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Inteligencia Emocional

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Inteligencia Emocional

La Inteligencia Emocional

¿Qué es la inteligencia emocional?

El término Inteligencia Emocional fue acuñado por el Psicólogo


estadounidense Daniel Goleman en el año 1955.

El concepto de inteligencia emocional  hace referencia a la capacidad


para reconocer los sentimientos propios y ajenos. La persona, por lo tanto, es inteligente
(hábil) para el manejo de los sentimientos.

Para Goleman, la inteligencia emocional implica cinco capacidades básicas: descubrir las


emociones y sentimientos propios, reconocerlos, gestionarlos, crear una motivación
propia y trabajar las relaciones personales.

La inteligencia emocional tiene una base física en el tronco encefálico, encargado de


regular las funciones vitales básicas. El ser humano dispone de un centro emocional
conocido como neocórtex, cuyo desarrollo es incluso anterior a lo que conocemos como
cerebro racional.

La amígdala cerebral y el hipocampo también resultan vitales en todos los procesos


vinculados a la inteligencia emocional. La amígdala, por ejemplo,
segrega noradrenalina que estimula los sentidos.

Cada persona es diferente, no todos reaccionamos de la misma manera unos somos más
expresivo y otros más reservados, mostramos nuestros sentimientos de formas diferentes.

1. Inteligencia Emocional
La Inteligencia Emocional: Es un conjunto de destrezas, actitudes, habilidades y
competencias que determinan la conducta de un individuo, sus reacciones, estados
mentales, etc., y que puede definirse, según el propio Goleman, como la capacidad
de reconocer nuestros propios sentimientos y los de los demás, de motivarnos y de
manejar adecuadamente las relaciones.

Este término incluye dos tipos de inteligencias:

La Inteligencia Intrapersonal: Está compuesta, a su vez, por una serie de competencias


que determinan el modo en que nos relacionamos con nosotros mismos. Esta inteligencia
comprende tres componentes cuando se aplica en el trabajo.

Conciencia de uno mismo: Es la capacidad de reconocer y entender en uno mismo, las


propias fortalezas, debilidades, estados de ánimo, emociones e impulsos, así como el
efecto que éstos tienen sobre los demás y sobre el trabajo. Esta competencia se
manifiesta en personas con habilidades para juzgarse a sí mismas de forma realista, que
son conscientes de sus propias limitaciones y admiten con sinceridad sus errores, que
son sensibles al aprendizaje y que poseen un alto grado de autoconfianza.
Autorregulación o control de sí mismo: Es la habilidad de controlar nuestras propias
emociones e impulsos para adecuarlos a un objetivo, de responsabilizarse de los propios
actos, de pensar antes de actuar y de evitar los juicios prematuros. Las personas que
poseen esta competencia son sinceras e íntegras, controlan el estrés y la ansiedad ante
situaciones comprometidas y son flexibles ante los cambios o las nuevas ideas.

Automotivación: Es la habilidad de estar en un estado de contínua búsqueda y


persistencia en la consecución de los objetivos, haciendo frente a los problemas y
encontrando soluciones. Esta competencia se manifiesta en las personas que muestran
un gran entusiasmo por su trabajo y por el logro de las metas, por encima de la simple
recompensa económica, con un alto grado de iniciativa y compromiso, y con gran
capacidad optimista en la consecución de sus objetivos.

La Inteligencia Interpersonal: Al igual que la anterior, esta inteligencia también está


compuesta por otras competencias que determinan el modo en que nos relacionamos con
los demás.

Empatía: Es la habilidad para entender las necesidades, sentimientos y problemas de los


demás, poniéndose en su lugar, y responder correctamente a sus reacciones
emocionales. Las personas empáticas son aquellas capaces de escuchar a los demás y
entender sus problemas y motivaciones, normalmente tienen mucha popularidad y
reconocimiento social, se anticipan a las necesidades de los demás y aprovechan las
oportunidades que les ofrecen otras personas.

