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Iii - Que Pasa Si No Se Respetan Mis DH

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III

Creando lazos
con tus derechos
¿Qué pasa si no
se respetan mis
derechos humanos?
Sistema Bibliotecario de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
Catalogación

PO
Q010.113 ¿Qué pasa si no se respetan mis derechos humanos? / coordinador Luis
C732c Daniel Vázquez Valencia ; personas coautoras Luis Daniel Vázquez
V.3 Valencia [y otros tres] ; ilustradora Carolina Rodríguez Monterrubio ; esta
obra estuvo a cargo de la Dirección General de Derechos Humanos de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación ; presentación Regina Castro
Traulsen. – Primera edición. – Ciudad de México, México : Suprema
Corte de Justicia de la Nación, 2021.
1 recurso en línea (xix, 78 páginas ; ilustraciones a color ; 22 cm.). --
(Creando lazos con tus derechos ; 3)

ISBN 978-607-552-183-1 (Obra Completa)


ISBN 978-607-552-186-2 (Volumen III)

Material disponible en PDF.

1. Derechos humanos – Reforma constitucional – Análisis – México


2. Protección de los derechos humanos – Instrumentos internacionales –
Evolución 3. México. Suprema Corte de Justicia de la Nación – Decisiones
judiciales 4. Violación de los Derechos humanos 5. Mecanismos de defensa
de Derechos humanos 6. Acceso a la justicia I. Vázquez Valencia, Luis
Daniel, coordinador, autor II. Rodríguez Monterrubio, Carolina, ilustrador
III. Castro Traulsen, Regina, escritor de prólogo IV. México. Suprema Corte
de Justicia de la Nación. Dirección General de Derechos Humanos V. ser.
LC KGF3003

Primera edición: marzo de 2021

D.R. © Suprema Corte de Justicia de la Nación


Avenida José María Pino Suárez núm. 2
Colonia Centro, Alcaldía Cuauhtémoc
C.P. 06060, Ciudad de México, México.

Prohibida su reproducción total o parcial por cualquier medio, sin autorización


escrita de los titulares de los derechos.

El contenido de los documentos que conforman esta obra es responsabilidad


exclusiva de las personas autoras y no representa en forma alguna la opinión
institucional de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Esta obra estuvo a cargo de la Dirección General de Derechos Humanos de la


Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Ilustraciones: Carolina Rodríguez Monterrubio.

La edición y el diseño de esta obra estuvieron a cargo de la Dirección General de la


Coordinación de Compilación y Sistematización de Tesis de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación.
III

Creando lazos
con tus derechos
¿Qué pasa si no
se respetan mis
derechos humanos?

Coordinador
Luis Daniel Vázquez Valencia

Personas coautoras
Luis Daniel Vázquez Valencia
Claudia Ileana Espinoza Díaz
Sandra Liliana Serrano García
Laura Georgina Flores Ivich

Ilustradora
Carolina Rodríguez Monterrubio
SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN

Ministro Arturo Zaldívar­


Presidente

Primera Sala
Ministra Ana Margarita Ríos-Farjat
Presidenta

Ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá


Ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena
Ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo
Ministra Norma Lucía Piña Hernández

Segunda Sala
Ministra Yasmín Esquivel Mossa
Presidenta

Ministro Luis María Aguilar Morales


Ministro José Fernando Franco González Salas
Ministro Javier Laynez Potisek
Ministro Alberto Pérez Dayán

Dirección General de Derechos Humanos


Mtra. Regina Castro Traulsen
Directora General
CONTENIDO

Presentación............................................................................ VII

Introducción............................................................................. XI

1. ¿Qué es una violación a los derechos humanos?.............. 1

2. Si vulneraron mis derechos, ¿qué derechos tengo?.......... 13

3. ¿Quiénes pueden ayudar a defender los derechos?


Las personas defensoras de derechos humanos.............. 25

4. ¿Cómo hago valer mis derechos? Los mecanismos


de exigibilidad.................................................................... 31

5. El derecho de acceso a la justicia...................................... 41

6. ¿Qué es la Suprema Corte de Justicia de la Nación?........ 47

7. Los organismos internacionales......................................... 65

Conclusiones........................................................................... 69

Fuentes de información........................................................... 73

V
PRESENTACIÓN

Es de dominio público que la reforma constitucional de derechos


humanos del 10 de junio de 2011 cambió la historia del sistema
jurídico mexicano. Su contenido ha tenido profundos efectos trans­
formadores no sólo en la forma de entender y aprender el derecho
desde las aulas y la doctrina, sino en la manera de exigir su apli­
cación desde el foro jurídico y en la interpretación realizada dentro
de las resoluciones dictadas por los órganos jurisdiccionales de
todas las instancias.

El cambio ha sido integral: desde las implicaciones que pudieran


parecer más sencillas, como la modificación nominal del Capítulo I
del Título Primero constitucional —aunque no lo sean, pues no hay
que subestimar el poder que tiene el uso del lenguaje­—, hasta sus
más complejas consecuencias, como hacer realidad el principio pro
personae, el control difuso de constitucionalidad y convenciona­
lidad o el reconocimiento del interés legítimo para una correcta
protección y garantía de los derechos humanos.

Además, la construcción de este nuevo paradigma que coloca


a las personas como el centro del andamiaje jurídico hubiera sido
inconcebible sin la disposición expresa de las obligaciones de todas

VII
las autoridades, en el ámbito de sus competencias, de promover,
respetar, proteger y garantizar los derechos humanos reconocidos
en el mismo texto constitucional y en los tratados internacionales
de los que el Estado mexicano es parte.

Es fundamental también el hecho de que dichas obligaciones


comprenden a su vez las de prevenir, investigar, sancionar y reparar
las violaciones a los derechos humanos, pues su cumplimiento es
clave para el reconocimiento de la dignidad, memoria, verdad y jus­
ticia que merecen todas las personas, entre ellas, aquellas que se
encuentren dentro del territorio mexicano.

Han transcurrido diez años desde la publicación de la reforma.


El tiempo de transición no ha sido sencillo ni terso, sin embargo, los
pasos dados desde todos los ámbitos han sido firmes y hoy po­
demos decir que hemos alcanzado metas y objetivos que antes
resultaban inimaginables, lo que es motivo de reconocimiento,
conmemoración y celebración.

No cabe duda que el papel de la Suprema Corte de Justicia


de la Nación (SCJN) en la implementación de esta reforma ha sido
esencial pues, a través de diversos precedentes, ha fijado los alcan­
ces de las interpretaciones y el contenido de múltiples derechos
humanos, lo que ha permitido aterrizar este gran cambio no sólo en
las resoluciones jurisdiccionales, sino en el día a día de las per­
sonas que atraviesan realidades y situaciones de vulnerabilidad
o que han sido víctimas de alguna situación de injusticia en nues­
tro país.

En la Dirección General de Derechos Humanos de la SCJN


tenemos como prioridad visibilizar el hecho de que detrás de
cada ley, reforma, tratado internacional, estudio, investigación jurí­
dica y expediente judicial, están cientos de miles de personas
que experimentan en carne propia las consecuencias de la aplica­
ción del derecho, las cuales, a partir de la referida reforma cons­

VIII
Creando lazos con tus derechos
titucional, deben ser siempre respetuosas y protectoras de los
derechos humanos.

Retomando las líneas generales de trabajo 2019-2022 pre­


sentadas por el Ministro Presidente Arturo Zaldívar, nos hemos
impuesto la tarea de fortalecer el vínculo entre la justicia federal y
la ciudadanía. Para ello, consideramos de vital importancia comu­
nicar a toda la sociedad, en una forma clara y comprensible, sobre
el contenido y alcance de los derechos humanos, pues el len­
guaje jurídico, muchas veces cargado de tecnicismos, ha creado
una brecha con la sociedad que es indispensable eliminar.

Esta obra es una de las múltiples acciones concretas que hemos


realizado en cumplimiento de nuestra obligación general de pro­
mover los derechos humanos con el compromiso particular de ciuda­
danizar la información y hacerla accesible a todas las personas.
En esta ocasión, se pretende satisfacer este objetivo a través de
responder y analizar las siguientes cuestiones: (i) ¿Qué son los
derechos humanos?; (ii) ¿Para qué sirven mis derechos huma­
nos?; (iii) ¿Qué pasa si no se respetan mis derechos humanos?, y
(iv) Grandes mitos sobre los derechos humanos.

Los cuatro cuadernillos comprendidos en esta serie, como lo


dice su nombre, tienen la finalidad particular de crear lazos entre
las personas y sus derechos humanos. Las interrogantes que pre­
sentan los tres primeros cuadernillos resuelven dudas genuinas
que se presentan en el cotidiano social sobre los derechos huma­
nos y permitirán tener una mayor claridad de su contenido y alcance.
Por otro lado, el último cuadernillo resultará de gran utilidad para
entender lo que no son los derechos humanos y las afectaciones que
tiene para la sociedad el malinterpretar su función y su naturaleza.

Sin duda, la mayor intención de esta publicación conmemora­


tiva de los 10 años de la reforma constitucional es que, quienes se
acerquen a ella, interioricen que los derechos humanos son parte

IX
¿Qué pasa si no se respetan mis derechos humanos?
de nuestra vida diaria, que están presentes en casi todas las
acciones que realizamos y que, a partir de su lectura, puedan tener
más y mejores herramientas para saber cuáles son y qué hacer en
caso de que se violen, para así poder ejercer con plenitud su dig­
nidad humana, su libertad y su vida misma.

En la cultura de derechos humanos que se vio particularmente


exacerbada a partir de la reforma constitucional de hace diez años,
sería contradictorio e incluso irracional excluir a la ciudadanía de
sus grandes beneficios, por ello tenemos la convicción de que este
material que presentamos es un esfuerzo más para multiplicar sus
logros y que, así, con la participación de la sociedad entera, cami­
nemos hacia un país más justo e igualitario.

Regina Castro Traulsen


Directora General de Derechos Humanos
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación

X
Creando lazos con tus derechos
INTRODUCCIÓN

¿Cómo comienza tu día cada mañana? Suena el despertador,


abres los ojos, lo apagas y miras el techo, ¿cierto? Ni hablar, es
hora de levantarse. Te sacudes de las sábanas y abres la llave
de la ducha para que llegue el agua caliente mientras te cepillas
los dientes. Te apresuras a llegar a la cocina, prendes la radio para
escuchar el noticiero mientras preparas el desayuno. Te alistas
para salir de casa ya sea rumbo a la escuela de las y los hijos, a
tu propia escuela o a tu trabajo. ¿Te das cuenta? ¡Apenas han pa­
sado un par de horas del día y ya hiciste uso de nueve derechos
humanos!

Despertar bajo un techo es el derecho a la vivienda. Al abrir la


llave de la ducha y cepillarse los dientes estás haciendo uso del
derecho de acceso al agua. Al prender la radio hay dos derechos:
la libertad de expresión de la persona que habla desde el noti­
ciero, y tu derecho a la información. Preparar el desayuno es el
ejercicio del derecho a la alimentación. Salir de la casa con o sin
rumbo es la libertad de tránsito. Llevar a las y los hijos al colegio
o dirigirse a la escuela supone el derecho a la educación. Si en
realidad te diriges al trabajo, estás ejerciendo un derecho humano
laboral, precisamente el derecho al trabajo. Si te dedicas al trabajo

XI
en el campo, resulta muy interesante porque además de ejercer el
derecho al trabajo, ¡los productos que cultivas y después comer­
cializas son parte del derecho a la alimentación de otras personas!

Que puedas ejercer todos estos derechos a partir de lo que has


decidido como lo mejor para tu vida es parte de tus derechos a la
vida digna y al libre desarrollo de la personalidad. Los derechos
humanos nos acompañan todo el tiempo, están ahí. Los ejerce­
mos sin apenas darnos cuenta.

Los derechos humanos parecen irrelevantes cuando los ejer­


cemos cotidianamente, como en esas dos primeras horas del día
en que casi ni nos damos cuenta de que los derechos nos están
acompañando y habilitando. En cambio, nuestros derechos to­
man mucha más importancia justo cuando nos los violan, cuando
alguien transgrede nuestra esfera de derechos. Por ejemplo, ima­
gina que en lugar del despertador, quien te despierta es un noti­
ficador para avisarte que tu casa será expropiada. ¡Vaya forma
de despertar! Dependiendo de cómo se realizó el proceso de
expropiación, podría ser que tu derecho a la vivienda esté siendo
vulnerado.

Supongamos que eres parte de una comunidad campesina.


Quitemos el despertador, pongamos un gallo y comencemos la
siembra a las 5 de mañana. A las puertas de tu casa llega el mis­
mo notificador, pero en vez de expropiar tu casa, sucede que tus
tierras serán utilizadas para un proyecto de energía hídrica, en
ellas se va a construir una presa, y tú y tu familia deben desalojar­
las. De nuevo, si no hay un proceso con información previa debida­
mente apegado a derecho, no sólo se estaría violando tu derecho
a la vivienda, también tu derecho al trabajo porque de esas tierras
vives. De igual manera el derecho a la alimentación, si es que parte
del cultivo es para el autoconsumo. Si además se trata de una
comunidad indígena, se violenta también tu derecho a la consulta
previa, libre e informada a la propiedad sobre tu territorio, e incluso,

XII
Creando lazos con tus derechos
si la cultura de tu comunidad indígena corre el riesgo de desapa­
recer debido al desalojo, pues también se violentan tus derechos
culturales.

En otro escenario, imagina que quieres salir a la calle y por el


noticiero te avisan que hay un toque de queda, por lo que todas
las personas que estén en la calle serán detenidas. Si la restricción
no se fundamenta en una norma y si además no es adecuada para
conseguir un fin legal, puede ser violatoria de tu libertad de trán­
sito. Peor aún, si en alguna detención se dan excesos policiacos,
también podemos estar frente a violaciones al derecho a la integri­
dad personal, debido proceso y, en el mayor de los excesos, hasta
a tu derecho a la prohibición de desaparición forzada y a la vida.
Como te podrás imaginar, es en estos casos cuando nuestros de­
rechos se tornan más relevantes.

Los derechos humanos fueron concebidos para proteger lo que


las personas consideramos más importante: nuestra vida, nuestra
libertad, nuestro sustento diario, nuestra posibilidad de decidir y
de vivir bien. Los derechos humanos y los valores que se con­
cretan por medio de ellos constituyen lo que podemos llamar digni­
dad humana. Este concepto puede parecer muy complejo: dignidad
humana. La realidad es que se concreta en cosas muy especí­
ficas: que nadie sea detenido en forma arbitraria, ni torturado, ni
desaparecido. La vida es digna cuando se cuenta con empleo y con
un salario suficiente. La vida es digna si hay pan y agua limpia en
la mesa. La vida es digna cuando el aire es fresco y se puede respi­
rar, ese también es un derecho humano, se llama derecho al medio
ambiente sano. Los derechos humanos, nuestros derechos, están
ahí para lograr que la vida sea digna, para concretar la dignidad
humana.

