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Antros

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UNIVERSIDAD AUTONOMA METROPOLITANA IZTAPALAPA

DIVISION DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES

DEPARTAMENTO DE ANTROPOLOGÍA
LICENCIATURA EN ANTROPOLOGÍA SOCIAL

LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESPACIOS DENOMINADOS: “ANTROS”

Trabajo terminal

que para acreditar las unidades de enseñanza aprendizaje de

Seminario de Investigación e Investigación de Campo

y obtener el título de

LICENCIADO EN ANTROPOLOGÍA SOCIAL

presenta

CHRISTIAN IGNACIO JARDÓN VALDÉS

Matrícula No. 99330964

Comité de Investigación:

Director: Dr. Raúl Nieto Calleja

Asesores: Dr. Ricardo Falomir Parker

Dr. Eduardo Nivón

México, DF Septiembre 2011

1
INDICE

INTRODUCCIÓN………………………………………………………………………………..4

Capítulo I

TEXTOS, CONTEXTOS Y CONCEPTOS SOBRE LOS DENOMINADOS


“ANTROS” EN LA CIUDAD DE MÉXICO…………………………………………..

1.1 textos, contextos, y algunas precisiones conceptuales y metodológicas…………

1.1.1 La bohemia y el S. XIX…………………………………………………………………………


1.1.2 La vida nocturna en el XX……………………………………………………………….. 15
1.1.3 Lugares en extinción (salones de baile y cabarets)……………………………… 18
1.1.4 Finales de los 80º s, llegan las mutaciones ………………………………………..28

Capítulo II

LA ESPACIALIDAD DEL ANTRO, USOS, APROPIACIONES Y


PERCEPCIONESDEL ESPACIO URBANO……………………………………………………………37

2.1. Introducción……………………………………………………………………….......37
2.2. La Apropiación de espacio……………………………………………………….44
2.3. Lugares y no lugares…………………………………………………………………………..48
2.4. La Reterritorialización …………………………………………………………………………52

Capítulo III

EL TIEMPO, TIEMPO LIBRE, Y OCIO………………………………………………………………57

2
3.1. En las sociedades preindustriales…………………………………………………………….59
3.2. Sociedad Industrial……………………………………………………………………………………61
3.3. Características del Ocio Moderno……………………………………………………………..65
3.4. Consumos y entretenimiento……………………………………………………………………67
3.5.El antro como espacio de ocio……………………………………………………………………69

Capítulo IV

ESPACIOS: Rituales Clasificatorios………………………………………………….72

4.1 Rituales de en un antro el 246 y el Tropicana………………………………………....74


4.2 Procesos de selección……………………………………………………………….79

ANEXO

TIPOLOGÍAS………………………………………………………………………………………………….72

BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………………………………………..92

3
INTRODUCCIÓN

La construcción de los espacios denominados “Antros” es un texto construido en tres


preocupaciones particulares que a lo largo de estos años decidí abordarlas en esta
tesis. El primero de ellos lo constituye un núcleo de preguntas inscritas dentro del
campo de estudios sobre los espacios y juventud y la principal fue el hecho de saber
¿Qué eran estos espacios denominados “Antros”?, ya que de entrada era una pregunta
muy compleja; y el segundo núcleo refiere a las relaciones simbólicas y los consumos
culturales que se desarrollan en estos lugares.

En estos 2 núcleos se basa todo el texto. En el primero señalo la historia de estos


espacios con poca información etnografía casi nula de algunos estudios previos y
principalmente realizados por narradores, escritores, periodistas y cronistas como:
Salvador Novo en sus ensayos de “Seis Siglos de la ciudad de México”1, que toca un poco
el termino de antros y el arrabal, por su parte, Sergio González Rodríguez con “Los
bajos fondos” puntualizando espacios como: lugares de ocio o vida nocturna con
información histórica de la ciudad de México desde una manera más periodística a
partir del siglo XIX.

Este texto está construido mediante trazos dinámicos a los que el género del ensayo se
presta, Alberto Dallal con “El dancing mexicano” adentrándose a el fabuloso mundo de
los salones de baile en 1982, también tome algunos escritos realizados por
antropólogos recientes como: Amparo Sevilla con “Aquí se siente uno como en su casa:
los salones de baile popular de la ciudad de México” presentando la relación entre lo
público y lo privado de los salones de baile, Maritza Urteaga con “ La construcción
juvenil de la realidad. Jóvenes mexicanos y contemporáneos” donde nos muestra un
poco de la comprensión de lo juvenil, señalando que precisamente la Antropología no
ha participado de forma activa en este tema2. Además de distintos más autores que a
lo largo del proyecto fui sumando.

Para poder explicar este tema además de los autores mencionados también se
tomaron artículos encontrados en: periódicos, revistas, páginas en internet y blogs,
que fueron recabándose a lo largo de estos años, así como flyers y fotografía de
espacios que aun viven y otros que ya no existen.

Desde mi punto de vista la antropología se ha centrado comúnmente en estudiar la


otredad, y ésta a su vez, se puede hallar en varios elementos de la vida urbana. “Los

1
Salvador Novo, Seis siglos de la ciudad de México (1974:74), Antonio García Cubas (1888): Nos internamos
en el portal de los mercaderes, por la bocacalle de Plateros y, a poco andar, nos hayamos frente a frente del
antiguo Café del Cazador; más que como la hora es la que no conviene para visitarlo, seguimos adelante.
2
No puedo dejar de señalar que la psicología ha sido el área o campo hegemónico en las ciencias sociales
para el estudio de la niñez y la juventud desde el siglo XIX y sus modelos teóricos sobre el desarrollo humano
y la socialización han provisto las estructuras conceptuales para la mayoría de otras disciplinas.

4
otros” muchas veces pueden encontrarse muy cerca; ser parte de realidades a la vuelta
de la esquina, actores sociales urbanos que se mueve n en el mismo espacio pero que
viven experiencias de consumo, identidad y estilos de vida muy diversos. No es
necesario ir a lugares lejanos, comunidades rurales o pueblos indígenas para
encontrar diversidad social y alteridad cultural; la diferencia puede estar muchas
veces incluso dentro de la propia familia, la escuela o el trabajo. “Los otros” son “otros”
dependiendo de quién los observe. Ir al “antro”, por ejemplo, es una práctica recurrida
entre algunos jóvenes urbanos, pero para “otros” grupos puede resultar tan “exótico”
como una danza ritual. Por ello, describir estos espacios es tan importante.

La antropología como ciencia está estrechamente ligada a la historia por obvias


razones. La otra antrología presenta un fenómeno exactamente al revés; se deslinda
de la historia, de lo viejo, de lo nostálgico; el mejor antro siempre es el más nuevo, el
que no tiene pasado. Muchas veces hay antros que pasan de ser de supermoda a sólo
de moda, en estos casos se remodela el local, se le cambia el nombre con el fin de
borrar su historia, y ponerlo así de moda de nuevo.

Algo curioso que sucede con los antros en México, es que entre menos historia tengan,
son catalogados como mejores. Los fanáticos del reventón mueren, matan y hasta
venden su alma o a sus hermanas por estar adentro del antro más nuevo. La
expectación que se maneja en torno a los nuevos antros es su mejor publicidad.

En estos espacios es todo efímero, como a veces la realidad en la que están inmersos
también así fuera. En la ciudad de México existen antros de todo tipo, desde los más
sofisticados, hasta los más arrabaleros y folklóricos.

En el transcurso de la construcción de este proyecto que comenzó hace bastantes años


pude llegar a conocer a distintos personajes de la escena nocturna que fueron parte de
la historia de las noches de esta ciudad, desde usuarios de estos lugares, hasta los
personajes que pudieron hacer de esas noches posibles, como fueron los creadores de
muchos de esos espacios, y es para ellos a quien rindo un merecido homenaje, que sin
ellos no habría podido lograr mucho de lo que está aquí escrito.

Estos lugares se convierten en puntos de fuga de jóvenes principalmente, como


válvulas de escape ante lo cotidiano del trabajo, de la escuela, de la casa, del barrio, de
los problemas sociales, de los medios, en donde pueden fugarse de realidades en
donde muchas veces no son tomados en cuenta por políticas públicas que son en su
mayoría excluyentes a ellos.

La palabra antro es de origen griego y significa “derivada del latín antrum y éste a su
vez del griegoἄντρον, antron caverna, cueva, gruta”. Se refiere al lugar subterráneo y
oculto donde se realizaba la transmutación iniciática que permitía el “renacimiento” o
segundo nacimiento del hombre, convertido en héroe al emerger, victorioso, tras su
Iniciación, de la caverna-matriz de la Madre-Tierra. El antro es, entonces, un lugar de
reunión para celebrar ritos históricos relacionados con la transformación y la

5
renovación del candidato3. Del simbolismo y significado esotérico de aquellos ritos y
procedimientos iniciáticos en los antros nos da Platón una idea muy clara,
filosóficamente expresada y asequible a la mente racional, en el capítulo de su diálogo
La República dedicado al mito de la caverna.

El antro, exotérica y formalmente, es el lugar de los ritos y misterios de vida y de


muerte, donde oficiantes y candidatos se reunían para celebrar un procedimiento de
Iniciación, de traspaso e intercambio de experiencia y conocimiento. Pero
esotéricamente, el antro es el “cuerpo” del alma del candidato, el santuario profundo
de su propio Ego, un lugar de fuerza y de reconocimiento interior, de
autodescubrimiento. Y es aquí precisamente, en este logro, donde radica la verdadera
Iniciación, o sea, la superación de las diversas “pruebas” que le conducirán desde la
oscuridad del antro hasta la luz del mundo de lo real, del reino luminoso de su
espíritu.

La existencia y funcionalidad del antro como lugar iniciático y de tránsito de la


oscuridad y la ignorancia hacia la luz y el conocimiento no es, por supuesto,
patrimonio exclusivo de la antigua Grecia. Las Casas de Horus en Egipto, los Mitreos
en Asia Menor y en Roma y las catacumbas cristianas son algunos de los muchos
ejemplos que encontramos en las civilizaciones tradicionales de la Antigüedad.

La forma de aproximación a la realidad a través de metodologías cualitativas que


consideramos pueden constituirse en un medio efectivo para llegar a conocer el
sentido y la subjetividad real de los actores sociales. A través del presente estudio
sobre la realidad nocturna de los jóvenes urbanos y sus apropiaciones de espacios, se
busca discernir también sobre cuáles son los verdaderos usos de esta apropiación de
espacios públicos y responder a la pregunta de ¿si la Ciudad de México llega a
constituirse en una Ciudad que puede otorgar espacios de desenvolvimiento para los
jóvenes que habitan en ella, poniendo en evidencia la planificación o no de espacios
urbanos abiertos para un sector de la población?

Aunque contradictoriamente muchas veces llegan a ser víctimas de estereotipos


negativos que los desvalorizan y hasta criminalizan. Otro aporte de la investigación
muy relacionado con el punto anterior es la propuesta de un espacio de debate y
discusión a partir de los resultados de esta investigación para generar propuestas
sobre políticas públicas y sociales que apuntan a una administración acorde y justa de
los espacios urbanos, en las cuales se presente un diálogo entre los usuarios, actores y
planificadores-administradores de los mismos, todo esto a partir de distintos
enfoques académicos, fomentando así el enfoque interdisciplinario como una opción
para la lectura de la realidad.

3Platón(2003). Diálogos. Obra completa en 9 volúmenes. Madrid: Editorial Gredos ,Volumen IV:
República.
6
Es bastante sorprendente que, hasta ahora, sólo existen pocos estudios antropológicos
que trabajen temáticas juveniles en México. La apropiación de espacios públicos como
son los antros implica la ocupación física de éstos lugares con el objetivo de hacerlos
propios, llegando a convertirse para actores sociales como los jóvenes en espacios que
se conforman como referentes identitarios, además de lugares vitales para la
interacción social.
La territorialización en cuanto lugares que generan sentimientos de propiedad e
identidad tiene relación con la temporalidad diurna o nocturna. Específicamente
cuando se habla de la apropiación territorial de los jóvenes en la urbe de la Ciudad de
México, se identifica a la noche como el tiempo en el cual los jóvenes llegan a
convertirse en actores activos dentro de la ciudad.
Esta apropiación de territorios urbanos genera emociones y comportamientos que se
diferencian y entre mezclan con los generados en diferentes espacios (públicos y
privados) y durante diferentes temporalidades (diurnas y nocturnas), generando así
por parte de los jóvenes nuevas relaciones con los espacios urbanos, que en la
mayoría de los casos no tiene como función el acogimiento de éstos actores sociales.
Si bien durante el último tiempo se han realizado varios estudios sobre los jóvenes en
la ciudad, estos se han realizado dentro de la temporalidad diurna, llegando a
enmarcarse en un “etnocentrismo diurno” en el estudio de las realidades sociales lo
cual provoca que una parte de la realidad social y de los actores sociales no hayan sido
tomados en cuenta mostrando un vacío en cuanto al acercamiento de las realidades, es
por ello que se resalta la importancia de realizar investigaciones que otorguen una
visión más amplia de la sociedad ya que las dinámicas que se dan en la temporalidad
diurna y nocturna son diferentes.
La apropiación de territorios urbanos durante la noche por parte de los jóvenes
genera dinámicas sociales que han sido objeto de visiones estereotipadas llegando a
caer en visiones negativas como actores sociales.
No es solo dormir por la noche. La noche también contiene una gran cantidad de
actividades. y que se refieren a personas que trabajan en esta. Taxistas, enfermeras,
vigilantes nocturnos, y gente que labora en estos espacios, como son los meser@s,
barmans, D.J. valets parkings, etc. Durante la noche ocurren actividades de ocio y que
a menudo son claramente la intención de ser diferente de lo que haces durante el día.
Este-campo podría llevar el título de "noche-discotecas". Este campo puede incluir
diversos fenómenos tales como, el baile en una discoteca y sus rituales.

En general nuestro objetivo fue tratar de construir los espacios denominados “antros”
en la Ciudad de México.

7
Capítulo I

TEXTOS, CONTEXTOS Y CONCEPTOS SOBRE LOS


DENOMINADOS “ANTROS” EN LA CIUDAD DE MÉXICO.

El proceso de construcción socio cultural de los antros, como tal tiene algo más de un
siglo. En este capítulo trato sobre la arquitectura socio cultural de estos, espacios,
lugares de ocio del México moderno y contemporáneo. En general pretendo revelar
¿Qué es un Antro en la Ciudad de México?, a través de la lectura de algunas imágenes
culturales elaboradas sobre ellos en crónicas realizadas por escritores mexicanos que
retrataban las prácticas y discursos de la época.

Lugares y prácticas en los que asiduos a estos espacios visibilizaron su presencia a


finales del siglo XIX e inicios del siglo XXI. Respetando cierta cronología histórica de
los acontecimientos de la sociedad mexicana. No tengo el objetivo de elaborar una
historia de los antros a través de los textos aquí reunidos, sino rescatar diversas
imágenes y narraciones para reflexionar teóricamente sobre el proceso de
construcción histórico de las representaciones simbólicas juveniles que desde estos
lugares se han venido construyendo.

1.1 textos, contextos, y algunas precisiones conceptuales y metodológicas

1.11 La bohemia y el S. XIX

La construcción socio cultural del ANTRO, tiene varios obstáculos epistémicos que
debo introducir antes de entrar a indagar por el proceso de constitución. Uno de ellos
refiere a la diferencia de significado entre significado y significante que sufrió el
término ANTRO.
Si bien estos espacios tal como los conocemos ahora no son espacios de la
modernidad, o postmodernidad, estos lugares han acompañado al ser humanos desde
que este ha creado sus ciudades, son lugares de esparcimiento y principalmente están
más ligados a la aparición del alcohol. Estos espacios son netamente para las
prácticas sociales que es la primera variante, que tienen que ver con el consumo del
alcohol como segunda variante, la música como tercera variante, la cuarta variante es
su lugar físico en donde se encuentra ubicado, el espacio que raya en totalmente en lo
semi público- semiprivado y la última y por ser menos importante es la noche.

8
Con estas comenzaremos a desarrollar los espacios denominados “antros”, que a lo
largo de este texto iremos abordando, con estas 5 variantes que proponemos para
poder comenzar a desarrollar que es un antro.

LAS PRÁCTICAS SOCIALES, ALCHOL-CONSUMOS, ESPACIO SEMI PÚBLICO-


SEMIPRIVADO, MÚSICA-ESTETICAS, Y LA NOCHE-CUERPO. Con esta primera ecuación
comenzaremos englobar los posibles espacios denominados así. Antro derivada del
latín antrum y éste a su vez del griegoἄντρον, antron caverna, cueva, gruta, esta
acepción sirvió a mediados del siglo XIX para denostar lugares de mala muerte, bajos
fondos, lugares de arrabal, prostíbulos, locales de mala reputación, lugares donde el
mundo delincuencial habitaba, territorios transgresores de las buenas costumbres de
la sociedad que distinguen entre un mundo normal respetable y su contraparte un
submundo transgresor, normalmente ligados a la noche, a esta dualidad día/bueno-
noche/malo. Es con esta acepción negativa y peyorativa que ha deambulado en largo
andar el antro a pesar del goce que representado para la historia de las ciudades y de
las sociedades.

Estos territorios, estaban ubicados en barrios periféricos dentro de los que se


encontraban las clásicas problemáticas que hasta nuestras fechas existen. En una
Ciudad de México con unos cuantos de miles de habitantes, estos espacios se
encontraban en las orillas de esta, en la Candelaria de los patos, Santa Julia, Tepito, la
Guerrero, la Romita, Peralvillo, la calle de Dolores, y los arrabales de la colonia Buenos
Aires.

Es así que el término fue concretamente empleado con carácter despectivo para
referir ciertos lugares de ocio y entretenimiento de dudosa reputación, haciendo
referencia a sus intempestivos horarios de apertura, las pocas comodidades que
ofrecía a su clientela, prácticas al margen de la ley que en ellas podían darse o,
simplemente, a su aspecto sombrío, lóbrego o semi-oculto.

Manuel Payno expresó en el siglo XIX que las casas de México debían encerrar
secretos que sólo la literatura podía revelar. Hoy, el mundo es menos misterioso. Los
condominios, las casas de interés social y las residencias de lujo encierran tras sus
muros una televisión encendida.

Los secretos, ahora, acaso deben ser buscados en la calle: el resplandor parpadeante
indica el final del mundo de Payno, la estandarización de la personalidad y de eso que
un día se llamó "cuadros de costumbres". Terminaron los misterios.4

La historia de la noche en la ciudad de México es de algún modo, la historia del color


que la ha iluminado. La oposición entre el cielo y el infierno, lo alto y lo bajo, las
aplicaciones simbólicas establecen los polos de la virtud, la belleza y lo armónico, la
vida perfecta, la santidad y lo místico contra el vicio, las conductas desviadas o

4
Payno, Manuel, Obras Completas IV, Costumbres mexicanas, compilación, presentación y notas de Boris Rosen Jélomer, prólogo de Jorge Ruedas de
la Serna, México, Dirección General de Publicaciones del Conaculta, 1998, 208 pp.

9
pervertidas, lo feo. Lo prosaico lo trivial. Este principio se extiende al mundo cotidiano
para juzgar los méritos en la sociedad.

Tras su refundación en 1521, la antigua Tenochtitlán hubo de pasar más de dos siglos
a oscuras: como no se había inventado el alumbrado público, la capital de la Nueva
España era una suma de corredores oscuros, bocas de lobo que de acuerdo con el
cronista Arturo Sotomayor, debieron poner a los caminantes nocturnos en riesgo de
caer en las acequias o de "dar con el pecho a la barriga en bardas semiconstruidas". La
ciudad era entonces de color negro. Un puñado de antorchas, que ardían de trecho en
trecho, provocaba un levísimo resplandor rojizo, como el fuego de las rajas de ocote
que hacía del ambiente general "un terciopelo negro bordado de luciérnagas
movedizas".

¿Qué podía hacer la gente bajo ese color? Artemio de Valle-Arizpe dice que sólo tres
cosas: dormir, rezar o contar historias de espantos. La cuarta cosa posible no la
menciona el cronista, pero a ella debemos atribuir el rápido crecimiento demográfico
que, pese a las continuas y diezmantes epidemias, ayudó una y otra vez al
repoblamiento de la capital.

“Las calles de la ciudad de México así como las plazas y plazuelas fueron desde la poca
virreinal el espacio de socialización por excelencia. Muchas calles de la metrópoli
constituyeron el escenario predilecto de las funciones cívicas, así como de otras de
muy variada índole. Por ellas desfilaron las procesiones religiosas en las que participó
un amplio abanico social: religiosos y civiles, autoridades y población común, pobres y
ricos”.5

En 1790, el virrey Revillagigedo iluminó las calles con lámparas de aceite, y creó un
ejército de serenos que las alimentaran. La ciudad se volvió amarilla: la gente durmió
menos (se había abierto, por cierto, la primera cafetería), rezó infatigablemente (pero
con miras ya de abolir la Inquisición), contó leyendas y tradiciones de cuando la
ciudad era oscura, y luego siguió repoblando la capital, porque ahora era menos
peligroso que los amantes salieran a la calle en busca de su amada. 6
Debido a la influencia de la corte española y a la persistencia de las costumbres
indígenas, se sabe que a fines del siglo XVIII ya existían en la ciudad de México algunos
expendios de bebidas elaboradas a base de café, cacao y maíz. Salvador Novo asegura
que el primero de estos establecimientos se inauguró en 1758, entre las actuales calles
de Tacuba y Monte de Piedad.
De las ciudades al cuerpo se reprodujo esta forma de espacial izar y ordenar algo que
está en las normatividades de occidente y que reaparece en otra oposición estructural
que es lo público y lo privado, parte importante de las identidades del individuo.

5
Dra. Guadalupe Ríos de la Torre,Las Calles de la Ciudad de México y sus Pasos Prohibidos,
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA-AZCAPOTZALCO

10
Durante los primeros años del siglo XIX, las cafeterías fueron punto de reunión de
intelectuales y cita obligada entre los prestamistas y sus clientes. La carta del Café de
la Gran Sociedad, además de café, ofrecía chocolate, atole y helados. Según cuenta
Guillermo Prieto, en el Café del Sur: "la concurrencia iba muy de acuerdo con el
destartalado café: militares retirados, vagos consuetudinarios, abogados sin bufete,
politiqueros sin ocupación, clérigos mundanos y residuos de covachuelas, sacristías,
garitas y juzgados civiles y criminales".
El mismo autor comenta que los escritores puritanos de la época estaban
escandalizados por la presencia creciente de las cafeterías. Cuenta también que las
conversaciones giraban en torno al teatro, los toros, la literatura, los acontecimientos
políticos y el juego de pelota. Sin duda, el establecimiento con más tradición es el Café
Tacuba. Otro expendio histórico de alcaloides fue el extinto Café del Chino que en
1919 atestiguó el nacimiento del también extinto Partido Comunista Mexicano.
Para la sociedad bohemia y poeta fueron sinónimos-escribe Rafael Gutiérrez Girardot-
“los poetas se escandalizaban con extravagancias, acentuaban el rasgo del bufón que
tenía esencialmente en la imagen que de ellos trazo Nietzsche. Se reunían en cafés
porque ahí encontraban lo que les negaba la sociedad. El Café era un mundo contrario
al de la vida burguesa, un terreno neutro no tocado por el cambio de las estaciones y
la correspondencia concreta de la esfera sublime y arrobada de lo literario”.6
A partir de 1867 la nación mexicana se afirmo sobre el tren del progreso y la doctrina
civilizadora, que comienzan a reflejarse sobre todo en las ciudades. Ignacio Manuel
Altamirano recuperó, para su proyecto de una literatura nacional, la presencia de “los
barrios más espantosos de la ciudad” y sus miserables que heredaban la desgracia de
los antiguos aztecas, sobrevivientes entre ciénegas y reptiles:
Pues bien; los miserables de entonces tienen aún herederos, que obligados, ya no por
el odio sino por la indiferencia de la gran ciudad, se arrastran a sus orillas llevando
una existencia, que abrevian por fortuna, el aire malsano, el hambre y la intemperie.
Un escritor amigo nuestro decía, con razón, hace pocos días, que el centro dorado de
México ignora que está rodeado por un cinturón de miserables y de fango.
Efectivamente, causa horror y tristeza semejante coincidencia.7
La Ciudad de México, al parecer al traer esta nota de Ignacio Manuel Altamirano,
podemos darnos cuenta que a más de 100 años de este escrito, podemos encontrar
estos cinturones periféricos en ella, y se han reproducido en todas sus gamas. Los
lugares es decir las Cafeterías donde dialogaban intelectuales y escritores, debieron
ser lugares parecidos a la colonia Condesa principios de XXI, espacios para dialogar
con sus iguales y hasta cierta forma algo elitistas, en estas crónicas se nota el
romanticismo de sus autores y en cierto punto algo salidos de la realidad. Respecto
que en estos espacios eran reproductores culturales de su sociedad, no tan parecidos
a los Cafés parisinos donde su escena era más democrática respecto a los sujetos que
los concurrían.

6
Sergio González Rodríguez, Los bajos Fondos (1991:24)
7
Altamirano Manuel Ignacio, la literatura Nacional(1949: 42)

11
Sergio González describe a los Antros en este sentido “los bajos fondos designan una
geografía simbólica o con y de la realidad creada por el crimen y las sexualidades
prohibidas, unida al mundo urbano aunque en conflicto con este. Hablar de los bajos
fondos es hablar desde una serie de testimonios orales, periodísticos, literarios que
han surgido en México desde siglo XIX, a veces en la clandestinidad o con las sórdidas
impuestas por la moral pública: lo sugerido, lo fragmentario. Por fortuna siempre ha
existido alguien que desafié los límites del lenguaje normal y entregue la victoria de
las palabras nocturnas.
Uno de los imaginarios más consistentes en la ciudad de México a lo largo del siglo es
el del antro, ¿Imaginario en qué sentido?; en el sentido del relato que habla de hechos
pretéritos y hazañosos sobre momentos fundacionales de una comunidad con cierto
contenido alegórico: enlace fugitivo entre lo real y lo ficticio. En sus múltiples formas-
cantina, prostíbulo, centro nocturno o cabaret-ha sido un espacio por la que atraviesa
la otra vida urbana, la de los choques entre los vicios públicos y las dispersiones
privadas. El antro registra el reverso de la cultura normal, es un negativo o molde
revelador de la cotidianidad colectiva8.
El imaginario no se define por el objeto de su mensaje sino por la forma en que se le
expresa. El imaginario del antro se compone de recuerdos e imágenes al parecer
invariables, aunque en realidad las diferentes expresiones lo renuevan y fortalecen.
La historia de la ciudad también la sostienen sus imaginarios. Un recurso para
rememorar esa historia es la recirculación de voces literarias que han consignado al
antro. Ahí se revelan el contacto con la multitud fragmentaria al borde de situaciones
límite o de llena delincuenciales, el hechizo del anonimato, las previsibles atmósferas
neblinosas de cigarro, alcohol, estridencias y sudor de cuerpos excitados.
Con la lucha revolucionaria la vieja bohemia porfirista entró en extinción, al igual que
los lechuguines9, lagartijos, currutacos10, petimetres, mequetrefes, leones,
muscadines, incroyables o dandies, que hacia 1916 reciben ya un mote funeral: “los
niños góticos”. Renato Leduc, en su remembranza de un poeta maldito, entrego la
mejor viñeta de la bohemia arrasada por la revolución.
Para arbitrarse recursos, don Victoriano Huerta estableció garitos por toda la ciudad
de México. Había más casas de juego que cantinas y pulquerías, una o dos en cada
cuadra. Las había lujosas, para desplumar a los burgueses y otras que podríamos
llamar proletarias, en donde dejaban la raya obreros y campesinos en albures hasta de
a cinco centavos.
¿Que representó la bohemia en términos culturales? La bohemia, originada en Francia
durante el siglo pasado, fue una postura cultural; en ella los resentimientos políticos
de la Revolución de 1848 y la Comuna de 1871 encontraron estimulo de resistencia al
retar los límites del individualismo burgués. Con el tiempo los lugares de la bohemia-

8
Sergio González Rodríguez, Los bajos Fondos (1991:27)
9
Lechuguinos: Muchacho imberbe que se mete a galantear aparentando ser hombre hecho.
Hombre joven que se arregla mucho y sigue rigurosamente la moda.
10
Currutacos: Muy afectado en el uso riguroso de las modas.

12
los cafés-se convertirían en industrias redituables: los cabarets, cuyo fin ya no sería
marcar un apartamiento de la normalidad como en la primera etapa de la bohemia,
sino ensayar cercanías e intercambios a través del placer y el negocio.
“Cuando me cansaba de los titis sin seso que forman nuestra sociedad elegante, iba
allá, a algunas de segundo orden, donde futuros escritores, jóvenes preocupados por
rivalidades de escuela y perfectamente bebiendo y lanzando mordentes "epítetos y
los poetas que cantan al son de los pesos de la administración pública, me tuteaban y
acogían bien porque mi presencia era para ellos una noche en la que podían beber sin
tasa”. 11
La última década del siglo pasado también es la década del modernismo, según
Octavio Paz, fue una escuela poética y también una escuela de baile, un campo de
entrenamiento físico, un circo y una mascarada, el recinto por excelencia de esas
prácticas fue el antro, la cantina o el prostíbulo. Por lo menos el modernismo
mexicano fermentó ahí sus rebeldías contra la moral pública del porfiriato.
En su valioso “Panorama mexicano 1890-1910, Ciro B. Ceballos presenta la vida
nocturna de la capital, en catálogo de cantinas y restaurantes con sus especialidades
etílicas o gastronómicas y aun el testimonio de “cafés cantantes” en los arrabales,
madrigueras de bandidos, como el Café de la Joya situado en Peralvillo, barriada de
“matachines y mujerzuelas del pueblo bajo”: “Consistían los tales cafés”, describe
Ceballos, “en un salón grande de bajísima muchedumbre, mal alumbrado con petróleo,
gas o algún foco eléctrico de potencia escasa. Sobre el piso de madera, sucio no
obstante el cotidiano riego con su correspondiente barrido, había numerosas mesitas
cuadradas, en cuyo centro nunca faltaba un botellón tapatío de cocido barro, con agua
en su interior; las cuales mesas rodeadas estaban con sillas viejas de ordinaria
madera, cuando no banquillos viles, como los del acusado en el popular jurado”.
Ceballos relata además la presencia de cuatro músicos a veces ciegos que ejecutaban
valses y danzones para regocijo especial de las meseras, “menos bonitas que feas y con
rostro recargado de coloretes”. Con todo, en estos “cafés cantantes” no se bailaba ni se
cantaba.
En la Calle de Moneda numero 2 se encontraba El Nivel la cantina más antigua de las
que sobrevivían en la Ciudad de México. Sus paredes llenas de pinturas de la Academia
de San Carlos guardan silenciosos recuerdos, el reloj de pared corre hacia atrás
desafiando al tiempo y haciendo que la historia quede entre sus paredes.

Esta debía su nombre a Enrico Martínez que en 1667 coloco el primer nivel de la
Ciudad de México donde se medía la altitud del ex lago de Texcoco, Zumpango y
Xochimilco.

Este establecimiento tenía antecedentes históricos, pues según lápida empotrada en


su fachada nos indica, por un escrito en latín, que allí estuvo la Real y Pontificia
Universidad de México, creada por orden del emperador Carlos IV, dando

11
Bernardo Couto Castillo.

13
cumplimiento a la real cédula el virrey don Antonio de Mendoza.

El Nivel contó con el permiso número 1 que le otorgo un escribano en el tiempo que se
encontraba como presidente Antonio López de Santa Anna la licencia oficial fue
otorgada en tiempos de Sebastián lerdo de Tejada en el año de 1872, a partir de allí y
durante sus 152 años de servicio muchos grandes personajes atravesaron sus puertas.
En esta cantina, paraba el bolerista Agustín Lara, Fidel Castro, López Obrador y todos
los presidentes mexicanos se tomaron un trago de tequila desde el año 1855.

El Antro es la arquitectura de la prostitución. Si bien no hay un solo modo de vivir la


bohemia y el antro, la memoria de sus prefiguraciones o constantes permite
diferencias o matices. Si bien no hay un solo modo de vivir la bohemia y el antro, la
memoria de sus prefiguraciones o constantes permite medir diferencias o matices,
ayuda a explicar el presente. Se puede observar que en estos espacios de finales de del
Siglo XIX y principios del XX, la participación actica de la mujer como cliente asidua es
totalmente nulo, solo está enclavada como parte de una figura de consumo a través de
la prostitución en los Cabarets, siendo esta nombrada como mujer pública y que hasta
nuestros días se sigue utilizando esta figura social.
Aunque algunos principios morales que han regido el uso de la ciudad se han
reformulado por el proceso de modernización urbana, ¿cómo podemos explicar el
hecho de que en la actualidad se siga usando como sinónimo mujer pública y
prostituta, a diferencia de la noción de hombre público como aquel que se dedica a la
política? Este tipo de expresiones denotan una concepción que permanece en amplios
sectores de la sociedad a pesar de los cambios operados en las formas de uso de los
espacios públicos. Las marcadas diferencias de significado que adquieren ambos
términos en el lenguaje cotidiano es una muestra de que el espacio público sigue
siendo catalogado como un espacio eminentemente masculino.12

Cabe advertir que los principios morales que han guiado el uso de la ciudad guardan
una estrecha relación con las concepciones que sobre el cuerpo humano han
elaborado distintas instituciones sociales. Vemos así que dentro del orden social se
encuentra la instauración de un orden corporal; existen diversos procesos sociales a
través de los cuales se instruyen y administran los cuerpos conformándolos,
moldeándolos y aprisionándolos en aparatos e instituciones.

