El Tã© Rmino Stock
El Tã© Rmino Stock
El Tã© Rmino Stock
12/05/2022
POLITECNICO COLOMBIANO JAIME ISAZA CADAVID
DOCENTE
ACOSTA BOTERO MARIO ANDRES
(Administrador de empresas)
12/05/2022
INTRODUCCION
Actualmente las empresas buscan sobresalir y mantenerse en un mercado cada vez más
exigente y competitivo, debiendo adaptarse a las necesidades y requerimientos de sus
consumidores, por esta razón deben tener en cuenta ciertos criterios que fortalezcan su
competitividad, tales como su organización interna, administración y control de inventarios,
calidad de sus productos, precios bajos, servicio y atención al cliente, criterios que no siempre
se toman en cuenta o no se les presta la atención requerida, viéndose comprometida muchas
veces la credibilidad en las entregas frente a sus cliente, afectando la competitividad de la
empresa, lo cual se refleja en sus utilidades.
La administración de los inventarios o stocks va a permitir que las empresas logren maximizar
el servicio ofrecido a sus clientes y minimizar el costo de mantener su inventario, por ello se
debe establecer un equilibrio de los inventarios, ya que si estos son altos su control se
dificultaría, estarían dispuestos al deterioro, pudiendo generar problemas de liquidez al
permanecer los recursos estancados y no ser mejor aprovechados en otras funciones
productivas de la empresa.
OBJETIVO GENERAL
El objetivo fundamental es identificar que tan importantes son los stocks dentro de una
empresa, cuya finalidad es garantizar los procesos de producción y reducir los costos asociados
para ofrecer estabilidad en todas las operaciones, trabajando así de manera eficiente dentro
de las organizaciones, generando seguridad y confianza por parte de nuestros clientes.
OBJETIVOS ESPECÌFICOS
- Ayudar a cubrir las necesidades del centro de producción y la cadena de distribución o las
ventas que se produzcan durante el plazo de entrega del proveedor.
- Ayuda a que la empresa o almacén tenga la seguridad de que pueden enfrentar una demanda
no preventiva o un retraso de reaprovisionamiento.
- Estar presente en los distintos aspectos del aprovisionamiento ya que permite poner a
disposición de la empresa, en tiempo oportuno y en la cantidad y calidad deseada todos los
materiales y productos necesarios para su funcionamiento.
- control de inventario es garantizar que cada vez que un cliente busque un producto, la
empresa pueda ponerlo a su disposición. Y cuando existe un control riguroso, la empresa
puede responder rápidamente a las necesidades del cliente, controlando los costes asociados
al exceso de stock.
El término stock, utilizado también como sinónimo de inventario o existencias, hace referencia
al conjunto o cantidad de productos que una empresa tiene almacenados. Se puede considerar
productos en stock tanto materias primas como productos terminados, siempre y cuando
estos materiales estén almacenados a la espera de su puesta en producción o venta final.
Se debe partir de la base de que el stock o las existencias son una inversión realizada por la
empresa para poder dar respuesta a la demanda o a sus necesidades productivas, y desarrollar
su actividad con normalidad.
Como con toda inversión, del stock se espera obtener una rentabilidad futura y por tanto la
decisión de la cantidad de stock a almacenar y el método elegido para su gestión es de vital
importancia para cumplir con los objetivos de la empresa.
La gran pregunta se plantea al intentar definir cuál es el nivel de existencias o stock adecuado
El nivel correcto de stock para una empresa será siempre el que mayor rentabilidad de a la
misma, generalmente ese nivel se consigue al garantizar plenamente las demandas internas o
externas (en función de si es materia prima o producto final) sin acumular exceso de
existencias en el almacén.
La situación idónea sería la de contar siempre con el stock justo necesario para satisfacer todas
las demandas, pero sin contar con exceso de stock que reduzca la rentabilidad. Sin embargo,
en la realidad de la logística esta situación es prácticamente imposible de llevar a cabo en un
almacén por lo difícil de mantener este complejo equilibro.
Para acercarnos a esta situación ideal, se debería contar con una red de proveedores ultra
eficiente con la capacidad para servir nuestras demandas en plazos muy reducidos y con una
cadena de suministro que funcione a la perfección. Además de una muy precisa previsión de la
demanda durante todo el año.
Uno de los mayores riesgos de no contar con un nivel suficiente de existencias es el de incurrir
en una “ruptura de stock”, básicamente no contar con stock suficiente para satisfacer la
demanda. Una ruptura de stock conllevará, además de la cantidad no ingresada por los
pedidos no servidos, grandes problemas con los distribuidores y clientes y una notable pérdida
de confianza de cara al futuro.
Como hemos mencionado, el nivel de stock debe estar equilibrado. Esto supone que debemos
vigilar mucho la gestión de nuestro stock si queremos ser competitivos.
CASO PRÁCTICO
El propietario de la nueva zapatería Martínez se plantea tener una amplia gama de zapatos
(para mujeres y para hombres; para niños, jóvenes, adultos; calzado deportivo y para trabajar
e incluso para distintos tipos de deportes y para diversos trabajos; zapatos caros y baratos,
etcétera).
