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Selección de Ejercicios. Criterios para La Selección

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Nuevo Paradigma para la Selección de

los Ejercicios de Fuerza en Programas


de Acondicionamiento Físico para la
Salud
Prof. Juan Ramón Heredia Elvar1,3, Prof. Guillermo Peña García-Orea1,3, Fernando
Mata1,3, Felipe Isidro Donate1, cesar martin fernandez4, Isabel López4, Carlos Javier Reguillo
Moreno4 y MARZO EDIR DA SILVA GRIGOLETTO1,2,3

Instituto Internacional Ciencias Ejercicio Físico y Salud


1

Centro de Ciências Biológicas e da Saúde, Universidade Federal de Sergipe (Brasil)


2

Scientific Sport
3

Sociedad Española de Especialistas en Acondicionamiento Físico


4

Resumen
La Selección de ejercicios constituye una decisión fundamental de la fase de Prescripción de
cualquier programa de entrenamiento neuromuscular orientado a la mejora o mantenimiento
de la salud. En la actualidad dicho proceso supone una mera agrupación de los ejercicios en
función de su especificidad o bien en relación a la masa muscular involucrada, lo cual no solo
puede conducir a posibles errores sino que constituye una forma limitada de proceso operativo
para poder garantizar una selección de ejercicios segura, eficaz y funcional. A este respecto
se plantea la presente propuesta desde la cual se pretenden identificar determinados criterios
o variables sobre la propia Selección de los ejercicios que ayuden a agruparlos o discriminar
entre los mismos. De este modo es posible representar dicho proceso mediante un algoritmo
que pueda facilitar su comprensión y puesta en práctica de forma unánime e inequívoca para
los técnicos. Además, el correcto análisis o integración multivariable de la Selección de
ejercicios permitirá identificar y establecer progresiones de los mismos cuyas características
motrices sean comunes o muy parecidas, y por tanto constituyan ejercicios similares e
intercambiables entre sí al cubrir los mismos objetivos desde el punto de vista de la salud y
funcionalidad.

Palabras Clave: prescripción, movimiento, músculos, estabilización

INTRODUCCION
El desarrollo de algoritmos que faciliten el proceso que implica diseñar programas eficaces y
seguros de entrenamiento neuromuscular es un reto laborioso a la par que necesario. Los
algoritmos de ejercicio son un conjunto pre-establecido de instrucciones o reglas bien
definidas, ordenadas y finitas que permiten realizar una actividad mediante pasos sucesivos
que no generen dudas a quien deba ejecutar dicha actividad [1], y son representados
gráficamente mediante diagramas de flujo que explican todo el proceso mediante una
secuencia ordenada de pasos. Uno de esos algoritmos sería aquel que condujese el proceso
de la Selección de ejercicios neuromusculares, decisión fundamental y constitutiva de la fase
de Prescripción de cualquier programa de entrenamiento para la salud.

La Prescripción de ejercicios es la fase del diseño de programas de entrenamiento la cual


representa el acto profesional consistente en preceptuar, ordenar o determinar un conjunto de
ejercicios físicos dirigidos a mantener o mejorar la condición física y salud [2]. El cometido final
de todo este proceso es concretar los distintos componentes de la dosis mediante el
planteamiento de un desafío neuromuscular para el sujeto en forma de ejercicio o tarea. Sin
embargo, para poder alcanzar este propósito final debemos ser capaces de establecer
determinados criterios o variables sobre la propia Selección de los ejercicios que permitan que
dicha decisión se realice de forma unánime, inequívoca y útil para el técnico involucrado en
dicho proceso y pueda ser representada algorítmicamente.

El Ejercicio de Entrenamiento como Componente de la Dosis

La utilización generalizada del término “ejercicio” en el ámbito de las ciencias del ejercicio
físico requiere un análisis previo. De hecho, la propia definición del término nos hará
comprender que aunque cualquier “ejercicio” lleve implícito la existencia de movimiento
articular (corporal), no todo movimiento puede ser considerado como “ejercicio”, entre otras
razones, por no tener un objetivo previamente definido normalmente relacionado con la mejora
de la condición física, ni seleccionarse en base a un proceso operativo sistematizado y
programado en función a dicho objetivo.

