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INTRODU

CCIÓN
En nuestro país, la atención y la educación formal de los niños y las niñas entre los
tres y los seis años de edad es relativamente reciente, sin embargo en este corto
periodo de tiempo han sucedido significativos que han afectado, de manera positiva,
la calidad de vida de los niños.

La meta en general nos impone un gran esfuerzo en cobertura y calidad; todos


reconocemos la importancia de la educación inicial y su contribución al
desarrollo social y económico del país. Se sabe que los primeros años son decisivos
para el desarrollo de las capacidades cognitivas, comunicativas y sociales del
individuo. Y para que este ocurra, hay que tener buenas condiciones de salud,
nutrición y ambientes de aprendizaje que estimulen el desarrollo. Asimismo, las
competencias para la vida tienen su fundamento en la primera infancia y, por
ello, los niños y niñas deben desarrollar las que les permitan un conocimiento de sí
mismos, de su entorno físico y social, y la interacción con los demás. Igualmente
es necesario que su proceso educativo cuente con proyectos pedagógicos basados
en el juego, el arte y el lenguaje, que respondan a sus necesidades y
potencialidades, y propicie sus capacidades de autonomía, toma de decisiones,
solución de problemas y de acción en su cultura para transformarla y enriquecerla
Compilador: Carlos Augusto Barreto Rivera Didáctica de la Educación Inicial.
Compilador: Carlos Augusto Barreto Rivera Didáctica de la Educación Inicial.

DIDÁCTICA

La palabra didáctica deriva del griego didaktike (“enseñar‟) y se define


como la disciplina científico-pedagógica que tiene como objeto de estudio
los procesos y elementos existentes en la enseñanza y el aprendizaje. Es,
por tanto, la parte de la pedagogía que se ocupa de los sistemas y
métodos prácticos de enseñanza destinados a plasmar en la realidad las
pautas de las teorías pedagógicas.

Está vinculada con otras disciplinas pedagógicas como, por ejemplo, la


organización escolar y la orientación educativa, la didáctica pretende
fundamentar y regular los procesos de enseñanza y aprendizaje.
Los componentes que actúan en el acto didáctico son:

 El docente o profesor

 El discente o estudiante

 El contexto social del aprendizaje

 El currículo

El currículo escolar es un sistema de vertebración institucional de los


procesos de enseñanza y aprendizaje, y tiene fundamentalmente cuatro
elementos constitutivos: objetivos, contenidos, metodología y evaluación.
Aunque hay países que en sistema educativo el elemento contenido lo llegan a
derivar en tres, como lo son los contenidos declarativos, conceptuales y los
procedimentales. Es importante tener en cuenta el denominado currículum
oculto que, de forma inconsciente, influye de forma poderosa en cuáles son los
auténticos contenidos y objetivos en los que se forma el alumnado. Por
ejemplo, Un docente tiene que conocer el CNB (Curriculum Nacional Base) de
su país, porq ue no todos tenemos las mismas necesidades, es por eso que
tiene que conocer y también hacer uso de él, para que su trabajo se desarrolle
de una manera eficiente de acuerdo a lo que su pueblo realmente necesite.

La didáctica se puede entender como pura técnica o ciencia aplicada y como teoría o
ciencia básica de la instrucción, educación o formación.

Aspectos descriptores en la definición didáctica.

Carácter. Objeto. Contenido. Finalidad.

de
Proceso Normatividad. Formación
Disciplina
enseñanza intelectual.
subordinada a la
aprendizaje.
pedagogía.

Teoría. Aprendizaje. Comunicación. Optimización del


aprendizaje.

Practica. Instrucción. Alumnado. Integración de la


cultura.

Ciencia. Formación. Profesorado. Desarrollo


personal.

Arte. Metodología.

PEDAGOGIA.

A partir de la definición de la pedagogía como una actividad humana sistemática


que orienta las acciones educativas y de formación, se plantean los principios,
métodos, prácticas, maneras de pensar y modelos que son sus elementos
constitutivos.

El término “pedagogía” a menudo es mal comprendido, él designa un campo de


conocimientos y de acciones cada vez más complejo. Destinada a los niños o a los
adultos, la pedagogía cuenta con una competencia técnica y profesional y
constituye un principio de estudio e investigación. Ella no se reduce, como se
entiende a veces, a un saber hacer compartido por todos o a un quehacer
infantilizante. Nuestra sociedad desarrolla cada vez más “organizaciones
aprendices”. Formación, información y saber están en el centro de las principales
dinámicas sociales y hacen de la actividad pedagógica cada vez más un asunto
estratégico. Acaso, ¿Nuestra sociedad no se vuelve pedagógica?

La pedagogía tiene por objeto el aspecto sistemático de la actividad humana


conductora de las acciones educativas y de formación. Como toda actividad
humana, tiene sus principios y sus métodos; define una función humana, describe
una conducta específica, socialmente construida, principalmente en la escuela y en
las instituciones formadoras. La pedagogía participa en los cambios y evoluciones
a las que estamos asistiendo; sin embargo, la pedagogía tiene también su propia
historia y su propia cultura: la de las prácticas, la de las maneras de pensar y la sus
propios modelos. Ella contribuye a la profesionalización de oficios del profesor.

El método en pedagogía

La problemática del método juega un papel central en la pedagogía. La pedagogía


es sinónimo de “método” como modo organizado y consciente de prácticas,
regularidad implícita o explícita de mecanismos de acción, de un hacer y de un
cómo hacer. Numerosos métodos tienen lugar o han hecho carrera en pedagogía:
el inventario aquí es imposible. Cada momento o modelo pedagógico ha tenido por
objeto la definición, la justificación o la invención de métodos. ¿Cuál es su estatuto,
su papel práctico y teórico? El método es, etimológicamente, lo que permite
acceder al lugar que se busca: es el camino (odos, “ruta”) que permite atravesar
(meta, “a través”). El sentido de un “método” es aquel de un andar y de un paso o
gestión, del seguimiento finalizado y organizado de una actividad sobre un camino
que permite encontrar. El método depende a su vez del hacia donde se tiende y del
camino que allí conduce: él es camino y marcha. Se sigue un método como se
sigue una pista. Un método no es el resultado o el medio seguro de producir un
resultado, y en consecuencia una solución preestablecida, sino una manera de
comprometer las prácticas concebidas. La idea general de una regla a seguir, de
un orden al cual se debe conformar, está en el centro de la acción pedagógica.
Este orden puede ser una simple regla de saber-hacer, una invención práctica (la
“clase” como enseñanza simultánea), una herramienta técnica (como el texto
escolar, la imprenta escolar).
Los polos metódicos
Un método en pedagogía se presenta como una organización de los objetos, de la
actividad de la enseñanza, de los modos de trabajo de los alumnos y, con los
alumnos, y de las bases de este trabajo. El método coordina el conjunto de
disposiciones que un profesor prevé para sus intervenciones y el camino a recorrer
por sus estudiantes. Para Peretti (1987), los métodos pedagógicos se constituirían
alrededor de ocho polos metódicos (paradigmas) que representan, a manera de
síntesis, las diferentes proposiciones metodológicas y sus autores:

1o. la tecnología, este polo hace énfasis sobre el sometimiento de la enseñanza y


el aprendizaje a los medios materiales. Para Freinet, las técnicas son los
verdaderos soportes de los métodos. La imprenta, al someter el trabajo de los
niños a las exigencias técnicas en su realización, se convierte en un principio
activo. Se definirá una ingeniería pedagógica, asociada a las nuevas necesidades
en materia de enseñanza: documentación, enseñanza a distancia, etc.;

2o. el dominio de operaciones intelectuales. Técnicas o materiales. Por ejemplo,


la pedagogía montessoriana reposa sobre el “manejo libre de un material complejo”
que permite al niño alcanzar los “saberes dominados”. El “pensar” es actuar”
anunciado de Piaget, que sitúa la dirección y las múltiples vías que definen una
dirección: imitación, repetición, intuición, conceptualización o simulación. La
diferenciación de los modos de pensamiento, de los “regímenes intelectuales”, de
los estilos de aprendizaje, podrá encontrar aquí una responsabilidad metodológica;

3o. las acciones, entrañan la acción motivada de adquisición de conocimientos.


