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Escuela para Padres

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Escuela para Padres – Consejos para la

Crianza de los Hijos

Consejos para la Crianza de los Hijos


Criar a los Hijos es Exigente.
Si yo fuera a darle consejos sobre la crianza de los hijos a alguien que quiera
ser mamá o papá, haría todo lo posible para ayudarles a entender lo exigente y
consumidor de tiempo que es el cuidar de los niños. La crianza de los hijos
suena a cielo para los que pronto se convertirán en mamás o papás, pero no
mucho tiempo después de que el pedacito de alegría llega, la mayoría
comienza a buscar consejos acerca de la crianza. ¿Por qué? Aunque todos
sabemos que la crianza de los hijos es exigente, a la mayoría todavía nos toma
por sorpresa.
Cuando yo tuve mi primer bebé, no tenía la menor idea de cuánto tiempo le iba
a dedicar a cuidar de mi hijo. Debido a que yo era tan ignorante, realmente
pensaba que ser mamá no iba a cambiar mucho mi estilo de vida. Todavía
tendría tiempo de hacer lo que quisiera hacer, cuando y donde quisiera. Estaba
completamente equivocada, y por lo tanto, totalmente desprevenida. Me
deprimí debido a la atención constante que él necesitaba. Fue una adaptación
tan dura para mí, porque no tenía ninguna idea del hecho de que la crianza de
los hijos pudiera ser tan exigente.
Si usted está esperando un bebé o ya tiene uno, el mejor consejo que alguien
le puede dar es este:
Esté preparada mentalmente para satisfacer las demandas, y luego
propóngase en su corazón a darle a su niño la tan necesitada atención y
tiempo, una y otra vez.
Amor Genuino.
El siguiente consejo que podría darle sería que los niños no pueden crecer y
ser adultos sanos, felices y bien ajustados, a menos que sean amados –
amados genuinamente por sus padres.
Los niños necesitan saber que son especiales, importantes, e irremplazables.
De otra manera, no serán capaces de superar esta afirmación tan necesitada.
Tratarán de buscarla en las drogas, en las malas relaciones, y en la rebelión.
No estarán equipados emocionalmente para soportar de frente la presión de
grupo.
Los niños se esfuerzan para obtener la aprobación de sus padres. Pero,
nosotros como padres no seremos capaces de dar esta aprobación a un nivel
constante si no llegamos primero a entender el consejo número uno, que los
niños necesitan nuestro tiempo y atención. Esto es normal para cualquier niño,
y si nosotros no entendemos lo imperativo que es esto, en lo profundo de
nuestros corazones y mentes, entonces el mensaje que les daremos a nuestros
niños es que son una carga. Piense en esto, será imposible para un niño el
sentirse como una carga si nosotros nos proponemos primero en nuestros
corazones al darnos a nosotros mismos por sus necesidades. Esto es amor
genuino y conocemos esto por el ejemplo de Jesús: Él se dio a Sí mismo por
nosotros, lo hizo debido a su amor genuino.
En Juan 15:12, Jesús dice: “Este es mi mandamiento: Que os améis unos
a otros, como yo os he amado.”
La Importancia del Respeto y la Guía.
Esto nos trae a nuestro siguiente consejo, el cual es la guía. Los niños
aprenderán lo que ellos vivan. Si nosotros los irrespetamos, ellos nos
irrespetarán a nosotros y a otros. Una forma común en que nosotros como
padres irrespetamos a nuestros hijos es al no disciplinarlos cuando nos
irrespetan.
Por ejemplo: Yo le digo a mi hijo de cuatro años, Johnny: “Es hora de irse a la
cama, date prisa.” Su respuesta es: “NO” y yo me río y digo: “Que lindo.” Yo lo
he irrespetado. En otras palabras, yo no me preocupé por su necesidad de una
guía. Si nosotros entramos en la casa de alguien y fumamos, después de que
han expresado su deseo de que no fumemos en su casa, yo estaría
irrespetando las necesidades del dueño de la casa. Si nos reímos cuando
nuestros niños nos faltan el respeto (lo que harán a veces) o no los corregimos,
irrespetamos las necesidades de ellos. Los niños necesitan guía. Pero, a
menos que nuestra guía provenga del amor, terminará como nada más que
ordenes: “Yo soy el padre y tú no eres nada, ¡haz lo que te digo!”
Como padres, les debemos a nuestros hijos el guiarlos para llegar a ser niños
respetuosos. De otra forma, crecerán sin respeto por todas las autoridades.
El guiarlos toma tiempo y amor – mucho tiempo y mucho amor. Nunca, nunca
se rinda.
Si los niños saben sin lugar a dudas que son amados, especiales, e
importantes para sus padres, y están aprendiendo a respetar a los demás,
están en el camino hacia un futuro sano y feliz. Pero la clave es el ser
persistente y darse cuenta que ese pedacito de alegría vino a este mundo con
un número de necesidades grandes, que podemos satisfacer si nos damos
cuenta de las exigencias de la crianza de los hijos y los amamos en todas las
etapas del crecimiento.
El Salmo 127:3 dice: “He aquí herencia de Jehová son los hijos; cosa de
estima el fruto del vientre.”