Cuanto mayor sea la variedad, más clientes tendra el negocio, aunque sería difícil disponer de
todas las tallas, ya que, al haber más variedad o surtido, el stock de cada artículo tendrá que
¿Qué ocurre cuando hacen falta más artículos de los que hay? Cuando no se puede hacer
frente a la demanda de un artículo por falta de existencias en el almacén, se dice que se ha
producido una rotura de stock.
El hecho de que haya un stock insuficiente puede traer consigo una serie de inconvenientes:
Los costes por rotura de stock son difíciles de cuantificar, pues es difícil saber cuánto se deja de
ingresar al no tener los artículos disponibles en el lineal durante el tiempo que dura aquélla y,
por tanto, también lo es conocer los clientes que se pierden.
Así pues, hay que procurar mantener un nivel de stock óptimo; es decir, por una parte, tener
suficiente para evitar las roturas de stock y, por otra, evitar que haya un exceso inútil del
mismo.
Así como hemos formulado las razones que motivan la acumulación de stock, podemos
enumerar, desde otro punto de vista, las funciones que desempeñan las existencias en la
empresa:
• Lograr un equilibrio entre las compras y las ventas para alcanzar la máxima competitividad,
regulando, mediante el almacenaje, el flujo de adquisiciones y entregas.
Un aspecto que incide directamente en la rotura de stock son los plazos de entrega de
nuestros proveedores. Para saber cuándo hay que hacer un pedido, hemos de tener en cuenta
cuánto tardarán en servírnoslo. Puede ocurrir que el proveedor no cumpla los plazos
establecidos, bien por problemas en la fabricación, o en el transporte, o bien por existir una
demanda excesiva de ciertos artículos en un momento dado. En suma, necesitamos conocer el
funcionamiento de los proveedores para gestionar correctamente nuestros stocks y
mantenerlos a un nivel adecuado.
Otra faceta que hay que considerar a la hora de establecer el nivel de stock es que las
existencias no estén concentradas en un solo almacén o en un solo lugar fijo, sino que pueden
estar repartidas en toda la cadena logística (distintos almacenes regionales de distribución de
las distintas divisiones o subdivisiones que tenga la empresa, existencias en tránsito o en
movimiento hacia los centros de distribución, etcétera).
Esto significa que la gestión del nivel de stock debe ser integral: no debemos sólo conocer los
niveles de toda nuestra cadena comercial o productiva, sino incluso controlar el stock de
nuestros propios proveedores. Si conocemos los plazos de entrega de nuestros proveedores, y
además conocemos sus stocks, podremos atender con mayor seguridad la demanda que se
nos presente.
Por el lado de las entradas de stock, el control es más fácil, ya que de alguna manera
controlamos la llegada de artículos al decidir cuándo hacemos los pedidos y cuál será su
tamaño.
Las devoluciones de las ventas que realizamos son más difíciles de controlar; éstas serían
consideradas nuevas entradas e incrementarían nuevamente el stock
Sin embargo, las salidas son más difíciles de determinar por las fluctuaciones de la demanda.
Además, pueden producirse devoluciones de algunas compras que hemos hecho, deterioros
de mercancías, robos, etcétera.
En algunos sectores donde el índice de devoluciones es muy alto, la gestión del stock debe
poner el mismo esfuerzo en las devoluciones que en los pedidos o en satisfacer la demanda.
Esto ocurre, por ejemplo, en el sector editorial, donde las ventas se realizan en depósito (no en
firme). Esto da lugar a un alto nivel de devoluciones, y hay que procurar que los artículos
vuelvan al proceso de venta lo antes posible, pues así evitaremos aumentar la producción
ineficientemente. Para ello, debemos conocer la disponibilidad inmediata de ese stock
sobrante y ponerlo en el punto de venta en el menor tiempo posible.
Para controlar los costes de la gestión de stocks, uno de los objetivos de toda empresa, es
necesario primero determinar el stock, esto es, saber cuánto stock tenemos. Esto, que a
primera vista parece sencillo, entraña su dificultad, debido, por un lado, a las distintas clases
de stock que podemos considerar al hacer el cálculo y, por otro, a las variaciones que éste
experimenta.
El stock no es siempre el mismo, sino que va cambiando en función de las ventas y las compras
o adquisición de nuevas existencias. Para estudiar esa variación se parte de un nivel de stock
dado en un momento del tiempo. Ese nivel de stock incluye lo que hemos llamado stock de
ciclo, además del stock de seguridad previamente establecido. Cuando comienzan las ventas,
el nivel de stock disminuye diariamente. Lo normal es que esta disminución de los stocks no se
realice de forma constante, es decir, no venderemos la misma cantidad todos los días, con lo
cual la curva tendrá forma de escalera.
Los costes
Para minimizar la función de los costes (reducir los costes al mínimo) es necesario conocer bien
su composición: gastos derivados de la acumulación de stocks. Éstos se componen de tres
partidas principales:
• Costes de adquisición. Primero hay que comprar el stock y pagar su precio. Estos costes son
fáciles de calcular, pues basta con multiplicar el precio de cada producto por el número de
artículos adquiridos.
