3° Año
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3° Año
Ella tuvo la culpa, señor juez. Hasta entonces, hasta el día que llegó, nadie se quejó de
mi conducta. Puedo decirlo con la frente bien alta. Yo era el primero en llegar a la oficina
y el último en irme. Mi escritorio era el más limpio de todos. Jamás me olvidé de cubrir la
máquina de calcular, por ejemplo, o de planchar con mis propias manos el papel carbónico.
En cuanto a ésa, me pareció sospechosa desde el primer momento. Vino con tantas
ínfulas a la oficina. Además, ¡qué exageración!, recibirla con un discurso, como si fuera
una princesa. Yo seguí trabajando como si nada pasara. Los otros se deshacían en elogios.
Alguno, deslumbrado, se atrevía a rozarla con la mano. ¿Cree usted que yo me inmuté por
eso, señor juez? No. Tengo mis principios y no los voy a cambiar de un día para el otro.
Pero hay cosas que me colman la medida.
La intrusa, poco a poco me fue invadiendo. Comencé a perder el apetito. Mi mujer me
compró un tónico, pero sin resultado. ¡Si hasta se me caía el pelo, señor, y soñaba con
ella! Todo lo soporté, todo. Menos lo de ayer. "González -me dijo el gerente- lamento
decirle que la empresa ha decidido prescindir de sus servicios". Veinte años, señor juez,
veinte años tirados a la basura. Supe que ella fue con la alcahuetería. Y yo, que nunca
dije una mala palabra, la insulté. Sí, confieso que la insulté, señor juez, y que le pegué con
todas mis fuerzas. Fui yo quien le pegó con el fierro. Le gritaba y le gritaba como loco.
Ella tuvo la culpa. Arruinó mi carrera, la vida de un hombre honrado, señor. Me perdí por
una extranjera, por una miserable computadora, por un pedazo de lata, como quien dice.
2. Elabora una hipótesis predictiva sobre el posible tema del texto a leer: “La intrusa” de Pedro Orgambide.
3. Lee el cuento.
4. Comprueba si la hipótesis inicial es la misma o parecida con el tema del texto. Fundamenta.
5. ¿Qué produce este texto en el lector? ¿Por qué?
6. ¿Cuál es el valor de las comillas en el segundo párrafo?
"González -me dijo el gerente- lamento decirle que la empresa ha decidido prescindir de sus servicios".
a. Introduce el significado de una palabra extranjera
b. Introduce una cita textual
c. Introduce el significado etimológico
d. Ninguna de las anteriores
7. Ordena alfabéticamente las palabras de la siguiente nómina. Luego subraya las palabras antónimas al
término intruso:
retraído- charlatán- indiscreto- curioso- prudente- cohibido- murmurador- reservado- parlanchín
8. ¿Qué tipo de texto es? ¿Cómo te das cuenta?
9. ¿Quién narra la historia y en qué persona gramatical lo hace? ¿Cuál es la circunstancia que lo motiva a
narrar y a quién se dirige?
10. ¿A qué se dedica el señor González? Extrae del texto y transcribe todas las palabras que te indican su
oficio.
11. ¿Qué representa para González la computadora?
12. Subraya la respuesta correcta:
La intención principal de Gonzalez al relatar los sucesos al juez es:
informar, describir, convencer, entretener, vender, dar instrucciones, publicitar
Para la casa:
13. Según la intencionalidad, ¿podemos decir que el texto tiene una trama u organización argumentativa?
Explica.
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Profesora: Antonella Rinaldi Materia: Lengua y Literatura
14. Reflexiona acerca del lugar que ocupa la tecnología en la sociedad de hoy (de seis a diez renglones,
aproximadamente). La producción debe ser clara, coherente y contar con los recursos cohesivos conocidos.
UN MICROSCOPIO "MICROSCÓPICO"
Cuando decimos "microscopio
microscópico", nos referimos al desarrollo de
un microscopio de alta resolución
supercompacto, lo bastante pequeño para
caber en la punta de un dedo.