La apuesta por los derechos humanos es tanto social como


política. La apuesta por los derechos humanos debe ser apro­
piada por el gobierno, pero también por la oposición. Por todos

XIII
¿Qué pasa si no se respetan mis derechos humanos?
los Poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, en todos los niveles
(federal, estatal y municipal). Pero esa apuesta por los derechos
debe también ser tu apuesta y la nuestra. Por ejemplo, si miras un
acto que consideras injusto, siempre puedes acercarte a la víc­
tima y preguntarle: ¿estás bien?, ¿necesitas ayuda? Cuando co­
mienzas con cosas tan sencillas como ésas, cambiamos, cambia
también la realidad que en ese momento vive la víctima, y a largo
plazo, cambiará también la sociedad. A esto le llamamos empatía.

La apuesta por los derechos humanos no sólo recae en la socie­


dad, es también parte de las obligaciones del gobierno. Un país
que se considera democrático, como México, debe tener en el
centro de todos sus actos a las personas y sus derechos. Por
ejemplo, uno de los principales objetivos de una política pública, la
que sea, debe ser proteger, promover, respetar o garantizar algún
derecho humano de las personas. Aquí los ejemplos sobran: las
políticas públicas de salud, de educación, de vivienda o de alimen­
tación se refieren todas a los derechos económicos, sociales y
culturales. Pero no sólo ese tipo de políticas públicas, también
aquellas sobre seguridad pública como la Estrategia Nacional de
Seguridad Pública o el Plan de Persecución Penal. Esos documen­
tos establecen la política pública de seguridad, y en el centro de
esos documentos deben estar las personas y sus derechos. Ya sea
para evitar que se cometan delitos que afecten los derechos hu­
manos de las personas, como la integridad y libertad personales
por medio del secuestro, o directamente el derecho a la vida por
medio de los homicidios; o que se violenten los derechos al debido
proceso y a la integridad personal de quienes son detenidos y
que, bajo ningún pretexto, pueden ser torturadas o torturados.

El Estado mexicano no sólo realiza actividades por medio de


políticas públicas, lo hace también mediante presupuestos, leyes
y reglamentos, y sentencias. Cualquiera de esos actos, como vimos
con las políticas públicas, debe tener en cuenta los derechos y a
las personas. Así de grande, así de potente es la apuesta por los
derechos. ¿Te imaginas cómo sería México si logramos que todas

XIV
Creando lazos con tus derechos
y todos pensaran y actuaran con esta lógica? ¿Que se apropia­
ran de los derechos y buscaran que cada acto tuviera como obje­
tivo el ejercicio de los derechos de las personas? Más aún, ¿te
imaginas cómo sería nuestra cotidianidad si nosotros, todas y todos,
viviéramos para facilitar el ejercicio de los derechos de los demás
por medio de nuestra tolerancia, participación, vigilancia y respon­
sabilidad? ¿Te parece utópico e imposible? Pues bien, a eso te
invito, a construir esta utopía, a hacer posible lo que otros pueden
creer imposible.

Toda apuesta requiere un punto de partida. La apuesta por los


derechos humanos comienza con un marco constitucional ade­
cuado para el respeto, protección, garantía y promoción de nues­
tros derechos. Claro, esto es apenas el inicio. No basta con un buen
andamiaje normativo, si éste no se encuentra acompañado de polí­
ticas públicas, organizaciones institucionales, servidores públicos
capaces y comprometidos, y algunos otros elementos, pero el punto
de partida es siempre un buen marco jurídico.

La regulación de los derechos humanos comienza en la esfera


internacional. ¿Has escuchado hablar de las Naciones Unidas? Es la
organización que nace después de la Segunda Guerra Mundial con
el objetivo de evitar que volviera a suceder una guerra como ésa,
acompañada de campos de concentración, asesinato y extinción
de pueblos enteros. Actualmente, Naciones Unidas está confor­
mada por más de 190 países y una de sus principales actividades
es el respeto de los derechos humanos a partir de diversos me­
canismos e instrumentos. Ejemplos de estos últimos son la Decla­
ración Universal de los Derechos Humanos, adoptada en 1948, así
como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el
Pacto Internacional de Derechos Económicos y Sociales de 1966.
Otra fuente internacional de los derechos humanos proviene de
la Organización de los Estados Americanos (OEA), ¿has escuchado
acerca de ella? La OEA fue creada en 1948. Actualmente está
conformada por 35 países. Una de las tareas de esta organización
también es la defensa de los derechos humanos, para lo cual se

XV
¿Qué pasa si no se respetan mis derechos humanos?
han redactado diversos instrumentos internacionales como la
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre y
la Convención Americana sobre Derechos Humanos.

Al conjunto de instrumentos y mecanismos generados en el


marco de las Naciones Unidas se le conoce como Sistema Uni­
versal de Derechos Humanos, al desarrollado por la OEA se le llama
Sistema Interamericano de Derechos Humanos. Todos estos ins­
trumentos y mecanismos internacionales conforman lo que se
conoce como Derecho Internacional de los Derechos Humanos que
desarrolla los estándares internacionales de derechos humanos.

En 2011, el Congreso de la Unión llevó a cabo una reforma cons­


titucional en materia de derechos humanos. Con ella, la Constitu­
ción Política de los Estados Unidos Mexicanos se puso al día en
relación con las normas provenientes del Derecho Internacional
de los Derechos Humanos. Es decir, nuestra Constitución recuperó
el contenido y las obligaciones establecidos en los tratados inter­
nacionales que antes mencionamos. La modificación más rele­
vante se encuentra en los primeros tres párrafos del artículo primero
constitucional, que dice:

Artículo 1o. En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas


gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta Constitución
y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea
parte, así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio
no podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las
condiciones que esta Constitución establece.

Las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de


conformidad con esta Constitución y con los tratados internacio­
nales de la materia favoreciendo en todo tiempo a las personas la
protección más amplia.

Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la


obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los dere­
chos humanos de conformidad con los principios de universalidad,

XVI
Creando lazos con tus derechos
interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En consecuen­
cia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las
violaciones a los derechos humanos, en los términos que establezca
la ley.

En 2021 se cumplen 10 años de la Reforma, por lo que la


Dirección General de Derechos Humanos de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación (SCJN) decidió recordar la fecha con cuatro
cuadernillos de divulgación en materia de derechos humanos:

I. ¿Qué son los derechos humanos?


II. ¿Para qué sirven mis derechos humanos?
III. ¿Qué pasa si no se respetan mis derechos humanos?
IV. Grandes mitos sobre los derechos humanos

Estas páginas corresponden al tercer cuadernillo ¿Qué pasa


si no se respetan mis derechos humanos? Cuando un derecho
humano no se respeta, protege, promueve o garantiza, lo que su­
cede es una violación a derechos humanos. Esto implica que alguien
ha dejado de cumplir sus obligaciones y con su conducta afectó
los derechos de una o varias personas. Las violaciones a derechos
humanos son la falta de cumplimiento de las obligaciones que tie­
nen las autoridades y —en ciertas ocasiones— los particulares para
con las personas; esas obligaciones que aparecen en el artículo
1o. de la Constitución que transcribimos líneas arriba. Frente a esa
violación se activan otros derechos, como el de acceso a la justicia,
que permite que las personas nos inconformemos y exijamos la
restitución de los derechos. A veces, la exigibilidad de los dere­
chos se realiza ante algunas instituciones del Estado, como los
tribunales, y otras tantas adquieren formas diversas de exigencia
social o política.

En este cuadernillo revisaremos qué pasa cuando se violan


nuestros derechos humanos, ante quién podemos recurrir, qué meca­
nismos de exigibilidad existen, quiénes nos pueden apoyar y cómo

XVII
¿Qué pasa si no se respetan mis derechos humanos?
se puede restituir nuestro derecho violado. Ese estudio nos llevará
a realizar un recorrido por distintos mecanismos, nacionales e in­
ternacionales, que sirven para hacer exigibles nuestros derechos.

¿Qué pasa cuando no se respetan mis derechos humanos? En


la medida en que hay violaciones a nuestros derechos, es nece­
sario que exista un conjunto de mecanismos que se hagan cargo
de esas violaciones. En el diccionario de la Real Academia Es­
pañola (RAE) se dice que exigir significa "pedir imperiosamente
algo a lo que se tiene derecho", entonces la exigibilidad son todas
aquellas acciones que realizamos de manera individual o colectiva
para asegurar el respeto, la protección, promoción y garantía de los
derechos humanos.

Que los derechos humanos puedan ser violados no significa


que no sirvan,. Por ello existen mecanismos de exigibilidad como
parte de su propio andamiaje. De hecho, la realización efectiva de
los derechos es un trabajo constante de las defensoras y los defen­
sores de derechos humanos. A veces sucede que a alguna persona
o grupo de personas les violaron sus derechos directamente, por
ejemplo, porque los detuvieron arbitrariamente, pero otras ocasio­
nes es una ley o una política pública la que genera la afectación
a los derechos, ya sea porque es insuficiente o porque su diseño
va en contra de los derechos. Los derechos humanos no son sólo
prerrogativas que tenemos las personas por ser seres humanos
—como se desarrolla en el primer cuadernillo de esta colección—,
sino que también se definen por su capacidad de ser exigibles, de
poder ampliar su contenido, alcance y ámbito de protección. Por
ello, nos preguntamos ¿qué pasa cuando no se violan mis derechos
humanos?

La exigibilidad es andar el camino hacia la realización efectiva


de los derechos para que los seres humanos vivamos libres del
temor y de la miseria, tal como lo establece la Declaración Univer­
sal de los Derechos Humanos (Declaración Universal).

XVIII
Creando lazos con tus derechos
En el ámbito nacional, la Suprema Corte de Justicia de la Na­
ción (SCJN) es el órgano más importante, pues resuelve los casos
de violaciones a derechos humanos que sirven de parámetro para
que otras autoridades, administrativas, legislativas o judiciales, guíen
sus actuaciones al encontrarse con hechos y violaciones similares.
Por ello, nos detendremos a reflexionar sobre su importancia y sobre
algunas de sus decisiones conocidas como sentencias.

No sólo se trata de ir a instituciones de diverso tipo, como la


SCJN, para que los derechos se cumplan, también implica que
—como sociedad— los valoremos y los exijamos. A veces, en con­
junto, caminando por las calles ante una injusticia, gritando en
contra de la opresión, de la falta de vivienda, de agua o de liber­
tad de expresión. Y si nada de esto funciona, entonces el Estado y
sus autoridades han perdido su razón de ser y, como bien lo dice
la Declaración Universal, podemos ejercer nuestro derecho de
resistencia.

Comenzaremos nuestro recorrido por aquello que considera­


mos una violación a derechos humanos y el derecho de acceso a
la justicia. Después conoceremos a quienes llamamos defensoras
y defensores de derechos humanos y que son quienes impulsan
los procesos de exigencia de los derechos. A partir de ahí, cono­
ceremos distintos mecanismos de exigibilidad de los derechos,
para después profundizar en la labor de la SCJN y algunos de sus
asuntos más relevantes.

¡Arranquemos!

XIX
¿Qué pasa si no se respetan mis derechos humanos?
1
¿QUÉ ES UNA VIOLACIÓN
A LOS DERECHOS HUMANOS?

Hablar de derechos humanos implica hablar de su exigencia.


En nuestro andar cotidiano nos encontramos con derechos que se
cumplen y otros derechos que no. Hay violaciones a derechos
humanos que, de tan cotidianas, ya no las valoramos como una
injusticia. Cuando subimos a un camión lleno de gente y estamos
en el tráfico —horas y horas— para trasladarnos a nuestro lugar
de trabajo, nos incomodamos y es una situación que puede cos­
tarnos parte de nuestro salario por llegar tarde, arruinar una cita o
simplemente echarnos a perder el día, pero difícilmente lo consi­
deramos una violación a derechos humanos, aunque efectiva­
mente lo sea. Te preguntarás ¿qué tiene que ver el tráfico y la falta de
transporte con los derechos humanos? Se trata de nuestro derecho
a la movilidad.

La Constitución de la Ciudad de México dice:

Artículo 13. Ciudad Habitable

E. Derecho a la movilidad

1. Toda persona tiene derecho a la movilidad en condiciones de


seguridad, accesibilidad, comodidad, eficiencia, calidad e igualdad.
De acuerdo con la jerarquía de movilidad, se otorgará prioridad a

1
los peatones y conductores de vehículos no motorizados, y se
fomentará una cultura de movilidad sustentable.

2. Las autoridades adoptarán las medidas necesarias para garan­


tizar el ejercicio de este derecho, particularmente en el uso equi­
tativo del espacio vial y la conformación de un sistema integrado
de transporte público, impulsando el transporte de bajas emisio­
nes contaminantes, respetando en todo momento los derechos de
los usuarios más vulnerables de la vía, el cual será adecuado a las
necesidades sociales y ambientales de la ciudad.

A partir de la lectura de este artículo, ¿consideras que has


sufrido violaciones a tu derecho a la movilidad?

Hay otras situaciones que manifiestamente son injustas, aun­


que no les pongamos el nombre de violación a derechos huma­
nos. Cuando vamos por la calle y un policía nos detiene sin que
hayamos hecho nada. Cuando nos niegan el servicio médico o nos
dan una mala atención. Cuando nos quieren cobrar una "cuota"
para inscribir a nuestros hijos o hijas en la escuela pública, sa­
biendo que tiene derecho a una educación gratuita. O bien, cuando
te enteras de que tu compañera gana mucho menos que tus
compañeros va­rones por hacer exactamente el mismo trabajo.
De hecho, esto último sucede tanto, y es tan común que hasta se
ha hecho invisible.

Esas y otras situaciones más complejas nos parecen injustas


porque violan nuestros derechos humanos. A las cosas hay que
llamarlas por su nombre: en el primer ejemplo se viola la libertad
personal, en el segundo el derecho a la salud, en el tercero el
derecho a la educación y en el cuarto el derecho a la igualdad y a
la no discriminación.

Además, hay ciertas violaciones a derechos humanos que


llamamos graves porque afectan de tal manera la dignidad de la
persona o del colectivo que se ve afectada la totalidad de su vida.

2
Creando lazos con tus derechos
De acuerdo con la Declaración y Programa de Acción de Viena de
1993, son violaciones graves la tortura, las ejecuciones sumarias
y arbitrarias y las desapariciones forzadas, entre otras.

El listado anterior no significa que otras violaciones a derechos


humanos no sean importantes, siempre lo son, toda violación a
derechos humanos es relevante. El énfasis que se trata de poner
al mencionar que algunas son graves es que la autoridad que in­
cumplió su obligación y es responsable de tal hecho, cometió un
acto extremo de violencia en contra de una persona que le impide
continuar con su vida en dignidad (Geneva Academy, 2014).

