideral Los jóvenes homosexuales y las muchachas
A menudo, de atardecer acaecido, arrimo la luz a es la curva que hasta lo más lejos me rodea! amorosas,
la ventana, v me miro, sostenido por maderas Llorarían en mi caso los cantores italianos, los y las largas viudas que sufren el delirante insomnio,
miserables, tendido en la humedad como un ataúd doctores de astronomía ceñidos por esta alba negra, y las jóvenes señoras preñadas hace treinta horas,
envejecido, entre paredes bruscamente débiles. definidos hasta el corazón por esta aguda espada. y los roncos gatos que cruzan mi jardín en tinieblas,
Sueño, de una ausencia a otra, y a otra distancia, Y luego esa condensación, esa unidad de como un collar de palpitantes ostras sexuales
recibido y amargo. elementos de la noche, esa suposición puesta detrás rodean mi residencia solitaria,
de cada cosa, y ese frío tan claramente sostenido por como enemigos establecidos contra mi alma,
EL JOVEN MONARCA estrellas. como conspiradores en traje de dormitorio
Como continuación de lo leído y precedente de la Execración para tanto muerto que no mira, para que cambiaran largos besos espesos por consigna.
página que sigue debo encaminar mi estrella al tanto herido de alcohol o infelicidad, y loor al nochero, El radiante verano conduce a los enamorados
territorio amoroso. al intelligente que soy yo, sobreviviente adorador de en uniformes regimientos melancólicos,
Patria limitada por dos largos brazos cálidos, de los cielos hechos de gordas y flacas y alegres y tristes parejas:
larga pasión paralela, y un sitio de oros defendidos bajo los elegantes cocoteros, junto al océano y la
por sistema y matemática ciencia guerrera. Sí, quiero ENTIERRO EN EL ESTE luna,
casarme con la más bella de Mandalay, quiero Yo trabajo de noche, rodeado de ciudad, hay una continua vida de pantalones y polleras,
encomendar mi envoltura terrestre a ese ruido de la de pescadores, de alfareros, de difuntos quemados un rumor de medias de seda acariciadas,
mujer cocinando, a ese aleteo de falda y pie desnudo con azafrán y frutas, envueltos en muselina escarlata: y senos femeninos que brillan como ojos.
que se mueven y mezclan como viento y hojas. bajo mi balcón esos muertos terribles
Amor de niña de pie pequeño y gran cigarro, pasan sonando cadenas y flautas de cobre, El pequeño empleado, después de mucho,
flores de ámbar en el puro y cilíndrico peinado, y de estridentes y finas y lúgubres silban después del tedio semanal, y las novelas leídas de
andar en peligro, como un lirio de pesada cabeza, de entre el color de las pesadas flores envenenadas noche en cama
gruesa consistencia. y el grito de los cenicientos danzarines ha definitivamente seducido a su vecina,
Y mi esposa a mi orilla, al lado de mi rumor tan y el creciente y monótono de los tamtam y la lleva a los miserables cinematógrafos
venido de lejos, mi esposa birmana, hija del rey. y el humo de las maderas que arden y huelen. donde los héroes son potros o príncipes
Su enrollado cabello negro entonces beso, y su apasionados,
pie dulce y perpetuo: y acercada ya la noche, Porque una vez doblado el camino, junto al turbio río, y acaricia sus piernas llenas de dulce vello
desencadenado su molino, escucho a mi tigre y lloro sus corazones, detenidos o iniciando un mayor con sus ardientes y húmedas manos que huelen a
a mi ausente. movimiento cigarrillo.
rodarán quemados, con la pierna y el pie hechos
ESTABLECIMIENTOS NOCTURNOS fuego, Los atardeceres del seductor y las noches de los
Difícilmente llamo a la realidad, como el perro, y y la trémula ceniza caerá sobre el agua, esposos
también aúllo. Cómo amaría establecer el diálogo del flotará como ramo de flores calcinadas se unen como dos sábanas sepultándome,
hidalgo y el barquero, pintar la jirafa, describir los o como extinto fuego dejado por tan poderosos y las horas después del almuerzo en que los jóvenes
acordeones, celebrar mi musa desnuda y enroscada viajeros estudiantes
a mi cintura de asalto y residencia. Así es mi cintura, que hicieron arder algo sobre las negras aguas, y y las jóvenes estudiantes, y los sacerdotes se
mi cuerpo en general, una lucha despierta y larga, y devoraron masturban,
mis riñones escucha. un aliento desaparecido y un licor extremo. y los animales fornican directamente,
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y las abejas huelen a sangre, y las moscas zumban desde las rodillas suben, cilíndricas y espesas, Desde la rodilla hasta el pie una forma dura,
coléricas, con turbado y compacto material de existencia; mineral, fríamente útil, aparece,
y los primos juegan extrañamente con sus primas, como brutales, gruesos brazos de diosa, una criatura de hueso y persistencia,
y los médicos miran con furia al marido de la joven como árboles monstruosamente vestidos de seres y los tobillos no son ya sino el propósito desnudo,
paciente, humanos, la exactitud y lo necesario dispuestos en definitiva.
y las horas de la mañana en que el profesor, como como fatales, inmensos labios sedientos y tranquilos,
descuido, son allí la mejor parte de mi cuerpo: Sin sensualidad, cortas y duras, y masculinas,
cumple con su deber conyugal y desayuña, lo enteramente sustancial, sin complicado contenido son allí mis piernas, y dotadas
y más aún, los adúlteros, que se aman con verdadero de sentidos o tráqueas o intestinos o ganglios: de grupos musculares como animales
amor nada, sino lo puro, lo dulce y espeso de mi propia complementarios,
sobre lechos altos y largos como embarcaciones: vida, y allí también una vida, una sólida, sutil, aguda vida
seguramente, eternamente me rodea guardando la vida, sin embargo, de una manera sin temblar permanece, aguardando y actuando.
este gran bosque respiratorio y enredado completa. En mis pies cosquillosos,
con grandes flores como bocas y dentaduras y duros como el sol, y abiertos como flores,
y negras raíces en forma de uñas y zapatos. Las gentes cruzan el mundo en la actualidad y perpetuos, magníficos soldados
sin apenas recordar que poseen un cuerpo y en él la en la guerra gris del espacio,
RITUAL DE MIS PIERNAS vida, todo termina, la vida termina definitivamente en mis
Largamente he permanecido mirando mis largas y hay miedo, hay miedo en el mundo de las palabras pies,
piernas, que designan el cuerpo, lo extranjero y lo hostil allí comienza:
con ternura infinita y curiosa, con mi acostumbrada y se habla favorablemente de la ropa, los nombres del mundo, lo fronterizo y lo remoto,
pasión, de pantalones es posible hablar, de trajes, lo sustantivo y lo adjetivo que no caben en mi
como si hubieran sido las piernas de una mujer y de ropa interior de mujer (de medias y ligas de corazón
“divina” “señora”), con densa y fría constancia allí se originan.
profundamente sumida en el abismo de mi tórax: como si por las calles fueran las prendas y los trajes
y es que, la verdad, cuando el tiempo, el tiempo pasa, vacíos por completo Siempre,
sobre la tierra, sobre el techo, sobre mi impura y un oscuro y obsceno guardarropas ocupara el productos manufacturados, medias, zapatos,
cabeza, mundo. o simplemente aire infinito,
y pasa, el tiempo pasa, y en mi lecho no siento de habrá entre mis pies y la tierra
noche que una Tienen existencia los trajes, color, forma, designio, extremando lo aislado y lo solitario de mi ser,
mujer está respirando, durmiendo desnuda y y profundo lugar en nuestros mitos, demasiado lugar, algo tenazmente supuesto entre mi vida y la tierra,
a mi lado, demasiados muebles y demasiadas habitaciones hay algo abiertamente invencible y enemigo.
entonces, extrañas, oscuras cosas toman el lugar de en el mundo,
la ausente, y mi cuerpo vive entre y bajo tantas cosas abatido, EL FANTASMA DEL BUQUE DE CARGA
viciosos, melancólicos pensamientos con un pensamiento fijo de esclavitud y de cadenas. Distancia refugiada sobre tubos de espuma,
siembran pesadas posibilidades en mi dormitorio, Bueno, mis rodillas, como nudos, sal en rituales olas y órdenes definidos,
y así, pues, miro mis piernas como si pertenecieran a particulares, funcionarios, evidentes, y un olor y rumor de buque viejo,
otro cuerpo, separan las mitades de mis piernas en forma seca: de podridas maderas y hierros averiados,
y fuerte y dulcemente estuvieran pegadas a mis y en realidad dos mundos diferentes, dos sexos y fatigadas máquinas que aúllan y lloran
entrañas. diferentes empujando la proa, pateando los costados,
no son tan diferentes como las dos mitades de mis mascando lamentos, tragando y tragando distancias,
Como tallos o femeninas, adorables cosas, piernas.
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haciendo un ruido de agrias aguas sobre las agrias el color de las cortinas y del suelo, de las venenosas fiebres que me hicieron tanto daño
aguas, todo ha sufrido el lento vacío de sus manos, y de los espantosos ingleses que odio todavía.
moviendo el viejo buque sobre las viejas aguas. y su respiración ha gastado las cosas.
Maligna, la verdad, qué noche tan grande, qué tierra
Bodegas interiores, túneles crepusculares Se desliza y resbala, desciende, transparente, tan sola!
que el día intermitente de los puertos visita: aire en el aire frío que corre sobre el buque, He llegado otra vez a los dormitorios solitarios,
sacos, sacos que un dios sombrío ha acumulado con sus manos ocultas se apoya en las barandas a almorzar en los restaurantes comida fría, y otra vez
como animales grises, redondos y sin ojos, y mira el mar amargo que huye detrás del buque. tiro al suelo los pantalones y las camisas,
con dulces orejas grises, Solamente las aguas rechazan su influencia, no hay perchas en mi habitación, ni retratos de nadie
y vientres estimables llenos de trigo o copra, su color y su olor de olvidado fantasma, en las paredes.
sensitivas barrigas de mujeres encinta, y frescas y profundas desarrollan su baile Cuánta sombra de la que hay en mi alma daría por
pobremente vestidas de gris, pacientemente como vidas de fuego, como sangre o perfume, recobrarte,
esperando en la sombra de un doloroso cine. nuevas y fuertes surgen, unidas y reunidas. y qué amenazadores me parecen los nombres de los
meses,
Las aguas exteriores de repente Sin gastarse las aguas, sin costumbre ni tiempo, y la palabra invierno qué sonido de tambor lúgubre
se oyen pasar, corriendo como un caballo opaco, verdes de cantidad, eficaces y frías, tiene.
con un ruido de pies de caballo en el agua, tocan el negro estómago del buque y su materia
rápidas, sumergiéndose otra vez en las aguas. lavan, sus costras rotas, sus arrugas de hierro: Enterrado junto al cocotero hallarás más tarde
Nada más hay entonces que el tiempo en las roen las aguas vivas la cáscara del buque, el cuchillo que escondí allí por temor de que me
cabinas: traficando sus largas banderas de espuma mataras,
el tiempo en el desventurado comedor solitario, y sus dientes de sal volando en gotas. y ahora repentinamente quisiera oler su acero de
inmóvil y visible como una gran desgracia. cocina
Olor de cuero y tela densamente gastados, Mira el mar el fantasma con su rostro sin ojos: acostumbrado al peso de tu mano y al brillo de tu pie:
y cebollas, y aceite, y aún más, el círculo del día, la tos del buque, un pájaro bajo la humedad de la tierra, entre las sordas raíces,
olor de alguien flotando en los rincones del buque, en la ecuación redonda y sola del espacio, de los lenguajes humanos el pobre sólo sabría tu
olor de alguien sin nombre y desciende de nuevo a la vida del buque nombre,
que baja como una ola de aire las escalas, cayendo sobre el tiempo muerto y la madera, y la espesa tierra no comprende tu nombre
y cruza corredores con su cuerpo ausente, resbalando en las negras cocinas y cabinas, hecho de impenetrables substancias divinas.
y observa con sus ojos que la muerte preserva. lento de aire y atmósfera y desolado espacio.