El término ejercicio procede del latín “exercitĭum”, que en su acepción tercera en el diccionario
de la RAE de la lengua se define como “conjunto de movimientos corporales que se realizan
para mantener o mejorar la forma física” [3]. Por tanto cualquier movimiento corporal solo
podría considerarse “ejercicio” cuando su selección, variables de aplicación y realización
(dosis), integrado en el contexto de un programa de entrenamiento, atiendan a adecuados y
evidenciados criterios que supongan un estímulo suficiente para logar mantener, mejorar o
recuperar la condición física-salud. De esta manera debemos entender que cualquier ejercicio
es un conjunto de movimientos corporales que servirán de formato o medio para que el resto
de componentes de la dosis puedan manifestarse (volumen, intensidad, densidad,
metodología) y que además le definen en sí mismo [5].

Ello nos debe llevar a considerar el hecho de que la Selección de ejercicios llevará implícito, y
será condición sine qua non, la previa definición de la dosis del mismo. Caso contrario solo
estaríamos desarrollando un movimiento o conjunto de movimientos corporales que podrían o
no suponer un estímulo adecuado para generar determinadas respuestas adaptativas.
Por otro lado, cualquier intento de clasificar determinado glosario de ejercicios se hará
ordenando sus elementos bajo un criterio común. De este modo, cuando nos referimos a los
ejercicios realizados contra resistencias para mejorar las prestaciones de fuerza lo podemos
hacer atendiendo a distintos criterios, unos más cercanos a la anatomía funcional (acciones o
movimientos articulares, implicación articular, grupos musculares agonistas implicados, etc.)
[8, 9, 10, 11, 12, 13], otros según sean su similitud con el gesto deportivo y transcendencia
para la mejora del rendimiento [4, 14, 15], a veces en relación a determinados aspectos
biomecánicos (p.e: cadena cinética o articular cerrada y abierta), o incluso bajo criterios de
supuesta funcionalidad [6, 7]. Sin embargo, tradicionalmente y en demasiadas ocasiones
somos víctimas del vestigio procedente del body-building o físico-culturismo de clasificar y
seleccionar los ejercicios de fuerza bajo el único criterio de la hipotética implicación muscular
dominante (de ahí que nos refiramos a ejercicios de “musculación” para pectoral, dorsal,
hombro, bíceps, etc.), con las limitaciones que entraña este punto de vista para el verdadero
control de la dosis, en especial en lo que a control de la variable volumen se refiere.
Posiblemente podamos recurrir a otro tipo de criterios atendiendo a una lógica que permita un
mejor control de las variables, al tiempo que conlleve mayor especificidad con criterios de
verdadera funcionalidad, pudiendo operar a nivel de engramas y patrones motores,
relacionando los ejercicios con variables como las acciones motrices, núcleos articulares
implicados, planos de movimiento y la consecuente participación de los grupos musculares
responsables de tales acciones.

Un Análisis Multivariable para la Selección de Ejercicios

Por todo lo anterior, consideramos que realizar la selección de ejercicios desde el clásico
criterio de “grupo muscular agonista” es un histórico error para su aplicación al contexto de la
salud, cuales quiera que sea el objetivo, pudiendo generar confusión, ambigüedades y
conflictos a la hora de seleccionar y distribuir los mismos a lo largo de las unidades de
entrenamiento. A este respecto incluso una clasificación tan práctica y difundida como esta
puede dar lugar a errores en el control de determinadas variables, como por ejemplo el
volumen de entrenamiento relativo.

