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Wagner, Lucrecia Soledad

Problemas ambientales y conflicto social en


Argentina. Movimientos socioambientales en
Mendoza. La defensa del agua y el rechazo a la
megaminería en los inicios del Siglo XXI

Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Argentina.


Atribución - No Comercial - Sin Obra Derivada 2.5
https://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/ar/
Documento descargado de RIDAA-UNQ Repositorio Institucional Digital de Acceso Abierto de la Universidad
Nacional de Quilmes de la Universidad Nacional de Quilmes

Cita recomendada:
Wagner, L. S. (2016) Problemas ambientales y conflicto social en Argentina. Movimientos socioambientales en
Mendoza. La defensa del agua y el rechazo a la megaminería en los inicios del Siglo XXI. (Tesis de posgrado).
Universidad Nacional de Quilmes, Bernal, Argentina Disponible en RIDAA-UNQ Repositorio Institucional Digital
de Acceso Abierto de la Universidad Nacional de Quilmes http://ridaa.unq.edu.ar/handle/20.500.11807/192

Puede encontrar éste y otros documentos en: https://ridaa.unq.edu.ar


Wagner, Lucrecia Soledad, Repositorio Institucional Digital de Acceso Abierto,
diciembre de 2010, 498 pp. ,
http://ridaa.unq.edu.ar,
Universidad Nacional de Quilmes, Secretaría de Posgrado,
Doctorado en Ciencias Sociales y Humanas

Problemas ambientales y conflicto social en Argentina.


Movimientos socioambientales en Mendoza. La defensa del agua
y el rechazo a la megaminería en los inicios del Siglo XXI

Lucrecia Soledad Wagner


lucrewagner@gmail.com

Resumen
Esta investigación analiza el surgimiento de conflictos y movimientos socioambientales en torno a la
megaminería en la provincia de Mendoza, Argentina, durante la última década. Uno de los objetivos ha
sido identificar las racionalidades ambientales e identidades colectivas surgidas en los sujetos sociales
intervinientes en el conflicto, tomando como base los discursos y las prácticas que se desarrollan en torno
al mismo. Asimismo, se analiza el accionar de los movimientos socioambientales frente a los procesos de
evaluación ambiental de proyectos megamineros. La investigación evidencia que los movimientos
socioambientales son portadores de racionalidad ambiental, y que han forjado una identidad colectiva en
torno a la defensa del agua y el rechazo a la megaminería. Asimismo, se comprueba la contribución de
estas organizaciones a la mejora de los procedimientos de evaluación de impacto ambiental, así como
también a la difusión y debate sobre el tema. Sin embargo, cuestiones planteadas por estos movimientos,
como las divergencias existentes en las nociones de sustentabilidad y de desarrollo, quedan fuera de
estos procedimientos de evaluación ambiental, perpetuando así el conflicto socioambiental generado por
esta actividad extractiva.
A la persona con quien comencé a transitar el camino de esta investigación, cuya esencia
ha estado presente hasta el final de la misma.
Porque el orgullo y la experiencia de haber compartido estos años ha sido
más fuerte que su ausencia

Orieta, muchas gracias


AGRADECIMIENTOS

A mis directores, Mónica y Gustavo, por el apoyo que me brindaron, especialmente en los
últimos años del doctorado, cuando más los necesité, por el aliento que me dieron y que
hoy se ve materializado en este trabajo.
A mi familia, especialmente a mi mamá, por haber estado siempre conmigo a lo largo de
estos años;
A mis amig@s, por su paciencia, acompañamiento, oído y aguante. A quienes, al igual que
a mi familia, no tengo cómo devolverles el tiempo que no les dediqué y los momentos que
no pude compartir…;
A todos aquellos sin cuya colaboración esta investigación no hubiera sido posible: a los
Vecinos Autoconvocados de San Carlos, Tunuyán y Tupungato, Multisectorial de General
Alvear, Autoconvocados de Punta del Agua, Asamblea del Pueblo de Alvear, ¿Uranio? No
Gracias, Multisectorial del Sur, Asamblea Popular por el Agua del Gran Mendoza,
Asamblea por el Agua Pura de Lavalle, Asamblea de Vecinos Autoconvocados de
Uspallata, y a todos aquellos que desde el anonimato aportaron a este trabajo, por la
paciencia, predisposición y atención recibida durante mi estadía en Mendoza;
A los miembros de la Unión de Asambleas Ciudadanas, por las experiencias compartidas;
Al Centro de Investigaciones y Estudios Ambientales (CINEA) y al equipo docente de la
carrera de Gestión Ambiental de la Facultad de Cs. Humanas de la Universidad Nacional
del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN), por su aliento en el inicio de mi vida
profesional, especialmente a Marcela y a Kuky, quienes respetaron mis tiempos y me
brindaron siempre su colaboración;
A mis compañeros de Gestión Ambiental, por el sueño compartido de que se puede hacer
mucho por mejorar este mundo cada día;
Al Centro de Estudios Sociales de América Latina (CESAL), especialmente a Mónica y
Andrea, por su esfuerzo de asesorarnos y resolver nuestra situación, cuando todos
estábamos pasando por un momento difícil, y a Yesica, por el viaje compartido, las charlas
y su presencia a la distancia en todo este tiempo;
Al Grupo del Programa Prioritario de Investigación “La Argentina Rural del Siglo XX”, de la
Universidad Nacional de Quilmes, especialmente a Gustavo, Noemí y a los becarios, por
el aliento en los últimos momentos;
A los profesores del Posgrado de Historia de la Universidade do Vale do Rio dos Sinos
(UNISINOS), en especial a Marluza, por sus consejos, calidez humana y acompañamiento
durante aquellos meses en Brasil;
Al Consejo de Desarrollo Sustentable de Mendoza, a Eduardo Sosa, Federico Soria y Aldo
Rodríguez Salas, por sus aportes a mi conocimiento sobre la realidad ambiental
mendocina y por abrirme espacios en esta provincia;
Al personal de la Dirección de Protección Ambiental y de la Dirección de Minería de la
provincia de Mendoza, así como también al personal del SEGEMAR-Delegación Mendoza,
por la información brindada y la buena predisposición ante las consultas realizadas.
A la “turma” del 6to. EIV en Minas Gerais, Brasil, por la experiencia, el compañerismo y la
fuerza que supieron transmitirme en aquel verano del 2009.
Al reciente “CAS”, por todo lo que tenemos por construir en el camino del tipo de ciencia
en el que creemos…
INDICE

INTRODUCCIÓN

PRIMERA PARTE: CONSIDERACIONES TEÓRICO-METODOLÓGICAS

CAPÍTULO 1: MARCO TEÓRICO-METODOLÓGICO

DELIMITACIÓN DEL PROBLEMA


JUSTIFICACIÓN DEL RECORTE ESPACIAL Y TEMPORAL
TRABAJOS PREVIOS VINCULADOS AL TEMA
CUESTIONES METODOLÓGICAS

CAPÍTULO 2: EL DEBATE EN LAS CIENCIAS SOCIALES: ENFOQUES Y


CONCEPTOS

CONCEPTOS Y TEORÍAS ANTE LA RENOVACIÓN DEL DEBATE


¿Por qué Movimientos Sociales? Discusiones en torno a la Acción Colectiva, los
Movimientos Sociales y la Protesta Social
Conflictos social: debate sobre su conceptualización
Conflicto y Movimiento Social: variaciones epocales y contextuales.
Algunas especificaciones teóricas sobre el concepto de movimiento
social
Los ¿Nuevos? Movimientos Sociales y la necesidad de un abordaje latinoamericano

¿CRISIS AMBIENTAL, CRISIS DE CIVILIZACIÓN, O CRISIS DE


REPRESENTACIÓN?
Caracterización y devenir histórico de los movimientos socioambientales y sus
abordajes
Movimientos socioambientales: en búsqueda de una definición para un fenómeno
reciente que actualiza una lucha histórica
Conflictos socioambientales y lenguajes de valoración
La construcción de una racionalidad ambiental y su contraposición a la racionalidad
económica
Los movimientos socioambientales: impulsores de una racionalidad ambiental
La Economía Ambiental y la internalización de externalidades ambientales. Las
críticas y las propuestas desde la Economía Ecológica. Sustentabilidad débil y
sustentabilidad fuerte

DESARROLLO SUSTENTABLE Y DESARROLLO A ESCALA HUMANA

Movimientos socioambientales y gestión ambiental: responsabilidades


compartidas
Gestión Ambiental y procedimientos de Evaluación de Impacto Ambiental
¿Recursos Naturales o Bienes Naturales Comunes?
Los conflictos socioambientales por la megaminería abordados desde
la Ecología Política

REFLEXIONES DE LA PRIMERA PARTE


SEGUNDA PARTE: LA ACTIVIDAD MINERA EN ARGENTINA:
CARACTERÍSTICAS E IMPACTO SOCIOAMBIENTAL

CAPÍTULO 3: HISTORIA DE LA MINERÍA EN ARGENTINA

ANTECEDENTES Y PRIMEROS AVANCES DE LA ACTIVIDAD MINERA.


DESDE LOS ORÍGENES PRECOLOMBINOS HASTA LA DÉCADA DE 1990
LOS AÑOS ´90: PRIVATIZACIONES E IMPULSO A LA INVERSIÓN EXTRANJERA
LA MINERÍA COMO POLÍTICA DE ESTADO Y LA ALARMA ANTE LOS
CONFLICTOS SOCIOAMBIENTALES EN LOS INICIOS DEL
NUEVO SIGLO

CAPÍTULO 4: ASPECTOS ECONÓMICOS, TÉCNICOS Y NORMATIVOS DE


LA MINERÍA EN ARGENTINA

DEFINICIONES PREVIAS
Megaminería
Etapas de prospección, exploración y explotación
LEGISLACIÓN MINERA Y AMBIENTAL
El Código de Minería Argentino
La nueva legislación de los años ´90
- Ley 24.228 (1993) Ratificación del Acuerdo Federal Minero
- Ley Nº 24.196 (1993) Inversiones Mineras
- Ley 24.224 (1993). De reordenamiento Minero
- Ley 24.402 (1994). Financiamiento para el pago del IVA
- Ley 25.243 (2000) Ratificación del Tratado de Integración y
Complementación Minera con Chile
- Otras leyes
Minería y Legislación Ambiental
- Ley 24.585 (1995) “De la protección ambiental para la actividad
minera”
El contexto internacional y el debate ambiental
Mendoza: una provincia pionera en legislación ambiental
- La Nº 5.961 (1993) Ley Provincial de Preservación del Medio Ambiente
La problemática ambiental en la legislación nacional
- La incorporación del tema ambiental en la Constitución Nacional: la
reforma de 1994
- Ley Nacional de Medio Ambiente Nº 25.675 (2002)
- El acceso a la información pública ambiental: la Ley Nacional Nº
25.831 (2004)
La evaluación de impacto ambiental en Mendoza
- Evaluación de impacto ambiental, información y participación: Decreto
2109 (1994)
- La evaluación ambiental para la actividad minera: el Decreto 820
(2006)
- Reglamentación de las Audiencias Públicas, Resolución provincial Nº
109
El impacto de la movilización social en la legislación provincial y
departamental
- Un límite a la actividad minera: la Ley provincial Nº 7.722 (2007)
- Las Ordenanzas departamentales del Valle de Uco y Gral. Alvear

CAPÍTULO 5: CONFLICTOS Y MOVILIZACIONES SOCIOAMBIENTALES


EN ARGENTINA

LOS CONFLICTOS SOCIOAMBIENTALES EN EL MARCO DE LA DISCUSIÓN DE


LA HISTORIA AMBIENTAL
SURGIMIENTO Y DESARROLLO DE LOS MOVIMIENTOS SOCIOAMBIENTALES
EN ARGENTINA
Los `90 y la crisis del 2001: ocaso del sueño neoliberal y la visibilización
de sus consecuencias sociales
Esquel: el nacimiento del “NO a La Mina” en Argentina
La Unión de Asambleas Ciudadanas: la articulación de las luchas
La lucha por el territorio: autodeterminación y defensa de los bienes naturales
comunes
LAS LEYES QUE SURGIERON DE LA MOVILIZACIÓN SOCIAL
- Ley XVII-Nº 68 (antes Ley 5.001/2003) de la provincia de Chubut
- Ley Nº 3.981 (2005) de la provincia de Río Negro
- Ley Nº 7.879 (2007) de la provincia de Tucumán
- Ley Nº 7.722 (2007) de la provincia de Mendoza
- Ley Nº 2.349 (2008) de la provincia de La Pampa
- Ley Nº 9.526 (2008) de la provincia de Córdoba
- Ley Nº 634 (2008) de la provincia de San Luis
La derogación de la ley que limitaba la megaminería en La Rioja

REFLEXIONES DE LA SEGUNDA PARTE

TERCERA PARTE: MINERÍA, CONFLICTO SOCIOAMBIENTAL Y


MOVILIZACIONES EN LA PROVINCIA DE MENDOZA

CAPITULO 6: PERFIL HISTÓRICO Y PRODUCTIVO DE UNA PROVINCIA


CUYANA: ENTRE EL DESARROLLO AGRÍCOLA Y LA INCURSIÓN EN LA MINERÍA

MENDOZA DESDE SU HISTORIA PRODUCTIVA


MENDOZA Y SU “CULTURA DEL AGUA”
PRINCIPALES PROYECTOS MINEROS CUESTIONADOS EN LA PROVINCIA
Papagayos, un proyecto minero en conflicto con un área natural protegida
Demanda de inconstitucionalidad de la Ley Nº 7.422 y respuesta
del gobierno mendocino
Nuevo conflicto en el Valle de Uco: Ninus y María Inés
Los proyectos problemáticos del sur mendocino: La Cabeza, Chapleau
y Anchoris
La Cabeza (actual Don Sixto)
Chapleau
Anchoris
Sierra Pintada
Potasio Río Colorado (PRC)
San Jorge

CAPÍTULO 7: LA LUCHA POR LA DEFENSA DEL AGUA Y LA OPOSICIÓN


A LA MEGAMINERÍA EN LA PROVINCIA DE MENDOZA

VALLE DE UCO: SAN CARLOS, EL “ESQUEL” MENDOCINO


¿Por qué San Carlos rechaza la megaminería?
De los primeros indicios de la actividad minera en el departamento a
las primeras señales de alerta…
De los pedidos de información a la búsqueda propia y las primeras reuniones…
La organización: del Frente Diamante a los Vecinos Autoconvocados
de San Carlos
Las movilizaciones masivas y la reacción del gobierno
Y ahora, ¿qué quieren? La provincialización del conflicto
Algunas reflexiones sobre el significado de la lucha del Valle de Uco
SAN RAFAEL: MINERÍA DE URANIO, PASIVOS AMBIENTALES Y
LA NEGATIVA A LA REAPERTURA
Sierra Pintada: reapertura bajo la sombra de los pasivos ambientales
Malargüe: un complejo fabril a escasos metros de los pobladores
La oposición a la reapertura de Sierra Pintada
Acciones legales por Sierra Pintada. Impactos a largo plazo, demanda
de control independiente y falta de presupuesto
La fallida audiencia pública por Sierra Pintada
San Rafael: la dificultad de movilizar a la población y el recurso de la
vía judicial
PUNTA DE AGUA Y GENERAL ALVEAR: EL DESPERTAR DEL
CONFLICTO EN EL SUR DE LA PROVINCIA
Punta de Agua: el distrito sanrafaelino donde se inició el conflicto
Difusión del tema, conflicto social y acciones de las empresas
Defensa del agua y del modo de vida de Punta del Agua
La necesidad de trabajo y la dependencia de las empresas mineras
La apuesta al diálogo
¿Por qué Alvear se moviliza contra la megaminería?
Gral. Alvear se organiza: la Multisectorial de Gral. Alvear
Las tres marchas multitudinarias de Gral. Alvear
Suspensión de Chapleau y estudios sobre impacto de Anchoris:
¿demasiado tarde?
Del pedido de prohibición de la minería metalífera en el sur provincial
al pedido de una ley para toda la provincia
6 de junio de 2007: se inician los cortes en Gral. Alvear
Sesiona el pueblo: la Asamblea del Pueblo de Alvear
Los cortes que unieron a los alvearenses
Las declaraciones del gobierno local
Quince días donde el conflicto se visibilizó a nivel provincial
20 de junio de 2007: Alvear festeja la sanción de la ley Nº 7.722, la ley
del pueblo
Luego de la 7.722…Alvear sigue en alerta y movilización
LA LUCHA POR EL AGUA UNIFICA LAS RESISTENCIAS: LA ASAMBLEA
MENDOCINA POR AGUA PURA (AMPAP)
2006: Jornada Cultural y de Ayuno frente a la legislatura mendocina
2007: movilizaciones y cortes en toda la provincia definen la sanción
de la Ley Nº 7.722
La acción de Inconstitucionalidad de la Ley 7.722 y la respuesta del Gobierno
Acciones coordinadas a nivel provincial
LA ASAMBLEA POPULAR POR EL AGUA DEL GRAN MENDOZA
LA ASAMBLEA POR EL AGUA PURA DE LAVALLE
Lavalle: repetitivos reclamos por el agua
Hacia la propia organización
La Mesa del Agua y las funciones del Estado
Conciencia del problema y escasa movilización
Integración provincial y nacional

CAPITULO 8: LA PARTICIPACIÓN EN ESPACIOS INSTITUCIONALES: EL


CONSEJO PROVINCIAL DEL AMBIENTE (CPA)

CAPITULO 9: LOS PROCEDIMIENTOS DE EVALUACIÓN AMBIENTAL DE


LOS PROYECTOS MEGAMINEROS. ENTRE LA LEGALIDAD Y LA
LEGITIMIDAD SOCIAL

EL CASO DE POTASIO RÍO COLORADO (PRC)


El análisis del procedimiento de evaluación de impacto ambiental
Malargüe: tradición minera y apoyo municipal al proyecto
Consulta y audiencia pública
USPALLATA: SAN JORGE PONE EN ALERTA A TODA LA PROVINCIA

REFLEXIONES DE LA TERCERA PARTE

CONSIDERACIONES FINALES
LIMITACIONES DE LA INVESTIGACIÓN REALIZADA Y
RECOMENDACIONES SOBRE ASPECTOS A PROFUNDIZAR EN
FUTURAS INVESTIGACIONES SOBRE EL TEMA

GLOSARIO

BIBLIOGRAFÍA

ANEXOS

ANEXO 1
FUENTES QUE PERMITIERON RECONSTRUIR LA HISTORIA DEL CONFLICTO
EN TORNO A LA MEGAMINERÍA
FUENTES CONSULTADAS EN EL SERVICIO GEOLÓGICO MINERO ARGENTINO
(SEGEMAR), SEDE BUENOS AIRES
FUENTES CONSULTADAS EN EL “CONSEJO FEDERAL DE INVERSIONES”,
MINISTERIO DEL INTERIOR, BUENOS AIRES
FUENTES CONSULTADAS EN INSTITUCIONES DE LA PROVINCIA
DE MENDOZA
PRINCIPALES SITIOS DE INTERNET CONSULTADOS

ANEXO 2

LEY NACIONAL Nº 24.196 DE INVERSIONES MINERAS


LEY PROVINCIAL Nº 7.722 (MENDOZA)
ORDENANZA Nº 1123/06. DEPARTAMENTO DE SAN CARLOS (MENDOZA)
LEYES PROVINCIALES QUE LIMITAN LA ACTIVIDAD MINERA EN
EL PAIS
- Ley XVII-Nº 68 (antes Ley 5.001/2003) de la provincia de Chubut
- Ley Nº 3.981 (2005) de la provincia de Río Negro
- Leyes Nº 8137, 8138 y 8139 (2007) de la provincia de La Rioja
- Ley Nº 7.879 (2007) de la provincia de Tucumán
- Ley Nº 7.722 (2007) de la provincia de Mendoza
- Ley Nº 2.349 (2007) de la provincia de La Pampa
- Ley Nº 9.526 (2008) de la provincia de Córdoba
Ley Nº 634 (2008) de la provincia de San Luis

CARTAS DE ADOLFO PEREZ ESQUIVEL AL GOBERNADOR DE


LA PROVINCIA DE LA RIOJA
Primera Carta
Segunda Carta

ANEXO 3

3.1. PRESENTACIÓN DEL DICTAMEN SECTORIAL DE LA DRNR,


PROYECTO PAPAGAYOS
3.2. UBICACIÓN Y CARTOGRAFÍA DEL PROYECTO PAPAGAYOS
3.3. MANIFESTACIONES DE DESCUBRIMIENTO: NINUS Y MARÍA INÉS
3.4. LA CABEZA, CHAPLEAU Y ANCHORIS
3.5. SIERRA PINTADA
3.6. POTASIO RÍO COLORADO
SAN JORGE
LISTADO DE INTEGRANTES DE LA MULTISECTORIAL DE
GENERAL ALVEAR
3.9. LISTADO DE PERSONAS Y ENTIDADES QUE PRESENTARON
OBSERVACIONES AL PROYECTO “SAN JORGE”

CUADROS

Cuadro 1: Características de los diferentes paradigmas sobre MS


Cuadro 2: Principales movimientos sociales en América Latina: 1960-2000
Cuadro 3: Principales minas en operación en la Argentina. Año 2009
Cuadro 4: Ejemplos de características de la minería a gran escala

IMÁGENES

Imagen 1: Tapa del Diario Minero “Mining Press” Nº15 (2006)


Imagen 2: Proyectos Mineros en Argentina-región Centro (2009)
Imagen 3: Mina La Alumbrera. Explotación a cielo abierto
Imagen 4: Mina La Alumbrera. Escombreras (al fondo de la imagen)
Imagen 5: Mina La Alumbrera. Escombreras y Dique de Colas
Imagen 6: Ubicación de la provincia de Mendoza en Argentina
Imagen 7: Provincia de Mendoza: sus oasis
Imagen 8: Vista de la cantera del yacimiento Sierra Pintada
Imagen 9: Minería por disolución. Proyecto PRC
Imagen 10: Diagrama de Flujo del Proceso, proyecto “San Jorge”
Imagen 11: Solicitada de la Multisectorial de Gral. Alvear
Imagen 12: Mural en la Municipalidad de Gral. Alvear-1
Imagen 13: Mural en la Municipalidad de Gral. Alvear-2
Imagen 14: La Asamblea Popular por el Agua del Gran Mendoza en la
Cumbre del “Platita”
Imagen 15: Modelo a escala de la pila de sal de PRC
Imagen 2.1: Mapa Ambiental-Minero del Departamento de San Carlos,
Mendoza
Imagen 3.1: Mapa de Ubicación, proyecto Pagayos
Imagen 3.2: Ubicación, proyecto Pagayos
Imagen 3.3: Ubicación de los derechos mineros en relación con el área natural protegida
Laguna del Diamante
Imagen 3.4: Localización del proyecto minero Papagayos
Imagen 3.5: Croquis de ubicación de las Manifestaciones de Descubrimiento
Ninus y María Inés
Imagen 3.6: Manifestaciones de Descubrimiento Ninus y María Inés
Imagen 3.7: Plano de ubicación, proyecto La Cabeza
Imagen 3.8: Ubicación Cateo MDZ F1 con respecto a la división política de la provincia
de Mendoza
Imagen 3.9: Ubicación Cateo MDZ E1 con respecto a la división política de la provincia
de Mendoza
Imagen 3.10: Ubicación Proyecto Anchoris
Imagen 3.11: Ubicación de Sierra Pintada en la provincia de Mendoza
Imagen 3.12: Ubicación del proyecto Potasio Río Colorado
Imagen 3.13: Plano de ubicación del proyecto Potasio Río Colorado
Imagen 3.14: Ubicación del proyecto San Jorge
INTRODUCCIÓN

“…La ecología política en América Latina es un árbol cultivado por nuestras vidas y la
de tantos movimientos sociales que se cobijan bajo su follaje. (…) deberá ser un árbol
con ramas que enlacen diversas lenguas, una Babel donde nos comprendamos desde
nuestras diferencias, donde cada vez que alcemos el brazo para alcanzar los frutos del
árbol degustemos el sabor de cada terruño de nuestra geografía, de cada cosecha de
nuestra historia y cada producto de nuestra invención...”
Enrique Leff
(2006:38)

Los problemas ambientales se relacionan con los efectos que las actividades
humanas de extracción, producción, consumo y disposición final de residuos generan
sobre el ambiente. Sumado a ello, el debate contemporáneo sobre la temática ambiental
está atravesado por intereses políticos y económicos que profundizan las incertidumbres
en la toma de decisiones. Se hace necesario, entonces, reforzar las consideraciones
epistemológicas y metodológicas que colaboren en el esclarecimiento de los conflictos
socioambientales surgidos en los últimos años en nuestras comunidades.
En Argentina se han generado, sobre todo en las últimas décadas, diversos conflictos
socioambientales -o que consideramos que pueden ser considerados como tales-.1 La
elección de abordar los conflictos generados por la megaminería –o minería a gran escala-
, se basa en diversos motivos. Uno de ellos, es la preponderancia que los conflictos en
torno a esta actividad han alcanzado en los últimos años en diferentes provincias del país.
Esta situación torna necesario un exhaustivo análisis de la diversidad de cuestionamientos
que los proyectos megamineros generan: desde la preocupación por la potencial
contaminación, a la crítica del modelo de desarrollo que este tipo de minería representa,
incorporando también temas tales como las modalidades de participación social y el rol
del Estado en este tipo de conflictos, entre otros.
Es a partir de los años ´90 que cobran impulso, de la mano de una legislación que
tuvo como finalidad atraer inversiones extranjeras, numerosos emprendimientos mineros a
gran escala. En consecuencia, la década siguiente se caracteriza por las movilizaciones
en oposición a estos proyectos, que cobraron visibilidad a nivel nacional. Esquel2 fue la
llama que encendió la lucha contra la megaminería en todo el país. Actualmente varias
provincias cuentan con leyes que limitan o prohíben la actividad, y en otras se están
generando debates sobre la necesidad o no de contar con este tipo de legislación.
Paralelamente, las organizaciones que se oponen a la megaminería están multiplicándose

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por todo el país y estableciendo redes de comunicación y articulación de acciones. Esta
situación también es compartida con otros países de la región, entre los que se destacan
Chile, Brasil, Bolivia, Perú, Ecuador y México.
En lo que respecta al caso de estudio, Mendoza es una provincia de Argentina cuya
vida social y económica se ha desarrollado en estrecha relación a la escasa disponibilidad
de agua. Los asentamientos de población y las actividades agrícolo- ganaderas
desarrolladas en la mayoría de sus departamentos, dependen de los ríos que nacen en la
cordillera de los Andes y de un particular sistema de irrigación que se encarga de distribuir
este recurso por todo su territorio. En este contexto, la llegada a la provincia de proyectos
mineros de oro, cobre y sales de potasio, y la intención de la Comisión Nacional de
Energía Atómica (CNEA) y del gobierno nacional de reabrir la mina de uranio “Sierra
Pintada”, generaron la movilización de diversos sectores de la sociedad mendocina, que
rechazaron estas iniciativas. Es así como grupos de vecinos autoconvocados, colectivos,
asambleas y multisectoriales, en diferentes departamentos de la provincia, vienen
organizándose desde hace algunos años, y articulando sus acciones a nivel provincial,
regional, nacional e incluso con organizaciones de otros países. La movilización social
generada en los últimos años en torno a la posibilidad de desarrollar o no proyectos de
minería a gran escala ha llevado a que el mismo sea considerado en la actualidad uno de
los principales conflictos que se ha producido en esta provincia.
Cómo surgen y se organizan estos grupos en defensa del agua y en rechazo a la
megaminería en Mendoza, cual es el alcance de sus reivindicaciones, y cómo influyen en
los procesos de evaluación ambiental de los proyectos mineros y en las instancias de
participación propuestas, son preguntas que dieron origen a esta investigación y que
intentarán responderse a lo largo de este trabajo. Se espera contribuir así a la reflexión en
torno a la trascendencia del surgimiento y consolidación de este tipo de organizaciones,
destacando sus demandas de nuevas formas de participación y su contribución a la
mejora de las modalidades de gestión ambiental.
Es importante destacar también que este trabajo intenta ser una contribución al
análisis de los conflictos socioambientales desde un campo intelectual comprometido que
viene tomando forma en América Latina: la Ecología Política. Esta perspectiva, que no se
plantea ser una nueva disciplina sino un campo de integración, analiza temas tales como
los conflictos de distribución ecológica desigual, las relaciones de poder entre grupos
sociales y las estrategias de apropiación de los recursos ecológicos –o bienes naturales- y
los servicios ambientales. Los movimientos sociales, la deuda ecológica y la diversidad
cultural, son también abordados por la Ecología Política, que pone en cuestión la
transformación de la naturaleza en un objeto de conocimiento y en materia prima y

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sumidero de los procesos productivos.
Este trabajo está organizado en tres partes. En la Primera Parte se abordan las
consideraciones teórico-metodológicas de la tesis, subdivididas a su vez en dos capítulos.
En el primero, se detalla la delimitación del problema, se justifica el recorte témporo-
espacial, se describe el estado de la cuestión del tema de investigación y se especifica la
metodología utilizada. Por otra parte, en el segundo Capítulo se profundiza en el debate
existente en las ciencias sociales en torno a los principales conceptos y teorías que forman
parte del marco teórico de este trabajo.
En la Segunda Parte se describen las características y el impacto socioambiental de
la actividad minera a gran escala en Argentina, organizándose en tres capítulos que
profundizan diferentes aspectos de la temática. El Capítulo 3 tiene por objeto ser el
referente histórico, así como el Capítulo 4 lo es en los aspectos económicos, técnicos y
normativos de la problemática analizada.
En estos capítulos nos limitaremos a desarrollar los aspectos vinculados al impulso
gubernamental al sector minero y los cambios que éste implicó para la actividad. También
se detallan algunas definiciones que sirven para clarificar conceptos y denominaciones
utilizadas a lo largo de la investigación. Asimismo, se describe la legislación de
competencia en el tema, insertándola en el marco histórico en el que fue sancionada, a fin
de favorecer la comprensión del momento político y/o el debate social que le dio origen.
Por su parte, el contexto socioambiental nacional es abordado en el Capítulo 5. En
este sentido, no podríamos describir las formas de organización de los movimientos
socioambientales si no reconocemos la impronta dejada por las asambleas nacidas de la
crisis de diciembre de 2001, por lo que también hacemos una breve reseña de este
momento crucial para la historia argentina. En cuanto al conflicto ambiental, en el 2002,
Esquel iniciaba una lucha que hoy se extiende por todo el país: el NO a la mina.
Abordamos este caso y destacamos la existencia de otros movimientos previos en la
región patagónica. Posteriormente, fue en el año 2006 cuando diversas asambleas del
país se reunieron para articular sus reivindicaciones y acciones, encontrando en la lucha
contra la contaminación y el saqueo, una causa común. La Unión de Asambleas
Ciudadanas (UAC), producto de este encuentro, es analizada también en este Capítulo.
Finalmente, destacamos en él la respuesta institucional que tuvieron en siete provincias
las movilizaciones que rechazaron la megaminería: la sanción de leyes que limitan la
actividad. Abordaremos finalmente el caso de la derogación de las leyes que existieron en
la provincia de La Rioja, como ejemplo del oportunismo político y la criminalización de la
protesta en torno a la conflictividad socioambiental.
La Tercera Parte de este trabajo está enfocada a profundizar en el caso de estudio:

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los movimientos socioambientales en defensa del agua y en oposición a la megaminería
en Mendoza. Para ello, en el Capítulo 6, se detalla el perfil histórico y productivo de esta
provincia, como contexto de los recientes conflictos socioambientales generados por la
incursión de la actividad minera a gran escala. Asimismo, se explican sintéticamente
algunas características de los principales proyectos mineros cuestionados, y los conflictos
socioambientales asociados a cada uno de ellos se desarrollan a continuación en el
Capítulo 7. En este sentido, se destacan las especificidades de cada conflicto, pero
también la articulación de movimientos que se generó a nivel provincial. Posteriormente,
en el Capítulo 8, se ahonda en la interacción de estos movimientos socioambientales con
el Estado provincial a partir de un espacio institucional: el consejo asesor de la Secretaría
de Ambiente de la provincia de Mendoza, denominado “Consejo Provincial del Ambiente”
(CPA).
Para finalizar, en el Capítulo 9, se analiza el accionar de los movimientos
socioambientales respecto a los procedimientos de evaluación ambiental de los proyectos
megamineros, y su contribución a la horizontalidad en la toma de decisiones vinculada a
estos temas.

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PRIMERA PARTE:

CONSIDERACIONES TEÓRICO-METODOLÓGICAS

CAPÍTULO 1: MARCO TEÓRICO-METODOLÓGICO

“…Os movimentos sociais são fenômenos históricos decorrentes de lutas sociais.


Colocam atores específicos sob as luzes da ribalta em períodos determinados. Com as
mudanças estruturais e conjunturais da sociedade civil e política, eles se transformam.
Como numa galáxia espacial, são estrelas que se acendem enquanto outras estão se
apagando, depois de brilhar por muito tempo. São objetos de estudo permanente.
Enquanto a humanidade não resolver seus problemas básicos de desigualdades
sociais, opressão e exclusão, haverá lutas, haverá movimentos. E deverá haver teorías
para explicá-los: esta é a nossa principal tarefa e responsabilidade, como intelectuais e
cidadãos engajados na luta por transformações sociais em direção a uma sociedade
mais justa e livre…”
María Da Glória Gohn
(1997:20)

Este apartado tiene por finalidad detallar los fundamentos teóricos y metodológicos
en los que se basó la investigación. Iniciaremos este detalle con las hipótesis y los
objetivos que guiaron este trabajo, y que se desprenden en gran parte de las reflexiones
desarrolladas en la Introducción.

DELIMITACIÓN DEL PROBLEMA

La década del 2000 se caracteriza por la emergencia y proliferación de conflictos y


3
movimientos socioambientales en diferentes comunidades de la Argentina. Entre ellos, los
que surgieron en oposición a proyectos mineros a gran escala ocupan un importante
porcentaje a nivel nacional, siendo Esquel el precedente de la opción de la comunidad
local por el “NO a la mina”, sentando así un ejemplo que fue tomado por muchos
movimientos que surgieron con posterioridad.
En el caso de Mendoza, la “cultura de agua” y la existencia de actividades
tradicionales vinculadas a la agricultura, ganadería y turismo, entre otras, son parte del
motivo de rechazo a la megaminería, percibida como actividad contaminante y
consumidora de las fuentes de agua disponibles.
Esta oposición a la actividad minera a gran escala fue tomando forma en diversas
organizaciones surgidas en diferentes departamentos de Mendoza, que luego se
articularon a nivel provincial. Este trabajo busca describir este proceso, haciendo hincapié

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en su origen, su articulación, y su relación con otros grupos similares a escala nacional. La
racionalidad ambiental proyectada por estas organizaciones y la identidad que las une han
sido los ejes centrales del análisis. Asimismo, se desea destacar las prácticas
participativas que impulsan estos movimientos y su vinculación con la mejora en la gestión
ambiental.
De acuerdo a lo antes mencionado, las siguientes hipótesis guiaron la realización de
esta investigación:

Los conflictos socioambientales acontecidos en Argentina a partir de los años `90


potencian la formación de movimientos socioambientales.

Los movimientos socioambientales surgidos en torno a la megaminería en la


provincia de Mendoza son portadores de racionalidad ambiental y construyen su
identidad en base a la defensa del agua.

Los movimientos socioambientales propician espacios y prácticas de


participación social directa que inciden positivamente en los procesos de
evaluación ambiental de la actividad minera a gran escala.

En este sentido, se persiguieron los siguientes objetivos:

A. Seleccionar y analizar casos representativos de conflictos y movimientos


socioambientales en Argentina desde la década de los `90 hasta la actualidad.

B. Identificar las racionalidades ambientales e identidades inherentes a los sujetos


sociales presentes en el caso seleccionado.

C. Establecer la relación entre los espacios y las prácticas de participación directa


propiciados por los movimientos socioambientales y su contribución a la mejora
de los procesos oficiales de evaluación ambiental de proyectos megamineros.

Estos objetivos fueron desagregados a su vez en objetivos específicos:

Fundamentar la elección del estudio de caso: los conflictos socioambientales en


torno a la actividad megaminera en la provincia de Mendoza.
Analizar si los conflictos seleccionados previamente (A.1.), han potenciado el
surgimiento de movimientos socioambientales.

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Describir las racionalidades ambientales e identidades colectivas surgidas en los
sujetos sociales intervinientes en el conflicto, tomando como base los discursos y las
prácticas que desarrollan en torno al mismo.
Comprobar la importancia de la defensa del agua en la construcción de la identidad
y racionalidad ambiental de dichos sujetos.
Describir el proceso de evaluación ambiental de los proyectos megamineros en
Mendoza, con especial énfasis en los mecanismos de participación social establecidos.
Analizar el accionar de los movimientos socioambientales frente a los procesos de
evaluación ambiental de proyectos megamineros, haciendo especial hincapié en la
contribución que realizan al proceso a partir de los cuestionamientos y acciones que llevan
adelante estas organizaciones.

JUSTIFICACIÓN DEL RECORTE ESPACIAL Y TEMPORAL

Además de sus actividades tradicionales vinculadas a la agricultura y ganadería –a


las que se incorpora posteriormente el turismo- Mendoza tiene diversas características que
la tornaron relevante como caso de estudio. Entre ellas, se trata de una provincia del
interior del país que contó históricamente una posición privilegiada desde el punto de vista
económico debido al perfil productivo que adquirió. Asimismo, su configuración espacial
es el resultado de una adaptación a las condiciones del territorio que determinó la
necesidad de contar con una legislación específica en materia de aguas, pionera a nivel
país. En el mismo sentido, el ordenamiento legal ambiental de esta provincia es previo a la
legislación nacional. Es decir, el manejo del recurso hídrico y la necesidad de gestionar
adecuadamente su ambiente forman parte de la historia y la adaptación de la población
mendocina a su medio.4 La población de Mendoza configura así una identidad “oasis-
desierto” (Montaña et al., 2005), que va a jugar un rol preponderante en el conflicto en
torno a la megaminería.
Al momento de seleccionar el estudio de caso de esta investigación –segunda mitad
del año 2005- sólo la población de dos departamentos mendocinos se habían manifestado
en oposición a la actividad minera metalífera: San Carlos –junto a otros grupos del resto
del Valle de Uco- y General Alvear –acompañado por algunos distritos del departamento
de San Rafael-. Por otra parte, se había organizado en el departamento de San Rafael la
oposición a la reapertura de la mina de uranio Sierra Pintada. Es decir, la oposición había
surgido en aquellos departamentos que forman parte de los oasis centro y sur de la
provincia, vinculados a la agricultura y ganadería y donde la percepción del agua como
recurso fundamental para su sostenimiento en el tiempo es muy relevante. Las formas
organizativas en las que se nucleó la oposición – multisectoriales, vecinos

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autoconvocados- y las modalidades de acción de las mismas –cortes de ruta informativos,
petitorios a las autoridades, marchas y manifestaciones, todas de carácter pacífico y
mostrando la apertura al diálogo con los sectores de gobierno- fueron también aspectos
fundamentales para tornar interesante el estudio del tema en la provincia de Mendoza.
Posteriormente, la incorporación de otras organizaciones con características diferentes a
las iniciales, y la articulación a nivel provincial y nacional, van a agregar nuevas
dimensiones de análisis y a dotar de una mayor complejidad al caso de estudio. Las
demandas de participación y la posibilidad de seguimiento del primer proceso de
evaluación de impacto ambiental de la etapa de explotación de un proyecto minero en
Mendoza, terminaron de recortar espacial y temáticamente el caso de estudio.
En relación a lo antes mencionado, los grupos surgidos en Mendoza se articularon
rápidamente con otras organizaciones socioambientales a nivel país, y son a su vez un
ejemplo del “efecto Esquel” que se extendió por toda Argentina. Por otra parte, la cercanía
geográfica y la existencia del Tratado Binacional Argentino-Chileno5 -que facilita la
instalación de proyectos mineros en la cordillera entre Argentina y Chile-, motivaron el
acercamiento de las organizaciones surgidas en Mendoza y en otras provincias
cordilleranas con sus pares del lado chileno. Asimismo, la llegada de grandes proyectos
mineros llevados adelantes por transnacionales como “Río Tinto” y “Vale”, también van a
favorecer la interacción entre las organizaciones mendocinas y aquellas de los países de
origen de estas empresas –Inglaterra y Brasil, respectivamente- que también se oponen a
proyectos llevados adelante por estas compañías.
El trabajo de campo propiamente dicho en la provincia de Mendoza se inició en el
año 2007, y se extendió hasta finales del año 2009. Se buscó reconstruir a través de
diversas fuentes los inicios del conflicto, en el año 2003. La decisión del periodo de estudio
respondió a la importancia, por un lado, de realizar el seguimiento del proceso que terminó
con el otorgamiento del permiso ambiental para el primer proyecto minero a gran escala en
la provincia de Mendoza –“Potasio Río Colorado” (PRC)-. Por otra parte, también permitió
contar con ciertos indicios preliminares del segundo procedimiento de evaluación de
impacto ambiental para etapa de explotación, esta vez de minería metalífera: el proyecto
“San Jorge”. Este último cobra importancia porque ha reactivado la movilización social y
mantiene en alerta, no sólo a los grupos conformados en defensa del agua y en oposición
a la megaminería, sino también a cierta parte del sector científico académico y a diversas
organizaciones sociales. El caso específico del conflicto en torno al proyecto “San Jorge”
será el tema con el cual se continuará la investigación al cierre de este trabajo.

TRABAJOS PREVIOS VINCULADOS AL TEMA

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Los conflictos por la minería a gran escala en Argentina son un objeto de estudio
reciente. Por este motivo, y teniendo en cuenta que, como fue destacado en varias
oportunidades, emergen y ganan visibilidad en la década del 2000, las investigaciones en
torno a este tema son escasas, novedosas y abordan casos específicos de estudio.6
Los primeros trabajos que abordan conflictos socioambientales vinculados a la
minería en Argentina fueron realizados por sus propios protagonistas. En este sentido,
puede citarse el libro coordinado por Lucas Chiappe, en el año 2005 –“La Patagonia de
Pie. Ecología vs. Negociados”-, en el que se relatan diversas movilizaciones llevadas
adelante en la Patagonia, entre ellas, el caso de la oposición a un proyecto minero
metalífero en Esquel, provincia de Chubut.7 Posteriormente, en el año 2006, el periodista
Javier Rodríguez Pardo escribió su libro “En la Patagonia NO”, en el que narra las
movilizaciones antinucleares realizadas en contra del proyecto de repositorio nuclear en
Gastre, Chubut.
Por otra parte, el caso Esquel fue tema de investigación de algunas tesinas de grado,
como las realizadas por Hernán H. Schiaffini, en el año 2003, en el marco de la carrera de
Ciencias Antropológicas, y por Luis Manuel Claps y Diego Sebastián Colao, en el año
2005, para la carrera de Licenciatura en Ciencias de la Comunicación.
Schiaffini examinó el conflicto desde la constitución de las fuerzas sociales que
fueron capaces de generar y llevar adelante un enfrentamiento como el acontecido en
Esquel. Por su parte, Claps y Colao analizaron las estrategias discursivas que utilizó cada
actor para imponer un proyecto de gestión de los recursos naturales, en el marco de la
lucha política y simbólica que desembocó en el plebiscito de marzo del 2003. El tema de la
constitución identitaria de la comunidad esquelense estuvo presente en ambos trabajos.
Otra investigación en torno al caso Esquel es llevada a cabo por la cientista social
Ana Mariel Weinstock (2005), desde un enfoque socioterritorial de los movimientos
sociales y con hincapié en la influencia que ejerce la conformación histórico-cultural de la
región para el desarrollo del conflicto.
Desde otra perspectiva, la antropóloga Andrea Mastrangelo, en su libro “Las niñas
Gutiérrez y la mina Alumbrera. La articulación con la economía mundial de una localidad
del Noroeste argentino”, del año 2004, describe las consecuencias de la instalación de la
compañía minera transnacional “La Alumbrera”, en la localidad de Belén, provincia de
Catamarca. Mastrangelo narra cómo, a partir de esta instalación, se produjo un
crecimiento con concentración económica que fragmentó la organización social de Belén
y transformó a los sectores que no participaron de la articulación con la economía global,
en un sobrante cuya viabilidad depende de la intervención y asistencia del Estado.

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Por otra parte, los conflictos en torno a actividades extractivas, especialmente en la
Patagonia Argentina, han sido objeto de numerosos artículos en la revista “Theomai”.
Entre ellos, podemos citar algunos trabajos de Guido Galafassi sobre el renovado perfil
extractivo de recursos naturales en los espacios rurales patagónicos, la minería de oro y
plata, y los conflictos socio-ambientales en torno a la minería metalífera.8 Por su parte,
Guido Galafassi y Andrés Dimitriu abordaron “El Plan B de los capitales mineros”, en
respuesta a la nota sobre “Inversiones mineras en Argentina”, publicada en mayo de 2007
en el Diario “Le Monde Diplomatique”.9 Asimismo, en otros artículos de esta misma revista,
Andrés Dimitriu analizó temas tales como las contradicciones del crecimiento, los saberes
locales y el saqueo, el compromiso de los intelectuales y la noción de la Patagonia como
mercancía.10 Sobre el proyecto minero “Navidad”, puede consultarse el trabajo de Luis
Claps: “Navidad: minería y saqueo en la meseta central del Chubut”,11 y sobre los
movimientos en oposición a la minería del oro y al uso de cianuro, se destacan los análisis
de Carlos Gustavo Espinoza y de Lino Pizzolón.12
Más recientemente, diferentes abordajes del tema fueron compilados en el libro
“Minería transnacional, narrativas del desarrollo y resistencias sociales”, editado por
Maristella Svampa y Mirta A. Antonelli, en el año 2009. En este trabajo, Maristella Svampa,
Lorena Bottaro y Marian Sola Álvarez analizan el modelo minero en Argentina y las
resistencias que ha ocasionado, los lenguajes de valoración existentes en torno al tema y
las territorialidades en pugna. Por su parte, Mirta A. Antonelli examina el poder semiótico
del capital y el modelo discursivo de la democracia pro- minera.
Dentro del mismo libro antes mencionado, y retomando el caso Esquel, Marcela
Cecilia Marín describe el “No a la Mina” en nuestros días como nicho conflictivo que debe
ser neutralizado. Por su parte, Horacio Machado Araoz analiza el caso de Minera
Alumbrera desde las luchas por el territorio y la dialéctica de la expropiación, enfatizando
la producción colonial de la “naturaleza” como “ecología de la expropiación”. Otros casos
analizados fueron el de la provincia de La Rioja, desde la política de vida y agua en el
centro de las disputas manifiestas y latentes (ver Giarraca y Hadad, 2009), y el caso de la
provincia de San Juan y su construcción como capital nacional de la minería, en relación al
rol del Estado y los medios de comunicación (ver Giovannini, Orellana, Rochietti y Vega,
2009).
El mismo año -2009- Javier Rodríguez Pardo publicó su libro “Vienen por el oro,
vienen por todo. Las invasiones mineras 500 años después”, donde narra la resistencia de
las comunidades afectadas por la instalación de empresas mineras en diferentes
provincias de Argentina. Rodríguez Pardo explica la diferencia conceptual entre “recursos
naturales” y “bienes naturales comunes”, que será detallada más adelante en este trabajo.

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Nuestra investigación se inscribe en la línea de los trabajos antes mencionados, en
cuanto al examen de los procesos identitarios implicados en el conflicto, la importancia de
la historia y cultura locales y las luchas por el territorio. El principal aporte que este trabajo
pretende realizar, es el análisis de la contribución que estos movimientos socioambientales
realizan a la mejora de la gestión ambiental, a partir de su participación en los procesos de
evaluación de impacto ambiental y la divulgación y denuncia de falencias e irregularidades
en los mismos, lo que permite un mayor control social sobre estos procedimientos.
Consideramos que estos movimientos socioambientales son foco de prejuicios y
acusaciones de fundamentalismos, y que por ello se hace necesario destacar la
importancia de la movilización y de la participación social en la toma de decisiones como
garantía de la horizontalidad y la transparencia en las evaluaciones de carácter ambiental.

CUESTIONES METODOLÓGICAS

Para el desarrollo de la investigación se recurrió a una exahustiva búsqueda de


bibliografía sobre el tema (libros y publicaciones en revistas científicas y congresos),
artículos periodísticos, publicaciones y páginas web tanto de organismos oficiales como
de organizaciones sociales, entre otros. La información recabada posibilitó la realización
de una primera reconstrucción de los conflictos socioambientales en Argentina desde los
años noventa a la actualidad.
Fue necesario también recabar fuentes que permitieran contextualizar estos
conflictos en la situación del país durante la década de 1990 y en la siguiente, tanto desde
la emergencia de nuevas modalidades de protesta y movilización, así como también de
nuevas políticas estatales que significaron la apertura a la inversión extranjera en
actividades como la minería a gran escala.
Se recabó así información sobre la historia de la minería en el país, la situación
actual de la actividad minera a nivel nacional (políticas de gobierno, inversiones en el
sector, proyecciones realizadas sobre el crecimiento de la actividad minera, entre otras) y
la legislación existente en materia minera y ambiental. Esta búsqueda de documentación
ha sido llevada a cabo en diversas instituciones estatales.13
Tomando como base la información previamente reunida, fue seleccionado el estudio
de caso –los conflictos socioambientales por la megaminería en Mendoza-. Como ya fue
mencionado, en enero del año 2007 se inició el trabajo de revisión de documentación,
recopilación de información y entrevistas en la provincia de Mendoza. Es así como el
relevamiento de fuentes se llevó a cabo también en algunas instituciones de dicha
provincia.14 Se recabó información sobre la historia de la minería en Mendoza, la situación

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actual de la actividad minera a nivel provincial (yacimientos existentes, empresas
interesadas, actividades de prospección, exploración y explotación desarrolladas y
proyectadas, entre otras) e Informes de Impacto Ambiental (IIA) presentados por las
empresas. Asimismo, se obtuvo información sobre la problemática ambiental de la
provincia, los conflictos que ha generado la actividad megaminera, y las organizaciones
surgidas a partir de este conflicto en los diferentes departamentos de Mendoza.
También se realizó una revisión de la legislación aplicada en materia ambiental en
Mendoza, especialmente aquella que regula el proceso de Evaluación de Impacto
Ambiental (EIA) de los proyectos mineros. Para el abordaje de los aspectos técnicos de la
actividad minera, se consultó a miembros del Servicio Geológico Minero Argentino
(SEGEMAR)-Delegación Mendoza y de la Dirección de Minería. Para la revisión de los
aspectos legales, se consultó a abogados con conocimientos en el área minera y
ambiental.
En Mendoza no hay actualmente explotación minera a gran escala en
funcionamiento. Sólo un proyecto ha sido autorizado a iniciar su fase de explotación –
PRC-, con Declaración de Impacto Ambiental (DIA) obtenida en agosto de 2009. El
proyecto que le sigue en estado de avance es “San Jorge”, que actualmente ha finalizado
la Consulta Pública del expediente, previa a la Audiencia Pública. Los IIA de ambos
proyectos –“San Jorge”, de extración de cobre, y PRC, de extracción de sales de potasio,
respectivamente-, han facilitado la obtención de datos concretos sobre volúmenes de
mineral extraído, método empleado, consumo de energía y agua, políticas de
sustentabilidad de las empresas, entre otros. Asimismo, el proceso de EIA –especialmente
el de PRC, que finalizó previamente al cierre de esta investigación- ha permitido analizar
las metodologías de relación con la comunidad de una empresa minera al instalarse en
Mendoza, la interacción entre ésta y las organizaciones que se oponen a la actividad, los
discursos y cuestionamientos realizados por ambas partes, y el rol del Estado en el
conflicto.
En relación al conflicto, se procedió a identificar, en primer lugar, aquellos conflictos
que dieron origen a movimientos socioambientales. Posteriormente, fueron seleccionados
ciertos elementos que permitieran reconstruir las racionalidades ambientales e identidades
de los movimientos generados. Con este objetivo se establecieron las dimensiones
específicas de análisis, orientadas al estudio en profundidad de determinados aspectos.
En este sentido, fue muy importante el aporte de Maria Da Gloria Gohn (1997),15
investigadora brasileña que ha desarrollado una propuesta metodológica para el análisis
de los Movimientos Sociales (MS) en América Latina, en cuyo trabajo detalla elementos y
categorías que han sido tenidas en cuenta para nuestro análisis de caso, a saber:

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- elementos internos: demandas y reivindicaciones, repertorios de acciones
colectivas, composición social, articulaciones (internas y externas)-. Es decir, su ideología,
su proyecto, su organización y sus prácticas.
- elementos externos: escenario sociopolítico y cultural, opositores, articulaciones y
redes, relaciones con órganos estatales y demás agencias de la sociedad política, iglesias
u otras instituciones y actores de la sociedad civil, empresarios, medios de comunicación.
Representaciones de ellos mismos y de los otros, conquistas y derrotas, y cultura política
construida.
Destacamos en el caso analizado la importancia de las tramas discursivas, memorias
colectivas, representaciones e interacciones de los diferentes sujetos en pugna. Entre los
rasgos que caracterizan la investigación cualitativa, “…los agentes sociales ocupan el
lugar central del escenario de la investigación: sus percepciones, ideas, emociones e
interpretaciones, constituyen la investigación misma, estén estos plasmados en un texto ya
existente, en una fotografía o en los relatos de una entrevista abierta…” (Sautu, 2005:71).
Este trabajo fue realizado principalmente en base a narrativa oral y trabajo de campo.
Se realizaron entrevistas abiertas, y reconstrucciones en los propios ámbitos de
desarrollo de los conflictos. También se recurrió a material recopilado, elaborado y/o
compilado por las propias organizaciones socioambientales, tales como panfletos,
documentales, comunicados, entre otros.
Asimismo, concordamos con Henri Acselrad cuando afirma: “…En la relación entre el
plano discursivo y el plano de las prácticas, cada inflexión en las representaciones
dominantes sobre el medio, cambiará, consecuentemente, el poder relativo de los actores
en el campo de fuerzas donde se configuran los conflictos ambientales…” (Acselrad,
2004:22). Por lo tanto, discursos y prácticas serán nuestras principales variables de
análisis.
De esta manera, se inició en enero de 2007 el trabajo de campo y entrevistas a
miembros de organizaciones e instituciones de interés para el tema de investigación. Entre
ellos:
- miembros de organizaciones surgidas en oposición a la megaminería y en defensa
del agua: “Autoconvocados de San Carlos”, “Autoconvocados de Punta del Agua”,
“Multisectorial de General Alvear”, “Asamblea del Pueblo de Alvear”, “¿Uranio? No
Gracias”, “Multisectorial del Sur”, “Asamblea Popular por el Agua del Gran Mendoza”,
“Autoconvocados de Tunuyán”, “Asamblea por los Derechos Cívicos y Ambientales de
Tupungato” (ADECAT), “Asamblea por el Agua Pura de Lavalle” y “Asamblea de Vecinos
Autoconvocados de Uspallata”.
- representantes de instituciones gubernamentales y no gubernamentales: ex-

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Director de Minería de Mendoza, personal de la ex-Dirección de Saneamiento y Control
Ambiental (actual Dirección de Protección Ambiental), ex-Subsecretario de Medio
Ambiente, actual Secretario de Ambiente, miembros del Consejo Provincial del Ambiente
(CPA), personal de la Dirección de Recursos Naturales Renovables (DRNR),
investigadores del Centro Científico Tecnólogico (CCT)-Mendoza-Consejo Nacional de
Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET),16 entre otros.
- sectores vinculados directa e indirectamente a la actividad minera: Cámara
Mendocina de Empresarios Mineros (CAMEM), miembros del SEGEMAR-Delegación
Mendoza, CNEA, y representantes en Mendoza de las empresas mineras “Río Tinto” y
“San Jorge”.
Como parte de este trabajo, se concurrió a reuniones y acciones a nivel provincial y
nacional:

- reuniones de la “Asamblea Mendocina por Agua Pura” (AMPAP),17


- reuniones del CPA, órgano asesor de la Secretaría de Ambiente de Mendoza,18
- reuniones de la “Unión de Asambleas Ciudadanas” (UAC) en diferentes lugares
del país (Mendoza, Entre Ríos, Córdoba, Catamarca, San Juan, Jujuy),19
- marchas, escraches, cortes de ruta, reuniones con representantes del gobierno
y/o empresas, y otras acciones llevadas a cabo por estas organizaciones.
La participación en estas instancias ha sido un insumo muy valioso para el tema de
investigación, ya que ha contribuido a la aprehensión de las racionalidades inherentes a
estas organizaciones, así como de sus formas de organización y metodologías de toma de
decisiones y acción.
Los debates y charlas organizadas en diferentes ámbitos –Universidad Nacional de
Cuyo, Universidad Tecnológica Nacional (UTN)-Regional Mendoza, Universidad de
Congreso, Legislatura de Mendoza, CCT-Mendoza, entre otros- que abordaron la
problemática de la minería desde diferentes aspectos, fueron también un insumo
importante, que permitió el análisis de las diversas posturas y de las discusiones
existentes en torno a la temática.
Como ya se comentó, estas actividades en la provincia de Mendoza se llevaron a
cabo entre enero de 2007 y diciembre de 2009. Los hechos y acciones previas fueron
reconstruidos gracias a diversas fuentes: documentos de las organizaciones e
instituciones, noticias periodísticas, documentales, trabajos realizados por otros
20
investigadores y/o miembros de las organizaciones estudiadas, y grabaciones de audio y
entrevistas propias.
Las fuentes consultadas poseen la riqueza de su novedad, y de que su generación

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ha sido en gran parte paralela al desarrollo de esta investigación. En estas características
radican también sus limitaciones, en el sentido de analizar un proceso reciente, y de que
esta información no se encuentra estructurada en una institución, ni procesada, ya que
esto no respondería a la lógica de las propias organizaciones que las generan. Es por ello
que rescatamos la importancia de la participación en las instancias deliberativas y de
acción de estos movimientos como insumo indispensable de esta investigación.
Asimismo, ha sido necesaria la contextualización del estudio de caso en las
movilizaciones socioambientales a nivel nacional y latinoamericano. La relación entre las
diferentes organizaciones del país y la región también es un aspecto muy importante para
considerar en esta investigación, ya que a partir del análisis de estos vínculos se puede
establecer una estrecha relación entre los movimientos socioambientales y de derechos
humanos, organizaciones campesinas e indígenas de diferentes lugares de América
Latina. Los movimientos socioambientales de Latinoamérica poseen características y
planteamientos en común –así como también especificidades y divergencias relacionadas
con el contexto particular de cada una de ellas- cuya importancia para el análisis del tema
ha llevado a la decisión de considerar estos aspectos en este trabajo.
En este sentido, durante los meses de junio a septiembre de 2007 se realizó una
estadía en Brasil, en el marco de un Intercambio de Estudiantes de Posgrado con la
Universidade do Vale do Rio dos Sinos (UNISINOS), en São Leopoldo, Río Grande do Sul,
financiado por CAPES-SPU (Coordenação de Aperfeiçoamento de Pessoal de Nível
Superior - Secretaría de Políticas Universitarias). Estos meses de permanencia en Brasil
permitieron consultar bibliografía sobre el tema de investigación en diferentes instituciones
y universidades brasileñas, así como también conocer los estudios sobre movilizaciones y
conflictos socioambientales de dicho país y contar con el asesoramiento de docentes e
investigadores brasileños.21
Por otra parte, durante el verano de 2009 se realizó un “Estágio Interdisciplinar de
Vivência” (EIV) en el “Movimento Sem Terra” (MST) de Brasil, organizado por el
Movimiento Estudiantil de Minas Gerais, Brasil, en coordinación con el MST, el “Movimento
de Atingidos por Barragens” (MAB) y la “Marcha Mundial das Mulheres” (MMM). La
finalidad de la realización del EIV en áreas de reforma agraria y de afectados por
represas, fue conocer y analizar un movimiento referente en América Latina como es el
MST: sus reivindicaciones, sus objetivos, sus estrategias, sus metodologías de formación y
acción, entre otras. Este movimiento, perteneciente a “Vía Campesina”,22 ha establecido
vínculos importantes con organizaciones campesinas e indígenas de otros países que
también forman parte de Vía Campesina, entre ellos, de Argentina. Asimismo, el
movimiento de afectados por represas está vinculándose con las organizaciones que se

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oponen a la minería a gran escala, a fin de unificar acciones, ante la relación minería-
demanda de energía-construcción de represas.
En conclusión, esta experiencia permitió aprehender el funcionamiento de estos
movimientos desde la propia realidad de sus integrantes, así como también participar de
palestras llevadas a cabo por miembros de estas organizaciones, profesores y
profesionales que abordaron temas como la lucha por la tierra, el problema energético,
problemáticas de género, entre otros. Asimismo, fue posible conocer otras experiencias
de organización, a través del intercambio con compañeros de vivencia de otros países,
como Colombia y Brasil.
Finalmente, a la luz de toda la información recabada y procesada, se procedió a la
identificación de nuevas perspectivas y posibilidades de acción que presentan los
movimientos sociales vinculados a problemáticas ambientales.
En cuanto a las fuentes relevadas respecto a la situación y perspectivas de la minería
en Argentina, a nivel nacional, se consultaron en la sede del SEGEMAR, en Buenos Aires,
aquellas que detallan la situación de la minería en el país, las fluctuaciones de la demanda
de minerales en el tiempo, y los yacimientos minerales existentes en Argentina,
especialmente aquellos situados en la provincia de Mendoza. Sobre las inversiones,
privatizaciones y perspectiva de crecimiento de actividades en el interior del país –entre
ellas la minería a gran escala-, se examinaron diversas fuentes en el Consejo Federal de
Inversiones, Ministerio del Interior, Buenos Aires.23
La información censal, tanto en lo que respecta a población como para actividades
extractivas, fue consultada en la sede del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos
(INDEC), en Buenos Aires, Argentina.24
También se examinaron fuentes periodísticas y expedientes de Informes de Impacto
Ambiental de proyectos mineros en instituciones provinciales de Mendoza, como el
SEGEMAR-Delegación Mendoza, la Dirección de Minería e Hidrocarburos y la Dirección
de Protección Ambiental de la provincia de Mendoza (ex-Dirección de Saneamiento y
Control Ambiental).25
La información previamente mencionada posee potencialidades y limitaciones. En
cuanto a lo primero, se destaca la posibilidad de contar con diversas fuentes, tanto
gubernamentales como desde las propias empresas y sectores vinculados a ellas. La
realización de Congresos y otros eventos26 sobre el tema minero que luego vuelcan la
información en sus páginas web, la existencia de sitios web donde cada empresa detalla
sus proyectos -en cuanto a sus características y avances-, y la posibilidad de actualizar los
datos brindados por el gobierno sobre las actividades llevadas adelantes en el país a
través de los sitios web –en nuestro caso, de la Secretaría de Minería y del Ministerio de

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Economía de la Nación, principalmente-, facilitan el acceso a la información disponible y su
actualización.
En cuanto a las limitaciones, también se relacionan con la pluralidad de las fuentes, y
la dificultad de conocer exactamente el grado de avance de un proyecto o la situación
actual de la megaminería en el país, por la falta de coincidencia entre la información
existente en estas diferentes fuentes sobre un mismo tema. Sin embargo, es importante
destacar que esto no es exclusivo de la actividad minera a gran escala, sino que ocurre en
general con aquellas actividades que tienen un crecimiento paralelo al periodo de
investigación, y también debido a que la situación de los proyectos responde a
fluctuaciones económicas a escala internacional que determinan o no su viabilidad.

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CAPÍTULO 2: EL DEBATE EN LAS CIENCIAS SOCIALES: ENFOQUES Y
CONCEPTOS

“…Los movimientos sociales han sido siempre entendidos como momentos decisivos por sus
protagonistas y la respuesta más común desde los grupos dominantes ha sido, lógicamente,
criminalizarlos en términos éticos y tratar de impedirlos en términos políticos. Por eso la
historia de los movimientos sociales es un campo historiográfico especialmente apropiado
para rastrear las conexiones existentes entre historia y política o, a nivel más general, entre
las ciencias sociales y su entorno social…”
Pedro Luis Lorenzo Cadarso
(2001:5)

El marco teórico es el resultado de una ardua selección surgida a partir de la


realización de cursos de posgrado y lectura de material bibliográfico y otras fuentes. A lo
largo de la investigación, fueron identificándose conceptos, denominaciones y perspectivas
que necesitaban ser problematizadas y explicadas para su posterior aplicación al caso.
Entre ellas se destacan:

- Movimiento social

- Conflicto

- Conflictos y Movimientos Socioambientales

- Megaminería (o minería a gran escala)

- Racionalidad ambiental

- Identidad

- Participación directa

- Evaluación de impacto ambiental

Posteriormente, las definiciones elegidas preliminarmente fueron repensadas en


base al acercamiento al estudio de caso, reformulándose y seleccionando aquellos en
foques y conceptos que se presentaron como los más adecuados para dar cuenta de la
realidad investigada. La selección teórica ha sido plasmada en parte en este Capítulo, y
en parte en el Capítulo 4, en el que se abordan las definiciones técnicas y legales.
Por último, es importante destacar que, para la construcción del marco teórico, fueron
imprescindibles dos instancias. Por un lado, los cursos de posgrado realizados, que
aportaron bibliografía y constituyeron espacios de discusión con profesores y compañeros
de curso. Por otro lado, la participación en debates y discusiones de los propios

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movimientos socioambientales estudiados permitió, no sólo repensar los conceptos
utilizados desde el sector académico-científico, sino también analizar su pertinencia e
indagar en cómo éstos eran apropiados, rechazados o reconstruidos por las propias
organizaciones.

2.1. CONCEPTOS Y TEORÍAS ANTE LA RENOVACIÓN DEL DEBATE

El estudio de los movimientos sociales ha sido abordado por muchos investigadores


a lo largo del tiempo y desde diferentes disciplinas. A pesar de ello, es un tema que hoy en
día sigue siendo foco de diversas discusiones, tanto desde sus abordajes teóricos como
metodológicos, y que no ha perdido vigencia, sino todo lo contrario, ha cobrado
importancia ante el surgimiento de nuevos casos de estudio y el resurgimiento de otros ya
existentes.
A continuación se hará referencia a aquellos aspectos del análisis de la acción
colectiva, los movimientos sociales y la protesta social, que consideramos importantes
para el abordaje de las movilizaciones sociales vinculadas a problemáticas ambientales.
La intrínseca relación entre sus reivindicaciones y las de movimientos campesinos,
indígenas y de derechos humanos, entre otros, la heterogeneidad de sujetos intervinientes
y la interacción entre los mismos, son algunas de las características que configuran a
estos movimientos –que denominamos “socioambientales”-, cuyas acciones están
ganando visibilidad y aumentando en organización y articulación.
Si bien reconocemos la diferencia entre la acción y la teoría de la acción, es sabido
que la/s teoría/s que utilicemos para abordar una determinada acción colectiva
modificará/n nuestra manera de aprehenderla. Existen numerosos aspectos a considerar
en el análisis de la problemática ambiental y los conflictos generados en esta
interacción humanidad-ambiente27 y, teniendo en cuenta que los movimientos
socioambientales engloban desde protestas históricas hasta nuevos conflictos, las
diversas teorías pueden aportar su enfoque al análisis de estos movimientos, poniendo en
relieve diferentes aspectos del mismo problema. De esta manera, las teorías clásicas se
complementan con los debates actuales, con renovadas visiones que surgen de la
interacción entre múltiples sujetos y viejos y nuevos movimientos sociales, lo que
complejiza aún más el estudio de los mismos.
La combinación de perspectivas se torna así apropiada para analizar el conflicto
producido por la acción de la humanidad en su medio, conciliando en un mismo análisis
diferentes componentes -histórico-estructurales, socio-políticos, culturales, simbólicos,
ideológicos, ecológicos, entre otros- de un conflicto socioambiental y el o los movimiento/s

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que de él surgen.
A continuación se describirán las principales discusiones existentes en torno a dos
conceptos fundamentales para este trabajo: Conflicto y Movimiento Social. Teniendo en
cuenta la extensa producción teórica existente sobre estos temas, han sido seleccionadas
aquellas definiciones y discusiones que rescatan variables consideradas de importancia
para el análisis de los movimientos socioambientales. También se hará referencia a las
diversas teorías que han abordado estos conceptos, y a las variaciones epocales y
espaciales que han tenido, y que han acompañado a los conflictos y movimientos a lo
largo de la historia, hasta llegar al debate contemporáneo.

¿Por qué Movimientos Sociales? Discusiones en torno a la Acción Colectiva, los


Movimientos Sociales y la Protesta Social

En referencia a los movimientos sociales, la autora brasilera María Da Gloria Gohn


afirma: “…Nunca habrá una teoría completamente lista y acabada sobre ellos. Se trata de
una característica del propio objeto de estudio. Los movimientos son fluidos,
fragmentados, atravesados por otros procesos sociales. Como en una tela de araña ellos
tejen redes que se quiebran fácilmente, dada su fragilidad; como las ondas del mar que
van y vuelven ellos construyen ciclos en la historia, por momentos delineando fenómenos
bien configurados, por momentos saliendo del escenario y permaneciendo en las sombras
y penumbras, como niebla fluctuante. Pero siempre presentes…” (Gohn, 1997:343).
Adherimos a lo expresado por Gohn, ya que, si bien las diferentes modalidades de acción
colectiva han tenido y tienen en la actualidad un lugar importante en los debates en
ciencias sociales, no existe una teoría única que permita su abordaje, ni una definición
consensuada sobre el término. Por este motivo aquí retomaremos algunas definiciones,
con la finalidad de explicar a qué nos referimos con “movimientos sociales” (MS) y en qué
aspectos de su análisis deseamos hacer hincapié, pero sin intención de dar una definición
inmutable de los mismos, ya que el propio objeto de estudio -los movimientos
socioambientales-, está en proceso de autodefinición y formación, es decir, parafraseando
a Gohn, está fluyendo, a partir de sus propios errores y aciertos, y de sus autorreflexiones
y acciones.
Coincidimos también con lo planteado por Alberto Melucci (1994), en cuanto a la
dificultad de teorizar sobre los MS, debido a que ellos son parte de la realidad social en la
cual las relaciones sociales aun no están cristalizadas en estructuras, donde la acción es
portadora inmediata de la tesitura relacional de la sociedad y de su sentido. Melucci
enfatiza que la mayor parte de las veces los MS están cuestionando estas estructuras y
proponiendo nuevas formas de organización a la sociedad política.

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Comenzaremos por abordar las diferencias entre los conceptos de Acción Colectiva
(AC), Movimiento Social (MS) y Protesta Social (PS),28 para posteriormente
fundamentar la decisión de utilizar la denominación MS en nuestro caso de estudio.
Para Norberto Bobbio, Niccola Mateucci y Gianfranco Pasquino, “…comportamientos
colectivos29 y movimientos sociales constituyen intentos fundados en un conjunto de
valores compartidos para redefinir las formas de la acción social e influir en sus
consecuencias. Comportamientos colectivos y movimientos sociales difieren según el
grado y el tipo de cambio que intentan provocar en el sistema y según los valores y el nivel
de integración interna...” (Bobbio, Matteucci y Pasquino, 1991:1015).
Estos autores nos aportan algunas variables a considerar en nuestro análisis: los
valores compartidos, grado y tipo de cambio a producir, y nivel de integración interna. En
numerosas definiciones se destacan estas características y, como veremos a continuación,
los valores –como generadores de identidad- son centrales para las teorías europeas
sobre MS, y la organización para las teorías norteamericanas. A su vez, estas perspectivas
han entrado en debate y éste ha generado nuevos abordajes, en los que profundizaremos
más adelante.
El cambio a producir por las acciones colectivas es un aspecto que ha generado
también una frondosa discusión. Es interesante destacar lo mencionado por José Aranda
Sánchez, sobre la necesidad de reelaborar el tema del cambio social, ante el predominio
del criterio de que únicamente las acciones colectivas que tuvieran como finalidad la
transformación social podrían denominarse MS, y ante el “prejuicio progresista” que impide
analizar a MS que impulsan cambios no hacia la izquierda, como el neofascista o ciertos
populismos transformadores. De ahí que todo un conjunto de acciones no explícitamente
revolucionarias que buscaran cambios limitados, o procesos de cambio social de menor
alcance, quedan al margen de la definición (Aranda Sánchez, 2002). También puede
ocurrir que un MS genere un contra-movimiento. Por ejemplo, movimientos feministas que
plantean el derecho al aborto y movimientos que luchan por el derecho a nacer y el “no a
al aborto”, de modo tal que se puede entender también como MS a aquellas
manifestaciones sociales que plantean la lucha por la preservación del status quo.
La continuidad del movimiento es para muchos autores una característica que
establece diferencias entre los MS y otras formas de AC. Entre ellos, cientistas como
Riechmann y Fernández Buey, plantean que los episodios colectivos como las corrientes
de opinión más o menos laxas y fenómenos como la protesta social espontánea, están
mucho menos estructurados que los MS, y no poseen ni su duración ni las estructuras
comunicativas bastante elaboradas de estos últimos (Riechmann y Fernández Buey,
1994).

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Por su parte, Adrián Scribano (2005)30 realiza la siguiente diferenciación entre AC,
MS y PS: la teoría de la AC es una gran “teoría cobertura”, un “concepto paraguas”, que
incluye toda movilización de grupos interactuando en función de un conflicto, aunque
no posean recursos ni metas. Siempre que hay una AC es porque se está “en contra
de”, movilizándose por algo. En cambio, los MS constituyen formas de acción colectiva que
institucionalizan una acción entre metas, recursos e identidad. Finalmente, la PS
representa toda manifestación, episodio o evento, con diferentes organizaciones internas,
donde se da una red natural de conexión y el conflicto “se pone en la calle” - se liga a la
demanda en el proceso institucional-. Podría decirse que se caracteriza por su
espontaneidad. De todos modos, existe una discusión teórica acerca de la espontaneidad
o militancia. Si bien una protesta puede generar una movilización espontánea, se discute
que, para llegar a ese momento en el que se “hace visible” al resto de la sociedad,
previamente se fue gestando un proceso que, sin ser evidente, hizo posible que el conflicto
desembocara en una protesta social. Es decir, puede haber acción colectiva más allá y
previamente a su materialización a simple vista (Scribano, 2005). Federico Schuster
también hace referencia al proceso previo a la protesta, ya que, si bien afirma que puede
existir el caso en que la acción constituya una auténtica novedad -que no ha surgido de
ningún movimiento conocido ni reconoce antecedente alguno en acciones anteriores de
sus miembros-, destaca que es muy raro encontrar esta categoría de protesta en su forma
pura, ya que siempre hay alguna clase de interacción social antes de una acción de
protesta (Schuster, 2005).
Otra diferenciación entre AC y MS es dada por Jorge Cadena Roa, que denomina AC
a todas aquellas prácticas en las que es posible identificar con mayor o menor precisión a
un cierto sujeto o actor social. Considera que las AC se realizan lejos y a veces sin la
intención de influir en el movimiento histórico de la sociedad, si bien esas acciones pueden
o no responder a sus tensiones estructurales o inducidas. Agrupa en ellas las diversas
formas de resistencia o prácticas de sobrevivencia ante los efectos más destructivos de la
crisis: organización de cooperativas de producción, comercialización y consumo, formación
de cajas de ahorro, ollas colectivas, rebeliones, saqueos y protestas espontáneas. En
general no se dirigen contra un adversario identificado claramente, carecen de interlocutor.
Sus características centrales son la desarticulación, la espontaneidad y la rapidez con que
se desactivan. Transcribimos a continuación la diferenciación que realiza este autor entre
AC y MS que, si bien es algo extensa, merece ser transcripta en su totalidad para dar
cuenta de la caracterización que Cadena Roa establece para ambos conceptos: “…una
acción social se convierte en movimiento social cuando un cierto actor social consciente de
ser diferente a los otros e independiente del Estado y su partido político, se plantea luchar

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a través de las organizaciones que se han constituido para ese efecto, por la obtención de
ciertas demandas mínimas que pueden ir desde el reconocimiento a su organización, la
dotación de servicios, etc. En general su interlocutor es el Estado en todos sus niveles, a
él se plantean las demandas y de él se espera la solución; no propone acciones
destructivas del Estado, sí acaso las reformas necesarias para la mejor atención a sus
demandas. En la medida en que las demandas de los movimientos sociales son
planteadas al Estado, se desarrollan en el ámbito de la política o del sistema político (…).
Los movimientos sociales crean órganos más o menos estables de coordinación y
dirección, sus acciones son relativamente concertadas entre los que participan en ellos, se
plantean problemas de táctica y estrategia en la lucha por ver satisfechas sus demandas.
Tienen una visión más amplia de sus problemas y se plantean la cuestión de la política de
alianzas que articule la lucha del pueblo. Sus demandas no son sólo reacción espontánea
e irracional a tensiones inducidas, es decir, involucran el plano de la orientación del
movimiento histórico de la sociedad por lo que está presente un cierto proyecto alternativo,
a veces declarado, otras sólo implícito…” (Cadena Roa, 1991:41-42).
En referencia a uno de los aspectos mencionados por Cadena Roa, la diferencia
entre movimientos que intentan destruir al Estado y aquellos que sólo demandan reformas,
o entre revolucionarios y reformistas, ha dado lugar a muchos debates sobre la radicalidad
de los movimientos y su relación con el Estado.31
Las diferencias destacadas por los autores seleccionados, nos permiten deducir que
AC es un concepto más amplio que MS. Es decir, es posible identificar un sujeto social,
que presenta una mayor espontaneidad, y menores garantías respecto a: su continuidad,
su nivel de integración interna, su estructura y organización, la construcción de una
identidad, y la planificación de tácticas y estrategias. En palabras de Juan Manuel Ramírez
Saíz: “…El término conducta o acción colectiva es excesivamente amplio (...), el concepto
únicamente excluye, en un extremo, los comportamientos de agregado y, en el otro, las
acciones individuales…” (Ramírez Saíz, 1991:95).
Por su parte, el concepto PS parece estar delimitado a aquellas acciones colectivas
caracterizadas por la espontaneidad, la novedad y la falta de organización y continuidad.
Sin embargo, es interesante la caracterización de la PS realizada en el libro “Tomar la
palabra. Estudios sobre protesta social y acción colectiva en la Argentina contemporánea”.
Sus compiladores, Federico Schuster, Francisco Naishtat, Gabriel Nardacchione y
Sebastián Pereyra (2005) toman la unidad “acción de protesta” como aquella que muestra
un esfuerzo de movilización de recursos único. En este sentido, no importa tanto la
duración de la acción, sino la disposición de una movilización continua e ininterrumpida.32
Federico Schuster -en el artículo que escribió en este libro, bajo el título “Las protestas

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sociales y el estudio de la acción colectiva”- avanza en la diferenciación entre protesta y
MS: “…La noción de protesta social se refiere a los acontecimientos visibles de acción
pública contenciosa de un colectivo, orientados al sostenimiento de una demanda (en
general con referencia directa o indirecta al Estado)…” (Schuster, 2005:56). En este
sentido, la protesta suele reconocerse como la expresión visible de un movimiento.33 La
idea de movimiento, sin embargo, remite a un carácter de continuidad que la protesta no
necesariamente tiene. Para Schuster, un MS incluye: identidad colectiva, organización,
continuidad en el tiempo y extensión en el espacio. La PS no necesariamente posee todas
estas características. “…Una protesta puede perfectamente surgir de la nada, en el sentido
de no ser emergente de un movimiento social constituido previo a ella. Y una protesta
puede derivar en la nada, en la medida en que no se perpetúe en ningún movimiento que
la continúe. Una protesta puede (aunque no requiere) agotarse en sí misma, en su pura
existencia como acción instantánea, sin pasado ni futuro…” (Schuster, 2005:48). Para
Schuster, en términos absolutos, la protesta desafía a la ciencia social en tanto plantea la
potencial ausencia de fundamentación, pero no de explicación. Es interesante en este
sentido la diferenciación que realiza Schuster entre ambos conceptos –fundamentación
y explicación-, vinculados a la caracterización de la “nada”, que remite a la propiedad de
indeterminación: se sabe que algún conjunto de antecedentes debe existir que le dé
sentido, pero nunca cuál.34
Schuster también realiza una diferencia desde la influencia teórica, ya que las teorías
de las protestas, por su parte, tienen su mayor desarrollo en la racionalidad como clave
explicativa, es decir, en la Sociología Política norteamericana heredera de la Teoría de
Elección Racional y sus críticos –Teoría de Movilización de Recursos (TMR), Teoría
de Procesos Políticos-. Por otra parte, las teorías de los MS sitúan el eje del análisis en
la noción de identidad, que ha recibido su mayor impulso de los trabajos de la Sociología
europea.35
A la luz de las discusiones previas, en este trabajo se tomará el concepto de MS para
definir a aquellas asambleas, colectivos y grupos de vecinos autoconvocados que han sido
objeto de estudio. Estos grupos poseen características mencionadas en la definición de
AC, como la identificación de un sujeto o actor social y la existencia de valores
compartidos. Sin embargo, su continuidad en el tiempo, sus grados de organización, el
desarrollo de tácticas y estrategias de lucha, la conformación de una identidad colectiva,
su amplia visión de los problemas y su interacción con el proceso histórico de la sociedad
de la cual forman parte, son algunas de las características que les otorgan una
especificidad más acorde a las definiciones de MS. Asimismo, la protesta será considerada
como parte de sus estrategias de lucha. Es decir, de la clasificación dada por Schuster, se

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adopta aquella donde los agentes de la protesta actual ya integran (en conjunto) un
movimiento:36 “…Esto es, que asume una identidad previa, una cierta organización,
experiencia en la acción colectiva, metas establecidas de modo más o menos claro, etc.
...” (Schuster, 2005:49). Para este autor, la protesta expresa el carácter incompleto de la
representación política, manifiesta lo excluido de la representación formal. Es en sí misma
una ruptura del orden establecido, fuertemente vinculada a los procesos de configuración
subjetiva que tiene una sociedad. Schuster destaca la importancia de la protesta al
afirmar que “…No es solamente una manera de hacer visible un movimiento, sino también
la creación de una novedad, un quiebre, y una ruptura con la serie de interacciones
sociales que teníamos antes de ella...” (Schuster, 2005:51). El autor relaciona estas
características con su impacto en el otorgamiento de una identidad específica a los
miembros de la protesta.37
Más allá de la decisión de utilizar el concepto “Movimiento/s Social/es”, es importante
destacar que el mismo ha sido cargado de diversos contenidos según las diferentes
perspectivas/teorías que lo han abordado, y su uso ha variado según las épocas y los
contextos. Estas variaciones epocales-contextuales y los abordajes teóricos serán
desarrollados a continuación, tanto para MS como para “Conflicto”. Abordaremos,
previamente a ello, la discusión conceptual existente en torno a “Conflicto Social”.