Así como me aflige pensar en el claro día de tus
Observa con sus ojos sin color, sin mirada, TANGO DEL VIUDO piernas
lento, y pasa temblando, sin presencia ni sombra: Oh Maligna, ya habrás hallado la carta, ya habrás recostadas como detenidas y duras aguas solares,
los sonidos lo arrugan, las cosas lo traspasan, llorado de furia, y la golondrina que durmiendo y volando vive en tus
su transparencia hace brillar las sillas sucias. y habrás insultado el recuerdo de mi madre ojos,
Quién es ese fantasma sin cuerpo de fantasma, llamándola perra podrida y madre de perros, y el perro de furia que asilas en el corazón,
con sus pasos livianos como harina nocturna ya habrás bebido sola, solitaria, el té del atardecer así también veo las muertes que están entre nosotros
y su voz que sólo las cosas patrocinan? mirando mis viejos zapatos vacíos para siempre desde ahora,
Los muebles viajan llenos de su ser silencioso y ya no podrás recordar mis enfermedades, mis y respiro en el aire la ceniza y lo destruido,
como pequeños barcos dentro del viejo barco, sueños nocturnos, mis comidas, el largo, solitario espacio que me rodea para siempre.
cargados de su ser desvanecido y vago: sin maldecirme en voz alta como si estuviera allí aún
los roperos, las verdes carpetas de las mesas, quejándome del trópico de los coolíes corringhis,
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Daría este viento del mar gigante por tu brusca Entonces, entre mis rodillas, su delgado y pálido hilo,
respiración bajo la raíz de mis ojos, mojado de gotas que caen
oída en largas noches sin mezcla de olvido, prosigue cosiendo mi alma: sin sonido, en la soledad.
uniéndose a la atmósfera como el látigo a la piel del su aterradora aguja trabaja.
caballo. SIGNIFICA SOMBRAS
Y por oírte orinar, en la oscuridad, en el fondo de la Sobrevivo en medio del mar, Qué esperanza considerar, qué presagio puro,
casa, solo y tan locamente herido, qué definitivo beso enterrar en el corazón,
como vertiendo una miel delgada, trémula, argentina, tan solamente persistiendo, someter en los orígenes del desamparo y la
obstinada, heridamente abandonado. inteligencia,
cuántas veces entregaría este coro de sombras que suave y seguro sobre las aguas eternamente
poseo, TRABAJO FRÍO turbadas?
y el ruido de espadas inútiles que se oye en mi alma, Díme, del tiempo, resonando
y la paloma de sangre que está solitaria en mi frente en tu esfera parcial y dulce, Qué vitales, rápidas alas de un nuevo ángel de
llamando cosas desaparecidas, seres desaparecidos, no oyes acaso el sordo gemido? sueños
substancias extrañamente inseparables y perdidas. instalar en mis hombros dormidos para seguridad
No sientes de lenta manera, perpetua,
Parte IV en trabajo trémulo y ávido, de tal manera que el camino entre las estrellas de la
CANTARES la insistente noche que vuelve? muerte
La parracial rosa devora sea un violento vuelo comenzado desde hace
y sube a la cima del santo: Secas sales y sangre aéreas, muchos días y meses y siglos?
con espesas garras sujeta atropellado correr ríos,
el tiempo al fatigado ser: temblando el testigo constata. Tal vez la debilidad natural de los seres recelosos y
hincha y sopla en las venas duras, ansiosos
ata el cordel pulmonar, etonces Aumento oscuro de paredes, busca de súbito permanencia en el tiempo y límites
llargamente escucha y respira. crecimiento brusco de puertas, en la tierra,
delirante población de estímulos, tal vez las fatigas y las edades acumuladas
Morir deseo, vivir quiero, circulaciones implacables. implacablemente
herramienta, perro infinito, se extienden como la ola lunar de un océano recién
movimiento de océano espeso Alrededor, de infinito modo, creado
con vieja y negra superficie. en propaganda interminable, sobre litorales y tierras angustiosamente desiertas.
de hocico armado y definido,
Para quién y a quién en la sombra el espacio hierve y se puebla. Ay, que lo que soy siga existiendo y cesando de
mi gradual guitarra reseuna existir,
naciendo en la sal de mi ser No oyes la constante victoria, y que mi obediencia se ordene con tales condiciones
como el pez en la sal del mar? en la carrera de los seres, de hierro
del tiempo, lento como el fuego, que el temblor de las muertes y de los nacimientos no
Ay, qué continuo país cerrado, seguro y espeso y hercúleo, conmueva
neutral, en la zona del fuego, acumulando su volumen el profundo sitio que quiero reservar para mí
inmóvil, en el giro terrible, y añadiendo su triste hebra? eternamente.
seco, en la humedad de las cosas.
Como una planta perpetua, aumenta
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Sea, pues, lo que soy, en alguna parte y en todo que yo tengo la narise bengan, sóngoro cosongo,
tiempo, como nudo de cobbata. sóngoro cosongo de mamey!
establecido y asegurado y ardiente testigo,
cuidadosamente destruyéndose y preservándos Y fíjate bien que tú 5 SIGUE...
incesantemente, no ere tan adelantá, Camina, caminante,
evidentemente empeñado en su deber original. poqque tu boca e bien grande, sigue;
y tu pasa, colorá. camina y no te pare,
___________________________________________ sigue.
___ Tanto tren con tu cueppo,
tanto tren; 10 Cuando pase po su casa 5
Motivos de son tanto tren con tu boca, no le diga que me bite:
(1930) tanto tren; camina, caminante,
Nicolás Guillén tanto tren con tu sojo, sigue.
NEGRO BEMBÓN tanto tren.
¿Po qué te pone tan brabo, Sigue y no te pare,
cuando te disen negro bembón, Si tú supiera, mulata, 15 sigue: 10
si tiene la boca santa, la veddá,
negro bembón? ¡que yo con mi negra tengo, no la mire si te llama,
y no te quiero pa na! sigue;
Bembón así como ere 5
tiene de to; SI TÚ SUPIERA... acuéddate que ella e mala,
Caridá te mantiene, ¡Ay, negra, sigue.
te lo da to. si tú supiera!
Anoche te bi pasá HAY QUE TENÉ BOLUNTÁ
Te queja todabía, y no quise que me biera. Mira si tú me conose,
negro bembón; 10 A é tú le hará como a mí, 5 que ya no tengo que hablá:
sin pega y con harina, que cuando no tube plata cuando pongo un ojo así,
negro bembón, te corrite de bachata, e que no hay na;
majagua de dri blanco, sin acoddadte de mí. pero si lo pongo así, 5
negro bembón; Sóngoro cosongo, tampoco hay na.
sapato de do tono, 15 sogo bé; 10
negro bembón... sóngoro cosongo Empeña la plancha elétrica,
de mamey; pa podé sacá mi flú;
Bembón así como ere, sóngoro, la negra buca un reá,
tiene de to; baila bien; buca un reá, 10
Caridá te mantiene, sóngoro de uno 15 cómprate un paquete vela
te lo da to. 20 sóngoro de tre. poqque a la noche no hay lu.
Aé,
MULATA bengan a be; ¡Hay que tené boluntá,
Ya yo me enteré, mulata, aé, que la salasión no e
mulata, ya sé que dise bamo pa be; 20 pa toa la bida! 15
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Si la bienen a bucá PREFACIO


Camina, negra, y, no yore, pa bailá, Nací a los treinta y tres años, el día de la muerte
be p'ayá; pa comé, 10 de Cristo; nací en el Equinoccio, bajo las hortensias y
camina, y no yore, negra, ella me tiene que llebá, los aeroplanos del calor.
ben p'acá: o traé. Tenía yo un profundo mirar de pichón, de túnel y de
camina, negra, camina, 20 automóvil sentimental. Lanzaba suspiros de acróbata.
¡que hay que tené boluntá! Ella me dise: mi santo, Mi padre era ciego y sus manos eran más
tú no me puede dejá; admirables que la noche.
BÚCATE PLATA bucamé, 15 Amo la noche, sombrero de todos los días.
Búcate plata, bucamé, La noche, la noche del día, del día al día siguiente.
búcate plata, bucamé, Mi madre hablaba como la aurora y como los
poqque no doy un paso má: pa gosá. dirigibles que van a caer. Tenía cabellos color de
—108→ bandera y ojos llenos de navíos lejanos.
etoy a arró con galleta, TÚ NO SABE INGLÉ Una tarde, cogí mi paracaídas y dije: «Entre una
na ma. 5 Con tanto inglé que tú sabía, estrella y dos golondrinas.» He aquí la muerte que se
Yo bien sé cómo etá to, Bito Manué, acerca como la tierra al globo que cae.
pero biejo, hay que comé: con tanto inglé, no sabe ahora Mi madre bordaba lágrimas desiertas en los
búcate plata, desí ye. primeros arcoiris.
búcate plata, Y ahora mi paracaídas cae de sueño en sueño por
poqque me hoy a corré. 10 La mericana te buca, 5 los espacios de la muerte.
y tú le tiene que huí: El primer día encontré un pájaro desconocido que
Depué dirán que soy mala, tu inglé era de etrái guan, me dijo: «Si yo fuese dromedario no tendría sed. ¿Qué
y no me quedrán tratá, de etrái guan y guan tu tri. hora es?» Bebió las gotas de rocío de mis cabellos, me
pero amó con hambre, biejo, lanzó tres miradas y media y se alejó diciendo:
¡qué ba! Bito Manué, tú no sabe inglé, «Adiós» con su pañuelo soberbio.
Con tanto sapato nuebo, 15 tú no sabe inglé, 10 Hacia las dos aquel día, encontré un precioso
¡qué ba! tú no sabe inglé. aeroplano, lleno de escamas y caracoles. Buscaba un
Con tanto reló, compadre, rincón del cielo donde guarecerse de la lluvia.
¡qué ba! No te namore ma nunca. Allá lejos, todos los barcos anclados, en la tinta de
Con tanto lujo, mi negro, Bito Manué, la aurora. De pronto, comenzaron a desprenderse, uno
¡qué ba! 20 si no sabe inglé, a uno, arrastrando como pabellón jirones de aurora
MI CHIQUITA si no sabe inglé. 15 incontestable.
La chiquita que yo tengo Junto con marcharse los últimos, la aurora
tan negra como e, ___________________________________________ desapareció tras algunas olas desmesuradamente
no la cambio po ninguna, ___ infladas.
po ninguna otra mujé. Entonces oí hablar al Creador, sin nombre, que es
Altazor un simple hueco en el vacío, hermoso, como un
Ella laba, plancha, cose, 5 (1931) ombligo.
y sobre to, caballero, Vicente Huidobro «Hice un gran ruido y este ruido formó el océano y
¡como cosina! las olas del océano.
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»Este ruido irá siempre pegado a las olas del mar y »Un poema es una cosa que nunca es, pero que Las llamas de mi poesía secaron los cabellos de la
las olas del mar irán siempre pegadas a él, como los debiera ser. Virgen, que me dijo gracias y se alejó, sentada sobre
sellos en las tarjetas postales. »Un poema es una cosa que nunca ha sido, que su rosa blanda.
»Después tejí un largo bramante de rayos nunca podrá ser. Y heme aquí, solo, como el pequeño huérfano de
luminosos para coser los días uno a uno; los días que »Huye del sublime externo, si no quieres morir los naufragios anónimos.
tienen un oriente legítimo y reconstituido, pero aplastado por el viento. Ah, qué hermoso..., qué hermoso.
indiscutible. »Si yo no hiciera al menos una locura por año, me Veo las montañas, los ríos, las selvas, el mar, los
»Después tracé la geografía de la tierra y las líneas volvería loco.» barcos, las flores y los caracoles.
de la mano. Tomo mi paracaídas, y del borde de mi estrella en Veo la noche y el día y el eje en que se juntan.
»Después bebí un poco de cognac (a causa de la marcha me lanzo a la atmósfera del último suspiro. Ah, ah, soy Altazor, el gran poeta, sin caballo que
hidrografía). Ruedo interminablemente sobre las rocas de los coma alpiste, ni caliente su garganta con claro de luna,
»Después creé la boca y los labios de la boca, para sueños, ruedo entre las nubes de la muerte. sino con mi pequeño paracaídas como un quitasol
aprisionar las sonrisas equívocas y los dientes de la Encuentro a la Virgen sentada en una rosa, y me sobre los planetas.
boca, para vigilar las groserías que nos vienen a la dice: De cada gota del sudor de mi frente hice nacer
boca. »Mira mis manos: son transparentes como las astros, que os dejo la tarea de bautizar como a botellas
»Creé la lengua de la boca que los hombres bombillas eléctricas. ¿Ves los filamentos de donde de vino.
desviaron de su rol, haciéndola aprender a hablar... a corre la sangre de mi luz intacta? Lo veo todo, tengo mi cerebro forjado en lenguas
ella, ella, la bella nadadora, desviada para siempre de »Mira mi aureola. Tiene algunas saltaduras, lo que de profeta.
su rol acuático y puramente acariciador.» prueba mi ancianidad. La montaña es el suspiro de Dios, ascendiendo en
Mi paracaídas empezó a caer vertiginosamente. Tal »Soy la Virgen, la Virgen sin mancha de tinta termómetro hinchado hasta tocar los pies de la amada.
es la fuerza de atracción de la muerte y del sepulcro humana, la única que no lo sea a medias, y soy la Aquél que todo lo ha visto, que conoce todos los
abierto. capitana de las otras once mil que estaban en verdad secretos sin ser Walt Whitman, pues jamás he tenido
Podéis creerlo, la tumba tiene más poder que los demasiado restauradas. una barba blanca como las bellas enfermeras y los
ojos de la amada. La tumba abierta con todos sus »Hablo una lengua que llena los corazones según arroyos helados.
imanes. Y esto te lo digo a ti, a ti que cuando sonríes la ley de las nubes comunicantes. Aquél que oye durante la noche los martillos de los
haces pensar en el comienzo del mundo. »Digo siempre adiós, y me quedo. monederos falsos, que son solamente astrónomos
Mi paracaídas se enredó en una estrella apagada »Ámame, hijo mío, pues adoro tu poesía y te activos.
que seguía su órbita concienzudamente, como si enseñaré proezas aéreas. Aquél que bebe el vaso caliente de la sabiduría
ignorara la inutilidad de sus esfuerzos. »Tengo tanta necesidad de ternura, besa mis después del diluvio obedeciendo a las palomas y que
Y aprovechando este reposo bien ganado, cabellos, los he lavado esta mañana en las nubes del conoce la ruta de la fatiga, la estela hirviente que dejan
comencé a llenar con profundos pensamientos las alba y ahora quiero dormirme sobre el colchón de la los barcos.
casillas de mi tablero: neblina intermitente. Aquél que conoce los almacenes de recuerdos y de
«Los verdaderos poemas son incendios. La poesía »Mis miradas son un alambre en el horizonte para bellas estaciones olvidadas.
se propaga por todas partes, iluminando sus el descanso de las golondrinas. Él, el pastor de aeroplanos, el conductor de las
consumaciones con estremecimientos de placer o de »Ámame.» noches extraviadas y de los ponientes amaestrados
agonía. Me puse de rodillas en el espacio circular y la hacia los polos únicos.
»Se debe escribir en una lengua que no sea Virgen se elevó y vino a sentarse en mi paracaídas. Su queja es semejante a una red parpadeante de
materna. Me dormí y recité entonces mis más hermosos aerolitos sin testigo.
»Los cuatro puntos cardinales son tres: el sur y el poemas. El día se levanta en su corazón y él baja los
norte. párpados para hacer la noche del reposo agrícola.