El artilugio combina la tecnología del chip
tradicional de ordenador con la ? microfluídica, la conducción de fluidos a escalas
increíblemente pequeñas. Los encargados de esta proeza son unos investigadores
del Instituto Tecnológico de California, que además, han logrado que opere sin
lentes y tenga el poder de magnificación de un microscopio óptico de alta calidad.
Las utilidades pueden ser infinitas, obviamente, se puede transportar con
facilidad y usarse en cualquier lugar para analizar muestras de sangre en pruebas
para la detección de la malaria, o para analizar suministros de agua con el fin de
comprobar la existencia de giardias y otros organismos patógenos, y se puede
fabricar en serie por el irrisorio precio de diez dólares.
Lógicamente, esto abre puertas a un futuro donde los microscopios en chips
podrían incorporarse en dispositivos que se pudieran implantar en el cuerpo huma-
no, con un sistema de análisis que funciona se de manera autónoma, vigilando lo
que llega por el torrente sanguíneo, y aislar células cancerosas sueltas con las que
se encontrase. Pero esto por ahora, es sólo ciencia ficción. Es cuestión de tiempo.
Revista: Electrónica fácil
2- Marca los elementos del paratexto en el mismo texto y con [ ] los párrafos.
3- Dentro de qué área o materia ubicarías a este texto. Extrae cuatro palabras que fundamenten tu respuesta.
4- ¿Es un texto literario, es decir, ficcional? Justifica
5- ¿Qué tipo de texto es?
6- Subraya la/s opciones correctas en cuanto al significado de las siguientes palabras dentro del texto.
Ayúdate sólo del cotexto.
Artilugio (2° párrafo):
a. Obra de arte
b. Lugar donde se conservan las obras de arte
c. Aparato
d. Artillería
Proeza (2° párrafo)
a. Hazaña
b. Casualidad
c. Proteína
d. Protocolo
Organismos patógenos (3° párrafo):
a. nocivos
b. de pata grande
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c. infecciosos
d. generosos
Irrisorio (3° párrafo):
a. Minúsculo
b. Risible
c. Serio
d. Irrelevante
Autónoma (4° párrafo):
a. Particular
b. Independiente
c. Similar
d. emancipada
7- Escribe un sinónimo a la palabra subrayada de la siguiente oración sin alterar su sentido:
“…han logrado que opere sin lentes…”
8- Extrae la palabra clave de cada párrafo.
9- A partir de la palabra clave, titula cada uno de los párrafos con una oración unimembre (sin verbo) y que
comience con sustantivo abstracto. Ejemplo: la cantidad de víctimas, el aroma suave, definición del término.
10- ¿Por qué a este aparato se le denomina microscopio microscópico?
11- Extrae una definición
12- Donde está el ? se ha omitido una palabra. Reconócela.
13- Identifica los referentes de los pronombres en negrita.
14- El texto presenta una postura o idea sobre la tecnología, escríbela con tus palabras. Subráyala en el texto. ¿Es
la misma o diferente a la que plantea el cuento La intrusa?
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Profesora: Antonella Rinaldi Materia: Lengua y Literatura
La calle era silenciosa y larga y desierta, y sólo su sombra se movía, como la sombra de un halcón en
el campo. Si cerraba los ojos y se quedaba muy quieto, inmóvil, podía imaginarse en el centro de una
llanura, un desierto de Arizona, invernal y sin vientos, sin ninguna casa en mil kilómetros a la redonda, sin
otra compañía que los cauces secos de los ríos, las calles.
- ¿Qué pasa ahora? - les preguntó a las casas, mirando su reloj de pulsera- .
Las ocho y media. ¿Hora de una docena de variados crímenes? ¿Un programa de adivinanzas? ¿Una
revista política? ¿Un comediante que se cae del escenario?