Conflictos social: debate sobre su conceptualización

Si se consulta el diccionario de la Real Academia Española, las definiciones de


Conflicto que se encuentran son: Combate, lucha, pelea; Enfrentamiento armado; Apuro,
situación desgraciada y de difícil salida; Problema, cuestión, materia de discusión;
Coexistencia de tendencias contradictorias en el individuo, capaces de generar angustia y
trastornos neuróticos (desde la Psicología); Momento en que la batalla es más dura y
violenta; En las relaciones laborales, el que enfrenta a representantes de los trabajadores
y a los empresarios (conflicto colectivo).
Los conflictos que se abordarán en este trabajo –los conflictos socioambientales
derivados de la minería a gran escala- son conflictos sociales y políticos, ya que
implican luchas de poder, generalmente asimétricas,38 en torno a recursos naturales
–denominados bienes comunes39 por las organizaciones socioambientales-.
Parafraseando a María Da Gloria Gohn (1997), afirmamos que los movimientos
sociales son expresiones de poder de la sociedad civil, y su existencia,
independientemente del tipo de sus demandas, siempre se desenvuelve en un contexto
de correlación de fuerzas social, siendo, por lo tanto, procesos políticos. Puntualizando así

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en el conflicto social y político (y dejando de lado el conflicto del individuo en el nivel
psicológico), Bobbio, Matteucci y Pasquino afirman que “…Hay acuerdo sobre el hecho de
que el conflicto es una forma de interacción entre individuos, grupos, organizaciones y
colectividades que implican enfrentamientos por el acceso a recursos escasos y su
distribución…” (Bobbio, Mateucci y Pasquino, 1991:298). En cuanto a la caracterización de
lo que denominan recursos escasos, estos autores destacan que éstos se presentan bajo
formas de poder, riqueza y prestigio. También hacen mención al territorio, y consideran
que algunos recursos pueden desearse como fines en sí mismos y otros pueden servir
para mejorar las posiciones en vista de nuevos y probables conflictos.
Es interesante destacar lo antes mencionado para el tema en estudio, ya que los
recursos naturales –o bienes naturales comunes- pueden ser considerados recursos
escasos cuya distribución genera conflictos de intereses y poder, y alrededor de los cuales
coexisten diferentes lenguajes de valoración. Sobre estos aspectos avanza el
economista catalán Joan Martínez Alier (2004), que denomina a estos conflictos
“conflictos ecológicos distributivos”, y a los movimientos sociales que surgen de éstos
“ecologismo popular” o “ecologismo de los pobres”, perspectiva que será abordada
posteriormente en este trabajo. Asimismo, veremos también en el Capítulo 5, cómo las
luchas populares de carácter socioambiental en Argentina y en Latinoamérica, tienen un
fuerte anclaje territorial.
Continuando la discusión sobre la definición de “conflicto”, también se caracteriza
como “…una situación en la que coexisten, entre personas y/o grupos, algunos fines,
intereses, valores, deseos, etc., incompatibles o, al menos, la percepción de la
incompatibilidad por parte de esas personas y/o grupos. Es decir que las acciones llevadas
adelantes por una o más de las partes para satisfacer sus objetivos obstaculizan y/o
impiden el logro de la/s otra/s parte/s…” (Brawer y Scheinfeld, 2005:2). En esta definición,
aparecen dos conceptos centrales también en la discusión sobre conflictos
socioambientales. Ellos son valores y percepción.
También la definición dada por Pedro L. Cadarso, aporta conceptos interesantes a
ser abordados, compartiendo con las definiciones precedentes la mención de valores
como variable a considerar. Según este autor, el conflicto social es “…un proceso de
interacción contenciosa entre actores sociales que comparten orientaciones cognitivas,
movilizados con diversos grados de organización y que actúan colectivamente de
acuerdo con expectativas de mejora, de defensa de la situación preexistente o
proponiendo un contraproyecto social...” (Cadarso, 2001:12). Cadarso profundiza también
en la definición de los conceptos que utiliza. Entre ellos, proceso hace mención a su
inscripción en una sucesión lógico-causal de hechos históricos de la que forma parte.

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Interacción contenciosa se refiere a que este proceso debe caracterizarse por la lucha
abierta, entre grupos sociales opuestos. Este autor afirma que esta confrontación tendrá
un nivel ideológico-cultural, caracterizado por la valoración que se haga de la situación
preexistente y de las expectativas de cada grupo, y otro nivel de acción social, concretado
en los repertorios tácticos empleados, en las formas de acción colectiva, y en la tipología
general de los conflictos sociales. En cuanto a “movilización”, implica que los actos y las
críticas deben ser conscientes mentalmente, racionales en términos estratégicos y
coordinados socialmente. Y alude también al grado de compromiso de los actores sociales
con el movimiento social: cuadros dirigentes, militantes, grupos de apoyo, simpatizantes,
etc.; y a las estructuras de movilización de recursos que emplee el grupo. Por otra parte,
orientaciones cognitivas, se refiere a que el grupo ha de compartir ideas y objetivos, una
similar valoración de la situación y unas expectativas asimilables, sean conceptualizadas
como ideologías, cultura o marcos interpretativos. “…También hace referencia a las
llamadas identidades colectivas, esto es, al autorreconocimiento como grupo y a la
existencia de lazos de sociabilidad y solidarios en su seno…” (Cadarso, 2001:14). Con
organización, alude al grado de institucionalización de las entidades que gestionan la
movilización, a los tipos concretos de movimientos sociales organizados (partidos políticos,
sindicatos, organizaciones de bases, grupos de presión, etc.), a su funcionamiento interno,
y al liderazgo que se establezca en su seno. Por último, los objetivos involucran tanto la
dimensión táctica como su relación con procesos sociales más amplios.
Estas variables serán retomadas a lo largo de este trabajo. En cuanto a la última –
objetivos-, como veremos más adelante, la relación de los movimientos socioambientales
con procesos sociales más amplios, es una de las características más sobresalientes de
este tipo de organizaciones.
Por otra parte, otro aspecto a destacar que Cadarso menciona es que, si bien a nivel
general el conflicto social se gesta y se desarrolla constreñido y condicionado por las
estructuras del sistema social en el que se produce, también es él mismo un factor de
cambio estructural. En este sentido, tanto Cadarso como Bobbio, Mateucci y Pasquino,
reconocen la importancia de las condiciones específicas de la sociedad en la que el
conflicto se desarrolla para la caracterización del mismo. Estos últimos, afirman que es
posible comprender y analizar los objetivos de los conflictos sólo gracias a una
profundización en el conocimiento de la sociedad concreta en la que surgen y se
manifiestan los diversos conflictos. Pero consideran importante no sólo la identificación y
descripción del sistema social en el que se gesta el conflicto, sino también los diferentes
aspectos de los diversos tipos de conflictos: dimensión –número de participantes-,
intensidad –grado de compromiso de los participantes- y objetivos. Por su parte, Cadarso

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enfatiza la importancia de una perspectiva general de cualquier proceso social, es decir, la
atención de otros procesos con los que se relaciona y los marcos estructurales de los que
forma parte.
Respecto a esta interacción entre el marco estructural, el conflicto y los movimientos
sociales -que para nuestro caso será abordada en los Capítulos 5 y 6- podemos adelantar
como ejemplo, la mutua influencia entre el sistema institucional de gobierno, el marco legal
vigente,40 y las organizaciones socioambientales. Es decir, la apertura a las inversiones
extranjeras en minería que se dio durante los años `90 en Argentina – principalmente a
partir de la sanción de legislación específica en la materia-41 tuvo su correlato en el
surgimiento de movilizaciones y organizaciones socioambientales en la década siguiente.
A su vez, las acciones llevadas adelante por estos grupos socioambientales que se
opusieron a determinados proyectos mineros, presionaron sobre las decisiones a nivel
gubernamental –provincial y municipal- y favorecieron la sanción de legislación que limita
y/o prohíbe la actividad minera, introduciendo así cambios en materia legal e institucional.
En este sentido, Adrián Scribano (2005), afirma que el conflicto expresa una
ausencia –pasado-, muestra síntomas –presente- y da mensajes –futuro-. Es decir, el
conflicto pasa a una acción colectiva y puede desembocar o no en movimientos, que a su
vez pueden producir cambios en el sistema que les dio origen.
En relación al conflicto y su intervención en el cambio social, otro aspecto muy
discutido es el sentido positivo o negativo que se le da al conflicto social como factor de
cambio. Hay sobre este tema posiciones diversas. En un extremo, quienes consideran a
todo conflicto como una perturbación, partiendo de la premisa de que el estado normal de
una sociedad es la relación armónica entre sus partes. Según Bobbio, Mateucci y
Pasquino (1991), quienes defienden esta perspectiva –Herbert Spencer, Vilfredo Pareto,
Émile Durkheim, Talcott Parsons- consideran que las causas del conflicto son meta-
sociales, y por lo tanto han de detectarse fuera de la misma sociedad, siendo el conflicto
algo malo, que se ha de reprimir y suprimir, es decir, una patología social. En el otro
extremo se encuentran aquellos autores –Karl Marx, Georges Sorel, John Stuart Mill,
Georg Simmel, Ralf Dahrendorf y Alain Touraine-42 para quienes el conflicto es vitalidad.
Es decir, “…que cualquier grupo o sistema social se ve surcado continuamente por
conflictos, ya que en ninguna sociedad la armonía o el equilibrio son estados normales. Al
contrario, son precisamente la desarmonía y el desequilibrio los que constituyen la norma,
y está bien que así sea. A través del conflicto surgen cambios y se manifiestan mejoras…”
(Bobbio, Mateucci y Pasquino, 1991:300). En la posición intermedia, estos autores
identifican a los investigadores que adhieren a la metodología funcionalista, que considera
al conflicto como producto sistemático de las estructuras sociales, una disfuncionalidad del

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sistema. Entre ellos se encuentra, por ejemplo, Robert Merton.43
Es importante destacar que estas diferentes perspectivas sobre el carácter positivo o
negativo de los conflictos y movimientos sociales ha variado también a través la historia,
relacionadas al surgimiento de diferentes conflictos y movimientos sociales y a las teorías
que intentaron explicarlos.
A continuación, realizaremos un repaso del devenir histórico de estos conceptos, es
decir, de las variaciones epocales y contextuales a las que hemos hecho referencia
previamente.

Conflicto y Movimiento Social: variaciones epocales y contextuales. Algunas


especificaciones teóricas sobre el concepto de movimiento social

Cuando realizamos un recorrido histórico en torno a la conceptualización del


Conflicto, podemos establecer una relación entre los dos extremos identificados por
Bobbio, Mateucci y Pasquino –quienes ven el conflicto como patología social y quienes lo
ven como vitalidad-, y la caracterización de los conflictos a través de la historia.
A fin de profundizar en el devenir histórico del concepto, seguiremos una vez más las
apreciaciones de Pedro L. Cadarso. Este autor afirma que “…hasta las revoluciones
burguesas o liberales y la entrada en escena de la historiografía que trataba de justificar
sus proyectos revolucionarios, el conflicto es interpretado siempre en términos de
catástrofe social y criminalizado en términos morales...” (Cadarso, 2001:5). También
destaca que la protesta colectiva fue siempre considerada un delito penal hasta los
regímenes liberales.
Cadarso relaciona esta concepción de conflicto con la interpretación del orden social
que se tenía desde la Edad Media: la realidad como inmutable, donde la rebelión contra el
orden establecido era una destrucción inútil y como tal valorada siempre en términos de
catástrofe. Este autor identifica un pequeño cambio de perspectiva en los últimos siglos de
la Edad Media, relacionado con la crisis de todo el entramado intelectual, político y
socioeconómico, y la consecuente aparición de planteamientos ideológicos y actitudes
sociales en cuyo entorno se gestaron una sucesión de revueltas populares.44 Sin
embargo, afirma que “…Europa comenzó a convivir con las revueltas sociales, pero eso
no significó que se racionalizasen y, en consecuencia, que surgiese un nuevo concepto de
conflicto social…” (Cadarso, 2001:7). Menciona que para los teóricos del Absolutismo y el
Renacimiento el conflicto empezaba ya a ser algo comprensible, pero no las revueltas
populares, que siguen criminalizadas. Las rebeliones son abordadas desde un punto de
vista funcional -los mecanismos que podían adoptarse desde el poder político para

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impedirlas-, permaneciendo una “…interpretación elitista de los movimientos sociales,
justificables en determinados casos, pero nunca cuando su protagonistas eran las masas
plebeyas...” (Cadarso, 2001:7).
Es en la Ilustración donde Cadarso encuentra interpretaciones menos moralizantes
del conflicto social, relacionándolo con la idea de progreso. Según este autor, son las
ideologías decimonónicas (Marxismo, Liberalismo, etc.) las que convirtieron al conflicto
social, en un punto de referencia básico para explicar su concepción de la Historia de la
Humanidad, “…entendida como una sucesión de estadios en continuo progreso, de
culturas en contacto y conflicto y pueblos en lucha…” (Cadarso, 2001:8). Si bien se
valorizaron determinadas formas de conflicto y de rebeldía como factores de progreso
social, permaneció, sin embargo, la concepción elitista del conflicto, ya que sólo eran
significativas las revueltas con objetivos políticos y protagonizadas por grupos con
ideologías formalizadas. Pero se comenzó también a prestar atención a los conflictos
populares, sobre todo gracias al Marxismo y al interés por la cultura popular visible para
determinados grupos conservadores. Esta denominación, “popular” será retomada para
el caso argentino y para América Latina, ya que “movimientos populares”, “cultura
popular”, “construcción de poder popular”, entre otras, son concepciones adoptadas por
gran parte de las organizaciones de base existentes.
Finalmente, Cadarso hace referencia a otros enfoques, desde finales del siglo XIX,
influenciados por la Psicología –y el Psicoanálisis-, como la Teoría del Contagio
Emocional, el Estudio del Comportamiento de las Masas, y la posterior Teoría de la
Privación Relativa. También la Psicología Conductista, el Funcionalismo, el Marxismo, y
la Historia económico-social aportaron posteriormente al conocimiento del comportamiento
colectivo. Es decir, además de la Psicología, nuevas Ciencias Sociales –como las Ciencias
Políticas, la Sociología y la Antropología- generaron enfoques más conceptualizados que
los usuales en la Historia y ampliaron la gama de hechos sociales considerables como
formas de conflicto. Dentro de las novedades que Cadarso considera que fueron
introducidas, son interesantes de destacar para el tema investigado las siguientes: no sólo
fueron considerados como conflictos sociales los movimientos de masas, sino cualquier
forma de oposición o de enfrentamiento, incluidas las actitudes individuales, los que se
desarrollan en la esfera de las relaciones privadas, y cualquier forma de resistencia
pasiva, oposición política, etc. Asimismo, se consideró que el conflicto no sólo propicia el
cambio, sino que fortalece y regula el orden establecido. Además de los factores
económicos, sociales, políticos e ideológicos, se tornaron importantes los psicológicos y
los culturales.
Finalmente, fueron los Nuevos Movimientos Sociales (NMS) –como el pacifista y el

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ecologista- los que, según Cadarso, produjeron el incentivo intelectual para la última gran
mutación, fraguada a finales de 1960, ante la insuficiencia explicativa del Funcionalismo y
el Marxismo. Principalmente, las llamadas Teorías racionalistas, en Estados Unidos
(Movilización de Recursos y Oportunidades Políticas, vinculadas al Conductismo), y la
Teoría de las Identidades Colectivas, en Europa occidental, en los ´80 (y su hincapié en
la cultura, las formas de sociabilidad, el nivel emotivo vivencial, como marcos
interpretativos -frame análisis-, influenciada por la Psicología Constructivista).
Vemos así que en parte Cadarso identifica las diferentes perspectivas sobre el
conflicto social con el surgimiento de determinados movimientos sociales, al afirmar que
los NMS generaron cambios en la manera de pensar el conflicto. Desarrollaremos
entonces las diferentes teorías que han abordado los MS, dentro de las que se encuentra
la ya mencionada NMS –que incluye a los movimientos ecologistas-.45
Acompañaremos a las teorías sobre MS con una mayor especificación del concepto
MS, ya que éste ha sido utilizado para definir diversas manifestaciones de la sociedad, y
esto ha contribuido a generar confusión e imprecisión en torno al mismo. Como afirma
Laura P. Romero, “…el concepto está pobremente definido y en la mayoría de los casos
un mismo autor maneja diferentes acepciones…” (Romero, 1991:53). Es por ello que
Romero considera que una teoría de los movimientos sociales regionales requiere de una
acumulación de conocimientos, en la que la teoría se confronte con la práctica de
investigación, afinando los métodos y técnicas, y construyendo y reconstruyendo
conceptos y categorías.
Si bien son los MS analizados quienes contribuyen a definir el concepto, a la hora de
realizar la investigación es necesario repensar estos sujetos sociales desde las diferentes
teorías existentes, a fin de analizar su pertinencia o no según la naturaleza del caso en
estudio.
Para avanzar en estas cuestiones en primer lugar tomaremos la definición de la Real
Academia Española, que define “movimiento” como una alteración, inquietud o conmoción;
primera manifestación de un afecto, pasión o sentimiento, como celos, risa, ira, etc. En
cuanto a lo “social”, se define como perteneciente o relativo a la sociedad o a las
contiendas entre una y otras clases,46 entendiendo como sociedad a la reunión mayor o
menor de personas, familias, pueblos o naciones; agrupación natural o pactada de
personas, que constituyen una unidad distinta de cada cual de sus individuos, con el fin de
cumplir, mediante la mutua cooperación, todos o algunos de los fines de la vida.
Por su parte, Jorge Riechmann y Francisco Fernández Buey definen MS como “…un
agente colectivo que interviene en el proceso de transformación social (promoviendo
cambios, u oponiéndose a ellos)…” (Riechmann y Fernández Buey, 1994:47). Estos

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autores parten de una definición más precisa, dada por Joachim Raschke: “…movimiento
social es un agente colectivo movilizador, que persigue el objetivo de provocar, impedir o
anular un cambio social fundamental, obrando para ello con cierta continuidad, un alto
nivel de integración simbólica y un nivel bajo de especificación de roles, así como formas
de acción y organización variables…” (Raschke, 1985:77).47 Estos autores agregan que el
término movimiento social se generalizó después de la Revolución Francesa de 1789, y
mucho más después de las revoluciones europeas de 1848. Se aplicó sobre todo al
movimiento obrero, pese a que casi simultáneamente con él estaba surgiendo (primero
en EEUU y algo después en Europa) un importante movimiento feminista. Riechmann y
Fernández Buey consideran al movimiento obrero como el movimiento por antonomasia
del siglo XIX, que inspiró una idea de movimiento social como manifestación consciente de
la acción colectiva de grupo, que transgredía los límites institucionales impuestos por un
sistema social y que, además, buscaba un cambio sustancial del mismo. En la
caracterización de estos autores aparecen elementos ya mencionados en otras
definiciones dadas previamente, como la manifestación consciente, y la búsqueda de un
cambio en el sistema social.
Riechmann y Fernández Buey también hacen mención a la historicidad de los MS, al
afirmar que los diferentes tipos de movimientos sociales se basan en condiciones sociales
e históricas específicas, por lo que no existiría ningún prototipo ahistórico de MS. En
cuanto a la temporalidad de los MS, estos autores consideran que los MS tienen un
comienzo y un final, ya que su constitutiva inestabilidad hace que su continuidad sea
problemática, oscilando entre el peligro de disolución y la institucionalización, y una tercera
posibilidad, que es la transformación en otro MS. Asimismo, los MS pueden entrar en
“largas fases de latencia” y reavivarse después. Coinciden con Joachim Raschke en
referirse prudentemente al carácter coyuntural y no al carácter cíclico de los MS
(Riechmann y Fernandez Buey, 1994).
Para María Da Gloria Gohn, los MS son acciones sociopolíticas construidas por
actores sociales colectivos, pertenecientes a diferentes clases sociales, articuladas en
ciertos escenarios de coyuntura socioeconómica y política de un país, creando un campo
político de fuerza social en la sociedad civil. Las acciones se construyen a partir de
repertorios creados sobre temas y problemas en conflictos, litigios y disputas vividas por el
grupo en la sociedad. Las acciones desarrollan un proceso social y político cultural que
crea una identidad colectiva para el movimiento, a partir de los intereses en común. Esta
identidad es amalgamada por el principio de la solidaridad y construida a partir de valores
culturales y politicos compartidos por el grupo, en espacios colectivos no
institucionalizados. Generan innovaciones en las esferas públicas (estatal y no estatal) y

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privada. Participan del cambio social histórico de un país (Gohn, 1997).
Por su parte, Victor G. Muro y Manuel Canto Chac, definen MS como “…un
fenómeno de acción colectiva, relativamente permanente, que al constituir espacios
propios pasa a tener un sentimiento excluyente, que elabora su proyecto en función de sus
actores específicos y, en consecuencia, no se trata de proyectos globalizantes para toda la
sociedad; aunque estos proyectos tienden a transgredir la normatividad, interpelan el
orden establecido, no obstante frecuentemente incorporan elementos tradicionales: en
algunos casos aparecen con un planteamiento antiestatal, aunque la particularización de
esta característica haría tal vez más propio referirlo como no-estatal; la naturaleza de sus
demandas parece estar mucho más ligada a la vida cotidiana, lo que no obsta para que en
la búsqueda de resolución de tales demandas aparezcan elementos de carácter utópico;
suelen presentar formas organizativas bastante simples, junto con lo cual se puede
constatar la presencia de solidaridades fuertes que cohesionan a los movimientos más allá
de su éxito o derrota, lo cual a su vez parece ir conformando una actitud…” (Muro y Canto
Chac, 1991:11).
Las definiciones antes mencionadas, y en especial las dos últimas, agregan algunas
características a las ya mencionadas para los MS en la diferenciación previamente
desarrollada entre éstos, AC y PS: integración simbólica, baja especificación de roles,
conformación de un espacio propio, planteamientos antiestatales, manifestaciones
conscientes, demandas ligadas a la vida cotidiana y con elementos que pueden ser
considerados de carácter utópico, formas organizativas simples y solidaridades fuertes,
entre otras. La propia definición nos lleva a pensar el movimiento social como fundante de
vínculos sociales y potenciador de la conformación de una identidad colectiva. Veremos
también que este último concepto, “colectivo”, estará presente en el discurso de las
organizaciones objeto de estudio.
Ahora bien, con más detalles sobre el contenido del concepto MS, profundizaremos
en algunas de las características priorizadas por diferentes teorías de MS. Actualmente, se
plantea la necesidad de una combinación de las mismas y, desde la perspectiva
latinoamericana, la búsqueda de un análisis más regional, que retome ciertos aspectos de
las perspectivas existentes –como las norteamericanas y europeas-, pero que considere
las especificidades del contexto latinoamericano.
Como ya fue comentado, existen diferentes líneas de abordaje de los movimientos
sociales. Podremos observar también la similitud existente entre las maneras de pensar el
conflicto y los intentos por explicar los MS que fueron surgiendo en diferentes momentos
de la historia.
Entre las denominadas Teorías Clásicas, Bobbio, Mateucci y Pasquino diferencian

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dos “filones de la reflexión de los clásicos”. Por un lado, los que, como Gustave Le Bon,
Gabriel Tarde y José Ortega y Gasset, se preocuparon por la irrupción de las masas en la
escena política y vieron en el comportamiento colectivo, de la multitud, una manifestación
de irracionalidad, de ruptura peligrosa del orden existente. Por otro, quienes como Karl
Marx, Émile Durkheim y Max Weber, ven a los movimientos colectivos como una
modalidad de acción social. Bobbio, Mateucci y Pasquino consideran que en todos estos
abordajes y en los que les siguen, están presentes algunos motivos comunes de análisis
de los comportamientos colectivos y de los MS: la acentuación de la existencia de una
tensión en la sociedad, la individuación de un cambio, la observación del paso de un
estadio de integración a otro a través de las transformaciones sea como fuere inducidas
por los comportamientos colectivos. Sin embargo, destacan la importancia diferencial
atribuida a los componentes psicológicos, a los aspectos microsociales respecto de los
macrosociales y al papel de los actores dentro de la dinámica del sistema (Bobbio,
Matteucci, y Pasquino, 1991).
Como ya hemos comentado en reiteradas oportunidades, existe una relación directa
entre los MS y las teorías que los abordan. “…El impacto causado por los movimientos
sociales está en la raíz del nacimiento de las ciencias sociales (empezando por la
Economía Política y la Sociología) y sus fases de expansión han motivado ciclos de
atención por parte de las mismas…” (Riechmann y Fernández Buey, 1994:15-16). Estos
autores se refieren a las principales fases del desarrollo del movimiento obrero
decimonónico –la primera en los decenios de 1830-1840, la segunda en los de 1880-
1890-, a las que relacionan con los primeros intentos de teorización de los MS por parte de
los “padres fundadores” de la Sociología como Karl Marx, Max Weber y Emile Durkheim, y
con los ensayos de Psicología de Masas de Gabriel de Tarde, Gustavo Le Bon o Sigmund
Freud. Aquí vemos que los autores mencionados coinciden –excepto Ortega y Gasset y
Sigmund Freud- con los mencionados por Bobbio, Mateucci y Pasquino.
Por su parte, Maria Da Glória Gohn, destacando que existe cierto consenso en
considerar el periodo de abordaje clásico como el que predominó hasta los años `60, y que
no fue homogéneo, diferencia cinco grandes líneas dentro del abordaje clásico, cuyas
características en común son: el núcleo articulador de los análisis es la teoría de la acción
social, y la búsqueda de comprensión de los comportamientos colectivos, analizados
desde un enfoque sociopsicológico; el énfasis en la acción institucional, contrapuesta a la
no-institucional; y la acción no-institucional entendida como quiebre del orden vigente.
“…Estos procesos ocurrirían antes de que los órganos de control social, o de integración
normativa adecuada actuasen, restaurando el antiguo orden o creando uno nuevo, que
absorbería los reclamos contenidos en las agitaciones colectivas. Durante todo el proceso,

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lo que se observaba eran tensiones, descontentos, frustraciones y agresiones de los
individuos que participaban de las acciones colectivas…” (Cohen y Arato, 1992).48
Gohn considera que los autores clásicos –que se iniciaron con los estudios de Robert
Park y sus colegas de la “Escuela de Chicago”, en los trabajos de la Escuela del
Interaccionismo Simbólico de Herbert Blumer y Georg Simmel- analizaron los
movimientos en términos de ciclos evolutivos, donde el surgimiento, crecimiento y
propagación ocurrían por intermedio de un proceso de comunicación. La adhesión a los
movimientos serían respuestas ciegas e irracionales de individuos desorientados por el
proceso de cambio que la sociedad industrial generaba. Para el abordaje tradicional
norteamericano, los comportamientos colectivos eran fruto de tensiones sociales, y hubo
un énfasis en el abordaje sociopsicológico. Gohn retoma así el planteo de Cohen y
Arato sobre la concepción de democracia elitista y pluralista,
donde toda acción colectiva extra-institucional, motivada por fuertes creencias
ideológicas, parecía ser antidemocrática y amenazadora para el consenso que debía
existir en la sociedad civil (Gohn, 1997).
Dentro de las cinco líneas identificadas por Gohn, la primera es la conformada por la
Escuela de Chicago (W.I Thomas, Robert Park, George H. Mead, Everett C. Hughes y
Herbert Blumer, entre otros) y algunos interaccionistas simbólicos de inicios del siglo
XX. Destaca dentro de esta corriente a lo que considera la primera teoría sobre MS: el
trabajo de Herbert Blumer. Desde esta corriente, los movimientos sociales son vistos como
reacciones psicológicas a las estructuras de privaciones socio- económicas. Se destacan
los procesos interaccionistas, especialmente aquellos con participación creativa de los
individuos. El cambio social pasaba por la perspectiva de la reforma social, y los agentes
básicos de este proceso eran los líderes bien formados, portadores de un conocimiento
científico útil. La educación y la creación de instituciones son así la base de esta corriente,
en la medida en que tornarían posibles la autodirección del pueblo y su cooperación.49 Se
busca transformar el conflicto en instituciones sociales por medio del encauzamiento de las
demandas en cuestión. Para Blumer los MS eran emprendimientos colectivos para
establecer un nuevo orden de vida.50 La idea de progreso estaba en el centro de sus
atenciones, los movimientos eran un problema social, un factor de disfunción del orden.
Por otra parte, se encuentran las Teorías de la Sociedad de Masas, desarrolladas
durante los años `40 y `50, por Eric Fromm, Eric Hoffer y William Kornhauser, quienes
combinaron las formulaciones de Le Bon con imágenes de la masificación y el horror del
fascismo.51
El Abordaje Socio-político de Seymour Lipset y Rudolf Haberle52 es la tercera
corriente identificada por Gohn. En el contexto de los años ´50, con la coyuntura

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política internacional de la Guerra Fría y el surgimiento de movimientos con fuertes
connotaciones ideológicas, la discusión se resumía en la desarticulación de la sociedad
desorientada por las innovaciones de la industria o por el comportamiento colectivo de las
masas. Reforma o revolución era un tema en la agenda de los pensadores de la época.
Estas teorías son retomadas en los `80 por Rick Fantasia, Scott MacNall y Sidney Tarrow,
en lo que concierne a comprender el comportamiento político de las redes de movimientos
sociales.
La cuarta corriente, el comportamiento colectivo bajo la óptica del Funcionalismo –
Talcott Parsons, Rulph Turner, Lewis Killian y Neil Smelser-, ve a los MS como
comportamientos colectivos originados en periodos de inquietud social, incerteza, impulsos
reprimidos, acciones frustradas, mal-estar, desconformidad, es decir, en sociedades en
procesos de cambio, desorganizadas. Las ideas durkhenianas de anomia social
permeaban los análisis. Turner y Killian definen al movimiento social como la acción de
una colectividad para promover un cambio o resistir a él en la sociedad o grupo del cual
forma parte. La continuidad es un elemento clave para ellos, y consideran que un
movimiento social no puede continuar como tal indefinidamente. El movimiento social es
por definición dinámico. Todos los MS pueden llegar a tener un carácter institucionalizado.
Esto será retomado por el Paradigma norteamericano en los años `90, para distinguir al
movimiento de otras acciones colectivas. Smelser considera que los comportamientos
colectivos son esfuerzos colectivos por modificar normas y valores, es decir,
comportamientos no-institucionalizados.
La quinta corriente, las Teorías Organizacionales-comportamentalistas, donde
autores como Philiph Selzinick, Joseph Gusfield y Sheldon Messinger abrieron camino
para la teoría norteamericana de la Movilización de Recursos, siendo retomada en parte
por Mayer Zald y John Mc Carthy.
Volviendo a la relación entre los acontecimientos históricos y la teoría, Riechmann y
Fernández Buey relacionan las luchas de clases en el período de entreguerras y el
desarrollo de los movimientos bolcheviques y fascistas, con la formulación de enfoques
como el Interaccionismo Simbólico de Herbert Blumer y de la Teoría Funcionalista
Estructural de Talcott Parsons. Estos autores también identifican en estas teorías el
enfoque ya abordado de los MS como formas espontáneas e irracionales de acción
colectiva que amenazan la estabilidad institucional establecida. Por eso consideran que los
movimientos estudiantiles de los años `60 y los NMS provocaron una crisis de los
modelos explicativos existentes hasta ese momento – coincidiendo así con lo planteado
por Cadarso-. El Interaccionismo Simbólico y la Teoría Funcionalista Estructural pueden
considerarse, según Riechmann y Fernández Buey, partes compatibles de un único

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enfoque: el del Comportamiento Colectivo.53
Pero ni esta perspectiva, ni el enfoque marxista fueron suficientes para explicar los
MS del ´68. Los enfoques marxistas presentaban dificultades para explicar MS cuyos
integrantes excedían el concepto de clase. “…Todo actor pertenece a una clase social.
Pero los actores muchas veces se envuelven en frentes de lucha que no se relacionan,
prioritariamente, con problemáticas de clase social, como las cuestiones de género,
étnicas, ecológicas, etc. O sea, gran parte de los ejes temáticos básicos de los
movimientos sociales contemporáneos no aduce al conflicto de clase sino a conflictos
entre actores de la sociedad...”54 (Gohn, 1997:249). Por su parte, las teorías del
comportamiento colectivo no eran suficientes para explicar conductas agregadas que no
se pudieran clasificar como de masas, ni como disfuncionales e irracionales.
Gran parte de la producción de estudios específicos sobre MS hasta los años `60, se
concentró en el estudio del movimiento operario y las luchas sindicales. Otros estudios
hacían referencia a disturbios populares, analizados de forma conservadora, como la de
Le Bon u Ortega y Gasset. A partir de los años `60, en varias regiones académicas del
mundo occidental, el estudio de los MS ganó espacio, densidad y status de objeto
científico de análisis y mereció varias teorías, porque los MS ganaron visibilidad en la
propia sociedad como fenómenos históricos concretos. Nuevas modalidades de
movimientos sociales, como el de derechos civiles en EEUU, el de estudiantes en varios
países europeos, el de mujeres, el de la paz, contra la Guerra de Vietnam, entre otros,
contribuyeron a que nuevas miradas se lanzaran sobre la problemática. Hubo también
desarrollo de teorías sobre lo social, y las teorías sobre AC construyeron una nueva teoría
sobre la sociedad civil. Simultáneamente el Estado, objeto central de investigación de un
gran grupo de cientistas sociales, pasó a ser deslegitimado, criticado, y con la
globalización, perdió su importancia como regulador de fronteras nacionales, controles
sociales, etc. Hubo un traspaso del interés para la sociedad civil, y en ésta los MS fueron
las acciones sociales por excelencia (Gohn, 1997). En relación a este aspecto, en el
Capítulo 5 puede verse como, en Argentina, a partir de la crisis del 2001, y ante el
retroceso del Estado como garante de las necesidades de la población, comienzan a
formarse nuevos espacios de participación y gestión asamblearia, cuya modalidad de toma
de decisiones es similar a la adoptada por la mayor parte de los movimientos
socioambientales actuales. Asimismo, desde el conflicto en torno a la minería, el rol del
Estado como ente de control de la actividad es duramente cuestionado por las
organizaciones sociales que se oponen a esta actividad.
Es así como, durante la década de los ´60, fueron surgiendo nuevos abordajes
teóricos de los MS, en respuesta a la falta de capacidad de las teorías existentes para

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explicar los movimientos emergentes. Desde las teorías contemporáneas, la de la TMR,
rechazó el énfasis que el paradigma tradicional daba a los sentimientos y resentimientos
de los grupos colectivos, y el enfoque psicosocial de los clásicos, centrados en las
condiciones de privación material y cultural de los individuos. María Da Gloria Gohn
coincide con Riechmann y Fernández Buey, en cuanto a la fragilidad del paradigma
tradicional para explicar los movimientos sociales de la década del `60 –vinculados a la
defensa de los derechos civiles, al feminismo, contra la Guerra de Vietnam, etc.- que
contaban también con la participación de militantes de la clase media, llevando a la
formulación de la TMR. Para sus creadores, las tensiones estructurales, privaciones,
sentimientos, descontentos y quiebre de normas, todos de origen personal, eran
insuficientes para explicar estos nuevos movimientos, y las acciones colectivas fueron
encuadradas en explicaciones de comportamiento de tipo organizacional (Gohn, 1997).
Además de los ya mencionados Zald y Mc Carthy, Gusfield y Oberschall, otros
autores, como Mancur Olson y Charles Tilly –este último, desde una perspectiva más
histórica- son algunos de los que contribuyeron desde la TMR al cambio del paradigma
tradicional. Según esta teoría, los MS son abordados como grupos de intereses,
organizaciones analizadas desde la óptica de la burocracia de una institución, desde
categorías económicas. Toma en cuenta los recursos –humanos, financieros y de
infraestructura- que viabilizan el surgimiento de un MS y destaca que los actores actúan
racionalmente, según cálculos de costos y beneficios.55
Según Gohn (1997), en la TMR los MS no son vistos de forma diferente de los
partidos, lobbies y grupos de intereses como en el paradigma clásico, sino que disputan
el público consumidor, adeptos o las fuentes de recursos financieros y las oportunidades,
en un mismo campo. La base del modelo es la teoría del utilitarismo. Se sustenta en las
Teorías de la Organización (de Mancur Olson), y de la Elección Racional, y toma
aportes del Funcionalismo.
La idea principal de esta teoría es que sólo la esperanza de conseguir beneficios
privados motiva la participación política de los individuos, es decir, la acción está orientada
estratégicamente. El modelo de Elección Racional resulta eficaz para explicar por qué la
mayoría de la gente no participa en grupos que representen sus intereses, pero tropieza
con la cuestión básica de por qué una pequeña minoría sí lo hace. El modelo explica la
participación en función de una definición estrecha de racionalidad, centrada en
recompensas económicas u otros incentivos selectivos. La noción de altruismo o de
ganancia social colectiva no puede admitirse en el modelo. Sin embargo, los motivos
declarados en la mayoría de los NMS atañen a bienes colectivos –protección de la calidad
ambiental, mejora en la condición de las mujeres, disminución de la conflictividad

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internacional-, contradiciendo directamente la lógica de elección racional y acción egoísta.
Las protestas de los NMS rara vez generan ganancias personales inmediatas para los
participantes (en lo referente a modelos de elección racional): pocos ecologistas o
pacifistas pueden identificar los beneficios privados que cosecharán por sus esfuerzos,
aunque los costes son fácilmente reconocibles. Además, la investigación empírica muestra
que los objetivos ideológicos y colectivos pesan más que los cálculos egoístas para
motivar a los individuos a que participen en grupos ambientalistas, protestas
antinucleares y otras formas de acción colectiva (Dalton y Kuchler, 1990).56
Por otra parte, en la TMR, el análisis parte de las organizaciones, no de los
individuos. No se pregunta por qué los individuos se suman a los MS, ni si su
comportamiento es racional o irracional, sino que mas bien analiza la eficacia con la que
los movimientos emplean los recursos de que disponen (activistas, dinero, conocimientos,
etc.) para alcanzar sus objetivos. Se da por sentado que la insatisfacción individual y los
conflictos sociales existen en todas las sociedades, y que por tanto los MS no dependen
de la existencia de ese potencial, sino de la creación de organizaciones capaces de
movilizarlo (Riechmann y Fernández Buey, 1994).
Esta teoría es criticada por diversos aspectos, además de los ya mencionados. Entre
ellos, su exclusión de los valores, normas, ideologías, proyectos, cultura e identidad de los
grupos sociales estudiados, la falta de diferenciación entre acción institucional y no
institucional, la presunción de una sociedad abierta, y la inadecuación para aplicar esta
teoría a otros movimientos en otros periodos históricos. Gohn concluye: “…las lagunas
principales de la TMR están en la ausencia de un análisis del contexto social y político; en
el desconocimiento de las políticas públicas y del papel del Estado en la sociedad en
general y junto a los movimientos sociales en particular; en el hecho de ignorar el carácter
de la lucha de los actores, así como las experiencias de luchas sociales anteriores vividas
por ellos; y en la omisión del papel de la cultura en las acciones colectivas en general, y en
los movimientos en particular…” (Gohn, 1997:60).57
Entre las teorías emergentes para dar las respuestas que no podía dar la TMR, los
primeros intentos de explicar las rebeliones estudiantiles de los ´60 se inspiraron en las
teorías existentes sobre comportamiento colectivo y violencia de masas para formular
Modelos de Privación Relativa –como el de Ted Gurr, en 1970-. Según Riechmann y
Fernández Buey, este enfoque plantea que los sentimientos despertados por una situación
económica o social desventajosa conducían a la violencia política, es decir, la frustración
inducía a la agresión. Dan como ejemplo a los ecologistas que reaccionan contra los
excesos de las economías productivistas que socavan su calidad de vida. Tiene que ver
con la movilización que exige acceso, participación y reconocimiento de derechos. Este es

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un aspecto a destacar ya que estas reivindicaciones son fuertemente mantenidas por los
movimientos socioambientales actuales. Sin embargo, es importante en este sentido
destacar lo apuntado por Rusell J. Dalton, Manfred Küchler y Wilhelm Bürklin, quienes
cuestionan el alcance de esta teoría, y los dos últimos sostienen que “…los estudiantes
rebeldes y los activistas medioambientales no proceden mayoritariamente de las filas de
los desposeídos sociales. Paradójicamente, los bastiones de estas nuevas protestas se
hallaban en las instituciones guardianas de las jerarquías y privilegios tradicionales (…) En
pocas palabras, se trata de movimientos predominantemente de clase media, cuyos
miembros son beneficiarios del orden sociopolítico existente...” (Dalton y Kuchler,
1990:7).58 Para nuestro caso, se profundiza en el Capítulo 5 la situación de la clase media
en Argentina –evidenciada en los acontecimientos de diciembre de 2001-, donde la
característica de “beneficiaria del orden sociopolítico existente” mencionada por estos
autores, será puesta en cuestión. También es importante destacar, entre las “instituciones
guardianas de las jerarquías y privilegios tradicionales”, el papel de la Iglesia en los
conflictos estudiados.
Riechmann y Fernández Buey agregan que los objetivos de los NMS son de carácter
universalista, y no metas atribuibles a un interés de clase o grupo. Se trata, típicamente,
de la obtención de bienes colectivos. En este sentido, los movimientos socioambientales
actuales, en general,59 están formados por personas que pertenecen a las clases medias y
que no se movilizan por un interés económico. Parte de ellos pertenece a instituciones
reconocidas, incluso cada vez más estudiantes, profesores y profesionales universitarios
se vinculan o forman parte de las organizaciones socioambientales. Asimismo, el concepto
de “bienes colectivos” o “bienes comunes” también ha sido apropiado por estos grupos.
Desde otra perspectiva que intentó dar cuenta de los movimientos emergentes en los
años ´60-´80, la predominancia de los recursos de un MS dada por la TMR fue
reemplazada por la importancia de las oportunidades políticas para sus acciones
colectivas. Según Gohn, tanto Oberschall como Tilly pueden ser considerados en la
transición entre la TMR y la de la Movilización Política (MP). La corriente teórica de la
estructura de oportunidades políticas, que pasó a predominar en América, pone el énfasis
en el proceso político de las movilizaciones y en las bases culturales que les dan
sustentación. En cuanto a su surgimiento, Gohn explica que en los años `80 el paradigma
norteamericano desarrolló un intenso debate con la corriente europea de los NMS, lo que
llevó a la alteración de ambos abordajes, y a la creación de esta nueva corriente teórica.60
Ya en los años ´70, a partir de las críticas al utilitarismo e individualismo metodológico de
la TMR, se delinea una nueva etapa en el paradigma norteamericano 61 en la que se
destaca la búsqueda de elementos conceptuales que llenaran las lagunas del enfoque

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exclusivamente económico de la TMR (Gohn, 1997). Los nuevos aspectos abordados
fueron los recursos sociales de las comunidades, el contexto político y las redes de
relaciones sociales. Hubo también una recuperación de los clásicos, del abordaje desde la
Psicología social y el Interaccionismo Simbólico, al retomar las tácticas no convencionales
de las protestas y descontentos sociales, ya no como actos anómalos, sino como positivos
para el entendimiento del cambio social: la cultura como proceso, la “cultura de la
solidaridad” –propuesta por Rick Fantasia-, el contexto político, los frames –de Erving
Goffman, que incorpora el plano simbólico y la vida cotidiana-, y los valores surgidos en las
luchas. Se observa una articulación de las explicaciones de nivel macro –procesos
políticos- y de nivel micro –cultura y política de los movimientos-.
Es interesante el resumen que realiza Gohn sobre los aspectos rescatados por el
nuevo enfoque, tanto de los clásicos, como del análisis marxista y de los NMS, y el
resultado de la articulación de estos abordajes. “…Identidades e ideologías pasaron a ser
vistas como recursos culturales. Las precondiciones culturales para las movilizaciones y
para la propia militancia también son extremadamente relevantes (…) al rescatar algunas
premisas del paradigma tradicional de la acción colectiva (como las reivindicaciones y
privaciones culturales) y algunos postulados de análisis marxistas (de que las
reivindicaciones son frutos de condiciones estructurales que crean las privaciones), articuló
estos rescates con la cuestión central del abordaje de los NMS (la de la identidad
colectiva) y construyó nuevas explicaciones sobre como los adeptos de un MS piensan
sobre sí mismos, como comparten sus experiencias y las reinterpretan en contextos de
interacción grupal...” (Gohn, 1997:77). La principal crítica que Gohn realiza a la teoría de la
MP es que no consiguió desprenderse del análisis sistémico de las teorías americanas
anteriores. Los estímulos a los movimientos ocurren cuando hay debilitamiento de las
elites, sin considerar a la sociedad civil como polo de fuerza y dinamismo. También realiza
otras críticas,62 pero enfatiza que son provisorias, ya que la teoría de la MP no es una
teoría completa, sino que está en proceso de constitución, por lo que muchos de sus
problemas podrían ser superados.
Es importante destacar que los años `70 y `80 coinciden con el crecimiento,
diversificación y captación de la atención internacional por parte de las primeras
organizaciones de carácter ecológico.
Desde los abordajes europeos, encontramos la corriente Neomarxista y la de los
NMS. Utilizaremos una vez más la clasificación dada por Maria Da Gloria Gohn. En la
Neomarxista63 pueden destacarse los historiadores ingleses Eric Hobsbawm, George
Rude y E. P. Thompson, y la Teoría Histórico-estructural representada por Manuel
Castells, Jordi Borja, Jean Lojkine, en los años `70 y `80.

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Gohn destaca que el paradigma marxista aplicado al análisis de los MS ha sido visto,
de forma generalizada, erróneamente, como sinónimo del análisis del movimiento operario.
Otra distorsión ha sido no distinguir entre abordajes ortodoxos y no- ortodoxos. Gohn
considera que el paradigma marxista clásico tiene dos corrientes: una ligada al joven Marx
–y sus estudios sobre la conciencia, la alienación y la ideología- y otro corriente ligada al
Marx “maduro”, que privilegia los factores económicos, macroestructurales. Según esta
autora, es la primera corriente, que tuvo continuidad en los trabajos de Rosa Luxemburgo,
Antonio Gramsci, Lukács y la Escuela de Frankfurt, la que alimentará los análisis
contemporáneos sobre los MS.64 La autora resalta que también es importante reconocer
que el marxismo no es sólo una teoría explicativa sino también una teoría orientadora.
También es relevante destacar, en relación al tema investigado, el aporte de los eco-
socialistas o marxistas ecológicos, como George Orwell y James O` Connor, y sus
importantes aportes a la crítica de la concepción productivista de progreso.
Desde los NMS, pueden destacarse, según Gohn, tres líneas y sus representantes:
la histórico política (Claus Offe), la psicosocial (Alberto Melucci, Ernesto Laclau y
Mouffe) y la accionalista (Alain Touraine). Esta última línea fue construida a partir de la
crítica del abordaje clásico marxista y su debate con el paradigma norteamericano, y es
internamente muy diferenciada, ya que algunos autores realizan abordaje desde una
perspectiva micro y otros macro, o reconocen o no premisas marxistas (Gohn, 1997).
Riechmann y Fernández Buey (1994) destacan la ocasional mención de los
investigadores europeos bajo la rúbrica de “teóricos de la identidad”, a pesar de la
existencia de notables diferencias de perspectivas entre ellos, como las existentes entre
Touraine, Alberoni, Raschke, Offe y Melucci. Y recalcan, como factores en común, que, en
comparación con la teoría norteamericana, acentúan más los factores de ideario y
proyecto histórico. Se asocia la aparición de los NMS con las transformaciones de las
sociedades industriales avanzadas. Riechmann y Fernández Buey identifican dentro de los
enfoques europeos, la Escuela Particularista, el Enfoque de Redes y el Enfoque
Cognitivo. La Escuela Particularista, es presentada a veces como un subenfoque de la
TMR, tiene como figura al ya mencionado Charles Tilly. Su enfoque es histórico y
sociopsicológico, se centra en las motivaciones individuales y realiza meticulosos estudios
de caso. El Enfoque de Redes concibe los MS como redes socioespaciales latentes, cuyo
elemento aglutinador son las comunidades de valores. Esta perspectiva, que tiene como
figura a Max Kaase, afirma que la diferenciación social ha conducido en la sociedad
industrial avanzada a la formación de comunidades de valores con alta densidad de
interacción personal entre los integrantes. Por su parte, el Enfoque Cognitivo, de Ron
Eyerman y Andrew Jamison, consideran a los MS como formas de actividad mediante las

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cuales las personas crean nuevos tipos de identidades sociales, como procesos de praxis
cognitiva, como momentos de creación colectiva que proveen a las sociedades de ideas,
identidades e incluso ideales (Riechmann y Fernández Buey, 1994).
Nos concentraremos a continuación en la aparición de los denominados Nuevos
Movimientos Sociales (NMS), ya que el movimiento ecologista integra esta
clasificación. En este sentido, puntualizaremos en dos aspectos. En primer lugar, si bien la
Teoría de los NMS tiene origen europeo, enfatizaremos, de la mano de María Da Gloria
Gohn, en la necesidad de una perspectiva propia, latinoamericana. Más adelante,
profundizaremos en la explicación de que, si bien el movimiento ecologista puede
considerarse un antecedente de los movimientos socioambientales investigados, no
resulta pertinente denominar a estos movimientos como “ecologistas”.

Los ¿Nuevos? Movimientos Sociales y la necesidad de un abordaje latinoamericano

Sobre la definición de los NMS, Riechmann y Fernández Buey destacan la diferencia


entre Europa y EEUU en cuanto al uso del término. “…El concepto, en un primer momento,
fue empleado sobre todo por sociólogos germano-occidentales, pero rápidamente se
generalizó entre los investigadores europeo-occidentales. Por el contrario, en EEUU -el
otro gran foco de la Sociología de los MS en la actualidad- el concepto ha tropezado con
mucha mayor resistencia. Allí, tanto la ausencia de un movimiento obrero importante,
como la existencia de tradiciones liberales radicales – desde la revolución que llevó al país
a la independencia en el siglo XVIII, pasando por corrientes populistas de izquierda, hasta
los movimientos modernos que arrancan con el movimiento por los derechos civiles y
las corrientes contraculturales de los `50 y `60–hacen mucho más difícil el contrastar
“viejos” con “nuevos” movimientos sociales. Mientras que en Europa Occidental bajo el
concepto de NMS se entiende un espectro de MS contemporáneos con perfil diferenciado
de “izquierda libertaria” y numerosos rasgos comunes “alternativos”, en EEUU movimiento
“nuevo” tiende a significar solamente “contemporáneo”, e incluye por tanto a MS de
derecha (“contramovimientos”) como la Moral Majority…” (Riechmann y Fernández Buey,
1994:254).
En cuanto a su surgimiento, “…a mediados de los años sesenta se inicia una amplia
fase de protesta en las sociedades industriales avanzadas, cuyas sucesivas oleadas –
animadas por un espíritu de crítica civilizatoria, y de rebelión contra los rasgos perversos
de la modernización capitalista- se prolongarán en algunos países hasta entrados los años
ochenta, creando un clima sociopolítico favorable al desarrollo y la consolidación de los
NMS…” (Riechmann y Fernández Buey, 1994:52-53). Estos autores identifican un cambio

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de coyuntura a comienzos de los años `80, con el predominio de los problemas
económicos que llevó a que perdieran fuerza los temas de crítica civilizatoria propios de
los NMS. En el Capítulo 5 analizaremos el caso argentino, donde la década de los ´80 se
configura en la transición de un gobierno dictatorial a uno democrático.
Entre los aspectos relevantes de esta teoría, María Da Gloria Gohn destaca el
énfasis en la cultura, la ideología, las luchas sociales cotidianas y la solidaridad y el
proceso de identidad creado. Se trata de la construcción de un modelo teórico basado en
la cultura, y en un concepto de ideología que es tomado del marxismo pero que difiere con
él en cuanto a su concepción, centrando su atención en los discursos como expresión de
prácticas culturales. El nuevo sujeto es un colectivo difuso, que lucha contra las
discriminaciones de acceso a los bienes de la modernidad y, al mismo tiempo, critica sus
efectos nocivos, fundamentando sus acciones en valores tradicionales, solidarios,
comunitarios. La política gana centralidad y es redefinida, pasando a ser una dimensión
de la vida social, abarcando todas las prácticas sociales. Se piensa la cuestión del poder
en la esfera pública de la sociedad civil –en los términos de Michel Foucault- y no sólo en
las esferas del Estado. Los actores sociales son analizados por los teóricos, en sus
acciones colectivas y por la identidad colectiva creada en el proceso. Los NMS crecen en
función de la defensa de esa identidad (Gohn, 1997).
Sobre la cuestión de la identidad, es importante destacar la hipótesis de Giddens
(1991),65 de que la participación en actividades colectivas se ha tornado un factor decisivo
en la constitución de identidades personales y en las biografías personales, en la moderna
sociedad industrial. En el mundo del trabajo, se exige cada vez mayor trabajo
multidisciplinar y en equipo, cobrando importancia las habilidades comunicativas, oír y
dejar hablar al otro. El presupuesto es que la creatividad y las innovaciones sólo pueden
surgir en ambientes abiertos, en los que la discusión de las ideas y el debate de opiniones
estén presentes.
Por su parte, Riechmann y Fernández Buey (1994), identifican ciertas características
de los NMS –dentro de los que consideran “canónicos” al feminismo, al ecologismo y al
pacifismo-, que resumiremos a continuación, destacando aquellos que pueden rescatar
aspectos importantes de nuestro caso de estudio:

- Orientación emancipatoria, si bien aclaran que el ecologismo y el pacifismo son


también movimientos “de supervivencia”. Subrayan, asimismo, que existe en su
seno una pluralidad de idearios y concepciones del mundo.

- Típicamente, el objetivo de los integrantes de los NMS no es asumir el poder


estatal, sino desarrollar formas de contra-poder “de base” para transformar
hondamente la vida social. Se trata de estrategias de autorregulación colectiva

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que tienden a devolver poder a la sociedad en lugar de concentrarlo en el
Estado.

Aquí se abre una discusión muy presente en los MS analizados, sobre la


posibilidad o no de realizar un cambio social importante manteniéndose al
margen de las estructuras estatales. Reproduciremos aquí una cita de Manuel
Sacristán sobre el ecologismo y el poder: “…El movimiento ecologista tiene que
plantearse el problema del poder. No para menospreciar el tipo de actividad que
le es hoy característica, la actividad socio-cultural básica, pues esta actividad se
encuentra en la raíz de todo, incluso de la cuestión del poder, si es que ésta ha
de plantearse, como es más natural para el movimiento ecologista, de un modo
no autoritario ni paternalista o dirigista. Pero sí sabiendo que desde ese plano
social básico que Gramsci llamaba “molecular” se está dirimiendo la cuestión del
66
poder…” (Sacristán, 1987:55).

- Orientación “antimodernista”, ya que no comparten la concepción lineal de la


historia, la creencia en el progreso entendido como desarrollo material y moral
interminable, ni la fe en la capacidad del ser humano para moldear y recrear
indefinidamente las condiciones de su propia existencia por medio de la ciencia
y la tecnología, creencias que caracterizan a una parte de la modernidad
occidental a partir sobre todo de la Ilustración. Los NMS son catalizadores del
quiebre de la confianza en la razón técnico-instrumental, la ciencia y la
tecnología se convierten en fuente de riesgo e incertidumbre. Abordaremos la
incorporación de la incertidumbre en la resolución de problemas ambientales
posteriormente, al mencionar los aportes de Silvio Funtowicz y Jerome Ravetz
(1993).

- “…La crítica a la civilización productivista y patriarcal, a la que se percibe


preñada de un inmenso potencial de destrucción, sufrimiento e injusticia, es
constitutiva de los NMS…” (Riechmann y Fernández Buey, 1994:64). Plantean
desafíos: proponen cierta desindustrialización o una industrialización alternativa,
procesos de descentralización y “recomunalización” de la vida política,
cuestionan el Estado-Nación como marco idóneo para ésta, una des-
institucionalización de la vida político social, una desprofesionalización de la
actividad política, un modelo alternativo de democracia (la democracia
participativa), entre otras.

- Composición social heterogénea. En la cual predominan los profesionales de los


servicios sociales y culturales, asalariados pertenecientes a las “nuevas capas

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67
medias.”

- Objetivos y estrategias de acción muy diferenciados. Acentúan la necesidad de


enfoques globales, en la perspectiva de una crisis de civilización, pero para
lograr sus objetivos se concentran en una reivindicación bien delimitada.

Es importante destacar la referencia de los autores, a que esta reivindicación


delimitada pasa a ser el fundamento -no siempre justificado- de la crítica de ser
“movimientos de un solo asunto”.

- Estructura organizativa descentralizada y antijerárquica, en forma de red, con un


nivel bajo de institucionalización y profesionalización, desconfianza tanto hacia
la burocracia como hacia los líderes carismáticos.

- Politización de la vida cotidiana y del ámbito privado. Acrecentada reflexividad


de los procesos de formación de identidad.

- Métodos de acción colectiva no convencionales: resistencia pasiva, acción


directa con fuertes elementos expresivos o de esclarecimiento popular, entre
otras. Uso pragmático y flexible de formas de acción no convencionales y
convencionales.

En cuanto a la discusión de qué es lo “nuevo” de los NMS, coincidimos con Gohn


(1997), en que lo que hay de nuevo es una nueva forma de hacer política y la politización
de nuevos temas. Destaca así la preocupación de los NMS en asegurar derechos sociales,
el uso de los medios y las actividades de protesta para movilizar la opinión pública a su
favor, como forma de presión, y la promoción de cambios en los valores dominantes y la
alteración de situaciones de discriminación, principalmente dentro de instituciones de la
propia sociedad civil, por medio de acciones directas.
Otro aspecto a destacar –fundamental para nuestro caso de estudio- es que los
movimientos actúan como redes de intercambio de información y cooperación en eventos
y campañas.
Por su parte, Gohn concluye que “…la teoría de los NMS está incompleta porque los
conceptos que la sustentan no están suficientemente explicitados. Lo que tenemos es un
diagnóstico de las manifestaciones colectivas contemporáneas que generaron
movimientos sociales y la demarcación de sus diferencias en relación al pasado…” (Gohn,
1997:129).
Por su parte, Riechmann y Fernández Buey consideran que los NMS no son más que
los movimientos antiguos en situaciones nuevas, afirmando que se trata de una cuestión

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de perspectiva: “…Con ello relativizamos la cuestión de la novedad/vejez de los
movimientos sociales: en cierto sentido se trata de una cuestión de perspectiva, de dónde
fijemos nuestra atención, de si nos interesa más destacar las continuidades o las rupturas
en nuestra narración del decurso social. Pues en la historia de cualquier colectividad
humana se dan siempre las dos cosas, continuidades y rupturas, y podemos hacer
hincapié en una cosa o la otra al narrar esa historia…” (Riechmann y Fernández Buey,
1994:69).68 Sí afirman estos autores que los NMS son nuevos en un sentido sustancial, y
que para verlo hay que interrogarse sobre la posible novedad de los valores, formas de
organización, movilización y acción, objetivos sociopolíticos y contenidos culturales de los
NMS.
En este sentido, de los problemas asociados con la esfera de producción y
distribución, se focaliza hacia los problemas asociados con la reproducción social. Los
NMS articulan estrategias de liberación en la vida cotidiana y revolución de las formas de
vida. Otro nivel nuevo de acción mencionado por Riechmann y Fernández Buey es el de
los grandes problemas globales “de especie”, que provoca la formación de una incipiente
conciencia de especie, procesos cognitivos que son presupuestos para la aparición de
NMS. Por ello destacan que los NMS han de interpretarse como expresión de una crisis de
civilización, y respuesta a ella. Se suma también la limitación de los Estados para dar
cuenta de la solución de este tipo de problemas sociales.69 Concluyen así, que la
conciencia de los límites civilizatorios constituye el denominador cultural común de los
NMS y su novedad sustancial. En el caso de los movimientos ecologistas, recordemos
aquí el informe Meadows “Los límites al crecimiento”, en la década de los años `70.70
Por su parte, también puede afirmarse que la distinción entre los movimientos nuevos
y antiguos es un tipo ideal, ya que todos los movimientos sociales que tienen visión de
cambio social combinan algunos elementos de los valores “nuevos” y “antiguos”.71
Además, un movimiento puede cambiar sus valores con el transcurrir del tiempo
acercándose al tipo ideal opuesto. Por último, el término “nuevo”, es relativo, los valores de
los movimientos no son absolutamente novedosos, y algunos de los movimientos tienen
precursores. Lo que es nuevo es que los valores que eran relativamente débiles o estaban
ausentes en el pasado, están ahora incorporados en movimientos que también eran
débiles o inexistentes (Maiwaring y Viola, 1985).
Los NMS proponen iniciativas que apuntan hacia un modelo de sociedad
cualitativamente diferente. Son al mismo tiempo particulares y cargados de generalidad.
Otra característica que Riechmann y Fernández Buey destacan, es la movilización
caracterizada por la referencia inmediata a las necesidades e intereses de los afectados,
los procedimientos informales, la descentralización y la democracia radical aplicada a las

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formas organizativas. En cuanto a las formas de acción, los autores retoman la
sistematización de Dieter Rucht: actúan con mayor autonomía –en particular rechazan el
modelo leninista de una “vanguardia revolucionaria”-; enfatizan la importancia de la política
local; otras formas de participación, como la administrativa y la judicial, parecen haber
aumentado; las acciones violentas han perdido importancia; y el repertorio de formas de
acción se ha ampliado (Rucht, en Dalton y Küchler, 1990:158-160).72 “…En resumen, no
son nuevos los valores que orientan a los NMS, aunque si la forma peculiar de su
articulación; no son nuevas en sentido sustancial sus formas de organización, aunque si
tienen valor de novedad en el contexto en que surgen; y sí son nuevos los contenidos
culturales, el tipo de movilización, las formas de acción y los objetivos sociopolíticos de los
NMS…” (Riechmann y Fernández Buey, 1994:80).
Al final de los años `70 y durante los `80 surge una nueva fuente de estudios sobre
MS: la de los países del “tercer mundo”, presentando nuevos actores, nuevas
problemáticas y nuevos escenarios sociopolíticos. Mujeres, niños, indígenas, negros y
pobres en general se articularon con clérigos, intelectuales y políticos de izquierda para
generar acciones colectivas que fueron interpretadas como “fuerza de la periferia”,
73
realizando una “revolución en lo cotidiano”. A pesar de algunos esfuerzos en cuanto al
tratamiento de lo conceptual –como el de Daniel Camacho, de Costa Rica- la mayoría de
los estudios han sido histórico-descriptivos (Gohn, 1997).
Para abordar los MS desde el contexto latinoamericano, tomaremos el criterio
escogido por Maria Da Glória Gohn, ya que compartimos con ella la idea de diferenciar
corrientes teórico-metodológicas compuestas por teorías formuladas a partir de realidades
específicas. “…América del Norte, Europa y América Latina poseen contextos históricos
específicos, y luchas y movimientos sociales correspondientes a ellos…” (Gohn, 1997:13).
A fin de resumir las especificidades que otorgan estos diferentes contextos a los
movimientos propios de cada uno, el siguiente cuadro fue construido a partir de las
caracterizaciones que Gohn realiza de las diferentes corrientes:

Características Categorías Conceptos


y
Paradigma

básicas
de nociones
análisis analíticas

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Explicaciones más - Sistema Privación cultural
centradas en las - Organización Elecciones racionales
Norteamericano estructuras de las
organizaciones de los - Acción Colectiva Movilización de recursos
llamados sistemas - Comportamientos Institucionalización de conflictos
sociopolítico y organizacionales
Ciclos de protestas
económico - Integración social
Micromovilizaciones
Frames
Oportunidades Políticas
Marxista
Centrado en procesos - Clases sociales Experiencia colectiva
históricos globales, - Contradicciones Campo de fuerzas
contradicciones
- Luchas Organización Popular
existentes y luchas
entre diferentes clases - Experiencias Proyecto político
sociales - Conciencia Cultura política
- Conflictos Contradicciones urbanas
- Intereses de clases Movimientos sociales urbanos
- Reproducción de la Medios colectivos de consumo
fuerza de trabajo
Europeos

- Estado

NMS
Explicaciones más - Cultura Identidad colectiva
coyunturales, del ámbito - Identidad Representaciones colectivas
político o microprocesos
- Autonomía Micropolítica del poder
de la vida cotidiana
- Subjetividad Política de grupos sociales
- Actores sociales Solidaridad
- Cotidiano Redes sociales
- Representaciones Impactos de las interacciones
políticas
- Interacción política

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Estudios sobre Basados en teorías Nuevos sujetos históricos
movimientos sociales marxistas:
Campo de fuerza popular
libertarios o - Hegemonía
emancipatorios (indios, Ciudadanía colectiva
- Contradicciones
Latinoamericano

negros, mujeres, Explotación urbana


urbanas
minorías en general), Exclusión social
luchas populares - Luchas sociales
Descentralización
urbanas por bienes y
equipamientos Espontaneidad
Basados en teorías
colectivos (o espacio de los NMS: Redes de solidaridad
para vivienda urbana) y
- Autonomía Sector terciario privado y público
luchas por la tierra en el
área rural - Identidad

Cuadro 1: Características de los diferentes paradigmas sobre MS


Fuente: elaboración propia en base a Gohn (1997:15-16)

A partir de esta caracterización, Gohn destaca la necesidad y el incipiente debate


sobre un paradigma latinoamericano: “…Lo que existe es un paradigma bien diferenciado
de luchas y movimientos sociales, en la realidad concreta, comparando con los
movimientos europeos, norteamericanos, canadienses, etc., y no un paradigma teórico
propiamente dicho…” (Gohn, 1997:211).74 Resulta pertinente a nuestro tema considerar
las diferencias históricas que Gohn destaca entre América Latina, y Europa y
Norteamérica: el pasado colonial-imperial, la subsecuente “república de los coroneles” y
después los líderes populistas. Llegamos a los `60 con alianzas con el capital
internacional, que llevaron a cambios en el plano económico y a regímenes militares
autoritarios. Es al final de los años `70 y en los años `80, con la fase de redemocratización,
que los movimientos sociales crecen en número y ganan visibilidad.
En cuanto a los movimientos propiamente dichos, alrededor de los años ‟70, como
también previamente,75 gran parte de las luchas sociales se desarrollaron alrededor de los
sindicatos. Gohn relaciona el escenario de represión de luchas sociales –un momento
histórico de crecimiento económico, control social por los regímenes militares, apriete
salarial de los trabajadores, supresión de libertades individuales, crecimiento de las
demandas de consumo de las clases medias, expansión de la enseñanza superior y
tecnocracia estatal-, con el surgimiento de movimientos de resistencia a la dilapidación
de la fuerza de trabajo y después de clamores por la redemocratización del país. En esta
misma época, los ecos de movimientos sociales ocurridos en los años `60 en Europa y
Estados Unidos se hacían presentes en América Latina, pero en este continente fueron
los movimientos populares los que ganaron centralidad.76
Los repertorios utilizados fueron cuestiones étnicas, supresión de servicios de
primera necesidad –como el alimento-, demandas por tierra y vivienda, por educación, y

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demandas consideradas “modernas”, como las de género. Se destaca la lucha de las
mujeres en todos los frentes (Gohn, 1997).77 También debe destacarse en los `80 la
revisión que tuvo el paradigma norteamericano y su debate con el paradigma europeo de
los NMS.
Paralelamente, se amplió una vía nueva en las ciencias sociales: la de los MS. Las
reflexiones teóricas europeas fueron más aceptadas por ser más críticas y articuladas a
presupuestos de la nueva izquierda, y se ignoró una extensa producción norteamericana
por ser considerada funcionalista. La influencia europea inicial fue el paradigma marxista,
especialmente en los ´70, con lecturas gramscianas.78 En los `80, el abordaje marxista fue
sustituido por el de los NMS (Gohn, 1997).
Algunos autores, como por ejemplo Adrián Scribano, consideran que en la década de
los ‟80 se produjeron una serie de cambios que generaron un nuevo andamiaje entre el
sistema social y el sistema político, como la generación de procesos democráticos que
repercutieron en la sociedad civil (Scribano, 2005). Según este autor, la aplicación del
modelo capitalista neoliberal ha generado conflictos y ha destruido colectivos, pero a su
vez se han reforzado las identidades colectivas e individuales que intentaron reprimirse.
Asimismo, se han producido problemas que el modelo capitalista no ha podido absorber –
como la crisis del petróleo-, lo que llevó a una reconfiguración del sistema capitalista a
gran escala. Hay conflictos: diferentes actores rivalizando por un bien. Las demandas son
económicas y sociales –particularidades-, cada uno debe demandar por sus necesidades
ante la retirada del Estado. Según Scribano, esta situación repercutió en el estudio de la
AC. La lógica de la AC trajo a la luz problemas que el capitalismo silenciaba, es decir,
aparecieron otros centros de conflicto que impugnan la lógica del sistema.
Hasta los ‟80, los análisis fueron de carácter histórico-estructural, desde los ‟80 son
más empíricos, hay mucha demanda de subjetividad. Se vislumbra un cambio de
paradigma: en el viejo paradigma, los actores eran grupos socioeconómicos actuando
como tales (en defensa de intereses del grupo) e involucrados en conflictos de distribución
(Capital-Trabajo).79 En el nuevo paradigma, en cambio, los actores son grupos
socioeconómicos que no actúan como tales, sino en nombre de colectividades
atribuidas. Si volvemos a los primeros abordajes de la AC, podemos observar que, de
considerar los movimientos sociales como locura, creencia o incentivo, se pasó a la
motivación. La lógica del comportamiento estructural explicaba el por qué y la de
motivación el cómo, es decir, ya no interesa sólo el por qué se moviliza un grupo de
personas, sino cómo lo hace, se considera también la dinámica de la movilización
(Scribano, 2005). En cuanto a América Latina, resumimos el proceso, resaltando el
contexto y los movimientos, de los años `60 al 2000, en el siguiente cuadro:

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Agente Régimen Tensiones Tipo de Matriz de
Político económicas Conflicto demandas

1960-70 Democrático Expansión del Nivel salarial. Demandas


Movimiento obrero mercado interno. Redistribución de obreras y de clase.
Organizaciones Nuevos modos de la riqueza.
relaciones
políticas de base sociales.
Iglesias progresistas Migraciones
campo-ciudad.
Consolidación
de las empresas
multinacionales.

1970-80
Movimientos de Autoritario Internalización Derechos Derechos de
Derechos Humanos del capital humanos. ciudadanía.
(ej. Madres de Plaza financiero. Internalización del
de Mayo) Crecimiento de terror.
Organizaciones la deuda pública. Demanda de
políticas de base identidad
Iglesias progresistas Inflación.

1980-90
Nuevos movimientos Democrático Dependencia del Estado de Derechos
sociales capital bienestar. económicos y
Movimientos de financiero. Caída de salarios sociales
derechos humanos Crecimiento de (retirada (particularidades).
Movimiento obrero la deuda pública. del Estado)

Organizaciones Hiperinflación.
políticas de base

1990-2000
Nuevos movimientos Democrático Crecimiento de Impactos en la Lucha por el
sociales la pobreza y población reconocimiento y
Movimientos de desocupación. económicamente los derechos
derechos humanos Eliminación del activa (PEA). económicos y
Movimiento obrero Estado de Identidad, sociales.
Bienestar. indeterminación
Indígenas y precariedad.
Campesinos Incertidumbre.
Protesta
fragmentada
Cuadro 2: Principales movimientos sociales en América Latina: 1960-2000
Fuente: Adrián Scribano (2005)

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Posteriormente, la década de los `90 se caracteriza por la pérdida de importancia de
las fronteras nacionales, la producción fragmentada, las ventajas fiscales y económicas
más propicias a la acumulación, el crecimiento de la economía informal, y nuevas políticas
de contenido neoliberal.80
Es importante destacar, para nuestro tema, principalmente dos de las especificidades
previamente mencionadas: el pasado colonial –y agregaremos también post-colonial-
basado en la explotación intensiva de los recursos naturales, y un modelo economic –en
el caso de Argentina gestado a partir del gobierno de facto de 1976- de aperture
neoliberal, que es visto por los movimientos socioambientales como una “segunda
conquista”.
La revitalización de las políticas neoliberales, el proceso de desmonte de las
estructuras estatales, la revolución tecnológica en curso, entre otras, han generado un
nuevo paradigma que se basa en la sociedad civil en general y menos en la autonomía de
los grupos. Se habla de un “sector terciario”, que concentra las actividades de los
movimientos y de las Organizaciones No Gubernamentales (ONGs). Otra característica es
la vuelta de las masas al escenario político internacional, como forma de presión o de
manifestación de su voluntad, concentradas en las capitales,81 lo que provocó que las
estructuras institucionales reformularan la arquitectura de los símbolos y espacios de
poder para tener seguridad en el caso de eventuales disturbios (Gohn, 1997). La Casa
Rosada, en Argentina, es un excelente ejemplo de ello, rodeada de rejas y generalmente
con importante presencia de fuerzas de seguridad custodiando la sede de gobierno y la
Plaza de Mayo, espacio de alto contenido simbólico en las luchas argentinas.
Gohn concluye que, en los años `90, el universo de movimientos sociales se amplía y
se restringe al mismo tiempo. La militancia pasó a ser más selectiva y cualitativa.
“…Usualmente, en los años `90 se participa de causas colectivas cuando estas causas
tienen que ver con el mundo vivido por las personas, y no porque estén motivadas por
ideologías que fundamenten estas causas (…) Estos nuevos militantes quieren manifestar
más sus sentimientos que vivir según las directrices pregonadas por alguna teoría, partido
o institución de planeamiento...” (Gohn, 1997:340-341). En nuestro caso, por la
heterogeneidad que posee el movimiento socioambiental, asistimos a una diversidad de
militantes, algunos con las características de los militantes de los `70, y otros con estas
nuevas características.
Entre las características que María Da Gloria Gohn aduce a los MS de América
Latina, podemos destacar: su diversidad; la hegemonía de movimientos populares, que
luchan por necesidades sociales básicas para la supervivencia, es decir, derechos
sociales básicos y elementales; y la importancia de la religión en la vida del hombre

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latinoamericano. Los MS más conocidos contaron con el apoyo de la Iglesia Católica en
su ala progresista: la “Teología de la Liberación”, pastorales y comunidades eclesiales
de base. “…La iglesia católica siempre tuvo una presencia marcante en América Latina, en
la correlación de las fuerzas sociopolíticas existentes...”.(Gohn, 1997: 230).
También la cuestión indígena ha sido fuente de conflictos y MS –concentra
demandas culturales, histórico-sociales, económicas y también políticas-, y si bien en el
caso analizado –en la provincia de Mendoza- no ha sido un sujeto participante del
conflicto, sí la población originaria de la provincia ha sufrido la desigual distribución de
agua y otros bienes naturales, y ha quedado relegada históricamente de las políticas
públicas. Asimismo, a nivel nacional, el “Movimiento Nacional Campesino-Indígena”
(MNCI) está participando de la Unión de Asambleas Ciudadanas, que articula a las
asambleas socioambientales del país.82 Este hecho coincide también con otra de las
características mencionadas: “…En América Latina, la articulación entre diferentes luchas
y movimientos sociales es un hecho reciente...” (Gohn, 1997:237).

¿CRISIS AMBIENTAL, CRISIS DE CIVILIZACIÓN, O CRISIS DE REPRESENTACIÓN?

Enrique Leff establece la relación entre la problemática ambiental, la crisis actual y la


crítica a la racionalidad moderna, y a sus postulados en torno a la economía y a la cultura.
La crisis ambiental se transforma así en un conflicto que va más allá de la pérdida de
bienes y servicios ecológicos, generando una pérdida de la existencia no sólo en el
aspecto material, sino también en cuanto al sentido mismo de la vida. “…La problemática
ambiental emerge como una crisis de civilización: de la cultura occidental, de la
racionalidad de la modernidad, de la economía del mundo globalizado. No es una
catástrofe ecológica ni un simple desequilibrio de la economía. Es el desquiciamiento del
mundo al que conduce la cosificación del ser y la sobreexplotación de la naturaleza; es la
pérdida del sentido de la existencia que genera el pensamiento racional en su negación
de la otredad…” (Leff, 2004:IX).
La crisis ambiental nace del cuestionamiento a la sobre-economización del mundo,
del desbordamiento de la racionalidad cosificadora de la modernidad, y de los excesos del
pensamiento objetivo y utilitarista,83 entre otros. Es también la crisis del efecto del
conocimiento –verdadero o falso- sobre lo real, es decir, una crisis de las formas de
comprensión del mundo. Lo inédito de la crisis ambiental de nuestro tiempo es la forma y
el grado en que ha quedado demostrado cómo la racionalidad de la modernidad interviene
en el mundo, socavando las bases de sustentabilidad de la vida e invadiendo los mundos
de vida de diversas culturas (Leff, 2004).

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En este sentido, la minería a gran escala, actividad foco de nuestra investigación,
aparece en nuestro país como parte de los nuevos dispositivos instaurados por el capital
global para la producción colonial del espacio, y se la vincula a la colonización no sólo de
los territorios, sino también, a través de éstos, de sus poblaciones y formas de vida. La
colonización de los territorios se proyecta en la de las subjetividades e identidades
colectivas (Machado Aráoz, 2009).
Por otra parte, comentamos previamente que algunos autores consideran que los
Nuevos Movimientos Sociales (NMS) deben interpretarse como la expresión de una crisis
de civilización, y como respuesta a ella. Esta crisis se asocia también a la falta de
capacidad de los Estados de dar respuestas y soluciones a una multiplicidad de conflictos
y problemas contemporáneos, entre ellos los ambientales. Parafraseando a Enrique Leff,
podemos afirmar que la crisis ambiental no sólo plantea los límites de la racionalidad
económica, sino también la crisis del Estado, una crisis de legitimidad de sus instancias de
representación, de donde emerge una sociedad civil en búsqueda de un nuevo paradigma
civilizatorio. Esta demanda de democracia y participación de la sociedad obliga a
replantear los paradigmas económicos, pero también los análisis clásicos del Estado y las
concepciones mismas de democracia, en el sentido de las demandas emergentes de
sustentabilidad, solidaridad, participación y autogestión de los procesos productivos y
políticos (Leff, 1994).
Aquí se establece la relación entre la crisis de ambiental, la necesidad de un nuevo
“paradigma civilizatorio”, los conflictos ambientales y el surgimiento de movimientos
sociales que plantean demandas de participación y potencian nuevas modalidades de
toma de decisiones.

