Medición de Intereses y Actitudes
Medición de Intereses y Actitudes
Medición de Intereses y Actitudes
Resumen:
Asignatura:
Psicometria I
Catedrático:
Alumno:
Licenciatura:
Licenciatura en Psicología
Referencia bibliográfica:
La mayor parte de los inventarios de intereses se diseña para evaluar los intereses
individuales en diferentes campos de trabajo. Algunos hacen un análisis de los
intereses en los programas educativos o campos de estudio, que a su vez suelen
estar vinculados a decisiones relacionadas con la elección de carrera.
Este inventario, cuya reciente edición es de 1994, tiene una larga historia. Cuando
el Formulario de Intereses Vocacionales de Strong se publicó por primera vez en
1927, introdujo dos procedimientos principales en la medición de los intereses
ocupacionales. Primero, los reactivos abordan el gusto o disgusto de los individuos
por una amplia variedad de actividades, objetos o tipos específicos de personas
que se encuentran en la vida cotidiana. Segundo, las respuestas se pusieron en
clave empírica para diferentes ocupaciones, por lo que estos inventarios
estuvieron entre los primeros instrumentos en utilizar la clave de los reactivos
como criterio, que más tarde fue seguida en la preparación de inventarios de
personalidad como el MMPI y el CPI. Se descubrió que quienes realizan diferentes
ocupaciones se caracterizan por compartir intereses que los distinguen de los que
participan en otras actividades. Estas diferencias de intereses no sólo se
extienden a los asuntos relacionados directamente con las actividades laborales,
sino también a las materias escolares, los pasatiempos, las clases de deportes,
los juegos o los libros favoritos, las relaciones sociales y muchas otras facetas de
la vida cotidiana. Se demostró así que era posible preparar un inventario que
explorara los intereses del individuo por las cosas familiares y determinar qué tan
cercano es el parecido de sus intereses con los de quienes se desempeñan con
éxito en ciertas ocupaciones.
La forma final del JVIS contiene 34 escalas de intereses básicos que cubren 26
funciones y ocho estilos de trabajo. El inventario se diseñó para aplicarse a ambos
sexos, aunque también se dispone de normas percentilares separadas para
subgrupos de mujeres y de hombres. Una alta puntuación en cualquier de las 34
escalas de intereses básicos del JVIS indica un interés en las cosas que la gente
hace en un campo particular de trabajo, así como en la forma en que se espera
que actúe en cierto contexto laboral. Las 34 escalas del JVIS pueden calificarse
manualmente de manera rápida y conveniente, pero las opciones disponibles de
calificación computarizada utilizan normas más recientes y proporcionan varios
análisis de calificaciones adicionales en un informe breve o en uno más reciente,
extenso y descriptivo, que brinda un material interpretativo y descriptivo
individualizado así como gran cantidad de información que puede ayudar en la
exploración profesional; por ejemplo, los informes generados por computadora
incluyen calificaciones derivadas del análisis factorial de las 34 escalas de
intereses básicos. Estas calificaciones, que siguen el modelo de los seis temas de
Holland, incluyen los siguientes 10 Temas Ocupacionales Generales: Expresivo,
Lógico, Inquisitivo, Práctico, Asertivo, Socializado, Servicial, Convencional,
Emprendedor y Comunicativo.
Otra tendencia discernible tiene implicaciones que van más allá de los inventarios
de intereses a otras formas de evaluación. J. L. Holland se refirió al mayor
reconocimiento de tales inventarios como técnicas de intervención.
Tracey y Rounds (1996) han realizado uno de los esfuerzos más ambiciosos por
modificar y entender el modelo de Halland mediante el uso de nuevas y más
complejas técnicas de análisis de datos, que incluyen el escalamiento
multidimensional. Su representación tridimensional de los intereses vocacionales
emplea la tipología de Holland y las dos dimensiones que supuestamente la
fundad como punto de partida para un modelo esférico que puede dar cabida a un
número flexible de intereses, dependiendo de las necesidades del examinado, así
como una dimensión de prestigio.
Por otro lado, las escalas de actitud por lo general arrojan una calificación total
que indica la dirección e intensidad de la actitud del individuo hacia una compañía,
un grupo de gente, una política u otras categorías de estímulos. En la construcción
de una escala de actitud, las diferentes preguntas se diseñan para medir una sola
actitud o variable unidimensional, y por lo común se utilizan procedimientos
objetivos en un es fuerzo por acercarse a esa meta.
La escala tipo Likert comienza con una serie afirmaciones, deones, cada una de
las cuales expresa una actitud favorable o desfavorable. Los reactivos se
seleccionan en función de las respuestas de personas a las que se les aplicó el
proceso de construcción del instrumento. La base principal para la selección de los
reactivos es la consistencia interna, aunque también se utilizan criterios exter nos
cuando están disponibles. Las escalas Likert requieren una respuesta graduada
en cada afirmación, que se expresa en términos de las siguientes cinco
categorías: totalmente de acuerdo (TA), de acuerdo (A), indeciso (1), en
desacuerdo (D), totalmente en desacuerdo (TD). Para calificar la escala, las
opciones de respuesta se acreditan como 5, 4, 3, 2 o 1 del extremo favorable al
desfavorable.
LOCUS DE CONTROL
Para mediados de la década de los setenta era claro que las expeont del género
que cubre la Escala l-E pueden ayudar a predecir ciertas conductas; sin embargo,
los investigadores del campo también reconocen que para elevar al máximo la
precisión predictiva es necesario que las medidas de las expectativas de control
se di rijan a las poblaciones específicas y las áreas de comportamiento
estudiadas.