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Derecho Tercer Semestre

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¿Qué es el espíritu de las leyes?

“El espíritu de las leyes” habla de los conceptos de poder ejecutivo, poder


legislativo y poder judicial pero, sobre todo, de la relación de los tres. Montesquieu
rechaza las teorías absolutistas en las que una persona debería concentrarlos
todos en su figura y apuesta por un “equilibrio de poderes”.

Obras del pensamiento político

‘EL ESPÍRITU DE LAS LEYES’, DE MONTESQUIEU


EL ESPÍRITU DE LAS LEYES

podría decirse que El Espíritu de las leyes es la descripción de las diversas


formas de gobierno que se ven influidas por las idiosincrasias de los grupos que la
integran, las cuales, a su vez, están condicionadas por factores externos de
carácter geográfico o histórico que además son responsables a la hora de definir
la naturaleza de la leyes que rigen dicha sociedad.

Montesquieu hace una enumeración de sistemas políticos, y destaca tres tipos de


gobierno: la república, la monarquía y el despotismo, cada uno de los cuales se
encuentra determinado por un sentimiento político propio: la virtud, el honor y el
temor.

Para Montesquieu, la forma más alabada es la REPÚBLICA, -entendida bajo las


formas de democracia y aristocracia-, la cual, al construirse sobre la virtud
ciudadana, es capaz de generar la libertad y la igualdad para sus ciudadanos,
dado que una parte del pueblo tiene el poder soberano. En cuanto a la monarquía,
pese a que solo uno gobierna, Montesquieu reconoce la posibilidad de alcanzar
dentro de ella la libertad, a través de la separación de poderes y el refuerzo de los
cuerpos intermedios; por el contrario, en el despotismo, la imposición de la ley no
concede libertad y sí confiere en cambio una igualdad basada en el temor de los
súbditos por el regente.

Como muchos otros de los ilustrados, de los pensadores de su tiempo,


Montesquieu fue admirador del sistema británico. Lo cual resulta normal, si
tenemos en cuenta que ya desde el siglo XVII los británicos habían avanzado en
la reforma de su sistema político y en el abandono del absolutismo; parte de este
proceso fue cruento, pero su resultado fue una constitución no escrita que a
muchos pareció la más sabia, por cuanto conservaba la institución real, pero daba
gran parte del poder al Parlamento, cuerpo electivo y representativo. Se
consagraron además derechos y libertades individuales.
Reflexionando entonces sobre las virtudes del sistema político británico,
Montesquieu encuentra que en la Constitución de Inglaterra yace la condición
esencial de la libertad política y el freno a la corrupción despótica de los gobiernos,
representada en la separación de poderes: quien detenta el poder de ejecutar (el
monarca); quien hace la ley (la aristocracia, representada en las cámaras), y quien
posee la facultad de juzgar dicha ley (los jueces). Es esta la teoría que ha hecho
de El espíritu de las leyes uno de los más grandes clásicos del pensamiento
universal. En pocos casos una idea filosófica llega a ser tan corriente, tan
conocida y tan aceptada como esta: en la mayoría de sociedades occidentales o
expuestas al pensamiento de occidente, incluso los escolares están familiarizados
con la teoría de la separación de poderes, y con la idea de que dicha separación
es un elemento esencial de la libertad. La separación cumple tres papeles
principales. Un papel funcional, consistente en especializar a diversos órganos del
poder en el cumplimiento de ciertas funciones, y por tanto hacer más efectiva la
labor de gobierno. En segundo lugar, la función de desconcentrar, es decir, de
evitar la acumulación de poderes en un mismo cuerpo, sobre todo si dicha
acumulación puede dar lugar a arbitrariedades; lo que sucedería, por ejemplo, si el
mismo poder Ejecutivo tuviera la capacidad de juzgar y condenar ciudadanos.
Finalmente hay en esto una función de control mutuo: los poderes y los órganos
se dividen no solo para evitar la acumulación de poder y de competencias, sino
también para que entre ellos ejerzan un control mutuo de sus actuaciones, control
que por supuesto ha de obedecer a normas constitucionales y legales. Así, por
ejemplo, se instituye para el Legislativo electo la función de hacer control político
sobre el Ejecutivo.

Además de esta célebre doctrina, la obra es conocida por otro gran aporte.
Montesquieu es el primer filósofo moderno que de manera sistemática reflexiona
sobre la relación entre el sistema político y su entorno, lo cual comprende los
aspectos geográficos, climáticos, bióticos y humanos. En lo que refiere a la
naturaleza de las leyes, Montesquieu atribuye una  influencia particular a factores
externos determinados por peculiaridades geográficas y climáticas, que tienen la
misma importancia que las características históricas, políticas, sociales y religiosas
e intervienen a la hora de configurar las leyes que regirán una sociedad. De esto
modo, la  influencia que  sobre las sociedades, sus costumbres y sus instituciones
ejercen dichos factores define también a cada forma de gobierno,
correspondiéndole las leyes acordes a tal interacción. No en vano, a Montesquieu
se le considera el fundador de la Sociología. Y en cualquier caso, habría que
reconocerle el haber avanzado en una doctrina que en sí misma constituye un
tabú para muchos, acostumbrados a pensar que los valores políticos deben ser
universalmente aplicables del mismo modo y en el mismo grado.
<ANALISIS DE EL ESPÍRITU DE LAS LEYES

Para comenzar a analizar esta obra es necesario saber que son las leyes para Montesquieu, no son
más que las relaciones naturales derivadas de la naturaleza de las cosas; y en este sentido, todos
los seres tienen sus leyes: la divinidad tiene sus leyes, el mundo material tiene sus leyes, las
inteligencias superiores al hombre tienen sus leyes, los animales tienen sus leyes, el hombre tiene
sus leyes.

Antes que todas las leyes están las naturales, así llamadas porque se derivan únicamente de las
constitución de nuestro ser. Para conocerlas bien, ha de considerarse al hombre antes de existir
las sociedades. Las leyes que en tal estado rigen para el hombre, ésas son las leyes de la
naturaleza.

Las leyes que regulan las relaciones entre los pueblos: es lo que llamamos el derecho de gentes.
Considerados como individuos de una sociedad que debe ser mantenida, tienen leyes, que
establecen las relaciones entre los gobernantes y los ciudadanos: es lo que llamamos derecho civil.
El derecho de gentes se funda naturalmente en el principio de que todas las naciones deben
hacerse en la paz el mayor bien posible y en la guerra el menor mal posible, sin perjudicarse cada
una en sus respectivos intereses.

