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El Tã© Rmino Stock

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POLITECNICO COLOMBIANO JAIME ISAZA CADAVID

STOCK, COSTES Y COSTES ASOCIADOS AL PRODUCTO

BRAVO OSORIO GERALDINE JULIANA


HENAO MORALES LINA MARCELA
GRAJALES JARAMILLO ELKIN ARLEY
GRAJALES VARGAS YULIETH VALENTINA

TECNOLOGIA EN LOGISTICA INTEGRAL


(4º SEMESTRE)

12/05/2022
POLITECNICO COLOMBIANO JAIME ISAZA CADAVID

STOCK, COSTES Y COSTES ASOCIADOS AL PRODUCTO

BRAVO OSORIO GERALDINE JULIANA


HENAO MORALES LINA MARCELA
GRAJALES JARAMILLO ELKIN ARLEY
GRAJALES VARGAS YULIETH VALENTINA

DOCENTE
ACOSTA BOTERO MARIO ANDRES
(Administrador de empresas)

TECNOLOGIA EN LOGISTICA INTEGRAL


(4º SEMESTRE)

12/05/2022
INTRODUCCION

Actualmente las empresas buscan sobresalir y mantenerse en un mercado cada vez más
exigente y competitivo, debiendo adaptarse a las necesidades y requerimientos de sus
consumidores, por esta razón deben tener en cuenta ciertos criterios que fortalezcan su
competitividad, tales como su organización interna, administración y control de inventarios,
calidad de sus productos, precios bajos, servicio y atención al cliente, criterios que no siempre
se toman en cuenta o no se les presta la atención requerida, viéndose comprometida muchas
veces la credibilidad en las entregas frente a sus cliente, afectando la competitividad de la
empresa, lo cual se refleja en sus utilidades.

La administración de los inventarios o stocks va a permitir que las empresas logren maximizar
el servicio ofrecido a sus clientes y minimizar el costo de mantener su inventario, por ello se
debe establecer un equilibrio de los inventarios, ya que si estos son altos su control se
dificultaría, estarían dispuestos al deterioro, pudiendo generar problemas de liquidez al
permanecer los recursos estancados y no ser mejor aprovechados en otras funciones
productivas de la empresa.
OBJETIVO GENERAL

El objetivo fundamental es identificar que tan importantes son los stocks dentro de una
empresa, cuya finalidad es garantizar los procesos de producción y reducir los costos asociados
para ofrecer estabilidad en todas las operaciones, trabajando así de manera eficiente dentro
de las organizaciones, generando seguridad y confianza por parte de nuestros clientes.

OBJETIVOS ESPECÌFICOS

- El objetivo principal del stock es básicamente el apoyo a la producción con el mínimo de


inversión, en capitales inmovilizados, en material y el mínimo monto de empleados en los
trámites de compra.

- Ayudar a cubrir las necesidades del centro de producción y la cadena de distribución o las
ventas que se produzcan durante el plazo de entrega del proveedor.

- Ayuda a que la empresa o almacén tenga la seguridad de que pueden enfrentar una demanda
no preventiva o un retraso de reaprovisionamiento.

- Estar presente en los distintos aspectos del aprovisionamiento ya que permite poner a
disposición de la empresa, en tiempo oportuno y en la cantidad y calidad deseada todos los
materiales y productos necesarios para su funcionamiento.

- control de inventario es garantizar que cada vez que un cliente busque un producto, la
empresa pueda ponerlo a su disposición. Y cuando existe un control riguroso, la empresa
puede responder rápidamente a las necesidades del cliente, controlando los costes asociados
al exceso de stock.

- los productos se distribuyen correctamente en el almacén, se optimiza el espacio. Por tanto,


además de evitar pérdidas, estarás reduciendo los costes asociados al espacio del almacén.

- vender el producto lo antes posible para recuperar el dinero invertido en compras a


proveedores. Al equilibrar las ventas y los gastos, garantizarás un mejor flujo de caja y una
mayor liquidez.

- garantizar que siempre que un cliente solicite un producto podamos proporcionárselo en el


tiempo y la forma esperados.
STOCK

El término stock, utilizado también como sinónimo de inventario o existencias, hace referencia
al conjunto o cantidad de productos que una empresa tiene almacenados. Se puede considerar
productos en stock tanto materias primas como productos terminados, siempre y cuando
estos materiales estén almacenados a la espera de su puesta en producción o venta final.