¿Era un murmullo de risas el que venía desde aquella casa a la luz de la luna?
El señor Mead titubeó, y siguió su camino. No se oía nada más. Trastabilló en un saliente de la acera.
El cemento desaparecía ya bajo las hierbas y las flores.
Luego de diez años de caminatas, de noche y de día, en miles de kilómetros, nunca había encontrado
a otra persona que se paseara como él.
Llegó a una parte cubierta de tréboles donde dos carreteras cruzaban la ciudad.
Durante el día se sucedían allí tronadoras oleadas de autos, con un gran susurro de insectos. Los
coches escarabajos corrían hacia lejanas metas tratando de pasarse unos a otros, exhalando un incienso
débil. Pero ahora estas carreteras eran como arroyos en una seca estación, sólo piedras y luz de luna.
Leonard Mead dobló por una calle lateral hacia su casa. Estaba a una manzana de su destino cuando
un coche solitario apareció de pronto en una esquina y lanzó sobre él un brillante cono de luz blanca.
Leonard Mead se quedó paralizado, casi como una polilla nocturna, atontado por la luz.
Una voz metálica llamó:
- Quieto. ¡Quédese ahí! ¡No se mueva!
Mead se detuvo.
- ¡Arriba las manos!
- Pero... - dijo Mead.
- ¡Arriba las manos, o dispararemos!
La policía, por supuesto, pero qué cosa rara e increíble; en una ciudad de tres millones de habitantes
sólo había un coche de policía. ¿No era así? Un año antes, en 2052, el año de la elección, las fuerzas
policiales habían sido reducidas de tres coches a uno. El crimen disminuía cada vez más; no había
necesidad de policía, salvo este coche solitario que iba y venía por las calles desiertas.
- ¿Su nombre? - dijo el coche de policía con un susurro metálico.
Mead, con la luz del reflector en sus ojos, no podía ver a los hombres.
- Leonard Mead - dijo.
- ¡Más alto!
- ¡Leonard Mead!
- ¿Ocupación o profesión?
- Imagino que ustedes me llamarían un escritor.
- Sin profesión - dijo el coche de policía como si se hablara a sí mismo.
La luz inmovilizaba al señor Mead, como una pieza de museo atravesada por una aguja.
-Sí, puede ser así - dijo.
No escribía desde hacía años. Ya no vendían libros ni revistas. Todo ocurría en casa como tumbas,
pensó, continuando sus fantasías. Las tumbas, mal iluminadas por la luz de la televisión, donde la gente
estaba como muerta, con una luz multicolor que les rozaba la cara, pero que nunca los tocaba realmente.
- Sin profesión - dijo la voz de fonógrafo, siseando- . ¿Qué estaba haciendo afuera?
- Caminando - dijo Leonard Mead.
- ¡Caminando!
- Sólo caminando - dijo Mead simplemente, pero sintiendo un frío en la cara.
- ¿Caminando, sólo caminando, caminando?
- Sí, señor.
- ¿Caminando hacia dónde? ¿Para qué?
- Caminando para tomar aire. Caminando para ver.
- ¡Su dirección!
- Calle Saint James, once, sur.
- ¿Hay aire en su casa, tiene usted acondicionador de aire, señor Mead?
- Sí.
- ¿Y tiene usted televisor?
- No.
- ¿No?
Se oyó un suave crujido que era en sí mismo una acusación.
- ¿Es usted casado, señor Mead?
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- No.
- No es casado - dijo la voz de la policía detrás del rayo brillante.
La luna estaba alta y brillaba entre las estrellas, y las casas eran grises y silenciosas.
- Nadie me quiere - dijo Leonard Mead con una sonrisa.
- ¡No hable si no le preguntan!
Leonard Mead esperó en la noche fría.
- ¿Sólo caminando, señor Mead?
- Sí.
- Pero no ha dicho para qué.