En cada violación a derechos humanos alguien actuó mal, alguien


fue irresponsable, alguien incumplió sus obligaciones y eso nos
afectó no sólo en el momento, sino que puede tener consecuencias
de muy diverso tipo en nuestra vida. ¿A qué nos referimos con las
obligaciones? Son una caja de herramientas con mucho valor por
su utilidad para ayudar a controlar el abuso de poder de las auto­
ridades y para indicarles qué es lo que se espera de ellas para
con las personas. Las obligaciones de derechos humanos fueron
incluidas en el artículo primero constitucional, mediante la reforma
que se realizó en 2011 y que está desarrollada en el primer cua­
dernillo. Las obligaciones de derechos humanos son las conductas
esperadas por parte de las instituciones gubernamentales, y son:

• Respetar: significa no interferir en el ejercicio de un derecho


que ya tenemos. Por ejemplo, que no discriminen, no torturen,
no impidan que alguien acceda a los servicios de salud.

• Garantizar: significa asegurar que existan las condiciones


para que podamos disfrutar de los derechos. Por ejemplo,
que se construyan las escuelas necesarias para que todas
las niñas y todos los niños puedan ir y recibir una educación
de calidad. Asimismo, la SCJN ha establecido que los de­
beres específicos de prevenir, investigar, sancionar y reparar
son parte de la obligación de garantizar.

3
¿Qué pasa si no se respetan mis derechos humanos?
• Proteger: significa asegurar que los particulares u otras
autoridades no afecten los derechos de las personas. Por
ejemplo, que ante una llamada de auxilio por violencia do­
méstica los policías acudan y se aseguren de que la posi­
ble víctima reciba atención médica y legal, así como un sitio
seguro para vivir alejada de la persona agresora.

• Promover: significa dar a conocer los derechos humanos. Por


ejemplo, que las personas sepamos qué derechos tenemos
y qué hacer si alguien vulnera nuestros derechos.

¿Quiénes deben cumplir esas obligaciones? Hasta aquí hemos


hablado de las "autoridades" o de "particulares" en general, pero
necesitamos identificarlas. Las autoridades son todas las personas
que trabajan para el municipio, el Estado o la Federación, incluye a
la maestra de la primaría pública, al médico del Instituto Mexicano
del Seguro Social, al policía municipal, a la regidora, al secretario de
finanzas del Estado, a quien te recibe el documento en ventanilla,
al militar, el marino y la policía federal, el diputado, la senadora, el
juez, la magistrada y así hasta al presidente municipal, la jefa de
Gobierno, la gobernadora o el presidente de la República. Es decir,
son autoridades todos los servidores públicos de los tres niveles
de gobierno (Municipio, Estado y Federación), de los tres pode­
res (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) en el ejercicio de su encargo.

Aunque todas estas autoridades deben cumplir con las obliga­


ciones de derechos humanos, de no hacerlo, pueden violarlos, sus
responsabilidades son diferentes. El policía viola mi derecho a la
libertad personal si me detiene sin que exista alguna razón, pero
también será su comandante si no me libera una vez que se entere
de la detención. Además, será responsable el secretario de Seguri­
dad Pública si no establece alguna manera de supervisión y sanción
para impedir que existan estas detenciones arbitrarias. Entonces,
el perpetrador (así llamamos a quien comete la violación) no sólo es
quien directamente llevó a cabo una acción u omisión en perjuicio

4
Creando lazos con tus derechos
de mis derechos, sino también aquellas autoridades de distintos ni­
veles que no hicieron nada para impedirlo. Rara vez las violacio­
nes ocurren de manera aislada o por un mal comportamiento soli­
tario de una autoridad, la mayoría de las veces responden a las
formas de organización que se tienen en las instituciones. Por ello,
cuando nos preguntamos ¿quiénes vulneran los derechos huma­
nos?, no basta con identificar a quien directamente cometió el acto,
sino también es importante preguntarnos ¿qué debieron hacer
aquellas autoridades? y ¿de quién o de quiénes dependía la auto­
ridad que directamente cometió la violación? Si en la ventanilla del
IMSS nos niegan una cita, siendo derechohabientes, no sólo viola
nuestro derecho a la salud la persona que nos niega la cita, sino
también su superior y hasta el director de la clínica, porque deben
supervisar que todos cumplan con los derechos.

También las personas podemos violar derechos humanos. Como


particulares —no autoridades— tenemos obligaciones respecto
de otras personas, como desarrollamos en el segundo cuadernillo.
Por ejemplo, en nuestras relaciones con otras personas no debe­
mos discriminar. Supongamos que tenemos una fonda de comida
corrida en el Centro Histórico de nuestra ciudad. Cada día reci­
bimos a mucha gente a la que le ofrecemos dos sopas, un par
de guisos y dos postres a elegir. Pero un día entra a nuestro local
una pareja de dos hombres tomados de la mano, quienes se dan un
beso al sentarse en una mesa. Algunos clientes se incomodan,
algunos de los empleados también. ¿Qué hacemos? ¡Pues lo mismo
que hacemos con el resto de nuestra clientela! Ofrecerles las opcio­
nes del día y atenderlos. No hay diferencia, todas y todos somos
iguales. Si actuamos de otra manera, cometeríamos un acto de
discriminación. Los derechos humanos nos deben ayudar a com­
batir nuestros prejuicios, estereotipos y actuares nocivos, para
formar sociedades más igualitarias y justas. El caso es que los
derechos humanos protegen valores tanto frente a autoridades
como frente a cualquier persona.

5
¿Qué pasa si no se respetan mis derechos humanos?
Los particulares no tenemos que cumplir con todas las obliga­
ciones respecto de los derechos humanos igual que las autori­
dades o, al menos, no todos los particulares. Hay algunos par­
ticulares que ejercen alguna función pública, porque tienen una
escuela o un hospital, o bien son personas con mucho poder eco­
nómico, como el dueño de alguna minera o una empresa farma­
céutica. En estos casos, esos particulares también tienen obligacio­
nes de dere­
chos humanos y sus actos también pueden violar
nuestros derechos.

La SCJN estableció que la formulación clásica de los derechos


fundamentales como límites dirigidos únicamente frente al poder
público, ha resultado insuficiente para dar respuesta a las viola­
ciones a dichos derechos por parte de los actos de particulares.
En este sentido, resulta innegable que las relaciones de desigual­
dad que se presentan en las sociedades contemporáneas, y que
conforman posiciones de privilegio para una de las partes, pueden
conllevar la posible violación de derechos fundamentales en detri­
mento de la parte más débil. […] Así, resulta indispensable exa­
minar, en primer término, las funciones que cumplen los derechos
fundamentales en el ordenamiento jurídico. A juicio de [la] Primera
Sala [de la Suprema Corte de Justicia de la Nación], los derechos
fundamentales previstos en la Constitución gozan de una doble
cualidad, ya que si por un lado se configuran como derechos pú­
blicos subjetivos (función subjetiva), por el otro se traducen en
elementos objetivos que informan o permean todo el ordenamiento
jurídico, incluyendo aquellas que se originan entre particulares (fun­
ción objetiva). En un sistema jurídico como el nuestro —en el que las
normas constitucionales conforman la ley suprema de la Unión—,
los derechos fundamentales ocupan una posición central e indis­
cutible como contenido mínimo de todas las relaciones jurídicas que
se suceden en el ordenamiento. En esta lógica, la doble función
que los derechos fundamentales desempeñan en el ordenamiento

7
¿Qué pasa si no se respetan mis derechos humanos?
y la estructura de ciertos derechos, constituyen la base que permi­
te afirmar su incidencia en las relaciones entre particulares. […]1

¿Qué pasa con la persona a la que le violaron sus derechos?


Cuando ocurre una violación a derechos humanos, a la persona
que la sufre la vamos a llamar víctima. Aclaremos, no es víctima
por ser vulnerable, sino porque se trata de un término "técnico" que
recoge un grupo de derechos específicos para lograr la restitución
del derecho violado (que volvamos a gozar del derecho) y la repa­
ración de los daños ocasionados. Sin embargo, en muchas oca­
siones, no sólo la persona que directamente ve violados sus dere­
chos es la única víctima. A veces, su familia o sus seres queridos
también son víctimas de otras violaciones vinculadas. Por ejemplo,
cuando los familiares buscan justicia por la desaparición o asesi­
nato de su ser querido, la constante negativa o falta de acción por
parte de las autoridades les causa un sufrimiento tal, que consti­
tuye a su vez una violación a sus derechos a la integridad personal
y al acceso a la justicia.

A continuación, citamos lo señalado por la Corte Interamericana


de Derechos Humanos en una sentencia en la que determinó que
las autoridades de México habían cometido violaciones a derechos
humanos:

"166. Al respecto, [se] recuerda que en otros casos [se] ha llegado


a considerar que la privación continua de la verdad acerca del
destino de un desaparecido constituye una forma de trato cruel e
inhumano para los familiares cercanos [de la persona desapare­
cida]. En el [caso bajo estudio] es clara la vinculación del sufrimiento
de los familiares del señor Rosendo Radilla Pacheco con la viola­
ción del derecho a conocer la verdad, lo que ilustra la complejidad
de la desaparición forzada y de los múltiples efectos que causa.

1
Tesis [J.]: 1a./J. 15/2012, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, Libro XIII, Tomo 2, octubre 2012, p. 798. Registro digital 159936.

8
Creando lazos con tus derechos
167. Asimismo, [se] ha señalado que ante hechos de desaparición
forzada de personas, el Estado tiene la obligación de garantizar el
derecho a la integridad personal de los familiares también por la
vía de investigaciones efectivas. Más aún, la ausencia de recursos
efectivos ha sido considerada por […] como fuente de sufrimiento
y angustia adicionales para las víctimas y sus familiares. En el
[caso] han sido constatadas […] todas las gestiones realizadas
por familiares del señor Radilla Pacheco, con ocasión de su desa­
parición, ante distintas instituciones y dependencias estatales para
determinar su paradero, así como para impulsar las investigacio­
nes correspondientes."2

Cuando no se respetan los derechos humanos, las víctimas tie­


nen derecho a conocer por qué sucedió la violación, que los res­
ponsables sean sancionados y que se pueda reparar la violación
a sus derechos humanos, como veremos en el siguiente apartado.
Las personas víctimas de las violaciones a derechos humanos son
quienes suelen impulsar la búsqueda de justicia y exigibilidad de
sus derechos. La búsqueda por la verdad y la justicia es también
la búsqueda de la dignidad. Estas tres cosas —dignidad, verdad
y justicia— es lo que impulsa a las víctimas, lo que les permite
resistir frente a las violaciones a sus derechos humanos.

2
Corte IDH, Caso Radilla Pacheco vs. México. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 23 de noviembre de 2009. Serie
C No. 209. Disponible en: «https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/
seriec_209_esp.pdf».

9
¿Qué pasa si no se respetan mis derechos humanos?
ACTIVIDAD DE REFLEXIÓN

¿Identificas alguna violación a derechos que hayas vivido tú o


alguien cercano?

¿Por qué consideras que se cometió una violación a tus derechos?

¿Qué derecho consideras que se vulneró? No importa que no ten­


gas un nombre preciso en mente, ponlo en tus propias palabras:
alimentación, salud, vivienda, libertad de decir lo que piensas,
trabajo.

¿Quién o quiénes consideras que fueron los responsables (los que


incumplieron) de esa violación de derechos humanos? ¿Fue una
autoridad o un particular? En su caso, ¿qué autoridad?

Reflexiona sobre cómo debieron actuar las autoridades o la per­


sona que violó tu derecho y cómo te hizo sentir. ¿Qué te hubiera
gustado que pasara para remediar la violación?

11
2
SI VULNERARON MIS DERECHOS,
¿QUÉ DERECHOS TENGO?

Las víctimas de violaciones a derechos humanos tienen cuatro


derechos: verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición.
Vamos a ver qué significa cada uno de ellos.

Lo primero es saber qué pasó y por qué pasó, esto es lo que se


conoce como el derecho a la verdad. Investigar los hechos para
saber qué pasó es una de las obligaciones que deben cumplir las
autoridades frente a toda violación a derechos humanos. Al cumplir
con su deber de dar a conocer la verdad de lo sucedido, las auto­
ridades no deben limitarse a investigar los hechos específicos de
la violación, sino tratar de determinar las razones por las que
ocurrió la violación, qué condiciones existían para que ocurriera
esa violación, todas las personas (autoridades y particulares) que
estuvieron involucrados, y verificar la existencia de otras causas
relacionadas con esa violación como alguna ley que por distin­
tas situaciones, haya interferido en el respeto a los derechos hu­
manos de la víctima. Algunas de las autoridades encargadas de
investigar la verdad son: las fiscalías o ministerios públicos, las
comisiones de derechos humanos y las autoridades judiciales.

13
Miremos un ejemplo. Averiguar la verdad en casos de viola­
ciones de la más alta gravedad, como es la desaparición forzada
de personas, debe llevarnos a saber el paradero de las víctimas,
o lo que sucedió con ellas. Cuando las familias no saben qué pasó
con su ser querido, dónde está, quién se lo llevó, si está vivo o
muerto, también se puede violar su propio derecho a la integri­
dad personal por el sentimiento de inseguridad, frustración, an­
gustia e impotencia ante la falta de investigación y búsqueda.
Debe permitirnos saber quién o quiénes lo desaparecieron, tanto
los autores materiales como los intelectuales. También explicarnos
por qué, y cuál fue el contexto que permitió que la persona fuera
desaparecida.

Veamos otro ejemplo, cuando no se nos brinda un servicio mé­


dico porque no hay citas disponibles ante la enorme cantidad de
solicitantes estamos frente a una violación del derecho a la salud.
Si vemos el problema en forma aislada, lo único que interesaría es
obtener la cita y podríamos decir que con eso se restituyó el de­
recho. Sin embargo, si lo vemos como un problema de derechos
humanos necesitamos indagar por qué no hay citas, es decir, co­
nocer las razones de la violación. Desde esta mirada nos daremos
cuenta de que se trata de una violación a la obligación de garanti­
zar el derecho a la salud porque no hay médicos o instalaciones
médicas suficientes para atender a las personas.