En las políticas urbanas y culturales observadas en la ciudad de México se han llevado


a cabo diversas medidas tendientes a imponer un control y una disciplina corporal
que favorezca los requerimientos dados por el trabajo, como parte fundamental de la
conformación de las clases trabajadoras. Paralelo a este proceso se observa también la
oferta de una serie de distracciones y objetos de consumo relacionados con el cuerpo
En estos antros se originaron canciones sobre la propia bohemia y las luchas políticas,
una matriz cultural persistente hasta la actualidad. En México, las influencias de la

12 Sevilla Amparo, Aquí se siente uno como en su casa: los salones de baile popular de la ciudad de México, Revista Alteridades,
1996 págs. 33-41.

14
bohemia se recibieron mezcladas y diluidas. Los receptores modernistas pertenecían
a una generación urbana, afrancesada y lectora, que perseguía además de una gesta
cotidiana hecha de empeños nocturnos, enfermedades venéreas, lentos suicidios de
alcoholismo, “una sociedad ideal integrada y regida por poetas.
Salazar Mallen también escribió en 1930 un ensayo reivindicaba a las prostitutas
explotadas, defendía la necesidad social de la prostitución y demandaba su
reconocimiento en el mercado laboral a lado de otras profesiones y oficios; uno de los
propósitos era que” lo que hasta hoy ha sido considerado un cáncer social, se
convierta en fuente de grande y limpia utilidad. En esos años semejantes idea
modernizadora retaba la tolerancia y clausura convencionales sobre el asunto.
En su recuento del barrio de Cuauhtemotzín o “caute” Sotomayor traza su
demarcación: la calle Pajaritos (Margil), Cuauhtemotzín (Fray Servando Teresa de
Mier) y las espaldas de la capilla de Tlaxcoaque. Este barrio y la calle de Panamá, que
después extenderá sus atributos al callejón del Órgano (Rayón) fueron las zonas de
prostíbulos hacia 1930, además de los antros dispersos en las colonias Doctores y
Obrera, en las calles de Bolívar y 16 de Septiembre, o lugares llamados El Gran Vals,
Montecarlo, La Boite, Florida, Montparnasse, Imperial.
Las imágenes de los bajos fondos y el burdel se incorpora al cine naciente: el pintor
Adolfo Best Maugard filmó en 1939 la mancha de sangre, una película de suspenso
ahora desaparecida, que según Salvador Elizondo presentaba”imágenes de cabaret
donde hombres y mujeres bailaban desnudos cheek to cheek, donde hombres con
mujeres esbozaban en la penumbra, sobre bruñidas camas de latón, tenaces y
provocativas calistenias.
Llámese Zona Roja, Cuauhtemotzin, Foco Verde, Salón México, Waikiki , Can Can, La
Fuente, Terraza Casino, La Mundial, El Closet, La Fabulosas, La Guadalupana o Vercelli,
los nombres cambian pero el juego es el mismo en un antro. Salvador Novo en Nueva
grandeza mexicana resumió para beneficio del alemanismo el mito del antro como
abracadabra de los años cuarentas. Después de hilar el itinerario de misterios
parisinos en el Distrito Federal, el Leda, eL Ciros, el Abel, el Tenampa, culmina así:
Otras formas de capitalizar la noche
Años después Porfirio Díaz introdujo las lámparas de gas, y luego la bombilla eléctrica.
La ciudad se volvió blanca: comenzó a brillar a mitad de la noche como una joya
pulida. Manuel Gutiérrez Nájera se quejó porque la luz eléctrica permitía descubrir las
arrugas en el rostro de las mujeres, pero gracias a ésta la noche dejó de ser, por
primera vez, un territorio extraño. En los salones y los bares porfiristas fue posible
atravesar las sombras, seguir directo hasta el alba. Una blanca luz, encendida en la
madrugada, quería decir que la vida continuaba; que a la noche se llegaba con
insomnio.

¿Fue Salvador Novo el que dijo que la invención del neón pintó la ciudad de rojo y de
morado? En todo caso, lo que sí dijo es que el neón creó una nueva escritura.
Promovió la palabra "Hotel", difundió la palabra "Cabaret", acreditó el término "Salón
de baile", e hizo nacer el mito de La Vida Nocturna: los usos de una ciudad que dormía

15
menos, había dejado de rezar, y definitivamente comenzaba a olvidar las viejas
historias de espantos.

1.1.2 La vida nocturna en el XX

El Cabaret al estilo parisino fue un “fracaso “en el porfiriato. Ceballos cuenta como un
“atrevido” estableció en el callejón de Betlemitas (Xicoténcatl), afamado por atraer
suicidas y lóbregos, un centro de reunión cuyo atractivo era una “cupletista relamida,
con enagüitas hasta las rodillas, con su canzonetas picarescas a la manera de Ivette
Gilbert”; aparte de la primera noche, en que una multitud asistió atraída por la
novedad, el salón pronto se encontró “totalmente abandonado a los pocos días,
haciendo la soledad necesaria su clausura.

Los cabarets se hicieron populares en las décadas de 1930 y 1940, en que este país
profundamente católico comenzó a adoptar costumbres un tanto más liberales.
Celebridades, políticos, artistas y gente común bailaban con muchachas que bebían
tequila en espacios atestados. Eran la versión mexicana de las bailarinas de Can can de
París o de los "taxi dance clubs" de los Estados Unidos. La Ciudad de México, sufría un
gran cambio gracias a la bonanza económica creada por la Segunda Guerra Mundial, la
migración del campo a las ciudades fue abrupta, en este andar, la vida nocturna
también tuvo un gran crecimiento.

Los mejores músicos de México tocaron en los cabarets, conocidos como ficheras
porque las mujeres cobraban fichas de uno o dos dólares por cada baile o trago que
compraba un cliente. Al terminar la velada, cambiaban sus fichas por efectivo. Estos
espacios llamados Cabarets. Espacios antaño fueron bien documentados por Sergio
González Rodríguez en su libro Los bajos fondos "Sin duda alguna, siempre han
existido en México lugares exóticos en donde se ofrece al cliente alcohol, diversión,
música y mujeres que bailan o bien se desnudan." (GONZÁLEZ, 1989: 71) Estos
lugares tienen su origen en los burlesques o cabarets de los años 30´s y 40´s donde
trabajaban las "pastillas" quienes eran mujeres que trabajan en algún cabaret y que se
sentaban a lado del visitante y lo incitaban al consumo de bebidas por medio del
cachondeo conversacional.

Con el paso del tiempo las "pastillas" cambiaron de nombre. A cada una de estas
mujeres se les entregaba una "ficha" o algún boleto por cada bebida o por cada botella
que lograban de cierta manera vender a los clientes, fue de aquí que se les empezó a
denominar "ficheras". La labor de estas "ficheras" se enfocaba en platicar con el
cliente, bailar con él y en algunas ocasiones irse a algún hotel de paso, a cambio de una
remuneración económica. Ya para los años 50' s, el tipo de baile que ejecutaban las
"ficheras" se volvió un poco más provocativo, era una modalidad del danzón, el cual
consistía en un movimiento de la cintura para abajo, al cual se le bautizó como
meneadillo, de donde salió, posteriormente, el término de "baile de a cartón de
16
chelas", que hace alusión a la forma de cargar un cartón de cervezas, es decir sujetar
con ambas manos la parte inferior del cartón para así evitar que se desfonde. 13Las
ficheras no se desnudaban, pero eran muy provocativas y a veces terminaban
acostándose con sus clientes en hoteles de la zona. Pero no siempre.

De los más de 50 cabrets de ficheras que hubo en el Distrito Federal a mediados del
siglo XX quedan apenas media docena. Hace poco cerró sus puertas Bombay, done el
presidente mexicano Adolfo López Mateos, el pintor José Luis Cuevas y el Che Guevara
habrían bailado algunas piezas. Un esplendor de lugares fluctuaron dando un
movimiento radical a esta, con películas como Aventurera; quedaron documentadas
con la fotografía de Gabriel Figueroa con su blanco y negro, con sus contrastes y
claroscuros, los andares por esos años. El fenómeno era tan popular que en los años
1970 se hicieron muchas películas enfocadas en las ficheras.

Los cabarets comenzaron a desaparecer luego del terremoto que sacudió la capital y la
consiguiente crisis económica de los años 1980, que forzaron el cierre de muchos
clubes. Más devastadora todavía fue la llegada de los table dance clubs en los 1990.
Los viejos cabarets fueron reemplazados por bares de desnudistas al estilo
estadounidense, donde mujeres veinteañeras que se han sometido a operaciones para
mejorar su silueta bailotean casi desnudas muy cerca de los hombres a cambio de 250
pesos aproximadamente.

En una entrevista en el cabarete Barba Azúl a una fichera comento "Las table dancers
son una desvergonzadas, bailan desnudas. Nosotros conservábamos nuestra
inocencia", afirma Torres, de 54 años, cuya camisa blanca se pega a un cuerpo robusto
y cuyo único toque artificial es un poco de colágeno en los labios y una permanente.

"Son una reliquia de otra era en la historia del placer en la Ciudad de México, comenta
el historiador local Armando Aguilar, quien ofrece visitas guiadas a las cantinas y los
centros nocturnos de la capital. "Tanto las table dance como las ficheras explotan el
sexo y hay un trasfondo sórdido en lo que hacen. Pero con las ficheras había una
expectativa de romance, baile y conversación".

Los clubes de desnudistas son inmensamente populares y han generado el


surgimiento de dos términos nuevos: teiboldance para los locales y teibolera para las
bailarinas. En el centro de la ciudad en la Zona Rosa que frecuentan los turistas
abundan los individuos con trajes baratos que ofrecen a los hombres "teiboldance,
chicas, chicas, no cover (no se paga entrada)".

En la actualidad el trabajo de las "ficheras" consiste en varias actividades que se han


ido modificando con el paso de las modas. Los procesos modernizadores de los
últimos veinticinco años han colaborado a estos cambios mediante la difusión de
nuevos usos y costumbres sexuales, en especial los que pertenecen al modelo
norteamericano de liberalidad detonado en los años sesentas, la industria del sexo

13 (www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n24/24_bdv.htm )

17
que incluye parafernalias de alcoba, pornografía y las ares erótica obligatoria a la
medida de la clase media y los manuales de la sexología " (GONZÁLEZ; 1989: 76)

Los bailes que realizan estas mujeres son más provocativos que antaño y ahora los
cabarets se llaman "table dance". Actualmente está muy de moda el streap tease, que
consiste en ir desnudando el cuerpo poco a poco a ritmo de alguna melodía que se
complementa con una pequeña actuación sobre un escenario.
(http://www.chicasgirls.com, s/d) Muchas de las bailarinas no "fichan" sólo se
desnudan frente al cliente, "La promiscuidad de las grandes poblaciones urbanas que
fomenta el contagio veloz de conductas novedosas y la creciente ideología de la
competencia que obliga al cuerpo a la estrategia cotidiana de participar, mostrarse -
embellecerse de varios modos - y llevar a lo público mucho de lo que antes era
privado " (GONZÁLEZ;1989)

Aunque cabe aclarar que el desnudo varía según el lugar en donde trabajen ya que en
algunos se permite a los clientes que las toquen en ciertas partes del cuerpo, pero hay
otros lugares en donde las "ficheras" no bailan. La modalidad del desnudo puede
variar según el lugar, así como la necesidad de la misma bailarina ya que algunas sí
llegan a irse con los clientes a un hotel o a los famosos privados que hay en los table
dance

1.1.3 Lugares en extinción (Salones de baile y cabarets).

18
Estos lugares están casi extintos, “con excepción del Barba Azul ya casi no queda nada,
otro de los Cabarets que hasta hace poco sobrevivían era el Bombay, ahora convertido

en Table Dance.

En entrevista con la fotógrafa Eugenia Arenas quien monto una exposición fotográfica
titulada “amor de cabaret” en Madrid comento: “Además, conocí muy chava el cabaret
Catacumbas, que estaba cerca de la Alameda y cerró con el terremoto de 1985. También fui
a Las Cavernas, con su cavernícola Trucutú en la puerta. Cuando entrabas a esos lugares,
salías corriendo o te enamorabas de ellos. El Catacumbas era maravilloso. Me gustó que te
recibiera un esqueleto, que hubiera música en vivo, que cobraran por bailar, que te
quisieran pagar. El ambiente ahí era muy mexicano.”

“Sin la ayuda de García (hijo del dueño del Bombay), quien estudió periodismo y para
él era importante tener un registro de lo que pasaba en el Bombay, hubiera sido muy
difícil entrar a retratar durante días y semanas ese mundo. Para las señoras que
laboraban ahí era muy extraño que las quisieran fotografiar. Les aclaré que veía con
mucho respeto su trabajo, que quería cambiar la idea que sobre ellas se tenía, ya que
para muchos ser cabaretera es ser prostituta, pero contrario a lo que se piensa, son
amas de casa, madres solteras que utilizan el dinero que ganan para mantener a su
familia, para mandar a sus hijos a la escuela. Me fui ganando su confianza y después
hasta nos contábamos nuestras vidas.”

Invitación a la nostalgia

“La mayoría de las personas que visitaron estos cabarets de los años 50 hasta los 80 los
recuerdan con mucha alegría. Para mí es muy importante el hecho que las personas
recuerden que se la pasaron bien ahí, existen quienes me dicen que ahí perdieron su
virginidad. Los cabarets que ya están desapareciendo. Cerraron el Run Run, el Bombay es
table. Es el testimonio de cómo se cerró este ciclo donde las señoras le daban compañía a
los clientes, platicaban con ellos, eran hasta sus psicólogas, la relación de las señoras con

19
ellos era de muchos años. Ese México ya se fue. Es una lástima que todo cambió para ser
más distantes”, concluyó Arenas.

El cabaret como un mundo muy conmovedor, donde las mujeres defienden su derecho
de trabajar sin ser satanizadas, fotógrafa Eugenia Arenas, quien documenta esos
lugares en la ciudad de México, donde la noche cobija placeres y pecado. Trabajar en
esos sitios sin ser satanizadas.14

Salónes de baile

Los salones de baile aparecen por primera vez en la historia de occidente en las
ciudades renacentistas, como un espacio especialmente diseñado para los bailes de la
corte europea; los fastuosos bailes constituían una de las principales diversiones
palaciegas en las que, además, se establecían o reforzaban relaciones sociales muy
importantes para la definición de acuerdos políticos. En México esa costumbre se
adoptó como resultado de la conquista española; los salones de baile aparecieron
dentro de las grandes mansiones en las que vivían los peninsulares y criollos, y a ellos
asistían solamente dichos sectores. 15

Será hasta el inicio de la historia moderna, en la época de la República Restaurada


(1867), que en la ciudad de México aparezcan, simultáneamente a una burguesía
naciente, los salones de baile como parte de los servicios públicos que ofrece la capital
del país.2 Tales recintos se encontraban dentro de los Tívolis, la mayor parte de ellos
ubicados en el centro de la ciudad, los cuales pertenecían a empresarios franceses.
Dos décadas más tarde estos espacios de baile aparecieron también dentro de las
“quintas”, que eran casas de campo instaladas en la periferia de la ciudad.

En ambos casos, los salones de baile formaban parte de una serie de atractivos para la
recreación, esto es, desde ese entonces se inscriben dentro de una industria cultural
brindada por una empresa privada. Los sectores populares, acostumbraban realizar
sus bailes en las pulquerías, tepacherías, cantinas, patios de vecindades y en la propia
calle durante las fiestas civiles y religiosas.

A los salones de baile empezaron a tener acceso, a partir de la construcción de las


quintas que se instalaron a cada uno de los costados de las vías de navegación que, en
forma de canales, corrían de sur a oriente de la ciudad; zona en la que también se
bailaba al aire libre, arriba de las populares “canoas fandangueras”. A principios del
presente siglo empezaron a surgir salones de baile que ya no formaban parte de una

14 LaJornada Jueves 30 de abril de 2009, p. 8

15Sevilla Amparo, Aquí se siente uno como en su casa: los salones de baile popular de la ciudad de
México, Revista Alteridades, 1996 págs. 33-41.

20
serie de recreaciones que se ofrecían dentro de un mismo conjunto arquitectónico. La
mayoría ocuparon un piso en los edificios ubicados en el centro de la ciudad y
posteriormente, en la década de los veinte, comenzaron a construirse inmuebles
especialmente diseñados para la práctica de los bailes de pareja. Claro está que existía
un fuerte contraste entre los salones a los que sólo podían tener acceso los sectores
más adinerados, por ejemplo el High Life Dancing Tea que se encontraba en San Ángel
y aquellos a los cuales acudían los sectores populares, como el Azteca y el Tivolito.
(Sevilla Amparo;1996)

Se podría afirmar, con base en los datos antes expuestos, que el surgimiento de los
salones de baile en nuestro país se da como resultado del proceso de secularización de
la cultura, generados por un determinado tipo de urbanización. Estos lugares
representan la construcción de un espacio social diseñado especialmente para la
realización de la expresión dancística sin las mediaciones observadas en el medio
rural. Esto es, sin la mediación religiosa, como es el caso de las danzas rituales
celebradas predominantemente en el campo y sin el pretexto de la celebración social
que se observa en las festividades vinculadas al ciclo de vida.

El ambiente social gestado en las ciudades un marco propicio para hacer de la


práctica del baile de pareja no tan sólo en evento público de carácter secular, sino
también y sobre todo una empresa comercial, ya sea como una oferta espectacular (las
representaciones de diversos bailes de moda presentados en teatros y carpas) o bien,
como una recreación que exige el consumo de alguna bebida estimulante (los bailes
realizados en pulquerías, cantinas, cabaretes y bares). A diferencia de estas ofertas
culturales, los salones de baile se presentan desde su origen como un lugar al que la
gente puede asistir básicamente por el gusto de bailar; son recintos que permiten la
posibilidad del disfrute corporal, dentro de un ambiente colectivo.

En relación con la internacionalización de la cultura tenemos que, como se indicaba en


párrafos anteriores, el concepto arquitectónico del salón de baile es un producto de
las cortes europeas del renacimiento, que se traslada a América durante el virreinato.
Los primeros salones de baile que ofrecen un servicio público, los Tívolis, responden
también a una concepción de oferta recreativa de origen europeo; pero a partir de que
los Estados Unidos de Norteamérica toman en sus manos las riendas de la economía
mundial empiezan a surgir varios locales que adoptan el nombre de Dancing Club
junto con las características que tenían los salones de baile en aquel país.

En cuanto a los aspectos musicales tenemos que los recintos en cuestión fueron un
lugar muy importante de recepción de la música creada en Europa y después en
Estados Unidos y Cuba. La presencia de orquestas de fox trot, swing, danzón, son,
mambo y cha-cha-chá que llegaron del extranjero, así como las que se crearon en el
país, tuvieron en los salones de baile, uno de sus principales medios de confluencia y
difusión. Las dos corrientes culturales que convergieron desde principios de siglo en
los salones de baile, la llamada“afroyanqui” y la afrocaribeña fueron adaptadas al
estilo propio de los habitantes del Valle de México, de los cuales un amplio porcentaje
procedía de diversos puntos de la república mexicana. Así, a través del tiempo se
21
generó una forma de interpretación distintiva de los clientes asiduos a los salones de
baile, en la cual se observa una integración muy particular de las culturas en juego.

La desaparición de la mayor parte de los salones que operaban en la ciudad de México


se dio de 1957 a 1963, debido a la intervención de los siguientes factores: la ciudad
empezó a crecer considerablemente, pero no así el empleo, aumentando con ello la
inseguridad en las calles; a ello se unió el inicio de la construcción de grandes obras
viales que destrozaron parte de la vida social de los antiguos barrios y
simultáneamente se empezó a dar el consumo masivo de la televisión, lo cual provocó
que la gente optara por quedarse más tiempo en su casa.

A estos elementos se agregaron otros no menos importantes, uno de ellos fue la


filmación que en 1948 se hiciera de la película Salón México. Este melodrama
cabaretero presenta una imagen totalmente distorsionada del ambiente que se daba al
interior del citado salón de baile, pues, al igual que la reciente producción de una
película que lleva el mismo nombre, asimila la prostitución y la delincuencia con la
pobreza. Ambas producciones se manejan con el supuesto de que los puntos de
reunión de los sectores populares son espacios del crimen y la traición, lo cual generó,
entre ciertos sectores de la ciudad, una estigmatización muy negativa en torno a este
tipo de recintos.
Pocos años más tarde se dio la espectacular irrupción del Rock and roll en el campo de
los géneros bailables y con ello la aparición de nuevos establecimientos que cooptaron
a un sector considerable de jóvenes que definitivamente no volverían a poner un pie
en los salones de baile en los que se acostumbraba escuchar música afrocaribeña.

El éxito arrollador que tuvo el nuevo ritmo se vio acompañado por un suceso político
de singular relevancia: la revolución cubana. La difícil situación en la que se
encontraba la isla causó un impasse en su producción musical, debido al bloqueo
comandado por Estados Unidos dirigido hacia todo lo proveniente de Cuba y a la falta
de promoción que al interior de la isla tuvo la música que había alcanzado
popularidad bajo el régimen de Batista.

Y, por si fuera poco, a todas estas causas se agregó otra aún más determinante para el
desmantelamiento masivo de estos lugares públicos: el estrecho criterio de quien en
ese entonces se encontraba en el mando de la capital, Ernesto Peralta Uruchurtu,
conocido también bajo el ilustrativo apodo de “el regente de hierro”. Este funcionario
combatió el género vodevilesco en el teatro, prohibió besarse en la calle, decir piropos,
los desnudos en escena y en las películas, disminuyó los horarios de cantinas, cabarets
y salones de baile, además de que ordenó el cierre de varios de ellos. El acoso
constante que tuvieron las autoridades capitalinas en turno sobre los salones de baile
se dio a través de los impuestos, las “mordidas”, la prohibición de venta de cerveza y la
imposición de un reglamento muy estricto.

Cabe decir que los salones de baile, dejaron de pertenece a la categoría de de Antros a
partir de los años 50º, ya que la venta y el consumos de bebidas alcohólicas los
dejaron fuera de esta clasificación que ya que precisamente es una de las vertientes

22
que tendría que tener. Además que como lo explica Amparo Sevilla es en esta etapa
donde comienza el declive de estos lugares, ya que cuando el entonces Departamento
del Distrito Federal prohíbe este en su reglamento se da un fuerte giro en la
infraestructura de la industria cultural. Estas disposiciones oficiales pueden ser leídas
como la consecuencia de una serie de negociaciones entre el Estado, la empresa
privada y distintos sectores de la sociedad civil, cuyos intereses no siempre han
coincidido.

Los espacios públicos destinados a la práctica de los bailes populares, dentro de los
cuales se encuentran los salones de baile, pueden ser considerados como un producto
de la competencia empresarial, que a su vez es resultado de un determinado proceso
de urbanización. Sin embargo, las características que actualmente presentan los
salones de baile no corresponden a las tendencias dictadas por el proceso vigente de
modernización urbana, debido a que no resultan rentables en comparación con otros
espacios que ofrece la ciudad para la práctica del baile y que funcionan con tipos de
licencias diferentes, esto es, bajo otro giro comercial

Entre los espacios que iconos de esta modalidad se encontraba el Salón México
establecimiento casi centenario ubicado en la Colonia Guerrero, en pleno corazón de
la ciudad, y que fue bautizado en su día como la catedral del danzón, baile originario
de Cuba que los mexicanos hicieron suyo a finales del XIX, incorporándolo de
inmediato como seña de identidad a sus tradiciones, siempre revestidas de colorido
popular. El Salón México, toda una institución cuya virtud era su prodigiosa
convocatoria, la Bohemia y la Intelectualidad se daban cita en ese templo del Danzón.
Pero también “El pachuco”, un personaje de maneras vulgares, con un punto canalla,
pero genuinamente auténtico. Una palabra que no viene precisamente de
“pachuquear” que significa curiosamente, bailar, según el Diccionario de la Real
Academia.

El danzón entró en México por el puerto de Veracruz y la península de Yucatán,


extendiéndose al Distrito Federal en los años de la Revolución y alcanzando su mayor
apogeo con la aparición de la radio y la evolución de la discografía. “El primitivo Salón
México -ubicado en la misma calle de Pensador mexicano donde estaba el de los años
noventa a cargo de María Rojo fue inaugurado en 1920 en un edificio que antes había
albergado una panadería. El escritor Fernando Orgambides escribió en su blog “Me
contaba María Rojo que allí acudían las muchachas del barrio a bailar descalzas, por lo
que se tuvieron que habilitar carteles advirtiendo del peligro de encontrarse con
colillas encendidas en la pista”.16

El danzón consiste en bailar en pareja dibujando cuadros, con los pies en el piso y
haciendo giros, todo ello acompañado de música orquestal. Este baile ha inspirado
algunas películas, como Danzón, protagonizada por la propia Rojo, o Salón México, que
ha llegado a tener dos versiones, una del Indio Fernández (1948) y otra de José Luis
García Argoz (1995), ambas ambientadas en el mundo del cabaret.

16
25/07/09,http://www.fernandoorgambides.com/salon-mexico/ 04/04/01

23
En su primera etapa, el Salón México abría de siete de la tarde al amanecer, pero en los
años sesenta tuvo que cerrar sus puertas al fracasar como negocio por una disposición
municipal restrictiva para el horario de los locales de baile. “La segunda etapa también
ha tenido un final parecido, pese a que el danzón sigue siendo un baile arraigado en
México, aunque nada comercial para los establecimientos nocturnos. Cerró hace unos
años, pero su pista dormida acaba de despertar de un sueño”. 17

La segunda etapa, consiguió la actriz y ahora senadora María Rojo su objetivo abrir el
Salón México, que llevaba años cerrado, reabrió de nuevo sus puertas, pero en un
edificio colindante de ladrillo visto, más próximo en lo arquitectónico a los viejos
almacenes textiles del Soho neoyorkino que a aquel barrio postcolonial de la capital
mexicana. El edificio, conocido por La Nana, había albergado otrora una subestación
eléctrica, cuya vetusta maquinaria quedó incorporada como elemento decorativo de
su nueva etapa. Y a sus salones empezaron a acudir parejas de danzoneros de todas
las edades, pero también gente de la bohemia mexicana, fundamentalmente
periodistas, escritores y artistas, que apostados en sus mesas contemplaban con
curiosidad los elegantes pasos de este baile entre el humo de sus cigarrillos y sorbos
de combinados de ron.

Tercera etapa del Salón México, abre nuevamente sus puertas en 2009 pero
albergando un Centro cultural llamado La NANA Fábrica de Artes, tomando el nombre
de lo que fuera la vieja estación eléctrica, ubicada en el 2º callejón de San Juan de Dios
#25, esquina Pensador mexicano en la colonia guerrero capitaneado por la promotora
cultural Lucina Jiménez, en el cual tiene principalmente como meta talleres de danza
para niñas de las colonias del centro de la ciudad. Es así que el Salón México es un
claro ejemplo de mutación y reutilización de estos espacios hacía distintos fines. Lo
lamentable es cuando cierra un local emblemático en la vida de una ciudad, ya que se
lleva consigo la historia de muchas noche de vela de muchos soñadores.

Zona Rosa

La Zona Rosa surge en los años 50´s cuando la sociedad degeneró en simple sociedad
de cafetería y la aristocracia y se formó una nueva clase, "el jet set (que por medio del
trabajo y los poderes mágicos de su dinero se las arreglaba para poder vivir en
México, lo mismo que en París, Madrid o Nueva York)". (DIEZ-HOCHELETNER, 1992:
116)

Primero apareció el hotel Genéve (hoy Calinda) el cual tenía un número de visitantes
bastante importante, a éste se adhirieron platerías (Tane) y tiendas de artesanía. Poco
a poco empezaron a surgir las casas del Porfiriato. Los sótanos de tipo francés se
empezaron a convertir en elegantes y fantásticas tiendas de lujo. En las casas de estilo
francés que había en esa zona se instalaron pastelerías y casas de moda, así como

17
Bis

24
sastrerías y tiendas de perfumes. (1992)

Se encuentra ubicada entre el paseo de la Reforma y la avenida Chapultepec y es


considerada como una pequeña Europa de ahí que sus calles tengan nombres de
ciudad europeas como Florencia, Estocolmo, Dresden, Estrasburgo, Roma, Londres,
Lucerrna y Hamburgo.

La Zona Rosa, por más de veinte años ha sido reconocida como un área excelente para
hospedarse en caso de ser visitante, para ir de compras o para ir en busca de
entretenimiento en la vida nocturna. Esta zona se encuentra localizada en un área
muy conveniente, pues es cercana al Centro Histórico de la ciudad y la cruza la
Avenida Reforma, misma que es reconocida como el principal centro comercial y
financiero de la ciudad. (1992)

El año de 1967 ciertamente estuvo marcado por infinidad de inquietudes que


emergieron durante aquella época, y entre esta incertidumbre, surge un área vecina
de la colonia Juárez, que llevaría por nombre, Zona Rosa; no se le puso roja ni blanca,
sino que ciertamente adquirió el tono Bohemio recientemente renovado e insertado
en los gustos de la juventud moderna. Cabe mencionar que fue el pintor José Luis
Cuevas quien la bautizó con este nombre. (GARCÍA, 2001) Sus elegantes escondites
heredaron el glamour de tiempos pasados, y hace pensar que en el nombre de sus
calles ha trasplantado a la vieja Europa guardándole honor. Tomando ventaja de la
avenida del Paseo de la Reforma, Insurgentes y Paseo Bucareli, la vecindad Americana
como era como se le conocía daba forma a un largo triángulo cuyos lados cambiaron
la orientación tradicional norte-sur para hacer de su diagonal el patrón del conocido
zig-zag.

A finales del S. XIX, en un esfuerzo por controlar el cada vez más alto costo de los
terrenos para construir sobre la avenida de Paseo de la Reforma habían elevado su
costo de cincuenta centavos en 1872 a veinticinco pesos en 1903, la vecindad
Americana cambio su nombre a Juárez y Cuauhtémoc. (DIEZ-HOCHELETNER,1992)
Este hecho, no fue de mucho interés para sus habitantes, quienes recientemente
habían descubierto un nuevo modo de pasar su tiempo libre gracias a la innovación de
la luz eléctrica (un brillante representante de los tiempos modernos), que les permitió
desarrollar nuevos hábitos ante la revelación de la vida nocturna.

En 1951 se dieron una sucesión de cambios constantes que dieron inicio


eventualmente a la transformación de esta zona residencial enclave en un centro
financiero, comercial, social y de actividad turística.

La década de los 60 fue testigo
de la inauguración de múltiples librerías y galerías de arte bajo el patrocinio de
artistas e intelectuales como José Luis Cuevas, Guadalupe Amor, Manuel Felguerez y
Lilia Carillo, quienes proponían un nuevo estilo internacional e intimo. Ambos, el
público en general y los visitantes internacionales conocían la cosmopolita atracción
de la Zona Rosa, que no tardo en impulsar la construcción de hoteles y la apertura de
restaurantes, mercados de artesanías, tiendas de antigüedades y clubes nocturnos,

25
cabe mencionar que estos últimos no siempre operaban dentro de los límites del buen
gusto.

Actualmente, la Zona Rosa continúa sufriendo cambios: nuevas boutiques, bares y


discotecas han expandido las posibilidades de consumo para todos aquellos que
habitan la zona o van en busca de entretenimiento o sobrevivencia. Los apostadores,
cazadores de discotecas, yuppies, turistas, paseantes nocturnos, cronistas, incluso
drogadictos, damas de compras y hombres de negocios se pueden encontrar juntos a
cualquier hora del día o noche con una multiplicidad de colores bajo las luces
brillantes, en los edificios en busca de la tan deseada Vie en Rose.

Esta zona en cuanto a consumo cultural, está en total declive, ya que como suele pasar
con algunos barrios en distintas ciudades nacen con un fin y son absorbidos para
otros, en cuanto a la oferta cultural y lúdica que llego a tener fue rebasada por otras
colonias en donde industrias culturales están en pleno aguje como le sucedió en los
años 60º.