El objetivo de la guerra es la victoria; el de la victoria la conquista; el de la conquista la


conservación. De estos principios deben derivarse todas las leyes que forman el derecho de gente.

La obra el espíritu de las leyes de Montesquieu es una obra que trata de la relación con la
naturaleza física de los países, cuyo clima puede ser glaciar, templado o tórrido; ser proporcionado
a su situación, a su extensión, al genero de vida de sus habitantes, labradores, cazadores o
pastores; amoldadas igualmente al grado de libertad posible en cada pueblo, su religión, a su
inclinaciones, a su riqueza, al numero de habitantes, a su comercio y a la índole de sus costumbre.
Por ultimo, ha de armonizarse unas con otras, con su origen, y con el objeto del legislador. Todas
estas miras han de ser considerada.

Examinar todas estas relaciones, que forman en conjunto lo que Montesquieu llamó espíritu de
las leyes.

Espíritu que consiste en las relaciones que puedan tener las leyes con diversas cosas, he de seguir,
más bien que el orden natural de las leyes, el de sus relaciones y aquellas cosas.
En esta obra el autor examina ante todo la relación que las leyes tengan con la naturaleza y con el
principio fundamental de cada gobierno.

Hay tres especies de gobiernos: el republicano, el monárquico y el despótico.

El gobierno republicano es aquel en que el pueblo, o una parte del pueblo tiene el poder
soberano; otro, que el gobierno monárquico es aquel en que uno solo gobierna, pero con sujeción
al leyes fijas y preestablecida; y por ultimo, que en el gobierno despótico, el poder también está en
solo, pero sin ley ni reglas, pues gobierna en soberano según su voluntad y sus caprichos.

Cuando en la republica, el poder soberano reside en el pueblo entero es una democracia. Cuando
el poder soberano esta en mano de una parte del pueblo, es una aristocracia.

Las leyes que establecen el derecho de sufragio son pues fundamentales en esta forma de
gobierno.

El sufragio por sorteo está en la índole de la democracia; el sufragio por elección de la aristocracia.

En la aristocracia, el poder supremo está en mano de unas cuantas personas. Estas hacen las leyes
y la hacen ejecutar.

Las familias aristocráticas deben ser populares, en cuanto sea posible. Una aristocracia es tanto
más perfecta cuantos mas se asemeje a una democracia, y tanto más imperfecta cuanto más se
asemeje a una monarquía.

La mas imperfecta de las aristocracias es aquella en que la parte del pueblo privada de
participación en el poder vive en la servidumbre, como en la aristocracia de Polonia, donde los
campesinos son esclavos de la nobleza.

Los poderes intermediarios, subordinados y dependientes constituyen la naturaleza del gobierno


monárquico, es decir, de aquel en que gobierna uno solo por leyes fundamentales.

En la monarquía, príncipe es la fuerza de todo poder político y civil; las leyes fundamentales
suponen forzosamente canales intermedios por los cuales corren todo el poder del príncipe.

El poder intermedio subordinado más natural en una monarquía, es el de la nobleza. Entra en


cierto modo en la esencia de la monarquía, cuya máxima fundamental es éstas: "sin monarca no
hay nobleza, como sin nobleza no hay monarca". Pero habrá un déspota.

El gobierno despótico: su naturaleza es que un solo hombre gobierne sin leyes ni reglas. Un
hombre a quien sus cinco sentido le dicen continuamente que el lo es todo y los otros son nada, es
naturalmente perezoso, ignorante, libertino. Abandona, pues, o descuida las obligaciones.
El principio que mueve y hace obrar a la República es la virtud política, entendida como el amor a
la patria, a la igualdad y a la moderación.

Su principio es el honor, o sea el prejuicio de cada persona o clase social, que consiste en exigir
preferencias y distinciones. Esta condición, que es perniciosa en una república, tiene buenos
efectos en la monarquía y da vida a este gobierno.

Es necesario el temor en un gobierno despótico; pero en esta clase de gobierno, la virtud no es


necesaria y el honor hasta seria peligroso.

El poder inmenso del príncipe se transmite por entero a los hombres a quien lo confía. Gentes
capaces de estimarse mucho podría intentar revoluciones.

La educación en la monarquía exige cierta política en los modales. Y se comprende bien: los
hombres nacidos pata vivir justo, han nacido también para agradarse: y el que observara la
convivencia usual para las personas con quien vive, se desacreditará completamente y se
incapacitara para alternar.

La educación en la monarquía procura únicamente elevar el corazón.

Mientra en la monarquía la educación procura únicamente elevar el corazón; en los estados


despóticos, tiende rebajarlo.

En los estados despóticos es cada casa un reino aparte, un imperio separado. La educación que
consiste principalmente en vivir con los demás, resultan en consecuencia muy limitada: se reduce
a infundir miedo y a enseñar nociones elementales de religión.

Hoy recibimos tres educaciones diferentes o contrarias: la de nuestros padres, la de nuestros


maestros, la del mundo. Lo que no enseña la última destruye todas las ideas aprendida en las
otras.

En el régimen republicano es en el que se necesita de toda la eficacia de la educación.

Se puede definir esta virtud diciendo que es el amor a la patria y a las leyes. Este amor prefiriendo
siempre el bien publico al bien propio, engendrada todas las virtudes particulares que consisten en
aquella preferencia.

El padre es dueño de comunicar sus conocimientos a los hijos; mas fácilmente puede transmitirles
sus pasiones.

El amor a la republica, en una democracia, es el amor a la democracia; el amor a la democracia es


el amor a la igualdad.

Amar a la democracia es también amar a la frugalidad. Teniendo todos el mismo bienestar y las
mimas ventajas, deben gozar todos de los mismo placeres y a abrigar a las misma esperanza; lo
que no se puede conseguir si la frugalidad no es general.
En una democracia, el amor a la igualdad limita la ambición al solo deseo de prestar a la patria mas
y mayor servicios que los demás ciudadanos, todo pueden hacérsele iguales servicios, pero todo
deben igualmente hacérselos, cada uno hasta donde pueda. Al nacer, ya se contrae con la patria
una deuda inmensa que nunca se acaba de pagar.

Mientras que en la republica la democracia es al amor a la igualdad en la monarquía y en los


estados despótico nadie habla de igualdad; a nadie se le ocurre semejante idea, todos tienden a la
superioridad. Las gentes de condición mas bajas aspiran a salir de ella, no para ser iguales, sino
para mandar sobre los otros.

