Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Articulo de Opinion Borrador

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 7

Liderazgo Educativo versos Calidad Educativa

Bien sabemos que, en nuestro país; la educación es impartida por dos


sectores: el sector público o estatal, a través de los establecimientos
oficiales del Ministerio de Educación y el sector privado que
corresponden a la iniciativa privada y; dentro de las políticas educativas
del Ministerio de educación siempre se ha resaltado la calidad y la
cobertura. Pero nos hemos preguntado: ¿Qué es calidad educativa, o
calidad en la educación o educación con calidad? Cuando hablamos de
calidad en la educación, es un aspecto muy complejo, debido a que hacemos referencia a
diferentes aspectos que van desde el funcionamiento en los centros educativos, el
aprendizaje de los estudiantes, la preparación profesional del personal
docente, el ejercicio de un liderazgo efectivo, la autonomía de gestión
educativa, las condiciones físicas escolares, entre otros aspectos.
En este artículo de opinión vamos a darle mayor énfasis al liderazgo
educativo, porque cualquier acción sobre el liderazgo debe ser dependiente de una comprensión
de los docentes , porque bien sabemos que influye en otros para hacer cosas que se espera
mejorarán los resultados de aprendizaje de los estudiantes y así de esta manera, el liderazgo
educativo logra incluir a la comunidad educativa en un proyecto común de mejora, que
implica que todos los actores hagan suyo el objetivo de que los estudiantes alumnos
aprendan y logra orientar el alineamiento de los recursos pedagógicos y con ello mejorar la
calidad educativa de cada uno de los contextos. En esta línea nosotros como docenes,
tenemos que reconocer lo importante que es ser un buen líder para el buen funcionamiento de nuestra
institución y por el bien de nuestros estudiantes, además ubicaremos al líder donde él es parte de la
enseñanza donde se incluyen los procesos y decisiones ligadas a la concepción de la tarea tanto del
docente como de los estudiantes.

La esencia del liderazgo pedagógico está en aumentar la influencia


educativa (autoridad) sobre los estudiantes por encima del nivel de
obediencia mecánica a las órdenes rutinarias implantadas por la
institución educativa, el líder pedagógico debe ser también, un
visionario que sueña solo y con otros, con hábitos de indagador,
investigador, debe ser un constante estudioso de la escolarización, de la
enseñanza y del aprendizaje, con un espíritu aventurero y una actitud
humilde, como lo expresaba Mahatma Gandhi ”nosotros hemos de ser el
cambio que deseamos ver en el mundo”

estas prácticas básicas y comunes de un liderazgo eficaz se agrupan en cuatro grandes


dimensiones:
    Establecer dirección: Proporcionar un propósito de carácter moral, que sirva de
motivación para el trabajo del personal y los incentive a perseguir sus propias metas.

    Rediseñar la organización: Establecer condiciones de trabajo que le permitan al


personal el mayor desarrollo de sus motivaciones y capacidades.

    Desarrollar personas: Construir el conocimiento y las habilidades que requiere el


personal para realizar las metas de la organización, así como también, el compromiso o las
disposiciones que éste necesita para continuar realizándolas.

      Gestionar la instrucción: Gestión de prácticas asociadas a la sala de clases y


supervisión de lo que ocurre en el salón de clases. En el desempeño escolar y en ese caso,
qué variables o factores son relevantes y en qué magnitud.

Para concluir podemos mencionar entonces que, Un verdadero líder educativo


deja de lado el confort y la seguridad, incitando a la exploración y animando el esfuerzo en
conjunto, es considerado también un aprendiz, y es transformado por la relación de
liderazgo que ejerce, en este caso nosotros como docentes tenemos que respetar la
autonomía empleando más tiempo en tratar de ayudar a formular y resolver sus preguntas
más urgentes, que en exigirle respuestas "correctas". Por consiguiente, el auténtico docente
como líder es considerado como un guía, un facilitador un agente multiplicador e innovador
en el proceso del aprendizaje. Por lo tanto, está dispuesto a reconocer sus equivocaciones y
a permitir que sus estudiantes tengan otra realidad y que puedan ser competentes dentro y
fuera de su contexto y apoyan en el mejoramiento de la calidad de vida y en los diferente
ámbitos sociales y educativos.

distinta a la suya. Animar al aprendiz para que escuche su propia voz interior, es fomentar
el que adquiera sus propios puntos de vista.

La capacidad para hacer cambiar de perspectiva constituye la estrategia fundamental del


liderazgo educativo.

Un genuino liderazgo educativo es sin duda un concepto que tiene muchas definiciones y
caminos, a pesar de ello hay un punto en común que tiene como objetivo la capacidad de
liderar, y es la de crear capacidades, pulir facultades y lograr objetivos.

El liderazgo educativo debe proponer el desarrollo de todos aquellos a quienes involucra,


ya sea de los educadores como de los estudiantes o colaboradores, el líder pedagógico por
su parte debe ser fuente de inspiración que no limite su papel en mandar, sino crear
expectativas posibles formando iniciativas y creando caminos para que todos se aprovechen
las distintas experiencias interactuando juntos entre sí.
El liderazgo educativo incluye el uso adecuado de las nuevas herramientas que las nuevas
tecnologías nos permiten.

