Monografia de Consumo 1ra Parte
Monografia de Consumo 1ra Parte
Monografia de Consumo 1ra Parte
TEMA:
El régimen constitucional de defensa del Consumidor.
La discriminación en el consumo.
1. ORIGEN Y EVOLUCION
2. ANTECEDENTES EN EL PERU DE DEFENSA DEL CONSUMIDOR
Al respecto, sobre dicha época, Rojas (2004: 16-7) anota que “el sistema político y las
políticas económicas del Perú también han experimentado variaciones asombrosas. el
gobierno del Perú siempre ha sido muy centralizado, y como muchos países del área, el
Perú tiene una fuerte tradición de la participación del estado o del control del mismo en
la actividad económica. Comenzando en 1963, el Perú se enfocó particularmente en un
modelo de desarrollo económico de ‘sustitución de importaciones’ que incluye la
manipulación del comercio y la tasa de cambio, así como una extensa regulación de
precios e ingreso.
Posteriormente, en los inicios de la década de 1990, el Estado peruano impulsó una serie
de decretos ley y normas adicionales que debían establecer los pedestales del modelo de
economía que finalmente se instauró en la Constitución de 1993. Así, durante los
primeros años de la década del noventa, el marco normativo e institucional en el cual se
desarrollaba la actividad económica del país se modificó radicalmente, redefiniéndose la
relación entre sector público y privado y revalorándose el mercado y la competencia
como elementos esenciales para una asignación eficiente de recursos en la economía.
Asimismo, se redefinió el rol del Estado en la economía, iniciándose un amplio
programa de privatización de empresas públicas, brindando acceso al sector privado a la
provisión de servicios públicos, que hasta entonces eran de ámbito exclusivo del Estado.
Por otro lado, el proceso de reformas cubrió una serie de áreas específicas como el
comercio exterior, mercado financiero, mercado laboral, sectores productivos (sector
agrario, pesca, minería e hidrocarburos) y servicios públicos e infraestructura. En lo que
respecta al comercio exterior se realizó una reforma arancelaria y para arancelaria, a la
vez que se reorganizó el sistema aduanero. En lo que respecta al mercado financiero se
liberalizó el régimen que regulaba las operaciones de las empresas financieras y de
seguros, se suprimió los controles a las tasas de interés, se eliminó la banca estatal de
fomento y se reformó la ley del mercado de valores. En lo que respecta a las normas
dirigidas a sectores productivos y de servicios específicos, se flexibilizó los regímenes
de propiedad, brindando acceso e igualdad de trato al inversionista privado y extranjero,
y se eliminó una serie de regulaciones y trabas burocráticas que limitan el desempeño
eficiente de los mismos”.
Uno de los dispositivos de esta tendencia fue el Decreto Legislativo 716, Ley de
Protección al Consumidor, a través de la cual se derogó expresamente el Decreto
Supremo 036-83-JUS, estableciendo los derechos de los consumidores y las
obligaciones de los proveedores que operaban en el mercado libremente.
iii) El derecho a ser advertido sobre peligros y riesgos que los productos conlleven.
iv) El derecho a conocer las condiciones de pago que incluye el precio al contado, el
precio total al crédito, el número de cuotas y el monto de cada una, la tasa de interés
efectiva que se le aplica al crédito, antes de realizar la compra o contratación.
vi) El derecho a ser escuchado por el proveedor si tuviera alguna queja o reclamo del
servicio recibido o el producto comprado.
Sin embargo, pronto el propio Estado verificaría que una verdadera revolución en la
economía requería el establecimiento de una entidad que se encargara de vigilar el
mercado y que, asimismo, debía sancionar directamente las infracciones que los
proveedores podían cometer en el normal desarrollo de sus actividades, a través de las
cuales se perjudicaba a los consumidores que poco a poco empezaban a recobrar la
confianza en el sistema económico y en las instituciones públicas.
En diciembre del año 1993, la reforma política del Estado y la recomposición del Poder
Legislativo luego de la disolución del Congreso de abril de 1992, confluyeron para la
emisión de la actual carta política del país: la Constitución Política de 1993, norma
cumbre que determina las siguientes reglas para el marco económico del Perú:
i) Se establece que el régimen económico del país es una economía social de mercado, a
través de la cual el Estado orienta el desarrollo del país y actúa principalmente en las
áreas de promoción del empleo, salud, educación, seguridad, servicios públicos e
infraestructura.
ii) Se reconoce que la iniciativa privada es libre y que existe pluralismo económico.
iii) Se señala que el aparato estatal estimula la creación de riqueza y garantiza la libertad
de trabajo y la libertad de empresa, salvaguardando la moral, la salud y la seguridad
pública.
iv) Se determina que el Estado tiene un rol promotor de las pequeñas empresas en todas
sus modalidades.
vi) Se precisa que el Estado facilita y vigila la libre competencia, combatiendo las
prácticas que la limiten y el abuso de posiciones dominantes o monopólicas.
La Constitución Política del Perú dedica el título III al régimen económico, título que
empieza con el capítulo I, relativo a los principios generales, dentro de los cuales se
ubica el siguiente artículo:
Artículo 65.- El Estado defiende el interés de los consumidores y usuarios. Para tal
efecto garantiza el derecho a la información sobre los bienes y servicios que se
encuentran a su disposición en el mercado. Asimismo, vela, en particular, por la salud y
la seguridad de la población.
a) El Estado asume un rol defensor del interés de los consumidores y los usuarios,
aunque en realidad debería ser un rol tuitivo, es decir protector, en virtud del
actual modelo económico (la economía social de mercado) que otorga al Estado
la tarea regulatoria, mas no intervencionista, en la economía.
b) El Estado garantiza el derecho a la información que deberán ofrecer los
proveedores sobre los bienes y los servicios que se encuentran en el mercado a
disposición de los consumidores y los usuarios, precisamente para contrarrestar
(en parte) la natural asimetría informativa.
c) El Estado vela en particular por la salud y la seguridad de la población, al
estimar que se trata de dos bienes jurídicos de especial relevancia, por lo que
merecen una mayor tutela estatal.