Se debe partir de la base de que el stock o las existencias son una inversión realizada por la
empresa para poder dar respuesta a la demanda o a sus necesidades productivas, y desarrollar
su actividad con normalidad.

Como con toda inversión, del stock se espera obtener una rentabilidad futura y por tanto la
decisión de la cantidad de stock a almacenar y el método elegido para su gestión es de vital
importancia para cumplir con los objetivos de la empresa.

¿Cuál es el nivel adecuado de stock o inventarios? El gran dilema

La gran pregunta se plantea al intentar definir cuál es el nivel de existencias o stock adecuado

Para un almacén o bodega, la respuesta es sencilla pero su implementación es mucho más


compleja.

El nivel correcto de stock para una empresa será siempre el que mayor rentabilidad de a la
misma, generalmente ese nivel se consigue al garantizar plenamente las demandas internas o
externas (en función de si es materia prima o producto final) sin acumular exceso de
existencias en el almacén.

La situación idónea sería la de contar siempre con el stock justo necesario para satisfacer todas
las demandas, pero sin contar con exceso de stock que reduzca la rentabilidad. Sin embargo,
en la realidad de la logística esta situación es prácticamente imposible de llevar a cabo en un
almacén por lo difícil de mantener este complejo equilibro.

Para acercarnos a esta situación ideal, se debería contar con una red de proveedores ultra
eficiente con la capacidad para servir nuestras demandas en plazos muy reducidos y con una
cadena de suministro que funcione a la perfección. Además de una muy precisa previsión de la
demanda durante todo el año.

Uno de los mayores riesgos de no contar con un nivel suficiente de existencias es el de incurrir
en una “ruptura de stock”, básicamente no contar con stock suficiente para satisfacer la
demanda. Una ruptura de stock conllevará, además de la cantidad no ingresada por los
pedidos no servidos, grandes problemas con los distribuidores y clientes y una notable pérdida
de confianza de cara al futuro.

Vamos a analizar algunos factores que motivan la acumulación de stock y permiten


comprender mejor la importancia de su gestión.
 Escasez: En primer lugar, debemos considerar el stock como un recurso para evitar la
escasez. Ya los primeros graneros o almacenes faraónicos de Egipto se construyeron
para afrontar el futuro con mayor seguridad y evitar así posibles momentos de
penuria. Esta acumulación sirve, pues, para protegernos ante la posibilidad de que las
provisiones lleguen tarde o la demanda sea mayor de lo previsto.

 Economía de escala: En el caso de las empresas industriales, es necesario tener en


cuenta que el coste de producir cada artículo (el coste unitario) disminuye a medida
que aumenta el número de éstos. Así, la fabricación de grandes cantidades de
producto puede servir para abaratar los costes de producción y, finalmente, el precio
de venta del producto. No obstante, esto puede suponer un inconveniente si el coste
de almacenaje aumenta tanto que deja de compensar el ahorro obtenido.

 Razones comerciales: La acumulación de stocks es una garantía de que podremos


cubrir la demanda de un producto; dicho de otro modo, un motivo para almacenar es
tener el artículo disponible cuando lo demande el cliente. Hay que tener cuidado con
esto, pues un stock excesivo puede conllevar unos mayores costes de almacén, que
repercutirán en el precio de venta y, en consecuencia, en la demanda

Como hemos mencionado, el nivel de stock debe estar equilibrado. Esto supone que debemos
vigilar mucho la gestión de nuestro stock si queremos ser competitivos.

Es importante garantizar la presencia de un stock suficiente para satisfacer la demanda externa


(los pedidos que realizan nuestros clientes) o la demanda interna (de nuestro departamento
de producción, por ejemplo, cuando requiere materias primas u otros componentes para
fabricación), pero siempre de forma que su almacenamiento resulte rentable. Se trata, pues,
de mantener un nivel de stock adecuado

CASO PRÁCTICO

El surtido atrae clientela

El propietario de la nueva zapatería Martínez se plantea tener una amplia gama de zapatos
(para mujeres y para hombres; para niños, jóvenes, adultos; calzado deportivo y para trabajar
e incluso para distintos tipos de deportes y para diversos trabajos; zapatos caros y baratos,
etcétera).