Para que en una republica se ame la igualdad y se estime la frugalidad, es menester que la hayan
establecido las leyes de la republica.

Aunque en la democracia es la igualdad el alma del estado, no es fácil establecerla de una manera
efectiva; ni convendría siempre establecerla con demasiado rigor.

Para Montesquieu el espíritu de moderación es lo que se llama virtud en la aristocracia;


corresponde en ella a lo que en la democracia espíritu de igualdad.

Dos son las principales causas del desorden en los estados aristocráticos: la excesiva desigualdad
entre los que gobiernan y los gobernados; la misma desigualdad entre los diversos miembro del
cuerpo gobernante. De estas dos desigualdades resultan celos y envidias que las leyes deben
precaver o contar. La primera desigualdad se ve cuando los privilegios de los grandes solamente
son honrosos por se humillante para el pueblo.

Una aristocracia es la más dura de las formas de gobierno.

Para Montesquieu el gobierno monárquico ofrece una gran ventaja sobre el republicano; llevando
la dirección un solo, es más rápida la ejecución. Pero esta rapidez pudiera degenerar en
precipitación, es necesario que las leyes establezcan cierta lentitud.

Por otra parte cambiando de forma de gobierno las leyes correspondientes al despotismo no son
más que dos o tres ideas: ni hacen falta más. No hay para que dar leyes nuevas. Cuando se quiere
domesticar una animal, se evita el hacerle cambiar de amo, de lecciones y de actitud; se le
impresiona con dos o tres movimientos, y no mas.

Como el principio del gobierno despótico es el temor, su objetivo es la tranquilidad; pero eso no es
la paz, que es el silencio de ciudades expuestas siempre a ser ocupada por el enemigo.
Comenzando por el gobierno monárquico la simplicidad de las leyes civiles no admiten leyes tan
simples como el despotismo. Necesitan tribunales. Estos tribunales dictan decisiones. Las
decisiones de los tribunales deben ser conservadas, deben ser aprendidas, para que se juzgue hoy
como s ha juzgado ayer y para que la propiedad y la vida de los ciudadanos tengan en las
decisiones fundamentales del estado

No es extraño, pues, que las leyes tengan en los estados monárquicos tantas reglas, tantas
restricciones, tantas derivaciones que multiplican los casos particulares y convierten en arte la
razón misma.

Estudiando la simplicidad de las leyes criminales en los diversos gobiernos me di cuenta que los
hombres son todos iguales en el régimen republicano con en déspota: en el primero, porque ellos
lo son todo; en el segundo, porque no son nada

La manera de ejecución en las monarquías, los jueces toman la manera de los árbitros: deliberan
justo, se comunican sus pensamientos y se ponen de acuerdo; cada uno modifica su opinan hasta
conciliar con la del otro; en todo caso, lo que están en minoría se adhieren al parecer de lo mas.
Esto no esta en la índole de la republica. En Roma y en las ciudades griegas, los jueces no se
comunicaban entre si ni necesitaban conciliarse: cada uno emitía su juicio de una de estas tres
maneras: absuelvo, condeno, aclárese.

Las severidades de la pena es más propia del gobierno despótico, cuyo principio es el temor, que
de la monarquía o de la republica, las cuales tienen por resorte, respectivamente, el honor y la
virtud.

En los estados moderados, el amor a la patria, la vergüenza y el miedo a las censuras son motivos
respectivamente que pueden evitar muchos delitos. La mayor pena de una mala acción es el
quedar convicto de ella. Las leyes civiles no necesitan pues, ser rigurosas.

Para Montesquieu hay dos géneros de corrupción; el uno cuando el pueblo no observa las leyes, el
otro cuando las leyes misma lo corrompen: mal incurable este ultimo por que esta en el remedio.

Las eficiencias de las penas las penas mas extremas pueden corromper hasta el propio estado
despótico; echémosle un ojeada al Japón
Allí se castiga con la muerte casi todo los delitos, porque la desobediencia a un emperador tan
grande como el de japon es un crimen enorme. No se trata de corregir al culpable, sino de vengar
al principe. Esta ideas provienen de la servidumbre y de que siendo el monarca dueño de todo,
casi todos los delitos se cometen directamente contra sus intereses.

Se castiga con la muerte la mentira que se dicen a los magistrados, aunque se digan en defensa
propia; lo que es contrario a la naturaleza.

Por eso dice Montesquieu que la misma enormidad de las leyes impide su ejecución. Cuando la
pena es demasiada, suele preferirse la impunidad.

Pasando a analizar el espíritu del senado romano donde el senado creyó que el castigar
inmoderadamente sembraría el terror en los espíritus, sin impedir el mal; su efecto seria que no
hubiera persona alguna que acusara ni para condenar, en tanto que proponiendo penas
comedidas no faltarían ni acusadores ni jueces.

Las leyes penales de la monarquía se dividieron en tres clase: las que afectaban a las altas
personalidades, que no eran muy duras; las que se aplicaban a las de una categoría media, que
eran mas severas; y la que infligían a las personas inferiores que eran severísimas.

Para una justa proporción de las penas con el crimen es esencial que las penas guarden la armonía
que deben tener una con otras; lo que importa es evitar más bien un delito mayor que otro
menor, el más dañoso para la sociedad que lo menos dañoso.

La gracia de los indulto es un gran resorte de los gobiernos moderados. El poder de indultar que
tiene el príncipe, usado con discreción, puede producir efectos admirables.

En china se castigaba a los padres por las faltas de sus hijos. En el Perú también. Consecuencia de
las ideas despóticas.

El lujo proviene de las comodidades que logran algunas a expensa del trabajo del los otros.
Para que la riqueza estén y se mantean igualmente repartida es necesarios que las ley no
consienta a ninguno, mas ni menos que lo preciso para sus necesidades materiales. Sin esta
limitación, unos gastaran, otros Irán adquiriendo, y tendremos la desigualdad.

La equidad en la distribución de la riqueza es lo que hace la excelencia de una republica, se deduce


que una republica es tanto mas perfecta cuando menos lujos haya en ella.

A medida que en una republica se van introduciendo el lujo, aumenta el egoísmo; se piensa mas
cada día en el interés propio.

El lujo es singularmente propio de las monarquías, en las que no debe haber leyes suntuarias.