60º Y 70º, Cafeterías, Peñas y hoyos Fonkys

Al finalizar la década de los cincuenta, los ingenuos cafés cantantes, tal como el Ruser,
el Harlem, el Schiaffarello y el Hullaballoo, albergaron las tocadas de los Sinners, Los
Locos del Ritmo, entre otros dinosaurios del rock and roll. Y aunque sólo se
consumían limonadas, sodas y café –más nunca alcohol- la policía clausuraba los
locales y detenía a los jóvenes asistentes sin motivo aparente.
Otro de los músicos iconos de estos ayeres fue sin duda Javier Batiz, quien en su
bibliografía menciona a uno de estos lugares “La Fusa, uno de los primeros cafés
cantantes de los años sesenta en la Ciudad de México. Javier invitó a dos elementos de
los TJ's de Tijuana para que lo acompañaran; después, con gran éxito, desarrolló una
temporada en el legendario Harlem, influenciando incluso a pandillas de motociclistas
famosas y temibles de aquel entonces como el caso de Los Nazis de la colonia Colonia
Portales y Prado Churubusco, en la ciudad de México”.18

Para 1968 Javier Bátiz se convirtió en una figura famosa del espectáculo en México.
Fue contratado para realizar en el bar Terraza Casino (de la zona Rosa), lo que resultó
una temporada exitosa. Personalidades de todas las esferas sociales se reunían todas
las noches para acusar llenos impresionantes en ese lugar, incluyendo políticos,
artistas e intelectuales. Esa popularidad lo llevó a presentarse en 1969 en el primer
concierto masivo al aire libre en México celebrado por autoridades del entonces
Departamento del Distrito Federal en la Alameda Central. Según cálculos de testigos
presenciales, Javier tocó ante una audiencia de por lo menos 18 mil personas.19

18"Javier Bátiz y el rescate de sus sesiones de blues y rock Por Federico Rubli Kaiser", en el blog
Enciclopedia del Rock Mexicano
19Autobiografía de Javier Batiz contada por él mismo, en una introspección de dos horashttp://la-

cloaca.podomatic.com/entry/eg/2008-11-27T19_13_52-08_00
26
Ernesto Jesús de León Rodríguez, que tras la disolución de Los Ovnis, formaría parte
de grupos tan importantes como "La Máquina del Sonido" y 'Three souls in my mind".
El tal Ernesto quedó impresionado tanto por el sonido como por la estética de Los
Ovnis, a los cuales tuvo la oportunidad de ver en vivo en el café "Tiki-tiki" descrito por
él mismo, como"..un local ubicado en un sótano y en cuanto descendías por las
escaleras te encontrabas inmerso en una atmósfera underground que respiraba el
rock'n'roll por todos los lados".el Roselli, el Trip y el Tiki Tiki Y otros. Fue una de las
mejores etapas para el rock mexicano",.20

En los 60 los jóvenes se divertían casi sanamente, además de las cafés cantantes
también existieron lo que se llamaba tardeadas, en lugares abiertos, donde los
músicos interpretaban sus instrumentos en vivo. Había baile, y a las 8:00 máximo 9:00
de la noche terminaba la tocada y todos regresaban a casa. Lo normal era la venta de
refrescos, aunque había servicio cervecero… lo crucial era el ligue y el baile.

Lugares sociales urbanos donde salieron los primeros grupos de roc’n roll hecho por
jóvenes de este género se dotaron de algunos espacios separados de la vigilancia
adulta, es decir, se apropiaron simbólicamente en el sentido de ocupación temporal de
algunos espacios comerciales para ser ellos mismos, divertirse e interaccionar entre
iguales. Entre mediados de los 60º y los 70º, la apropiación del rock como movimiento
contracultural por parte de los jóvenes clasemedieros y la creación del rock ondero,
da inicio a un segundo momento que inagura nuevas formas juveniles de estar juntos
y de usar la ciudad. La onda jipiteca se ubica delineando un mapa imaginario de la
ciudad que artícula sus redes de sociabilidad con ciertos cafés cantantes, para
escuchar rock en vivo con dos rutas citadinas: una en las colonias y barrios del sur y
otra en el centro norte de la Ciudad de México.

Cuenta el Reinaldo Díaz (AKA El Tuki de los Spiders) que “...en los sesenta eran, pues
era una cosa muy sana, porque lo más que podías aspirar era tocar en cafés cantantes,
que ya no hay. Eran cafés donde lo más que se vendía era, pues café, jugos, té y cosas
así. A veces cervezas, pero ya el que tomaba cerveza era visto como un vicioso,
¿verdad? Porque iban muchachos y muchachas de escuela, de secundaria y de prepa, y
todo, y todo mundo se sentía a gusto, se sentía cómodo. Luego más adelante
empezaron a hacer las tardeadas, promovidas por los colegios que para sacar fondos
para esto, que para la coronación de sabe quién. Se hacían en casos en casinos más o
menos respetables, como el Círculo Francés, El Casino Español, El Club de Leones, y
hoteles como el Hilton entonces, se traían grupos de Tijuana, grupos de Culiacán, de
México, de varios lados. Era un ambiente muy festivo, como que todo mundo iba feliz a
oír música, y salía más feliz de haber ido; y los músicos también. Salían diciendo ¡ah!
¡Qué padre estuvo esto! Ojalá no se hubiera acabado tan pronto, y a la siguiente
semana otra vez. Todos los grupos de Guadalajara que estaban de moda, pues a veces
había dos y tres tardeadas el mismo día, entonces había que escoger: voy a ver estos o
voy a ver a aquellos. No, mi novia va ir allá, pues yo voy ir ara allá, y así...”

20 Tere Estrada, "Sirenas al ataque", México, SEP, 2000 http://rockenmexico2.tripod.com/id20.html


27
Estamos hablando de un México bajo el mando de Adolfo López Mateos y Gustavo Díaz
Ordaz, que pasaba a la urbanización, y en el que se iban gestando y desarrollando los
acontecimientos del movimiento estudiantil que culminarían en matanza el 2 de
octubre de 1968 en Tlatelolco. También en España, Francia, EU., Inglaterra e Italia, los
conflictos estudiantiles eran un hecho constante y mientras tanto las olimpiadas
estaban por llevarse a cabo en la ciudad de México.

Los gobiernos priístas de los años setenta reprimieron la difusión del rock mexicano,
que sobrevivió apenas con los hoyos fonkys: espacios insalubres como bodegas y
estacionamientos que se acondicionaban lo mejor posible para que grupos como
Mistus, Naftalina y hasta Three Souls in my Mind, realizaran pequeñas tocadas.

No se trata propiamente de bares tampoco de discotecas, ni mucho menos de frívolos


antros de moda. Podrán ser incómodos, apretados y a veces hasta peligrosos, pero su
magia radico en que abrieron sus puertas sólo con el pretexto de escuchar puro y
absoluto rock en vivo. El período siguiente, que duraría algo más de quince años, se
caracteriza por la falta de libertad política, cultural y económica para escuchar e
impulsa a configurar su propio mapa de ciudad compuesto por itinerarios y trayectos
que delinean marcadamente rutas urbanas diferenciadas social y culturalmente.
La ruta periférica y popular de la ciudad, impulsando la simbiosis de rock con
prácticas culturales como el gusto por el rock en vivo y en español, la asistencia a los
hoyos fonkies y a la tocada semanal como lugares y momentos centrales en la
escenificación de su identidad rockera frente a jóvenes no rockeros. Es la ciudad de los
hoyos(Urteaga 1998).

Llega La Discoteca

A finales de los 70º y principios de los 80º, En esta etapa histórica de los antros se
logran abrir más centros de este tipo la denominada discoteca llega de nuestro vecino
del norte y comienzan fluctuar por Distintos puntos de la ciudad. Esta son lugares
públicos con horario preferentemente nocturno para escuchar música grabada, bailar
y consumir bebidas.

En este período la ciudad de México y sus gobernantes tienen un poco de apertura


para estos espacios preferentemente de jóvenes, ya en la anterior década se habían
marcado algunos espacios para jóvenes, pero definitivamente es en este período
donde logran nacer los espacios contemporáneos que conocemos.

Son totalmente reconocidos simbólicamente estos lugares para ellos, ya no son los
cabartets, o los salones de baile, los jóvenes por fin tienen un espacio de apropiación
para ellos, se deja de tener a la grandes orquestas, o a los grupos tocando en vivo esto
convierte así a que la fiesta sea más barata de lograr y de reproducirse en distintos
espacios.

El arcoíris llegó al DF, se llamo BAR 9, En la calle Londres, en la Zona Rosa, marcó
28
historia a finales de los 70 al ser uno de los primeros lugares gays. Nadie lo dijo
oficialmente, temerosos de la censura del gobierno, pero era un secreto a voces que
ahí las distinciones por la preferencia sexual quedaban atrás. Se convirtió en punto de
reunión de hetero y homosexuales. Entre esferas de espejo, pisos de luces y
reflectores estroboscópicos, muchos admiradores de Travolta ejecutaron sus mejores
pasos de baile. La música venía directo de Londres y lo mismo se escuchaba el
incipiente house que lo más under de la música disco.

Fnales de los 80’s, llegan las mutaciones

En esta etapa del antro es cuando vuelve a tomar este nombre dado, sufre una
resignificación en su nombre ya que estos espacios tratan de separase de las
generaciones anteriores, muy ligadas a las discotecas, fue el siguiente paso, el cambio
de nombre, volviendo al inicio de estos. Pero realizados por sectores clasemedieros
altos y sectores altos para desligarse de todo lo que les precedía. Es así que comienzan
a llamarlos Antros.
Uno de los primeros en aparecer con esta nueva forma estética fue el
Bandasha
Patrono de los antros pirrurris- clasemedieros altos y altos.Fue inaugurado
el último año de la década de los ochentas y se convirtió en el primer antro clásico de
Bosques de las Lomas. Además de sus instalaciones, que explotaron el concepto
“rinconcito romántico”, y bebidas referencia como El Tarzán, aprovechó al máximo los
dotes histriónicas de los cadeneros: “Joven le agradecemos su visita a Bandasha, pero
por el momento nos reservamos el derecho de admisión”, fue una de las frases más
crueles de la década. Ahí llegó a actuar la reina de la música disco Gloria Gaynor, al
igual que Paul Anka. El lugar estaba tan de moda que los meseros ganaban en seis
meses lo suficiente en propinas para comprar autos del año. A mediados de los 80 se
convirtió en refugio de teenagers y en 2007, en una redada, se sorprendió a 70
adolescentes consumiendo alcohol.21

Otro espacio icono de estos años fue el News-Magic Circus
Rivalidad Norte-Sur.
No


había noche de viernes o sábado en que no se apareciera un famoso, sobre todo los
“timbirichos”, en el Magic Circus, el lugar de reunión de los chicos Ibero, del Pedregal,
Polanco, Lomas y San Ángel, además de famosos de Televisa. Era el escenario
preferido de las secciones de sociales, y donde comenzó la moda de perder la
virginidad al interior de los autos en las calles cercanas. Era él antro, al cual iban
todos aunque estuviera en el norte del DF. Hasta que llegó el News, en Pedregal, unos
meses después.22

Si en la Biblia se mencionan las rivalidades entre hermanos, entre El Magic y El News,


ninguno era Caín, porque ambos destilaban freséz. Con sus luces fantasy, de esas que
formaban un abanico luminoso imitador de rayos láser, su gran barra con barmans
robasuspiros, jaulas de baile y gabinetes con mesas nacaradas al estilo de los Bisquets

21
Fuente: Revista Chilango 2010
22
Ídem

29
Obregón, El Magic era el otro refugio pirrurris.

“Uno echaba un bolado para ver si iba al Magic o al News. A veces las tardeadas del
primero podían volverse la cachondería andando. Mi primer faje oficial lo tuve en el
Magic, por eso guardo muy gratos recuerdos”, asegura Iliana, quien muestra orgullosa
algunos amarillentos recortes del periódico El Sol de México, donde aparece retratada
en el antro.

LLEGÓ LA BARRA LIBRE

Esta era la posibilidad de consumir bebidas libremente en un bar o establecimiento


similar durante una fiesta, pagando una cantidad fija antes de que empiece este se
denomina cover, pero en la actualidad ya no está permitido que quedo prohibida en la ley
de establecimientos del año 2002, con la entrada del alcoholímetro y las nuevas políticas
implementadas por el entonces Gobierno del Distrito Federal a cargo de Andrés Manuel
López Obrador. Pero en algunos espacios todavía pueden existir de manera clandestina.

La barra libre fue introducida en la Zona Rosa, donde un boom de excesos y


vanguardia para el entonces desorientado ambiente nocturno de la Ciudad de México.
Fue inaugurada exactamente un año después del temblor del 85: una invitación a
dejar atrás el luto por la tragedia y reconstruir la vida nocturna. Ahí fue introducido el
concepto de “barra libre”, todavía sin alcohol adulterado. “La música -The Cure a todo
lo que daba, era lo mejor del lugar. Había cierto toque en la selección musical que te
hacía perderte sin necesidad de ninguna sustancia”, recuerda Rafael Fernández,
asiduos cliente de la zona.

EL ROCK EXIGIÓ SU LUGAR, Los sitios más emblemáticos del “rock en español”
nacional durante mediados de los ochentas y principios de los noventa, espacios
donde se democratiza el antro, lugares donde podían entrar una serie jóvenes sin
tantas dificultades como los demás espacios, esto se lograba principalmente por las
estéticas a las que se perfilaban musicalmente que era el rock.

Estas estéticas formaban parte de la moda de esos años que eran los peinados a la The
Cure y chamarras de piel, acudían a ver a sus grupos favoritos, uno de esos primeros
lugares fue Rockotitlán que surgió de la mano de Botellita de Jerez en 1985, y otro de
esos lugares fue el Rockstock que tenía detrás a la estación Rock 101.

En los dos lugares la intención era ver a la banda que tocara y tomar cervezas hasta
que la luz del día apareciera. A lo largo de 20 años, Rockotitlan, fue un medio de
expresión artística y musical de cientos de bandas de rock.

Así como semillero, promotor y catapulta de bandas reconocidas, algunas incluso,


internacionalmente. Tony Mendez, fue el dueño, en su segunda etapa estuvo ubicado
en Calzada de Miramontes #2640, Col. Los Ciruelos, Del. Coyoacán, en la actualidad ha

30
desaparecido por problemas con el establecimiento. Y es que a pesar de cambios en su
ubicación, había logrado mantenerse por varios años, vio su origen en 1985, y
originalmente estuvo ubicado en insurgentes. 23

Este es ahora el Rocotitlan sobre avenida insurgentes, uno de los primeros espacio para el rock

Otro de los espacios para este género en los 80º, 90º era Rock Stock Bar, localizado en
la esquina de las avenidas Paseo de la Reforma y Niza, en la colonia Cuahutémoc
México D.F., fue conceptualizado por Luis Gerardo Salas como una extensión de
ROCK101, siendo el primer bar en México D.F. en donde se podía disfrutar y bailar la
misma música que se programaba en la radio, además de poder ver en vivo artistas
que no podían tocar en conciertos masivos, conviviendo con los músicos después de
haber tocado. Rock Stock abrió sus puertas el 19 de noviembre de 1987, siendo la
banda mexicana Bon y los Enemigos del Silencio la primera en tocar en vivo dentro del
bar. El concepto de Rock Stock fue pieza clave en la comunión con los radioescuchas
de ROCK101.

En esa época, muchos bares y clubes de la Ciudad de México se caracterizaban por


ejercer una selectividad discriminatoria para permitir el acceso a dichos espacios,

23
Sitio Oficial: rockotitlan.com

31
costos excesivos, e inclusive, obligaban a los clientes a un consumo mínimo para poder
obtener un lugar para sentarse. Rock Stock tomó como ejemplo el concepto de los
bares y clubes londinenses y neoyorquinos en donde simplemente había que formarse
para entrar y no existían condiciones en el consumo ni reservas para mesas.24

Rock Stock en el 2011, lo que queda es solo el local

Previamente, se realizaron eventos en otros bares de la Ciudad de México como: La


ültima Carcajada de la Cumbancha (L.U.C.C) ubicado en la Avenida de los Insurgentes
o en el bar Tutti Frutti, ubicado en la avenida Politécnico Nacional, también en México
D.F. Dichos eventos fueron la base para crear el concepto de Rock Stock, el cual fue
promocionado como "El lugar más HIP de la Ciudad más grande del mundo".
ROCK101 utilizó este bar como complemento de su programación, transmitiendo en
vivo los sábados por la noche la música que se tocaba en el lugar, permitiendo así, que
muchos radioescuchas pudieran disfrutar de la música mezclada y organizar fiestas en
sus propios hogares.

24
26/10/08, http://claudinha71.blogspot.com/2008/10/r-o-c-k-s-t-o-c-k-honor.html, 03/04/01

32
Asimismo, se presentaban diferentes bandas en vivo, que igualmente eran
transmitidos por la radio, permitiendo así su difusión y atrayendo la atención de las
disqueras, lo que les permitió obtener contratos para grabar su música. El concepto de
Rock Stock ayudó en gran medida a la masificación del rock mexicano.

ROCK101 celebraba año con año sus aniversarios en este bar, organizando eventos
especiales con bandas en vivo, obsequiando material conmemorativo y organizando
concursos especiales. Varios mecanismos para atraer al público, tales como un único
pago en la entrada a cambio de un consumo libre o bien el permitir el acceso sin pago
a las mujeres, fueron introducidos en México por Rock Stock, los cuales, ahora son
muy comunes, no sólo en la Ciudad de México, sino en todo el país. Este
establecimiento también forjó su propia legión de seguidores, influyó en la manera de
mezclar de muchos Dj's y contó con su propio catálogo de clásicos. Mientras Luis
Gerardo Salas se encontraba al frente de ROCK101, Rock Stock pudo promocionarse
en esta frecuencia, y con su salida de la estación, pasó a ser promocionado por Órbita
105.7.

A partir de 1993 y hasta 1995, durante la dirección de Jordi Soler, ROCK101 adoptó el
bar La Diabla (también ubicado en la Zona Rosa de la Ciudad de México) como lugar
para eventos y celebraciones de aniversario. Rock Stock, dejó de operar
temporalmente el 25 de julio de 1998 y hasta el 3 de diciembre de 1999, época en la
que Luis Gerardo Salas lo retomó y reabrió bajo el concepto de W Radical 96.9
cerrando sus puertas de manera definitiva el 27 de enero de 2001. Durante la noche
de la clausura, varios músicos mexicanos, tales como: Kenny y Los Eléctricos, Ritmo
peligroso, y Sabo Romo, se dieron cita para dicho evento e improvisaron, durante 3
horas, diversos temas clásicos del rock mexicano. La última canción que se tocó en
Rock Stock fue "Cuts You Up" de Peter Murphy en su versión complementaria con
viñeta incluida en el álbum "ROCK101 vol. 2."

Al sur de la Ciudad de México, en 1990 se abrió el Pop Stock, con un concepto similar a
Rock Stock, pero, como su nombre indica, con un ambiente y un género musical
diferente. Este cerró en 1993. El ejemplo y éxito de combinar la radio con un bar, fue
posteriormente utilizado por otras radioemisoras, tal es el ejemplo de Radioactivo
98.5 al promocionar el bar Bulldog Café para la realización de sus respectivos eventos.

LA ÚLTIMA CARCAJADA DE LA CUMBANCHA (EL L.U.C.C) ubicado en la Avenida de los


Insurgentes, “La Última Carcajada de la Cumbancha”, el principal escenario de la
escena punketa-rockera. Baste decir que ahí tocó Jane’s Addiction, en un espacio
pequeñísimo alumbrado con spots y con las paredes adornadas con graffitis
realizados por las mismas bandas.25 A cargo de un joven promotor cultural llamado

25 Y como eran los perfiles de la gente de estos antros….(especial de la revista chilango 2010) Fresa

ochentera:¿Qué oye?
“Tú y yo somos uno mismo” de Timbiriche y rolas de Cindy Lauper en su walkman .¿Cómo
llega al antro?
Su novio (o su papá: las niñas “bien” no iban solas a la “disco”) la llevaba en su Thunderbird,
¿Cómo entra al antro?
Se junta con todas sus amigas afuera de la puerta, y, tras varias noches, entra una vez que

33
Eduardo Barajas, este espacio fue el parte aguas para la realización de otros esacios,
ya que era una combinación de antro con foro cultural, único en su tipo, adelantado a
su tiempo, ya que esa modalidad no se observa sino a finales de los noventas en
algunos espacios como el Foro Alicia, o Circo Volador, o hasta proyectos de culturales
del entonces primer Gobierno de la Ciudad como el Faro de Oriente.

EL lugar que albergo a LA ÚLTIMA CARCAJADA DE LA CUMBANCHA el LUCC, ahora es un foro


para el teatro, 2011.

Y que tal los antros de los 90´s…

Ya con mayores facilidades por parte de las delegaciones, la década de los noventa
atestiguaría el florecimiento de otras “guaridas” clásicas, tal como el Circo Volador
(instalado en el excine Francisco Villa, ubicado en la Viga casi esquina con Viaducto) o
el Dada-X, que lo mismo acogía rock que música electrónica, e incluso teatro y
muestras de artes plásticas.

el cadenero la considera cliente frecuente. ¿Qué bebe? 
Una cuba. ¿Cómo baila?
Sube y baja las hombreras sin
control, y recrea algunos pasos de Flans. Si es
demasiado atrevida, hará el moonwalk o el paso del robot, ¿Cómo
habla? 
Termina todas sus frases con la construcción: “o sea, ¿no?.

Rockero ochentero: ¿Qué oye?
Mixtapes con rolas de Las Insólitas Imágenes de Aurora, Fobia, Soda Stereo, The
Cure, Depeche Mode, ¿Cómo llega al antro?
En su Caribe talacheada, a la que cada semana le pone 20 mil pesos
de Nova, ¿Cómo entra al antro?
Pedo. ¿Qué bebe? 
Chela,¿Cómo baila?
Mira fijamente sus zapatos
Ocasionalmente, se integra a algún slam o headbanguea,¿Qué frase usa? 
“Puro, total y absoluto ROCK”

34
Mención aparte merece el Foro Alicia, que desde 1996 -con la iniciativa de Nacho
Pineda y catorce personas más- apoya tanto a bandas ska como propuestas de surf, y
más recientemente grupos de emo-punk. Ubicado en la colonia Roma, este minúsculo
centro cultural vive siempre con el fantasma del cierre por parte de las autoridades.

En el Centro Histórico también destacan el UTA Underground -más cercano al


movimiento dark- así como el Tarará, donde la Hermandad Rasta programa reggae.
En 2005 abrió el Cultural Roots en la calle de Tacuba, y más recientemente el
Pasagüero, en donde por igual escuchas indie rock que world music. Estos espacios se
aventuraron totalmente a la modalidad de foros culturales con la variante del antro,
muchos de ellos se basaron en las viejas experiencias de finales de los ochentas como
el LUCC, y fueron proyectos de autogestión hechos por colectivos de jóvenes, con la
intensión de que sus lugares no fueran sólo lugares de venta de alcohol, sino de dar un
consumo cultural para los individuos asiduos a estos lugares.

A finales de esta década el sur del DF acaparaba toda la noche de antros los máximos
representantes eran estos dos, “ Villa Romana” era lo más cercano a Las Vegas que ha
tenido el DF. Una especie de Partenón con el estilo kitsch-fresa tan de moda a finales
de los 90. Ahí la banda adolescente clasemediera vivió sus mejores momentos de
euforia, entre mucho vodka con jugo de uva y música pop toda la noche ubicado sobre
Avenida Insurgentes casi eje 10, muy cerca de Ciudad Universitaria. El Alebrije iba por
la misma línea, aunque con una decoración mucho más minimalista y un poco más
fresa. Para los norteños —y algunos renegados del sur—, la onda era ir a La Boom,
que era como estar en Acapulco. Un lugar enorme donde, dicen, se conseguía la mejor
cocaína del DF.

Bulldog
Algo tiene este lugar que lo ha hecho permanecer casi 18 años abierto y lleno.
Con el concepto barra libre-rock en vivo-buena música-ligue casi garantizado, sigue
rockeando fuerte. Cuando inició, dice Bruno —antiguo cliente— como si se tratara de
un secreto de Estado: “El Bulldog fue la ventana para introducir los ácidos europeos al
DF. Había una red de chavas bien guapas que te hacían la plática, bailaban unas rolas
contigo y luego te ofrecían los ácidos”. Más allá de las drogas, las generaciones pasan y
el perrito sigue rockeando. Cada fin de semana las filas dan la vuelta a la cuadra y la
cadena sigue llena de chavos que no irán a la barra libre ya que ya no se permite en la
Ciudad, sino pedirán botella. Este antro está ubicado sobre avenida Revolución
esquina Rubens #6 en Mixcoac.

Living
Casona multicolor, Una vieja casona en la Roma, ambientada con antigüedades


y con unas luces muy bajas eran el escenario propicio para que la banda gay y a la que
le late el reven electrónico acudiera a escuchar a los mejores DJ’s del momento. Era el
espacio “alternativo”. Estaba dividido en varios “ambientes”: el mejor y más
concurrido antro electrónico, pero también había uno con música pop y otro tipo
lounge. En la parte de arriba había algunos cuartitos que eran conocidos como “los
privados”, que aunque no llegaban a dark rooms, en ellos sí se podía ver fajes
intensos. Uno de sus mayores atractivos, y de los más recordados, es el de un

35
percusionista que tocaba la canción de Safri Duo, con el torso desnudo y con láser
apuntándole directamente.

El Bar Milán
Milagros y actores, Si uno iba ahí durante los noventa no era raro
encontrar, justo atrás de la barra del fondo, al actor Daniel Giménez Cacho revisando
que los Milagros (pancholares que hasta la fecha sirven como moneda interna del
antro) no se esfumaran en ágiles actos de prestidigitación barmánica.

Al bar se le asociaba con el movimiento teatral del DF: actores, actrices, directores,
escenógrafos, se daban cita para colaborar con el financiamiento de obras teatrales, al
igual que banda alternativa que acudía bajo la promesa de precios accesibles y un
ambiente desenfadado, con música ecléctica.
Muchos asocian al lugar como un
terreno propicio para el ligue por sus barras atiborradas, sus luces bajas o sus áreas
pequeñas que hasta hoy asemejan un metrobús en hora pico.



El hijo del cuervo
Cultura y cervezas
Surgió por iniciativa del ex matrimonio


conformado por los artistas Carmen Boullosa y Alejandro Aura. Toda la semana
parecía viernes en el antro-cantina-peña más famoso de la plaza de Coyoacán, donde
se podía encontrar a toda la fauna chilanga. El divorcio entre artistas llegó y El hijo del
cuervo fue vendido. Después de una remodelación, continuó, aunque más yuppie, con
el mismo concepto. La música inclinada hacia el pop comercial (donde incluso hasta
Britney Spears era bienvenida) siguió amenizando cada velada, al igual que algunas
presentaciones de libros y eventos culturales organizados en su sección central,
misma que podía ser convertida en salón con sólo mover unas sillas, cerrar unas
puertas y correr unas cortinas. Desde ahí se gesto la escena cultural que tomaría las
riendas culturales en el primer Gobierno democrático que tuvo la Ciudad de México.

Medusas
Ácido y electrónica
Los vampiros de la noche expertos en abrir “las puertas


de la percepción” coinciden en que el ácido y la tacha en la cultura chilanga antreril
surgió en el Medusas, que mimetizó lo mejor del movimiento electrónico-tecno-rave.
Su decoración era lo kitsch-oficinista, como de restaurante Freeday, apoyada en fotos
e ilustraciones, un Chaplin-Hitler o las “valquirias tecno”. A las dos de la mañana, el
mural New Age que exhibía una gran medusa fosforescente se convertía en el símbolo
de la noche ácida.

Los meseros dealers catalogaban a las drogas como Águilas, Soles y Cielos. Bellas
chicas bailaban en jaulas que se perdían entre los efectos de láser y neón, alguna vez
mencionados por la revista Billboard como “la mejor iluminación de antros en
Latinoamérica”. Junto con él, El Colmillo afianzó la onda raver-fresa en el submundo
antreril en una época en donde esta música comenzó a hacerse popular y lo cool era
escuchar sólo lo que no era comercial.26

26 El perfil del noctámbulo Noventero….. (Fuente: Revista Chilango 2010)

36
Capítulo II

LA ESPACIALIDAD DEL ANTRO

USOS, APROPIACIONES Y PERCEPCIONES DEL ESPACIO URBANO

Los jóvenes en la Ciudad de México realizan diversas actividades para pasar su tiempo
libre y divertirse, las cuales varían de acuerdo a la influencia de elementos
económicos, políticos y simbólicos que segmentan a este grupo social. Una de las
prácticas culturales más entrañables entre los sectores de jóvenes es, asistir a los
antros.

La estrecha relación entre jóvenes y espacio “antros”, en este estudio sobre ciudades,
señalan al sujeto social joven como creatura de la ciudad moderna y como agente
cultural en la ciudad contemporánea, esta situación está vinculada al lugar social que
los adultos de la sociedad moderna asignaron a este sujeto: larga reclusión en
instituciones que lo preparan para ser adulto y postergan su participación activa en
las esferas de poder a cambio de disponer de un tiempo libre o de ocio. Tanto las
instituciones como los espacios del tiempo libre (y posteriormente ocio)
históricamente se han creado en la ciudad. Es aquí donde los antros cumplen con una
misión de ser espacios de paso para convertirse en adulto.

El uso del tiempo libre en la ciudad se convierte en estudio de los jóvenes como
actores sociales. La configuración de culturas y estilos a través de las prácticas
culturales y de lugares específicos en el espacio urbano. Las prácticas espaciales
juveniles han visibilizado a estos en la sociedad en la que están insertos. El espacio

Fresa noventero: ¿Qué oye?
En su discman trae el Dangerous de Michael Jackson, Ace of Base, algo de Oasis o
Alanis, y muchas rolas dance de Snap y Scatman. ¿Cómo llega al antro?
En su Neón verde o en su Chevy color
chispagel.

¿Cómo entra al antro?
Después de gritar “Chepe-somos-cinco” durante media hora en la cadena,
paga su cover de $60 y se acomoda en la pista a disfrutar de su barra libre.

¿Qué bebe? 
Moradito o desarmador.
¿Cómo baila?
Brazos pegados al torso, chupe en mano, movimientos circulares. ¿Qué frase usa?
“Gatete”,
“¡Aush!” y, en general, cualquier cosa que dijera Adal Ramones en su monólogo (sí: en los noventa, Adal era
cool).
Electro-tacha noventera: ¿Qué oye?
Las compilaciones de Ministry of Sound y Global Underground.
Cuando le da el bajón, a Portishead, Tricky y PJ Harvey.
¿Cómo llega al antro? 
No se acuerda.¿Cómo entra al
antro? 
No se acuerda.

¿Qué bebe? 
Agua y smart drinks. Siempre acompañada de una Tutsi Pop.¿Cómo baila?

Corre-corre, sube-sube, brinca-brinca, salta-salta, tacha-tacha-tacha-tacha-¡tacha!, ¿Qué frase usa? 
“Ajo”,
“Pastilla”, “Aceite” y, en general, cualquier referencia “sutil” a su “hobbie”.

Viaje al fondo de la noche: Aquí está el árbol genealógico de más de 30 años de antros (al menos aquellos que
nuestras propias borracheras nos permitieron recordar): los originales (que marcaron tendencia), los que son
estación de transborde (que no necesariamente de trans y borders), las desembocaduras.

Línea Rosa: cavernas donde los géneros degeneran.Línea Rasposa: tugurios donde la raspa, raspa suela,Línea
Mártires del Rocanrol: fosas funky para Doors región 4,Línea de Conga: salones post-tropicales para neo-
cubanos aztecas, Línea del debraye: locales donde el bohemio muta en bulto, Línea de coca: cuevas para rendir
culto a los espíritus del punchis, Línea Bosques-Pedregal y anexas: palacios de fresés y wanabismo.

37
que les posibilito esta visibilidad, es la urbe mexicana del siglo XX, en tanto
concentradora de todos los poderes y de la gran mayoría de la oferta cultural
recreativa y de ocio.

Este capítulo indaga el espacio, el antro desde lo juvenil, esto es, desde la experiencia
espacial que el sujeto juvenil construye en la interacciones con otras personas que los
jóvenes establecen entre sí en y con determinados espacios urbanos como son los
denominados”antros”, además de la importancia del estudio de las prácticas
espaciales. Las fronteras socio culturales de clase, edad, género, preferencia sexual,
gustos, y estilos de vida.

Una práctica social posee una dimensión cultural y simbólica en determinados


espacios de la ciudad. Además según Maritzia Urteaga define a la dimensión juvenil de
la cultura como la movilización “consiente e imaginativa” de un subconjunto de
diferencias – que se actúan, representan e imaginan en los espacios urbanos-27

En este camino se ha reconstruido el concepto de lugar como la forma clave de


comprender el espacio desde la experiencia del sujeto con toda la carga de sentido que
dicha carga lleva consigo.

Jóvenes/ adultos: la disputa social por el espacio público, está inscrita en el estudio y
reflexión de un proceso en la organización de la distribución del poder social, en el
cual los límites etarios se juegan en el terreno de las prácticas y del simbolismo. Y son
objeto de disputa, de conflicto, de negociación o de adaptación.

Percibidos por el sentido común como etapa, puente de transición entre dos grupos
de edad reconocidos socialmente (infantes y adultos), , a los jóvenes se les ha
invisibilizado en su presente como jóvenes a lo largo del S. XX (Urteaga 2003; 2004).
Bajo esta perspectiva, la historia de la construcción socio cultural de la juventud en
México se puede observar como la historia de la disputa entre los espacio (sociales y
físicos) que la sociedad adulta asigna y norma para sus jóvenes y los espacios
(simbólicos y físicos) de los que se dotan a través de sus prácticas cultural simbólicas
para hacerse reconocer afirmativamente como jóvenes.

Es así que los antros son un territorio ganado a los adultos, un lugar de iguales, que a
su vez sirve como de ritual de paso en lo que se llega a ser adulto. Prácticas represivas
y condenatorias, sino criminalizantes a toda conducta colectiva que no encaje en los
límites de lo permitido a los jóvenes por los adultos.

Las prácticas culturales simbólicas que grupos de jóvenes despliegan/ movilizan para
articular las fronteras de sus diferencias con los adultos, pero, sobre todo, con otros
grupos de jóvenes en el espacio urbano. Las prácticas espaciales urbanas juveniles

27
Urteaga Maritza, la construcción juvenil de la realidad. Jóvenes mexicanos y contemporáneos, tesis
doctoral del Departamento de antropología UAM-I, pág. 99.

38
están inscritas en sus prácticas cultural simbólicas y articulan prácticas estéticas,
“modos de estar junto”, representaciones e imaginarios extremadamente diversos.
Una lectura de los movimientos de los jóvenes en el espacio urbano revela trazados
efímeros de itinerarios y rutas significativas en la ciudad, esto es territorializaciones o
apropiaciones simbólicas de espacios que transforman en lugares con mucha
densidad afectiva, así como configuraciones físicas e imaginarias de “ciudades
juveniles” dentro de las ciudades contemporáneas.