A continuación, citamos a la Corte Interamericana de Dere­


chos Humanos en una sentencia en la que analizó las obligaciones
de Perú:

[Se]considera que el derecho a conocer la verdad tiene como


efecto necesario que en una sociedad democrática se conozca
la verdad sobre los hechos de graves violaciones de derechos
humanos. Ésta es una justa expectativa que el Estado debe satisfa­
cer, por un lado, mediante la obligación de investigar las violaciones

14
Creando lazos con tus derechos
de derechos humanos y, por el otro, con la divulgación pública de
los resultados de los procesos penales e investigativos.3

El segundo derecho tiene que ver con la justicia, es decir, que


los responsables de las violaciones a derechos humanos sean
juzgados y sancionados. En otras palabras, que la violación a
derechos humanos no quede en la impunidad. La impunidad es "la
falta en su conjunto de investigación, persecución, captura, en­
juiciamiento y condena de los responsables de las violaciones de
los derechos".4

La justicia y la ausencia de impunidad implica sancionar a to­


das las personas que, tras un procedimiento apegado a derechos
humanos, sean identificadas como culpables por la violación a
los derechos humanos.

No toda sanción a los responsables de las violaciones a los dere­


chos humanos es de naturaleza penal, es decir, no todas las vio­
laciones a derechos humanos implican que los culpables vayan
a la cárcel. Las responsabilidades por las violaciones a los dere­
chos humanos cometidas deben ser proporcionales a las violacio­
nes mismas. Así, la persona que niega una cita en el servicio de
salud sólo porque quien la solicita es una persona indígena, debe
ser investigada y sancionada en términos administrativos, pero no
encarcelada. Si una autoridad desaparece o asesina a una persona,
debe ser investigado, juzgado y recibir una sanción de pena de
prisión debido a la gravedad de la violación cometida.

3
Corte IDH, Caso Anzualdo Castro vs. Perú. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de septiembre de 2009. Serie C
No. 202. Disponible en: «https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/
seriec_202_esp.pdf».
4
Corte IDH, Caso de la "Panel Blanca" (Paniagua Morales y otros) vs. Guate­
mala. Reparaciones y Costas. Sentencia de 25 de mayo de 2001. Serie C
No. 76. Disponible en: «https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/
Seriec_76_esp.pdf».

15
¿Qué pasa si no se respetan mis derechos humanos?
Lo importante es que las violaciones a derechos humanos nun­
ca deben quedar sin una respuesta por parte del Estado. Cuando
ocurre una violación, es obligación de las autoridades hacer todo lo
posible porque esas conductas no se repitan. Permitir la impuni­
dad es permitir que las violaciones a derechos humanos se repitan
en un futuro.

El tercer derecho es el de la reparación de la violación a los de­


rechos humanos. Cada violación a derechos humanos deja daños
en las personas, aunque pronto pueda regresarse el goce del
derecho a la persona, el momento de la violación y el tiempo que
pasó sin contar con ese derecho va a dejar estragos que deben
repararse.

Utilicemos una analogía para explicar la reparación del daño.


Imaginemos que hubo un choque entre dos autos y los tuvieron que
llevar al taller mecánico para que puedan repararlos y dejarlos
como estaban antes del incidente. El mecánico tiene que verificar
los daños visibles, pero también los que no podemos ver a simple
vista. Tal vez, una parte del motor se afectó, la suspensión, o la cajue­
la no abre, incluso en algunos talleres deben verificar con compu­
tadora todo el funcionamiento del auto para dejarlo en las mejores
condiciones antes de salir. Lo que el mecánico hace es reparar
todos los daños de los autos. Lo mismo debe suceder con las vio­
laciones a derechos humanos, desde luego, guardando todas las
distancias correspondientes.

Cada violación a derechos humanos debe reparar todos los


daños que dejó en las personas y/o en sus familias. Como todas
las violaciones tienen consecuencias, todas deben tener repara­
ciones. Por eso, las reparaciones son de distinto tipo. Las reparacio­
nes responden a los distintos daños. Hay daños materiales, por los
gastos económicos que nos pueden generar las violaciones o la

16
Creando lazos con tus derechos
pérdida de recursos que conllevan. Hay daños morales por las afec­
taciones emocionales o psicológicas que, por ejemplo, estar in­
comunicados durante varios días nos puede generar. En muchas
ocasiones también hay daños físicos o médicos, por ejemplo, si nos
golpearon o no recibimos atención médica oportuna y de calidad.

Las reparaciones deben ser integrales porque buscan atender


a la persona en todos los impactos que la violación tuvo en su vida,
en todos los distintos daños que la violación pudo ocasionarle.
La integralidad de la reparación incluye las siguientes herramien­
tas: la restitución, la compensación, la satisfacción, la rehabilitación
y las garantías de que no volverá a ocurrir esa violación. La pe­
rtinencia de la aplicación de cada una de ellas requiere un análisis
caso por caso, atendiendo al tipo de violación o violaciones come­
tidas, y a remediar el o los derechos de la o las víctimas.

La primera forma de reparación es la restitución que no es más


que regresar las cosas al estado en el que se encontraban antes
de la violación de los derechos. Por ejemplo, ante una detención
arbitraria, (es decir, la detención por autoridades sin que esté fun­
dada y motivada), se podría señalar que la restitución adecuada
es simplemente la puesta en libertad de la persona a fin de que la
violación a los derechos pare.

Una detención arbitraria tiene distintas consecuencias en la per­


sona. Muy probablemente la persona dejó de acudir a su empleo,
por lo que perdió algunos días de trabajo. Además, es seguro que
sus familiares invirtieran recursos en abogados, traslados, comidas,
entre otras cuestiones necesarias para obtener la libertad de su
familiar. En algunos casos, una privación arbitraria de la libertad
dejaría también secuelas físicas en la víctima por la falta de acceso
a los medicamentos que se requieran para mantener la salud, si es
que sufría de algún mal crónico. Si de manera adicional las auto­
ridades la exhibieron en los medios de comunicación como culpa­

17
¿Qué pasa si no se respetan mis derechos humanos?
ble de la comisión de algún delito, su imagen ante los demás queda­
ría afectada. Frente a todas estas consecuencias de la detención
arbitraria, la mera restitución, es decir, la puesta en libertad de la
persona es insuficiente para resarcir la violación a los derechos. Por
eso es que se requieren las otras herramientas mencionadas líneas
arriba: la compensación, la satisfacción, la rehabilitación y las ga­
rantías de no repetición.

La segunda forma de reparación es la compensación que busca


reparar los daños materiales e inmateriales por medio de una in­
demnización económica. Estos daños suponen que hubo una
pérdida o baja en los ingresos económicos de las víctimas o sus
familias por los gastos que tuvieron que realizar con motivo de la
violación. Siguiendo con el ejemplo del caso anterior, deben consi­
derarse los gastos de la familia de la víctima para obtener la liber­
tad de la persona detenida arbitrariamente (los llamamos daños
emergentes), y el salario que la víctima dejó de percibir durante la
detención (que llamamos lucro cesante). Para considerar esto últi­
mo debe tenerse en cuenta lo que la víctima hubiera percibido,
dada su profesión y su salario previo a la violación y, cuando esto
no es posible, se puede determinar de conformidad con los salarios
mínimos del país.

También se debe compensar en términos económicos los daños


inmateriales, el sufrimiento de la persona con motivo de la violación,
no sólo de la víctima sino también de su familia, así como cualquier
otra pérdida significativa que tuviera en sus condiciones de vida.
Para continuar con el ejemplo, sería una consecuencia lógica
que la detención arbitraria hubiera producido aflicción en la per­
sona detenida y/o en sus familiares, de ahí que se requiera una
indemnización por el daño inmaterial.

El tercer tipo de reparación son las llamadas medidas de satis­


facción y se relacionan con el restablecimiento del honor, la justicia

18
Creando lazos con tus derechos
y la memoria. Como parte de estas medidas se puede ordenar que
las autoridades publiquen una sentencia donde se acredite la
violación a derechos humanos, que se filme algún documental so­
bre los hechos, la construcción de monumentos en memoria de las
víctimas, actos públicos de reconocimiento de la responsabilidad
por parte de las autoridades, la puesta en marcha de programas
sociales, entre otras. La satisfacción busca que las autoridades
del Estado se disculpen con las víctimas de las violaciones en sen­
tido amplio, es decir, que exista un reconocimiento de los hechos
y se valore la posición de las víctimas. De ahí que resulte fun­
damental contar con la aceptación de las víctimas respecto de las
medidas de satisfacción que se adopten. En el ejemplo de la deten­
ción arbitraria, la exposición pública de la persona en calidad de
culpable viola el derecho a la presunción de inocencia y requiere
la adopción de medidas de satisfacción que reparen su honor,
como sería la aceptación pública de responsabilidad por la deten­
ción y una disculpa a la persona ofendida. A continuación, citamos
el párrafo de una sentencia emitida por la Corte Interamericana de
Derechos Humanos:

[Se ordena] que el Estado mexicano "levante un monumento en


memoria de las mujeres víctimas de homicidio por razones de
género en Ciudad Juárez, entre ellas las víctimas de[l] caso, como
forma de dignificarlas y como recuerdo del contexto de violencia
que padecieron y que el Estado se compromete a evitar en el
futuro.5

5
Corte IDH, Caso González y otras (Campo algodonero) vs. México. Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia del 16 de noviembre
de 2009. Serie C núm. 205. Disponible en: «https://www.corteidh.or.cr/docs/
casos/articulos/seriec_205_esp.pdf».

19
¿Qué pasa si no se respetan mis derechos humanos?
La rehabilitación es la cuarta forma de reparación que consiste
en brindar una atención adecuada a los padecimientos psicoló­
gicos y físicos sufridos por las víctimas que resulten de la vio­
lación. En nuestro ejemplo de la detención arbitraria, la privación
del medicamento que habitualmente tomaba la víctima pudo ha­
berle dejado secuelas que deben repararse. Además, la detención
arbitraria pudo haber involucrado también la violación a la integri­
dad personal, por lo que sus consecuencias psicológicas y físicas
también deben ser atendidas.

Finalmente vamos a las garantías de no repetición. Estas ga­


rantías son los cambios en las instituciones o en las leyes que se
tienen que hacer para evitar que vuelva a ocurrir una violación a
derechos, no sólo a la primera víctima, sino a cualquier otra persona.

21
¿Qué pasa si no se respetan mis derechos humanos?
Algunas de las garantías de no repetición son cambios en leyes,
capacitación en derechos humanos a las autoridades, mejora de
las condiciones en cárceles o psiquiátricos, establecer formas
de acceso a la información, entre muchas otras. Se trata de modi­
ficar lo que no funcionó con el fin de impedir la violación a dere­
chos humanos. Más allá de la conducta específica de una auto­
ridad, se busca hacer cambios estructurales en el ejercicio del
poder. Por eso, estas garantías buscan las causas de la violación
a los derechos humanos y modificarlas para impedir la repetición de
los hechos.

Hasta aquí hemos visto que una violación a los derechos huma­
nos tiene muchas consecuencias para las propias autoridades que
las cometen, que van desde averiguar lo que sucedió y por qué, san­
cionar a los responsables, reparar todos los daños sufridos y ase­
gurar que no se repitan las conductas contrarias a los derechos.
Pero, sin duda, las peores consecuencias de una violación a los
derechos humanos siempre serán las que sufrió la víctima de dicha
violación.

22
Creando lazos con tus derechos
ACTIVIDAD DE REFLEXIÓN

En la actividad anterior identificaste una violación a derechos hu­


manos que viviste tú o alguna persona cercana:

• Supiste ¿qué pasó?, ¿por qué sucedió la violación?

• ¿Se identificaron a las autoridades o particulares responsa­


bles? ¿Los sancionaron?

• ¿Puedes identificar qué daños provocó la violación? ¿Los re­


pararon? Si no, ¿cómo te hubiera gustado que se repararan
los daños?

23
3
¿QUIÉNES PUEDEN AYUDAR
A DEFENDER LOS DERECHOS?
LAS PERSONAS DEFENSORAS
DE DERECHOS HUMANOS

Las víctimas no están solas en su búsqueda de justicia, verdad,


reparaciones y garantías de no repetición, las y los defensores de
derechos humanos las acompañan en su trayecto. Una persona
defensora de derechos humanos es aquella "que, individualmente
o junto con otras, es decir en colectivo, se esfuerza en promover o
proteger esos derechos".6

Existen muchos defensores y defensoras de derechos humanos.


Puede ser alguien que defienda los derechos de las trabajadoras
a un salario digno, o un grupo de señoras que den comida a los mi­
grantes en tránsito por el país, o alguien que denuncia una ejecu­
ción extrajudicial. Cualquier persona que defiende los derechos,
propios o ajenos, es una defensora de derechos humanos.

Lo que identifica a alguien como defensor o defensora de derechos


humanos es su actuar para la promoción y la defensa de los dere­
chos. No se requiere tener una profesión específica para defender

6
Declaración de las Naciones Unidas sobre el derecho y el deber de los in­
dividuos, los grupos y las instituciones de promover y proteger los Derechos
Humanos y las libertades fundamentales universalmente reconocidos, 1999.

25
derechos, o conocimientos legales, o ser parte de una organiza­
ción o colectivo, lo único que se requiere es el compromiso con los
derechos y con las personas que requieren un acompañamiento
en la defensa de sus derechos. Incluso, alguien puede ocasional­
mente, o sólo por algún tiempo muy específico, defender una causa
y ser considerado defensor o defensora. Por ejemplo, alguien que
tenga un trabajo en cualquier empresa y que, de manera personal,
con su dinero y medios, lleve víveres o realice aportaciones econó­
micas al movimiento de mujeres en contra de violencia de género.

Hoy se sabe que en la cárcel no necesariamente están los delin­


cuentes: están los pobres que no tienen dinero, los indefensos de
conocimiento, los que poderosos someten a voluntad ajena. […]

Hoy la historia la podemos escribir gracias a las personas que nos


atrevimos a levantar la voz. Los que nos atrevimos hacer uso de la
palabra, los que todavía tenemos principios humanos, estamos
orgullosos de esta historia […]. Hoy nos queda solidarizarnos con
otras víctimas, nos queda saber que la conciencia, la sabiduría,
la razón, la vida y la libertad no se vende, no se negocia, ni tiene
precio… […].

Los que seguimos en pie de lucha por la justicia, la libertad, la


democracia y la soberanía de México, para nuestra patria, por
la vida, para la humanidad, quedamos de ustedes, por siempre y
para siempre, […] hasta que la dignidad se haga costumbre.7

Cuando alguien defiende sus propios derechos, esa persona


puede convertirse en una defensora de derechos humanos porque
su acción tiene impactos positivos en la sociedad. Esta persona
busca que a otros no les pase la misma violación a sus derechos
que él o ella sufrió. Por ejemplo, en las movilizaciones a favor del

7
Estela Hernández, hija de Jacinta Francisco Marcial, acusada injustamente
de secuestro. Acto de disculpa pública y reconocimiento de inocencia por
parte de la Procuraduría General de la República (2017).

26
Creando lazos con tus derechos
matrimonio igualitario, si bien ante una corte o tribunal se busca la
protección de un derecho a título individual, lo que se busca en
lo general es que todas las personas que deseen casarse puedan
hacerlo.

