ABORTO
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ABORTO
ABORTO ESPONTÁNEO
Hay que tener en cuenta que más de la mitad de los óvulos fecundados no son viables y se
expulsan de forma espontánea; para la mayoría de las mujeres esto pasa desapercibido ya
que los únicos signos que se dan de este hecho es un sangrado ligeramente mayor del
habitual durante la menstruación.
Las causas de un aborto espontáneo pueden ser varias, aunque lo más común es que se
deba a problemas en los cromosomas de los embriones. "Esto es que el embrión
tiene algún problema en su dotación cromosímica o en su contenido genético que permite
su implante en el útero pero no su desarrollo final", detalla el experto del IVI.
ABORTO INDUCIDO
El aborto inducido es aquel que se realiza por propia voluntad de la mujer. Hay dos
formas de interrumpir un embarazo:
ABORTO MÉDICO
Se toma un medicamento para llevar a cabo el aborto. Sólo se puede hacer durante las
nueve primeras semanas de embarazo. El más común es la mifepristona,
una hormona que bloquea la progesterona.
Este y otros medicamentos se toman durante tres sesiones en una clínica bajo la
supervisión de un médico, y pueden surgir algunos sangrados vaginales a causa de los
medicamentos. Otros efectos secundarios de este tratamiento son cólicos, diarrea o
malestar estomacal, y en raras ocasiones, fiebre alta. El aborto médico tiene una
efectividad aproximada del 97 por ciento.
ABORTO QUIRÚRGICO
Se realiza una cirugía para extraer el feto. Existen dos métodos frecuentes de aborto
quirúrgico por aspiración con vacío manual, que se puede hacer durante las 12 primeras
semanas de embarazo y consiste en la extracción de todo el tejido que contiene el útero
con un instrumento succionador de manera manual y la dilatación y evacuación. Este tipo
de aborto quirúrgico se puede practicar tras el primer mes de embarazo pero siempre
antes de la semana 13. Consiste también en la extracción del tejido que reviste el útero,
pero se realiza a través de una máquina.
Una vez el aborto se ha llevado a cabo, se suele realizar un examen del útero adicional
para determinar si queda tejido fetal en el útero. También se estudia si los restos
expulsados correspondían a un feto o a una mola hidatiforme, una masa de células que
son el resultado de un óvulo no desarrollado correctamente. En caso de que queden
restos, se recurre a un legrado.
En cuanto a los problemas que tiene la mujer tras el aborto, Fernández señala que "en los
abortos muy precoces, no suele afectar mucho físicamente a la mujer, salvo algún
sangrado o molestia abdominal que se resuelven rápidamente. Cuando es tardío puede
afectar más y si hace falta realizar un legrado, puede haber complicaciones derivadas de
esta técnica".
Al cabo de las tres o cuatro semanas de haber sufrido un aborto, el ciclo menstrual vuelve
a la normalidad.
RIESGOS DE UN ABORTO
La mayoría de los abortos no necesitan hospitalización, "las técnicas que se usan en los
centros acreditados, consensuadas por los expertos, son ambulatorias, es decir, no
requieren de hospitalización en el centro", informan desde ACAI. El tiempo de la
intervención "varía mucho sobre todo en función de las semanas y las técnicas usadas. A
más semanas más tiempo de gestación y más tiempo de estancia habitualmente".
Según explican Diana Lozano, sexóloga del centro TAP, "aquellas mujeres que sin haberlo
deseado ni planificado, se quedan embarazadas y teniéndolo claro deciden interrumpir su
embarazo, tomando la decisión por ellas mismas, teniendo en cuenta sus propios criterios,
valorando que si ese no es su momento para ser madre otros en el futuro podrán serlo, no
tienen por qué tener ninguna consecuencia negativa a medio y largo plazo".
Sin embargo, aquellas mujeres que dudan, que tienen sensaciones encontradas, que
sienten presiones en un sentido o en otro con respecto a su entorno o pareja, que entran
en contradicción con sus ideas políticas o religiosas y toman la decisión no con una
motivación propia, sino influidas o condicionadas por elementos externos, "son las que
tienen más posibilidades de generar repercusiones psicológicas negativas a medio y largo
plazo".
DIFERENCIAS ENTRE PÍLDORA DEL DÍA DESPUÉS Y PÍLDORA ABORTIVA
Existe la creencia de que la píldora del día después es abortiva y perjudicial para la mujer o
para su capacidad reproductiva futura. La píldora del día después no puede interrumpir un
embarazo en curso ni dañar un embrión en desarrollo.
Los casos más frecuentes en los que se recomienda utilizar la píldora del día después para
evitar un embarazo no planificado son: cuando se han mantenido relaciones sexuales sin
protección, olvidos en la toma de la píldora habitual, incumplimiento de los plazos de
colocación o retirada del anillo vaginal o el parche y rotura, retención o uso inadecuado
del preservativo. En cualquiera de estas situaciones, la mujer puede estar en riesgo de un
embarazo no planificado.
Por su parte, la píldora abortiva es, junto con el aborto quirúrgico, un método de
interrupción voluntaria del embarazo (IVE). Por lo tanto "se utiliza cuando la mujer
debidamente informada, solicita esta forma de IVE y no presenta contraindicaciones”. Las
principales contraindicaciones son si la mujer está en tratamiento con corticosteroides,
terapia anticoagulante, tiene trastornos hemorrágicos y en los casos de embarazo
ectópico (implantación fuera del útero). En el caso de que la mujer se haya quedado
embarazada utilizando el DIU (Dispositivo intrauterino) se debe retirar antes de
administrar la píldora abortiva.