Estos espacios pueden ser la noche donde se deambulan por las calles rumbo al lugar
elegido y a su vez el centro de la ciudad se ve poblado por jóvenes en busca de lo
mismo, la noche es uno de los espacios autónomos para estos.

Históricamente la categoría de lo público se origina antepuesta a lo privado, sin


embargo, como señala Vergara (2005) esta dualidad ha mutado conceptualmente
como campo temático, “estadístico” y festivo. Maritzia Urteaga parafrasea a Vergara y
propone la pregunta de ¿qué maneras y que contextos, los jóvenes están ayudando a
los procesos de confusión diversos entre lo público y lo privado” haciendo lugares
“transicionales”?

El espacio público, son espacios físicos que derivan en lugares de comportamiento


colectivo. Si “el hogar” es concebido como un espacio privado, forma parte de los
lugares donde los jóvenes encuentran que su uso del espacio y del tiempo, está sujeto
a la vigilancia y control de los adultos. En “el hogar” el conflicto internacional está
siempre latente porque, con frecuencia, los adultos hayan incómoda su presencia
constante, Sugiera que este tipo de tensiones “familiares” expresan el choque entre los
deseos adultos de orden y los deseos juveniles de desorden.

Feixa (1993) ha señalado que sin un espacio privado propio, recluidos en las
instituciones educativas, con un exceso de tiempo libre por falta de empleo o
subempleo, los jóvenes se han apropiado históricamente de los espacios públicos de la
ciudad para construir sus identidades sociales a través de compartir modas, signos,
música, normas y valores dentro de sus relaciones de amistad.

De manera similar que la calle, el antro es tal vez tal vez otro lugar autónomo para los
jóvenes. En la calle pueden hacerse (darse) para sí mismos a través de prácticas como
haraganear/vagar y bromear en las calles, parques y centros comerciales. Estas
prácticas pueden considerarse como actos de resistencia (Scott) 2000 juvenil
(conscientes o inconscientes) al poder adulto. Sin embargo, el espacio público ha sido
producido como un espacio adulto.

Es importante señalar que la “libertad” que ofrecen estos espacios es --al igual que la
música o las bebidas-- un bien de consumo; una de las razones por las que puede
vender desenfreno: que los jóvenes beban, bailen, liguen, fajen. El antro a su vez
también cumple esa misma función de autonomía que la calle, pero solo para algunos
que tienen el recurso para poder consumir en estos sitios de esta manera estos

39
lugares se convierten en espacios semi-públicos.

Gran parte de la noche, tiene que ver justamente con el hecho de que este escenario es
nocturno, que es el tiempo opuesto al día en que son mayormente vigilados por la ley
y los adultos. Estar en el antro, implica el consumo de una amplia variedad de
industrias culturales: música, video-clips, ropa, bebidas alcohólicas, drogas sintéticas,
cigarros, telefonía móvil.

Los jóvenes agregados en las calles son considerados por los adultos como “presencia
contaminante” o como una “amenaza potencial al orden”, de ahí que el espacio público
esté sujeto a regularizaciones que incluyen variadas formas de vigilancia.
(Urteaga;1988). De manera similar los antros se convierten en flanco de esta misma
problemática pero además cargada con imaginarios estigmatizantés. Es así que los
antros se convierten en territorios para ceder a jóvenes para poder tener un espacio
público pero pagándolo, es por eso que se convierten en lugares semi-públicos. En los
espacios públicos en general brindan espacios a los usuarios un cierto ambiente o
contexto particular de “libertad” a sus interacciones y prácticas. En los antros tu pagas
por ese espacio público y en cierta manera se convierte en tu espacio privado, es decir
también es semi-privado.

Es así que estos lugares se convierten en espacios de exclusión para algunos de


acuerdo al factor clase, poder adquisitivo, o de grupo social. Que se convierten en
fronteras socioculturales difíciles de evadir. Para amparo Sevilla en su estudio en
Salones de Baile nos explica un poco esto: “además de que se deben cumplir ciertos
requisitos para ser aceptados dentro de uno o varios de los grupos de bailadores que
interactúan en el salón. La aceptación de la otredad en estos lugares es limitada, pues
no son muy bien recibidos los homosexuales y los jóvenes de reciente ingreso que se
destacan al bailar. En este sentido se podría considerar que los salones de baile son
lugares semi-públicos en los cuales se observan formas determinadas de apropiación
del espacio, que tienen que ver con el funcionamiento de ciertos valores y jerarquías
sociales.”28

Lo que sucede en los salones de baile es que dichas jerarquías se han establecido con
base en distinciones sociales en las que, lo más importante no es nivel económico
alcanzado, sino la habilidad para el baile.

El proceso de selección

Para poder acceder a los Antros, hay que pasar por un proceso al que estos
establecimientos denominan: “Derecho de admisión”. Éste implica que en la entrada,
empleados de estos espacios deciden qué personas pueden pasar y cuáles no, de

Sevilla Amparo, Aquí se siente uno como en su casa: los salones de baile popular de la ciudad de
28

México, Revista Alteridades, 1996 págs. 33-41.

40
acuerdo a ciertos criterios (económicos, estéticos, raciales…) que impone la misma
disco, de modo que quienes no pueden acezar dan por entendido que no cubren con el
perfil racial-estético-social exigido por esta industria.

Para los jóvenes que visitan los antros constantemente, este proceso de elegir el
espacio que se quiere asistir pero a la vez ser elegido por la misma para acceder o no a
ella, es una constante fin tras fin de semana.

Los criterios de paso varían de antro en antro y en algunos son más rígidos que en
otros, dependiendo del establecimiento; la mayoría de las veces los de más reciente
apertura son los más rigurosos en cuanto a la admisión porque la novedad atrae a
muchos jóvenes que quieren conocer el espacio.

Para la Procuraduría Federal del Consumidor, el “derecho de admisión” es


discriminación prohibida y penada en esta ciudad. A pesar de ello, las visitas que
realiza las autoridades y la PROFECO a estos espacios no lo reportan, y los jóvenes
establecen pocas quejas o denuncias que pongan en evidencia estas prácticas, pues a
algunos de ellos “les apena” el hecho de no poder accesar y denunciarlo es
evidenciarlo. Debido a esta situación, la exclusión sigue siendo un tema constante en
algunos sectores de la vida nocturna de la ciudad de México como es el caso de las
discotecas que toman el eufemismo de “nos reservamos el derecho de admisión” para
insinuar que poseen el poder de elegir a sus clientes potenciales. Este “poder” les ha
sido otorgado socialmente, en tanto que quienes visitan estos lugares permiten que se
lleven a cabo estos procesos de selección.

No es de sorprender si se toma en cuenta que estos jóvenes están acostumbrados a la


inclusión/exclusión, que muchos de ellos estén de acuerdo con el derecho de admisión
y por ello mismo no lo reporten: Si entran se sienten “exclusivos”, parte de un grupo
selecto y si se quedan fuera, se sienten enojados, excluidos, pero también
avergonzados, lo que los lleva a volver a intentar entrar a ese u otros antros durante
los siguientes fines de semana.

Para ellos, el proceso de admisión es una “prueba” de integración, un límite que


impide el paso a quienes desde la perspectiva del antro no tienen las características
suficientes para acceder, para estar dentro. Esta práctica selectiva se lleva a cabo en la
entrada de estos establecimientos detrás de una “cadena” en la que dos o más
empleados resguardan esta frontera; cruzarla o no, determina si se puede o no ser
cliente. Entre aquellos que visitan estos espacios con frecuencia, “el derecho de
admisión” resulta una cotidianidad y forma parte de su cultura nocturna, que es una
cultura de la exclusión y de la diferenciación social.

Aunque existen leyes que prohíben la entrada de menores de edad a estos sitios, el
acceso depende de que cumplan con los requisitos necesarios que se exigen en la
cadena, la edad no es un impedimento. Muchos de estos negocios funcionan en el
marco de la ilegalidad en tanto que venden bebidas alcohólicas a menores de 18 años
y discriminan a los individuos con base en criterios estéticos, simbólicos y sociales.
41
Quienes deberían quedarse fuera de acuerdo a normas legales (los que aún no
cumplen con la mayoría de edad) son muchas veces quienes están dentro en grandes
cantidades. Adolescentes de los primeros años de prepa o los últimos de secundaria,
proliferan en los antros deseosos de una libertad que se les reprime en espacios como
la escuela, en la que pasan buena parte de su vida diurna.

Es así que tenemos formas de participación juvenil al disputar los sentidos de lo


público y del uso privado comercial del un espacio semi-público. Aquí quiero engarzar
los cambios conceptuales entre lo público y lo privado propuestos por Vergara y
Maritzia Urteaga , que ”se manifiesta como la fiesta y lo festivo”, que han considerado
hasta el momento como espacios de ritualización de la tensión jóvenes y adultos
extremas. Sin embargo hay una clara discusión sobre ciertas transformaciones del
espacio urbano sobre la comercialización y la privatización sobre la transformación
del ocio de una gran parte de los jóvenes – particularmente, aunque no
exclusivamente, clasemedieros y sectores juveniles altos. Estas transformaciones están
enmarcadas en el cambio cultural de la condición contemporánea y citadina actual e
implican capturar teóricamente una serie de complejidades.

Las transformaciones al espacio urbano organizadas por los empresarios que


invierten como negocio el ocio en estos lugares como los antros arriesgan en un sector
que es difícil y complejo que crean ganancias y empleo muy importante así como una
fuente de presión para la homogenización del tiempo libre. Por otro lado, también han
sido empujados por los mismos movimientos segmentadores del espacio que los
jóvenes agregados realizan en la conformación del vaivén de sus identidades.

Muchos de estos espacios se han ganado con una apropiación desafiente sobre los
espacios de los adultos, es decir lugares como cantinas principalmente en el centro
donde jóvenes de entre 19-20 el KINDER GROUND han absorbido estos espacios que
como fin, no había sido para ellos. Los lugares han sido ganados, conquistados diría
Maritza Urteaga, han sido reconocidos por los dueños de estos lugares como mercado
provechosos, y de fuertes ganancias, sobre sus antiguos moradores. En la actualidad,
los organizadores del ocio juvenil consideran de manera importante su mercado.

Estas prácticas recreativas juveniles son caracterizadas como aditamentos de la vida


social, nudos de acción juvenil, que han permitido la visibilidad social de los jóvenes
de sectores medios principalmente pero no exclusivos, como sujetos sociales con
características propias, diferentes del resto.

“EL uso de un espacio no equivale a su apropiación, pues esta depende de las


significaciones que los espacios adquieren para los jóvenes, los valores en ellos, que
propician su uso frecuente e identificación” (Morin V;2001:65).

La aparición de salones o lugares de baile para jóvenes ofertados por el mercado (sin
que esto signifique sólo serán usados por jóvenes) es un acontecimiento recreativo
acaecido a mediados de los 70 en el universo de ocio juvenil clase mediero , el cula
provoca una readecuación en las formas juveniles de disfrutar los espacios de baile,
42
“dado que esta actividad es reaizada que esta actividad es realizada en salones de
baile” (idem:72). Morin llama salones de baile a las Discotecas, y observa que la
categoría apropiación, por si misma, no da cuenta de esta importante transformación
de las prácticas recreativas juveniles en función del mercado.

Para los jóvenes de los ochentas y noventas las discotecas son percibidas como
“lugares naturales” de diversión y consumo, es decir, lugares que se encuentran en las
ofertas de diversión constituidas para ella en el sentido en que forman parte de
habitus recreativos destinado a la juventud y son aceptados por los otros grupos de
edad como espacios propios de dicho sector generacional. Para los jóvenes
principalmente clasemedieros, sin embargo las discos que son espacios de recreación
comercial serán lugares una vez que hayan aplicados mecanismos de selección sobre
los muchos espacios comerciales que le son ofertados para su diversión y
entretenimeiento: es una selección elaborada desde el ámbito del consumo. Lo que
transforma las discotecas ( a mediados de los 90º, estas empiezan a sufrir un cambio
en la resignificación en su nombre y los jóvenes de sectores medios altos y altos las
comienzan a llamar antros) en lugares es la elección que hacen los jóvenes entre
varias posibilidades comerciales, tomando en cuenta una serie de valoraciones
subjetivas en inscritas en condiciones objeivas tales como lo agradable del lugar,
música, pero también capacidad económica para acceder o no regularmente a estos
sitios, preferencias amicales en términos de estilo y clase (“el ambiente”), etc.

Sostiene Morin V. Que a diferencia de los jóvenes de generaciones anteriores quienes


casi no tenían donde elegir, los jóvenes de la última generación realizan
constantemente elecciones selectivas de lugares donde divertirse. Estas prácticas no
son neutras, hablan de un estilo de vida que se desea distinguir en lo público a través
de prácticas de consumo notable incluidas las de los espacios recreativos selectos o
seleccionados frente otros que no pueden o no quieren acceder a ese estilo. Y estos
otros no son los adultos, que ya han aceptado esos espacios como propios de los/ sus
jóvenes, sino otro tipo de jóvenes.

Esta especialización de las diferencias remite a su activa participación en la


construcción de estilos de vida diferenciados y desiguales entre los jóvenes. Los
jóvenes de distintos sectores han participado en transformación como tales y como la
oferta de estos establecimientos, a su vez, ha cambiado las prácticas culturales y
recreativas de los mismos. Hoy en día, los antros han llegado a convertirse casi
exclusivamente en lugares juveniles excluyendo en la práctica a otros segmentos de
edad que antiguamente fueron el target del mercado.

De la irrupción del mercado en sus prácticas recreativas, no sólo los jóvenes


clasemedieros son los asiduos a estos espacios. Principalmente en la zona centro de la
Ciudad de México es donde podemos encontrar espacios más democráticos en cuanto
a los consumos y prácticas sociales juveniles ya que hay espacios de todo tipo de
estéticas y para los bolsillos.

En la actualidad, los estudios sobre consumo (de música, moda, espacios) están
43
identificando un conjunto de distinciones o jerarquías al interior de los espacios de las
culturas juveniles y de los jóvenes en general. Es a través de este estudio que
queremos colaborar más en este asunto. Estas jerarquías son propias de sus universos
juveniles, pero en su construcción están montadas. De maneras muy complejas, un
conjunto de jerarquizaciones estructurales –como la clase, la edad, el género la
generación, el origen cultural, la sexualidad, así como el mercado global y local
atraviesan al antro. Creo que cada vez más, sin duda este tipo de estudios estarán
influyendo en la preguntas sobre la participación de los jóvenes en la transformación
de las ciudades.

Las representaciones heterogéneas de los jóvenes forman parte de los diversos modos
agregativos e identitarios originados en el proceso de constitución de lo urbano y de lo
cultural juvenil urbano desde las diversas fronteras socioculturales. Pero en el antro se
crean procesos de homogenización entre iguales ya sea por los gustos, y estilos y son
atravesadas por circuitos de comunicación. Tanto comerciales como alternativos, que
pueden ser de carácter global, en ese sentido a través de los medios de comunicación
masivos.

El estudio de la espacialidad revela las diversas, estrategias que los jóvenes levantan
en sus interacciones con múltiples otros: quienes los miran, los reciben o integran, los
ignoran, los estigmatizan, los excluyen los marginalizan, etc. El estudio de las prácticas
socio espaciales, formas cotidianas de habitar y representar y de imaginar el espacio
urbano.29 En el antro se llevan a cabo distintas ecuaciones sociales.

El antro funciona como un espacio de recreación en el que se consume diversión,


cierta libertada y relajación: los jóvenes antreros procuran tomar, bailar, ligar, dejar a
un lado lo cotidiano, romper algunas reglas. Para venderse a sí mismos, los antros se
apropian de conceptos musicales y decoración que den personalidad propia y llamen
la atención juvenil. Lo retro, por ejemplo, se ha retomado en algunos de estos espacios
y se ha convertido en lo nuevo, lo de moda. Dentro de ellos, luces centelleantes,
pantallas de plasma que transmiten videos de cantantes, música a altos decibeles,
mesas y sillones con decoraciones diversas ubicadas en la penumbra, dan vida al
espacio, proporcionan un aire de “irrealidad”, crean un clima festivo.

2.2. La Apropiación del espacio

La mayoría de los criterios de inclusión al antro, tienen que ver con aspectos que
pueden percibirse a través de la apariencia y que son por excelencia visuales. “La
calidad” del posible cliente se mide en referencia de su aspecto físico y estético en
conjunto con su postura, su pose, su actitud, pues dentro de este sector se cree que
éstos pueden reflejar la pertenencia social y la identidad del individuo. Tener una

29
Urteaga Maritza, la construcción juvenil de la realidad. Jóvenes mexicanos y contemporáneos, tesis
doctoral del Departamento de antropología UAM-I, pág. 113.

44
buena presentación en estos ámbitos es sinónimo de ser “gente bien”, gente con
capacidad, ganas, recursos y tiempo de verse “formidable” de acuerdo a los estándares
de la moda en turno. Prácticamente la admisión se da por la imagen que proyectan los
jóvenes que esperan en la entrada. En este caso, la apariencia transmite significados,
mensajes, es poseedora de un simbolismo que permite a las personas reflejar quiénes
son y cómo quieren ser vistas.

El elemento racial en esta cuestión de estética y apariencia es muy importante, el color


de la piel, de los ojos, la estatura, la curvatura del cuerpo, pueden dilucidar rasgos
fenotípicos, siendo algunos más apreciados que otros. En este caso, algunas
características físicas valoradas son la altura tanto en el caso de los hombres como de
las mujeres, poseer un tono de piel blanco y en su caso bronceado pero sin llegar a ser
moreno, la delgadez en el caso femenino y la posesión de músculos en el caso de los
hombres, entre otros.

Evidentemente, la estética apreciada en estos espacios tiene sus bases sentadas en


factores raciales, así como en “imágenes” propuestas desde el mercado de la cosmética
y la moda, que imponen globalmente criterios para evaluar la belleza con base en
modelos establecidos por su industria.

Es en el cuerpo justamente, por ser inmediatamente visible, donde se construye gran


parte de la imagen de los individuos, pues en él se inscriben elementos estéticos,
raciales e identitarios. Por ello, el peinado, la ropa y sus marcas, el aroma, la forma del
cuerpo y la forma en la que se exhibe son sumamente importantes para adquirir el
acceso a un antro y en la vida en general de los jóvenes que asisten a estos espacios.
“La belleza”, tanto en hombres como en mujeres, es deseable, se anhela, se persigue, se
compra: los gimnasios, los spas, las estéticas, las tiendas de ropa, de cosméticos,
venden no sólo sus productos sino también una imagen, un prototipo de “perfección
estética” y una serie de mercancías que ayudan a conseguirla. En las discotecas, el
hecho de cumplir o no con estos estereotipos puede llevar a obtener el paso o la
negación de la entrada.

Además del hecho de ser “atractivo” conforme a ciertos estándares de la moda, la


apariencia debe estar acompañada por una actitud, una gestualidad o pose que
muestra lo que se es, lo que se pretende ser y la forma en la que se quiere ser visto.

Estas cuestiones de lenguaje no verbal, son importantes porque comunican mensajes


de identidad y de pertenencia. Los jóvenes que visitan constantemente los antros, por
ejemplo, se mueven con fluidez dentro del espacio, caminan erguidos y con la mirada
altiva para ubicar conocidos en el establecimiento, denotan a través de su
comportamiento, que se sienten dentro de un territorio del que se han apropiado;
mientras que aquellos que van de vez en cuando o que se encuentran dentro de otros
grupos de edad (adultos, por ejemplo), pueden sentirse fuera de lugar y mostrar
incomodidad a través de su corporeidad, esto es, andar con la mirada gacha y la
espalda encorvada o evitar “pasearse” por el espacio para ser visto.

45
Otros componentes que se encuentran fuera del cuerpo construyen la imagen de los
jóvenes antreros en la ciudad de México: el carro que tienen, la marca de su ropa, de su
celular, el que tengan radio, posean conexión a internet en su telefonía móvil y la
tarjeta de crédito que manejen por ejemplo, son esenciales en las representaciones de
la apariencia juvenil.

Tomemos en cuenta que la imagen es aquello que se puede “evidenciar”, lo que se


muestra al resto del mundo, por ello es tan importante para estos jóvenes ser
poseedores de aditamentos de consumo que permitan mostrar su estatus social, su
capacidad de compra, de estar a la moda y por lo tanto, de ser clientes potenciales
para las discotecas.

Si bien existen antros de muchos tipos y para diversos sectores sociales en la ciudad,
comúnmente se ubican en avenidas comerciales transitadas. Están pensadas para que
los distintos sectores de jóvenes tengan acceso a ellas. Comúnmente son los
establecimientos de moda y es por esta razón por la que tienen criterios rígidos de
admisión que conjuntan la apariencia física con el resto de elementos que la articulan
como es el hecho de llegar en un carro con modelo del año, traer un radio en mano,
una blackberry, o checar el “facebook” o el “twitter” para avisar a los amigos que se
está en la entrada de tal antro, así como utilizar ropa de marca.

El hecho de mostrar lo que se tiene, es una forma de manifestarse como individuo,


como consumidor y como cliente.

El territorio se compone de los itinerarios y lugares cotidianos locales de la casa al


lugar de ubicación física de este, pero también la rutas e itinerarios de su deambular
por la Ciudad de México. Es una ciudad que se va haciendo con su participación, su
manera de vivirla ya sea en la noche, o horas antes de que oscurezca. También la
percepción sobre su territorio se extiende a los antros conocidos, a través del contacto
intercultural previo por su frecuencia a este o recomendación. Cambia esto solo si el
lugar al que se traslade no lo conozca o quiera experimentar libremente. El uso y
apropiación de estos espacios permite crear comunidades imaginarias homogéneas.

Esta manera de organizar la experiencia sensible con el espacio contemporáneo es hoy


día común no solo para estos jóvenes asiduos a estos lugares, que no son
exclusivamente de sectores clasemedieros, o como Maritza Urteaga los denomina
como identidad juvenil los “fresas” (refiere a los individuos de clase alta o media que
se caracterizan por tener actitudes y comportamientos de superioridad y patrones
estéticos y conductuales muy vinculados a los estilos de consumo y de moda
hegemónicos en la cultura mexicana urbana, muy influenciados por la cultura
estadounidense pop) 30.

30
Urteaga Maritza, la construcción juvenil de la realidad. Jóvenes mexicanos y contemporáneos, tesis
doctoral del Departamento de antropología UAM-I, pág. 116.

46
La generalidad mexicana utiliza el término fresa de manera irónica, sino peyorativa,
para referirse a quienes hablan de una manera muy particular (como si tuviera una
papa caliente en la boca), se interesan más por las apariencias, el dinero, el
entretenimiento fácil y exhiben mucha superficialidad. El término alude a una
diferencia social y cultural respecto a otro referencial que los define y distingue y que
contiene generalmente sus características opuestas.

Era importante tratar este punto ya que estos espacios no tan sólo es la construcción
identitaria que se ha apropiado de estos espacios, ya que otras que pueden ir desde
los góticos, punks, reggeseros, o simplemente jóvenes sin ninguna identificación a
estas identidades. Lo interesante es que los antros son

La importancia a un alto estatus económico y social. En las prácticas de socialidad


tienen un manejo de las distancias sociales y afectivas a través de las cuales
establecen y refrendan las jerarquías de estatus entre ellos y ellas mismos. EL estatus
superior de la jerarquía fresa está ocupado por aquellos que viven una realidad
distinta a la de las masas debido a su alcance económico.

Estos expresan un fuerte sentido de identificación y lealtad a un estilo de vida, el


clasemediero fresa. Comparten el gusto por una determinada música, (el pop en ingles
y en español y lo esté de moda). En el tiempo libre: gimnasio para esculpir el cuerpo el
cuerpo, el shopping para estar siempre a la moda (“in”), series televisivas
estadounidenses y los mismos talk shows que les sirven de modelos estéticos en su
doble aceptación: compartir en colectivo y retroalimentar las maneras sociales
“apropiables” y apropiadas de conducirse, moverse y hablar entre sí.

Zonas de la ciudad diferentes a las reconocidas por las fresas como “in”, en las que
levantan sus propias rutas de diversión y consumo (antros, lugares de compra de
discos y ropa “original” y sitios donde compartir su gusto por el arte, cine, la lectura y
músicas “auténticos” y diferentes”), aunque incorporan también algunos lugares
dentro de la ruta fresa porque el respecto a la diversidad observado en sus “modos de
estar juntos” es el polo de atracción más fuerte de los nacos que espejea así la
intolerancia de los fresas. Fresas y nacos sólo aparentan ignorarse.

Uno no existiría sin el otro, se construyen teatralizando permanente su oposición.


Ambas identidades juveniles toman sentido sobreviviendo la presión de la cultura
institucional del antro, al fungir de argamasa afectiva, cuidar a sus miembros y sentar
las bases de los futuros grupos adultos en las clases medias altas y altas que sigan
llegando a estos lugares.

Circuitos de ocio y de consumo, conformados por lugares, en su mayoría privados


(centros comerciales, tiendas de ropa, cines, antros, bares, restaurantes),
estructurados por el mercado en función de un tiempo libre delimitado por el
calendario escolar: En la ciudad de México, la ruta fresa está conformada por algunos
locales del denominado como “ el Corredor Roma –Condesa- Insurgentes”, con los que
47
identifican a partir y aplicar una serie de mecanismos de selección subjetivos, tales
como el que esté en el raiting de los antros de moda (que esta in), lo exclusivo del
mismo y de la clientela-sólo juniors o hijos de la elite económica y política, gente
bonita y con dinero, la música (rock pop o la que esté de moda), la atención,
preferencias amicales en términos de estilo y clase- universitarios de la Anáhuac, de la
Ibero. Con la que pueden enfrentar en conjunto la violencia simbólica de la estética y
estilo fresa clasemediero. Las estéticas son producto de la segregación que ellos
realizan con todo aquel, que no sea igual a ellos, plantean una homogeneidad.

Las reconfiguraciones juveniles del espacio urbano y contemporáneo es el de las


representaciones, las prácticas espaciales de los jóvenes desde mediados del siglo
pasado han resaltado un trabajo permanente sobre la realidad urbana, emplazando al
espacio y sus territorios en mapas de densidades, emotividades, significaciones,
ritmos, niveles, escalas y temporalidades diversas. Los mapas configurados no solo
estructuran sus recorridos cotidianos por la ciudad también su ubicación en este
mundo y en ese sentido brindan seguridad cenestésicas y ontológicas.

Los territorios lugares en los cuales levantan una representación que se da de


apropiación en estos lugares denominados antro. Los recorridos también es parte de
estos andares de vivir su ciudad en la noche, donde se encuentran con zonas
fronterizas que vuelven visibles las tensione entre la manera de practicar la Ciudad y
se encuentran permeadas de por cuestiones de rechazos e indiferencias hacía los
lugares que no se conocen.

2.3. Lugares y No lugares

El concepto de lugar ha sido una forma clave de comprender el espacio a partir de la


experiencia del sujeto, con toda la carga de sentido que esa experiencia lleva consigo
(Lindón, Aguilar, Hiernaux, 2006:12-13). En ese sentido, el lugar es considerado como
“ acumulación de sentidos/ significados” y hace referencia “ a espacios delimitados,
con límites precisos, sentidos/significados” y hace referencia a espacios delimitados,
con límites precisos, que para los sujetos representan certezas y seguridades
otorgadas por lo conocido”(idem). Según los investigadadores, con este énfasis en el
concepto de lugar ha emergido un abanico muy amplio de problemáticas espaciales de
investigación, entre las que me interesa rescatar son la territorialidad y la de
apropiación de los lugares articulada a la indagación sobre las identidades.

Para Augé, las colectividades y los individuos tiene necesidad de simbolizar los
elementos constituyentes de la identidad y la relación, uno de sus medios para hacerlo
es la organización del espacio y la constitución de lugares que define de manera
similar al concepto planteado por Lindón, Aguilar y Hiernaux, como principio de
sentido para quienes los habitan y como principio de accesibilidad para quienes los
observan. Los lugares son espacios indentificatorios, relacionales e históricos (Augé
1993:9), donde se puede leer algo sobre las identidades individuales y colectivas, las
relaciones entre las gentes y la historia a la que pertenecen.
48
Abilio Vergara (2001:10) define los lugares como “pequeños núcleos de redes-
topográficas, imagínales y conceptuales – que coexisten en los desplazamientos,
narrativas e imágenes que realizan de una megalópolis que artícula
diversificadamente modernidad, tradición, identidades e identificaciones,
instituciones y sociabilidad. Los lugares se constituyen a partir de un trabajo realizado
por las comunidades en una actividad constante de institución significativa y
afectividad y se caracterizan por un lenguaje peculiar, una ritualización específica, un
sistema o red imaginal conceptual en el que se inserta para tener sentido, una
jerarquización interna, una demarcación, la afectividad y condensan una biografía y
una historia”.

En ese sentido, plantea pensar el lugar como un crucero investido de impregnaciones


afectivo significaciones constantes, es decir “como una forma específica de
funcionamiento del espacio y del territorio cuya singularidad se debe a un uso
intensivo por determinada comunidad específica o grupo, cuya delimitación como tal,
en gran medida se debe a su relación con él. Inversamente, Augé define un “ no lugar”
como un espacio donde no pueden leerse ni las identidades, ni las relaciones ni la
historia, como puntos de tránsito y de ocupaciones provisionales y comunicaciones
temporales, efímeras, entre otras características. Aparecen identificados como no
lugares, los espacios de la circulación (vías aéreas, aeropuertos, autopistas), de la la
comunicación (pantallas de todo tipo, las ondas, los cables) y los espacios de la
comunicación (supermercados, estaciones de servicio, centros comerciales), que se
mezclan con la televisión y la radio. El concepto de Augé engloba a los espacios físicos
como a las relaciones que los individuos mantienen entre sí . Los no lugares serían los
sitios sombrios de la modernidad contemporánea, espacios de soledad, anonimato,
silencio temporalidad y alienación. Sin embargo como Augé señala, en la vida real los
lugares y los no lugares se interprenetran, se entrelazan su oposición tiene siempre un
carácter relativo, tanto en el tiempo, como en el uso y su significación.

De ahí que se a necesario fijarse en la diversidad de puntos de vista que puede tener el
mismo objeto, y considerar la simbiosis luga/no lugar como un instrumento dócil
flexible para descifrar el sentido social de un espacio, es decir la capacidad de acoger, y
simbolizar la relación lugar y no lugar está en tensión como la exigencia de sentido y
libertad.

Los antros se convierten de vital importancia para enmarcar la discusión sobre la


relación que muchos jóvenes urbanos tienen, que desde esta perspectiva podrían ser
teorizados como no lugares que por mediación de determinadas prácticas de
sociabilidad y consumo juveniles se transforman en lugares de encuentro y de
identificación y memoria colectiva.

Por usos del espacio entiendo el conjunto de acciones y actividades distintivos que
hace cada cual y para qué que despliegan los actores sociales en un determinado lugar,
en este caso el antro. Estos revelas relaciones de poder a través de procesos de
exclusión y selección cuando el acceso a un lugar está condicionado a la aceptación de
49
relaciones conductuales específicas, reproduciéndose con ello un conjunto de
relaciones de dominación y jerarquización (forma de inclusión que supone la
aceptación de posiciones diversas por diferentes actores sociales).

El uso de un espacio no equivale a su apropiación, esta depende de las significaciones


(sentidos) que los espacios adquieran para los jóvenes, de los valores depositados en
ellos que propician en ellos que propician su uso frecuente e identificación. Los estilos
de uso y apropiación se oponen a los modos rutinarios en la manipulación de las cosas,
ropas, espacios. Expresan la singularidad/peculiaridad juvenil en la manipulación de
los bienes, en las actividades que se realizan en un espacio o lugar, en sus modales, en
su conducta y movimientos corporales y en sus movimientos espaciales. Expresan
también bajo diferentes formas sus relaciones significativas, únicas, particulares con el
espacio o lugar/local.31

El espacio como marcador social de diferenciación

Los espacios no sólo son lugares con decorados, muebles y dimensiones específicas
sino que comúnmente son escenarios de prácticas diversas que complementan y dan
sentido social. En los antros, independientemente de su arquitectura y decoración,
existe una característica particular del espacio: está dividido por zonas, algunas son
estructuralmente necesarias, como es el caso de los sanitarios, la pista de baile, la
barra donde se sirven las bebidas o la cabina del dj que pone la música.

El resto están creadas para segregar a los asistentes y hacer una diferenciación dentro
de la disco. A pesar de que el “derecho de admisión” está establecido como una
frontera para que sólo ciertos jóvenes entren al antro, dentro de él existen diferencias
intergrupales que provocan divisiones en el espacio. Las mesas, sillas y sillones están
acomodadas en referencia con su cercanía o lejanía a la pista de baile; comúnmente los
lugares más cercanos a las pistas son los asientos en los que se pide un consumo
mayor que en el resto del espacio, por ejemplo, dos botellas o una de un determinado
precio mínimo.

Se da por entendido dentro de este ambiente, que quienes ocupan estos espacios están
consumiendo más y ello en muchas ocasiones proporciona mayor estatus. Existen
discotecas donde la segmentación del espacio se da de manera aún más explícita a
través de los espacios VIPe, éstos se ubican dentro de la disco pero se configuran
arquitectónica y socialmente para separar a aquellos actores sociales que se
encuentran en las jerarquías más altas dentro del espacio ya sea porque son asistentes
frecuentes o porque son hijos de funcionarios de gobierno o miembros del mundo del
espectáculo o los deportes.

La segmentación de los espacios mediante el consumo tiene el objetivo primordial de

31
Urteaga Maritza, la construcción juvenil de la realidad. Jóvenes mexicanos y contemporáneos, tesis
doctoral del Departamento de antropología UAM-I, pág. 99.