- Lo he dicho; para tomar aire, y ver, y caminar simplemente.
- ¿Ha hecho esto a menudo?
- Todas las noches durante años.
El coche de policía estaba en el centro de la calle, con su garganta de radio que zumbaba débilmente.
- Bueno, señor Mead - dijo el coche.
- ¿Eso es todo? - preguntó Mead cortésmente.
- Sí - dijo la voz- . Acérquese. - Se oyó un suspiro, un chasquido. La portezuela trasera del coche se
abrió de par en par- . Entre.
- Un minuto. ¡No he hecho nada!
- Entre.
- ¡Protesto!
- Señor Mead...
Mead entró como un hombre que de pronto se sintiera borracho. Cuando pasó junto a la ventanilla
delantera del coche, miró adentro. Tal como esperaba, no había nadie en el asiento delantero, nadie en el
coche.
- Entre.
Mead se apoyó en la portezuela y miró el asiento trasero, que era un pequeño calabozo, una cárcel en
miniatura con barrotes. Olía a antiséptico; olía a demasiado limpio y duro y metálico. No había allí nada
blando.
- Si tuviera una esposa que le sirviera de coartada... - dijo la voz de hierro- . Pero...
- ¿Hacia dónde me llevan?
El coche titubeó, dejó oír un débil y chirriante zumbido, como si en alguna parte algo estuviese
informando, dejando caer tarjetas perforadas bajo ojos eléctricos.
- Al Centro Psiquiátrico de Investigación de Tendencias Regresivas. Mead entró. La puerta se cerró con
un golpe blando. El coche policía rodó por las avenidas nocturnas, lanzando adelante sus débiles luces.
Pasaron ante una casa en una calle un momento después. Una casa más en una ciudad de casas
oscuras. Pero en todas las ventanas de esta casa había una resplandeciente claridad amarilla, rectangular
y cálida en la fría oscuridad.
- Mi casa - dijo Leonard Mead.
Nadie le respondió.
El coche corrió por los cauces secos de las calles, alejándose, dejando atrás las calles desiertas con
las aceras desiertas, sin escucharse ningún otro sonido, ni hubo ningún otro movimiento en todo el resto
de la helada noche de noviembre.
FIN
Título Original: The Pedestrian © 1951
Actividades
1. Lee atentamente el texto.
2. ¿Qué tipo de texto es? ¿A qué género literario pertenece?
3. Determina los elementos que conforman el marco del relato: tiempo y lugar (Lo más específico posible)
4. ¿A qué se dedica la gente, según el texto, en 2053? ¿Cómo te das cuenta?
5. ¿Qué actividades distinguen a Leonard Mead y lo transforman en un ser único, excéntrico, dentro de la
sociedad de esa época?
6. ¿Cuál es el desenlace para Leonard Mead? ¿Por qué?
7. Explica la causa por la que el coche de policía suena metálicamente:
“- ¿Su nombre? - dijo el coche de policía con un susurro metálico.”
8. ¿Por qué el cuento se llamará “El peatón” y no “Un peatón?
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9. Transcribe a la carpeta y completa el siguiente cuadro con palabras extraídas del texto:
Próxima clase
Próxima clase: actividades aplicadas sobre los textos leídos: “Tipologías textuales”
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1. Observa los siguientes aspectos de los textos trabajados y completa el cuadro de doble entrada:
Lenguaje
(denotativo/objetivo/preciso)
(connotativo/subjetivo
/sugerente)
Tipo de texto:
Literario/ no literario
Género literario: narrativo-
lírico-dramático
Clase o especie: cuento,
mito, leyenda, fábula,
novela.
Clase textual: expositivo,
argumentativo, noticia,
instructivo, carta, solicitud,
biografía.
TIPOLOGÍAS TEXTUALES
3-Leer nuevamente los textos y completar los espacios en blanco con información extraída
de cada uno de ellos. Basarse en las definiciones anteriores.
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