El lujo, pues, es necesario en lo estado monárquicos, y también en los estados despóticos. En los
primeros, es el uso que hacen de la poca libertad que se tiene; en los otros, es el abuso de las
escasas ventajas del propio servilismo.

La corrupción del principio de la democracia degenera, no cuando se pierde el espíritu de


igualdad, sino cuando se extrema ese mismo principio, es decir, cuando cada uno quiere ser igual a
los que el mismo eligió para que le mandara. el pueblo entones, no pudiendo ya sufrir ni aun el
poder que el ha dado, quiere hacerlo todo por si mismo, deliberar por el senado, ejecutar por los
magistrados invadir todas las funciones despojar a todos los jueces.

La libertad verdadera no estriba en que nadie mande, sino en estar mandados por los iguales.

La naturaleza, los hombres nacen iguales; pero esa igualdad no se mantiene. La sociedad se la
hace perder y solo vuelven a ser iguales por las leyes. Tal es la diferencia entre la democracia
ordenada y la que no lo esta, que en la primera todos son iguales como ciudadanos y en la
segunda lo son también como magistrado, como ciudadanos, como jueces, como padres como
mandos como patronos.

La corrupción en la monarquía: la monarquía se pierde cuando el príncipe supone que nuestra mas
su poder cambiando el orden de cosas que ajustándose a lo establecido; cuando separa algunos de
sus funciones naturales para dádselas a otros; cuando se atiene más a sus caprichos que a sus
voluntades.
La monarquía se pierde cuando el príncipe, refiriéndolo todo a si mismo, piensa que su capital es
el estado, su corte la capital, y su persona la corte.

Se pierde, por ultimo cuando el príncipe desconoce su autoridad, su situación, el amor de su


pueblo; cuando no se penetra, de que un monarca siempre debe creerse en seguridad, como un
déspota debe creerse en peligro.

Se le corrompe igualmente, o mas aun, cuando se pone el honor en contradicción con los honores,
esto es, cuando honor y las distinciones llegan a hacerse incompatibles, pudiendo una persona
cubrirse al mismo tiempo de infamia y de dignidades.

La corrupción del gobierno déspota el principio del gobierno despótico se corrompe sin parar,
porque esta corrompido por su naturaleza. Los demás gobiernos perecen, porque accidentes
particulares violan su principio; el despótico sucumbe por su vicio interno, si causas accidentales
no impiden que el principio se corrompa. No subsiste, pues, sino cuando circunstancias derivas del
clima, de la religión o del genio del pueblo han tenido fuerza bastante par imponerle orden, o una
regla. Estas cosas pesan, influyen en su naturaleza, pero sin cambiarla: conserva su ferocidad,
aunque por algún tiempo esté domesticada.

Cuando se ha corrompido los principios del gobierno, las mejores leyes hacen malas y se vuelven
contra el estado; cuando los principios se mantienen sanos, aun las leyes malas hacen el efecto de
las buenas: la fuerza del príncipe suple a todo.

Cuando una republica se ha corrompido, no se puede remediar ninguno de los males originados
por la corrupción a menos de atajar y volver a los principios; cualquiera otra corrección es inútil, o
un nuevo mal.

Las propiedades distintivas de la republica: está en la naturaleza de la republica el que tenga un


pequeño territorio; sin esto, con dificultad subsistiría. En una republica de gran tamaño territorial,
hay grandes fortunas y, por consiguiente, poca moderación en los espíritus; son demasiados
grandes los intereses que habrían de ponerse en mano de un ciudadano; los interese se
particularizan; un hombre entiende que puede ser feliz, grande y glorioso sin su patria.

Propiedades distintivas de la monarquía: un estado monárquico no debe ser ni muy extenso ni


muy reducido. Siendo muy limitado, se formaría una republica; siendo muy extendido, los
magnates, ya poderoso por si mismo, no estando a la vista del monarca, teniendo cada uno su
pequeña corte, libre de exacciones por las leyes y por la costumbre, quizá dejarían de obedecer;
no tendrían un castigo que habría de ser demasiado lento y harto lejano.

Propiedad distintiva del despotismo: si es propiedad natural de los estados pequeños el ser
gobernado en republica, de los medianos el serlo en monarquía, de los grandes imperios el estar
sometidos a un déspota, he aquí la consecuencia que se deduce: que para conservar los principios
del gobierno establecido, es necesario mantener al estado en la magnitud que ya tenia, pues un
estado cambiará de espíritu a medida que crezcan o mengüen sus dimensiones, que se ensanchen
o se estrechen sus fronteras.

Al Montesquieu hablar de la republica federal dice que esta forma de gobierno es una convención,
mediante la cual diversas entidades políticas se presentan a formar parte de un estado mas
grande, conservando cada una su personalidad. Es una sociedad de sociedades, que puede
engrandecerse con nuevos asociados hasta construir una potencia que baste a la seguridad de
todos lo que hayan unidos.

Las fuerzas ofensivas: se encuentran regulada por el derecho de gentes que es la ley política de las
naciones consideradas en la relación que tengan entre si.

Dice Montesquieu que cuando un pueblo es conquistado, el derecho que tiene el conquistador
con relación al primero se amolda a cuatro clases de leyes: la ley de la naturaleza por la cual todo
tiende a la conservación de las especies; la ley de la luz natural, que nos lleva a no hacer a los
demás lo que no quieren que te hagan a ti; la ley que forma la sociedades políticas a cuya duración
no ha marcado limites la naturaleza; por ultimo, la ley resultante de la cosa misma. La conquista es
una adquisición; el espíritu de adquisición lleva consigo el de uso y conservación, no el de
destrucción.

Un estado que conquista a otro lo trata de una de las cuatros manera siguientes: o continua
gobernando según sus leyes, no ejerciendo por su parte mas que el gobierno políticos y civil, ole
da un nuevo régimen político y civil; o destruye la sociedad y la dispersa en otra; o extermina a
todos los ciudadanos.

El derecho de conquista: en un derecho legítimo y un mal necesario, que siempre le deja al


conquistador una deuda inmensa contraria con la naturaleza humana.

La conquista invasora deja las cosas como la encuentra: lo mismo privilegio, las mismas leyes, los
mismos tribunales; no han de verse más cambio que el del ejército y el de nombre del soberano.
Por consiguiente un pueblo conoce, ama y defiende sus costumbre mas que sus leyes.

