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Texto Unidad I. Derecho Romano II

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Derecho Romano II

MSPA. Andrea Yadira Cobos Durón

Unidad 1. Obligaciones en general

1.1 Diferencias entre derechos reales y personales

Debemos de recordar que ambos producen o generan efectos diferentes;


en primer punto, el derecho real da un poder sobre una cosa, de manera
que genera una relación entre una persona y una cosa. En tanto que el
derecho personal, genera una relación entre dos personas: el deudor y
acreedor.

El derecho real, también implica una relación directa entre la persona y la


cosa; mientras que el derecho personal genera una relación hacia la cosa.

Aunado a ello, el derecho personal puede reclamarse a ciertas personas


que por alguna situación de hecho o por disposición de la ley, han
adquirido la obligación. En tanto el derecho real no hay un sujeto
determinado a cargo de quien se encuentre la obligación

1.2 Concepto de obligatio

Son parte de los derechos de crédito. Refieren a una relación entre dos
personas, de las cuales una, el acreedor, puede exigir de la otra, el
deudor, un hecho determinado.

Por lo que esa relación puede ser considerada desde dos ámbitos: el del
acreedor que tiene un derecho de crédito; y el del deudor, que tiene una
deuda.

El verbo obligari puede ser igual a “ser o estar obligado”, o “ser o estar
tomado por acción”.

En caso de las instituciones de Justiniano, se definió a la obligación como


“un lazo de derecho que nos constriñe en la necesidad de pagar alguna
cosa conforme al Derecho de nuestra ciudad. De manera entonces, que
es un lazo que une a las personas entre las que ha sido creada.

1.2.1 Historia del nacimiento de la obligación (nexum), 1.2.2 Hacia la


responsabilidad solamente patrimonial, 1.2.3 Valor de la persona humana
del deudor
La figura más antigua en Roma, respecto a las obligaciones, es la sponsio
que es un rito antiguo basado en la fuerza religiosa de un juramento ante
los dioses. Que posteriormente es sustituida por las 12 tablas por un deber
laico basado en el oportere, que era un deber civil reconocido que
permitía ejecución. Evolucionó de una vinculación religiosa, a una
vinculación jurídica.

A la par, surge el nexum, el modo en que el deudor se emancipaba así


mismo del acreedor, generaba así una obligación o vínculo. En primer
término, nexum significa lo que esta o ha estado ligado, es decir el acto de
constituir una obligación. Al inicio de la sociedad romana, se constituía un
contrato obligatorio especial, un mutuo simbólico, que se revestía de una
obligación cualquiera y producía efectos jurídicos determinados.

En virtud del contrato y sin juicio, el deudor que no pagaba estaba sujeto a
la toma efectiva del acreedor; de manera que el deudor era declarado
nexus, estaba a merced del acreedor que podía encadenarlo, tratarlo
como esclavo de hecho y sin derecho. No se liberaba más que con la
ayuda de un pago especial.

De manera que el nexum era material, era innecesario hablar de la


responsabilidad, ya que el deudor estaba bajo el poder material del
acreedor. Estaba obligado y permanecía en esa situación de sujeción por
el acreedor hasta que no pagara su deuda, o no pagara otro por él.

1.2.4 Favor debitoris

Refiere a una regla de interpretación de las cláusulas de un contrato, de


manera que en caso de duda, o al ser vagas o ambiguas, se deben
interpretar en contra del que las dispuso. Se generó como un principio de
protección.

1.3 Elementos de las obligaciones

De la definición tal cual, surgen 3 elementos principales:

a) Sujeto activo; que pueden ser uno o varios; llamado acreedor, que tiene
el derecho de exigir del deudor la prestación que es objeto de la
obligación.

b) Sujeto pasivo; que es la persona obligada a procurar al acreedor el


objeto de la obligación, e igual puede ser uno o varios.
c) Objeto: Consiste en un acto que el deudor debe realizar en provecho
del acreedor; fue expresado por el verbo facere, que implica o incluye:
dar, prestar, o abstenerse de hacer.

Además de éste análisis, se pueden distinguir de entre los elementos,


aquellos que son personales, reales y formales; en el caso de los elementos
personales, encontramos al ya abordado sujeto activo (acreedor), y al
sujeto pasivo (deudor). En tanto, que los elementos reales, siempre serán el
objeto de la obligación. Y, el elemento formal, es la causa eficiente de la
obligación, aquello que ha generado la relación jurídica entre el activo y
el pasivo.

1.4 Clases de obligaciones

En el caso de las Instituciones de Justiniano, divide las obligaciones según


la autoridad que las ha sancionado y según sus fuentes:

a) Aquellas que son obligaciones civiles, cuando se contraponen a las


obligaciones contractuales de manera que están desprovistas de una
sanción. Éstas se dividen en obligaciones civiles y obligaciones honorarias.
Las primeras, se encuentran sancionadas por el derecho civil, es decir por
una fuente del derecho. En tanto, que las segundas son aquellas también
llamadas pretorianas, que han sido sancionadas por el pretor.

b) También se pueden dividir en torno a sus clases, acorde a las fuentes de


donde emanan, como lo son: un contrato, un delito, cuasi contrato o cuasi
delito.