Acciones y situaciones están en el centro de los métodos activos. Estos pueden ser
considerados a priori (por ejemplo bajo la forma de centros de interés por Decroly),
en interacción con un medio, según el principio de la acción reflexiva, como
actividad social (por ejemplo la cooperación en la escuela, o aún como proyectos);

4o. el desarrollo de las relaciones, entre maestros y alumnos, pero también entre
éstos (enseñanza “mutual”, tutorías entre alumnos, trabajo en grupos, expresión,
etc.). Rogers (1960), describe las condiciones de un aprendizaje en los modos de
comunicación interpersonales;

5o. la consideración de las representaciones: aparece necesaria para situar las


nuevas nociones, tener en cuenta las representaciones espontaneas de los
alumnos, las “concepciones” de los alumnos, como lo han mostrado Giordan y de
Vecchi (1987). Este tomar en cuenta es también el de la diversidad cultural; el
trabajo sobre las representaciones se esfuerza por constituir las condiciones de la
recepción y de la asimilación de los saberes;
6o. la expresión: constituye el polo metódico de la producción personal de los
alumnos, del dominio del lenguaje en el contexto (social o/y cognitivo) e inclusive
en el proyecto del alumno. El tema rogeriano del “aprendizaje significativo”
(además “vivenciado”) puede ser aquí citado, así como las variadas situaciones de
expresión en Decroly, o en Freinet (trabajo de expresión libre alrededor de un texto,
organización social de la clase, etc.);

7o. la cultura: es uno de los ejes fundamentales de la pedagogía “tradicional, que


permanece asociado a cualquier pedagogía. Según una expresión de Metz, no se
enseña más que la cultura, y esta aparece como un sentido compartido (por
ejemplo bajo la forma de una cultura científica), cultura de la apropiación
(proyectos de acción cultural), como fundadora de una universalidad (humanismo
en Alain), o al contrario cultura que separa (Bourdieu, 1980);

8o. los saberes: objetos declarados de la enseñanza, constituyen un eje metódico


fuerte, que como hemos visto ya está estrechamente relacionado con la
problemática pedagógica. Diferentes concepciones de las relaciones con el saber,
de su naturaleza y de su gestión, darán un sentido a los métodos.

Un método en pedagogía se presenta como una organización de los objetos, de la


actividad de la enseñanza, de los modos de trabajo de los alumnos y, con los
alumnos, y de las bases de este trabajo.

EDUCACION INICIAL.

¿Qué es la educación inicial?

La educación para la primera infancia es concebida como un proceso continuo y


permanente de interacciones y relaciones sociales de calidad, oportunas y
pertinentes que posibilitan a los niños y a las niñas potenciar sus capacidades y
desarrollar competencias para la vida.
Educación Inicial es el servicio educativo que se brinda a niñas y niños menores de
seis años de edad, con el propósito de potencializar su desarrollo integral y
armónico en un ambiente rico en experiencias formativas, educativas y afectivas, lo
que les permitirá adquirir habilidades, hábitos, valores, así como desarrollar su
autonomía, creatividad y actitudes necesarias en su desempeño personal y social.
La Educación Inicial es un derecho de las niñas y los niños, una oportunidad de las
madres y los padres de familia para mejorar y/o enriquecer sus prácticas de
crianza y un compromiso del personal docente y de apoyo para cumplir con los
propósitos planteados. Educación Inicial es una realidad mundial, indispensable
para garantizar el óptimo desarrollo de los niños y las niñas. La importancia que
tienen los primeros años de vida en la formación del individuo, requiere que los
agentes educativos que trabajan en favor de la niñez cuenten con conocimientos,
habilidades y actitudes adecuados para elevar la calidad del servicio que se ofrece.

La educación inicial: una ventana de oportunidades para la infancia y para el país.


Tradicionalmente se ha concebido la educación para los niños y niñas pequeños
como educación preescolar, la cual se relaciona con la preparación para la vida
escolar y el ingreso a la educación básica. Hoy en día, existe consenso –en el
mundo y en Colombia- en que la educación para los más pequeños va mas allá de
la preparación para la escolaridad y debe proporcionar a niños y niñas experiencias
significativas para su desarrollo presente. La educación inicial debe brindar a los
niños ambientes de interacción social seguros, sanos y de calidad, en donde todo
niño o niña pueda encontrar las mejores posibilidades para el desarrollo de su
potencial y en los cuales se reconozca el juego y la formación de la confianza
básica como ejes fundamentales del desarrollo infantil (1). El desarrollo infantil
temprano es un proceso continuo, no secuencial, que conjuga diversas
dimensiones como la salud, la nutrición, las interacciones sociales

Oportunas, pertinentes y de calidad (educación inicial) que permiten a las niñas y


niños potenciar sus capacidades y desarrollar competencias para la vida. Es por lo
tanto el desarrollo integral durante la primera infancia y está ligado a los Objetivos
de Desarrollo del Milenio 1 y 2, ya que para avanzar en la erradicación de la
pobreza extrema y la promoción de la educación primaria es necesario promover el
bienestar y el desarrollo de los niños durante su primera infancia.
De acuerdo con la Política Pública Nacional de Primera Infancia (CONPES 109,
Colombia por la Primera Infancia, Diciembre 2007), “la educación inicial busca
proporcionar a niños y niñas experiencias significativas en su desarrollo presente y
no solamente para su futuro inmediato. Así, lo propio de la educación inicial es el
“cuidado y acompañamiento” del crecimiento y desarrollo de los niños y niñas
mediante la creación de ambientes de socialización seguros y sanos… Así, se
asume la educación inicial como un proceso continuo y permanente de
interacciones y relaciones sociales de calidad, oportunas y pertinentes que
posibilitan a los niños y las niñas potenciar sus capacidades y adquirir
competencias para la vida, en función de un desarrollo pleno que propicie su
constitución como sujetos de derechos. Esto implica realizar un cuidado y
acompañamiento afectuoso e inteligente del crecimiento y desarrollo de los niños y
las niñas, en ambientes de socialización sanos y seguros para que logren
aprendizajes de calidad”.

La obligación del Estado y la sociedad, facilitarles el apoyo necesario para lograrlo


(capacitación, subsidios condicionados, centros de apoyo, jardines sociales,
parques infantiles, etc).
La Educación Inicial es la educación que el niño recibe en sus primeros años de
vida (0-6), ésta es una etapa muy importante en el desarrollo del niño, ya que se le
puede despertar sus habilidades físicas y/o psicológicas, su creatividad, se le
puede enseñar a ser autónomo y auténtico; que mas adelante le pueden servir
para abrirse mundo por sí solo, para ello se han puesto en marcha distintos
programas que apoyen en los aprendizajes de los niños, tomando teorías
pedagógicas: Jean Piaget, VigotsKi, Freud, Froebel, Montesori, entre otros. La
Educación Inicial es un derecho de los niños; se puede ver como una oportunidad
de los padres de familia para mejorar y/o enriquecer sus prácticas de crianza y
lograr una crianza de calidad, sin olvidar también el compromiso del personal
docente y de apoyo para cumplir con los propósitos que se hayan planeado.