»Un poema es una cosa que será.
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Lava sus manos en la mirada de Dios, y peina su Hombre, he ahí tu paracaídas maravilloso como el La nebulosa en olores solidificada huye su propia
cabellera como la luz y la cosecha de esas flacas vértigo. ( soledad
espigas de la lluvia satisfecha. Poeta, he ahí tu paracaídas, maravilloso como el Siento un telescopio que me apunta como un
Los gritos se alejan como un rebaño sobre las imán del abismo. ( revólver
lomas cuando las estrellas duermen después de una Mago, he ahí tu paracaídas que una palabra tuya La cola de un cometa me azota el rostro y pasa
noche de trabajo continuo. puede convertir en un parasubidas maravilloso como ( relleno de eternidad
El hermoso cazador frente al bebedero celeste para el relámpago que quisiera cegar al creador. Buscando infatigable un lago quieto en donde
los pájaros sin corazón. ¿Qué esperas? ( refrescar su tarea ineludible
Sé triste tal cual las gacelas ante el infinito y los Mas he ahí el secreto del Tenebroso que olvidó
meteoros, tal cual los desiertos sin mirajes. sonreír.
Hasta la llegada de una boca hinchada de besos Y el paracaídas aguarda amarrado a la puerta Altazor morirás Se secará tu voz y serás
para la vendimia del destierro. como el caballo de la fuga interminable. ( invisible
Sé triste, pues ella te espera en un rincón de este La Tierra seguirá girando sobre su órbita precisa
año que pasa. Temerosa de un traspié como el equilibrista sobre
Está quizá al extremo de tu canción próxima y será CANTO I ( el alambre que ata las miradas del pavor.
bella como la cascada en libertad y rica como la línea En vano buscas ojo enloquecido
ecuatorial. Altazor ¿por qué perdiste tu primera serenidad? No hay puerta de salida y el viento desplaza los
Sé triste, más triste que la rosa, la bella jaula de ¿Qué ángel malo se paró en la puerta de tu sonrisa ( planetas
nuestras miradas y de las abejas sin experiencia. Con la espada en la mano? Piensas que no importa caer eternamente si se
La vida es un viaje en paracaídas y no lo que tú ¿Quién sembró la angustia en las llanuras de tus ( logra escapar
quieres creer. ( ojos como el adorno de un dios? ¿No ves que vas cayendo ya?
Vamos cayendo, cayendo de nuestro cenit a ¿Por qué un día de repente sentiste el terror de Limpia tu cabeza de prejuicio y moral
nuestro nadir y dejamos el aire manchado de sangre ser? Y si queriendo alzarte nada has alcanzado
para que se envenenen los que vengan mañana a Y esa voz que te gritó vives y no te ves vivir Déjate caer sin parar tu caída sin miedo al fondo
respirarlo. ¿Quién hizo converger tus pensamientos al cruce ( de la sombra
Adentro de ti mismo, fuera de ti mismo, caerás del ( de todos los vientos del dolor? Sin miedo al enigma de ti mismo
cenit al nadir porque ése es tu destino, tu miserable Se rompió el diamante de tus sueños en un mar Acaso encuentres una luz sin noche
destino. Y mientras de más alto caigas, más alto será ( de estupor Perdida en las grietas de los precipicios
el rebote, más larga tu duración en la memoria de la Estás perdido Altazor
piedra. Solo en medio del universo Cae
Hemos saltado del vientre de nuestra madre o del Solo como una nota que florece en las alturas del Cae eternamente
borde de una estrella y vamos cayendo. 8vacío Cae al fondo del infinito
Ah mi paracaídas, la única rosa perfumada de la No hay bien no hay mal ni verdad ni orden ni Cae al fondo del tiempo
atmósfera, la rosa de la muerte, despeñada entre los ( belleza Cae al fondo de ti mismo
astros de la muerte. Cae lo más bajo que se pueda caer
¿Habéis oído? Ese es el ruido siniestro de los ¿En dónde estás Altazor? Cae sin vértigo
pechos cerrados. A través de todos los espacios y todas las edades
Abre la puerta de tu alma y sal a respirar al lado La nebulosa de la angustia pasa como un río A través de todas las almas de todos los anhelos y
afuera. Puedes abrir con un suspiro la puerta que haya Y me arrastra según la ley de las atracciones ( todos los naufragios
cerrado el huracán. Cae y quema al pasar los astros y los mares
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Quema los ojos que te miran y los corazones que Ni saben si no hay mano y no hay pecho Y atravesar la muerte con un cortejo inmenso
( te aguardan Las montañas de pesca Mil aeroplanos saludan la nueva era
Quema el viento con tu voz Tienen la altura de mis deseos Ellos son los oráculos y las banderas
El viento que se enreda en tu voz Y yo arrojo fuera de la noche mis últimas
Y la noche que tiene frío en su gruta de huesos ( angustias Hace seis meses solamente
Que los pájaros cantando dispersan por el Dejé la ecuatorial recién cortada
Cae en infancia ( mundo. En la tumba guerrera del esclavo paciente
Cae en vejez Corona de piedad sobre la estupidez humana
Cae en lágrimas Reparad el motor del alba Soy yo que estoy hablando en este año de 1919
Cae en risas En tanto me siento al borde de mis ojos Es el invierno
Cae en música sobre el universo Para asistir a la entrada de las imágenes Ya la Europa enterró todos sus muertos
Cae de tu cabeza a tus pies Y un millar de lágrimas hacen una sola cruz de
Cae de tus pies a tu cabeza Soy yo Altazor ( nieve
Cae del mar a la fuente Altazor Mirad esas estepas que sacuden las manos
Cae al último abismo de silencio Encerrado en la jaula de su destino Millones de obreros han comprendido al fin
Como el barco que se hunde apagando sus luces En vano me aferro a los barrotes de la evasión Y levantan al cielo sus banderas de aurora
( posible Venid venid os esperamos porque sois la
Todo se acabó Una flor cierra el camino ( esperanza
El mar antropófago golpea la puerta de las rocas Y se levantan como la estatua de las llamas La única esperanza
( despiadadas La evasión imposible La última esperanza.
Los perros ladran a las horas que se mueren Más débil marcho con mis ansias
Y el cielo escucha el paso de las estrellas que se Que un ejército sin luz en medio de emboscadas Soy yo Altazor el doble de mí mismo
( alejan El que se mira obrar y se ríe del otro frente a
Estás solo Abrí los ojos en el siglo ( frente
Y vas a la muerte derecho como un iceberg que En que moría el cristianismo El que cayó de las alturas de su estrella
( se desprende del polo Retorcido en su cruz agonizante Y viajó veinticinco años
Cae la noche buscando su corazón en el océano Ya va a dar el último suspiro Colgado al paracaídas de sus propios prejuicios
La mirada se agranda como los torrentes ¿Y mañana qué pondremos en el sitio vacío? Soy yo Altazor el del ansia infinita
Y en tanto que las olas se dan vuelta Pondremos un alba o un crepúsculo Del hambre eterno y descorazonado
La luna niño de luz se escapa de alta mar ¿Y hay que poner algo acaso? Carne labrada por arados de angustia
Mira este cielo lleno La corona de espinas ¿Cómo podré dormir mientras haya adentro
Más rico que los arroyos de las minas Chorreando sus últimas estrellas se marchita ( tierras desconocidas?
Cielo lleno de estrellas que esperan el bautismo Morirá el cristianismo que no ha resuelto ningún Problemas
Todas esas estrellas salpicaduras de un astro de ( problema Misterios que se cuelgan a mi pecho
( piedra lanzado en las aguas eternas Que sólo ha enseñado plegarias muertas Estoy solo
No saben lo que quieren ni si hay redes ocultas Muere después de dos mil años de existencia La distancia que va de cuerpo a cuerpo
( más allá Un cañoneo enorme pone punto final a la era Es tan grande como la que hay de alma a alma
Ni qué mano lleva las riendas ( cristiana Solo
Ni qué pecho sopla el viento sobre ellas El Cristo quiere morir acompañado de millones Solo
( de almas Solo
Hundirse con sus templos
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Estoy solo parado en la punta del año que Y aún después que el hombre haya desaparecido Villana ley arraigada a los sexos ingenuos
( agoniza Que hasta su recuerdo se queme en la hoguera del Por esa ley primera trampa de la inconciencia
El universo se rompe en olas a mis pies ( tiempo El hombre se desgarra
Los planetas giran en torno a mi cabeza Quedará un gusto a dolor en la atmósfera terrestre Y se rompe en aullidos mortales por todos los poros de su tier
Y me despeinan al pasar con el viento que Tantos siglos respirada por miserables pechos Yo estoy aquí de pie entre vosotros
( desplazan ( plañideros Se me caen las ansias al vacío
Sin dar una respuesta que llene los abismos Quedará en el espacio la sombra siniestra Se me caen los gritos a la nada
Ni sentir este anhelo fabuloso que busca en la De una lágrima inmensa Se me caen al caos las blasfemias
( fauna del cielo Y una voz perdida aullando desolada Perro del infinito trotando entre astros muertos
Un ser materno donde se duerma el corazón Nada nada nada Perro lamiendo estrellas y recuerdos de estrella
Un lecho a la sombra del torbellino de enigmas No Perro lamiendo tumbas
Una mano que acaricie los latidos de la fiebre No puede ser Quiero la eternidad como una paloma en mis
Dios diluido en la nada y el todo Consumamos el placer ( manos
Dios todo y nada Agotemos la vida en la vida
Dios en las palabras y en los gestos Muera la muerte infiltrada de rapsodias langurosas Todo ha de alejarse en la muerte esconderse en la
Dios mental infiltrada de pianos tenues y banderas cambiantes como crisálidas ( muerte
Dios aliento Las rocas de la muerte se quejan al borde del Yo tú él nosotros vosotros ellos
Dios joven Dios viejo ( mundo Ayer hoy mañana
Dios pútrido El viento arrastra sus florescencias amargas Pasto en las fauces del insaciable olvido
( lejano y cerca Y el desconsuelo de las primaveras que no pueden Pasto para la rumia eterna del caos incansable
Dios amasado a mi congoja nacer Justicia ¿qué has hecho de mí Vicente Huidobro?
Todas son trampas Se me cae el dolor de la lengua y las alas marchitas
Sigamos cultivando en el cerebro las tierras del trampas del espíritu Se me caen los dedos muertos uno a uno
( error Transfusiones eléctricas de sueño y realidad ¿Qué has hecho de mi voz cargada de pájaros en
Sigamos cultivando las tierras veraces en el pecho Oscuras lucideces de esta larga desesperación petrificada en el atardecer
Sigamos soledad La voz que me dolía como sangre?
Siempre igual como ayer mañana y luego y Vivir vivir en las tinieblas Dadme el infinito como una flor para mis manos
( después Entre cadenas de anhelos tiránicos collares de gemidos
No Y un eterno viajar en los adentros de sí mismo Seguir
No puede ser. Cambiemos nuestra suerte Con dolor de límites constantes y vergüenza de No Basta ya
Quememos nuestra carne en los ojos del alba ( ángel estropeado Seguir cargado de mundos de países de ciudades
Bebamos la tímida lucidez de la muerte Burla de un dios nocturno Muchedumbres aullidos
La lucidez polar de la muerte Rodar rodar rotas las antenas en medio del espacio Cubierto de climas hemisferios ideas recuerdos
Canta el caos al caos que tiene pecho de hombre Entre mares alados y auroras estancadas Entre telarañas de sepulcros y planetas conscientes
Llora de eco en eco por todo el universo Seguir del dolor al dolor del enigma al enigma
Rodando con sus mitos entre alucinaciones Yo estoy aquí de pie ante vosotros Del dolor de la piedra al dolor de la planta
Angustia de vacío en alta fiebre En nombre de una idiota ley proclamadora Porque todo es dolor
Amarga conciencia del vano sacrificio De la conservación de las especies Dolor de batalla y miedo de no ser
De la experiencia inútil del fracaso celeste Inmunda ley Lazos de dolor atan la tierra al cielo las aguas a la
Del ensayo perdido ( tierra
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Y los mundos galopan en órbitas de angustia Aférrate a tu voz embrujador del mundo Liberado de este trágico silencio entonces
Pensando en la sorpresa Cantando como un ciego perdido en la eternidad En mi propia tempestad
La latente emboscada en todos los rincones del Anda en mi cerebro una gramática dolorosa y Desafiaré al vacío
( espacio. ( brutal Sacudiré la nada con blasfemias y gritos
Me duelen los pies como ríos de piedra La matanza continua de conceptos internos Hasta que caiga un rayo de castigo ansiado
¿Qué has hecho de mis pies? Y una última aventura de esperanzas celestes Trayendo a mis tinieblas el clima del paraíso
¿Qué has hecho de esta bestia universal Un desorden de estrellas imprudentes
De este animal errante? Caídas de los sortilegios sin refugio ¿Por qué soy prisionero de esta trágica busca?
Esta rata en delirio que trepa las montañas Todo lo que se esconde y nos incita con imanes ¿Qué es lo que me llama y se esconde
Sobre un himno boreal o alarido de tierra ( fatales Me sigue me grita por mi nombre
Sucio de tierra y llanto Lo que se esconde en las frías regiones de lo invisible Y cuando vuelvo el rostro alargo las manos de
de tierra y sangre 0 en la ardiente tempestad de nuestro cráneo ( los ojos
Azotado de espinas y los ojos en cruz Me echa encima una niebla tenaz como la noche
La conciencia es amargura La eternidad se vuelve sendero de flor ( de los astros ya muertos?