1.5 Fuentes de las obligaciones

* Cada uno se abordará en nuestra materia*


1.6 Retardo en el cumplimiento de las obligaciones

Generalmente las obligaciones se cumplen, es decir el deudor lleva a


cabo la prestación debida, -como un modo normal de la extinción de la
obligación-. Sin embargo, puede darse el caso de que no se cumpla o que
se retrase el cumplimiento, es decir, que incurra en mora; que puede ser
motivada por causas imputables al deudor o por situaciones ajenas a su
voluntad.

Entonces, la mora es el retraso culpable o doloso en el cumplimiento de


una obligación; aunque para el derecho romano, el acreedor también
podía incurrir en ella, cuando rechazaba sin causa justificada el pago
ofrecido por el deudor. Dividiéndola en: mora debitoria y mora creditoria.

En el caso de la mora debitoria, implica que el deudor se retrasó de


manera inevitable y la deuda ya ha vencido; o, en el caso de las
obligaciones que no tienen un plazo, que se hubiese hecho el
requerimiento de pago mediante la interpelación, y que se incurra en
mora sin interpelación la persona que obtiene un objeto de forma ilícita,
como por ejemplo quien roba. El deudor moroso, debía pagar además al
acreedor los daños y perjuicios que se hubiesen generado por el retraso, e
incluso responder hasta por fuerza mayor, y los frutos; ello desde el
momento en que nace la mora.

En el caso, de la mora creditoria, que tiene lugar cuando se rechaza


injustificadamente el pago.

1.7 Incumplimiento de las obligaciones

El incumplimiento implica una acción negativa ante la obligación, y puede


darse por dolo o culpa; en el primer caso debe cumplir con los siguientes
presupuestos: hay un acto o una omisión del deudor, que tiene la intención
de llevar a cabo dicho acto, generando así un perjuicio a la otra parte.
Éste debe ser probado por el acreedor.

En el caso de la culpa, se da cuando el deudor ocasiona un daño al


acreedor, por su falta de cuidado o negligencia.

En el caso del incumplimiento imputable al deudor (por dolo o culpa), el


acreedor puede demandar el cumplimiento o la rescisión del contrato, así
como el pago de una indemnización por daños y perjuicios. Daños que
están sujetos al acuerdo de las partes, decisión del juez o al propio
contrato.

Además de ello, el incumplimiento puede darse en virtud al caso fortuito,


que es un acontecimiento no imputable al deudor que hace imposible el
cumplimiento de la obligación; como un hecho de la naturaleza. De
manera que el deudor queda libre de la obligación.

1.8 Modos de Extinción de las obligaciones

El que crea naturalmente una obligación, esta destinado a ponerle fin


cuando se ejecute la prestación de la que es objeto su deuda.

El pago, o sea, la prestación de la cosa debida, constituye el fin natural y


regular de la obligación, aunque no es el único modo de ello.

Los modos de extinguir las obligaciones pueden ser diversos, sin embargo
pueden dividirse en dos grupos:

a. Las que extinguen obligación ipso iure; en las cuales el acreedor pierde
su acción y no puede ya perseguir al deudor, quien esta liberado. En esta
clasificación encontramos: el pago, la novación, la aceptación, el mutuo
disentimiento, la confusión, la pérdida de la cosa debida, la capitis
deminutio.

Del pago. Consiste en la ejecución de la obligación, ya que sea que


consista en un dar o en un hecho. Es la causa de extinción más natural y
frecuente, en ella el deudor cumple con lo que esta obligado a hacer, y el
acreedor recibe lo que le es debido.

Por ende, la obligación no puede existir después del pago, ya que no tiene
otro objeto; queda extinguida de pleno derecho con todos los accesorios
que no eran más que una forma de garantizar la ejecución.

Ya sea que emane del deudor principal o del fiador el pago íntegro libera
de la deuda a todos los coobligados.

Sin embargo, es necesario para que surta sus efectos que se revisen
diversas condiciones; específicamente que sea generado por quien, a
quién puede ser y cuál debe ser el objeto.

¿Quién puede hacer el pago?


Si tiene por objeto un dar, puede generarse no sólo por el deudor, sino
también por un tercero no obligado, en este caso el acreedor no puede
negarse a recibir lo que es debido.

El pago no resultará válido, si se realiza por una persona que no es


propietaria de la cosa; cuando lo realiza alguien incapaz para enajenar.

Será válido entonces, cuando es hecho por una persona capaz y


propietaria de la cosa debida, quedando el deudor entonces liberado,
aunque sea un tercero el que paga por él.

¿A quién se le puede hacer el pago?

Como regla general, debe hacerse al acreedor; y, por excepción a un


tercero que ha recibido del acreedor un mandato general o especial para
ésta misión. Hecho a cualquier otra persona el pago es nulo.

Objeto de pago.