Otra cuestión relacionada, aunque con menos relevancia práctica, está en lo que a
terminología de los ejercicios se refiere, encontrando que las denominaciones con las que se
conoce y bautiza cada uno de los mismos y sus variantes es tremendamente variada, cuando
lo más acertado sería nombrar y analizar cada ejercicio según una serie de variables que
realmente fueran características relevantes e inequívocas, y no tanto por los culturistas que
los popularizaron en su momento (curl Scott, press Arnold, remo Gironda) u otras insólitas
denominaciones que nada aportan (“rompecabezas”, “buenos días”, “peso muerto”, “vuelos”,
“pájaros”, “estocadas”, etc.).
Ante este panorama nuestro grupo propone canalizar la Selección de los ejercicios en base a
algoritmos a partir de un análisis multivariable como el que a continuación expondremos. De
este modo, integrando distintas variables podremos agrupar los ejercicios cuyas
características motrices y biomecánicas compartan estrechos nexos comunes y por tanto
constituyan en muchas ocasiones ejercicios intercambiables entre sí para un determinado
objetivo y nivel de sujeto desde una perspectiva funcional.

Desde este nuevo prisma la implicación muscular resultante de determinada combinación de


variables será bastante similar entre varios ejercicios, ya que al compartir muchas similitudes
cinemáticas y funcionales, podrían proporcionar un carácter intercambiable para un
determinado objetivo y nivel de sujeto atendiendo a sus características y necesidades (Figura
1). Además, identificando dichas variables podemos establecer un algoritmo para la Selección
de los ejercicios que sea útil para la fase de Prescripción de los programas de
acondicionamiento físico para la mejora de la salud. Sobre la base de dicho algoritmo se
podrán siempre realizar las oportunas adecuaciones según la inclusión o modificación de otros
componentes a lo largo de todos los procesos operativos. Por ejemplo, la inclusión de alguna
patología en la fase de Planificación (p.e.: hipertensión) supondrá que automáticamente se
ajusten los procesos algorítmicos que guíen la Selección de ejercicios. Además de todo ello
también podremos ir adaptando los criterios de selección en función de las nuevas evidencias
que vayan apareciendo desde las distintas disciplinas científicas.

Figura 1. Ejemplo de análisis multivariable de ejercicios dinámicos de fuerza del hemisferio superior. AEEP:
Alta estabilización externa pasiva ADEIA: Altas demandas estabilización interna activa

Las variables que conforman dicho análisis multivariable y que constituirán un algoritmo
específico por sí mismas son las siguientes:

• Región Corporal (RC) y Tipo Ejercicio (TE)


• Acción Motora (AM)
• Implicación articular (IA) y Núcleo Articular (NA)
• Plano de Movimiento (PM) y Movimiento Articular (MA)*
• Implicación Muscular (IM)*
• Posición Corporal (PC)
• Demandas de Estabilización (DE)
• Técnica de Ejecución (TE)

* Se derivan directamente de las anteriores y únicamente se indican posibles modificaciones a


considerar

1. Región Corporal (RC) y Tipo de Ejercicio (TEj)

La RC hace referencia al área corporal involucrada dinámicamente en la realización del


ejercicio. Esta primera variable viene incluida en el tipo de Organización
Metodológica seleccionada en el componente de volumen del entrenamiento [16].
Se distinguen ejercicios específicos para tres RC distintas:

• Hemisferio superior. Ejercicios que sólo involucran musculatura de las extremidades


superiores y parte del tronco.
• Hemisferio inferior. Ejercicios que sólo involucran musculatura de las extremidades
inferiores incluida la cintura pélvica.
• Core. Ejercicios que sólo involucran musculatura del tronco y cinturón lumbo-pélvico
implicándolas en acciones para su control y estabilización.

Cada ejercicio podrá involucrar sólo una o varias regiones corporales y ello definirá a su vez
distintos tipos de ejercicios (TE) con respecto a sus características motrices:

• Cuando el ejercicio involucre sólo uno de los dos hemisferios corporales será
denominado ejercicio simple(p.e. una acción de empuje de miembro inferior).
• Si el ejercicio involucrase los dos hemisferios corporales alternativa o simultáneamente
podrá ser un ejercicio combinado (p.e.: squat + tracción dorsal) o secuencial (p.e.:
cargada de fuerza). Los ejercicios secuenciales, a diferencia de los combinados, son
aquellos que comprenden movimientos articulares cuyo objetivo último es transferir la
mayor velocidad posible al último segmento de la cadena, en donde la fuerza generada
en los núcleos articulares proximales se transmite secuencialmente hacia los segmentos
distales [15], caso de los levantamientos olímpicos.