Las personas defensoras de derechos humanos acompañan,


apoyan, asesoran y hasta representan a las víctimas ante autori­
dades e instituciones que se dedican a atender los problemas
de derechos humanos, como las que veremos en las siguientes
secciones.

28
Creando lazos con tus derechos
ACTIVIDAD DE REFLEXIÓN

¿Conoces a alguna persona defensora de derechos humanos?


Recuerda que para ser defensor no tienes que dedicarte a eso como
trabajo principal, puedes hacerlo en tus ratos libres. Tampoco es
necesario que lo hagas desde una institución gubernamental, o
una ONG. Basta con que promuevas de alguna forma los derechos
humanos para ser un defensor o una defensora. Con esto en men­
te, vuélvete a preguntar: ¿Conoces a alguna persona defensora de
derechos humanos? De ser así, ¿los derechos de quién defiende
ese defensor/a?, ¿cómo lo hace?, ¿qué derechos defiende?

Si no conoces a ninguna persona defensora, ¿has escuchado hablar


de "Las Patronas"?

Son un grupo de mujeres que desde hace muchos años da asis­


tencia y comida a los migrantes que pasan por Veracruz.

¿Consideras que Las Patronas son defensoras de derechos huma­


nos? En 2013 ganaron el Premio Nacional de Derechos Humanos.
¿Quieres conocer un poco más sobre ellas? Puedes mirar esta nota
de AJ+ en español: Las Patronas, heroínas de los rieles.

«https://www.youtube.com/watch?v=cd5urVNrFVc». Son sólo dos


minutitos.

29
4
¿CÓMO HAGO VALER MIS DERECHOS?
LOS MECANISMOS DE EXIGIBILIDAD

En nuestro país, nos encontramos con noticias sobre víctimas de


violaciones a derechos humanos que buscan justicia. Vemos a las
madres de las más de setenta mi personas desaparecidas exi­
giendo que busquen y encuentren a sus hijos. Vemos a las mujeres
en las calles exigiendo que no las maten y que se sancione a sus
agresores. Vemos a las comunidades campesinas defendiendo sus
tierras frente a los proyectos extractivistas. Y, con mayor silencio,
pero con la misma dignidad, vemos a decenas de personas que
acuden a distintas instituciones de gobierno para buscar una cita
médica, para exigir una pensión alimenticia para los hijos, para
aclarar un cobro indebido, entre otras muchas violaciones. La vio­
lación a nuestros derechos se traduce en distintas acciones para
exigir que el derecho se respete.

La exigibilidad de los derechos tiene distintos caminos, a veces


se busca el respeto de los derechos por la vía social, otras por la
vía política y otras por la vía de las instituciones de justicia. Los
caminos no son excluyentes entre sí, de hecho, a veces resulta
mejor conocerlos todos porque unos impulsan a los otros. Lo impor­
tante es lograr que el derecho se respete y esto implica que se
conozca la verdad y que haya justicia, reparación y no repetición.

31
Comencemos por la exigibilidad política. Existen mecanismos
políticos que buscan la modificación de leyes o de las políticas del
Estado. Algunas violaciones a derechos humanos tienen su origen
en malas leyes o en malas políticas, pero también a veces las leyes
o las políticas son insuficientes para responder a las violaciones a
los derechos humanos y se requieren reformas para alcanzar la
verdad, la justicia y la reparación.

Seguramente has escuchado que la violencia en contra de las


mujeres en México es un problema grave. Antes de 2007, en México
no existía ninguna ley que estableciera qué es la violencia en contra
de ellas o qué tipos de violencia existen. Al no haber una definición
legal, muchos actos de violencia pasaban inadvertidos. En ese año
se publicó la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida
Libre de Violencia que finalmente definió los tipos de violencia; psico­
lógica, física, económica, patrimonial y sexual. Con esto quedó
claro que la violencia contra las mujeres no es sólo física, sino que
se puede presentar de muy diversas maneras. Esta ley se logró
gracias al impulso de un grupo de mujeres feministas mexicanas,
algunas de ellas legisladoras y otras académicas o activistas. Todas
ellas trabajaron con otros legisladores para hacerles ver la necesi­
dad de esta ley para la protección de los derechos de las mujeres,
hasta que finalmente lograron su aprobación.

Una ley, sin embargo, no necesariamente cambia la realidad de


las personas por sí misma. La violencia en contra de las mujeres
continúa. En muchas ocasiones se requiere impulsar la aplicación
de la ley para que pueda tener los efectos esperados: que se reco­
nozcan las distintas formas de violencia en contra de las mujeres,
que se sancionen esos distintos tipos de violencia y, finalmente, que
se termine para que las mujeres podamos vivir en plena dignidad.
Frente a esa realidad, las mujeres mexicanas hemos exigido el dere­
cho a una vida libre de violencia de distintas maneras. Una de ellas

32
Creando lazos con tus derechos
ha sido recurrir a instituciones creadas para defender derechos
humanos o aquellas instituciones vinculadas con el derecho que
queremos defender. Estamos frente a la exigibilidad institucional
que se trata de instituciones dispuestas por el propio Estado para
lograr la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no
repetición.

Lo que se busca en la exigibilidad institucional es poner en la


atención de una autoridad en una situación específica que es
constitutiva de violación a los derechos humanos, con el objetivo
de encontrar la solución más apropiada. El mecanismo de exigibi­
lidad institucional más importante en México es la Suprema Corte
de Justicia de la Nación; por su relevancia, la estudiaremos en
un apartado específico que se encuentra más adelante. Por ahora,
comencemos con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos
(CNDH).

Cuando las mujeres han recurrido a la CNDH, han planteado dis­


tintos tipos de violaciones a los derechos humanos. Una muy común
—tan común que a veces no la identificamos como violación— es
la violencia obstétrica. De acuerdo con la organización Grupo de
Información en Reproducción Elegida este tipo de violencia se
refiere a la que se genera en los servicios de salud públicos o pri­
vados que consiste en cualquier acción u omisión por parte del
personal de salud que cause daño físico o psicológico a la mujer
durante el embarazo, parto y posparto. Esta violencia puede expre­
sarse en la falta de acceso a servicios de salud reproductiva, en
tratos crueles, inhumano o degradantes por parte del personal de
salud, o un abuso de medicación, menoscabando la capacidad
de decidir de manera libre e informada sobre dichos procesos
reproductivos.

Por ejemplo, muchas mujeres sufren violencia psicológica e in­


cluso física al momento de dar a luz. Tal fue el caso de la señora

33
¿Qué pasa si no se respetan mis derechos humanos?
Irma, de origen mazateco, que acudió a un Centro de Salud en
Oaxaca con 36 semanas de embarazo. Al llegar una enfermera
le dijo que saliera a caminar porque todavía faltaba tiempo para
que naciera su bebé. Irma siguió esas instrucciones y se dirigió
a una palapa. Unos momentos después dio a luz a su bebé en el
patio del hospital sin ninguna asistencia médica. Con el apoyo
del Grupo de Información y Reproducción Elegida (GIRE), una
organización defensora de derechos humanos, Irma acudió a la
CNDH para que investigaran su caso.

Después de realizar las investigaciones, la CNDH determinó


que el trato que Irma recibió constituye violencia en contra de las
mujeres, y que se violaron sus derechos a la salud, a la integridad,
a la seguridad personal y al trato digno. Como resultado de esto,
la CNDH recomendó que se le reparara el daño a Irma y que las
autoridades de las que depende el Centro de Salud tomaran accio­
nes para evitar que hechos como este vuelvan a suceder.

Una de las fortalezas de la CNDH y de las comisiones estatales


de derechos humanos es que deben realizar la investigación de
los hechos denunciados por sus propios medios, requerirles a las
autoridades información, y determinar —a la luz de la justicia y
la equidad— los derechos humanos violados. En nuestra cotidia­
nidad solemos encontrarnos con personas que han recibido mala
atención médica o simplemente se les ha negado el servicio mé­
dico. Instituciones como la CNDH pueden investigar los casos para
determinar qué pasó, quién fue el responsable, reparar el daño y
recomendar medidas para que no vuelva a ocurrir .

Además de la CNDH hay otras instituciones que defienden los


derechos, como el Consejo Nacional para Prevenir la Discrimina­
ción (CONAPRED) o la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas
(CEAV). Mientras que el primero se especializa en el derecho a la
igualdad y la prohibición de discriminación, la CEAV se encarga

34
Creando lazos con tus derechos
de reparar el daño cuando otras instituciones ya determinaron que
existió una violación a derechos humanos.

Existen también los Centros de Justicia para las Mujeres que


buscan atender y prevenir la violencia en contra de las mujeres,
los cuales pueden ayudar a una mujer que sufre violencia domés­
tica mediante la identificación de, por ejemplo, las instituciones y
autoridades a las que puede acudir para protegerla de su agre­
sor. El personal de estos centros también debe acompañarla ante
esas autoridades y asegurarse de que la mujer víctima de vio­
lencia reciba un trato integral (apoyo médico, psicológico, legal,
etcétera).

Sin embargo, la violencia en contra de las mujeres —como en


el caso de muchas otras violaciones a derechos humanos—, son
persistentes. Aunque haya leyes e instituciones que sirven para
proteger los derechos, a veces las violaciones a derechos continúan
o no se obtiene respuesta de las autoridades. Por eso los mecanis­
mos de exigibilidad social son indispensables. La exigibilidad social
implica que nosotros como ciudadanas y ciudadanos asumamos
como propia la defensa de los derechos y nos manifestamos en con­
tra de las injusticias. Es decir, tomamos la lucha y la defensa por la
dignidad en nuestras manos.

Ante la grave situación de violencia en contra de las mujeres


que hay en el país, muchas mujeres han salido a manifestarse a
las calles para exigir a las autoridades que investiguen y sancio­
nen a los agresores, que adopten medidas más contundentes para
terminar con la violencia, que busquen y encuentren a mujeres
desaparecidas y que brinden atención y apoyo a las mujeres que
han sido víctimas, entre otras muchas demandas. Se trata de un
ejercicio de presión social para movilizar a las autoridades a que
hagan todo lo posible para que no persista la violencia en contra
de las mujeres en ejercicio de los derechos a la libertad de expre­
sión y de asociación. Otras formas de expresión de inconformidad

35
¿Qué pasa si no se respetan mis derechos humanos?
social son los boicots de consumidores y usuarios, las huelgas de
hambre, entre muchas otras acciones.

La exigibilidad social también implica que las personas tomen,


por sí mismas, la protección de sus derechos. Cuando las madres
de las personas desaparecidas comenzaron a buscar a sus hijos,
muchas de ellas aprendieron a utilizar herramientas para excavar
la tierra y elementos de antropología forense y geología. Armadas
sólo con su determinación y sufrimiento por el desconocimiento de
no saber qué pasó con sus hijos, estas madres recorren el país
levantando piedras hasta dar con sus hijas e hijos.

La exigibilidad social es la última barrera de la resistencia fren­


te a la actuación de aquellas autoridades que no cumplen con sus

37
¿Qué pasa si no se respetan mis derechos humanos?
obligaciones. Descansa en la dignidad de las personas y en la
constante lucha por buscar una vida digna. Como ya se ha men­
cionado en otros cuadernillos de esta obra, Tita Radilla ha sido
muy enfática en el tema: "se trata de buscarlos y se trata de en­
contrarlas. De hacer el trabajo que no hacen las autoridades y
que, como pueblo, nosotros lo hacemos".

38
Creando lazos con tus derechos
ACTIVIDAD DE REFLEXIÓN

¿Conoces a alguien que haya acudido a la CNDH o a una comi­


sión estatal de derechos humanos? O ¿has acudido en alguna
ocasión a estas instituciones? ¿Recuerdas, cómo fue tu experien­
cia? ¿Investigaron y repararon la violación a derechos humanos
que denunciaste?

¿En qué piensas cuando miras a las mujeres marchando en las


calles? ¿Habías pensado en las manifestaciones de las mujeres
como herramientas, como medios para que las autoridades hagan
bien su trabajo y garanticen los derechos? ¿Te habías imaginado
que detrás de tanto enojo en las manifestaciones podría haber
tanto dolor, como el que sufrió una mujer violada, o el que tienen los
familiares de una mujer asesinada?

39
5
EL DERECHO DE ACCESO A LA JUSTICIA

El mecanismo más importante para lograr la verdad, justicia, repa­


ración y no repetición de las violaciones a derechos humanos son
los órganos judiciales, los que llamamos jueces y juezas, cortes,
tribunales, juzgados.

Vamos por pasos. Primero, expliquemos por qué estos meca­


nismos son los más importantes. Los órganos judiciales garantizan
el derecho de acceso a la justicia. Este derecho permite alcanzar
los derechos a la verdad, justicia, reparación y garantías de no
repetición. El acceso a la justicia consiste en disponer de un re­
curso efectivo para la protección de los derechos fundamentales
que sea seguido de conformidad con las debidas garantías judi­
ciales. El derecho de acceso a la justicia debe asegurar, en tiempo
razonable, el derecho de las presuntas víctimas o sus familiares a
que se haga todo lo necesario para conocer la verdad de lo suce­
dido e investigar, juzgar y, en su caso, sancionar a los eventuales
responsables.8

8
Corte IDH, Caso Mujeres Víctimas de Tortura Sexual en Atenco vs. México.
Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 de
noviembre de 2018. Serie C No. 371. Disponible en: «https://www.corteidh.
or.cr/docs/casos/articulos/seriec_371_esp.pdf».

41
A diferencia de los otros mecanismos institucionales que he­
mos visto, el acceso a la justicia se refiere sólo a los recursos judi­
ciales que deben existir para proteger los derechos humanos. Que
exista un recurso judicial implica que las decisiones que se tomen
deben ser justas para todas las partes y que las decisiones son
obligatorias y deben cumplirse.

Las juezas o los jueces son como árbitros en un partido de futbol.


Se aseguran de que los dos equipos, o las partes en un juicio, se
comporten adecuadamente. Además, cuando tienen que decidir
sobre alguna falta en el terreno de juego, los árbitros deciden de
acuerdo con unas reglas que ya existen antes del partido. Ya sabe­
mos cuándo hay un fuera de lugar, un penal, un tiro de esquina, los
cambios permitidos para cada equipo y hasta cómo deben portar
el uniforme las jugadoras. En última instancia, al árbitro le corres­
ponde cuidar que todas —y el cuerpo arbitral mismo— se con­
duzcan de acuerdo con el juego limpio.

Así, las juezas y los jueces deben seguir ciertas reglas para
dirimir los problemas que puedan existir entre particulares o entre
particulares y autoridades, y sus determinaciones son obligato­
rias para todas las partes que intervienen. Así, cuando alguien tiene
una demanda de que sus derechos han sido violados y acude a una
autoridad judicial, lo que hace es ejercer su derecho de acceso a
la justicia para lograr verdad, justicia y reparación en un juicio con
reglas justas.