50
diferenciar a los jóvenes que pueden acceder a los servicios más caros y a los que no,
ello implica que su consumo les proporciona dentro del espacio mayor jerarquía. De
modo que el espacio está dividido intersectorialmente para proporcionar una posición
a cada individuo y posteriormente a cada grupo dentro de la discoteca.

El antro es un lugar de exclusiones y segmentaciones, no sólo se restringe la entrada


sino también los lugares para ubicarse dentro de él, pues si bien se supone que las
mesas de la pista o zonas VIP son espacios que pueden ser ocupados por quien pueda
acceder a ellos en cuestión de precios, ésta es solo una suposición, pues comúnmente
se reservan para los conocidos de los gerentes y relacionistas públicos, o para
personajes del mundo de la farándula en cualquiera de sus modalidades.

El hecho de que el espacio funcione como marcador social de diferenciación, no


implica que sea el único elemento que lo haga; algunas formas de comportamiento y
de consumo muestran diferencias sociales dentro del grupo de jóvenes que asisten a
los antros.

Hacer un uso “adecuado” de ciertos productos y realizar consumos de una


determinada manera, por ejemplo pagando la cuenta con una tarjeta platino, no
haciendo exhibiciones públicas del dinero a través de billeteras con fajos de dinero,
sentándose, parándose y caminando de la forma que se considera “correcta” dentro de
la concepción de estos jóvenes, proporciona también una muestra de jerarquía social.

Un fenómeno importante que se presenta en estos establecimientos es el baile con


connotaciones sexuales así como el faje y el ligue para pasar el rato. Para los jóvenes
que asisten a estos espacios, el antro proporciona una sensación de libertad y con ello,
la posibilidad de experimentar y de llevar a cabo conductas que se prohíben
moralmente, por ejemplo el ligue y el faje con desconocidos, así como el coqueteo en el
baile. Para estos chicos y chicas, la sexualidad es un elemento que se encuentra a flote
en las relaciones que se establecen en el antro aunque de manera tácita.

A través de bailes de moda, como el reggaetón, se establecen relaciones sociales. La


forma de bailar este ritmo es conocida como “perreo”; comenzó en República
Dominicana y Puerto Rico, extendiéndose posteriormente a través de video-clips por
todas las discos de América Latina, Estados Unidos e incluso Europa.

El perreo se baila meneando la cadera de arriba hacia abajo y de un lado al otro al


ritmo de la música, se pueden incluir “toqueteos”, que casi siempre se dirigen hacia el
trasero, los pechos, el estomago y las piernas. Los jóvenes se tocan y acercan sus
cuerpos mientras bailan, se puede decir que se siente la piel del otro y éste es el
propósito.

Se baila en estos espacios, generalmente entre hombre-mujer o mujer-mujer, pero


existen quienes bailan solos y en lugar de tocar a su pareja se tocan a sí mismos. La
discoteca, al ser un espacio oscuro, alumbrado con luces artificiales que se centran
principalmente en la pista, que se abre de noche (una temporalidad transgresora) y
51
carece de una vigilancia adulta, es un espacio permisivo en el que la moral se disocia
poco a poco conforme van subiendo los efectos del alcohol, combinados con la euforia
y la música.

Para estos jóvenes el hacer público lo que antes era íntimo, se convertido en una
conducta cotidiana. En el antro, la diversión y el consumo son elementos
fundamentales, por lo que varias de las relaciones sociales que se establecen en él, se
manifiestan en torno a ello: se configuran relaciones “light”, ya que su propósito es
divertir, hacer pasar el rato.

2. 4. LA NOCHE: RETERRITORIALIZACIÓN DEL ANTRO

La realidad social estudiada desde diversas corrientes ha descuidado y casi negado la


noche como un tiempo propicio para la investigación, logrando así un descuido que ha
ofrecido una visión sesgada de lo social pues se ha descuidado la mitad del tiempo en
el cual actuamos. Llama la atención sobre este “etnocentrismo diurno y sus sesgadas
lecturas sobre la sociedad y cultura urbanas.” (Melgar, 1991:68)
La noche por todo lo que ofrece ante el ojo que rechaza este etnocentrismo diurno
amplía no solo el conocimiento sobre relaciones sociales que se tejen en la
nocturnidad sino que ofrece además el otro lado del comportamiento social. El día
representado por la luz y la noche por la oscuridad influirán de diferente manera, en
las actitudes, roles, conductas, sentimientos y relaciones de los seres sociales, la poca
atención e incluso la discriminación otorgadas a la noche han opacado el conocimiento
de las diferencias o similitudes en ambas temporalidades.
Dentro de la variada población de la noche y los territorios que forman en el espacio
público, resaltan trabajos en torno a la ocupación callejera de las prostitutas (Antón y
Tomarcchio, 1995)
Los jóvenes y sus territorios nocturnos
La juventud se puede considerar como una etapa de la vida relevante en la
construcción de los sujetos tanto sociales como individuales, en la cual desde una
perspectiva psicológica el principal objetivo es la búsqueda de la identidad y la
consolidación de la personalidad, esta etapa puede definirse en contraposición con
otra que es la etapa adulta, oposición a partir de la cual se oponen estructuras, lógicas,
institucionalidades y hasta culturales.
La noche no solo es discriminada sino también criminalizada, es el tiempo subversivo
donde se hace lo que no se hace de día, a la noche se le otorgan los defectos y peligros
de la sociedad. Otorgándole a la noche la razón de ser de los peligros, delincuencias y
males ciudadanos.
La juventud no se puede definir bajo parámetros solamente biológicos, etáreos o
jurídicos ya que consideramos que es un producto construido socialmente que

52
implican contextos sociales, políticos, culturales que impactan en cada sociedad y
tiempo, “ser joven” no puede ser definido simplemente bajo parámetros objetivos ya
que implica la subjetividad de cada persona que se encuentra en esta etapa. “Ser
joven” implica también la asignación de funciones, valores, roles, comportamientos, y
hasta un estatus diferentes, que se encuentran generalmente determinados por la
sociedad, eso implica muchas veces que se pasa por alto la construcción subjetiva que
cada persona construye a partir de sus vivencias particulares.
La apropiación de los Antros, espacios públicos para seres sociales como lo son los
jóvenes se constituye como un referente identitario. A partir de la apropiación de
territorios por actores sociales se pueden observar diversas dimensiones simbólicas
sobre el espacio, las cuales van a estar relacionadas con procesos de construcción de
los actores sociales como seres individuales
Los espacios apropiados en tanto espacios simbólicamente relevantes se constituyen
como lugares de identidad donde los individuos se reconocen y definen como tales, el
espacio también puede ser simbolizado como el espacio de interacciones del individuo
a partir del cual se llega a generar la construcción de círculos sociales propiciando así
la integración social de sus actores, ambos elementos aquí mencionados se
constituyen como relevantes en los procesos de construcción de la identidad y
personalidad del joven tanto a nivel psicológicos como a nivel social.

LA TEMPORALIDAD DE LOS ESPACIOS E IMAGINARIOS


La temporalidad de los espacios apropiados juega asimismo un papel determinante en
la construcción de referentes identitarios relacionados al Antro, la ocupación nocturna
de calle, plazas, Antros, es un fenómeno que se menciona en investigaciones
relacionadas con lo joven (Costa, Pérez y Tropèa 1996), sin embargo el énfasis que
realizan en la noche todavía la muestra como un espacio temporal que ha sido
descuidado en los estudios sobre la realidad social, la noche es una temporalidad a la
cual se le ha atribuido una serie de situaciones y comportamientos por parte sus
actores, que muchas veces caen en estereotipos que denigran tanto a los actores como
a los mismos espacios.
El problema de la apropiación de espacios urbanos por parte de los jóvenes no
simplemente se encuentra ligado a una serie de situaciones como la ausencia de
espacios públicos y privados destinados a los jóvenes, sino también tiene que ver con
que los espacios públicos abiertos tienen funcionalidades que no siempre están
acordes con las actividades juveniles ya que existen prohibiciones con respecto a la
estadía o desenvolvimiento de los jóvenes en estos espacios y que de hecho están
diseñados y planificados para actividades diurnas. En este sentido, la noche como tiempo
espacio de interacción juvenil, se presenta como un fenómeno de subcultura con respecto a
las instituciones que planifican, diseñan y administran los espacios públicos desde una
perspectiva estrictamente diurna.
La reterritorialización Nocturna que se ha dado en algunas partes de la Ciudad, como
son el triangulo que forman las colonias Roma- Condesa, Centro, y Polanco, donde
distintos jóvenes se han apropiado algunos días de la semana para hacer suyos los
53
Antros que se encuentran en estos lugares. El territorio, despierta en estos jóvenes, y
más aún porque esta reterritorialización se realiza durante la noche cuando en estos
grupos de clase medieros los recursos no constituyen un problema que suponga una
imposibilidad de acceder a un bar o ambiente nocturno.
Y por supuesto que hay fuera del reino de los seres humanos una gran cantidad de
seres que sólo aparecen cuando la oscuridad viene y que podría ser más contundente
a continuación podría llamarse "criaturas de la noche".

Esto nos lleva un paso más a la dimensión ontológica-filosófica en la antropología de


la noche. ¿Cómo se evaluará la noche en sus, éticas o filosóficas reflexiones religiosas y
en sus acciones? Es la noche en todas partes y siempre conectado con el peligro y el
mal como la antípoda del día? ¿ O hay también evaluaciones positivas sobre la noche o
al menos partes de ella o en relación con algunas noches del año a esto podríamos
llamar a este "el lado oscuro de la vida”.

Esta dimensión, finalmente nos llevará a la cuestión que es más o menos directamente
vinculados con todos los demás, a saber, la cuestión de cómo, en una cultura
determinada, de día y de noche se ven en sus oposiciones, sino también la
interdependencia dialéctica. Este sub-campo que se podría llamar "día y noche"
implica también un "sub-sub-campo", si quiere, que se ve a veces transitoria. Se podría
llamar a este sub-sub-campo "el atardecer y el amanecer".

En términos más generales, se le preguntará: ¿Cómo se prevén y reunir a la dialéctica


de día y de noche, sueño y vigilia, así como nocturna "passiones y acciones diurnas?
La muerte, la obscuridad, el amor y el sueño son algunos de los aspectos que se
relacionan con la noche, es decir, con la etapa intermedia entre el ocaso y el amanecer,
afirmó el Doctor Jacques Galinier32, Explicó que la noche se relaciona con la muerte, en
particular con esa sensación de que en este periodo del tiempo disminuye la energía
física del cuerpo sintetizó el fenómeno de la noche, utilizando tres figuras de la
mitología griega: los dioses Hypnos, Eros y Tanatos, o bien el sueño, el amor y la
muerte, que se encuentran presentes en casi todas las culturas del mundo,
principalmente en las occidentales.

Además La noche tiene sectores y zonas que están socialmente vistas como peligrosas,
riesgosas e inseguras. Es aquí donde los imaginarios de ciudad entran:
Existen áreas de la ciudad que se visitan ocasionalmente y otras que jamás se
frecuentan, pero de las cuales se construye un mapa mental a partir de la información
indirecta y por lo tanto apoyada en estereotipos o prejuicios. Es entonces cuando la
ciudad se vuelve función imaginabilidad (Lynch) y cuando las diferentes zonas de la
ciudad empiezan a tener reputaciones y etiquetas. Michel Agier (1995) habla incluso

32
director de Investigación del Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia (CNRS), y docente en la Universidad de París X Nanterre,
durante su conferencia magistral “La antropología de la noche: una nueva frontera de la disciplina”, en el Colegio de Antropología Social de la BUAP.

54
de “áreas morales”, que son representaciones que tienen algunos grupos sobre los
habitantes de otro barrio o sector.”33
produce temor”. Además se dan variables como el imaginario de lo desconocido que
siempre genera inseguridades y miedos, pero de igual forma lo conocido también
genera estas sensaciones ya que sabemos a lo que nos estamos confrontando.

Los territorios por si solos no serían nada sin los actores y personajes que les dan
sentido a éstos. Para identificar los individuos nocturnos que transiten por estos
lugares decidí tomar los personajes identificados por Rossana Reguillo y detallados en
el escrito de “Los rostros del miedo”. 34 Reguillo califica a los sujetos como ‘criaturas
de la noche’, donde encontramos “drogadictos, borrachos, prostitutas, jóvenes –que
escapan a la definición normalizada–, homosexuales, travestidos que son imaginados
como portadores de los antivalores de la sociedad y como propagadores del mal”.

En este paisaje urbano se daban cita la mayor dificultad que entabla la noche con
quienes la viven, todos los agentes aceleradores que Reguillo plantea que acompañan
a las criaturas de la noche: alcohol, drogas y sexo. Hay actores secundarios que
también influyen sobre el pensamiento del ciudadano capitalino en torno al paisaje
nocturno, indigentes, habitantes de calle y desplazados son actores que se convierten
en permanentes, como diría Andrés Salcedo, que ocupan el espacio público. La
mayoría de estos grupos son descritos como potenciales ladrones ya que la necesidad
sería un argumento para juzgarlos de esta manera. no cumple con la tarea de
auxiliarlos. En términos de Zygmunt Bauman, se puede decir que ellos sufren una
muerte simbólica, por lo que son excluidos de la sociedad y son vistos como
propagadores de males.

Otro de los imaginarios y tal vez el más real es el de La accidentalidad vial, pareciera
ser un fantasma que ronda por la cabeza de todos. En la investigación, obtuve
respuestas de padres de familia, en especial de madres, que no les gustaba que sus
hijos conducieran de noche por la posibilidad de chocar; también negando así el
préstamo del vehículo a sus hijos. De todas formas las concepciones sociales del miedo
a choques se ven reflejadas en cifras oficiales, aunque estos han bajado gracias a la
medida del alcoholímetro.

Esto necesariamente va de la mano del agente catalizador del mal que es el alcohol.
Así mismo, pude examinar esta variable de los accidentes en carro, la cual está muy
presente en cada sujeto capitalino por lo que la muerte puede aparecer en un choque
vial nocturno.

Para finalizar…Si se presta atención a las prácticas sociales que se llevan a cabo en
estos espacios, se puede apreciar que es un sitio complejo donde se establecen

33 Salcedo, Andrés. 1996. La cultura del miedo: la violencia en la ciudad.

34 Reguillo, Rossana. Los miedos contemporáneos. Pág.32.

55
prácticas diversas que van desde el consumo de drogas legales e ilegales, el faje y el
toqueteo hasta ciertas prácticas de diferenciación a través de los consumos, que
posicionan a los jóvenes en jerarquías distintas dentro y fuera del espacio de acuerdo
a parámetros de inclusión/exclusión. Allí se reproducen ciertas conductas y
características de la cultura parental de estos jóvenes, pero también se rompen con
esquemas morales de prohibición.

La intención máxima del espacio es ser multifuncional, un área de diversión


concentrada en un espacio cerrado que permita a los jóvenes entrar por algunas horas
en un ensueño festivo, pero también les permita construir prácticas para diferenciarse
y relacionarse entre ellos.

La frivolidad con la que muchas veces se concibe al antro y a los jóvenes que lo visitan
por ser un espacio que privilegia el consumo, la moda y las apariencias, puede no estar
alejada de la realidad, pero tampoco es la única forma en la que pueden apreciarse
estos establecimientos.

La disco presenta complejidad de dimensiones sociales que sin distraerse de lo lúdico,


reflejan representaciones y prácticas identitarias de un sector juvenil de la ciudad de
México deseoso por poseer espacios de entretenimiento y consumo donde puedan
compartir gustos y expectativas, que no pueden reducirse a banalidades por ser
incompatibles para otros sectores sociales y grupos etarios.

Hay días y horarios específicos para la socialidad juvenil y éstos han sido preescirtos
por los comerciantes y ofertantes de servicios en los antros y a veces por los mismos
jóvenes asistentes, más dependientes. En estos días de intensa interacción juvenil que
puede iniciar desde el día miércoles, jueves y viernes por la tarde y terminan el
entrado el domingo en la madrugada.

La selección puede ser y en su mayoría es jerárquica de los mismos según las


relaciones de sentido, consumo, proximidad y de afecto que establecen con ellos. En
ese sentido se puede hablar de una privatización selectiva afectiva de ciertos lugares.
Establecer con otros iguales a ellos y exhibirse y mirar a otros, conectar y desarrollar
relaciones entre jóvenes que comparten un mismo estilo de vida, ya sea clasemediero
o de otros niveles. Estos forman parte de itinerarios y circuitos de diversión y
encuentro compuesto por un conjunto de lugares semi-publicos, semi-privados
comerciales a través de los cuales conocen, recorren y se distinguen de otros grupos
sociales de la ciudad. Eventualmente estos itinerarios configuran territorios que se
caracterizan por ser episódicos, fugaces pero íntimos, es decir más acordes a las
características de las formas agregativas efímeras y cambiantes.

56
Capítulo III

EL TIEMPO

TIEMPO LIBRE, Y OCIO

Este capítulo he decidido tratar el tema del tiempo y del ocio, ya que considero un
tanto mágico y privilegiado de la existencia del ser humano contemporáneo. Son las
actividades elegidas libremente, según los gustos y las aspiraciones de cada quien.
Incluso si predominan ciertas actividades (los deportes, los viajes, la televisión), el
ocio ofrece una gama de ellas prácticamente ilimitadas, debido a que dependen de lo
que se proponga cada individuo. Pero el ocio puede entenderse, también, de dos
maneras distintas: en el primer lugar con el tiempo que se le dedica. El ocio sería, ante
todo, el tiempo libre, independientemente de las actividades en las que se emplee ese
tiempo disponible.

Pero el tiempo de ocio no es el mismo, como suele pensarse, que el tiempo fuera del
trabajo. Hay muchas obligaciones que se insertan en el tiempo de trabajo y que
reducen notablemente el tiempo disponible para el ocio; algunas de ellas son:

-el tiempo empleado en trasladarse del lugar de residencia al del trabajo, y a la


inversa, cada día más prolongado;

- las obligaciones familiares o sociales (los trámites administrativos, por ejemplo), sin
contar el tiempo necesario para satisfacer las necesidades fisiológicas (sueño,
comidas, etcétera.) Las actividades familiares, se realizan por placer o por obligación,
o por elección libre. Ambos factores suelen estar estrechamente unidos; por ello,
algunos autores como j. Dumazedier, han propuesto que se dé a estas actividades de
carácter mixto el nombre de “semidistracciones”, señalando así la ambigüedad y la
dificultad para determinar el tiempo ocio y las actividades rigurosamente ligadas a
él.35

Para salvar esta dificultad, otros autores, entre los que se encuentran M. Kaplan, han
elegido un tercer enfoque, que no constituye una definición basada en el contenido de
las actividades de esparcimiento o el tiempo requerido para llevarlas a cabo: toda
actividad que resulte de una elección libre y que proporcione a la persona que la
realiza un sentimiento de libertad podría considerarse como ocio. Es el conjunto de
estos tres aspectos, que se complementan entre sí, lo que hay que tomar en cuenta al
hablar de ocio. A primera vista, el ocio atañe específicamente al individuo, puesto que
depende libre elección, del ejercicio de su libertad. Pero aparte del hecho de que los
diversos consumos culturales condicionan en mayor o menor grado la elección del

35
Roger Sue, El Ocio , breviarios del Fondo de Cultura Económica, 1982, pag 9

57
individuo, el ocio ha cobrado tal amplitud que se ha convertido en fenómeno social. La
disminución progresiva de las horas de trabajo y el incremento del tiempo libre que se
deriva de ello afectan a todas las categorías de la población activa. Ese tiempo libre,
que antes era marginal, tiende a adquirir cada vez mayor importancia. Esto se debe no
solamente a que su duración va en aumento, sino también a que el momento
privilegiado que representa para satisfacer un mayor número de necesidades que las
de la vida de trabajo se vuelve uniforme, se mecaniza, y da cada vez menos lugar a la
expresión propia del asalariado. Desde este punto de vista, el ocio se opone al trabajo,
es su antídoto.

A la vez que aumenta el tiempo libre, las prácticas del ocio se vuelven más intensas. El
ocio ya no es ese tiempo vacío que sigue al tiempo de trabajo; ya no solo el tiempo
necesario para la reproducción de la fuerza de trabajo, como la definían los marxixtas.

Está claro que el derecho al ocio se ha convertido en una reivindicación social.


Fundamental. Con todo las distracciones han seguido un desarrollo rápido en estos
últimos tiempos y de consumos. Parece ser que las actividades de esparcimiento
tienen cada vez más un papel de agentes de transformación social y son susceptibles
de generar un modelo de sociedad opuesto al modelo tradicional de crecimiento
industrial. Una progresión lenta del tiempo libre favorece el restablecimiento de
cierto equilibrio entre el trabajo y el ocio, y este movimiento es irreversible. Cada ve
vez se perfila poco a poco una red de trabajos por gusto y a ejercer talentos propios.
Aquí se vuelve imprecisa la frontera entre el trabajo y el ocio, Maritza Urteaga ya lo
planteaba en su capítulo de jóvenes Trends, donde el trabajo va ligado totalmente al
gusto de lo que ellos quieren desarrollarse.

¿Por qué si el trabajo estuviera organizado de una manera diferente, porque no habría
de convertirse en diversión?. Esta idea de reconciliar el trabajo con el ocio y sustituir
el primero por el segundo aparece en Marx, como en los socialistas utópicos (Fourier),
y sigue conservando toda su actualidad.

Después de una primera reflexión, se sentiría uno tentado a decir que el ocio siempre
ha existido a decir que el ocio siempre ha existido, que pertenece a todos los tiempos,
a todas las épocas. Es cierto sólo en parte. Todas las sociedades han conocido el
tiempo libre, y en algunas de ellas se contaba con más tiempo libre, y en algunas de
ellas se contaba con más tiempo libre, y en algunas de ellas se contaba con más tiempo
libre que en la actualidad. Pero ¿se puede asimilar, por ello, ese tiempo libre a un
tiempo d esparcimiento tal como lo concebimos en nuestros días? No, porque la
concepción del ocio ha evolucionado considerablemente a través de los siglos, en
función de diversos modelos de organización social; por esto no se puede hacer una
amalgama, pero sí es posible establecer comparaciones. Siempre se tiende a
considerar la civilización Griega como una edad de oro. El ocio no constituye la
excepción y fácilmente se toma a esta como una de las que más han permitido el
desarrollo pleno del hombre en el ocio.

58
El ciudadano griego llevaba una vida de ocio en la que lo principal era la expresión
plena de su “nobles” potencialidades. El trabajo no podía tener un lugar de
importancia, puesto que se le consideraba degradante y por esta razón se reservaba a
la casta de los esclavos. Cualquier forma de trabajo se oponía a la condición del
ciudadano griego. El trabajo y el ocio se excluían el uno al otro, formaban parte de dos
órdenes distintos que no guardaban relación entre si. Esto a pesar de que, a fin de
cuentas, era el trabajo de unos lo que permitía el ocio de los demás.

Esta relación de exclusión entre el trabajo y el ocio se advierte en la etimología: ocio


en griego es scholé, que significa al mismo tiempo ocio e instrucción. Se observará que
se consideraban emparentadas estas dos nociones que algunos siguen asociando
estrecha mente, al suponer que el desarrollo de las distracciones y el provecho que se
puede obtener de ellas van a la par con la elevación del nivel cultural. El ocio, como lo
concebían los griegos, implicaba entonces el pertenecer a una determinada casta (ser
ciudadano griego y de sexo masculino), así como el goce del estado de ociosidad. El
ocio en nuestros días ya no es privilegio de una minoría, de una casta o de una clase;
incluso aunque sigan existiendo desigualdades considerables, toda la población tiene
derecho a él.

3.1 En las sociedades preindustriales

El tiempo libre en estas sociedades no se puede comparar con el ocio moderno. Es el


resultado de os azares del clima, d las malas temporadas que hacen imposible el
trabajo agrícola. En otras palabras, es tiempo “libre”, es más bien un tiempo forzado,
en la medida en que la inactividad no se elige si no se sufre. Esta inactividad forzada se
vive más que como una maldición más que como una fuente eventual de
esparcimiento. Los escasos días feriados son impuestos por la iglesia, muchas veces
contra la voluntad de los campesinos. Estas fiestas religiosas se transforman en fiestas
paganas, en las que los campesinos dan rienda suelta a una expresión más espontanea,
pero no por ello podemos hablar de una diversión como la concebimos nosotros.

Para ellos no existe una separación clara entre el tiempo de trabajo y el tiempo de no
trabajo, es decir, entre el tiempo de obligaciones y el tiempo de liberación o descanso.
La vida es contemplada como continuidad. No existe una ruptura temporal. Cuando
trabajan no lo asocian como tiempo de trabajo. En las premodernas estos tres
conceptos eran distintos a la actualidad. El trabajo y el tiempo venia dado por el
tiempo natural, meteorología, por los ritos, el tiempo astronómico, exigencias
comunitarias y religiosas

El carácter obligatorio de estas manifestaciones y su ritualización las someten a


normas que excluyen el libre albedrío de quienes participan en ellas. La
institucionalidad está presente en todas partes y vela porque se respeten los días de
fiesta. Cerrando los ojos a los excesos que puedan ocasionar. Sin embargo, no existe un
tiempo determinado reservado para el esparcimiento.

59
Un texto que me parece fundamental para entender la problemática del tiempo y ocio
es el de Thompson E.P de su libro Tradición, revuelta y consciencia en su apartado
Tiempo, disciplina de trabajo y capitalismo, aborda el fenómeno de la aparición
tecnológica del reloj en el siglo XIV, el reloj sube al escenario de la organización y el
cambio se produce con toda certeza. Con el avanzar del siglo XVII la imagen del
mecanismo de relojería se extiende. Formando un cambio en el sentido del tiempo a la
disciplina de trabajo, influyendo en la percepción interior del tiempo de la gente
trabajadora. Siendo cómplice de la transición a la sociedad industrial madura, creando
una severa reestructuración de los hábitos de trabajo y cambios en cuanto a las
relaciones con las representaciones internas del tiempo. 36 Además entre pueblos
primitivos la medida del tiempo está generalmente relacionada con los procesos
habituales del ciclo de trabajo o tareas domésticas. Se establecían diferentes
desarrollos de una definición ocupacional del tiempo.

Una indiferencia tal ante las horas del reloj sólo se podía dar en una comunidad de
pequeños agricultores y pescadores con una estructura mínima de comercialización.
Se pueden observar ritmos de trabajo “naturales”: la organización del tiempo social en
el puerto se ajusta a los ritmos del mar; hay que ocuparse de las ovejas mientras crían
y guardarla de los depredadores.

El tiempo no es dado, sino construido en las sociedades.

La orientación del tiempo que surge de estos contextos ha sido descrita como
“orientación al que hacer”. Proponer Thompson tres puntos sobre la orientación al
quehacer.

1) En cierto sentido es más comprensible humanamente que el trabajo regulado por


horas. 2) Una comunidad donde es normal la orientación al quehacer parece mostrar
una demarcación menor entre “trabajo” y “vida”. 3) Al hombre acostumbrado al
trabajo regulado por reloj, esta actitud le parece antieconómica y carente de apremio.

Pero la cuestión de la orientación al quehacer se hace mucho más compleja en el caso


de que el trabajo sea contratado. Se señala el cambio de orientación al quehacer a
trabajo regulado. No es el quehacer el que domina sino el valor del tiempo al ser
reducido a dinero. El tiempo se convierte en moneda: no pasa sino que se gasta.

No está claro hasta qué punto estaba extendida la posibilidad de disponer de relojes
precisos en la época de la Revolución Industrial. Desde el siglo XVI se erigieron relojes
en iglesias y lugares públicos. El reloj de bolsillo era de precisión dudosa hasta que se
hicieron ciertos progresos. La fabricación relojera en pequeñas localidades sobrevivió

36Tomado de Thompson, E.P., Tradición, revuelta y consciencia de clase. Editorial Crítica,


Barcelona: 1979. (pp. 239-293) TIEMPO, DISCIPLINA DE TRABAJO Y CAPITALISMO INDUSTRIAL

60
hasta el siglo XIX. En contraste, la fabricación de relojes de bolsillo, desde los primeros
años del siglo XVIII, se concentró en unos cuantos centros.

El registro del tiempo pertenecía a mediados de siglo todavía a la gente acomodada,


patronos, agricultores y comerciantes; y es posible que la complejidad de los diseños y
la preferencia por los metales preciosos, fueran formas intencionadas de acentuar el
simbolismo de status. Había muchas maquinarias de medir el tiempo hacia 1790: el
énfasis se iba trasladando del “lujo” a la “conveniencia”; se está produciendo una
difusión general de los relojes en el momento exacto en que la Revolución industrial
exigía una mayor sincronización del trabajo. Además, el reloj era el banco del pobre,
una inversión de sus ahorros; en épocas malas podía venderse o empeñarse.

La atención que se presenta al tiempo en la labor depende en gran medida de la


necesidad de sincronización del trabajo. En los comienzos del desarrollo de la
industria fabril y de la minería, sobrevivieron muchos oficios mixtos. Es en la
naturaleza de este tipo de trabajo donde no puede sobrevivir una planificación del
tiempo precisa y representativa. En la norma de trabajo se alternaban las tandas de
trabajo intenso con la ociosidad, donde quiera que los hombres controlaran sus
propias vidas con respecto a su trabajo.

Surgió la tradición de hacer honor a San Lunes. San Lunes era venerado casi
universalmente dondequiera que existieran industrias de pequeña escala, domésticas
y a domicilio. Se perpetuó en Inglaterra hasta el siglo XIX. Donde la costumbre se
encontraba profundamente establecida, el lunes era el día que se dejaba para el
mercado y los asuntos personales. Podemos constatar que la irregularidad de días y
semanas de trabajo se insertaba, hasta las primeras décadas del siglo XIX.

¿Hasta qué punto puede extenderse esta problemática de la industria fabril a los
trabajadores rurales? Aparentemente su caso supondría un implacable trabajo diario
y semanal: el bracero rural (labores en la casa, realizadas por mujeres) no gozaba de
San Lunes. En el siglo XIX la polémica se resolvió en gran parte a favor del trabajador
asalariado semanal, complementado por las labores necesarias, cuando lo requería la
ocasión.

3.2. Sociedad industrial

No hubo nunca un solo tipo de transición. La tensión de ésta recae sobre la totalidad
de la cultura: la resistencia al cambio y el asentimiento al mismo surge de la cultura
entera. Examinamos los cambios producidos en las técnicas de manufactura que
exigían una mayor sincronización del trabajo y mayor exactitud en la observación de
las horas en todas las sociedades, sino también la vivencia de estos cambios en la
sociedad del naciente capitalismo industrial. Los ritmos irregulares de trabajo
descritos en la sección anterior nos ayudan a entender la severidad de las doctrinas
mercantilistas por lo que respecta a la necesidad de mantener bajos los salarios como
prevención contra la inactividad. Surge el Tiempo cronometrico una nueva concepción
61
del tiempo al que vamos a llamar tiempo cronométrico, que es distinto a la concepción
anterior del tiempo. Ahora aparece un tiempo separado de la naturaleza y unido al
sistema productivo, al trabajo.

Thompson describe diferentes puntos relacionados con la disciplina del tiempo más
particularmente:

El primero se encuentra en Law Book of the Crowley Iron Works. Aquí, en los
comienzos mismos de la unidad a gran escala de la industria manufacturera, Crowley
creyó pensar un código completo civil y penal, para gobernar y regular la refractaria
mano de obra. Crear un control del tiempo por un monitor. Se ordenó al vigilante de la
fábrica que mantuviera una vigilancia “tan estrecha que no estuviera al alcance de
nadie alterar esto”. Entramos aquí, ya en 1700, en el conocido panorama del
capitalismo industrial disciplinado. Unos setenta años después se impuso la misma
disciplina en las primeras fábricas de los algodoneros.37

Todo lo que los patronos deseaban imponer estaba en las páginas de un solo folleto:
Friendly Advice to the Poor escrito por CLAYTON. El trabajador no debe perder el
tiempo ociosamente en el mercado o malgastarlo cuando compra. Se disponía de otra
institución no industrial que podía emplearse para inculcar la “economía del tiempo”:
la escuela. Se consideraba la educación como un entrenamiento en el “hábito de la
industriosidad”; cuando el niño llegara a los seis o siete años debía estar
“acostumbrado” (para no decir naturalizado) al Trabajo y la Fatiga. Las exhortaciones
a la puntualidad y regularidad están inscritas en los reglamentos de todas las escuelas
primarias.

La embestida, desde tan varias direcciones, a los antiguos hábitos de trabajo de las
gentes no quedó, sin oposición. En la primera etapa, encontramos simple resistencia.
Pero en la siguiente, mientras se impone la nueva disciplina de tiempo, los
trabajadores empiezan a luchar, no contra las horas sino sobre ellas.

Hacia finales del siglo XVIII existen algunos indicios de que algunos de los oficios más
favorecidos habían conseguido algo parecido a la jornada de diez horas.
Al principio algunos de los peores patronos intentaron expropiar a los trabajadores de
todo conocimiento del tiempo. A menudo, se adelantaban los relojes de las fábricas
por la mañana y se atrasaban por la tarde; y en lugar de ser instrumentos para medir
el tiempo, se utilizaban para el engaño y la opresión.

Hemos visto algo sobre las presiones externas que imponía la disciplina pero ¿Qué hay
sobre la interiorización de la misma? ¿Hasta qué punto era impuesta y hasta qué
punto asumida? Hay quizás una insistencia nueva, un acento más firme, cuando los

37Tomado de Thompson, E.P., Tradición, revuelta y consciencia de clase. Editorial Crítica,


Barcelona: 1979. (pp. 239-293) TIEMPO, DISCIPLINA DE TRABAJO Y CAPITALISMO INDUSTRIAL

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moralistas que habían aceptado esta nueva disciplina para sí la prescriben para la
gente que trabajaba.