Elegir
Los padres cristianos enfrentan la difícil tarea de criar a los hijos en un mundo
“políticamente correcto.” En el pasado, los niños crecían en una sociedad que
definía claramente lo que era correcto y lo que era incorrecto. Los padres eran
reconocidos como la figura principal de autoridad en la vida de sus niños.
Ahora, a medida que el mundo se ajusta, nuestros niños reaccionan a una
inmoralidad sin precedentes, a conceptos en contra de la familia, y en contra de
los padres, en las escuelas y en los medios de comunicación.
Los padres muestran una creciente preocupación a medida que sus niños son
animados a rechazar reglas estrictas y verdades bíblicas. Siempre que se
menciona la aplicación de las leyes de Dios, una lluvia de organizaciones les
advierten a los padres que no impongan sus propios valores a sus niños. Pero
los padres cristianos entienden la maldad de cambiar la verdad de Dios por una
mentira.
La Biblia habla de los “injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males;
desobedientes de los padres. . .” (Romanos 1:30). La rebelión y la
desobediencia son tan omnipresentes hoy a medida que la autoridad de los
padres se desintegra. Hoy, los padres deben decidir quién y qué moldea la vida
de sus hijos. Sin duda alguna, Dios todavía considera a los padres
responsables por sus hijos – para instruirlos y para disciplinarlos.
Instruir
En el Antiguo Testamento, Moisés le recuerda a los israelitas su
responsabilidad para con sus hijos y nietos. “Por tanto, guárdate, y guarda tu
alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han
visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida. Antes bien, las
enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos” (Deuteronomio 4:9-10). A
todos nos gustaría creer que nuestros hijos tomarán las decisiones correctas
basadas en las lecciones que se les enseñaron. Si nuestro hijo encuentra un
billete de un dólar en el patio de juegos, ¿qué haría con él? ¿Qué clase de
“vara de medir” aplicará cada niño como punto de referencia para la
honestidad? Tal vez ese niño se acordará de cómo su padre regresó el sobre
cambio a un cajero.
Cuando instruimos a nuestros hijos, no estamos simplemente presentando una
lista de reglas a seguir. Estamos dejando que nuestras “acciones hablen” al
entrenarlos de acuerdo a los estándares de Dios. Al vivir una vida recta, los
padres les proporcionan a sus hijos el entendimiento de cómo las reglas de
Dios gobiernan todas nuestras vidas. Luego, a medida que nuestros hijos
maduran, desarrollan el hábito de hacer lo correcto, sirviendo a Dios tomando
sus propias decisiones.
Es la meta de cada padre el mirar que sus hijos acepten la responsabilidad por
sus decisiones. Si nuestros hijos aprenden de sus errores y aceptan la
corrección que Dios manda, entonces estamos en el camino correcto.
Un padre trató de tomar un atajo al explicar la responsabilidad, diciendo: “No es
lo que haces, sino el si te atrapan o no. Y si te atrapan. . .¡acepta pagar las
consecuencias!” Obviamente, no existe una vía rápida para instruir a nuestros
hijos. La instrucción de los padres es un arduo camino que comienza al nacer y
continúa por muchos años. Y puede haber incontables veces cuando nuestros
hijos tomen decisiones despreocupadas y hasta elijan rechazar la instrucción.
Esos son los momentos cuando la disciplina es más necesaria.
Disciplinar
Las teorías acerca de la disciplina “correcta” cambian al cabo de unos pocos
años – la Biblia nunca cambia. Si los hijos no obedecen, tienen que recibir
corrección. La Biblia enseña que esto debe hacerse utilizando una vara de
corrección. La vara de la corrección da sabiduría, más el muchacho
consentido avergonzará a su madre.” (Proverbios 29:15).

A menudo los padres se cansan de disciplinar a sus hijos pequeños. A veces,


un día típico parece estar compuesto de quejas y regaños. Los padres se
preguntarán si han arruinado todas las oportunidades de tener una relación
amorosa con sus hijos. Hasta estarán tentados a darse por vencidos de un
todo. “Sólo Dios sabe qué hacer con este niño,” se quejan. ¡¡SÍ, DIOS LO
SABE!!
Dios elige a cada padre con mucho cuidado. Porque yo lo escogí, para qué
mandara a sus hijos y a su casa después de él, que guarden el camino de
Jehová, haciendo justicia y juicio. . .” (Génesis 18:19). Dios le encomienda
a sus hijos para su cuidado específico. Él quiere que conozca esa corrección
firme, bondadosa, que enseñará a sus hijos a obedecerle a Él. “Hijos,
obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor”
(Colosenses 3:20).
La corrección amorosa y consistente ayuda a los hijos a aprender verdades
bíblicas como la auto-disciplina. Dios sabía que Abraham criaría hijos
temerosos de Dios y lo bendijo. Al aplicar los estándares de Dios, nosotros
también podemos recibir las bendiciones de Dios como padres.

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