Cuanto mayor sea la variedad, más clientes tendra el negocio, aunque sería difícil disponer de
todas las tallas, ya que, al haber más variedad o surtido, el stock de cada artículo tendrá que

Disminuir, si consideramos que el espacio de almacenamiento es limitado y que los clientes no


están dispuestos a esperar. Otra posibilidad sería ampliar el almacén, pero esto llevaría
asociados unos costes que quizá no sean rentables; todo depende de la política comercial que
se establezca. Por ejemplo, si realizamos una encuesta sobre las razones para acudir a una
tienda en particular, podríamos obtener fácilmente el resultado siguiente: una de las razones
principales es la proximidad del establecimiento, y otra, el surtido.

¿Qué ocurre cuando hacen falta más artículos de los que hay? Cuando no se puede hacer
frente a la demanda de un artículo por falta de existencias en el almacén, se dice que se ha
producido una rotura de stock.

El hecho de que haya un stock insuficiente puede traer consigo una serie de inconvenientes:

• Pérdida de ventas. • Pérdida de imagen. • Pérdida de la confianza de los clientes.

Los costes por rotura de stock son difíciles de cuantificar, pues es difícil saber cuánto se deja de
ingresar al no tener los artículos disponibles en el lineal durante el tiempo que dura aquélla y,
por tanto, también lo es conocer los clientes que se pierden.

Así pues, hay que procurar mantener un nivel de stock óptimo; es decir, por una parte, tener
suficiente para evitar las roturas de stock y, por otra, evitar que haya un exceso inútil del
mismo.

Así como hemos formulado las razones que motivan la acumulación de stock, podemos
enumerar, desde otro punto de vista, las funciones que desempeñan las existencias en la
empresa:

• Evitar la escasez, protegiéndonos ante la incertidumbre de la demanda o ante un posible


retraso en el suministro de los pedidos.

• Aprovechar la disminución de los costes a medida que aumenta el volumen de compras o de


fabricación. Ten en cuenta que, así como el coste de producir disminuye al aumentar el
volumen de producción, también podemos beneficiarnos de determinados descuentos por
volumen de compra. Estos descuentos se perderían al realizar pedidos pequeños, aunque más
continuos (por ejemplo, por la compra de 1000 unidades de una sola vez nos hacen un 10% de
descuento, pero no por comprar dos veces 500 unidades).

• Lograr un equilibrio entre las compras y las ventas para alcanzar la máxima competitividad,
regulando, mediante el almacenaje, el flujo de adquisiciones y entregas.

¿Cuándo debemos emitir una orden de pedido?

¿Qué cantidad debemos solicitar en cada pedido?

¿Cuántas unidades de cada artículo debemos mantener en stock?

Un aspecto que incide directamente en la rotura de stock son los plazos de entrega de
nuestros proveedores. Para saber cuándo hay que hacer un pedido, hemos de tener en cuenta
cuánto tardarán en servírnoslo. Puede ocurrir que el proveedor no cumpla los plazos
establecidos, bien por problemas en la fabricación, o en el transporte, o bien por existir una
demanda excesiva de ciertos artículos en un momento dado. En suma, necesitamos conocer el
funcionamiento de los proveedores para gestionar correctamente nuestros stocks y
mantenerlos a un nivel adecuado.

Otra faceta que hay que considerar a la hora de establecer el nivel de stock es que las
existencias no estén concentradas en un solo almacén o en un solo lugar fijo, sino que pueden
estar repartidas en toda la cadena logística (distintos almacenes regionales de distribución de
las distintas divisiones o subdivisiones que tenga la empresa, existencias en tránsito o en
movimiento hacia los centros de distribución, etcétera).

Esto significa que la gestión del nivel de stock debe ser integral: no debemos sólo conocer los
niveles de toda nuestra cadena comercial o productiva, sino incluso controlar el stock de
nuestros propios proveedores. Si conocemos los plazos de entrega de nuestros proveedores, y
además conocemos sus stocks, podremos atender con mayor seguridad la demanda que se
nos presente.

Por el lado de las entradas de stock, el control es más fácil, ya que de alguna manera
controlamos la llegada de artículos al decidir cuándo hacemos los pedidos y cuál será su
tamaño.

Las devoluciones de las ventas que realizamos son más difíciles de controlar; éstas serían
consideradas nuevas entradas e incrementarían nuevamente el stock

Sin embargo, las salidas son más difíciles de determinar por las fluctuaciones de la demanda.
Además, pueden producirse devoluciones de algunas compras que hemos hecho, deterioros
de mercancías, robos, etcétera.