Con la educación inicial se pretende garantizar un desarrollo armónico del niño,


para ello se cuenta con un programa pedagógico y su operación compete a todos
los adultos que se relacionan y ejercen una influencia en los menores, pueden ser
sus familiares o personal especializado en educación. Se brinda en dos
modalidades: escolarizada y no escolarizada .La escolarizada: se ofrece a través
de los Centros de Desarrollo Infantil (CENDI) donde se da atención a los hijos de
madres trabajadoras de núcleos urbanos. La modalidad no escolarizada que se
maneja en el Instituto no requiere de instalaciones, puesto que es un programa
dirigido a la capacitación de padres y madres para que eduquen adecuadamente a
sus hijos, dicho programa se opera esencialmente en comunidades rurales,
urbano marginadas e indígenas.
La edad de los niños está comprendida entre los 0 a los 6 años. Estas edades se
dividen en dos ciclos: primer ciclo, comprendido entre los 0 y 3 años; y un segundo
ciclo, que va de los 3 y los 6 años de edad. Éstos aprenden la forma de
comunicarse, jugar e interactuar con los demás apropiadamente. Un maestro les
ofrece varios materiales para manipular y realizar actividades que les motiven a
aprender el lenguaje y el vocabulario de las palabras, matemáticas, ciencias,
idiomas extranjeros y computación, así también como arte, música y conducta
social.

Lo que es una realidad es que es necesario considerar comenzar la educación del


infante lo antes posible. ¿Por qué es tan importante hacerlo así? Las razones son
muchas. Vamos a nombrar aquí algunas de ellas:

1. La infancia es un período único, preciso y crítico para el desarrollo psíquico:


afectivo y cognitivo. Ya sea con programas formales, en un centro de
estimulación temprana o bien en el hogar con un manual de información a
madres de familia, el bebé debe tener la posibilidad de aprovechar cada
oportunidad de desarrollarse y prepararse para el futuro aprendizaje.

2. Las experiencias que el niño tiene durante esta etapa son fundamentales
para su vida futura. En este período el niño aprende a convivir con el
entorno y se adquieren conceptos fundamentales para la vida: existe un
mundo además de mí, el juego es una actividad natural en los niños, la vida
no es solo mi casa y mi familia, puedo aprender a cantar y bailar y reír con
muchas personas.

3. En el nivel inicial, el niño se prepara para su futuro escolar y logra


adaptarse adecuadamente a este sistema de vida que durará por muchos
años.

4. Hablando en lenguaje psicoanalítico: en esta edad el infante y su “YO” no


pueden desarrollarse más que en relación con los demás, y en esta
interacción del Yo con OTROS, es donde podemos encontrar una respuesta
a la “evolución psicológica.”

5. El centro de Estimulación Temprana o el trabajo planeado y organizado


realizado por la madre en el hogar, fortalecerán el desarrollo sensorial del
infante, su desarrollo motor, social y su lenguaje.
6. Los programas de educación inicial están diseñados para fortalecer y
facilitar todas las redes de comunicación que vinculan al niño con su
mundo, e interpretar todos esos mensajes que de su entrono recibe y que
permitirán descubrir, conocer y crear.

7. Potenciar las habilidades intelectuales que el niño trae por herencia,


ofreciendo los medios y herramientas para que desde
el inicio, el niño aprenda a aprender.
8. Si el niño presentara algún déficit en su desarrollo, mediante la estimulación
que recibe a través de los programas iniciales sistematizados integrales,
tendrá grandes posibilidades de minimizar los aspectos limítrofes de su
desarrollo.

Cuando el niño nace, tiene todo un potencial de posibilidades por desarrollar.


Lleva en él muchas capacidades, pero éstas no se desarrollarán si no se las
estimula adecuadamente desde su entorno más cercano: padres, hermanos,
familia; y, por otro lado, su desarrollo depende de un medio físico suficientemente
enriquecido por estímulos de todo tipo (visuales, táctiles, auditivos, motrices, etc.),
los cuales harán trabajar los sentidos, alertando sus funciones y sus procesos.

La neuro-psicología nos dice que el sistema nervioso no puede llegar a su


evolución completa si no hay unos estímulos exteriores que provoquen unas
reacciones que permitan a dichas funciones y procesos ponerse en marcha,
perfeccionarse y desarrollarse plenamente.

Estudios recientes nos permiten afirmar que el desarrollo íntegro de los menores
depende de su estado biológico y neurológico al momento de nacer, así como de
la influencia del medio –que será un factor trascendental en su desarrollo
posterior, pues tomará como base lo heredado para que el desarrollo de una
persona sea más o menos amplio

DIDÁCTICA DE LA EDUCACIÓN INICIAL

Basado en los aportes de las Ciencias de la Educación y en las necesidades


sociales, existe consenso a nivel internacional de la trascendencia, jerarquía y
continuidad que la Educación Inicial tiene, como etapa educativa dentro del
concepto de Educación Permanente, en el proceso de desarrollo del ser
humano.

Comprende al individuo desde el nacimiento hasta los 6 años. La influencia


conjugada de la familia, la comunidad y las Instituciones es determinante en esta
etapa.

Es el período de mayor adquisición de experiencias y de desarrollo de la


capacidad de emplearlas en la solución de nuevos problemas. Por ello es
imprescindible brindar el ambiente y la estimulación necesaria para crecer,
desarrollarse, madurar, aprender, construir conocimientos, afirman las relaciones
afectivas, socializarse.

La Educación Inicial propiciará el desarrollo integral del niño.


LEY 115 (febrero 8 de 1994)

Por la cual se expide la ley general de educación


EL CONGRESO DE COLOMBIA DECRETA

SECCION SEGUNDA Educación Preescolar

ARTICULO 15. Definición de Educación Preescolar: la educación


preescolar corresponde a la ofensiva al niño para su desarrollo integral en los
aspectos biológicos, cognoscitivo, psicomotriz, socio-afectivo
espiritual, a través de socialización pedagógicas
y recreativas.

ARTICULO 16. Objetos Específicos de la Educación Preescolar: son objetivos


específicos del nivel preescolar:

a. El conocimiento del propio cuerpo y de sus posibilidades de acción, así como


la adquisición de su identidad y autonomía;
b. El crecimiento armónico y equilibrado del niño, de tal manera que facilite
la motricidad, el aprestamiento y la motivación para la lectoescritura y
para las soluciones de problemas que impliquen relaciones y operaciones
matemática;
c. El desarrollo de la creatividad, las habilidades y destrezas propias de la edad,
como también de su capacidad de aprendizaje;
d. La ubicación espacio-temporal y el ejercicio de la memoria;
g. El estímulo a la curiosidad para observar y explorar el medio natural, familiar
y social;
h. El reconocimiento de su dimensión espiritual para fundamentar criterios
de comportamientos;
i. La vinculación de la familia y la comunidad al proceso educativo para
mejorar la calidad de vida de los niños en su medio;
j. La formación de hábitos de alimentos, higiene personal, aseo y orden que
generen conciencia sobre el valor y la necesidad de la salud.

ARTÍCULO 17. Grado Obligatorio: el nivel de educación preescolar


comprende, como mínimo, un (1) grado obligatorio en los establecimientos
educativos estatales para niños menores de seis (6) años de edad.
En los municipios donde la cobertura del nivel de educación preescolar no sea
tal, generalizara el grado de preescolar en todas las instituciones educativas
estatales que tengan primer grado de básica, en un plazo de cinco (5) años contados
a partir de la vigencia de la presente ley, sin perjuicio de los grados existentes en
las instituciones educativas que ofrezcan más de un grado preescolar.
ARTICULO 18. Ampliación de la Atención: el nivel de educación preescolar de
tres grados se generalizara en instituciones del Estado o en las instituciones
que establezcan programas para la prestación de este servicio, de acuerdo con
los programas que determinen las entidades territoriales en sus respectivos planes
de desarrollo.
Para tal efecto se tendrá en cuenta la ampliación de la educación preescolar debe
ser gradual a partir del cubrimiento del ochenta por ciento (80%) del grado
obligatorio de preescolar establecido por la constitución y al menos del ochenta
por ciento (80%) de la educación básica para la población entre seis (6) y quince
(15) años.
MARCO LEGAL DEL PREESCOLAR

