Unidad 9 TP 1
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Unidad 9 TP 1
Unidad 9
El Acompañante
Terapéutico en el
ámbito de salud
mental
Antiguamente se creía que las enfermedades mentales tenían un origen sagrado. Así
Skiadaressis nos dice que “con el correr del tiempo, con Hipócrates, se empieza a
pensar que esto no era tan así, ya que habían ciertas causas naturales que alternaban
en momentos determinados, más allá de los dioses”
En el siglo XV, el Cristianismo lleva adelante las primeras cruzadas para conquistar a
Jerusalén, desencadenando como producto la llegada de la lepra a Europa,
produciéndose una plaga. Así se constituye la primera idea de hospital, el leprosario.
Empieza a estar dirigido por médicos. Aparecen en Europa las enfermedades venéreas
que suceden como gran plaga a la lepra y la locura nuevamente asociada a ellas.
En el siglo XVII, se crean los internados, como consecuencia del paso de la lepra a las
enfermedades venéreas y a las enfermedades mentales. Se trataba de alienados que
morían en general en situaciones de extrema indigencia.
El Dr. Philippe Pinel comienza a fundar la visión clínica e institucional en relación a las
enfermedades mentales, sosteniendo la idea de que una enfermedad es una reacción
saludable contra lo que perturba el equilibrio, cuya terminación natural es la locura.
Colocarlo en una institución era salvarlo de una habitualidad para colocarlo en otra y
dentro de aquella, controlar sus condiciones de vida. Allí el paciente era sometido a una
disciplina severa y paternal regulado por la ley médica.
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incluir las ocupaciones, dando formación a la gente pobre, para que aprendieran algo
útil a la sociedad e incluían algunos “locos” en estas casas de trabajo.
A partir de esto nos aclara “en la década del ´50, respecto de la internación de los
enfermos mentales, se crean las Comunidades Terapéuticas, para proporcionar al
enfermo mental un contexto comunitario donde pudiera tomar decisiones”.
Otro lugar eran los Hostales y Residencias Psiquiátricas, con puertas abiertas, sin
dependencia legal. Se podía llevar a un paciente no como internado, aunque estuviera
dentro de la misma.
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ARTÍCULO 15: La internación debe ser lo más breve posible, en función de criterios
terapéuticos interdisciplinarios. Tanto la evolución del paciente como cada una de las
intervenciones del equipo interdisciplinario deben registrarse a diario en la historia
clínica
Así tomamos conocimiento del tratamiento que se lleva a cabo con los pacientes,
teniendo en cuenta sus particularidades y las consideraciones que fueron
incorporándose.
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Traeremos a Rossi que nos dice que “en otros países se han dado experiencias
similares o que van en la misma dirección que en Argentina, aunque con otras
denominaciones, teniendo sus características particulares de acuerdo a los desarrollos
de cada lugar en que se inscribieron, al sistema de salud, las concepciones sociales
sobre el tema y las escuelas teórico clínicas desde las cuales fueron realizadas”
Además agrega que en varios países de Latinoamérica, como Brasil, Uruguay, México,
Perú y Chile, fueron desarrollándose en los últimos años, experiencias que llevaron
esta denominación: Acompañante Terapéutico, aunque no han tenido una
conceptualización persistente. Pero hace una salvedad, en ciertas regiones de Brasil,
donde la temática -basándose en los desarrollos pioneros de Argentina- tiene un fuerte
impulso en la actualidad.
Esto fue trabajado por Pullice, donde nos refiere que hubieron momentos de intensa
convulsión política y social en distintos países del mundo occidental, lo cual da cuenta
de que fueron el terreno propicio para la puesta en marcha de toda una serie de
experiencias que, a partir del fuerte impulso de la Psiquiatría Dinámica, la
Antipsiquiatría y, fundamentalmente, el Psicoanálisis, comenzaron a dar consistencia a
la idea de que era posible avanzar en el tratamiento de aquellos pacientes afectados de
diversos modos por padecimientos psíquicos severos.