Caracterización y devenir histórico de los movimientos socioambientales y sus


abordajes84

Los primeros analistas que se percataron de la emergencia del ecologismo lo


percibieron como uno más de los NMS –feministas, religiosos, urbanos, populares, de
género- que, en sus formas a-políticas de hacer política, aportaban nuevas perspectivas a
la cultura política (Mainwaring y Viola, 1985).
Como ya fue destacado en este Capítulo, los movimientos ecologistas o
ambientalistas se incluyen dentro de los nuevos movimientos de la sociedad civil
(religiosos, feministas, juveniles, estudiantiles y de las minorías étnicas). Enrique Leff
afirma que los grupos ecologistas o ambientalistas se diferencian de otros nuevos
movimientos de la sociedad civil, por sus móviles y objetivos, como así también por sus

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formas específicas de organización, sus estrategias de lucha, y las diversas formas en las
que significan y valorizan su naturaleza desde sus culturas. Su diversidad dificulta
sistematizar sus experiencias, tipificar sus estrategias y determinar sus tendencias. Los
movimientos ambientalistas muestran un mayor grado de flexibilidad, adaptabilidad,
capacidad de respuesta y posibilidades de radicalizar sus demandas, lo que les ofrece
ventajas estratégicas frente a las organizaciones políticas institucionalizadas, partidos
políticos y sindicatos. Es un movimiento que atraviesa todo el ejido social. “…Si bien el
movimiento ambiental llega a fragmentarse por la diversidad de sus demandas, formas de
organización y estrategias de lucha, también puede generar una fuerza social capaz de
incorporar las reivindicaciones ambientalistas en los programas del Estado y de los
partidos políticos tradicionales, abriendo nuevos espacios de participación para la
sociedad civil en la gestión ambiental, así como para la gestación de nuevos derechos
ambientales, legitimando nuevas vías para la apropiación social de la naturaleza…” (Leff,
2004:400).
Esta apertura a la participación social en la gestión ambiental impulsada por los
movimientos socioambientales es uno de los temas claves de nuestro trabajo, que será
ejemplificada mediante el caso de estudio en los Capítulos 8 y 9.
Asimismo, Leff (1994) también plantea algunos contenidos de las demandas de estos
actores y movimientos sociales emergentes: la obtención de bienes simbólicos, la
recuperación de estilos tradicionales de vida, la defensa de nuevos derechos étnicos y
culturales, la reivindicación de su ancestral patrimonio de recursos ambientales, la lucha
por la dignidad y la democracia, contra el sometimiento y sobreexplotación de grupos
sociales, y por los derechos de reapropiación y autogestión de sus recursos naturales.
Encontramos en esta síntesis realizada por Leff algunas de las reivindicaciones presentes
en los movimientos socioambientales existentes en Argentina, y queremos destacar dos
términos que se encuentran presentes en su discurso: la defensa de los recursos naturales
–término reemplazado por bienes comunes-, y la lucha por la autogestión de dichos bienes
y por la dignidad de los pueblos.
Por otra parte, otros autores consideran al ambientalismo como el único movimiento
“nuevo” dentro de los NMS. Por la novedad de su respuesta social hacia un hecho sin
precedentes en la historia: la destrucción ecológica y el cambio global (Gunder Frank y
Fuentes, 1988).85 Riechmann y Fernández Buey (1994) avanzan en este sentido. Para
estos autores, el ecologismo se relaciona con movimientos o submovimientos sociales
anteriores, desde el incipiente ambientalismo del movimiento obrero decimonónico hasta el
movimiento pro-“ciudades jardín” en los primeros años del Siglo XX, desde el
proteccionismo que luchó en el siglo XIX por la creación de parques nacionales hasta el

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naturismo burgués o el anarquismo obrero que en los primeros decenios del siglo XX
intentaba nuevas formas de trabajar, producir y consumir.86 “…Pero desde el higienismo
decimonónico, el ambientalismo obrero, la protección de los paisajes y el naturismo, hasta
la toma de conciencia de la amenaza ecológica global, media un verdadero salto
cualitativo que no se producirá sino en la segunda mitad del siglo XX, y muy
señaladamente a partir de los años setenta. Lo que así se forma es un nuevo movimiento
social, el ecologismo, que responde a una situación socioecológica radicalmente nueva…”
(Riechmann y Fernández Buey, 1994:111).
En la década de los ´60, y principalmente en la de los años ´70 y ´80, van a confluir
diversos sucesos que colocaron la problemática ambiental en la agenda internacional:
accidentes y/o negligencias que evidenciaron impactos ambientales de gran magnitud en
diferentes actividades,87 libros, informes y conferencias internacionales sobre medio
ambiente, que comenzaron a hacer hincapié sobre los límites del planeta ante la
industrialización, la contaminación y el crecimiento económico.
Entre las publicaciones que alcanzaron gran repercusión, se destaca “Silent Spring”
(Primavera Silenciosa), en 1962, de la bióloga norteamericana Rachel Carson.
Rescataremos una reflexión sobre la línea que Carson marcó y que fue seguida en
aquellos años: “…El libro de Carson marcó el camino con su concepción abstracta y
pesimista, dosis sutiles de alarmismo, y un empleo cuidadoso de la información científica,
a todo el alud de publicaciones que aparecieron en los años siguientes: ni una palabra
sobre el carácter histórico y social del conocimiento y la técnica y, en consecuencia, nada
sobre la posibilidad de modificarlos; por lo tanto, el verdadero culpable de la crisis
ambiental es ¨El Hombre¨, es decir, todos y nadie…” (Toledo, 1993:901).
Otra publicación destacada fue “The population Bomb” (La bomba de la población),
en 1968, del biólogo norteamericano Paul Erlich, que vinculaba el carácter limitado de los
recursos naturales con el crecimiento desmedido de la población. Posteriormente, un
reporte del equipo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts, dirigido
por D. Meadows, se tituló “Limits to Growth” (Los límites al crecimiento) y fue preparado
para el “Club de Roma”. Además de publicaciones y debates internacionales,88 se
desarrolló la “Conferencia de Naciones Unidas Sobre el Medio Ambiente”, en Estocolmo,
en 1972.89 Unos meses después, la llamada “crisis del petróleo” –el incremento de su
precio determinado por los países exportadores- generó otra señal de alarma sobre los
“límites”. Esta dimensión planetaria del debate sobre el ambiente se tradujo en los años
siguientes en la creación de numerosas organizaciones sociales y políticas (Toledo, 1993).
También es la década donde (como será detallado a continuación en este mismo
apartado), se produce el mayor quiebre entre el movimiento conservacionista y el “nuevo

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ecologismo”, ejemplificado por la ruptura del “Sierra Club” y la creación de “Amigos de la
Tierra”, como caso referente.
En el caso de Argentina, algunos autores, como Mainwaring y Viola (1985),
identifican los primeros movimientos ecologistas en la década del ´70. Abordaremos el
caso de nuestro país en el Capítulo 5.
Leff destaca que las investigaciones sociológicas sobre los NMS han puesto en
relieve los problemas teóricos y metodológicos que surgen para la percepción y
caracterización del ambientalismo, debido a su complejidad que no puede ser abordada
desde la tipología de los actores de los movimientos sociales tradicionales, ni pueden ser
definidos en función de sistemas de referencia a los que se remite la acción colectiva (Leff,
2004). Para este autor, los movimientos ambientales emergentes luchan por construir un
nuevo orden social. Es decir, las demandas de democracia, equidad y justicia social están
llevando a la construcción de un nuevo ideario político donde confluyen ideas, valores e
intereses que, si bien no constituyen una visión del mundo homogénea, están abriendo
espacios de poder y movilizando procesos políticos donde surgen nuevos actores de los
movimientos ambientalistas.
Pero… ¿son ecologismos o ambientalismos? ¿Cuál es la diferencia entre ambas
definiciones? Algunos autores las utilizan de forma indistinta. Detallaremos aquí las
diferencias que los analistas establecen entre estos términos.
La bibliografía europea –especialmente la española- sobre el tema utiliza el término
“ambientalismos” para referirse a las diferentes corrientes dentro del movimiento, y utiliza
“ecologismo” o “movimiento ecologista” para referirse a una de ellas, de carácter más
radical, que consideramos la más cercana a los movimientos que en este trabajo
denominamos “socioambientales”.
Veamos algunos ejemplos de lo antes mencionado, en los que se reflexiona sobre
los temas que debe abordar la Historia Ambiental y su vinculación con estos movimientos:
“…No fue casual que la historia ambiental surgiera y se difundiera rápidamente en
Alemania y Estados Unidos, países donde el movimiento ecologista fue pionero y gozó
desde el principio de bastante respaldo social. Las peculiaridades del proceso político
español, marcado por la transición política y la tardía crisis de los partidos y
movimientos sociales vinculados a la izquierda tradicional, explican la tardía
implantación del movimiento ecologista...” (González de Molina y Martínez Alier, 2001:11).
Por otra parte, se remarca el relativo divorcio de la ecología como ciencia y la historia
ecológica como enfoque historiográfico, que tiene su razón de ser “…en la vinculación de
un puñado de historiadores al movimiento ecologista y en el rechazo de la mayoría de los
ecólogos profesionales por este movimiento social...” (González de Molina y Martínez Alier,

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2001:12).
El último aspecto mencionado, la separación/vinculación entre ecología –o ecólogos-
y ecologistas, también es abordada por otros analistas. Entre ellos, Peter Bowler explica:
“…Ecología es meramente la disciplina que estudia las interacciones de los organismos
con su medio. La historia muestra que tales estudios pueden emprenderse dentro de toda
una variedad de sistemas de valores (…) Sólo en décadas más recientes se ha creado,
con el crecimiento del ecologismo, una situación en que un número importante de
ecólogos están dispuestos a emplear su ciencia en apoyo del combate a la explotación...”
(Bowler, 1998:370).
Asimismo, Bowler forma parte de los autores que utilizan la denominación
“ecologismo” para referirse a un amplio abanico de movimientos -comparado al uso ya
comentado de “ambientalismos” entre los autores españoles-: “…El ecologismo es un
movimiento complejo que ha disfrutado del apoyo de toda una variedad de intelectuales
cuyas posiciones sobre otros problemas están lejos de ser uniformes. En su forma más
limitada, el ecologismo demandó la protección de áreas seleccionadas del medio natural
(…) todo esto reconociendo la necesidad de desarrollo en otras partes. Los partidarios
más activos del movimiento verde, en contraste, se han opuesto al entramado total de la
sociedad industrial moderna (…) Tal extremismo ha garantizado que una preocupación por
la naturaleza haya sido vinculada con programas que son igualmente radicales con
respecto a otros temas...” (Bowler, 1998:374).
En la misma línea, el uruguayo Eduardo Gudynas destaca que la ecología, como
ciencia, logró que desde ella se generara un movimiento social y una militancia
ambientalista. Sin embargo, afirma que, aunque ecólogos y ecologistas guardan estrechos
lazos, igualmente se han generado tensiones. Para Gudynas, ello se debe a que es
posible identificar dos maneras de concebir la ecología: una que apunta a la investigación
básica, estudiando por ejemplo la distribución y abundancia de plantas y animales y las
características de los ecosistemas, pero dejando en segundo lugar al ser humano, ya sea
por invocar una restricción epistemológica (neutralidad valorativa) o la especificidad de su
objeto de estudio (restringido a los componentes naturales). La otra perspectiva estudia al
ser humano integrado en esos ecosistemas y las consecuencias de sus acciones, y desde
allí opina sobre múltiples temas, como los políticos y económicos. El ambientalismo surge
de la segunda corriente (Gudynas, 1997).
Por su parte, los españoles Riechmann y Fernández Buey (1994), realizan la
siguiente diferenciación, en la cual comparten con los otros autores españoles ya
destacados, la identificación del ecologismo con el movimiento de carácter más radical:
- El conservacionismo o proteccionismo es el movimiento de protección de la

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naturaleza, los paisajes y las especies vivas.90 Para estos autores, no se trata de un
movimiento directamente político, toma cuerpo en el tejido de asociaciones y grupos de
presión que luchan por la conservación de la naturaleza local, nacional o
internacionalmente, pero se centran en los efectos y en lo puntual, en lugar de considerar
también las causas y los contextos globales.
- El ambientalismo es aquella actividad y aquellos movimientos sociales que luchan
por un mejor ambiente y una mejor calidad de vida para los seres humanos, desde un
punto de vista exclusivamente antropocéntrico. Sólo las amenazas contra la salud humana
y la calidad de vida movilizan a los ambientalistas.91 Es decir, tanto el ambientalismo como
el proteccionismo tienden a ser reformistas: no cuestionan de forma radical los modos
actuales de producción y consumo.
- El ecologismo, en cambio, se constituye como ecología política, ecología social o
ecología humana, anulando la separación que plantean el proteccionismo y el
ambientalismo. Aborda la cuestión de las relaciones humanidad-naturaleza con una
perspectiva renovadoramente global. Este movimiento social, activo desde los años
setenta en los países capitalistas avanzados y radicalizado sobre todo por la lucha
antinuclear, desea reestructurar la totalidad de la vida económica, social y política y tiende,
por tanto, a ser un movimiento anti-sistema (Riechmann y Fernández Buey, 1994).
En coincidencia con lo anterior, el estadounidense Scott Maiwaring y el argentino –
radicado en Brasil- Eduardo Viola, en un artículo en el que analizan los nuevos
movimientos sociales, las culturas políticas y la democracia de Brasil y Argentina en la
década de los ochenta, explicitan que, en ambos países es necesario diferenciar el
“movimiento ecológico” del “movimiento del medio ambiente”, “…el cual se ha centrado en
preocupaciones más específicas relacionadas con la preservación y protección del
ambiente, los efectos de la contaminación, la protección de los bosques y la conservación
del suelo. El movimiento ecológico participa de estas preocupaciones respecto del medio
natural, pero también propone y practica formas activas de organización social. El
movimiento ecológico, por lo general, ha suscitado interrogantes con respecto a las
formas de interacción humana, a las relaciones del individuo con su trabajo y en torno a
otras cuestiones relacionadas con el estilo de vida...” (Maiwaring y Viola, 1985:50).
Por su parte, el biólogo mexicano Víctor Toledo, utiliza la denominación ecologismo
como sinónimo de las organizaciones sociales y políticas que surgieron en la década de
los ´70, llamando la atención sobre sus límites, a saber: su arraigo casi exclusivo entre los
que podrían llamarse “sectores privilegiados de la sociedad moderna”, y el carácter super-
estructural de las motivaciones que dan lugar a la protesta y que movilizan a los
individuos. “…Ambos fenómenos quedan expresados por el hecho de que la mayor parte

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de quienes han hecho suya la lucha por la defensa de la naturaleza son precisamente
aquellos que más lejos quedan –en el sentido material y espacial- de ella…” (Toledo,
1993:903). Para este autor, la introducción de la problemática ecológica de los países
subdesarrollados al debate medioambiental, permitiría “desenredar el intrincado nudo
político-ideológico” que representan los movimientos ecologistas de las sociedades
industriales.
Toledo denuncia que la pretensión de los ecologistas por mantenerse puros de toda
ideología política (y en particular del Marxismo) esconde el temor de que su universo de
preocupaciones quede invalidado a la luz de lo “práctico-concreto”. Para él, es necesario
que el ecologismo reconozca que la explotación de los trabajadores y la dilapidación de la
naturaleza son dos dimensiones de un mismo proceso. En este sentido, bajo el encuadre
político de izquierda, las luchas por la naturaleza son finalmente luchas por abolir los
procesos de producción que no sólo destruyen a los ecosistemas sino que también
explotan al productor. El ecologismo debe ser transformado en una verdadera ecología
política92 (Toledo, 1993).
Otro autor mexicano, Enrique Leff, se refiere al ambientalismo como “…la
construcción de identidades colectivas y expresiones de solidaridad inéditas, que genera
nuevas formas de organización social para afrontar la crisis ambiental, cuestionando al
mismo tiempo la centralidad del poder y el autoritarismo del Estado…” (Leff, 2004:396).
Estas “nuevas formas de organización social” son impulsadas, según destaca Leff, por la
destrucción ecológica y la degradación ambiental, junto con la marginación social y la
creciente pobreza generadas por la racionalización económica del mundo –por las
ineficaces políticas asistenciales del Estado y las políticas neoliberales de ajuste,
características de los países de América Latina-. Vemos así que los motivos por los cuales
surgen estos movimientos según el autor, exceden los estrictamente ecológicos e incluyen
problemáticas sociopolíticas, por lo que concluimos que la denominación movimientos
ambientales de Enrique Leff puede considerarse como sinónimo de lo que hemos
denominado movimientos socioambientales en este trabajo. Analizaremos en el caso de
estudio cómo la mayor o menor explicitación de estos cuestionamientos socio-políticos
diferencian generalmente los movimientos socioambientales de otras organizaciones que,
sin embargo, también pueden ser portadoras de racionalidad ambiental.
Por otra parte, el propio Leff utiliza el término socioambiental en otros apartados de
su trabajo, al explicitar que “…la cuestión ambiental es una problemática eminentemente
social, generada por un conjunto de procesos económicos, políticos, jurídicos, sociales y
culturales…” (Leff, 2004:200). El autor considera que la conexión entre lo natural y lo
social ha estado guiada por el propósito de internalizar normas ecológicas y tecnológicas a

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las teorías y a las políticas económicas, y se ha dejado al margen el análisis del conflicto
social y las relaciones de poder que allí se plasman y se hacen manifiestas en torno a las
estrategias de apropiación social de la naturaleza. Al avanzar en su análisis, destaca:
“…las organizaciones socioambientales tienden a asociarse en redes de agrupaciones
autónomas, segmentadas y policéfalas, en estructuras no jerárquicas, descentralizadas y
participativas (…). Como afirma Leff, se trata de la lucha por la dignidad, un derecho de
reapropiación de sus territorios y de autogestión de sus recursos naturales –es decir, sus
bienes naturales comunes-.
Por otra parte, Leff considera que existe variedad de ambientalismos. Es decir, que
es posible descubrir expresiones, manifestaciones, actividades y luchas que van desde la
diferenciación de las ideologías y demandas de los países ricos y pobres, hasta las
expresiones que adquieren estos movimientos dentro de diferentes ideologías teóricas,
así como sus formas de expresión, generalmente asociadas a otras reivindicaciones
sociales por los derechos humanos, la etnicidad y la justicia distributiva. Respecto a los
movimientos ambientalistas en los países “subdesarrollados” están directamente
asociados con las condiciones de producción y de satisfacción de las necesidades básicas
de la población y están caracterizados por su diversidad cultural y política, lo que les
confiere una perspectiva más global (Leff, 2004).93
Un investigador chileno, Carlos Aldunate Balestra, afirma: “…está en plena formación
un fenómeno surgido a fines del siglo XX que es más un espíritu o una intención que una
doctrina fija. A ese espíritu llamaremos aquí ¨factor ecológico¨…” (Aldunate Balestra,
2001:17). En su libro “El factor ecológico, las mil caras del pensamiento verde”, Aldunate
Balestra “abre” el factor ecológico a dos líneas: la ambientalista y la ecologista. Para ello,
toma la definición del británico Andrew Dobson,94 quien considera al ambientalismo como
una aproximación administrativa a los problemas ambientales, sin cambios fundamentales
en los actuales valores o modelos de producción y consumo. Por su parte, el ecologismo
es para Dobson el que plantea cambios radicales en nuestra relación con el mundo natural
y en nuestra forma de vida social y política.
Aldunate Balestra reconoce que la definición tomada no es fácil de aceptar, ya que
considera que la opción de los especialistas es excluir al establishment de cualquier
expresión ecológica. En este sentido, hace referencia a Manuel Castells, quien considera
al medioambientalismo como “…todas las formas de conducta colectiva que, en su
discurso, y práctica, aspiran a corregir las formas de relación destructivas entre la acción
humana y su entorno natural, en oposición a la lógica estructural e institucional
95
dominante…” (Castells, 1998). Para Castells, el ambientalismo es la ecología puesta en
práctica.

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Aldunate Balestra critica a Castells al considerar que olvida algo sustancial: que esa
propia lógica no es inmutable y que puede experimentar cambios en dirección a una mayor
conciencia ecológica. Este autor se refiere a la “inoculación de lo ¨ecológico¨” en cada vez
más niveles de decisión, como los pasos institucionales que representan ciertas normas de
calidad ambiental y regulaciones ambientales. Para este investigador, el punto de partida
del “factor ecológico” se encuentra en la tesis de “los límites del crecimiento” incubada a
fines de los ´60 en el “Club de Roma” y publicada en 1972 para la Conferencia de
Estocolmo. “…De la toma de posición frente a esta máxima se desprende todo el
movimiento ambiental-ecologista que conocemos hoy, incluyendo la gestión que opera
desde las instituciones…” (Aldunate Balestra, 2001:19). Este factor tiene a su vez un
movimiento espontáneamente transversal, se pasea de izquierda a derecha, y viceversa.
Por otra parte, los distintos ecologismos generados no son permanentes ni configuran una
base teórica definitiva. Finalmente, el tercer criterio que Aldunate Balestra le confiere a
este “factor ecológico”, es que supera la simple frontera de los “modos de hacer” y
trasciende al plano de lo espiritual con fuertes influjos de una doctrina nueva: el
ecocentrismo. Desde la base ya mencionada, Aldunate Balestra reconoce la existencia de
cuatro “ecologías”: la Ecología Profunda, la Ecología Social, la Ecología Normativa y las
Ecologías Liberadoras.96
A continuación, desarrollaremos la clasificación de las diferentes corrientes del
ambientalismo que han sido identificadas por Joan Martínez Alier, las que consideramos
representativas de las diversas corrientes ya mencionadas, y que resultan un buen
resumen para nuestro abordaje. Por otro lado, cada una de ella sustenta diferentes
lenguajes de valoración que serán puestos en disputa durante el conflicto. Asimismo,
fundamentaremos la elección de la denominación “socioambientales” para los movimientos
analizados en este trabajo.

Movimientos socioambientales: en búsqueda de una definición para un fenómeno


reciente que actualiza una lucha histórica

En el libro de Joan Martínez Alier (2004), titulado “El ecologismo de los pobres.
Conflictos ambientales y lenguajes de valoración”, el autor pone el acento en lo que él
denomina la “tercera corriente del movimiento ecologista o ambientalista”, llamada
“justicia ambiental”, “ecologismo popular”, o “ecologismo de los pobres”. En orden
cronológico, la primera corriente sería el “culto a lo silvestre” y la segunda el “evangelio a
la ecoeficiencia”. Resumiremos las dos primeras corrientes, para dedicarnos
posteriormente con mayor detalle a la tercera:

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 El culto a lo silvestre

Se basa en la defensa de la naturaleza inmaculada. Está representado desde hace


ya más de cien años por John Muir97 y el Sierra Club de Estados Unidos. No ataca al
crecimiento económico, sino que se preocupa por preservar y mantener lo que queda de
los espacios naturales prístinos fuera del mercado. Durante los últimos 30 años, el culto a
lo silvestre ha estado representado en el activismo occidental por el movimiento de la
“ecología profunda”, que propugna una actitud biocéntrica ante la naturaleza. La principal
propuesta política de esta corriente consiste en mantener reservas naturales, libres de la
interferencia humana.
En síntesis:98

 se trata de organizaciones conservacionistas, en muchos casos del Norte, que


se centran en la preservación de la naturaleza salvaje, intacta, así como en la
restauración de áreas degradadas.

 no hay un cuestionamiento al crecimiento económico como tal pero se busca la


preservación de la naturaleza quitándola del mercado.

Esta corriente se encuentra muy preocupada por el crecimiento poblacional, y está


respaldado científicamente por la “Biología de la Conservación”.
En cuanto a la preocupación por el crecimiento poblacional, Jorge Orduna (2008), en
su libro “Ecofascismo. Las internacionales ecologistas y las soberanías nacionales”
denuncia la relación entre los miembros de organizaciones ecologistas internacionales y
aquellos vinculados a sociedades de Eugenesia.99 Para Orduna, la fórmula ecologista de
“más población equivale a más contaminación”, sirvió a los eugenecistas para adoptar un
perfil más bajo luego de la Segunda Guerra Mundial. “…Para ambos resulta conveniente y
necesario ir ¨protegiendo¨ y ¨reservando¨ áreas, generar tratados internacionales que
necesariamente recortarán las soberanías nacionales, regiones enteras pueden ir pasando
bajo control ¨internacional¨, deben ser reconocidas como patrimonio de una humanidad
que no todas las partes involucradas entienden de la misma manera. Así, pues, un mismo
¨enemigo¨, el crecimiento poblacional y la industrialización, son los factores que vuelven
complementarios dos conjuntos de ideas: Antipoblación y Conservacionismo Natural…”
(Orduna, 2008:40).
Otra de las críticas hacia esta corriente está dirigida hacia la interpretación del
incremento del apego a la vida silvestre en términos de post-materialismo. El politólogo
Ronald Inglehart, en la década de los años ´70, interpretó el aumento de personas

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preocupadas por la naturaleza en términos “post-materiales”, es decir, en el surgimiento de
nuevos valores sociales a medida que las necesidades materiales disminuyen al haber
sido satisfechas.
Si bien esta afirmación puede responder a la situación de una parte de la población
de Estados Unidos y otros países ricos, el término “post-materialismo”, es terriblemente
equivocado en sociedades como la de Estados Unidos, la Unión Europea o Japón, cuya
prosperidad económica depende del uso per cápita de una cantidad muy grande de
energía y materiales, y de la libre disponibilidad de sumideros y depósitos temporales para
su dióxido de carbono (Guha y Martínez Alier, 1997).
“…Para algunos, el ecologismo sería únicamente un nuevo movimiento social mono-
temático, propio de sociedad prósperas, típico de una época post-materialista. Había que
rechazar esa interpretación. En primer lugar, el ecologismo - con otros nombres - no era
nuevo. En segundo lugar, las sociedades prósperas, lejos de ser post- materialistas,
consumen cantidades enormes e incluso crecientes de materiales de energía y, por tanto,
producen cantidades crecientes de desechos. Si acaso, la tesis de que el ecologismo
tiene raíces sociales que surgen de la prosperidad, se podría plantear, no en términos de
una correlación entre riqueza e interés "post-materialista" por la calidad de vida, sino
precisamente en términos de una correlación entre riqueza y producción de desechos y
agotamiento de recursos…”, fundamenta Martínez Alier (2009:3). Y ya en 1992, había
ejemplificado: “…El movimiento antinuclear sólo podía nacer allí donde el enorme
consumo de energía y la militarización llevaron a la construcción de centrales nucleares. El
movimiento por la recogida selectiva de basuras urbanas sólo podía nacer allí donde las
basuras están llenas de plásticos y papel, y donde hay razones para inquietarse por la
producción de dioxinas al incinerar tales basuras. Desde luego, sería absurdo negar que
existe ese ecologismo de la abundancia. Pero también existe un ecologismo de la
supervivencia, un ecologismo de los pobres, que pocos han advertido hasta que el
asesinato de Chico Mendes, en diciembre de 1988, lo hizo entrar por vía televisiva en los
tibios hogares de los países del Atlántico Norte…” (Martínez Alier, 1992).
De esta manera, Martínez Alier fundamenta porqué considera que el ambientalismo
occidental de los años `70 no creció debido a que las economías hubieran alcanzado una
etapa “post-materialista”, sino precisamente por las preocupaciones “muy materiales”
sobre la creciente contaminación química y los riesgos o incertidumbres nucleares.
También ejemplifica esta afirmación con el caso de la organización Amigos de la Tierra,
que nació en 1969, cuando el entonces director del Sierra Club, David Brower, se molestó
por la falta de oposición del Sierra Club a la energía nuclear. Actualmente, Amigos de la
Tierra es una confederación de grupos de distintos países, algunos orientados a la vida

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silvestre, otros preocupados por la ecología industrial, y otros involucrados en los conflictos
ambientales y de derechos humanos provocados por empresa transnacionales en el
Tercer Mundo (Martínez Alier, 2004).
En relación a lo anterior, algunos analistas, consideran la escisión del Sierra Club,
como una marca de la ruptura entre el viejo conservacionismo y el nuevo ecologismo
radical de los años setenta.100
Por otra parte, otra crítica hacia el post-materialismo, es que las necesidades básicas
del ser humano pueden satisfacerse de múltiples maneras, es decir, la riqueza se define
culturalmente. La relación entre elecciones, valores y necesidades es compleja. En cuanto
al impacto de los valores en la conducta, se critica la afirmación de Inglehart de que el
impacto de los valores sobre la conducta tiende a ser mayor entre los que tienen niveles
relativamente altos de educación, información, intereses y habilidades políticas. Las
personas con estas características pueden también ser de estratos privilegiados de la
sociedad, y tienen también más interés en defender globalmente el status quo (Riechmann
y Fernández Buey, 1994).101

 El evangelio de la ecoeficiencia

Esta corriente se preocupa por los impactos ambientales y los riesgos para la salud
de las actividades industriales, la urbanización y también la agricultura moderna. Cree en
el desarrollo sostenible o “uso prudente” de los recursos naturales, y en el control de la
contaminación a partir de la “modernización ecológica”.102 En este sentido, descansa en la
creencia de que las nuevas tecnologías y la “internalización de externalidades” son
instrumentos decisivos de la modernización ecológica. Está respaldado por la “Ecología
Industrial”103 y la “Economía Ambiental”.104
A diferencia de la primera corriente, se preocupa por los impactos de la producción
de bienes y por el manejo sostenible de los recursos naturales, y no tanto por la pérdida de
los atractivos de la naturaleza o de sus valores intrínsecos. Su sinónimo de “naturaleza”
serían: “recursos naturales”, “capital natural” o “servicios ambientales”. El Instituto
Wuppertal,105 en Alemania, aparece como uno de sus mayores representantes. “…La
ecología se convierte en una ciencia gerencial para limpiar o remediar la degradación
causada por la industrialización…” (Visvanathan, 1997:37).106 Sus herramientas son los
indicadores e índices de uso de materiales o energía por unidad de servicio, el análisis del
ciclo de vida de productos y procesos, y la auditoría ambiental, entre otros.
En palabras de Martínez Alier, “…éste es hoy un movimiento de ingenieros y
economistas, una religión de la utilidad y la eficiencia técnica sin una noción de lo

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sagrado…” (Martínez Alier, 2004:20).
En síntesis:107

 Su postura no se opone al crecimiento económico, pero promueve un


“aprovechamiento racional/eficiente recursos”.

 No hay lugar para apreciaciones de la naturaleza en términos de sacralidad.

 Conceptos clave: “desarrollo sostenible”, “certezas científicas”, “expertos”,


“innovación”.

Esta corriente estará muy presente en nuestra investigación, ya que podría decirse
que la Gestión Ambiental y una de sus principales herramientas, la Evaluación de Impacto
Ambiental (EIA), también forman parte de este “evangelio a la ecoeficiencia”. Asimismo,
los discursos que se han generado desde los gobiernos y los sectores que defienden a la
minería, son puramente “eco-eficientes”, a pesar de que se chocan –o intentan no ver, o
no mostrar- la incapacidad de llevar adelante en la práctica esa “ecoeficiencia”.
Los ejemplos de Martínez Alier y Mariana Walter108 respecto al discurso ecoeficiente
en relación a la minería en Ecuador, son similares a los que comentaremos para nuestro
caso en los Capítulos 7 a 9. Se trata de frases dichas por el presidente de Ecuador, Rafael
Correa: “…No hay que caer en fundamentalismos. El debate no es Si No a la minería, sino
minería bien hecha, con estrictos controles…”, o “…lo que se busca es una minería
responsable y que no atente contra el medio ambiente…”.109
Algunos autores postulan que en Estados Unidos, el culto a la silvestre es más
reciente que el evangelio a la ecoeficiencia. Más allá de cual haya sido la primera, ambas
corrientes conviven actualmente. Pueden, en algún caso, oponerse una a la otra en cuanto
a sus intereses, o desarrollar discursos compartidos. “…A veces, aquellos cuyo interés en
el ambiente pertenece exclusivamente a la esfera de la preservación de lo silvestre
exageran la facilidad con la que puede desmaterializarse la economía, y se convierten en
creyentes oportunistas en el evangelio de la ecoeficiencia. ¿Por qué? Porque al afirmar
que el cambio tecnológico hará compatible la producción de bienes con la sustentabilidad
ecológica, enfatizan la preservación de aquella parte de la naturaleza que todavía queda
fuera de la economía. Entonces, el ¨culto a lo silvestre¨ y el ¨credo de la ecoeficiencia¨ a
veces duermen juntos…” (Martínez Alier, 2004:26).
Ambas corrientes, nacidas en países ricos, serán puestas en cuestión por una
tercera, que viene desde los países pobres –aunque también reconoce raíces en los
grupos menos favorecidos de los países ricos-: la Justicia Ambiental, el Ecologismo

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Popular o el Ecologismo de los Pobres.110

 Justicia ambiental y ecologismo popular

La ética de esta tercera corriente nace de una demanda de justicia social


contemporánea entre humanos.Además de que el crecimiento económico implica impactos
al medio ambiente, esta corriente enfatiza el desplazamiento geográfico tanto de las
fuentes de recursos como de los sumideros de residuos. En este sentido, ciertas
“fronteras”¨: la “frontera del cobre” y la “frontera del oro”, por ejemplo, avanzan hacia
nuevos territorios. “…Esto crea impactos que no son resueltos por políticas económicas o
cambios en la tecnología, y por tanto caen desproporcionadamente sobre algunos
grupos sociales que muchas veces protestan y resisten (aunque tales grupos no suelen
llamarse ecologistas)...” (Martínez Alier, 2004:27). Podría decirse que esta corriente
combina la apelación a la sacralidad de la naturaleza con el interés material por el medio
ambiente como fuente y condición de sustento.
El movimiento en Estados Unidos por la Justicia Ambiental es un movimiento social
organizado contra casos locales de “racismo ambiental”: la contaminación del aire, la
pintura con plomo, las estaciones de transferencia de la basura municipal, los desechos
tóxicos y otros peligros ambientales que se concentran en barrios pobres y de minorías
raciales (Purdy, 2000).111 Tiene fuertes vínculos con el movimiento de derechos civiles de
Martin Luther King de los años sesenta. Martínez Alier afirma: “…El movimiento por la
justicia ambiental es potencialmente de gran importancia, siempre y cuando aprenda a
hablar a nombre no sólo de las minorías dentro de estados Unidos sino de las mayorías
fuera de Estados Unidos (que no siempre se definen en términos raciales) y que se
involucre en asuntos como la biopiratería y bioseguridad y el cambio climático, más allá de
los problemas locales de contaminación. Lo que el movimiento de la justicia ambiental
hereda del movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos también tiene valor a
nivel mundial debido a su contribución a formas gandhianas de lucha no violenta…”
(Martínez Alier, 2004:31).
Si bien este movimiento en gran parte ha estado limitado a su país de origen, existen
en países latinoamericanos redes que han tomado el nombre de “justicia ambiental” y
otros movimientos que toman este argumento entre sus reivindicaciones.
Martínez Alier (2004) identifica dentro de esta línea los movimientos contra minas,
pozos petroleros, represas, deforestación y plantaciones forestales para alimentar el
creciente uso de energía y materiales, dentro o fuera de sus propios países, y los
conflictos por el uso del agua, entre otros.

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Esta tercera corriente recibe el apoyo de la Agroecología, la Etnoecología, la
Ecología Política, y en alguna medida de la Ecología urbana y la Economía Ecológica.
También ha sido apoyada por algunos sociólogos ambientales.
En síntesis, esta corriente:112

 Adhiere a la protección del ambiente no como valor post-material, sino en


defensa de las bases de supervivencia ante los impactos y riesgos del
crecimiento económico.

 El ambiente no es un objeto de lujo o esparcimiento, pero está asociado a una


diversidad de lenguajes de valoración: cultural, social, económico, cognitivo, etc.
113
 Arturo Escobar se refiere a tres dimensiones clave en los conflictos
ambientales: economía/ecología/cultura.

Más adelante continuaremos con las discusiones en torno a esta tercera corriente, ya
que consideramos que en gran parte los movimientos analizados en esta investigación
poseen características que los identifican con ella. Avanzaremos en estos aspectos al final
de este apartado, de la mano de la Ecología Política, perspectiva que creemos es la
adecuada para abordar el estudio de los conflictos ambientales.
A continuación explicaremos por qué decidimos denominar “movimientos
socioambientales”, a las organizaciones que fueron foco de nuestro análisis. Asimismo,
la caracterización de estos grupos en los Capítulos 5 y 7 fundamentará por qué
consideramos que no es pertinente que sean denominados “ecologismo de los pobres”.
Retomando y resumiendo lo planteado en la primera parte de este Capítulo,
Movimiento Social, hace referencia a un cambio de comportamiento llevado a cabo por
personas que poseen afinidad de intereses y valores, y se movilizan en común para lograr
ciertos objetivos u oponerse a ciertos cambios que los afectan directa o indirectamente.
Son fenómenos sociopolíticos que surgen ante la falta de respuesta de las instituciones
existentes, o del cuestionamiento al modelo de desarrollo y/o participación dominante,
interviniendo en el proceso de transformación social, promoviendo cambios u oponiéndose
a ellos, mediante formas de acción institucionales y no institucionales, por las que intentan
movilizar círculos más amplios de la sociedad. Asimismo, poseen formas de acción y
organización variables, una composición social heterogénea y formas de participación
múltiples y cambiantes. Están basados en condiciones sociales e históricas específicas, y
mantienen una continuidad que los diferencia de otros fenómenos sociales (como la
protesta social).

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Por su parte, los movimientos sociales relacionados a problemáticas ambientales son
hechos de interés reciente para investigadores de diferentes disciplinas –Sociología,
Antropología, Historia, entre otras- y, como ya ha sido abordado, pueden encontrarse en la
bibliografía existente hasta el momento, diferentes definiciones dadas a este tipo de
movilizaciones: ambientalistas, ecologistas, ecologismos, entre otros. En este trabajo
se optó por la denominación “movimientos sociales vinculados a problemáticas
ambientales” o, para resumir esta idea, “movimientos socioambientales”, haciendo
hincapié en la estrecha relación entre las problemáticas de carácter social 114 y ambiental
presentes en este tipo de movilizaciones, aspectos que en la mayoría de los casos no es
posible analizar por separado, ya que se perdería el abordaje de la complejidad del
tema.115
También se podría haber optado por la denominación “movimiento ambiental”,
considerando el ambiente como un concepto holístico,116 que abarca los aspectos socio-
políticos, económicos, ecológicos y culturales, entre otros. Pero diversas razones
impulsaron la decisión de no hacerlo. Detallaremos las mismas a continuación.
Por un lado, se evidencia un uso despectivo del término, desde ciertos sectores –
principalmente, los vinculados a los emprendimientos cuestionados por los denominados
ambientalistas o ecologistas, y algunos medios de comunicación masivos-. Esta
connotación negativa del ambientalista o del ecologista nos llevó a tomar la decisión de
evitar su uso para no dar lugar a confusiones acerca de la adhesión a esta opinión sobre
las personas que se movilizan por causas socioambientales.
Por otra parte, desde los propios movimientos socioambientales, algunos son
indiferentes a que se los denomine ambientalistas o ecologistas, pero la mayor parte de
ellos prefieren la denominación socioambiental. Si bien lo ambiental no es sinónimo de
natural ni de ecológico, existe una gran confusión entre estos términos. De allí la
necesidad de estas organizaciones de utilizar la denominación “socioambiental”, para
enfatizar el hecho de que su causa va mucho más allá de una reivindicación estrictamente
“natural”.117 La importancia de hacer hincapié en este “más allá” de la cuestión
estrictamente “natural o ecológica”, responde a la percepción de que la utilización del
término ambientalista por parte de ciertos sectores tiene como finalidad acallar e
invisibilizar gran parte del trabajo social de base que las organizaciones socioambientales
realizan, así como también sus cuestionamientos sociales, políticos y culturales. Los
testimonios de los miembros de las organizaciones socioambientales destacados en los
Capítulos 5 y 7 darán cuenta de esta percepción.
Si consideramos la bibliografía existente sobre el tema, también encontramos en ella
gran confusión entre las denominaciones, o usos diferentes de las mismas. Tal como ya

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fue ejemplificado, algunos autores hacen un uso indistinto de ambas denominaciones –
ecologismo y ambientalismo-, es decir, los consideran sinónimos. Otros prefieren utilizar
uno u otro, pero sin dar detalles del porqué de su elección, y otros los utilizan para
referirse a diferentes tipos de movimientos. Evitar la confusión que estos términos y sus
diversas acepciones pudieran generar, fue otro de los motivos que nos llevó a evitar su
uso, ya que la radicalidad del movimiento será abordada posteriormente, y tomando como
base el caso elegido.
Debido a lo antes mencionado, cada vez que a lo largo de este trabajo aparezca una
de estas denominaciones –ecologismo, ambientalismo, movimiento ambiental, movimiento
ecologista, entre otros- es porque se está reproduciendo el término utilizado por el autor
que se esté citando. Si no es así, se utilizará la denominación “movimiento/s
socioambiental/es”.
Podría decirse, parafraseando a Diana Lenton (2008), que este término adoptado -
“socioambiental”-, “nace contrahegemónico”. La autora describe este tipo de nacimiento al
referirse al concepto de “daño cultural”, producido por empresas extractivas al intervenir en
territorio de comunidades mapuches. Lenton explica: “…En ese sentido, la eficacia posible
del mismo se verifica y es constatable en la prevenida negativa sistemática del poder
hegemónico –estatal o empresario- a considerarlo dentro de los límites de lo debatible.
Dicho de otras maneras: no es que por ejemplo las empresas demandadas afirmen que el
daño cultural es bajo o que ha sido apropiadamente reparado, sino que pretenden que el
mismo ni siquiera existe como concepto o como demanda posible. De allí la importancia de
la intervención profesional, para establecer sus condiciones de posibilidad sobre bases
inequívocas, y diseñar su aplicabilidad…” (Lenton, 2008:8).
Es interesante trasladar estas reflexiones al concepto “socioambiental”, ya que la
acción de lo que Lenton denomina “poder hegemónico-estatal o empresarial-”, pasa en
este caso por la negación a incorporar al debate algunos aspectos cuestionados por estos
movimientos, acentuando de esta manera el conflicto existente. En otras palabras, tanto el
sector empresarial, como ciertos sectores del poder estatal, e incluso del sector científico-
académico-profesional-, se niegan a discutir los aspectos políticos e ideológicos del
modelo de desarrollo que respalda la minería a gran escala. Es decir, parafraseando a
Lenton: no es que las empresas cuestionadas afirmen que el modelo capitalista-neoliberal
que sustenta la explotación de recursos naturales no renovables es el mejor de los
modelos de desarrollo posibles, o que esté probado que la explotación de minerales a la
tasa de extracción que ellos plantean responde a las necesidades de los pueblos que la
cuestionan, sino que pretenden que estos aspectos no sean tenidos en cuenta a la hora de
evaluar sus proyectos.

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Con este fin, la estrategia de estos sectores es la reducción de cualquier discusión
posible a los aspectos técnicos, imposibilitando así cualquier posibilidad de solucionar el
conflicto, ya que los mayores cuestionamientos –los que van “más allá” de lo que
consideran estrictamente técnico- ni siquiera son incluidos en el debate.
Asimismo, en cuanto a la importancia de la intervención profesional que Lenton
destaca, consideramos imprescindible dar visibilidad a aquellos componentes “no técnicos”
del problema, para evidenciar los motivos por los que los conflictos permanecen latentes.
Los aspectos sociales –incluyendo los políticos, culturales e ideológicos- dejados de lado
en las discusiones –generalmente en nombre de la cientificidad y la objetividad- son
centrales en las reivindicaciones de estos movimientos socioambientales. La visión
fragmentada de sus demandas, y la denominación de estos movimientos como “activistas”,
“piqueteros verdes”, “eco- terroristas”, “fundamentalistas”, entre otros calificativos,
tergiversan su caracterización e impiden conocer en profundidad la complejidad de sus
demandas.
Volviendo a lo planteado por Diana Lenton, otra denominación dada por ella, que en
nuestro caso puede aplicarse tanto a la denominación “socioambiental” como a la de
“bienes naturales comunes”, es la de “generación inversa”. Nos referimos, parafraseando a
Lenton, a la delineación de un concepto desde la propia militancia. Es decir, un concepto,
altamente pertinente para la disciplina, en sintonía con discusiones contemporáneas que le
son propias, es traído a la palestra, principalmente, por iniciativa de los otrora objetos de
estudio (Lenton, 2008).118
Destacaremos a continuación aquellas variables relevantes para el análisis de los
conflictos socioambientales.

Conflictos socioambientales y lenguajes de valoración

Tal como se viene planteando a lo largo de este trabajo, los problemas ambientales
han dado lugar a conflictos y movilizaciones cuya explicación excede las categorías de las
teorías clásicas y han obligado a los intelectuales a desarrollar nuevos marcos
conceptuales para abordarlos. Desde hace algunos años, se plantea la necesidad de
abordajes sistémicos y transdisciplinares, que incorporen las interacciones, la capacidad
de resiliencia de los sistemas sociales y ambientales, la sinergia de los impactos, y la
incertidumbre inherente a la cuestión ambiental, entre otros aspectos a tener en cuenta.
En este sentido, las demandas de participación y la búsqueda de procesos más
horizontales de toma de decisiones, han llevado a repensar los paradigmas dominantes
tanto desde lo epistemológico como desde lo metodológico. Autores como Funtowicz y

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Ravetz (1993) consideran que, ante la complejidad de los problemas actuales, y la
incertidumbre inherente a los mismos, los expertos científicos y los administradores
gubernamentales ya no son los únicos participantes legítimos en la toma de decisiones.
Ello involucra de manera ahora explícita a muchos agentes que antes no eran
considerados. “…El modelo para la argumentación científica ya no es la deducción
formalizada sino el diálogo interactivo. La nueva ciencia paradigmática ya no puede
permitir que sus explicaciones no se relacionen con el espacio, el tiempo y el proceso; la
dimensión histórica, incluyendo la reflexión humana sobre el cambio pasado y futuro, se
transforma en una parte integrante de la caracterización científica de la naturaleza y de
nuestro lugar en ella…” (Funtowicz y Ravetz, 1993:12). Volveremos al planteo de
Funtowicz y Ravetz en repetidas oportunidades.
Por su parte, desde la epistemología ambiental, Enrique Leff (2004) afirma que la
complejidad ambiental inaugura una nueva relación entre ontología, epistemología e
historia. “…La epistemología ambiental ya no se plantea tan sólo el problema de conocer a
un mundo complejo, sino cómo el conocimiento genera la complejidad del mundo. La
reintegración de la realidad a través de una visión holística y un pensamiento complejo es
imposible porque la racionalidad del conocimiento para aprehenderla y transformar el
mundo, ha invadido lo real y trastocado la vida (…) Contra la epopeya del conocimiento
por aprehender una totalidad concreta, objetiva y presente, la epistemología ambiental
indaga sobre la historia de lo que no fue y lo que aun no es (externalidad denegada,
posibilidad subyugada, otredad reprimida), pero que trazado desde la potencia de lo real,
de las fuerzas en juego en la realidad, y de la creatividad de la diversidad cultural, aún es
posible que sea. Es la utopía de un futuro sustentable…” (Leff, 2004:XI).
Es decir, la problemática ambiental, inherentemente, requiere un abordaje que
exceda la mirada de los expertos científicos e incluya a las comunidades y, dentro de ellas,
aquellas percepciones que quedan sometidas a las lógicas de poder dominantes.
En relación a lo anterior, compartimos la afirmación de Carlos Aldunate Balestra, al
afirmar: “…los conflictos ecológicos son los principales catalizadores de los aspectos
éticos y políticos que queremos pesquisar…” (Aldunate Balestra, 2001:13). Para este
investigador, la presencia “inevitable, continua y agitadora” de los ciudadanos, asegura
que el tema no caiga en el exclusivo dominio de los técnicos, alumbrando, con sus
opiniones, temores y preguntas, las áreas éticas y políticas, donde es posible hallar
marcas de las nuevas ideas inspiradas por la ecología.
Si bien, como hemos desarrollado al inicio de este Capítulo, las diferentes
definiciones de conflicto social apuntan a describirlo como una forma de interacción entre
personas y/o grupos, en la que se producen enfrentamientos por intereses, valores o

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deseos contrapuestos entre sí, puntualizaremos en los conflictos socioambientales, es
decir, en aquellos conflictos sociales que surgen en torno a problemáticas de character
ambiental, lo que nos obliga a considerar lo mencionado previamente.
Retomando a Enrique Leff, los conflictos socioambientales se plantean en términos
de controversias derivadas de formas diversas –y muchas veces antagónicas- de
valorización de la naturaleza. Los conflictos entre diferentes grupos y/o actores sociales
se basan en diversas maneras de valorar los recursos y servicios ambientales, de
relacionarse con la naturaleza, fundadas en valores, racionalidades e intereses muchas
veces contrapuestos entre sí (Leff, 2006).
Henri Acselrad menciona el carácter indisociable del complejo formado por el par
sociedad-medio ambiente, que justifica el entendimiento de que las sociedades se
reproducen por procesos socio-ecológicos. Así, en el proceso de su reproducción, las
sociedades se confrontan a diferentes proyectos de uso y significación de sus recursos
ambientales. Es decir, que el uso de estos recursos está sujeto a conflictos entre distintos
proyectos, sentidos y fines. Vista desde esta perspectiva, la cuestión ambiental es
intrínsecamente conflictiva (Acselrad, 2004).
Los conflictos socioambientales –al menos desde esa denominación-119 son un tema
de investigación reciente. Según Adrián G. Zarrilli,120 pueden identificarse tres formas de
definir los conflictos ambientales:

 Los conflictos que uno no identifica como ambientales pero que son ambientales y
fueron explicados por otras vías. En este sentido, es fundamental romper con la
separación entre lo social y lo ambiental. “…La problemática ambiental surge de
la manera en que una sociedad se vincula con la naturaleza para construir su
hábitat y generar su proceso productivo y reproductivo. Es decir que está
directamente e indirectamente vinculada al modelo de desarrollo presente en
un determinado tiempo y espacio…” (Galafassi y Zarrilli, 2002:21).

 Conflictos por disputas sobre la utilización de recursos naturales. A esto se suma


la existencia de diferentes cosmovisiones y valores sobre estos recursos.
Parafraseando a Joan Martínez Alier, hay en estos conflictos un uso de diversos
lenguajes. “…En un conflicto ambiental se despliegan valores muy distintos,
ecológicos, culturales, valores que se basan en el derecho a la subsistencia de
las poblaciones, y también valores económicos en el sentido crematístico. Son
valores que se expresan en distintas escalas, no son conmensurables…”
(Martínez Alier, 2007:4).

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 La tendencia actual de considerar que todo conflicto es ambiental. Retomando el
tema de la dificultad de separar la cuestión ambiental de la social, es necesario
destacar que, si bien la mayor parte de los conflictos ambientales actuales en
nuestro país tienen fuertes componentes sociales, no todos los conflictos
sociales tienen un fuerte componente ambiental. La trascendencia actual que ha
alcanzado la crisis ambiental lleva a veces a una interpretación forzada de todo
conflicto como conflicto ambiental. Por ejemplo, en un interesante trabajo sobre
los conflictos ambientales en la Patagonia, puede leerse la siguiente afirmación:
“…podríamos decir que los piqueteros, ex-trabajadores del petróleo, en su
mayoría inmigrantes de otras regiones de Argentina, se transformaron en los
primeros refugiados ambientales del país…” (Blanco y Mendes, 2006:51). Si bien
la actividad petrolera ha generado un impacto ambiental negativo en el
ambiente, el proceso de privatizaciones y los primeros piquetes en Cutral-Co no
tienen entre sus principales reivindicaciones la contaminación ambiental
generada por la actividad petrolera, ni se puede afirmar que los movilizó una
racionalidad ambiental que los llevó a criticar el modelo extractivo. En este
sentido, consideramos necesario analizar en cada conflicto cuál o cuáles han
sido las motivaciones que le han dado origen, y cuáles son las que se han ido
agregando al ampliarse los repertorios de la protesta a través del tiempo.

Consideramos también de gran importancia conocer la historia de luchas y el


contexto espacial en el cual emergen estos conflictos. “…La emergencia de una gama muy
diversa de conflictos ambientales, surgidos de la interacción de la sociedad en su proceso
histórico con la naturaleza, ha potenciado las preocupaciones sobre estas problemáticas
(…). En el análisis de los conflictos ambientales, es escaso el desarrollo de investigaciones
focalizadas en las formas y maneras particulares que implementan las distintas sociedades
y culturas en su relación con la naturaleza y de las cuales devienen, precisamente, los
conflictos ambientales…” (Galafassi, y Zarrilli, 2002:7-8).
Parafraseando a Martínez Alier (2004), el poder aparece de dos formas: la capacidad
para imponer una decisión sobre otros, y el poder de procedimiento que, triunfando en
apariencia sobre la complejidad, es capaz de imponer a todas las partes implicadas un
lenguaje de valoración determinado, como criterio básico para juzgar un conflicto ecológico
distributivo. “…La percepción ecológico-popular se expresa a veces en la terminología
científica de flujos de energía y materiales, de pérdida de biodiversidad, cambio climático,
recursos agotables y contaminación, pero ese no es siempre el lenguaje utilizado por los

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movimientos ecologistas actuales o históricos. Ellos disponen de otros lenguajes…”,
señala Martínez Alier (2009:20). Como ya ha sido planteado y será ejemplificado en el
Capítulo 9, hay un intento por partes de los sectores que apoyan la megaminería, de
centrar el debate sobre la actividad en el aspecto puramente técnico, “eco-eficiente”.
¿Quién tiene el poder de simplificar la complejidad, descartando algunos lenguajes de
valoración y reteniendo otros?, se pregunta Martínez Alier, y reconoce este interrogante
como cuestión fundamental para la Economía Ecológica y la Ecología Política.
Por su parte, Henri Acselrad, afirma que el método requiere el esfuerzo de no tratar
por separado la caracterización de las dimensiones físico-materiales y la explicitación de
las dimensiones simbólicas asociadas a los modos de representar el medio, ya que ambos
son elementos indisociables en la explicación de las estrategias de los diferentes actores
envueltos en los procesos conflictivos. En este sentido, Acselrad enfatiza una mirada de la
cuestión ambiental sensible al papel de la diversidad sociocultural y al conflicto entre
distintos proyectos de apropiación y significación del mundo material (Acselrad, 2004).
Por otra parte, como fue mencionado sucintamente en algunos comentarios previos,
hay un componente que para las luchas en América Latina y en Argentina resulta de gran
relevancia: el territorio, como espacio de disputa, de apropiación y de organización de la
resistencia. Este tema será abordado en el último apartado de este Capítulo, en el que
destacaremos algunos planteos de autores referentes de la Ecología Política.

La construcción de una racionalidad ambiental y su contraposición a la racionalidad


económica

Enrique Leff recupera el concepto de racionalidad de Max Weber y lo vincula al


problema actual de la sustentabilidad. ¿Qué es la “racionalidad ambiental”?
Parafraseando a este autor, la describiremos como un proceso de emancipación que
implica la descolonización del saber sometido al dominio del conocimiento globalizador y
único, para fertilizar los saberes locales. Nace en la deconstrucción de la razón que ha
desencadenado las fuerzas eco-destructivas de un mundo insustentable, es decir, nace en
contraste con las teorías, el pensamiento y la racionalidad de la modernidad, y se arraiga
en prácticas sociales y en nuevos actores políticos, desplegándose en los movimientos
socioambientales que luchan por la construcción de sociedades sustentables y por la
reapropiación de su naturaleza y sus territorios de vida. “…Su concepto se fue gestando
en la matriz discursiva del ambientalismo naciente, para ir creando su propio universo de
sentidos…” (Leff, 2004:XV).
En relación a lo anterior, es importante también describir la diferencia pero a su vez

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la complementación existente, al momento de abordar una problemática, entre sentidos-
significados y saberes-conocimientos, para comprender qué alcance le damos a estas
denominaciones cuando las utilizamos a lo largo de este trabajo.
Coexisten, por un lado, significados teóricos vigentes en las prácticas científicas y,
por otro, sentidos dados a los significados, es decir, los saberes que la comunidad tiene
sobre sus propias problemáticas. El sentido común y el conocimiento científico son
discursos que se complementan. El primero facilita la construcción de subjetividades
mediante la comunicación intersubjetiva, contextualiza las problemáticas y las miradas
sobre ellas; el conocimiento científico por su parte pretende exponer las relaciones
encubiertas en los objetos, relaciones, fenómenos, explicarlas y hasta en algunos casos
reproducirlas experimentalmente (Coria, 2008).
La contraposición de la racionalidad ambiental a la racionalidad económica se
fundamenta en que esta última ha desarrollado una estrategia de poder para legitimar su
principio de racionalidad fundado en el modelo cientificista de la modernidad. Desde esa
perspectiva, no sólo se define como racional la conducta de los actores sociales que se
rigen por las motivaciones del mercado, la ganancia y la utilidad, sino que se busca
deslegitimar los modos de organización social guiados por otros valores. Las prácticas
tradicionales, así como las demandas de las comunidades locales y las sociedades no
capitalistas, aparecen como derechos y valores, pero carentes de racionalidad.
“…La globalización económica instala la soberanía del consumidor en el lugar de la
soberanía de los pueblos, que en sus procesos históricos establece las reglas de cohesión
y solidaridad social y los imaginarios colectivos que definen las necesidades y deseos de
la gente dentro de organizaciones culturales diferenciadas. De estos principios emergen
hoy en día las luchas de resistencia de los pueblos a subsumirse dentro de las reglas
homogeneizantes del mercado globalizador, a ser reducidos a elementos de un ¨capital
humano¨, a disolver sus valores y estilos de vida…” (Leff,2004:195). Parafraseando a
Horacio Machado Aráoz (2009), y en referencia a los conflictos en torno a la megaminería,
éstos surgen de formas contradictorias de comprender, vivir y producir el espacio habitado.
Otros aspectos que Leff incorpora al concepto de racionalidad ambiental, son, por un
lado, el carácter simbólico, y por otro, el aspecto ético. “…La racionalidad ambiental
busca repensar la relación entre lo real y lo simbólico en el mundo actual globalizado, la
mediación entre cultura y naturaleza, para confrontar a las estrategias de poder que
atraviesan la geopolítica del desarrollo sostenible…” (Leff, 2004:XVIII). Por otra parte,
desde la ética surge una crítica a la racionalidad económica, a partir del carácter
irreductible de los principios de autonomía, solidaridad y autosuficiencia a la razón
reduccionista del mercado (Leff, 2004).

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Consideramos que este aspecto es también de gran relevancia para nuestro caso de
estudio, por el carácter simbólico de los bienes naturales en disputa, que será abordado en
los Capítulos 5 y 7. Asimismo, las medidas represivas que en algunas provincias
argentinas se han tomado para acallar la lucha de los movimientos socioambientales –
algunas desde lo legal, por medio de ordenanzas o leyes antiterroristas-, hace inevitable la
aparición del cuestionamiento desde la ética a este tipo de acciones. Por otra parte, la
calidad de los Informes de Impacto Ambiental presentados por las empresas, en algunos
casos ponen en cuestión la ética de los profesionales intervinientes.
¿Cómo se construye la racionalidad ambiental? Esta construcción implica un
proceso, es la realización de una utopía, de un proyecto social que surge como respuesta
a otra racionalidad. Y esta otra racionalidad –económica- ha tenido su periodo histórico de
construcción, de legitimación, de institucionalización y de tecnologización. El proceso de
transición, se caracteriza por la oposición de intereses y perspectivas de ambas
racionalidades, por sus estrategias de dominación y por sus tácticas de negociación. “…Es
un proceso transformador de formaciones ideológicas, prácticas institucionales, funciones
gubernamentales, normas jurídicas, valores culturales, patrones tecnológicos y
comportamientos sociales que están insertos en un campo de fuerzas en el que se
manifiestan los intereses de clase, grupos e individuos, que obstaculizan o movilizan los
cambios históricos para construir esta nueva racionalidad social…” (Leff, 2004:223).
Consideramos que nos encontramos en este proceso, y que la emergencia de los
conflictos socioambientales es su más clara manifestación.
También puede observarse este choque de racionalidades en el campo profesional –
no sólo entre las diferentes disciplinas en las que ha sido dividida la ciencia, sino también
al interior de cada una de éstas-, entre quienes siguen apelando a la ciencia moderna para
legitimar el conocimiento, y quienes apuestan a un nuevo paradigma científico que aborde
la complejidad de los problemas e incorpore los saberes, sentidos e incertidumbre
inherentes a las cuestiones ambientales. Este choque estaría dando cuenta del paso de la
ciencia normal a la ciencia postnormal (ver Funtowicz y Ravetz, 1993), y de la co-
existencia conflictiva de ambas.

Los movimientos socioambientales: impulsores de una racionalidad ambiental

El concepto de “racionalidad”, como un sistema de razonamientos, valores, normas y


acciones que relaciona medios y fines, permite analizar la coherencia de un conjunto de
procesos sociales que intervienen en la construcción de una teoría de la producción y la
organización social fundada en los potenciales de la naturaleza y en los valores culturales.

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Así, “…el concepto de racionalidad ambiental permitiría sistematizar los principios
materiales y axiológicos de su teoría, organizar la constelación de argumentos que
configuran el saber ambiental, y analizar la consistencia y eficacia del conjunto de
acciones desplegadas para el logro de sus objetivos…” (Leff, 2004:206). Compartimos con
este autor la afirmación de que este concepto permite percibir la confrontación y la
convivencia de racionalidades que no se subsumen en una lógica unificadora, sus
estrategias de poder y el diálogo posible que establecen.121
Además, el abordaje desde la racionalidad ambiental permite evaluar el carácter
“ambiental” de una serie de movimientos sociales. Según Enrique Leff, los actos de
conciencia y sus efectos en la organización social y en la movilización política son
“ambientales” en tanto que incorporan un conjunto de valores que conforman una
“racionalidad sustantiva”122 del ambientalismo, y en tanto que, como procesos sociales,
prácticas productivas y acciones políticas, constituyen “actos de racionalidad ambiental”
(Leff, 2004).
Leff afirma que sin esta perspectiva metodológica se corre el riesgo de , en el estudio
de movimientos ambientales, reducir el campo de percepción a aquellos grupos que se
autodenominan “ecologistas” y perder de vista el carácter ambientalista de otros
movimientos (campesinos, indígenas, populares) que, sin reconocerse como
ambientalistas ni incorporar algunas veces, de manera explícita, reivindicaciones
ecológicas en sus demandas políticas, se enlazan en luchas que contribuyen a generar
las condiciones para construir sociedades sustentables fundadas en los principios de una
racionalidad ambiental (Leff, 2004). La falta de concepto puede volver invisibles a los
movimientos. Las luchas ecologistas pueden aparecer como limitadas al reclamo del
control y acceso a los recursos naturales y al manejo ambiental, sin abordar abiertamente
aspectos que tienen que ver con un nuevo ordenamiento jurídico-político nacional y con
cuestiones relativas al poder y el territorio, como en el caso de muchos movimientos
campesinos e indígenas123 (Sanchez, 1999).124
Si bien Leff hace mención al “ambientalismo” en general, en su libro “Racionalidad
Ambiental. La reapropiación social de la naturaleza” (2004) –escrito en México-, comenta
que la potencia de la racionalidad ambiental se le ha manifestado por la presencia y la
vivencia de la riqueza ecológica y cultural de esa maravillosa región del mundo que lo ha
conducido en su reflexión sobre el tema, y hace alusión a la incipiente construcción de un
pensamiento ambiental latinoamericano.
En el mismo sentido, Joan Martínez Alier, en un reciente artículo, hace referencia a
un Seminario que dictó en Lima en 1992,125 en el que intentó empujar a la izquierda
política latinoamericana hacia el eco-socialismo, sin resultados. “…Hablando claro, el

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ecologismo les parecía una pendejada.126 Me faltó fuerza. No les dije aún que los glaciares
de los Andes se fundirían más de prisa que el capitalismo. Sin embargo, nuevos
movimientos sociales como los seringueiros127 en Acre (Brasil) planteaban ya estas
cuestiones…”, reflexiona años después Martínez Alier (2009:1-2). Sin embargo, destaca:
“…el ecologismo popular avanza, arrastrando un simbólico cortejo de víctimas no
contabilizadas, como respuesta espontánea ayudada por ONGs y redes ambientalistas
frente a la extracción de biomasa, minerales, combustibles fósiles, agua y la producción
de residuos, a costa de los más pobres y menos poderosos…” (Martínez Alier, 2009:2).
En conclusión, coincidimos con Leff, en que la emergencia de esta racionalidad
ambiental y la reinvención de identidades son procesos característicos de las luchas
actuales en Latinoamérica -de reapropiación de la naturaleza y la cultura de poblaciones
indígenas, campesinas y locales-, por lo que las hemos convertido en conceptos
preponderantes de nuestras hipótesis de trabajo. También compartimos con Martínez Alier
la percepción de la dificultad de la lucha socioambiental y la importancia que tiene
actualmente como movimiento generador de cambios: “…Los movimientos del ecologismo
popular suelen perder la contienda. A veces ganan provisionalmente hasta que aparezca
un nuevo inversor minero, petrolero, papelero, hidroeléctrico, respaldado por el Estado.
Pero seamos optimistas: ellos son una principal fuerza social en busca de aliados en todo
el mundo para encaminar la economía en una ruta más justa y sostenible...” (Martínez
Alier, 2009:22).
En este sentido, es importante destacar que no sólo los movimientos
socioambientales son portadores de racionalidad ambiental. En mayor o menor grado,
existen además otro tipo de organizaciones, ONGs y diversos grupos, que también están
realizando importantes aportes, articulando sus acciones con los movimientos
socioambientales, y potenciando también la construcción de esta racionalidad.
A continuación, llevaremos esta misma discusión entre “racionalidades” diferentes, al
plano económico, detallando los postulados de la Economía Ambiental y las críticas y
propuestas desde la Economía Ecológica. Asimismo, destacaremos las nociones de
“sustentabilidad” que sostienen a cada una de estas corrientes.

La Economía Ambiental y la internalización de externalidades ambientales. Las


críticas y las propuestas desde la Economía Ecológica. Sustentabilidad débil y
sustentabilidad fuerte

La economía convencional -o neoclásica- analiza sobre todo los precios –es


crematística- y tiene una concepción metafísica de la realidad económica, que funcionaría

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como un perpetuum mobile lubricado por el dinero (Martínez Alier y Roca Jusmet, 2000).
Ha estado históricamente interesada en la formación de precios en el mercado, disociando
a éste de la biosfera y de la sociedad, y dejándolas fuera de su campo de estudio.
Sin embargo, después de la primera crisis del petróleo, y la presentación del “Informe
Meadows”, en 1972 –más conocido como “Los Límites al crecimiento”-, se publicaron
contribuciones procedentes desde la economía neoclásica que extendían el modelo de
crecimiento tradicional para agregar un nuevo input: los recursos naturales. En un número
de la “Review of Economics Studies” de 1974 dedicado al tema, se publicaron algunos
artículos destacados, entre ellos de Solow, Dasgupta y Heal y Stiglitz (Martínez Alier y
Roca Jusmet, 2000).128
Ante la evidencia de que las transacciones de mercado sobrepasan los límites
estrictamente económicos, la economía tradicional se ha vio obligada a intentar nuevas
respuestas.129 Surge así la “Economía Ambiental”. Una disciplina que se sustenta en los
mismos modelos, métodos, conceptos y valores que la economía neoclásica pero que,
además, trata de integrar en el modelo tradicional las consecuencias o efectos no
deseados de la actividad económica: las externalidades. Es decir, internalizar, a través de
los precios de mercado, aquellas externalidades ambientales negativas.
¿Que son externalidades? Pueden definirse como efectos secundarios negativos no
previstos del crecimiento, como la contaminación. Este “fenómeno de derrame” fue
identificado por Arthur Pigou, en la década de 1920, pero se lo consideró más como una
anomalía académica que como un problema del mundo real. Ayers y Kneese, en 1969,
propusieron que estas externalidades de contaminación eran realmente muy abundantes
en las economías industriales con producción masiva. La base científica para este
fenómeno fue elaborada por Nicholas Georgescu-Roegen, en la década de 1970, quien
argumentó a favor de reformular el pensamiento económico y los modelos en consistencia
con las leyes físicas fundamentales de la termodinámica y la entropía (Costanza et al,
1999). Es decir, la externalidad es un costo que no está incluido en los costos de una
empresa, de un país o de una región. Puede ser positiva, cuando genera beneficios no
considerados a priori, y puede ser negativa, cuando se refiere a daños (Pengue, 2009).
Sobre esta base, desde la Economía Ambiental, la complejidad de las funciones que
tiene el patrimonio natural fue diluida en un agregado que se denominó “capital natural”
(KN). Este capital natural y el “capital fabricado” (el K tradicional de la función de
producción, junto con la tierra -o recursos naturales- y el trabajo), forman el capital total de
una economía. Lo importante, bajo está concepción, es el mantenimiento constante de
este “capital total”, es decir, que no disminuya el stock total de capital de una economía.
En ese contexto, una economía con gran capacidad de ahorro, sería “sustentable”

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simplemente reemplazando KN por K. Desde esta corriente, se vio al capital natural como
factor productivo y se supusieron enormes posibilidades de sustitución entre los dos tipos
de capital, el natural y el fabricado. Esta es la lógica de la sustentabilidad en sentido
débil (ver Pearce y Atkinson, 1993).
Vale decir que la ideología de la sustentabilidad débil apoya implícitamente la tesis
de que la riqueza es buena para el ambiente, porque proporciona dinero para corregir el
deterioro ambiental (Martínez Alier, 1999). Por otra parte, el agotamiento del capital natural
no representaría ningún problema para la posibilidad de un consumo sostenible, e incluso
de un crecimiento exponencial del consumo (que se identifica con mayor bienestar),
siempre que supongamos un grado suficientemente elevado de sustituibilidad entre capital
natural y capital manufacturado, y siempre que confiemos en que continuará habiendo
progreso técnico.
Esta visión –desde la Economía Ambiental- considera sólo una de las funciones de la
naturaleza, la de proporcionar recursos para la producción (Martínez Alier y Roca Jusmet,
2000). Además, la idea de que se pueda producir sin recursos naturales es absurda, ya
que toda la misma maquinaria económica procesa materiales y consume energía.
Por otra parte, existen críticas a la contabilidad nacional macroeconómica,
especialmente al Producto Interior Bruto (PIB) de los países, como la no inclusión de
trabajos no remunerados monetariamente (como el doméstico), la ausencia o dudosa
contabilización de los recursos naturales y servicios ambientales, la contabilización
de gastos defensivos, mitigadores o compensatorios como producción y renta final,130
entre otros. Además, se agrega el hecho de que “…el problema no es sólo que el PIB
olvide lo que no se mercantiliza, y por lo tanto no tiene precio, sino que también lo
mercantilizado y con precio puede tener precios muy discutibles…” (Martínez Alier y Roca
Jusmet, 2000:69).
En este sentido, se han desarrollado propuestas de corrección del PIB, como las
“cuentas satélites” –en términos físicos-, o el PIB verde o ecológicamente corregido –o
Ingreso Nacional Sostenible- propuestos por autores como R. Repetto, Salah El Serafy,
Roefie Hueting y el Índice de Bienestar Económico Sostenible –ISEW: Index of
Sustainable Economic Welfare- de Daly y Coob.131
También se desarrollaron instrumentos de política ambiental, como la negociación
coasiana, los impuestos, subsidios y permisos de contaminación comercializables.132
Como ya fue mencionado, desde la Economía Ambiental se propusieron métodos de
valoración monetaria para las externalidades, como el de coste del viaje, los precios
hedónicos, la valoración contingente, y otros.133
La crisis ambiental de los años `60 mostró la irracionalidad ecológica de los patrones

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dominantes de producción y consumo, y marcó los límites del crecimiento económico. De
allí surgió el interés teórico y político por valorizar a la naturaleza con el propósito de
internalizar las externalidades ambientales del proceso de desarrollo. Surgió así la
Economía Ecológica como nuevo paradigma (Leff, 2004).
La “Economía Ecológica”,134 conforma un campo de estudio interdisciplinario que,
desde otra perspectiva, sostiene que es imposible adjudicar valores monetarios
(precios) a las externalidades, porque muchas de ellas son inciertas, desconocidas o
irreversibles. Por ello, ha estado abocada en los últimos años a investigar aquellos
aspectos que quedan ocultos en el sistema de precios, infravalorando así la escasez y los
perjuicios ambientales y sociales -actuales y futuros-. Desde esta perspectiva, intenta
poner el énfasis en los conflictos ecológicos distributivos ínter e intra- generacionales,
y entiende que la escala del desarrollo de las economías está restringida a los límites
físicos-ecosistémicos, ya que una gran parte del patrimonio natural no es sustituible por el
capital fabricado por el hombre. Reconoce, además, la importancia del desarrollo de
indicadores biofísicos135 que permitan superar la insuficiencia de los indicadores
exclusivamente monetarios para medir la sustentabilidad ecológica. Entiende que los
residuos sólo pueden ser generados en una magnitud que el ecosistema pueda asimilar o
sea capaz de reciclar (Martínez Alier, 1999).
La Economía Ecológica se basa en un concepto de sustentabilidad en sentido
fuerte (Martínez Alier, 1999). Ésta considera que debe mantenerse el capital natural crítico
para la economía, y respetarse los límites y las restricciones ecológicas que el soporte
natural impone a la producción de bienes y servicios económicos. La Economía Ecológica
ve al planeta Tierra como un sistema abierto a la entrada de energía solar. Es decir, las
economías necesitan entradas de energía y materia, y producen básicamente dos tipos de
residuos: el calor disipado o energía degradada, y los residuos materiales. Algunos de
éstos, mediante el reciclaje, pueden volver a ser parcialmente utilizados, aunque ello
genere mayor entropía.136 Parte del reciclaje se da en el mercado (por ejemplo, papel o
cartón), y otra parte más voluminosa se recicla naturalmente, sin intervención humana,
mediante los ciclos naturales que convierten “residuos” en “recursos”. Así por ejemplo, el
CO2 que los animales emiten como residuo de la respiración es absorbido por las plantas
para formar materia orgánica, o el estiércol es transformado por microorganismos y se
convierte en alimento de las plantas. En cambio, en las economías modernas los residuos
se acumulan y sólo a veces pueden ser convertidos en nuevos recursos a través de
procesos que, a su vez, requieren la intervención humana (y el uso de más energía) y no
permiten una recuperación al cien por ciento. Otros residuos (metales pesados o residuos
radiactivos) mantienen su toxicidad durante muchísimo tiempo, sin ser posibles de reciclar

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o reutilizar satisfactoriamente.
Desde esta perspectiva, se entiende que la naturaleza es la encargada de realizar los
ciclos biogeoquímicos de reciclaje de elementos químicos, pero con la intervención
humana y económica de la naturaleza, éstos se aceleran y alteran su ritmo, demandando
un mayor esfuerzo de la naturaleza. Cuando se desajustan los tiempos naturales y los
económicos, se provoca contaminación. Excepto la que puede reciclarse, gran parte de la
materia utilizada por el sistema económico en la producción y el consumo, es decir, los
residuos materiales de estos procesos, son depositados nuevamente en la naturaleza una
vez que ya no tienen utilidad, en forma de residuos. En definitiva, la naturaleza juega el
doble papel de suministradora de recursos y receptora de residuos. Sin embargo, todos
estos servicios que la naturaleza presta a la economía humana no están bien valorados en
el sistema de contabilidad crematística propio de la economía neoclásica.
En este sentido, y relacionado a la actividad cuya conflictividad analizaremos en este
trabajo –la minería a gran escala-, es importante destacar que no hay que confundir
extracción con verdadera producción sostenible. Las relaciones entre el tiempo
biogeoquímico y el tiempo económico son muy distintas entre, por ejemplo, la extracción
de minerales137 y la producción de biomasa en la agricultura, por ello es importante
distinguir en términos prácticos entre recursos renovables y no renovables (Martínez Alier
y Roca Jusmet, 2000). Tomaremos la definición de recursos naturales no renovables
dada por estos autores: “…por recursos no renovables se entiende aquellos cuya
utilización económica disminuye necesariamente el stock de reservas. El ritmo de
extracción es mucho mayor que el ritmo de producción geológica, de manera que para
efectos prácticos consideraremos que la tasa de renovación es nula. En esta categoría
entran tanto los combustibles fósiles (como el petróleo), que no son reciclables, como los
minerales que en principio sí lo son (como el hierro)…” (Martínez Alier y Roca Jusmet,
2000:297).
Retomaremos posteriormente la definición de recursos naturales para contraponerla
a la utilizada por los movimientos socioambientales: bienes naturales comunes, y la
posibilidad de reciclaje de los minerales.
En resumen, podemos decir que la Economía Ecológica abarca a la Economía
Neoclásica Ambiental y la trasciende al incluir también la evaluación física de los impactos
ambientales de la economía humana (Martínez Alier y Roca Jusmet, 2000). La Economía
Ecológica contabiliza los flujos de energía y los ciclos de materiales en la economía
humana, analiza las discrepancias entre los tiempos económicos y los tiempos
biogeoquímicos, y estudia también la co-evolución de las especies (y de las variedades
agrícolas) con los seres humanos. El objeto básico de estudio es la (in) sustentabilidad

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ecológica de la economía, sin tener que recurrir a un sólo tipo de valor expresado en una
única escala de valores. De allí que el análisis multicriterio sea la metodología de toma
de decisiones propuesta por la Economía Ecológica.
Otro concepto interesante para nuestro tema de investigación es el de pasivos
ambientales. “…Por pasivo ambiental se entiende la suma de los daños no compensados
producidos por una empresa al medio ambiente a lo largo de su historia, en su actividad
normal o en caso de accidente. En otras palabras, se trata de sus deudas con la
comunidad donde opera...” (Russi y Martínez Alier, 2002:125).
En este sentido, Martínez Alier comentó en un encuentro internacional sobre
derechos humanos y derechos ambientales, realizado en Cartagena, Colombia, el
momento en que tomó conocimiento de este término: “…Muchas empresas tienen pasivos
ambientales. Esta palabra pasivo ambiental surgió cuando yo estaba en Cochabamba, en
Bolivia, dando un seminario de la deuda ecológica y había alguien de un sindicato de
mineros escuchando, escuchó dos días y al tercero dijo: esto se llama aquí pasivos
ambientales, y le dije: esto pasa mucho cuando uno da clases no a estudiantes de
universidad sino a gente normal que sabe bastante mas, y dije pues ya está, para qué
estoy dando clases si aquí ya han discutido los pasivos ambientales, o sea, lo que las
empresas deben y si los reúnes todos esto es parte también de la deuda ecológica…”138
Asimismo, Daniela Russi y Joan Martínez Alier destacan los orígenes empresariales
del término: “…en el balance de ejercicio de una empresa, el pasivo es el conjunto de
deudas y gravámenes que disminuyen su activo. Sin embargo, mientras las deudas
financieras están minuciosamente escritas en el balance, muchas deudas ambientales y
sociales no se registran en la contabilidad de las empresas...” (Russi y Martínez Alier,
2002:123). Estos pasivos forman parte de la deuda ecológica de los países del “norte” con
los países del “sur”, o de empresarios locales en beneficio del consumo extranjero.
En relación al tema de investigación, es importante destacar que los pasivos
ambientales de las empresas mineras no son solamente aquellos residuos e impactos que
deja la mina al cerrarse, sino que el pasivo ambiental implica una deuda ambiental, que
se produce en el periodo que dura su funcionamiento, durante el que deberían tomarse las
medidas para evitar daños acumulados al cierre de la misma. Esta deuda puede, en parte,
ser expresada en dinero. Pero también habrá daños inconmensurables, por lo que se
requeriría de una evaluación multicriterial.139
Pasivos ambientales y deuda ambiental son términos asociados a los efectos que las
actividades económicas producen principalmente en el denominado “tercer mundo”.
Asimismo, Walter Pengue (2009) afirma la existencia de una Economía Ecológica con
impronta suramericana, incluso antes de la consolidación formal de la Sociedad

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Internacional de Economía Ecológica. “…Latinoamérica había mostrado visos claros de
una crítica fuerte al sistema de transformación despótico de la naturaleza y de su gente…”
(Pengue, 2009:117). La representación de este movimiento de los pobres, intelectuales y
escritores latinoamericanos se plasma en “Las venas abiertas de América Latina” del
uruguayo Eduardo Galeano (ver Galeano, 2003), “…una obra que debería ser material de
estudio obligatorio en las universidades latinoamericanas y en todas las escuelas y
colegios de la región…” (Pengue, 2009:117).