En nuestro país, la atención y educación formal de los niños y las niñas entre los
tres y los seis años de edad es relativamente reciente, sin embargo en este corto
período de tiempo han sucedido hechos significativos que han afectado, de manera
positiva, la calidad de vida de los niños. Nos interesa reflexionar alrededor de aquellos
hechos que desde la década del 70 le han dado significado y sentido a las políticas
desde el sector educativo en lo referente a la educación preescolar. En esa década
Colombia, como país tercermundista, tuvo que enfrentar la crisis mundial de ajuste
macroeconómico, y realizar drásticos cambios para alcanzar un adecuado equilibrio.
Se obtuvieron logros que, sin embargo, trajeron como consecuencia un aumento en
los niveles de pobreza que afectaron especialmente a los grupos más vulnerables:
mujeres y niños. Para enfrentar esta problemática, el Estado colombiano formula por
primera vez una política de atención y protección a los niños menores de siete años
(Ley 27 de 1974) a la cual se incorporaron paulatinamente las relacionadas con la
salud y la educación.
En 1976 el MEN incluye el nivel de educación preescolar dentro de la educación
formal, lo cual facilita la formulación y aplicación de un plan de estudios (decreto
1002 / 84) en una concepción de atención integral de la niñez con participación de
la familia y la comunidad. En ese año se creó el nivel de preescolar pero no se
orden ó como obligatorio. Como ya se dijo, esa obligatoriedad fue establecida por
la Constitución Política de 1991. Establece unos objetivos en los cuales el centro
del proceso educativo es el niño, y unas modalidades de trabajo mediante
actividades integradas que se ajusten a lineamientos pedagógicos tales como
aprovechar y convertir en ambiente educativo la realidad social en la cual vive,
utilizar recursos y materiales propios de la comunidad, adecuar el contenido y
duración de las actividades a sus intereses de acuerdo con las características de
desarrollo, utilizar el juego como actividad básica, propiciar el trabajo en grupo, el
espíritu de cooperación y amistad y el desarrollo de la autonomía del niño.
Ministerio de Educación Nacional La implementación tuvo carácter innovador. Un
análisis posterior alrededor del estado de la práctica recomendó incrementar la
formación de docentes, replantear las estrategias de trabajo y enfatizar en el juego
y el trabajo comunitario.
LEY NJ 295 DEL 6 ABRIL 2000

"POR LA CUÁL SE REGLAMENTA LA ATENCiÓN INTEGRAL DE LOS


NIÑOS Y
LAS NIÑAS DE LA PRIMERA INFANCIA DE LOS SECTORES CLASIFICADOS
COMO 1, 2 Y 3 DELSISBEN"

EL CONGRESO DE

COLOMBIA DECRETA:
TITULO I

DISPOSICIONES GENERALES

Artículo 1°. Objeto. Contribuir a mejorar la calidad de vida de las madres


gestantes, y las niñas y niños menores de seis años, clasificados en los niveles 1,
2 Y 3 del SISBEN, de manera progresiva, a través de una articulación
interinstitucional que obliga al Estado a garantizarles sus derechos a la
alimentación, la nutrición adecuada, la educación inicial y la atención integral en la
salud.

Articulo 2°. Derechos de los niños. Los derechos de los niños comienzan desde la
gestación, precisamente para que al nacer se garantice su integridad física y
mental. Los niños de Colombia de la primera infancia, de los niveles 1, 2 Y 3 del
SISBEN, requieren la atención prioritaria del Estado para que vivan y se formen en
condiciones dignas de protección.

El Estado les garantizará a los menores, de los cero a los seis años, en forma
prioritaria, los derechos consagrados en la constitución nacional y en las leyes que
desarrollan sus derechos. Los menores recibirán la alimentación materna, de ser
posible, durante los primeros años y accederán a una educación inicial, la cual
podrá tener metodologías flexibles.

Artículo 3°. Propuesta de Coordinación Interinstitucional para la Atención Integral


de la población Objetivo. En un término máximo de seis (6) meses, después de
promulgada la presente ley, los Ministerios de Hacienda, Educación, Protección
Social y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar -ICBF, bajo la coordinación
del Departamento Nacional de Planeación, presentarán una propuesta de atención
integral que se proyecte más allá de los programas que ya vienen ejecutando, para
9arantizar a la mujer en embarazo y a los menores de seis (6) años, de los niveles
1, 2 Y 3 del SISBEN, el acceso progresivo e integral a la salud, a la alimentación y
a la educación, que además tenga el respaldo financiero, para que su ejecución
sea efectiva.

Artículo 4°. Actores del modelo. Los responsables del desarrollo del proceso y del
modelo de atención integral serán el Ministerio de la Protección Social, el Instituto
Colombiano de Bienestar Familiar -ICBF- y el Ministerio de Educación Nacional, asi
como los gobiernos departamentales, municipales y distritales.

En el nivel nacional el Ministerio de la Protección Social, el Ministerio de Educación


Nacional y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar deberán actuar de manera
coordinada, con miras a Garantizar el carácter integral del modelo de atención, de
acuerdo con sus responsabilidades y Competencias. En el nivel
territorial se promoverá así mismo la acción coordinada de las
Secretarias de salud y educación, así como de las seccionales del Instituto
Colombiano de Bienestar Familiar.

El Ministerio de la Protección Social garantizará por su parte que las mujeres en


gestación y todos los niños de la primera infancia de los niveles 1, 2 Y 3 del
SISBEN estén cubiertos en salud y por los programas de promoción de la salud y
prevención de la enfermedad, de acuerdo con lo establecido en los articulas 29 y
46 de la Ley 1098 de 2006.

TITULO II

MODELO DE LA ATENCIÓN INTEGRAL

Artículo 5°. Distribución de los actores según la edad. El Ministerio de la Protección


Social garantizará que las mujeres gestantes de los niveles 1, 2 Y 3 del SISBEN,
tenga la atención espiritual, social, afectiva, ética civica y demás valores humanos.

La formación en el respeto a la vida y a los demás derechos humanos, a la paz, a


los pricipios democráticos de convivencia, pluralismo, justicia, solidaridad y equidad
así como en el ejercicio de la tolerancia y de la libertad.

La formación para facilitar la participación de todos en las decisiones que los


afecta n en la vida económica, política, administrativa y cultural de la nación.

La formación en el respeto a la autoridad legítima y a la ley, a la cultura nacional, a


la historia colombiana y a los símbolos patrios.La adquisición y generación de los
conocimientos científicos y técnicos más avanzados, humanísticos, históricos,
sociales, geográficos y estéticos, mediante la apropiación de hábitos intelectuales
adecuados para el desarrollo del saber.
DECRETO 057 DE 2009: “Por el cual se reglamenta el Acuerdo 138 de 2004,
se regula la inspección, vigilancia y control de las personas naturales y
jurídicas, públicas y privadas, que presten el servicio de Educación
Inicial en el Distrito Capital, a niñas y niños entre los cero (0) y
menores de seis (6) años de edad y se deroga parcialmente el Decreto
Distrital 243 de 2006”

II. RESOLUCIÓN 0325 DE 2009: “Por medio de la cual se reglamenta


parcialmente el Decreto 057 de 2009 respecto de la Asesoría, Inspección,
Vigilancia y Control a la Educación Inicial desde el Enfoque de Atención Integral a
la Primera Infancia”.

DECRETA:
CAPITULO I
ASPECTOS GENERALES

ARTICULO 1. La educación preescolar hace parte del servicio público educativo


formal y esta´ regulada por la ley 116 de 1994 y sus normas reglamentaria,
especialmente por el Decreto 1860, como lo dispuesto en el presente decreto.

ARTICULO 2. La presentación del servicio público educativo del nivel


preescolar a los educandos de tres (3) a cinco (5) años de edad y comprenderá
tres (3), grados así:

1. Pre-jardín: dirigido a educandos de tres (3) años

2. Jardín: dirigido a educandos de cuatro (4) años

3. Transición: dirigido a educandos de cinco (5) años de edad y corresponde al


grado obligatorio constitucional.

Los establecimientos educativos, estatales y privados, que a la fecha de


expedición del presente decreto, utilicen denominaciones distintas deberán
ajustarse en lo dispuesto en este artículo.