• Costes de emisión de pedidos. Poner los productos adquiridos en el almacén supone gastos
de transporte, papeleo..., que hay que tener en cuenta.
Cada pedido que se hace a un proveedor supone un coste adicional al de la propia mercancía
(además del coste de adquisición). El departamento encargado de las compras tiene una serie
de gastos administrativos por emitir la orden de compra y hacerse cargo de su expedición.
También hay que pagar el transporte del pedido y su recepción, los seguros, los impuestos, etc.
Hay que tener en cuenta que, al realizar pedidos a proveedores extranjeros, estos costes se
incrementan notablemente.
El coste de emisión de pedidos será mayor cuanto mayor sea el número de pedidos que
realicemos, y a la inversa: si hacemos menos pedidos, este coste disminuirá, ya que en
principio se emplearán menos costes administrativos y menos gastos en transporte, seguros,
etc. Piensa que es más barato, por ejemplo, transportar 1000 palés en un camión que dos
veces 500 en dos furgonetas.
El coste del producto se obtiene sumando los gastos que se generan en las distintas fases de la
actividad empresarial; para analizar dicho coste nos centraremos en las empresas industriales,
cuya actividad principal es la fabricación, y las que realizan operaciones de almacenaje y venta
al por mayor (mayoristas).
3. Costes de fabricación: Son los que se incurren durante todo el proceso de fabricación,
desde que se obtiene la materia prima, hasta que se consigue el producto terminado.
El precio de compra es el precio neto que consta en la factura sin incluir el IVA.
El coste de adquisición, es el precio de compra más todos los gastos adicionales hasta que la
mercancía llega al almacén del comprador.
El coste de fabricación, resulta del sumatorio de todos los gastos que le supone a la empresa
elaborar productos terminados y aptos para la venta desde la materia prima. Los costes de
fabricación pueden ser directos e indirectos. Los costes directos son aquellos que forman
parte del proceso productivo y a mayor volumen de producción el coste es mayor.
1. El coste de todos los materiales que adquiera la empresa y que vayan a ser utilizados
en la elaboración del producto final
Los costes indirectos son todos aquellos que no se pueden imputar a un producto, sección o
departamento determinado.
El importe bruto es el resultado de multiplicar las cantidades adquiridas de cada artículo por
su precio unitario correspondiente.
Cuando en la misma partida se adquieren o transportan artículos de varios tipos, ya sea por
conseguir mayores descuentos o por aprovechar mejor el medio de transporte, el problema
es: ¿cómo se calculan los gastos que corresponden a cada artículo?
Veamos la aplicación práctica general que se utiliza para cada tipo de gasto:
3. Carga y descarga. Estos gastos se reparten según el peso. Teniendo en cuenta que la
carga y descargase pueda hacer de forma manual o se necesiten medios mecánicos.
Para clasificar los costes que se generan en la actividad empresarial, a efectos de la gestión de
stock, antes conviene conocer el comportamiento de los mismos. Además, cuando se fabrican
y/o almacenan varias gamas de productos, aunque sea dentro del mismo proceso,
generalmente siempre hay unos que ocasionan mayor gasto. Por eso, los tipos de costes que
analizaremos se basan más en los aspectos operativos que en los aspectos conceptuales; es
decir, separando los distintos componentes del coste se dividen en dos grupos: según su
imputación al producto y según el nivel de actividad.
1. Directos: son aquellos que se pueden identificar, con la causa que los ha producido.
1. Los ingresos son crecientes, y aumentan conforme los hagan o bien las unidades
vendidas o el precio.
4. Al variar los costes variables, evidentemente también los harán los costes totales.
¿Qué cantidad hay que solicitar para que los costes totales sean mínimos?
La cantidad que debemos solicitar se conoce como “volumen óptimo de pedido” (VOP) y es
aquella que genera el mínimo coste de aprovisionamiento. El volumen óptimo de pedido es
aquel que iguala los costes de gestión de pedidos y los costes de posesión.
CONCLUSION:
Un mayor volumen de stock genera un mejor servicio para los clientes ya que no existirían
faltantes en materia o los recursos durante el proceso, pero también puede generar
inmovilización del capital, gastos de conservación, limpieza, seguros, alquileres etc. También
un menor lote representa un mayor riesgo de faltantes en materiales lo que puede ocasionar
problemas productivos. Invertir lo menos posible en el control de inventario, mientras se
cumplen los demás objetivos es fundamental en la obtención de ganancias y el crecimiento de
tu negocio, también debe tener en cuenta la rotación estacional de determinados productos
Para evitar la rotura de stock y la pérdida de ventas en temporada. Cuando hablamos de los
diferentes tipos de stocks nos referimos al conjunto de actividades que, dentro de la empresa,
permiten conocer con exactitud el volumen de ventas o salidas de existencias para así
determinar la cantidad precisa a solicitar a los proveedores.