Otro factor en el liderazgo educativo que podemos destacar es la disciplina formativa, el


maestro proactivo se dedica a: crear y desarrollar comunidades de aprendizaje autónomas. 

El liderazgo docente y a nivel institucional es consecuencia de un liderazgo personal


ejercido todos los días, no es una cualidad que se adquiere de la noche a la mañana, sino
que requiere de un cultivo cotidiano de todas aquellas cualidades que conforman esa
personalidad de líder.

Mientras los países buscan adaptar sus sistemas educativos a las necesidades de la sociedad
contemporánea, las expectativas para las escuelas y para los líderes escolares están
cambiando. Muchos países han avanzado hacia la descentralización, haciendo que las
escuelas sean más autónomas en su toma de decisiones y otorgándoles mayor
responsabilidad por los resultados, los cuales deben responder a su vez a las necesidades
actuales. Al mismo tiempo, los requisitos para mejorar el desempeño general de los
alumnos mientras se atiende a poblaciones estudiantiles más diversas, ejercen presión sobre
las escuelas para que apliquen prácticas docentes más fundamentadas.

La función del liderazgo escolar incluye en sus labores: la administración financiera, la


gestión de recursos humanos y el liderazgo para el aprendizaje.

Como el intermediario clave entre el aula, la escuela individual y el sistema educativo en su


conjunto, el liderazgo escolar eficaz es indispensable para mejorar la eficiencia y la equidad
de la educación. Dentro de cada escuela individual, el liderazgo puede contribuir a mejorar
el aprendizaje de los estudiantes al moldear las condiciones y la situación en las que
ocurren la enseñanza y el aprendizaje. Más allá de los límites de las escuelas, los líderes
escolares pueden conectarse con entornos externos cambiantes y en la interacción escuela–
sistemas educativo, el liderazgo escolar proporciona un puente entre los procesos de mejora
interna de la escuela y la reforma iniciada de manera externa.

Se puede decir que el liderazgo se mueve desde un nivel personal, que se ve reflejado en las
tareas y funciones concretas desempeñadas dependiendo el cargo o posición que se tenga.
De esta forma un líder transmite su personalidad en el aula, en el caso del docente, así
como también es partícipe a nivel institucional de las decisiones y del funcionamiento de un
centro educativo determinado. De igual manera en otros niveles de organización se debe
dar este intercambio y este aporte para que un sistema educativo se mueva hacia fines bien
definidos y alcanzables.

Importancia del liderazgo en los procesos educativos

 El liderazgo en los principales actores y directores del proceso educativo constituye sin
duda un aspecto esencial y que debe estar presente en todos los niveles de las estructuras
organizaciones, garantizando así un óptimo funcionamiento y por lógica resultados más
significativos. Su presencia permite que puedan desarrollarse y concretarse eficazmente
todas las actividades, programas y planificaciones en cada escala o instancia
organizacional.

El liderazgo es una de las variables más importantes que influyen en los resultados
escolares y sin duda el ejercido por el docente juega un papel importante en los procesos
educativos y según Garza (2005) se sustenta en tres pilares: relacionados  estrechamente
con los valores, estos son:

Los valores para la competitividad, como la dedicación, el apego al trabajo, la


responsabilidad y el orden.

 Los valores sociales, como el respeto,  la tolerancia, la generosidad y el trabajo en equipo.

Los valores éticos, como la  honestidad, la congruencia y la responsabilidad.

El constructivismo postula, que los alumnos asimilan de manera más significativa las
experiencias concretas. También aprenden de los ejemplos del entorno que los rodea, si un
docente es una persona empática, capaz de ponerse en el lugar de sus estudiantes, escuchar
a sus alumnos, conocerlos de manera íntima, escuchando sus inquietudes y valorando sus
progresos, mostrar una personalidad íntegra y responsable, es más fácilmente que impacte
de manera positiva en los modelos de individuo que pueden seguir los estudiantes.

El liderazgo es importante en la creación de culturas de calidad, se hace evidente que tanto


en directivos como profesores deberán desempeñarse como líderes en sus respectivos
ámbitos. Para ambos el logro de asumir un desafío con un buen desempeño, no solo
dependerá de su voluntad o por el mandato de otros, sino en gran medida por el alto grado
de competencias y habilidades profesionales que será necesario desarrollen.

En el ámbito de los centros educativos, conviene contar con una definición clara sobre
liderazgo que oriente, alinee y enfoque los trabajos en ejercicio de la labor docente y
directiva.
En un centro educativo tanto los puestos de dirección  como de docente deben ser capaces
de tomar decisiones y acciones concretas frente al medio y de generar cambios positivos en
él. En este sentido es importante también la gestión como otro aspecto importante que
acompaña la actitud y la voluntad institucional.