DESARROLLO SUSTENTABLE Y DESARROLLO A ESCALA HUMANA

Para situarnos en el marco del desarrollo sustentable – o sostenible-140 (DS), es


necesario considerar el surgimiento del concepto (Informe Brundtland, 1987), su
concertación en una serie de principios (Declaración de Río sobre Ambiente y Desarrollo,
1992),141 y las distintas interpretaciones que conviven en el debate internacional
contemporáneo. En ese sentido, cabe decir que son múltiples las interpretaciones que se
han hecho del concepto sustentabilidad. Dentro de las que fueron mencionadas
previamente, algunos autores tienen una concepción “débil” del término, relacionada
fundamentalmente con los preceptos teóricos de la Economía Neoclásica y su heredera la
Economía Ambiental. Otros autores, no obstante, plantean una interpretación “fuerte” del
concepto, que tiene sus raíces en una concepción crítica que deviene de la Economía
Ecológica; que plantea una mirada ecológica de la economía, más relacionada con la
Ecología Humana.
Antes de profundizar en las diversas interpretaciones del DS, realizaremos una
diferenciación entre los términos “crecimiento” y “desarrollo”, ya destacada por numerosos
autores, y a la que adherimos.
Desde la Economía Ecológica se tiene en cuenta la distinción entre “crecimiento” y
“desarrollo”, porque se insiste en que la problemática ecológica no es sólo una cuestión
de técnicas o modelos de consumo, sino de escala de actividad: en un mundo finito es
imposible que la población y actividad humana crezcan de forma indefinida. Además,
porque se considera que las relaciones efectivas entre crecimiento económico y
naturaleza son primordialmente conflictivas (Martínez Alier y Roca Jusmet, 2000).
La distinción –entre crecimiento y desarrollo- está explícita en la primera definición de
cada término en el diccionario. To grow (crecer) significa literalmente “aumentar de modo
natural en tamaño mediante la adición de material a través de la asimilación o acreción.”
To develop (desarrollarse) significa “expandir o realizar potencialidades de; alcanzar
gradualmente un estado más pleno, más grande o mejor.142 El crecimiento es destructivo

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para el capital natural y más allá de cierto punto costará más de lo que vale. Los límites del
desarrollo no son tan claros como los límites del crecimiento, y hay una gran diversidad de
opiniones acerca de qué tan lejos podemos llegar para elevar el bienestar humano sin
acrecentar el rendimiento143 de los recursos (Costanza et al, 1999).
En el mismo sentido, si consultamos el diccionario de la Real Academia Española,
crecimiento aparece como “acción y efecto de crecer”. Crecer implica adquirir aumento,
dicho de un ser orgánico: tomar aumento natural, y dicho de una cosa: recibir aumento
por añadírsele nueva materia. Por su parte, desarrollo aparece como “acción y efecto de
desarrollar o desarrollarse.” Desde la economía, se destaca: “Evolución progresiva de una
economía hacia mejores niveles de vida.” Entre las definiciones de desarrollar, podemos
destacar: acrecentar, dar incremento a algo de orden físico, intelectual o moral; explicar
una teoría y llevarla hasta sus últimas consecuencias; exponer o discutir con orden y
amplitud cuestiones, temas, lecciones, etc.; dicho de una comunidad humana: progresar,
crecer económica, social, cultural o políticamente.
Vemos que también desde la lengua española la noción de desarrollo excede la de
crecimiento, e incorpora aspectos intelectuales, morales, sociales, culturales y políticos, es
decir, se amplía el concepto.
En cuanto al Desarrollo Sustentable, la definición más conocida es la que hizo
famosa el Informe Brundtland en 1987: “satisfacer las necesidades de las generaciones
presentes sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus
propias necesidades.”144
Como ya fue explicado, la racionalidad económica desterró a la naturaleza de la
esfera de la producción, generando procesos de destrucción ecológica y degradación
ambiental que fueron apareciendo como externalidades del sistema económico. “…La
noción de sustentabilidad emerge así del reconocimiento de la función que cumple la
naturaleza como soporte, condición y potencial del proceso de producción…” (Leff,
2004:99). Este autor define así a la sustentabilidad ecológica como un criterio normativo
para la reconstrucción del orden económico, como una condición para la supervivencia
humana y para un desarrollo durable, que problematiza las formas de conocimiento, los
valores sociales y las bases mismas de la producción, abriendo una nueva visión del
proceso civilizatorio de la humanidad.
Por su parte, Arturo Escobar (1995) realiza un análisis de este concepto,
entendiéndolo como resultado de un proceso de problematización de la relación entre
naturaleza y sociedad, que da lugar a diferentes discursos. Por un lado, el Informe
Brundtland representaría el discurso liberal del desarrollo sostenible -en un sentido
fundamentalmente antropológico y filosófico- ya que este discurso parte del corazón

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mismo de la modernidad occidental. Escobar cita a Wolfgang Sachs,145 quien señala que,
a diferencia de las propuestas de los años `70 (tales como los Informes del “Club de
Roma”), los cuales se centraban en los «límites del crecimiento», el discurso liberal de los
`80 se centra en el «crecimiento de los límites». Sin duda, la perspectiva de
sustentabilidad de algunas empresas mineras y gobiernos podría incluirse en este
discurso.
La sustentabilidad es sobre todo una cuestión de grado y de perspectiva temporal.
Por lo que se refiere a los recursos no renovables,146 es imposible definir un nivel de uso
sostenible de forma indefinida, lo que obliga a un criterio de sustentabilidad mucho menos
preciso. No utilizarlos no sólo es inviable actualmente sino que tampoco se derivaría del
principio de equidad intergeneracional: no se usa hoy ni podrá usarse en el futuro. Debería
minimizarse el ritmo de extracción de los minerales a partir de moderar el consumo, y
reutilizar y/o reciclar, entre otras vías. Respecto al reciclaje, debe tenerse en cuenta que
éste implica también un coste energético. Asimismo, el reciclaje total alarga la vida del
recurso, pero no evita un insostenible crecimiento exponencial de la extracción del recurso
(Martínez Alier y Roca Jusmet, 2000). Estos autores también consideran que la
sustentabilidad requiere respetar la capacidad de absorción de residuos –entre los que
diferencian los asimilables y los acumulables- y cuidar los servicios que directamente
proporciona la naturaleza.
Es importante destacar aquí que los movimientos socioambientales que rechazan la
minería, en general no se oponen a todo tipo de extracción minera en sentido estricto, sino
a la que denominan “megaminería contaminante”.147 Son otros sus cuestionamientos,
que invitan a pensar en: ¿Qué país queremos? ¿Qué minerales se necesitan? ¿En qué
cantidad? ¿De donde y cómo se extraen? (Rodríguez Pardo, 2009).
En este sentido, el economista Manfred Max-Neff y el sociólogo Antonio Elizalde,
sistematizaron el enfoque del “Desarrollo a escala humana”. Su primer postulado es que
el desarrollo se refiere a las personas y no a los sujetos. Asimismo, resaltan el error en el
que incurre la economía convencional, al considerar las necesidades humanas como
crecientes e ilimitadas. Las necesidades, para estos autores, son nueve: subsistencia,
protección, afecto, ocio, creación, libertad, entendimiento, identidad y participación. Una
décima, aún no totalmente consensuada, podría ser la trascendencia. Lo que varía, con el
transcurrir del tiempo y de una cultura a otra, son los satisfactores de esas necesidades.
Los satisfactores son todo objeto, servicio, actividad, relación, institución o costumbre
creada por el hombre para la satisfacción de estas nueve necesidades. “…El gran error de
la economía convencional puede ser expresado también como la confusión de las
necesidades humanas con sus satisfactores…” (Capalbo, 2008:39). Por otra parte, los

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aspectos materiales de la existencia humana forman solo una parte, no central ni
mayoritaria, en un sistema de necesidades que incluye aspectos intangibles, de tipo
cultural, intelectual, afectivo o espiritual.
Existen a su vez satisfactores sinérgicos, que surgen de la participación y voluntad
de aquella comunidad que busca la satisfacción de sus necesidades. Este concepto de
desarrollo lleva a una redefinición del rol del Estado: de ser quien impone satisfactores
exógenos a las personas, pasa a ser un facilitador de los procesos de generación de
satisfactores sinérgicos surgidos de las bases (Capalbo, 2008). Es decir, no se centra en el
crecimiento económico ni lo prioriza.

Movimientos socioambientales y gestión ambiental: responsabilidades compartidas

La problemática ambiental posee una complejidad intrínseca derivada de su origen,


ya que se da precisamente en la interacción de la sociedad con su ambiente. Por ello, su
análisis requiere de miradas múltiples, que incluyan diferentes perspectivas y consideren
diversos aspectos del problema.
El análisis de las acciones colectivas a través de la historia puede realizar
importantes aportes al estudio de los movimientos socioambientales contemporáneos.
Partimos de considerar que toda AC es un proceso, y que la lógica del conflicto “vuelve
visible” los lenguajes que cada uno de los sujetos implicados pone en juego, partiendo de
sus valores” –materiales y/o simbólicos-. Como fue mencionado en el apartado anterior, el
conflicto es una radiografía de la estructura social. En la sociedad contemporánea
coexisten diversos conflictos, algunos alcanzan visibilidad y otros no. Los gobiernos y los
medios de comunicación tienen un poder realmente insospechado en esta selección de
“temas visibles”.
Asimismo, los sujetos involucrados son variados y la problemática socioambiental
introduce la incertidumbre como variable, lo que, en algunos casos, ha dejado a la
ciencia y a la tecnología sin respuestas, obligándonos como sociedad a incorporar esta
incertidumbre en las decisiones y a abandonar la certeza cientificista que nos acompañó
desde la modernidad (ver Funtowicz y Ravetz, 1993).
En este sentido, desde los movimientos socioambientales se suma el
cuestionamiento a los procesos de toma de decisiones en temas ambientales, ya que la
búsqueda de soluciones dejada en manos de gobiernos y tecnócratas, no ha dado
resultado. Es la población en general la que está retomando su poder de decisión y
participación en la gestión ambiental, así como también algunos profesionales de diversas
áreas están abandonando la supuesta “objetividad científica”, y están comenzando a

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involucrarse en estas temáticas, desde un punto de vista fundamentado y crítico. Tal como
afirma Peter Bowler: “…no caigamos en la trampa de pensar que la ciencia sólo puede
utilizarse para secundar un único conjunto de valores (…) Pero el hecho de que ambos148
estén presentes en el debate permitirá que los efectos de la actividad humana sean
vigilados más críticamente; ningún bando será capaz de pregonar impunemente que su
propia interpretación es la única concebible (…) La adaptabilidad misma de la ciencia a la
influencia social, en vez de su imaginaria objetividad, permitirá que sea usada
constructivamente en un mundo que ha visto la luz de los verdes…” (Bowler, 1998:406).
Consideramos entonces que el estudio de los conflictos y movimientos
socioambientales puede contribuir a la búsqueda de soluciones a los problemas
ambientales y a la mejora en la gestión ambiental. ¿Por qué? Porque los conflictos
suelen poner a flor de piel los antagónicos, mostrando los diferentes intereses sobre un
mismo tema que coexisten en una sociedad. Investigar cómo se han generado, cuáles son
los posicionamientos de diversos sujetos, cuáles son acciones llevadas a cabo por ellos y
cómo han impactado en la potenciación o disminución del conflicto, y en la mejora o no de
la gestión ambiental, es fundamental para garantizar el acceso a información confiable
sobre los procesos que están aconteciendo en nuestras comunidades. “…Estudiar estos
conflictos es para los implicados en la búsqueda de procesos más democráticos de
ordenamiento del territorio, la ocasión de dar visibilidad, en el debate sobre la gestión (…)
a los distintos actores sociales que resisten a los procesos de monopolización de los
recursos ambientales en las manos de grandes intereses económicos…” (Acselrad,
2004:10).
Es importante aclarar que estos mismos movimientos socioambientales han sido
capaces de visibilizar sus demandas y reivindicaciones, a partir de su lucha. Aquí nos
referimos a la profundización en ciertas dimensiones de la misma. Es decir, investigar y
difundir estos temas es también una manera de darles visibilidad a aquellos aspectos que
generalmente no han sido destacados, como el origen, la historia y el por qué de sus
luchas. Consideramos que éste es otro paso necesario para que el resto de la población,
que aun no participa en estos temas o no se siente con capacidad de opinar, obtenga
información fundamentada a partir de la cual formar su propia postura sobre temas tan
controvertidos y actuales como los conflictos y los movimientos socioambientales.

Gestión Ambiental y procedimientos de Evaluación de Impacto Ambiental

La gestión ambiental149 es la denominación que se le ha dado a la tarea de realizar


estudios ambientales, vinculados al diseño y/o análisis de las acciones que el Estado y/o

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los particulares realicen, centrándose en el impacto que estas acciones provocan en el
ambiente. Podría decirse que se trata de diagnosticar y/o evaluar las formas de
organización y administración del ambiente y de los recursos naturales, desde una
perspectiva interdisciplinaria.
Esta “gestión del ambiente” surge como propuesta de mejora en la relación entre el
hombre y su ambiente, llevando adelante el tema tanto a nivel público como privado,
dentro de organizaciones del Estado o desde el ámbito empresarial. Por otra parte, se
plantea como una forma de resolución de problemas ambientales, que apuesta a la
participación comunitaria.
En este sentido, Leff anuncia la relación que intentaremos demostrar en este trabajo,
entre la acción de estos movimientos socioambientales y la mejora en la gestión ambiental
a partir de la apertura de la participación social. Las estrategias de lucha de estos NMS
plantean una ruptura con las formas tradicionales de organización y con los canales de
intermediación política. Estos procesos están dinamizando y transformando las formas de
sustentación, de ejercicio y de lucha por el poder al abrir nuevos espacios de
confrontación, negociación y concertación relacionados con la toma de decisiones relativa
a la apropiación de la naturaleza y a la participación social en la gestión ambiental (Leff,
1994).
Los profesionales formados en éste área, deben ser capaces de interpretar la
complejidad e interdependencia de la problemática ambiental, planificar, proyectar,
ejecutar y controlar acciones de protección y mejoramiento ambiental, y realizar el
seguimiento y control de actividades susceptibles de afectar el equilibrio ecológico.
Una de las herramientas claves de la gestión ambiental, para la evaluación de
proyectos, es la Evaluación de Impacto Ambiental (EIA). La EIA es un instrumento de
gestión pública, con base en las políticas medioambientales preventivas que adoptan los
gobiernos nacionales, provinciales y locales. Es decir, es un procedimiento administrativo,
con la capacidad de proponer exigencias y responsabilidades en los distintos niveles del
propio Estado, y sobre todo, de los privados en su accionar respecto al ambiente
(Echechuri, Ferraro y Bengoa, 2002). Tiene por objetivo la identificación, predicción e
interpretación de los impactos ambientales de un proyecto, así como también la
prevención, corrección y valoración de los mismos, con el fin de ser aceptado, modificado
o rechazado por las administraciones públicas competentes (Conesa Fernández Vítora,
1997). Por su parte, el impacto ambiental “…indica la alteración que la ejecución de un
proyecto introduce en el medio, expresada por la diferencia entre la evolución de éste ¨sin¨
y ¨con¨ proyecto...” (Gómez Orea, 1994:19).
Tanto los aspectos tecnológicos como los sociales deben ser tenidos en cuenta en

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una EIA. En palabras de Héctor Hechechuri, Rosana Ferraro y Guillermo Bengoa, la EIA
debe basarse en el conocimiento de los procesos tecnológicos que se producen en las
diferentes actividades económicas, sin desconocer los comportamientos o conductas
sociales de cada sociedad en un momento determinado (Echechuri, Ferraro y Bengoa,
2002). En el mismo sentido, Domingo Gomez Orea enfatiza la importancia de adaptar los
proyectos a su entorno: “…La racionalidad ambiental no se queda en la simple reacción
ante efectos negativos, sino que propicia aquellos proyectos más afines con las
características físiconaturales, culturales, sociales, estéticas y económicas del medio en el
que se ubica; un desarrollo, en suma, desde adentro. En este sentido, que puede
denominarse amplio, tan rechazable es un proyecto porque produzca un impacto
ambiental negativo demasiado alto, como porque se plantee desvinculado de las aptitudes
y actitudes, sociales y naturales, de su entorno…” (Gómez Orea, 1994:27).
En cuanto a la gestión ambiental, en palabras de Vicente Conesa Fernández Vítora,
“…la gestión ambiental es un conjunto de acciones encaminadas a lograr la máxima
racionalidad en el proceso de decisión relativo a la conservación, defensa, protección y
mejora del Medio Ambiente, basándose en una coordinada información multidisciplinar y
en la participación ciudadana…” (Conesa Fernández Vítora, 1997:25). Nosotros
profundizaremos en esta investigación en tres interrogantes que se plantean ante esta
afirmación: ¿Qué sucede cuando coexisten en un procedimiento de EIA racionalidades
contrapuestas entre sí? ¿Quién tiene el poder de supeditar una racionalidad a otra?
¿Cómo avanzar en la toma de decisiones cuando los propios mecanismos de
participación ciudadana son cuestionados?
La gestión ambiental y sobre todo las evaluaciones de impacto ambiental, podrían
entenderse como parte del ambientalismo “ecoeficiente”, si tomamos las líneas del
ambientalismo identificadas por Martínez Alier (2004). En respuesta a la crisis –de los años
`70, materializada en la crisis del petróleo y en el Informe Meadows “Los límites del
crecimiento”- se propusieron y difundieron estrategias de ecodesarrollo. Este discurso
emergió en un momento en el que las teorías de la dependencia, del intercambio desigual
y de la acumulación interna de capital orientaban la planificación del desarrollo. Su
potencial crítico se fue disolviendo en sus propias estrategias teóricas y prácticas, sus
propuestas se desdibujaron ante la dificultad de flexibilizar a las instituciones y a los
instrumentos de planificación para romper la lógica economicista e internalizar una
“dimensión ambiental” al proceso de desarrollo (Leff, 2004).
Leff afirma que en los años `80 las estrategias de ecodesarrollo fueron desplazadas
por el discurso del Desarrollo Sostenible, que se plasmó oficialmente en el Informe
Brundtland.150

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Además de las discusiones ya mencionadas en relación al concepto desarrollo
sostenible o sustentable, en la actualidad, los científicos se enfrentan a problemas
introducidos a través de políticas, en los cuales es común que los hechos sean inciertos,
los valores estén en conflicto, los intereses sean altos, y las decisiones urgentes. Los ya
mencionados Silvio Funtowicz y Jerome Ravetz (1993), desarrollaron un nuevo marco
epistemológico llamado “Ciencia Post-Normal”, donde es posible usar dos aspectos
cruciales de la ciencia en el campo de la política: incertidumbre y conflicto de valores. El
nombre post-normal señala que las operaciones de la ciencia normal (que se extendían
del laboratorio de ciencia pura a la conquista de la naturaleza, por medio de la ciencia
aplicada), ya no son más adecuadas para resolver los problemas sociales. La Ciencia
Post-Normal debe ser entendida como una nueva práctica científica, que acepta y
desarrolla explícitamente un proceso argumentativo multidimensional, a partir de un
proceso de debate y diálogo que opera continuamente sobre todas las fases de los
procesos políticos. Cuando los hechos científicos no determinan completamente las
conclusiones, las deducciones estarán condicionadas por los valores del agente, por lo
cual cobra importancia involucrar a círculos más grandes de personas en los procesos de
toma de decisiones. Para mejorar la calidad de un proceso de decisión, es esencial la
extensión de la comunidad de participantes y perspectivas. Esta extensión de la
comunidad de pares es esencial para mantener la calidad del proceso de resolución de
conflictos en sistemas reflexivos complejos. Los criterios de calidad en este nuevo contexto
presupondrán principios éticos que serán explícitos, en algunos casos ellos mismos
disputados, y se transformarán en parte del diálogo.
En el mismo sentido, Leff se refiere a “los procesos de destrucción ecológica y
degradación socioambiental”,151 y destaca, para la resolución de problemas ambientales y
para la construcción de una racionalidad ambiental y un estilo alternativo de desarrollo, la
necesaria activación de un conjunto de procesos sociales, a saber: la incorporación de los
valores del ambiente en la ética individual, en los derechos humanos y en las normas
jurídicas que orientan y sancionan el comportamiento de los actores económicos y
sociales, la socialización del acceso y la apropiación de la naturaleza, la democratización
de los procesos productivos y del poder político, las reformas del Estado que le permitan
mediar la resolución de conflictos de intereses en torno a la propiedad y aprovechamiento
de los recursos y que favorezcan la gestión participativa y descentralizada de los recursos
naturales, las transformaciones institucionales que permitan una administración trans-
sectorial del desarrollo, la integración interdisciplinaria del conocimiento y de la formación
profesional y la apertura de un diálogo entre ciencias y saberes no científicos (Leff, 2004).
Por otra parte, el principio precautorio es una de las formas en que la comunidad

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reglamentadora ambiental ha comenzado a tratar con el problema de la incertidumbre
verdadera. El principio estipula que en vez de esperar la certidumbre, los reglamentadores
deberían actuar en previsión de cualquier daño ambiental potencial con el fin de impedirlo
(Costanza et al, 1999).
Actualmente, quiénes nos desempeñamos en éste área, nos debemos una reflexión
en torno a la eficacia y eficiencia de las herramientas de evaluación ambiental, y sobre
todo, a la necesidad de garantizar la calidad del procedimiento.
En este sentido, y vinculado a nuestro tema de investigación, los Informes de
Impacto Ambiental presentados por las empresas mineras son, en general, de baja
calidad, y las autoridades ambientales no han sido capaces de revertir esta situación o de
actuar en consecuencia. Esto nos obliga, como profesionales de diferentes disciplinas, a
tomar parte en la evaluación, siendo nosotros mismos los controladores de la calidad de
los trabajos presentados por otros profesionales. Desde algunos sectores científicos, ya se
están generando estas discusiones.
Como ejemplo de ello, en el último número de la Revista “Ecología Austral” –
publicación de la “Asociación Argentina de Ecología”-152 en la sección “Debate”, se abordó
el papel de los ecólogos frente a los problemas ambientales. Fueron desarrollados
diferentes aspectos del problema, como la divulgación del conocimiento a la sociedad y
sus gobernantes, la participación activa en la gestión de los recursos naturales (Gurvich,
Renison y Barri, 2009), y la falta de utilización del conocimiento científico como insumo
para la toma de decisiones por parte de los funcionarios que administran los recursos
naturales (Paruelo, 2009). Otros temas abordados fueron: la posible restricción a la
investigación por parte del agente financiador y la aparente imagen de compromiso –no
siempre real- que podría brindarle a éste su vínculo con el sistema científico (Núñez,
Núñez y Morales, 2009), las limitaciones que suelen presentar las evaluaciones de impacto
ambiental que hacen las empresas y organismos involucrados, y el necesario
involucramiento de asociaciones científicas y técnicas en este problema –a partir de la
participación en las evaluaciones de informes y su difusión, el apoyo a los técnicos
estatales, y el inicio de acciones legales contra aquellos profesionales y funcionarios que
avalen informes de baja calidad- (Donadio, 2009).
Desde otras disciplinas, vinculadas a las ciencias sociales, se ha generado un
diálogo y trabajo conjunto entre diferentes centros de investigaciones, respecto a la
minería transnacional y los movimientos socioambientales, que se ha visto materializado
en el libro “Minería Transnacional, narrativas del desarrollo y resistencias sociales”
(Svampa y Antonelli, 2009). Se trata de una propuesta desde las ciencias sociales críticas,
que cuestiona la transformación de las universidades en verdaderas unidades de

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negocios, y que apuesta a retomar y afirmar el rol crítico que debe jugar la universidad
pública en la producción social del saber y en la discusión de los temas que recorren
nuestra sociedad, como los modelos de desarrollo vigentes. “…Cualquier propuesta que
se plantee como alternativa o modelo de desarrollo en una sociedad debe ser informado y
sometido a discusión pública. Éste no parece ser, sin embargo, el caso de nuestro país,
donde tanto la ciudadanía como los intelectuales y la comunidad universitaria solemos
llegar tarde a los debates, cuando la implementación de los modelos de desarrollo se
presentan como hechos consumados…” (Svampa y Antonelli, 2009:26- 27).
Como se plantea anteriormente, es necesario también denunciar la falta de
transparencia de las políticas ambientales llevadas adelante por nuestros gobiernos,
decisiones que por otra parte nos afectan a todos como ciudadanos. “…La visión sistémica
y pragmática del desarrollo careció de una base teórica sólida para construir un nuevo
paradigma productivo y veló el potencial de los saberes culturales y de los movimientos
sociales por la apropiación de la naturaleza en la transparencia de las prácticas de la
planificación ambiental…” (Leff, 2004:102).153
También en el cierre de las Jornadas de Economía Ecológica, organizadas por la
Asociación Argentina-Uruguaya de Economía Ecológica (ASAUEE), en noviembre de
2009, se mencionó la necesidad de comenzar a generar discusiones y tomar
posicionamientos en relación a temas controvertidos, tales como, por ejemplo, el conflicto
por las pasteras en la costa del Río Uruguay, conflicto que justamente implicó a los dos
países que forman parte de dicha asociación.154

¿Recursos Naturales o Bienes Naturales Comunes?

El término “bienes naturales comunes” viene a contrarrestar la visión utilitarista de


los bienes de la naturaleza como mercancía, como “recursos” para las actividades
económicas, que implica el desconocimiento del resto de sus atributos -que no pueden
representarse mediante un precio de de mercado, incluso aunque algunos lo tengan-.155
Entendemos así que la denominación “bienes naturales comunes” excede a la de recursos
naturales, ya que estaría considerando también los servicios ambientales de la naturaleza,
y su valor simbólico, de existencia y de legado.156
¿Cuál es el cuestionamiento al ingreso de los bienes naturales en el mercado?
“…Más que asignar un ¨precio adecuado, lo que se debería pensar es si es correcto
asignar precios a todos los servicios ambientales. Y aquí es donde está el principal error
de los promotores de las prácticas de mercadeo de la naturaleza. A un servicio ambiental
no es posible ponerle un precio, pues en muchos casos, sus prestaciones son

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inconmensurables. No pueden ser medidas con los mecanismos del mercado...” (Pengue,
2009:216). Este autor destaca que, sin embargo, asistimos, en particular en los países “en
vías de desarrollo”,157 a un frenético proceso, impulsados por los organismos
internacionales como el “Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo” (PNUD), la
“United Nations Conference on Trade and Development” (UNCTAD), el “Programa de las
Naciones Unidas para el Medio Ambiente” (PNUMA), los “países desarrollados”, para
poner en venta o ajustar a los mercados, los innumerables recursos de sus ricas
naturalezas (Pengue, 2009).
El suelo, el subsuelo mineral, el glaciar, el agua, no son “recursos naturales” sino
“bienes comunes”. Referirse a ellos como “recursos naturales” es la primera forma de
apropiación, desde el lenguaje. El derecho a “recurrir a un recurso natural” termina en el
mismo instante en que ese recurso es también de otro, de otros (Rodríguez Pardo, 2009).
Rodríguez Pardo explica por qué no son “bienes públicos” ni “naturales”. Este autor
asocia el concepto de “público” (“total es público”) al depredar y al uso del libre albedrío,
no al concepto de pertenencia de todo un pueblo, indicada por “bienes comunes”.
El problema que Rodríguez Pardo encuentra en el concepto de “público”, es similar al
encontrado por Garret Hardin en su obra “La tragedia de los comunes”,158 donde destaca
los problemas generados por las situaciones de libre acceso, al no existir ningún incentivo
para preservar el recurso, no sólo para las generaciones futuras sino incluso para la
actual. Esta concepción de Hardin es criticada por Martínez Alier y Roca Jusmet (2000),
quienes consideran que Hardin no diferencia –como sí lo hacen ellos- entre “situación de
acceso abierto o libre” y “propiedad comunitaria o comunal”. Estos autores afirman que la
concepción de Hardin de “terrenos de pastos abiertos a todos”, no es la de los ejidos
mexicanos o las tierras comunitarias o comunales de los Andes.159
Entendemos, por lo antes mencionado, que la acepción de “comunal” dada por
Hardin es sinónimo de lo que Rodríguez Pardo menciona como “público”, y que lo
“comunal o comunitario” según Martínez Alier y Roca y Jusmet coincide con la
denominación de “comunes” dada por Rodríguez Pardo. Decidimos hacer esta aclaración
conociendo la divulgación que ha tenido la obra de Hardin, a fin de evitar confusiones
entre estas diversas denominaciones.160
En cuanto a “bienes naturales”, Rodríguez Pardo considera que, si bien estos bienes
se hallan en la naturaleza, de esta manera se enfatiza su oposición a los objetos
artificiales creados por el hombre. Se los considera propiedad, están ahí, disponibles:
naturales por artificiales.161 Por ello debe completarse la idea con “comunes”: bienes
naturales comunes.
Estas diversas acepciones, contrapuestas entre sí –recursos naturales vs. bienes

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naturales comunes- ejemplifican los diferentes lenguajes de valoración existentes en el
conflicto, ya que no se trata sólo de una cuestión discursiva, sino de la “manera de
comprender el mundo” que sustenta a cada una de ellas.
Como señala Sergio Onofrio en su trabajo sobre la construcción de la identidad en
los movimientos asamblearios de resistencia a la actividad minera metalífera, “…las
empresas mineras entienden a los bienes naturales como recursos desaprovechados y
como oportunidades para ser valorizados. Por ello se presentan ante la comunidad como
portadores de la modernización. En cambio, para las comunidades locales, la naturaleza y
sus bienes no se conciben como „recursos‟ que pueden ser explotados y cuya
transformación en este sentido, sobrevendría en un cambio en su calidad de vida. Ante
esa posibilidad se origina un proceso de revalorización sobre lo que les es propio,
generando la necesidad en los pobladores de cuidarlos, ya que conforman su pasado, su
presente y su futuro...” (Onofrio, 2009:1-2).

Los conflictos socioambientales por la megaminería abordados desde la Ecología


Política

Joan Martínez Alier, define la Ecología Política como el estudio de los conflictos
ecológicos distributivos. Esta consideración parte de la relación que este autor establece
entre la Economía Ecológica y la Ecología Política: la Economía Ecológica provee la teoría
del conflicto estructural entre la economía y el medio ambiente, a la que la Ecología
Política le adiciona el análisis del conflicto de poder. Para Martínez Alier (2004), el hecho
de que las materias primas y su transporte sean baratos y que los sumideros tengan precio
cero no es señal de abundancia, sino el resultado de la distribución de los derechos de
propiedad, del poder y de los ingresos.
Resulta tristemente sorprendente la facilidad con la que pueden encontrarse
ejemplos, especialmente en América Latina, que materialicen lo planteado por Martínez
Alier en la frase mencionada. En la publicación de la Subsecretaría de Minería de
Argentina “Diez razones para invertir en minería argentina”, se menciona que nuestro país
se encuentra en el sexto puesto del ranking mundial de recursos mineros. A continuación,
se detallan los incentivos a la exploración y explotación: “…la legislación minera argentina
también incluye una serie de incentivos económicos y fiscales a la explotación y
producción minera, que profundizan la eficiencia de una estructura impositiva que es de
por sí competitiva...”162 Desde la perspectiva de Martínez Alier, vinculada a la Economía
Ecológica, podríamos preguntarnos que pasaría con esta competitividad, si en vez de
otorgar incentivos fiscales y económicos, incluyéramos dentro de los costos de las

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empresas el pago justo por la extracción de recursos no renovables, por el uso de bienes
estratégicos como los minerales, el agua y la energía, por los impactos ambientales
producidos y por los conflictos sociales provocados, entre otras “externalidades”. Y
suponiendo que fueran incluidos, ¿Cómo calcularíamos su valor?, ¿Cuánto vale para las
generaciones futuras poder contar con el gas –un millón de m3/día- que utilizará la
extracción de sales de potasio que Río Tinto planea en Malargüe, Mendoza?163 Si leemos
la composición de Ramón Navarro sobre “el Famatina”, ¿qué respondemos a la pregunta:
Cuánto vale para los riojanos, el Cordón del Famatina?:

“No podrán con la barrera de la vida. No podrán con la memoria montañosa.


Allí está la dignidad que va en el grito. No te tocan, Famatina no te tocan.
Mirador de la vigilia del cóndor soy. Origen inacabable de las aguas.
Alcancía del oro y de las nubes. Famatina no te tocan y no te tocan.
¿Quién le quiere poner precio a los paisajes? ¿Cuánto valen las entrañas de la tierra?
No atropellen el sudor y la esperanza. No se toca el Famatina, No se toca.
No se vende el andar de los guanacos. No se explotan las piedras ni los mitos.
Ni se alquila el coplerío de los siglos. No se toca el Famatina, No se toca.
Funcionarios insaciables y suicidas, hacedores de ilusiones tan monstruosas.
Aprendan de una vez la voz del pueblo, es sencillo, el Famatina no se toca.”

164
"El Famatina no se toca" (Letra y música Ramón Navarro)

Además de la publicación de la propia Subsecretaría de Minería de la Nación,


podemos observar la tapa del Diario Minero “Mining Press” Nº 15, del año 2006 (ver la
Imagen 1), en referencia a la ida de unas 30 empresas y más de 100 personas a mostrar
la oferta minera argentina en la convención Internacional “PDAC 2006” (Prospectors and
Developers Association of Canada). Se trata de uno de los eventos más importantes de la
industria minera, que nuclea a todos los sectores, empresas y agentes involucrados en la
exploración y explotación minera, con la presencia de expositores y visitantes de todo el
mundo. La expresión “Argentina for sale” no ha tenido en cuenta –en el mejor de los
casos- a todos los habitantes de nuestro país que consideran que la montaña graficada en
esta tapa del “Mining Press” no es sólo una fuente de recursos minerales “en oferta”,
esperando por su demanda.

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Imagen 1: Tapa del Diario Minero “Mining Press” Nº15 (2006)
Fuente: http://www.miningpress.com/revistas-index.php

Continuando con la perspectiva de Martínez Alier, los conflictos ambientales no son


sólo conflictos de intereses, sino también, como ya fue mencionado, conflictos de valores,
que han adoptado en muchos casos lenguajes no específicamente ecológicos. Este autor
rescata la importancia de la historia en el análisis de estos conflictos:165 hay mucho que
hacer todavía en trabajos de historia que pongan de manifiesto el contenido ecológico de
conflictos sociales que no han utilizado ese lenguaje. Haciendo referencia a Martin O`
Connor (1993), destaca que en algunos conflictos, el vocabulario de protesta implica la
negación de la naturaleza como capital, es decir, la imposibilidad de compensar
externalidades monetariamente. La canción “El Famatina no se toca”, es un buen ejemplo
de ello.
En general, las reivindicaciones socioambientales de la región llevan impresa la
historia de Latinoamérica. Cuando se aborda la crítica a los proyectos megamineros, es
común que se mencione la existencia de una nueva “fiebre del oro”, que se evidenció en
Esquel, donde las empresas intentaron ingresar a la patagonia argentina. Se habla
también de una “segunda conquista” y de un “segundo saqueo”. En cuanto al vocabulario
de protesta que implica negación de la naturaleza como capital, frases como “nuestra agua
es nuestro oro”, y el uso de la denominación “bienes comunes” en lugar de “recursos
naturales”, son claros ejemplos de este rechazo a la mercantilización de la naturaleza y de
la vida.
Por su parte, Alain Lipietz -en su libro “Qué es la Ecología Política? La gran
transformación del siglo XXI”-, afirma: la ecología política es la ecología de una especie

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particular, la especie humana, una especie social y política. Pero es también un
movimiento social para transformar la ecología realmente existente de nuestra especie
humana. Es entonces una política, pero es también una ética: una aspiración moral de
más armonía, más autonomía, solidaridad, responsabilidad (Lipietz, 2002.a).
Este autor enfatiza la diferencia de la especie humana con el resto de las especies, a
partir de su carácter político. Según él, la humanidad define su comportamiento y sus
actividades por medio de una deliberación, juzga lo que está bien y lo que está mal, por lo
que es responsable de sus actividades, y de los efectos de sus actividades sobre el
territorio. En consecuencia, también es responsable de la manera en que garantiza la
posibilidad de seguir viviendo en ese territorio y con esos métodos. Esta organización
encuentra también sus crisis, pero una especie política como la humanidad puede
resolverlas cambiando la organización social. Según Lipietz, la evolución socio-económica
es la forma principal de evolución de la especie humana, por lo que esta especie, la única
social y política, da lugar a una ecología específica, llamada Ecología Política. La Ecología
Política sería, entonces, la ciencia de esta especie particular que es la humana. Y
podríamos decir también, que es una perspectiva interesante para analizar las crisis
producidas por esta misma especie.
En relación a los conflictos ambientales en Mendoza, parte de los elementos
mencionados por Alain Lipietz -la ética, la autonomía, la solidaridad, la responsabilidad,
entre otros-, forman parte de los valores en los que han basado su organización los grupos
conformados en rechazo a la megaminería. Este tipo de organizaciones, con formas de
participación más horizontales y democráticas, están ganando espacio gracias a lo que
Lipietz denomina “el vaciamiento de lo político” y las crisis actuales. Más allá de ello, es
importante destacar aquí la reflexión de Germán Palacios: “…El descrédito de los políticos
no debería hacernos olvidar que muchos cambios son más arduos de lograr sin una
participación en política y de l@s polític@s...” (Palacios, 2006:8). De allí la importancia de
la coordinación de acciones cuando existen objetivos en común. Las organizaciones
mendocinas reconocen la importancia de la presión sobre el sector político –partidario-, si
bien éste no es su único frente de lucha.
En relación al supuesto “vaciamiento político actual”, en una reunión de una de las
asambleas de Mendoza, se discutió sobre la aparente “ausencia del Estado” en el tema
minero. Se concluyó en que el Estado no está ausente sino que es cómplice y funcional a
los intereses de las empresas transnacionales; de ahí la desconfianza, no sólo en cuanto a
la capacidad de control del Estado sobre ciertas actividades –en este caso la minería a
gran escala-, sino en cuanto a su voluntad de control. Si a esto se suman los casos de
ocultamiento de información, la desconfianza aumenta cada vez con mayores

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fundamentos.166
Como será detallado en los Capítulos 5 y 7, las organizaciones que rechazan la
minería a gran escala en Mendoza, no son homogéneas, ni entre ellas ni al interior de
cada una. Pero puede deducirse que gran parte de las personas que participan de estas
organizaciones, compartirían el análisis crítico que hace Lipietz acerca del funcionamiento
de las sociedades industriales, y de los valores y conceptos sobre los que se apoya la
cultura occidental. La Ecología Política considera que los límites de lo aceptable fueron
ampliamente ultrapasados y que llegó la hora de cuestionar, de un modo general,
prácticas y representaciones, ya que no son independientes (Lipietz, 2002.b). Estas
críticas a la sociedad industrial, a la cultura occidental, al capitalismo y a la modernidad,
son uno de los pilares en los que se basa la Ecología Política.
Las reflexiones de Lipietz, sobre la urgencia de dar nuevo contenido a la política, a
partir de las prácticas, para que se amplíe la toma de conciencia de efectos distantes de la
vida de cada uno, de modo de tornar justificables las restricciones impuestas por las leyes,
de madurar en las comunidades locales la conciencia de un destino común del género
humano, de necesidades comunes y de ventajas recíprocas, se materializa en las
reivindicaciones plasmadas en las pancartas presentes en las movilizaciones mendocinas.
En una de ellas, durante las Jornadas de Ayuno organizadas frente a la Legislatura de la
ciudad de Mendoza, a fines del año 2006, con la finalidad de rechazar la megaminería
en la provincia,167 podía leerse: “Todas las civilizaciones cayeron cuando perdieron de
vista el bien común”. En el mismo sentido, en aquellas jornadas se juntaron firmas bajo el
lema: “En defensa del agua y la calidad de vida, adhiero a la manifestación de la voluntad
del pueblo, para lograr que se cumpla lo dispuesto por el artículo 41º de la Constitución
Nacional,168 que defiende el medio ambiente sano para nosotros y las futuras
generaciones”.
Sumado a ello, Germán Palacios considera que la Ecología Política –que el
denomina “Ecopol”- debe ser una reflexión política en torno a las relaciones de poder y
problemas de conocimiento sobre la construcción social, la distribución y el control sobre la
naturaleza.
En otro sentido, Martínez Alier, retomando a Peter Brosius (1999), distingue
dos «estilos» de Ecología Política: por un lado, el “materialista” –con el que él se identifica-
, que insiste en los intereses materiales a la vez que en los valores sociales. Es el estudio
de una serie de actores, con diferentes niveles de poder e intereses distintos, que se
enfrentan a las demandas de recursos de parte de otros actores en un contexto ecológico
particular. Por otra parte, el estilo “constructivista”169 –cuyo referente sería Arturo Escobar-,
que consiste en el análisis del discurso. Este abordaje enfatiza cuestiones relacionadas

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con el significado, o la falta de significado, de expresiones como «recursos y servicios
ambientales» para las diferentes culturas, con la «constructividad social o las
reinvenciones de la naturaleza».
Sin embargo, Martínez Alier considera que se puede establecer una conexión entre
ambos estilos, ya que los diferentes actores de los conflictos ecológicos distributivos, con
sus diferentes dotaciones de derechos y poder, ponen en duda y desafían las
reivindicaciones de otros, apelando a distintos lenguajes de valoración, dentro de su
amplio repertorio cultural. Como plantearon Martínez Alier y Ramachandra Guha (1997),
las luchas por los recursos, aun cuando sus orígenes son materialmente tangibles,
siempre han sido también luchas sobre significados. En este sentido, en el caso analizado
encontraremos diversos ejemplos, de cómo desde las empresas y gobiernos se mantiene
un discurso “ecoeficiente” –confianza en la tecnología y los controles, un discurso en torno
a la “minería sustentable”- que se contrapone a la forma en que los movimientos
socioambientales –más vinculados al ecologismo popular- entienden y cuestionan el
concepto de sustentabilidad. Por citar otro ejemplo de las diferentes percepciones en un
conflicto ambiental relacionado a la minería, lo que para las empresas es “responsabilidad
social empresaria” y “licencia social”, para las asambleas y otras organizaciones son
estrategias asistencialistas, con el fin de convencer a las comunidades de las bondades de
sus proyectos, y neutralizar el conflicto.170
Es relevante en este aspecto el análisis de la “lucha conceptual” que hace Enrique
Leff. La Ecología Política reconoce en el ambientalismo luchas de poder por la distribución
de bienes materiales, pero sobre todo de valores-significaciones asignadas a los bienes,
necesidades, ideales, deseos y formas de existencia. Es la política de la reapropiación de
la naturaleza. Pero como toda política, no es meramente una estrategia práctica; su
práctica no sólo está mediada por procesos discursivos, por aplicaciones del conocimiento,
sino que es esencialmente una lucha que se da en los conceptos. La diferencia en el
campo de la Ecología Política no sólo se manifiesta en la expresión de los diferentes
movimientos socioambientales, sino también en las diferentes teorías, percepciones y uso
de los conceptos por parte de la comunidad de expertos que están en el campo. La
orientación de las acciones hacia la construcción de sociedades sustentables se da en una
lucha teórica en la producción y apropiación política de los conceptos. Ello implica una real
revisión del conocimiento que obliga a situarse en lo imaginario de las representaciones de
la naturaleza para desentrañar sus estrategias de poder (del discurso de desarrollo
sostenible). El discurso de la Ecología Política lleva a la deconstrucción de los discursos,
de los paradigmas y las políticas establecidas, para abrirse hacia el proceso de
construcción de una nueva racionalidad, a partir de los potenciales de la naturaleza y los

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sentidos de la cultura, de la actualización de las identidades y de lo que aun no es (Leff,
2006).
Relacionado a nuestro caso de estudio, un análisis semiótico del poder del capital y
sus discursos, en torno a la megaminería, es realizado por Mirta Antonelli (2009). La
autora indaga en la gestión del paradigma hegemónico de la “minería responsable” y el
“desarrollo sustentable”, como dispositivos de intervención en la cultura.
En el mismo sentido, Henri Acselrad afirma: “…Su nominación –o sea, la designación
de aquello que es o no es ambientalmente benigno- redistribuye el poder sobre los
recursos territorializados, por la legitimación/deslegitimación de las prácticas de
apropiación de la base material de las sociedades y/o de sus localizaciones. Las luchas
por los recursos ambientales son, así, simultáneamente, luchas por sentidos culturales (…)
o sea, por la afirmación de ciertos proyectos en contextos de desigualdad sociopolítica…”
(Acselrad, 2004:19).
Por su parte, y como ya fue mencionado, Leff también realiza una crítica a la
modernidad, que desconoció el orden complejo y la organización ecosistémica de la
naturaleza, transformándola en objeto de conocimiento y en materia prima del proceso
productivo. Leff destaca que, a partir de los años sesenta y setenta, la naturaleza se
convierte en referente político, en objeto de disputa y apropiación, en tanto emergen por
fuera de la ciencia diversas corrientes interpretativas en las que la naturaleza deja de ser
un objeto a ser dominado y desmembrado, para transformarse en un cuerpo a ser
seducido, re-significado, reapropiado. La ecología no es política en sí, el campo de la
política es llevado a su territorio como respuesta al hecho de que la organización
ecosistémica de la naturaleza ha sido negada y externalizada del campo de la economía y
de las ciencias sociales. Al igual que Lipietz, Leff afirma que las relaciones de poder
emergen y se configuran en el orden simbólico y del deseo del ser humano, en su
diferencia radical con los otros seres vivos que son objeto de la ecología (Leff, 2006).
Para Arturo Escobar (1995), el discurso “liberal” sobre el desarrollo sostenible –del
Informe Brundtland, por ejemplo- es criticado por el “culturalista”, que pone de relieve las
consecuencias de la cultura económica dominante sobre la forma en que nos
relacionamos con la naturaleza, y denuncia la imposibilidad de conciliar crecimiento
económico y ambiente. Los culturalistas se encargan de rescatar el valor de la naturaleza
como ente autónomo, fuente de vida no sólo material sino también espiritual. Por otra
parte, la visión “ecosocialista”, comparte muchos de los planteos culturalistas, pero se
diferencia de ellos por la atención que presta a la economía política como base central de
la crítica. Retomaremos el planteo desde el eco- socialismo -o marxismo ecológico- más
adelante en este apartado.

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Finalmente, Escobar reconoce que todos estos discursos se influencian e
interpenetran unos a otros, tanto en la teoría como en la práctica. Por ello, la ecología
contemporánea debe ser vista como un espacio disputado por múltiples lenguajes, a pesar
de que el lenguaje dominante intente con persistencia traducir los lenguajes populares a
sus gramáticas y reglas de juego. Se necesitan nuevas narrativas de la cultura y de la
vida. Estas narrativas deberán ser híbridos de algún tipo, en el sentido de que deben partir
de las mediatizaciones e hibridaciones que las culturas locales logren efectuar sobre los
discursos y prácticas del capital y la modernidad. Esta es una tarea colectiva en la cual los
movimientos sociales sin duda tienen un papel primordial. La tarea supone luchas por
construir identidades colectivas y por redefinir las fronteras y modos de relación entre
naturaleza y cultura (Escobar, 1995).
Este papel fundamental que otorga Escobar a los movimientos sociales y a sus
luchas coincide con la identificación que realiza Martínez Alier del ecologismo popular y la
justicia ambiental como las fuerzas principales para la sustentabilidad y el decrecimiento
económico. Así es que éste último autor afirma que el énfasis no debe estar en la
resolución de los conflictos ambientales, sino más bien -dentro de límites gandhianos- en
la exacerbación de los conflictos para avanzar hacia una Economía Ecológica. Para
Martínez Alier, los movimientos sociales nacidos de semejantes conflictos ecológicos
intentan equilibrar la balanza de poder, hoy tan inclinada hacia las empresas
multinacionales (Martínez Alier, 2004). En este sentido, tanto las organizaciones
socioambientales de Mendoza como las del resto de la Argentina, luchan día a día contra
la cooptación de sus espacios y sus discursos.
Escobar introduce otro aspecto en esta discusión sobre el poder: el territorio, y lo
relaciona directamente con la cultura. Para este autor, la cultura es política, ya que sus
significados están constituidos por procesos que, implícitamente o explícitamente, buscan
redefinir el poder social.171 Debido a ello, la sustentabilidad debe considerar procesos
culturales de significación, procesos biológicos de funcionamiento ecosistémico, y
procesos tecno-económicos de utilización de los recursos. De otra forma, la
sustentabilidad no puede ser concebida en términos de parches o actividades singulares, o
grados económicos solamente. Debe responder al carácter integral y multidimensional de
las prácticas de apropiación efectiva de los ecosistemas. La región-territorio puede ser así
articuladora de los proyectos de vida de las comunidades, con el proyecto político del
movimiento social. La lucha por el territorio es así una lucha cultural por la autonomía y la
auto-determinación (Escobar, 1998). Las luchas socioambientales en la Argentina son
también luchas por y desde el territorio. “…Lo novedoso pasa por las formas
históricamente cambiantes a través de las cuales se recrean y actualizan los dispositivos

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de expropiación ecológica como dimensión insoslayable de la geopolítica del poder
mundial. El caso de la minería metalífera transnacional puede, en tal sentido, considerarse
paradigmático de las nuevas formas de expropiación ecológica instauradas con la
globalización del capital. Esta modalidad expropiatoria no es ajena a la dinámica de la
alienación territorial; más bien, constituye una de sus dimensiones...” (Machado Aráoz,
2009:224). Actualmente en Argentina existen aproximadamente setenta asambleas de
base, nucleadas desde el año 2006 en la Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC), que
conforman verdaderos “territorios de resistencia” (Svampa y Antonelli, 2009).
Por otra parte, no podemos olvidar los aportes del marxismo a la Ecología Política.
Desde el Marxismo Ecológico, James O´Connor, aborda las contradicciones entre el
capitalismo mundial y la integridad del mundo natural y social. Para este autor, los
movimientos verdes radicales nacen de la contradicción básica del capitalismo mundial a
finales del siglo XX. “…Justo en el momento histórico en que el Estado (y la sociedad)
tiene que regular el capital con más firmeza e inteligencia –muy especialmente con
respecto a la viabilidad de los sistemas ecológicos y las aptitudes y normas colectivas de
las comunidades que representan la base de la solidaridad social-, la capacidad rectora
del Estado (y la capacidad regulatoria de la sociedad) es cada vez más cuestionada e
ineficaz…” (O´ Connor, J., 2001:10).172
Para finalizar, retomaremos lo señalado por Enrique Leff, sobre el momento
fundacional de un campo teórico-práctico en el que se encuentra la Ecología Política. Para
este autor, se trata de la construcción de un nuevo territorio del pensamiento crítico y de la
acción política, al que no sólo le conciernen los conflictos de distribución ecológica, sino el
explorar con nueva luz las relaciones de poder que se entretejen entre los mundos de vida
de las personas y el mundo globalizado (Leff, 2006). Es por esto, que no se trata de un
nuevo paradigma de conocimiento, sino de un campo de estudio y acción que se
construye en el encuentro y a contracorriente de diversas disciplinas, pensamientos,
éticas, comportamientos y movimientos sociales.
Podemos sumar a esta reflexión lo propuesto por Palacios, sobre la “Ecopol” como
campo de discusión inter y transdisciplinario, que reflexiona y discute las relaciones de
poder en torno de la naturaleza, en términos de su fabricación social, apropiación, y control
de ella o partes de ella, por distintos agentes socio-políticos. Palacios plantea el abordaje
de las relaciones de poder desde una perspectiva de la política en sentido amplio, que
desborda lo estatal, lo gubernamental o lo público, y considera las jerarquías y asimetrías
de diferentes campos de relaciones de poder en torno de la naturaleza. La Ecología
Política discute los aspectos de la fabricación, construcción o sistematización social de la
naturaleza, no sólo en cuanto a los asuntos materiales, como tales, sino a su construcción

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imaginaria o simbólica, ya que estos imaginarios tienen implicaciones políticas (Palacios,
2006).
Lo antes mencionado se relaciona con la crítica realizada a algunos tipos de minería,
como la del oro. Si consideramos el planteo de ciertos sectores mineros, que fundamentan
e intentan construir el imaginario de que “necesitamos la minería para nuestras
actividades, para nuestra vida”, ¿Cuál es el uso que damos en nuestro día a día al oro?
¿Cuál es la necesidad que el oro satisface? ¿Estamos dispuestos a correr con los riesgos
ambientales de su extracción, para abastecer un consumo mayoritariamente suntuario?
¿Las “necesidades” que el oro cubre, no podrían satisfacerse con el reciclado y/o
reutilización de lo ya extraído? ¿O se trata sobre todo de un símbolo de poder económico,
con el que ciertos sectores se identifican? Este es un cuestionamiento en el que América
Latina, desde su conquista, tiene mucho por argumentar.173
Enrique Leff (2004), respecto al estado de la Ecología Política en América Latina,
considera que la ambientalización de las luchas indígenas y campesinas en nuestra
región, y la emergencia de un pensamiento ambiental latinoamericano, aportan una
reflexión propia sobre estos temas y procesos. En este sentido, podemos mencionar que
en la UAC contra el saqueo y la contaminación, están participando cada vez más
activamente pueblos originarios y movimientos campesinos, que pueden aportar a este
espacio relativamente nuevo sus experiencias históricas de lucha y resistencia.
Con estas contribuciones, y considerando el espacio de articulación de asambleas
socioambientales y organizaciones sociales -tanto de Argentina como de otros países
latinoamericanos- en el que se ha transformado la UAC, ésta y cada una de las asambleas
que la conforman puede ser consideradas como ejemplos actuales de ciudadanía activa
ante las nuevas formas de colonialismo, con gran potencialidad para enriquecer, desde la
práctica, a una Ecología Política latinoamericana.
En conclusión, como afirma Héctor Alimonda (2008),174 la Ecología Política no
pretende ser una ciencia, sino una mirada que interconecta. Es un punto de vista que
intenta llamar la atención sobre algunas cuestiones. Es una perspectiva, que integra
disciplinas, y que por ello no tiene método. Es un campo de conocimientos y saberes que
se nutre día a día de las luchas de nuestras comunidades, y de los recuerdos y los sueños
en los que basan sus resistencias.

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REFLEXIONES DE LA PRIMERA PARTE

Los conceptos y teorías que marcaron el debate en torno a los movimientos sociales
y el conflicto han ido cambiando de la mano de los procesos históricos que los han influido.
Cada movimiento, generó así nuevos interrogantes, nuevos planteos y nuevas
dimensiones del conflicto, que se trasladaron a su análisis desde el campo científico. La
teorización sobre este fenómeno no ha sido sencilla, y no lo es en la actualidad, ya que, si
bien existe abundante bibliografía sobre el tema, la dificultad de aplicar conceptos y teorías
a los procesos que los movimientos actuales están viviendo en el presente, demandan a
su vez una innovación en este campo.
Además de su renovación, se necesita también una mirada propia sobre nuestros
movimientos sociales. Los países latinoamericanos, tenemos una historia compartida en
muchos aspectos, que se inicia en la conquista del continente por las potencias europeas,
pero también somos diversos, y nuestra mirada dependerá del lugar desde donde –y en
donde- analizamos el conflicto. Parafraseando a Arturo Roig, América Latina tiene una
diversidad que le es intrínseca. “…Todo se aclara si la pregunta por el ¨nosotros¨ no se la
da por respondida con el agregado de ¨nosotros los latinoamericanos¨, sino cuando se
averigua qué latinoamericano es el que habla en nombre de ¨nosotros¨ (…) Lo
fundamental es por eso mismo tener claro que la diversidad es el lugar inevitable desde
el cual preguntamos y respondemos por el ¨nosotros¨ y, en la medida que tengamos de
este hecho una clara conciencia, podremos alcanzar un mayor o menor grado de
universalidad de la unidad…” (Roig, 2009:21).
Traemos a colación esta afirmación de Roig, porque es importante también
considerar que estos trabajos tendrán la impronta de cada país, de cada región, de cada
lugar desde el cual escribimos y de quienes describimos. Los movimientos sociales no son
homogéneos, ni siquiera a su interior, pero asistimos a un momento histórico en el cual las
diversas reivindicaciones latinoamericanas están encontrando puntos en común. Tal como
destacaremos en el Capítulo 5, los conflictos se multiplican, y los movimientos se articulan,
con sus expectativas y limitaciones. Asimismo, desde el campo académico, también
avanza el intercambio de análisis e investigaciones sobre estos procesos.
A través de la historia, los conflictos y los movimientos sociales han sido percibidos y
analizados de diversas formas: criminalizados, destacados por su “vitalidad”, ignorados y/o
invisibilizados-. Podemos encontrar actualmente, estas diversas “miradas” coexistiendo en
torno a los conflictos y movimientos contemporáneos.
Por todo lo antes mencionado, no se pretendió en esta primera parte dar definiciones
cerradas, sino abordar las principales discusiones existentes en torno a cada tema. A partir

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de ellas, avanzaremos en el análisis de los conflictos y movimientos socioambientales en
la provincia de Mendoza.
Existe consenso en establecer en la década de los ´70 el inicio del
ecologismo/ambientalismo contemporáneo. También existe acuerdo en incluir a este
movimiento dentro de los Nuevos Movimientos Sociales (NMS). Asimismo, hay autores
que, como se destacó, avanzan más allá y lo consideran el único NMS.
Por otra parte, existen diversas connotaciones sobre los términos ambientalismo y
ecologismo. Adoptamos para este trabajo la clasificación dada por Joan Martínez Alier
(2004), ya que consideramos que será de utilidad para analizar las diversas corrientes y
lenguajes de valoración que existen en torno al conflicto por la megaminería en Mendoza.
Asimismo, se adopta la denominación “socioambientales” para caracterizar a los
movimientos que han surgido de este conflicto.
También se ha profundizado en la definición de racionalidad ambiental, a fin de
analizar posteriormente qué racionalidad ambiental poseen los diversos movimientos que
han sido objeto de esta investigación. Ello responde a la necesidad de enfatizar dos
cuestiones: por un lado, la racionalidad inherente a estos movimientos, que no pueden ser
analizados desde las teorías que consideran a los movimientos sociales como masas
irracionales e influenciables por determinados líderes y, por el otro, la importancia de
rescatar la diversidad de organizaciones que coexisten y articulan acciones en defensa del
agua y en rechazo a la megaminería en la provincia de Mendoza.
Posteriormente, se abordaron diferentes debates que intentan marcar nuestra
postura respecto a ciertos temas. Compartimos la crítica desde la Economía Ecológica a la
Economía Ambiental, ya que consideramos que la inconmensurabilidad de valores está
presente en cada problemática socioambiental. Destacamos la necesidad de darle
contenido al concepto de “desarrollo sustentable o sostenible”, que ha sido vaciado al ser
utilizado para legitimar fines e intereses que están muy lejos de un desarrollo sustentable
que involucre a toda la sociedad, y no sólo a quién lo utiliza como estandarte de
ecoeficiencia. Creemos que la Ecología Política, que pone el conflicto y la diversidad de
perspectivas en primer plano, puede contribuir en el diagnóstico y la gestión de los
problemas socioambientales de nuestras comunidades.
Es decir, buscamos con ello visibilizar que las diferentes discusiones sobre la
necesidad de incorporar nuevas miradas, de democratizar la toma de decisiones, de
legitimar tanto el conocimiento como el saber, y el significado como el sentido, no se dan
sólo en los conflictos socioambientales sino también al interior del mundo científico
académico. Desde diversas disciplinas, cada vez se hace más difícil ocultar las
divergencias entre quienes siguen apostando a una ciencia moderna donde la decisión

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queda en mano de los expertos, y quienes creemos, parafraseando a Funtowicz y Ravetz,
(1993) que no sólo debe hacerse ciencia para la gente sino ciencia con la gente.
La problemática socioambiental, y los conflictos que de ella se desprenden, nos
involucran a todos, desde el lugar que cada uno de nosotros ocupa en esta sociedad. Los
movimientos socioambientales llevan años denunciando las irregularidades e injusticias
cometidas por ciertas actividades, y se hace necesario que el sector científico se involucre
para llevar certezas a donde existe incertidumbre y, donde esto no sea posible,
incorporarla a través de una mayor participación social.
Si no somos capaces de hacer llegar a la gente nuestro lenguaje, e incorporar los
aspectos políticos y éticos en la gestión ambiental, los procedimientos de evaluación de
impacto ambiental, al igual que lo ya mencionado para el desarrollo sustentable, quedarán
vacíos. Es decir, además de conceptos vacíos, habrá procedimientos vacíos, que
permitirán, una vez más, que las decisiones que nos involucran a todos sean tomadas por
unos pocos, en base a argumentos por ellos legitimados.
Como ya se ha dicho, abordar estas cuestiones implica repensar el rol que cada uno
de nosotros debe cumplir en el conflicto, aportando nuestro conocimiento para que los
procesos de toma de decisiones en la gestión ambiental se lleven a cabo seriamente y a
partir de un debate horizontal. Y esto no va en detrimento de la importancia de la visión
científica del tema, sino que se realiza justamente en nombre de una ciencia que nos
permita, en medio de la incertidumbre inherente a estos temas, contar con información que
fundamente una toma de decisiones participativa desde una mirada holística del conflicto.
Allí está el desafío. Desde el sector científico académico, tenemos mucho para
aprender de quienes dedican gran parte de su vida a luchar por una mayor participación
en la toma de decisiones. Nosotros creamos conceptos, ellos materializan sus significados
y les otorgan sentido, si los dejamos de lado, los conflictos se agudizan. Mendoza es un
gran ejemplo de ello.

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SEGUNDA PARTE:

LA ACTIVIDAD MINERA EN ARGENTINA: CARACTERÍSTICAS E IMPACTO


SOCIOAMBIENTAL

CAPÍTULO 3: HISTORIA DE LA MINERÍA EN ARGENTINA

“…Pueden considerarse bienes ambientales a los servicios y recursos tomados o


apropiados desde el ambiente por las fuerzas del mercado, y que son puestos a funcionar
(hasta donde fuera posible) en beneficio de éstas y, no necesariamente, en el mismo
sentido o función que previamente prestaran desde la naturaleza, hacia la sociedad
humana y las otras especies en su conjunto…”
Walter Pengue (2009:215)

ANTECEDENTES Y PRIMEROS AVANCES DE LA ACTIVIDAD MINERA. DESDE LOS


ORÍGENES PRECOLOMBINOS HASTA LA DÉCADA DE 1990

Como menciona Vicente Méndez en el inicio de su artículo “Historia del desarrollo


minero argentino”, hasta el siglo XVI las evidencias sobre la actividad minera en el actual
territorio argentino son más bien escasas (Méndez, 1999). En el caso específico de
Mendoza, la minería se remontaría a la época precolombina, en la zona de Paramillos de
Uspallata.175 Si bien hubo en la zona una importante presencia de los Jesuitas en la época
de la Colonia, hay indicios de que probablemente algunas ramificaciones del Imperio Inca
pueden haber realizado trabajos previos.176 Se puede decir, entonces, que la minería se
inicia en Mendoza, para algunos historiadores en 1648, para otros en 1672.177
En el siglo XV, los conquistadores europeos se plantearon como prioridad la
búsqueda y explotación de minerales de plata, metal de elevado valor que para esa época
se constituyó en el patrón monetario. Mucha información sobre este tema se habría
perdido en el transcurso de las guerras civiles, así como también por la negligencia de los
funcionarios, pero, sin embargo, numerosas crónicas hacen referencia al distrito minero de
Famatina, mina de oro y plata ubicada en la actual provincia argentina de La Rioja
(Mendez, 1999).
A mediados del siglo XVII llegaron al país las misiones jesuíticas y, hasta la
disolución de la orden en 1773, explotaron el Famatina y numerosas minas de oro y plata
en distintas regiones del país, entre ellas, las ya mencionadas para el caso de Mendoza,
especialmente en la zona de Paramillos de Uspallata: “…Alonso de Ovalle (1642),

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sacerdote jesuita, cuenta que alrededor del año 1638, muchos mineros potosinos vinieron
a trabajar algunas minas de oro en la región de Paramillos de Uspallata y que en general
los laboreos eran pequeños y casi nunca llegaron a atravesar la capa freática. El
mencionado sacerdote dice que vio esas minas, cuya posición dio a conocer en sus cartas
a Roma…” (Méndez, 1999:8).
Asimismo, los aborígenes que poblaron el sur, sudoeste de la provincia de Mendoza
y la región patagónica, sostuvieron como concepto tradicional, que el decaimiento y su
ruina como nación fue provocado por la apetencia del hombre blanco en obtener la riqueza
minera que poseyeron sus ancestros. Esto generó tal antipatía, que al blanco le fue
imposible obtener información sobre la secreta ubicación de las minas, a la que sí
accedieron algunos jesuitas (Méndez, 1999).
Luego de la independencia de España, se mantuvieron los intentos de continuar con
la actividad minera, lo que generó un flujo transitorio de capital extranjero hacia esa
actividad. En el marco de un modelo económico agroexportador dominante, tuvo lugar una
relativa expansión de la actividad minera en diferentes provincias, basada en producciones
artesanales destinadas al mercado local y el intercambio, por ejemplo, el cobre de las
provincias cuyanas (Brailovsky y Foguelman, 2006). Estos intentos de constituir un país
minero se sostuvieron sólo en las primeras décadas de vida independiente, hasta que,
desde fines del siglo XIX, el éxito del modelo economic agro-ganadero generó una paralela
“cultura agro-ganadera” en la comunidad, y la vieja “cultura minera” se fue perdiendo a
través del tiempo (Lavandaio, 2008).
Por la tanto, la minería en Argentina nunca ha sido una industria fuerte, de primer
plano. Por otra parte, siempre ha estado dividida en una mediana y pequeña minería,
especialmente minería no metalífera y de rocas de aplicación. La excepción, en cuanto a
su antigüedad y su carácter de inversión privada, es Mina Aguilar,178 en la provincia de
Jujuy, que es la única mina de tipo metalífera que lleva casi 75 años de explotación.
Salvo este caso, la inversión ha sido mayoritariamente estatal. El resto de los
proyectos siempre estuvo en manos del Estado, a través de sus distintos organismos:
Dirección General de Fabricaciones Militares (DGFM), Secretaría de Minería de la Nación,
Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR) y las Direcciones de Minería
provinciales; es decir, siempre han estado a cargo de institutos de la órbita estatal que se
han dedicado a prospectar y explorar zonas, con la finalidad de ofrecerlas a la actividad
privada, pero no ha explotarlas.179
Fue a partir de 1823, bajo el gobierno de Bernardino Rivadavia, cuando se iniciaron
los primeros negociados mineros. En 1824 se dictó un decreto cuyo objetivo sería
promover la formación de una sociedad en Inglaterra, destinada a explotar minas de oro y

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plata que existían en el territorio.180 En 1826, el presidente Rivadavia sancionó la “Ley de
Consolidación de la Deuda”, que declaraba nacional el empréstito de Buenos Aires y
aumentaba su garantía con todas las tierras y demás bienes inmuebles de las provincias
que pasaban a ser propiedad nacional, entre ellos, las minas. Méndez destaca que “…sin
duda, este lapso de la historia argentina de tan intensa especulación, no tuvo la contracara
de un desarrollo minero importante. Sin embargo, en este período hay evidencias
indudables de una incipiente actividad minera, puesta de manifiesto a través del relato de
jefes militares, sacerdotes, historiadores, geógrafos y naturalistas que recorrieron los
distintos rumbos del país…” (Méndez, 1999:10). En conclusión, en las primeras décadas y
hasta mediados del siglo XIX se destacó un resurgimiento del interés por la
minería, hecho que trajo como consecuencia el descubrimiento de varios depósitos de
metales preciosos y base, en la región andina y en el centro del país. En 1886 el Congreso
Nacional sancionó la Ley Nº 1.919 que aprobó el Código de Minería, el cual entró en
vigencia en 1887.
Desde fines del siglo XIX y hasta la década de 1940 se advirtió un moderado
progreso minero, como consecuencia de los descubrimientos de tungsteno, estaño, hierro,
plomo, plata, zinc, cobre, azufre y especialmente petróleo, en respuesta al proceso de
industrialización por el que atravesaba el país y al impacto de la Segunda Guerra Mundial.
Esta coyuntura obligó al Estado a asumir protagonismo en la evaluación y explotación de
los recursos naturales no renovables en virtud de que la empresa privada no estaba
preparada ni decidida a afrontar los grandes riesgos emergentes de este tipo de actividad.
Es así como en 1941 se creó la DGFM, empresa del Estado Nacional con capacidad de
explorar, explotar y solicitar minas en todo el país.
Durante esta etapa, la exploración de materias primas minerales se orientó a
sustentar el modelo de desarrollo industrial impulsado en el país. Se evaluaron e
investigaron los depósitos minerales conocidos y los descubiertos en el transcurso de los
trabajos realizados a lo largo de todo el territorio nacional. Las sustancias exploradas con
mayor detalle fueron: plomo, plata y zinc (evaluándose entre otros el distrito de Uspallata,
en Mendoza), cobre (Las Cuevas y San José, en Mendoza), tungsteno, estaño, hierro, litio,
manganeso, niobio y tantalio, bismuto y berilo en otras provincias. Las exploraciones
realizadas entre 1942-1960 no arrojaron los resultados esperados: los depósitos pequeños
no permitieron alumbrar las reservas necesarias para satisfacer los requerimientos de la
industria nacional. Por ello, ningún tipo de promoción del Estado a través de créditos
liberales, exenciones impositivas, políticas aduaneras preferenciales, construcción de
huellas mineras, entre otras, pudieron activar la minería. Se concluyó que la nueva política
minera debería sustentarse en la prospección y exploración sistemática y regional,

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planteando como objetivo el descubrimiento de depósitos de gran volumen de reservas,
principalmente diseminados, polimetálicos y explotables a cielo abierto (Méndez, 1999).
Por estas razones, en la etapa previa a 1990, la minería habría tenido un escaso
desarrollo, con algunas empresas estatales que se ocuparon de ciertas actividades
consideradas estratégicas, como la minería del hierro, del carbón, del uranio y del cobre, y
empresas privadas que se dedicaron a la minería inducida, que provee materiales de
construcción y minerales industriales (Lavandaio, 2008).
Se observa, asimismo, una gran persistencia en la reconsideración y revisión de los
viejos distritos mineros, fuente tradicional de discordias, especulaciones y mitos
(Popper, 1887).181 Dentro de este ámbito singular, la minería se estableció en los distritos
ya conocidos y a partir de ellos, nuevos flujos de inversiones, muchas veces discontinuos
en el tiempo, impulsaron la actividad hasta llegar en algunos casos a la etapa de
explotación (Méndez, 1999).
Entre los emprendimientos mineros que el Estado Nacional llevó a cabo, se
encuentra el “Plan Cordillerano”, realizado en forma conjunta con Naciones Unidas desde
1963 a 1968. Este plan priorizaba a las provincias de San Juan, Mendoza y Neuquén
como regiones objeto de exploración. Se realizaron así relevamientos aerofotogramétricos,
muestreos geoquímicas, prospecciones geofísicas y perforaciones. Las áreas de reserva
identificadas permitieron destacar, por primera vez, que en el país había importantes
depósitos tipo Pórfido de Cobre,182 a los que luego se sumaron otros minerales. En este
sentido Méndez concluye: “…sin duda que este relevante avance relegó antiguos
conceptos geológicos que subordinaron la minería metalífera de nuestro país a una mera
colonia agroexportadora…” (Méndez, 1999:14).
Las exploraciones geológicas así iniciadas encontraron continuidad en el “Plan
Cordillerano Centro”, que estableció un convenio entre la DGFM y las provincias de San
Juan, Mendoza y Neuquén por el cual se seleccionaron áreas de reserva y se dividieron
en tres grupos (A, B y C) de acuerdo a su potencial económico. Entre ellas, en la provincia
de Mendoza, se destacaron: Paramillos Norte (A), Paramillos Sur (A), Las Cuevas (B),
Cacheuta (B) y Laguna Diamante (B).
Posteriormente se realizaron planes específicos en algunas regiones del país, entre
ellos el “Plan Mendoza”, llevado a cabo entre 1973 y 1979, que tuvo como objetivo
desarrollar un trabajo sistemático de prospección y exploración de recursos minerales de
primera y segunda categoría en aquel sector del territorio provincial que no fue incluido en
el Plan Cordillerano. El informe concluyó que la región bajo estudio no contaba con
indicios favorables para ampliar sus posibilidades mineras con relación a la presencia de
nuevos depósitos minerales (Méndez, 1999).

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La prospección, exploración y explotación de uranio, por su parte, fue llevada a cabo,
a partir de la década de 1950, por un ente creado con objetivos específicos, la
Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). De este modo fueron descubiertos 14
distritos uraníferos en el país, dos de ellos en la provincia de Mendoza: “Sierra Pintada” y
“Huemul”. La CNEA desarrolló la tecnología necesaria para procesar los concentrados de
uranio obtenidos en los complejos minero-fabriles, hasta la producción de los elementos
combustibles terminados de centrales nucleares a uranio natural, materia en la que se
alcanzó de este modo en el país una total autosuficiencia (Méndez, 1999).
De esta manera, la inversión realizada por el Estado en programas de investigación y
prospección ejecutados durante varias décadas, especialmente en las de los años ´60 y
´80, demostraron que la República Argentina poseía condiciones geológicas muy
favorables para el hallazgo de yacimientos metalíferos de importancia (Lavandaio, 2008).
En el caso específico de Mendoza, a través del ya mencionado “Plan Cordillerano”, junto
con otros planes del SEGEMAR y de la Dirección de Minería, se encontraron entre 35 y 38
zonas prospectivas, es decir, zonas de interés minero.183
Respecto a las potenciales inversiones en minería a gran escala, Lavandaio afirma
que, en general, los empresarios argentinos no incursionaron en inversiones de riesgo, y
que los empresarios foráneos consideraban inestables y poco atractivas a las reglas de
juego del país. Ante ello, el Gobierno Nacional intentó promover esta inversión mediante
leyes y mecanismos destinados a favorecer a las empresas de capital nacional, como la
“Ley de Promoción Minera”, vigente desde 1973 hasta 1993, que significó grandes
sacrificios fiscales y magros resultados. Esa realidad llevó a los dirigentes de la década de
1990 a formular una nueva política minera. (Lavandaio, 2008).

LOS AÑOS ´90: PRIVATIZACIONES E IMPULSO A LA INVERSIÓN EXTRANJERA

En correlación a lo mencionado previamente, en los años ´90 se sancionaron leyes


que tuvieron por finalidad atraer inversiones hacia la actividad minera. Entre las más
importantes, se encuentra la “Ley de Inversiones Mineras” (Nº 24.196), la que por sus
beneficios (estabilidad fiscal; deducciones en el impuesto a las ganancias; amortización
acelerada de inversiones al efecto del impuesto a las ganancias; avalúo y capitalización de
reservas, sin efectos impositivos; exención de derechos, gravámenes y tasas aduaneras
para importación de bienes de capital, equipos e insumos para desarrollar proyectos
mineros; fijación de un tope de 3% del valor boca mina para el cobro de regalías, entre
otros)184 fomentó la participación de empresas privadas en la inversión de riesgo que
antes asumió el Estado.

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Este marco legal propició el advenimiento de la inversión privada no sólo nacional
sino también extranjera, aumentando la prospección y exploración minera en el país. La
República Argentina se transformó, en un lapso menor a una década, en el primer país en
captación de inversiones mineras, y no hay en el mundo compañía minera de importancia
que no se haya radicado en la Argentina a partir de entonces (Mendez, 1999).
Andrea Mastrangelo considera que, a diferencia de otros países del área andina,
como Bolivia, Chile y Perú, la Argentina, hasta la instalación de la mina “La Alumbrera” en
la provincia de Catamarca, no tenía antecedentes históricos de grandes emprendimientos
mineros. Hasta la reforma del Estado en 1990, el Código Nacional de Minería
representaba a los recursos naturales no renovables como el reaseguro de la soberanía
nacional. Como ya fue explicado, entre 1930 y 1980 la minería y metalurgia fueron, casi
exclusivamente, un tema de militares. Fue recién en 1994 cuando el gobierno nacional
promovió, a partir de un conjunto de leyes, la desregulación de la minería, permitiendo la
elaboración de importantes proyectos de inversión al sector privado externo (Mastrangelo,
2004).
Respecto a Mendoza, durante la última década del Siglo XX, se produjo un rápido y
acentuado incremento –seguido por un fuerte descenso- en los niveles anuales de
tramitación de expedientes semejando, el conjunto de ambas tendencias, un movimiento
típicamente cíclico. Este hecho da cuenta de una correlación positiva entre el
comportamiento de algunos indicadores generales muy afectados por la nueva política
minera desplegada por el Estado Nacional desde el año 1991 con el nivel de actividad
minera de la provincia, medida en términos de volumen de expedientes tramitados ante la
autoridad minera. La política nacional se vio reflejada en un aumento del nivel de inversión
sectorial, del número de empresas mineras internacionales operando en Argentina, del
número de proyectos de prospección y exploración en ejecución, del valor de las
exportaciones mineras y la adhesión de la provincia de Mendoza a tales políticas, entre
otros aspectos ligados a un nuevo contexto económico general dentro del cual se
desenvuelve un nuevo modelo de crecimiento sectorial y de valorización de los recursos
minerales (Bombal, 2005).
Más allá de los beneficios económicos, el proceso de reforma y desregulación del
régimen de concesión de áreas mineras formó parte central de la nueva política minera
desplegada a escala nacional por la administración menemista, reflejando una “coyuntura
de transición” en la instauración de un nuevo modelo de valorización y apropiación de
los recursos minerales a escala nacional. La explotación de estos recursos, que hasta
fines de los años ´80 fueron considerados estratégicos, se transfiere a las grandes
corporaciones mineras transnacionales, “…que los consideran commodities destinados a

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satisfacer las demandas provenientes del mercado internacional...” (Bombal, 2005:262).
En contraposición a este impulso a la inversión en el sector minero, los movimientos
socioambientales –que se oponen a este “nuevo modelo de valorización y apropiación” de
los recursos minerales y de sus territorios- mantienen una postura crítica hacia la política
neoliberal implementada en esta década, y en especial hacia la legislación que favoreció a
las grandes compañías.185
Por otra parte, desde el sector minero, las posturas no son homogéneas. Hay
quienes piensan que esta legislación debe ser revisada, y que fue parte de una ola general
de privatizaciones y apertura a la inversión extranjera. Asimismo, hay quienes consideran
que esta legislación es justa, ya que recompensa a aquel que realiza una inversión de
riesgo, y que, además, la actividad minera posee la característica de tener una ley
específica que incorpora la protección del ambiente, sancionada también durante esta
década (Ley Nº Ley 24.585, de 1995).186

LA MINERÍA COMO POLÍTICA DE ESTADO Y LA ALARMA ANTE LOS CONFLICTOS


SOCIOAMBIENTALES EN LOS INICIOS DEL NUEVO SIGLO

Los gobiernos que siguieron a la década menemista, mantuvieron el impulso a la


actividad minera como política de Estado. En el año 2004, en la presentación del “Plan
Nacional Minero”,187 el presidente argentino Néstor Kirchner afirmó:

“…El sector minero argentino es uno de los pocos que durante la década del '90,
con cambios importantes en la legislación,188 empezó a tener un principio y un punto
de inflexión que le permitió avizorar un destino estratégico diferente (…). Más allá de
una legislación que nosotros estimamos que fue positiva, que ayudó, evidentemente
hoy estamos ante una posibilidad concreta de consolidar el proceso de inversión y
de desarrollo minero en la Argentina con todas las calidades que marcaba con toda
exactitud recién el responsable del área minera –Ing. Jorge Mayoral-. También es
cierto que creemos que en un proceso donde se consolide el desarrollo productivo,
que ha comenzado como ser en la provincia de San Juan en estos días, más
procesos de investigación y de producción que se están poniendo en marcha en el
resto de la Argentina, estamos absolutamente confiados en que este proceso se va
a afirmar, que va a crecer la producción minera, la exportación, las fuentes de
trabajo, que van a crecer fuertemente los ingresos (…). Es muy importante también
que el desarrollo minero vaya acompañado del crecimiento sustentable donde se
hacen las inversiones (…), que la gente perciba que la minería trae progreso,
trabajo, mejoramiento en la calidad de vida y que tiene que ver con el desarrollo
económico y el crecimiento de la región donde se están desarrollando este tipo de
inversiones (…). Así que nosotros desde el Gobierno Nacional vamos a jugar
fuertemente a apoyar al sector…”.189

Asimismo, se le otorgó al sector minero status de Secretaría de Estado, dependiente


del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios de la Nación.