Para reafirmar esto, Rossi nos refiere diferentes experiencias de cómo se ha abordado
el concepto y la función del Acompañante Terapéutico. Allí nos dice que en Francia se
denominó “animateur” (tipo de acompañamiento grupal, ligado a actividades de
recreación, socialización), en Canadá se trabaja desde el rol que definen como
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A partir de esto hacemos referencia a las primeras experiencias en nuestro país, donde
Rossi (2010), nos dice:
Allí continúa diciendo: Con este sistema, además evitaban las deficiencias que la
“hotelería” de las instituciones psiquiátricas de tiempo completo tenía por lo general en
la época. Lo esencial es pensar que en esa época el hecho de internar a alguien
aparecía como más estigmatizante, segregativo, en tanto era más fuerte en algunos
sectores sociales una idea discriminatoria hacia los trastornos mentales más severos.
Se trataba así de evitar la “mancha” que podía dejar una internación psiquiátrica para la
mirada social.
La historia en Argentina
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Allí Pullice nos menciona que en Argentina, se da la creación por parte de Mauricio
Goldenberg, en 1956, del primer Servicio de Salud Mental con Sala de Internación para
pacientes de Psiquiatría que tiene lugar en el marco de un Hospital General
—experiencia inédita hasta ese momento en el mundo occidental—, así constituye una
guía referencial indispensable en esa búsqueda de recursos, de herramientas, de
dispositivos más eficaces para el tratamiento de la locura.
Agregaremos lo que Rossi nos esclarece al referir que: “el Dr. Jorge García Badaracco,
desde los años ´60, trabaja con Acompañantes Terapéuticos, siendo jefe de Servicio
del Hospital J. T. Borda. Este autor, fundador en 1967 de un Hospital de Día en Salud
Mental que algunos reconocen como pionero en Argentina, dice que es una técnica
usada desde hace muchos años en países como los EE.UU, porque no es intrusiva ni
invasiva y resulta altamente continente”.
Dicho autor, se explaya refiriendo que existen, además, otras explicaciones sobre esos
comienzos de profesionales que trabajaron en acompañamientos a partir de 1970
aproximadamente: el acompañamiento terapéutico como una alternativa frente a la
internación psiquiátrica, recurriendo de hecho a internaciones domiciliarias.
Cabe aclarar que las mismas fueron llevadas a cabo por terapeutas que en ocasiones
eran psicoanalistas jóvenes, a los que les solicitaban desde las familias un tratamiento
de emergencia, para pacientes en crisis, en situaciones donde quería evitarse una
internación psiquiátrica. Eran especialmente casos de adicción o episodios psicóticos,
estando el acompañante en ese momento en una posición bastante indiferente del
terapeuta. Teniendo en cuenta dichos inicios, volvemos a Pullice que apunta a que el
saber de la Psiquiatría deja de ser la herramienta exclusiva para el tratamiento de las
enfermedades mentales, pasando a compartir ese terreno con aquellos otros saberes
que empezaban a dar muestras de ofrecer aportes importantes —a veces decisivos—
en el desarrollo de las nuevas estrategias clínicas que esa misma búsqueda llevaba a
implementar.
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Por lo que especifica que se “planteaba de manera estandarizada, sin dar cuenta
muchas veces de su función específica y su utilidad desde la singularidad del caso y
sin contar con orientación/supervisión desde la dirección del tratamiento, ni de la clínica
o el equipo asistencial que lo requería”. De esta manera podemos ir comprendiendo
que como lo menciona Rossi, esto fue evolucionando a partir del esfuerzo de quienes
fueron asumiendo con compromiso profesional esta tarea, desde el lugar del A.T, pero
también desde el profesional que lo indica, por lo que ha resultado cada vez más una
herramienta clínica válida tanto para el terapeuta, como para el paciente y sus
familiares, en la perspectiva de sostener un tratamiento posible.
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Bustos nos dice que no resolvemos una demanda en salud mental, prescribiendo un
tratamiento farmacológico o informado sobre planes de ayuda social, es necesario que
el hospital articule una respuesta global, sin necesidad de institucionalizar al sujeto;
esto requiere de nuevos actores y nuevos dispositivos: el Acompañamiento Terapéutico
es uno de ellos. Además continúa diciendo que la incorporación de los Acompañantes
Terapéuticos a los equipos interdisciplinarios, modificó y fortaleció la dinámica de los
mismos. Permitió planificar actividades a largo plazo con pacientes difíciles, generando
vínculos más fuertes y permanentes entre la familia y la institución, lo que dio como
resultado el sostenimiento de los tratamientos psicoterapéuticos y farmacológicos. Esto
ha permitido concluir los tratamientos o estabilizarlos en el tiempo, evitando las
recaídas.