Tratándose del acceso a la justicia, hay diferentes "canchas"


donde las personas pueden llevar sus casos por violaciones a
derechos humanos: la penal, la administrativa y la constitucional.
La "cancha" penal identifica cómo operó la violación a derechos,
quiénes intervinieron y quiénes son los responsables. Si bien no
toda violación a derechos humanos implica la comisión de un delito,
hay violaciones —sobre todo las de mayor gravedad— que sí tie­
nen esa doble cara: de violación a derecho humano y de delito—.

42
Creando lazos con tus derechos
Ejemplos de estas violaciones con doble naturaleza son la tor­
tura, la desaparición forzada de personas, la ejecución arbitraria,
entre otras.

La "cancha" administrativa nos permite identificar la mala


actuación de las autoridades del Estado. Así, sería posible ver
qué es lo que no funcionó en ell interior de la administración pú­
blica, si faltaron controles o supervisión, si hay una mala interpre­
tación de cómo debe actuarse, o si faltó un mejor desarrollo sobre
qué implica el derecho humano violado. La vía administrativa nos
puede llevar a la imposición de sanciones disciplinarias para las
autoridades y es independiente de la vía penal. Además, esta vía
nos permite verificar que se trata de una responsabilidad no sólo
de una autoridad aislada, sino una violación que se deriva de un
problema de la administración pública y, por tanto, debe haber
una responsabilidad del Estado. Si es éste el caso, también se
pueden derivar reparaciones del daño.

La "cancha" constitucional nos ayuda a reconstruir los hechos,


y las distintas responsabilidades a partir de entender la violación a
derechos de una forma que permita dar claridad sobre qué es lo
que las autoridades tenían que hacer y no hicieron (cumplir sus obli­
gaciones), y cómo eso se convirtió en violaciones a los derechos
humanos. Con esto, además, se permite que otras autoridades
sepan cómo deben actuar desde la comprensión de lo que es un
derecho humano. Así, cada recurso aporta elementos para la verdad
y la justicia, como si fuera un rompecabezas que se construye con
distintas piezas.

En la siguiente sección estudiaremos la vía constitucional que


existe en México, y la labor de la SCJN en el juicio de amparo y la
acción de inconstitucionalidad.

43
¿Qué pasa si no se respetan mis derechos humanos?
ACTIVIDAD DE REFLEXIÓN

Sigamos con la violación a derechos humanos que identificaste


en las otras actividades de reflexión, ya sea de un conocido o al­
guna que lamentablemente tú hayas sufrido. Piensa, ¿Crees que se
requiere la intervención de algún juez para solucionar la violación?
¿Por qué?

45
6
¿QUÉ ES LA SUPREMA CORTE
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN?

El último y más importante guardián de nuestros derechos huma­


nos en el plano nacional es la SCJN. Se trata de un grupo de 11
personas juzgadoras, a quienes llamamos Ministros y Ministras.
Este grupo se encarga de vigilar que todas las leyes y los actos u
omisiones de las autoridades se realicen de acuerdo con la Cons­
titución y los tratados internacionales de los que México es parte.
Por eso también decimos que se trata de un tribunal constitucio­
nal, porque son un conjunto de jueces y juezas (tribunal) que cuidan
que la Constitución se cumpla.

La SCJN es el Máximo Tribunal Constitucional del país y cabeza


del Poder Judicial de la Federación. Tiene entre sus responsabili­
dades defender el orden establecido por la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos; mantener el equilibrio entre los dis­
tintos Poderes y ámbitos de gobierno, mediante las resoluciones
judiciales que emite; además de solucionar, de manera definitiva,
asuntos que son de gran importancia para la sociedad. En esa
virtud, y toda vez que imparte justicia en el más alto nivel, es decir,
el constitucional, no existe en nuestro país autoridad que se en­
cuentre por encima de ella o recurso legal que pueda ejercerse
en contra de sus resoluciones.

47
La Constitución reconoce nuestros derechos, y organiza a to­
das las autoridades del país para que sepan lo que tienen que
hacer. Es el diseño de una enorme maquinaria (la forma de orga­
nización de las autoridades) que debe servir para hacer realidad
los derechos humanos. Por eso, ser guardián de la Constitución
es una función muy importante en cualquier país. Lo que hace la
SCJN es, básicamente, asegurarse de que todas las autoridades
se comporten de acuerdo con ese diseño y con los derechos reco­
nocidos. Entonces, la SCJN defiende nuestros derechos, así como
el diseño de país que está en la Constitución.

Para cumplir esa función, la SCJN vigila que:

• Las leyes que hacen los congresos en los Estados y el


Congreso de la Unión respeten la Constitución.

• Los actos de las autoridades, de cualquier autoridad, respe­


ten, promuevan, protejan y garanticen los derechos humanos.

• Las autoridades respeten la organización diseñada en la


Constitución y cada una realice sus funciones sin traspasar
las funciones de las otras autoridades.

Son importantes las dos primeras funciones de la Suprema


Corte cuando nos preguntamos ¿qué pasa si no se respetan mis
derechos humanos? La SCJN vigila que ni las leyes ni los actos u
omisiones de las autoridades violen nuestros derechos; mientras
que la tercera función es parte de las actividades que lleva la
Corte en su calidad de árbitro entre autoridades.

Sólo algunos casos son del conocimiento de la Suprema Corte.


Nuestro tribunal constitucional estudia las leyes y los actos de otras
autoridades, y si éstos son o no apegados a la Constitución. Por
ejemplo, en un divorcio un juez puede decidir que la custodia de
una niña debe quedar con la madre porque así lo dice el Código
Civil. El padre puede inconformarse con esa decisión y decir que

48
Creando lazos con tus derechos
el problema es ese código, y que la norma que se está aplicando
no es acorde con la Constitución. En un caso así, la Suprema Cor­
te no va a decidir a quién le corresponde la custodia de la niña,
pero sí decidirá si el Código Civil tiene o no un "problema de cons­
titucionalidad". En este caso, si el código dice que la custodia
corresponde a la madre es probable que se trate de una ley que
discrimina tanto a la madre como al padre porque implica que las
mujeres tienen siempre la carga prioritaria del cuidado, y esto es
contrario a la igualdad que debe existir entre hombres y mujeres, ya
que el cuidado corresponde a ambos. La SCJN puede decidir que
el Código Civil viola entonces el derecho a la igualdad estable­
cido en nuestra Constitución.

En otro ejemplo, la Corte tampoco decidirá si alguien es cul­


pable o inocente del delito de robo. Sin embargo, si al emitir una
sentencia (un acto de autoridad), un juez realiza una interpretación
de un derecho constitucional que no es correcta, la SCJN puede
revisar el caso para enmendar dicha interpretación, por ejemplo,
corrige cómo debe interpretarse la presunción de inocencia. En este
caso la SCJN protege el derecho al debido proceso establecido
en nuestra Constitución.

La SCJN es la última guardiana de nuestros derechos en el ám­


bito nacional porque sus decisiones funcionan como una especie
de cascada que les permite a las demás autoridades judiciales del
país saber cómo decidir el resto de los problemas sobre nuestros
derechos. En donde no hay criterios claros que nos expliquen si un
acto o una ley viola derechos humanos reconocidos en la Consti­
tución, la SCJN podrá tomar esa decisión y eso ayudará a prevenir
futuras violaciones a los derechos humanos en otros casos. Por ello,
la SCJN no es un órgano aislado, sino que es la cabeza del Poder
Judicial de la Federación que está compuesto por distintos jueces,
juezas y tribunales que paso a paso buscan resolver los problemas
de derechos humanos, ya sea para evitar que se violen los dere­
chos o para corregir una violación. Cuando las personas buscan

49
¿Qué pasa si no se respetan mis derechos humanos?
ampararse porque una ley o la conducta de una autoridad puede
afectarlos, primero recurre a los llamados Jueces de Distrito o a los
Tribunales Colegiados de Circuito, que conforman el Poder Judi­
cial de la Federación y los cuales deben aplicar los criterios emiti­
dos por la SCJN. Así, aunque la Corte no revise todos los casos, los
otros órganos hacen su labor aplicando los criterios emitidos por la
Suprema Corte.

La labor de la SCJN no es sencilla. Lo que hace es controlar a


otras autoridades, incluso a los órganos legislativos y a los dis­
tintos jueces del país. Cuando tiene que decidir sobre la consti­
tucionalidad de una ley, las y los integrantes del Congreso que
emitió esa ley pueden sostener que ellos fueron elegidos directa­

50
Creando lazos con tus derechos
mente por las personas y que por eso están en posibilidad de
decidir lo que consideran mejor para las mayorías que los votaron.
Ante esta difícil situación, la SCJN debe asegurarse de que las
decisiones de los representantes elegidos por el voto directo no
afecten los derechos de las minorías.

La SCJN también tiene el potencial de avanzar hacia la trans­


formación social por medio de sus decisiones. Al proteger los de­
rechos humanos, la SCJN identifica cuál es la mayor protección
que debe darse a los derechos, y si se da cuenta de que nuestras
leyes no empatan con ese nivel de protección, puede tratar de im­
pulsar la acción de otras autoridades. La Suprema Corte ha hecho
esto en diversos temas, particularmente aquellos que tienen que
ver con los derechos de las mujeres y los derechos de la diver­
sidad sexual, como es el caso de las uniones entre personas del
mismo sexo. Con este impulso de transformación, la SCJN nos
acerca a convertirnos en sociedades más igualitarias en térmi­
nos de redistribución económica, reconocimiento de identidades y
representación política.

Como guardiana de la Constitución, la SCJN toma sus deci­


siones a partir de lo que establece nuestra Máxima Ley. La mejor
forma de resguardar la Constitución es asegurándose de que se
cumpla. Para decidir, la SCJN se rige por los contenidos de la pro­
pia Constitución en materia de derechos humanos, la forma en que
ella misma ha interpretado esos derechos, pero también considera
los derechos humanos que han sido reconocidos en tratados in­
ternacionales y la interpretación que les han dado órganos interna­
cionales como la Corte Interamericana de Derechos Humanos (lo
que llamamos parámetro de regularidad constitucional). Así, la SCJN
no decide en el vacío o por capricho, sino apegada siempre a cri­
terios de protección desarrollados por ella misma o por los órganos
internacionales reconocidos por México. Veamos algunas senten­
cias que ilustran la forma en que la SCJN protege nuestros derechos
a partir de la Constitución y los tratados internacionales.

52
Creando lazos con tus derechos
Acceso a la justicia de las víctimas de violencia de género.
Amparo en revisión 1284/2015

La SCJN estudió el caso de Karla Pontigo, una mujer que sufrió


graves heridas en su lugar de trabajo a causa de una caída y, pos­
teriormente, falleció en el hospital al que fue llevada. El Ministerio
Público (la autoridad encargada de investigar los hechos) deter­
minó que lo sucedido fue un accidente por la falta de medidas
de seguridad del gerente del lugar. En este caso se conserva el
nombre de la víctima, porque su reconocimiento constituyó una
demanda política de su madre.

Los familiares de Karla buscaron que el Ministerio Público inves­


tigara también la información sobre la violencia sufrida por Karla
por parte del gerente del lugar en ocasiones previas. Todo ello hacía
suponer que se había tratado de violencia de género, sin embargo,
no obtuvieron respuesta de las autoridades encargadas de inves­
tigar. A los familiares de Karla no les informaron del contenido de
la investigación ni los dejaron participar en el proceso.

La SCJN analizó el derecho de acceso a la justicia de la familia


de Karla, a partir del artículo 17 constitucional y los artículos 8 y
25 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Con
estas normas como brújula que guía su actuar, la SCJN averiguó
si el Ministerio Público había investigado bien, si consideró que
podría tratarse de un caso de violencia de género, y si permitió la
participación de la familia en las investigaciones. Para ello, tam­
bién consideró el artículo 20, apartado C, de la Constitución que
trata sobre los derechos de las víctimas.

La SCJN estableció:

62. Es indiscutible que una investigación conducida —tal como lo


argumentan los quejosos [los familiares de Karla]— que una inves­
tigación conducida sin acatar los estándares de debida diligencia

53
¿Qué pasa si no se respetan mis derechos humanos?
y sin atender las obligaciones reforzadas que surgen de los es­
tándares internacionales en materia de violencia basada en el
género, y en particular la muerte violenta de una mujer, determinará
ineludiblemente los resultados del proceso penal, y compromete
los derechos de las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación.

En su sentencia, la SCJN determinó que la falta de participa­


ción de los familiares de Karla Pontigo en las investigaciones violó
su derecho a la verdad, en la medida en que no tuvieron oportu­
nidad de aportar elementos para la investigación y ayudar al Minis­
terio Público en la identificación de las causas de la muerte de
Karla y de la persona responsable. La SCJN indicó que las víctimas
tienen distintos derechos, como recibir información, e intervenir
de manera activa en toda la investigación y después en el juicio.
Por ello, cuando el Ministerio Público no les permitió ni siquiera
conocer el avance de la investigación, los dejó sin posibilidad de
defenderse y violó su derecho a la verdad. De acuerdo con los
criterios de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la SCJN
estableció que este derecho a la verdad implica que se reconozca
lo que han sufrido, que se identifique a la persona que mató a
Karla y conocer por qué lo hizo. Al respecto la SCJN estableció:

105. La verdad se construye idealmente en consenso. Es decir, las


versiones y explicaciones de las víctimas deben ser consideradas y,
en todo caso, éstas deben ser convencidas por las autoridades;
es difícil asociar finalidades reparatorias a una verdad impuesta
o donde las víctimas no se sienten representadas o tomadas en
cuenta. Por eso, la participación de las víctimas durante la investi­
gación de un evento lesivo es fundamental.

106. La verdad es, entonces, un reconocimiento del sufrimiento de


las víctimas y no solamente una decisión de adecuación típica,
basada en categorías jurídicas. La verdad consistirá, más que
nada, en la entrega de un relato correspondiente con los hechos,
suficientemente probado y surgido de una investigación exhaustiva

54
Creando lazos con tus derechos
y diligentemente conducida. La verdad no es cualquier versión; las
explicaciones para los hechos inconsistentes con la evidencia
disponible o producto de una selección o interpretación arbitraria
de la misma no satisfacen el derecho a la verdad.

En esta sentencia, la SCJN indicó al Ministerio Público que


debía tomar en consideración todos los elementos en torno a la
muerte violenta de las mujeres, a la par que avanzara en el desa­
rrollo de los derechos de las víctimas. La investigación de un delito
que afecta a una o varias personas debe incluirlas y reconocerlas,
no como meros espectadores, sino como participantes efectivos
incluso para enderezar las investigaciones.