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Posteriormente, durante el año 2006 se lanzó el “Plan de Reactivación de la
Actividad Nuclear Argentina”, con el objetivo de reactivar la construcción de la Central
Nuclear “Atucha II” y retomar la producción de uranio enriquecido que se había
interrumpido en los años ´80. Este plan estratégico para el sector nuclear establece como
ejes: la generación masiva de energía nucleoeléctrica y las aplicaciones de la tecnología
nuclear a la salud pública y la industria. En el discurso de su lanzamiento, el Ministro de
Planificación Federal, Julio De Vido, hizo hincapié en la necesidad de impulsar la minería
del uranio en el país, y en la constitución de una reserva estratégica nacional de este
mineral para consumo de las centrales nucleares nacionales e incluso para la
exportación.190
En correlación a ello, el “Informe de Gestión 2003-2007”, calificaba este período
como “el mejor momento de la actividad”: “…Niveles récord de inversiones, exploración,
exportaciones y generación de empleo, sumado al incremento de proyectos, un mayor
desarrollo de proveedores locales, los salarios más altos de la industria y la ejecución de
tareas en un marco de sostenibilidad ambiental y social, son consecuencia de las acciones
realizadas. Provenientes de 23 países de los cinco continentes, en 2007 llegaron
inversiones destinadas a actividades de exploración, desarrollo de proyectos y producción
de minerales por más de $5.600 millones, un crecimiento acumulado de 748% con
respecto al 2003. Esto derivó en que el país hoy cuente con más de 336 emprendimientos
mineros en todo concepto, un crecimiento del 740% en relación a 2003...”.191 En el Informe
“Minería en Números 2009”,192 la cantidad de proyectos asciende a 403.
En los últimos años, yacimientos de clase mundial entraron en operación: Bajo de la
Alumbrera (cobre y oro), Cerro Vanguardia (oro y plata), Mina Martha (plata) y Salar del
Hombre Muerto (litio) se unieron a las minas existentes; Farallón Negro (oro y plata),
Andacollo (oro), múltiples yacimientos de boratos (como Tincalayu) y Mina Aguilar
(plata, zinc y plomo), esta última habiendo entrado en operación en 1936. En 2005, la mina
Veladero (oro) también comenzó su producción en la prolífera provincia de San Juan y en
2007 lo hizo la mina San José (oro, plata y cobre) en Santa Cruz. Más recientemente,
durante 2008 y 2009, las minas Pirquitas (plata, estaño), Manantial Espejo (plata, oro),
Gualcamayo (oro, plata) y Sierra Grande (hierro) entraron en operación. Otros proyectos
avanzados son: Pascua Lama (oro), Agua Rica (oro, cobre, molibdeno), Pachón (cobre),
Potasio Rio Colorado (sales de potasio), Casposo (oro y plata), Navidad (plata), San
Jorge (cobre); Diablillos (oro y plata), Río Grande y Lindero. Al mismo tiempo, la
actividad exploratoria continua en diversas partes del país, desde Jujuy hasta Santa Cruz,
con depósitos tales como El Altar, Los Azules, Pingüino y Tendal, como así también
varios proyectos de uranio. El nivel de exploración actual se demuestra con el record en

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perforaciones: durante 2008 se superaron los 660.000 metros a lo largo del país.193
A continuación, se detallan las principales minas en operación del país:

MINA / MINE DUEÑOS / OWNERS

1 Veladero Barrick Gold Corp

2 Martha Coeur D’Alene Mining Corp

3 Cerro Vanguardia UTE: Anglogold / FOMICRUZ SE

4 San José Minera Hochschild / Minera


Andes Inc

5 Alumbrera UTE: YMAD/ Xstrata Copper Inc

6 Pirquitas Silver Standard Resources

7 Gualcamayo Yamana

8 Manantial Espejo Pan American Silver

9 Aguilar Glencore

10 Farallón Negro YMAD

11 Andacollo Minera Andacollo Gold S.A. /


CORMINE SEP

12 Sierra Grande MCC

13 Fenix (Salar del Hombre FMC Lithium


Muerto)

14 Tincalayu Rio Tinto

15 Loma Blanca Procesadora de Boratos S.A.

16 Río Turbio YCRT

17 Capillitas Somica-Dem / Fabricaciones


Militares

Cuadro 3: Principales minas en operación en la Argentina. Año 2009


Fuente: http://www.argentinamining.com/es/minas-en-operacion/

A excepción de los minerales industriales entre los que destacan Salar del Hombre
Muerto, Tincalayu y Loma Blanca, el carbón de Río Turbio y la rodocrosita en

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Capillitas, las 12 restantes corresponden a minería metalífera.194 En la Imagen 2 podemos
ver los principales proyectos mineros de la zona centro del país.195

Imagen 2: Proyectos Mineros en Argentina-región Centro (2009)


Fuente: http://www.argentinamining.com/es/proyectos-mineros-en-argentina-
region- centro/

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Inversiones, empleo y responsabilidad social y ambiental han sido el estandarte de la
minería a gran escala. Sin embargo, estos proyectos impulsados por el gobierno y las
empresas han sido y siguen siendo rechazados por un número cada vez mayor de
comunidades del país. Como destaca Luis Jiménez Herrero (1992), en los procesos de
elaboración y extracción de minerales, existen altos costes energéticos y ambientales que
reducen los efectos beneficiosos de esta actividad económica. Por este motivo, durante
mucho tiempo seguirán subsistiendo conflictos entre los intereses nacionales e
internacionales, especialmente con las compañías transnacionales que controlan
ampliamente el sector de recursos minerales en todo el mundo.
También los aspectos sociales y económicos relacionados a la minería han generado
el rechazo de grupos organizados en torno a esta problemática. Jiménez Herrero destaca
lo que él denomina “ciclo de prosperidad y miseria”, que se produce en las comunidades
cercanas a los proyectos mineros, relacionado con el carácter no renovable de los
recursos minerales y el agotamiento en pocos años de los yacimientos. Según el autor,
esto puede dar lugar a desequilibrios demo-económicos, potenciados por la naturaleza
cíclica de las inversiones mineras. También deben considerarse los efectos ambientales
producidos por el desarrollo de infraestructura de acceso y comunicación de los centros
mineros (Jiménez Herrero, 1992).
Desde el sector minero, estos conflictos son explicados, generalmente, a partir de la
desinformación de la gente: “…Apenas comenzado este nuevo siglo, se presentaron
ciertos inconvenientes y algunos cuestionamientos a proyectos mineros que alcanzaron
repercusión pública. Sin hacer juicios de valor, estos hechos han puesto de manifiesto,
entre otras cosas, el déficit de conocimientos sobre la actividad minera a nivel general y la
falta de comunicación por parte de los actores hacia la comunidad...” (Lavandaio, 2008:1).
También, como ya fue mencionado, existe el convencimiento de que la actividad puede ser
realizada sin generar impactos ambientales significativos, que cuenta con la legislación
necesaria para garantizar la protección del ambiente y que puede ser controlada.
Alberto Rubio, Director de Minería de la provincia de Mendoza durante los años más
conflictivos de esta actividad en la provincia,196 afirma: “…En el año 1992 hubo un
acontecimiento, que fue la celebración de los 500 años del descubrimiento de América.
Para algunos fueron festejos y para otros no, fue una fecha para entristecerse. Esto
provocó que en toda América Latina aparecieran grupos, comunidades y hasta pueblos
enteros que empezaron a hacer escuchar sus voces en contra de lo que fue la colonia, el
descubrimiento, el exterminio. Muchos pueblos desde México incluido hacia el sur,
generaron muchas series de movidas, donde muchas comunidades autóctonas
empezaron a mirar con recelo a la actividad minera y petrolera, y otras aceptaban que

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vinieran pero con ciertas condiciones...” (Rubio, 2007).197 En este sentido, Rubio reconoce
que, en Argentina, cuando se comenzaron a desarrollar proyectos de exploración, se ha
producido tanto aceptación como rechazo por parte de las comunidades.
Por otra parte, en cuanto a las leyes sancionadas durante la década de los ´90,
Rubio opina: “…se entiende que en los ´90 se la quiso beneficiar (a la minería). Se trata de
un negocio de riesgo. La década del ´90 hay que revisarla por completo. En paralelo a las
leyes mineras, hubo otros marcos legales: la privatización de líneas aéreas de bandera
argentina, la privatización de SOMINSA198, la privatización de los teléfonos, de la luz, del
gas. El marco legal minero en el marco de la década de los ´90 era ¨un artista más dentro
del mismo show¨. Nadie levantó la mano para decir: ¨las regalías son bajas¨, ¨¿por qué hay
precios diferenciales?¨. Esto aparece ahora, cuando aparentemente hay plata, y hay
sectores que empiezan a atentar contra la minería, en algunos casos justificadamente y en
otros casos injustificadamente...” (Rubio, 2007).
Respecto a las regalías, Rubio afirma: “…el 3% de regalías fue aprobado por
unanimidad en el congreso de la Nación, por la ley 24.196 de Inversiones Mineras, a la
que adhirieron todas las provincias. Ahora se está revisando, porque en ese momento los
precios estarían, aproximadamente, en 300 dólares la onza de oro, y el cobre en los 40
centavos la libra, y hoy debe estar en 700 dólares la onza y 3 dólares la libra de cobre (…)
Motivo por el cual hay una deuda pendiente con la comunidad que es revisar la legislación
en el tema regalías. Y el concepto de regalías hay que revisarlo porque no es un impuesto,
los impuestos son otros, la regalía es un valor que hay que aumentarlo de hecho, hay que
ver que piensan los legisladores en este contexto de la minería argentina donde en
algunas provincias se prohibió, en otras hay una apertura total y en otras, como en
Mendoza, se está analizando...” (Rubio, 2007). En cuanto a éste último comentario
respecto a Mendoza, es importante destacar que la entrevista fue realizada previa sanción
de la Ley Nº 7.722, que implicó la ida de la provincia de algunas empresas minera, como
por ejemplo, de “Portal Resources”.
Por su parte, Cayetano Fusari, Director del SEGEMAR delegación Mendoza, opina:
“…La parte ambiental ha sido usada como “caballito de batalla”, porque es un tema
sensible para la población. El principal problema es ideológico. La pequeña minería no
tiene conflictos ambientales, las grandes son de países del Norte, francesas, sudafricanas,
españolas, australianas. El mayor porcentaje es canadiense y norteamericana. Mucha
gente no quiere capitales de estos orígenes. Hay un grupo de gente que va rotando por el
país y exponiendo su posición (…). La minería, igual que todo tipo de industria, impacta,
pero la minería es la única reglamentada por leyes especiales: el Código de Minería y la
Ley Ambiental Minera...” (Fusari, 2007).199

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Para Eddy Lavandaio, también del SEGEMAR Delegación Mendoza, “…en general
se considera que la política minera implementada ha sido exitosa. En efecto, se produjeron
grandes inversiones en exploración y en proyectos productivos, con una importante
afluencia de capitales desde el exterior, se aumentó la producción y hubo un sustancial
incremento de las exportaciones, y se crearon nuevas fuentes de producción y trabajo…”
(Lavandaio, 2008:49). En cuanto a La ley Nº 24.196, de Inversiones Mineras, Lavandaio
destaca que los beneficios fiscales se otorgan a cambio de inversiones, es decir, que las
empresas primero deben hacer la inversión para poder acceder al beneficio. (Lavandaio,
2008)
Los conflictos generados han despertado la preocupación de los propios empresarios
mineros y sectores vinculados a esta actividad. Durante el evento minero “Argentina
Mining 2008”, realizado en las ciudades de Mendoza y San Juan, en la mesa
“Comunidades, comunicación y responsabilidad social empresaria”, las movilizaciones y la
sanción en algunas provincias argentinas de leyes que limitan la actividad minera a gran
escala, fueron temas abordados en la mayor parte de las ponencias. Algunos panelistas
manifestaron así su percepción de que “en Argentina no hay clima de negocios”, y de un
país dividido en dos –provincias que permiten la minería y provincias que la limitan-.
Críticas hacia los sectores que se oponen, hacia el rol del gobierno, autocríticas y
metodologías de evitar y reducir estos conflictos, fueron otros aspectos desarrollados.

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CAPÍTULO 4: ASPECTOS ECONÓMICOS, TÉCNICOS Y NORMATIVOS DE LA
MINERÍA EN ARGENTINA

“…No sólo la economía forma parte de la naturaleza, sino que la economía está imbricada
también en una estructura de derechos de propiedad y en una distribución social de renta y
poder. Los problemas ecológicos –y las políticas para hacerles frente- no pueden analizarse
al margen de los conflictos sociales (…). Lo ecológico, lo económico y lo social están
íntimamente interrelacionados…”
Martínez Alier y Roca Jusmet
(2000:481)

DEFINICIONES PREVIAS

Megaminería

Este trabajo gira en torno a los conflictos generados por la megaminería en la


provincia de Mendoza. ¿Qué queremos decir cuando hablamos de megaminería?
Es importante aclarar este concepto, ya que una de las preocupaciones de los
movimientos que rechazan la megaminería es, justamente, aclarar cual es el tipo de
minería a la que se oponen.
El concepto megaminería es utilizado en este trabajo como sinónimo de minería a
gran escala. Sin embargo, el cuestionamiento no se restringe sólo a la magnitud de la
explotación. Incluye también otros aspectos de esta actividad vinculados a las
características específicas que la misma asume, tales como:200

 Explotación a cielo abierto. Generación de pasivos ambientales importantes


201
(open pit o rajo abierto, escombreras, diques de cola, entre otros).

 Extracción acelerada de recursos naturales no renovables.

 Uso de sustancias potencialmente contaminantes.

 Gran consumo energético.

 Utilización de importantes volúmenes de agua.

 Generación de drenaje ácido de mina (DAM), y potenciación del drenaje ácido


202
de roca (DAR). Liberación de metales pesados.

 Construcción de infraestructura de transporte.

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A continuación, en el Cuadro 4, brindamos datos que sirven de ejemplo para cada
una de estas características, y en las Imágenes 3, 4 y 5 mostramos el rajo abierto, las
escombreras y el dique de colas, respectivamente, de la Minera “La Alumbrera”, en
Catamarca.

Característica Proyecto Dato

Chuquicamata, región
de Antofagasta, Chile 4 Km x 2,5 Km y 900 m de profundidad.203
Open pit o rajo
abierto 1.700 m x 950 m y 330-350 m de profundidad.
San Jorge, Mendoza
1.381.886 m2 (1,38 Km2).

8.019.542 m2 (8.02 Km2). Incluyendo muro y


San Jorge
bermas de protección serían aproximadamente
Dique de colas
10.000.000 m2 (10 Km2).
Agua Rica, Catamarca 9,9 Km2 (o 990 Has).
San Jorge 4,40 Km2 (o 440 Has).
Escombreras Agua Rica 7,9 Km2 (o 790 Has).
Potasio Río Colorado Depósito de cloruro de sodio: 200 Has x 50 m de
(PRC), Mendoza altura aproximadamente.204
650.000 toneladas anuales de concentrados que
La Alumbrera contienen aproximadamente 180.000 toneladas
Extracción de de cobre metálico y 600.000 onzas troy de oro.
recursos
naturales no 40.000 toneladas anuales de cobre y 40.000
San Jorge
renovables onzas de oro anuales (promedio).
2,4 millones de toneladas anuales de cloruro de
PRC
potasio.205
Pascua-Lama, Chile- Cianuro de sodio: 379.428 toneladas durante
Uso de Argentina toda la explotación.
sustancias Xantato: 20 g de reactivo/tonelada de mineral.
potencialmente Metil isobutil carbinol: 15 g de reactivo/tonelada
contaminantes San Jorge de mineral.
Poliacrilamida: 20 g de reactivo/tonelada de
mineral.
1.000.000 m3 de gas natural/día (367 millones
PRC
Gran consumo de m3 de gas por año) y 78 MW.
energético 835.854.720 KW/h (Consumo directo de energía
La Alumbrera
durante el año 2008).
San Jorge 141 l/s.
Utilización de
La Alumbrera 21.100.967 m3 anuales (aproximadamente
importantes
667 l/s).
volúmenes de
agua Veladero, San Juan 110 l/s.
PRC 1.000 l/s206

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Mineraloducto de 316 km, que traslada el
Construcción concentrado desde la mina hasta la planta de
de La Alumbrera Filtros ubicada en Cruz del Norte, Provincia de
infraestructura Tucumán.
de transporte
Veladero Camino minero de acceso de 156 Km.

Cuadro 4: Ejemplos de características de la minería a gran escala


Fuente: elaboración propia

Asimismo, es importante destacar que una explotación minera puede ser


considerada megaminería, aunque cumpla sólo alguna de estas características. Por
ejemplo, en el caso del proyecto PRC, que la empresa Vale explotará al sur de la provincia
de Mendoza, no se trata de minería a cielo abierto, sino de minería por disolución. Es
decir, se inyectará agua a alta temperatura a fin de diluir las sales de potasio -que se
encuentran a 1.000 metros de profundidad aproximadamente- y se extraerá una
“salmuera” de la que posteriormente será separado el cloruro de potasio. Los aspectos
más cuestionados de este proyecto, son el consumo de gas (1 millón de m3/día) y la pila
de cloruro de sodio (de 83 Hm3) que quedará como pasivo ambiental de la explotación.207

Imagen 3: Mina La Alumbrera. Explotación a cielo abierto


Fuente: http://www.alumbrera.com.ar/institucional.asp

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Imagen 4: Mina La Alumbrera. Escombreras (al fondo de la imagen)
Fuente: http://www.alumbrera.com.ar/inst-beneficios.asp

Imagen 5: Mina La Alumbrera. Escombreras y Dique de Colas


Fuente: http://static.panoramio.com/photos/original/10494039.jpg

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Etapas de prospección, exploración y explotación

Otro de los aspectos que es importante explicar, es en qué consisten las etapas de
prospección, exploración y explotación minera, ya que se hará alusión a estos términos,
especialmente cuando mencionemos los Informes de Impacto Ambiental (IIA).208
En este sentido, puede decirse que la actividad minera tiene dos momentos: de
riesgo minero y de negocio minero (Lavandaio, 2008). El primero comprende la
búsqueda del mineral, su descubrimiento, la determinación de su cantidad y calidad, y el
estudio de factibilidad de explotación. Es en este momento en el que se llevan a cabo las
tareas de prospección y exploración. Terminada la exploración se elabora el estudio de
factibilidad económica. Se llama de riesgo minero por el dinero y el tiempo que la empresa
invierte en estas etapas.209 Sólo si el estudio de factibilidad es positivo, se construye el
proyecto y se inicia la etapa de producción o de negocio minero.

210
 Prospección

Es la búsqueda de yacimientos, que se hace en base a mapas de distinto tipo,


fotografías aéreas, imágenes satelitales, antecedentes mineros, geológicos, geofísicos,
geoquímicos, catastrales, económicos, etc. Esta infraestructura casi siempre es provista
por el Estado, a través del SEGEMAR y, en algunos casos, por empresas especializadas.
La ejecución de las tareas de prospección (trabajos de campo y de laboratorios) está en
manos de geólogos especialistas, que cuentan con la ayuda de la tecnología apropiada
para cada caso, vehículos, equipos, instrumental, laboratorios, etc.
La prospección puede hacerse de distintas maneras y con diferentes técnicas, de
acuerdo al tipo de yacimiento que se busque: prospección geológica, recopilación de
antecedentes,211 uso de fotografías aéreas e imágenes satelitales, trabajos de campo –
observaciones directas, toma de muestras-, análisis y ensayos de laboratorio, uso de
planos y perfiles, prospección geoquímica –detección de “anomalías geoquímicas”-,
prospección geofísica, magnetometría, radimetría, sísmica, gravimetría, geoléctrica,
laboreos y perforaciones.
Por otra parte, para desarrollar esta actividad debe solicitarse a la Autoridad Minera
un permiso de exploración –permiso de búsqueda o cateo- y realizar un IIA.
Una vez descubierto un cuerpo mineral (en forma casual o a través de una
prospección) es necesario delimitar su forma y determinar su tamaño y la calidad del
material que lo compone. Para eso se realiza la Exploración.
212
 Exploración

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Según el Decreto Nº 820 (2006) de la provincia de Mendoza, se considera
exploración al conjunto de operaciones o trabajos dirigidos a evaluar cualitativa y
cuantitativamente el recurso minero con el objeto de definir la factibilidad técnico-
económica de la explotación de un yacimiento.
Se lleva a cabo mediante labores mineras superficiales (calicatas, pequeños pozos,
etc.) y labores subterráneas (pozos profundos o piques y túneles) con las cuales se
reconoce el cuerpo mineral en sus tres dimensiones. Las labores subterráneas suelen
reemplazarse por perforaciones con herramientas que permiten obtener muestras del
cuerpo mineral a todo lo largo del sondeo, ya sea en forma de testigos (cilindros de roca) o
de triturados y polvo.
Se realiza exploración en superficie, mediante pozos o zanjas, denominadas
destapes, calicatas o trincheras. Se abren con pico y pala, barrenos y explosivos,
excavadoras o topadoras, entre otros equipos. El conjunto de trabajos consiste en
observaciones geológico-mineras, interpretación de afloramientos, ejecución de planos a
escala minera, labores superficiales, toma de muestras, geoquímica de detalle, geofísica.
También existen métodos de exploración subterránea, para estudiar la tercera
dimensión: profundidad, realizado con labores mineras o perforaciones. Es decir, con
pozos y túneles subterráneos, o mediante sistemas de perforación.213 De esta
manera se obtienen muestras: recuperación de polvo, detrito o cutting, o testigos.
La exploración determinará la cantidad214 y calidad del mineral del yacimiento, en
relación con la calidad comercial de dicha sustancia. Para ello se determina la forma del
yacimiento, el volumen y el peso específico de la sustancia. La calidad del mineral se
determina mediante minuciosos análisis, ensayos y estudios, realizados sobre muestras
que se extraen del cuerpo mineral de acuerdo a técnicas de muestreo que varían según el
tipo de yacimiento.
Por otra parte, debe estudiarse la Ingeniería del Proyecto, es decir, las diferentes
alternativas y métodos de explotación y tratamiento. La etapa de exploración también
requiere de un IIA.
El último paso es el Estudio de Factibilidad, en el que se usan y comparan todos
los parámetros técnicos y económicos obtenidos en los estudios realizados con otros datos
tomados del mercado en el que se piensa colocar la producción Una vez que se determinó
la factibilidad del proyecto se pasa a la etapa de Explotación.

 Explotación

Según el Decreto Nº 820 (2006) se considera iniciada la etapa de explotación cuando


se da comienzo a las obras de infraestructura para la producción minera.

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Hay diferentes métodos de explotación y su aplicación depende del estado físico del
mineral (sólido coherente o incoherente, líquido, gas, o sólido soluble o fusible), de su
profundidad y de su forma (a cielo abierto o subterráneo), y de otras características
(Lavandaio, 2006).
A continuación destacaremos los principales métodos de explotación.215 En este
apartado se describirán solamente los métodos propuestos en los proyectos cuestionados
por los movimientos socioambientales que son objeto de estudio: flotación y lixiviación.

1. Cribado y clasificación,

2. Lavado,

3. Trituración y molienda,

4. Concentración (por medios físicos o químicos: selección a mano, concentración


gravitacional, densidad diferencial, separación magnética, flotación,
amalgamación),
La flotación consiste en la separación de ciertos minerales utilizando una propiedad
de sus superficies. Mientras que la mayoría de los minerales comunes tiende a “mojarse”
(el agua se adhiere a su superficie), existen otros, como el grafito, que tienden a “no
mojarse” (el agua no se adhiere). Estos últimos tienen la tendencia de adherirse al aire.
Para este método se usan “celdas de flotación”: cada celda es un recipiente con agua y
mineral molido en movimiento, en la que se introduce aire para que circulen burbujas
desde abajo hacia arriba. En estas condiciones, los minerales que se mojan se deprimen
dentro del líquido y los que tienden a no mojarse se adhieren a las burbujas de aire, que
los llevan a la superficie de la celda. Retirando el mineral que se ubica en la superficie del
líquido se obtiene un concentrado de ese mineral. Usualmente se utilizan sustancias
químicas que confieren o realzan las condiciones de flotabilidad del mineral a concentrar.
La mayoría de los sulfuros (los de cobre del “Bajo de la Alumbrera”, o los de plomo y zinc
de “Mina Aguilar”) se concentran mediante este método (Lavandaio, 2008).

5. Solución y precipitación. Lixiviación,

Las sales de cobre (carbonatos como la malaquita y la azurita) contenidas en


areniscas (como el caso de muchas minas de Mendoza y Neuquén) son solubles en ácido
sulfúrico muy diluido, mientras que los demás minerales de la arenisca (cuarzo y silicatos)
son insolubles. Esto permite atacar el mineral extraído (triturado o molido) con agua y
ácido, y disolver los minerales de cobre. Posteriormente, se hace precipitar al cobre
disuelto. Para conseguir que precipite se puede usar hierro (método muy antiguo),
electricidad o bacterias. Cuando el ataque se hace al aire libre, derramando agua con

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ácido encima de pilas de mineral debidamente acondicionadas para ello, esta parte del
proceso se llama lixiviación. En el caso de las menas de oro y plata, cuando no es posible
la separación de los metales por métodos físicos, se disuelven y lixivian con una solución
cianurada (generalmente agua con cianuro de sodio) y se recuperan haciéndolos
precipitar con carbón o con zinc. La lixiviación se puede hacer en tanques o en pilas. En
ambos casos se trabaja en circuito cerrado (Lavandaio, 2008).

6. Calcinación,

7. Fundición,

8. Refinación,

9. Corte y pulido.

Asimismo, en un proyecto de explotación pueden combinarse algunos métodos de


los arriba mencionados. Por ejemplo, procesos de lixiviación suelen requerir la trituración
previa del mineral.
Como ya fue mencionado, entre los proyectos cuestionados en Mendoza, el proyecto
PRC se llevará a cabo mediante el método de disolución. Por otra parte, el único proyecto
de minería metalífera que ha presentado IIA de la etapa de explotación en Mendoza es el
proyecto “San Jorge”, de la empresa Coro Mining. En este proyecto originalmente iba a
utilizarse el método de lixiviación con uso de ácido sulfúrico, pero como la Ley
provincial Nº 7.722 de la provincia de Mendoza prohibió en el año 2007 la utilización de
esta sustancia, el proyecto fue modificado y planea llevarse a cabo mediante el proceso de
flotación.216

LEGISLACIÓN MINERA Y AMBIENTAL

La actividad minera en nuestro país está regulada por el Código de Minería y por un
conjunto de leyes que se sancionaron en la década de los ´90 a fin de implementar una
política minera en el país. Este Código corresponde a la categoría de “legislación de
fondo”, que es aquella legislación nacional, dictada por el Congreso, que debe ser aplicada
por los tribunales provinciales.
Detallaremos a continuación algunos artículos del Código que describen la actividad
y sus condiciones y responsabilidades, así como también el procedimiento administrativo
que debe realizar un privado para que el Estado le conceda una mina.

El Código de Minería Argentino

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El Código de Minería (en adelante, “el Código”)217 rige los derechos, obligaciones y
procedimientos referentes a la adquisición, explotación y aprovechamiento de las
sustancias minerales. Entró en vigencia en el año 1887, y ha sido objeto de numerosas
modificaciones,218 a partir de la legislación que se incorporó posteriormente.
El tipo de minería más cuestionado en la provincia de Mendoza, corresponde a las
minas clasificadas por este Código como minas de primera categoría.219 Se trata de
“…minas de las que el suelo es un accesorio, que pertenecen únicamente al Estado, y que
sólo pueden explotarse en virtud de la concesión legal otorgada por autoridad
competente…” (Art. 2º).
En relación a ello, el Código les concede a los particulares la facultad de buscar
minas, de aprovecharlas y disponer de ellas como dueños, con arreglo a las prescripciones
dadas en él (Art. 8º). Si bien “…las minas son bienes privados de la Nación o de las
provincias, según el territorio en que se encuentren…” (Art. 7º), “…el Estado no puede
explotar, ni disponer de las minas, sino en los casos expresados en la presente ley…” (Art.
9º). “…Las minas se conceden a los particulares por tiempo ilimitado…” (Art. 18º), si bien
para ello deben cumplir con una serie de requisitos establecidos por el Código.
“…La explotación de las minas, su exploración, concesión y demás actos
220
consiguientes, revisten carácter de utilidad pública…” (Art. 13º). Asimismo, se aclara
que la utilidad pública se supone en todo lo relativo al espacio comprendido dentro del
perímetro de la concesión. Fuera de ese perímetro, la utilidad pública se establece
probando ante la autoridad minera la utilidad inmediata que resulta a la explotación.
Posteriormente, se detalla “…las minas sólo pueden ser expropiadas por causa de utilidad
pública de un orden superior a la razón del privilegio que les acuerda el Art. 13º de este
Código…” (Art. 16º).
En cuanto a la exploración, toda persona física o jurídica puede solicitar de la
autoridad permisos exclusivos para explorar un área, y sus titulares tendrán derechos
exclusivos a obtener concesiones de explotación dentro de las áreas correspondientes a
221
los permisos. El peticionante debe abonar un canon de exploración y necesita,
además, del consentimiento del propietario del suelo. Como permisionario, deberá instalar
los trabajos de exploración en un plazo determinado, no podrá suspenderlos luego de
emprendidos y deberá cumplir el programa mínimo de trabajos fijado (Arts. 25º a 30º).
Asimismo queda establecido que “…el explorador no puede establecer una explotación
formal, ni hacer extracción de minerales, antes de la concesión legal de la mina…” (Art.
40º).
Las minas se adquieren por concesión legal. Son objeto de concesión los

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descubrimientos y las minas caducadas y vacantes (Art. 44º). “…Hay descubrimiento
cuando, mediante una exploración autorizada o un accidente cualquiera, se encuentra un
criadero antes no registrado…” (Art. 45º). En este caso, el descubridor debe hacer ante la
autoridad minera la manifestación de descubrimiento. Se procederá así al registro
hecho por un escribano de minas, y a su publicación en el periódico que designe la
autoridad minera (Art. 53º).
La mensura y demarcación de las pertenencias –se llama así a la extensión del
terreno dentro de cuyos límites puede el minero explotar su concesión- es otro de los
pasos a realizar para inscribirlas en el registro como título definitivo de la propiedad.
“…Con la diligencia de mensura queda constituida la plena y legal posesión de la
pertenencia…” (Art. 93º).
En cuanto al agua, esta está comprendida dentro del Título Octavo-De la
explotación, en el ítem “Servidumbres”, Art. 146º: “…quedan sujetos a las servidumbres
siguientes, previa indemnización: (…) 3. El uso de aguas naturales para las necesidades
de la explotación, para la bebida de las personas y animales ocupadas en la faena y para
el movimiento y servicio de las máquinas…”. Este derecho comprende el de practicar los
trabajos necesarios para la provisión y conducción de las aguas. A continuación, en el Art.
147º, detalla: “…Si la conducción de las aguas corrientes ofrece verdaderos perjuicios al
cultivo del fundo o a establecimientos industriales ya instalados o en estado de
construcción, la servidumbre se limitará a la cantidad de agua que, sin ese perjuicio, pueda
conducirse. Pero, en todo caso, habrá lugar a la bebida de los animales y al acarreo para
las necesidades de la mina…”.
Sin embargo, en la actualidad este artículo puede entrar en conflicto con los Códigos
de Agua provinciales. En el caso de Mendoza, la Ley de Aguas es del año 1884, es decir,
previa al Código de Minería. En este sentido, Catalano afirma que las aguas superficiales y
subterráneas pertenecen, en su mayoría, al dominio público, por lo que el derecho de uso
de estas aguas deben obtenerse a través de concesiones o permisos reglados por las
leyes provinciales o nacionales, según sea el titular del dominio público y de conformidad a
esas leyes. Asimismo, no es competencia de la autoridad minera la concesión del uso de
las aguas, ya que ello es función de las respectivas autoridades nacionales o provinciales
del agua (Catalano, 1999).222
Por otra parte, respecto al suelo, “…la concesión de una mina comprende el derecho
a exigir la venta del terreno correspondiente…” (Art. 156º). Asimismo, “…si el terreno
correspondiente a una concesión, es del Estado o municipio, la cesión será gratuita…”
(Art. 158º).
En el Art. 161º se abordan las responsabilidades: “…El propietario de una mina es

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responsable de los perjuicios causados a terceros, tanto por los trabajos superficiales
como por los subterráneos, aunque estos perjuicios provengan de accidentes o casos
fortuitos…”.
En cuanto a la exploración y explotación de minerales nucleares –uranio y torio-
se regirán por lo dispuesto para las minas de primera y segunda categoría. Según el Art.
207º, “…quienes exploten minas que contengan minerales nucleares quedan obligados a
presentar ante autoridad minera un plan de restauración del espacio natural afectado por
los residuos mineros y a neutralizar, conservar o preservar los relaves o colas líquidas o
sólidas y otros productos de procesamiento que posean elementos radioactivos o ácidos,
cumpliendo las normas aplicables según legislación vigente…”. Como veremos en el
Capítulo 6, la CNEA no ha remediado los impactos ambientales de sus explotaciones en la
provincia de Mendoza. En el caso del Complejo Fabril Malargüe, aún se está llevando a
cabo el proceso de remediación. En el caso de la mina de uranio Sierra Pintada, éste es
uno de los motivos por los que la CNEA se encuentra impedida, por un Recurso de
Amparo, de reabrir la mina.

La nueva legislación de los años ´90

Bajo el gobierno del entonces presidente Carlos Saul Menem (1989-1995; 1995-
1999), se sancionaron un conjunto de leyes que tuvieron como finalidad formular una
nueva política minera. A continuación resumiremos los alcances de las leyes nacionales
más destacadas:

223
 Ley 24.228 (1993) Ratificación del Acuerdo Federal Minero

Ratifica el “Acuerdo Federal Minero” suscripto entre el Poder Ejecutivo Nacional y los
gobernadores de las provincias, que tuvo como objetivos: promover el desarrollo sectorial
consensuando medidas necesarias para atraer inversiones nacionales y extranjeras,
afianzar el federalismo en cuanto al papel que desarrollan los gobiernos provinciales como
administradores del patrimonio minero, y realizar en forma conjunta acciones destinadas a
promover las oportunidades de inversión en la minería argentina, entre otros.
Esta ley determina que las empresas provinciales, estatales o mixtas del área de
minería no tendrán privilegio alguno en relación con las empresas del sector privado.
Por su parte, se acordó que las provincias deberían promover la captación de
inversiones mineras en el exterior coordinadamente con la Secretaría de Minería de la
Nación, y propiciarían la eliminación de aquellos gravámenes y tasas municipales que
afectasen directamente a la actividad minera. Asimismo, el Estado nacional y las

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provincias tomarían las medidas necesarias para evitar las distorsiones en las tarifas de
energía eléctrica, gas, combustibles y transporte que pudieran afectar a la actividad
minera.
En cuanto al aspecto ambiental, se establece la necesidad de cumplimentar una
Declaración de Impacto Ambiental (DIA) para las tareas de prospección, exploración,
explotación, industrialización, almacenamiento, transporte y comercialización de minerales.

224
 Ley Nº 24.196 (1993) Inversiones Mineras

Derogó la Ley de Promoción Minera (Nº 22.095). La provincia de Mendoza adhirió a


este régimen de inversiones.
Entre lo establecido por esta Ley de Inversiones Mineras, podemos destacar:

- Estabilidad fiscal por 30 años para los proyectos mineros, contados a partir de la
fecha de presentación de su estudio de factibilidad. Este beneficio alcanza a todos los
tributos (impuestos directos, tasas y contribuciones impositivas) y a los derechos,
aranceles u otros gravámenes a la importación o exportación, lo cual impide que las
empresas mineras vean incrementada su carga tributaria total durante este periodo
(Arts. 8º a 11º).

- Deducciones en el impuesto a las ganancias de los montos invertidos en la


determinación de la factibilidad técnico-económica del proyecto, como por ejemplo:
gastos de prospección, exploración, estudios especiales, ensayos mineralúrgicos,
metalúrgicos, de planta piloto, de investigación aplicada, entre otros (Arts. 12º a 14º).

- Amortización acelerada de inversiones al efecto del impuesto a las ganancias.


Este beneficio alcanza a todas las inversiones de capital que se realicen tanto en
nuevos proyectos mineros como en la ampliación de la capacidad productiva de las
operaciones mineras existentes (Art. 13º). También abarca a las utilidades provenientes
de los aportes de minas y de derechos mineros -como capital social-, y exceptúa del
impuesto de sellos a la ampliación del capital y a la emisión de acciones provenientes
de la capitalización de los aportes mencionados (Art. 14º).

- Beneficios a la exploración mediante la devolución de los créditos fiscales a las


importaciones y adquisiciones de bienes y servicios, destinados a realizar actividades de

prospección, exploración, ensayos mineralúrgicos e investigación aplicada225 (Art. 14º


bis).

- Avalúo y capitalización de reservas, sin efectos impositivos, es decir, sin

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incidencia en la determinación del impuesto a las ganancias, y exentas de todo
impuesto nacional, incluido el de sellos (Art. 15º a 20º).

- Exención de derechos, gravámenes y tasas aduaneras para importación de


bienes de capital, equipos e insumos para desarrollar proyectos mineros, que sólo
podrán ser enajenados, transferidos o desafectados de la actividad objeto del permiso
una vez concluido el ciclo de la actividad que motivó su importación (Art. 21º).

- Fijación de un tope de 3% del valor boca mina para el cobro de regalías. Se


denomina “valor boca mina”, al obtenido en la primera etapa de su comercialización,
menos los costos directos y/u operativos necesarios para llevar el mineral de boca
226
mina a dicha etapa, con excepción de los gastos y/o costos directos e indirectos
inherentes al proceso de extracción. Según esta Ley, las provincias no podrán cobrar en
concepto de “regalías” un porcentaje superior al 3% de este valor (Arts. 22º y 22º bis).

- Conservación del medio ambiente: determina que las empresas deben constituir
una previsión especial a fin de prevenir y subsanar las alteraciones que puede
ocasionar la actividad minera en el medio ambiente, siendo el importe de esta previsión
definido por la propia empresa (Art. 23º).

227
Ley 24.224 (1993). De reordenamiento Minero 

Dispuso la ejecución del carteo geológico regular y sistemático del territorio


continental, insular, plataforma submarina y territorio antártico de la República Argentina
en diferentes escalas. Las cartas geológicas permitirían así realizar el inventario de los
recursos naturales no renovables, estimular las inversiones y asentamientos poblacionales
en las áreas de frontera e identificar zonas de riesgo geológico. Asimismo, aportarían a la
preservación del medio ambiente, a la prevención de riesgos geológicos y a la defensa
nacional, constituyendo un bien de uso público (Arts. 1º a 3º).
Por otra parte, creó el Consejo Federal de Minería (COFEMIN) como órgano asesor
de la Secretaría de Minería de la Nación (Arts. 11º a 14º).
También se fijaron nuevos valores para el canon minero y se incrementó el tamaño
de los permisos de exploración y de las pertenencias mineras (Arts. 15º a 23º), “…en
beneficio de la gran minería. Es importante aclarar que esta ley, al reformar solamente
algunos aspectos no sustanciales del Código de Minería, en forma implícita, y a manera de
señal política, ratificó la continuidad de la vigencia del Código de Minería sancionado en
1886, reputado en diversos ámbitos como un ordenamiento legal adecuado para la
seguridad jurídica al sector…” (Lavandaio, 2008:48).

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228
 Ley 24.402 (1994). Financiamiento para el pago del IVA 

Este régimen grava las operaciones de compra o importación definitiva de bienes de


capital nuevos y las inversiones realizadas en obras de infraestructura física para la
actividad minera (Art. 1º). Beneficia a los adquirientes o importadores de bienes de capital
destinados a un proceso productivo orientado hacia la venta en el mercado externo, y los
sujetos acogidos al régimen de la Ley Nº 24.196 que realicen inversiones en obras civiles
y construcciones para proporcionar la infraestructura necesaria para la producción de
bienes destinados a la exportación.

 Ley 25.243 (2000) Ratificación del Tratado de Integración y


229
Complementación Minera con Chile 

Ratifica el Tratado230 firmado entre los gobiernos de Argentina y Chile en 1997.


El Tratado constituye un marco jurídico que rige el negocio minero dentro de su
ámbito de aplicación –un área fronteriza entre Argentina y Chile cuyas coordenadas se
detallan en el Anexo 1 de dicho Tratado- y tiene por objeto permitir a los inversionistas de
ambos países231 participar en el desarrollo de la integración minera que éstos declaran de
utilidad pública e interés general de la Nación (Art. 1º).
Según Eddy Lavandaio (2008), este Tratado elimina las limitaciones que durante
décadas desalentaron las inversiones en áreas limítrofes y facilita la realización de
emprendimientos de empresas de ambos países en cualquier zona de la frontera
binacional, incluyendo yacimientos ubicados en el mismo límite entre ambos países.
El primer proyecto a desarrollarse en el marco de este tratado minero binacional es el
proyecto Pascua-Lama, de la transnacional canadiense “Barrick Gold Corporation”.232

233
 Otras leyes 

- Ley 24.498 (1995). Actualización minera, introduce reformas en el Código de


Minería. Restableció la concesibilidad de minerales nucleares.

- Ley 24.466 (1995). Crea el Banco Nacional de Información Geológica

- Ley 24.523 (1995). Crea un Sistema Nacional de Comercio Minero.

- Ley 25.161 (1999). Define el valor boca mina a utilizar para el pago de regalías.

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- Ley 25.429 (2001). Se introdujeron modificaciones destinadas fundamentalmente a
aclarar y precisar el alcance de varios artículos del texto de la Ley 24.196.

Minería y Legislación Ambiental.

 Ley 24.585 (1995) “De la protección ambiental para la actividad minera”

La Ley Nº 24.585 fue sancionada en el año 1995, e incorporada al Código de Minería


cuando este fue reordenado en el año 1997.234 Forma parte del Título 13 de dicho
Código: “Condiciones de la explotación”, Sección 2: “De la protección ambiental para la
actividad minera”, Arts. 246º al 268º. Abarca los siguientes aspectos:

1. Ámbito de aplicación. Alcances

2. De los instrumentos de gestión ambiental

3. De las normas de protección y conservación ambiental

4. De las responsabilidades ante el daño ambiental

5. De las infracciones y sanciones

6. De la educación y defensa ambiental

En cuanto al ámbito de aplicación, rige la protección del ambiente y la conservación


del patrimonio natural y cultural235 que pueda ser afectado por la actividad minera. Las
autoridades de aplicación de esta ley serán determinadas por las provincias. En el caso
de Mendoza, la Autoridad Ambiental Minera está conformada por la Dirección de Minería e
Hidrocarburos y la Dirección de Protección Ambiental (ex-Dirección de Saneamiento y
Control Ambiental).
El IIA es el instrumento de gestión ambiental establecido en el Art. 251º. Los
responsables de cualquier actividad de prospección, exploración, explotación, desarrollo,
preparación, extracción y almacenamiento de sustancias minerales, incluidas las
destinadas al cierre de la mina,236 deben presentar ante la autoridad de aplicación,
previamente al inicio de cualquiera de las actividades mencionadas, un IIA. La autoridad
de aplicación evaluará este informe y se pronunciará mediante una Declaración de
Impacto Ambiental (DIA) para cada una de las etapas del proyecto o de implementación
efectiva. Esta DIA debe ser actualizada como máximo en forma bianual.
En esta ley se detallan la información que debe ser incluida en el IIA según la etapa

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de que se trate (Arts. 253 y 262º). También se detallan las infracciones y sanciones, que
pueden ir desde un apercibimiento hasta la inhabilitación (Arts. 263º a 266º).
Es importante para nuestro tema destacar lo que establece esta ley en cuanto a la
educación y defensa ambiental: la autoridad de aplicación debe implementar un
programa de formación e ilustración con la finalidad de orientar a la población -en
particular a aquella vinculada a la actividad minera-, sobre la comprensión de los
problemas ambientales, sus consecuencias y prevención. Esto debe hacerse teniendo en
cuenta las particularidades regionales, étnicas, sociales, económicas y tecnológicas del
lugar en que se desarrollen las tareas. Asimismo, la autoridad de aplicación está obligada
a proporcionar información a quien lo solicite respecto de la aplicación de las disposiciones
de esta sección (Sección sexta, Arts. 267 y 268º).
Este tema resulta de importancia porque una de las críticas que algunos miembros
del sector minero le hacen a ciertas empresas y a otros representantes del sector, es la
falta de información que han brindado a las comunidades cercanas a los proyectos que
estaban llevando a cabo, hecho que consideran parte de las causas de la generación de
conflictos y de oposición social hacia la actividad minera.
En cuanto a Mendoza, el proceso de evaluación ambiental de la actividad minera en
esta provincia se regula mediante el Decreto Provincial Nº 820 (2006). Se trata de un
decreto reglamentario de la Ley provincial de Preservación del Ambiente Nº 5.961 (1993).
Pero resulta importante, previo a su abordaje, analizar sintéticamente el contexto mundial,
mencionando las principales conferencias internacionales que contribuyeron a instalar la
temática ambiental en la agenda de los gobiernos y que impulsaron la sanción de
legislación ambiental.
También comentaremos brevemente los artículos de la Constitución Nacional de
interés para el tema abordado y los postulados de la Ley General del Ambiente (Ley
Nacional Nº 25.675/2002), y demás jurisprudencia relevante para nuestro caso de estudio.
Es importante destacar también que la Ley de Preservación del Ambiente de la
provincia de Mendoza es previa a la incorporación de la temática ambiental en la
legislación nacional. No sólo antecede, casi por 10 años, a la sanción de la Ley Nº 25.675,
sino también al Artículo 41º de nuestra Constitución Nacional. Se trata de una provincia
que ha sido pionera en materia de legislación ambiental.

El contexto internacional y el debate ambiental

Si rastreamos los inicios de las primeras reuniones, presentaciones y debates sobre


el tema ambiental a escala internacional, encontraremos que, a fines de la década del ´60,

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nació el “Club de Roma”237 –un grupo de diplomáticos, industriales, académicos y
personas de la sociedad civil-, que se reunió para discutir sobre el consumo ilimitado de
recursos en el mundo.238 Este grupo encargó al “Massachusetts Institute of Technology”
(MIT), un informe que se tituló “Los límites del crecimiento” –también llamado “Informe
Meadows”, en relación a quien dirigió su realización, D. Meadows-, y fue publicado en el
año 1972. Si bien hay quienes criticaron este informe por su actitud alarmista, o porque su
mirada sólo responde a los países denominados “desarrollados”, permitió instalar en la
agenda mundial la discusión sobre la contradicción entre el crecimiento ilimitado del
consumo y un mundo finito en recursos.
Posteriormente, en 1972 se realizó la “Conferencia de las Naciones Unidas
sobre el Medio Ambiente Humano”, en Estocolmo, capital de Suecia. En la Declaración
de esta conferencia, se afirmó: “…La Protección y mejoramiento del medio ambiente
humano es una cuestión fundamental que afecta al bienestar de los pueblos y al desarrollo
económico del mundo entero, un deseo urgente de los pueblos de todo el mundo y un
deber de todos los gobiernos. El hombre debe hacer constante recapitulación de su
experiencia y continuar descubriendo, inventando, creando y progresando. Hoy en día, la
capacidad del hombre de transformar lo que lo rodea, utilizada con discernimiento, puede
llevar a todos los pueblos los beneficios del desarrollo y ofrecerles la oportunidad de
ennoblecer su existencia. Aplicado erróneamente o imprudentemente, el mismo poder
puede causar daños incalculables al ser humano y a su medio…”.239
La Conferencia de Estocolmo, colocó al ser humano en el centro de la preocupación
ambiental: “…De todas las cosas del mundo, los seres humanos son lo más valioso. Ellos
son quienes promueven el progreso social, crean riqueza social, desarrollan la ciencia y la
tecnología y, con su duro trabajo, transforman continuamente el medio ambiente
humano...”.240
Los hombres son vistos como el motor del progreso y el desarrollo deseados por
todos los pueblos. En cuanto a este último concepto, desarrollo, en la Declaración se
diferencian los problemas ambientales de los países en desarrollo o subdesarrollados y
de los países desarrollados: “…En los países en desarrollo, la mayoría de los
problemas ambientales están motivados por el subdesarrollo. Millones de personas siguen
viviendo muy por debajo de los niveles mínimos necesarios para una existencia humana
decorosa, privadas de alimentación y vestido, de vivienda y educación, de sanidad e
higiene adecuadas. Por ello, los países en desarrollo deben dirigir sus esfuerzos hacia el
desarrollo, teniendo presente sus prioridades y la necesidad de salvaguardar y mejorar el
medio. Con el mismo fin, los países industrializados deben esforzarse por reducir la
distancia que los separa de los países en desarrollo. En los países industrializados, los

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problemas ambientales están generalmente relacionados con la industrialización y el
desarrollo tecnológico...”.241
Podemos entrever en las declaraciones, un enfoque lineal y único de desarrollo. Con
el paso del tiempo, la perspectiva de la humanidad como especie más importante del
planeta, y la alabanza al progreso y al desarrollo,242 fueron y continúan siendo focos de
grandes debates. La crítica al desarrollo pensado de forma lineal, en el que los países
subdesarrollados o en desarrollo deben avanzar hacia el desarrollo de los países más
industrializados, ha llevado incluso a poner en cuestionamiento el propio concepto de
desarrollo. Surgen así otras perspectivas que han incorporado nuevas variables, como el
desarrollo sustentable o sostenible y el desarrollo a escala humana.243
Es así que en 1983 las “Naciones Unidas” establecieron la “Comisión Mundial
sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo”. La Comisión presidida por el noruego Gro
Harlem Brundtland, dio a conocer en 1987 el Informe Final llamado “Nuestro Futuro
Común”244 –también conocido como “Informe Brundtland”-. Es en este informe donde se
menciona por primera vez el concepto de “desarrollo sustentable” –o “sostenible”-, definido
como “…aquel que satisface las necesidades del presente sin comprometer las
necesidades de las futuras generaciones...”.245 Este informe sirvió de eje para la
“Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo”
(CNUMAD) –llamada “Cumbre de la Tierra” o “Río ´92”-, celebrada en Río de Janeiro en
1992.
Esta conferencia reunió a políticos, diplomáticos, científicos, periodistas y
representantes de Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) de 179 países.
Simultáneamente se celebró en Río de Janeiro el “Foro Global de las ONGs”, al que
asistieron un gran número de representantes de organizaciones de la sociedad civil a dar
su propia visión sobre el tema, siendo la primera vez que este tipo de reuniones contaba
con una cumbre paralela de tal envergadura.
Durante la CNUMAD se elaboraron importantes documentos: La “Declaración de
Río”, el “Programa 21”, la “Convención Marco sobre el Cambio Climático”, el “Convenio
sobre Diversidad Biológica” (CDB), y la “Declaración de Principios Forestales”.246
Si comparamos la “Declaración de Río” con la precedente “Declaración de
Estocolmo”, podemos ver que, si bien se reafirma la perspectiva de los seres humanos
como centro de las preocupaciones, en la última el desarrollo es abordado desde el
enfoque de la sustentabilidad. En cuanto al desarrollo, el Principio 3 de la Conferencia de
Río establece: “…El derecho al desarrollo debe ejercerse en forma tal que responda
equitativamente a las necesidades de desarrollo y ambientales de las generaciones
presentes y futuras...”. Además del desarrollo, se menciona así la existencia de

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necesidades ambientales. En correlación a ello, el Principio 4, a su vez, integra la
protección del medio ambiente como parte del proceso de desarrollo, que no podrá
considerarse en forma aislada.
En cuanto a los países en desarrollo y desarrollados, la “Declaración de Río” destaca
la mayor vulnerabilidad de los primeros desde el punto de vista ambiental. Y establece en
el Principio 7 que “…los Estados tienen responsabilidades comunes pero diferenciadas…”,
ya que los países industrializados han ejercido una mayor presión sobre el medio.
El Principio 10 destaca la participación en las cuestiones ambientales de todos los
ciudadanos interesados, y el “…acceso adecuado a la información sobre el medio
ambiente de que dispongan las autoridades públicas, incluida la información sobre los
materiales y las actividades que encierran peligro en sus comunidades, así como la
oportunidad de participar en los procesos de adopción de decisiones…”. La
participación fue mencionada en la Declaración de Estocolmo en su Principio 23, la que
también destacó en su Principio 19 la educación como base de una opinión pública bien
informada.247
Por otra parte, el Principio 17 de la “Declaración de Río” introduce la evaluación de
impacto ambiental como instrumento nacional. Y menciona la importancia de mujeres,
jóvenes y poblaciones indígenas en el logro del desarrollo sostenible.
Finalmente, la última conferencia internacional sobre el tema ha sido la Conferencia
de Johannesburgo, en el año 2002, denominada “Conferencia Mundial sobre el
Desarrollo Sostenible”. Se llegaba a esta reunión con un sentimiento de decepción por
los escasos avances respecto a los acuerdos de Río ´92, y con la necesidad de pasar de
los debates a las acciones.
“…Cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la celebración de la
Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible no era ningún secreto -ni siquiera una
cuestión que hubiera que debatir- que el avance en el logro del desarrollo sostenible había
sido extremadamente decepcionante desde la Cumbre para la Tierra de 1992, ya que la
pobreza había aumentado y la degradación del medio ambiente había empeorado. Lo que
el mundo deseaba, según lo que afirmaba la Asamblea General, no era un nuevo debate
filosófico o político sino más bien una cumbre de acciones y resultados (…) Como Cumbre
centrada en la aplicación de medidas, Johannesburgo no ha producido resultados
dramáticos: no ha habido acuerdos que permitan concertar nuevos tratados, y muchas de
las metas convenidas se han fijado en una serie de reuniones de nivel mediano...”.248
Estas palabras pertenecen al Secretario General de la Cumbre, Nitin Desai, y fue
publicado en la página de “Naciones Unidas”. Desai destaca entre los resultados de la
Cumbre, un nuevo nivel de diálogo entre todos los interesados, especialmente entre los

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gobiernos, la sociedad civil y el sector privado: “…Más allá de los discursos y las
denuncias, los participantes en la Cumbre se vieron obligados a enfrentarse a las
necesidades y argumentos de otros agentes en un diálogo verdaderamente
249
interactivo...”.
Por otra parte, el Principio 14 de la “Declaración de Johannesburgo” menciona que
“…la globalización ha agregado una nueva dimensión a estos problemas. La rápida
integración de los mercados, la movilidad del capital y los apreciables aumentos en las
corrientes de inversión en todo el mundo han creado nuevos problemas, pero también
nuevas oportunidades para la consecución del desarrollo sostenible. Pero los beneficios y
costos de la globalización no se distribuyen de forma pareja y a los países en desarrollo
les resulta especialmente difícil responder a este reto...”. Por otra parte, en el Principio 18
se menciona la “universalidad de la dignidad humana”.250
Observamos así un proceso de debate internacional en el cual se han ampliado las
concepciones de desarrollo, donde actualmente las discusiones giran en torno al concepto
de de desarrollo sustentable o sostenible, y donde también la participación de los diversos
sectores cobra un papel relevante, especialmente en lo referido a la sociedad civil.
Como fue destacado en el Capítulo 2, este proceso es acompañado
académicamente -con nuevas concepciones sobre la gestión ambiental y la participación-,
y desde la realidad misma de los países -con el resurgimiento de diversos movimientos y
grupos que reclaman una toma de decisiones más horizontal y un desarrollo acorde a sus
necesidades-.

Mendoza: una provincia pionera en legislación ambiental

En la presentación de un libro sobre Legislación Ambiental de Mendoza,251 publicado


en el año 1993, el entonces Ministro de Medio Ambiente, Urbanismo y Vivienda de la
provincia, Arturo Lafalla, declaró que en ese momento la política ambiental se encontraba
en un proceso de institucionalización. En dicha presentación Lafalla destacó tres principios
de la política ambiental provincial:

- La prevención: se trata de actuar sobre las causas del deterioro, previniendo los
efectos de las obras y actividades humanas. Los instrumentos de una política preventiva
serían: la Evaluación de Impacto Ambiental (EIA), el amparo y la denuncia ambiental
(establecidos por la Ley Provincial Nº 5.961/1993), el régimen de áreas naturales
protegidas (Ley Provincial Nº 6.045/1993), el ordenamiento territorial y el control
ambiental.

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- La participación: es interesante a los efectos de esta tesis lo que Lafalla destacó al
describir este principio. “…La calidad de vida es producto de la evaluación subjetiva e
intersubjetiva de la salud del ser humano y de su plenitud, y cuyo concepto pues, está
integrado por consideraciones históricas, culturales y sociales propias de cada pueblo.

- Por ello, su protección y mejoramiento, requieren de la consulta permanente a la


población, a fin de conocer sus aspiraciones y experiencias. La política ambiental, en el
mundo, ha sido fruto de la presión social lideradas por las organizaciones
252
ecologistas. La experiencia alemana originada por el surgimiento del partido verde,
es el símbolo de la crisis de los partidos tradicionales que no atendieron la nueva
realidad ambiental. En nuestra provincia, el Estado tiene los medios para conocer las
253
aspiraciones de calidad de vida de su pueblo: el Consejo Provincial del Ambiente, las
audiencias públicas previstas en la Evaluación del Impacto Ambiental para el control de
la calidad de los servicios de agua potable y saneamiento (Ley Nº 6.044/1993) y los
254
programas de educación ambiental son sus instrumentos más eficaces…”.

- La cooperación técnica y política: destaca la exigencia de un esfuerzo


interdisciplinario que busque en los aportes de las distintas especialidades científicas la
solución a los problemas ambientales. Resalta que el ambiente y sus problemas no
entienden de jurisdicciones políticas, por lo que el éxito de la propia política ambiental
depende de la cooperación con otras provincias, siendo el Consejo Federal de Medio
Ambiente (COFEMA) la respuesta institucional a esta necesidad.
El surgimiento de una política ambiental en Mendoza está intrínsecamente
relacionado con su territorio, y la cultura mendocina que ha determinado el ordenamiento
del mismo. “…La preservación del ambiente como objetivo político de la Provincia de
Mendoza no es un fenómeno coyuntural, sino un largo proceso cultural que encuentra en
la historia provincial sus verdaderas bases. La cultura mendocina es la cultura ambiental
del oasis…” (Rodríguez Salas, 1993:14). Por lo antes mencionado, se asocia esta relación
del pueblo mendocino con su ambiente con la gestación de una política dirigida a la
preservación y correcta administración del mismo.
En relación a los conflictos en torno a la minería, Rodríguez Salas afirma que esta
misma cultura mendocina del oasis, contribuye a generar la percepción de la megaminería
como actividad incompatible con la cultura del mendocino.255
Por otra parte, como ya fue mencionado, la Ley General de Aguas de la provincia
data del año 1884. Fue la primera en su género en el país, y su vigencia actual demuestra
el adelanto institucional que significó para la administración del recurso hídrico y el
desarrollo de la economía provincial (Magnani, 1991).256 Otros ejemplos del empeño

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mendocino para mejorar sus condiciones vitales, mencionados por los integrantes del
“Programa de Investigación y Difusión del Derecho Ambiental”,257 son la creación del
Parque General San Martín en el año 1986 –entonces Parque del Oeste-, y la denominada
“cultura del árbol”, inculcada a partir del terremoto de 1861. También la reglamentación de
la Ley Nº 5.100, por el Decreto Nº 2.404 del año 1989, respecto al recurso aire, es parte
del comienzo de la protección de los recursos naturales.258
Luego de esta etapa denominada “proceso de protección sectorial” -es decir, por
recurso natural- se produce una superación, generada por la característica de los nuevos
problemas ambientales (Rodríguez Salas, 1993). Respecto a la evolución de las normas
ambientales, se observa una primera etapa que comprende normas orientadas en función
de los usos de un recurso (riego, agua potable, navegación, entre otros). Luego,
encontramos una legislación orientada en función de cada categoría o especie de recursos
naturales, coordinando los distintos usos (aguas, minas, forestales, entre otros).
Posteriormente, tenemos la legislación orientada hacia el conjunto de los recursos
naturales. Finalmente, están las normas orientadas al entorno como conjunto global, al
control ecológico, tomando en cuenta los ecosistemas. Éstas últimas son las normas
ambientales en sentido estricto (Cano, 1978).259
El paso al derecho ambiental mendocino tiene lugar a partir de la creación en el año
1989 del Ministerio de Medio Ambiente, Urbanismo y Vivienda. En dicho año, mediante la
Ley Nº 5.487, se crean los Ministerios de Salud, Acción Social y de Medio Ambiente,
Urbanismo y Vivienda, sobre las estructuras del hasta entonces Ministerio de Bienestar
Social. Esto significa que “una nueva concepción del Estado comenzaba a realizarse”, ya
que a partir de dicha ley el derecho positivo consagra como responsabilidad del Estado
provincial la formulación de la política ambiental. Se acelera así la sanción de un cúmulo
de leyes e instituciones propias de la política ambiental. En este sentido corresponde a la
ley de Preservación del Ambiente (Ley Provincial Nº 5.961/1993) dar unidad al nuevo
sistema. Contiene así los Principios de la Política Ambiental, el Plan y el Informe
Ambiental, el Consejo Provincial del Ambiente, la Protección Jurisdiccional de los Intereses
Difusos, y la Evaluación del Impacto Ambiental260 (Rodríguez Salas, 1993).

 La Nº 5.961 (1993) Ley Provincial de Preservación del Medio Ambiente

El espíritu que llevó a la creación de esta ley fue que todos los mecanismos
regulados por ella sean de carácter público.
La Ley Provincial de Preservación del Medio Ambiente, “…tiene por objeto la
preservación del ambiente en todo el territorio de la provincia de Mendoza, a los fines de

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resguardar el equilibrio ecológico y el desarrollo sustentable, siendo sus normas de orden
público…” (Art. 1º). Declara de interés provincial las acciones y actividades destinadas a la
preservación, conservación, defensa y mejoramiento de los ambientes urbanos,
agropecuarios y naturales y todos sus elementos constitutivos. Asimismo, establece en su
Art. 5º inciso E, que los habitantes de la provincia de Mendoza tienen derecho a gozar de
un ambiente sano y ecológicamente equilibrado.
También menciona la elaboración por parte del Poder Ejecutivo –por intermedio del
entonces Ministerio de Medio Ambiente, Urbanismo y Vivienda, actual Secretaría de
Ambiente- de un Plan Ambiental y un Informe Ambiental anual.261 Dicho Informe
contiene el desarrollo del Plan Ambiental, y el Art. 8º establece que deberá ser difundido y
publicitado para conocimiento de la opinión pública. El 2009 fue el segundo año en que
este informe fue presentado en Mendoza por el Poder Ejecutivo.
Por otra parte, el Art. 9º crea el Consejo Provincial del Ambiente, como órgano
asesor del Poder Ejecutivo.262 Rodríguez Salas destaca que se trata del único Consejo de
este tipo en el país que está integrado por organizaciones sociales.
En el Art. 15º, se menciona que “…Todos los funcionarios de la administración
pública provincial, en ejercicio de sus funciones, deberán prestar la colaboración requerida
por el consejo provincial del ambiente…”.
Esta ley se aplica para la defensa jurisdiccional de los intereses difusos y los
derechos colectivos (medio ambiente, conservación del equilibrio ecológico, valores
estéticos, históricos, urbanísticos, artísticos, arquitectónicos, arqueológicos y paisajísticos,
y otros bienes que respondan en forma idéntica a necesidades comunes de grupos
humanos a fin de salvaguardar la calidad de la vida social).263
Sobre los encargados de proponer e impulsar las acciones previstas en esta Ley, el
Art. 20º reconoce a “…las autoridades provinciales o municipales, en especial el Fiscal de
Estado, y las agrupaciones privadas legalmente reconocidas, constituidas para la defensa
de los intereses colectivos, con una antigüedad no menor de un (1) año y adecuadamente
representativas del grupo o categorías de interesados…”.
Esta Ley también detalla el proceso de Evaluación de Impacto Ambiental a fin de
obtener la DIA para “…todos los proyectos de obras o actividades capaces de modificar,
directa o indirectamente el ambiente del territorio provincial…” (Art. 27º). Entre estas
actividades –detalladas en el Anexo I de dicha Ley- se encuentran la exploración y
explotación de hidrocarburos y minerales utilizados en la generación de energía nuclear y
la extracción minera a cielo abierto, entre otras. Dentro de este procedimiento, se
encuentra la etapa de audiencia pública de los interesados y afectados.
Por su parte, el Art. 35º establece que, “…Previo a la emisión de la DIA, la autoridad

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de aplicación deberá considerar en los análisis de los resultados producidos en las
distintas etapas del procedimiento (de evaluación de impacto ambiental), los siguientes
criterios: a) El ordenamiento ecológico provincial, con sus subsistemas e interacciones; b)
Las disposiciones legales y planes de manejo de las áreas protegidas naturales y urbanas;
c) Los criterios ecológicos para la protección de la flora y de la fauna, para el
aprovechamiento racional de los recursos naturales y para la protección del ambiente; d)
Las regulaciones sobre ordenamiento territorial y todas aquellas otras concernientes a la
preservación ambiental; e) Los objetivos de la política ambiental provincial, la cual
armonizara las necesidades del desarrollo económico y social con las del sostenimiento y
mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes de la provincia…”.
Es decir, que el decisor político se reserva la posibilidad de rechazar el
emprendimiento si éste, más allá de su evaluación desde el aspecto científico, ocasiona
problemas a la provincia desde el aspecto político. El Estado es el amortizador de los
bienes públicos.264
Otros temas que esta ley aborda son la educación y la información ambiental.
En conclusión, esta ley establece: la formulación de un Plan e Informe Ambiental,
que deberá ser difundido y publicado; la creación del Consejo Provincial del Ambiente
como órgano asesor; la posibilidad de presentar un Amparo Ambiental (en este proceso
judicial Fiscalía de Estado puede actuar como Ombudsman, es decir, como Defensor del
Pueblo), y un procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental cuya DIA es nula sin
dictamen técnico y audiencia previa. Estos elementos tienen como finalidad que todos los
procedimientos ambientales sean de carácter público, tratándose de un sistema de control
cruzado (administrativo y judicial) al que se incorpora el control social mediante la
participación.
Esta ley está siendo actualmente revisada y el gobierno provincial tiene intenciones
de reformular y actualizar dicha ley. Ya se han realizado durante el año 2009 talleres
participativos sobre diferentes cuestiones abordadas en la misma: participación,
comunicación, aspectos técnicos, entre otros.
Es importante destacar que, en caso de ser reformulada la Ley Nº 5.961,
posiblemente también serían revisados los decretos que la reglamentan, como el Decreto
Nº 820 que regula la evaluación ambiental para la actividad minera.
Dejamos por un momento el ámbito provincial y volvemos al ámbito nacional, para
destacar los artículos de la Constitución Nacional y las leyes que rigen en materia
ambiental.

La problemática ambiental en la legislación nacional

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 La incorporación del tema ambiental en la Constitución Nacional: la reforma
de 1994

A partir de la reforma de la Constitución Nacional Argentina del año 1994, la


problemática ambiental es incorporada al texto constitucional. El Artículo 41º sentó el
precedente nacional del reconocimiento a un ambiente sano, introdujo la consideración de
las necesidades de las generaciones futuras, incorporó el concepto de daño ambiental y la
obligación de las autoridades de preservar el patrimonio natural y cultural, entre otros
aspectos. Asimismo, estableció que los presupuestos mínimos de protección ambiental
serían dictados por la Nación, y que las provincias tienen la posibilidad de
complementarlos:
“…Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto
para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las
necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras; y tienen el
deber de preservarlo. El daño ambiental generará prioritariamente la obligación de
recomponer, según lo establezca la ley.
Las autoridades proveerán a la protección de este derecho, a la utilización racional
de los recursos naturales, a la preservación del patrimonio natural y cultural y de la
diversidad biológica, y a la información y educación ambientales.
Corresponde a la Nación dictar las normas que contengan los presupuestos
mínimos de protección, y a las provincias, las necesarias para complementarlas,
sin que aquéllas alteren las jurisdicciones locales.
Se prohíbe el ingreso al territorio nacional de residuos actual o potencialmente
peligrosos, y de los radiactivos…”.265

Por otra parte, el Artículo 43º, garantiza el recurso de amparo:

“…Toda persona puede interponer acción expedita y rápida de amparo, siempre que
no exista otro medio judicial más idóneo, contra todo acto u omisión de autoridades
públicas o de particulares, que en forma actual o inminente lesione, restrinja, altere o
amenace, con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, derechos y garantías
reconocidos por esta Constitución, un tratado o una ley. En el caso, el juez podrá
declarar la inconstitucionalidad de la norma en que se funde el acto u omisión lesiva.
Podrán interponer esta acción contra cualquier forma de discriminación y en lo
relativo a los derechos que protegen al ambiente, a la competencia, al usuario y al
consumidor, así como a los derechos de incidencia colectiva en general, el
afectado, el defensor del pueblo266 y las asociaciones que propendan a esos fines,
registradas conforme a la ley, la que determinará los requisitos y formas de su
organización…”.

Finalmente, el Artículo 124º, en su último párrafo, establece que son las provincias
las que tienen el dominio de los recursos naturales: “…Corresponde a las provincias el
dominio originario de los recursos naturales existentes en su territorio…”.
Según el constitucionalista Daniel Sabsay, quién es titular del dominio es titular de la
jurisdicción (Art. 124º, último párrafo, y Art. 41º tercer párrafo). “Complementar”, es definir

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la norma.267

 Ley Nacional de Medio Ambiente Nº 25.675 (2002)

La Ley Nacional Nº 25.675 es la Ley General de Medio Ambiente de Argentina, la


cual “…establece los presupuestos mínimos268 para el logro de una gestión sustentable y
adecuada del ambiente, la preservación y protección de la diversidad biológica y la
implementación del desarrollo sustentable…”.269
Esta ley también establece como objetivos de la política ambiental nacional, 270 entre
otros: fomentar la participación social en los procesos de toma de decisión, promover el
uso racional y sustentable de los recursos naturales, promover cambios en los valores y
conductas sociales que posibiliten el desarrollo sustentable a través de una educación
ambiental (tanto en el sistema formal como no formal), organizar e integrar la
información ambiental y asegurar el libre acceso de la población a la misma.
Asimismo, el Principio Precautorio, el Principio de Equidad Internacional y el Principio
de Responsabilidad, entre otros, son principios de la política ambiental según el Art. 4º de
esta Ley.
Según lo establece el Principio Precautorio, “…Cuando haya peligro de daño grave
o irreversible la ausencia de información o certeza científica no deberá utilizarse como
razón para postergar la adopción de medidas eficaces, en función de los costos, para
impedir la degradación del medio ambiente…”.
Por otra parte, según el Principio de Equidad Intergeneracional, “…Los
responsables de la protección ambiental deberán velar por el uso y goce apropiado del
ambiente por parte de las generaciones presentes y futuras…”.
El Principio de Responsabilidad, es un ejemplo de la aplicación de la idea de
“quien contamina paga”, ya que determina que “…El generador de efectos degradantes del
ambiente, actuales o futuros, es responsable de los costos de las acciones preventivas y
correctivas de recomposición, sin perjuicio de la vigencia de los sistemas de
responsabilidad ambiental que correspondan…”.
Esta ley determina la realización de la EIA. “…Toda obra o actividad que, en el
territorio de la Nación, sea susceptible de degradar el ambiente, alguno de sus
componentes, o afectar la calidad de vida de la población, en forma significativa, estará
sujeta a un procedimiento de evaluación de impacto ambiental, previo a su ejecución…”.271
Como ya fue resaltado previamente, esta ley también hace hincapié en la
información ambiental y en la participación ciudadana. Según el Art. 16º, “…todo
habitante podrá obtener de las autoridades la información ambiental que administren y
que no se encuentre contemplada legalmente como reservada…”.

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Los Arts. 19º a 21º mencionan la Audiencia Pública entre los mecanismos de
participación ciudadana, y rescatan el carácter no vinculante de la misma. “…Toda
persona tiene derecho a ser consultada y a opinar en procedimientos administrativos que
se relacionen con la preservación y protección del ambiente, que sean de incidencia
general o particular, y de alcance general…” (Art. 19º). Determina que corresponde a las
autoridades institucionalizar los procedimientos de consultas o audiencias públicas como
instancias obligatorias para la autorización de actividades que puedan tener efectos
“negativos y significativos” sobre el ambiente.272
En cuanto a las opiniones vertidas por la población en estas instancias, determina su
carácter no vinculante pero también la obligatoriedad por parte de las autoridades de
fundamentar su postura en caso de ser contraria a los resultados de la audiencia: “… La
opinión u objeción de los participantes no será vinculante para las autoridades
convocantes; pero en caso de que éstas presenten opinión contraria a los resultados
alcanzados en la audiencia o consulta pública deberán fundamentarla y hacerla pública…”
(Art. 20º).
En su Art. 22º, aborda el tema del Seguro Ambiental y Fondo de Restauración,
que destacamos por su aplicación a la actividad minera. “…Toda persona física o jurídica,
pública o privada, que realice actividades riesgosas para el ambiente, los ecosistemas y
sus elementos constitutivos, deberá contratar un seguro de cobertura con entidad
suficiente para garantizar el financiamiento de la recomposición del daño que en su tipo
pudiere producir; asimismo, según el caso y las posibilidades, podrá integrar un fondo de
restauración ambiental que posibilite la instrumentación de acciones de reparación…”.
En relación al seguro ambiental, Néstor Cafferatta señala que la propia naturaleza
del seguro resulta incompatible con la especificidad de los daños ambientales: se plantean
dificultades insoslayables como, por ejemplo, los supuestos de contaminación crónica o
acumulada, la valoración del daño, la ausencia de información estadística o la magnitud de
los daños ecológicos. Ante esta circunstancia, no es de extrañar que en la práctica, la
totalidad del sector asegurador haya manifestado sus reticencias a admitir la cobertura del
daño ambiental en sus pólizas de seguros o a crear una especial al respecto. En cuanto a
experiencias de cobertura, menciona que, en el caso norteamericano, desde 1985 no se
contratan seguros que cubran los riesgos de contaminación con bases de pólizas de
responsabilidad general de explotación. Por otra parte, en España -aunque en principio
este tipo de pólizas tuvieron cierto éxito- en 1984 el mercado sufrió un colapso, y sólo la
compañía “AIG” siguió ofreciendo este servicio. Frente a ello, se ha intentado afrontar la
cobertura de riesgos por contaminación a través de “Pools”, figura que se ha extendido
ampliamente en Europa y en Estados Unidos. Entre ellos, se encuentra el Pool francés

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“Assurpol”, el Pool italiano “Aquinamento”, El Pool holandés “MAS”, el Pool japonés “Oil
Pollution Liavility Pool”, el Pool estadounidense “PLI”, e incluso sistemas alternativos como
el sueco, que combina la participación de la industria concernida y los asegurados sobre la
base de un seguro colectivo (Cafferatta, 2008).
En cuanto a los fondos, Cafferatta plantea ventajas e inconvenientes de los mismos.
Respecto a las primeras, constituye una forma de reparar el daño ambiental cuando la
acción de responsabilidad no se puede ejercitar –por ejemplo, se sabe que se ha
producido un daño y se sabe que ha sido por causa de la contaminación, pero persisten
distintos obstáculos que impiden accionar frente a los tribunales-. Es decir, frente a los
problemas de ausencia de un responsable, imposibilidad de demostrar el nexo causal,
contaminación histórica, crónica o autorizada por el ente público, el fondo de garantía, se
presenta como un mecanismo ideal para superar estos inconvenientes. En cuanto a los
inconvenientes, los fondos pueden conducir a un desvanecimiento de la responsabilidad
civil. Además, se lo regula como una vía facultativa que posibilita la instrumentación de
reparación, pero nada se dice acerca de las vías de financiación del fondo, aunque se
deduce que los recursos deberían provenir del propio interesado en su formación
(Cafferatta, 2008).
Retomando el detalle del contenido de la Ley Nº 25.675, en su Art. 27º define al
Daño Ambiental273 como “…toda alteración relevante que modifique negativamente el
ambiente, sus recursos, el equilibrio de los ecosistemas, o los bienes o valores
colectivos…”. Según el Art. 28º, quien cause el daño ambiental “…será objetivamente
responsable de su restablecimiento al estado anterior a su producción. Si esto no es
técnicamente factible, la indemnización sustitutiva que determine la justicia ordinaria
interviniente, deberá depositarse en el Fondo de Compensación Ambiental,
administrado por la autoridad de aplicación, sin perjuicio de otras acciones judiciales que
pudieran corresponder…”.
Una vez que se produce el daño ambiental colectivo, el afectado, el Defensor del
Pueblo y las asociaciones no gubernamentales de defensa ambiental tienen legitimación
para obtener la recomposición del ambiente dañado, como lo prevé el Art. 43º de la
Constitución Nacional, que contempla que toda persona puede solicitar mediante acción
de amparo, el cese de las actividades generadoras de daño ambiental colectivo (Art. 30º).
Augusto Morello plantea la complejidad del daño ambiental y el consecuente
problema de su determinación: “…El carácter del difuso daño ambiental plantea un
marco de complejidad respecto de la identificación del agente productor del daño. Es que
la contaminación es itinerante, cambiante, se difumina en el tiempo y en el espacio, no
tienen límites geográficos ni físicos, ni temporales ni personales. La ausencia de precisión

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en las características del daño, su extensión, alcance, prolongación su carácter muchas
veces retardatario, acumulativo, los efectos sinérgicos, etc., constituyen problemas de
enorme trascendencia al momento de su determinación.
Además se trata de casos de prueba difícil, altamente compleja, revestida de enorme
cientificidad…” (Morello, 1999).274
En el Art. 34º se establece la creación del Fondo de Compensación Ambiental que
“…será administrado por la autoridad competente de cada jurisdicción y estará destinado a
garantizar la calidad ambiental, la prevención y mitigación de efectos nocivos o peligrosos
sobre el ambiente, la atención de emergencias ambientales; asimismo, a la protección,
preservación, conservación o compensación de los sistemas ecológicos y el ambiente.
Las autoridades podrán determinar que dicho fondo contribuya a sustentar los costos de
las acciones de restauración que puedan minimizar el daño generado. La integración,
composición, administración y destino de dicho fondo serán tratados por ley especial...”.275
Cafferatta opina también sobre estos fondos de compensación ambiental, que serían,
en realidad, un fondo de garantía colectiva. La vía de financiación del Fondo por lo
general conlleva tasas impuestas al colectivo de potenciales sujetos agentes, multas, y
recursos obtenidos a través del ejercicio de la acción contra el verdadero responsable. En
este sentido, implica mayores costos para la actividad industrial, y a la vez, ya se han
señalado las ventajas que representa como mecanismo de facilitación de la reparación a la
víctima. En cuanto a las desventajas, además de las ya mencionadas, es probable que
produzca una mayor burocracia; y conduzca a una socialización del riesgo indeseable, que
induce a los responsables a una menor diligencia que si se les hiciera directamente
responsables de sus conductas dañosas. Sin embargo, la opinión global sobre ello es
positiva, como complemento del instituto de responsabilidad, y porque el fondo posee una
acción de regreso frente al verdadero responsable (Cafferatta, 2008).
La Ley Nº 25.675 menciona en su Anexo I la constitución del COFEMA, creado en
1990, encargado de concertar y elaborar una política ambiental coordinada entre el
gobierno federal, los gobiernos provinciales y la Ciudad de Buenos Aires. Por su parte, el
Anexo II detalla el Pacto Federal Ambiental, acordado en 1993, cuyo objetivo es
promover políticas ambientalmente adecuadas en todo el territorio nacional, estableciendo
Acuerdos Marcos entre los Estados Federales y entre estos y la nación, que agilicen y den
mayor eficiencia a la preservación del ambiente teniendo como referencia a los
postulados del “Programa 21” aprobado en la “Conferencia de Naciones Unidas sobre
Medio Ambiente y Desarrollo” (CNUMAD) de 1992. A su vez, a nivel provincial, promueve
la unificación y/o coordinación de todos los organismos que se relacionen con la temática
ambiental, concentrando en el máximo nivel posible la fijación de las políticas de recursos

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naturales y medio ambiente.

 El acceso a la información pública ambiental: la Ley Nacional Nº 25.831


(2004)

Garantiza el derecho de acceso a la información ambiental276 que se encuentra en


poder del Estado, tanto en el ámbito nacional como provincial, municipal y de la Ciudad de
Buenos Aires, como así también de entes autárquicos y empresas prestadoras de
servicios públicos, sean públicas, privadas o mixtas.
Este acceso será libre y gratuito, a excepción de aquellos gastos vinculados con los
recursos utilizados para la entrega de la información solicitada. Para acceder a la
información ambiental no será necesario acreditar razones ni interés determinado.
Se deberá presentar formal solicitud ante quien corresponda, debiendo constar en la
misma la información requerida y la identificación del o los solicitantes (Art. 3º).
La ley establece que la información ambiental solicitada podrá ser denegada
únicamente en los siguientes casos: a) Cuando pudiera afectarse la defensa nacional, la
seguridad interior o las relaciones internacionales; b) Cuando la información solicitada se
encuentre sujeta a consideración de autoridades judiciales, en cualquier estado del
proceso, y su divulgación o uso por terceros pueda causar perjuicio al normal desarrollo
del procedimiento judicial; c) Cuando pudiera afectarse el secreto comercial o industrial, o
la propiedad intelectual; d) Cuando pudiera afectarse la confidencialidad de datos
personales; e) Cuando la información solicitada corresponda a trabajos de investigación
científica, mientras éstos no se encuentren publicados; f) Cuando no pudiera determinarse
el objeto de la solicitud por falta de datos suficientes o imprecisión; g) Cuando la
información solicitada esté clasificada como secreta o confidencial por las leyes vigentes y
sus respectivas reglamentaciones (Art. 7º). Asimismo, la denegación total o parcial del
acceso a la información deberá ser fundada.

La evaluación de impacto ambiental en Mendoza

 Evaluación de impacto ambiental, información y participación: Decreto 2109


(1994)

En este decreto se menciona que “…la participación social se incorpora a través de


las Audiencias Públicas, a fin de lograr que las Declaraciones de Impacto Ambiental
recojan todas las experiencias de la comunidad…”. Se establece para garantizar el

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ejercicio de la participación, un sistema de información pública a través del cual, todos
los habitantes pueden acceder libremente a las manifestaciones y demás documentación
involucrándose en el proceso.
Además, se impone la consulta o el dictamen técnico, tanto sea a personas
calificadas por su experiencia técnica en algún campo del saber, como a entidades
científicas y universitarias, públicas o privadas.
En su Art. 2º, establece la presentación de una Manifestación General de Impacto
Ambiental (MGIA), para obtener la DIA (según Art. 27º de la Ley provincial Nº 5.961) de
de las obras o actividades comprendidas en el Anexo I de la Ley Nº 5.961.
Establece el contenido de estas MGIA (Arts. 2º a 8º), como por ejemplo: la
descripción del proyecto y sus acciones, el examen de las alternativas277 técnicamente
viables y justificación de las soluciones propuestas; el Inventario ambiental y
descripción de las interacciones ecológicas o ambientales claves; la identificación y
valoración de impactos, tanto en la solución propuesta como en sus alternativas; el
establecimiento de medidas correctoras y protectoras; los programa de vigilancia
ambiental; y el documento en síntesis.
Por otra parte, en los Arts. 9º y 10º, establece el Aviso de Proyecto278 para los
proyectos que por su escaso impacto o magnitud no puedan afectar el equilibrio ecológico
de uno o más ecosistemas, o cómo carácter previo a la MGIA.
Esta Ley también menciona la posibilidad de solicitar una Manifestación Específica
de Impacto Ambiental (MEIA), convocar a los Municipios implicados en el proyecto, y
temas tales como la emisión de Dictamen Técnico y Sectorial, la Audiencia Pública y la
DIA.

 La evaluación ambiental para la actividad minera: el Decreto 820 (2006)

El Decreto Nº 820 (2006) fue creado para compatibilizar el procedimiento de impacto


ambiental aplicado en la Provincia de Mendoza, y sujeto a las normas de presupuestos
mínimos (Ley Nacional Nº 25.675), con las normas sancionadas por el Código de Minería
de la Nación en el título complementario sobre la protección ambiental para la actividad
minera (Ley Nº 25.585).
El Decreto 820 considera principalmente la protección del medio ambiente y la
conservación del patrimonio natural y cultural que pueda ser afectado por la actividad
minera. Entre sus considerandos, destaca la participación social en este proceso: “…la
regulación ambiental de la actividad minera no puede ni debe eludir la participación
ciudadana en los procesos de toma de decisión, así como tampoco puede adoptar una
postura indiferente en lo que se refiere a un uso racional y sustentable de los recursos

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naturales manteniendo el equilibrio y dinámica de los sistemas ecológicos…”.279 Por otra
parte, se remarca la importancia de esta actividad, especialmente en cuanto a la
posibilidad de generación de trabajo e inversiones para la provincia: “…es necesario
remarcar la importancia de la actividad minera como vehículo de desarrollo económico de
la Provincia, así como su importancia como polo generador de empleo e inversiones
genuinas por lo que la reglamentación ambiental, objeto de este decreto, persigue regular
esta importante actividad dentro del marco de sustentabilidad ecológica, económica y
social del desarrollo que permita sostener indubitablemente la pacífica y armónica
convivencia entre la actividad minera y el cuidado y preservación del medio ambiente...”.280
Este Decreto establece los aspectos que deberán contener los IIA281 de la actividad
minera en la provincia, detallada para cada una de sus etapas –prospección, exploración,
minas a reactivar y canteras, plantas de tratamiento (menores y mayores a 80.000 t./año),
y explotación-.282
Los Capítulos II y III se refieren a las etapas del procedimiento de obtención de la
DIA, las cuales se resumen en:

 Presentación del IIA ante la Escribanía de Minas por parte del proponente del
proyecto, y posterior remisión a la Autoridad Ambiental Minera para su
categorización.

 Categorización del IIA por parte de la Autoridad Ambiental Minera según las
283
clasificaciones del Art. 4º. La Autoridad Ambiental Minera de la provincia de
Mendoza está conformada conjuntamente por el Director de Minería e
Hidrocarburos o el organismo que reemplace a esa Dirección y el Director de
284
Saneamiento y Control Ambiental - conforme con lo establecido en el Art. 17°
del Decreto Acuerdo 1939 (1996)-.

 Posibilidad de que la Autoridad Ambiental Minera solicite al proponente un


Informe de Impacto Ambiental Específico (IIAE) con el objeto de completar la
información suministrada.
285
 Solicitud del Dictamen Técnico.

 Solicitud de Dictámenes Sectoriales, y giro de actuaciones al Municipio en el


que se desarrolle el proyecto a fin de que de su opinión al respecto.
 Consulta Pública y/o Audiencia Pública, según la categorización del proyecto.
La consulta se abre con la publicación de edictos en el Boletín Oficial de la
Provincia y en los diarios provinciales y medios televisivos abiertos locales por el
término de 5 días hábiles. Posteriormente, se inician los 60 días de consulta,

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una copia del IIA debe estar disponible a la población interesada, en la Dirección
de Minería e Hidrocarburos de la Provincia u organismo que la reemplace. Esta
repartición deberá poner a disposición de los consultantes los especialistas
idóneos a fin de evacuar toda duda o requerimiento de los interesados, y permitir
la extracción de fotocopias del IIA. Las observaciones u objeciones que surjan
de esta consulta, debidamente fundadas y por escrito, deberán ser presentadas
ante la Escribanía de Minas, y serán incorporadas al expediente.