Así, Baxter en su “A Christian Directory” subraya este buen gobierno del tiempo. El
tiempo es visto como moneda. “que tus horas de sueño sean sólo tantas como exige tu
salud”. Hay dos extremos: el de hurgar en el nervio de la mortalidad y la homilía
práctica. Se desprecia a la pereza y se incita al máximo aprovechamiento del tiempo.
Consiguen introducir la imagen del tiempo como moneda en el mercado del trabajo.

Los nuevos hábitos de trabajo se formaron, y la nueva disciplina de tiempo se impuso,


de todos estos modos: la división del trabajo, la vigilancia del mismo, multas,
campanas y relojes, estímulos en metálico. A lo largo del siglo XIX se continuó
dirigiendo a los obreros la propaganda de la economía del tiempo, degradándose la
retórica, deteriorándose cada vez más los apóstrofes a la eternidad.

Las clases ociosas comenzaron a descubrir el problema del ocio de las masas. En una
sociedad capitalista madura hay que consumir, comercializar, utilizar todo el tiempo;
Durante la Revolución los incentivos salariales fueron claramente efectivos.

El capitalismo industrial, fue el agente que convirtió a los hombres a la nueva


valoración del tiempo, que saturó las cabezas de los hombres con la ecuación el
tiempo es oro. El sistema capitalista creo lo que fuera necesario, en este caso; la ética
laboral que permitió al mundo industrializado poner a todos en la sincronía que
quería. A través de mecanismos que se utilizaban para imponer la disciplina a través
del tiempo. La relación entre tiempo y disciplina de trabajo se da cuando el
capitalismo industrial se va imponiendo sobre las clases trabajadoras. Se van
racionalizando muchas áreas de la vida. Se mete a las clases trabajadores en los ritmos
que requerían los industriales, en un ritmo contabilizado, en horas y minutos. Esta
imposición implico una relación de poder, de dominio.

La percepción del tiempo en los trabajadores cambio las costumbres, y hubo


resistencias de las clases subordinadas. Porque las realidades sociales no las hacen
sólo las clases dominantes, sino que surgen del conflicto y la tensión entre sectores
trabajadores y clases dominantes. Thompson nos dice que se trataba de imponer la
percepción del tiempo que requería la industria (tiempo de reloj), de regirse por una
medida abstracta de tiempo, lo cual era una novedad absoluta. Se llevaron a cabo
entonces, desarrollos técnicos de distintos tipos de relojes, etc. La motivación de esto
era el desarrollo de la industria moderna.

La industria requirió tanto del reloj porque en la industria capitalista requería de este
para tener más capital. Esto implicaba que la industria tenía que administrar cada vez
más el tiempo. Inculcar la noción del tiempo a las clases trabajadoras implicó un
proceso cultural de gran alcance, en todos los ámbitos de la cultura.

Hubo transformaciones históricas y culturales como el avance del capitalismo,


industrialismo y modernización. Las características de la sociedad moderna tenían
63
que avanzar de una forma lineal. Thompson discute con los que planteaban que la
modernización fue inevitable por el avance lineal capitalista.

Para Thompson los enfoques de modernización como avance lineal dejan de lado que
los procesos dominantes no se generan con una lógica lineal sino por una compleja
trama de conflictos y de reacomodamientos.

Si van a aumentar nuestras horas de ocio, en un futuro automatizado, el problema no


consiste en “como podrán los hombres consumir todas estas unidades adicionales de
tiempo libre”, sino “qué capacidad para la experiencia tendrán estos hombres con este
tiempo no normatizado para vivir”.

Los hombres tendrán que aprender cómo llenar los intersticios de sus días con
relaciones personales y sociales más ricas, más tranquilas; cómo romper otra vez las
barreras entre trabajo y vida. No existe el desarrollo económico si no es, al mismo
tiempo, desarrollo o cambio cultural; y el desarrollo de la conciencia social, como el
del pensamiento del poeta, no puede, en última instancia, seguir un plan determinado.

El enemigo de la ética burguesa es el pobre que no quiere trabajar (el pobre


indolente). Éste aparece en relación con la ética burguesa que trata de imponer una
manera etnocéntrica sus valores sobre el resto de las clases y se ponen en el rol de
tutores. Se imponen a sí mismos la necesidad de sancionar moralmente a los otros. El
ocio aparece como el centro de todos los vicios. Las clases subordinadas aceptan la
subordinación pero también la resisten. La hegemonía implica imposición pero
también aceptación. Con el surgimiento de las primeras sociedades industriales,
evoluciona la naturaleza del trabajo, que sin por ello se liberé un tiempo para el ocio.

Desde el punto de vista económico, el ocio es improductivo y, por el contrario, incita al


consumo, en el siglo XIX todo el sistema económico se orienta hacia la acumulación y ,
por lo tanto, al ahorro destinado a fortalecer un capitalismo naciente. Es una sociedad
de producción, en la que se reprueba el ocio, por oposición a la sociedad de consumo
que conocemos, en la cual fomenta el ocio porque puede ser un factor de expansión.
Desde el punto de vista moral, el ocio se condena igualmente, porque predispone a la
ociosidad y a las costumbres relajadas, que generan comportamientos desviados de
una moral rígida del trabajo.

La pereza, o la autorreducción de las horas de trabajo, es un arma subversiva para


combatir las desigualdades sociales que se traducen en el ocio de unos y el exceso de
trabajo para los demás.

El propio Marx rara vez menciona la palabra ocio. Considera que el tiempo libre es
justamente el tiempo necesario para la reproducción de la fuerza de trabajo, y que si
los trabajadores obtienen una reducción del horario de trabajo, ese tiempo libre
servirá solo para una reproducción aumentada de la fuerza de trabajo, lo que
permitiría que se les explote con mayor eficacia, puesto que serán más productivos
después del descanso del que han disfrutado.
64
Es decir Marx nunca analizó el ocio como tal, sino a partir del trabajo, concepto
fundamental en su obra. Marx concibe la enajenación del hombre por el trabajo de tal
manera que el ocio no puede escapar a esta enajenación y representar una esfera
particular de su existencia.

La primera obra dedicada expresamente al ocio fue la Teoría de la clase ociosa, que T.
Veblen escribió en 1899. Lo más interesante del análisis de Veblen es que muestra la
manera como están ligados el ocio y el consumo. Para Veblen, el ocio ya no es más una
disposición del hombre que depende de su origen social; la aristocracia ociosa ha
muerto. A pesar de su ideología, que hace del trabajo el valor fundamental del nuevo
sistema social, la burguesía – los nuevos amos- sueñan sólo con una cosa: con imitar y
parecerse a los antiguos aristócratas. Es a través del ocio como piensan lograrlo,
dando así testimonio de su nueva condición.

El ocio es, en primer lugar, un consumo de tiempo, y los nuevos burgueses se las
arreglan para demostrar en toda ocasión su inactividad. Pero sobre todo, es un
consumo desenfrenado de artículos de lujo o de objetos inútiles que sólo tiene el valor
del precio que se ha pagado por ellos. El burgués no consume para si mismo, sino para
demostrar a los demás lo que su nueva condición le permite obtener.

Para referirse a este fenómeno, Veblen utiliza la expresión “consumo ostentatorio”. El


ocio y el consumo ostentatorio que este implica son un símbolo de clase, un signo de
distinción social. Hay que cotejar este consumo del ocio como lo describe Veblen con
la noción de potlach observado el consumo excesivo, el despilfarro a los ojos de todos,
es un signo de reconocimiento que sitúa al individuo en una jerarquía social elevada.

De Veblen destacan básicamente dos aspectos que constituyen una introducción al


ocio actual: puede ser un símbolo de clase, y en nuestra sociedad moderna
encontramos también distracciones que simbolizan la pertenencia a una clase social.
Es decir en los antros observa precisamente esta reproducción cultural. El ocio se
inscribe también en el registro del consumo, de la carrera de equipos para las
diversiones, indispensable para una determinada posición social.

El ocio se traduce en un consumo neurótico de objetos que supuestamente brindan


nuevas satisfacciones, a la vez que obedecen básicamente a una preocupación por
establecer una distinción social. El ir al último antro de moda, y exhibir el último
celular o iphone, o la ropa de marca, o el carro más reciente no es una mera cuestión
de satisfacción personal; ante todo, lo que entra en juego es el prestigio que la
posesión de estos aparatos confiere ante los ojos de los demás.

Características del Ocio Moderno

Este punto es el más importante para nuestra investigación sobre la construcción de


los antros ya que en este apartado podemos desarrollar nuestras tesis de estos locales
como espacio de ocio, en una sociedad moderna cada día más ligada a este tipo de
65
actividades de diversión. Pero creo que era importante desarrollar los conceptos aquí
vertidos del tiempo y Ocio.

Diría también hoy, como en su tiempo, Aristóteles, «es saber con qué clase de
actividad hay que llenar el ocio, para convertirlo en fuente de verdadera felicidad». El
ocio es una actividad liberada y liberadora, relajante y fruitiva. ¿Por qué no calificarla
de actividad lúdica?. Frente al trabajo-esfuerzo, el ocio es la actitud de la
contemplación lúdica y festiva. Ajeno a toda negatividad, el ocio vive, pues, de la
afirmación:

Frente al trabajo-fatiga, el ocio representa la no-laboriosidad, Frente al trabajo-


función social, el ocio viene a cortar perpendicularmente la línea del trabajo. El
sentido del ocio no es simplemente facilitar, mediante descanso corporal o recreo
espiritual, nuevas fuerzas para seguir trabajando. El ocio persigue un posibilitador al
hombre ser él mismo y autorrealizarse como tal. Es en el ocio donde, mejor que en
cualquier otro ámbito, se protege y se salva lo más auténtico y nuclear de nuestro ser.

Precisamente porque en el ocio puede alcanzarse un cierto autotrascendimiento no


con el titánico esfuerzo de quien pretende lograr algo, sino con un como arrobamiento
inesperado y fruitivo. Aun sin implicar agotador y fatigante esfuerzo, tal arrobamiento
es, sin duda, más difícil que la extrema y fatigosa tensión del trabajo, por estar menos
a nuestro alcance. Como síntesis de lo dicho, podemos ya definir el ocio como ese
conjunto de actividades a las que puede uno entregarse con todo agrado, sea para
reposar, para entretenerse, para desarrollar su información o su formación
desinteresada, su participación social voluntaria o su libre capacidad creadora, tras
haberse desligado de sus trabajos profesionales o de sus obligaciones familiares y
sociales.

Podríamos definirlo por tres características esenciales: una de tipo material, que
consiste en el tiempo disponible y continuo para practicar las actividades recreativas;
otra de tipo social, que es la generalización de las diversiones entre la población en su
conjunto; y una última de tipo institucional, caracterizada por el hecho de que la
colectividad se hace cargo de ciertas diversiones.

El acercamiento del tiempo libre, para poder desarrollar las actividades de


esparcimiento en los denominados espacios de estudio de este proyecto, Fue
necesario que se restara un tiempo suficientemente importante a las actividades de
producción; es decir para que pudiéramos ir a estos lugares Lúdicos se tuvo que
quitar un tiempo que ya no iba a ser totalmente absorbido por la satisfacción de las
necesidad fisiológicas o por diversas obligaciones que, como hemos dicho,
representan un tiempo forzado. La segunda condición para el despegue de las
actividades de esparcimiento se dio con la posibilidad de disponer de un tiempo libre
y prolongado. En efecto, la liberación de una hora diaria para el ocio no habría sido
suficiente para garantizar el desarrollo de las diversiones que conocemos. Es la
posibilidad de contar con un día entero, luego con un fin de semana, y por último con
66
vacaciones de varias semanas, lo que originó el verdadero auge de las diversiones y de
por siguiente el uso de estos espacios. Prácticamente se ha conquistado ya la semana
de cinco días laborales, que ha originado un prolongado tiempo libre que los citadinos
aprovechamos para ir a estos lugares de descanso de la rutina del trabajo.

Un factor importante que la nueva distribución está determinada por la organización


de las diversiones y no por las exigencias de la producción. Este cambio demuestra
que las diversiones ocupan un lugar cada vez más importante en la organización
social. Evidentemente, la reducción del tiempo de trabajo ha sido mucho más rápida
en los Estados Unidos; allí cada vez se generaliza más la semana de cuatro días y en
algunos sectores el trabajo ha quedado limitado a 30 horas semanales.

Una de las causas para estos acuerdos en los horarios de los trabajadores se
encuentran en la productividad del sistema y las nuevas tecnologías que se han
implementado en este ámbito. Paradójicamente, en la actualidad se teme a la
sustitución del trabajo humano por las máquinas, porque todavía no se sabe cómo
solucionar el problema del desempleo por la reducción del tiempo de trabajo.

Cada vez se inscriben más actividades de esparcimiento en el ámbito mercantil. La


autorreprodución del sistema capitalista, es decir, la incapacidad de generar un nuevo
sistema social y la creación artificial de nuevas necesidades en la esfera privada
explican, en parte, el hecho de que los beneficios de la productividad no hayan
liberado al hombre como se esperaba.38

El segundo factor importante que ha obstaculizado una reducción significativa de las


horas de trabajo se inscribe en un contexto internacional dice (Roger Sue; 1982, p.
29). Los procesos globalizadores cada vez mayor de las economías y la división
internacional del trabajo han impuesto a las economías nacionales la competencia de
unas con otras para lograr el mejoramiento de los niveles de vida y garantizar la
economía local. Para que resulten competitivos, los costos de producción de una
economía no deben rebasar los de las economías con las cuales compite. Una
reducción significativa de las horas de trabajo aumentaría y restaría competitividad a
los productos para la exportación. Por esto, en el sistema actual, es difícil imaginar una
reducción unilateral del tiempo de trabajo en un solo país.

La presión internacional y la competencia a nivel mundial son factores que han


influido considerablemente en la escasa reducción del tiempo de trabajo.

El tercer elemento es la fuerza de los sindicatos. La mayoría de las conquistas sociales


no habrían sido posibles sin la acción de los sindicatos, a veces alternada con los
partidos políticos. La limitación de las horas de trabajo depende de la situación de las
fuerzas productivas, pero también de la posición, más o menos fuerte, según la
coyuntura, de los sindicatos. Si bien los sindicatos siempre han militado a favor de la
reducción del tiempo de trabajo, no han hecho de ella una cuestión preferente en sus

38
Roger Sue, El Ocio , breviarios del Fondo de Cultura Económica, 1982, pag 29.

67
reivindicaciones. Así una vez más contra lo que se esperaba, los sindicatos no siempre
han puesto todas sus energías en la lucha de la reducción del tiempo de trabajo.

La mayoría de los trabajadores preferiría un aumento de sueldo a una disminución de


las horas de trabajo. Si la extensión del tiempo libre es una condición necesaria para
que desarrolle el ocio moderno, la generalización de las diversiones a toda la
población es todavía más importante. A pesar del acrecimiento del tiempo libre, el
ocio no tendría un efecto tan fuerte si no hubiera penetrado en todos los estratos
sociales de la población. E l ocio ya no es, como antes privilegio de la aristocracia o de
la burguesía. Ciertamente, se puede establecer una oposición entre determinadas
diversiones “elitistas”, que son privativas de una minoría, y las diversiones
“populares”. Los Antros deambulan en ambas. Pero de una u otra manera, el ocio atañe
a toda la sociedad. Esto significa que cada quien tiene sus propias diversiones.

El tiempo libre ya no es un tiempo vacio, es un tiempo dinámico del que se pretende


sacar el máximo provecho. Al lado de la vida laboral, surge una segunda vida,
cuantitativamente más corta, pero cualitativamente más rica. Se sobrelleva la vida de
trabajo con la perspectiva y la espera del tiempo de ocio; nunca ha habido otra
oposición más marcada. El fin de semana corresponde a un cambio total de
“ambiente”, de mentalidad; representa otra vida. Este hecho subraya la gran
diferencia que existe entre el tiempo libre y el ocio. La generalización del acceso a la
diversiones han revolucionado el tiempo libre; esta se manifiesta de muchas.

Por ejemplo el antro cuya finalidad de estos negocios es entretener, divertir, alejar al
individuo de su vida diaria: la escuela, el trabajo, el estrés, los problemas personales,
las preocupaciones. Cansados de lo habitual, los jóvenes son el blanco preciso del
entretenimiento nocturno que vende libertad, descanso de la cotidianidad y
alejamiento de los padres, los adultos y lo diurno. La noche cobija sus deseos, sus
silencios, sus ganas de pertenecer a un grupo, a un espacio en el que se sientan
identificados.

Por otra parte, el hecho de que miles de jóvenes participen en esa misma distracción
indica masificación de este tipo de entretenimiento sino también el lugar
fundamental que ocupa en el tiempo de ocio dentro de la vida social. La
generalización o, si se prefiere la democratización de las diversiones constituye una
característica esencial del ocio moderno que lo distingue del ocio como se concebía en
épocas anteriores.

La tercera característica del ocio moderno radica en su reconocimiento institucional.


La generalización de las diversiones no habría sido posible sin un reconocimiento
institucional, por parte del Estado, del derecho a las diversiones. Este reconocimiento
se manifiesta no solo en la limitación de las horas de trabajo, sino también en la
creación de organismos encargados de impulsar y apoyar las iniciativas a favor del
ocio. Estas se pueden dar a través de las secretarias como la de cultura del GDF, o el
CONACULTA a nivel Federal. Pero no solo el Estado interviene a nivel institucional en
el desarrollo de las actividades de esparcimiento; los comités empresariales disponen
68
a menudo. De fondos para facilitar las prácticas recreativa. Y en este sector nos
quedamos ya los antros son locales comerciales, donde los que invierten son
empresarios los que arriesgan su capital para arrancar un nuevo espacio o reciclar
sobre otro.

3.4. El antro como espacio del ocio

Garantizar el desarrollo del entretenimiento en una ciudad es ahora tan importante


como garantizar la salud o la educación. El ocio se ha llegado a convertir en una
función social primordial, como lo demuestra su institucionalización por parte de los
diversos organismos implicados. Esta institucionalización sería entonces una
injerencia en la vida privada que uniformaría las prácticas de esparcimiento; la
organización de las diversiones sería algo similar a una pre asimilación de los de las
diversiones planeadas de antemano para cada quien, lo cual se opone a la expresión
de la libre elección de cada individuo y a la personalización de las actividades
recreativas.

Está crítica demuestra que existe un peligro de “administración” de las diversiones


que no debe subestimarse. Pero por, por otro lado, la creación de instituciones y de
instalaciones públicas ha permitido que una mayor parte de la población tenga acceso
a las diversiones. Muchas de ellas suponen una organización colectiva; pero las
asociaciones no habrían podido organizar por sí solas las diversiones que requieren
de una infraestructura considerable.

Algunas distracciones en ellas sumamos a los antros, solo llegan a una minoría de
interesados pese a las acciones de apoyo del sector privado, y hasta veces el público a
través de Secretarías de Turismo de GDF. La generalización de las diversiones no
abarca todas las actividades de esparcimiento; algunas de ellas, como las culturales,
no se han democratizado en absoluto. Estas desigualdades frente al ocio reproducen
las desigualdades sociales que se observan en otras esferas de la vida social.

El ocio no es una esfera autónoma, independiente de las demás, en la que por arte de
magia quedan situados los individuos en un plano de igualdad. El lugar que ocupa una
persona en la jerarquía social y, sobre todo, el tipo de trabajo que realiza diariamente,
condicionan una buena medida las opciones en materia de entretenimiento.

En su famoso libro el trabajo hecho añicos, Friedman inspirada en el Taylorismo,


expones que las actividades de esparcimiento deberían de permitir al hombre
encontrarse a si mismo y experimentar con las potencialidades reprimidas en la vida
laboral. El ocio debería permitir al hombre todo aquello que el trabajo prohíbe. Sus
diversiones deberían proporcionarle lo que no encuentra en su trabajo.

El antro, un espacio del ocio, se ha convertido en un producto de la sociedad


industrial; es a la vez un tiempo disponible y un objeto de consumo; se vende y se
compra. Ha quedado inscrito en sistema de consumo, ya que el tiempo disponible para
el consumo va en aumento. El ocio y el consumo están estrechamente ligados. La
69
masificación e industrialización de las diversiones como un producto cualquiera ha
permitido una difusión de las diversiones que de otra manera no habría sido posible.
Ya se trate de la industria del alcohol o de los bares y discotecas , se convierten en
artículos para la diversión se han vuelto accesibles a todos gracias al proceso del
consumo. Como ocurre en todas las diversiones culturales llevan el sello de lo
comercial.

Las diversiones en gran escala, ha sido una condición para la democratización del
entretenimiento, también ha dado lugar a cierta tipificación de las diversiones. Por
ello se habla de una cultura de masas, de diversiones masivas que imponen un modelo
de comportamiento. Así por una parte se han democratizado las diversiones, y por la
otra, se han tipificado y uniformado. El tiempo de ocio está sujeto al imperativo del
consumo; que uno se refugia en el consumo o la adquisición para no tener que idear
sus propias actividades recreativas; que el sector mercantil se introduce cada vez más
en todas las actividades de esparcimiento.

Si bien las diversiones se han uniformado relativamente, las diversiones sociales como
ir a los antros se mantienen y se producen en la esfera del ocio como demás esferas de
la vida social. Ciertamente se trata de desigualdades económicas, ya que la parte del
presupuesto que se dedica para ir a estos espacios es mucho mayor en los estratos
superiores. La libertad de elección y el sentido de responsabilidad constituyen la
mejor opción para asumir activamente este tipo de diversiones. Las capas más
populares son las marginadas del ocio. Las acciones públicas para democratizar la
práctica de las diversiones activas, culturales o no, han fracasado. En términos
generales, la práctica de las diversiones es muy limitada en los estratos más populares
de la sociedad.

Hay ciertas diversiones que son más características de la juventud. En primer lugar,
los jóvenes, que no han ingresado a la vida profesional disponen de mucho más
tiempo de ocio que sus mayores. En segundo lugar, sus diversiones no son absorbidas
por la vida familiar. Como consecuencia el valor del ocio es mucho más importante
para los jóvenes, y no es poca la influencia que ejerce en el tradicional “conflicto de
generaciones”. El negarse a abandonar una vida rica en posibilidades de ocio, la
dificultad para encontrar un trabajo interesante, o simplemente un trabajo, explica en
parte la rebeldía de los jóvenes frente al modelo que proponen sus mayores.

Todo el ocio asociado a la noche y actividades que en ella se desarrollan: bares,


discotecas, y demás lugares en los que la música y la bebida son los pilares centrales.
La sociedad tiende a valorar al ser humano -hombre o mujer- por su utilidad,
rendimiento o productividad

Divertirse es, sin duda, muy humano y humanizante, ya que sus «consumidores» no
vuelven, tras sus enervantes labores, la diversión moderna. No deja de impresionar,
por su escalofriante cinismo, la frase de Baudelaire: «Hay que trabajar, si no por gusto,
por desesperación, ya que, en resumidas cuentas, el trabajo es menos aburrido que el

70
placer». Lo mismo que a los trabajos inhumanos hay que oponerles como ideal un
trabajo humanizado.

No es ninguna exageración afirmar que el ocio forma parte del destino y de la


vocación del hombre, llamado a ser y a verificarse como tal. El ocio representa, pues,
el retorno a la plena lucidez, un momento de desintoxicación, un espacio para volver
sobre sí mismo y poder encontrarse, no con un yo solitario y mecanizado, sino con un
yo en comunión con todo. Con un yo universalizado.

Con los demás: las horas de ocio son una excepcional oportunidad para ese gratuito y
gratificante encuentro con «el otro» como igual y como diferente, a la vez, en
respetuosa y gozosa convivencia del «nosotros» como «nos-uno» y viceversa. Nunca
ese carácter social del hombre se nos hace sentir tan al vivo como cuando entablamos
tales relaciones gratuitas -afectivas, intelectuales, culturales- que nos permiten, en un
distendido clima de ocio, desarrollar nuestras mejores aptitudes humanas y compartir
lo mejor de nuestra respectivo mundo interior.

La cultura del ocio -entendida, antropológica y sociológicamente, como el arte de ser


humanos y de progresar hacia lo más humano y más humanizante no es, pues, como
pudiera pensar nuestro mundo pragmatista de hoy, un lujo superfluo o algo
innecesario y no vital para el hombre. No, hay por qué infravalorar el denominado
espíritu científico-técnico del homo faber. Se trata, simplemente, de destacar la
necesidad de una ciencia y técnica más cultas, es decir, más humanísticas; una ciencia
y una técnica que sepan, por tanto, extraer más humanismo de sí mismas. Y que
aporten al humanismo unas posibilidades y condiciones de desarrollo y creatividad
más hominizantes y más humanizadoras. Jürgen Kagelmann aporta la dimensión de
“aventura” que, según este autor, cada vez más sustituye los términos “tiempo libre” y
“ocio”, analizando lo que la gente asocia con “aventura” para llegar a la conclusión de
que hoy en día se ha convertido en sinónimo de “fun” -pasarlo bien- y que, sobre todo,
conlleva una dimensión económica.39

Dentro de lo que llamamos la “industria del ocio” la aventura se vende, hasta tal
extremo que a veces, cuando no se paga, parece que no se disfruta. El concepto
“economía de la aventura” que utiliza el autor, se aplica desde hace años en el ámbito
alemán (Erlebnisökonomie) a la discusión sobre los centros multifuncionales que
reúnen ocio, compra, bienestar, contactos selectivos, etc.

39
http://www.ciudadredonda.org/articulo/el-ocio-como-valor-humanizador

71
Capítulo IV

ESPACIOS: RITUALES CLASIFICATORIOS

Para llevar a cabo un análisis de los objetivos ya antes mencionados por medio del
registro etnográfico para este trabajo, se establecieron tres categorías de estudio. La
primera corresponde a la unidad de muestreo, que corresponde a los antros que
ofrecen de alguna manera la construcción del espacio de un sector clase mediero y
alto, estos de alguna manera son los lugares que tienen una formula más clásica por
así decirlo, esta parte fue realizada en el Antro 246, ubicado en la colonia Roma en
específico en este espacio se le dio seguimiento durante el período de 2009 al 2011.

-04-15; una segunda categoría a la unidad de registro, corresponde específicamente a


los antros

La metodología utilizada combinó el uso de la técnica de observación participante en


sitio Posteriormente se realiza una descripción etnográfica del bar “Tropicana” y de
los actores sociales que ahí concurren.

sexo, como espacio de observación ubicados en la Zona Rosa; una segunda categoría
corresponde a la unidad de registro, que corresponde específicamente a un table
dance llamado Jet Set ubicado entre las calles Copenhague y Génova cerca del hotel
Aristos; por último y como tercera categoría las unidades de contexto son el entorno
percibido dentro del Jet Set así como el comportamiento del público presente, el
espectáculo como tal tomando en cuenta las bailarinas, el vestuario, las luces, los
movimientos de cada coreografía y la ambientación del lugar.

La etnografía que se realizo en el denominado Antro 246, es un espacio que fue antes
un restaurante, fui invitado ahí, ya que estuve desde su creación, antes fue un
restaurante pero no pego, está ubicado en la calle de Querétaro en la roma con el
número 246, los socios son amigos míos del trabajo y participe con ideas desde su
creación. Algunos de ellos son músicos y otros del medio cultural.
El viaje comenzó desde la invitación de uno de los socios, para podernos irnos a tomar
unos tragos después del trabajo.

7;00 P.M., Salimos de este desde la calzada Ignacio Zaragoza, a la altura del metro
Peñón viejo en donde está ubicado nuestro empleo este, para llegar a la parte céntrica
de la ciudad desde la zona oriente son varios minutos de trayecto ya que estamos a las
72
orillas de esta enorme ciudad, casi colindante con el Estado de México, es de alguna
forma atravesar parte de esta, con algo de trafico nos incorporamos al viaducto piedad
desde donde nace este, toda esta avenida cruza por todo el leviatán, por sus entrañas,
esta es una de las avenidas más céntricas de la Ciudad, que te llevan a la zona que por
ende es la especialista de estos lugares que es la Roma-Condesa en la delegación
Cuauhtémoc. Son alrededor de 35 minutos ya que no nos encontramos con mucho
tráfico, aunque es viernes, este viene del lado contrario ya que regresan de sus
trabajos.

7: 40 p.m., estamos por fin en la Roma. Esta parte de la colonia se ha caracterizado


desde hace más de 15 años de tener antros de diversa índole, desde lugares para
bailar con tintes cubanos como él Mama Rumba, o lugares de fiesta toda la noche
como el Jacalito o el Bull Pen. Esta zona debe de tener alrededor de 2 manzanas
alrededor de 15 antros. 1 x cada 5m2. Están distribuidos entre las calles de Querétaro,
Medellín e Insurgentes, muchos de ellos a los pies del mítico edificio Insurgentes de
arquitectura funcionalista de los años 40° también conocido como el edificio Canadá
por las grandes letras de esta marca de tenis que tenía a un costado de este.
La noche en esas cuantas calles siempre tiene olor de fiesta peligrosa, y debrayera.
Llegamos por monterrey y damos vuelta en Querétaro a entroncar con Medellín, que
como su nombre lo dice, ciudad Colombiana y en esta parte se encuentra un buen
punto para conseguir cocaína en la ciudad. Se puede ver desde el carro mucha gente
de color que se encuentran afuera de los antros cubanos de la calle de Querétaro,
además que siempre se puede ver a chicas muy guapas en estas esquinas, ya que son
clientes frecuentes de estos espacios.

Además el único Vallet Parking de estas calles lo tiene él Mama Rumba que es el antro
de mayor nivel socioeconómico de la zona. Un nivel clase mediero y alto. Cruzamos la
calle de Medellín dirección Insurgentes, buscando lugar, pero en viernes y a esa hora
ya está todo lleno., se puede ver algunos carros estacionados por los viene viene en
doble fila. Estas calles y las aledañas siempre es un calvario poder encontrar un lugar,
y si lo encuentras siempre se queda uno con la preocupación de que no le vaya a
ocurrir algo a tu nave.

Afortunadamente nosotros este día tenemos preferencia afuera del lugar al que
íbamos, le dejamos las llaves a estos seres cuidadores de la noche y del carro. Se
rumora que estos personajes son los buenos del material cósmico. Bajándonos del
auto lo primero que nos recibe es un alebrije de 2x2m, con forma de piraña de color
azul que se encuentra a la entrada de este espacio.

A la entrada nos recibe un vigilante vestido de color negro, con una altura de 1.80m.
para pedirnos una revisión habitual y nos pide la credencial de elector, ya que por
norma esta se debe de pedir a todos aunque uno se vea más grande la edad que tiene,
o al revés, esto ya es de ley cada vez que vas a uno de estos lugares en la ciudad de
México. Pero de que siguen entrando menores a sus espacios sigue pasando.

73
Unas cortinas negras nos cortan la mirada hacia adentro del lugar, nos separan de la
percepción, dividiendo entre el espacio privado, del lugar público. Aquí es
verdaderamente donde comienza la segunda parte del ritual y la más importante.
Hemos cruzado la frontera, hemos entrado al lugar de culto, al centro iniciativo de
muchos de los jóvenes, donde los mortales entran en contacto con lo divino de la
cultura de la noche y del ocio. Un centro de conocimiento e iniciación en los saberes de
la noche y de la sobrevivencia de esta. Es aquí donde comienza todo, en el cruce de esa
puerta, o la cadena, o la cortina.

El espacio es como una salchicha de 9m de ancho x 100m de largo las paredes cuelgan
algunas fotografías de algún artista que fue invitado a participar ya que uno de los
objetivos del lugar es que sus paredes se conviertan en galería con expositores que lo
soliciten. La barra se encuentra en medio del lugar y al fondo está ubicado un pequeño
foro con un tapanco de 1m de altura por si la ocasión lo amerita puedan tocar grupos
de rock en vivo. El espacio es una mutación entre restaurante, lugar lounge por las
sillas y bancos color negro que tiene, antro y foro cultural.

8:40p.m., el espacio con algunas mesas ocupadas, deben de haber alrededor de 15 de


ellas como para 6 personas, de las cuales están ocupadas un 50%. Tiene en la parte de
del frente y en su parte posterior muy cerca del escenario 2 pantallas de planas de 42
pulgadas.

Por lo que logro ver en trabajadores, hay 2 meseras, 1 cajera, el barman, el vigilante, y
el programador que por lo que se también la hace de pincha discos, si no hay banda.
Es un equipo muy compacto pero se entiende ya que el lugar es muy nuevo, cuenta
con 1 año solamente. La música que se hoye de fondo es Depeche Mode, con Personal
Jesus, pero pasan del rock en ingles a español. En sus inicios, conto con un menú muy
amplio y hasta un chef argentino hubo pero no pego y regresaron a su faceta solo de
antro, sacando la de restaurant.

El espacio en cuanto a su estética se logra percibir un aire de restaurante Lounge con


estilito de fonda, en cuanto a su mobiliario es muy parecido al de todos los muebles de
este tipo de la zona condechi, entre minimalista y funcionalista. Hay pista de baile, por
si alguna pareja se anima a bailar; que es el mismo pasillo que viene desde la entrada
del 246 hasta el escenario pasando por la barra. Las pantallas proyectan imágenes de
noticiarios deportivos de la televisión de paga SKY. Típico de cantinas y restaurantes
ya que en estos lugares utilizan eventos deportivos como el box, o el fut ball, para
atraer clientes por las tarde y un poco de las noches.