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y distintivo. Es así que se puede comprobar al dar cuenta que durante décadas, el
único material bibliográfico específico sobre el tema estuvo constituido por apenas
algunos artículos publicados en diversos medios porteños del ámbito Psi, en los que el
denominador común era poner de relieve los obstáculos que se planteaban para los
acompañantes en su tarea debido, entre otras cosas, a la falta de un claro lineamiento
teórico, y de algún marco regulatorio de la actividad.
Esto es algo sobre lo que se está trabajando y va ocupando terreno con el fin de que
profesionales que proponen incorporar dichas intervenciones, tengan en claro el
Código de ética, lo cual dará las pautas que avalan al paciente y a quien asume el rol
de posicionarse como Acompañante Terapéutico.
Al principio, dicha práctica era desempeñada por estudiantes de psicología que ante la
demanda de un psicólogo o psiquiatra, se animaron a la tarea de acompañar.
Aprendiendo el rol a través de la experiencia, por ensayo y error. Pero ya en la
actualidad nadie pone en duda que para desempeñarse en dicha función, es
indispensable transitar por una formación adecuada. Tanto la complejidad del trabajo
del acompañante como la responsabilidad que asume en los tratamientos de salud
mental, hacen indispensable una formación específica que posibilite un buen
desempeño del rol en el marco de la ética y la técnica de esta profesión. Una
instrucción que contemple contenidos teóricos pero que también contemple la
posibilidad de transitar por una práctica supervisada.
Por ello es necesaria una capacitación específica para que se diferencie su función de
cualquier otra. Si bien hay disciplinas que aportan conocimientos importantes en la
tarea del A.T, como lo son la psicología, enfermero, trabajador social, están delineadas
para otro rol profesional.
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El A. T, nunca es totalmente neutral. Puede intentar ser lo más objetivo posible pero no
se debe olvidar que su persona es observadora y participante activa del proceso, lo
cual incluye la necesidad de una buena formación teórica y clínica supervisada. Las
situaciones vitales y el contexto sociofamiliar en el que está inmerso el paciente inciden
fuertemente en las características de cada vínculo terapéutico tanto positiva como
perturbadoramente. Por lo tanto hay que tener presente que “la formación sea la de
psicólogo, estudiante avanzado de psicología (…), no es condición necesaria, pero
tampoco suficiente, para considerar a alguien con una capacitación adecuada en el
tema. Es necesaria la capacitación específica en la formación del A.T, a los efectos de
ubicarse en las coordenadas que hacen a la particularidad de esta función”.
Sumado a esta formación debe existir la tarea de supervisión, ya que contribuye a que
se despejen aspectos de la subjetividad del A.T que pueden provocar interferencias a
la hora de intervenir ante situaciones problemáticas. Esto es, que se trata de facilitar,
que los temores, las incomodidades, sean explicitadas para que no hagan obstáculo y
eviten que los sentimientos del acompañante se mezclen en la tarea.
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Si bien la ley de salud mental no contempla el rol del Acompañante Terapéutico, vamos
a dar una breve referencia respecto de la legalidad que lo ampara a la hora de ponerlo
en práctica en un tratamiento.
Para ello es preciso aclarar que actualmente la tarea a la que se apunta desde el rol del
Acompañante Terapéutico, es respaldada a partir del año 2010, a través de la
Asociación Acompañantes Terapéuticos de la República Argentina (AATRA), quien
creó el Código de Ética, el cual tiene como propósito proveer tanto principios generales
como normativas deontológicas orientadas a las situaciones con que pueden
encontrarse los Acompañantes Terapéuticos en el ejercicio de su profesión,
estableciendo así las reglas de conducta profesional que han de regir su práctica.
Como se viene trabajando, cabe aclarar que gracias al alcance que fue teniendo la
práctica en cuestión es que se fue consiguiendo el reconocimiento buscado: la
tecnicatura universitaria, inicialmente se creó en el año 2001 en San Juan, luego en el
2002 en la provincia de San Luis, seguido por Entre Ríos Córdoba, Buenos Aires y
Santa Cruz, con título habilitante a nivel nacional.