 Al inicio de la Consulta Pública, la Autoridad Ambiental Minera invita a los


organismos que conforman la Comisión Evaluadora Interdisciplinaria
286
Ambiental Minera (CEIAM) a designar representantes a fin de elaborar un
Dictamen Técnico fundado del IIA de la etapa de explotación. Como resultado, la
CEIAM deberá elaborar un Informe Final Único, que contenga todos y cada
uno de estos dictámenes técnicos de los miembros de la Comisión, y las
merituaciones y conclusiones de las distintas opiniones, objeciones u
oposiciones formuladas en el proceso de la consulta pública.

Asimismo, la CEIAM podrá requerir a la empresa presentante del informe una


exposición sobre el mismo, reuniones con los responsables técnicos del IIA,
visitas de inspección, ampliaciones, estudios, solicitar la opinión sobre temas
puntuales de expertos u organismos nacionales o provinciales con cargo a la
empresa.

 Audiencia Pública, notificada por edictos en un diario de amplia difusión y en el


Boletín Oficial de la provincia (2 veces en un mes). Los Municipios
comprendidos en el proyecto serán notificados especialmente. Las
observaciones y manifestaciones realizadas en esta audiencia constarán
287
en un acta y deberán ser tenidas en cuenta y analizadas en la DIA.

 Emisión de la DIA por parte de la Autoridad Ambiental Minera, en la cual se


puede:

a) Autorizar la realización del proyecto en los términos señalados en el IIA


presentado.

b) Autorizar la realización del proyecto pero condicionado al cumplimiento de las


instrucciones modificatorias sobre el mismo que señale la Autoridad Ambiental
Minera.

c) Rechazar el Informe cuando lo estimara insuficiente, en cuyo caso deberá

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emplazar al interesado a presentarlo nuevamente, salvando las omisiones o
rectificando los errores, en un plazo de treinta (30) días hábiles conforme lo
establece el Art. 255º del Código de Minería de la Nación.
Esta declaración debe ser actualizada como máximo en forma bianual.

Para los casos de prospección y exploración minera, puede emitirse la DIA


cumpliendo sólo la presentación del IIA, IIAE y la solicitud de dictamen técnico y
dictámenes sectoriales.
En cuanto a la Información Ambiental, el Art. 30º establece que “…el proponente
del proyecto deberá dar difusión por un medio de la prensa de una síntesis del Informe de
Impacto Ambiental, debiendo efectivizarse dicha comunicación especialmente en el lugar
de localización de la obra o actividad…”.
Por otra parte, la Autoridad Ambiental Minera deberá realizar inspecciones
rutinarias o de oficio a fin de verificar el estado de situación y efectuar recomendaciones.
Para contribuir con esta tarea, el Art. 34º crea la “Red de Vigilancia Ambiental”, integrada
por personal de la administración pública provincial: Inspectores de la Dirección de
Saneamiento y Control Ambiental, Inspectores y guarda parques de la Dirección de
Recursos Naturales Renovables, Inspectores de la Dirección de Minería e Hidrocarburos u
organismo que la reemplace, y Superficiarios debidamente acreditados ante esta última
Dirección, sobre los proyectos que se sitúen dentro de sus propiedades.
Por su parte, las empresas deberán permitir el libre acceso a las instalaciones y a la
información relativa a la protección ambiental, a los inspectores antes mencionados, así
como también deberá cargar con todos los costos que demanden las tareas de
monitoreo, control y vigilancia.288
En el Anexo del Decreto pueden consultarse los niveles guías de suelos, de aire y de
agua. En cuanto a los niveles guías de calidad de agua, se detallan los niveles para
consumo humano, para protección de vida acuática en aguas dulces, saladas y salobres
superficiales, para irrigación y para bebida de ganado.

 Reglamentación de las Audiencias Públicas, Resolución provincial Nº 109

Esta resolución define la Audiencia Pública como la instancia administrativa a la que


debe recurrir el proponente de un proyecto de obra o actividad (de los enumerados en el
Anexo I de la Ley Nº 5961) sometido al procedimiento de la Evaluación del Impacto
Ambiental por la Autoridad Provincial, para efectuar una consulta al público interesado289
(Art. 2º).
Su objeto es que la Autoridad Ambiental a través de una comunicación fluida,

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ordenada y productiva entre el proponente del proyecto, especialistas y los múltiples
integrantes del público, recepte informaciones, opiniones u objeciones concernientes al
proyecto, las que debidamente consideradas contribuirán a mejorar la calidad de la
decisión a adoptar, en particular, de la DIA en el cumplimiento de los objetivos de la
política ambiental provincial (Art. 3º).
En cuanto a las objeciones u opiniones realizadas por el público, no tienen efectos
vinculantes. Sin embargo, las informaciones, objeciones u opiniones expresadas
deberán ser tomadas en cuenta por las autoridades convocantes, y en caso de ser
desestimadas, fundamentada tal decisión (Art. 4º).
Esta resolución también establece las condiciones, tiempos y contenidos de la
convocatoria (Arts. 7º, 8º y 9º).
Por otra parte, determina la etapa preparatoria y la modalidad de la audiencia. Todas
las intervenciones se realizarán oralmente, dirigiéndose las exposiciones a quien presida
la Audiencia Pública o al Instructor. En la apertura del acto se indicará el tiempo de
exposición que corresponderá a cada orador. No se admitirán presentaciones, escritas
adicionales a las efectuadas en la Etapa Preparatoria, salvo que la Autoridad a cargo, por
excepción, resuelva admitirlas cuando las circunstancias del caso lo justifiquen (Art. 19º).
Al finalizar la audiencia, en el expediente (del proyecto) deberá agregarse la versión
escrita de todo lo expresado en la misma, suscripta por el Instructor. Una copia quedará
para la vista de los interesados en Mesa de Entradas del Ministerio de Ambiente y Obras
Públicas.

El impacto de la movilización social en la legislación provincial y departamental

En el año 2006, las reivindicaciones de quienes se movilizaron en el Valle de Uco en


defensa del agua y en oposición a la megaminería, tomaron forma legal a partir de
Ordenanzas similares en los departamentos de San Carlos, Tunuyán y Tupungato.
Posteriormente, General Alvear va a adoptar su propia Ordenanza respecto al tema, en el
año 2007.
Por su parte, la Ley provincial Nº 7.722 fue producto de una gran movilización
realizada en junio del año 2007 por diversas organizaciones de la provincia de Mendoza -
que implicó numerosos cortes de ruta en diferentes sectores de la provincia y la presencia
de diversos sectores en las reuniones legislativas en las que se trató el tema-. Fue
sancionada por el poder legislativo el 20 de junio de dicho año, y promulgada el 21 de
junio, mediante el Decreto 1.423 (2007), del entonces gobernador provincial Julio César
Cleto Cobos.

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290
 Un límite a la actividad minera: la Ley provincial Nº 7.722 (2007)

La Ley Nº 7.722 prohíbe el uso de determinadas sustancias en la actividad minera y


resalta la importancia de garantizar la tutela de los recursos naturales, principalmente del
recurso hídrico.
Su Art. 1° establece: “…A los efectos de garantizar debidamente los recursos
naturales con especial énfasis en la tutela del recurso hídrico, se prohíbe en el
territorio de la Provincia de Mendoza, el uso de sustancias químicas como cianuro,
mercurio, ácido sulfúrico, y otras sustancias tóxicas similares en los procesos
mineros metalíferos de cateo, prospección, exploración, explotación y/o industrialización
de minerales metalíferos obtenidos a través de cualquier método extractivo…”.291
El énfasis puesto en la “tutela del recurso hídrico” –que se manifiesta en el Art. 1º-
llevó a determinar que la DIA de los proyectos de minería metalífera, debe ser ratificada
por ley, y que debe presentarse una MEIA sobre los recursos hídricos (Art. 3º).
La autoridad de aplicación de esta Ley es el Ministerio de Ambiente y Obras
Públicas, quien debe reglamentar el establecimiento de un Seguro de Garantía
Ambiental para cada emprendimiento y crear, dentro de su ámbito, la Policía Ambiental
Minera.292
Retomando el tema de la preservación y uso del agua, esta Ley establece en su Art.
4º que el Departamento General de Irrigación deberá ejercer el control específico y
seguimiento de cada uno de los emprendimientos mineros de la Provincia, en todas y cada
una de sus etapas, cuando los mismos afecten las cuencas hídricas.
Asimismo, se debe garantizar en el proceso de EIA, la participación de los municipios
de las cuencas hídricas afectadas por el proyecto respectivo, y de aquellas regiones que
se manifiesten como tales, “…debiendo respetarse las realidades productivas y
sociales de cada uno de los mismos, cuyos dictámenes sectoriales serán de carácter
necesarios…” (Art. 5º).
En el Art. 6°se menciona la remediación del daño ambiental.

 Las Ordenanzas departamentales del Valle de Uco y Gral. Alvear

“…Con el trabajo de todo un pueblo unido, los Concejos Deliberantes del Valle de
Uco-San Carlos, Tunuyán y Tupungato- sancionaron las Ordenanzas que en defensa de la
vida y del Agua, declaran sus municipios ambientes sanos y dicen NO A LA MINERÍA
METALÍFERA. Con los aportes de Especialistas en Medio Ambiente, Juristas, Sociedad
Rural, Vecinos Autoconvocados, Poder Ejecutivo Municipal y Concejo Deliberante de cada

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departamento, hoy dan su resultado en respuesta al pedido del Gobernador de la
Provincia, a fin de confeccionar el Mapa Ambiental de la Provincia de Mendoza. San
Carlos: Ordenanza 1.123 (2006) promulgada por el Poder Ejecutivo- Decreto 21 (2007)
del 22-01-07. Tunuyán: Ordenanza 1.940 (2006), promulgada por el Poder Ejecutivo-
Decreto 111 (2007) del 31-01-07. Tupungato: Ordenanza 001 (2007), promulgada por el
Poder Ejecutivo- Decreto 073 (2007) del 12-01-07. Todas comparten la fundamentación y
en su parte resolutiva adaptan la redacción al Departamento que la sanciona...”.293 La
Ordenanza 3.377 (2007), de General Alvear, también es similar a las antes mencionadas.
Esta Ordenanza declara a estos departamentos: “municipio no tóxico y
ambientalmente sustentable.” Asimismo, prohíbe “…el empleo de tecnologías, técnicas
mineras o cualquier método de lixiviación o flotación con cianuro y/u otras sustancias
químicas o cualquier otra técnica minera que libere en el ambiente y deje disponibles en el
mismo, sustancias de cualquier índole que por sí mismas o en combinación con otras,
pudieren resultar tóxicas y/o nocivas a la salud humana, al conjunto de los recursos
naturales, agua, suelo, flora, fauna, gea, paisajes, fuentes de energía convencional y no
convencional, y atmósfera en función de los valores del ambiente. Como así también la
minería radioactiva y sus derivados…” (Art. 2º).
El Art. 3º, prohíbe “…el uso del bien común y recurso natural ¨agua¨ en todo tipo de
actividad minera tendiente a la explotación metalífera a cielo abierto que en su
metodología extractiva incluya la lixiviación con químicos, poniendo en riesgo la
disponibilidad hídrica en cantidad y calidad para uso poblacional, agrícola, ganadero y
turístico en el Departamento y zonas de influencia de las cuencas que nacen en el
territorio andino, como así mismo prohíbase todas aquellas acciones mineras metalíferas
que pongan en riesgo la calidad y la cantidad del agua superficial y/o subterránea, tales
como: tajos, escombreras, construcción de diques de colas, emplazamiento de tranques
de relaves…”.
Esta Ordenanza declara que lo expresado en ella es voluntad de toda su comunidad,
y establece una zonificación de actividades en el departamento.
Posteriormente, la Ordenanza Nº 1.266 (2009)294 del Departamento de San Carlos,
estableció que la Ordenanza Nº 1.123 (2006) y sus anexos deben considerarse insumo
básico obligatorio para la elaboración del “Plan de Ordenamiento Territorial Municipal”, el
“Plan de Ordenamiento Territorial Provincial” y el “Plan Estratégico de Desarrollo de
Mendoza”.295
Asimismo, incluyó los nuevos antecedentes e investigaciones de carácter mundial
relacionados a la necesidad del cuidado de los recursos naturales en general, y
específicamente al recurso hídrico, con mayor énfasis en las zonas desérticas como el

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Valle de Uco. También consideró los recursos de inconstitucionalidad interpuestos por
empresas mineras a la Ley Provincial N° 7.422 (2005 ) de “Ampliación de la Reserva
Hídrica Natural y de Paisaje Protegido Laguna del Diamante”,296 y a la Ley Provincial N°
7.722 (2007) de “Prohibición del uso de sustanci as químicas y otras sustancias tóxicas en
los procesos mineros metalíferos”.297
Esta Ordenanza exige su elevación, junto con la Ordenanza 1.123 (2006) y todos sus
anexos: al Instituto Argentino de Nivología, Glaciares y Ciencias Ambientales (IANIGLA); al
CRICYT; a las Universidades Nacionales radicadas en la Provincia de Mendoza y a todo
otro organismo técnico que la Ley de Ordenamiento Territorial declare o habilite como
órgano de consulta para su aplicación, reglamentación, elaboración de dictámenes
sectoriales y/o auditorías referidas a la Ley; a los Departamentos Ejecutivos y Honorables
Concejos Deliberantes de los Municipios con quienes se comparten cuencas hídricas; y
a los Juzgados intervinientes en los recursos de inconstitucionalidad de las Leyes
provinciales N° 7.422 (2005) y N° 7.722 (2007).
Declara de interés municipal y solicita a la Legislatura provincial que sancione los
proyectos de ley de creación de áreas naturales protegidas provinciales contenidos en los
expedientes legislativos Nº 50.142 -protección de la cuenca del Río Tunuyán- y Nº 36.864
-protección de las cuencas de los Ríos Atuel y Diamante-, cuyos territorios dentro de San
Carlos han sido incluidos en la zona de protección fijadas por la Ordenanza N° 1.123
(2006). Por otra parte, solicita al Gobierno Provincial que a la brevedad gestione la
incorporación de la totalidad del territorio de la Reserva Hídrica Natural y de Paisaje
Protegido “Laguna del Diamante”, fijado por la Ley Provincial N° 7.422 (2005), a la lista de
humedales de importancia mundial, según el convenio “Ramsar”, suscripto por Argentina.

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CAPÍTULO 5: CONFLICTOS Y MOVILIZACIONES SOCIOAMBIENTALES EN
ARGENTINA

“El escritorio está en los valles y en las montañas; las cátedras, en los surcos y caminos de los
pueblos saqueados del Sur. Si el Sur cerrara el grifo, el Norte dejaría de ser el Primer Mundo”
Javier Rodríguez Pardo (2006)

LOS CONFLICTOS SOCIOAMBIENTALES EN EL MARCO DE LA DISCUSIÓN DE LA


HISTORIA AMBIENTAL

La Historia Ambiental ha cobrado relevancia recientemente, de la mano del


reconocimiento de la crisis ecológica298 por el sector científico y por la sociedad en
general. Paralelamente, la discusión académica sobre sus objetivos y contenidos ha sido
abordada desde hace pocas décadas por diversos autores en diferentes países.
Algunas de estas corrientes de historiadores preocupados por la relación entre
historia y medio ambiente han surgido de Europa y de América del Norte a fines de la
década de 1980. La mayoría de las primeras contribuciones, reunidas en revistas,
boletines, cursos e incluso libros,299 tuvieron el objetivo de fundamentar teórica e
historiográficamente la conveniencia de la Historia Ambiental.
Entre estas fundamentaciones, se hacía hincapié en la imposibilidad de seguir
realizando una historia optimista con una fe ciega en el progreso y el desarrollo
tecnológico a la vista de la crisis ambiental, reconocida por casi todos los gobiernos del
mundo en la Cumbre de Río de 1992. Esta realidad implicaba la necesidad de un discurso
historiográfico más acorde con los tiempos actuales, que reconociera los costos sociales y
ambientales del crecimiento económico. Se puede decir, entonces, que la Historia
Ambiental es un llamamiento a poner en el centro de la memoria colectiva al ser
humano en inseparable relación con la naturaleza. Su objetivo es, justamente,
restaurar el necesario vínculo que siempre existió entre el ser humano y su medio
ambiente (González de Molina y Martínez Alier, 2001).
Además, desde la Historia Ambiental se pretende rehabilitar la naturaleza como
agente histórico activo, porque el medio natural cambia más rápidamente de lo que
puede parecer, sobre todo si se alteran bruscamente los lazos recíprocos entre naturaleza
y cultura en los diferentes sistemas (Galafassi y Zarrilli, 2002).
Por ejemplo, el historiador estadounidense Donald Worster,300 considera tres ejes
esenciales de la Historia Ambiental: las consecuencias de las intervenciones humanas en

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la naturaleza; el carácter histórico de nuestras ideas sobre la naturaleza, que se
imbrican de múltiples maneras con intereses, valores y conductas referidos a otros planos
de nuestra existencia y desempeñan un importante papel en nuestras relaciones con el
mundo natural; y el hecho de que los problemas ambientales de hoy tienen su origen en
nuestras intervenciones en los ecosistemas de ayer.
Es así como la preocupación por las consecuencias de la degradación ambiental a
nivel mundial, la realización de conferencias mundiales sobre medio ambiente a partir de
los años ´70, la confirmación de la crisis ambiental con un cúmulo de evidencias
científicas, la ocurrencia de accidentes y catástrofes ambientales durante los ´80 y el
progresivo aumento de ONGs y movimientos socioambientales, entre otros
acontecimientos, han creado un contexto favorable para la consolidación de la Historia
Ambiental.
Las principales líneas de trabajo en este campo han sido el estudio de las
comunidades cuya evolución o desarrollo histórico está vinculado a la apropiación y
explotación de algún recurso natural, la reflexión teórica en perspectiva histórica del
problema medioambiental, el análisis de las relaciones extramateriales que establecen los
hombres con su entorno natural, la descripción y análisis de las modificaciones del paisaje,
la revisión histórica de los conflictos socioambientales, el estudio de los marcos políticos
e institucionales que han permitido procesos degradativos del medio ambiente, etc.
(Galafassi y Zarrilli, 2002).
Además, la Historia Ambiental condujo también a la fijación de nuevos temas de
investigación. Entre ellos, el estudio de los conflictos sociales entendiéndolos como
conflictos ecológicos, motivados por la desigualdad en el acceso a los recursos
naturales y a la capacidad asimilativa o depuradora de la naturaleza, ha llevado a
considerar en nuestro pasado la lucha por el uso y disfrute de los recursos naturales.
Como afirma Martínez Alier, la nueva Historia Ecológica busca el contenido ecológico de
los conflictos sociales rurales y urbanos, y de los internacionales (Martínez Alier, 1998).
Como ya fue mencionado en el Capítulo 2, deben incorporarse aquellas luchas que, sin
que sus autores lo sepan, lo reconozcan o se autodenominen ecologistas, son luchas
ecológicas.
En cuanto a América Latina, en las últimas décadas, la conjunción de un incierto
crecimiento económico, deterioro social y degradación ambiental, ha estimulado un
creciente interés por las formas de interacción entre las sociedades y su medio natural a lo
largo del tiempo así como por las consecuencias que se han derivado de esa interacción
para ambas partes. Se trata de una Historia Ambiental que, si bien se nutre de los
desarrollos de las vertientes europeas y norteamericanas, va adquiriendo un perfil y una

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tarea propios y originales. Así, es posible destacar como referentes latinoamericanos a
investigadores como Nícolo Giglio301 y Jorge Morello302 (Galafassi y Zarrilli, 2002).
En Argentina, el trabajo de Antonio Brailovsky303 y Dina Foguelman titulado “Memoria
verde”, constituye un aporte pionero en el camino de pensar la ecología y la historia
argentina de modo entrelazado (Brailovsky y Foguelman, 2006). Además, estos autores,
en concordancia con los argumentos ya mencionados de europeos y norteamericanos
vinculados a la temática, destacaron a la Historia Ecológica no sólo como una
investigación sobre hechos del pasado, sino como herramienta de acción en el
presente.
La obra de Brailovsky y Foguelman constituye un precedente que analiza la Historia
Ambiental de la Argentina en relación a las fases de desarrollo económico social que vivió
el país. Esta historia se inicia con una de las catástrofes ecológicas más serias que hayan
ocurrido en el país: la destrucción del sistema incaico de agricultura en terrazas,
perpetrada por los conquistadores españoles. “…Este desequilibrio ecológico fue la
principal herramienta utilizada para consolidar una conquista que, de otro modo, hubiera
resultado políticamente inestable...” (Brailovsky y Foguelman, 2006:25). A partir de este
inicio, marcado por la conquista española del continente americano, los autores dividen la
historia argentina en etapas que implicaron modalidades diferentes de uso de los recursos
naturales, con definidas consecuencias ambientales:

- Fase colonial (hasta 1810)

- Fase de los primeros años de vida independiente (1810-1860)

- Fase de inserción en la división internacional del trabajo (1860-1930)

- Fase de industrialización sustitutiva de importaciones (1930-1976)

- Fase de modernización periférica (desde 1976)

A partir de las reflexiones sobre la Historia Ambiental, consideramos a los conflictos


socioambientales como un eje central de la misma, ya que éstos visibilizan los
enfrentamientos entre diferentes dinámicas de apropiación de los bienes naturales y de
los territorios, ya sea material o simbólica, y denuncian los efectos que tienen sobre el
ambiente el manejo de estos bienes y servicios ambientales. A su vez, impulsan
modificaciones sobre las instituciones y configuran sus propios espacios de resistencia,
dejando así su impronta en la historia socioambiental del país y la región.
En Argentina, consideramos que los movimientos socioambientales, surgen en la
década de 1980 en diferentes lugares de la Patagonia. Igualmente, reconocemos la

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dificultad de establecer este “corte” histórico, ya que podrían rastrearse conflictos con
connotaciones ambientales en las diversas luchas de pueblos indígenas y campesinos en
diferentes lugares del país. También existían previamente algunas ONGs ambientales,
pero los predecesores de los movimientos socioambientales que son objeto de análisis en
este trabajo nacen en los años ´80, y van a extenderse a todo el país, en lo que podríamos
denominar el “efecto post-Esquel”, en la década del 2000.
Scott Maiwaring y Eduardo Viola,304 argumentan que los nuevos movimientos
sociales surgidos en la década de los ´80, constituyen actores importantes, y por lo
general poco examinados, en la transición a la democracia. Tales movimientos
cuestionarían la cultura política semidemocrática y traerían a la arena política nuevos
valores, perspectivas, métodos y enfoques, pudiendo constituir una fuerza democratizante,
que también enfrenta muchos obstáculos y problemas (Maiwaring y Viola, 1985). Estos
autores destacan que, en Argentina, las asociaciones ecológicas surgieron durante el
régimen militar.305 El movimiento habría enfocado los problemas de salud y de estilo de
vida, manteniéndose "apolítico" debido a la severa represión. La caída del régimen
autoritario habría permitido su politización y rápido crecimiento. Tal fue el impulso
adquirido que en una primera conferencia nacional de asociaciones ecológicas a realizarse
en agosto de 1984,306 se propuso discutir la creación de un Partido Verde.
Aun cuando admiten la notable influencia del movimiento ecológico internacional
sobre las expresiones surgidas en Latinoamérica, destacan las diferencias que los
caracterizan: “… En Brasil y en Argentina – afirman- el movimiento enfrenta los dilemas
producidos por el intento de tratar asuntos ecológicos en sociedades que todavía tienen
niveles significativos de pobreza. Esta circunstancia suscita problemas vinculados a la
relación que pueden tener con las clases populares, por cuanto estas tienen necesidad de
incrementar en lugar de disminuir los niveles de consumo...” (Maiwaring y Viola, 1985:51).
Según estos analistas, el movimiento ecológico tuvo un impacto limitado sobre la política
pública, una base social media y un número pequeño de participantes. Esto coincide con
los movimientos socioambientales actuales, donde predomina la clase media.307
El artículo de Maiwaring y Viola nos permite establecer un correlato interesante entre
la situación argentina de los ´70 y los ´80, y el papel de los nuevos movimientos sociales
en el regreso a la democracia. Asimismo, se hace necesario para este trabajo continuar y
actualizar sus planteos, realizados a mediados de la década de los ´80. En aquel
entonces, estos autores mencionaron: “…Mientras en los movimientos del norte el
problema nuclear se ha convertido en el principal punto de enfoque, planteando el
problema de la supervivencia global, en el sur, continúa teniendo prioridad el problema de
la supervivencia inmediata y el debate con respecto a la energía nuclear...” (Maiwaring y

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Viola, 1985:58). Sin embargo, un año después, se generaba en el sur del país un
movimiento de oposición a un repositorio nuclear, referente de los movimientos
socioambientales que hoy se extienden por todo el país. Esto nos lleva a reflexionar cómo,
a lo largo del tiempo, estos movimientos fueron ampliando su repertorio de protesta y
fueron acercándose a otros sectores sociales y a otros movimientos.
Es así como en el año 1986, en la provincia de Chubut, algunos pobladores,
preocupados por la posibilidad de que se instalara un repositorio –también denominado
“basurero”- nuclear en Gastre, decidieron organizarse. De aquellos encuentros, asambleas
y movilizaciones, nació el “Movimiento Antinuclear de Chubut” (MACH). Uno de sus
miembros, el periodista Javier Rodríguez Pardo, escribió un libro que detalla la historia
“antinuclear” de la Patagonia, titulado “En la Patagonia NO. Crónica de la epopeya
antinuclear de Gastre. Veinte años de movilizaciones que impidieron el basurero atómico
nuclear en Chubut” (ver: Rodríguez Pardo, 2006).
La movilización social fue fundamental para la cancelación de este proyecto. Bajo un
pequeño subtítulo “El basurero que nadie nunca quiso”, podía leerse en el Diario “La
Nación” de junio de 1996: “…¨Lo importante es la exteriorización del pueblo¨ decía
Maestro.308 Tiene razón. Y lo hizo tras ver a gente económicamente pobre pero rica de
orgullo plena por querer "con todo" a su tierra. Para la impresión de todos esta vez venció
la gente porque solamente un necio podría volver a intentar traer aquí el basurero…”.309
Incluso años después, algunos medios de prensa nacionales aún hacían referencia a
ello: “…Lo que sí existió es el proyecto del basurero nuclear dentro del Plan Nuclear
Argentino, diseñado por el proceso militar, que sobrevivió durante la democracia y que fue
proyectado en Gastre, Chubut. Su definitiva cancelación se dio recién en 1997. Entre otras
razones, por la oposición de la población, partidos políticos y organizaciones de todo tipo,
de la Patagonia y del país…”310, se recordaba en el Diario “Clarín” en el año 2002.
¿Por qué consideramos a Gastre como un referente histórico de los movimientos
analizados en este trabajo? Por un lado, porque trazando una línea histórica entre Gastre
(1986, Chubut) –Esquel (2002, Chubut) -San Carlos (2003, Mendoza), todos pueden ser
considerados “ejemplos de qué es posible.” En Palabras de Javier Rodríguez Pardo:
“…El movimiento antinuclear que nació en Chubut, puso de relieve que cualquier lucha por
imposible que parezca, se puede ganar con dedicación y constancia; no decimos nada
nuevo, pero diariamente nos sentenciaban al fracaso…” (Rodríguez Pardo, 2006:9).
Las movilizaciones en contra del repositorio nuclear, se realizaron en Trelew de
forma constante, y desde otras zonas de la Patagonia se sumaron a la convocatoria. Entre
ellos, algunas comunidades de la Comarca Andina, como El Bolsón, Lago Puelo, El Hoyo
y Epuyén, decidieron organizar una marcha conjunta, para que las dos columnas, de la

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cordillera y de la costa, se encontraran en Gastre, demostrando el rechazo conjunto al
proyecto.
Además de este movimiento, que alcanzó repercusión nacional, existieron otros en la
región, que son rescatados por Lucas Chiappe en su libro “La Patagonia de Pie. Ecología
vs. negociados”, donde describe diversas “eco-batallas” acontecidas entre 1981 y 2003.
“Tomar conciencia es un paso irreversible” afirma Chiappe en la introducción de este
recorrido por la movida antinuclear de Gastre, el rechazo la construcción de diques,
fábricas, tala de árboles y otros emprendimientos, y el No a la mina de Esquel (ver:
Chiappe, 2005).
En conclusión, podemos afirmar que en la región patagónica diversas movilizaciones
fueron precursoras regionales del movimiento de Esquel, que, a su vez, pasará a ser el
precedente nacional del “NO a la mina”.311
Antes de abordar el caso de Esquel y de otros movimientos socioambientales que
surgieron en la Argentina en la década del 2000, haremos un paréntesis en el devenir de
estos movimientos, para hacer referencia a los acontecimientos del año 2001 en el país,
que sentarán un precedente importante en cuanto a formas organizativas que luego serán
replicadas por estos movimientos.

SURGIMIENTO Y DESARROLLO DE LOS MOVIMIENTOS SOCIOAMBIENTALES EN


ARGENTINA

Los `90 y la crisis del 2001: ocaso del sueño neoliberal y la visibilización de sus
consecuencias sociales

En diciembre de 2001 diferentes sectores sociales argentinos confluyeron en una


masiva protesta ante la crisis que vivía el país, producto de la situación social y económica
de las últimas décadas, acentuada en los años ´90. Este levantamiento social, ocurrido el
19 y 20 de diciembre, tuvo serias consecuencias: la muerte de más de 30 personas a
causa de la represión, y la renuncia del entonces presidente Fernando de la Rúa, que el
día 20 huyó en helicóptero de la Casa de Gobierno –o Casa Rosada-.
Diversos factores confluyeron para provocar esta crisis y su consecuente respuesta
social: el fracaso del mantenimiento, desde 1991, de la “Ley de Convertibilidad”312 y del
modelo neoliberal impulsado por organismos internacionales –como el Fondo Monetario
Internacional (FMI)-; los efectos económicos y sociales de la privatización de servicios
públicos y empresas estatales; la recesión económica agravada desde 1997-; los recortes

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en el gasto público y en salarios; el aumento de la corrupción; el endeudamiento externo;
los “impuestazos”; la concentración de la riqueza; la fuga de capitales y las restricciones al
retiro de depósitos bancarios –denominada “Corralito”-; entre otros. Paralelamente, se
evidenciaron las disputas internas en la burguesía argentina y la crisis de representación
de los partidos políticos.
La problemática económica tuvo su consecuente crisis social. “…El rasgo principal
del capitalismo argentino actual es el proceso de repulsión de población, que convierte al
65% de la población total en sobrante para el capital. Esta repulsión se manifiesta a lo
largo de las décadas del ochenta y del noventa y alcanza magnitudes nunca antes tan
evidentes –alrededor de 23% de desocupación abierta– en 2002. A ese proceso de
repulsión de población se corresponde un proceso de centralización de la riqueza en
menos manos, que durante la década del noventa se presentó, en buena medida, como
extranjerización del capital…” (Carrera y Cotarelo, 2006:51).
Las huelgas generales, manifestaciones, cortes de rutas y calles, piquetes y
escraches en casi todo el país, se multiplicaron desde mediados de los años ´90. Ya en
noviembre de 2001 comenzaron a producirse saqueos en diferentes ciudades del país,
como el caso de Rosario, en la provincia de Santa Fe. Finalmente, el 19 y 20 de diciembre
de 2001, confluyeron diversos hechos: saqueos, cacerolazos, represión y movilización
popular. La crisis social y económica se cristalizó en una crisis política que condujo a la
sucesión de cinco presidentes en pocos días.313
A partir de estos acontecimientos, se ha abierto una discusión teórica, política y
social, sobre el carácter y los alcances de la protesta social y la movilización de la
población en el país. Hechos como la aparición de asambleas populares, piquetes,
fábricas recuperadas, cacerolazos, luchas rurales, reclamos de autogestión y
autonomía, despertaron el interés de los investigadores por desentrañar la evolución y
significación de los diferentes sujetos en los procesos de cambio ocurridos en el país. Por
otra parte, estos cambios no podrían ser comprendidos sin tomar como referencia la
década previa: la Argentina neoliberal de los ´90, período de profundos cambios
económicos y sociales para el país, que contribuyeron a la ocurrencia de los sucesos
antes mencionados en la década siguiente.
Por un lado, surgieron de la crisis nuevas formas de organización que, a diferencia
de otros momentos históricos, alcanzaron gran visibilización y legitimidad. “…Los
nuevos movimientos emergentes en la escena pública desde diciembre de 2001 en
Argentina reflejan los esfuerzos de reconstrucción de los lazos sociales a través de
nuevas formas de organización. La visibilidad de estos movimientos y su creciente
legitimidad, así como su expansión y sus mecanismos de articulación recíproca, surgieron

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del colapso institucional que abarcó a la cúspide del poder político, la moneda e incluso
los valores que sustentaron el modelo neoliberal de los años noventa...” (Palomino,
2005:19-20).
Pero es importante destacar también que, a excepción de las asambleas barriales,
muchas organizaciones ya existían, a pesar de que es a inicios de la década del 2000
donde pasan a ser “visibles” para el resto de la sociedad. “…Sin embargo, la mayoría de
estos movimientos reconoce orígenes previos, con la única excepción de las asambleas
barriales, herederas directas de aquel colapso. De allí que las nuevas formas de
asociatividad no deberían asignarse a un supuesto vacío producido por el quiebre del
modelo neoliberal, sino más bien atribuirse en gran medida a la desestructuración social
que acarreó su funcionamiento pleno...” (Palomino, 2005:20).
Es decir, el modelo entró en crisis, y esta crisis puso en evidencia los conflictos
latentes, y con ellos, la problemática social que el neoliberalismo había ocasionado. Ante
los intentos de desestructuración social, las organizaciones buscaron formas de suplir la
ausencia estatal, y la autogestión que formaba parte de las reivindicaciones fue puesta en
práctica. Se multiplicaron así los reclamos en los más diversos ámbitos de actividad, con
novedosas formas de expresión y con mayor repercusión política e impacto en la opinión
pública.314
Ante casi la mitad de los argentinos por debajo de la línea de pobreza, y un número
creciente bajo la línea de indigencia, y una democracia representativa a través de la cual la
mayoría era sometida a los intereses de una minoría económica y una política dominantes,
generó una “inédita alianza entre desocupados y clase media.” “…De modo vertiginoso,
conciudadanos que tenían un trabajo y a quienes la presencia de un piquete molestaba
porque irrumpía en su rutina precariamente protegida, pierden su fuerte de ingreso y
comprenden con la profundidad que permite la desdicha que el dolor propio no es diferente
del dolor de los demás. No hace mucho, cuando una marcha piquetera pasó por Liniers,
los vecinos les ofrecieron pan y mate cocido. Es ese dolor propio el que nos permite
vislumbrar que derechos similares a los nuestros reclaman muchos hombres y mujeres a
lo largo y a lo ancho del país…” (Bielsa et al., 2002:10-11). Así, el pueblo se reunió en
asambleas barriales.315
¿Qué son las asambleas? Rescataremos algunas reflexiones realizadas por
intelectuales y asambleístas en el año 2002: Las asambleas intentan ser la continuidad de
un proceso de “democratización de la democracia”, para tornarla cada vez más abierta y
legítima, avanzando desde una democracia representativa a una democracia
participativa. Logran la supervivencia del espíritu de lucha y permite que los ciudadanos
recuperen su carácter de tales y puedan discutir todos los problemas que hacen a su

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existencia, habilitados para ejercer una vigilancia sobre el poder (Bonasso, 2002); son
memoria, discusión, debate, transparencia y futuro, tienen la posibilidad de hacer
preguntas y rescates (Calloni, 2002); son parte de un movimiento social más amplio en
gestación (Feijóo y Salas Oroño, 2002); es el ejercicio de la democracia directa, sin
mediaciones, policlasista (Feinmann, 2002); son parte de un “nosotros” cuya identidad se
concibe como protesta social, un cuestionamiento al encuadramiento partidario, sindical y
estatal, en lucha contra la injusticia y la opresión y por una nueva sociedad (Pérez
Esquivel, 2002); representan la forma más concreta de expresar el vacío de
representatividad de las instituciones formales, son heterogéneas, lo novedoso
consiste en la absoluta horizontalidad, y en el descubrimiento del otro, del vecino
(Rousset, 2002); son hijas de la rebelión del pueblo argentino contra el régimen de
concentración y exclusión que primó en las últimas décadas, son la escenificación natural
de la consigna que unificó a decenas de miles de personas que ganaron las calles en todo
el país el 19 y 20 de diciembre: “Que se vayan todos, que no quede ni uno solo” (Vera,
2002).
Reconocemos que estas experiencias fueron el resultado de un proceso gestado
durante las décadas previas. En este sentido, Guillermo Almeyra (2004), destaca que las
asambleas populares heredaron la creatividad de la parte de las clases medias que en los
primeros años de la década del ´70 intentaron organizarse y renovar el país junto con los
obreros. Por ello, su importancia, junto con la de las fábricas recuperadas, no residió en el
número de participantes, sino en la existencia misma de esa experiencia de
autoorganización.
Asimismo, Leonardo Pérez Esquivel, destaca un aspecto de gran relevancia para
nuestro tema: “…la noción de saqueo y la expoliación perpetrada por el poder político y
económico, empezó a ser comprendida por amplios sectores sociales…” (Pérez Esquivel,
2002:58).

Esquel: el nacimiento del “NO a La Mina” en Argentina

En este contexto de movilización de la sociedad civil, las problemáticas ambientales


no han sido la excepción y han dado lugar a diversas protestas y movilizaciones. Entre las
que han cobrado mayor importancia, debido a su magnitud, a la continuidad de sus
manifestaciones y a su impacto en los medios de comunicación, se encuentran: por un
lado, la originada en el año 2002 en la ciudad de Esquel, provincia de Chubut, donde sus
pobladores se opusieron a la instalación de un proyecto megaminero metalífero y, por otra
parte, las que se iniciaron en el 2004 en la provincia de Entre Ríos, contra la instalación de
plantas de celulosa en la ciudad uruguaya de Fray Bentos, sobre el Río Uruguay. Sin

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embargo, y como ya fue abordado, existieron previamente otras movilizaciones que no
alcanzaron la repercusión de las antes mencionadas, así como también existe una amplia
diversidad de movilizaciones y organizaciones diseminadas en todo el país, que están
formando parte del fortalecimiento y articulación de este tipo de reivindicaciones y
acciones.
El pueblo de Esquel se movilizó manifestando su oposición a la instalación de un
proyecto de minería metalífera a cielo abierto perteneciente a la compañía “Meridian Gold”.
En noviembre de 2001, “Minera El Desquite S.A.” (MED) presentó el estudio de
prefactibilidad realizado por la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco
(UNPSJB). A principios de 2002, MED fue comprada por “Meridian Gold Inc.” (MG) que,
como requisito para comenzar la explotación, debía elaborar un Informe de Impacto
Ambiental y defenderlo en Audiencia Pública. Dicho informe se presentó en octubre de
2002, momento en el cual comenzaron las primeras reacciones populares, y la Audiencia
estaba prevista para el 4 de diciembre del mismo año (Weinstock, 2005).
Los pobladores, organizados en la “Asamblea de Vecinos Autoconvocados de
Esquel por el No a la Mina” (en adelante, Asamblea de Esquel) denunciaron que la
separación del oro y la plata de la roca con la utilización de cianuro, podría ocasionar
contaminación de suelo y aguas, lo que impactaría en otras actividades desarrolladas
hasta ese momento en el lugar -turismo, agricultura orgánica, ganadería ovina y bovina,
acuicultura de truchas, entre otras-. Gracias a las movilizaciones organizadas en diferentes
localidades de toda la provincia de Chubut, lograron la postergación de la audiencia
pública prevista para diciembre de 2002.
Los medios de comunicación masivos nacionales se hicieron eco de la noticia. Por
ejemplo, puede leerse en el Diario “Clarín” de diciembre de 2002, al día siguiente de la
primera gran movilización: “…Nunca se juntó en Esquel tanta gente como la que ayer
coreó Sí a la vida, no a la mina….”.316 A partir de aquel acontecimiento, los días 4 de cada
mes se realizan marchas y, en algunas ocasiones, ha habido caravanas de vehículos
desde la localidad de El Bolsón -provincia de Río Negro- hasta Esquel, en Chubut.
Posteriormente, la continuidad de la movilización obligó al gobierno a llevar adelante
un plebiscito, realizado en marzo de 2003, que tuvo como resultado un 81% de votos por
el “NO a la Mina”.317
Este plebiscito (de carácter no vinculante) fue el primero de su tipo llevado adelante
en el país desde la reforma constitucional de 1994. Además, los pobladores de Esquel
continuaron realizando manifestaciones y marchas los días 4 de cada mes, reuniendo
números dispares de gente y evidenciando el profundo impacto que todo este proceso
había tenido y sigue teniendo sobre la sociedad esquelense. “…El 20 de Marzo de 2003,

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tres días antes del plebiscito, unas 8.000 personas desfilaron por las calles
manifestándose contra la mina, en lo que fue la más numerosa de las movilizaciones en la
historia de Esquel. Las posteriores marchas (ya posteriores al plebiscito) continuaron
reuniendo unas 1.500 personas y ese número continuó variando mes a mes. Tengamos en
cuenta que la población total de Esquel, según el último censo, es de 28.500 personas...”
(Schiaffini, 2003:4). Este nacimiento del rechazo a la megaminería en Argentina, fue
noticia a nivel nacional.318
A raíz de ello, Esquel es considerado el nacimiento del “No a la Mina” en Argentina, y
por diversos motivos ocupa un lugar destacado como antecedente a escala nacional y en
el contexto latinoamericano. “…Su devenir meteórico, los intereses económicos en juego,
la notoriedad que alcanzó, la diversidad de actores involucrados. Hay sólo un antecedente
similar en el continente.319 Podemos decir que este caso mereció la atención de la prensa
internacional320 y que, quizás lo más interesante, generó formas de aprendizaje,
organización y acción que hoy están siendo replicadas en otros lugares del país
donde compañías extranjeras proponen proyectos extractivos similares…” (Claps y Colao,
2005:2).
El hecho de que la protesta haya triunfado a través de canales institucionales, a
pesar de los obstáculos puestos por los gobiernos provincial y municipal, dejó a MG en
una situación de aislamiento respecto de sus principales socios, el Estado y la clase
política. En efecto, el Estado no podía asumir la identidad de “Sí a la Mina” sin socavarse a
sí mismo, sobre todo en un contexto post-crisis institucional como el vivido desde
diciembre de 2001, donde el gobierno provincial trató desesperadamente de diferenciarse
de su antecedente radical. A la vez, la reactivación de la producción agrícola-ganadera,
estimulada por la relación peso-dólar, complicó también el futuro de la “Gran Minería” de
la provincia, pues revitalizó la situación de los productores de carne y madera (Schiaffini,
2003).
Esquel pasó a ser el movimiento referente de los que surgieron con posterioridad en
muchas localidades del país. La página web de la Asamblea de Esquel,321 es fuente de
información sobre todos los conflictos mineros del país y del mundo.
Como destacan Luis Claps y Diego Colao (2005), el “NO a la Mina” se ha extendido
por todo el país y ha encontrado eco en diversas comunidades de muchas provincias
argentinas, entre ellas Mendoza, como será analizado en el Capítulo 7.

La Unión de Asambleas Ciudadanas: la articulación de las luchas

La problemática minera no es la única presente en las luchas socioambientales. En


otras provincias también han surgido movimientos con diferentes nombres y diversas

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reivindicaciones, que con el paso del tiempo han encontrado una causa en común: luchar
contra aquellas actividades que generan saqueo y contaminación.
En julio de 2006, se realizó en Córdoba una “Cumbre de presidentes del Mercosur”.
Paralelamente, diversas asambleas socioambientales se reunieron en esta provincia. Este
primer encuentro fue convocada por el “Grupo Ecológico 9 de Julio Valle del Carmen”, de
Colonia Caroya, provincia de Córdoba. Sus integrantes, inspirados en un artículo del
periodista Javier Rodríguez Pardo, que incitaba a la articulación entre las diferentes luchas
socioambientales que se estaban llevando a cabo en el país, invitaron a aquellos grupos
que conocían, y de esta forma se fue tejiendo una red que dio forma finalmente a la
“Unión de Asambleas Ciudadanas contra la contaminación y el saqueo” (UAC), de la
que la “Asamblea Mendocina por Agua Pura” (AMPAP)322 forma parte.
La UAC reúne asambleas y grupos de todo el país, que surgieron no sólo en
oposición a la megaminería, sino también contra el monocultivo de soja, la instalación de
empresas pasteras, la deforestación de bosques, la apropiación de territorios de pueblos
originarios, la expulsión de campesinos de sus tierras, la especulación inmobiliaria, la
contaminación urbana, entre otros. Es decir, la UAC nace con el propósito de articular y
potenciar las diferentes organizaciones que en los últimos años han emergido en todo el
país para repudiar el avance sistemático de diversos emprendimientos, con la convicción
de que la consulta popular y la autodeterminación de las comunidades es la única vía
para lograr un modelo de desarrollo regional sustentable, respetuoso del medioambiente,
las economías regionales, las culturas y las identidades locales.
Quienes se encuentran abocados a las problemáticas socioambientales, se
cuestionan sobre la vinculación de las diversas formas de extracción de bienes naturales
con otras experimentadas en el continente americano a lo largo de su historia.
Extracciones producto también de las necesidades impuestas por mercados externos. Y
considerando la importancia estratégica (económica pero también social y política) de
estos bienes comunes, cabe preguntarse, parafraseando a Gligo y Morello (1980), ¿cuál
es el grado de afectación y deterioro de los ecosistemas, si cada día aumenta la población
y las necesidades, si la tasa de extracción se acelera, si se consolidan formas de
penetración del capital foráneo, si el nuevo estilo depredador se intensifica?
Concurren a los encuentros de la UAC asambleas de casi todas las provincias
argentinas, ONGs, diferentes grupos y colectivos sociales, y profesores e investigadores
de diversas universidades del país, entre otros. También han participado de algunos
encuentros de la UAC organizaciones de otros países, como la “Comisión Multisectorial de
la República Oriental del Uruguay”, y el “Movimiento Anti Pascua Lama” de Chile, entre
otras.323 Desde entonces, ya se han llevado a cabo once encuentros, realizados en

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diferentes lugares del país:

1. Colonia Caroya (provincia de Córdoba), julio de 2006

2. Barreal (San Juan), octubre de 2006

3. San Rafael (Mendoza), abril de 2007

4. Famatina y Chilecito (La Rioja), julio de 2007

5. Concepción del Uruguay (Entre Ríos), octubre de 2007

6. Capilla del Monte (Córdoba), abril de 2008

7. San Fernando del Valle de Catamarca (Catamarca), agosto de 2008

8. Tunuyán (Mendoza), diciembre de 2008

9. San Juan (San Juan), abril de 2009

10. San Salvador de Jujuy y Libertador General San Martín (Jujuy), julio de 2009

11. Córdoba (Córdoba), diciembre de 2009

¿Qué es la UAC? “…Es un espacio de intercambio, discusión y acción conformado


por asambleas, grupos de vecinos autoconvocados, organizaciones autónomas no
partidarias ni vinculadas al aparato estatal y ciudadanos en general reunidos en defensa
de los bienes comunes, la salud y la autodeterminación de los pueblos, seriamente
amenazados por el saqueo y la contaminación que el avance de diferentes
emprendimientos económicos van dejando o pretenden dejar a su paso...”.324
Al momento del cierre de este trabajo, aún se discute en las reuniones de la UAC si
se trata de un encuentro o de una organización. Incluso se debate la pertinencia del
nombre “Unión de Asambleas Ciudadanas”, siendo el término “ciudadanas”, el que genera
las mayores divergencias de opinión. En este sentido, se plantea que hay grupos que
pertenece a la UAC que no se sienten parte de esta denominación, como es el caso de los
pueblos indígenas. El “Movimiento Nacional Campesino Indígena” (MNCI) forma parte de
la UAC. En el encuentro de abril de 2008, uno de sus representantes afirmaba: “…Es un
espacio a donde se tiene que seguir construyendo, se tiene que seguir apostando porque
salen cosas muy interesantes y discusiones muy buenas, y también es bueno porque nos
vamos conociendo con todas las asambleas, las asambleas de los pueblos, de los barrios,
nos parece muy interesante poder reconocernos, geográficamente, quienes son las
organizaciones que pueden aportar, a la hora de salir a la calle, de luchar conjuntamente
por una problemática que nos tiene que unificar…”.325

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Lo que sí puede afirmarse, es que el potencial de estos espacios está en la riqueza
de la heterogeneidad de intereses que confluyen, y que logran articularse a partir de
redescubrir objetivos en común. Las reuniones de la UAC han propiciado el encuentro de
personas que tienen una historia de militancia previa en otras temáticas,
con otras que recién inician su participación en un espacio de estas características.
Incluso se están sumando organizaciones que no nacieron desde lo ambiental, pero que
apoyan el eje ambiental porque consideran que atraviesa a todas las luchas.
Lo interesante es el intercambio, la solidaridad y el respeto que en general se
observa en estas organizaciones, sumados al interés en conocer el punto de vista del otro.
La participación en el proceso de construcción de estos espacios, permite que el objetivo
particular de cada uno encuentre puntos de acuerdo con otras reivindicaciones –y también
que se visibilicen las divergencias-, lo que favorece la articulación de los objetivos de sus
integrantes. A su vez, el nacimiento de cada asamblea ha transitado - y lo sigue haciendo-
por su propia historia, con sus propios tiempos y procesos, que también determina sus
decisiones en cuanto a estrategias de acción, modalidades de lucha y relaciones con otros
grupos.
Por su parte, en la UAC se dan procesos similares a los de cada asamblea pero
potenciados por el encuentro de problemáticas y grupos aun más heterogéneos. La UAC
reúne a esta variedad de organizaciones, transformándose, en palabras de sus propios
integrantes, en un desafío político-ideológico, de construir en la diversidad.326 Como
ya fue mencionado, también integran la UAC agrupaciones de Paraguay, Uruguay y Chile,
y se aspira a la participación de otros pueblos de Latinoamérica. Los encuentros de la
UAC se han transformado así en potenciadores de interesantes discusiones y de
conocimiento y auto-conocimiento de diversos problemas. Quienes han participado en los
encuentros, rescatan la importancia de establecer lazos y vínculos, regionalizando los
reclamos y construyendo una lucha que unifica. Si bien cada asamblea mantiene su
autonomía y decide sus propias estrategias de acción, este intercambio de experiencias
contribuye a no repetir errores
-a partir del aprendizaje y la experiencia de otras organizaciones- y también permite
contar con el respaldo de otros grupos en acciones concretas.327
“…Los lugares a donde ha habido éxito es donde se han dado este tipo de
espacios…”,328 afirmó en uno de estos encuentros un miembro de la “Asamblea
Patagónica contra el Saqueo y la Contaminación”, refiriéndose al carácter asambleario de
la toma de decisiones, y rescatando también la aceleración de procesos que permiten
estos encuentros: “…uno cuando conoce a alguien que viene enfrentando los mismos
problemas, hace 5 o 6 años, puede aprender de esa experiencia y quizás ahorrarse

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algunas decepciones...”329. Por otra parte, el encuentro es sólo uno de los aspectos. La
comunicación entre las diferentes organizaciones entre encuentro y encuentro se ha ido
fortaleciendo con el paso del tiempo, siendo internet uno de los medios fundamentales de
comunicación e intercambio de información.
A lo largo de las intensas discusiones entre las organizaciones que la integran, la
UAC ha marcado su posicionamiento: anti-imperialista, en contra del saqueo y la
contaminación, y en estado de alerta y solidaridad ante los intentos de cooptación y
manipulación por parte de organismos del Estado y partidos políticos. Esta solidaridad
entre los grupos que la forman, se manifiesta bajo uno de los lemas adoptados por la UAC:
“tocan a uno y nos tocan a todos”.330 Se reconoce como enemigo común a un modelo
que es el mismo en todos los lugares y países. En palabras de otro integrante de la
UAC: “…con leyes que se copian de un país a otro, las empresas transnacionales están
logrando una integración de infraestructura para que sea más fácil venir por todo…”.331
En cuanto a los sectores más cuestionados, además de las empresas
transnacionales, está el Estado como cómplice y potenciador de estos conflictos –y con
una intención cada vez más explícita de apropiarse y desarticular estos espacios- y la
mayor parte del sector científico-académico, que no sólo no interviene -a través de una
participación activa en la información y aporte de soluciones a estas problemáticas-, sino
que también es acusado de ser funcional a estas empresas transnacionales.
Por su parte, los medios de comunicación masivos invisibilizan en gran medida las
acciones llevadas a cabo por estas organizaciones en todo el país. Este hecho se ha
evidenciado en diferentes acciones, y es denunciado en los documentos elaborados por la
UAC. Por ejemplo, cuando se realizó en el año 2007 la marcha de la UAC a Buenos Aires,
el 12 de diciembre,332 los medios de televisión sólo realizaron notas a los miembros de las
asambleas de Entre Ríos, focalizando el conflicto socioambiental en la problemática en
torno a la instalación de pasteras en el Río Uruguay, e invisibilizando al resto de las luchas
del país.333 Por otra parte, en el documento que contiene las conclusiones del séptimo
encuentro de la UAC, realizado en Catamarca en el año 2008, puede leerse: “…A la noche
siguiente (del inicio del encuentro), la Marcha agregó una fisonomía nueva: la presencia
pionera de niñas y niños, entre infantes y adolescentes, fue signo elocuente de Presente y
de Futuro…Aunque los medios locales „más importantes‟ poco y nada dijeran de esta
realidad, la Marcha organizada de la conciencia colectiva socioambiental ha dicho
Presente. Hijos e hijas de esta Tierra, Pacha-Mama-Nuestra, hicimos eco de su grito –
clamor rebelde!...”.334
La UAC ha madurado en cuanto a sus discusiones políticas, contando actualmente
con una comisión de “formación interna”, entre otras. Si bien el espacio asambleario

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también dificulta la llegada a propuestas concretas, garantiza que todos puedan ser parte
de la toma de decisiones. Quiénes pueden participar de la UAC y quiénes no, ha sido otra
de las discusiones que se han generado en muchos de los encuentros.
Traemos a consideración una reflexión sobre la composición de las asambleas post-
2001, pero que se asemeja a la conformación “militante” de la UAC: “…Acerca de la
composición, es necesario decir que –en forma previsible- se observa una mayor
constancia en la gente que tiene o ha tenido una experiencia militante en organizaciones
políticas o sindicales. Justamente este hecho es el que suele crear tensiones en el
funcionamiento ante el siempre presente fantasma de la ¨aparateada¨, es decir, de utilizar
la fuerza de las asambleas en beneficio de tal o cual signo político…” (Rousset, 2002:93).
Este tema está muy presente en la UAC y ha generado duras discusiones ante la
presencia –explícita o no- de sectores políticos partidarios. Sin embargo, es importante
también destacar la riqueza de las personas que se acercan a estos espacios sin
conocimiento previo sobre estas cuestiones: “…No debe tomarse como dato menor la
participación de ¨vírgenes¨ políticos, que de hecho no son pocos, y que aportan la frescura
de lo nuevo en una construcción que debe resolver múltiples interrogantes bajo formas de
participación sin antecedentes...” (Rousset, 2002:93).
En cuanto a las acciones desarrolladas, en cada encuentro se planifica una acción
que permita la visibilidad de los planteos en el lugar en donde la UAC se lleva a cabo. Esta
apropiación del espacio público, también es una de las acciones que la UAC se plantea,
“…Se propone que en cada encuentro de la UAC se realice una acción en el espacio
público, acompañando la lucha de la región. Marcha, feria, exposición, etc., que nos
acerque a la comunidad; Se recomienda que se incorpore la ironía, el humor y el arte a los
planteos políticos-ambientales; Se propone que en todo encuentro de la UAC se emita un
comunicado y/o se realice una conferencia de prensa…”.335
También se ha llevado a cabo, además de las marchas realizadas en diciembre a
Buenos Aires, un Ayuno frente al Congreso Nacional, realizado en noviembre de 2008. La
juntada de firmas –por la derogación del Código de Minería y el apoyo a la Ley de
Glaciares336-, los cortes de ruta informativos y el impedimento del paso de camiones que
llevan insumos a los proyectos cuestionados –como el caso de los camiones que iban
camino a la mina “La Alumbrera” en Catamarca, y que fueron interceptados en la provincia
de Salta337- son también parte de las acciones coordinadas por la UAC.
A continuación, destacamos los acuerdos en torno a la identidad de la UAC a los
que se llegó en el último encuentro:338

 Reafirmar la horizontalidad como principio fundante y sostenedor de la misma,

 Trabajar, en cada asamblea y organización, el documento que salió de Jujuy

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como posicionamiento político de la UAC. En la próxima UAC dar un momento
específico para trabajarlo,

 Denunciar al Estado como cómplice y RESPONSABLE del Saqueo y la


Contaminación,

 Elaborar pequeños documentos de cada grupo, asamblea u organización que


participa de la UAC, para hacer circular y fomentar el conocimiento y
comunicación entre nosotros. Enviarlos por mail y llevarlos impresos a la
próxima UAC.

 Articular con Movimientos Campesinos, Indígenas, Populares y de


Desocupados, acercándose a sus luchas y sus métodos. Se plantea
concretamente el consumo de sus productos en la UAC y en ferias locales,
haciendo lo posible por incorporar a los encuentros de la UAC, el consumo de
productos autogestionados y elaborados por estas organizaciones. Avanzar en
la elaboración de una agenda de actividades comunes, a nivel regional, local,
llevando información a la UAC de con quiénes se articula en diversos lugares.
En cada encuentro de la UAC u acción mandar a compañeros y compañeras
para establecer relaciones. En el próximo encuentro de la UAC realizar talleres
con el Movimiento Campesino, Indígena, de Desocupados, para conocerse y
debatir temas que se puedan trabajar en común (Por ejemplo, bicentenario,
descolonización).
En la actualidad, existen aproximadamente 70 asambleas de base (Svampa y
Antonelli, 2009), de las cuales, un importante porcentaje son asambleas nacidas en
rechazo a la megaminería.339
Por otra parte, es importante destacar que la UAC ha potenciado la formación de
UACs “Regionales”, donde diversas asambleas que la conforman se reúnen en torno a
sus problemáticas específicas o a su cercanía geográfica.

La lucha por el territorio: autodeterminación y defensa de los bienes naturales


comunes

Ya en el 2008, una nota realizada publicada por el Diario “Página 12”, titulada “A
cinco años del grito de Esquel”, anunciaba: “…El caso Esquel marcó una bisagra en la
defensa de los bienes naturales, con referencia en 90 pueblos de trece provincias que
hoy rechazan la minería…”340. En la misma nota se desarrollaba una entrevista a tres
integrantes de la asamblea de Esquel. Al ser consultado sobre su evaluación de la

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actividad minera a nivel nacional, uno de ellos manifiestó: “…La minería avanzó porque es
política de Estado que la actividad crezca. Pasando por todos los colores partidarios, en
los últimos diez años se ha promovido la minería. Del lado del pueblo, ya somos 90 las
comunidades organizadas contra la actividad y por la defensa de los bienes
naturales…”.341
Aquí aparece la denominación, ya abordada en el Capítulo 2, adoptada por las
organizaciones socioambientales: bienes naturales comunes, en reemplazo de recursos
naturales. Como fue explicado, si bien estos conceptos podrían ser considerados como
sinónimos, el concepto de bienes comunes marca la ruptura con la idea de la naturaleza
como recurso, asociada a la mercantilización de la naturaleza, que ya ha sido cuestionada
por autores como Karl Polanyi (2006) y Donald Worster (2008). Como relata Riccardo
Petrella en su artículo “A água. O desafio do bem comum”, el agua posee un valor
simbólico que está mucho más allá del contenido material de la vida, un valor
sagrado. Según este autor, en los últimos 30 años, asistimos al surgimiento de dos
tendencias: reconocer al agua como un bien común mundial, del que la humanidad en su
conjunto sería sujeto responsable, o de tratar al agua como una mercadería, un bien
económico –definido según los principios de economía capitalista de mercado- (Petrella,
2004). En estas dos posturas que marca Petrella, se manifiesta claramente la oposición
que representa el concepto bien común a la idea de naturaleza como mercadería. Es en
este sentido que este concepto ha sido apropiado por gran parte de las organizaciones
socioambientales consideradas en este trabajo.
En la misma nota del Diario “Página 12” que mencionamos previamente, se les
pregunta a los asambleístas sobre la similitud de la lucha de Esquel con otras luchas.
La respuesta pone de manifiesto la articulación y la relación profunda entre las distintas
reivindicaciones suscitadas a lo largo del territorio nacional. “…Es un logro y satisfacción
ver escenarios de lucha como los que se dan en San Juan, Catamarca, Córdoba, Río
Negro o Santa Cruz. Hoy la minería está en un estado de debate. Les guste o no al
sector privado y político, se ha despertado una conciencia en las comunidades y
eso ya no se frena. Todas esas luchas muestran que hay una conciencia colectiva sobre
la capacidad de la participación activa, que tenemos poder contra esos tipos que están
sentados detrás de un escritorio de Canadá, Estados Unidos o Europa y quieren decidir
nuestro futuro. Hay conciencia de que podemos dar y ganar las peleas, y lo confirmamos
en cada movimiento que nace, en cada asamblea y en cada corte de ruta…”.342
Entre los aspectos más significativos de este discurso, podemos destacar la
conciencia de resistencia al avance de los megaemprendimientos en sus distintas
expresiones, así como también la identificación de los orígenes de las empresas, y las

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modalidades que adopta esta resistencia. Se establece así la relación entre las diferentes
luchas, lo que potencia la articulación entre diversas experiencias, que no se
circunscriben a la problemática minera: “…Mineras, pasteras y soja son parte del mismo
saqueo. Entre Ríos, San Juan, Chubut, Santiago del Estero y todas las provincias con
comunidades de base son partes de una misma lucha. Las represas que inundarán
territorios indígenas y campesinos se quieren construir para proveer de energía a las
mineras. El potasio que se quiere extraer de yacimientos contaminantes será utilizado para
los fertilizantes del monocultivo de soja y los agrocombustibles. Todas son formas de
saqueo y contaminación que están relacionadas…”,343 reflexionan los asambleístas de
Esquel.
El hincapié en la articulación de las diferentes luchas tiene que ver también con los
vínculos existentes entre las actividades que generan oposición. Por ejemplo, en el caso
del proyecto de extracción de sales de potasio de la multinacional “Río Tinto” – comprado
posteriormente por “Vale”,344 este potasio será exportado a Brasil y su aplicación puede
relacionarse con la expansión de la frontera agrícola en este país.345
Otro ejemplo: muchas de las represas a las que se oponen organizaciones en
diferentes países, serán fuentes de provisión de energía para la actividad minera y para
otras actividades cuestionadas, por ello es que el “Movimento de Atingidos por Barragens”
(MAB, Movimiento de Afectados por Represas), está profundizando sus vínculos con las
organizaciones que rechazan la megaminería. El MAB forma parte del Movimiento “Vía
Campesina”, una organización internacional que nuclea a movimientos campesinos de
muchos países, incluyendo, entre otros, al “Movimiento dos Trabalhadores Rurais Sem
Terra” (MST) de Brasil, a la “Coordinadora Latinoamericana de las Organizaciones del
Campo” (CLOC), y al MNCI de Argentina.346
Como vimos, el saqueo perpetrado por las empresas en complicidad del gobierno
también es denunciado por estos movimientos. Este término está presente en la mayor
parte de las luchas socioambientales latinoamericanas. Según el Diccionario de la Real
Academia Española, saqueo está asociado al “robo o apropiación de lo que hay en un
lugar”. La conquista y colonización europea del continente americano, y los mecanismos
de apropiación de la naturaleza y de los saberes de sus pueblos, son considerados
actualmente parte de un saqueo social, ambiental, económico y cultural de la América
prehispánica. Según Antonio Brailovsky (2006) la conquista ha significado un despilfarro
de vidas humanas, de testimonios culturales y de recursos naturales. Por su parte,
Eduardo Galeano, en su libro “Las venas abiertas de América Latina” relata la historia de
América Latina como una historia del saqueo, que se extiende a los mecanismos
actuales de despojo, y reconoce en las experiencias revolucionarias de nuestros días, a

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“los fantasmas de todas las revoluciones estranguladas o traicionadas a lo largo de la
historia latinoamericana” (Galeano, 2003). Asimismo, desde la teoría económica, la idea de
“economía del saqueo”, asociada a la teoría del intercambio ecológicamente desigual –
contraria a la teoría del libre cambio-, ha sido enriquecida por conceptos como dumping
ecológico y deuda ecológica.347
Retomaremos nuevamente las afirmaciones de los asambleístas de Esquel, para
destacar otro de los conceptos centrales asociados a este tema: la necesidad de otra
democracia, una democracia real y activa, es decir, participativa. “…Teníamos muy
presente lo que había pasado en el país con el 2001, la crisis de los partidos, las
asambleas, el «que se vayan todos», el descreimiento absoluto hacia la
dirigencia política. Creo que eso colaboró para que esta bomba estallara así. Sabíamos
que no podíamos confiar en la clase dirigente. La gente dejó de lado la democracia
representativa y tomó la democracia participativa…”.348
Esta democracia participativa está asociada a la noción de poder popular, entendido
como proceso a través del cual los lugares de vida (de trabajo, de estudio, de recreación)
se transmutan en célula constituyente de un “poder social alternativo y liberador”, que
permite avanzar en la consolidación de un campo contra-hegemónico (Acha et al., 2007).
Según este autor, este modo popular de intervención política, se fundamenta en la
necesidad de articular lo político con lo social, de pensar y hacer política con un
fundamento social, por lo que tiende a develar la politicidad de los conflictos,
incluso de los cotidianos. Estos planteos de democracia participativa representan así
una discusión sobre las formas de participación, que se explicitan a través de las
demandas formuladas, del discurso y de las modalidades de acción específicas.
Finalmente, es importante destacar, para el caso de las luchas contra la
megaminería, otro resultado de la movilización social: la sanción de legislación que limita
esta actividad, siendo siete las provincias argentinas que han dictado normas de estas
características. Desarrollaremos este tema a continuación.

LAS LEYES QUE SURGIERON DE LA MOVILIZACIÓN SOCIAL

La movilización social que resiste a la instalación y funcionamiento de proyectos


megamineros en diferentes provincias argentinas, ha presionado sobre los gobiernos
provinciales y en algunos casos ha impulsado la sanción de leyes que limitan la actividad.
Actualmente, siete provincias poseen este tipo de legislación, en una (La Rioja) existió y
fue derogada, y en otras se discute la pertinencia o no de las mismas. Las leyes
existentes349 hasta el momento son:

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Ley XVII-Nº 68 (antes Ley Nº 5.001/2003) de la provincia de Chubut

Prohíbe la actividad minera metalífera en la modalidad a cielo abierto y la utilización


de cianuro en los procesos de producción minera.

Ley Nº 3.981 (2005) de la provincia de Río Negro

Prohíbe la utilización de cianuro y/o mercurio en el proceso de extracción,


explotación y/o industrialización de minerales metalíferos.

Ley Nº 7.879 (2007) de la provincia de Tucumán

Prohíbe la actividad minera metalífera en la modalidad a cielo abierto y la utilización


de cianuro y mercurio en los procesos de producción minera.

Ley Nº 7.722 (2007) de la provincia de Mendoza

Prohíbe el uso de sustancias químicas como cianuro, mercurio, ácido sulfúrico, y


otras sustancias tóxicas similares en los procesos mineros metalíferos de cateo,
prospección, exploración, explotación y/o industrialización de minerales metalíferos
obtenidos a través de cualquier método extractivo.

Ley Nº 2.349 (2007) de la provincia de La Pampa

Prohíbe la utilización de cianuro, mercurio, ácido sulfúrico y toda sustancia química


contaminante en el proceso de cateo, prospección, extracción, explotación, tratamiento y/o
industrialización de minerales metalíferos, y la explotación minera de minerales metalíferos
a cielo abierto.

Ley Nº 9.526 (2008) de la provincia de Córdoba

Prohíbe la actividad minera metalífera en todas sus etapas con modalidad a cielo
abierto y de minerales nucleares tales como el uranio y el torio; y el uso de ciertas
sustancias350 en los procesos mineros.

Ley Nº 634 (2008) de la provincia de San Luis

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Esta “Ley de Preservación y Restauración Ambiental del Sector Minero”, prohíbe el
uso de sustancias químicas como cianuro, cianuro de sodio, bromuro de sodio, yoduro de
sodio, mercurio, ácido sulfúrico, ácido clorhídrico, ácido fluorhídrico, ácido nítrico, amonio,
carbonato y otras sustancias tóxicas similares en los procesos mineros metalíferos.
Algunas de estas leyes, como en el caso de las provincias de Mendoza y de
Córdoba, han sido acusadas de “inconstitucionales” por empresas y sectores mineros, y
actualmente se está llevando a cabo el juicio correspondiente entre estos sectores y los
gobiernos provinciales.351
En otros casos, como el de la provincia de La Rioja, la sanción de esta legislación
está influenciada por oportunismos políticos y/o desmovilizó a la sociedad, sin cuyo
respaldo no hubieran sido posibles. Como consecuencia de ello, el ámbito legislativo es
sólo uno de los frentes de disputa de estas organizaciones,352 que se mantienen alertas a
pesar de la existencia de estas leyes que prohíben o limitan la actividad minera.
A continuación profundizaremos en el caso Riojano, que es una manifiesta evidencia
de las limitaciones de la legislación en un marco donde prima el oportunismo político y la
demagogia.

353
La derogación de las leyes que limitaban la megaminería en La Rioja

En el caso de La Rioja, la Ley provincial Nº 8.137 (2007), vetada por el gobernador


Luis Beder Herrera, prohibía la explotación minera a cielo abierto con técnicas
correspondientes al proceso de lixiviación con cianuro, mercurio y/o cualquier otra
sustancia contaminante.
En marzo de 2007, el entonces gobernador de La Rioja, Angel Maza, fue suspendido
de su cargo, siendo finalmente destituido al mes siguiente, acusado de mal desempeño de
sus funciones y de irregularidades en la cesión de tierras fiscales. En aquel entonces, el
actual gobernador, Luis Beder Herrera, era vice-gobernador, y aprovechó estos incidentes
para ascender al cargo de gobernador. Haciéndose eco de la movilización anti-minera –
siendo el kirchnerista Maza ferviente defensor de la megaminería-, en marzo del 2007
impulsó la promulgación de la Nº 8.137, junto con la Nº 3.138 (2007), que convocaba a
una Consulta Popular de resultado vinculante “…a los afectos de que el pueblo de los
departamentos de Chilecito y Famatina, se expida afirmativa o negativamente por la
explotación minera a cielo abierto, utilizando sistemas de lixiviación con cianuro y/u otra
sustancia que provoque contaminación en el territorio de dichos departamentos...”. Otra de
las leyes sancionadas, la Nº 8.139 (2007), creaba una Comisión Investigadora, con el fin
de aclarar todo lo relacionado con el Acuerdo suscripto en el año 2005 entre “Yacimientos

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Mineros Riojanos S.A.” (YAMIRI) y la Multinacional “Barrick Argentina S.A.”, mediante el
cual se le otorgaban derechos exclusivos de exploración y explotación sobre el “Proyecto
Famatina”.
Para entender el contexto, es importante destacar que paralelamente a estos
acontecimientos, desde el 8 de marzo de 2007, pobladores riojanos de las localidades de
Famatina y Chilecito instalaron un corte en “Peñas Negras”, para cortar el paso de la
minera “Barrick Gold” a su campamento minero. “Barrick Gold” planeaba llevar adelante la
explotación de oro en el cerro “Famatina”, considerado fuente de agua y de gran valor
simbólico por los habitantes de la zona. Este corte hizo que, unos meses después, la
empresa se viera obligada a abandonar su campamento. Sin embargo, las demandas
legales,354 las jugadas políticas y la presión sobre los asambleístas estuvieron a la orden
del día en La Rioja.
En este sentido, una vez gobernador, en agosto de 2008, el propio Beder Herrera
derogó dichas Leyes y fomentó la inversión minera en la provincia. La promulgación y
posterior derogación de estas leyes, “…ponía en evidencia lo que fuera tan sólo una
maniobra oportunista de Luis Beder Herrera para hacerse cargo de la gobernación
valiéndose del discurso ambientalista y de la promesa de sanción de las leyes que vetaran
la minería contaminante, a fin de ganar la opinión pública en contra de su antecesor
Maza…” (Giarracca y Hadad, 2009:243).355
Posteriormente, se inició la persecución y el ejercicio de la violencia sobre los
vecinos de Famatina y Chilecito, dispuestos a mantener el corte de “Peñas Negras” hasta
las últimas consecuencias. A raíz de estos hechos, la solidaridad reflejada en el ya
mencionado lema de la UAC: “tocan a uno y tocan a todos”, se materializó ante la agresión
que sufrieron l@s autoconvocad@s de Famatina en el corte de “Peñas Negras”, el 14 de
abril de 2009, por parte de funcionarios de minería y medio ambiente de la provincia de La
Rioja.356 En referencia a estos hechos, durante el noveno encuentro de la UAC, en la
provincia de San Juan, una de sus integrantes se dirigió a todas las organizaciones
presentes, afirmando lo siguiente: “…voy a aprovechar este momento para agradecerles,
en nombre de todas las asambleas riojanas, y del pueblo de La Rioja, en especial de
Chilecito y Famatina, por todo el apoyo que hemos recibido, tanto en la represión del 19 de
febrero como para el pasado 14 de abril. Créannos, que nos hemos sentidos muy
acompañados, y nos han dado una fuerza increíble, que aun con las costillas doloridas y
todas golpeadas, la mayoría mujeres, sentíamos esa fuerza que ustedes nos mandaban
desde la distancia, desde todas las provincias. Hubo un momento en que esos teléfonos
no dejaban de sonar, y por ahí no sé quien nos llamaba, por ahí respondíamos y no
escuchábamos nada porque estábamos en las comisarías, o nos estaban revisando los

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médicos, o estábamos respondiendo y agradeciendo a todo el pueblo, porque Famatina se
levantó en una verdadera pueblada…”.357
Actualmente, dos autoconvocadas de Famatina, que fueron agredidas en el Corte de
“Peñas Negras” aquel 14 de abril, están imputadas en una causa por agresión a
funcionarios de medio ambiente y minería de la provincia de La Rioja.358 Ya los
hechos de febrero dieron lugar a que el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel,
escribiera una carta al gobernador de La Rioja, ante los escandalosos hechos de represión
y opresión sufridos por los asambleístas de dicha provincia: “…Desde el 8 de marzo de
2007, ciudadanos riojanos mantienen un corte pacífico a 2000 metros de altura, su
¨Barrera de la Vida¨, símbolo de la vigilancia continua del pueblo y de su voluntad
de defender sus bienes comunes. Este corte sólo impide el paso de la multinacional
Barrick Gold, la cual quiere implementar un proyecto de explotación minera en el
Famatina. Este cerro, además de contribuir a la belleza del paisaje, es fuente de vida:
sus nieves aportan el agua indispensable para los habitantes de la región, para sus
animales, para sus cultivos. Nos preocupa la criminalización creciente de la protesta
social en La Rioja, mientras que la libertad de expresión es un derecho fundamental
de todos los ciudadanos, amparado por la Constitución Nacional. Las Asambleas
Ciudadanas Riojanas mantuvieron siempre una posición de no-violencia activa y de
protesta pacífica. Un ejemplo claro de eso fue durante el desfile de aniversario del pueblo
de Chilecito, hace unas semanas: mientras lo único que querían era repartir frutas,
símbolos de la riqueza de la tierra y de los dones del agua del Famatina, su gobierno
ordenó la represión de los asambleístas, incluyendo mujeres y niños...”.359
A pesar de los hechos, las Asambleas Riojanas siguen organizadas y participando de
los encuentros de la UAC. Al cierre de este trabajo, también las Asambleas de la provincia
de Catamarca, que mantenían un corte que impedía sólo el paso hacia el proyecto minero
“Agua Rica”, sufrieron una violenta represión.
La articulación existente a nivel nacional permite que estos hechos sean conocidos
por todos los movimientos socioambientales de Argentina y que tengan más repercusión
en la opinión pública.
Por lo antes mencionado, todo indica que los conflictos socioambientales en
Argentina tienden a aumentar, ante los hechos de tensión y violencia comentados, que son
observados por las organizaciones de todo el país. Paralelamente, como también
comentamos, estos sucesos están cobrando mayor visibilidad, gracias principalmente
a la resistencia de los pueblos de diversas provincias, y al trabajo de algunos
periodistas comprometidos con el tema y a los medios alternativos.

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REFLEXIONES DE LA SEGUNDA PARTE

En esta Segunda Parte observamos cómo los recursos minerales pasaron, de ser un
bien estatal estratégico, a ser un foco de inversiones, principalmente de empresas
extranjeras. Este cambio se produjo en la década de los ´90, en la que el modelo
neoliberal en la Argentina alcanzó su mayor expresión.
Paralelamente a la legislación que favoreció las inversiones en el sector minero,
también se fueron sancionando, en la década de los ´90 y durante la del 2000, toda una
serie de leyes ambientales, que incorporaron la evaluación ambiental de las actividades
humanas -entre ellas las extractivas-, y la información y participación social en la gestión
del ambiente, entre otras cuestiones. Esta legislación ambiental fue uno de los resultados
del debate internacional sobre la problemática ambiental que se inició en la década de los
´70, en cuyo transcurso posterior fue repensándose incluso la noción de desarrollo, al
hacerse escuchar, cada vez con mayor fuerza, la voz de los países “menos desarrollados”
en el debate.
En este sentido, intentamos describir a lo largo de esta Segunda Parte el marco
regulatorio de la actividad en cuestión. Observamos cómo la legislación en materia
ambiental fue ampliando las posibilidades de intervención social en los procesos de toma
de decisiones. La megaminería no tardó en desatar conflictos socioambientales, siendo
Esquel el que marcó el precedente argentino. Como un reguero de resistencias, fueron
surgiendo diversas movilizaciones sociales, muchas de las cuales dieron origen a
legislación que restringió las posibilidades de llevar a cabo proyectos megamineros. Como
ejemplo de ello, se detalló la Ley provincial (Nº 7.722) y las Ordenanzas departamentales
sancionadas en Mendoza con esa finalidad, las que se sumaron a las existentes en otras
provincias argentinas, también productos de una importante movilización social.
En relación a esta última, se desarrolló en esta Segunda parte, la crisis profundizada
en la década de los ´90, su visibilización en la década siguiente, y su impronta en el
movimiento socioambiental, a fin de contextualizar regional y nacionalmente a nuestro
estudio de caso.
“…El esfuerzo que debimos realizar no fue considerado en nuestros cálculos
iniciales…”, destaca Javier Rodríguez Pardo en su libro sobre las movilizaciones en
oposición al repositorio nuclear de Gastre (Rodríguez Pardo, 2006:9). Esta afirmación
puede trasladarse actualmente a cada una de las organizaciones que conforman la UAC.
Muchas de ellas, surgieron de un problema puntual –la instalación de una empresa
minera, el avance de los monocultivos, la contaminación de un río, entre muchos otros. Sin
embargo, con el paso del tiempo, la búsqueda de información y la interacción con otras
organizaciones, han avanzado en la toma de conciencia sobre la complejidad de los

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problemas ambientales, y de su inherente relación con los aspectos sociales, políticos y
culturales, entre otros.
No es fácil determinar el número de organizaciones ni de integrantes de cada una de
ellas pero, como ya fue destacado por Almeyra (2004), la importancia no reside en su
número sino en la existencia de esta experiencia, que refleja la impronta de las
características locales, que politiza o discute la falta de politización, y que cambia
radicalmente la subjetividad de sus integrantes y de su entorno.
En este sentido, este movimiento, que articula luchas antiguas y recientes, ha
adoptado el formato asambleario, horizontal, donde la democracia directa es puesta en
360
práctica, con sus ventajas y sus limitaciones. Es en estos espacios en donde muchos
argentinos han descubierto su capacidad de participar en la toma de decisiones.
Asimismo, estos encuentros han tenido la capacidad de reunir a sectores sociales que
hasta el momento no se habían vinculado entre sí. Con una predominante composición de
clase media, estas organizaciones se articulan con movimientos campesinos e indígenas,
movimientos piqueteros y de derechos humanos, entre otros. Parafraseando a Guillermo
Almeyra (2004), se reflejaron en las calles los cambios subjetivos de vastas capas de las
clases medias, que buscaron aparecer en primera persona como sujetos de cambio.
Las características antes mencionadas demuestran las similitudes existentes entre
las asambleas post-2001 y las socioambientales, e incluso, cómo la crisis de
representatividad y la desconfianza en el sector político-gubernamental, corre en paralelo
a la creación de instancias participativas de base, que debaten, entre otras cuestiones, el
derecho a elegir el modelo de desarrollo –y la forma de vida- que cada comunidad desea.
La soberanía popular sobre el territorio se plantea así como una de las principales
reivindicaciones de los movimientos socioambientales, en rechazo a un modelo impuesto
por empresas y gobierno.
En conclusión, en la Primera Parte de esta tesis destacamos cómo estos procesos
sociales son acompañados académicamente -con nuevas concepciones sobre la gestión
ambiental y la participación-, y desde la realidad misma de los países -con el resurgimiento
de diversos movimientos y grupos que reclaman una toma de decisiones más horizontal y
un desarrollo acorde a sus necesidades-. Sumado a ello, vemos en esta Segunda Parte
cómo la sanción de determinada legislación también forma parte de la puja de intereses y
relaciones de poder que se establecen entre los grupos en conflicto.
A la luz de esta realidad, se hace necesario el cumplimiento de la legislación
existente, y la modificación de aquella que no se adecúe a la cultura de cada comunidad.
Por ejemplo, la Ley provincial de Ambiente de Mendoza –Nº 5.961- contiene los elementos
que proveen que todos los procedimientos ambientales sean de carácter público,
instalando así un sistema de control cruzado -administrativo y judicial- al que se incorpora

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el control social mediante la participación. Se trata de un ejemplo que permite que el
cumplimiento de la ley sea garantizado por un sistema, y que no quede supeditado a las
decisiones de los funcionarios públicos.
Sin embargo, la puesta en práctica de estos procesos no se lleva a cabo sin
dificultades. Sumado a ello, estamos en un país donde la desconfianza en el gobierno y
sus posibilidades de control sobre los proyectos megamineros también juegan un papel
fundamental en estos conflictos. Durante años, las grandes empresas mineras
desconfiaron de la seguridad de sus inversiones en el país, y la legislación sancionada en
los años ´90 se la garantizó. Posteriormente, muchas comunidades rechazaron la actividad
y reclamaron su prohibición, su control, y/o su poder de decidir sobre el tipo de desarrollo
que desean. Estos aspectos son mucho más complejos y su garantía depende de la
horizontalidad y participación en la toma de decisiones. Esta participación, permitió ir más
allá de las leyes establecidas: se cuestionó la actividad y se impulsó la sanción de nuevas
leyes. Puede decirse entonces que el conflicto fue la explicitación de la voluntad popular, y
que las leyes sancionadas fueron la respuesta institucional al reclamo.
Otro aspecto que es importante considerar, es que la aplicación de las leyes en la
gestión ambiental requiere una interpretación razonable de las normas, así como
también una interpretación integral del ordenamiento jurídico, a fin de despejar la
incertidumbre cuando es posible, y de incorporar el principio precautorio cuando no lo
sea.
Ante estos proyectos, el gobernante y los legisladores deben evaluar el
mérito, oportunidad o conveniencia de los mismos, considerando el contexto social en el
que esta actividad planea insertarse. En el caso de Mendoza, la cultura “de oasis” del
mendocino, vinculada al agua y a la montaña, ha constituido un gran obstáculo para la
instalación de la megaminería. Y este aspecto no puede ser dejado de lado a la hora de
evaluar su conveniencia. Incluso la nueva Ley de Ordenamiento Territorial de la provincia
de Mendoza –Nº 8.051- plantea la construcción participativa del modelo de Mendoza
deseado. En estos ámbitos también deben ser considerados los conflictos
socioambientales, que reflejan la percepción de incompatibilidad entre determinadas
actividades productivas y/o extractivas.
Paralelamente, para garantizar que los procesos de evaluación ambiental de
cualquier proyecto se lleven adelante con las garantías necesarias, se necesita además un
sector de ciencia y técnica confiable. Como veremos especialmente en el Capítulo 9,
para el caso analizado, la baja calidad científica de los IIA presentados por estas
empresas también ha potenciado el conflicto.
Por otra parte, la multiplicación de organizaciones de carácter asambleario, que
reivindican la horizontalidad, la construcción colectiva y la recuperación de los espacios

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públicos, entra en disputa con los espacios de participación representativa, deslegitimados
por la desconfianza en los “representantes del pueblo”. Las asambleas vienen desde hace
décadas propiciando un cambio del concepto de política, alejado de la política partidaria, y
más relacionado a la noción de ser político en el sentido de ser partícipe en la toma de
decisiones. Igualmente, la participación o no en el espacio político-partidario, como fue
comentado en esta Segunda Parte, es otro de los temas que se discuten en algunas
asambleas socioambientales.
Considerando lo dicho hasta aquí, puede afirmarse que quienes clasifican a estas
361
movilizaciones como “movimientos NIMBY” , lo hacen desde un reduccionismo que
desconoce el camino recorrido entre su origen y la actualidad, la diversidad de temas que
abordan en sus luchas y la solidaridad inter-asamblearia que las une.
Estos movimientos están ganando legitimidad, y actualmente organizaciones de
362 363
derechos humanos y redes de asistencia jurídica están prestando sus servicios a
estas comunidades, algunas de las cuales, como en el caso de La Rioja, están sufriendo,
364
como consecuencia de su resistencia, acciones de criminalización y violencia.
¿Hacia donde va este movimiento? Es difícil arriesgar una proyección a futuro sobre
este fenómeno reciente que reivindica luchas históricas, y que aun tiene mucho por
construir y debatir a su interior. En palabras de Eduardo Galeano: “La utopía está en el
horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos
más allá. ¿Entonces para que sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.”