Así, la SCJN encontró que se violaron los derechos de acceso


a la justicia y los derechos de las víctimas en los procedimientos
penales, de acuerdo con lo contenido en la Constitución y en la
Convención Americana sobre Derechos Humanos. Además, dado
que se trató de un caso de violencia en contra de las mujeres, la
SCJN también encontró una violación al artículo 7 de la Convención
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
contra las Mujeres, un tratado internacional que impone obligacio­
nes a nuestras autoridades en materia de violencia de género.

Derecho a la no discriminación y matrimonio igualitario.


Amparo en revisión 581/2012

En esta sentencia, la SCJN revisó un artículo del Código Civil


del Estado de Oaxaca que se refiere al matrimonio. Las personas
que se inconformaron por ese artículo dijeron que tal como estaba
redactado no permitía que las parejas del mismo sexo pudieran
casarse, pues la norma señalaba que el matrimonio sólo podía
llevarse a cabo entre un hombre y una mujer, y debía tener como
finalidad el tener hijos. En consecuencia, de acuerdo con los in­
conformes, se violaba su derecho a la igualdad y a la no discri­
minación establecidos en los artículos 1 y 4 de la Constitución.

55
¿Qué pasa si no se respetan mis derechos humanos?
La SCJN debía decidir si esa norma respetaba los derechos
constitucionales o no. El estudio que hizo la SCJN partió de un
análisis sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo desde
el punto de vista constitucional, para determinar que no viola el
artículo 4 de la Constitución, que protege a la familia. Una vez
establecido esto, la Corte realizó un examen a la disposición del
Código Civil para ver si era justificado en términos constitucionales
excluir el matrimonio entre personas del mismo sexo. La SCJN dijo
que la Constitución y los derechos humanos protegen al matrimo­
nio y a la familia, pero eso no implica que los únicos que puedan
casarse sean un hombre con una mujer, sino que puede haber
muchos tipos de familias, y que las parejas homosexuales tam­
bién deben poder casarse. Entonces el artículo del Código Civil
del Estado de Oaxaca es inconstitucional y viola el derecho a la
igualdad y a la no discriminación y el derecho al libre desarrollo de
la personalidad.

La Suprema Corte estableció que

la medida es claramente discriminatoria porque las relaciones que


entablan las parejas homosexuales pueden adecuarse perfecta­
mente a los fundamentos actuales de la institución matrimonial y
más ampliamente a los de la familia. Para todos los efectos rele­
vantes, las parejas homosexuales se encuentran en una situación
equivalente a las parejas heterosexuales, de tal manera que es
totalmente injustificada su exclusión del matrimonio. […]

La razón por la cual las parejas del mismo sexo no han gozado
de la misma protección que las parejas heterosexuales no es por des­
cuido del legislador, sino por el legado de severos prejuicios que
han existido tradicionalmente en su contra. La ausencia de los
beneficios que el derecho asigna a la institución matrimonial es
una consecuencia directa de la prolongada discriminación que ha
existido hacia las parejas homosexuales por razón de su preferen­
cia sexual.

56
Creando lazos con tus derechos
Además, la SCJN señaló que la vida familiar de los matrimonios
formados por parejas homosexuales no se limita a la vida en pareja,
pues pueden tener hijos, ya sean procreados o adoptados.

Para la SCJN la importancia del matrimonio de parejas homo­


sexuales no se limita al hecho de casarse, sino que al contraer
matrimonio también se adquieren otros derechos (SCJN, 2012:
41). Hay muchos beneficios económicos, fiscales, de solidaridad,
de propiedad, de decisiones médicas, migratorios y de causa de
muerte que se derivan de estar casados. Por eso, si a las parejas
homosexuales se les impide casarse, también se les excluye de
esos otros beneficios.

En conclusión, la SCJN determinó que el matrimonio está


protegido por la Constitución, pero negar que una pareja del
mismo sexo se case no está conectado con la protección del ma­
trimonio. Al contrario, tal diferencia de trato entre parejas del mismo
sexo y parejas heterosexuales resulta en una violación de los prin­
cipios de igualdad y no discriminación establecidos en el artículo
1o. constitucional.

Esta decisión de la SCJN es un claro ejemplo del potencial


transformador de sus sentencias. Aunque en la sociedad existan
opiniones respecto de que el matrimonio solo puede ser entre un
hombre y una mujer, los derechos humanos son claros en afirmar
que todos y todas debemos disfrutar de todos los derechos por
igual. Entonces, si una pareja homosexual quiere casarse, la ley
no debe impedírselo. La Corte impulsa con esta sentencia una
transformación legal pero también social.

Derecho a la libertad de expresión entre particulares.


Amparo directo 28/2010

La SCJN también defiende los derechos humanos en las rela­


ciones entre particulares. En este caso se enfrentaron dos grandes
medios de comunicación: Letras libres y el periódico La Jornada.

57
¿Qué pasa si no se respetan mis derechos humanos?
Una persona que escribía para Letras libres había publicado una
columna en la que interpretó varias circunstancias para "construir
determinadas apreciaciones y juicios de valor, encaminados a cri­
ticar a La Jornada: (i) su ideología y línea editorial, favorables al
entorno del nacionalismo vasco; y (ii) su rol durante la visita del en­
tonces juez Baltasar Garzón" (SCJN, 2011: XXII). La Corte tuvo que
decidir sobre si esa columna violaba o no el derecho al honor de
La Jornada o si, por el contrario, protegía la libertad de expresión
de Letras libres de acuerdo con los artículos 6 y 7 constitucionales.
Respecto del derecho al honor, la Corte señaló que la Constitu­
ción no protegía de manera explícita tal derecho, pero a partir de
decisiones previas, pudo determinar su contenido y alcance.

En cuanto a la libertad de expresión, la SCJN señaló que es un


derecho muy importante para la democracia porque protege la
manifestación de ideas de relevancia pública, y que eso debía
considerarse cuando se contrapone a otro derecho como el del
honor que protege la reputación de las personas o, en este caso,
de un medio de comunicación. Además, indicó que la Constitución
no reconoce un "derecho al insulto" pero tampoco prohíbe "expre­
siones inusuales, alternativas, indecentes, escandalosas, excén­
tricas o simplemente contrarias a las creencias y posturas mayo­
ritarias, aún y cuando se expresen acompañadas de expresiones
no verbales, sino simbólicas".

El debate en temas de interés público debe ser desinhibido,


robusto y abierto, pudiendo incluir ataques vehementes, cáusticos
y desagradablemente mordaces sobre personajes públicos o, en
general, ideas que puedan ser recibidas desfavorablemente por
sus destinatarios y la opinión pública en general, de modo que no
sólo se encuentran protegidas las ideas que son recibidas favo­
rablemente o las que son vistas como inofensivas o indiferentes.
Éstas son las demandas de una sociedad plural, tolerante y abierta,
sin la cual no existe una verdadera democracia.

58
Creando lazos con tus derechos
En una disputa entre medios de comunicación, dice la SCJN,
también debe considerarse que se trata de figuras públicas y que
su poder no debe subestimarse porque "sus opiniones suelen im­
ponerse en la sociedad, dominando la opinión pública y generando
creencias". Si la prensa informa, también está sujeta a ser criticada.

La SCJN estableció que "si la prensa goza de la mayor libertad


y del más amplio grado de protección para criticar personajes con
proyección pública, es no sólo lógico sino necesario concluir que la
crítica a su labor también debe gozar de la mayor libertad y más
amplio grado de protección, pues de lo contrario se estaría dotando
a una persona, en este caso un medio de comunicación impreso,
de un gran y desequilibrado poder para criticar impunemente, opi­
nando e informando sin ser sujeto del mismo escrutinio público
que pregona, ejerce y cuya protección invoca".

La Corte decidió que la columna de Letras libres era de rele­


vancia pública, y que recayó sobre La Jornada que también era
una figura pública, por lo que a pesar de que las expresiones que
se utilizaron en la nota pudieran ser exageradas, la opinión expre­
sada en Letras libres estaba protegida por el derecho a la libertad
de expresión.

Esta sentencia estudia la conducta de dos particulares a la luz


de los derechos humanos, donde ambos tienen obligaciones de
asegurar la libertad de expresión, por lo que, en igualdad de cir­
cunstancias, no prevalece el derecho al honor. La SCJN concluyó
que no había una violación a los derechos humanos.

Derecho al medio ambiente y manglares.


Amparo en revisión 307/2016

En este caso, la SCJN analizó una violación de los artículos 1o.,


4o., 14 y 16 de la Constitución Federal puesto que con la construc­
ción de un parque en Tamaulipas se ocasionaba un daño al medio

59
¿Qué pasa si no se respetan mis derechos humanos?
ambiente derivado de la destrucción de humedales y manglares
existentes en los terrenos en los que se pensaba construir dicho
parque. De particular importancia fue el artículo 4o. constitucional
que protege el derecho al medio ambiente sano para el desarrollo
y bienestar de la persona. Por su parte, los artículos 14 y 16 cons­
titucionales se ven comprometidos porque en su actuar, las auto­
ridades no habían cumplido con los requisitos que establece la
ley en materia de impacto ambiental, entre otras acciones, lo que
repercutió en afectaciones a los derechos de las personas.

En este asunto, la SCJN comenzó su análisis a partir de deter­


minar quién puede quejarse de una violación al derecho al medio
ambiente sano, porque en principio a todos nos afectaría un daño al
medio ambiente, pero no necesariamente todos podemos quejarnos
de cualquier daño. Relacionado con eso, la SCJN debió determi­
nar qué exactamente protege el derecho al medio ambiente sano,
¿protege la naturaleza o protege los usos que los seres humanos
le damos al medio ambiente? En este caso, la SCJN desarrolló el
contenido y alcance de ese derecho para establecer cómo va a
funcionar, qué implica y quién puede quejarse. Para ello, la SCJN
recurrió a sus propias decisiones anteriores, pero también a trata­
dos internacionales y otras leyes en la materia.

El caso surge porque dos mujeres se quejaron de la posible des­


trucción de los manglares, argumentando que se afectaba el derecho
al medio ambiente, en particular de una de ellas como habitante
de la zona.

En este caso la Corte estableció que "el reconocimiento de


este derecho humano obliga a entender que el hombre convive y
forma parte de los ecosistemas que la propia naturaleza conforma,
de suerte que a partir de ellos y de sus procesos biofísicos, obtiene
diversos beneficios, sin embargo, en muchas ocasiones esta inte­
racción entre el ser humano y los ecosistemas pone en riesgo la
sustentabilidad del medio ambiente".

60
Creando lazos con tus derechos
La SCJN precisó que el derecho al medio ambiente tiene dos
dimensiones, una que protege las afectaciones a los seres huma­
nos cuando hay daño en el medio ambiente y otra que protege
directamente el medio ambiente. Las autoridades tienen que evi­
tar el daño ecológico provocado por la intervención de los seres
humanos y que podría repercutir en la afectación de los intereses de
la sociedad en general. Pero como a veces determinar el daño
resulta complejo, es preciso exigir pruebas técnicas o científicas,
y otras veces basta con identificar que existe un riesgo de daño
ecológico.

Por eso se requiere la participación de todas las personas para


poder proteger el medio ambiente, pero no todos pueden quejarse
del daño al medio ambiente, sino sólo aquellas personas o comu­
nidades que tengan una "especial situación" con el ecosistema que
está en riesgo o que ha sido dañado, en particular una relación con
sus "servicios ambientales". Al respecto, la SJN estableció:

126. Un ecosistema, entendido en términos generales, como un


sistema de elementos vivos y no vivos que conforman una unidad
funcional, brinda al ser humano diversos tipos de servicios am­
bientales. En efecto, se entiende por servicio ambiental aquellos
beneficios que obtiene el hombre de los diversos ecosistemas.

127. El hombre convive y forma parte de los ecosistemas que la


propia naturaleza conforma, de suerte que a partir de ellos y de
sus procesos biofísicos, obtiene una serie de beneficios, sea por­
que le provee de bienes y condiciones necesarias para el desa­
rrollo de su vida (hasta una significación religiosa) o bien, porque
impiden eventos que la ponen en riesgo o disminuyen su calidad.

Son servicios ambientales los que prestan los ecosistemas,


como los agroecosistemas, marinos, bosques, agua dulce y pasti­
zales o praderas. Dado que una de las personas que se quejaron
sí disfrutaba de los servicios ambientales, el riesgo que la cons­
trucción del parque suponía para los manglares afectaba el dere­
cho al medio ambiente de esa persona.

61
¿Qué pasa si no se respetan mis derechos humanos?
Al determinar qué incluye el derecho al ambiente sano y quién
puede quejarse de su violación, la SCJN ayudó a clarificar este
derecho y, en consecuencia, a brindarle una mayor protección.
Mediante esta sentencia, la SCJN detuvo un acto de autoridad
que pudo haber afectado de manera irremediable los manglares
en Tamaulipas y con ello también a las personas que disfrutan de
los servicios ambientales que proveen.

Como es posible advertir en estos casos, las sentencias de la


SCJN ayudan a definir cuáles son los ámbitos de protección de
los derechos, impulsan amplias transformaciones sociales, dan
indicaciones para la convivencia entre los particulares, y protegen
a personas y al medio que nos rodea.

62
Creando lazos con tus derechos
ACTIVIDAD DE REFLEXIÓN

¿Consideras que la SCJN es importante para nuestro país? ¿Por


qué?

De los casos que estudiamos, ¿cuál te pareció más interesante?


¿Por qué?

¿Consideras que puede servir para resolver algún problema de


derechos humanos del que tengas conocimiento?

63
7
LOS ORGANISMOS INTERNACIONALES

Además de los mecanismos que están localizados en México, exis­


ten otros a nivel internacional que también pueden determinar que
existió una violación, investigar y decidir sobre lo que sucedió, y
ordenar medidas de reparación. Estos mecanismos, al igual que la
SCJN, nos dicen qué significan y hasta dónde llega cada uno de
nuestros derechos humanos.

A veces estos mecanismos internacionales son utilizados por


los movimientos de derechos humanos para hacer visibles las
violaciones que suceden en el país, a fin de que las autoridades
nacionales sientan una mayor presión y cumplan sus obligacio­
nes. La naturaleza de estos mecanismos es muy variada, pero lo
importante es que coadyuvan desde otras latitudes a "fiscalizar"
los actos de nuestras autoridades, incluida la SCJN.

En otras ocasiones, estos mecanismos ayudan a que los go­


biernos cumplan con sus obligaciones en materia de derechos
humanos. Por ejemplo, la Oficina de la Alta Comisionada de las
Naciones Unidas para los Derechos Humanos trabaja con el gobier­
no federal y los gobiernos locales, así como con el Poder Legisla­
tivo y hasta con la SCJN para mejorar la forma en que se garantizan

65
los derechos. Al gobierno federal le ayuda a establecer planes y
programas con enfoque de derechos humanos para prevenir vio­
laciones a los derechos humanos, y también trabaja de la mano
con la SCJN para lograr que todos los jueces del país protejan los
derechos de acuerdo con lo establecido en la Constitución y en
los tratados internacionales.