Habilidades Sociales: Es el talento en el manejo de las relaciones con los demás, en


saber persuadir e influenciar a los demás. Quienes poseen habilidades sociales son
excelentes negociadores, tienen una gran capacidad para liderar grupos y para dirigir
cambios, y son capaces de trabajar colaborando en un equipo y creando sinergias
grupales.
2. Componentes de la Inteligencia Emocional

Componentes de la Inteligencia Emocional según Fernández y Extremera

Esta sociedad de las “buenas maneras” y el control social han hecho de nosotros
auténticos robots de las apariencias. En la Universidad de Málaga los doctores Fernández
Berrocal y Extremera han abordado la inteligencia emocional como la habilidad (esencial)
de las personas para atender y percibir los sentimientos de forma apropiada y precisa, la
capacidad para asimilarlos y comprenderlos adecuadamente y la destreza para regular y
modificar nuestro estado de ánimo o el de los demás. En la inteligencia emocional se
contemplan cuatro componentes:

Percepción y Expresión Emocional: Se trata de reconocer de manera consciente qué


emociones tenemos, identificar qué sentimos y ser capaces de verbalizarlas. Una buena
percepción significa saber interpretar nuestros sentimientos y vivirlos adecuadamente, lo
que nos permitirá estar más preparados para controlarlos y no dejarnos arrastrar por los
impulsos.

Facilitación Emocional: Capacidad para producir sentimientos que acompañen nuestros


pensamientos. Si las emociones se ponen al servicio del pensamiento nos ayudan a
tomar mejor las decisiones y a razonar de forma más inteligente. El cómo nos sentimos va
a influir decisivamente en nuestros pensamientos y en nuestra capacidad de deducción
lógica.

Comprensión Emocional: Hace referencia a entender lo que nos pasa a nivel emocional,


integrarlo en nuestro pensamiento y ser conscientes de la complejidad de los cambios
emocionales. Para entender los sentimientos de los demás, hay que entender los propios.
Cuáles son nuestras necesidades y deseos, qué cosas, personas o situaciones nos
causan determinados sentimientos, qué pensamientos generan las diversas emociones,
cómo nos afectan y qué consecuencias y reacciones propician. La empatía supone
sintonizar, ponerse en el lugar del otro, ser consciente de sus sentimientos. Hay personas
que no en tienden a los demás, no por falta de inteligencia, sino porque no han vivido
experiencias emocionales o no han sabido gestionarlas. Quién no ha experimentado la
ruptura de pareja o el sentimiento de orfandad por la pérdida de un ser querido, es difícil
que se haga cargo de lo que sufren quienes pasan por esa situación. Incluso, cuando se
han vivido experiencias de ese tipo, si no se ha hecho el esfuerzo de aceptarlas e
integrarlas a nuestra vida diaria, no se está suficientemente capacitado para la
comprensión emocional inteligente.

Regulación Emocional: Capacidad para dirigir y manejar las emociones de una forma


eficaz. Es la capacidad de evitar respuestas incontroladas en situaciones de ira,
provocación o miedo. Supone también percibir nuestro estado afectivo sin dejarnos
arrollar por él, de manera que no obstaculice nuestra forma de razonar y podamos tomar
decisiones, de acuerdo con nuestros valores y las normas sociales y culturales de nuestro
medio.

Estas cuatro habilidades están ligadas entre sí, en la medida en que es necesario ser
conscientes de cuáles son nuestras emociones, si queremos vivirlas adecuadamente.
Ventajas que Conlleva el Desarrollo de la Inteligencia Emocional tanto a Nivel
Personal como Profesional

•La comunicación mejora;

•el trabajador se siente mejor persona, más feliz, más pleno y con mayor calidad de vida;

•aumenta la motivación;

•las relaciones personales mejoran;

•las personas se implican más en su trabajo y son más responsables y autónomas;

•se mejora el clima laboral;

•nuestro poder (especialmente el carismático) y nuestro liderazgo se ven reforzados;

•aumenta la eficacia y eficiencia de las personas y de los equipos;

•los procesos de cambio y de mejora continua se agilizan;

•mejoran las relaciones con los clientes y con todos los públicos de la empresa;

•y también mejoran un sin fin de pequeñas y sutiles cosas, además de la rentabilidad de la


empresa.

Características Básicas y Propias de la Persona Emocionalmente Inteligente

•Poseer suficiente grado de autoestima.

•Ser personas positivas.

•Saber dar y recibir.

•Empatía (entender los sentimientos de los otros)

•Reconocer los propios sentimientos.

•Ser capaz de expresar los sentimientos positivos como los negativos.

•Ser capaz también de controlar estos sentimientos.

•Motivación, ilusión, interés.

•Tener valores alternativos.

•Superación de las dificultades y de las frustraciones.


•Encontrar equilibrio entre exigencia y tolerancia.

3. Emociones
Una emoción es un estado afectivo que experimentamos, una reacción subjetiva al
ambiente que viene acompañada de cambios orgánicos (fisiológicos y endocrinos) de
origen innato, influidos por la experiencia. Las emociones tienen una función adaptativa
de nuestro organismo a lo que nos rodea. Es un estado que sobreviene súbita y
bruscamente, en forma de crisis más o menos violentas y más o menos pasajeras.