La inteligencia es decepción Para el regreso de espectros y problemas Sufro me revuelco en la angustia
Sólo en las afueras de la vida Para el miraje sediento de las nuevas hipótesis Sufro desde que era nebulosa
Se puede plantar una pequeña ilusión Que rompen el espejo de la magia posible Y traigo desde entonces este dolor primordial en
( las células
Ojos ávidos de lágrimas hirviendo Liberación, ¡Oh! sí liberación de todo Este peso en las alas
Labios ávidos de mayores lamentos De la propia memoria que nos posee Esta piedra en el canto
Manos enloquecidas de palpar tinieblas De las profundas vísceras que saben lo que saben Dolor de ser isla
Buscando más tinieblas A causa de estas heridas que nos atan al fondo Angustia subterránea
Y esta amargura que se pasea por los huesos Y nos quiebran los gritos de las alas Angustia cósmica
Y este entierro en mi memoria Poliforme angustia anterior a mi vida
Este entierro que se alarga en memoria La magia y el ensueño liman los barrotes Y que la sigue como una marcha militar
Este largo entierro que atraviesa todos los días mi La poesía llora en la punta del alma Y que irá más allá
memoria Y acrece la inquietud mirando nuevos muros Hasta el otro lado de la periferia universal
Seguir Alzados de misterio en misterio
No Entre minas de mixtificación que abren sus heridas Consciente
Que se rompa el andamio de los huesos Con el ceremonial inagotable de alba conocida Inconsciente
Que se derrumben las vigas del cerebro Todo en vano Deforme
Y arrastre el huracán los trozos a la nada al otro Dadme la llave de los sueños cerrados Sonora
( lado Dadme la llave del naufragio Sonora como el fuego
En donde el viento azota a Dios Dadme una certeza de raíces en horizonte quieto El fuego que me quema el carbón interno y el alcohol
En donde aún resuene mi violín gutural Un descubrimiento que no huya a cada paso de los ojos
Acompañando el piano póstumo del Juicio Final 0 dadme un bello naufragio verde
Soy una orquesta trágica
Eres tú tú el ángel caído Un milagro que ilumine el fondo de nuestros ma- Un concepto trágico
La caída eterna sobre la muerte ( res íntimos Soy trágico como los versos que punzan en las sienes
La caída sin fin de muerte en muerte Como el barco que se hunde sin apagar sus luces ( y no pueden salir
Embruja el universo con tu voz
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Arquitectura fúnebre Paradoja fatal Los ríos y las selvas me preguntan


Matemática fatal y sin esperanza alguna Flor de contradicciones bailando un fox-trot ¿Qué tal cómo está Ud.?
Capas superpuestas de dolor misterioso Sobre el sepulcro de Dios Y mientras los astros y las olas tengan algo que
Capas superpuestas de ansias mortales Sobre el bien y el mal ( decir
Subsuelos de intuiciones fabulosas Soy un pecho que grita y un cerebro que sangra Será por mi boca que hablarán a los hombres
Soy un temblor de tierra
Los sismógrafos señalan mi paso por el mundo Que Dios sea Dios
Siglos siglos que vienen gimiendo en mis venas 0 Satán sea Dios
Siglos que se balancean en mi canto Crujen las ruedas de la tierra 0 ambos sean miedo nocturna ignorancia
Que agonizan en mi voz Y voy andando a caballo en mi muerte Lo mismo da
Porque mi voz es sólo canto y sólo puede salir en Voy pegado a mi muerte como un pájaro al cielo Que sea la Vía Láctea
( canto Como una fecha en el árbol que crece 0 una procesión que asciende en pos de la verdad
La cuna de mi lengua se meció en el vacío Como el nombre en la carta que envío Hoy me es igual
Anterior a los tiempos Voy pegado a mi muerte Traedme una hora que vivir
Y guardará eternamente el ritmo primero Voy por la vida pegado a mi muerte Traedme un amor pescado por la oreja
El ritmo que hace nacer los mundos Apoyado en el bastón de mi esqueleto Y echadlo aquí a morir ante mis ojos
Soy la voz del hombre que resuena en los cielos Que yo caiga por el mundo a toda máquina
Que reniega y maldice El sol nace en mi ojo derecho y se pone en mi ojo Que yo corra por el universo a toda estrella
Y pide cuentas de por qué y para qué ( izquierdo Que me hunda o me eleve
En mi infancia una infancia ardiente como un Lanzado sin piedad entre planetas y catástrofes
Soy todo el hombre alcohol Señor Dios si tú existes es a mí a quien lo debes
El hombre herido por quién sabe quién Me sentaba en los caminos de la noche
Por una flecha perdida del caos A escuchar la elocuencia de las estrellas Matad la horrible duda
Humano terreno desmesurado Y la oratoria del árbol Y la espantosa lucidez
Sí desmesurado y lo proclamo sin miedo Ahora la indiferencia nieva en la tarde de mi alma Hombre con los ojos abiertos en la noche
Desmesurado porque no soy burgués ni raza fatigada Rómpanse en espigas las estrellas Hasta el fin de los siglos
Soy bárbaro tal vez Pártase la luna en mil espejos Enigma asco de los instintos contagiosos
Desmesurado enfermo Vuelva el árbol al nido de su almendra Como las campanas de la exaltación
Bárbaro limpio de rutinas y caminos marcados Sólo quiero saber por qué Pajarero de luces muertas que andan con pies de
No acepto vuestras sillas de seguridades cómodas Por qué ( espectro
Soy el ángel salvaje que cayó una mañana Por qué Con los pies indulgentes del arroyo
En vuestras plantaciones de preceptos Soy protesta y araño el infinito con mis garras Que se llevan las nubes y cambia de país
Poeta
Anti poeta Y grito y gimo con miserables gritos oceánicos En el tapiz del cielo se juega nuestra suerte
Culto El eco de mi voz hace tronar el caos Allí donde mueren las horas
Anticulto El pesado cortejo de las horas que golpean el
Animal metafísico cargado de congojas Soy desmesurado cósmico ( mundo
Animal espontáneo directo sangrando sus pro- Las piedras las plantas las montañas Se juega nuestra alma
( blemas Me saludan Las abejas las ratas Y la suerte que se vuela todas las mañanas
Solitario como una paradoja Los leones y las águilas
Los astros los crepúsculos las albas
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Sobre las nubes con los ojos llenos de lágrimas Y las máquinas mataron el último animal Átomo desterrado de sí mismo con puertas y ventanas
Sangra la herida de las últimas creencias Árboles frutales en todos los caminos ( de luto
Cuando el fusil desconsolado del humano refugio Lo aprovechable sólo lo aprovechable ¿De dónde vienes a dónde vas?
Descuelga los pájaros del cielo Ah la hermosa vida que preparan las fábricas ¿Quién se preocupa de tu planeta?
Mírate allí animal fraterno desnudo de nombre La horrible indiferencia de los astros sonrientes Inquietud miserable
junto al abrevadero de tus límites propios Refugio de la música Despojo del desprecio que por ti sentiría
Bajo el alba benigna Que huye de las manos de los últimos ciegos Un habitante de Betelgeuse
Que zurce el tejido de las mareas Veintinueve millones de veces más grande que tu
Mira a lo lejos viene la cadena de hombres Angustia angustia de lo absoluto y de la perfec- ( sol
Saliendo de la usina de ansias iguales ( ción
Mordidos por la misma eternidad Angustia desolada que atraviesa las órbitas per- Hablo porque soy protesta insulto y mueca de
Por el mismo huracán de vagabundas fascina- ( didas ( dolor
( ciones Contradictorios ritmos quiebran el corazón Sólo creo en los climas de la pasión
Cada uno trae su palabra informe En mi cabeza cada cabello piensa otra cosa Sólo deben hablar los que tienen el corazón clari-
Y los pies atados a su estrella propia ( vidente
Las máquinas avanzan en la noche del diamante Un hastío invade el hueco que va del alba al La lengua a alta frecuencia
( fatal ( poniente Buzos de la verdad y la mentira
Avanza el desierto con sus olas sin vida Un bostezo color mundo y carne Cansados de pasear sus linternas en los laberintos
Pasan las montañas pasan los camellos Color espíritu avergonzado de irrealizables cosas ( de la nada
Como la historia de las guerras antiguas Lucha entre la piel y el sentimiento de una digni- En la cueva de alternos sentimientos
Allá va la cadena de hombres entre fuegos ilusos ( dad bebida y no otorgada. El dolor es lo único eterno
Hacia el párpado tumbal
Nostalgia de ser barro y piedra o Dios Y nadie podrá reír ante el vacío
Después de mi muerte un día Vértigo de la nada cayendo de sombra en sombra ¿Qué me importa la burla del hombre-hormiga
El mundo será pequeño a las gentes Inutilidad de los esfuerzos fragilidad del sueño Ni la del habitante de otros astros más grandes?
Plantarán continentes sobre los mares Yo no sé de ellos ni ellos saben de mí
Se harán islas en el cielo Ángel expatriado de la cordura Yo sé de mi vergüenza de la vida de mi asco celular
Habrá un gran puente de metal en torno de la ¿Por qué hablas Quién te pide que hables? De la mentira abyecta de todo cuanto edifican los
( Tierra ( hombres
Como los anillos construidos en Saturno Revienta pesimista mas revienta en silencio Los pedestales de aire de sus leyes e ideales
Habrá ciudades grandes como un país Cómo se reirán los hombres de aquí a mil años
Gigantescas ciudades del porvenir Hombre perro que aúllas a tu propia noche Dadme dadme pronto un llano de silencio
En donde el hombre-hormiga será una cifra Delincuente de tu alma Un llano despoblado como los ojos de los muertos
Un número que se mueve y sufre y baila El hombre de mañana se burlará de ti
(Un poco de amor a veces como un arpa que hace Y de tus gritos petrificados goteando estalactitas ¿Robinson por qué volviste de tu isla?
[ olvidar la vida) ¿Quién eres tú habitante de este diminuto cadáver De la isla de tus obras y tus sueños privados
Jardines de tomates y repollos ( estelar? La isla de ti mismo rica de tus actos
Los parques públicos plantados de árboles fru- ¿Qué son tus náuseas de infinito y tu ambición de Sin leyes ni abdicación ni compromisos
( tales ( eternidad? Sin control de ojo intruso
No hay carne que comer el planeta es estrecho Ni mano extraña que rompa los encantos
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¿Robinson cómo es posible que volvieras de tu Que viene de más lejos que mi pecho
( isla? La catarata delicada de oro en libertad Mas no temas de mí que mí lenguaje es otro
Correr de río sin destino como aerolitos al azar No trato de hacer feliz ni desgraciado a nadie
Malhaya el que mire con ojos de muerte Una columna se alza en la punta de la voz Ni descolgar banderas de los pechos
Malhaya el que vea el resorte que todo lo mueve Y la noche se sienta en la columna Ni dar anillos de planetas
Yo poblaré para mil años los sueños de los Ni hacer satélites de mármol en torno a un talis-
Una borrasca dentro de la risa ( hombres ( mán ajeno
Una agonía de sol adentro de la risa Y os daré un poema lleno de corazón Quiero darte una música de espíritu
Matad al pesimista de pupila enlutada En el cual me despedazaré por todos lados Música mía de esta cítara plantada en mi cuerpo
Al que lleva un féretro en el cerebro Música que hace pensar en el crecimiento de los
Todo es nuevo cuando se mira con ojos nuevos Una lágrima caerá de unos ojos ( árboles
Oigo una voz idiota entre algas de ilusión Como algo enviado sobre la tierra Y estalla en luminarias adentro del sueño
Boca parasitaria aún de la esperanza Cuando veas como una herida profetiza Yo hablo en nombre de un astro por nadie conocido
Y reconozcas la carne desgraciada Hablo en una lengua mojada en mares no nacidos
Idos lejos de aquí restos de playas moribundas El pájaro cegado en la catástrofe celeste Con una voz llena de eclipses y distancias
Mas si buscáis descubrimientos Encontrado en mi pecho solitario y sediento Solemne como un combate de estrellas o
Tierras irrealizables más allá de los cielos En tanto yo me alejo tras los barcos magnéticos ( galeras lejanas
Vegetante obsesión de musical congoja Vagabundo como ellos Una voz que se desfonda en la noche de las rocas
Volvamos al silencio Y más triste que un cortejo de caballos sonámbulos Una voz que da la vista a los ciegos atentos
Restos de playas fúnebres Los ciegos escondidos al fondo de las casas
¿A qué buscáis el faro poniente Hay palabras que tienen sombra de árbol Como al fondo de sí mismos
Vestido de su propia cabellera Otras que tienen atmósfera de astros Los veleros que parten a distribuir mi alma por el
Como la reina de los circos? Hay vocablos que tienen fuego de rayos ( mundo
Volvamos al silencio Y que incendian donde caen Volverán convertidos en pájaros
Al silencio de las palabras que vienen del silencio Otros que se congelan en la lengua y se rompen Una hermosa mañana alta de muchos metros
Al silencio de las hostias donde se mueren los ( al salir Alta como el árbol cuyo fruto es el sol
( profetas Como esos cristales alados y fatídicos Una mañana frágil y rompible
Con la llaga del flanco Hay palabras con imanes que atraen los tesoros A la hora en que las flores se lavan la cara
Cauterizada por algún relámpago ( del abismo Y los últimos sueños huyen por las ventanas
Otras que se descargan como vagones sobre el
Las palabras con fiebre y vértigo interno ( alma
Las palabras del poeta dan un marco celeste Altazor desconfía de las palabras
Dan una enfermedad de nubes Desconfía del ardid ceremonioso Tanta exaltación para arrastrar los cielos a la
Contagioso infinito de planetas errantes Y de la poesía ( lengua
Epidemia de rosas en la eternidad Trampas El infinito se instala en el nido del pecho
Trampas de luz y cascadas lujosas Todo se vuelve presagio
Abrid la boca para recibir la hostia de la palabra Trampas de perla y de lámpara acuática ángel entonces
( herida Anda como los ciegos con sus ojos de piedra El cerebro se torna sistro revelador
La hostia angustiada y ardiente que me nace no Presindendo el abismo a todo paso Y la hora huye despavorida por los ojos
( se sabe dónde Los pájaros grabados en el zenit no cantan
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El día se suicida arrojándose al mar ¿Por qué quieres romper los lazos de tu estrella Como una serpiente fiel y melancólica
Un barco vestido de luces se aleja tristemente Y viajar solitario en los espacios Y tú vuelves la cabeza detrás de algún astro
Y al fondo de las olas un pez escucha el paso de Y caer a través de tu cuerpo de tu zenit a tu
( los hombres nadir? ¿Qué combate se libra en el espacio?