PARÁGRAFO: La denominación grado cero que viene sentido utilizada en


documentos técnicos oficiales, es equivalentes a la del grado de transición, a
que se refiere este artículo.
ARTUICULO 3. Los establecimientos educativos, estatales y privados, que
presten el servicio de educación preescolar, deberán hacerlo progresivamente
en los tres grados establecidos en el artículo 2º de este decreto, y en el caso
de los estatales, lo harán atendiendo lo dispuesto en los artículos 19º y 20º de
esta misma norma.

Para garantizar el tránsito y continuidad de los educandos del nivel


preescolar, los establecimientos que ofrezcan únicamente este Nivel
promoverán además el acceso a otras instituciones de educación básica.

A su vez, las instituciones que ofrezcan educación básica deberán facilitar


condiciones administrativas y pedagógicas para garantizar esta continuidad y la
articulación entre estos dos niveles educativos.

ARTICULO 4. Los establecimientos educativos que presten el servicio de


educación preescolar y que atienda, además, niños menores de tres años,
deberán hacerlo conforme a su proyecto educativo institucional, considerando
los requerimientos de salud, nutrición y proyección de los niños, de tal manera
que se garantice las mejores condiciones para su desarrollo integral, de
acuerdo con sus normas de legislación vigente y las directrices de los
organismos competentes.

ARTICULO 5. Las instituciones que ofrezcan el nivel de educación preescolar


incorporaran en su respectivo proyecto educativo institucional lo concerniente a la
determinación de horarios y jornada escolar a los educandos, numero de alumno
por el cual el curso y el calendario académico, atendiendo a las características y
necesidades de los mismos y a las directrices que establezcan la secretaría de
educación departamental o distrital de la correspondiente jurisdicción.

PARÁGRAFO 1º Los establecimientos de educación preescolar deberán


garantizar la representación de la comunidad educativa en la dirección de la
institución de la conformidad con lo dispuesto en la constitución política y la ley.

PARÁGRAFO 2º En la determinación del número de educandos por curso,


deberá garantizarse la atención personalizada de los mismos.
ARTÍCULO 6. Las instituciones educativas, estatales y privadas, podrán
admitir en el grado de la educación básica correspondiente, a los educandos de
seis (6) años o más que no hayan cursado el grado de transición, de acuerdo
con su desarrollo y con los logros que hubiese alcanzado, según lo
establecido en el proyecto educativo institucional.
ARTICULO 7. En ningún caso los establecimientos educativos en que
representen el servicio público de preescolar, podrán establecer como
prerrequisito para el ingreso de un educando al grado de transición, que este
hubiere cursado previamente los grados de pre-jardín y jardín.

ARTICULO 8. Para el ingreso a cualquiera de los grados de la educación


preescolar no estará sujeto a ningún tipo de prueba admisión o examen
psicológico o de conocimiento o a consideraciones de raza, sexo, religión,
condición física o mental. El manual de convivencia establecerá los
mecanismos de asignación de cupos, ajustándose estrictamente a lo dispuesto
en este artículo.

ARTICULO 9. Para el ingreso a los grados de nivel de educación


preescolar las instituciones educativas, oficiales y privadas, únicamente
solicitará copia o fotocopia de los siguientes documentos:

-registro civil de nacimiento del educando

-certificado de vinculación a un sistema de seguridad social, de


conformidad lo establecido en la ley 100 de 1993

-si en el momento de la matrícula, los padres de familia, acudientes o


protectores del educando presentaran dichos documentos o uno de ellos, de
todas maneras, que se formalizará dicha matricula. La perspectiva institución
educativa pretenderá pro su pronta consecución mediante acciones
coordinadas con la familia y los organismos pendientes.

PARÁGRAFO: Si el documento que faltare fuese el certificado de vinculación


a un sistema de seguridad social, el educando deberá estar protegido por
un seguro colectivo que ampare en general su salud, como en particular su
atención inmediata en caso de accidente, situaciones que deberán preverse en el
reglamento o manual de convivencia.

El valor de la prima correspondiente deberá ser cubierto por los padres de


familia, acudientes o protectores del educando.

ARTICULO 10. En el nivel de educación preescolar no se reprueban


grados ni actividades. Los educandos avanzaran en el proceso educativo, según
sus capacidades y aptitudes personales.
Para tal efecto, las instituciones educativas diseñará mecanismos de
evaluación cualitativa, cuyo resultado se expresa en informes descriptivos que
le permitirán a los docentes y a los padres de familia, apreciar el avance en
la formación integral del educando, las circunstancia que no favorecen el
desarrollo de procesos y las acciones necesarias para superarlas.
ORIENTACIONES CURRICULARES

En la antesala del nuevo milenio y en el contexto de la nueva sociedad de


conocimiento, la educación se reconoce como la causa principal del progreso y
de los avances que conocemos como desarrollo. Para que esto sea así entre
nosotros es urgente animar todos nuestros empeños con una visión nueva del
desarrollo y por consiguiente de la educación. Con una visión del desarrollo
humano sostenible como visión articuladora y holística de las relaciones del
hombre con sus semejantes y con su medio, que hace perdurable el progreso
para nosotros y para las generaciones futuras, que desarrolla la capacidad
humana del trabajo como una potencialidad abierta y coordinada con el flujo de
todas las formas de vida como sistema. Una visión nueva de la educación capaz
de hacer realidad las posibilidades intelectuales, espirituales, afectivas, éticas y
estéticas de los colombianos, que garantice el progreso de su condición humana,
que promueva un nuevo tipo de hombre consciente y capaz de ejercer el derecho
al desarrollo justo y equitativo, que interactúe en convivencia con sus semejantes
y con el mundo y que participe activamente en la preservación de los recursos.
En este contexto, el Ministerio de Educación Nacional entrega a los educadores y
a las comunidades educativas del país la serie de documentos titulada
"Lineamientos Curriculares", en cumplimiento del artículo 78 de la Ley 115 de
1994. Los lineamientos constituyen puntos de apoyo y de orientación general
frente al postulado de la Ley que nos invita a entender el currículo como "...un
conjunto de criterios, planes de estudio, programas, metodologías y procesos que
contribuyen a la formación integral y a la construcción de la identidad cultural
nacional, regional y local..." (Artículo 76). Los lineamientos que han de generar
procesos de reflexión, análisis crítico y ajustes progresivos por parte de los
maestros, las comunidades educativas y los investigadores educativos, hacen
posible iniciar un cambio profundo hacia nuevas realidades en donde las
"utopías" y la imaginación de nuevos modelos de sociedad estimulen entre
nosotros un hombre nuevo con una actitud mental nueva, consciente de que no
hay realidades por imitar sino futuros por construir, y en el cual las mejores
condiciones de vida que se vayan alcanzando exigirán no tanto tener más sino
ser más, pues ésta es la verdadera condición del progreso humano.
CAPITULO II
ORIENTACIONES CURRICULARES

ARTÍCULO 11. Son principios de educación preescolar


Integralidad. Reconoce el trabajo pedagógico integral y considera al educando
como ser único y social en interdependencia y reciprocidad permanente con su
entorno familiar, natural, social, étnico y cultural.

Participación. Reconoce la organización y el trabajo de grupo como espacio


propicio para la aceptación de sí mismo y del otro, en el intercambio de
experiencia, aportes, conocimientos e ideales por parte de los educandos, de
los docentes, de la familia y demás miembros de la comunidad a la que
pertenece y para la cohesión, el trabajo grupal, la construcción de valores y
normas sociales, el sentido de pertenencia y el compromiso personal y grupal.

Lúdica. Reconoce el juego como dinamizador de la vida del educando mediante el


cual construye conocimientos, se encuentra consigo mismo, con el mundo físico y
social, desarrolla iniciativas propias, comparte sus intereses, desarrolla
habilidades de comunicación, construye y se apropia de normas. Asimismo,
reconoce que el gozo, el entusiasmo, el placer de crear, recrear y de generar
significados, afectos, visiones de futuro y nuevas formas de acción y
convivencia, deben constituir el centro de toda acción realizada por y para el
educando, en sus entornos familiares, naturales, social, étnicos, cultural y escolar.