En el ser humano la experiencia de una emoción generalmente involucra un conjunto de


cogniciones, actitudes y creencias sobre el mundo, que utilizamos para valorar una
situación concreta y, por tanto, influyen en el modo en el que se percibe dicha situación.

Durante mucho tiempo las emociones han estado consideradas poco importantes y
siempre se le ha dado más relevancia a la parte más racional del ser humano. Pero las
emociones, al ser estados afectivos, indican estados internos personales, motivaciones,
deseos, necesidades e incluso objetivos. De todas formas, es difícil saber a partir de la
emoción cuál será la conducta futura del individuo, aunque nos puede ayudar a intuirla.

Apenas tenemos unos meses de vida, adquirimos emociones básicas como el miedo, el
enojado enfado o la risa alegría. Algunos animales comparten con nosotros esas
emociones tan básicas, que en los humanos se van haciendo más complejas gracias al
lenguaje, porque usamos símbolos, signos y significados. Cada individuo experimenta una
emoción de forma particular, dependiendo de sus experiencias anteriores, aprendizaje,
carácter y de la situación concreta. Algunas de las reacciones fisiológicas y
comportamentales que desencadenan las emociones son innatas, mientras que otras
pueden adquirirse.

Charles Darwin observó cómo los animales (especialmente en los primates) tenían un
extenso repertorio de emociones, y que esta manera de expresar las emociones tenía una
función social, pues colaboraban en la supervivencia de la especie. Tienen, por tanto, una
función adaptativa.

CATEGORIAS BASICAS DE LAS EMOCIONES

Anticipación de una amenaza o peligro que produce ansiedad, incertidumbre, inseguridad.

Sobre salto, asombro, desconcierto. Es muy transitoria. Puede dar una aproximación
cognitiva para saber qué pasa.

Disgusto, asco, solemos alejarnos del objeto que nos produce aversión.

Rabia, enojo, resentimiento, furia, irritabilidad.

Diversión, euforia, gratificación, contentos, da una sensación de bienestar, de seguridad.

Pena, soledad, pesimismo.

Funciones de las Emociones


Si tenemos en cuenta esta finalidad adaptativa de las emociones, podríamos decir que
tienen diferentes funciones:

•Miedo: tendemos hacia la protección. Sonrojado

•Sorpresa: ayuda a orientarnos frente a la nueva situación. Asombro

•Aversión: nos produce rechazo hacia aquello que tenemos delante.

•Ira: nos induce triste hacia la destrucción.

•Alegría: nos risa induce hacia la reproducción (deseamos reproducir aquel suceso que
nos hace sentir bien).

•Tristeza: nos motiva hacia una nueva reintegración personal. Triste

Los humanos tenemos 42 músculos diferentes en la aprobación cara. Dependiendo de


cómo los movemos expresamos unas determinadas emociones u otras. Hay sonrisas
diferentes, que expresan diferentes grados de alegrías payaso. Esto nos ayuda a
expresar lo que sentimos, que en numerosas ocasiones nos es difícil explicar con
palabras. Es otra manera de comunicarnos socialmente y de sentirnos integrados en un
grupo aprobación social. Hemos de tener en cuenta que el hombre es el animal social por
excelencia.

Las diferentes expresiones faciales enojado guiño pensativo sonrisa guiño son
internacionales, dentro de diferentes culturas hay un lenguaje similar. Podemos observar
como en los niños ciegos o sordos cuando experimentan las emociones lo demuestran de
forma muy parecida a las demás personas, tienen la misma expresión facial.
Posiblemente existan unas bases genéticas, hereditarias, ya que un niño que no ve no
puede imitar las expresiones faciales de los demás. Aunque las expresiones también
varían un poco en función de la cultura, el sexo, el país de origen etc. Las mujeres tienen
más sensibilidad para captar mejor las expresiones faciales o las señales emotivas y esta
sensibilidad aumenta con la edad. Otro ejemplo son los rostros de los oriéntales,
especialmente los japoneses, son bastante inexpresivos, pero es de cara a los demás,
porque a nivel íntimo expresan mejor sus emociones.

Las expresiones faciales también afectan a la persona que nos está mirando alterando su
conducta. Si observamos a alguien que llora nosotros nos ponemos tristes o serio e
incluso podemos llegar a llorar como esa persona. Por otro lado, se suelen identificar
bastante bien la ira, la alegría y la tristeza de las personas que observamos. Pero se
identifican peor el miedo, la sorpresa y la aversión.