Esas lanzas de luz entre planetas
Silencio la tierra va a dar a luz un árbol No quiero ligaduras de astro ni de viento Reflejo de armaduras despiadadas
La muerte se ha dormido en el cuello de un cisne Ligaduras de luna buenas son para el mar y las ¿Qué estrella sanguinaria no quiere ceder el paso?
Y cada pluma tiene un distinto temblor ( mujeres En dónde estás triste noctámbula
Ahora que Dios se sienta sobre la tempestad Dadme mis violines de vértigo insumiso Dadora de infinito
Que pedazos de cielo caen y se enredan en la selva Mi libertad de música escapada Que pasea en el bosque de los sueños
Y que el tifón despeina las barbas del pirata No hay peligro en la noche pequeña encrucijada
Ahora sacad la muerta al viento Ni enigma sobre el alma Heme aquí perdido entre mares desiertos
Para que el viento abra sus ojos La palabra electrizada de sangre y corazón Solo como la pluma que se cae de un pájaro en la
Es el gran paracaídas y el pararrayos de Dios ( noche
Silencio la tierra va a dar a luz un árbol Heme aquí en una torre de frío
Tengo cartas secretas en la caja del cráneo Habitante de tu destino Abrigado del recuerdo de tus labios marítimos
Tengo un carbón doliente en el fondo del pecho Pegado a tu camino como roca Del recuerdo de tus complacencias y de tu
Y conduzco mi pecho a la boca Viene la hora del sortilegio resignado ( cabellera
Y la boca a la puerta del sueño Abre la mano de tu espíritu Luminosa y desatada como los ríos de montaña
El magnético dedo ¿Irías a ser ciega que Dios te dio esas manos?
El mundo se me entra por los ojos En donde el anillo de la serenidad adolescente Te pregunto otra vez
Se me entra por las manos se me entra por los Se posará cantando como el canario pródigo
( pies Largos años ausente El arco de tus cejas tendido para las armas de
Me entra por la boca y se me sale ( los ojos
En insectos celestes o nubes de palabras por los Silencio En la ofensiva alada vencedora segura con orgullos
( poros Se oye el pulso del mundo como nunca ( de flor
Silencio la tierra va a dar a luz un árbol ( pálido Te hablan por mí las piedras aporreadas
Mis ojos en la gruta de la hipnosis La tierra acaba de alumbrar un árbol Te hablan por mí las olas de pájaros sin cielo
Mastican el universo que me atraviesa como un Te habla por mí el color de los paisajes sin viento
( túnel Te habla por mí el rebaño de ovejas taciturnas
Un escalofrío de pájaro me sacude los hombros CANTO II Dormido en tu memoria
Escalofrío de alas y olas interiores Te habla por mí el arroyo descubierto
Escalas de olas y alas en la sangre Mujer el mundo está amueblado por tus ojos La yerba sobreviviente atada a la aventura
Se rompen las amarras de las venas Se hace más alto el cielo en tu presencia Aventura de luz y sangre de horizonte
Y se salta afuera de la carne La tierra se prolonga de rosa en rosa Sin más abrigo que una flor que se apaga
Se sale de las puertas de la tierra Y el aire se prolonga de paloma en paloma Si hay un poco de viento
Entre palomas espantadas
Al irte dejas una estrella en tu sitio Las llanuras se pierden bajo tu gracia frágil
Habitante de tu destino Dejas caer tus luces como el barco que pasa Se pierde el mundo bajo tu andar visible
¿Por qué quieres salir de tu destino? Mientras te sigue mi canto embrujado
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Pues todo es artificio cuando tú te presentas Y esas islas que viajan por el caos sin destino a La cabellera que se ata hace el día
Con tu luz peligrosa ( mis ojos La cabellera al desatarse hace la noche
Inocente armonía sin fatiga ni olvido Qué me importa ese miedo de flor en el vacío La vida se contempla en el olvido
Elemento de lágrima que rueda hacia adentro Qué me importa el nombre de la nada Sólo viven tus ojos en el mundo
Construido de miedo altivo y de silencio El nombre del desierto infinito El único sistema planetario sin fatiga
O de la voluntad o del azar que representan Serena piel anclada en las alturas
Haces dudar al tiempo Y si en ese desierto cada estrella es un deseo de Ajena a toda red y estratagema
Y al cielo con instintos de infinito ( oasis En su fuerza de luz ensimismada
Lejos de ti todo es mortal O banderas de presagio y de muerte Detrás de ti la vida siente miedo
Lanzas la agonía por la tierra humillada de Porque eres la profundidad de toda cosa
( noches Tengo una atmósfera propia en tu aliento El mundo deviene majestuoso cuando pasas
Sólo lo que piensa en ti tiene sabor a eternidad La fabulosa seguridad de tu mirada con sus cons- Se oyen caer lágrimas del cielo
( telaciones íntimas Y borras en el alma adormecida
He aquí tu estrella que pasa Con su propio lenguaje de semilla La amargura de ser vivo
Con tu respiración de fatigas lejanas Tu frente luminosa como un anillo de Dios Se hace liviano el orbe en las espaldas
Con tus gestos y tu modo de andar Más firme que todo en la flora del cielo
Con el espacio magnetizado que te saluda Sin torbellinos de universo que se encabrita Mí alegría es oír el ruido del viento en tus cabellos
Que nos separa con leguas de noche Como un caballo a causa de su sombra en el aire (Reconozco ese ruido desde lejos)
Cuando las barcas zozobran y el río arrastra tron-
Sin embargo te advierto que estamos cosidos Te pregunto otra vez ( cos de árbol
A la misma estrella ¿Irías a ser muda que Dios te dio esos ojos? Eres una lámpara de carne en la tormenta
Estamos cosidos por la misma música tendida Con los cabellos a todo viento
De uno a otro Tengo esa voz tuya para toda defensa Tus cabellos donde el sol va a buscar sus mejores
Por la misma sombra gigante agitada como árbol Esa voz que sale de ti en latidos de corazón ( sueños
Seamos ese pedazo de cielo Esa voz en que cae la eternidad Mi alegría es mirarte solitaria en el diván del
Ese trozo en que pasa la aventura misteriosa Y se rompe en pedazos de esferas fosforescentes ( mundo
La aventura del planeta que estalla en pétalos de ¿Qué sería la vida si no hubieras nacido? Como la mano de una princesa soñolienta
( sueño Un cometa sin manto muriéndose de frío Con tus ojos que evocan un piano de olores
Una bebida de paroxismos
En vano tratarías de evadirte de mi voz Te hallé como una lágrima en un libro olvidado Una flor que está dejando de perfumar
Y de saltar los muros de mis alabanzas Con tu nombre sensible desde antes en mi pecho Tus ojos hipnotizan la soledad
Estamos cosidos por la misma estrella Tu nombre hecho del ruido de palomas que se Como la rueda que sigue girando después de la
Estás atada al ruiseñor de las lunas ( vuelan ( catástrofe
Que tiene un ritual sagrado en la garganta Traes en ti el recuerdo de otras vidas más altas
De un Dios encontrado en alguna parte Mi alegría es mirarte cuando escuchas
Qué me importan los signos de la noche Y al fondo de ti misma recuerdas que eras tú Ese rayo de luz que camina hacia el fondo del
Y la raíz y el eco funerario que tengan en mi El pájaro de antaño en la clave del poeta ( agua
( pecho Y te quedas suspensa largo rato
Qué me importa el enigma luminoso Sueño en un sueño sumergido Tantas estrellas pasadas por el harnero del mar
Los emblemas que alumbran el azar Nada tiene entonces semejante emoción
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Ni un mástil pidiendo viento Y esa cabeza que se dobla para escuchar un mur- Cadenas de miradas nos atan a la tierra
Ni un aeroplano ciego palpando el infinito ( mullo en la eternidad Romped romped tantas cadenas
Ni la paloma demacrada dormida sobre un Y ese pie que es la fiesta de los caminos
( lamento ( encadenados Vuela el primer hombre a iluminar el día
Ni el arcoiris con las alas selladas Y esos párpados donde vienen a vararse las cente-
Más bello que la parábola de un verso ( llas del éter El espacio se quiebra en una herida
La parábola tendida en puente nocturno de alma Y ese beso que hincha la proa de tus labios
( a alma Y esa sonrisa como un estandarte al frente de tu Y devuelve la bala al asesino
( vida Eternamente atado al infinito
Nacida en todos los sitios donde pongo los ojos Y ese secreto que dirige las mareas de tu pecho
Con la cabeza levantada Dormido a la sombra de tus senos Cortad todas las amarras
Y todo el cabello al viento De río mar o de montaña
Eres más hermosa que el relincho de un potro en Si tú murieras
( la montaña Las estrellas a pesar de su lámpara encendida De espíritu y recuerdo
Que la sirena de un barco que deja escapar toda Perderían el camino De ley agonizante y sueño enfermo
( su alma ¿Qué sería del universo?
Que un faro en la neblina buscando a quien Es el mundo que torna y sigue y gira
( salvar Es una última pupila
Eres más hermosa que la golondrina atravesada CANTO III
( por el viento
Mañana el campo
Eres el ruido del mar en verano Romper las ligaduras de las venas
Eres el ruido de una calle populosa llena de Los lazos de la respiración y las cadenas
( admiración Seguirá los galopes del caballo
De los ojos senderos de horizontes
Mi gloria está en tus ojos Flor proyectada en cielos uniformes La flor se comerá a la abeja
Vestida del lujo de tus ojos y de su brillo interno Porque el hangar será colmena
Estoy sentado en el rincón más sensible de tu El alma pavimentada de recuerdos
( mirada El arcoiris se hará pájaro
Bajo el silencio estático de inmóviles pestañas Y volará a su nido cantando
Como estrellas talladas por el viento
Viene saliendo un augurio del fondo de tus ojos
Y un viento de océano ondula tus pupilas Los cuervos se harán planetas
El mar es un tejado de botellas
Y tendrán plumas de hierba
Que en la memoria del marino sueña
Nada se compara a esa leyenda de semillas que
( deja tu presencia Hojas serán las plumas entibiadas
Cielo es aquella larga cabellera intacta
A esa voz que busca un astro muerto que volver a Que caerán de sus gargantas
Tejida entre manos de aeronauta
( la vida
Tu voz hace un imperio en el espacio Las miradas serán ríos
Y el avión trae un lenguaje diferente
Y esa mano que se levanta en ti como si fuera a Para la boca de los cielos de siempre
( colgar soles en el aire Y los ríos heridas en las piernas del vacío
Y ese mirar que escribe mundos en el infinito
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Conducirá el rebaño a su pastor Sabemos posar un beso como una mirada Después del corazón comiendo rosas
Para que duerma el día cansado como avión Plantar miradas como árboles Y de las noches del rubí perfecto
Enjaular árboles como pájaros El nuevo atleta salta sobre la pista mágica
Y el árbol se posará sobre la tórtola Regar pájaros como heliotropos ugando con magnéticas palabras
Mientras las nubes se hacen roca Tocar un heliotropo como una música Caldeadas como la tierra cuando va a salir un
Vaciar una música como un saco ( volcán
Porque todo es como es en cada ojo Degollar un saco como un pingüino Lanzando sortilegios de sus frases pájaro
Dinastía astrológica y efímera Cultivar pingüinos como viñedos Agoniza el último poeta
Cayendo de universo en universo Ordeñar un viñedo como una vaca Tañen las campanas de los continentes
Desarbolar vacas como veleros Muere la luna con su noche a cuestas
Manicura de la lengua es el poeta Peinar un velero como un cometa El sol se saca del bolsillo el día
Mas no el mago que apaga y enciende Desembarcar cometas como turistas Abre los ojos el nuevo paisaje solemne
Embrujar turistas como serpientes Y pasa desde la tierra a las constelaciones
Cosechar serpientes como almendras El entierro de la poesía
Palabras estelares y cerezas de adioses
Desnudar una almendra como un atleta Todas las lenguas están muertas
( vagabundos
Leñar atletas como cipreses Muertas en manos del vecino trágico
Muy lejos de las manos de la tierra
Iluminar cipreses como faroles Hay que resucitar las lenguas
Y todo lo que dice es por él inventado
Cosas que pasan fuera del mundo cotidiano Anidar faroles como alondras Con sonoras risas
Exhalar alondras como suspiros Con vagones de carcajadas
Matemos al poeta que nos tiene saturados
Bordar suspiros como sedas Con cortacircuitos en las frases
Poesía aún y poesía poesía
Poética poesía poesía Derramar sedas como ríos Y cataclismo en la gramática
Tremolar un río como una bandera Levántate y anda
Poesía poética de poético poeta
Poesía Desplumar una bandera como un gallo Estira las piernas anquilosis salta
Demasiada poesía Apagar un gallo como un incendio Fuegos de risa para el lenguaje tiritando de frío
Desde el arcoiris hasta el culo pianista de la Bogar en incendios como en mares Gimnasia astral para las lenguas entumecidas
( vecina Segar mares como trigales Levántate y anda
Repicar trigales como campanas Vive vive como un balón de fútbol
Basta señora poesía bambina
Y todavía tiene barrotes en los ojos Desangrar campanas como corderos Estalla en la boca de diamantes motocicleta
El juego es juego y no plegaria infatigable Dibujar corderos como sonrisas En ebriedad de sus luciérnagas
Sonrisa o risa y no lamparillas de pupila Embotellar sonrisas como licores Vértigo sí de su liberación
Engastar licores como alhajas Una bella locura en la vida de la palabra
Electrizar alhajas como crepúsculos Una bella locura en la zona del lenguaje
Que ruedan de la aflicción hasta el océano
Tripular crepúsculos como navíos Aventura forrada de desdenes tangibles
Sonrisa y habladurías de estrella tejedora
Descalzar un navío como un rey Aventura de la lengua entre dos naufragios
Sonrisa del cerebro que evoca estrellas muertas
Colgar reyes como auroras Catástrofe preciosa en los rieles del verso
En la mesa mediúmnica de sus irradiaciones
Crucificar auroras como profetas
Etc. etc. etc. Y puesto que debemos vivir y no nos suicidamos
Basta señora arpa de las bellas imágenes
Basta señor violín hundido en una ola ola Mientras vivamos juguemos
Cotidiana ola de religión miseria El simple sport de los vocablos
De los furtivos comos iluminados De sueño en sueño posesión de pedrerías De la pura palabra y nada más
Otra cosa otra cosa buscamos
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Sin imagen limpia de joyas De las noches mecidas en la pesca Los ojos que bailan al son de una música interna
(Las palabras tienen demasiada carga) Sabes que tu mirada forma el nudo de las Y se abren cómo puertas sobre el crimen
Un ritual de vocablos sin sombra (estrellas Y salen de su órbita y se van como cometas
Juego de ángel allá en el infinito Y el nudo del canto que saldrá del pecho ( sangrientos al azar
Palabra por palabra Tu mirada que lleva la palabra al corazón Los ojos que se clavan y dejan heridas lentas a
Con luz propia de astro que un choque vuelve Y a la boca embrujada del ruiseñor ( cicatrizar
( vivo Entonces no se pegan los ojos como cartas
Saltan chispas del choque y mientras más violento No hay tiempo que perder Y son cascadas de amor inagotables
Más grande es la explosión A la hora del cuerpo en el naufragio ambiguo Y se cambian día y noche
Pasión del juego en el espacio Yo mido paso a paso el infinito Ojo por ojo.