Libertad: para unos significa la facilidad de deponer al mismo a quien ellos dieron un poder
tiránico; para otros la facultad de eligir a quien han de obedecer; algunos llaman libertad al
derecho de usar armas, que supone el poder de recurrir a la violencia; muchos entienden que es el
privilegio de no ser gobernado mas que por un hombre de su nación y sus propias leyes.

La libertad no puede consistir en otra cosa que en poder hacer lo que se debe querer y en no ser
obligado a hacer lo que no debe querer.

Aunque todos los estados tienen en generar un mismo objetivo, que es conservarse, cada uno
tiene en particular su objetivo propio. El de roma era el engrandecimiento; el de esparta la guerra;
la religión era en objetos de las leyes judaicas; la tranquilidad publica el de las leyes de china; la
navegación era el objeto de los rodios; la libertad natural era el único objeto de los pueblos
salvajes; los pueblos despótico tenían por único objeto principal la satisfacción del príncipe; la
monarquía su gloria y la del estado.

DIVISIÓN DE LOS PODERES DEL ESTADO

Una de las más importante aportaciones en el ámbito de leyes que hizo Montesquieu fue la
división de las tres clases de poderes: el poder legislativo, el poder ejecutivo de las cosas relativas
al derecho de gentes y el poder ejecutivo de las cosas que dependen del derecho civil.

En virtud del primero, el príncipe o jefe de estado hace leyes transitorias o definitivas, o deroga las
existentes. Pero el segundo, hace la paz o la guerra, envía y recibe embajadas, establece la
seguridad pública y precave las invasiones. Por el tercero, castiga y juzga las diferentes diferencias
entre particulares. Se le llama a este último poder judicial, y al otro poder ejecutivo del estado.

La libertad política de un ciudadano es la tranquilidad de espíritu que proviene de la confianza que


tiene cada uno en su seguridad: para que esta libertad exista, es necesario un gobierno tal que
ningún ciudadano pueda temer a otro.

Cuando el poder legislativo y el poder ejecutivo se reúnen en la misma persona o el mismo cuerpo,
no hay libertad; falta la confianza, porque puede temerse que el monarca o el senado hagan leyes
tiránicas y las ejecuten ellos mismo tiránicamente.
Si el poder de juzgar se entrara unido a los otros dos poderes el juez podría tener la fuerza de un
opresor.

Todo se habría perdido si el mismo hombre, la misma corporación de próceres, la misma asamblea
del pueblo ejerciera los tres poderes: el de dictar las layes, el de ejecutar las resoluciones publicas
y el de juzgarlos delitos o pospleitos entre particulares.

Montesquieu llamó facultad de estatuir al derecho de legislar por si mismo o de corregir lo que
haya ordenado otro. Llamó faculta de impedir al derecho de anular una resolución tomada por
cualquier otro.

El poder ejecutivo, como dicho queda, toma parte en la labor legislativa por su facultad de
restricción o veto, sin la cual se vería pronto despojado de sus prerrogativas. Pero si el poder
legislativo interviniera en las funciones del ejecutivo, este último perdería su autoridad y su
eficacia.

Por otra parte Montesquieu establece que un estado puede cambiar de dos manera; por reforma
de la constitución, y porque la misma se corrompa. Cuando cambian la constitución, conservando
sus principios, es reforma, es corrección; cuando pierde sus principios, es que degenera: cambio es
corrupción.

Volviendo al tema de la libertad ahora de la libertad filosófica que consiste en el ejercicio de la


propia voluntad, o a lo menos (si ha de hablarse de todos los sistema) en la creencia de que se
ejerce la propia voluntad.

Para Montesquieu la libertad favorece a la naturaleza de las penas y sus proporciones estableció
cuatro clases de delitos: los primeros son los perpetrados contra la religión; pertenecen a la
segunda clase lo van contra las costumbres; los de tercera contra la tranquilidad; los de la cuarta
contra la seguridad de los ciudadanos. La pena que se impone debe ser correlativa,
respectivamente.

Según el autor el efecto de la riqueza de un país es despertar la ambición en todos los pechos; en
efecto de la pobreza es que engendra la desesperación. La primera estimula el trabajo; la segunda
la consuela la pereza.
Todos estado bien gobernados consigna en su presupuesto de gasto una suma designada a casos
imprevistos.

Vamos a abordar el asunto del clima ya que según Montesquieu, influye de una manera muy
directa en la estructura social. La teoría de los climas implica una superioridad política de los
estados con clima frío respecto de los estados de los estados meridionales, ya que los climas
cálidos incitan a la relajación en el cumplimiento de las obligaciones en todas las esferas de la vida
cotidiana. Es este el motivo por el que las leyes deben contrarrestar los efectos nocivos, o
potenciar los beneficiosos, que el clima y en general los elementos externos producen en los
hombres que forman la sociedad.

Para Montesquieu habían dos clase de tiranía: real y efectiva la un, que consiste en la violencia del
gobierno; circunstancia la otra que se deja sentir cada ves que la opinión encuentra mal una
medida de los gobernantes.

Los hombres están gobernados por diversas especies de leyes; por el dercho natural, por el
derecho divino que es el de la religión; por el derecho eclesiástico, llamado también canónico, el
cual es el de policía de la religión; por el derecho de gente ; que puede mirarse como el derecho
civil del universo, considerado a cada pueblo como un ciudadano del mundo; por el derecho
político generar cuyo objeto es la ciencia humana que ha fundado todas las sociedades; por el
derecho de conquista, fundado en el hecho de que un pueblo ha querido, podido o debido hacer
violencia a otro; por el derecho civil de cada sociedad, en virtud del cual puede un ciudadano
defender sus bienes o su vida contra cualquiera otro; en fin, por el derecho domestico, originado
por hallarse dividida la sociedad en familia que necesitan un gobierno particular cada uno.