Componentes Conductuales

Las emociones poseen unos componentes conductuales particulares, que son la manera


en que éstas se muestran externamente. Son en cierta medida controlables, basados en
el aprendizaje familiar y cultural de cada grupo:

· Expresiones faciales.
· Acciones y gestos.

· Distancia entre personas.

· Componentes no lingüísticos de la expresión verbal (comunicación no verbal).

Componentes Fisiológicos

Los otros componentes de las emociones son fisiológico se involuntarios, iguales para


todos:

· Temblor

· Sonrojarse

· Sudoración

· Respiración agitada

· Dilatación pupilar

· Aumento del ritmo cardíaco

Estos componentes son los que están en la base del polígrafo o del "detector de
mentiras". Se supone que cuando una persona miente siente o no puede controlar sus
cambios fisiológicos, aunque hay personas que con entrenamiento sí pueden llegar a
controlarlo.

¿Qué es lo que nos produce el miedo a nivel fisiológico?

Cuando nos encontramos ante un estímulo que nos provoca miedo o temor, nuestro
cuerpo reacciona activándose, de manera que estemos a punto para cualquier reacción
de lucha o huida que sea preciso a fin de protegernos, ya que nuestro impulso más básico
es el de la supervivencia.

La activación se produce de la siguiente manera:

El lóbulo frontal de la corteza cerebral por la acción del hipotálamo activa la glándula
suprarrenal.

· La glándula suprarrenal descarga adrenalina.

· Las pupilas se dilatan.

· El tórax se ensancha.

· El corazón se dilata, aumenta la provisión de sangre.


· Se produce un aumento de la tensión arterial.

· Los músculos se contraen.

· El hígado libera glucosa, el combustible de los músculos.

· La piel palidece.

· Los bronquios se dilatan para aumentar el volumen de oxígeno.

· En casos extremos la vejiga urinaria se cargará.

GESTIONAR ADECUADAMENTE LAS EMOCIONES

No someterlas a censura. Las emociones no son buenas o malas, salvo cuando por
nuestra falta de habilidad hacen daño, a nosotros o a otras personas.

· Permanecer atentos a las señales emocionales, tanto a nivel físico como psicológico.

· Investigar cuáles son las situaciones que desencadenan esas emociones.

· Designar de forma concreta los sentimientos y señalar las sensaciones que se reflejan
en nuestro cuerpo, en lugar de hacer una descripción general (“estoy triste”, “estoy
nervioso”…).

· Descargar físicamente el malestar o la ansiedad que nos generan las emociones.

· Expresar nuestros sentimientos a la persona que los ha desencadenado, sin


acusaciones ni malas formas y detallando qué situación o conducta es la que nos ha
afectado.

· No esperar a que se dé la situación idónea para comunicar los sentimientos, tomar la


iniciativa.

4. Sentimientos y aptitudes emocionales


SENTIMIENTOS Y APTITUDES EMOCIONALES

Concepto: Son emociones educadas. Resultan de una emoción básica más una imagen
mental, nuestros sentimientos se pueden refinar y aprender en nuevos repertorios.

También se pueden definir que son emociones o impulsos de la sensibilidad hacia lo


sentido o imaginado como bueno o como malo. Responden a frases de éstas: me
gustaría, no tengo ganas, no la soporto, me cae bien.

Los sentimientos se suelen agrupar así:

•Ante un bien: Amor (simpatía, estima, admiración), deseo, gozo.


•Ante un mal: Odio (antipatía, repugnancia, fastidio), aversión (huida), tristeza.

•Ante un bien difícil de alcanzar: esperanza, desesperanza.

•Ante un mal difícil de superar: Temor, audacia, ira.

•El sentimiento más importante es el amor, pero es conveniente fomentarlo como virtud
que es el de mayor categoría.

Los sentimientos son buenos cuando facilitan obrar bien, entonces conviene
incrementarlos. Son perjudiciales cuando invitan al mal: habrá que dominarlos y
cambiarlos.

Aptitudes Emocionales: Según Goleman (1998) una aptitud emocional es una


capacidad aprendida, basada en la inteligencia emocional que origina un desempeño
personal y profesional sobresaliente.

Analfabetismo Emocional:

El ser humano contemporáneo sufre de un pavoroso empobrecimiento histórico, que nos


tiene sumidos en un nivel absoluto de analfabetismo emocional. Estamos al tanto de los
índices, de las fluctuaciones, de los bits y de lo que sucede al otro lado del mundo, pero
nadas abemos de nuestra vida afectiva y emocional, por lo que continuamos exhibiendo
gran torpeza en nuestras relaciones personales.