Esta clasificación de los ejercicios ya tiene importantes implicaciones respecto a otras


variables dentro del proceso algorítmico de Selección de ejercicios. Por ejemplo, la selección
de ejercicios combinados supondrá desafíos distintos para la capacidad de estabilización
raquídea si es realizado de forma alternativa o simultánea, como analizaremos más adelante.

2. Acción Motora (AM).

En el contexto del acondicionamiento neuromuscular para la salud, las acciones motrices


serán aquellos movimientos organizados en el espacio y el tiempo desarrollados para la
consecución de un determinado fin [17]. Dichas acciones pueden ser realizadas por cualquiera
de las regiones corporales en virtud de los distintos movimientos articulares posibles de
realizar por cada núcleo articular.

Así, podemos describir dos tipos de acciones motoras básicas, como resultado de la
interacción con algún tipo de resistencia externa. No obstante, pese a que este tipo de
acciones, que a continuación describimos, sean de uso común, reconocemos que su
definición resulta difícil en su aplicación al contexto del ejercicio físico. Es por ello que no
hayamos encontrado en la literatura una definición unánime y convincente con aplicación a
todos los movimientos articulares pese a su utilización generalizada. En la búsqueda por
aportar algo de luz y una propuesta práctica y útil, nuestro grupo se atreve a plantear la
siguiente definición:

• Acciones de “empuje” (press): Acción muscular que implica la interacción con una
resistencia a vencer mediante un movimiento en un sentido anterior (hacia delante),
superior (hacia arriba) o medial (hacia la parte interna) para el miembro superior. O para
el miembro inferior en un sentido posterior (hacia atrás), inferior (hacia abajo) o lateral
(hacia la parte externa). Todo ello siempre considerando la posición corporal global y la
posición anatómica de referencia.
• Acciones de “tracción” (pulls): Acción muscular que implica la interacción con una
resistencia a vencer mediante un movimiento en un sentido posterior (hacia atrás),
inferior (hacia abajo) o lateral (hacia la parte externa) para miembro superior. O para el
miembro inferior en un sentido anterior (hacia delante), superior (hacia arriba) o medial
(hacia la parte interna). Todo ello siempre considerando la posición corporal global y
anatómica de referencia.

En algunos casos será necesario atender el hecho de que si el sistema de referencia (cuerpo)
se desplaza se deberá valorar el movimiento con el desplazamiento en sentido contrario al
descrito.
Figura 2. Procesos operativos a nivel de toma de decisiones sobre componentes de RC, TEj y AM. OM:
Organización metodológica G: Programa Global H: Programa por Hemisferios Gm: Programa por grupos
musculares Sc: Ejercicio Secuencial C: Ejercicio Combinado S: Ejercicio Simple HS: Hemisferio
Superior HI: Hemisferio Inferior COREsp: Core Específico

3. Implicación Articular (IA) y Núcleo articular (NA).

Hace referencia a las principales articulaciones involucradas que posibilitan cada uno de los
acciones motoras que constituirán los ejercicios seleccionados y sobre los que
preferencialmente dirigiremos el objetivo de tal selección. De esta forma se puede discriminar
entre ejercicios que comparten muchas de las variables de selección (región corporal, tipo de
ejercicio, plano de movimiento, acción motora básica, etc.) pero implican distintas
articulaciones. También se puede atender, en los ejercicios poli-articulares, al núcleo articular
proximal, distal o ambos.

