T3. El NACIMIENTO DEL ARTE GRIEGO (1100-700 A. C.)
T3. El NACIMIENTO DEL ARTE GRIEGO (1100-700 A. C.)
T3. El NACIMIENTO DEL ARTE GRIEGO (1100-700 A. C.)
1.1 Arquitectura.
En sus inicios aparece un urbanismo planificado dentro de núcleos amurallados, controlados por la
aristocracia, son el germen de la futura polis de época clásica. Tras la regresión cultural producida en
las últimas centurias del II milenio a.C., generada por la desaparición de la cultura micénica y la crisis
que afectó al área mediterránea, determinó que las construcciones se hicieron en materiales
perecederos, madera y barro, desapareciendo por ello sus sencillas estructuras. Es al inicio del primer
milenio a.C. cuando las comunidades griegas comienzan a establecer una organización estatal nueva,
“la polis o ciudad estado”, que posibilitará nuevos rituales religiosos y los lugares donde celebrarlos.
Por ello, surgen pequeños santuarios, cuya estructura se fundamenta en la tradición del mégaron
micénico, aunque no se ubican ya en el entorno urbano, doméstico o palacial. En estas construcciones,
erigidas en torno a la urbe, se efectuaban ofrendas votivas a las divinidades locales; estableciéndose en
ellas los fundamentos de la arquitectura monumental del Periodo Arcaico.
Del siglo X a.C. procede el rico yacimiento de Lefkandi,
en Eubea, donde se construye un edificio dedicado
posiblemente al culto vinculado con algún ritual heroico.
Es una curiosa construcción que utiliza una técnica
constructiva nueva: paredes de adobe dispuestas sobre
un zócalo de piedra, lo cual constituye un precedente de
la empleada en algunos templos posteriores del siglo
VIII a.C.
2.1 Arquitectura.
2.1.1 Los primeros templos griegos.
La configuración inicial del templo griego se produce en el siglo VIII a.C.,
(primeros siglos del Periodo Geométrico)
Se consolida en el VII a.C., al inicio del Arcaísmo.
En su origen, bastaba con un altar al aire libre para realizar ofrendas o
sacrificios a los dioses.
Con el tiempo, se establece la necesidad de disponer de un recinto
cerrado, el templo, para albergar la imagen de culto y las ofrendas, si
bien sus rituales se desarrollaban en el exterior, en el altar situado a la
entrada. Este edificio era exclusivamente la morada de la divinidad, al
que solo tenía acceso el oficiante religioso.
Posteriormente se disponen otros edificios en torno al templo para el
encuentro de la colectividad con los dioses. Se creó el entorno sagrado Santuario de Hera (Perajora)
del santuario o témenos, que va ganando en monumentalidad en
etapas posteriores (sin llegar a la grandeza de Egipto o Mesopotamia).
Se han hallado dos pequeñas maquetas arquitectónicas de terracota, ofrendadas en el s. VIII a.C. como
exvotos, en el Santuario de Hera (Perajora) y en el Heraion (Argos) (Fig.3).
que nos permiten hacernos una idea de estos primeros edificios. Ambas
están muy decoradas con motivos geométricos. Se trata de una pequeña
y única habitación rectangular, cubierta a dos aguas y con ventana
triangular abierta entre los faldones de la cubierta que podría
presagiar los frontones de los templos posteriores.
En el exvoto del Heraion de Argos (S. VIII a.C. Atenas, Museo A. N.),
el porche de entrada se cubre con una techumbre plana, quizá
anticipando el modelo del futuro templo próstilo.
(Fig.3). Exvoto del Heraion de Argos, S. VIII a.C.
Atenas, Museo Arqueológico nacional
2.1.2 La definición de la estructura templaria.
Los primitivos templos de la época geométrica son pequeños y fabricados en materiales perecederos,
adobe y madera (nos han llegado pocos restos). Las cubiertas serían de tejas y su estructura básica:
-Altar para sacrificios al aire libre,
-Pronaos o recinto intermedio.