Hemos desterrado las emociones y la afectividad del palacio del conocimiento. Dolor y
torpeza nos afecta a todos, pues si alguna cosa está democráticamente distribuida en
nuestra sociedad, es la torpeza emocional. Ricos y pobres, iletrados y posgraduados,
todos manifiestan igual nivel de irracionalidad afectiva y analfabetismo emocional.

Nadie está dispuesto a devolver un llamado telefónico, a conversar con un amigo, a leer,
a pensar y reflexionar. Contamos nuestros bienes pero no nuestras pasiones.

Vivimos un mundo de pequeñas relaciones corto-placistas, sin generación de redes y


amigos. Nada debe distraer al "conquistador" de su objetivo grandioso: someter a los
demás a su hegemonía política y a sus redes de mercado.

¿Cómo podemos entonces definir la inteligencia emocional? Quizá como una interrelación
entre el cerebro y el corazón. Una persona con elevado Q.I. posee alto nivel de
competencia técnica mientras que un elevado Q.E. significa un alto nivel de competencia
humana.

Alfabetización Emocional

La Alfabetización Emocional es la Segunda Revolución del Saber Básico. La primera fue


hace casi 300 años cuando las personas eran analfabetas racionales, que no sabían leer
y escribir. Ahora sucederá lo mismo con quienes olviden las emociones y las pasiones.
Entonces es posible decir que el auto-conocimiento es el primer paso para alfabetizarse
emocionalmente. Después, la persona aprende con las otras personas a comprenderlas,
a aceptarlas como son, a confiar, valorizar y convivir adecuadamente.

Sin embargo, en nuestra sociedad todos queremos cambiar el mundo, pero nadie quiere
cambiarse a sí mismo.

Características de una persona con alto grado inteligencia de emocional

A nivel Intrapersonal, puede ser el reconocer sus emociones y como ellas se expresan,
saber estimular las emociones agradables, controlar las desagradables, usar
pensamientos positivos, estimularla auto-estima, resignificar pensamientos negativos,
transformándolos en positivos, y mantener íntegra su propia dignidad.

A nivel Interpersonal, se reconoce la Q.I.a través de la empatía emocional con otra


persona, al saber respetar la individualidad, al hacer de la diversidad una unidad,
estimulando la dignidad humana entre las personas, sabiendo perdonar y pedir perdón,
criticar, ayudar, neutralizar ofensas y humillaciones recibidas, armonizar conflictos, irradiar
energía positiva y saber convivir.

Para responder adecuadamente a este desafío, se requiere aceptar que no estamos


frente a una situación de crisis, sino que estamos enfrentando a un nuevo paradigma.
Para aceptar el desafío, los individuos deben desarrollar nuevos valores, como
flexibilidad, curiosidad intelectual, tenacidad, etc., en síntesis: ser pasionales y
emprendedores.

Debe generarse un equilibrio entre la parte puramente emocional y primitiva con la del
cerebro racional. El desequilibrio para lo emocional resulta en una persona muy "sensible"
y "emotiva", mientras que el desequilibrio para lo racional surge como una persona "dura",
"insensible" y "fría".

Según investigaciones, el 70% de la lucratividad de una empresa está en la competencia


humana en un 30% en la técnica, lo que podría determinar que la Inteligencia Emocional
es indispensable en la construcción de la calidad. Donde ella existe no aparecen
sabotajes, desperdicios y re-trabajos que interfieren directamente en los costos. En su
presencia se permite el desempeño de verdaderos equipos.

Este maravilloso desafío para nuestra generación, no se enseña por el momento en


ninguna Universidad local o extranjera, hay que buscarlo dentro de nosotros mismos.
Quizá en neuronas adormecidas de nuestro cerebro o quizá en nuestro propio corazón.

Como dijo hace décadas Kalil Jibran;"...somos como un velero en medio del mar, el timón
es nuestra Razón, y nuestras velas junto con el viento son la pasión que nos impulsa. Si
tenemos solamente timón por más que lo moviéramos estaríamos estancados en medio
del mar, y si tuviéramos solamente velas, andaríamos sin rumbo a la deriva. Por este
motivo, razón y pasión, cerebro y corazón, pensamientos y emociones, devenir juntos y
en equilibrio, porque nuestra Pasión da el impulso y nuestra Razón lo guía..."

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