Se definen dos tipos de ejercicios atendiendo al número de articulaciones implicadas en el


movimiento articular (desde el criterio de focalización/priorización del estímulo):
• Globales o Poli-articulares. Involucran de forma agonista y prioritaria más de un núcleo
articular para generar el movimiento, para ello intervienen varios grupos musculares.
Parecen ser más apropiados para la mejora del rendimiento deportivo y la capacidad
funcional por presentar una mayor similitud biomecánica con muchas de las actividades
de la vida diaria y del deporte. Por lo general, este tipo de ejercicios suelen requerir de
mayores niveles de activación neuronal, estabilización activa global y coordinación de
movimientos [18]. Por esta razón, se recomienda efectuarlos al principio de la sesión de
entrenamiento de fuerza [14, 18].
• Analíticos o mono-articulares. En este tipo de ejercicios el número de núcleos
articulares es bastante más reducido, involucrando de forma prioritaria y agonista a un
núcleo articular principal para generar el movimiento, por lo que interviene un menor
número de grupos musculares. Por lo general entrañan menor complejidad para ser
ejecutados que los ejercicios poli-articulares y se recomienda realizarlos después de
aquellos.

4. Planos de Movimiento (PM) y Movimiento Articular (MA).

Los planos de movimiento hacen referencia a cada uno de los planos geométricos, y que se
corresponden con las 3 dimensiones del espacio. Dichos planos, junto a cada uno de los ejes
corporales, permiten definir, describir y situar los movimientos corporales en el espacio
tridimensional.

• Frontal o Coronal: Se orienta verticalmente, de tal forma que divide al sistema de


referencia en mitad anterior (ventral) y posterior (dorsal) y se relaciona con un eje antero-
posterior. A través de él se realizan los movimientos articulares de abducción y
abducción e inclinación lateral.
• Sagital o Anteroposterior: Se orienta verticalmente, pero a diferencia del plano frontal
divide el sistema de referencia en dos mitades, derecha e izquierda, relacionándose con
un eje medio-lateral. A través de él se realizan los movimientos articulares de flexión y
extensión.
• Transversal u Horizontal: Se orienta horizontalmente (paralelo al suelo), de forma que
divide el sistema de referencia en mitad superior (craneal) e inferior (caudal) y se
relaciona con eje supero-inferior. A través de él se realizan los movimientos articulares
de rotación.

Aun cuando estos sean considerados los planos primarios, también es cierto que gran parte
de los movimientos no se realizan en un plano único y específico sino que se desarrollan
desde una combinación de ambos [19]. Es difícil para los técnicos en su aplicación práctica,
que se extrae de estos estudios biomecánicos, determinar el eje exacto a nivel articular desde
el que se realiza el movimiento (al menos con la exactitud que requeriría para establecer
determinadas variaciones que pudiesen ser significativas), así como atender a las posibles
combinaciones al respecto de dichos planos de movimiento. Por tanto entendemos que la
clasificación propuesta exigirá determinar el plano prioritario o preferencial en el que se
desarrolla el ejercicio para facilitar una selección mucho más eficiente desde un punto de vista
operativo.

5. Implicación Muscular (IM).

De la combinación de variables seleccionada anteriormente se infiere la participación


prioritaria y preferencial de determinada musculatura de forma agonista. Dicha resultante de la
implicación muscular deberá ser considerada a fin de relacionar los niveles de eficacia con el
objetivo pretendido al plantear dicho ejercicio.

Figura 3. Procesos operativos a nivel de toma de decisiones sobre componentes de AM, IA, NA y PM. AVD:
Actividades Vida Diaria AVDL: Actividades Vida Diaria Laboral SG: Sagital F: Frontal TV: Transversal
OM: Organización metodológica G: Programa Global H: Programa por Hemisferios Gm: Programa por
grupos musculares Sc: Ejercicio Secuencial C: Ejercicio Combinado S: Ejercicio Simple HS: Hemisferio
Superior HI: Hemisferio Inferior COREsp: Core Específico