Estas prácticas de liderazgo, sin embargo, no se asociarían de manera “directa” con los
aprendizajes de los estudiantes, sino más bien “indirecta” ya que estarían intermediadas por
el efecto que producen en el trabajo de los profesores. En otras palabras, las prácticas de
liderazgo afectan de manera directa en la motivación, habilidades y condiciones de trabajo
(a nivel de escuela y de aula) de los profesores, lo que se traduce en un mejor o peor
desempeño docente, el cual a su vez afecta la calidad del aprendizaje de los estudiantes
(Leithwood et al. (2006), estas prácticas básicas y comunes de un liderazgo eficaz se
agrupan en cuatro grandes dimensiones:

    Establecer dirección: Proporcionar un propósito de carácter moral, que sirva de


motivación para el trabajo del personal y los incentive a perseguir sus propias metas.

    Rediseñar la organización: Establecer condiciones de trabajo que le permitan al


personal el mayor desarrollo de sus motivaciones y capacidades.

    Desarrollar personas: Construir el conocimiento y las habilidades que requiere el


personal para realizar las metas de la organización, así como también, el compromiso o las
disposiciones que éste necesita para continuar realizándolas.

      Gestionar la instrucción: Gestión de prácticas asociadas a la sala de clases y


supervisión de lo que ocurre en el salón de clases. En el desempeño escolar y en ese caso,
qué variables o factores son relevantes y en qué magnitud.

Cualquier aprendizaje supone una ordenación de los datos y una coherencia entre ellos. La
visión del mundo del aprendiz se ensancha con cada nuevo aprendizaje, desde la lectura, la
escritura, la geometría o una segunda lengua. Cada nuevo aprendizaje opera una especie de
cambio de paradigma. Hay aprendizajes que podemos denominar como mera instrucción,
que son un conjunto de habilidades teóricas y técnicas que dotan al individuo de las
herramientas básicas para desempeñarse en la vida competitiva, y otros aprendizajes que
podemos denominar cultura, que hacen crecer la conciencia y esculpir integralmente al ser
humano.
El líder o lidereza pedagógico/a, no puede enseñar a sus alumnos a formarse culturalmente
de la misma manera en que  le podría enseñar a alguien a rellenar un formulario. Con un
simple discurso o sermón, rara vez convence a alguien para que cambie sus paradigmas. La
destreza de este tipo de líder pedagógico, reside en la capacidad de convencer a las y los
educandos a que realicen la experiencia por sí mismos, convirtiéndose en ejemplo viviente
de libertad y energía, de compromiso y responsabilidad, de guía y modelo para elevarse por
encima de niveles mediocres hasta grandes alturas mentales y espirituales.

En una sociedad cada vez más cambiante, la educación tiene la imperiosa necesidad de
encontrar sus raíces espirituales, el sentido de su destino y la dirección verdaderamente h El
verdadero líder educativo incentiva el poder de la vocación en sus estudiantes,
provocándoles una sensación grupal de destino, en el cual sus acciones, según sus
capacidades, siempre son significativas e importantes en la consecución de un mismo
propósito.

Un verdadero líder educativo deja de lado el confort y la seguridad, incitando a la


exploración y animando el esfuerzo. Es también un aprendiz, y es transformado por la
relación de liderazgo que ejerce. Este tipo de maestro respeta siempre la autonomía del
aprendiz, empleando más tiempo en tratar de ayudarle a formular y resolver sus preguntas
más urgentes, que en exigirle respuestas "correctas".

Por consiguiente, el auténtico maestro–líder es un timonel, un catalizador, un facilitador –


un agente del aprendizaje. El énfasis de la enseñanza está puesto en suscitar la pregunta, la
paradoja y la ambigüedad, y no en dar respuestas petrificadas.

El auténtico líder docente debe estar muy dispuesto a reconocer sus equivocaciones y a
permitir que sus alumnos tengan otra realidad distinta a la suya. Animar al aprendiz para
que escuche su propia voz interior, es fomentar el que adquiera sus propios puntos de vista.

La capacidad para hacer cambiar de perspectiva constituye la estrategia fundamental del


liderazgo educativo.

Un genuino liderazgo educativo es sin duda un concepto que tiene muchas definiciones y
caminos, a pesar de ello hay un punto en común que tiene como objetivo la capacidad de
liderar, y es la de crear capacidades, pulir facultades y lograr objetivos.

El liderazgo educativo debe proponer el desarrollo de todos aquellos a quienes involucra,


ya sea de los educadores como de los estudiantes o colaboradores, el líder pedagógico por
su parte debe ser fuente de inspiración que no limite su papel en mandar, sino crear
expectativas posibles formando iniciativas y creando caminos para que todos se aprovechen
las distintas experiencias interactuando juntos entre sí.
El liderazgo educativo incluye el uso adecuado de las nuevas herramientas que las nuevas
tecnologías nos permiten.

Otro factor en el liderazgo educativo que podemos destacar es la disciplina formativa, el


maestro proactivo se dedica a: crear y desarrollar comunidades de aprendizaje autónomas. 

También podría gustarte