Además, hay un grupo de organismos internacionales como


la propia Corte Interamericana de Derechos Humanos, a la que
nos hemos referido en varias ocasiones en este cuadernillo, que al
resolver asuntos también interpretan los derechos humanos. Esta
función es fundamental para la protección de los derechos en el
país. La SCJN integra las interpretaciones que ella misma realiza
con las que emite la Corte Interamericana de Derechos Humanos
para defender de mejor manera los derechos humanos.

Ante situaciones específicas de violación a derechos humanos,


y cuando ya se agotaron todos los mecanismos de exigibilidad en
el ámbito nacional, también puede activarse el acceso a la justicia
internacional. Una persona puede llevar su caso ante la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos, o ante alguno de los comi­
tés o procedimientos especiales de derechos humanos de las Na­
ciones Unidas para que la violación sea analizada y determinar si
existió o no. Si la Comisión Interamericana encuentra una violación
puede enviar el caso a la propia Corte Interamericana para que ese
órgano judicial emita una sentencia contra el país, la cual obliga
a las autoridades del Estado a su cumplimiento.

66
Creando lazos con tus derechos
ACTIVIDAD DE REFLEXIÓN

¿Has escuchado hablar del Grupo Interdisciplinario de Expertos


Independientes?

Se trató de un grupo de personas expertas de distintos países que


la Comisión Interamericana de Derechos Humanos convocó para
que vinieran a México a apoyar a las autoridades encargadas de la
investigación de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos
en 2014.

¿Consideras que este apoyo fue importante? ¿Por qué?

67
CONCLUSIONES

Los mecanismos de los que disponemos para exigir derechos son


múltiples. En el siguiente esquema, graficamos este margen amplio
de posibilidades a partir de la propuesta que hiciera el académico
Gerardo Pisarello:

Esquema 1.
Mecanismos de exigibilidad y garantía de los derechos humanos

Internacional
Foro social CorteIDH
mundial Jurisdiccional

Tribunal Perm Comités UN


de los Pueblos Semi jurisdiccional CIDH
Semi político
Caravana de
Madres Relatores
Extra institucional
Institucional
o social
Manifestaciones Leyes
Judicial (Político)
(Jurisdiccional)
Acciones de PolPub
protesta (Político)

Desobediencia
civil Ombudsman
(Semi jurisdiccional)

Nacional

Fuente: Serrano (2017: 19), "Mecanismos de exigibilidad".

69
Los mecanismos de exigibilidad pueden combinarse entre sí.
Recuperan niveles nacionales, e incluso podríamos animarnos a
destacar la relevancia de los niveles subnacionales como las lo­
calidades, municipios y entidades federativas; también, los niveles
internacionales con los que se pueden tejer redes, tanto desde ini­
ciativas sociales, como por medio de instituciones. Los meca­
nismos de exigencia también corren desde lo extrainstitucional
—mecanismos sociales— hasta lo institucional, como la incidencia
en las leyes y las políticas públicas, o la activación de recursos
judiciales.

Ante la exigencia y reivindicación de derechos podemos


combinar los distintos mecanismos en estrategias de incidencia;
por ejemplo, articular la protesta con juicios en el nivel institucio­
nal y con denuncias ante los distintos comités de derechos huma­
nos de Naciones Unidas o el Sistema Interamericano de Derechos
Humanos.

Claro, es más fácil ver los cambios cuando mantenemos una


mirada a largo plazo; es decir, cuando podemos ver a lo largo de
los años —de muchos años— las consecuencias de estas movili­
zaciones y exigencias, y cómo poco a poco vamos construyendo
un país más abierto al reconocimiento de las diferencias, más com­
prometido con enfrentar las desigualdades y con mayores contro­
les frente al poder arbitrario.

Pensar la exigencia de derechos humanos como una batalla en


la que se gana o se pierde de maneraabsoluta, resulta un ejercicio
limitante y desesperanzador que reduce las dinámicas sociales a
una sencillez casi ingenua: que no podamos ver efectos inmediatos
no significa que no vayan a realizarse en el futuro.

Cuando no se respetan los derechos humanos, se despliegan


otro grupo de derechos y diversos mecanismos que nos ayudan a
hacer valer nuestros derechos. El entramado de los derechos hu­
manos acepta que hay veces que ocurrirán violaciones y por eso

70
Creando lazos con tus derechos
dispone de todo un conjunto de acciones y derechos, principal­
mente a la verdad, la justicia y la reparación. Lo que los derechos
protegen es esa posibilidad de afirmar siempre nuestra dignidad
por diversas vías, a veces por medio de las instituciones, otras por
medio de la movilización social.

Las voces de muchos defensores y defensoras de derechos


humanos resuenan como ejemplos del camino por recorrer ante las
injusticias, además nos muestran que defender nuestros derechos
también es defender los de los demás. Los caminos de la exigibi­
lidad son variados y podemos recorrerlos todos o sólo algunos.

Tenemos muchos ejemplos de la búsqueda de justicia frente


a las violaciones a derechos humanos, de hecho, cada caso ante
la SCJN nos lo confirma. Las sentencias de esos casos tienen el
potencial de restablecer el goce de los derechos. Por eso es impor­
tante inconformarnos cuando algo es injusto, cuando hemos vivido
una violación a derechos humanos. Debemos presionar para lograr
que los derechos se cumplan y que podamos vivir la vida digna.

Las sentencias de la SCJN que presentamos en este cua­


dernillo nos permiten ver cómo diversos problemas que vemos en
nuestra cotidianidad, como la violencia contra las mujeres, o que
afectan a la democracia, como la protección de la libertad de
expresión, son abordados y protegidos desde la Constitución.
La SCJN, como guardiana de la Constitución, se encarga de que
los derechos que están reconocidos en ella se respeten, garan­
ticen, protejan y promuevan. Sus sentencias no sólo llevan justicia
a las personas que directamente están interesadas en el caso,
sino que se convierten en guía de conducta para las autoridades y
para otras juezas y jueces. Así, poco a poco se pueden disminuir
las violaciones a derechos humanos. También de eso se trata la
defensa de los derechos, de impedir que las violaciones vuelvan a
ocurrir y de construir, entre todos y todas, una sociedad en la que
los derechos sean lo que explique y justifique las decisiones y el
actuar de las autoridades.

71
¿Qué pasa si no se respetan mis derechos humanos?
FUENTES DE INFORMACIÓN

Libros

GARGARELLA, R., (2005), El derecho a la protesta. El primer dere­


cho, Buenos Aires, AD-HOC.

GARGARELLA, R., DOMINGO, P. y ROUX, T., (2006), Courts and


social transformation in new democracies: an institutional voice
for the poor?, Londres, Ashgate.

NASH, ROJAS, C., (2009), El Sistema Interamericano de Derechos


Humanos en Acción. Aciertos y Desafíos, México, Porrúa.

PISARELLO, G., (2007), Los derechos sociales y sus garantías.


Elementos para una reconstrucción, Madrid, Trotta.

SERRANO, S., (2017), "Mecanismos de exigibilidad", Serie de Guías


de Estudio de la Maestría en Derechos Humanos y Democracia,
México, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales.

SERRANO, S. y VAZQUEZ D., (2013), Los derechos en acción.


Obligaciones y principios de derechos humanos, México, FLACSO-
México.

73
Capítulos de libros

CALDERÓN GAMBOA, J., (2013), "La reparación integral en la


jurisprudencia de la CIDH: estándares aplicables al nuevo para­
digma mexicano", en FERRER MAC-GREGOR et al. (coord.), Dere­
chos humanos en la Constitución: Comentarios de jurisprudencia
constitucional e interamericana, I, México, SCJN/IIJ-UNAM; Fun­
dación Konrad Adenauer Stiftung.

GARGARELLA, R., (2005), "El derecho de resistencia en situacio­


nes de carencia extrema", en GARGARELLA, Roberto (ed.), El dere­
cho a resistir el derecho, Buenos Aires, Miño y Dávila.

UPRIMNY, R., (2011), "5. Las transformaciones constitucionales


recientes en América Latina: tendencias y desafíos", en RODRÍGUEZ
GARAVITO, César (coord.), El derecho en América Latina. Un mapa
del pensamiento jurídico del siglo XXI, Buenos Aires, Siglo XXI.

Notas periodísticas

La Jornada, (2017), "Seguiremos luchando hasta que la dignidad


se haga costumbre", en centroprodh.org.mx [en línea]. Disponible
en: «https://centroprodh.org.mx/2017/02/22/seguiremos-luchando-
hasta-que-la-dignidad-se-haga-costumbre/» [última fecha de con­
sulta: 26 de septiembre de 2020].

Diccionarios

RAE, (2019), Diccionario de la Real Academia de la lengua española,


en «dle.rae.es/exigir» [en línea]. Disponible en: «https://dle.rae.es/
exigir» [última fecha de consulta: 8 de septiembre de 2020].

Páginas web

GIRE, "Violencia obstétrica", en «gire.org.mx» [en línea]. Disponi­


ble en: «https://gire.org.mx/violencia-obstetrica/» [última fecha de
consulta: 21 de septiembre de 2020].

74
Creando lazos con tus derechos
SCJN, (2020), "¿Qué hace la Suprema Corte de Justicia de la
Nación?", en www.scjn.gob.mx. [en línea]. Disponible en: «https://
www.scjn.gob.mx/conoce-la-corte/que-hace-la-scjn» [última fecha
de consulta: 24 de septiembre de 2020].

Legislación

Constitución Política de la Ciudad de México, de 5 de febrero de


2017, Gaceta Oficial de la Ciudad de México, de 5 de febrero de 2017,
núm. 1, Vigésima época, Ciudad de México.

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, de 5 de


febrero de 1917, Diario Oficial de la Federación, de 5 de febrero
de 2007.

Jurisprudencia nacional

Sentencia recaída al amparo en revisión 28/2010, Primera Sala de


la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Ponente: Ministro Arturo
Zaldívar, 23 de noviembre de 2011.

Sentencia recaída al amparo en revisión 581/2012, Primera Sala de


la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Ponente: Ministro Arturo
Zaldívar, 5 de diciembre de 2012.

Sentencia recaída al amparo en revisión 307/2016, Primera Sala de


la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Ponente: Ministra Norma
Piña, 14 de noviembre de 2018.

Sentencia recaída al amparo en revisión 1284/2015, Primera Sala


de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Ponente: Ministro
Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, 13 de noviembre de 2019.

Sentencia recaída a la contradicción de tesis 293/2011, Pleno de


la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Ponente: Ministro Arturo
Zaldívar, 3 de septiembre de 2013.

75
¿Qué pasa si no se respetan mis derechos humanos?
Tesis [J.]: 1a./J. 15/2012, Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Novena Época, Libro XIII, Tomo 2, octubre 2012, p. 798.
Registro digital 159936.

Jurisprudencia internacional

Corte IDH, Caso de la "Panel Blanca" (Paniagua Morales y otros)


vs. Guatemala. Reparaciones y Costas. Sentencia de 25 de mayo de
2001. Serie C No. 76. Disponible en: «https://www.corteidh.or.cr/
docs/casos/articulos/Seriec_76_esp.pdf».

Corte IDH. Caso Anzualdo Castro vs. Perú. Excepción Preliminar,


Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de septiembre de
2009. Serie C No. 202. Disponible en: «https://www.corteidh.or.cr/
docs/casos/articulos/seriec_202_esp.pdf».

Corte IDH, Caso González y otras (Campo algodonero) vs. México,


excepción preliminar, fondo, reparaciones y costas, sentencia del
16 de noviembre de 2009, serie C núm. 205. Disponible en: «https://
www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_205_esp.pdf».

Corte IDH, Caso Radilla Pacheco vs. México. Excepciones Prelimina­


res, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 23 de noviembre
de 2009. Serie C No. 209. Disponible en «https://www.corteidh.or.cr/
docs/casos/articulos/seriec_209_esp.pdf».

Corte IDH, Caso Mujeres Víctimas de Tortura Sexual en Atenco


vs. México. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 28 de noviembre de 2018. Serie C No. 371. Dispo­
nible en: «https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_
371_esp.pdf».

Instrumentos internacionales

OEA, Convención Americana sobre Derechos Humanos, de 22 de


noviembre de 1969, Conferencia Especializada Interamericana
sobre Derechos Humanos, San José.

76
Creando lazos con tus derechos
OEA, Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y
Erradicar la Violencia Contra la Mujer "Convención de Belem do
Pará", de 9 de junio de 1994, Comisión Interamericana de Mujeres,
Belém do Pará.

ONU, Declaración y Programa de Acción de Viena, de 25 de junio


de 1993, Conferencia Mundial de Derechos Humanos, Viena.

ONU, Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, de 16 de


diciembre de 1966, Asamblea General de las Naciones Unidas,
Nueva York.

Declaración de las Naciones Unidas sobre el derecho y el deber


de los individuos, los grupos y las instituciones de promover y
proteger los Derechos Humanos y las libertades fundamentales
universalmente reconocidos, 1999

Otras resoluciones nacionales

CNDH, (2014),"Recomendación 01/2014", recomendación de 29


de enero de 2014, disponible en: «https://www.cndh.org.mx/docu­
mento/recomendacion-12014».

Otras resoluciones internacionales

Comité de Derechos Humanos, (2004), Observación General No.


31, Naturaleza de la obligación jurídica general impuesta a los
Estados Partes en el Pacto. 26 de mayo de 2004, CCPR/C/21/
Rev.1/Add.13, Ginebra, Naciones Unidas.

Comité de Derechos Humanos, (2008), Observación General No.


33, Obligaciones de los Estados partes con arreglo al Protocolo
Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políti­
cos. 25 de junio de 2009, CCPR/C/GC/33, Ginebra, Naciones
Unidas.

77
¿Qué pasa si no se respetan mis derechos humanos?
Otros documentos

FIAN COLOMBIA, (2015), La exigibilidad del Derecho Humano a la


Alimentación. Qué es y cómo hacerla, Bogotá, FIAN-Colombia.

Geneva Academy of International Humanitarian Law and Human


Rights, (2014), What amount to ‘a serious violation of international
human rights law’: An analysis of practice and expert opinion for
the purpose of the 2013 Arms Trade Treaty, Ginebra, Universidad
de Ginebra.

78
Creando lazos con tus derechos
La formación editorial de esta obra fue ela­
borada por la Dirección General de la Coordi-
nación de Compilación y Sistematización
de Tesis. Se utilizaron tipos IQE Hlv de 8 y
9 puntos, IQE Hlv Lt de 8 y 9 puntos y Avenir
LT Std de 10, 11 y 54 puntos. Marzo de 2021.

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