6. Posición Corporal (PC).

La postura corporal adoptada desde la que se inicia y realiza el ejercicio tiene importantes
repercusiones raquídeas desde el punto de vista de la seguridad. Sabemos que la magnitud
de las cargas compresivas y de cizalla anteriorposterior y lateral a nivel raquídeo está
condicionada por dicha postura, ya que la misma modificará la distribución de carga entre los
distintos componentes pasivos de la columna vertebral (núcleo pulposo y anillo fibroso,
articulaciones interapofisarias, ligamentos intervertebrales). Es sabido, por ejemplo, que
diferentes posturas corporales determinan diferentes niveles de presión intradiscal,
aumentando en sedestación sin apoyo y en flexión de tronco en bipedestación, mientras que
disminuyendo en los decúbitos, la bipedestación y la sedestación con apoyo del raquis [20].
De esta forma consideraremos las siguientes PC para la realización del ejercicio, y que en sí
mismas son una variable a considerar a la hora de la Selección de ejercicios:

• Bipedestación (bipodal)
• Bipedestación (monopodal)
• Sedestación (con y sin apoyo del raquis)
• Rodillas (con el tronco perpendicular al suelo)
• Cuadru-sextupedia
• Decúbitos (lateral, dorsal, ventral)

7. Demandas de Estabilización (DE).

A parte de estas cinco variables fundamentales expuestas debemos tener en consideración


algunas otras que puedan ayudar a completar el análisis multivariable para la selección de los
ejercicios y poder establecer niveles de progresión y adecuación de cada ejercicio. Estas otras
variables están relacionadas con las demandas de estabilización raquídea requeridas, es
decir, con el grado de participación de la musculatura estabilizadora del tronco durante la
realización del ejercicio como requisito fundamental para la correcta y eficiente ejecución del
mismo.

Una de las variables determinantes de la demanda muscular estabilizadora del tronco es


el grado de estabilidad externa o pasiva proporciona para la realización del ejercicio.
Cuando las condiciones de estabilidad donde se desarrolle el ejercicio se vean favorecidas o
facilitadas (suelo firme o respaldos de bancos y máquinas como punto de soporte o apoyo
para la columna) no se requerirá de un gran ajuste postural, implicación del sistema nervioso
para otorgar estabilidad postural, y por tanto de una gran participación muscular activa del
core. Esta situación facilitada no supondrá un condicionante o dificultad añadida para el
rendimiento de la tarea. Sin embargo, cuando el mismo ejercicio se desarrolle en un entorno
que dificulte las condiciones de estabilidad raquídea - por ejemplo soportes o puntos de
apoyo desestabilizadores como dispositivos generadores de inestabilidad - se requerirá un
gran ajuste corporal que solicitará intensamente la musculatura estabilizadora del tronco de
forma activa (demanda de estabilización interna alta). Esta situación añadirá dificultad al
propio ejercicio y podrá condicionar el rendimiento de la tarea. Entre ambos extremos tenemos
una amplia gama de posibilidades para generar un estímulo y desafío en forma de progresión.
A este respecto un mismo ejercicio puede suponer un estímulo que implique desafíos distintos
para la capacidad de estabilización del tronco por el hecho de seleccionar un tipo de
ejecución unilateral o bilateral de los segmentos o extremidades involucradas. Un
ejercicio resistido ejecutado unilateralmente es aquel que realiza el movimiento articular y
acción motriz con la resistencia en una sola de las dos extremidades, estando la extremidad
contralateral libre de carga. Del mismo modo, el ejercicio realizado bilateralmente es aquel que
ejecuta el movimiento articular y acción motriz simultáneamente con ambas extremidades
contralaterales entre sí. La activación muscular estática necesaria del core durante la
ejecución de los ejercicios unilaterales puede ser una interesante propuesta de trabajo para
aumentar las demandas de estabilización de dicha musculatura como ha sido apuntado por
algunos estudios [21, 22, 23, 24, 25]. A la luz de estos estudios sabemos que los ejercicios de
las extremidades superiores realizados en situaciones de baja estabilidad externa activan la
musculatura central en respuesta a tales demandas para garantizar una óptima estabilidad.
Así, cualquier ejercicio de este tipo, modificando los brazos de palanca y la acción motriz de
empuje o tracción requerirá que la musculatura estabilizadora del tronco, especialmente del
lado contralateral, contrarreste isométricamente el torque desestabilizador del centro de
gravedad [25]. A partir de esta variable podríamos establecer criterios para desarrollar
adecuadas progresiones en integración neuromuscular.