ARTÍCULO 12. El currículo de nivel de preescolar se concibe como un


proyecto permanente de construcción e investigación pedagógica, que
integran los objetivos establecidos por el artículo 16º de la ley de 1994 y
debe permitir continuidad y articulación con los procesos y estrategias
pedagógicas de la educación básica.

Los procesos curriculares se desarrollan mediante la ejecución de proyectos


lúdicos y actividades que tengan en cuenta la integración de las dimensiones
del desarrollo humano: corporal, afectiva, comunicativa, ética, estética,
actitudinal y valorativa, los ritmos de aprendizaje, las necesidades de
aquello menor con limitaciones o con capacidades o talentos
excepcionales, y las características étnicas, culturales, lingüística y
ambientales de cada región y comunidad.
ARTICULO 13. Para la organización y desarrollo de sus actividades y de los
proyectos lúdicos-pedagógicos, las instituciones educativas deberán atender
las siguientes directrices:

El análisis cualitativo integral de las experiencias pedagógicas utilizadas, de


los procesos de participación del educando, la familia y de la comunidad; de la
penitencia y calidad de la metodología, las actividades, lo0s materiales, y de los
ambientes lúdicos y pedagógicos generalizadora.

ARTICULO 14. La evaluación en el nivel preescolar es un proceso integral,


sistemático, permanente, participativo y cualitativo que tiene, entre otros
propósitos:

a. Conocer el estado del desarrollo integral y de sus avances


b. Estimular el afianzamiento de valores, actitudes, aptitudes y
hábitos
c. General el maestro, en los padres de familia y en el educando,
espacios de reflexión que le permitirán reorientar sus procesos
pedagógicos y tomar las medidas necesarias para superar las
circunstancias que interfieren en el proceso de aprendizaje.

ARTICULO 15. Los indicadores de logro que establezca el ministerio de


educación nacional para el conjunto de grados del nivel preescolar y los
definidos en el proyecto educativo institucional son una guía, para que el
educador elabore sus propios indicadores, teniendo en cuenta el
conocimiento de la realidad cultural, social y personal de los educandos. En
ningún momento estos indicadores pueden convertirse en objetos para el nivel
o modelos para la evaluación de informes de progreso del educando.

ARTICULO 16. Los lineamientos generales de los procesos curriculares


y los indicadores del logro, para los distintos grados del nivel de educación
preescolar, serán los que señale el ministerio de educación nacional, de
conformidad con lo establecido en la ley 115 de 1994.

ARTICULO 17. Los establecimientos educativos que ofrezcan el nivel de


preescolar deberán establecer mecanismos que posibiliten la vinculación
de la familia y la comunidad en las actividades cotidianas y su integración de
procesos educativos.
CAPITULO III
DISPOSICIONES FINALES Y VIGENCIA

ARTICULO 18. El ejercicio en el nivel de educación preescolar se regirá por las


normas pertinentes de la ley 115 de 1994, en armonía con las del decretos ley
2277 de 1979 y con las demás normas educativas concordantes.
ARTICULO 19. De conformidad con lo ordenado por el inciso de segundo del
artículo 17 De la ley 115 de 1994, las secretarías de educación municipales o los
organismos que hagan sus veces, que no hubieran elaborado un programa de
organismo que hagan sus veces, que no hubieren elaborado un programa de
generalización del grado obligatorio en todas las instituciones educativas
estatales de su jurisdicción que tengan primer grado de educación básica,
deberán proceder a elaborarlo y a incluirlo en el respectivo plan desarrollado
educativo municipal.
Si lo establecimientos educativos estatales son financiados con recursos del
situado fiscal o con recursos propios del departamento, dicho programa deberá
ser previamente consultado por la secretaría de educación del respectivo
departamento.

Se entenderá cumplido el plazo fijado por el artículo 17º de la ley 115 de 1994, si
antes del 8 de febrero de 1999, los municipios aprueban o incorporan en el
respectivo plan desarrollado educativo, el correspondiente programa de4
generalización de grado de transición.

ARTÍCULO 20. Las instituciones educativas estatales que están en


condiciones de ofrecer además el grado de transición, los grados de pre-jardín y
jardín, podrán hacerlo, siempre y cuando cuenten con la correspondiente
autorización oficial y su implantación se realice de conformidad con lo dispuesto
en el correspondiente plan de desarrollo educativo territorial.

Para este hecho, se requiere que el municipio, en el que se encuentre ubicado


el establecimiento educativo, haya satisfecho los porcentajes de que trata el
inciso segundo del artículo 18 de la ley 115 de 1991.

ARTÍCULO 21. Las instituciones educativas privadas o estatales que presten el


servicio público del nivel preescolar, pretenderán para que se les brinden a los
educandos que lo requieran en servicios de protección, atención en salud y
complemento nutricional, previa coordinación con los organismos competentes.
ARTICULO 22. De conformidad con lo dispuesto en los artículos 171 de la ley
115 de 1994 y 61 del decreto 1860 de 1994, en armonía con el decreto 907 de
1996, los gobernantes y alcaldes distritales y municipales, a través de las
secretarías de educación o de los organismos que hagan sus veces, ejercerán
las funciones de inspección y vigilancia sobre el cumplimiento de lo
dispuesto en este decreto y aplicarán las sanciones previstas en la ley cuando a
ello hubiere lugar.
ARTÍCULO 23. El presente decreto rige a partir de su expedición y deroga las
disposiciones que le sean contrarias

Publíquese y cúmplase
Dado en santa fe de Bogotá a los 11 de septiembre de 1997

EL MINISTRO DE EDUCACION NACIONAL


SIGNIFICADO Y SENTIDO DE LA EDUCACIÓN PREESCOLAR

El tema de la primera infancia está sobre la mesa. Los avances en esta materia
son palpables y responden al empuje y la participación de las organizaciones
gubernamentales y de la sociedad civil, los estudios en la materia, y las tendencias
internacionales. En nuestro país, en el Plan Decenal 2006-2015 se le dio prioridad.
Allí se apuntó una línea de concepción del desarrollo infantil temprano como un
proceso que incluye varias dimensiones (física, intelectual, social, emocional) y fue
reconocido el “enorme potencial educativo de los primeros años de vida”, así como
la importancia de la educación temprana como reflejo de lo que implicará
posteriormente la experiencia y el involucramiento de los niños y las niñas en el
sistema escolarizado. A su vez fue señalada la trascendencia de preparar a padres
y madres, se propuso reorientar el programa de madres comunitarias y de
organismos locales afines, y se hizo énfasis en la necesidad de realizar acciones
intersectoriales y de ubicar “múltiples alianzas y enfoques complementarios”.

En el documento Conpes Social 109 del 2007 se estableció la política pública


nacional de primera infancia. Que la educación a las niñas y los niños más
pequeños requiere una atención profesional y especializada es algo que por fortuna
ya no podemos cuestionar. Ha quedado señalado el camino de reflexión que las
autoridades y la sociedad entera debemos recorrer para estar a la altura de lo que
los niños necesitan. Por ejemplo, es apremiante que todos los sectores trabajemos
mancomunadamente a favor de la primera infancia de modo que garanticemos
condiciones de vida que reflejen lo que hace tanto tiempo consagran los derechos
en las declaraciones internacionales y en los documentos jurídicos: nutrición,
educación, seguridad, identidad y participación ciudadana. El trabajo intersectorial
e interinstitucional requiere en algunos casos ajustes y, en muchos otros, hechos
concretos y miradas de largo aliento. Por supuesto, exige también liderazgos
fundamentados más allá de coyunturas políticas y aspiraciones demagógicas.