DERECHO Y CONFLICTO
Fecha de publicación9/07/15 12:49

El método más antiguo  para la gestión y solución de los conflictos, es y ha sido el derecho. Para entender la
relación que existe entre el Derecho y el conflicto, utilizare la definición del sociólogo Julien Freund sobre
conflicto:
“El conflicto consiste en un enfrentamiento o choque intencional entre dos seres o
grupos de la misma especie que manifiestan los unos hacia los otros una intención
hostil, generalmente acerca de un derecho, y que, para mantener, afirmar o restablecer
el derecho, tratan de romper la resistencia del otro, usando eventualmente la violencia,
la que podría llevar al aniquilamiento físico del otro”.[1]
En esta definición identificamos dos elementos: la intencionalidad del conflicto y su relación con un derecho.
Freund hace referencia a esto dos elementos que a mi consideración son fundamentales para el desarrollo de
cualquier conflicto. En cualquier conflicto que analicemos veremos siempre estos dos elementos: una
voluntad de decide conflictuar con otra y un conjunto de argumentos o racionalizaciones de por qué se
conflictua.
Es importante resaltar que la Teoría del Conflicto, en cualquiera de sus desarrollos, tiene en su base una
antropología o visión de la conflictividad humana y que ésta tiene a su vez una psicología o comprensión de
los mecanismos psicológicos que le permiten a los seres humanos justificar sus acciones.
Volviendo al tema del derecho como mecanismo de solución de controversias, encontramos que éste,
pretende a través de un sistema de normas disuadir a las personas para evitar conductas que   son consideradas
como prohibidas y ayudar con esto a los miembros de una comunidad a conducirse de cierto modo, que es a
su vez considerado como deseable. Ciertamente no todos los conflictos están regulados por la normativa de
las comunidades, dado que se entiende que hay regiones de la vida humana que deben quedar fuera de éstas y
que quedan en manos de sus miembros. Cuando algún conflicto o tipo de conflictos se extiende hasta el punto
que la comunidad reclama su regulación, se busca una nueva regla a través de los mecanismos establecidos
para ello. Remo Entelman define esta situación, clasificando las conductas posibles entre conductas
prohibidas y conductas permitidas. Esta idea, nos lleva a considerar que en un conflicto cualquiera, los
contendientes tienden a buscar cuál de los dos tiene la razón y si no hay acuerdo posible, dejan que el sistema
de normas lo defina. El problema es que el derecho define quién tiene la razón a partir de la creación de un
binomio cerrado: alguien tiene la razón y por lo tanto es titular de derecho y el otro no tiene la razón y por lo
tanto está obligado.
Las posibilidades que los contendientes tienen, se reducen a:
1. Alguien tiene la razón y el otro está obligado.
2. Nadie tiene la razón y por lo tanto son libres. Para ambos es igualmente permitido o legítimo estar en
conflicto con el otro.
“La consecuencia más grave de esta situación de un conflicto permitido es que, cuando
alguien nos enfrenta con sus pretensiones que sabemos no obligatorias para nosotros,
nuestra inmediata reacción es pensar que no estamos obligados (jurídicamente). Frente
a esa constatación, concluimos en primer lugar que “no estamos en conflicto con él”,
desde que no tiene “derecho” a lo que nos pide. Y en segundo lugar, que no es, por
ende, nuestro interlocutor”.[2]

Ilustración 1. Universo de las conductas posibles en una sociedad con derecho.


 
Siendo esto así, nos percatamos que hay una multitud de conflictos que están fuera del rango de lo normado y
que por ello, los seres humanos son libres para conflictuar entre sí.
Si la norma no prevé medios para resolver estos conflictos, ¿qué medios tenemos a disposición para
resolverlos? Más aún, ¿qué pasa si a pesar de estar normado un conflicto, dicha normativa no tiene la
suficiente legitimidad para ser respaldada por los actos de los ciudadanos? Una respuesta parcial, pero
atinente, es que debemos buscar métodos alternativos que nos permitan regular estos conflictos, algo de lo
que nos ocuparemos más adelante. En síntesis, muchos conflictos surgen de la pretensión de actores que creen
tener derecho, frente a otros que creen no estar obligados, pretensiones que son incompatibles, pero
permitidas, dado que no son sancionadas por las normas vigentes. En este ámbito, el derecho como método de
resolución de conflictos  es insuficiente o poco efectivo. Según Entelman, la Teoría del Conflicto requiere de
una definición lo suficientemente general para tener una región ontológica que permita dar cuenta de todos los
conflictos en todos sus niveles, definición que resulta útil para nuestros propósitos:
 
“El conflicto, es una especie o clase de relación social en que hay objetivos de distintos
miembros de la relación que son incompatibles entre sí”[3].
 
Se hace un énfasis particular en el conflicto como dado dentro de una relación social en donde social, puede
ser dos, diez, mil o millones de personas involucradas, lo que agregaría a cada escalón un cambio en sus
estructuras, dinámicas y modos de abordaje. Aquí se señalan sólo los posibles conflictos entre pares,
individuo-individuo o institución-institución, pero como se puede ver, pueden darse otras combinaciones y en
cada una de ellas[4] podemos analizar su estructura, los procesos, los recursos y el tipo de abordaje. Pero
también podemos anticipar que cuanto más se eleva el número de participantes, más se eleva también el nivel
de complejidad del conflicto, los factores intervinientes y especialmente la dinámica de los mismos.
Teniendo en cuenta que el Derecho no puede operar en muchos de los anteriores escenarios y que corresponde
a la sociedad integrar dentro de sus posibilidades los mecanismos alternos de solución de controversias tales
como: la negociación, la mediación, la conciliación y el arbitraje entre otros. Es toda una tarea que desde la
academia debemos promover estas discusiones necesarias para la sociedad en aras de construir comunidades
pacíficas, con alta tolerancia y respeto por el otro; sociedades donde la cultura de paz sea algo que se integre
en los valores familiares y comunitarios.

EL TÉRMINO CONFLICTO HACE REFERENCIA A:

Situación en la que se confrontan dos o mas personas por sus valores, perspectivas u opiniones
que son contradictorias entre sí, no llegando a un acuerdo entre ambas posturas.

¿CUÁL ES EL ORIGEN DE LOS CONFLICTOS?

El conflicto nace de la discrepancia entre ideas, creencias, pensamientos,


tendencias, puntos de vista. En definitiva, surge porque cada individuo de este
planeta usa unas gafas diferentes para ver e interpretar el mundo que le rodea. ...
Y aquí está el verdadero origen del conflicto

El conflicto es considerado como algo natural de los grupos y las organizaciones. Las
causas de los conflictos se atribuyen a problemas de percepción individual y/o a una
deficiente comunicación interpersonal.
Es necesario para solucionar cualquier tipo de
conflicto conocer los orígenes que los generan. Si
los reconocemos podremos prevenirlos, evitarlos,
anticipar nuestra respuesta y actuar de una manera
mucho más beneficiosa.En el ambiente laboral
podemos encontrar muchos orígenes de conflictos,
citaremos los más habituales.
ANALICEMOS LAS CAUSAS MÁS HABITUALES DE UN CONFLICTO

PROBLEMAS PERSONALES

Si la persona, ya sea jefe o subordinado tiene problemas fuera del trabajo, tales como problemas
familiares, es posible que los trasladen al ambiente y puesto de trabajo. Por lo tanto, el estado de
ánimo de la persona con problemas personales,la falta de productividad, el posible aislamiento de
sus compañeros de trabajo que son ignorantes acerca de la causa de su comportamiento con ellos.