Asimismo, algunos estudios recientes han mostrado interesantes resultados sobre los
incrementos de activación de determinada musculatura del tronco al realizar ejercicios de
estabilización raquídea (puentes supinos en distintas posiciones) integrando movimientos de
elevación de una pierna [26] y movimientos de los brazos [27]. Estos datos revelan que la
integración de movimientos con las extremidades mientras se estabiliza el tronco en tareas
específicas para ello puede incrementar las demandas de estabilización raquídea por el
control postural requerido, lo que supone nuevas alternativas de progresión.

Por todo lo expuesto, la variable DE resulta fundamental dentro de la Selección de ejercicios


por sus repercusiones a nivel operativo y de toma de decisiones respecto al programa de
acondicionamiento físico global.

8. Técnica Ejecución (TE).

Esta última variable se relaciona con aquellas consideraciones respecto a la modificación de


algún parámetro relacionado con la ejecución en sí del ejercicio. Por ejemplo, la realización de
la ejecución de un movimiento para miembros superiores o inferiores de forma simultánea
(bilateral, es decir los dos miembros realizan, por ejemplo una flexión de codo al mismo
tiempo), alternativa (los dos miembros realizan una flexión de codo pero esta vez el
movimiento de un miembro se inicia tras la finalización del anterior) o unilateral (aunque
trabajen ambos miembros en el ejercicio uno ejecutará todas sus repeticiones en primera
instancia y posteriormente la realizará en otro). Cabrían algunas modificaciones más, pero
baste estos ejemplos para poder contemplar las posibles combinaciones en este componente.
De igual forma, también podría ser de interés reducir el rango de movimiento en la ejecución,
incidir en una acción estática o favorecer algunas de las fases de dicho movimiento.

Figura 4. Procesos operativos a nivel de toma de decisiones sobre componentes de PC, TE, DE

Conclusiones

Concebir el proceso de Selección de los ejercicios bajo esta perspectiva en el ámbito de la


salud puede mostrarnos un camino donde resulte posible establecer relaciones óptimas entre
las variables de la propia selección, como por ejemplo, la ratio de ejercicios según hemisferios
(superior e inferior), entre acciones motrices básicas (empuje y tracción), y entre planos de
movimiento, atendiendo a determinadas características, necesidades y actividades de la vida
diaria laboral del sujeto. Todo ello además, permitiría establecer una definición y
monitorización del volumen más ajustada así como una mejor concreción de la metodología
de entrenamiento.

Desde nuestro punto de vista todo procedimiento que oriente y facilite la toma de decisiones
del complejo proceso que conlleva el diseño de programas de entrenamiento para la salud
ayudará a sistematizar, unificar y simplificar criterios siempre que los mismos estén
sustentados, y constantemente cuestionados, sobre las evidencias científicas más actuales.
En este sentido desde Instituto Internacional de Ciencias del Ejercicio Físico y Salud estamos
desarrollando una intensa labor para poder plasmar dichos algoritmos y someterlos a un
proceso de validación para su difusión entre el mundo académico y profesional.

Referencias
1. Instituto Internacional de Ciencias del Ejercicio Físico y Salud. 10 de mayo. (2013). Término
de enciclopedia: Algoritmo.

2. Instituto Internacional de Ciencias del Ejercicio Físico y Salud. 5 de enero. (2013). Término
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Cita
Cita en PubliCE Standard

Juan Ramón Heredia Elvar, Guillermo Peña García-Orea, Fernando Mata, Felipe Isidro
Donate, César Martín, Isabel López, Carlos Javier Reguillo Moreno y MARZO EDIR DA SILVA
GRIGOLETTO (2014). Nuevo Paradigma para la Selección de los Ejercicios de Fuerza en
Programas de Acondicionamiento Físico para la Salud. PubliCE Standard.
http://g-se.com/es/org/iicefs/articulos/nuevo-paradigma-para-la-seleccion-de-los-ejercicios-de-
fuerza-en-programas-de-acondicionamiento-fisico-para-la-salud-1676

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