Sin alas de luna y pretensión Ojo por ojo como hostia por hostia
Combate singular entre el pecho y el cielo El mar quiere vencer Ojo árbol
Total desprendimiento al fin de voz de carne Y por lo tanto no hay tiempo que perder Ojo pájaro
Eco de luz que sangra aire sobre el aire Entonces Ojo río
Ah entonces Ojo montaña
Después nada nada Más allá del último horizonte Ojo mar
Rumor aliento de frase sin palabra Se verá lo que hay que ver Ojo tierra
Ojo luna
Por eso hay que cuidar el ojo precioso regalo del Ojo cielo
CANTO IV ( cerebro Ojo silencio
El ojo anclado al medio de los mundos Ojo soledad por ojo ausencia
No hay tiempo que perder Donde los buques se vienen a varar Ojo dolor por ojo risa
Enfermera de sombras y distancias ¿Mas si se enferma el ojo qué he de hacer?
Yo vuelvo a ti huyendo del reino incalculable ¿Qué haremos si han hecho mal de ojo al ojo? No hay tiempo que perder
De ángeles prohibidos por el amanecer Al ojo avizor afiebrado como faro de lince Y si viene el instante prosaico
La geografía del ojo digo es la más complicada Siga el barco que es acaso el mejor
Detrás de tu secreto te escondías El sondaje es difícil a causa de las olas Ahora que me siento y me pongo a escribir
En sonrisa de párpados y de aire Los tumultos que pasan Qué hace la golondrina que vi esta mañana
Yo levanté la capa de tu risa La apretura continua ¿Firmando cartas en el vacío?
Y corté las sombras que tenían Las plazas y avenidas populosas Cuando muevo el pie izquierdo
Tus signos de distancia señalados Las procesiones con sus estandartes ¿Qué hace con su pie el gran mandarín chino?
Bajando por el iris hasta perderse Cuando enciendo un cigarro
Tu sueño se dormirá en mis manos El rajah en su elefante de tapices ¿Qué hacen los otros cigarros que vienen en el
Marcado de las líneas de mi destino inseparable La cacería de leones en selvas de pestañas ( barco?
En el pecho de un mismo pájaro ( seculares ¿En dónde está la planta del fuego futuro?
Que se consume en el fuego de su canto Las migraciones de pájaros friolentos hacia otras Y si yo levanto los ojos ahora mismo
De su canto llorando al tiempo ( retinas ¿Qué hace con sus ojos el explorador de pie en el
Porque se escurre entre los dedos Yo amo mis ojos y tus ojos y los ojos ( polo?
Los ojos con su propia combustión Yo estoy aquí
Sabes que tu mirada adorna los veleros ¿En dónde están los otros?
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Eco de gesto en gesto Que son periscopios en las nubes del pudor busca apoyo en la unión o la disensión sin reposo
Cadena electrizada o sin correspondencias Novia en ascensión al ciento por ciento celeste de la ignorancia Pero la carta viene sobre la ruta y
Interrumpido el ritmo solitario la mujer colocada en el incidente del duelo conoce
¿Quiénes se están muriendo y quiénes nacen Lame la perspectiva que ha de nacer salpicada de el buen éxito de la preñez y la inacción del deseo
Mientras mi pluma corre en el papel? ( volantines pasado de la ventaja al pueblo que tiene inclinación
Y de los guantes agradables del otoño que se por el sacerdote pues él realza de la caída y se hace
No hay tiempo que perder debate en la piel del amor más íntimo que el extravío de la doncella rubia
Levántate alegría o la amistad de la locura
Y pasa de poro en poro la aguja de tus sedas No hay tiempo que perder
La indecisión en barca para los viajes
Darse prisa darse prisa Es un presente de las crueldades de la noche No hay tiempo que perder
Vaya por los globos y los cocodrilos mojados Porque el hombre malo o la mujer severa Todo esto es triste como el niño que está quedándose
Préstame mujer tus ojos de verano No pueden nada contra la mortalidad de la casa huérfano
Yo lamo las nubes salpicadas cuando el otoño Ni la falta de orden O como la letra que cae al medio del ojo
( sigue la carreta del asno Que sea oro o enfermedad O como la muerte del perro de un ciego
Un periscopio en ascensión debate el pudor del Noble sorpresa o espión doméstico para victoria O como el río que se estira en su lecho de agonizante
( invierno ( extranjera Todo esto es hermoso como mirar el amor de los
Bajo la perspectiva del volantín azulado por el La disputa intestina produce la justa desconfianza ( gorriones
( infinito De los párpados lavados en la prisión Tres horas después del atentado celeste
Color joven de pájaros al ciento por ciento Las penas tendientes a su fin son travesaños antes O como oír dos pájaros anónimos que cantan a la
Tal vez era un amor mirado de palomas del matrimonio ( misma azucena
( desgraciadas Murmuraciones de cascada sin protección O como la cabeza de la serpiente donde sueña el
O el guante importuno del atentado que va a Las disensiones militares y todos los obstáculos ( opio
( nacer de una mujer o una amapola A causa de la declaración de esa mujer rubia O como el rubí nacido de los deseos de una mujer
El florero de mirlos que se besan volando Que critica la pérdida de la expedición Y como el mar que no se sabe si ríe o llora
Bravo pantorrilla de noche de la más novia que O la utilidad extrema de la justicia Y como los colores que caen del cerebro de las
( se esconde en su piel de flor Como una separación de amor sin porvenir ( mariposas
La prudencia llora los falsos extravíos de la locura Y como la mina de oro de las abejas
Rosa al revés rosa otra vez y rosa y rosa ( naciente Las abejas satélites del nardo como las gaviotas
Aunque no quiera el carcelero Que ignora completamente las satisfacciones de del barco
Río revuelto para la pesca milagrosa ( la moderación Las abejas que llevan la semilla en su interior
Y van más perfumadas que pañuelos de narices
Noche préstame tu mujer con pantorrillas de flo- No hay tiempo que perder Aunque no son pájaros
( rero de amapolas jóvenes Para hablar de la clausura de la tierra y la llegada Pues no dejan sus iniciales en el cielo
Mojadas de color como el asno pequeño del día agricultor a la nada amante de lotería sin En la lejanía del cielo besada por los ojos
( desgraciado proceso ni niño para enfermedad pues el dolor Y al terminar su viaje vomitan el alma de los
La novia sin flores ni globos de pájaros imprevisto que sale de los cruzamientos de la espera ( pétalos
El invierno endurece las palomas presentes en este campo de la sinceridad nueva es un poco Como las gaviotas vomitan el horizonte
Mira la carreta y el atentado de cocodrilos negro como el eclesiástico de las empresas para Y las golondrinas el verano
( azulados la miseria o el traidor en retardo sobre el agua que No hay tiempo que perder
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Ya viene la golondrina monotémpora Digo solamente


Trae un acento antípoda de lejanías que se Pero el cielo prefiere el rodoñol No hay tiempo que perder
( acercan Su niño querido el rorreñol El vizir con lenguaje de pájaro
Viene gondoleando la golondrina Su flor de alegría el romiñol Nos habla largo largo como un sendero
Su piel de lágrima el rofañol Las caravanas se alejan sobre su voz
Al horitaña de la montazonte Su garganta nocturna el rosolñol Y los barcos hacia horizontes imprecisos
La violondrina y el goloncelo El rolañol Él devuelve el oriente sobre las almas
Descolgada esta mañana de la lunala El rosiñol Que toman un oriente de perla
Se acerca a todo galope Y se llenan de fósforos a cada paso
Ya viene viene la golondrina No hay tiempo que perder De su boca brota una selva
Ya viene viene la golonfina El buque tiene los días contados De su selva brota un astro
Ya viene la golontrina Por los hoyos peligrosos que abren las estrellas en Del astro cae una montaña sobre la noche
Ya viene la goloncima ( el mar De la noche cae otra noche
Viene la golonchína Puede caerse al fuego central Sobre la noche del vacío
Viene la golonclima El fuego central con sus banderas que estallan de La noche lejos tan lejos que parece una muerta
Ya viene la golonrima ( cuando en cuando ( que se llevan
Ya viene la golonrisa Los elfos exacerbados soplan las semillas y me Adiós hay que decir adiós
La golonniña ( interrogan Adiós hay que decir a Dios
La golongira Pero yo sólo oigo las notas del alhelí Entonces el huracán destruido por la luz de la
La golonlira Cuando alguien aprieta los pedales del viento lengua
La golonbrisa Y se presenta el huracán Se deshace en arpegios circulares
La golonchilla El río corre como un perro azotado Y aparece la luna seguida de algunas gaviotas
Ya viene la golondía Corre que corre a esconderse en el mar Y sobre el camino
Y la noche encoge sus uñas como el leopardo Y pasa el rebaño que devasta mis nervios Un caballo que se va agrandando a medida que
Ya viene la golontrina Entonces yo sólo digo ( se aleja
Que tiene un nido en cada uno de los dos calores Que no compro estrellas en la nochería
Como yo lo tengo en los cuatro horizontes Y tampoco olas nuevas en la marería Darse prisa darse prisa
Viene la golonrisa Prefiero escuchar las notas del alhelí Están prontas las semillas
Y las olas se levantan en la punta de los pies Junto a la cascada que cuenta sus monedas Esperando una orden para florecer
O el bromceo del aeroplano en la punta del cielo Paciencia ya luego crecerán
Viene la golonniña O mirar el ojo del tigre donde sueña una mujer Y se irán por los senderos de la savia
Y siente un vahído la cabeza de la montaña ( desnuda Por su escalera personal
Viene la golongira Porque si no la palabra que viene de tan lejos Un momento de descanso
Y el viento se hace parábola de sílfides en orgía Se quiebra entre los labios Antes del viaje al cielo del árbol
Se llenan de notas los hilos telefónicos El árbol tiene miedo de alejarse demasiado
Se duerme el ocaso con la cabeza escondida Yo no tengo orgullos de campanario Tiene miedo y vuelve los ojos angustiados
Y el árbol con el pulso afiebrado Ni tengo ningún odio petrificado La noche lo hace temblar
Ni grito como un sombrero afectuoso que viene La noche y su licantropía
( saliendo del desierto La noche que afila sus garras en el viento
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Y aguza los oídos de la selva Obediente al instinto de sus sentidos Y el sonido y el sonido
Tiene miedo digo el árbol tiene miedo Sin hacer caso de los meteoros que apedrean Espacio la lumbrera
De alejarse de la tierra ( desde lejos A estribor
Y viven en colonias según la temporada Adormecido
No hay tiempo que perder El meteoro insolente cruza por el cielo En cruz
Los iceberg que flotan en los ojos de los muertos El meteplata el metecobre en luz
Conocen su camino El metepiedras en el infinito La tierra y su cielo
Ciego sería el que llorara Meteópalos en la mirada El cielo y su tierra
Las tinieblas del féretro sin límites Cuidado aviador con las estrellas Selva noche
Las esperanzas abolidas Cuidado con la aurora Y río día por el universo
Los tormentos cambiados en inscripción de Que el aeronauta no sea el auricida El pájaro tralalí canta en las ramas de mi cerebro
( cementerio Nunca un cielo tuvo tantos caminos como éste Porque encontró la clave del eterfinifrete
Ni fue tan peligroso Rotundo como el unipacio y el espaverso
Aquí yace Carlota ojos marítimos La estrella errante me trae el saludo de un amigo Uiu uiui
Se le rompió un satélite ( muerto hace diez años Tralalí tralalá
Aquí yace Matías en su corazón dos escualos se Darse prisa darse prisa Aia ai ai aaia i i
( batían Los planetas maduran en el planetas
Aquí yace Marcelo mar y cielo en el mismo vio- Mis ojos han visto la raíz de los pájaros
( loncelo El más allá de los nenúfares CANTO V
Aquí yace Susana cansada de pelear contra el Y el ante acá de las mariposas
( olvido ¿Oyes el ruido que hacen las mandolinas al morir? Aquí comienza el campo inexplorado
Aquí yace Teresa ésa es la tierra que araron sus Estoy perdido Redondo a causa de los ojos que lo miran
( ojos hoy ocupada por su cuerpo No hay más que capitular Y profundo a causa de mi propio corazón
Aquí yace Angélica anclada en el puerto de sus Ante la guerra sin cuartel Lleno de zafiros probables
( brazos Y la emboscada nocturna de estos astros De manos de sonámbulos
Aquí yace Rosario río de rosas hasta el infinito La eternidad quiere vencer De entierros aéreos
Aquí yace Raimundo raíces del mundo son sus Y por lo tanto no hay tiempo que perder Conmovedores como el sueño de los enanos
( venas Entonces O el ramo cortado en el infinito
Aquí yace Clarisa clara risa enclaustrado en la Ah entonces Que trae la gaviota para sus hijos
( luz Más allá del último horizonte
Aquí yace Alejandro antro alejado ala adentro Se verá lo que hay que ver Hay un espacio despoblado
Aquí yace Gabriela rotos los diques sube en las La ciudad Que es preciso poblar
( savias hasta el sueño esperando la resurrección Debajo de las luces y las ropas colgadas De miradas con semillas abiertas
Aquí yace Altazor azor fulminado por la altura El jugador aéreo De voces bajadas de la eternidad
Aquí yace Vicente antipoeta y mago Desnudo De juegos nocturnos y aerolitos de violín
Frágil De ruido de rebaños sin permiso
Ciego sería el que llorara La noche al fondo del océano Escapados del cometa que iba a chocar
Ciego como el cometa que va con su bastón Tierna ahogada ¿Conoces tú la fuente milagrosa
Y su neblina de ánimas que lo siguen La muerte ciega Que devuelve a la vida los náufragos de antaño?