A veces puede ocurrir que las personas que rodean al empleado con problemas piensan que la
confrontación es con ellos, lo cual multiplica la tensión y el malestar. Por lo tanto, lo más
adecuado ante los problemas fuera del trabajo es que si no le apetece revelar sus problemas a sus
compañeros de trabajo, debe dejarlos, como se dice de manera coloquial, en casa.

Sí es de reseñar que el líder y las personas encargadas de gestionar equipos deberían tener la
sensibilidad, la percepción y la empatía para reconocer que hay personas atravesando duros
momentos que necesitan una respuesta adecuada por parte de la empresa para mitigar el
malestar y no afectar de manera clara a la productividad de su trabajo y de la del equipo.

VALORES DISTINTOS

El lugar de trabajo está formado por múltiples personas que tienen cada una su propia perspectiva
del mundo. Algunas personas tienen arraigadas creencias de las que no están dispuestos a hacer
concesiones de ningún tipo. Estas creencias pueden entrar en confrontación directa con los otros
compañeros de trabajo, creando conflictos.

Por ejemplo, si una persona se opone firmemente a la diversidad del lugar de trabajo, puede
haber problemas para aceptar a otros trabajadores distintos de él. Hay personas que se
incomodan los cambios, las nuevas formas de trabajo, o trabajar en equipo, o con personas
distintas a las habituales,son muchos, en definitiva los ejemplos de conflictos de valores.
Para evitar conflictos con los trabajadores, debe trabajar en la aceptación, la diversidad y la
tolerancia de las personas con distintos valores. Y sobre todo, que este ejemplo surja como
modelo por parte de los líderes.

CONFLICTOS DE PERSONALIDAD

No hay dos personas que sean exactamente iguales, y yo me atrevería a decir, y ¡menos mal!. Por
lo tanto, los choques de personalidad en el lugar de trabajo están al orden del día y son
inevitables. Un empleado puede tener una personalidad reservada, mientras que otro puede ser
más extrovertido y sobresaliente. Los problemas surgen cuando los dos no entienden o no
respetan la naturaleza interna de los demás.

Por ejemplo, el empleado más extrovertido puede sentirse molesto si el trabajador más
introvertido no le habla mucho. Puede percibirlo como un desplante, en lugar de ser simplemente
la personalidad del empleado que no responde de otra manera. Cuando los dos no se entienden y
no respetan el enfoque de los demás, se producen conflictos.

INTERESES OPUESTOS

Cuando un empleado decide perseguir sus propios objetivos profesionales pero sin tener en
cuenta los objetivos de la organización, da lugar a conflictos entre sus compañeros de trabajo.

Por ejemplo, puede un empleado puede pasar por alto que es parte de un equipo, en el que el
objetivo es trabajar juntos en una tarea específica. Personas que trabajan de acuerdo a su propio
horario y en la forma que estime conveniente a criterios de sí mismos, crean resentimiento entre
sus compañeros de trabajo.

MALA COMUNICACIÓN

Los problemas de comunicación son la fuente más habitual y mas importante de conflictos. La
mala comunicación conduce a malentendidos y conflictos continuos entre los empleados, los jefes,
entre jefes y subordinados y entre empresa y clientes y empresa y proveedores.

Por ejemplo, los malentendidos pueden ocurrir si un superior le pide a un empleado que transmita
instrucciones importantes a los demás empleados, pero el empleado no lo hace adecuadamente
por distintas razones, por el mensaje, por quien comunica, por poca claridad de las instrucciones,
etc ..

Transmitir información incorrecta puede dar lugar a trabajos que se realicen incorrectamente y
finalmente se suelen culpar a los empleados por el resultado final.

Sólo teniendo un amplio conocimiento de los posibles orígenes de los conflictos tendremos el
primer paso para su resolución. Percibirlos, detectarlos y utilizarlos para prevenir conflictos es una
habilidad que se puede entrenar y que todo jefe de equipo, líder o directivo debería poseer.
COMO SOLUCIONAR CONFICTOS:
¿Cómo solucionar un conflicto en derecho?
Existen varios estilos para resolver conflictos. Algunos de los más comunes son
la negociación, la mediación, el arbitraje, la conciliación y la transacción,
adjudicación.

CONCILIACIÓN EN EQUIDAD

Dos o más personas solucionan sus conflictos por intermedio de un tercero llamado Conciliador en
Equidad

CONCILIACIÓN EN DERECHO

Gestionar por sí mismas la solución de sus diferencias, con la ayuda de un tercero neutral y
calificado

ARBITRAJE

Mediante el cual las partes defieren a árbitros lasolución de una controversia relativa a asuntos de
libre disposición

AMIGABLE COMPOSICIÓN

La Ley 1563 de 2012 en su artículo 59 define a la amigable composición

PROCEDIMIENTO PARA NEGOCIACIÓN DE DEUDAS

Reajustar con sus acreedores un plan de pago favorable

INSPECCIÓN, VIGILANCIA Y CONTROL

de conformidad con lo establecido en el artículo 18 de la Ley 640 de 2001 y el Decreto 1069 de 20


¿QUÉ ES CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO?
se constituye como la primera iniciativa que, en materia civil, se preocupa por hacer una
revisión sistemática del régimen probatorio y, en general, procesal, para hacerlo
compatible con los dictados de la oralidad.
Expide el Código General del Proceso. Regula la actividad procesal en los
asuntos civiles, comerciales, de familia y agrarios. ... la Corte examina si la
regulación del proceso monitorio contenida en los artículos 419 y 421 del Código
General del Proceso es contraria a los derechos a la igualdad y el
debido proceso (arts.)

¿QUÉ FIN TIENE EL CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO?


Nace el Código General del Proceso para minimizar la diversidad normativa en
la jurisdicción ordinaria, se incluyó implantar la oralidad en todas las ramas del
derecho procesal, unificar procedimientos y añadir al proceso tecnologías
avanzadas para lograr una justicia pronta y oportuna que resolviera de manera
efectiva ...