Otro reto inaplazable es ahondar en la comprensión y caracterización de la primera


infancia como un ciclo de vida completo que va desde la gestación hasta los 8 años
y que no se interrumpe ni se dirime con los primeros grados de escolarización; nos
urge precisar sus requerimientos de acuerdo con los rangos de edad, basarnos en
los avances de la psicología del desarrollo y darle mayor difusión a todo ello en
foros y espacios. Asimismo, nos urge indagar y establecer qué tipo de intervención
pedagógica específica e intencionada debemos poner en marcha con los niños, y
diseñar estrategias ajustadas a las características y desafíos de cada etapa.
Es evidente que padecemos la tendencia a concebir y aplicar esquemas
escolarizados para la primera infancia, cuando precisamente se trata de introducir
concepciones y formas de trabajo distintas y particulares. Por otra parte, debemos
hacer un trabajo muy serio y decidido para capacitar a quienes fungen como
cuidadores, buscando que tengan un determinado perfil; ofrecerles una formación que
retome y valore lo que ya saben, que lo cualifique, enriquezca y les permita el
intercambio de experiencias, la búsqueda de alternativas creativas e innovadoras, y la
profundización en la reflexión y el conocimiento sobre las necesidades específicas de
los infantes. Y no menor es el desafío de prestar atención a las familias.
Es inaplazable que pensemos en su papel, tracemos estrategias que permitan el
contacto directo y efectivo con ellas, y enriquezcamos la reflexión basada en lo que
hacen y en cómo pueden mejorarlo. Pero quizá uno de los mayores desafíos que
tenemos como sociedad es el de reconocer e identificar, de manera auténtica, que
las niñas y los niños tienen el estatus de ciudadanos, que contribuyen a construir
alternativas para ellos mismos, y que este reconocimiento tiene implicaciones
prácticas y expresas en las estrategias y acciones que se planeen y lleven a cabo
con y para ellos. Como conjunto social, necesitamos ver y hacer palpable que los
niños son activos en la construcción del conocimiento, y se involucran si tenemos la
sensibilidad y la preparación para ayudarlos a hacerlo. Nuestro reto, nuestra labor,
es aprender a cuidarlos, formarnos en ello, y ofrecerles un entorno que
efectivamente favorezca su desarrollo.

En vísperas del siglo XXI, consenso cada vez mayor en el sentido de


interpretar el desarrollo humano como el centro de todo proceso de desarrollo.
Una de efecto, deberá permitir que cada persona se responsabilice de su
destino con el fin de contribuir al progreso de la sociedad en que vive,
fundamentando el desarrollo en la participación responsable de las personas y
las comunidades.

La educación contribuye al desarrollo humano en todas sus


dimensiones. La declaración de la Conferencia Mundial sobre Educación Para
Todos, Tailandia (1190) plantea la necesidad de construir una visión ampliada
de la educación básica donde la satisfacción de las necesidades de
aprendizaje puedan concebirse en términos de componentes tales como
universalizar el acceso, y fomentar la equidad; prestar atención prioritaria
al aprendizaje, ampliar los medios y el alcance de la educación básica,
mejorar el ambiente y fortalecer la concertación de acciones.
Según Jacques Delors, en el documento „‟la educación encierra
un tesoro‟‟, la educación debe estructurarse en torno a cuatro
aprendizajes fundamentales, que en el transcurso de la vida serán para
cada persona, en cierto sentido, los pilares del conocimiento: Aprendera
conocer, es decir, adquirir los instrumentos de la comprensión; aprender a
hacer, para poder influir sobre el propio entorno; aprender a vivir juntos, para
participar y cooperar con los demás en todas las actividades humanas, y por
último, aprender a ser, un proceso fundamental que recoge elementos de los tres
anteriores. Por supuesto, estas cuatro vías del saber convergen en una sola,
ya que hay entre ellas múltiples puntos de contacto, coincidencia e intercambio.

1.2 Aprender a Hacer

Aprender a conocer y aprender a hacer es en gran medida, indisociable. Tienen


que ver con el desarrollo de competencias para que los seres humanos sean
capaces de hacer frente a diversas situaciones y problemas, y a trabajar en
equipo. Supone, para los niños y las niñas, la participación en la planeación,
realización y elaboración de una tarea común, la creación de una dinámica que
favorezca la cooperación, la tolerancia y el respeto y además, la potenciación de
aprendizajes verdaderamente significativos en situaciones que tiene valor
especial para el que aprende a través de la acción, intercambio de
información con los demás, toma de decisiones y puesta en práctica de lo
aprendido.

Es a partir de la observación y experimentación con lo que hay y sucede a su


alrededor, que los niños son capaces de obtener e incorporar un gran caudal
de información, formular hipótesis, establecer relaciones, comprender y
generalizar. Y pueden hacerlo, gracias a las formas de acción e interacción que
establecen con los objetos y elementos del entorno y con los otros niños,
compañeros y adultos.

Para el establecimiento de estas formas de relación, la educación


preescolar se constituye en un espacio y un tiempo generador de posibilidades
de gozo, conocimiento y bienestar para los niños, sus familias, los docentes y
las comunidades a las cuales pertenecen; es una oportunidad de construcción
permanente de relaciones afectivas, recreativas y significativas para todos.
1.3 Aprender a Vivir Juntos
Aprender a vivir juntos es aprender a vivir con los demás, fomentando el
descubrimiento gradual del otro, la percepción de las formas de interdependencia y
participación, a través de proyectos comunes que ayudan prepararse para tratar y
solucionar conflictos.
En este sentido la educación tiene una doble misión: de un lado, el
descubrimiento del otro, que enseña sobre la diversidad de la especie humana y
contribuye a una toma de conciencia de las semejanzas, las diferencias y la
interdependencia entre todos los seres humanos. El descubrimiento del otro
pasa forzosamente por el conocimiento de uno mismo, para saber quién es;
sólo así se podrá realmente poner en el lugar de los demás y comprender sus
reacciones.

De otro lado, aprender a vivir juntos implica tender hacia objetivos comunes,
cuando se trabaja mancomunadamente en proyectos motivadores, cooperativos
y solidarios que posibiliten a todos los niños y niñas del país el ingreso
al sistema educativo independientemente de su condición física o mental o
de consideraciones de raza, sexo, religión, como objetivo común, se ratifica
verdaderamente el principio señalado de que ‟‟los derechos de los
niños prevalecen sobre los demás‟‟. Es el respeto, cuidado y atención de
los niños, un punto de partida, en toda sociedad, para el logro de la
convivencia humana.

1.4. Aprender a Ser

Más que nunca, la función esencial de la educación es propiciar en todos los


seres humanos la libertad de pensamiento, de juicio, de sentimientos y de
imaginación que se necesitan para que sus talentos alcancen la plenitud y de
esta manera puedan ser artífices, en la medida de lo posible, de su destino. „‟El
desarrollo tiene por objeto, el despliegue completo del hombre con toda
su riqueza y en la complejidad de su expresiones y de sus compromisos,
individuo, miembro de una familia y de una colectividad, ciudadano y productor,
inventor de técnicas y creador de sueños‟‟.
Este desarrollo del ser humano que va del nacimiento al fin de la vida, es un
proceso dialectico que comienza por el conocimiento de sí mismo, a través de las
relaciones con los demás; la individualización en la socialización.

Sobra decir que estos pilares no pueden limitarse a una etapa de la vida o a
un solo lugar. Es necesario replantear los tiempos y los ámbitos de la
educación –familia, escuela, comunidad, medios masivos- para que se
complementen y articulen entre sí, con el fin de que cada persona, durante
toda su vida, pueda aprovechar al máximo el contexto en constante
enriquecimiento.

Estos pilares del conocimiento serian coherentes con el reconocimiento de


que el desarrollo humano, como un proceso contextualizado, desborda las
teorías particulares e invita a la elaboración, a manera de tesis, de unos
principios básicos de mayor consenso que fundamentan otra forma de enfocar y
concebir el desarrollo humano, que no puede ser comprendido ni intervenido
fuera de contexto; ocurre en un tiempo y un espacio que lo tipifican como
un proceso histórico, afectado por las condiciones políticas y económicas de
cada sociedad y por la situación económica mundial, que determina
ordenamientos y prioridades para la inversión social.