TERCERA PARTE:

MINERÍA, CONFLICTO SOCIOAMBIENTAL Y MOVILIZACIONES EN LA PROVINCIA


DE MENDOZA

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“…Me sentí con más obligación de estar defendiendo nuestro lugar, especialmente nuestras
aguas, nuestra cordillera, que todos los días, siempre me gustó mirarla porque siempre me
habla, me dice como va a estar el tiempo, si va a llover, si va a hacer frío, si va a nevar…y
también cuando se refleja el sol…todas las mañanas, cuando la cordillera está nevada es un
espectáculo hermoso, siendo que lo veo de chico pero me sigue gustando porque es una
belleza…”
Vecino Autoconvocado de San Carlos

El conflicto en torno a la actividad minera en la provincia de Mendoza debe ser


considerado dentro del contexto nacional abordado en la Segunda Parte de este trabajo, y
en un contexto provincial donde priman las dudas y la incertidumbre sobre el futuro de esta
actividad.
En una provincia árida, en la que el agua es considerada un bien escaso que ha
forjado la cultura mendocina, donde el cambio climático es una amenaza que se ciñe
sobre sus actividades y donde la gestión de este recurso está pasando por una gran crisis,
la megaminería no logra abrirse camino sin generar conflicto.
En Mendoza las movilizaciones en rechazo a la megaminería alcanzaron visibilidad
en 2005, pero sus orígenes se remontan al año 2003, en el departamento de San Carlos.
La oposición de la población de este departamento mendocino a un emprendimiento
minero de cobre y oro que pretendía desarrollarse en las cercanías del área natural
protegida “Laguna del Diamante”, se vio cristalizada en el apoyo a la sanción de una ley de
ampliación de dicha reserva. Esta ley dejó al proyecto dentro del área protegida, donde el
desarrollo de ese tipo de actividades está prohibido. Mas allá de la ley, sancionada gracias
al apoyo y movilización del pueblo de San Carlos y del Valle de Uco,365 la población se
organizó para continuar desarrollando acciones en defensa del agua y en oposición a la
megaminería, surgiendo del conflicto los Vecinos Autoconvocados de San Carlos que, 6
años después, siguen movilizados, y se han transformado en el referente provincial de la
lucha por el agua, y contra la megaminería “contaminante, saqueante y secante”. También
se organizaron los Autoconvocados de Tunuyán y la Asamblea por los Derechos
Cívicos y Ambientales de Tupungato (ADECAT).
Posteriormente, fue en los departamentos de Alvear y de San Rafael, donde en el
año 2006 también se produjeron movilizaciones en rechazo a proyectos mineros en el sur
de la provincia, llevadas adelante por la Multisectorial de General Alvear, los
Autoconvocados de Punta de Agua y la Asamblea del Pueblo de Alvear. Por su parte,
en San Rafael también existían previamente grupos organizados que reclamaban la
remediación de los pasivos ambientales y rechazaban la reapertura de la mina de uranio
“Sierra Pintada”, como la Multisectorial del Sur y ¿Uranio? No Gracias.

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A fines de 2006 las organizaciones de General Alvear, San Rafael y Valle de Uco
realizaron un Ayuno y Actividad Cultural en los alrededores de la Legislatura provincial, en
la ciudad de Mendoza, capital de la provincia, donde se estaba tratando una ley que
suspendería el otorgamiento de derechos mineros en la provincia hasta tanto Mendoza no
contara con un plan ambiental. Esta ley, sancionada por la legislatura, fue posteriormente
vetada por el entonces gobernador de la provincia. Ante éstos hechos, en diciembre se
organizó la Asamblea Popular por el Agua del Gran Mendoza,366 y ésta y los grupos ya
existentes se articularon en la Asamblea Mendocina por Agua Pura (AMPAP). La
AMPAP es un espacio donde los diversos grupos que rechazan la megaminería en
Mendoza coordinan sus acciones y planifican estrategias de lucha, más allá del
reconocimiento de la autonomía que cada grupo posee. Fueron estas asambleas, grupos
de vecinos autoconvocados y otras organizaciones las que, a mediados de 2007,
impulsaron la sanción de la Ley provincial Nº 7.722, que prohíbe el uso de ciertas
sustancias tóxicas en la actividad minera.
Durante el año 2008 fueron sumándose a la AMPAP organizaciones de otros
departamentos: la Asamblea por el Agua Pura de Lavalle y la Asamblea de
Vecinos Autoconvocados de Uspallata. El formato asambleario es el elegido por estos
grupos surgidos en los últimos años, instalando así nuevas formas de participación y toma
de decisiones que, como fue explicado en el Capítulo 5, retomaron las modalidades
adoptadas desde mediados de los años `90 y, principalmente, luego del 2001.
Tal como fue expresado en el diario provincial “Los Andes”: “…En Mendoza, minería
y conflicto son casi sinónimos en los últimos años…”,367 y ante el avance de las
empresas, se organizan nuevos espacios de resistencia.
Al cierre de este trabajo, el Gobierno Provincial enfrenta el juicio de 10 empresas
mineras que demandan la inconstitucionalidad de la Ley Nº 7.722. Por otra parte, el
gobierno le otorgó durante el 2009 la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) –es decir, el
permiso ambiental que permite iniciar la explotación- al primer proyecto minero a gran
escala que se localizará el la provincia: “Potasio Río Colorado” (PRC), de la empresa
minera “Vale”. Se trata de una explotación de sales de potasio en el departamento de
Malargüe, al sur de la provincia, que cuenta con una DIA otorgada con más de 100
condicionamientos.
Durante el mismo año, el inicio del proceso de Evaluación de Impacto Ambiental
(EIA) del proyecto minero “San Jorge” -de minería metalífera de cobre, oro y plata- de la
empresa minera “Coro Mining”, ha puesto en alerta a todas las organizaciones que se
oponen a la megaminería en la provincia, quienes consideran a este proyecto como la
“punta de lanza” contra la Ley Nº 7.722. La baja calidad científica del Informe de Impacto
Ambiental (IIA) presentado por la empresa, y el accionar de la misma en Uspallata, la

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localidad más cercana al proyecto, han generado la oposición tanto de la población local,
como de diversos organismos científicos y organizaciones de la sociedad civil. Esta es la
situación del conflicto en torno a la megaminería en Mendoza a fines del año 2009, al
cierre de este trabajo.

CAPÍTULO 6: PERFIL HISTÓRICO Y PRODUCTIVO DE UNA PROVINCIA CUYANA:


ENTRE EL DESARROLLO AGRÍCOLA Y LA INCURSIÓN EN LA MINERÍA

“…Se trata de mega

minería; Es contaminante;

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Está protegida con exenciones

fiscales; No hay control estatal

eficiente;

No hay transparencia política;

Descreimiento en las opiniones

científicas.

La defensa del agua es el eje…”


368
Aldo Rodríguez Salas (2009)

MENDOZA DESDE SU HISTORIA PRODUCTIVA

Los primeros asentamientos en lo que hoy es el espacio mendocino se realizaron a lo


largo de los cursos fluviales, debido a su alta dependencia del recurso agua. Antes de la
llegada de los españoles fueron dos los grupos allí radicados: los “Huarpes” al norte y los
“Puelches” al sur. Los primeros se asentaron principalmente en los valles de Güentota
(actuales ciudades de Mendoza y Luján de Cuyo) y Uco (actuales departamentos de San
Carlos, Tunuyán y Tupungato), mientras que los segundos habitaban hacia el sur del río
Diamante. Estos grupos desarrollaron un sistema de irrigación, desviando las aguas de los
ríos Mendoza y Tunuyán con pies de gallo y taludes y conduciéndolas a través de canales
(DGE-GM).369 Dado el carácter pacifico y organizado de estas poblaciones, fueron
incorporadas por los conquistadores bajo el sistema de encomiendas (Ferrer, 1963).
Entre el siglo XVI y fines del siglo XVIII se dio lo que Aldo Ferrer denomina “etapa de
las economías regionales de subsistencia”, caracterizada por la existencia de varios
complejos económico-sociales, en las distintas regiones del país, que producían
básicamente para el consumo interno y a muy bajos niveles de productividad (Ferrer,
1963). En la primera etapa del período colonial, lo que hoy es la Nación Argentina
dependía del Virreinato del Perú y el territorio provincial estaba ligado a la Audiencia
General de Chile. Mendoza, fundada en 1562, contaba con una posición estratégica en el
sistema de comercio y comunicaciones del extremo sur del continente.370
La relevancia de esta unidad administrativa consistió en la consideración como un
todo de las regiones comprendidas a ambos lados de la cordillera, por lo que las
actividades productivas estuvieron determinadas por las necesidades chilenas, siendo
rentables la producción de pasturas y ganado (DGE-GM).371 Los primeros asentamientos
de población europea provinieron de Chile a mediados del siglo XVI, y junto con estas

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primeras corrientes inmigratorias se introdujeron en la región los cultivos y la hacienda que
habrían de desarrollarse posteriormente. La principal actividad se desenvolvió en torno a la
producción agropecuaria. Se explotaron bajo riego los valles de las planicies orientales y la
producción se concretó en la vid y los frutales. Los pastos secos y las pasturas en la zona
de riego dieron pie a la producción de ganado bovino, ovino y caballar. Cuyo exportó al
litoral y a las otras regiones argentinas principalmente vino, alcoholes y frutas secas
(Ferrer, 1963).
La creación del Virreinato del Río de la Plata a fines del siglo XVIII reestructuró esta
división administrativa transfiriendo toda la región de Cuyo a esta unidad con asiento en
Buenos Aires. A partir de esta instancia, se fortaleció la relación con la ciudad porteña, sin
que ello significara una disminución de los flujos hacia y desde Chile. Como ya fue
mencionado, durante el período colonial dominó en Mendoza el cultivo de trigo, vid y
frutas, y comenzaron a elaborarse harinas, vinos y frutas secas. Estos productos se
vendían en primera instancia a Chile y al norte, destacándose los núcleos del
noroeste como los más dinámicos de la época y luego a Buenos Aires y el litoral. La
vitivinicultura se convirtió en el principal generador de riquezas y su principal mercado era
Buenos Aires.
Una característica definitoria de las actividades agrícolas estuvo y está dada por la
necesidad de riego. Como afirma Guillermo Flichman (1982) sin riego, la zona es un
desierto. Este aspecto es destacado también por Rodolfo Richard Jorba: “…por estar
situadas (Mendoza y San Juan) en la diagonal árida sudamericana, han estructurado sus
economías en oasis agrícolas construidos y organizados por ciudades, en los que se
concentra la población y se desarrollan los aspectos fundamentales de su vida social y
económica…” (Richad-Jorba, 2006:21).
Con la apertura del Río de la Plata para el comercio colonial, y la importancia
creciente de la ganadería del litoral como actividad orientada a la exportación, la
producción de cueros y otros productos de la ganadería constituyeron una actividad que se
fue integrando al mercado mundial. Este hecho, unido a la liberalización del régimen
comercial español y a la independencia en 1810, permitió que el puerto de Buenos Aires
pudiera aprovechar su ubicación geográfica y se convirtiese en punto de intermediación
del comercio exterior. Por otra parte, en relación a la situación de las otras regiones de lo
que hoy es Argentina, el nuevo papel de Buenos Aires enfrentó en medida creciente a las
economías regionales prácticamente autosuficientes del interior con la competencia de la
producción importada del exterior (Ferrer, 1963).
Respecto a Mendoza, en este período, la actividad vitivinícola sufrió las
consecuencias de la nueva estrategia económica de las autoridades coloniales. Antes de
la independencia, América Latina actuaba como proveedora de metales preciosos y

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materias primas, o proporcionando mercados de consumo. Le estaba vedada otra forma
de crecimiento o de utilización de sus recursos (Brailovsky y Foguelman, 2006). También
razones de índole internacional, como el libre comercio borbónico, las guerras de la
independencia, las guerras civiles, la desprotección aduanera y la importación de vinos de
calidad superior, modificaron la economía mendocina, provocando la desaparición de los
viñedos372 y la proliferación de la alfalfa, que servía para el engorde y tenía a Chile como
principal mercado consumidor. Es decir que “…a lo largo del siglo XIX y hasta mediados
de la década de 1880, las producciones giraban en torno a la alfalfa, los cereales, el
viñedo y los frutales, cultivos de raíz colonial que constituyeron la agricultura de los
oasis…” (Richard-Jorba, 2006:22)
El modelo de acumulación basado en una agricultura mayormente subordinada al
engorde de ganado para su exportación a un mercado único, localizado en el Valle Central
y en el Norte Chico chilenos, y en una producción de cereales y harinas destinada a ser
trocada por ganado en las zonas de cría del este del país, se expandió en consonancia
con la demanda -principalmente de vacunos- del mercado trasandino, y al calor de cierta
autonomía política de las provincias de Mendoza y San Juan, no sujetas todavía a un
poder central que sólo se consolidaría partir de 1880. Posteriormente, la depresión
internacional de 1873, que afectó profundamente a Chile, la extensión de la soberanía del
moderno Estado Argentino sobre los espacios patagónicos y del noreste –luego de las
campañas contra los pueblos originarios- y la rápida integración económica del territorio
nacional, determinaron la reorientación productiva regional y el establecimiento de otro
modelo de acumulación, plenamente capitalista, motorizado por la vitivinicultura (Richard-
Jorba, 2006).373 “…Se debe destacar como un hecho positivo que la reconversión
productiva de las décadas de 1870/1880 transformó a la provincia permitiendo, en primer
lugar, su incorporación al modelo agroexportador de finales del siglo XIX y, en segundo
lugar, un importante crecimiento de su economía que acompañó la evolución del mercado
interno. Este modelo sacó a la provincia de un estancamiento económico importante que
se había generado por la crisis del modelo ganadero exportador y de agricultura
subordinada (como lo denominó Richard-Jorba) y le permitió diferenciarse del resto de las
provincias de la región cuyana…” (Cerda, 2009:219).
Con la conformación de la República Argentina, y la posterior llegada del ferrocarril y
de inmigrantes europeos con experiencia en labores agrícolas a fines del siglo XIX,
dejaron de ser rentables para Mendoza las pasturas y el ganado y comenzó a crecer
vertiginosamente el cultivo de la vid y la producción de vinos, determinando una nueva
especialización productiva para la provincia (DGE-GM).374 En cuanto al ferrocarril, este fue
el nexo de comunicación exclusivo entre los centros de producción regional de vinos y
frutas y los mercados de consumo de las provincias interiores y el litoral con sus grandes

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concentraciones urbanas. Incluso formó parte de las principales cuestiones de las que se
ocuparon los empresarios vitivinícolas –integrados en el “Centro Vitivinícola Nacional”-,
quienes interactuaron con las compañías ferroviarias – especialmente el ferrocarril de
Buenos Aires al Pacífico- preocupados por alentar el consumo y abaratar los costos de
transporte (Ospital, 2004).
Fue así como en Mendoza se remplazaron los alfalfares -símbolo de un sistema
productivo orientado al mercado chileno- que ya no podían competir con las mejores
condiciones de la región pampeana, por viñedos destinados a producir principalmente
vinos para Buenos Aires y el litoral. A esto se sumó la promulgación de la “Ley de Aguas”
en 1884, hecho que permitió un mejor uso del recurso hídrico y una organización que
facilitó la expansión y mejora de los cultivos. Comenzó de esta manera a subdividirse la
tierra en pequeñas parcelas de viñedos frente a las antiguas y enormes extensiones de
trigo y alfalfa. La vid comenzó a cultivarse bajo criterios marcadamente capitalistas, con lo
que aparecieron cada vez más bodegas como motores de la producción de vid, y se hizo
dominante el binomio bodega-viñedo en los oasis mendocinos (DGE-GM).375
En el período 1880-1914 la provincia de Mendoza se adaptó y se incorporó al modelo
agro-exportador de materias primas pampeanas. Esta incorporación, basada en la
producción de vinos destinada al mercado interno, le permitió tener un lugar importante en
el entramado político e institucional de la Argentina moderna. Pero desde comienzos del
siglo XX la economía provincial comenzó a mostrar algunos indicios de inestabilidad
asociados a las crisis recurrentes de sobreproducción y subconsumo que afectaron a la
vitivinicultura (Cerdá, 2009).376
La producción vitivinícola sirvió como correa de transmisión al desarrollo provincial,
permitió a la provincia diversificar su tradicional mono-producción vitivinícola, a la vez que
crecía el consumo interno. Al comienzo la diversificación se dirigió principalmente
hacia las industrias de conservas de alimentos, apoyadas por la política provincial y
nacional. En 1931 y con la intervención del Estado, surgió con gran dinamismo la
producción petrolífera. También se desarrolló la industria química, y en sintonía con el
país, crecieron las industrias livianas destinadas al mercado interno (DGE-GM).377
También resulta indiscutible el peso de la inmigración europea en la expansión del
viñedo, en la elaboración de vinos y en el surgimiento de un “brote industrial” destacado en
la metalurgia y la tonelería (Richard-Jorba, 2006). Se trató de industrias inducidas y
derivadas, en muchos casos artesanales más que industriales. Se abrieron en Mendoza y
San Juan talleres asociados con la reparación y producción de bienes para la vitivinicultura
moderna. Mendoza superó a San Juan en la cantidad de talleres, hecho vinculado a la
mayor extensión cultivada de vid, a la preponderancia en el número de bodegas y
destilerías industriales y a su mayor peso demográfico, que acompañaron el rol

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organizador del espacio que asumió el núcleo mendocino (Pérez Romagnoli, 2006).
Este modelo económico que había determinado ese sistema de producción fue
reemplazado de manera tajante a partir de 1976, con el inicio de la etapa de
“modernización periférica”. El gobierno militar implementó una política de apertura
económica y liberalización financiera. Pero sus consecuencias no trajeron de la mano las
necesarias ganancias de competitividad, floreciendo la especulación financiera y el
endeudamiento externo. En esos años, buena parte del aparato productivo se vio
seriamente afectada y sólo una pequeña parte del sector industrial logró reconvertirse
eficientemente. La producción industrial cayó fuertemente y se perdieron numerosos
puestos de trabajo (Guadagni, 2000). Esta situación generó una contracción del mercado
interno e incremento la crisis que sufrían las industrias que quedaban en pie, debido al
bajo consumo nacional.
Hacia los ´90 se profundizaron las medidas impulsadas durante el gobierno militar,
basando el modelo en cuatro pilares: apertura ilimitada al comercio internacional, aumento
de las inversiones privadas, apoyo a la entrada de capitales financieros internacionales y
flexibilidad laboral y de los marcos regulatorios. Con esto se fomentó la privatización de
sectores económicos estratégicos, como por ejemplo el ferrocarril. Además, debido al alto
valor impuesto al peso con relación al dólar, cerraron todas las industrias que no podían
competir con productos importados que llegaban a precios muy bajos.
La ola de inversiones de los ´90 se difundió hacia todo el territorio, pero
especialmente en el interior, donde estaban localizados los recursos naturales y no
en las grandes ciudades, donde históricamente se había concentrado la industria por estar
orientada al consumo interno (Guadagni, 2000).
En canto al modelo vitivinícola que caracterizó a esta economía regional, los
profundos cambios arrancaron en la década de 1980, al compás de fuertes inversiones
nacionales y del exterior destinadas a definir un nuevo perfil de la trama productiva. Estos
cambios se perpetuaron en la década siguiente, caracterizándose por la extranjerización.
En la década del 2000 se acentúa el proceso de transformación, con un acelerado proceso
exportador, que tuvo como ciertos aspectos relevantes: por un lado, un ascenso en la
radicación de capitales extranjeros y de grupos concentrados de la actividad o de otras
actividades productivas en los distintos eslabones de la cadena productiva y; por el otro, la
incorporación de tecnología altamente sofisticada para la producción de uva fina, manejo
especial de su cuidado, de los métodos de regadío y de las técnicas de cosecha, entre
otros. Todo ello, basado sobre un extenso listado de procesos económicos, sociales y
378
ambientales que afectaron diferencialmente a los productores agrícolas. “…Ha ido
impactando fuertemente sobre la supervivencia de los viñateros de menor dimensión y
poder negociador durante todo el proceso de transformación tecnológica y económica de

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la cadena vitivinícola. Este fenómeno queda claramente identificado con la constante
desaparición -o el peligro cierto de que ello ocurra- de una franja mayoritaria de tales
productores…” (Rofman et al., 2008:111).

MENDOZA Y SU “CULTURA DEL AGUA”

El 70% del territorio argentino es zona árida o semiárida, incluyendo toda la provincia
de Mendoza excepto la alta cordillera. Esta realidad ha marcado fuertemente la identidad
379
de gran parte de los mendocinos, y su “cultura del agua”. En Mendoza, el agua es el
principal condicionante para el desarrollo de sus actividades. Esta situación ha
determinado históricamente sus asentamientos, su paisaje y sus actividades productivas.
Actualmente, el 97% de la población está ubicada en el 3% de la superficie que
380 381
comprenden los oasis (DGE-GM).

Imagen 6: Ubicación de la provincia de Mendoza en Argentina


Fuente: http://www.epas.mendoza.gov.ar

“…El nuestro es un medio árido, por lo que el agua debe ser considerada un bien
382
precioso…”, puede leerse en el sitio de Internet Subsecretaría de Medio Ambiente del
Gobierno de Mendoza. Una frase similar aparece en el sitio de Internet del
Departamento General de Irrigación (DGI): “…Sabemos a ciencia cierta que el agua es
383
el tesoro mas preciado de la Provincia…”. La dependencia del agua es explicada
sucintamente por el Ente Provincial del Agua y de Saneamiento de la Provincia de
Mendoza (EPAS):
“…Las mayores precipitaciones en la provincia se dan en verano (250 mm anuales),
en otoño e invierno son francamente escasas. A partir de los 1.700-1.800 metros de
altura las temperaturas disminuyen, la diferencia entre día y noche se acentúa y
la lluvia se convierte en nieve. Entre mayo y septiembre (invierno) los vientos
húmedos del Pacífico intensifican las nevadas. Valles, montañas y quebradas son
rellenados y suavizados con una carga nívea que, deshielos veraniegos mediante,
alimenta impetuosos ríos que llevan su carga de agua hacia el Este, al llano. De

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esos ríos proviene el agua que se usa en el imprescindible y tradicional sistema de
riego por acequias, sistema que permite que florezcan los tres grandes oasis
urbanos y agrícolas del mapa provincial: el Oasis Norte (Gran Mendoza y Zona
Este), el Oasis de Valle de Uco (Centro) y el Oasis Sur (San Rafael y General
Alvear). De esos ríos se extrae además el agua que, potabilizada, consumen los
laboriosos habitantes de los oasis. Cordillera, río y trabajo humano constituyen la
384
trilogía fundante de la cultura mendocina…”.

Imagen 7: Provincia de Mendoza: sus oasis


Fuente: http://www.epas.mendoza.gov.ar/html/mapa.html

Como fue mencionado previamente, los primeros en realizar un sistema de irrigación


para el aprovechamiento del agua fueron los Huarpes, siendo las técnicas utilizadas
perfeccionadas por los Incas. “…La población huarpe, se encontraba diseminada en
grupos de 100 a 150 personas asentadas a la vera de canales, de los que derivaban agua
con la que cultivaban vegetales. Estas acequias o canales, que ya existían cuando
llegaron los conquistadores, eran derivadas del actual Canal Guaymallén. Esta habilidad
de usar el agua con fines de riego y el cultivo de la tierra habría sido perfeccionada por los
Incas, los que tenían en Mendoza el límite más lejano de su imperio…” (DGE-GM).385
Como ya fue mencionado, en el siglo XIX, las actividades económicas de la etapa
colonial –granos (trigo y maíz) y ganadería- dieron paso al modelo agrícola mediterráneo
bajo riego. La llegada del ferrocarril y del alud migratorio, propiciaron la puesta en vigencia
en el año 1884 de la primera “Ley de Aguas” en la provincia y en el país. Esta Ley

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determinó como responsable del manejo del agua al Departamento de Aguas –actual DGI-
, con el fin de propiciar un crecimiento ordenado de tierras de cultivo, lo que consolidó a su
vez la estructura de oasis provinciales (DGE-GM).386
Actualmente, las políticas ambientales y la legislación sobre el tema hacen referencia
a la importancia del agua en la organización del territorio: “…La preservación del ambiente
como objetivo político de la Provincia de Mendoza no es un fenómeno coyuntural, sino un
largo proceso cultural que encuentra en la historia provincial sus verdaderas bases. La
cultura mendocina es la cultura ambiental del oasis…” (Rodríguez Salas, 1993:14).
Asimismo, el Plan de Gestión Ambiental 2008-2012, presentado por la Secretaría de
Medio Ambiente del Gobierno de Mendoza, tiene como prioridad ambiental Número 1,
“…inhibir y revertir los procesos negativos que comprometen la provisión presente y futura
del agua y afectan la calidad del recurso…”.387 Entre los procesos críticos mencionados en
dicho plan, se encuentra, por un lado, la escasez del recurso hídrico y, por otro, la
contaminación de acuíferos. El primer proceso tiene como causas: la incidencia del
cambio climático (retraimiento), la alteración de los ciclos hidrológicos (desertificación), el
uso inadecuado (sistema de riego ineficiente y consumos), déficits en la red de distribución
(escurrimiento), deficiente planificación de actividades competitivas, incremento de la
demanda (consumo, riego, industria), entre otras. Por su parte, el segundo proceso, tiene
entre sus causas: el deficiente tratamiento de efluentes líquidos y sólidos, de efluentes
cloacales y de residuos sólidos domiciliarios, y el impacto del uso de pesticidas y
agroquímicos, y de la actividad petrolera, minera, industrial, agropecuaria y de servicios.388
En cuanto a la producción agrícola de la provincia, si la dividimos por subsectores,
según datos 2005-2006, el vitícola ocupa un 68%, el frutícola 18%, el hortícola 12% y el
olivícola 2%.389 Si bien, como ya fue mencionado en el apartado anterior, la actividad
agrícola ligada al proceso de industrialización, le confieren características de agro
“urbano”, con capitalistas agrarios que son a la vez industriales, existen también en la
provincia propuestas de producción de menor escala, como los medianos y pequeños
productores, agricultores orgánicos y movimientos campesinos -una realidad no tan
conocida como la agroindustria de la vid-. Estos grupos cuestionan con su práctica al
modelo imperante, y comparten con las luchas en contra de la megaminería una
preocupación en común: el agua (ver: Liceaga, 2008).390
Esta realidad provincial, colocó al agua como eje central de la lucha contra la
megaminería en Mendoza, bajo el cual se articularon las organizaciones que
surgieron. Incluso ha dado nombre a la asamblea provincial que nuclea a los grupos
existentes en toda la provincia: la Asamblea Mendocina por el Agua Pura (AMPAP). Este
factor potenció la organización y multiplicación de las movilizaciones en defensa del agua
y en oposición a la megaminería, ya que esta actividad fue vista como vista como “secante

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y contaminante” de las fuentes de agua, las que para gran parte de los mendocinos son
sinónimo de fuentes de vida.
En este sentido, no puede dejar de mencionarse que las movilizaciones se iniciaron
en los departamentos agrícolas de Mendoza, aquellos que establecen una relación más
directa entre las montañas como fuentes de agua y su producción y modo de vida. En
palabras de Javier Rodríguez Pardo -periodista y ambientalista conocido por su acción en
la lucha contra la megaminería-, en su visita a Mendoza en el año 2005: “…Dije entonces,
y no me equivoqué, que Mendoza iba a ser un hueso duro de roer, impidiéndole a
las mineras hacer base, porque enseguida se nota la importancia que el agua tiene en
una población que hizo de un desierto un vergel…” (Rodríguez Pardo, 2009:225-226).
La presencia del trabajo realizado para “vencer al desierto” está presente en muchos
de los testimonios recabados durante las entrevistas. En estos testimonios, aparecen
repetidamente dos cuestiones: por un lado, el recién mencionado orgullo y la necesidad
de preservar el trabajo de los antepasados y, por otro, la denuncia de la invisibilización e
injusticia con ciertos sectores de la población mendocina, que sufren históricamente
problemas de acceso al recurso hídrico.
En cuanto a la primera situación, “…Esa identidad de los mendocinos es el fruto de
una construcción histórica que combina diversos factores geográficos, demográficos,
culturales y políticos. Entre ellos destaca, como un modo de vida más o menos
compartido, la organización de la sociedad local en torno a una causa común: ¨vencer al
desierto.¨ Los mendocinos están orgullosos de la manera en la que han sabido
¨domar¨ ese medio hostil y moldearlo de acuerdo a sus necesidades…” (Montaña et
al, 2005:5). Esa identidad va a aparecer especialmente en los testimonios de los miembros
de los grupos conformados en aquellos departamentos con mayor tradición agrícola,
especialmente Valle de Uco y General Alvear.
Por otra parte, y en relación a la segunda cuestión, se detecta entre las
reivindicaciones de las organizaciones del Gran Mendoza y del departamento de Lavalle,
el derecho y la necesidad de acceso a agua de calidad de ciertos grupos “invisibilizados”
por la cultura dominante. Nos referimos, por un lado, a los grupos localizados en el
denominado “desierto de Lavalle”, entre los que se encuentran comunidades Huarpes y
campesinas. “…Espacios de secano, integrados a partir de su funcional subordinación, sin
posibilidades de implementar sistemas de riego artificial y amparados en prácticas
ganaderas de subsistencia. Se trata de ámbitos degradados desde el punto de vista de los
recursos naturales que albergan una población que vive al límite de sus condiciones de
subsistencia y reproducción...” (Montaña et al, 2005:11). Por otro lado, se denuncia
también las malas condiciones de acceso al agua de barrios periféricos y marginados del
Gran Mendoza y del departamento lavallino.

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Desde estas diversas reivindicaciones, los grupos conformados en distintos
departamentos mendocinos van a unirse para oponerse a la megaminería y la
preservación de sus fuentes de agua, confluyendo en una organización a nivel provincial.

PRINCIPALES PROYECTOS MINEROS CUESTIONADOS EN LA PROVINCIA

A continuación presentaremos un breve detalle de los proyectos mineros


cuestionados, y el conflicto legal que ocasionaron algunos de ellos.391 Se trata de
proyectos de minería metalífera de cobre y oro, principalmente, a excepción de la mina de
uranio “Sierra Pintada” en el departamento de San Rafael, y de Potasio Río Colorado
(PRC), un proyecto de extracción de sales de potasio en Malargüe.
En el caso de los proyectos mineros metalíferos, se cuestiona el método de
lixiviación con el uso de sustancias potencialmente contaminantes –como el cianuro, en el
caso del oro, y el ácido sulfúrico, en el caso del cobre392-. A la Comisión Nacional de
Energía Atómica (CNEA), que pretende reabrir el complejo “Sierra Pintada” se le critica la
falta de remediación de los pasivos ambientales de la explotación previa que se realizó en
esta mina.393 Respecto a PRC, los principales cuestionamientos tienen que ver con el
consumo de gas de este mega-emprendimiento y la falta de alternativas al depósito de
cloruro de sodio que planea dejar en superficie.394
Asimismo, todos estos proyectos son foco de la preocupación y de las críticas de los
movimientos socioambientales presentes en la provincia, respecto a su consumo de agua
y al riesgo de contaminación que implican. Luego, se agregan otros reclamos vinculados al
destino de los minerales extraídos y a la falta de distribución equitativa de los beneficios
que tienen las empresas mineras, entre otros.395

396 397
6.3.1. Papagayos, un proyecto minero en conflicto con un área natural protegida

Esta área fue detectada en el marco del denominado Plan Cordillerano 398, tratándose
de un pórfido cuprífero399 de tipo diseminado.400
Según consta en la nota emitida por el entonces Director de Minería e Hidrocarburos,
Carlos Hector Monjo (en adelante, Director de Minería), a Fiscalía de Estado, en febrero de
2005, el procedimiento anterior -presentación de IIA y otorgamiento de DIA- fue realizado
“…dando cumplimiento de esta manera a los términos de la Ley Nº 24.585 de Protección
Ambiental para la Actividad Minera…”.401 Es importante destacar esta mención, ya que,
legalmente, existe una controversia entre los abogados vinculados a los sectores mineros,
y los abogados y otros profesionales vinculados al área ambiental. Mientras que los
primeros mencionan a la Ley Nº 24.585 como aquella que debe ser tenida en cuenta para

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la elaboración de los IIA, los segundos también hacen mención a la Ley Nacional de Medio
Ambiente Nº25.675, y la legislación provincial correspondiente –en el caso de Mendoza, la
Ley Provincial Nº 5961.
Este aspecto conflictivo fue salvado en Mendoza mediante el Decreto Nº 820 (2006),
que, como se detalla en su propia redacción, fue creado para compatibilizar el
procedimiento de impacto ambiental aplicado en la Provincia de Mendoza, y sujeto a las
normas de presupuestos mínimos (Ley Nacional Nº 25.675), con las normas sancionadas
por el Código de Minería de la Nación en el título complementario sobre la protección
ambiental para la actividad minera (Ley Nº 25.585). Sin embargo, dicho Decreto fue
promulgado en el año 2006, y el procedimiento administrativo de IIA y DIA del proyecto
“Papagayos” fue realizado en el año 2005, quedando supeditado a las autoridades
intervinientes aplicar la legislación correspondiente, que en este caso fue la Ley Nº 24.585.
Salvado este aspecto, también menciona el Director de Minería en aquella nota, que
la operadora de la empresa en aquel momento –febrero de 2005- era la empresa
“Depromin S.A.” (Desarrollo de Proyectos Mineros S.A.), perteneciente al grupo “Tenke”,
una compañía canadiense. Asimismo, el Director de Minería informó: “…según
comunicación verbal con sus responsables, la empresa se encuentra actualmente en la
preparación del IIA para la Etapa de Exploración, el cual incluye la apertura de una huella
minera que les permitirá ingresar al área de estudio con vehículos y equipos (actualmente
se accede sólo con mulas), a fin de continuar con trabajos exploratorios…”.402
El IIA del proyecto fue realizado por la Empresa “Vector Argentina S.A.”, en el año
2003. Según éste, las actividades proyectadas para el año 2003 estarían supeditadas a
una primera etapa de prospección minera, que consistiría en muestreo geológico y
estudios geofísicos (tanto magnetometría como geoeléctrica). En cuanto al personal
empleado, se estimaba que entre cuatro a seis personas realizarían las actividades de
prospección, incluyendo geólogos, geofísicos y ayudantes. Era probable la utilización de
vaqueanos para acceder al área y gente que alquilase caballos.403
El IIA presenta una página de “Descripción de Impactos Ambientales Potenciales”,
pero no incluye Matriz de Impacto ni conclusión general del mismo. Posteriormente, la
empresa “Depromin S.A.” presentó el IIA de la etapa de exploración, en marzo de 2005.
También fue solicitado, por la Dirección de Saneamiento y Control Ambiental
(DSyCA), a fines del año 2005, un informe de la Dirección de Recursos Naturales
Renovables (DRNR), por estar el proyecto cercano a la Laguna del Diamante. En este
Dictamen, se daba cuenta de una serie de falencias en cuanto a diferencias entre copias y
originales del expediente recibido, al incumplimiento de requisitos solicitados previamente
por otros organismos, y repetición de recomendaciones.404
Como será comentado en el Capítulo 7 al tratar el conflicto en torno a la megaminería

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en el departamento de San Carlos, a la fecha de solicitud del Dictamen Sectorial de la
DRNR, la reserva provincial Laguna del Diamante había sido ampliada por la Ley Nº 7422.
Por lo tanto, el dictamen señalaba: “…El proyecto Papagayos se localiza en parte dentro
de la Reserva Natural Laguna del Diamante, más precisamente dentro del área de
ampliación determinada por Ley Nº 7.422)…”.405 Asimismo se menciona que “…El resto
del área del proyecto se localiza en una zona de alta sensibilidad ambiental…”,406 por ser
cabecera de cuencas que drenan hacia dos importantes oasis agrícolas de la provincia:
Valle de Uco y San Rafael. “…Por lo tanto, se sugiere la no realización del mismo...”.407
Es decir, al quedar el proyecto dentro del área natural “Laguna del Diamante”, la
empresa se vio impedida de continuar con sus actividades, ya que estaba prohibido por la
Ley Nº 6.045 desarrollar minería dentro de las áreas naturales protegidas.408

6.3.1.1. Demanda de inconstitucionalidad de la Ley Nº 7.422 y respuesta del gobierno


mendocino

Otra de las empresas cuyo proyecto quedó dentro del área natural al ampliarse la
misma, “Minera Angloamerican S.A.”, presentó una acción de inconstitucionalidad de la
Ley Nº 7.422. El gobierno de la provincia de Mendoza respondió dicha demanda,
sosteniendo la estricta constitucionalidad de la ley mencionada, y negando que la norma
mencionada vulnerase el orden constitucional nacional o provincial.
Como puntos claves de la defensa de esta Ley, de interés para nuestro caso de
estudio, podemos mencionar algunos aspectos significativos destacados por la Defensa:409

-La incompatibilidad entre la actividad minera y los fines de conservación que persiguen
las áreas naturales protegidas. “…En relación con la actividad minera, esta legislación
protectiva es clara, luego de distinguir las zonas a los fines de gestión y administración de
las mismas resulta que la actividad minera queda prohibida en todas ellas (…). Es lógico
que sea así, la actividad minera es consuntiva de los recursos naturales y los fines de
conservación que predominan en las áreas protegidas no son compatibles con esta
actividad económica…”.410
-Las provincias son titulares indiscutidos del dominio de los recursos naturales. Con la Ley
Nº 24.585, se somete la actividad minera a la ley ambiental y a la autoridad ambiental.
“…Con esto, es claro que los derechos mineros han de ejercerse en la medida que
resulten acordes a los regímenes ambientales de preservación y conservación, y cuando
estas condiciones no puedan aplicarse, pues la propiedad del particular sobre los
minerales deja de ser ejercitable…”.411
-La empresa que inicia la demanda poseía “manifestaciones de descubrimiento” de

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“Ninu1” y “Ninu8”, es decir, sólo el inicio de un complejo proceso de constitución de ola
propiedad minera determinado en etapas.
-Destaca como aspecto sustancial el ecosistema protegido, considerando que de los
diversos aspectos y elementos ambientales surge la razonabilidad de la ampliación
dispuesta. Además de mencionar los espejos de agua y vegas altoandinos, y los aspectos
biológicos y arqueológicos, destaca la importancia de preservar la identidad cultural de
los pobladores, la belleza escénica y los aspectos hidrológicos. “…La ampliación de la
reserva Laguna del Diamante asegurará la calidad del recurso hídrico, tanto
superficial como subterráneo, en toda la zona alta de la cuenca del río Tunuyán
superior, así como también por supuesto hacia aguas abajo, donde están los usos
agrícolas del recurso vital, agua...”.412
-La Asesoría de Gobierno destaca que la empresa no está autorizada legalmente a
explotar minerales, ya que no cuenta con la aprobación de la DIA para la etapa de
exploración. Más adelante, señala: “…Los valores significativos que hoy llevan a incluir la
zona en un Área Natural Protegida (ANP) son los que hubieran impedido la aprobación
ambiental que adeuda la actora…”.413
-Al explicar la falta de motivo o razonabilidad de la demanda, los representantes de la
Asesoría de Gobierno destacan: “…la actora revela la sustancia de su planteo cuando
directamente controvierte la razonabilidad de la Ley 6.045 por prohibir la actividad minera
en las áreas protegidas. Los argumentos de la actora para sostener su afirmación no
pueden escapar de un comentario especial. En efecto, expresa que ¨la naturaleza ha
decidido desde larga data dónde se puede ejercer la industria minera y este hecho no es
revisable ni modificable por nadie. No importa cuantas leyes se dicten, el hombre no puede
doblegar a la Naturaleza.¨…”.414 A continuación, la Asesoría argumenta que: “…La
Naturaleza, en realidad no ha decidido eso, la naturaleza o mejor dicho, sus ecosistemas a
medida que el conocimiento humano ha ido descubriendo sus principios e interacciones,
se nos revelan como un todo, como un sistema (…) la ley 6.045 atiende a esta necesidad
vital y, congruentemente con lo expuesto, ciertamente, la ley atacada no trata de proteger
¨a los patos¨, como afirma la actora a fs. 4 vta., sino el ecosistema correspondiente, con
sus elementos: fauna, flora, agua, paisaje, etc., en tanto lo considera significativo para la
sustentabilidad del ambiente provincial…”.415
-En cuanto a los derechos adquiridos, la Asesoría menciona que el derecho ambiental,
dentro del que se inscribe la Ley Nº 6.045, es fundamentalmente público, al defender el
interés colectivo. Este carácter público descarta la posibilidad de presuntos derechos
adquiridos a continuar con explotaciones que esa normativa legal prohibiera
416
expresamente.
-La empresa argumentó que la Ley era creación “…caprichosa de un grupo de

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legisladores…” y carecía de fundamentos científicos. Ante ello, la asesoría señala que
“…lo que debería hacer es probar que dichos fundamentos no existen no sólo
formalmente, no sólo en el expediente sino en la realidad fáctica...”.417
-Finalmente, se destaca la importancia del Consenso Social para la declaración de áreas
naturales protegidas. “…Al respecto es paradigmático el consenso existente en la
comunidad del Departamento de San Carlos, a favor de la ampliación de la reserva, fue
dicha comunidad la que con audiencias, plenarios, publicaciones periodísticas y
movilizaciones varias solicitó a la Honorable Legislatura la sanción de la Ley que se
encontraba paralizada en su tratamiento desde hacía varios años, en el convencimiento de
que la ampliación del ANP constituía la herramienta legal más segura e integral para la
preservación de los recursos naturales existentes en la zona, en especial el recurso
hídrico…”.418 En este sentido, la Asesoría argumenta que este departamento, al igual que
el resto de la región conocida como El Valle de Uco, basa su economía principalmente en
la actividad agrícola, “…actividad que históricamente fue el sustento de la población
local constituyendo entonces la esencia cultural de ese pueblo…”.419
A continuación, la Asesoría compara esta actividad con la actividad minera potencial, y
fundamenta así el accionar de los pobladores de San Carlos y de los legisladores: “…Cabe
acotarse que San Carlos es el departamento con menor índice de desocupación de toda la
provincia. No resulta descabellado entonces que una población que ha sabido
sostenerse a través del tiempo haciendo un uso adecuado y racional de sus
recursos naturales renovables quiera protegerlos, y con ellos su forma de vida,
frente a una aventura altamente impactante como lo es la actividad minera, con
dudosos beneficios en el corto plazo para la población local y serios perjuicios en el
largo plazo para la humanidad toda. Tampoco resulta ¨caprichoso¨ y mucho menos
¨inconstitucional¨ que el legislador haya receptado el reclamo de una comunidad
que demanda la protección de sus derechos, sancionando la Ley en cuestión…”.420

421
Nuevo conflicto en el Valle de Uco: Ninus y María Inés

La “Manifestación de descubrimiento” del proyecto “Ninu 3”, situado en el año 2004 –


previo a la sanción de la Ley Nº 7.422 ya mencionada- se encontraba a 25 Km.
aproximadamente, con dirección norte, de la reserva “Laguna del Diamante”. En aquel
entonces, Patricia Inzirillo, la apoderada del propietario, Sr. Carlos Héctor Monjo, solicita
permiso de ingreso dentro de la reserva a fin de acceder al lugar de emplazamiento del
derecho minero. Se trató de un permiso exclusivamente de tránsito, con mulares y
eventualmente algún vehículo de apoyo, de frecuencia semanal.422

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En el expediente también consta la resolución,423 con fecha del 18/11/2003, por la
cual se le otorgó la DIA al IIA de la etapa de prospección de las propiedades mineras
“Ninu3, Ninu4, Ninu6, Ninu7, Ninu9, Ninu14, María Inés 1 y Claudia Inés”, en los
departamentos de San Carlos y Tunuyán, también propiedad del Sr. Monjo. Estos
proyectos pasaron posteriormente a ser propiedad de la empresa minera “Angloamerican”,
y fueron motivo de la demanda de inconstitucionalidad presentada por dicha empresa ante
la ampliación de la reserva sancionada por la Ley Nº 7.422, en el año 2005, previamente
comentada.
El Geólogo Carlos Monjo, anterior propietario de estas manifestaciones, cedió todos
sus derechos a la abogada patricia Inzirillo, quien los cedió a su vez a la “Minera
Angloamerican S.A.”.424 A principios del año 2005 pasó a ser Director de Minería e
Hidrocarburos de la provincia, y lo era cuando aconteció el conflicto en San Carlos – que
será detallado en el Capítulo 7- y la posterior ampliación de la reserva. Antes estos
hechos, en septiembre del año 2005 presentó su renuncia. “…La pueblada ¨anti- minera¨
de San Carlos, la ampliación del área protegida Laguna del Diamante y la suspensión del
permiso de exploración y cateo para todos los emprendimientos mineros fueron los
motivos por los que renunció Monjo…”,425 explicaba el diario “Los Andes” en una nota
titulada: “Alberto Rubio es el nuevo director de Minería”. Debajo de este título, la nota
continuaba: “…Remplazará a Carlos Monjo, el funcionario que ayer presentó su dimisión
¨indeclinable¨ mediante una carta a Cobos. Cuestionó el manejo del conflicto ambiental en
San Carlos…”.426 A todo ello, se sumaron las acusaciones hacia Monjo, por la falta de
ética en su ejercicio como Director de Minería ante su vinculación con la empresa
“Angloamerican”.
Asimismo, estas manifestaciones van a ser nuevamente motivo de conflicto a inicios
del año 2008, cuando los pobladores de Valle de Uco denunciaron la realización de
actividades mineras en la zona de estos proyectos sin tener la autorización ambiental
correspondiente. Este tema será abordado en los Capítulos 7 y 8, especialmente en este
último, al hacer referencia a la relación de las organizaciones pertenecientes a AMPAP
con la gestión del gobernador Celso Jaque, a inicios del 2008.

Los proyectos problemáticos del sur mendocino: La Cabeza, Chapleau y Anchoris427

Estos proyectos son motivo del conflicto en el sur de la provincia, que va a originar
masivas marchas y posteriormente cortes de ruta, en algunos distritos del departamento
de San Rafael y en el departamento de General Alvear.428 Detallaremos sucintamente
cada uno de ellos.

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La Cabeza (actual Don Sixto)429

Se trata de un proyecto de oro en etapa de exploración, que tenía como operador a


la empresa “Estelar Resources Limited” (en adelante “Estelar”).430 En el año 2003, se
presenta la cuarta actualización del IIA de la etapa de exploración, preparado por la
empresa “Vector Argentina S.A.”.
El área explorada se encuentra en el sur de la provincia de Mendoza, a unos 175
Km. al sureste de la ciudad de Malargüe, y a 25 Km. al suroeste de la localidad de Agua
Escondida. Se menciona también en el IIA relaciones con la comunidad de Salinillas,431 a
11 Km. del proyecto, y con el puestero encargado de mantener el área del campamento
(Puesto de Sixto Pérez o Agua Nueva). De este puestero proviene el actual nombre del
proyecto.
Para la etapa de exploración, se contrataron aproximadamente 14 personas, además
de 8 trabajadores pertenecientes a “Estelar”. Entre los impactos, se destacan la emisión de
polvo, y el impacto en la fisiografía y suelos por la construcción de caminos y plataformas
de perforación. En cuanto a los recursos hídricos, se afirma que “…La toma de agua
disminuirá momentáneamente el caudal del mismo. Las operaciones de carga de agua se
realizará en una zona de fácil acceso y próxima a los caminos existentes, lo que afectará
puntualmente el borde del arroyo. Potencialmente se puede tomar agua de los pozos que
interceptaron la napa en la campaña anterior. Esto afectará temporalmente el nivel
freático…” (Vector, 2003:11). El volumen a utilizar para las perforaciones es de 200 a 500
“l/m”, en casos de no hacer recirculación y para perforación de diamantina.
En el aspecto sociopolítico, la consultora “Vector” afirma que “…Las actividades de
exploración no causarán impactos a los ambientes sociopolíticos, debido a la escasa
población existente…” (Vector, 2003:11).
En el año 2005, la consultora “Vector” presentó lo quinta actualización del IIA de la
etapa de exploración del proyecto La Cabeza. En ese momento, el proyecto era llevado
adelante por “Cognito Limited Sucursal Argentina” (en adelante, “Cognito”). La consultora
“Vector” aclara en la presentación de la quinta actualización del IIA, que tanto “Estelar”
como “Cognito” son sociedades que pertenecen al grupo de “Exeter Resource
Corporation”.
En este IIA se detallaba que la demanda de agua para la ingeniería y desarrollo de la
mina, sería de 2.000 m3/día. A fin de contar con mayor información sobre el aspecto
hidrogeológico, la “Fundación Universidad de San Juan” (FUUNSAJ) realizó un estudio del
mismo, que garantizó buenas perspectivas de poder satisfacer la demanda del proyecto
minero mediante la explotación de pozos subálveos, lagunas y pozos de muy bajo caudal
en rocas. Asimismo, el agua utilizada para las perforaciones era de 20.000 litros de agua

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por turno de 12 hs, a lo que se sumaba el uso para sanitarios y cocina del campamento de
500 I/día.
En cuanto al personal, el IIA 2005 destacaba que, de las 24 personas que llevaron a
cabo tareas, 13 eran de Agua escondida y dos Técnicos de Malargüe.
Posteriormente, en junio de 2006, se lleva a cabo la Sexta Actualización del IIA,
etapa de exploración, a fin de especificar las tareas hidrogeológicas de los meses
siguientes.

Chapleau: MDZ F1 y MDZ E1

432
 MDZ F1

La empresa “Minera Chapleau Argentina S.A.” (En adelante, “Chapleau”) presentó,


en enero de 2006, el IIA correspondiente a la etapa de exploración del Cateo MDZ F1. El
área bajo exploración se encuentra íntegramente ubicado en el departamento de San
Rafael, a unos 110 Km. al sur-sureste de la ciudad cabecera de San Rafael, a 75 Km al
sur-suroeste de la ciudad de General Alvear y a 8 Km. al sur de la localidad de Punta del
Agua.433 Los minerales de interés que son objeto de la exploración son “Cu, Au, Ag, Zn,
etc.”, según el IIA, a saber: Cobre (Cu), oro (Au), Plata (Ag), Zinc (Zn).434
Las tareas a realizar en esta etapa consistirían en apertura de picadas y plataformas
de perforación, perforaciones de aire reversa, mapeos geológicos y toma de muestras de
pozos o afloramientos.
En cuanto al agua se establece: “…dado que el método de perforación es aire
reversa, no se utilizan fluidos de perforación por lo que no interactúa con las aguas
subterráneas. Es probable que en caso de encontrar un acuífero importante se deba
encamisar la perforación para evitar el ingreso de agua a ésta…” (AWS, 2006.a:26).

435
 MDZ E1

La empresa “Chapleau” presentó, también en enero de 2006, el IIA correspondiente a


la etapa de exploración del Cateo MDZ E1. El área bajo exploración se encuentra
íntegramente ubicado en el departamento de San Rafael, a unos 150 Km. al sur- sureste
de la ciudad cabecera de San Rafael, a 110 Km al sur-suroeste de la ciudad de General
Alvear y a 48 Km. al sur de la localidad de Punta del Agua. Los minerales objetos de la
exploración y las actividades desarrolladas son similares a las del Cateo MDZ F1.
El IIA afirma que “…se desconocen estudios de aguas subterráneas en la zona
estricta del proyecto…” (AWS, 2006.b:6).

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436
Anchoris

La empresa “Portal del Oro S.A.” (en adelante, “Portal del Oro”)437 presentó en
agosto de 2004, la actualización del IIA de la etapa de exploración.
El proyecto438 se encuentra en el centro-sur del departamento de San Rafael, a 23
Km. al noreste de la cumbre del Cerro Nevado y a 25 Km. sureste del Embalse El Nihuil. El
objeto de la explotación fue evaluar los depósitos de oro y cobre existentes en el área.
En cuanto a la cercanía a centros poblacionales, se encuentra a 86 Km. en línea
recta al sur del centro de la ciudad de San Rafael, a 80 Km. en línea recta al suroeste del
centro de la ciudad de General Alvear, a 55 Km. de Carmensa, 69 Km. de Bowen y 62 Km.
de Colonia Malvinas. También existen dentro del área del proyecto puestos habitados: Los
Pajaritos, Las Chilcas, La Sandía y La Totora.
Los trabajos proyectados fueron una trinchera de aproximadamente 300 metros y
campaña de perforación de 5 pozos. Se emplearían aproximadamente 16 personas,
incluyendo algunas de los puestos cercanos. Para la perforación, se utilizaría un máximo
de 5.000 l/12 hs.
Posteriormente, en agosto de 2006, la empresa “Vector” presenta la segunda
actualización del IIA de la etapa de exploración del proyecto “Anchoris”. Se realizarían 25
pozos nuevos, con el objetivo de evaluar los depósitos mineralizados en el área.
Asimismo, se detalla en este IIA el fluido contacto con los superficiarios, con los
vecinos de Los Toldos y con los del Centro Vecinal Costa del Nevado (CVCN), incluyendo
el apoyo a emprendimientos sociales del CVCN y el costeo del sueldo de una enfermera
profesional que trabajaría en dicho centro. Además, se detalla: “…recientemente y a
solicitud del Delegado Bravo, Portal inició contactos con los habitantes de Punta del Agua
con fines didácticos y con el objetivo de divulgar sus actividades…” (Vector, 2006:10).
Por otra parte, se realizó un estudio hidrogeológico a cargo de la empresa Servicios
Geológicos y Ambientales de San Rafael.

Sierra Pintada

“Sierra Pintada” es una mina de uranio ubicada en el departamento de San Rafael


explotada desde 1979 a 1997 por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), que
operó el Complejo Minero Fabril San Rafael (CMFSR), hasta su cierre por motivos
económicos. Del área ocupada por el CMFSR, de 2.007 Ha., 437 fueron utilizadas para
las actividades de explotación y disposición de residuos.
El CMFSR se encuentra ubicado a 11 Km. al suroeste de la Villa 25 de Mayo, a 38
Km. al oeste de la ciudad de San Rafael y a 240 Km. al sur de la ciudad de Mendoza. El

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área tratada se ubica en su gran mayoría, en la cuenca del arroyo El Tigre, pequeño
tributario del río Diamante. Este último abastece de agua para consumo humano y para
riego a la ciudad de San Rafael y otros asentamientos poblacionales.439
En el año 2004, el Gobierno de la provincia de Mendoza, ante la iniciativa de la
CNEA de rehabilitar y remediar el CMFSR, e Integrar la planta de Dióxido de Uranio
(UO2), exigió a la CNEA la solución ambiental de los tambores con residuos y del agua de
cantera acumulada en las explotaciones mineras del CMFSR (ver Imagen 8). Asimismo, la
DSyCA, debería establecer el resto de los pasivos ambientales que deberían tenerse en
cuenta.
Posteriormente, la Integración de la planta UO2, que consistía en trasladar al CMFSR
la Planta de Producción de Dióxido de Uranio, que opera la empresa Dioxitek S.A. en la
ciudad de Córdoba, quedó sin efecto, limitándose el accionar de la CNEA a la remediación
y rehabilitación del CMFSR.
En este sentido, la CNEA presentó a la DSyCA, en el año 2006, la “Evaluación Anual
de resultados de Monitoreo. Ejercicio 2005”. Esta evaluación afirmaba contenidos de
uranio y radio por debajo de los límites establecidos para el agua de bebida, en el arroyo
El Tigre y el río Diamante. Asimismo, se mencionaba una reducción del agua de cantera
en un 8,6%, que aducían a una mejora en el balance de evaporación.
A continuación se afirmaba: “…durante el mes de octubre se tomó la decisión de no
seguir enviando a diques de evaporación agua de canteras sin tratar...”.440 Se detallaba
que los 5.223 tambores de residuos sólidos (RS) y el agua de canteras441 era primera
prioridad de remediación. Estos tambores se encontraban en trincheras dentro de las colas
del mineral. Otros residuos, con prioridad segunda para la remediación, eran las colas de
tratamiento, minerales marginales y precipitados sólidos.

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Imagen 8: Vista de la cantera del yacimiento “Sierra Pintada”
Fuente: http://www.cnea.gov.ar/xxi/noticias/2009/07/auger0.htm

También en el año 2006, la CNEA presentó la MGIA “Gestión de residuos en


disposición transitoria.”442 Este informe describía el plan de gestión de pasivos del
Complejo, detallando la prioridad de remediación de los residuos de la explotación del
CMFSR, en la cual nuevamente se encontraban en primer lugar la gestión del agua de
cantera y el tratamiento de residuos sólidos presentes en los tambores.
En cuanto a los tambores de RS antes mencionados, éstos provienen del proceso de
refinación de diuranato de amonio y su conversión a UO2, y fueron gestionados en forma
transitoria embalándolos en bolsas plásticas dentro de tambores de acero de 200 litros y
dispuestos en trincheras cubiertas con mineral de uranio lixiviado. Debido a su origen al
final del proceso de producción, la concentración de uranio es muy variable. En cuanto a
su impacto sobre el agua, se evaluó de la siguiente manera:
“…Los tambores y bolsas plásticas no constituyen, en el largo plazo, una barrera
eficiente contra el escape de estos radionucleidos, considerando que los RS podrían
constituir un riesgo mayor que las colas de mineral que los rodean...”.443 Otro aspecto
evaluado negativamente respecto al agua fue el “área planchada de lixiviación”, es decir,
el mineral de uranio lixiviado, que no fue químicamente neutralizado o cubierto con
materiales inertes para protegerlo contra la erosión del viento y la lluvia. Sobre este tema,
se determinó que las pilas constituían una fuente posible de contaminación para cursos de
agua superficiales, aguas subterráneas, y para el aire. Asimismo, se identificaron los
mecanismos más importantes por los que se podían expandir los contaminantes

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radiológicos: la emisión de partículas radioactivas por la erosión del viento actuando
directamente sobre la superficie, y el traslado de radionucleidos por lavado del material por
la lluvia a las corrientes de agua.
También se especificaba en esta MGIA que para el tratamiento de planta se
emplearían aproximadamente 5.000 m3 de agua del arroyo El tigre/año.
Por otra parte, en el análisis y valoración de efectos de los impactos ambientales, en
el aspecto socio cultural, se estableció: “…los pasivos ambientales están produciendo
un costo para el Estado y una imagen negativo del sector minero, dado que existen
expectativas insatisfechas por empleo y beneficios y reina una percepción
dominante de la minería como actividad contaminante (agua, aire y salud)…”.444 A
continuación, en el aspecto desarrollo turístico y educativo, se afirma: “…el solo hecho de
la presencia de los pasivos ambientales aunque no representen un peligro, es en sí
un impacto negativo para el desarrollo turístico y educativo…”.445
También se evaluó el grado de aceptación social de la actividad, siendo la conclusión
que, independientemente de la opinión sobre la reactivación del Complejo, no
existían divergencias con respecto a que es conveniente y necesario efectuar tareas
de remediación, y que deberían efectuarse en el menor plazo posible.
En cuanto a la difusión del tema, las noticias de la intención de la CNEA de reabrir
“Sierra Pintada” y la oposición social que esto generó, datan del año 2003. Este tema será
abordado en el Capítulo 7. Sin embargo, es importante detallar aquí algunos hechos que
potenciaron el conflicto.
Para noviembre de 2006, estaba planeada la audiencia pública del proyecto
presentado por la CNEA. La Multisectorial del Sur, entidad que exige la remediación total
de los pasivos ambientales de la explotación anterior de “Sierra Pintada”, presentó un
Recurso de Amparo Cuarto Juzgado en lo Civil, Comercial y Minas, que frenó la Audiencia
Pública por vicios en el procedimiento de evaluación de impacto ambiental.
La nueva fecha para la audiencia fue el 17 de febrero de 2007, día en que la CNEA
no se presentó a la misma.446
Posteriormente, dos pobladoras de San Rafael, auspiciadas legalmente por la
abogada de la Multisectorial del Sur, impuso un Recurso de Amparo en el Juzgado Federal
para evitar la explotación minera en “Sierra Pintada” y solicitar la remediación de los
pasivos ambientales, ante el que el Juez dictó una medida cautelar de no innovar, por lo
que la CNEA quedó impedida de realizar tareas vinculadas a la explotación minera en
“Sierra Pintada”. Aunque el Juez convocó a una Audiencia Conciliatoria entre las partes,
no se llegó a un acuerdo. El mismo mes, fue sancionada la Ley provincial Nº 7.722, que
prohibió el uso de ciertas sustancias químicas en la actividad minera, entre ellas el ácido
sulfúrico, que la CNEA planificaba utilizar para el tratamiento del uranio en la reapertura de

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“Sierra Pintada”.
En febrero de 2007, la Cámara Federal de Apelaciones de Mendoza ratificó el fallo
del Juez Federal que disponía la medida cautelar de no innovar –en contra de la
explotación de “Sierra Pintada”-. De esta manera, mientras dura el proceso judicial en
torno a la remediación de los pasivos ambientales, la CNEA no puede desarrollar ninguna
actividad tendiente a la explotación de la mina.

Potasio Río Colorado (PRC)

En el año 2005, la empresa “Potasio Río Colorado S.A.”, una sociedad subsidiaria
argentina del Grupo anglo-australiano “Rio Tinto” -una de las empresas mineras más
grande del mundo- pasó a ser la titular del proyecto.447 A principios del año 2009, el
proyecto pasó a manos de la empresa minera “Vale”.
La singularidad del mismo radica en que no se trata de minería metalífera sino de
minería por disolución (ver Imagen 9). Este proceso de extracción consiste en bombear
agua caliente hacia el nivel del mineral, donde se disuelve el cloruro de potasio y la mezcla
de sal que forma las capas. La extracción de la solución no constituye realmente una
explotación minera, al menos, no en la forma tradicional. No se extraen los minerales en
minas a cielo abierto o minas subterráneas, sino mediante pozos verticales. Se bombea la
solución a la superficie donde el cloruro de potasio se cristaliza y se purifica en un
producto terminado listo para comenzar su largo viaje al mercado a través de camiones,
trenes y barcos (Río Tinto, 2006).448

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Imagen 9: Minería por disolución. Proyecto PRC
Fuente: Río Tinto (2006:5)

Como ya ha sido mencionado, se trata del primer proyecto megaminero al que el


gobierno de Mendoza otorgó la DIA para su etapa de explotación, que es el permiso
ambiental que le permite iniciar la extracción del mineral.
El IIA presentado por PRC-“Río Tinto” para el proyecto PRC –comprado
posteriormente por la minera “Vale”-, consta de unas 3.400 páginas.449 Es importante
destacar aquí la historia de cada una de estas empresas, acusadas de violación de
derechos humanos de comunidades en diferentes países, y en el caso de “Vale”, de ser el
resultado de una escandalosa privatización de una empresa estatal brasilera.450
Volviendo sobre el proyecto PRC, si bien la mina está ubicada en la provincia de
Mendoza, el proyecto abarca otras provincias en su transporte hasta el puerto y
almacenamiento previo a su exportación. El cloruro de potasio será transportado en
camiones por Mendoza y Neuquén, hasta la estación de transferencia localizada cerca de
San Patricio del Chañar, donde se inicia el corredor ferroviario que atravesará las
provincias de Neuquén, Río Negro y Buenos Aires, para finalizar en el puerto de Bahía
Blanca. En estas provincias la empresa también ha tramitado IIA y otros permisos. Aunque
el recorrido del tren atravesará unos 60 Km de la provincia de La Pampa, PRC no presentó
IIA en la misma. También ha expresado por la prensa su intención de extender el tendido
ferroviario hasta la mina, pero no ha presentado ningún proyecto formal al respecto.451
Los aspectos más cuestionados de este proyecto son el consumo de gas y energía y
la pila de cloruro de sodio (de 210 hectáreas por 50 metros de altura) que quedará como
pasivo ambiental de la explotación. También se suma la ganancia de la empresa
comparada con los beneficios que dejará para la provincia y el país, y el uso del potasio
como fertilizante que será exportado casi en su totalidad a Brasil. 452

San Jorge

El Proyecto “San Jorge” está ubicado entre los 32° 10‟ de Latitud Sur y los 69° 27‟
Longitud Oeste, en la Cordillera del Tigre, Cuenca de la Ciénaga de Yalguaráz, a una
altura aproximada de 2.600 msnm. Se encuentra localizado en el Departamento de Las
Heras, Provincia de Mendoza, a 110 Km. al Noroeste de la ciudad de Mendoza, por Ruta
Nacional N° 7, y cuya puerta de acceso est á a 37 Km. del distrito de Uspallata, por Ruta
Nacional N°149. 453
El Proyecto contempla el desarrollo de una mina a cielo abierto para la explotación
de un depósito de sulfuros de cobre, con una ley media de 0,47% de Cobre (Cu) Total y

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una presencia menor de Oro (Au) de 0,191 g/t. Se trata del primer proyecto de minería
metalífera que ha presentado el IIA de la etapa de explotación en la provincia de Mendoza,
y esto ha puesto en alerta a todas las organizaciones socioambientales que rechazan la
megaminería en Mendoza. En un contexto en el que la ley provincial que prohíbe el uso de
ciertas sustancias en esta actividad (Nº 7.722) posee 10 demandas de inconstitucionalidad
por parte de empresas mineras,454 este proyecto es visto como el inicio de la llegada de
este tipo de emprendimientos a la provincia.
En este sentido, la sanción de la Ley Nº 7.722, que prohibió, entre otras sustancias,
el uso de ácido sulfúrico, generó cambios en este proyecto, y aquella parte del yacimiento
que era tratable con lixiviación ácida (los óxidos, aproximadamente 40,5 Mt) quedarán
como “lastre”. Esto también modifica el producto final, ya que en el caso de haber utilizado
el método de lixiviación, se hubiese obtenido cobre metálico, denominado “cátodo de
cobre”, que tiene un mayor valor agregado. Actualmente, lo que se planea explotar son los
sulfuros de Cobre y contenidos de Oro, mediante extracción, trituración, molienda,
concentración por flotación, filtración, secado, y acopio de concentrado para su despacho
a las refinerías que lo convertirán más tarde en metal (ver Imagen 10). El producto
resultante será un concentrado de Cu y Au con una concentración promedio del 27 % de
Cobre y 7g/t de Oro aproximadamente.455
Como ya fue comentado, los principales cuestionamientos al proyecto radican en la
baja calidad científica del Informe de IIA presentado por la empresa, y el conflicto social
que este emprendimiento ha generado en la comunidad de Uspallata. Por este motivo,
diversas organizaciones sociales se han manifestado en oposición al proyecto, y algunos
organismos científicos y organizaciones de la sociedad civil han presentado objeciones al
mismo, que forman parte del expediente456 iniciado por la autoridad ambiental minera.

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Imagen 10: Diagrama de Flujo del Proceso, proyecto “San Jorge”
Fuente: Vector S.A. (2008)

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CAPÍTULO 7: LA LUCHA POR LA DEFENSA DEL AGUA Y LA OPOSICIÓN A LA
MEGAMINERÍA EN LA PROVINCIA DE MENDOZA

“…El agua es un bien social de Mendoza y para los mendocinos. Tener acceso a ella es un
derecho humano fundamental e inalienable. El agua es el patrimonio de la comunidad
mendocina toda, es el principio constitutivo de nuestra sociedad, de nuestra actual y verdadera
economía sustentable. El agua no es una mercancía dispuesta a negociarse…”
457
Vecino autoconvocado de San Carlos

La búsqueda a nivel internacional de nuevos yacimientos minerales, y la fuerte


apuesta del gobierno nacional a impulsar esta actividad en nuestro país, han provocado,
por un lado, la llegada de empresas extranjeras decididas a invertir en la explotación de
nuestros recursos naturales no renovables y, paralelamente, la oposición por parte de
muchas comunidades locales a esta actividad y al modelo que representa.
Abordaremos a continuación el surgimiento y desarrollo de los conflictos
socioambientales que han dado lugar a movilizaciones sociales en la provincia de
Mendoza. Las reivindicaciones y acciones de los movimientos sociales originados en estos
conflictos serán los ejes centrales que guiarán este apartado.
También se han producido conflictos en torno a la actividad minera en la provincia,
que no han generado movilizaciones sociales, sino que se han dirimido en el plano judicial.
458
Uno de ellos es el conflicto de la Reserva Natural Villavicencio, en el departamento de
Las Heras, al norte de Mendoza. Este conflicto se ha producido entre dos empresas: la
minera “Depromin S.A.” –y “Tenke”, minera canadiense que tiene la opción de compra de
los derechos mineros-, y “Danone”, empresa francesa que comercializa el agua mineral
Villavicencio. El conflicto se originó porque la empresa minera inició tareas de exploración
en la zona de Paramillos, en busca de cobre y oro, dentro de la reserva natural privada
Villavicencio, sin haber presentado el Informe de Impacto Ambiental (IIA) de sus
actividades. Ante estos hechos, “Danone” presentó ante la justicia un recurso de amparo,
al que la corte dio lugar y ordenó la medida de no innovar, es decir, la empresa minera se
vio obligada a suspender los trabajos. “Depromin S.A.” apeló contra la medida de no
innovar, pero la justicia no dio lugar a la apelación y volvió a ratificar la medida, hasta que
se resolviera la causa de fondo –la presentación y aprobación del IIA-, que, como fue
mencionado en el Capítulo 4, forma parte del proceso de autorización para iniciar cada
459
una de las etapas en minería.
Los conflictos que han dado lugar a movilizaciones sociales serán descriptos, en gran
medida, a partir de los testimonios de sus propios protagonistas.

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VALLE DE UCO: SAN CARLOS, EL “ESQUEL” MENDOCINO

Declaración del Pueblo de San Carlos


Sobre la base del Preámbulo Argentino

Nosotros, el pueblo del departamento de San Carlos,


autoconvocados en asamblea permanente,
por conciencia y convicción de los vecinos que lo
habitamos, en defensa de nuestra calidad de
vida; con el objeto de resguardar el agua pura,
prevenir la contaminación ambiental,
evitar el saqueo minero,
proveer a la defensa de los intereses argentinos,
promover el legítimo progreso técnico y
económico, y asegurar la autodeterminación de los
pueblos, para nosotros, para nuestros hijos,
y para todos los hombres del mundo que
quieran habitar en el suelo sancarlino;
preservando el ambiente sano,
fuente de nuestra cultura agrícola ganadera,
decidimos, determinamos y declaramos:
NO a la minería contaminante.

Marcha del domingo 6 de noviembre del 2005 / Vecinos


Autoconvocados de San Carlos - Mendoza Argentina

La oposición a la actividad minera en la provincia de Mendoza se inició en el


departamento de San Carlos.460 Este departamento se encuentra en el centro-oeste de la
provincia, y junto a los departamentos de Tunuyán y Tupungato, conforma la región del
Valle de Uco.
Más allá de los hechos concretos y los logros alcanzados, es importante rescatar la
trayectoria de este proceso de movilización de los habitantes de San Carlos, y del resto
del Valle de Uco, y su repercusión a nivel provincial.29 Empezaron siendo unos pocos
pobladores del departamento, que convocaron a reuniones e informaron al resto de la
población, y se transformaron en los iniciadores de una lucha que luego se extendió por
toda la provincia.

¿Por qué San Carlos rechaza la megaminería?

Uno de los primeros aspectos a desentrañar en una investigación sobre un


movimiento social, son aquellos elementos existentes tanto en la sociedad como en el

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grupo social que se movilizó, que permitieron y potenciaron la movilización. En el caso de
San Carlos, ciertas condiciones pueden ser identificadas como potenciadoras de la
movilización en rechazo a la megaminería.
Por un lado, “…las actividades departamentales, eje del desarrollo local, constituyen
una de las razones para comprender por qué el pueblo de San Carlos se suma tan
masivamente, casi sin distinción de sectores, a la movilización social en defensa del
¨Agua¨…” (Onofrio, 2009:2). Onofrio destaca la agroindustria, el envasado de concentrado
de tomate, la producción de manzanas, de hierbas aromáticas de exportación y la uva fina
(actividad central), como complementos del desarrollo vitivinícola. El turismo es otra de las
actividades que puede destacarse, incipiente y conformado por pequeños
emprendimientos que aprovechan la zona cordillerana valiéndose de sus paisajes y
recursos naturales, como la Laguna del Diamante,461 lugar emblemático de la resistencia
sancarlina (Onofrio, 2009).
La existencia de un grupo de sancarlinos ligados a las actividades de montaña –que
fueron los primeros que tuvieron contacto con quienes realizaban tareas de prospección y
exploración, pero también los primeros en preocuparse por las consecuencias que la
actividad minera metalífera podía tener en el departamento-, la participación de docentes
que buscaron y transmitieron información sobre la actividad minera, la difusión hacía el
resto de la población a través de reuniones y de charlas en escuelas y otros espacios,
fueron fundamentales para sumar a la población en la lucha por la defensa del agua ante
la posible instalación de los proyectos mineros.
Es decir, “el boca a boca”, y el involucramiento de las familias sancarlinas, la
participación de los niños, fueron también parte de las condiciones que propiciaron la
movilización masiva de la población contra la actividad minera a gran escala. En palabras
de una vecina de San Carlos: “…Si esperamos que la gente se entere por los medios no
se entera, en San Carlos tuvimos que trabajar en familia: los chicos llevaron información
de la escuela a la casa y se estableció un ida y vuelta con los padres. San Carlos es tan
fuerte porque defendemos lo más básico, que es la familia, está en riesgo la familia actual
y la que podrá venir...”.462
Como destacaron repetidamente los sancarlinos, lo que facilitó la organización y la
movilización de gran parte de la población del departamento fue la relación existente entre
los vecinos: “…si alguien lo mira desde afuera, parece que tenemos mucha organización,
pero es porque aquí nos conocemos todos...”. Este aspecto también es rescatado en las
noticias de los principales diarios de la provincia: “…Al principio cuesta entender el ritmo.
En San Carlos los comentarios boca en boca llegan mucho más rápido que los diarios y la
palabra de vecino tiene más credibilidad que cualquier político. Aún se mantiene la
tradición de regalar serenatas y todavía no es necesario sellar las puertas por la

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inseguridad. (…) ese pueblo tranquilo produjo uno de los hechos populares más
trascendentes de los últimos años en Mendoza…”.463
Lo que se hizo a través de las escuelas, de la iglesia y de los medios de
comunicación locales,464 fue esencial para la divulgación del tema en el departamento.
En los tres ejes, la esencia fue la búsqueda del conocimiento. “…Por algo siempre se
habla de que la mejor forma de someter a los hombres y a las sociedades es negarles el
conocimiento. Por eso la movilización y la lucha no se caen, la gente se informó y
decidió…” comenta una autoconvocada de San Carlos.
Por otra parte, la defensa del agua y la oposición a la megaminería contaminante,
fueron objetivos que generaron una unificación nunca antes vista en San Carlos. “…Si hay
diferentes estratos sociales en San Carlos, los veías ahí, diferente situación económica,
partidos políticos, diferentes religiones, edades, fue una unificación, el hilo conductor que
unió a todos fue esa lucha, yo nunca lo he visto…”, detallan los pobladores de San Carlos.
Se coincide en la heterogeneidad, y en dos aspectos que se fusionaron en la
movilización: la emoción y la razón, a partir de la información. “…Era como una fusión
entre que la gente se movilizaba a partir de la información, porque estaba informada, pero
tenía también una connotación muy desde la emoción, porque uno sentía que de alguna
manera, te sentías como protagonista, de una historia que por ahí la habías leído en los
libros, la gente decía ¨hacías patria¨, porque esas eran las frases que se manejaban
¨luchar contra el imperialismo, contra el colonialismo¨, y eso fue como un sentimiento
unificador, pero no era un emocionalismo así, religioso, ciego o por la fe en sí misma, sino
que era una emoción, pero basada en la razón, eso dio fuerza y permitió y ha permitido a
lo largo de los años que no se caiga, porque más allá de que hoy no hay grandes
convocatorias, la gente tiene el convencimiento a partir del conocimiento y de que lo
razonó y lo decidió a partir de la información, de estar seguro de que lo que se hacía era lo
correcto. Por ahí se pueden movilizar muchas personas a partir del emocionalismo, de la
fe, pero si a eso le contraponés un argumento sólido evidentemente se va a caer…”
reflexiona una autoconvocada.
El convencimiento de estar haciendo lo correcto, y la unión de las reivindicaciones de
cada uno en la defensa del modo de vida sancarlino, aparecen en los testimonios como los
generados de la fuerza que le dio continuidad al movimiento. En palabras de los propios
sancarlinos: “…y por una causa que no tenía ningún cuestionamiento, porque desde lo
ideológico uno puede tener dudas, sobre la subjetividad de una ideología, en esto sentía
que la lucha era clara y no había lugar a dudas ni a posturas distintas, eso logró la
confluencia de todos y la magnificación, ninguno podía negarse a defender la vida, el
estilo de vida, hacia donde queríamos que la comunidad fuera, el robo, el saqueo. Eso nos
permitió una militancia que la vas a continuar…”.