Y su esplendor ¿Conoces tú la flor que se llama voz de monja
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Que crece hacia abajo y se abre al fondo de la Entonces vi la rosa que se esconde Los días pasados son caparazones de tortuga
( tierra? Y que nadie ha encontrado cara a cara Ahora tengo barcos en la memoria
¿Has visto al niño que cantaba Y los barcos se acercan día a día
Sentado en una lágrima ¿Has visto este pájaro de islas lejanas Oigo un ladrido de perro que da la vuelta al
El niño que cantaba al lado de un suspiro Arrojado por la marea a los pies de mi cama? mundo
O de un ladrido de perro inconsolable? ¿Has visto el anillo hipnótico que va de ojo a ojo En tres semanas
¿Has visto al arco-iris sin colores Del amor al amor del odio al odio Y se muere en llegando
Terriblemente envejecido Del hombre a la mujer del planeta a la planeta?
Que vuelve del tiempo de los faraones? ¿Has visto en el cielo desierto El corazón ha roto las amarras
La paloma amenazada por los años A causa de los vientos
El miedo cambia la forma de las flores Con los ojos llenos de recuerdos Y el niño está quedándose huérfano
Que esperan temblando el juicio final Con el pecho lleno de silencio
Una a una las estrellas se arrojan por el balcón Más triste que el mar después de un naufragio? Si el paisaje se hiciera paloma
El mar se está durmiendo detrás de un árbol Antes de la noche se lo comería el mar
Con su calma habitual Detrás del águila postrera cantaba el cantador Pero el mar está preparando un naufragio
Porque sabe desde los tiempos bíblicos Tenía un anillo en el corazón Y tiene sus pensamientos por otros lados
Que el regreso es desconocido en la estrella polar Y se sentó en la tierra de su esfuerzo
Frente al volcán desafiado por una flor Navío navío
Ningún navegante ha encontrado la rosa de los El atleta quisiera ser un faro Tienes la vida corta de un abanico
( mares Para tener barcos que lo miren Aquí nos reímos de todo eso
La rosa que trae el recuerdo de sus abuelos Para hacerlos dormir para dormirse Aquí en el lejos lejos
Del fondo de sí misma Y arrullar al cielo como un árbol
Cansada de soñar El atleta La montaña embrujada por un ruiseñor
Cansada de vivir en cada pétalo Tiene un anillo en la garganta Sigue la miel del oso envenenado
Viento que estás pensando en la rosa del mar Y así se pasa el tiempo Pobre oso de piel de oso envenenado por la noche
Yo te espero de pie al final de esta línea Quieto quieto ( boreal
Yo sé dónde se esconde la flor que nace del sexo Porque le están creciendo anémonas en el cerebro Huye que huye de la muerte
( de las sirenas De la muerte sentada al borde del mar
En el momento del placer Contempla al huérfano que se paró en su edad
Cuando debajo del mar empieza a atardecer Por culpa de los ríos que llevan poca agua La montaña y el montaño
Y se oye crujir las olas Por culpa de las montañas que no bajan Con su luno y con su luna
Bajo los pies del horizonte Crece crece dice el violoncelo La flor florecida y el flor floreciendo
Yo sé yo sé dónde se esconde Como yo estoy creciendo Una flor que llaman girasol
Como está creciendo la idea del suicidio en la Y un sol que se llama giraflor
El viento tiene la voz de abeja de la joven pálida ( bella jardinera
La joven pálida como su propia estatua Crece pequeño zafiro más tierno que la angustia El pájaro puede olvidar que es pájaro
Que yo amé en un rincón de mi vida En los ojos del pájaro quemado A causa del cometa que no viene
Cuando quería saltar de una esperanza al cielo Por miedo al invierno o a un atentado
Y caí de naufragio en naufragio de horizonte en Creceré creceré cuando crezca la ciudad El cometa que debía nacer de un telescopio y una
horizonte Cuando los peces se hayan bebido todo el mar ( hortensia
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Que se creyó mirar y era mirado Y hermoso como un eclipse ( lágrimas


La rosa rompe sus lazos y florece al reverso de la Que ruedan por el cielo y cruzan el zodíaco
Un aviador se mata sobre el concierto único muerte De signo en signo
Y el ángel que se baña en algún piano Se abre la tumba y al fondo se ve la hirviente
Se vuelve otra vez envuelto en sones Noche de viejos terrores de noche ( nebulosa que se apaga y se alumbra
Buscando el receptor en los picachos ¿En dónde está la gruta polar nutrida de
Donde brotan las palabras y los ríos ( milagros? Un aerolito pasa sin responder a nadie
¿En dónde está el mirage delirante Danzan luminarias en el cadalso ilimitado
Los lobos hacen milagros De los ojos de arco-iris y de la nebulosa? En donde las cabezas sangrientas de los astros
En las huellas de la noche Se abre la tumba y al fondo se ve el mar Dejan un halo que crece eternamente
Cuando el pájaro incógnito se nubla El aliento se corta y el vértigo suspenso Se abre la tumba y salta una ola
Y pastan las ovejas al otro lado de la luna Hincha las sienes se derrumba en las venas La sombra del universo se salpica
Abre los ojos más grandes que el espacio que Y todo lo que vive en la sombra o en la orilla
Si es un recuerdo de música ( cabe en ellos Se abre la tumba y sale un sollozo de planetas
Nadie puede impedir que el circo se agrande en Y un grito se cicatriza en el vacío enfermo Hay mástiles tronchados y remolinos de
el silencio Se abre la tumba y al fondo se ve un rebaño ( naufragios
Ni las campanas de los astros muertos ( perdido en la montaña Doblan las campanas de todas las estrellas
Ni la serpiente que se nutre de colores La pastora con su capa de viento al lado de la Silba el huracán perseguido a través del infinito
Ni el pianista que está saliendo de la tierra ( noche Sobre los ríos desbordados
Ni el misionero que olvidó su nombre Cuenta las pisadas de Dios en el espacio Se abre la tumba y salta un ramo de flores carga-
Y se canta a sí misma ( das de cilicios
Si el camino se sienta a descansar Se abre la tumba y al fondo se ve un desfile de Crece la hoguera impenetrable y un olor de pa-
O se remoja en el otoño de las constelaciones ( témpanos de hielo ( sión invade el orbe
Nadie impedirá que un alfiler se clave en la eternidad Que brillan bajo los reflectores de la tormenta El sol tantea el último rincón donde se esconde
Ni la mujer espolvoreada de mariposas Y pasan en silencio a la deriva Y nace la selva mágica
Ni el huérfano amaestrado por una tulipa Solemne procesión de témpanos Se abre la tumba y al fondo se ve el mar
Ni la cebra que trota alrededor de un valse Con hachones de luz dentro del cuerpo Sube un canto de mil barcos que se van
Ni el guardián de la suerte Se abre la tumba y al fondo se ve el otoño y el En tanto un tropel de peces
( invierno Se petrifica lentamente
El cielo tiene miedo de la noche Baja lento lento un cielo de amatista
Cuando el mar hace dormir los barcos Se abre la tumba y al fondo se ve una enorme Cuánto tiempo ese dedo de silencio
Cuando la muerte se nutre en los rincones ( herida Dominando el insomnio interminable
Y la voz del silencio se llena de vampiros Que se agranda en lo profundo de la tierra Que reina en las esferas
Entonces alumbramos un fuego bajo el oráculo Con un ruido de verano y primaveras Es hora de dormir en todas partes
Para aplacar la suerte Se abre la tumba y al fondo se ve una selva de El sueño saca al hombre de la tierra
Y alimentamos los milagros de la soledad ( hadas que se fecundan
Con nuestra propia carne Cada árbol termina en un pájaro extasiado Festejamos el amanecer con las ventanas
Entonces en el cementerio sellado Y todo queda adentro de la elipse cerrada de sus Festejamos el amanecer con los sombreros
( cantos Se vuela el terror del ciclo
Por esos lados debe hallarse el nido de las
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Los cerros se lanzan pájaros a la cara Molino de intento Molino del firmamento
Amanecer con esperanza de aeroplanos Molino de aumento Molino del sentimiento
Bajo la bóveda que cuela la luz desde tantos siglos Molino de ungüento Molino del juramento
Amor y paciencia de columna central Molino de sustento Molino del ardimiento
Nos frotamos las manos y reímos Molino de tormento Molino del crecimiento
Nos lavamos los ojos y jugamos Molino de salvamento Molino del nutrimiento
Molino de advenimiento Molino del conocimiento
El horizonte es un rinoceronte Molino de tejimiento Molino del descendimiento
El mar un azar Molino de rugimiento Molino del desollamiento
El cielo un pañuelo Molino de tañimiento Molino del elevamiento
La llaga una plaga Molino de afletamiento Molino del endiosamiento
Un horizonte jugando a todo mar se sonaba con Molino de agolpamiento Molino del alumbramiento
( el cielo después de las siete plagas de Egipto Molino de alargamiento Molino del deliramiento
El rinoceronte navega sobre el azar como el co- Molino de alejamiento Molino del aburrimiento
( meta en su pañuelo lleno de plagas Molino de amasamiento Molino del engreimiento
Molino de engendramiento Molino del escalamiento
Razón del día no es razón de noche Molino de ensoñamiento Molino del descubrimiento
Y cada tiempo tiene insinuación distinta Molino de ensalzamiento Molino del escurrimiento
Los vegetales salen a comer al borde Molino de enterramiento Molino del remordimiento
Las olas tienden las manos Molino de maduramiento Molino del redoblamiento
Para coger un pájaro Molino de malogramiento Molino del atronamiento
Todo es variable en el mirar sencillo Molino de maldecimiento Molino del aturdimiento
Y en los subterráneos de la vida Molino de sacudimiento Molino del despeñamiento
Tal vez sea lo mismo Molino de revelamiento Molino del quebrantamiento
Molino de obscurecimiento Molino del envejecimiento
La herida de luna de la pobre loca Molino de enajenamiento Molino del aceleramiento
La pobre loca de la luna herida Molino de enamoramiento Molino del encarnizamiento
Tenía luz en la celeste boca Molino de encabezamiento Molino del anonadamiento
Boca celeste que la luz tenía Molino de encastillamiento Molino del arrepentimiento
El mar de flor para esperanza ciega Molino de aparecimiento Molino del encanecimiento
Ciega esperanza para flor de mar Molino de despojamiento Molino del despedazamiento
Cantar para el ruiseñor que al cielo pega Molino de atesoramiento Molino del descorazonamiento
Pega el cielo al ruiseñor para cantar Molino de enloquecimiento Molino en fragmento
Molino de ensortijamiento Molino en detrimento
Jugamos fuera del tiempo Molino de envenenamiento Molino en giramiento
Y juega con nosotros el molino de viento Molino de acontecimiento Molino en gruñimiento
Molino de viento Molino de descuartizamiento Molino en sacramento
Molino de aliento Molino del portento Molino en pensamiento
Molino de cuento Molino del lamento Molino en pulsamiento
Molino del momento Molino en pudrimiento
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Molino en nacimiento Molino para subimento Molino que presiento


Molino en apiñamiento Molino para flotamiento Molino que apaciento
Molino en apagamiento Molino para enfriamiento Molino que transparento
Molino en decaimiento Molino para embrujamiento Molino lento
Molino en derretimiento Molino para acogimiento Molino cruento
Molino en desvalimento Molino para apostamiento Molino atento
Molino en marchitamiento Molino para arrobamiento Molino hambriento
Molino en enfadamiento Molino para escapamiento Molino sediento
Molino en encantamiento Molino para escondimiento Molino sangriento
Molino en transformamiento Molino para estrellamiento Molino jumento
Molino en asolamiento Molino para exaltamiento Molino violento
Molino en concebimiento Molino para guarecimiento Molino contento
Molino en derribamiento Molino para levantamiento Molino opulento
Molino en imaginamiento Molino para machucamiento Molino friolento
Molino en desamparamiento Molino para renovamiento Molino avariento
Molino con talento Molino para desplazamiento Molino corpulento
Molino con acento Molino para anticipamiento Molino achaquiento
Molino con sufrimiento Molino para amonedamiento Molino granujiento
Molino con temperamento Molino para profetizamiento Molino ceniciento
Molino con fascinamiento Molino para descoyuntamiento Molino polvoriento
Molino con hormigamiento Molino como ornamento Molino cazcarriento
Molino con retorcimiento Molino como elemento Molino gargajiento