-Oikos o cella, espacio interior, de forma rectangular, que constituía el núcleo de la construcción en los
templos griegos y romanos, y comunicaba por uno de sus lados con el pronaos o pórtico; albergaba la
estatua de culto y las ofrendas.
A comienzos del S. VIII a.C. ya hay evidencias en Esparta de construcciones de adobes, pero con
bloques de piedra en el zócalo. En el centro de la cella se disponían una fila de columnas de madera
para sostener el techo. Se concreta la construcción de un singular edificio de forma alargada,
construido con una medida sagrada de cien pies, hekatompedon.
Santuario de Hera en Samos (Fig.4), construcción estrecha y larga, con una fila central de columnas
para sujetar la techumbre que obliga a desplazar la imagen del culto.
En el exterior, está rodeado de columnas, y será
modelo del templo períptero (rodeado de columnas),
del Arcaísmo. Otros edificios que responden a
este tipo de estructura se encuentran en
Delos, Samos, Esparta y Olimpia.
Desde mediados del siglo VII a.C. a partir de este momento comienzan a individualizar las
construcciones, renovándose y ampliándose para lo
cual se emplea la piedra en los paramentos verticales y las tejas en la techumbre.
Desde finales de este siglo se produjo la evolución de la primitiva (Fig.4). Planta del hekatompedon del Santuario de Hera en
Samos (S. VIII a.C.)
estructura templaria.
Uno de ellos es la perístasis o columnata que rodea a la cella, que surge en el Heraion de Samos.
Otro cambio a partir del siglo VII a.C. se produce en la estructura de la planta, incluyéndose en la cella
otra fila de columnas para sostener la techumbre. La presencia de esta doble columnata ensanchó
notablemente el interior de la cella, dividiéndolo ahora en 3 naves, que permitían la colocación en el
centro de la imagen divina.
La evolución de los templos se constata en Thermon, en Etolia, donde
existió inicialmente un mégaron micénico hasta el Periodo Protogeomé-
trico. El edificio religioso más antiguo es el denominado Mégaron B: plan-
ta rectangular con ábside, columnata exterior (antecedente de la perísta-
sis arcaica y clásica que rodea al templo, con la función de proteger el
muro de la cella). Sobre esta construcción, se construyó el Templo de Apo
lo (Fig.5). Aquí destacan las columnas de madera, siendo el ejemplo más
antiguo de la utilización del orden dórico. Tiene una doble fachada, mode-
lo de templo anfipróstilo, al prolongar los muros de la pared postrera de
la cella. Se conserva la decoración cerámica de metopas y antefijas.
-Jarra del taller de Atenas (siglo VIII a.C.) Madrid. M. A. Nacional (Fig.12).
En su cuello aparecen figuras femeninas de largos cabellos y faldas de
retícula que, agarradas de las manos, parecen participar en una danza
ritual. La narración en la parte superior apenas destaca con la decoración
del cuerpo del recipiente formada por un friso de ciervos y por las líneas
que cubren completamente el resto de la obra.
También relevante es el Olpe Chigi (S. VII a.C.), (Fig.16), Roma, cuya decoración figurativa dispuesta en
anchos frisos separados por bandas de color negro, ocupa ya la casi totalidad del cuerpo del vaso.
Friso superior: dos compactos grupos de hoplitas, formado cada uno por 4 guerreros provistos de
casco, lanza y redondos escudos, uno de ellos decorado con el mítico tema de la Gorgona. Ambos
contrincantes se enfrentan al son de la música del aulós, o doble flauta, que toca otro personaje. Los
cuerpos tienen ya una sólida musculatura y muestran el torso y el ojo de frente, mientras que la cabeza
y los miembros se representan de perfil.
Segundo friso: un grupo de jinetes cabalgan en fila. Las crines de los caballos, los detalles internos de
los cuerpos y el atuendo están hechos
mediante incisiones. Todo ello se
complementa con motivos vegetales
y curvilíneos, colocados entre las
figuras, con brillantes colores
l.