FAVORABILIDAD PENAL
Resumen
El principio de favorabilidad, consagrado en el artículo 29 de nuestra Carta Política de 1991,
ha sido uno de los postulados básicos de los sistemas penales en el mundo. Su sustento
radica en la necesidad de aplicar de igual manera el uso de la represión Estatal a todos los
miembros de determinado Estado, es decir de juzgar a las personas de igual manera cuando
se produzcan los mismos supuestos fácticos. Sin duda alguna, nos encontraríamos ante una
grave discriminación si juzgamos a dos personas, con las mismas características (en
referencia a que se encuentren en la misma condición de imputabilidad), que cometen los
mismos hechos, por el simple motivo de haber realizado la conducta en momentos espacio-
temporales diversos. Si bien es cierto que la ley penal, al igual que toda la ley en general, va
cambiando con base en unas políticas Estatales, y las normas van siendo modificadas según
la conveniencia de cada momento histórico, de la realidad de la sociedad en cada época, no
se pueden desconocer principios superiores como el derecho a la igualdad, al debido proceso
y derivado de ellos, el principio de favorabilidad de la ley penal.

¿CÓMO SE APLICA EL PRINCIPIO DE FAVORABILIDAD PENAL?


Nadie podrá ser juzgado sino conforme a las leyes preexistentes al acto que se le
imputa, ante el juez o tribunal competente y con la observancia de la plenitud de
las formas propias de cada juicio. La preexistencia de la norma también se
aplica para el reenvío en materia de tipos penales en blanco.
¿QUÉ ES LA TEORIA GENERAL DEL PROCESO EN COLOMBIA?

El derecho procesal establece los lineamientos que se consagran en la


constitución nacional y en la ley con el objetivo de regular la función jurisdiccional
del estado en todas las ramas del derecho. Se constituye por todos los principios
fundamentales de los procesos

1. DEFINICIÓN DE TEORÍA GENERAL DEL PROCESO

El derecho procesal establece los lineamientos que se consagran en la constitución nacional y en la


ley con el objetivo de regular la función jurisdiccional del estado en todas las ramas del derecho.

Se constituye por todos los principios fundamentales de los procesos.

Esto aplica para todas las ramas y campos del derecho y se conoce como derecho procesal.

1.1 OBJETO DEL DERECHO PROCESAL

Aplica e interpreta la ley procesal para aplicarlas en casos particulares y concretos haciendo
efectivos los derechos sustanciales, esto estaba consagrado en el anterior código de
procedimiento civil y se mantiene en el código general del proceso.

Al aplicar o interpretar surgen dudas y cuando esto sucede en las normas procesales debe acudirse
a los principios del derecho procesal de tal manera que por encima de todo se respeten los
siguientes principios: debido proceso, igualdad de las partes, derecho de defensa.

1.2 CARACTERISTICAS DEL DERECHO PROCESAL

Es instrumental: sirve para la declaración, constitución y ejecución de derechos sustanciales que


están consagrados en los códigos y leyes esto debería ser declarado por todos los jueces para no
permitir que prevalezca lo formal sobre el fondo evitando que se profieran fallos inhibitorios.

Es autónomo e independiente: ya que no se puede considerar como un apéndice del derecho


sustancial; queda claro que los doctrinantes y las altas cortes han establecido que tiene la misma
estirpe o rango legal.

Es de carácter formal e instrumental: este los designaron los tratadistas alemanes sobre todo para
explicar por qué este derecho procesal sirve de medio para aplicar el derecho sustancial.
1.3 RESEÑA HISTORICA

Al comienzo del derecho se le da prelación al derecho sustancial y se le denomina sustantivo y al


derecho procesal se lo miraba como un acápite de ese derecho sustantivo y se le denomino como
un derecho adjetivo.

A mediados del siglo XIX doctrinantes alemanes comenzaron el proceso de estructurar los
principios rectores de estas normas, para darle dignidad científica y permitirle tener autonomía
plena.

CORTE CONSTITUCIONAL: En reiteradas sentencias ha sostenido la tesis de que las normas


procedimentales y sustantivas se encuentran en el mismo nivel y que además se complementan
entre si tomando en cuenta de que de nada valdría contar con normas que definan y consagren
derechos sustanciales, si al mismo tiempo no existieran normas que consagren el modus operandi
para que estos se reconozcan y se hagan efectivos.

1.4 UTILIDAD DEL DERECHO PROCESAL

No se concibe una sociedad libre de conflictos intersubjetivos porque son conflictos entre
personas y se pueden presentar entre particulares y el estado y frente a esta calidad ha habido dos
situaciones:

1. Dejar que los conflictos se arreglen entre las personas realizándose de manera espontánea el
derecho o abuso del más poderoso.

2. Entregarle a alguien la solución del conflicto al estado para que este administre justicia.

La administración de justicia que está a cargo del estado permite administrar justicia por medios
de conciliación y jueces de paz de igual manera está el camino de acudir a los estrados judiciales
pero es más fácil la conciliación por la prontitud en la solución de conflictos.

1.5 LA FUNCION DE ADMINISTRAR JUSTICIA DEL ESTADO ES IMPERATIVA O INELUDIBLE

Es un poder deber consagrado en el artículo 29 diciendo que el debido proceso se aplicara a todo
proceso administrativo y judicial garantizando la igualdad de las partes y el derecho a la defensa.

El derecho procesal también se aplica ha aquellos casos donde no hay conflicto pero se requiere
de una sentencia judicial que le de validez jurídica a ciertos actos de la vida civil y se les conoce
como asuntos de jurisdicción voluntaria.
1.6 NATURALEZA DEL DERECHO PROCESAL

El derecho procesal está arraigado en el derecho público si se toma en cuenta que las normas de
este consagran un interés de carácter general y no solamente interés particular de un
demandante, esto se encontraba consagrado en el anterior código de procedimiento civil y
actualmente en el código general del proceso, dichas normas establecen que el derecho procesal
es de orden público por tanto de imperiosa observancia y por lo tanto no podrán ser derogadas
por lo particulares o por los funcionarios mucho menos ser sustituidas salvo que exista expresa
autorización en la ley.

Todas las normas tienen existencia, vigencia y validez jurídica, toda norma podría ser derogada o
declarada inexequible teniendo un mismo propósito para ser después sacadas del mundo jurídico
por un fallo constitucional o por una norma que regule lo mismo.

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