Molino con resentimiento Molino como armamento Molino sudoriento
Molino con refregamiento Molino como instrumento Molino macilento
Molino con recogimiento Molino como monumento Molino soñoliento
Molino con razonamiento Molino como palpamiento Molino turbulento
Molino con quebrantamiento Molino como descubrimiento Molino truculento
Molino con prolongamiento Molino como anunciamiento
Molino con presentimiento Molino como medicamento Así eres molino de viento
Molino con padecimiento Molino como desvelamiento Molino de asiento
Molino con amordazamiento Molino a sotavento Molino de asiento del viento
Molino con enronquecimiento Molino a barlovento Que teje las noches y las mañanas
Molino con alucinamiento Molino a ligamento Que hila las nieblas de ultratumba
Molino con atolondramiento Molino a lanzamiento Molino de aspavientos y del viento en aspas
Molino con desfallecimiento Molino a mordimiento El paisaje se llena de tus locuras
Molino para aposento Molino a movimiento
Molino para convento Molino que invento Y el trigo viene y va
Molino para ungimiento Molino que ahuyento De la tierra al cielo
Molino para alojamiento Molino que oriento Del cielo al mar
Molino para cargamento Molino que caliento
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Los trigos de las olas amarillas Mientras bailamos sobre el azar de la risa Y no sólo soy luciérnaga
Donde el viento se revuelca Ahora que la grúa que nos trae el día Sino también el aire en que vuela
Buscando la cosquilla de las espigas Volcó la noche fuera de la tierra La luna me atraviesa de parte a parte
Dos pájaros se pierden en mi pecho
Escucha Empiece ya Sin poderlo remediar
Pasa el palpador en eléctricas corrientes La farandolina en la lejantaña de la montanía Y luego soy árbol
El viento norte despeina tus cabellos El horimento bajo el firmazonte Y en cuanto a árbol conservo mis modos de
Hurra molino moledor Se embarca en la luna ( luciérnaga
Molino volador Para dar la vuelta al mundo Y mis modos de cielo
Molino charlador Empiece ya Y mi andar de hombre mi triste andar
Molino cantador La faranmandó mandó liná Ahora soy rosal y hablo con lenguaje de rosal
Cuando el cielo trae de la mano una tempestad Con su musiquí con su musicá Y digo
Hurra molino girando en la memoria Sal rosa rorosalía
Molino que hipnotiza las palomas viajeras La carabantantina Sal rosa al día
La carabantantú Salía al sol rosa sario
Habla habla molino de cuento La farandosilina Fueguisa mía sonrodería rososoro oro
Cuando el viento narra tu leyenda etérea La Farandú Ando pequeño volcán del día
Sangra sangra molino del descendimiento La Carabantantá Y tengo miedo del volcán
Con tu gran recuerdo pegado a los ocasos del La Carabantantí Mas el volcán responde
( mundo La farandosilá Prófugo rueda al fondo donde ronco
Y los brazos de tu cruz fatigados por el huracán La faransí Soy rosa de trueno y sueno mis carrasperas
Estoy preso y arrastro mis propios grillos
Así reímos y cantamos en esta hora Ríe ríe antes que venga la fatiga Los astros que trago crugen en mis entrañas
Porque el molino ha creado el imperio de su luz En su carro nebuloso de días Proa a la borrasca en procesión procreadora
( escogida Y los años y los siglos Proclamo mis proezas bramadoras
Y es necesario que lo sepa Se amontonen en el vacío Y mis bronquios respiran en la tierra profunda
Es necesario que alguien se lo diga Y todo sea oscuro en el ojo del cielo Bajo los mares y las montañas
Y luego soy pájaro
Sol tú que naciste en mi ojo derecho La cascada que cabellera sobre la noche Y me disputo el día en gorgeos
Y moriste en mi ojo izquierdo Mientras la noche se cama a descansar El día que me cruza la garganta
No creas en los vaticinios del zodíaco Con su luna que almohada al cielo Ahora solamente digo
Ni en los ladridos de las tumbas Yo ojo el paisaje cansado Callaos que voy a cantar
Las tumbas tienen maleficios de luna Que se ruta hacia el horizonte Soy el único cantor de este siglo
Y no saben lo que hablan A la sombra de un árbol naufragando Mío mío es todo el infinito
Yo te lo digo porque mi sombrero está cansado Mis mentiras huelen a cielo
( de recorrer el mundo Y he aquí que ahora me diluyo en múltiples cosas Y nada más
Y tengo una experiencia de mariposa milenaria Soy luciérnaga y voy iluminando las ramas de la Y ahora soy mar
( selva Pero guardo algo de mis modos de volcán
Profetiza profetiza Sin embargo cuando vuelo guardo mi modo de De mis modos de árbol de mis modos de
Molino de las constelaciones ( andar ( luciérnaga
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De mis modos de pájaro de hombre y de rosal Y las olas mi único tesoro Atad el arco-iris al pirata
Y hablo como mar y digo Yo soy el rey Atad el viento a los cabellos de la bruja
De la firmeza hasta el horicielo El rey canta a la reina Yo soy el rey
Soy todo montalas en la azulaya El cielo canta a la ciela Y trazaré tu horóscopo como un plan de batalla
Bailo en las volaguas con espurinas El luz canta a la luz
Una corriela tras de la otra La luz que busca el ojo hasta que lo encuentra Oyendo esto el arco-iris se alejaba
Ondola en olañas mí rugazuelo Canta el cielo en su lengua astronómica Adónde vas arco-iris
Las verdondilas bajo la luna del selviflujo Y la luz en su idioma magnético No sabes que hay asesinos en todos los caminos?
Van en montonda hasta el infidondo Mientras el mar lame los pies de la reina El iris encadenado en la columna montante
Y cuando bramuran los hurafones Que se peina eternamente Columna de mercurio en fiesta para nosotros
Y la ondaja lanza a las playas sus laziolas Yo soy el rey Tres mil doscientos metros de infrarrojo
Hay un naufundo que grita pidiendo auxilio Y os digo que el planeta que atravesó la noche Un extremo se apoya en mi pie y el otro en la
Yo me hago el sordo No se reconoce al salir por el otro lado ( llaga de Cristo
Miro las butraceas lentas sobre mis tornadelas Y mucho menos al entrar en el día Los domingos del arco-iris para el arcángel
La subaterna con sus brajidos Pues ni siquiera recuerda cómo se llamaba ¿En dónde está el arquero de los meteoros?
Las escalolas de la montasca Ni quiénes eran sus padres El arquero arcaico
Las escalolas de la desonda Dime ¿eres hijo de Martín Pescador Bajo la arcada eterna el arquero del arcano con
Que no descansan hasta que roen el borde de los O eres nieto de un cigüeña tartamuda ( su violín violeta con su violín violáceo con su
( altielos O de aquella jirafa que vi en medio del desierto violín violado
Hasta que llegan al abifunda Pastando ensimismada las yerbas de la luna Arco-iris arco de las cejas en mi cielo arqueológico
En tanto el pirata canta O eres hijo del ahorcado que tenía ojos de Bajo el área del arco se esconde el arca de tesoros
Y yo lo escucho vestido de verdiul ( pirámide? ( preciosos
La lona en el mar riela Algún día lo sabremos Y la flor montada como un reloj
En la luna gime el viento Y morirás sin tu secreto Con el engranaje perfecto de sus pétalos
Y alza en blanco crugimiento Y de tu tumba saldrá un arco-iris como un tranvía Ahora que un caballo empieza a subir galopando
Alas de olas en mi azul Del arco-iris saldrá una pareja haciendo el amor ( por el arco-iris
Del amor saldrá una selva errante Ahora la mirada descarga los ojos demasiado
El mar se abrirá para dejar salir los primeros De la selva saldrá una flecha ( llenos
náufragos De la flecha saldrá una liebre huyendo por los En el instante en que huyen los ocasos a través
Que cumplieron su castigo ( campos ( de las llanuras
Después de tantos siglos y más siglos De la liebre saldrá una cinta que irá señalando su El cielo está esperando un aeroplano
Andarán por la tierra con miradas de vidrio ( camino Y yo oigo la risa de los muertos debajo de la
Escalarán los montes de sus frases proféticas De la cinta saldrá un río y una catarata que sal- tierra
Y se convertirán en constelaciones ( vará a la liebre de sus perseguidores
Entonces aparecerá un volcán en medio de las Hasta que la liebre empiece a trepar por una
( olas ( mirada CANTO VI
Y dirá yo soy el rey Y se esconda al fondo del ojo
Traedme el harmonio de las nebulosas Alhaja apoteosis y molusco
Y sabed que las islas son las coronas de mi Yo soy el rey Anudado
( cabeza Los ahogados florecen cuando yo lo mando noche
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nudo Lento lenta Noche y noche


El corazón ala ola Apoteosis
Esa entonces dirección Ola ola el ladino si ladino Que tenía cristal ojo cristal seda cristal nube
nudo temblando Pide ojos La escultura seda o noche
Flexible corazón la apoteosis Tengo nacar Lluvia
Un dos tres En la seda cristal nube Lana flor por ojo
cuatro Cristal ojos Flor por nube
Lágrima y perfumes Flor por noche
mi lámpara Bella tienda Señor horizonte viene viene
y molusco Cristal nube Puerta
El pecho al melodioso muerte joya o en ceniza Iluminando negro
Anudado la joya Porque eterno porque eterna Puerta hacia ideas estatuarias
Con que temblando angustia lento lenta Estatuas de aquella ternura
Normal tedio Al azar del cristal ojos A dónde va
Sería pasión Gracia tanta De dónde viene
Muerte el violoncelo y entre mares el paisaje viento seda
Una bujía el ojo Mira mares El paisaje
Otro otra Nombres daba señor verde
Cristal si cristal era por los ojos hojas mago Quién diría
Cristaleza Alto alto Que se iba
Magnetismo Y el clarín de Babel Quién diría cristal noche
sabéis la seda Pida nácar Tanta tarde
Viento flor tenga muerte Tanto cielo que levanta
lento nube lento Una dos y cuatro muerte Señor cielo
Seda cristal lento seda Para el ojo y entre mares cristal cielo
El magnetismo Para el barco en los perfumes Y las llamas
seda aliento cristal seda Por la joya al infinito y en mi reino
Así viajando en postura de ondulación Vestir cielo sin desmayo Ancla noche apoteosis
Cristal nube Se deshoja tan prodigio Anudado
Molusco sí por violoncelo y joya El cristal ojo la tormenta
Muerte de joya y violoncelo Y la visita Ancla cielo
Así sed por hambre o hambre y sed flor y rama sus raíces
Y nube y joya Al gloria trino El destino tanto azar
Lento apoteosis Se desliza deslizaba
nube Va viajando Nudo Noche Apagándose pradera
Ala ola ole ala Aladino Me daría Por quien sueña
El ladino Aladino Ah ladino dino la cristaleras Lunancero cristal luna
Cristal nube tanto azar El que sueña
Adónde y noche y noche El que reino
en dónde Que tenía la borrasca
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de sus hierros Cristal mío Matrisola


Ancla mía golondrina Baño eterno matriola
Sus resortes en el mar el nudo noche Olamina olasica lalilá
Ángel mío El gloria trino Isonauta
tan obscuro sin desmayo Olandera uruaro
tan color Al tan prodigio Ia ia campanuso compasedo
Tan estatua y tan aliento Con su estatua Tralalá
Tierra y mano Noche y rama Aí ai mareciente y eternauta
La marina tan armada Cristal sueño Redontella tallerendo lucenario
Armaduras los cabellos Cristal viaje Ia ia
Ojos templo Flor y noche Laribamba
y el mendigo Con su estatua Larimbambamplanerella
Estallado corazón Cristal muerte Laribambamositerella
Montanario Leiramombaririlanla
Campañoso lirilam
Suenan perlas CANTO VII Ai i a
Llaman perlas Temporía
El honor de los adioses Al aia aia Ai ai aia
Cristal nube ia ia ia aia ui Ululayu
El rumor y la lanzada Tralalí lulayu
Nadadora Lali lalá layu yu
Cristal noche Aruaru Ululayu
La medusa irreparable urulario ulayu
Dirá espectro Lalilá ayu yu
Cristal seda Rimbibolam lam lam Lunatando
Olvidando la serpiente Uiaya zollonario Sensorida e infimento
Olvidando sus dos piernas lalilá Ululayo ululamento
Sus dos ojos Monlutrella monluztrella Plegasuena
Sus dos manos lalolú Cantasorio ululaciente
Sus orejas Montresol y mandotrina Oraneva yu yu yo
Aeronauta Ai ai Tempovío
en mi terror Montesur en lasurido Infilero e infinauta zurrosía
Viento aparte Montesol Jaurinario ururayú
Mandodrina y golonlina Lusponsedo solinario Montañendo oraranía
Mandolera y ventolina Aururaro ulisamento lalilá Arorasía ululacente
Enterradas Ylarca murllonía Semperiva
Las campanas Hormajauma marijauda ivarisa tarirá
Enterrados los olvidos Mitradente Campanudio lalalí
En su oreja Mitrapausa Auriciento auronida
viento norte Mitralonga Lalalí
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Io ia
iiio
Ai a i a a i i i i o ia

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