9:40 Hoy no va ver grupo o evento, es un día normal de este espacio. Debemos haber
unas 40 personas adentro. Pero siguen llegando, jóvenes que oscilan entre los 24 y
37. En cuanto a la cantidad de hombres y mujeres podría decir que están equilibrados.

EL TROPICANA

74
No teníamos idea de cómo llegar, así que acordamos encontrarnos en el Wings de
Patriotismo a las 8:00 pm. Partimos entre la lluvia y el pesado tránsito hacia las 10:00
en dos coches. Hicimos casi dos horas para llegar al salón. La fachada del lugar tenia el
aspecto de una bodega con una cartulina pegada que decía “la Jungla”. Dos tipos de
semblante nada hospitalario flanqueaban la puerta. Como una especie fuera de su
hábitat natural, nos sentimos poco invitados a entrar y decidimos no correr riesgos.

Preguntamos, entonces, por otro lugar y nos recomendaron el “Tropicana” a tan sólo
media cuadra de distancia. “Luego luego se ve, es muy notorio”, nos indicaron.
Llegamos a la avenida, amplia y con camellón que se encontraba en completa
oscuridad y solo después se iluminaba con las llamativas luces de los bares cercanos.

Un oasis neón.

El lugar era efectivamente notorio, con dos enormes palmeras de luz neón
enmarcadas por luces rosas igual de estridentes que deletreaban “Tropicana” y una
gran botella inflable de Bacardí en la puerta. A la entrada, alguien ingenuamente
pregunto si habría valet parking. Nadie sintió la necesidad de contestar y nos
estacionamos subiendo a la banqueta.

Nos reciben dos hombres que preguntan si hay algún menor de edad y nos revisan
para asegurarse que no portamos armas. Del lado derecho se observa una cartulina
advirtiendo que la no se puede ingresar con tenis ni vestidos de manera informal.

Para llegar al bar hay que subir unas escaleras, sucias y por las que baja aire viciado.
Un piso arriba se encuentra un salón grande en forma rectangular totalmente abierto
y sin divisiones. Al centro está la pista de baile y las orillas están ocupadas por mesas.
Estos pasillos están separados del centro tan sólo por algunas sencillas columnas que
sostienen un segundo medio piso, con la arquitectura de “patio” característica de un
salón de baile.

La decoración es variada y colorida; por un lado había globos blancos y rojos, una
bandera de México al centro de la pista, y luces de arbolito de navidad. Llegamos a
comentar que resultaba conveniente, pues aparentemente habían adornado para
todas las festividades del año. El color predominante en las paredes es el amarillo
pero la tenue iluminación y los focos ayudan a que todo lo demás se vea amarillento.

Al fondo, una pared está cubierta por espejos que dan la ilusión de que el sitio es más
grande y también ayudan a que las miradas se crucen y multipliquen entre los
asistentes. En la pared contraria hay algunas ventanas que dan ventilación al lugar.
Las mesas y las sillas son color verde, de hierro y forradas de plástico, estaban
cuidadas y limpias.

En una de las esquinas del primer piso está la barra, lugar al que sólo se acercan los
meseros a dar cuenta de los pedidos. Justo sobre ella en el segundo piso están los

75
baños, cuartos pequeños, descuidados y sucios, con paredes grafiteadas y con las
separaciones de madera entre urinarios rotas.

En el salón también hay una rockola de la cual se escucha música antes de que llegue
el grupo a tocar en vivo. El catálogo musical era bastante variado, se podía encontrar
desde Intocable, Selena o los Tigres del Norte hasta Héroes del Silencio o los Fabulosos
Cadillacs.

La música que tocaba la banda, ubicada en el segundo piso era, en su mayoría, salsas,
cumbias, norteñas y una que otra de banda.

La carta en su totalidad estaba destinada a ofrecer una buena borrachera al cliente,


nada de alimentos para acompañar, solo chicharrones y cacahuates que ya habían
pasado por sus mejores días. No se ofrecía ni siquiera agua natural.
“Si no, ¿dónde quedan las ganancias? Imagínese alguien sentado aquí namas tome y
tome agua”, nos dijo entre broma nuestro mesero.

Ficheras y Fichados

El número de asistentes oscilaba entre 50 y 60, la mayoría gente de mediana edad,


entre los 35 y 60 años. Los sexos estaban repartidos equitativamente, no se notaba
una mayoría aplastante ni de hombres ni de mujeres. Había parejas y personas solas, o
grupos de hombres, mujeres y mixtos. Los asistentes platicaban entre sus propios
grupos, sólo muy de vez en cuando volteaban la cabeza por el lugar para ver si había
algo que les gustara, y si era así, las mujeres podían coquetear (a veces muy poco
sutilmente) o los hombres esperar la próxima pieza para invitar a la mujer que les
agradó a bailar. Saltaban a la vista algunos grupos de mujeres vestidas de manera
provocadora y que rondaban las mesas esperando a que alguien las sacara a bailar o
les invitara un trago.

Y la verdad que no era tan difícil saber que se trataba de las legendarias “ficheras”,
aunque solo las conociéramos por las películas de Rafael Inclán o Alfonso Sayas.
Frente a la mesa pasó una mujer enfundada en un vestido tan corto que apenas
llegaba a la mitad de su muslo, que deslumbraba por la cantidad de chaquiras,
brillantinas, lentejuelas y pedrería y tan ventilado debido al agujero estratégicamente
colocado en su vientre dejando ver los bordes de sus pechos. Su actitud fría e
indiferente, su exceso de maquillaje, su peinado elaborado aunque pasado de moda y
su grupo conformado por mujeres con faldas cortas, botas a la rodilla y medias, blusas
con chaleco, o bien minifaldas con tops o blusas escotadas y pantalones muy
apretados, no dejaban espacio a dudas. Algunas mascaban chicle, otras fumaban. Su
caminar era peculiar, pues se contoneaban de un lado a otro, como si fueran
campanas.

Con ayuda de nuestro mesero, llamado Gustavo, pudimos enterarnos de que aquellas
mujeres cobraban diez pesos por pieza de baile (por ficha) y si alguien quería
invitarles una cerveza, les costaría el doble de lo usual: de 25 a 50 pesos.
76
Gustavo, era muy atento y simpático, siempre con una sonrisa y haciendo plática nos
atendía. Nos ofreció un mejor servicio “pa' la próxima vez “. Los demás meseros
también se mostraron atentos con los clientes, un poco “llevados” con las ficheras,
pero con respeto.

Los hombres, cuyas edades iban de los veintitantos a los casi 70 años, variaban en su
vestimenta. Algunos iban de pantalón de mezclilla y camisa (algunas lisas y otros con
estampados tipo “Versace”), algunos con cadenas y esclava, otros con arete. Eran
pocos los que iban de vestir: pantalón y camisa “formal”. Alguno iba vestido con traje
y sin corbata; algo formal para lo que ameritaba el lugar, pero adecuado para la
ocasión. En todo caso se notaba cierto cuidado y esmero de la mayoría por verse bien
y arreglados, bañados y peinados.

Había también un par de vendedores, un hombre y una mujer, que comerciaban con
dulces, cigarros, flores y muñecos de peluche.

Entre fichas y mesas

El propósito principal del salón es ir a bailar, pero no era requisito indispensable, al


menos esto ocurrió con nosotros, pues no todos los miembros del grupo pisamos la
pista de baile. A la mayoría de las personas que asisten al lugar, los une el tipo de
música que ahí se toca –salsa, cumbia- y el gusto por bailar

Cada quién atendía simplemente a los asuntos del grupo con el que asistía y no se
involucraba con los demás, excepto al momento del baile, en el que todos compartían
el espacio en común y por la gran afluencia en éste, debían de estar muy pegados unos
con otros, pero a pesar de esto no parecían muy concientes de la presencia de los
demás, no les dirigían ni siquiera una mirada y ni siquiera intentaban ser el centro de
atención de los demás al mostrar elaboradísimos o apantallantes pasos de baile.

Había una chica de unos 24 años aproximadamente, al parecer iba con su novio. Vestía
de una manera muy provocativa, llevaba minifalda, que no dejaba nada a la
imaginación, top o blusa escotada, de la cual se asomaba un brassiere blanco. Tenía
actitud confiada de su cuerpo, porque se “lucía” por toda la pista cuando bailaba,
evidentemente queriendo ser observada por los asistentes.

Un hombre, que venía acompañado y que estaba enseñándole a bailara a su pareja, le


hablaba al oído mientras esta sonreía penosamente, pues no podía acoplarse a los
pasos del su pareja. Otra pareja se encontraba a lado de nuestra mesa: se mostraban
cariñosos y poco desinhibidos; se besaban, se abrazaban y él le tocaba las piernas a
ella.

Durante el baile eran el hombre quien guiaba los pasos de la pareja, pero
indistintamente sacaban a bailar hombres a mujeres o mujeres a hombres.
Las ficheras se encontraban situadas en algunas mesas, generalmente en grupos de
cuatro. Ellas sonreían a los clientes del lugar, algunas les ofrecían botana, otras se
77
acercaban a “hacer la plática”. Una muestra del lenguaje e ideología de las ficheras se
constató en el baño, mientras ellas sostenían una plática que llegó hasta nuestros
oídos por la estridencia de su voz:

X.- jajajajaja (a carcajada abierta)… Ay manita, pero de veras que el


Pepe es un pendejo… Se pasa de veras manita.
Y.- y eso tu? (mientras hacía pipí)
X.- pos no stás viendo?... Me dijo que después de estar tanto tiempo
juntos era hora de que nos fuéramos a un hotel…
Y.- y te fuistes, manita?
X.- no’mbre, tas loca o que te pasa?, si a penas teníamos tres horas
juntos de estar baile y baile como trompos. Digo, el que estemos
bailando no le da derecho a pensar que ya somos algo… O tu que
dices?
Y.- ay manita, creo que tienes razón… Pos a mi eso no me ha pasado,
al menos no me he dejado..
X.- Ots, que me estás diciendo piruja?
Y.- pos no, pero a veces si te ves así
X.- cállate pendeja, que tu y yo venimos vestidas igualito, ¡hasta
parecemos gemelas!
(carcajadas de ambas)

Los hombres que querían “contratar sus servicios” se acercaban a ellas para sacarlas a
bailar. Después de cada canción, ellas volvían a su lugar y si el hombre quería bailar
con ella de nuevo, tendría que ir por ella hasta su mesa y repetir el ritual. Muchos de
los hombres que tenían a una fichera sentada con ellos, y que compartían mesa con
algún amigo, ignoraban a su acompañante y se dedicaban sólo a platicar con sus
amigos mientras ella fumaba y tomaba. Sólo cuando a él se le daba la gana bailar se
levantaban los dos a bailar y, por fin, ella era tomada en cuenta.

Como parte importante del cortejo, algunos hombres compraban chocolates, flores y
muñecos de peluche a dos vendedores que se paseaban por el lugar, obviamente
sabiendo que los objetos que vendían son parte fundamental en éste juego de ficheras
y fichados.

Al cuestionar a nuestro mesero sobre si era posible que la actividad con las ficheras
traspasara las paredes del local, nos confesó que aunque no era lo normal sí llegaba a
pasar, pero tenían que ser clientes habituales, tanto del lugar como de ellas.

Sin embargo, no todos los hombres iban por las ficheras. Uno de ellos se acercó a
nuestra mesa y caballerosamente sacó a bailar a una de nuestras compañeras. Ella
accedió, con un poco de pena. Mientras bailaban, él trataba de mostrar algunos de sus
mejores pasos, complicados y llamativos, mientras que su pareja no pudo seguirle el
paso y tuvieron que bailar de manera más tradicional. Claro que esto no desanimó al

78
Don Juan y aprovechó otras dos ocasiones para repetir la invitación y en ninguna de
éstas recibió una negativa.

4.2. Procesos de Selección

Los jóvenes en la Ciudad de México realizan diversas actividades para pasar su tiempo
libre y divertirse, las cuales varían de acuerdo a la influencia de elementos
económicos, políticos y simbólicos que segmentan a este grupo etario. Una de las
prácticas culturales más entrañables entre un sector de jóvenes en la ciudad es “ir a
bailar”, esto es, asistir al antro, como se denomina hoy en día. Estos establecimientos
comerciales forman parte de un circuito lúdico nocturno que pueden visitarse como
atracción en la ciudad pues cuentan con una oferta festiva; están creados para romper
con el tiempo diurno, entran en uno opuesto (la noche) y quebrantan la habitualidad;
son sitios de diversión donde no entran en juego formalidad, trabajo o estrés
cotidiano.

El antro funciona como un espacio de recreación en el que se consume diversión,


cierta libertada y relajación: los jóvenes antreros procuran tomar, bailar, “ligar”, dejar a
un lado lo cotidiano, romper algunas reglas. Es importante señalar que la “mediada
libertad” que ofrecen estos espacios es --al igual que la música o las bebidas-- un bien
de consumo; una de las razones por las que puede vender desenfreno: que los jóvenes
beban, bailen, “liguen” b, “fajen” c gran parte de la noche, tiene que ver justamente con
el hecho de que este escenario es nocturno, que es el tiempo opuesto al día en que son
mayormente vigilados por la ley y los adultos. Estar en el antro, implica el consumo de
una amplia variedad de industrias culturales: música, video-clips, ropa, bebidas
alcohólicas, drogas sintéticas, cigarros, telefonía móvil.

Para venderse a sí mismos, los antros se apropian de conceptos musicales y


decoración que den “personalidad propia” y llamen la atención juvenil. Lo retro, por
ejemplo, se ha retomado en algunos de estos espacios y se ha convertido en “lo nuevo”,
“lo de moda”.
Dentro de ellos, luces centelleantes, pantallas de plasma que transmiten videos de
cantantes, música a altos decibeles, mesas y sillones con decoraciones diversas
ubicadas en la penumbra, dan vida al espacio, proporcionan un aire de “irrealidad”,
crean un clima festivo.

La cuestión de “recrear” una fiesta nocturna es trascendental en esta industria;


comúnmente los Antros son espacios cerrados, sin ventanas o puertas que den
inmediatamente a la calle; el propósito es alejar a sus asistentes de la realidad,
inmiscuirlos en un ambiente lúdico donde el exterior no existe, se está literalmente
“dentro del antro”, la experiencia de aislamiento se convierte en un retiro de la vida
cotidiana a la diversión, un paso de la realidad al ensueño del antro.

La finalidad de estos negocios es entretener, divertir, alejar al individuo de su vida


diaria: la escuela, el trabajo, el estrés, los problemas personales, las preocupaciones.
Cansados de lo habitual, los jóvenes son el blanco preciso del entretenimiento
79
nocturno que vende libertad, descanso de la cotidianidad y alejamiento de los padres,
los adultos y lo diurno. La noche cobija sus deseos, sus silencios, sus ganas de
pertenecer a un grupo, a un espacio en el que se sientan identificados.

Ritual de aceptación

Para poder acceder a los Antros, hay que pasar por un proceso al que estos
establecimientos denominan: “Derecho de admisión”. Éste implica que en la entrada,
empleados de estos espacios deciden qué personas pueden pasar y cuáles no, de
acuerdo a ciertos criterios (económicos, estéticos, raciales…) que impone la misma
disco, de modo que quienes no pueden accesar dan por entendido que no cubren con
el perfil racial-estético-social exigido por esta industria.

Para los jóvenes que visitan los antros constantemente, este proceso de elegir el
espacio que se quiere asistir pero a la vez ser elegido por la misma para acceder o no a
ella, es una constante fin tras fin de semana.

Los criterios de paso varían de antro en antro y en algunos son más rígidos que en
otros, dependiendo del establecimiento; la mayoría de las veces los de más reciente
apertura son los más rigurosos en cuanto a la admisión porque la novedad atrae a
muchos jóvenes que quieren conocer el espacio.

80
ANEXO

TIPOLOGÍAS

Estas son las formas de nombres que convergen en antros, todos tienen puntos
en común

ANTRO

Antro es un nombre alternativo con el que se conoce a los clubes nocturnos,


discotecas, bares, table dance y otros. Los antros son lugares de moda, donde los
concurrentes pueden bailar, socializar o consumir bebidas alcohólicas y en general
teniendo el entretenimiento como objetivo.
En España el término es concretamente empleado con carácter despectivo para referir
ciertos lugares de ocio y entretenimiento de dudosa reputación, haciendo referencia a
sus intempestivos horarios de apertura, las pocas comodidades que ofrezca a la
clientela, las prácticas al margen de la ley que en ellos puedan darse o, simplemente, a
su aspecto sombrío, lóbrego o semioculto.40

Etimología

La palabra en español antro (derivada del latín antrum y éste a su vez del
griegoἄντρον, antron caverna, cueva, gruta) tiene dos acepciones. La primera denota
una cueva en el sentido geográfico. La segunda denota una expresión peyorativa,
como en la frase "antro de perdición" o "antro de mala muerte", la Real Academia de la
Lengua Española define antro también como "un local, establecimiento, vivienda, etc.
de mal aspecto y reputación".1

Otros usos

En México y Chile, el término evolucionó para denominar a lugares que no


necesariamente entran en la definición de la RAE. En ocasiones son lo contrario de su
significado inicial y en muchos casos se trata de lugares de reputación donde acude el

40 Referencias

↑[1]Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española


↑antroclub.com[2], consultado el 16 de noviembre de 2008 ya común en algunas publicaciones de
periódicos, revistas, o páginas de internet, aunque aún la RAE no acepta esta connotación.

81
público a socializar y divertirse. En la ciudad de San Antonio en los Estados Unidos,
existe un lugar de esparcimiento de este tipo con el nombre Club Antro.2
En la actualidad el término ha generado una verbalización del substantivoantro,
generando así el infinitivo antrear, por ejemplo en la frase ¡Voy a antrear esta noche!
Este verbo forma parte del uso cotidiano en el vocabulario en algunos lugares
hispanohablantes. Incluso este verbo es es ya común en algunas publicaciones de
periódicos, revistas, o páginas de internet, aunque aún la RAE no acepta esta
connotación.

ARRABAL

Un arrabal (del árabe: ar-raval) es una agrupación orgánica (sin planeamiento


urbanístico previo) de viviendas y comercios, normalmente asociado a clases bajas. El
término se aplica normalmente para definir los crecimientos descontrolados que
tuvieron lugar en las ciudades europeas durante la Edad Media. Cuando el territorio
encerrado por las murallas comenzaba a escasear surgían viviendas en torno a las
puertas, los caminos principales que partían de los núcleos de población y en torno a
los nuevos monasterios que se fundaban allende las murallas. Posteriormente se hacía
necesaria la construcción de una nueva muralla, más amplia, y los arrabales quedaban
incluidos en la ciudad como barrios.

Los arrabales han existido siempre, ya que forman parte del desarrollo de los núcleos
de población. Actualmente utilizamos términos más concretos, distinguiendo por
ejemplo "urbanizaciones", "polígonos", "ensanches" o "parques de actividades" para
definir crecimientos planificados, o "barriadas", "suburbios", etc, para referirnos a
áreas degradadas del límite de la ciudad, olvidando u obviando que el crecimiento sea
o no controlado. Cuando es descontrolado, en los países desarrollados suele deberse
al desarrollo en viviendas unifamiliares, pero aun en este caso se aplica una normativa
concreta (planes o normas específicas) de ámbito municipal.

BAR

Un bar (del inglés bar, barra) es un establecimiento comercial donde se sirven bebidas
alcohólicas y no alcohólicas y aperitivos, generalmente para ser consumidos de
inmediato en el mismo establecimiento en un servicio de barra. La persona que
atiende el bar suele estar de pie, tras la barra, y en el mundo anglosajón se le conoce
tradicionalmente con el nombre de barman.

ESTRUCTURA

El elemento característico de un bar, y también aquél que le da su nombre, es la barra


o mostrador, que es un pequeño muro más o menos a la altura del pecho sobre el que
descansa una tabla alargada donde se sirven las bebidas a los clientes.

82
La barra del bar divide el local en dos partes: por un lado, la zona pública, donde los
clientes, permanecen junto a la barra, de pie o sentados en taburetes o banquetas
altas; detrás de la barra, en la zona privada, permanece la persona encargada de
servirles la consumición (o "el consumo"), comúnmente conocido como el camarero.
De ese mismo lado de la barra se alojan, separados por tanto del alcance de los
clientes, los diversos muebles, aparatos y utensilios necesarios para dar el servicio,
entre los cuales podemos encontrar, habitualmente, la caja registradora, una o más
cámaras frigoríficas para almacenar las bebidas, estanterías para colocar las botellas
de licor y los vasos, jarras u otros recipientes donde se sirven la bebida o aperitivos, la
máquina de hacer café, el fregadero, etc.

FUNCIÓN SOCIAL

En algunos países (como en España), los bares son un popular fenómeno social que ha
marcado la cultura y las costumbres de numerosas generaciones. A veces son un
espacio donde se ofrecen diversas porciones de comida para acompañar las bebidas
(tal y como pueden ser las tapas). Tradicionalmente, los bares son lugares de
encuentro y reunión informal, frecuentados a diario, generalmente por un público
masculino. En España, es común que todo pueblo, barrio o incluso cada calle
importante de una ciudad tenga uno o más bares que son visitados de forma habitual
por muchos de los vecinos.
A pesar de su marcada importancia como centro social, algunas personas consideran
los bares un lugar poco recomendable, y sostienen que favorece el consumo de
bebidas alcohólicas, de tabaco e incluso la adicción al juego, y por tanto puede ser
parte responsable de la proliferación de estas adicciones, las cuales provocan
numerosos problemas individuales, familiares y sociales.

DIFERENCIAS ENTRE OTROS ESTABLECIMEIENTOS

Existen también otros tipos de negocios similares, aunque en ocasiones un mismo


establecimiento puede compartir características de todos ellos a la vez:
La cafetería, o simplemente café, que recibe generalmente un público mucho más
variado, muchas veces varios miembros de una familia, y dispone también de mesas
con sillas para que los clientes puedan permanecer mayor tiempo.

El pub es un establecimiento que abre de noche, pincha música y vende


preferentemente bebidas alcohólicas.

El restaurante es un establecimiento con mesas donde se sirven comidas o cenas de


forma que los clientes puedan sentarse cómodamente para consumirlas.

La taberna, de carácter popular o, en cualquier caso, conectado con algún tipo de


cultura popular que lo identifica. Generalmente ofrece la posibilidad de consumir
comida en un entorno informal, en la barra o en mesas al efecto sin apenas servicio

83
por parte del establecimiento.

La ludoteca tiene un aspecto muy similar a la cafetería, sólo que en este tipo de bar los
clientes pueden encontrarse con uno o varios muebles repletos de juegos de mesa de
tablero, en los cuales se puede jugar mientras se consume la bebida o el alimento. Este
espacio es más de toque ingles.

BARMAN

Barman (del inglés hombre de la barra) es la persona que atiende a los clientes en la
barra de un bar, pub, taberna, cantina o local de ocio.

En España, alguien detrás de la barra de un bar o una cafetería, puede ser un


camarero, no necesariamente un barman. Se considera al barman un "camarero
experto" en barras de establecimientos de alto standing, como hoteles de cinco
estrellas, clubes nocturnos y lounges especializados en cocktelería fina, como el
clásico piano bar al estilo FatSam's. Generalmente estudian hotelería, por lo que
hablan varios idiomas y cuentan con formación profesional

Etimología

El significado de término contiene controversia en distintos lugares; en inglés se usa


bartender (tendero del bar) para designar a cualquier persona detrás de la barra del
bar, pero en algunas zonas del Reino Unido, han comenzado a sustituir la palabra por
barstaff (personal de la barra).

A través de la historia, desde los tiempos de Pompeya hasta bien entrada la Edad
Media, se desarrollaban las famosas tabernas o cantinas, tiendas, casas o
establecimientos públicos donde se vendía al detalle vino, entre otras bebidas
espiritosas. Al decir se vendían, nos referimos indefectiblemente a la actividad o
ejercicio de la profesión de vender licor, como se apunta en sus antecedentes
históricos.

La existencia de las tabernas o cantinas, cuya acción perniciosa social ha sido notada
en todos los tiempos, preocupó constantemente a los legisladores, siendo numerosas
las disposiciones dictadas. No sólo para los establecimientos de esta índole, sino
también encaminadas a regular el ejercicio de la profesión de tabernero. El concepto
que de este oficio se tenía ya, en Europa de la Edad Media, aparecía en numerosos
códigos y preceptos. Como lo fue el muy singular y curioso Código de las Siete Partidas
surgido en Madrid a finales del siglo XVI y donde se contempla muy reflexivamente la
profesión de tabernero.

Hoy en día el concepto que se tenía de taberna o cantina ha variado. Esa ruidosa y
festiva taberna o cantina, ha sido reemplazada por el bar, más complicado y
sofisticado. La profesión del “barman” como medio de vida, no ha experimentado
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cambios sustanciales. Su filosofía, de cómo atender a su cliente sigue siendo la misma,
aunque su actividad puede ser muy sofisticada, hecho que requeriría conocimientos
de hotelería y gestión empresarial. Es menester diferenciar el hecho de lo que es
atender un bar, ya sea como hobby o anfitrión de casa, donde no hay dinero circulante,
y aquel de oficio o profesión de “barman” como medio de trabajo. Son dos cosas
completamente diferentes, aún cuando en las dos situaciones se sirva licor.

BOHEMIO, mia. (Del lat. Bohemĭus).

1. adj. Natural de Bohemia, región de la República Checa. Apl. a pers., u. t. c. s.


2. adj.gitano. Apl. a pers., u. t. c. s.
3. adj. Se dice de la vida que se aparta de las normas y convenciones sociales,
principalmente la atribuida a los artistas. U. t. c. s. f.
4. adj. Dicho de una persona: Que lleva este tipo de vida. U. t. c. s.
5. m. Lengua de Bohemia.
6. m. Capa corta que usaba la Guardia de archeros.
7. f. Mundo de la gente que hace vida bohemia. Se reunía la bohemia a leer versos

BURDEL
Un burdel, lupanar o prostíbulo es el lugar en el que se practica la prostitución.
Burdel viene de la palabra francesa bordel, que antiguamente se decía bardeau y
significa a flor de agua, o en la ribera del mar, por alusión al epíteto de Venus llamada
aphrodites, esto es, nacida de la espuma del mar.1
A pesar de que hay muchas diferencias, los burdeles «clásicos» tienen dos elementos
comunes: un bar en el que los clientes descansan y se relajan y una serie de
habitaciones en las que las prostitutas practican sexo con los clientes.
Suele estar regentado por una persona, generalmente una mujer denominada matrona
o madame. Ésta es la encargada de mostrar a las chicas en ropas diminutas -incluso en
tanga o bikini- al cliente, que es quien decide quién será la elegida para proporcionar
los servicios sexuales.
En los últimos años los burdeles en América Latina han ido a menos, a causa de la
proliferación de hostales o alojamientos donde se ejerce la prostitución, muchas veces
de manera clandestina, localizados en lugares céntricos de las ciudades. Una opción al
problema de la prostitución clandestina sería la creación de alojamientos de alterne,
donde las meretrices son agrupadas y controladas por las entidades municipales y de
salud.En algunos países, a este tipo de locales -cuando son clandestinos- se les da el
término peyorativo de sitios de mala muerte.

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CABARET

Cabaret o cabaré, es una palabra de origen francés cuyo significado original era
taberna, pero que pasó a utilizarse internacionalmente para denominar a las salas de
espectáculos, generalmente nocturnos, que suelen combinar música, danza y canción,
pero que pueden incluir también la actuación de humoristas, ilusionistas, mimos y
muchas otras artes escénicas.41

Se distingue de otros locales de espectáculos, entre otras cosas, porque tiene un bar,
cuando es pequeño, y un bar y un restaurante, cuando es grande. A diferencia de lo
que sucede en el teatro, los asistentes pueden beber y conversar con otros
espectadores durante las actuaciones. En los cabarets fue donde aparecieron los
primeros travestís en un escenario y también donde se presentaron las primeras
pantomimas de homosexuales y lesbianas.

Antecedentes del Cabaret en Francia

El café-concert, nacido con la Revolución francesa, se popularizó en la segunda mitad


del siglo XIX. Uno de los más conocidos fue inmortalizado por Pierre-Auguste Renoir
en su famosa obra Baile en el Moulin de la Galette. Eran lugares donde la gente iba
exclusivamente a divertirse; pero los creadores de los primeros cabarets querían algo
más intelectual y más inconformista, locales que fueran adecuados para los
cantautores o donde, por ejemplo, se pudiera bailar el cancán, baile creado a mediados
del siglo XIX y que a muchas personas les parecía escandaloso

Los primeros Cabartes (1881-1923).

Le Chat Noir (Caveau Artistique, bodega artística), fundado en el barrio bohemio de


Montmartre de París en 1881, fue el primer cabaret famoso.[2] Entre sus clientes habituales
había muchos escritores, pero la mayoría eran pintores y estudiantes de Bellas Artes. Solían
actuar cantautores, como Aristide Bruant, y también se presentaban espectáculos de teatro
de sombras.

En 1889 en el barrio rojo parisino de Pigalle fue construido el Moulin Rouge (Bal du
Moulin Rouge, Baile del Molino rojo), donde lo más característico eran las bailarinas de

41
En 1887, el escritor español Azorín, por ejemplo, utilizó la palabra «cabaret» para referirse a un lugar
público de reunión literaria o artística Pero el significado de la palabra fue evolucionando y, en el siglo
XXI, muchas personas, en español, sólo la utilizan para referirse a locales nocturnos que presentan
espectáculos de revista o de variedades, seguramente porque el Moulin Rouge o el Folies Bergère fueron
mucho más famosos que Le Chat Noir, Els Quatre Gats o el Cabaret Voltaire, y por la popularidad de la
película Cabaret de Bob Fosse. Sin embargo, en otros idiomas la evolución fue diferente. Así, por
ejemplo, en alemán, kabarett se utiliza principalmente para los que son de tipo literario o político —el
Kabarettist alemán es un actor humorista cuyos temas giran en torno al acontecer político y cultural,
con énfasis en lo irónico y lo satírico—, y en italiano, cabarettista es un sinónimo de actor humorista.
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cancán. Solían tener nombres artísticos extravagantes, como Grille d'Égout (reja de
alcantarilla), La Goulue (la ninfómana) o La Sauterelle (el saltamontes).

El primer escándalo notable en el Moulin Rouge fue en 1893, cuatro años después de
su inauguración, por un desfile de Quat'zarts (carnaval), organizado por los
estudiantes de Bellas Artes. Henri Guillaume, como director del desfile, y Sarah Brown
y Manon, acusadas de haberse mostrado en público "dans un état de nudité extrème"
(en un estado de extrema desnudez) fueron condenados con una multa de 100
francos, "avec sursis" (que sólo tenían que pagar en caso de reincidencia), porque el
juez reconoció "le caractère artistique et désinteressé" (el carácter artístico y
desinteresado) del desfile.

El Folies Bergère, en París, fue inaugurado como music hall en 1869 y tenía un bar,
pero empezó a presentar espectáculos de cabaret a finales del siglo XIX. Para poder
hacer la competencia al Moulin Rouge, contrató a dos grandes estrellas de la época:
Loïe Fuller y Cléo de Mérode. 42

42 Els Quatre Gats, 1897, y El Molino, en 1899, ambos en Barcelona, España. En la primera década del
siglo XX se creó el primer cabaret alemán conocido, el Überbrettl (Buntes Theater, Teatro Rojo), en
1901. En 1903, el Père Frédé, guitarrista y violonchelista, comenzó a actuar regularmente en el Lapin
Agile, en el barrio parisino de Montmartre, y el local se consolidó. El Armenonville, inaugurado en 1910,
fue el primer cabaret famoso de Buenos Aires, Argentina.]En los años 1910 la compañía del teatro
parisino de revista Bataclan hizo una gira por Sudamérica, su éxito en Buenos Aires fue tan notable que
en lunfardo las bailarinas de cabaret empezaron a ser llamadas bataclanas. En 1916, el Cabaret Voltaire,
en Zúrich, Suiza, fue fundado por los dadaístas. El Cotton Club de Nueva York fue creado por Jack
Johnson con el nombre de "Club DeLux", pero no tuvo éxito, por lo que se vio forzado a venderlo, en
1923, al gánster Owney Madden quien le dio el nombre con el que se hizo famoso.

El cabaret en Berlín años 20 y principios de los años 30En los años 20 y principios de los años 30,
los de la Cultura de Weimar, Berlín se convierte en la capital mundial del cabaret, hasta la llegada de
Adolf Hitler al poder (Tercer Reich) Muchos artistas alemanes de cabaret se exiliaron por no estar de
acuerdo con la ideología nacional socialista, o por ser judíos o de origen judío. Fue la época de máximo
esplendor internacional del cabaret, ya que estos artistas pasaron a trabajar en otros países, donde no
tenían ningún problema, y los hoteles más importantes de grandes ciudades, como Londres, Nueva
York o París, empezaron a tener un cabaret, con orquesta y pista de baile.

El cabaret en los años 30 y 40 El cabaret nació como espectáculo contestatario y vanguardista, pero,
al popularizarse internacionalmente, dejó de ser así en muchos casos. El Tropicana de La Habana
(1939) y el Lido de París (1946), entre otros muchos, no fueron creados con otra finalidad que la de ser
lugares de entretenimiento.

El cabaret en los años 50 y 60 En 1951 abrió sus puertas el Crazy Horse de París, muy notable por su
carácter innovador, esteticista y vanguardista. En los años 1960 aparece también en París una nueva
forma de cabaret llamada café-théâtre (café teatro). Los más conocidos son el Café de la Gare (café de la
estación del ferrocarril) y el Théâtre du Point Virgule (teatro del punto y coma).