La lucha continuó para fortalecer este espacio, y así San Juan fue la primera en
sancionar una ley en el año 2.006 (Nº 7.697) que luego, en el 2.009 fue modificada por
la ley Nº 7.988. La misma regula la actividad técnica de los Acompañantes
Terapéuticos graduados con título universitario, dependiente del Ministerio de Salud
Pública. Más adelante, en el año 2.007 se sancionó en la provincia de San Luis la Ley
Nº III-0599. Al igual que en la ley mencionada anteriormente establece los derechos y
obligaciones del acompañante terapéutico, requisitos para la matriculación y la creación
del organismo necesario para esto, entre otros aspectos. Posteriormente en Río Negro,
hacia fines del año 2.010 se sanciona la Ley Nº 4.624 Del ejercicio del A.T, en la que
se regula el ámbito de aplicación, se delimita el concepto de Acompañante Terapéutico,
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Luego, en el año 2014 el Poder Legislativo de la Provincia de Santa Cruz sanciona con
fuerza: la Ley N° 3407 Regulación de la actividad de los Acompañantes Terapéuticos,
que especifica que tiene por objeto regular, en el ámbito de la provincia de Santa Cruz,
la actividad de los Acompañantes Terapéuticos, graduados con título terciario o
universitario, egresados de instituciones terciarias o universitarias, tanto públicas o
privadas, reconocidas oficialmente, por el Ministerio de Educación, Ciencia y
Tecnología de la Nación.
A finales del mismo año, se presentó un Proyecto de Ley que regula el ejercicio del
Acompañante Terapéutico en la provincia de Mendoza, el que aún no se ha aprobado.
Otro avance logrado en esta provincia es que en el corriente año, se abrió la
Tecnicatura en Acompañamiento Terapéutico en la Universidad del Aconcagua.
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El equipo Transdisciplinario
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Características
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En los años 50 aparece el concepto de Comunidad Terapéutica (CT), que sirve como
referente a las intervenciones clásicas de recuperación de personas con adicciones,
que ha tenido gran desarrollo y aceptación a nivel mundial. La CT surge inicialmente
fundada por ex adictos y consistía en grupos de encuentro entre los adictos que
confrontaban entre sí sus características, demandando y proponiendo cambios para su
recuperación. Posteriormente incorporaron profesionales, primero como asesores
después como Terapeutas, se incluyeron las psicoterapias en dichos programas de
tratamiento, se enfatizó el rol de operador o AT y al poco tiempo se refundan en las
“comunidades profesionalizadas” (dirigidas por profesionales, con equipo
interdisciplinario con As Ts y con protocolo clínico) sumando potencialidades
mejorando los resultados de calidad y efectividad de los tratamientos.
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El OST nace allí, en el terreno, como un “experto” en el tratamiento con adictos, siendo
muchas veces pacientes ex adictos, que una vez terminado su tratamiento, quedaban
en la comunidad. A esta experiencia le sucede la aparición del rol del Acompañante
Terapéutico (AT), capacitado específicamente y que cumple con similares funciones
que el OST, con un bagaje técnico de intervención, saberes pertinentes y teorías
operativas.
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Familias multiproblemáticas
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B) Insuficiencia grave, sobre todo por parte de los padres, de las actividades
funcionales y expresivas necesarias para asegurar un correcto desarrollo de la vida
familiar.
Red de tratamiento
Las redes sociales que interactúan con el sujeto en tratamiento son de trabajo
indispensable para generar recursos de colaboración y son:
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Hay diversos tipos: la adicción a las pantallas incluye los videojuegos, el teléfono
celular e Internet (juego en línea, cibersexo y redes sociales). Además de la Ludopatía
(única considerada “oficial” en el DSM V) existe la compra compulsiva (Oniomanía), la
adicción al sexo, la adicción al trabajo, el culto al cuerpo (complejo de Adonis), la
dependencia emocional y la dependencia de grupos de manipulación psicológica
(GMP) o sectas coercitivas, las dependencias amorosas interpersonales, etc.
Son conductas repetitivas que producen placer y alivio tensional en sus primeras
etapas y llevan posteriormente a la pérdida de control, perturbando severamente la vida
familiar, laboral y social. La pérdida del control sobre una conducta placentera lo
convertiría en adicto conductual.
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La Ludopatía
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Adicción Alcohólica
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Intervención en Afasia
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Acompañamiento en Afasia
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1. Estado de ánimo triste, disfórico o irritable durante la mayor parte del día y
durante la mayor parte de los días.
2. Anhedonia o disminución de la capacidad para disfrutar o mostrar interés y/o
placer en las actividades habituales.