Es evidente que las condiciones de vida de la población son el contexto que


engloba todos los factores protectores y de riesgo que afectan positiva o
negativamente el desarrollo de la infancia. Por tanto, promover el desarrollo
social es una condición ineludible para garantizar efectos positivos perdurables
de cualquier acción centrada en el desarrollo de los niños y las niñas.

En este sentido la institución educativa hace parte del contexto general y a la vez
es un contexto especifico; está inmersa en un ambiente influido por
factores sociales, económicos y culturales e igualmente es transformadora del
mismo; se constituye en un referente ambiental de pertenencia para el niño,
cobra vida para él porque allí amplía su marco de socialización,
constituyéndose en un espacio vital e inmediato para su desarrollo.

Dentro de este contexto, muchos de los factores y condiciones del desarrollo


infantil son resultado de la interacción entre creencias, actitudes y
comportamientos, que los padres y adultos de la comunidad tienen relación al
niño y a la niña, a su educación, crianza y necesidades como ser humano y
social. La concepción de niñez es reflejo del imaginario colectivo y forma parte
principal de cada cultura.
Por tanto, para impactar positivamente en la educación preescolar sería
necesario proponer una pedagogía educativa con pertinencia cultural. El
proceso pedagógico debe reconocer una historia de vida y de sus
significaciones en cada uno de los niños que acuden al preescolar así mismo
en sus familias, y a partir de ellas iniciar su proceso, buscando su
articulación con las tendencias actuales que sustentan científicamente la
práctica educativa en investigaciones realizadas con el objeto de hacerla
óptima.

Es importante tener en cuenta que el desarrollo humano no puede ser


analizado al margen del individuo como ser biológico. Como seres
humanos, poseemos un organismo con características anatómicas y
funcionales, que en esta edad se encuentra en un proceso de plena evolución,
especialmente en su sistema nervioso que posibilita comportamientos que lo
diferencian cualitativamente de las otras especies. Esto pone de presente la
obligación de satisfacer todas las necesidades básicas relacionadas con la
viabilidad de la vida y la supervivencia en condiciones óptimas de salud,
nutrición y protección, al igual que oportunidades equitativas de educación.

Corresponde a la institución educativa promover estilos de vida


saludables y asegurarse de gestionar con otros sectores a nivel
interdisciplinario e interinstitucional, la búsqueda de estrategias de atención que
en el caso de los niños de preescolar, son determinantes para su crecimiento y
desarrollo sano y óptimo.

De igual manera, el desarrollo humano es considerado como un proceso socio-


cultural. Desde el mismo momento de la concepción (e incluso antes) los niños
son afectados por todo un conjunto de creencias, valores, lenguaje, objetos,
situaciones y expectativas; en una palabra, por todo aquello que define y
materializa la cultura del grupo social en el cual están inmersos. Por tanto, la
expresión de sus potencialidades, y particularmente de aquellas relacionadas
con la capacidad de producir conocimiento y transformar el medio físico y
social, será cualitativamente distinta dependiendo de las expectativas y
experiencias de aprendizaje que el medio socio-cultural les proporcione. En
esta vía la institución educativa se constituye en un espacio de
socialización, vital para los niños preescolares, por cuanto allí se acude en
búsqueda de experiencias significativas que la cotidianidad de la vida familiar
y comunitaria por sí mismas no proporciona.
Como proceso social, el desarrollo ocurre en forma interactiva entre los
miembros de la especie. Esta interacción es cualitativamente diferente en
diversos momentos, los niños y las niñas son sujetos activos que afectan y son
afectados por las interacciones con sus padres, su familia y demás miembros de
la comunidad. Las relaciones sociales que establecen, son el principal
mecanismo de la socialización y la humanización.
El desarrollo humano es un proceso gradual que depende de las
oportunidades y experiencias de interacción y aprendizaje que el medio
proporciona a los niños y a las niñas. El niño es afectado por el entorno y este
a la vez es transformado por él. No basta entonces uno solo de ellos los niños;
es necesario incidir sobre las expectativas y creencias de los adultos para afectar
positivamente la cultura sobre la infancia.

La conceptualización sistemática del entorno físico y socio-cultural implica


reconocer que todos los espacios y los tiempos que comparten son instancias de
aprendizaje. Los niños están inmersos en un sistema cambiante de
múltiples interacciones que conforman su espacio vital, por tanto, para poder
lograr una perspectiva integral es necesario afectar la comunidad en general e
incidir sobre las expectativas y creencias de los pobladores para afectar
positivamente la cultura sobre la infancia y obtener cambios perdurables y
generalizados en las prácticas de crianza.

Los niños y las niñas, como seres humanos, se desarrollan integralmente. Se


hace necesario comprenderlos como una unidad total, e la que no es posible
abordar una de sus dimensiones sin que afecten las demás, superando así
la tradición cultural y disciplinaria que las aborda de manera parcial,
particular y aislada. Entender el desarrollo humano como proceso implica
comprender las interrelaciones entre sus dimensiones: ética, comunicativa,
espiritual, cognitiva, estética, socio-afectiva y corporal.

Reflexionar alrededor de estos principios del desarrollo humano y del


sentido pedagógico de la educación preescolar es pertinente y hace
posible afectar positivamente los ámbitos familiar, comunitario, social e
institucional a la vez que permite entender la razón por la cual la educación
preescolar tiene una función especial que la hace importante por sí misma y no
como preparación para la educación primaria. La educación preescolar tiene
carácter propio, se basa en principios científicos y tiene en cuenta la
maduración, el desarrollo y la socialización de niños y niñas.
Sus principios y objetivos se diseñan en función de la educación de los niños y
las niñas de esta edad, de sus necesidades y posibilidades, del momento del
desarrollo en que se encuentran y principalmente de la consideración de que
ellos son el eje de este proceso y sus principales protagonistas.
En la educación y, por otro, un equilibrio entre la dimensión individual y la
social que contribuya al desarrollo personal.
El desarrollo humano es un proceso gradual que depende de las
oportunidades y experiencias de interacción y aprendizaje que el
medio proporciona a los niños y las niñas.

La educación preescolar afecta entre otras. Las actitudes siguientes:

• La actitud ante el adulto: Cuando en un equilibrio de comprensión y


exigencia, el niño es el eje de la vida escolar, se siente conocido,
valorado, estimulado y cómodo,produciendo como respuesta
inmediata una actitud de buena disposición y confianza.

• La actitud ante el docente. Está totalmente relacionada con la dimensión


social.

El niño percibe una nueva valoración de su actuación. En la institución


educativa, su propia imagen se perfila en relación con la imagen que él
tiene de los demás. El docente influya especialmente en esta primera
percepción sus valoraciones, sus juicios, aunque solo se manifiesten por
medio de comentarios que parecen intrascendentes pesan en la imagen
que el niño se hace de sí mismo y de los demás.

• La actitud ante los otros niños: Como consecuencia de la percepción


que el niño tiene del docente, de la vivencia de lo que dentro del grupo
es para el docente tendrá una actitud en relación con sus compañeros.
Sobre las posibles reacciones que esto genera, se puede presentar
una tendencia a ampliar el individualismo, a valorar solo las afinidades
(el niño se encuentra mejor con los que ya conoce, los que más se le
parecen) y la tendencia a descubrir el valor de la diversidad (al niño les
gusta conocer nuevos compañeros nueva formas de hacer).
• La actitud ante sí mismo: en este proceso se esbozan en el niño
actitudes de seguridad o inseguridad, autoestima o infravaloración,
realismo o inferioridad o superioridad. Estas actitudes inciden en el
desarrollo de las diferentes dimensiones del ser humano. Cuando el
niño constata que en casa puede hablar de la institución educativa y
que en la institución puede reflejar su mundo familiar o extraescolar, es
decir, cuando encuentra un verdadero interlocutor, inicia un proceso
de crecimiento en el ámbito de todas las dimensiones de su desarrollo.

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