En algunos sectores donde el índice de devoluciones es muy alto, la gestión del stock debe
poner el mismo esfuerzo en las devoluciones que en los pedidos o en satisfacer la demanda.
Esto ocurre, por ejemplo, en el sector editorial, donde las ventas se realizan en depósito (no en
firme). Esto da lugar a un alto nivel de devoluciones, y hay que procurar que los artículos
vuelvan al proceso de venta lo antes posible, pues así evitaremos aumentar la producción
ineficientemente. Para ello, debemos conocer la disponibilidad inmediata de ese stock
sobrante y ponerlo en el punto de venta en el menor tiempo posible.

Recuerda que el objetivo último de toda gestión de stocks es conseguir un equilibrio en la


relación entre las compras y las ventas y, por tanto, mejorar la rentabilidad reduciendo los
costes asociados al stock.

El comportamiento de los stocks

Para controlar los costes de la gestión de stocks, uno de los objetivos de toda empresa, es
necesario primero determinar el stock, esto es, saber cuánto stock tenemos. Esto, que a
primera vista parece sencillo, entraña su dificultad, debido, por un lado, a las distintas clases
de stock que podemos considerar al hacer el cálculo y, por otro, a las variaciones que éste
experimenta.

El stock no es siempre el mismo, sino que va cambiando en función de las ventas y las compras
o adquisición de nuevas existencias. Para estudiar esa variación se parte de un nivel de stock
dado en un momento del tiempo. Ese nivel de stock incluye lo que hemos llamado stock de
ciclo, además del stock de seguridad previamente establecido. Cuando comienzan las ventas,
el nivel de stock disminuye diariamente. Lo normal es que esta disminución de los stocks no se
realice de forma constante, es decir, no venderemos la misma cantidad todos los días, con lo
cual la curva tendrá forma de escalera.

Los costes

Para minimizar la función de los costes (reducir los costes al mínimo) es necesario conocer bien
su composición: gastos derivados de la acumulación de stocks. Éstos se componen de tres
partidas principales:

• Costes de adquisición. Primero hay que comprar el stock y pagar su precio. Estos costes son
fáciles de calcular, pues basta con multiplicar el precio de cada producto por el número de
artículos adquiridos.

• Costes de emisión de pedidos. Poner los productos adquiridos en el almacén supone gastos
de transporte, papeleo..., que hay que tener en cuenta.

• Costes de almacenaje. Es el coste de mantener las existencias en el almacén y todos los


gastos derivados de la gestión del mismo.

Coste de emisión de pedidos

Cada pedido que se hace a un proveedor supone un coste adicional al de la propia mercancía
(además del coste de adquisición). El departamento encargado de las compras tiene una serie
de gastos administrativos por emitir la orden de compra y hacerse cargo de su expedición.
También hay que pagar el transporte del pedido y su recepción, los seguros, los impuestos, etc.
Hay que tener en cuenta que, al realizar pedidos a proveedores extranjeros, estos costes se
incrementan notablemente.

El coste de emisión de pedidos será mayor cuanto mayor sea el número de pedidos que
realicemos, y a la inversa: si hacemos menos pedidos, este coste disminuirá, ya que en
principio se emplearán menos costes administrativos y menos gastos en transporte, seguros,
etc. Piensa que es más barato, por ejemplo, transportar 1000 palés en un camión que dos
veces 500 en dos furgonetas.

Los costes asociados al producto

El coste del producto se obtiene sumando los gastos que se generan en las distintas fases de la
actividad empresarial; para analizar dicho coste nos centraremos en las empresas industriales,
cuya actividad principal es la fabricación, y las que realizan operaciones de almacenaje y venta
al por mayor (mayoristas).

El coste total del producto terminado está formado por:

1. Costes de adquisición: Incluyen tanto el coste de materias primas y otros elementos


que se incorporan al producto.

2. Costes de almacenamiento o de posesión: Son los que se originan por mantener y


conservar las existencias en el almacén. Si las existencias, han pasado por varios
almacenes, se realizará la suma de los costes de todos los almacenes por los que sé
que se hayan utilizado durante el ciclo productivo.

3. Costes de fabricación: Son los que se incurren durante todo el proceso de fabricación,
desde que se obtiene la materia prima, hasta que se consigue el producto terminado.

