2.3 B) Arrabal y Nieva
2.3 B) Arrabal y Nieva
2.3 B) Arrabal y Nieva
Francisco Nieva no empieza a publicar obras hasta 1971. Practicó distintas modalidades
teatrales, como el llamado Teatro furioso o el Teatro de farsa y calamidad. Entre sus obras
más representativas encontramos: Maldita sean Coronada y sus hijas o Sombra y quimera
de Larra.
Su obra dramática se puede dividir en dos grupos: el teatro de farsa y el teatro furioso. Los
rasgos más característicos del teatro de farsa y calamidad son: un argumento más
entramado, con cierta intriga y desarrollo lineal. Un lenguaje que se suaviza con respecto al
teatro furioso y pierde gran parte de su componente barroco, haciéndose más funcional y
preciso. La génesis de las obras de Nieva viene del melodrama romántico y de misterio,
por lo que sus personajes se impregnan de magia, de los sueños e ideales propios del héroe
romántico. Y que el propio Nieva relaciona las obras de este grupo con lo gótico.La principal
obra de este tipo de teatro es La señora Tártara. Y, el teatro furioso. Los rasgos que lo
caracterizan son: Las obras son comedias, con acción esencial, concentrada, los personajes
no son individuos, con psicología individual, sino prototipos, Nieva pretende que el director
vuelque su imaginación para completar la acción y resaltar la estética, sus obras tienen una
fuerte vinculación con la cultura española, pero siempre desde el trasfondo, es un teatro
dirigido a los sentidos. Según Nieva, sus principales rasgos son: la rapidez de acción, la
sorpresa. La retórica burlona y el Énfasis satírico.
Entre las obras más relevantes citaremos: Pelo de tormenta El combate de Ópalos y Tasia y
La carroza de plomo candente .
Otros autores experimentales y vanguardistas son: Miguel Romero Esteo, Pasodoble.
Antonio Martínez Ballesteros, Farsas contemporáneas. Luis Riaza, Retrato de dama con
perrito. José María Bellido, Milagro en Londres. José Ruibal, El hombre y la mosca. Luis
Matilla, Una guerra en cada esquina. Y, Jordi Teixidor, El retablo del flautista.
La llegada de los grupos independientes a nuestro teatro supuso una bocanada de aire
fresco, la apertura definitiva a las nuevas corrientes teatrales europeas y un intento muy claro
por sacar a las artes escénicas de su postración, volviendo a convertirlas en espectáculos
populares. Para ello, los nuevos grupos apuestan por los happening o improvisaciones, las
funciones al aire libre, la espectacularidad circense, los pasacalles... Algunos grupos
importantes: Ramón Fontseré, Albert Boadella y Els Joglars, Els Comediants, La Fura dels
Baus, Tricicle, Teatre Lliure, Dagoll Dagom, Akelarre, La Cubana, Ángel Facio y Los
Goliardos y el Grupo Tábano.