Teoria de Los Sistemas Ecologicos
Teoria de Los Sistemas Ecologicos
Teoria de Los Sistemas Ecologicos
(Urie Bronfenbrenner)
El modelo ecológico de Bronfenbrenner (1987) propone una perspectiva ecológica del
desarrollo de la conducta humana. Esta perspectiva concibe al ambiente ecológico como un
conjunto de estructuras seriadas y estructuradas en diferentes niveles, en donde cada uno de
esos niveles contiene al otro. Bronfenbrenner denomina a esos niveles el microsistema, el
mesosistema, el exosistema y el macrosistema. El microsistema constituye el nivel más
inmediato en el que se desarrolla el individuo (usualmente la familia); el mesosistema
comprende las interrelaciones de dos o más entornos en los que la persona en desarrollo
participa activamente; al exosistema lo integran contextos más amplios que no incluyen a la
persona como sujeto activo; finalmente, al macrosistema lo configuran la cultura y la
subcultura en la que se desenvuelve la persona y todos los individuos de su sociedad.
Bronfenbrenner (1987) argumenta que la capacidad de formación de un sistema depende de
la existencia de las interconexiones sociales entre ese sistema y otros. Todos los niveles del
modelo ecológico propuesto dependen unos de otros y, por lo tanto, se requiere de una
participación conjunta de los diferentes contextos y de una comunicación entre ellos.
Bronfenbrenner y Ceci (1994) han modificado su teoría original y plantean una nueva
concepción del desarrollo humano en su teoría bio-ecológica. Dentro de esta teoría, el
desarrollo es concebido como un fenómeno de continuidad y cambio de las características
bio-psicológicas de los seres humanos, tanto de los grupos como de los individuos. El
elemento crítico de este modelo es la experiencia que incluye no sólo las propiedades
objetivas sino también las que son subjetivamente experimentadas por las personas que
viven en ese ambiente. Bronfenbrenner y Ceci (1994) argumentan que, en el transcurso de la
vida, el desarrollo toma lugar a través de procesos cada vez más complejos en un activo
organismo bio-psicológico. Por lo tanto el desarrollo es un proceso que deriva de las
características de las personas (incluyendo las genéticas) y del ambiente, tanto el inmediato
como el remoto y dentro de una continuidad de cambios que ocurren en éste a través del
tiempo. El modelo teórico es referido como un modelo Proceso-Persona-Contexto-Tiempo
(PPCT).
Belsky (1980) retomó el modelo original de Bronfenbrenner y lo aplicó al abuso infantil. En
la aplicación de Belsky, la familia representaba al microsistema; y el autor argumentaba que
en este nivel más interno del modelo se localiza el entorno más inmediato y reducido al que
tiene acceso el individuo. El microsistema refiere las relaciones más próximas de la persona
y la familia, es el escenario que conforma este contexto inmediato. Éste puede funcionar
como un contexto efectivo y positivo de desarrollo humano o puede desempeñar un papel
destructivo o disruptor de este desarrollo (Bronfenbrenner, 1987). El mundo de trabajo, el
vecindario, las relaciones sociales informales y los servicios constiturían al exosistema, y los
valores culturales y los sistemas de creencias se incorporarían en el macrosistema. Como lo
mencionábamos, para Belsky (1980) el exosistema es el segundo nivel y está compuesto por
la comunidad más próxima después del grupo familiar. Ésta incluye las instituciones
mediadoras entre los niveles de la cultura y el individual: la escuela, la iglesia, los medios de
comunicación, las instituciones recreativas y los organismos de seguridad. La escuela
constituye un lugar preponderante en el ambiente de los jóvenes; ellos permanecen una gran
parte de su tiempo en este lugar, el que contribuye a su desarrollo intelectual, emocional y
social.
El macrosistema comprende el ambiente ecológico que abarca mucho más allá de la
situación inmediata que afecta a la persona. Es el contexto más amplio y remite a las formas
de organización social, los sistemas de creencias y los estilos de vida que prevalecen en una
cultura o subcultura (Belsky, 1980; Bronfenbrenner, 1987). En este nivel se considera que la
persona se ve afectada profundamente por hechos en los que la persona ni siquiera está
presente. La integración en la sociedad es parte de la aculturación de los individuos a las
instituciones convencionales, las normas y las costumbres (Angenent & Man, 1996).
Emery y Laumann-Billings (1998) utilizaron el modelo ecológico para analizar las causas y
las consecuencias de las relaciones familiares abusivas y establecieron a la familia como el
contexto más inmediato. El contexto ecológico más amplio lo constituyeron las cualidades
de la comunidad en las que está inmersa la familia, tales como la pobreza, la ausencia de
servicios, la violencia, la desorganización social, la carencia de identidad dentro de sus
miembros, y la falta de cohesión en ella. Por su parte, el contexto sociocultural estuvo
formado por los valores y las creencias culturales. En el presente estudio retomamos el
modelo ecológico aplicado por Belsky (1980) al abuso infantil. En este modelo, Belsky
propone los mismos sistemas que Bronfenbrenner, pero los define de manera diferente.
Segun Belsky (1980) las relaciones dentro de la familia constituyen el vínculo más próximo
y el sistema más inmediato en el que se desenvuelven los niños, al que denomina
microsistema. El barrio y la escuela son contextos importantes para los menores, pero
constituyen otro nivel de interacción, al cual llama el exosistema y por último, Belsky
considera que la cultura constituye el macrosistema.