Otro vaso similar es el Olpe corintio del Museo Arqueológico Nacional de Madrid (S. VII a.C.), (Fig.17),
con abigarrada decoración dispuesta en seis frisos de anchura variable, separados entre sí por líneas
rectas paralelas. Los motivos figurativos de brillantes colores, están formados por leones y panteras
que alternan con esfinges aladas dispuestas en cinco frisos. Las dos situadas en el cuello se disponen
enfrentadas a una imagen femenina, siguiendo un antiguo esquema oriental. Bajo ellas, en una ancha
banda, aparecen otras figuras femeninas cogidas de la mano y ataviadas con peplo, en la actitud de
danza, tema decorativo empleado ya en los vasos del estilo geométrico. La gran profusión de
elementos vegetales, palmetas, completan
la decoración.
El peplo es una túnica femenina de la antigua Grecia que llevaban
las mujeres antes de 500 a. C.
(Fig.18). Enócoe Lévi (S. VII a.C.), Paris, Museo del Louvre.
A partir del 2º cuarto del s. VI a.C. los alfares corintios sufren un descenso radical en la calidad de sus
productos, siendo éstos sustituidos por vasijas áticas debido a que durante el s. VII a.C., en los alfares
atenienses se experimenta con una técnica gestada previamente en Corinto. Este hecho deriva en la
aparición de un estilo cerámico propio de Atenas, que desplaza totalmente al anterior, denominado
Protoático. Esta nueva tendencia decorativa mezcla al comienzo motivos geométricos y orientales y,
tras evolucionar las figuraciones humanas hacia formas más naturalistas, a finales del s. VII a.C. deriva
en la aparición de los insuperables vasos áticos de Figuras Negras del periodo arcaico.
Polis: Ciudad
Ethnos: Organización de Estados federales compuestos por un número variable de grandes aldeas o
pequeñas ciudades.
Entre los siglos XII y X a.C., transcurre la mal conocida etapa denominada “Siglos Oscuros”.
La Edad Oscura supuso la casi total desaparición de la escultura. Aunque supone el punto de
partida de los tipos figurativos propios del arte griego.
El estilo Orientalizante:
Inicio en Corinto en el 750 a.C. (2ª mitad del S. VIII a.C.) fase “Protocorintio Temprano”.
Prevalece en el 650 a.C. (1ª mitad del S. VII a.C.) fase “Protocorintio Medio”.
Declina a mediados S. VI a.C. (550 a.C.)
Estilo Orientalizante: influencia cultural tras expansión colonial griega y del comercio de tejidos,
marfiles y metales desde Asia Menor hasta el Mediterráneo occidental, y desde el norte de África
hasta el Mar Negro.
Estilo Orientalizante: Elementos vegetales; flores de loto, palmetas, rosetas, volutas…
Animales: León, felinos rugientes, en escenas de caza o rampantes, en
composiciones heráldicas. también ciervos o panteras.
Del área mesopotámica: animales fabulosos, como grifos, esfinges o sirenas.
Se introducen nuevos colores como el rojo y el blanco.
-Estilo Orientalizante: abarca ca. 750 a.C. (2ª mitad del S. VIII a.C.). a mediados S. VI a.C. (550 a.C.)
Protocorintio 720 – 640 a.C. (Vaso Chigi)
Corintio Antiguo 625 – 600 a.C.
Corintio Medio 600 – 570 a.C.
Corintio Final 570 – 500 a.C.
Protoático 710 – 620 a.C.
Protoático Inicial 710 – 680 a.C.
Protoático Medio 680 – 650 a.C. (Ánfora de Eleusis)
Protoático Final 650 – 620 a.C.
Alfares Rodios
CERÁMICA ORIENTALIZANTE
Protocorintio
(Fig.16). Olpe Chigi (S. VII a.C. Roma Museo Villa Giulia).
l.