3. Disminución o aumento del peso o del apetito.
4. Insomnio o hipersomnio (dificultades para descansar).
5. Enlentecimiento o agitación psicomotriz.
6. Astenia (sensación de debilidad física).
7. Sentimientos recurrentes de inutilidad o culpa.
8. Disminución de la capacidad intelectual
9. Pensamientos recurrentes de muerte o ideas suicidas.
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Autismo y psicosis
Las funciones en el ejercicio del rol del AT que trabaja con niños y jóvenes con
particularidades autísticas / psicóticas, tiene características especiales, requiriendo dos
cualidades personales básicas: la tolerancia y la paciencia. La sintomatología particular
del cuadro, la incurabilidad del mismo y los grados diversos de mejoría lenta y
discontinua (no pocas veces acompañada de retrocesos y deterioros importantes)
exigen de manera especial al AT el ejercicio de estas dos cualidades, para no entrar en
la frustración y la desesperanza en su quehacer laboral.
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La Anorexia Nerviosa
Definida como el rechazo a mantener el peso corporal igual o por encima del valor
mínimo normal (85% menor a lo esperable), miedo intenso a convertirse en obeso,
alteración de la percepción del peso y/o de la silueta. En las adolescentes presencia de
amenorrea (al menos tres ciclos consecutivos). Anorexia / Adelgazamiento / Amenorrea
/ Alteración en la percepción del esquema corporal
La Bulimia Adictiva
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Atracón Compulsivo
¿Cómo delimitar una conducta por placer de realizarla y otra por adicción?
Evolución de la bulimia
❖ Mientras que muchos casos de bulimia son leves, los síntomas típicos se
presentan algunos meses o años antes que el paciente busque ayuda. Los
pacientes que se comprometen en un tratamiento integral con un equipo
interdisciplinario con As Ts, con la inclusión de la familia, son los que presentan
una mejor evolución.
❖ En lo psicológico puede derivar en una cronicidad potenciada con patologías
psiquiátricas mayores, principalmente la depresión. En lo orgánico, los trastornos
más frecuentes son esofagitis, gastroduodenitis, estreñimiento, hemorroides,
caída de cabello, divertículos, aumento de las glándulas parótidas, erosión del
esmalte dental, ruptura esofágica, desarrollo de úlceras, arritmias cardíacas, etc
❖ ¿Qué complicaciones pueden aparecer? La principal es el riesgo suicida con
síntomas de depresión. También suelen aparecer complicaciones clínicas por el
exceso de diuréticos, laxantes, anfetaminas y otras drogas anti apetito, abuso
excesivo de alcohol y otras drogas (cocaína, psicofármacos) y la aparición de
conductas des adaptativas como la cleptomanía, ludopatía, etc.
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Las dos últimas opciones están aconsejadas cuando haya fracasos repetidos, mediante
tratamiento ambulatorio y coexistan problemas físicos o psicológicos, con riesgo vital,
que hagan necesario un tratamiento intensivo domiciliario o institucional.
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Ámbitos de tratamiento
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La ansiedad es algo que todos sentimos de vez en cuando, pero cuando se sale de
control, al punto que comienza a interferir con la capacidad para llevar una vida normal,
se puede estar sufriendo de la condición médica conocida como Trastorno de
Ansiedad.
Hay muchas cosas que pueden provocar ansiedad: conflictos del entorno, situaciones
estresantes como exámenes escolares, trabajos nuevos, problemas con la pareja o
familia o eventos traumatizantes.
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Trastorno de pánico
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Fobias
Una fobia es un miedo irracional en el cual el paciente tiene un miedo exagerado a una
situación, lugar, animal o cosa. Las personas con una fobia hacen todo lo posible por
evitar el peligro percibido, que es mucho mayor en sus mentes que en la vida real. Si
es confrontado con la fuente de su fobia, la persona sufrirá una angustia enorme, que
puede interferir en su funcionamiento normal y a veces puede conducir al pánico total.
Para algunas personas, incluso pensar en su fobia, es altamente angustioso.
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Son conductas repetitivas que producen placer y alivio tensional en sus primeras
etapas y llevan posteriormente a la pérdida de control, perturbando severamente la vida
familiar, laboral y social. La pérdida del control sobre una conducta placentera lo
convertiría en adicto conductual.
Una conducta adictiva lleva a la persona y/o familia a solicitar ayuda y tratamiento. Las
consecuencias son advertidas por familiares que primariamente se lo comunican a la
persona, quien, a pesar de ello, no detiene la actividad.
La Ludopatía
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Adicción Alcohólica
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