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Época dorada y decadencia del cabaret

La época dorada fue desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX. En el siglo
XXI, sigue habiendo cabarets en muchos países, pero los clientes habituales no suelen
ser muchos y, en cambio, los espectadores ocasionales son, por lo general, bastante
más numerosos que en el pasado. En algunos cabarets, muchas veces, son más los
grupos de turistas, que el resto de los espectadores.

CANTINA (Del it. cantina).

1. f. Puesto público en que se venden bebidas y algunos comestibles.


2. f. Sótano donde se guarda el vino para el consumo de la casa.
3. f. Pieza de la casa donde se tiene el repuesto del agua para beber.
4. f. Caja de madera, metal o corcho, cubierta de cuero y dividida en varios
compartimentos, para llevar las provisiones de boca.
5. f. Am. Mer., C. Rica, Méx. y Nic. .
6. f. Col. Recipiente de forma cilíndrica con boca de diámetro igual o menor que el del
cuerpo y provisto de tapa, que se utiliza para guardar y transportar leche.
7. f. Méx. Mueble para guardar las bebidas, copas, etc.
8. f. pl. Estuche doble con fiambreras y divisiones a propósito para llevar en los viajes
las provisiones diarias.
9. f. pl. Méx. Dos bolsas cuadradas de cuero, con sus tapas, que, unidas, se colocan
junto al borrén trasero de la silla de montar, quedando una a cada lado, como las
antiguas alforjas, y sirven para llevar comida.43

Cantina es una palabra empleada para indicar ciertos establecimientos. Tiene una
etimología deriva del italiano que significa "cava de vino", bodega, o bóveda, y ésta a
su vez proviene del latín canto.

Europa
Las Cantinas se pueden encontrar en muchas ciudades de Italia y suelen ser locales
frescos y algo húmedos, donde se almacenan y se ponen a la venta algunos productos
cárnicos tales como el salami. Siendo en la actualidad los lugares donde se almacena el
vino: la bodega. En España es una especie de local donde se vende generalmente vino,
es de resaltar la descripción que hace de la cantina el escritor Francisco de Quevedo
(1580-1645) estos sonetos:
Esta cantina revestida en faz;
esta vendimia en hábito soez;
este pellejo, que, con media nuez,
queda con una cuba taz a taz.

43 Real Academia Española

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Hoy en día la palabra queda referida a los locales donde se vende vino en los ámbitos
rurales, se emplea mucho en los Cuarteles y agrupaciones del ejército indicando el
lugar de esparcimiento de la tropa. La palabra cae en desuso y ya sólo se utiliza para
los locales con ambiente tradicional.
América
En el México rural la cantina es tradicionalmente un tipo de bar que está frecuentado
por hombres y cuyo propósito es el de servir alcohol y algunos aperitivos como las
botanas.
En los años 1890s la palabra se traspasó al idioma inglés en el sur de los Estados
Unidos, dando lugar al sinónimo de "bar, saloon."1 La palabra cantina es empleada
hoy en día como una simple "taberna" del sureste o con ambiente mexicano donde se
sirven bebidas alcohólicas.

CAFES CANTANTES.

Un café cantante era un tipo de local de ocio donde, además de despacharse bebidas,
se ofrecían espectáculos de cante, toque y baile flamenco. Estos locales tuvieron su
mayor auge a partir de mediados del siglo XIX y hasta entrada la segunda década del
siglo XX.]

Los cafés cantantes solían tener todos el mismo estilo decorativo: Paredes decoradas
con espejos a carteles taurinos en un salón amplio con mesas, al fondo del cual se
encontraba el tablao donde los artistas ofrecían sus espectáculos. Los primeros cafés
cantantes comenzaron a implantarse en las principales ciudades de Andalucía y en
Madrid a partir del año 1846. Uno de los más antiguos cafés cantantes documentados
es el que abrió en Sevilla en 1870 el cantaor Silverio Franconetti tras muchos años de
viaje por América. Madrid fue pródiga en establecimientos de este tipo, de los que
llegó a haber más de cincuenta cafés cantantes abiertos simultáneamente.[3]

De los cafés cantantes surgieron algunas de las figuras del flamenco más destacadas
de todos los tiempos: Tomás el Nitri, Antonio Chacón, Enrique el Mellizo, La Niña de
los Peines y muchos otros que hoy están considerados figuras históricas del cante
flamenco.

A mediados de la década de 1920, los cafés cantantes empezaron a cerrar sus puertas.
Los artistas flamencos, algunos de ellos ya de fama internacional, empezaban a ofrecer
sus espectáculos en teatros; salas con mejores medios y acústica para las actuaciones
y que además alejaban al flamenco del aire marginal que había padecido. El fin de la

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época de los cafés cantantes limita directamente con la etapa que comenzaba en el
mundo flamenco: la Ópera flamenca.44

Actualmente, muchos locales de ocio nocturno continúan respetando la estructura


básica del café cantante, si bien la mayoría lo hacen acogiendo géneros artísticos
ajenos al flamenco. Estos locales suelen acoger a artistas noveles que pueden de este
modo darse a conocer en salas de público reducido.[4] La práctica totalidad de las
peñas flamencas (locales creados por un número limitado de socios para el fomento
del flamenco) continúan reproduciendo la estética básica de los cafés cantantes.

CASA DE PUTAS

La expresión “casa de putas” proviene de la Edad Media. Anteriormente existían los


términos dicterium y lupanarium, y más tarde surgieron los de “burdel”,”baño” y
“salón de masajes”. Sea cual sea el término con el que se designa a este tipo de lugar,
lo que confiere al burdel un enorme interés es la forma en que refleja la sociedad en la
que existe.

Los elementos constitutivos de los burdeles: su arquitectura y decoración, el personal


que los asiste, la comida y bebida que en ellos se sirve, reflejan la cultura de la época
tanto como lo pueden hacer la música, la pintura o la literatura. Y por encima de todo
son UN REFLEJO DE LA SOCIEDAD.”

CENTRO CULTURAL

Se designa centro cultural, al lugar en una comunidad destinado a mantener


actividades que promueven la cultura entre sus habitantes. Algunas casas de la cultura
tienen bibliotecas, talleres culturales, cursos y otras actividades generalmente
gratuitas o a precios accesibles para la comunidad.

Este tipo de locales tienen una gran importancia para la preservación de la cultura
local, sobre todo en comunidades rurales que carecen de teatros, cines o salas de
conciertos. Aunque también en las grandes ciudades los Centros Culturales tienen
importancia para mantener actividades culturales con grupos de todas las edades y estratos
sociales.

2Los cafés cantantes». Portal temático de la Serranía de Ronda.


Ríos Ruiz, Manuel (enero de 2000). «Flamenco: Los Orígenes». Revista La Factoría.
Lacalle, Ángel (2004). «Vallecas Flamenco ayer y hoy». www.elangelcaido.org.
Torres, Rosana (2 de enero de 1987). «Un público diverso despidió el año en los cafés cantantes de
Malasaña». Diario El País. Consultado el 27 de julio de 2008
http//www.es.wikipedia.org/wiki/Café_cantante

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Una casa de la cultura puede estar ubicada en un edificio histórico de una ciudad, o
puede ser grande con exposiciones artísticas a nivel internacional. También puede
pertenecer a una red de asociaciones culturales. En algunas ocasiones, una casa de la
cultura puede también estar albergada en edificios pequeños, sobre todo en
poblaciones o pueblos de menor tamaño. Hay Centros Culturales con tintes de Bar, o
Cafeterías ya que con estos lugares dentro de ellos pueden sustentar parte de sus
gastos, principalmente son los que operan de una manera de autogestión.45

CONGAL

Lugar de baile de baja categoría. Un congal es el gentilicio de los que nacieron en el


Congo, La conga es un baile de estilo latino típico de Cuba. Su nombre deriva
etimológicamente del instrumento musical conocido como conga o tumbadora.
La conga tiene su origen en las fiestas que celebran los esclavos africanos, durante el
período colonial, en la festividad del Corpus, principalmente, el Día de Reyes.La conga
evolucionó y, durante la década de 1930, se convirtió en un baile de salón.

DISCOTECA

(De disco1 y -teca).


1. f. Colección de discos musicales o sonoros.
2. f. Local o mueble en que se alojan esos discos debidamente ordenados.
3. f. Local público donde sirven bebidas y se baila al son de música de discos.

Una discoteca es un local público con horario preferentemente nocturno para


escuchar música grabada, bailar y consumir bebidas. También se conoce como club,
boîte, disco, Antro, etc. Generalmente, en una discoteca sólo se expenden bebidas
(alcohólicas o no), aunque en algunas también sirven comidas.

Una discoteca es un local público con horario preferentemente nocturno para


escuchar música grabada, bailar y consumir bebidas. También se conoce como club,
boîte, disco, Antro, etc. Generalmente, en una discoteca sólo se expenden bebidas
(alcohólicas o no), aunque en algunas también sirven comidas. Por ejemplo, en
Barcelona se hicieron famosos los sándwiches mixtos que se servían en la discoteca
Bikini, hasta el punto que la palabra biquini ha quedado en el habla coloquial española
para designar ese tipo de emparedado, y no solo en la ciudad de origen.

45 es.wikipedia.org/wiki/Centro_cultural

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DISC JOCKEY

Un disc-jockey (también conocido como DJ, deejay, diyéi o disyóquey)[1] es la persona


que selecciona y reproduce música grabada para una audiencia. Originalmente, el
término "disk" se refería a discos fonográficos, mientras que "disc" alude más bien a
vinilos o cedés (CD), siendo una expresión más representativa en la época
contemporánea. Hoy, el término engloba cualquier tipo de reproducción de música,
independientemente de la fuente.

Existen varios tipos de disyóckeis. Los DJ de radio reproducen música que es emitida
en sus programas. Un DJ de club selecciona y toca música en diferentes lugares, como
bares o discotecas, o incluso en estadios. Los DJ de hip hop suelen utilizar varios
tocadiscos, y su música suele servir de base para que un MC cante sobre ella. Además,
este tipo de DJ lleva a cabo múltiples efectos, conocidos como turntablism. En la
música jamaiquina, el disc-jockey (deejay) no pone discos, sino que a diferencia del
significado del término en los anteriores contextos, se encarga de cantar practicando
lo que se conoce como toasting. El individuo que reproduce los discos en Jamaica es
conocido como selector.

En 1857, Leon Scott inventó el fonoautógrafo en Francia, el primer aparato diseñado


para grabar sonido pero que no permitía reproducir sonido pregrabado. En 1877,
Charles Cros inventó un fonógrafo en Francia patentado antes que el de Thomas Alva
Edison, pero nunca lo construyó. Edison inventó un cilindro de fonógrafo, el primer
aparato que permitía reproducir sonido pregrabado. En 1892, Emile Berliner comenzó
la reproducción comercial de sus discos de gramófono, los primeros discos en ser
ofrecidos al público. En 1906, Reginald Fessenden logró transmitir la primera señal de
radio de la historia.

El primer disc-jockey de radio del mundo fue Ray Newby, de Stockton, California. En
1909, a la edad de 16 años, Newby comenzó a reproducir discos de modo regular,
gracias a la autorización del pionero de la radio Charles "Doc" Herrold.[2] Hacia 1910,
los programas de radio ya utilizaban tanto sonido pregrabado como en directo. En los
primeros años de la radio, al programador y conductor se le solía conocer como disc-
jockey. En los años 1920, se popularizaron los juke joint como lugares dónde beber y
bailar música de jukebox pregrabada. En 1927, Christopher Stone se convirtió en el
primero conductor y programador de radio del Reino Unido para la emisora BBC. En
1929, Thomas Edison detuvo la producción de cilindros de fonógrafo, terminando con
la rivalidad entre estos y los discos.

Años 1930-1950

En 1935, el comentarista estadounidense Walter Winchell acuñó el término "disc


jockey" (una combinación de disc, en referencia a los discos grabados, y jockey, el
operador de la máquina) como una descripción del locutor radiofónico Martin Block.
Mientras que la audiencia esperaba al desarrollo del secuestro de Lindbergh, Block
reproducía discos, creando la ilusión de estar emitiendo desde una sala de baile en la
92
que los principales grupos del país tocaban en directo. El programa, al que el
conductor llamó Make Believe Ballroom, fue un éxito instantáneo.

En 1943, Jimmy Savile lanzó la primera fiesta de baile con DJ, donde reproducía discos
de jazz en la sala de arriba de un local de Otley, Inglaterra. En 1947, se abrió el club
nocturno Whiskey à Go-Go en París, Francia. Está considerado como la primera
discoteca del mundo, entendiendo por discoteca lo que su nombre francés original
(discothèque) venía a significar, esto es, un club nocturno donde la música que suena
está grabada y no es tocada por un grupo en directo. Las discotecas comenzaron a
extenderse por Europa y Estados Unidos.

En los años 1950, los DJ de radio estadounidense comenzaron a aparecer con cada vez
más frecuencia en "platter parties" o "sock hops", realizando programas donde
asumían cada vez más el rol de un jukebox humano. Solían tocar en un solo tocadiscos
discos de 45 rpm, normalmente éxitos, hablando entre canciones. En algunos casos, se
contrataba un batería para tocar en directo entre canciones y mantener la pista de
baile activa. En 1955, Bob Casey, un conocido "sock hop" DJ, llevo a Estados Unidos el
sistema de dos tocadiscos.

Hacia finales de los años 1950, el sound system, una nueva forma de entretenimiento,
fue desarrollado en los guetos de Kingston, Jamaica. Los promotores, que se llamaban
a sí mismos DJ, solían organizar grandes fiestas en las calles que estaban centradas en
la actividad de un disc-jockey, llamado "selector", que tocaba música de baile
utilizando grandes sistemas amplificados y cantaba sobre la música con un estilo
rítmico llamado toasting.

Años 1960 y 1970

Hacia mediados de los años 1960, los clubs nocturnos y discotecas seguía creciendo en
Europa y Estados Unidos. Comenzó a aparecer tecnología específica para los DJ, como
el clásico mezclador "CMA-10-2DL mixer" de Rudy Bozak. En 1969, el DJ
estadounidense Francis Grasso popularizó el beatmatching en el club Sanctuary de
Nueva York. El beatmatching es la técnica que permite crear transiciones
imperceptibles entre discos al hacer coincidir el tempo de los discos que se
sincronizan. Grasso también desarrolló la técnica del slip-cueing, mediante la cual se
sujeta un disco quieto mientras el tocadiscos sigue girando por debajo, soltándose el
disco en el momento deseado para crear una transición repentina con el disco
anterior.

En 1968 comenzó la decadencia de la mayor parte de los clubs de baile. La mayoría, o


bien fueron cerrados o bien fueron transformados en clubs con bandas en directo. Fue
entonces cuando las "block parties" o fiestas en las comunidades de vecinos
comenzaron a tener lugar, siguiendo el ejemplo de los sound systems jamaicanos.

En 1973, DJ Kool Herc, DJ jamaicano considerado como el "padrino de la cultura hip


hop", ya tocaba en las block parties del barrio neoyorquino del Bronx. Fue entonces
93
cuando desarrolló la técnica de mezclar hacia delante y hacia atrás dos discos iguales
para lograr extender el tramo instrumental rítmico, o break. El turntablism, el arte de
utilizar los tocadiscos no solo para reproducir música sino también para manipular el
sonido y crear música original, comenzaba a desarrollarse.

En 1972, Technics lanzó el primer tocadiscos SL-1200. Desde entonces ha sido el


referente para los DJ.

Hacia mediados de los años 1970, una mezcla de soul y funk con pop conocida como
disco despegó y se hizo muy popular en Estados Unidos y Europa, provocando un
renacer de las discotecas. A diferencia de los clubs de los años 1960, que incluían
grupos en directo, en 1975 las discotecas basaban su música en la labor del DJ.

FONDA

Una fonda es un tipo de establecimiento de hostelería. En principio, el origen de la


palabra está en el griego πανδοχεῖον (albergue), después pasó al árabe como funduq,
posteriormente una variación marroquí lo dejó en fendeq que se actualizó a fondac.

En Chile, Guatemala y El Salvador, es una taberna. En Río de la Plata se trata de un


restaurante de ínfima categoría, en México se refiere a un tipo restaurante pequeño
atendido por el propietario y en algunos casos tiene venta de cerveza..

En México la fonda es un pequeño restaurante económico conocido también como


cocina económica, se diferencia de los restaurantes y cafeterías porque en ella la
comida se ofrece bajo el esquema de "comida corrida" que consiste en tres platillos,
llamados "tiempos" inspirados en tres tiempos de las corridas de toros (de ahí su
nombre), el primer tiempo es una entrada caldosa (sopa "aguada" de pasta, consomé
(caldo) generalmente de pollo o rés; el segundo tiempo un plato seco (arroz, alguna
pasta cómo espagueti o una ensalada de verduras y el tercer tiempo es un plato fuerte
del cual se ofrecen tres o cuatro opciones; aunque también existe el postre, no es
considerado como un tiempo, debido a que es una cortesía de la casa.

Las fondas suelen también vender comida que no está en el "menú del día", casi
siempre platillos de comida rápida regional (los llamados antojitos). A pesar del bajo
precio de una comida corrida, los platillos ofrecidos son normalmente muy elaborados
y provenientes de la gastronomía mexicana.

PIQUERA

[(De picar).Una "piquera" es una finca en donde se reúnen los adictos para consumir

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sustancias. Su nombre proviene de las inyecciones para suministrarse heroína y otras
drogas duras.

1. m. Casa o apartamento que alguien dedica a sus encuentros eróticos de carácter


reservado.
2. m. casa o local que sirve para que se venda y se inyecte heroína.

PUB

Un pub (abreviación de public house, que en español significa "casa pública") es un


establecimiento donde se sirven bebidas alcohólicas, no alcohólicas y refrigerios bajo
las premisas del país correspondiente. Los países angloparlantes son los que registran
una mayor cantidad de pubs, concretamente el Reino Unido, Irlanda, Canadá, Australia
y Nueva Zelanda.
En España son numerosos los establecimientos que adquieren el nombre de pub por
servir bebidas y colocar música "mezclada". Sin embargo, el concepto original de "casa
pública" surgió en el Reino Unido y posee varias características que lo distinguen
cultural y socialmente de otros negocios hosteleros.
En México estos lugares han florecido en gran medida en los últimos años, dándose
más específicamente en la Zona Metropolitana de Guadalajara y en la Ciudad de
México en colonias como la Cuauhtémoc , y Condesa.

LOS PUB BRÍTANICOS


En el Reino Unido existen aproximadamente 60.000 pubs, habiendo al menos uno en
casi todas las localidades. En ellos se venden casi 6 millones de litros de cerveza al
año, lo que supone una media de 177 pintas por persona.
Aunque un pub también sirve licores y bebidas sin alcohol, su prestigio se mide por la
selección y calidad de cervezas de grifo (llamadas así por provenir del grifo de un
barril denominado sifón) y embotelladas que pueda ofrecer. La clientela inglesa es
experta en la bebida de cebada y exige nombre y calidad en el abanico cervecero de
cada casa pública. No en vano es posible encontrar pubs con hasta más de 30 grifos de
cerveza.
La cerveza más característica del pub inglés es la Ale o Bitter. En la barra se distinguen
perfectamente de las demás por el señorial grifo de bombeo mecánico que requieren
para ser tiradas. Son caldos muy delicados que necesitan de buenos cuidados diarios y
un buen sótano a fresca temperatura ambiente donde poder almacenar los barriles.
Éstos contienen unos sedimentos acumulados en la parte inferior que le reportan su
inconfundible sabor. El característico aroma de las Bitter flota en aquellos pubs donde
está prohibido fumar.
La decoración de este tipo de bares suele guardar la solemnidad y ostentación de la
95
cultura inglesa. Muebles de madera labrada, techos recargados y moquetas lustrosas
facilitan una estancia agradable y proclive a la conversación.
Así mismo, los pubs se resguardan de la luz del día con cristales opacos o grabados
muy elaborados, que también contribuyen a la creación de una atmósfera íntima y
acogedora. Aunque en los últimos 20 años existe una tendencia al uso de cristales
transparentes para realzar con brillo la decoración interior.
Habitualmente, cada pub posee su propia clientela regular: personas que viven en las
cercanías, trabajadores de la zona, amigos del propietario o propietaria o de su
personal, dándose el caso de personas provenientes de sitios más retirados.

HISTORIA

En el Reino Unido se consume la cerveza del tipo Ale desde antes de la Edad de
Bronce. Sin embargo, no fue hasta la llegada de los conquistadores romanos cuando
aparecieron las primeras posadas, donde los viajeros obtenían refrigerios, cobijo y
descanso. Con la caída del Imperio romano, estas casas dieron lugar al concepto del
pub modernos y fue en el año 965 cuando el rey Edgar reguló el negocio decretando
un máximo de un pub por población.
La popularización de la ginebra en el siglo XVIII supuso un buen espaldarazo para la
hostelería británica. El licor fue introducido después de la Revolución Gloriosa de
1688 y su consumo se vio impulsado gracias a la producción ilegal de ginebra que
evitaba los elevados impuestos sobre las bebidas alcohólicas. Las cervecerías veían
cómo la nueva bebida espirituosa ganaba clientes y la atacaron frontalmente con la
apertura de Alehouses (casas de cerveza), pubs pertenecientes a las propias compañías
productoras donde solamente se servía su producto. Sin embargo, alrededor de 1740
la producción de cerveza era seis veces menor que la de ginebra y su bajo precio atraía
a las clases trabajadoras durante el periodo Gin Craze.
Todo esta tesitura derivó en una fiebre de alcoholismo que causó una degradación del
pueblo llano, ilustrada por el pintor William Hoghart en Beer Street y Gin Lane. Para
erradicar el problema, el gobierno aprobó la Gin Act en 1736 elevando los impuestos
sobre la ginebra. La medida desató la ira del pueblo que se amotinaba en las calles
hasta que la ley fue abolida en 1742.
A finales del siglo XVIII, se añadió un salón más a los pubs ingleses: The Function Room
(Sala de Funciones). Muchos de estos establecimientos contaban con espectáculos de
entretenimiento de distintos tipos como bandas de música, juegos y deportes. El local
Balls Pond Road, en el distrito londinense de Islington, tenía en su parte trasera un
pequeño lago con patos a los que sus clientes podían disparar a cambio de un módico
precio.
Más comunes, sin embargo, eran los billares, conciertos, pequeñas funciones teatrales
o comedias a las que los clientes podían acudir previo pago. Es posible que el inicio
institucionalizado del stand-up comedy, lo que en España se conoce como El club de la
comedia, haya que buscarlo en los más antiguos pubs londinenses.

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PULQUERÍA.

f. Méx. Tienda donde se vende pulque. Una pulquería es un lugar para ir a beber
pulque, aunque las hay de muchos tipos. El Pulque se obtiene de la fermentación de la
savia azucarada o aguamiel, concentrados en el corazón del maguey, antes de que
salga el pedúnculo de la inflorescencia (quiote) del maguey, por el proceso conocido
como "raspado", que consiste en quitar el centro de la planta donde crecen las hojas
tiernas dejando una oquedad que se tapa con una penca (hoja) del maguey, el interior
es entonces raspado con una especie de cuchara lo que provoca que el maguey suelte
el jugo el cual se concentra en el hueco, este es luego a intervalos de uno o dos días es
absorbido en un cuenco hueco (llamado "acocote") que es el fruto de una
cucurbitácea, y depositado en un recipiente llamado "odre", que en la antigüedad era
un cuero de cabra, cerdo u oveja curtido de manera especial con una sola abertura,
este proceso lo lleva a cabo el Tlachiquero o "raspador", el jugo se recolecta hasta por
dos meses.

Luego es depositado en barriles de pino o modernamente a cubas de acero inoxidable


donde se le fermenta con la bacteria Zymomonas mobilis, durante uno o dos días,
obteniéndose un líquido blanco de aspecto lechoso con unos 5% Alc. Vol. el cual en el
caso de los expendios tradicionales se debe beber inmediatamente ya que al seguirse
fermentando adquiere un gusto muy fuerte y es un cultivo ideal para otras bacterias,
en el caso de bebidas embotelladas se para el proceso de fermentación con
pasteurización.

El consumo tradicional del pulque lleva toda una tradición, ya que en los locales donde
se expende "Pulquería" es imprescindible la presencia de alguna botana, como puede
ser un montón de guacamole con tortillas, hasta la venta de los carísimos gusanos de
maguey o caracoles pantioneros; por otro lado el consumo del pulque tiene una serie
de rituales y maneras de tomarlo, así de inicio se puede tomar combinado con la pulpa
de diferentes frutas y endulzado con miel, una especie de cóctel, a lo cual se le da el
nombre de Curados que va de un simple curado de Tuna Roja hasta los muy caros de
Piñón Rosa, o bien el natural, denominado popularmente como curado de "Ajo" {por
de ajo-dido (pobre)} ya que es el más barato. En el aspecto gastronómico es el
elemento alcohólico indispensable de la tradicional salsa borracha, además de que
forma parte de las recetas de varios tipos de carnes y caldos.

El pulque aún se fabrica en la actualidad en cantidades limitadas en algunas partes de


México. Sin embargo, debido a que no es fácil de preservar o almacenar, no se le
conoce mucho fuera de México. Su consumo fue habitual en México entre todas las
clases sociales durante el siglo XIX, pero en las décadas de 1920 y 1930 las
autoridades emprendieron una lucha contra su consumo y consiguieron que éste
disminuyera, principalmente en las ciudades, aunque en el ámbito rural sigue siendo
una bebida popular.

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En el presente el pulque ha sido desplazado por la cerveza de origen asiático-europeo
y los licores de agave "tequila, mezcal, charanda, etc.", por lo que sus expendios se han
vuelto más escasos o han pasado a la clandestinidad en los barrios y pueblos de bajo
nivel económico, por otro lado algunas empresas y asociaciones campesinas han
empezado a embotellar o enlatar el pulque para su venta a mayor escala y a mayor
distancia, logrando exportar a los mercados de Oceanía, Europa, Lejano Oriente,
Centro y Sur América y sobre todo por el número de mexicanos residentes, a los
Estados Unidos, ya que en México se le ha relegado por considerarse su consumo
propio de los más bajos niveles intelectuales, sociales y económicos.46

SALÓN DE BAILE

Un salón de baile es una sala grande dentro de un edificio, cuyo propósito es llevar a
cabo danzas formales que se llaman bailes.

Tradicionalmente, la mayoría de los bailes se celebraban en residencias privadas;


muchas mansiones y palacios contienen por tanto uno o más salones de baile. En otras
casas grandes, un cuarto amplio como el salón de dibujo, una galería larga o vestíbulo
puede hacer también las funciones de salón de baile. Lo único que tiene que tener un
buen salón de baile es un suelo bien nivelado.

Los salones de baile son generalmente muy amplios y pueden tener techos más altos
que otras estancias en el mismo edificio. Por sus dimensiones, deben contar con una
potente iluminación bien a cargo de grandes lámparas de salón o de apliques y
candelabros situados en los laterales. Los salones disponen de un amplio espacio
central rodeado de muebles en los que reposar o colocar las bebidas. La orquesta
suele colocarse en un extremo del mismo.

En la actualidad, los bailes más concurridos se celebran casi siempre en edificios


públicos por lo que muchos hoteles tienen un salón de baile en donde se celebran
bodas y otros eventos sociales. Los salones también están diseñados para ayudar al
sonido de las orquestas a atravesar el cuarto entero.

Un caso especial lo constituye el baile anual de la ópera de Viena, donde, apenas para
una noche, el auditorio de la ópera del estado de Viena se convierte en un gran salón
de baile. En la víspera del acontecimiento, las filas de asientos se quitan del anfiteatro
y se construye un piso nuevo a nivel del escenario.

46 http://portal.veracruz.gob.mx/portal/page?_pageid=2547,4492356&_dad=portal&_schema=PORTAL

http://www.mexicodesconocido.com.mx/el-pulque-bebida-que-se-esta-perdiendo-hidalgo.html
↑ http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/ciencia/volumen1/ciencia2/51/htm/sec_9.html
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TABERNA

Una taberna es un establecimiento público, de carácter popular, donde se sirven y


expenden bebidas y, a veces, se sirven comidas.

Las tabernas existían ya en el año 1700 a.C. Se han encontrado pruebas de la


existencia de un comedor público en Egipto en el año 512 a.C.

Precursoras de las modernas cafeterías, el antecedente más cercano en cuanto a las


características, son las tabernas de la antigua Roma, también llamadas Thermopolium,
debido a que se servía en ellas vino caliente. «Abemus pullum, piscem, pernam,
paonem», reza el menú de una de estas tabernas.

Alrededor del año 1200 ya existían casas de comida en Londres, París y algunos otros
lugares en las que podían comprarse platos ya preparados. El primer restaurante
propiamente dicho tenía la siguiente inscripción en la puerta: «Venite ad me omnes
qui stomacho laboratoratis et ego restaurabo vos». «Venid a mi todos aquellos cuyos
estómagos clamen angustiados, que yo los restauraré», abrió sus puertas en París.

Un tabernero llamado Boulanger funda en la calle Bailleul en 1765 un establecimiento


donde se sirve cordero a la salsa blanca y un caldo que tiene un tremendo éxito.
Antonio Beauvilliers fue el primero en dar a su local el nombre de Restaurant. La Gran
Taberna de Londres.

Las tabernas han quedado en el imaginario colectivo como locales de mala fama, más
propios de rubicundos marineros tatuados con nombres de mujer o capitanes
Alatristes, malencarados y pendencieros.

TABLE DANCE

Un table dance (pronunciado /ˈteɪbəl dæns/, "teibol dans") es un club nocturno o bar
que ofrece stripteases y posiblemente otros servicios relacionados tales como los lap-
dance o bailes privados. Son más similares a los strip clubs estadounidense que a los
table dance estadounidenses propiamente dichos, ya que al igual que los strip clubs en
estos locales se realizan stripteases y lap-dance, y difiere de manera importante de los
table dance estadounidenses, ya que en estos locales no se realizan bailes exóticos o
eróticos en la barra del bar del establecimiento como ocurre en los estadounidenses o
tambien es donde la taboleras se exitan y tienen relaciones sexuales con los clientes
tambien se desnudan y hacen actos lesbicos.

Los establecimientos nivel alto tienden a llamarse a sí mismo club para caballeros
(gentlemen's club) mientras que establecimientos de bajo nivel pueden ser referidos
simplemente como Tables o hispanizado en México como teibol (titty bar o girly bar).

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Los go-go bar están más enfocados en el baile en el escenario y en la música, en
México son conocidos como Antros. En estos establecimientos las bailarinas son
restringidas a bailar en una plataforma en bikini o ropa interior.
Los hombres son los consumidores primarios de este tipo de entretenimiento, casi
todos clubes tienen un costo de admisión o cover, pero puede haber algunos que
centran sus ganancias en la venta de bebidas las cuales venden a precios sumamente
elevados o a los privados o lap dance, dejando la entrada como gratuita o no cover.
Los privados son una sesión de baile que se realiza en una sala privada donde la
bailarina realiza un Lap-dance con una pista musical, dicha sesión tiene la duración de
la pista escogida por el cliente e incluso puede llegar a incluir sexo oral, anal o vaginal,
dependiendo del establecimiento y la bailarina, llegando en este punto a considerarse
que el privado puede llegar a ser una especie de prostitución disimulada, marcando
una diferencia importante con respecto al Lap-dance estadounidense donde incluso
esta prohibido tocar a la bailarina.
No existen estadísticas precisas acerca de los ingresos brutos de la industria del Table
dance en México, pero su gran proliferación en años recientes aunado los altos
ingresos obtenidos por esta clase de negocios hacen suponer que es una de las
industrias que mayores ingresos tienen en el país.

El Table-dance en EE.UU.

El Bartop dancing también conocido en EE.UU. como Table dance es marcadamente


diferente al Table dance mexicano.
El "Table-dance", o 'bartop dancing', es un baile erótico realizado en la barra del bar
del establecimiento, en contraposición a un escenario. En algunas jurisdicciones de los
Estados Unidos, un table-dance puede ser una alternativa al Lap-dance, en lugares
donde las leyes prohíben que las bailarines exóticos tengan contacto con los clientes,
como en la Ciudad de Nueva York donde son famosos establecimientos como Coyote
Ugly, Hogs and Heifer's y 2by4, en dichos casos las camareras o bartenders realizan un
Lap-dance en la barra del bar, a la vista de todos y como no se trata de bailarinas
exóticas sino de camareras no hay delito, de esta manera se evade y juega con las
leyes.

VIP

(pronunciado vi-ai-pí) son unas siglas que significan en inglés Very Important People
(Gente muy Importante). La expresión que empezó a usarse entre 1940 y 1945, se
emplea en diversos ámbitos para designar a personajes -políticos destacados,
famosos, empresarios...- asistentes a un evento que requieren una atención o
protección especial; la persona con consideración VIP en determinada situación, tiene
acceso a zonas reservadas como la sala VIP de algunos aeropuertos (o en otros lugares
públicos y privados) donde el VIP aguarda la llegada de su avión. Está extendido el uso

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de los "pases o entradas VIP" de carácter gratuito y con frecuencia utilizados en
discotecas, conciertos y otras actividades (por ejemplo presentaciones de productos o
inauguración de nuevos establecimientos).

En foros públicos, se aplica a usuarios que por su trayectoria de ayuda y colaboración,


son reconocidos como Miembros VIP.

En relación a la náutica se considera VIP a la cabina o camarote más importante o


lujoso de un barco para los invitados.

Un peldaño por encima del VIP en el estatus social, estaría el VVIP, Very Very
Important Person. Que también se le dice así al accionista más grande de un club,
empresa...

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