Debe consistir en una ejecución completa de la obligación, resultando por


ende lo siguiente:

• El acreedor no puede ser obligado a recibir otra cosa distinta a la


debida; pero queda libre de aceptar la prestación que le ofrece el
deudor en lugar de la que forma objeto de la obligación,
produciendo el mismo efecto que el pago mismo, extinguiendo la
obligación de pleno derecho.
• El acreedor no puede ser obligado a recibir un pago parcial, pues
recibir una parte de la cosa debida es recibir cosa distinta de lo que
le es debido, sin embargo el libre de consentirlo.

La novación.

Es la extinción de una obligación por la creación de una obligación nueva,


que sustituye a la antigua. Sucede con frecuencia que un acreedor y un
deudor, aun conservando el objeto de la obligación, modifican otro
elemento de la misma. Naciendo una nueva.

Condiciones necesarias para la novación:

• Que se hayan empleado formas exigidas por el Derecho Civil


• Que la obligación nueva difiera de la antigua por un elemento
nuevo: por cambiar su naturaleza, por agregar o suprimir una
modalidad, por cambio de acreedor, o por cambio de deudor.
• Que tenga el mismo objeto
• Que las partes hayan querido hacer una novación

b. Aquellos que procuran solamente al deudor una excepción perpetua,


con la cual se puede paralizar o hacer inútil la obligación. Como el pacto
de remisión, el juramento, la compensación y la litis contestatio; aquí la
obligación no está extinta, pero el resultado es casi el mismo, ya que no se
puede obtener el cumplimiento de ella.

1.9 Invalidez de los contratos

Esta figura se daba al existir defectos en la constitución del propio


contrato, el ordenamiento jurídico no le reconoce efectos, generando que
sean inválidos; las causas de ello tendrán razón en faltas o vicios graves
que recaiga en los elementos esenciales, o bien por prohibiciones expresas
en las leyes.

En el derecho Justiniano se hacía la clasificación de ésta acorde a si


afectaba la totalidad o parte del negocio.

Esta idea en la actualidad, la podemos ver desde la nulidad y la


impugnabilidad o anulabilidad.

Es nulo el negocio que adolece de vicio que priva al negocio del efecto
que tiene, implica que es como si no existiera, sin necesidad de que así se
declare.

Es impugnable o anulable, cuando alguien tiene el poder de atacar y


privar de su eficacia, pero no es efectiva hasta que se ejercita, la invalidez
no es actual pero es posible, y requiere que se haga valer el defecto.

1.10 Transmisión de las obligaciones.

Es necesario separar la transmisión del derecho de crédito que tiene el


acreedor, y la transmisión de la deuda o deber de pagar. Ya que ambas
pueden transmitirse. En Roma, la obligación implicaba una atadura física,
de forma que la transmisión de créditos y deudos sólo fue permitirá a título
universal,- como un todo-. Sin embargo, al ir perfeccionando, y considerar
que los derechos son bienes comerciables, se realizó un ajusto de técnica
jurídica a efecto de establecer mecanismos para poder ceder un crédito o
transmitir una deuda de forma particular.

a) Cesión de créditos, se refiere a aquellos casos en que se da la sustitución


del acreedor por otra persona a quien se le transmiten los derechos
nacidos de la obligación. De manera que el acreedor original que
transmite el crédito será llamado cedente; y el nuevo acreedor, o sea el
que adquiere el crédito, será llamado cesionario. En tanto que el deudor
puede ser denominado como cessus o el cedido.

b) Asunción de deuda, en este caso implica la sustitución del deudor por


otra persona que se hará cargo de la deuda, de manera que se
compromete a pagar la deuda del primero. El primer deudor o deudor
original recibe el nombre de delegante, en tanto que el nuevo deudor
recibe el nombre de delegado; y el acreedor es el delegatario.

1.11 Resolución de casos en materia de obligaciones de acuerdo con la


jurisprudencia romana

Ulpiano definía la jurisprudencia como el conocimiento de las cosas tanto


divinas como humanos; como la ciencia de lo justo y de lo injusto; quien
ejercía el rol de conocedor del derecho era denominado jurisconsulto, de
forma que esta persona podría conocer las cosas divinas y humanas y
discernir de lo justo y lo injusto.

Recordemos que el uso de la jurisprudencia en el Derecho Romano era de


suma importancia, de hecho como se ha mencionado en el presente
texto, era una de las fuentes de las obligaciones más importantes de la
época; incluso en nuestro sistema jurídico actual sigue siendo uno de los
puntos más importantes para lograr la correcta interpretación y
adecuación de las normas jurídicas al caso en concreto,

El sistema de jurisprudencia romana, supuso la formación de conceptos


fundamentales de la ciencia jurídica, que incluso tienen trascendencia en
el derecho actual.

Durante el periodo republicano, es cuando tiene mayor trascendencia


para el tema de las obligaciones, desarrollado por los jurisconsultos de la
siguiente manera:
• Respondere: Emitir opiniones y dictámenes generalmente a propósito
de un juicio y a solicitud de magistrados, jueces y particulares.
• Cavere: cuando asiste y aconseja a los particulares para la
redacción de cláusulas, de manera que explicaban los alcances de
los términos jurídicos.
• Scribire: consistía en elaborar y publicar literatura jurídica, para
materias específicas del derecho privado.

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