El precio de compra es el precio neto que consta en la factura sin incluir el IVA.

El coste de adquisición, es el precio de compra más todos los gastos adicionales hasta que la
mercancía llega al almacén del comprador.

El coste de fabricación, resulta del sumatorio de todos los gastos que le supone a la empresa
elaborar productos terminados y aptos para la venta desde la materia prima. Los costes de
fabricación pueden ser directos e indirectos. Los costes directos son aquellos que forman
parte del proceso productivo y a mayor volumen de producción el coste es mayor.

Entre ellos destacan los siguientes:

1. El coste de todos los materiales que adquiera la empresa y que vayan a ser utilizados
en la elaboración del producto final

2. El coste de envases y embalajes cuando el producto no se puede vender sin envasar

3. El coste de mano de obra directa

4. El coste de los servicios exteriores

5. El gasto energético consumido por la maquinaria a lo largo del proceso productivo

6. El coste de almacenamiento, manipulación y conservación de materias primas,


productos en curso y terminados

Los costes indirectos son todos aquellos que no se pueden imputar a un producto, sección o
departamento determinado.

Los gastos generales que se producen en las distintas secciones se recuperan imputándolos a


los productos que se fabrican o comercializan, pues en caso contrario la empresa no recupera
la inversión.

¿Cómo calcular de coste de adquisición?


El coste de adquisición es igual al importe bruto de cada artículo (mercaderías, materias
primas y otros materiales) menos los descuentos aplicados por el proveedor más todos los
gastos a cargo del comprador.

El importe bruto es el resultado de multiplicar las cantidades adquiridas de cada artículo por
su precio unitario correspondiente.

Los descuentos, son rebajas que se efectúan sobre el importe de la mercancía.

El cálculo de los descuentos se realiza de la siguiente forma:

1. Descuento comercial, se produce cuando el fabricante le realiza la rebaja de un tanto


por ciento determinado a un cliente. Cuando el fabricante concede este descuento al
mayorista por realizar funciones de almacenaje y distribución se conoce como
descuento funcional.

2. Descuento por volumen o “rappel”, se aplica una vez deducido el descuento


comercial. Los descuentos por volumen, en la práctica, suelen ser acumulativos y no
acumulativos. El rappel acumulativo, se aplica en función de tramos de venta
normalmente.

3. Descuento por pronto pago, se concede cuando la compra se pagada


automáticamente al contado o antes de que venza el plazo acordado. El descuento por
pronto pago se calcula sobre el importe bruto de la factura.

4. Unidades bonificadas, son un número de unidades que se obsequia al cliente, o bien


gratis o a un precio más reducido por cada cierto volumen de compra, como ofertas 3
x 2.

Los gastos de compra o adquisición

Cuando en la misma partida se adquieren o transportan artículos de varios tipos, ya sea por
conseguir mayores descuentos o por aprovechar mejor el medio de transporte, el problema
es: ¿cómo se calculan los gastos que corresponden a cada artículo?

Veamos la aplicación práctica general que se utiliza para cada tipo de gasto:

1. Envases y embalajes. El importe de estos gastos aplica por unidad de producto y


embalaje para cada “X” unidades o lote. Cuando los envases sean retornables no se
incluyen en el coste, pues el cliente los devuelve al proveedor y éste le abona el
importe correspondiente.

2. Transportes. Los gastos de transporte se aplicarán en función de las características de


la mercancía y las condiciones de la compañía que realiza el servicio. Se divide el
importe total entre los kg, Tm, transportados, para aplicar la cantidad que corresponde
a cada artículo en función de su peso. Según el medio utilizado se denomina “portes”
(transporte terrestre por carretera o ferrocarril) o “fletes” (transporte fluvial o aéreo).

3. Carga y descarga. Estos gastos se reparten según el peso. Teniendo en cuenta que la
carga y descargase pueda hacer de forma manual o se necesiten medios mecánicos.

4. Seguro y arancel. Se aplican según el valor y la naturaleza de la mercancía, ya que el


mismo seguro para mercancía fresca, que frágil, etc. no se paga la misma prima de
seguro para cubrir los riesgos de artículos como: carne fresca, lunas de cristal, joyas o
perlas. Con los aranceles pasa algo similar, los impuestos de importación de maíz,
naranjas, tabaco o bebidas alcohólicas son distintos.

Los tipos de costes

Para clasificar los costes que se generan en la actividad empresarial, a efectos de la gestión de
stock, antes conviene conocer el comportamiento de los mismos. Además, cuando se fabrican
y/o almacenan varias gamas de productos, aunque sea dentro del mismo proceso,
generalmente siempre hay unos que ocasionan mayor gasto. Por eso, los tipos de costes que
analizaremos se basan más en los aspectos operativos que en los aspectos conceptuales; es
decir, separando los distintos componentes del coste se dividen en dos grupos: según su
imputación al producto y según el nivel de actividad.

Los costes según su imputación al producto se clasifican en:

1. Directos: son aquellos que se pueden identificar, con la causa que los ha producido.

2. Indirectos: son aquellos gastos comunes que no se pueden atribuir a ningún artículo ni


departamento en particular.

3. Semidirectos: son los que no se pueden aplicar directamente a un producto, pedido u


orden de fabricación, pero se pueden localizar en un determinado departamento de la
empresa.

Según el nivel de actividad los costes se dividen en:

1. Fijos: son aquellos que surgen por el hecho de existir la empresa y funcionar.

2. Variables: son cargas operacionales que varían en función del nivel de actividad en la


empresa, están relacionados con la productividad-ventas y el grado de utilización de la
capacidad disponible. El importe de los costes variables depende del número de
unidades producidas.

El umbral de rentabilidad, es el punto a partir del cual un volumen de producción o ventas el


ingreso total supera al coste total. Como en el punto de equilibrio los ingresos únicamente
cubren los gastos.

El análisis del umbral de rentabilidad se hace partiendo de las siguientes premisas:

1. Los ingresos son crecientes, y aumentan conforme los hagan o bien las unidades
vendidas o el precio.

2. Con forme aumentan la producción, también lo harán los costes variables.

3. Los costes fijos son constantes, no dependen del volumen de producción.

4. Al variar los costes variables, evidentemente también los harán los costes totales.

El volumen óptimo del pedido (VOP)

Si analizamos el comportamiento de estos costes, podremos observar que:


1. A mayor cantidad solicitada, los costes de gestión de pedidos disminuyen. Cuando la
cantidad es muy pequeña, nos vemos en la necesidad de hacer muchos pedidos al año
y aumentan los gastos de administración, transporte, embalaje, etc.

2. A mayor cantidad de pedido, los costes de posesión serán mayores. Cuando la


cantidad almacenada es grande aumentan los gastos propios del inventario, como
personal de plantilla, mantenimiento del stock, deterioros, etc.

¿Qué cantidad hay que solicitar para que los costes totales sean mínimos?

La cantidad que debemos solicitar se conoce como “volumen óptimo de pedido” (VOP) y es
aquella que genera el mínimo coste de aprovisionamiento. El volumen óptimo de pedido es
aquel que iguala los costes de gestión de pedidos y los costes de posesión.

Siguiendo el modelo de Wilson el VOP se obtiene partiendo de las hipótesis siguientes:

1. La demanda (D) es constante por unidad de tiempo; por ejemplo, si al año se


necesitan 2.400 unidades, al semestre 1.200, al trimestre 600 y al mes 200.

2. El coste de gestión del pedido (Cg) es constante e independiente de la cantidad


solicitada.

3. El coste de posesión (Cp) es constante por unidad de producto y tiempo.

4. No se admite la rotura de stocks, ya que se crea un stock de seguridad.

CONCLUSION:

Un mayor volumen de stock genera un mejor servicio para los clientes ya que no existirían
faltantes en materia o los recursos durante el proceso, pero también puede generar
inmovilización del capital, gastos de conservación, limpieza, seguros, alquileres etc. También
un menor lote representa un mayor riesgo de faltantes en materiales lo que puede ocasionar
problemas productivos. Invertir lo menos posible en el control de inventario, mientras se
cumplen los demás objetivos es fundamental en la obtención de ganancias y el crecimiento de
tu negocio, también debe tener en cuenta la rotación estacional de determinados productos
Para evitar la rotura de stock y la pérdida de ventas en temporada. Cuando hablamos de los
diferentes tipos de stocks nos referimos al conjunto de actividades que, dentro de la empresa,
permiten conocer con exactitud el volumen de ventas o salidas de existencias para así
determinar la cantidad precisa a solicitar a los proveedores.

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