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La convicción de que había que luchar contra una actividad que llegaba a poner en
riesgo las fuentes de agua, permitió superar las diferentes ideologías y posturas políticas.
“…Las militancias están asociadas a la lucha por un ideal, cada uno se habrá sentido
quien habrá querido ser, pero de cierta forma la lucha contra la minería permite eso…”,
reflexiona una vecina de San Carlos. En el mismo sentido, otro sancarlino agrega: “…al ser
un objetivo en común, cada uno tiene su visión, pero sabés que el objetivo es ese…La
movilización siempre fue en torno a la minería…”.
A lo largo del proceso, nuevos cuestionamientos a la megaminería se fueron
sumando, y aquellos que se habían autoconvocado fueron descubriendo la complejidad
del problema. “…eso es lo que le da la fuerza…el tema de la minería no es solamente un
proceso económico, es más complejo, es un proceso social, es un proceso cultural, es un
proceso ideológico, entonces bueno, así es como se vive también, algunos defenderán lo
económico, el chacarero entiende que se va a quedar sin agua y sin tierras, y la
persona con una formación más religiosa entiende que tiene que defender la vida, y
el ecologista defiende la no contaminación, y el nacionalista defiende que no entren
las empresas trasnacionales, y después estarán los localistas que quieren defender
la revalorización de las costumbres y de las idiosincrasias locales, cada uno
encontró un fuerte en esa lucha, en esto todos entendimos que no había muchas
opciones…”, explican los autoconvocados.
A continuación abordaremos en detalle cada uno de estos aspectos, a medida que
desarrollamos cronológicamente diferentes momentos del conflicto acontecido en el Valle
de Uco en torno a la megaminería. Destacaremos también otros factores que
consideramos fundamentales para la potenciación el conflicto: la negativa, tanto a los
pedidos de información como a participar de instancias de diálogo, por parte de algunos
funcionarios de gobierno, y la ausencia del sector científico-académico en la búsqueda de
las respuestas y certezas que la población necesitaba.

De los primeros indicios de la actividad minera en el departamento a las primeras


señales de alerta…

El año 2003 aparece en los diferentes testimonios recabados y en trabajos


consultados como el año en el que empieza a generarse la preocupación de la población
ante la actividad minera en el departamento, es decir, como el año en el que se inicia el
conflicto en torno a la megaminería. Sin embargo, algunos pobladores de San Carlos
destacan que desde muchos años antes venían realizándose trabajos de prospección
minera, a los que incluso ellos veían con agrado y normalidad.

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Un grupo de sancarlinos dedicado al montañismo, que estaba trabajando en la
Laguna del Diamante, -incluso antes de que ésta fuera protegida465- recuerda que todos
los años llegaba personal de empresas que hacían trabajos para mineras –cateos,
prospecciones, recolección de rocas, entre otros-. Los trabajadores de estas empresas los
conocían y los buscaban como vaqueanos para el armado de campamentos base y para la
organización logística de sus operaciones. Así, durante años los montañistas
acompañaron a éstos grupos –que realizaban tareas mineras-, los atendieron en el
refugio, les hicieron contactos con puesteros a los que les alquilaban mulas, entre otras
tareas, por las que recibían muy buen pago.
Es en el año 2003, cuando uno de los integrantes de este grupo de montañistas viaja
durante el invierno al sur del país, y toma conocimiento de lo acontecido en Esquel –es
decir, del “No a la mina” de Esquel-. Un vecino autoconvocado de San Carlos, miembro de
este grupo de montaña, nos explica porqué el caso Esquel tuvo tanta relevancia y llegó a
ser tema de conversación entre ellos: “…Entre la gente de montaña se suelen manejar
mucho estos temas, porque somos los afectados más directos, porque después te
prohíben entrar, y porque es gente en contacto con la naturaleza...”, relata uno de los
autoconvocados que integraba este grupo. Es así que el sancarlino que viajó al sur del
país volvió a Mendoza con folletos elaborados por los autoconvocados de Esquel, en los
que se explicaba de qué se trataba la actividad minera y el porqué del rechazo. “…Esquel
había recopilado mucha información, fue el ejemplo a seguir…”, comentan los
autoconvocados.
Podría decirse, por un lado, que estos folletos constituyeron el inicio de un proceso
de recopilación de información sobre la megaminería por parte de algunos habitantes de
San Carlos. Pero también es importante rescatar otro aspecto, reflejado por el comentario
de un sancarlino, en relación a estos folletos: “…Folletos que aún andan dando vuelta y
que todavía no han podido desmentirnos…”. 466
En relación a este comentario, podemos decir que, luego de 6 años del inicio del
conflicto, los autoconvocados de San Carlos manifiestan que ni el sector minero, ni el
sector científico-académico que respalda la actividad megaminera controlada,467 han sido
capaces de proveerles respuestas convincentes a los planteos que motivaron el rechazo a
la megaminería. En consecuencia, siguen organizados, ante la confirmación
implícita de que la decisión de involucrarse en el rechazo a esta actividad fue la
correcta. Volveremos a este tema en repetidas oportunidades a lo largo de este trabajo.

De los pedidos de información a la búsqueda propia y las primeras reuniones…

Ante estas noticias, algunos pobladores de San Carlos comenzaron a preocuparse

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por la potencial contaminación que el proyecto podría ocasionar, inquietud que fue
acompañada por la búsqueda de información sobre el tema Sólo contaron con la ayuda
de algunos científicos de la Universidad de la Patagonia y pocos profesionales de la
provincia que acompañaron a título personal, no desde la universidad o centros científicos.
Estos sancarlinos se preocuparon también por las denuncias sobre los efectos de la
actividad minera metalífera a gran escala en otras provincias que ya tienen en
funcionamiento proyectos mineros de cobre y de oro –como “La Alumbrera” en Catamarca
y “Veladero” en San Juan-.
También fueron consultadas por los vecinos de San Carlos dos Organizaciones No
Gubernamentales (ONGs) de la provincia, OIKOS y Cullunche. Surgió entonces la idea de
realizar la primera reunión, que se llevó a cabo en Pareditas,468 para explicarle a la gente
la “otra visión” de la actividad minera. “…Sabíamos que, de estas entradas, había dos o
tres lugares a los que estaban viniendo muy seguido, por lo que era evidente que en
alguno de estos lugares iba a haber un trabajo. Uno de estos lugares era Papagayos…”
recuerdan los autoconvocados.469
A esta primera reunión, de aproximadamente 40 personas, se convocó a la Sociedad
Rural, al DGI, a la Dirección Provincial de Vialidad, entre otras entidades representativas, y
se proyectó un video sobre la problemática de la minería a gran escala. “…Ahí, en ese
momento, descubrimos como era el tema. Y el compromiso fue: hagamos otras reuniones
porque esto afecta a todo San Carlos...” recuerda el grupo de sancarlinos que estuvo
desde el inicio del conflicto. Así fue que a la semana siguiente se realizaron reuniones en
Eugenio Bustos y en La Consulta.470 “…En esas dos (reuniones) se juntó más gente, se
iba como multiplicando la gente. Traíamos más material, y cuanto más material ibas
juntando más bronca te iba dando. Del saqueo no teníamos ni idea, la preocupación
era que nos tocaran la reserva de la Laguna del Diamante y que nos contaminaran
el agua con el método.471 Después uno se va enterando de más cosas y más te
moviliza...”, reflexionan los autoconvocados.
Este último aspecto marca una de las características esenciales de los movimientos
socioambientales: a partir de una preocupación concreta –en este caso, la defensa de la
reserva y el riesgo de contaminación del agua-, se despierta el interés y la necesidad de
contar con mayor información sobre una determinada actividad. El mayor conocimiento
sobre el tema y el contacto con otras experiencias similares –Esquel- fueron
fundamentales para la organización y la continuidad del movimiento, y para la
complejización del conflicto. Volveremos sobre este aspecto y lo reforzaremos a lo largo de
este apartado.
Los vecinos autoconvocados de San Carlos recuerdan que, a la tercera reunión,
concurrieron entre 200 y 300 personas, que sabían de qué se trataba el tema pero que

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aún no estaban movilizadas. Paralelamente, aconteció un hecho que deseamos destacar
por su importancia en el conflicto: se resolvió pedir información oficial, y para ello, los
vecinos recurrieron al intendente, quien no los escuchó. Lo mismo sucedió con los
concejales.
Podríamos decir que se generó, ante la negativa oficial de brindar información, la
necesidad de los propios vecinos de informar a sus pares. Resolvieron, por lo tanto,
dedicar el verano (del año 2004) a informar a la población. Y para ello, aprovecharon los
festivales que eran organizados en el departamento. “…En ese momento (fines del 2003 e
inicios del 2004) San Carlos era pan y circo, era pura fiesta nomás. Guiñazú (el intendente)
alentaba todos los festivales, y estaba el del orégano, el del tomate, el del gaucho, el de la
familia, el de la vendimia, la fiesta de San Carlos que ya se nos había pasado…”
recuerdan los autoconvocados. La primera experiencia en cuanto a difusión del tema, fue
en la “Fiesta del Orégano”, en la que colocaron un gacebo con fotos de la Laguna del
Diamante, y trataron de explicar de qué se trataba el problema de la actividad minera. La
única información con la que contaban en aquel entonces eran los folletos de Esquel e
información aportada por las ONGs consultadas. También hicieron afiches para nuevas
charlas, y se fue sumando gente nueva.
Durante estas actividades, se juntaron firmas. Respecto a esta acción, los
sancarlinos reflexionan: “…Todas las comunidades, lo primero que hacen es juntar firmas
pidiendo, y después no sabés que hacer con las firmas, o lo hacés en un papel cualquiera
y después eso no tiene valor…La misma gente nos dio la idea, nos decía ¨¿y donde hay
que firmar?¨, es como que el imaginario colectivo dice que juntando firmas y presentando
un papel con firmas vos ya estás solucionando algo…”.
Podemos observar en esta afirmación y en otras que serán destacadas a lo largo de
este trabajo, cómo los miembros de estos movimientos van tomando conocimiento de
otras experiencias, de sus errores y aciertos, y cómo también evalúan sus propias
acciones a través del tiempo. Esta práctica ha permitido la generación de un saber
colectivo que las organizaciones van transmitiendo unas a otras, fortaleciendo así las
nuevas luchas, que se enriquecen a partir de la experiencia de los grupos ya existentes.
Por otra parte, también queremos destacar con este testimonio, la manera en que los
sujetos comienzan a identificar los diferentes valores que tienen las acciones
desarrolladas, desde lo legal, lo político, lo simbólico, entre otros. Por ejemplo, respecto a
la junta de firmas, los autoconvocados comentan: “…después descubrimos que no tenía
un valor legal, pero sí tiene un valor simbólico, la gente que firma ya no se vuelve atrás, se
sumó. Por ahí no se suma en la ruta, en el estudio, pero firma y ya está con nosotros…”.
Otra forma de expresión fueron las pintadas y carteles en los paredones del
departamento. “…Sabían lo que ¨no¨ querían y lo expresan en un paredón de San Carlos

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que sintetizaba el espíritu de los pobladores ¨NO A LA MINERIA CONTAMINANTE¨…”
(Onofrio, 2009:5).
Podemos resumir el año 2004 como un año dedicado a la difusión e información
sobre el tema en el departamento. En este sentido, la incorporación activa de un docente
que, gracias a las Hermanas Dominicas, pudo dedicar sus horas de cátedra a dar charlas
en escuelas, uniones vecinales y otros espacios, acompañado por los vecinos que ya
venían realizando acciones, fue determinante para el estudio e investigación en
profundidad de temas como la megaminería y el agua. “…No podíamos hablar sin saber.
Todo lo que salía afuera debía ser previamente corroborado, todos los datos que nos
llegaban…”, explica un autoconvocado.
El objetivo fue informar sin generar temor. Comenzaron a dar charlas en las
escuelas, y como ya fue mencionado, los maestros y las familias jugaron un rol muy
importante en la divulgación del tema. Las clases comenzaban con un juego: imaginar que
un día nos despertamos y no tenemos agua. Los alumnos tenían que pensar en todas las
actividades que uno realiza a lo largo del día, sin poder utilizar agua. La intención era
reflexionar sobre la importancia del agua y de cómo cuidarla. Otro de los puntos
importantes de estas charlas consistía en aclarar que no se trataba sólo del agua que sale
de la canilla, sino que había que empezar por cuidar las fuentes, es decir, los glaciares y
su entorno en la cordillera de los Andes. En este punto se establecía la relación entre el
agua y la minería a gran escala.
Las charlas se dieron en todos los espacios en que fueron posibles, no sólo en
clubes sino también en casas particulares. Para armar el contenido de estas charlas,
contaron con la ayuda de abogados, médicos y contadores, entre otros profesionales. Los
maestros eran los encargados de transmitir esta información a la población, y el resto de
los vecinos también aportaba. “…Todos éramos como entes o actores multiplicadores de
la información, uno lo transmitía de forma interpersonal y además si tenías algún medio lo
exponías, nosotros íbamos haciendo el traspaso de la información en la medida en que la
recibíamos la íbamos distribuyendo porque entendíamos que era la forma…”, recuerdan
los sancarlinos. También contaron con el apoyo de la Pastoral Social,472 y algunos vecinos
recomendaban que las personas fueran a buscar respuestas en los documentos de la
iglesia que defendían la vida.
La preocupación por la corroboración de los datos que manejaban y la
fundamentación científica de sus cuestionamientos a la megaminería son un aspecto
fundamental de las acciones llevadas a cabo por muchos movimientos socioambientales.
Aquí se suma, como ya mencionamos, el cuestionamiento al sistema científico-académico,
que en general se ha mantenido en silencio ante el conflicto, o ha tomado parte pero
desde la elaboración de estudios y otras actividades de consultoría a las empresas

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mineras, generando así la desconfianza de la población sobre la objetividad de su
posicionamiento respecto a la actividad.
También es importante destacar, que las charlas de algunos técnicos y profesionales
despertaron el interés y las discusiones en torno a ciertos conceptos. “…Junto a ellos
aparece la necesidad de establecer nuevas miradas sobre el uso de conceptos como:
desarrollo, desarrollo sustentable, minería responsable, minería sustentable…” (Onofrio,
2009:4).
Además del sector científico-académico, el gobierno ha sido otro sector también
cuestionado por su accionar en el conflicto, tanto a nivel local, como provincial y nacional.
En el caso de San Carlos, en febrero del año 2005, la minera canadiense “Tenke Mining
Corporation”, y su subsidiaria en Argentina, “Depromin S.A.”, junto al Director de Minería
de Mendoza en aquel momento, Carlos Monjo, llegaron a San Carlos con la finalidad de
informar al intendente sobre el avance de la prospección y exploración minera en el área
denominada “Papagayos”. Asimismo, en marzo del mismo año, representantes del
gobierno provincial viajaron a una cumbre minera mundial en Toronto, Canadá, y
mostraron la potencialidad minera de Mendoza con la finalidad de atraer la inversión
minera extranjera a la provincia.473
Esta visita a Canadá con la finalidad de atraer inversiones, la negativa de permitir la
participación de los vecinos de San Carlos en la reunión entre el intendente y la empresa
minera, y la falta de información desde el gobierno hacia la población, no hicieron más que
agudizar el conflicto.
En este contexto, podemos destacar el año 2005 por la ocurrencia de dos grandes
acontecimientos: el fortalecimiento de los Vecinos Autoconvocados de San Carlos, y el
aumento de la visibilidad del conflicto sancarlino, que mediante movilizaciones y otras
acciones, alcanzó repercusión a nivel provincial.
También es importante destacar que a las reuniones realizadas en San Carlos,
también concurrieron vecinos de Tunuyán, otro departamento del Valle de Uco. Este
grupo también realizaba actividades de andinismo y las divulgaba a través de charlas en
escuelas. En palabras de uno de sus integrantes, su finalidad era proponer “…otra forma
de turismo, de relacionarse con la cordillera...”. En esta necesidad de llevar a cabo
acciones sociales, realizaron una limpieza de residuos en el refugio de montaña “Real de
la Cruz”, bajando con la ayuda de 11 mulas, 550 Kg. de residuos.
Estos pobladores de Tunuyán fueron invitados por los sancarlinos a participar de sus
reuniones, por lo que, posteriormente, puede hablarse de Autoconvocados del Valle de
Uco, en referencia a la participación de sancarlinos, tunuyaninos y, posteriormente,
pobladores de Tupungato.

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La organización: del Frente Diamante a los Vecinos Autoconvocados de San Carlos

Desde aquellas primeras reuniones en diferentes distritos de San Carlos, la


necesidad de organizarse fue tomando forma, y confluyó en el “Frente Diamante”. Este
Frente estaba conformado por productores organizados en la Sociedad Rural y vecinos
que habían iniciado las discusiones sobre el tema. El frente fue liderado por el Presidente
de la Sociedad Rural –quien ya era conocido mediáticamente debido a cortes realizados
por demandas rurales- (Onofrio, 2009).
El Frente Diamante intentó ser la oposición institucional a la megaminería. Por ello
buscó incluir a las uniones vecinales, a los productores de la Sociedad Rural, a ONGs, a la
Municipalidad, etc. Incluso se evaluó la posibilidad de obtener personería jurídica e iniciar
presentaciones desde la vía legal y administrativa.
Las diferencias entre algunos vecinos y la conducción del Frente, generó en algunos
la necesidad de contar con un espacio más horizontal en lo que respecta a la toma de
decisiones y a su puesta en práctica. “…Mantuvo (el presidente de la Sociedad Rural) una
estructura de carácter verticalista y personalista que contrastaba con el proceso de
participación que se había generado por la defensa del agua. Esta dicotomía se manifiesta
principalmente en dos sentidos, el control de la organización y su peso público…” (Onofrio,
2009:5-6). Como rescata Onofrio en base a las entrevistas realizadas, había en este
Frente una ruptura entre los “gestores de ideas” y quiénes las llevaban a la práctica, lo
que desgastó a las personas que participaban en el mismo.
Sin embargo, se desarrollaron algunas actividades en conjunto. Una de las primeras
fue un corte en Pareditas, que tuvo la finalidad de interrumpir el paso del intendente a una
fiesta organizada en la Laguna del Diamante, en febrero de 2005, en la que se realizaría
“la degustación de vinos más alta del mundo”. Esta fiesta contaría con la participación de
todas las reinas departamentales –postulantes a reina de la Vendimia474 2005- y de la
reina y virreina de la Vendimia elegidas en el 2004. Luego de intentar evadir el corte, la
caravana que se dirigía a la fiesta –conformada por las candidatas a reinas, las entonces
reina y virreina, los organizadores del evento, el intendente y otros funcionarios del
gobierno- frenó en el corte y se generó el diálogo entre aquellos que intentaban llegar a la
Laguna y quienes se manifestaban en el lugar. Según testimonios, el intendente se mostró
“muy incómodo” ante esa situación, que desembocó en su primera manifestación pública
respecto al tema minero.
Hasta el momento, los vecinos sabían de las reuniones del intendente con
representantes de la Dirección de Minería y la empresa “Tenke”475 pero, por otra parte, el
intendente declaraba públicamente que iba a hacer “lo que la gente dijera”. En relación a
estos hechos, los sancarlinos expresan: “…Nos indignaba, porque si a la gente no le

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informás, y dejás que la empresa te mienta, la gente va a aceptar. Así que mientras él
decía eso nosotros tratábamos de informar a la gente…”.
Finalmente, luego de las conversaciones generadas en el corte, los manifestantes
dieron paso a la caravana, que se dirigió hacia la Laguna. En medio del discurso que dio
durante la ceremonia realizada en la reserva, y ante los principales medios de prensa
provinciales, el intendente pidió a las reinas que lo ayudaran a cuidar la belleza natural –en
referencia a la Laguna del Diamante, que era “el telón de fondo” de la fiesta-, ya que,
manifestó, “…había empresas mineras que querían destruirla…”.476
Retomamos aquí el rol de los sectores gubernamentales en el conflicto, ya que los
hechos mencionados evidencian cómo su accionar ha contribuido a que el mismo se
mantuviera latente: la población manifestó la falta de certeza sobre la política que se
llevaría adelante respecto a la actividad cuestionada, y la respuesta del gobierno local fue
negar la información y mantener reuniones con el sector minero a las cuales la población
interesada no tuvo acceso. En relación a estos hechos, uno de los autoconvocados
manifiesta“…Uno tenía que buscar información por los puesteros, por montañistas, la
información de lo que realmente se estaba haciendo en la montaña en general nunca
fue oficial, había que estar atento con eso también….”.
Sumado a ello, la falta de declaraciones públicas convincentes y los discursos
evasivos, sumado a actitudes contradictorias con la ejecución de las políticas públicas –
como el diálogo a puertas cerradas con las empresas-, potenciaron la desconfianza de la
población hacia sus representantes. Finalmente, ante la presión generada por los vecinos,
el intendente se vio obligado a manifestar públicamente su adhesión al posicionamiento
adoptado por gran parte de la población de su departamento. El descrédito de las clases
políticas y de las instituciones, también contribuyó a las dudas de la gente, en un primer
momento, hacia las manifestaciones en oposición por parte de algunos vecinos –por creer
que tenían un trasfondo de oposición política al gobierno de turno-, y luego, una vez que
las movilizaciones fueron masivas, la desconfianza se trasladó hacia el rol de los
funcionarios públicos.
Otro tema que ha potenciado el conflicto, es el desconocimiento sobre la actividad
minera a gran escala por parte de los funcionarios, que garantizan el control de la actividad
pero paralelamente demuestran ante la población incapacidad de responder a sus
preguntas, lo que para los vecinos evidencia la falta de preocupación en asesorarse e
informarse sobre el tema, y pone en duda la capacidad de control gubernamental sobre la
actividad. “…Venían defendiendo un modelo, y la gente le salió con datos que el tipo no
tenía ni idea (…), se sorprenden de lo que sabés, se sorprenden de lo que es (la
megaminería) y ahí se enteran…” comenta un autoconvocado. En relación al tema, otro
sancarlino afirma: “…Primero venían con la idea de convencerte con lo que la minería iba

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a generar, por eso la importancia de la información y el conocimiento, uno tenía los
argumentos para derrumbar sus argumentaciones…”.
Otro acontecimiento a destacar durante el 2005, fue la manifestación pública del
rechazo a la megaminería, en el marco del acto por el aniversario de la Revolución de
Mayo, realizado en la plaza de La Consulta, que contó con la presencia del entonces
gobernador de la provincia –y actual vice-presidente argentino- Julio Cobos. Aquel 25 de
mayo, los sancarlinos entregaron al gobernador un petitorio pidiendo información sobre el
tema, cuyo título fue: “El Pueblo quiere saber de qué se trata”. Una vez más, los
sancarlinos volvieron a pedir a sus representantes que les informaran sobre la situación de
la minería en el departamento. “…Lo que pedíamos era información, que nos dijeran en
qué etapa estaban, de qué se trataba. (…) le pedíamos información a ellos, al Estado…”,
recuerdan los autoconvocados.
Otro de los objetivos fue concientizar a la población y buscar que se involucrara en la
movilización, que se perdiera el miedo a la exposición. En el desfile cívico-militar de aquel
día, desfilaron frente al palco oficial jóvenes con pancartas en las que podían leerse frases
tales como “No a la mina” y “Agua es vida”, seguidos de alumnos que representaban a las
diferentes escuelas del departamento. Los jóvenes tuvieron un rol fundamental a la hora
de decidir la intervención en el desfile, con carteles manifestando la oposición a la
actividad. Recordemos que esta protesta se dio en un momento en que, paralelamente,
desde el gobierno provincial se promocionaba la actividad.
Para los sancarlinos, fue la primera “puesta en escena”, tomada por los medios de
comunicación masivos provinciales. Algunas personas se sumaron a quienes desfilaron
con carteles frente al palco oficial, y otras expresaron su apoyo con aplausos. “…Ese fue el
momento donde el pueblo se vio en el espejo, y algunos se animaron a sumarse y pasar, y
se sintieron emocionados, y otros desde las orillas, todo el mundo apoyó, y a partir de allí
las convocatorias fueron de a miles (…), se logró que la minería metalífera no asentara en
San Carlos…”, reflexiona una autoconvocada.
Como destaca Sergio Onofrio: “…En realidad, el impacto político de esa jornada no
fue el manifiesto, sino las acciones no controladas por los que se atribuían la dirección del
Frente (Sociedad Rural). Más allá de éstos, los grupos de jóvenes cortan el desfile
disfrazados en forma alegórica en contra de la minería y denunciando los alcances de la
misma. El hecho toma repercusión ya que es registrado por todos los medios de
comunicación, y aparece como un posicionamiento departamental anti-minero. Desde el
punto de vista político, el tema se instala en la agenda política provincial, mientras que
para los participantes del Frente Diamante, significó un fortalecimiento mediante el
accionar en la calle, con la movilización, y a la vez, un proceso de identificación como
defensores del „agua‟. Es importante destacar que hasta antes de la movilización el

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intendente había dado el visto bueno a dicha actividad en el departamento…” (Onofrio,
2009:7).
De esta manera, el conflicto en torno a la megaminería en San Carlos llega a los
medios de prensa provinciales, que se encontraban cubriendo el acto oficial. El
intendente vuelve a ser presionado por la población para que clarifique su postura
respecto al tema, si bien en este acto el principal interpelado fue el gobernador de la
provincia.477
Por otra parte, a partir de esta acción la población del departamento comenzó a
solicitar más información. Los sancarlinos recuerdan: “…Toda la gente estaba esperando
que le llegara más información (…). Todos fuimos actores de distribución de la
información, toda la gente, de acuerdo a su nivel educativo, cultural, a su forma, difundió y
transmitió lo que sabía, algunos en términos más científicos, o desde un perfil más social,
como fuera, de acuerdo a su conocimiento…”.
Posteriormente, en junio, se realizaron unas jornadas organizadas por el Ministerio
de Economía, llamadas “Minería sustentable en Mendoza, un desafío para el siglo XXI”.
En este encuentro se discutió la compatibilidad de la minería con el medio ambiente. En
sus declaraciones a los medios, la ministra de Economía de la provincia, Laura Montero,
definía la posición del gobierno de compatibilizar la actividad minera con la protección del
medio ambiente: “…la Provincia quiere promover el recurso pero generando un concepto
minero nuevo que tenga en cuenta el asiento de otras actividades (como agricultura y
turismo)…”.478 Sin embargo, estas actividades impulsadas por el gobierno no lograron
cambiar la postura sobre el tema de los pobladores del Valle de Uco.
Luego de la primera manifestación pública, se conforman los “Vecinos
Autoconvocados de San Carlos”, como respuesta a la necesidad de un espacio de
participación más horizontal. Son ellos quienes van a llevar adelante la lucha, que continúa
actualmente. Los vecinos destacan el aporte del Frente Diamante en los aspectos legales
y en cuanto a los contactos aportados. En este sentido, reconocen acciones del Frente
Diamante tales como la convocatoria de técnicos y abogados para que explicaran el tema
minero desde diversos ámbitos, y la contratación de abogados que contribuyeron al
armado de la Ordenanza que se sancionó en el año 2006479 -que también fue enriquecida
mediante contribuciones de los vecinos autoconvocados-.
¿Por qué deciden llamarse “autoconvocados”? “…Nadie nos convoca (…), fue
también lo que le dio fuerza, la auto-convocatoria, porque la gente tenía miedo de eso, ¨yo
voy en contra de esto y voy a ser funcional a un partido político o voy a ser funcional a una
organización¨, (…) eso se logró diferenciar, no se iba a ser funcional a nadie…” explica
una sancarlina, y continúa: “…la legitimidad que te da que sea un movimiento desde el
pueblo, nada guiado por algún sector…”.

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Otros aspectos destacados por Onofrio (2009) son fundamentales para entender la
ruptura del Frente Diamante y la conformación de los Vecinos Autoconvocados de San
Carlos: a partir de la emergencia pública y su visibilización, el tema se instala en la
comunidad, comienza a ser el tema de conversación en diversos encuentros, y quienes
iban desistiendo del Frente comenzaron a charlar en otros espacios, y surgió la idea de
reunirse. “…Este es el momento donde los asambleístas, no solo se desconectan del
Frente, sino de su impronta. Se abandona el verticalismo, y reconstruyen su lucha a partir
de revalorizar la palabra del otro: ¨…como vecinos autoconvocados, el proceso personal,
profesional y social que hicimos fue tan rico, tan vertiginoso, tan apasionante, porque
tuvimos gente de todas las ramas, de todas las áreas, abogados, médicos, docentes, el
carnicero, el basurero, la viejita de la esquina, adolescentes, niños. Habían aportes
riquísimos, y lo que menos hacíamos era mirar quien está hablando, porque al principio lo
hacés, a ver, pidió la palabra el abogado del pueblo, hay que escucharlo porque sabes
que sabe, pero después dijimos pidió la palabra la señora que barre la panadería y hay
que escucharla, no sé si sabe o no, pero piensa y hay que escucharla. Este para mí, ha
sido el proceso más rico, donde la calidad la da la persona, y no la profesión. Fue, cuando
cada uno encontró un espacio, un lugar, una opinión escuchada y una acción llevada a la
práctica. Ese fue el giro abismal que hicimos, donde se hacían propuestas y se llevaban a
la práctica inmediatamente.¨ Este proceso transforma a todas las actividades llevadas a
cabo por los autoconvocados, como la generación de consignas, las formas de asumir la
representación, la toma de decisiones, la intervención, el manejo de recursos financieros,
la construcción colectiva de conocimiento, entre las más relevantes. En el caso de las
consignas se abandonan las de carácter negativo para empezar a movilizar e identificarse
por lo que defienden, por ejemplo: ¨el agua es vida¨; ¨la defensa de la vida¨; ¨el agua vale
más que el oro¨. Las mismas empalman con un posicionamiento social y permiten que
rápidamente sean apropiadas por la comunidad. Otra distinción es con respecto a las
decisiones, todas las voces valen por igual, no se disputan espacios de poder de tipo
tradicional. Esto se evidencia en las intervenciones en el espacio público, que tienen un
cariz más creativo y menos tradicional…” (Onofrio, 2009:8-9).
También pudo observarse en los testimonios, como cada integrante fue asumiendo el
compromiso de participar y trabajar por la defensa del agua y el no a la megaminería:
“…asistí a las primeras reuniones, me pareció muy importante, y no solamente importante
sino necesario, tratar de estar trabajando en eso, al enterarte de todo esto…primero
empecé como oyente, en las primeras reuniones no hablaba, me fui interesando…y
también empecé a opinar, a hablar y a trabajar en lo que fuera necesario…”, comenta un
autoconvocado de San Carlos.
Las reflexiones de algunos autoconvocados, especialmente los de de mayor edad,

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permiten dar cuenta de cómo rescatan la historia del departamento, y comparan el pasado
con el presente, lo que les genera un compromiso hacia el futuro: “…una vez llevaron a la
radio una nota del arroyo San Carlos, de alguien que escribió sobre lo que era, lo que
había, lo que se podía pescar…yo lo gocé y lo viví, iba con mis nietos, pescábamos
bagres, y pescábamos cangrejos, y hacíamos lindos asados, y nos bañábamos, a todo lo
largo del arroyo siempre había sauzales y patios para hacer pic-nic, agua cristalina donde
se bañaban todos…” recuerda un autoconvocado, y continúa: “…era un relato ¨yo cuando
era niño¨, y lo cuenta el nieto del que iba en la volanta…y cuando leí eso me emocioné
porque vas ahora y es una cloaca, no hay más nada, y el agua a veces es verdosa, van
pañales, botellas, basura…y todo eso, yo no me di cuenta que lo habíamos perdido…y
cuando estábamos en la FM, con otros que también lo vivieron, se nos corrieron las
lágrimas, de haber perdido esa maravilla, y lo que estamos perdiendo de nuestra
ecología…como lo viví, y ahora veo que lo perdí, me emociono, y nos emocionamos. En
aquel tiempo no me di cuenta lo que tenía, yo lo gocé, ahora si te arrimás te da asco.
Fijate si uno no tiene experiencia de haber vivido eso y que ya no lo tenés, pero ¿cuando
me di cuenta? ahora, cuando leí ese papelito…Eso, que es una pequeñísima cosa, en
nuestro río, nuestro lugar, nuestra zona, se terminó, ¿y no es para sentirse dolorido? Y así
estamos perdiendo toda la maravilla de nuestra naturaleza…”. También aparece la
revalorización del lugar en el que se vive, y la certeza de que San Carlos no ha necesitado
de la megaminería para desarrollarse.
Por otra aparte, fue también una reivindicación para aquellas generaciones que
vivieron su niñez, adolescencia y juventud en procesos de dictadura, y que luego, ya en
democracia, aun tienen arraigadas conductas que se forjaron en periodos de gobierno
militar. En este sentido, una autoconvocada reflexiona: “…No tenés la reacción natural que
hoy tienen los chicos, esa incorporación de los derechos, una noción de las libertades
diferente (…), fue como hacer una catarsis, darse cuenta de que ya no estábamos en esos
años, donde, más en estos pueblos, los que reaccionaban o habían reaccionado ya no
estaban o habían estado muy callados, digamos que a uno le moldearon la cabeza sin
darse cuenta de que se la estaban moldeando, sobre todo a través del sistema educativo
(…) Cuando de pronto empieza este proceso uno empieza a sentirse un militante que
nunca había tenido oportunidad de ser, que ni se le había ocurrido ser, hubo una
generación que sentía eso (…) nuestra generación no tenía la cultura de la militancia…”.
Esto puede relacionarse con el hecho ya comentado, de que en la primera manifestación
pública en oposición a la megaminería, el 25 de mayo de 2005, fueron los jóvenes quienes
impulsaron el ingreso con carteles al desfile, y no los adultos, que tuvieron mucha más
reticencia a la exposición pública y a manifestarse.
Los autoconvocados se reunían todas las semanas, luego cada 15 días, y con el

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paso del tiempo, cuando la coyuntura lo requiere. Cuentan con un programa de Radio los
días sábados, en el que discuten diversas temáticas e informan de las acciones que se
están desarrollando, y desde el que también realizan las convocatorias a determinadas
acciones. “…Hay un desgaste, pero San Carlos no murió, cuando se necesita hacer una
convocatoria la gente está…” afirman los sancarlinos. El apoyo de la población se ha visto
reflejado en la respuesta a las convocatorias realizadas, y cuando se han juntado firmas,
por ejemplo para apoyar la Ley de Glaciares,480 la gente ha adherido.

Las movilizaciones masivas y la reacción del gobierno

El año 2005 fue un año electoral, por lo que esta movilización de vecinos comenzó a
interactuar con los candidatos a concejales, diputados y senadores. También llegaron a los
medios de comunicación, a través del diario local “Reportero XXI”, que reunió todas las
publicaciones sobre el tema en un ejemplar llamado “H2O”. Este ejemplar fue auspiciado
por muchas empresas de San Carlos y su distribución fue gratuita. Asimismo, como ya fue
mencionado, con el correr de los meses, la lucha empezó a extenderse a otros
departamentos cercanos, como Tunuyán y Tupungato, también a través de maestras que
daban clases en San Carlos y que comienzan a informar lo sucedido en sus
departamentos.
Paralelamente, comienzan a llegar noticias de las movilizaciones en Gualeguaychú y
otras ciudades de la provincia de Entre Ríos, en oposición a la instalación de dos plantas
de celulosa –más conocidas como papeleras o pasteras - en las márgenes del Río
Uruguay, en la ciudad uruguaya de Fray Bentos. Estos hechos los animaron a convocar a
una movilización masiva, un mes antes de las elecciones. Es así como el 4 de septiembre
de 2005, aproximadamente 4.000 vecinos de todo el departamento de San Carlos se
reunieron frente a la terminal de ómnibus de Eugenio Bustos para manifestar su rechazo a
los proyectos mineros a gran escala.
Retomemos por un instante el contexto pre-electoral,481 en el que los sectores
políticos partidarios sabían que cualquier acontecimiento podría afectar los resultados
electorales de octubre. Por un lado, los Vecinos Autoconvocados reconocen que esta
situación generó confusión, ya que muchas personas pensaron que ellos estaban en
contra del gobierno y que éste era el motivo de sus reclamos. Pero, por otro lado, abrió
también la posibilidad de presionar a los partidos políticos y a sus candidatos en un
momento estratégico. “…Una semana antes ya se veía que la gente iba a ir a la
movilización (de septiembre), y evidentemente los punteros políticos de Cobos le estaban
diciendo algo…”, reflexionan los sancarlinos.
Es así que desde el gobierno provincial convocaron a una reunión informativa para

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explicar que no existía peligro en la etapa de exploración que estaba llevando a cabo la
empresa minera. Es importante destacar aquí cómo la población respondió a esta
convocatoria oficial. “…Se hizo un día viernes o sábado a la noche, corría viento, nevaba,
hacía frío, no se veía nada, hubo accidentes, fue una tormenta muy rara y fuerte, y en el
club de La Consulta fue el momento clave. Con la tormenta que había, con la gente de
Pareditas que llegó sin ver nada, nieve incluida, se juntaron más de 800 personas, se llenó
el lugar, no entraba la gente, y la reunión se desarrolló con las puertas abiertas, se llovía
debajo del alero y la gente no se iba, estábamos amontonados…” recuerdan los
autoconvocados del Valle de Uco.
Los Vecinos Autoconvocados de San Carlos, consideran que esa reunión fue
convocada por el gobierno con la finalidad de aplacar la situación y de que no se hiciera la
movilización que habían organizado para septiembre. “…Ellos sabían que la movilización
iba a ser grande, nosotros no teníamos ni idea. Cuando se estaba organizando la reunión,
ellos (los funcionarios) llamaban preguntando si se iba a hacer, aparentemente ellos
mismos querían suspenderla porque pensaban que no se iba a juntar gente (por el mal
tiempo), y ellos necesitaban que se juntara gente para tratar de aplacar los ánimos...”,
detallan los autoconvocados. Más allá de ello, los vecinos participaron de esta reunión
organizada por el gobierno, colocaron una pantalla gigante, y antes de que hablaran los
funcionarios, proyectaron un documental sobre minería del Programa Televisivo “La
Liga”.482 Posteriormente, los representantes del gobierno explicaron que en la etapa de
exploración no se utilizaban sustancias como el cianuro, y que no era una etapa peligrosa
para el ambiente y la comunidad.
Los propios Vecinos Autoconvocados manifiestaron su asombro sobre la calidad de
las preguntas que muchos de los que participaron en aquella reunión en La Consulta
hicieron a los funcionarios. “…La gente levantaba la mano y hacía preguntas muy
profundas, y nosotros nos mirábamos y pensábamos ¨hay gente que se ha informado por
otro lado¨, levantaban la mano productores comunes y preguntaban sobre la lixiviación, los
productos, que en tal lugar ha pasado tal cosa...” afirman los vecinos. Destacan también el
respeto y el orden que reinó en la reunión: “…éramos 800 personas y el debate fue
impecable, toda la gente pudo opinar, se escuchaban…Morgani483 quiso dar todas las
garantías posibles y la gente dijo no, y no, pero muy respetuosamente, gente mayor, fue
muy lindo desde lo asambleario. La gente respondió con mucha altura y ni Fidel 484 ni
Morgani pudieron contestar algunas preguntas, de la profundidad que tenían, y tuvieron
que irse de la reunión, venían prometiendo un decreto para que en San Carlos no se
hiciera (megaminería), prometieron un montón de cosas, y a lo que venían, a desarmar la
movilización, fue al contrario, la gente esa semana se puso las pilas y decidió que tenía
que estar acá (en la movilización)…”.

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En el testimonio anterior vuelve a reflejarse cómo la falta de respuestas sólidas por
parte de los funcionarios potenció la decisión de la población de sumarse a la movilización
en rechazo a la actividad.
También sumó al conflicto la negativa del sector minero a reunirse con la población.
Los autoconvocados relatan: “…Cuando vinieron acá485 quisimos hablar, pedimos estar
en esa reunión y no quisieron atendernos. Cuando se hizo la reunión que convocó Fidel486
nosotros pedimos que vinieran también a explicar, y vino Medio Ambiente pero no vino
ninguno de las empresas mineras…”.
Así se llega a la movilización que convocó a alrededor de 4.000 personas en la
Terminal de Eugenio Bustos. Los diversos testimonios recogidos destacan que fue la
primera vez que tanta gente se movilizó conjuntamente por una razón común, sin
distinciones de partidos políticos ni sectores sociales.487
Ante esta acción –y ante la garantía por parte de los Vecinos Autoconvocados de que
al mes siguiente volverían a movilizarse, ya en octubre, mes en el que se realizarían las
elecciones-, el gobierno los convocó a una reunión, con la finalidad de encontrar juntos
una salida al conflicto. Así fue como durante la semana siguiente a la movilización de
septiembre, se resolvió la ampliación de la reserva “Laguna del Diamante”. Los sancarlinos
recuerdan: “…Se rescató un proyecto que llevaba 9 años guardado en la Dirección de
Minería y en la Comisión de Minería de la Legislatura (provincial), parado por 3 cateos que
interesaban al sector minero. No avanzaba el proyecto de ampliación de la reserva con
toda la fundamentación técnica de Recursos Naturales488 por la minería. En 3 días
resolvieron ampliar la reserva y ampliarla mucho más que lo que proponía el proyecto
original, que era nada más que un corredor para que los animales pudieran bajar y subir
en invierno y verano (…).489 Y cuando se sientan el lunes a ver como hacían para darle la
garantía al pueblo de que no se iba a hacer el proyecto de Papagayos, el camino que
encontraron fue el de ampliar la reserva. Como en la reserva está prohibido (hacer
minería), a nosotros nos implicaba que había una garantía…”.
Con esta ampliación,490 los cateos quedaron dentro de la reserva y por lo tanto la
empresa minera quedó imposibilitada de continuar con sus actividades. Cateos de otras
empresas también quedaron dentro del área de la reserva, por lo que algunas presentaron
demandas de inconstitucionalidad.491
En la respuesta del Gobierno a la empresa que demandó la inconstitucionalidad de la
Ley Nº 7.422, en la que defiende dicha ley, se destaca: “…La zona del Valle de Uco es un
área agrícola con excelentes productos derivados de la agricultura, tanto para consumo
interno como para exportación, irrigados con un agua que hoy en día muestra una
excelente aptitud para agricultura de regadío. La minería a cielo abierto, de metales
preciosos como el oro, trae aparejado una serie de impactos negativos sobre los recursos

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del ambiente en virtud de la utilización, entre otros, de cianuro, una gran cantidad de
residuos de material rocoso, también queda disperso en el área de explotación, así como
también el potencial peligro de afectación con drenajes ácidos del agua subterránea
subyacente…” (Asesoría de Gobierno, 2005:37).492
La ampliación de la laguna del Diamante, y la justificación de la ampliación, dio
a los sancarlinos la clave de su oposición a la megaminería: “…Se amplió como
reserva hídrica, que incluía el arroyo Gateado, el Yaucha y el Papagayos, todas las
nacientes, toda el agua que llega a esos tres arroyos quedaba protegida, y ya veníamos
hablando de defender el agua, pero ahí creo que fue el momento en el que nos dimos
cuenta de que esa era la clave, que como mendocinos en eso no nos podían refutar
nunca, defender el agua…”, reflexionan los autoconvocados.
Los sancarlinos destacan este hecho como políticamente importante, y como otra
acción que les permitió llegar a los medios de prensa provinciales, que hasta el momento,
salvo algunas excepciones ya mencionadas, no habían tomado el tema. En este sentido,
comentan: “…Ese día salimos en la tapa, antes no costaba meter una carta al lector...”.
La crítica a los medios de comunicación masivos, y la falta de espacios en ellos para
manifestar la oposición a la actividad, aparecen en la mayor parte de los testimonios de
los sancarlinos, entre ellos: “…los medios de comunicación son empresas de
comunicación, y a partir de ahí es la información que van a difundir, y en eso, creo que
también hay que hacer una revalorización y una jerarquización de los espacios de
comunicación locales, regionales y chicos, la importancia y el compromiso que puede tener
un medio con su lugar…”. Los medios masivos al inicio del conflicto mostraron indiferencia,
luego, ante el inicio de las movilizaciones, cubrieron algunos hechos, y posteriormente,
pasaron a tener, en palabras de los sancarlinos, una postura “ambivalente”. Ignorantes,
vecinos pacíficos, fundamentalistas y otros términos utilizados para denominar a los
autoconvocados, muestran las diferentes imágenes que los medios fueron transmitiendo
de los sancarlinos movilizados.
Como positivo, los sancarlinos recuerdan que cuando ellos estaban iniciando las
actividades de información, salió el primer programa de “La Liga” –donde se abordaba el
caso de Esquel-, mucha gente lo vio y lo relacionó con lo que estaba sucediendo en San
Carlos. Por ello destacan la capacidad que tienen los medios de otorgar status a un
determinado tema, lo que en este caso contribuyó a su difusión en San Carlos.
También desde el ámbito gubernamental se desarrollaron algunas acciones, ante la
repercusión que el tema había alcanzado. Por motivos ya comentados493, renunció el
Director de Minería Carlos Monjo y asumió en su lugar Alberto Rubio. A nivel local, el
Concejo Deliberante de San Carlos aprobó la Ordenanza Nº 1.123 (2006), que, como ya
fue destacado, declaraba al Departamento de San Carlos municipio no tóxico y

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ambientalmente sustentable y prohíbía toda técnica minera con sustancias tóxicas y/o
nocivas a la salud humana y al ambiente. Mucho tiempo antes de la sanción de esta
Ordenanza, los concejales también convocaron a una especie de “audiencia pública”, a
fin de que la población opinara a favor o en contra de la minería, que tuvo como resultado
una declaración donde se manifestó que San Carlos no quería actividad minera.494

495
Y ahora, ¿qué quieren? La provincialización del conflicto

Luego de las movilizaciones masivas en San Carlos, el 12 de octubre de 2005 los


Vecinos Autoconvocados de San Carlos se movilizaron a la legislatura provincial, en la
ciudad de Mendoza. “…Hicimos una movilización para el 12 de octubre porque era más
simbólico. Feriado, sábado, nosotros más los que se sumaron allá seríamos 300, estaba
todo cerrado, esas cosas no las preveíamos, pensamos ¨el 12 de octubre es lo más
simbólico¨…” Allí comenzaron con las obras de teatro y la intervención de murgas, y
fueron entrevistados por periodistas del programa televisivo “TN Ecología”.496 Se
distribuyeron panfletos, y los sancarlinos que participaron de aquella acción recuerdan que
la gente fue muy receptiva.
La propia experiencia fue constituyendo una historia común y un aprendizaje
colectivo que fue fortaleciendo al grupo. Por ejemplo, ellos mismos establecen una
diferencia entre sus reclamos iniciales y los posteriores. En un comienzo, “…pedíamos que
no hubiera minería y no sabíamos ni siquiera como detenerla, pedíamos que hubiera
garantías de que no iban a hacerla acá, que pararan ese proyecto (en Papagayos)...”
recuerdan los autoconvocados. Una vez lograda la ampliación de la reserva, “…ya
habíamos parado el proyecto Papagayos, pero los que teníamos experiencia, que
habíamos andado con los mineros sabíamos que estaba lo de los Ninu497 que no les
conocíamos el nombre, pero sí estaban los de las cabeceras del Tunuyán, estaba el Bajo
de los Leones, que es otro proyecto que quedó defendido con la ampliación de la reserva,
había prospecciones en la pampa entre el Maipo y la Laguna, nosotros sabíamos
porque eran los lugares a donde iban mucho…” afirma uno de los autoconvocados que
formaba parte de las actividades de montañismo.
Podemos decir que se continuó así con las movilizaciones a fin de proteger aquellos
lugares de interés minero que quedaban fuera de la reserva, incluso el propio río Tunuyán.
Como ya mencionamos, vecinos de Tunuyán también concurrían a las reuniones de los
Vecinos Autoconvocados de San Carlos. Se sumaron también concejales de Tunuyán, que
colaboraron en la elaboración de las Ordenanzas departamentales del Valle de Uco
comentadas en el Capítulo 4.
Pero también, con el paso del tiempo se sumaron otros cuestionamientos a la

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megaminería, como la cuestión moral. En palabras de un sancarlino: “…Y por lo que pasa,
por una cuestión moral, te das cuenta de que es un desastre, y bueno, defendamos
Mendoza…”. En el mismo sentido, otro autoconvocado afirma: “…A medida que ibas
avanzando te ibas dando cuenta de que las soluciones tenían que ser más macro,
empezamos pidiendo la ampliación de la reserva…”.
Paralelamente a la multiplicación de los cuestionamientos, se fueron poniendo en
práctica nuevas modalidades de acción. Luego de la ida a la Legislatura provincial, se
adoptó la modalidad de corte informativo. “…Entendimos que solos no íbamos a hacer
nada, y la información es tan indignante, que nosotros veíamos que cada vez que le
decías a alguien se sumaba, quizás no desde ir a la ruta y sumarse a los cortes, pero te
terminaba dando las gracias y felicitándote…” recuerda un autoconvocado. La mayoría de
los cortes fueron informativos, se cortaba la ruta, se informaba y se dejaba pasar.
Tanto en los cortes como en otras manifestaciones, no se registran incidentes con
gendarmería o policía, incluso se destaca la buena relación con estos sectores. Las
manifestaciones pacíficas sumaron a esta buena relación. “…La policía entendió de que se
trataba...” afirman los pobladores del Valle de Uco. Solo durante la semana previa a la
sanción de la Ley provincial Nº 7.722 hubo cortes totales. La heterogeneidad permitió una
“regulación” interna entre aquellos más reaccionarios y quienes apostaban a mantener la
tranquilidad en las acciones. Como afirma un autoconvocado: “…Nosotros entendíamos
que mostrar una cuota de violencia, molestar, infringir normativas, iba a ser
contraproducente para la sociedad que no estuviera informada del tema…”.
Esta heterogeneidad también es destacada por los Autoconvocados de Tunuyán:
“…hay una biodiversidad, un equilibrio que se da en estas luchas...”. Este grupo
siempre consideró a la lucha contra la megaminería como una lucha contra el
imperialismo y el capitalismo, aspectos que no fueron tan relevantes en el inicio del
conflicto en San Carlos –aunque sí se mencionaba la defensa de la patria-. Sin embargo,
esto no fue un impedimento para el accionar conjunto, e incluso, poco a poco, los
sancarlinos empezaron a incorporar estas cuestiones, como el saqueo.
Ante la falta de llegada a los medios masivos de comunicación, la lógica fue utilizar la
ruta como medio de comunicación. “…sabías que eso iba para Mendoza o para San
Rafael, la idea era que la información se distribuyera y tratar de llegar a la mayor cantidad
de personas posibles…” explican los autoconvocados. Por otra parte, también estaba la
percepción de que, si acontecía algún problema, algún hecho negativo, en ese caso los
medios masivos lo iban a tomar y a exagerar.
Las cartitas y afiches elaborados por los niños del departamento fueron un
condimento característico de los cortes en San Carlos. “…Llegó la noticia de la gente de
Abra Pampa, y el video de La Liga donde están los chicos contaminados con plomo, y nos

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pegó muy fuerte, y venía el día del niño. Y quisimos involucrar a las escuelas, largamos la
idea y recolectamos como 500 cartas en la semana previa. El viernes cuando estábamos
cortando, empezaron a llegar las maestras con más cartas…pusimos una piola para
colgarlas, y no nos alcanzaban ni la piola ni los clips. Se las dábamos a los vehículos,
muchos (niños) recibieron respuestas. La gente iba mirando y había afiches de chicos…”
recuerdan los autoconvocados.
De esta forma, los niños del departamento tuvieron una participación fundamental en
las acciones de los Vecinos Autoconvocados de San Carlos. Los niños redactaron en
cartitas lo que estaba sucediendo en su departamento.498 Estas cartas fueron entregadas
a los automovilistas que pasaban por la ruta, pidiéndoles que fueran entregadas a un niño
de edad similar al que escribía la cartita recibida. Se recibieron muchas respuestas. En las
escuelas también se hicieron carteles y afiches que luego se llevaron a los cortes, y el
tema del agua y la megaminería ha estado siempre presente, tanto en las presentaciones
en las fiestas de fin de año, como en los trabajos presentados para las ferias de ciencias,
redacciones y concursos de murales. También
fueron los niños quienes hicieron sus propios cartelitos para pegar en los autos y en
las puertas de sus casas, manifestando la defensa del agua y el rechazo a la
megaminería.
La creatividad, la participación de diferentes sectores de la población y las
manifestaciones pacíficas caracterizaron el accionar de los autoconvocados del Valle de
Uco. “…Por eso son comunes las marchas llenas de disfraces alusivos; detenciones
explicativas y no cortes de ruta; la utilización de acciones simbólicas con el objetivo de
sumar y no de separar. Un ejemplo es cuando instalaron unas piletitas en el medio de la
ruta Nacional 40, y los niños de la zona se bañaban y jugaban en ella…” (Onofrio, 2009:9-
10).
El corte en el que se armaron piletas en la ruta se realizó a principios de 2008, y fue
impulsado esta vez por los Autoconvocados de Tunuyán, quienes se alertaron ante la
detección de ciertas actividades mineras en la zona de los proyectos “Ninus y María Inés”.
Participaron de este corte vecinos de San Carlos y Tupungato, así como también del Gran
Mendoza. “…Escuchamos a San Carlos…en la 7.722 Tunuyán no estaba formado pero
acompañamos, nos sentimos amenazados cuando asume Jaque…”499, afirma un
autoconvocado de Tunuyán. Ante la posible exploración en el departamento de Tunuyán,
“…nos preocupamos más, ya no era sólo San Carlos…Esto empezó a movilizar al pueblo,
fue una pueblada casi sin asambleas. Se hicieron 3 cortes. Carmona (Secretario de Medio
Ambiente) contrató un helicóptero y voló sobre la zona mostrando que no estaban
trabajando…”, detalla un autoconvocado de Tunuyán.
Los Autoconvocados de Tunuyán destacan el cambio producido desde aquel

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entonces en el departamento: “…en Tunuyán la gente empezó a tener otra consciencia. El
Río Tunuyán iba a ser afectado y la gente se empezó a sentir afectada…antes era como
que le pasaba al vecino de al lado (por San Carlos)…”.
Por otra parte, a lo largo de los 6 años que lleva el conflicto, los grupos de teatro, los
grupos de folklore y otros estilos musicales, también han incorporado el tema del agua y la
megaminería en sus obras y canciones. Llegar a los músicos que ofrecen recitales en
Mendoza para que ellos transmitan su mensaje también ha sido otra de las
acciones desarrolladas, entre los que se puede mencionar “Caramelo Santo”, “Bersuit
Bergarabat”, Leon Gieco, entre otros.
En este sentido, se destaca a los pobladores del Valle de Uco, tanto desde los
medios de comunicación como en declaraciones de diferentes funcionarios del gobierno,
como un pueblo tranquilo y respetado. Las movilizaciones generadas, sorprendieron a
muchos, generaron simpatía, apoyo de algunos sectores, desacuerdos en otros, pero,
salvo algunas excepciones, se ha mantenido esta percepción de los vecinos del Valle de
Uco.500 Las principales críticas de los sectores que apoyan la actividad minera en la
provincia, no han estado dirigidas directamente a los pueblos del Valle de Uco, sino al
gobierno, que tomó sus decisiones presionado en los años de elecciones, y, que, por otra
parte, promovió la inversión minera en Mendoza en reuniones internacionales, y luego,
ante la reacción popular, limitó el accionar de las empresas mineras que estaban
realizando actividades en la provincia.
La movilización de San Carlos, fue el inicio de una lucha provincial en defensa del
agua y en oposición a la megaminería contaminante, que ha tenido epicentros posteriores
en otros departamentos, se ha organizado y se ha articulado en el interior de la provincia,
y también ha establecido relaciones con otras luchas vinculadas a problemas ambientales
del resto del país.
Es en los cortes realizados por los Vecinos Autoconvocados de San Carlos, donde
muchas personas de otros departamentos de Mendoza tomaron conocimiento del conflicto
en torno a la existencia de proyectos mineros en la provincia. Algunas de estas personas,
organizaron posteriormente nuevos grupos, en otros departamentos, que se sumaron al
rechazo de la megaminería en la provincia. “…Ahí se enteró la gente de Punta de Agua,501
en uno de los cortes (…), los de Alvear dicen que en San Carlos también descubrieron
como venía la mano y allá también estaban empezando la exploración, y empiezan a
moverse en Alvear, en el 2006...” recuerdan los autoconvocados del Valle de Uco. Los
sancarlinos también mencionan que pasó gente de Mendoza, que actualmente integra la
Asamblea Popular por el Agua del Gran Mendoza.
Asimismo, y como ya fue comentado, pobladores de Tupungato también se unieron a
las acciones de rechazo a la megaminería. Organizados en bibliotecas y radios populares,

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y en la Asamblea por los Derechos Cívicos y Ambientales de Tupungato (ADECAT), se
sumaron a las acciones de los Autoconvocados de Tunuyán y de San Carlos.
Ante las acciones, continuaron las respuestas desde el gobierno, que intentó regular
la actividad. Cuando desde San Carlos se pidió que no hubiese megaminería en toda la
provincia, el gobierno elaboró el Decreto Nº 820 (2006), que, como fue detallado en el
Capítulo 4, regula la evaluación de impacto ambiental de la actividad minera.
A nivel local, se sancionó la ordenanza 1.123 (2006),502 en cuya elaboración
participaron, como fue mencionado previamente, los Vecinos Autoconvocados del Valle
de Uco y el Frente Diamante. Asimismo, se consensuó que todos los departamentos de
Valle de Uco tuvieran ordenanzas similares.
El devenir del conflicto confirmó que éste no estaría acotado a San Carlos, ni al Valle
de Uco. Más allá de las respuestas desde el Gobierno, igualmente se sumaron a la lucha
organizaciones de otros departamentos de la provincia. Como abordaremos más adelante,
ya a fines del año 2006 vecinos de General Alvear, San Rafael y Valle de Uco, se dieron
cita en la ciudad de Mendoza, donde llevaron adelante una Jornada Cultural y de Ayuno.
Estas Jornadas fueron fundamentales para que la organización contra la megaminería
tomara forma también en el Gran Mendoza, y para que los diversos grupos existentes en
la provincia se articularan en un espacio provincial: la Asamblea Mendocina por Agua
Pura (AMPAP).
La articulación no sólo se fortaleció a nivel provincial, sino que también se inició la
relación con organizaciones del resto del país. Los sancarlinos tomaron conocimiento de
que existían otras asambleas -además de Esquel-, y concurrieron en julio de 2006 a una
reunión en Córdoba, de la que surge la Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC),
abordada en el Capítulo 5. Posteriormente, miembros de diferentes organizaciones ya
existentes en Mendoza viajaron a la segunda reunión de la UAC, en la provincia de San
Juan, donde conocieron personalmente a algunos referentes del movimiento de Esquel.
También iniciaron contacto con personas de otros países.503
El uso de internet no fue relevante en los primeros años del conflicto, a diferencia de
lo sucedido en otras organizaciones de la provincia, que luego detallaremos.
Posteriormente incorporaron esta herramienta, que les facilitó la obtención y actualización
de información, y el contacto con el resto de las organizaciones.504 “…Muchos aprendieron
a usar internet para contactarse con otras comunidades, se apropiaron de la herramienta
tecnológica, aprendieron a usarla, y a la vez internet suministró información y
comunicación con regiones que jamás habríamos tenido conocimiento si no fuera a través
de ese medio…”, explican los autoconvocados de San Carlos.

Algunas reflexiones sobre el significado de la lucha del Valle de Uco

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Respecto al “hacer política”, si bien los Vecinos Autoconvocados de San Carlos, a
diferencia de otros grupos, no se han caracterizado por las discusiones “políticas” en su
interior, con el paso del tiempo reflexionan: “…al ver los trasfondos políticos que tiene todo
esto, en cierta manera en San Carlos se hace política, porque estamos oponiéndonos
políticamente, fuimos descubriendo otras problemáticas sociales, y otras luchas…”.
Reconocen la importancia del debate político, desde la tolerancia. Quienes se han
acercado a un espacio político partidario, participan de las reuniones como vecinos, no
desde su bandera política. “…Estamos haciendo política porque nos estamos oponiendo a
una política de Estado, que seguro sabemos que viene desde los `90, y ha seguido siendo
política de Estado la minería, los hechos lo demuestran505 (…). Se trata de intereses
encontrados, los intereses de las multinacionales con los intereses del pueblo (…).
Estamos defendiendo nuestra fuente de vida…”, argumentan los autoconvocados de San
Carlos.
Por su parte, los Autoconvocados de Tunuyán, como ya fue mencionado, sí
reconocieron, desde el inicio, la importancia de la discusión política, y la percepción de que
la megaminería era un “conflicto emblemático” del significado del desarrollo para los
gobernantes, y del modelo que querían imponerle a la sociedad.
El surgimiento de nuevos espacios de participación y el involucramiento de diversas
personas en ellos es uno de los resultados más ricos de la movilización que rechazó a la
megaminería. “…También como en todos los procesos, el tema de la lucha contra la
minería fue causa y efecto (…) ha sido efecto de que muchos se conviertan en más activos
participantes de la vida social, darse cuenta que uno es un potencial militante, y además
de eso, dentro de lo que fue San Carlos, vencimos el escepticismo, de decir ¨no, el poder
económico y el poder político manejan todo y no podemos hacer nada¨, acá nos dimos
cuenta de que unirse daba resultados, de que una lucha con un ideal de dignidad y de
vida se podía llevar adelante..” afirma una autoconvocada. Se venció así, el escepticismo y
el individualismo en el que se vive actualmente: “…Ese escepticismo es un poco lo que se
trasmite: dejá que todo siga como está porque no se puede cambiar nada. Fue un gran
bombazo de optimismo, de pensar que las cosas se pueden cambiar…” añade otro
sancarlino, que agrega: “…El primer obstáculo a vencer fue el escepticismo de la gente, la
indiferencia, la apatía, la no credibilidad, el descrédito…”.
La toma de conocimiento de otras realidades y otras luchas también es destacada
por los autoconvocados, quienes consideran que “…fue un proceso que salió bien, dentro
de lo que puede significar, es un granito de arena (…), es entender que cualquier acción
individual se iba a sumar a miles de acciones individuales que estaban en toda
Latinoamérica y que a lo mejor porque no las conociéramos o no las viéramos no quiere
decir que no existían (…). Eso lo convirtió en una gran fuerza...”.

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Antes de profundizar en las acciones que organizaron conjuntamente pobladores de
diferentes departamentos provinciales y de otras provincias del país, describiremos la
gestación de los conflictos en torno a la megaminería en el sur de la provincia. Por un lado,
el conflicto existente en el departamento de San Rafael, que tiene una problemática
diferente al resto de la provincia: la posible reapertura de “Sierra Pintada”, una mina de
uranio. Por el otro, el conflicto iniciado en el distrito sanrafaelino de Punta del Agua, ante la
etapa de exploración de proyectos mineros metalíferos, que encontró eco en la población
del departamento de General Alvear y en otros distritos sanrafaelinos.

SAN RAFAEL: MINERÍA DE URANIO, PASIVOS AMBIENTALES Y LA NEGATIVA A


LA REAPERTURA

En el departamento de San Rafael existe una problemática diferente a la del resto de


la provincia: la posible reapertura de la mina de uranio “Sierra Pintada”, impulsada por el
gobierno, a través de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), organismo
autárquico del Estado nacional creado en 1950.
Diversas características le confieren a este conflicto notables diferencias con los
acontecidos en otros departamentos mendocinos: una mina de uranio que ya estuvo en
operación -pasivos que no fueron remediados-, la explotación de la mina por parte de un
ente estatal –la CNEA-, una población que no se expresa mediante movilizaciones, y la
apuesta a otra estrategia de acción: la vía legal.

Sierra Pintada: reapertura bajo la sombra de los pasivos ambientales

La mina de uranio “Sierra Pintada”, en la provincia de Mendoza, está ubicado a 1.200

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Km al oeste de la ciudad de Buenos Aires en las primeras estribaciones de la cordillera de
Los Andes. La explotación fue detenida en la década de los ´90, pero desde hace algunos
años la CNEA está evaluando la posibilidad de reactivar el funcionamiento de la mina,
debido al aumento del precio internacional del uranio y de la demanda de uranio al
reactivarse el proyecto “Atucha II”.506
Desde fines del año 2002, el tema de la reapertura de “Sierra Pintada”, la mina de
uranio que había sido explotada a cielo abierto desde 1976 a 1997, año en que se cerró
por motivos económicos, comenzó a tomar estado público a través de los medios de
prensa locales. “El Gobierno frena la actividad de la CNEA por el daño ecológico”, se
titulaba una nota del diario “Los Andes” del 17 de diciembre de 2002, que detallaba: “…El
gobierno de Iglesias507 no permitirá la reactivación del Complejo Sierra Pintada, en San
Rafael, hasta que la Comisión Nacional de Energía Atómica no solucione los pasivos
ambientales que tiene en ese departamento y en Malargüe. La intención de la Comisión
Nacional de Energía Atómica es trasladar desde Córdoba al complejo minero fabril San
Rafael una planta de purificación y permitir de esta forma su reactivación, teniendo en
cuenta el actual valor del uranio. La resistencia del gobierno mendocino se debe,
fundamentalmente, a la falta de respuesta que desde 1999 tiene la CNEA con el
tratamiento de las colas de uranio de Malargüe. Pero hoy también surge claramente a la
luz que hay pasivos ambientales de riesgo en la zona de San Rafael…”.508
La intención por parte de la CNEA de reabrir “Sierra Pintada”, trajo a la discusión un
tema que durante años se había mantenido en letargo: la CNEA no había remediado los
pasivos ambientales de la explotación previa. En este sentido, Alejandro Moyano, en su
libro “Residuos radiactivos en el departamento de Malargüe”, inicia la introducción con una
reflexión que resulta importante traer a este trabajo ya que se aplica también al caso de
“Sierra Pintada” en San Rafael: “…la energía nuclear o la minería del uranio no son
¨malas¨ en sí mismas, pero cuando se encuentran en relación simbiótica con variables
como la falta de tratamiento de los residuos radiactivos generados, población con
información insuficiente o nula, escasa participación de la comunidad en la toma de
decisiones, daño a los recursos naturales, impactos a la comunidad o discordancias
informativas, es cuando aquellas ¨cosas¨ se tornan sensiblemente negativas. El conjunto
de factores antes enumerados confluyen en lo que se podría calificar como un único
elemento generador de conflicto: la inadecuada gestión de clausura…” (Moyano, 2004:11).
“CNEA reactivará yacimiento de uranio Sierra Pintada”509, “La CNEA quiere reactivar
la mina Sierra Pintada”,510 eran titulares que se repetían en diferentes medios de prensa.
Como ya fue mencionado, los motivos del intento de reapertura fueron: el aumento del
precio del mineral –cuya importación ya no era rentable- y el aumento de la demanda.
Las noticias que mencionaron el tema también aludieron a la necesidad de estudios

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de impacto ambiental, remediación de pasivos y audiencias públicas. “…Ocurre que una
explotación de estas características, teniendo en cuenta el conflictivo historial de los
desechos de uranio en Malargüe, remite a la controversia suscitada recientemente en
Chubut. Allí el tema ambiental generó un plebiscito, que terminó por detener la explotación
de oro en el Cordón de Esquel, con gran repercusión nacional e internacional…”511, podía
leerse en el diario “Los Andes” en mayo de 2003.
El reciente “No a la mina de Esquel” era traído a colación en este tema, destacando
la necesidad de contar con los estudios ambientales necesarios previos a la reapertura.
Recordemos también que el conflicto de San Carlos recién alcanzó visibilidad en el año
2005, por lo que en aquel momento no había antecedentes de conflictos en torno a la
minería a nivel provincial.

Malargüe: un complejo fabril a escasos metros de los pobladores

El ex-Complejo Fabril Malargüe (CFM), se encuentra en el extremo noreste de la


ciudad de Malargüe. El predio que ocupa el ex-complejo es propiedad de la Comisión
Nacional de Energía Atómica y fue donado por la Provincia de Mendoza, para la
instalación de una planta de tratamiento de minerales de uranio.512
En Malargüe la actividad comenzó en el año 1954 y terminó en 1986, dejando
700.000 toneladas de colas de mineral. Del total de toneladas de material, 2/3 provienen
de “Sierra Pintada”, y una tercera parte es de la Mina “Huemul”, que funcionó en Malargüe
hasta el año 1976.513
En síntesis: “…este tema comenzó en 1945 (inicio de la actividad), en 1986 el
complejo fabril cesó sus actividades, en 1994 se realizó la primer Audiencia Pública y en
1996 la segunda. Desde esa fecha se tuvo que esperar hasta 1997 para que el proyecto
obtuviera la aprobación correspondiente. Después de esto se deben realizar verificaciones
del sistema de encapsulamiento (…) durante un periodo de 20 años. Al finalizar esta etapa
se deberá continuar con un plan de vigilancia y monitoreo durante la vida útil del sistema,
que deberá cubrir un periodo mínimo de 200 años514 que incluya estudio de las
condiciones físicas del sitio y controles de aire y agua. Es decir que alrededor del año
2225 se estarán destinando recursos para el monitoreo de aquellos residuos generados a
partir de 1954 a un Km del centro de Malargüe…” (Moyano, 2004:50).
Actualmente, el ex complejo fabril Malargüe, es uno de los sitios donde, desde hace
algunos años, y mediante préstamos del Banco Mundial, la CNEA desarrolla el Proyecto
PRAMU –Proyecto de Restitución Ambiental de la Minería del Uranio-, que también
proyecta llevar a cabo en otros lugares del país.515

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Luego de un exhaustivo análisis del desempeño de la CNEA en el Complejo Fabril
Malargüe con relación a la gestión de clausura y del aspecto relativo a la información y
participación pública en la toma de decisiones, Moyano concluye: “…El génesis de este
conflicto está conformado por malas decisiones. El impacto en la comunidad de Malargüe
se produce no sólo por los residuos radiactivos en sí mismos, sino por la ineficacia en la
clausura de los mismos…” (Moyano, 2004:146).
Asimismo, Moyano reflexiona respecto a los costos y beneficios que trajo la actividad.
“…El accionar de la CNEA en Malargüe debe haber tenido, en su momento, efectos
positivos en el desarrollo de la energía nuclear y en la economía malargüina (aspectos que
no son motivo de estudio del presente trabajo), pero en consecuencia y para salir del
tecnicismo en cuanto al significado de ¨impactos¨ se ha afectado nada menos que la
calidad de vida y los recursos naturales del departamento de Malargüe y de un importante
número de malargüinos, los cuales en la actualidad piden básicamente que se cumplan las
acciones necesarias para solucionar las consecuencias de ¨decisiones¨ de las cuales la
mayoría de ellos no formaron parte...” (Moyano, 2004:146-147).

La oposición a la reapertura de Sierra Pintada

Retomando el caso de “Sierra Pintada” en San Rafael, más allá de las exigencias
desde el gobierno, las noticias daban cuenta de que el proyecto sería puesto en
funcionamiento en el año 2004.
Ante esta situación, varios empresarios e instituciones de San Rafael empezaron a
preocuparse, ya que la mina había cerrado en la década de los `90 y no se habían
efectuado las tareas de remediación correspondientes a su explotación, y decidieron
organizarse para realizar el reclamo.
“…Pensamos que lo más adecuado era juntar a distintas entidades de San Rafael
para que esto fuera una cuestión más formal de una comunidad, y no la de un sector, y a
partir de ahí se hicieron reuniones con distintos sectores: sindicatos, colegios
profesionales, entidades empresariales, algunas fundaciones, la liga de lucha contra el
cáncer, incluso muchas que no estaban vinculadas entre sí…”, nos comenta quien por
entonces era el presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Agropecuaria de San
Rafael. “…Fue una reacción de la sociedad ante una cosa que no quería…”, explican
productores orgánicos que también participaron de la Multisectorial del Sur y que luego
formaron el grupo “¿Uranio? No Gracias”.
De esta manera, se fueron reuniendo representantes de estas distintas
organizaciones, y con la finalidad de poder actuar legalmente se constituyó una entidad, la
“Multisectorial del Sur por un desarrollo sustentable” (en adelante, la Multisectorial del

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Sur), que en el año 2004 obtuvo su personería jurídica. Actualmente, la comisión directiva
se reúne una vez por mes. Se trata de una entidad sin fines de lucro, formada por
representantes de otras instituciones, a través de la que se fueron llevando adelante las
gestiones.516
Según esta Multisectorial, ni el Gobierno de la Provincia ni la CNEA jamás
mencionaron la necesidad de remediar, sino que presentaron públicamente en la
comunidad la reapertura de la mina, luego del abandono, sin remediación, es decir, sin
realizar una gestión final de los residuos contaminantes. La Multisectorial considera que la
mina de uranio y aquellas áreas que pudieran haber sido afectadas fuera del predio, deben
ser remediadas al más corto plazo posible, pues el tiempo que transcurrió sin remediación
es excesivo y no puede prolongarse. “…Dicha remediación DEBE ser TOTAL y basarse en
ESTUDIOS SERIOS, COMPLETOS e INDEPENDIENTES, algo que hasta ahora no ha
ocurrido, y no constituir un mero requisito burocrático que posibilite la reapertura de la
mina. Esta es la GRAN ASIGNATURA PENDIENTE QUE TIENE CON TODOS LOS
SANRAFAELINOS LA COMISIÓN NACIONAL DE ENERGÍA ATÓMICA, al igual que en
los restantes sitios donde operó -que salvo Malargüe- al día de hoy siguen sin ser
remediados…”, expresa en informe517 realizado la Multisectorial del Sur.
Sin embargo, esta Multisectorial no se ha restringido exclusivamente al tema de
“Sierra Pintada”. “…Nos dimos cuenta que no era sólo Sierra Pintada, consideramos que el
tema ambiental era importante y había otras cosas: el objetivo es el desarrollo sustentable
del sur de la provincia. El medio ambiente es algo primordial, tiene que haber políticas de
financiamiento, líneas de expansión, criterios de qué se quiere hacer con el sur de la
provincia…”, expresa uno de sus miembros.
Es decir, la problemática de “Sierra Pintada” le dio origen a la Multisectorial, pero
luego se han incorporado otras temáticas sobre las cuales se han realizado acciones. En
este sentido, además de las presentaciones legales por “Sierra Pintada”, se ha realizado
un planteamiento en la corte por el tema de la Ley de Glaciares, han hecho presentaciones
ante el Defensor del Pueblo de la Nación por el aumento de las tarifas explicando cómo
repercutían en la zona, y otras gestiones administrativas con el gobierno de la provincia y
con el gobierno nacional. “…Y en estos 4 años y medio seguimos con la intención de que
el sur de la provincia tenga un crecimiento parejo y armónico respetando las normas del
medio ambiente...” explicitan los miembros de la Multisectorial
Asimismo, han realizado actividades educativas, conferencias, y periódicamente
realizan actividades culturales que estén ligadas al medio ambiente.518 “…Junto con el
colegio del Carmen hemos hecho presentaciones sobre ecología y medio ambiente a las
que fueron 800 personas, el año anterior hicimos un concurso de escuelas primarias sobre
cómo ven los chicos al medio ambiente, los ganadores viajaron a Buenos Aires a exponer

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en el Centro Cultural Borges…”, recuerda un miembro de la Multisectorial. Y agrega:
“…Para el año próximo queremos lograr algún plan de forestación para el sur de la
provincia, con la participación de colegios primarios y secundarios, estamos tratando de
coordinar para ver qué tipo de variedades, en donde y bajo qué condiciones para que
subsistan las variedades…”.
De las acciones realizadas, se desprende que si bien han denunciado al Estado por
incumplimiento, se apostó al diálogo y a las gestiones con los sectores de gobierno. En
palabras de los integrantes de la Multisectorial: “…Tenemos reclamos administrativos
contra el Estado provincial por no haber ejercido el poder de policía en el caso de Sierra
Pintada o en otros casos. También reuniones con el secretario, el ministro, enmarcadas
dentro del accionar de los poderes públicos (…) Cuando hay temas que el Estado
considera que nos afectan nos convoca a dar nuestra opinión…”.
Por su parte, el grupo de productores orgánicos que se denominó “¿Uranio? No
Gracias”, buscó conformar otro espacio, de carácter asambleario, que hiciera más hincapié
en la divulgación del tema, a fin de sumar estrategias de acción a la causa de la no
reapertura de “Sierra Pintada”. La Multisectorial del Sur apoyó la conformación de este
grupo, que tuvo como uno de sus objetivos instalar el tema a nivel nacional: en la UAC.
Para ello concurrieron al segundo encuentro de la UAC en Barreal, provincia de San Juan,
en el 2006. “…Quisimos insertar el tema en la UAC, el tema del uranio casi ni se
trataba…Nuestro objetivo fue difundirlo dentro de la UAC…”, explican los integrantes de
Uranio? No Gracias. Posteriormente, también concurrieron a la marcha del 12 de
diciembre de 2006 en la ciudad de Buenos Aires, donde surge la idea de hacer la tercera
reunión de la UAC en San Rafael en el 2007 que finalmente se llevó a cabo en abril de ese
año.
“…Hoteles y almaceneros colaboraron, pero no hubo participación, hubo
colaboraciones pero no participación. Para nosotros era importante hacerlo porque
queríamos agitar acá ¨van a ver que hay gente de otro lado que viene¨, pero no logramos
que la gente se sume…Quisimos instalar el tema del uranio en la UAC y aprovechar para
traer movilización a San Rafael, pero lo último no se dio…”, comentan los integrantes de
¿Uranio? No Gracias.
El tema de la dificultad de movilizar a la población sanrafaelina será abordado a
continuación. Más allá de eso, los ¿Uranio? No Gracias destacan la importancia de haber
organizado el tercer encuentro de la UAC en San Rafael: “…Fue muy emocionante, la
gente viniendo de todo lados…”, destacan, “…Aprendimos un montón de cosas dentro de
la UAC...trabajar en los inicios de ese movimiento está bueno, sentís que aportaste
algo…”.
Los ¿Uranio? No Gracias siguen participando de los encuentros de la UAC, y

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también forman parte de la AMPAP. A nivel local, también utilizaron otras estrategias de
difusión, como los panfletos y stickers.519 Asimismo, elaboraron un periódico “Amarillo
Uranio Negro Futuro”, que tuvo la finalidad de brindar información a las organizaciones
interesadas sobre la problemática del uranio. El logo de este periódico también fue
plasmado en afiches que se distribuyeron por la ciudad de San Rafael.
La falta de participación de la población dificultó la posibilidad de darle continuidad a
las actividades que los ¿Uranio? No Gracias se propusieron llevar a cabo. “…Nunca se
pudo dar continuidad a alguna campaña, nunca se llegó a armar un grupo, un debate. Esto
pasó muchas veces, la gente se reunía pero a informarse, pero no iba con actitud
participativa…”, afirman sus integrantes.
De todas maneras, se llevaron a cabo muchas charlas en escuelas sobre el tema y
se proyectaron películas.
Otro actor clave en la lucha contra la megaminería ha sido la ONG “Nativa”, que
forma parte de la Multisectorial del Sur y cuyo presidente es el creador del periódico de
distribución gratuita “La Voz de la Tierra”, dedicado a temas ambientales, especialmente
de San Rafael pero también del resto de Argentina. “…La Voz de La Tierra nació como
una necesidad de comunicar y concientizar a la población sobre el medio ambiente. Un
medio sin filtros que denuncia en forma permanente lo que ocurre con nuestra tierra, con
nuestro mundo…”, puede leerse en el sitio web del periódico.520 Incluso, como será
detallado posteriormente en este trabajo, es a partir de este periódico que algunos
pobladores de Punta del Agua toman conocimiento de la existencia de proyectos mineros
metalíferos en el sur de la provincia, preocupación que transmitieron en General Alvear y
que fue motivo de importantes movilizaciones y cortes de ruta en aquel departamento y en
algunos distritos sanrafaelinos.

Acciones legales por Sierra Pintada. Impactos a largo plazo, demanda de control
independiente y falta de presupuesto

Hay diferentes expedientes iniciados por “Sierra Pintada”. Uno de ellos se encuentra,
en este momento, esperando el fallo de la Suprema Corte de la Nación. Cuenta con fallo
favorable en primera y segunda instancia.
Por otra parte, también hay un juicio que se está llevando adelante en el Juzgado
Federal de San Rafael. En el marco de este juicio se llevó a cabo una audiencia de
conciliación entre las partes, a la que concurrieron la Multisectorial del Sur, la CNEA, y
representantes de la provincia y del municipio. Los miembros de la Multisectorial
explican su posicionamiento respecto al tema: “…Ellos (la CNEA) quieren empezar con
remediaciones parciales pero nosotros queríamos que se hiciera de acuerdo a lo previsto

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para la remediación total, y que sean una parte de la remediación total, no que se haga
una parte con la intención de reabrir la mina...”.
Varios aspectos de la problemática de la minería de uranio son puestos en cuestión
por quiénes se oponen a ella. En San Rafael, uno de los temas más preocupantes ha sido
el riesgo de contaminación de las aguas.
Por otra parte, la falta de independencia entre quién realiza las acciones y quien la
controla, es otro de los cuestionamientos. En palabras de un miembro de la Multisectorial:
“…el problema con el uranio, y con todo lo que es radiactividad, es que los estudios se
basan en información que da la misma mina, no hay un ente de contralor, porque la
ARN521 es parte de la misma gente que integra la CNEA, entonces tenemos que
extrapolar resultados de lo ocurrido en otras partes del mundo con explotaciones de minas
de uranio a cielo abierto…”.
La desconfianza en los datos y la falta de presupuesto para realizar estudios
independientes es otro foco de conflicto. Un integrante de la Multisectorial explica: “…Los
monitoreos son hechos por gente que trabaja en la mina. Hace 2 o 3 años el gobierno de
la provincia informó la existencia de agua contaminada con acido sulfúrico y resulta que
esa cantidad de agua ha mermado, la CNEA dice que se ha evaporado, pero no coincide
con los índices de evaporación de la provincia...”, y detalla la postura de la Multisectorial al
respecto: “…Para nosotros por mala impermeabilización de los diques de contención ha
ido a las napas, pero no tenemos manera de probarlo, no tenemos fondos, cuando
planteamos al gobierno de la provincia la remediación, planteamos que el control lo hiciera
una entidad externa a la CNEA, tampoco el gobierno porque no tiene los fondos,
propusimos alguna entidad nuclear de Francia o Alemania…”.
Según el “Principio de Responsabilidad”,522 la CNEA debería hacerse cargo de los
costos de remediación. En relación a ello, desde la Multisectorial expresan: “…Tenemos
que suponer cosas que no estamos en condiciones de aportar, por eso es tan difícil la
pelea. Pero como la ley de medio ambiente dice que los que tienen que probar son ellos y
no nosotros…”. Por otra parte, la duración y aparición a largo plazo de los efectos de la
minería del uranio, también preocupa a los sanrafaelinos. Respecto a este tema, un
miembro de la multisectorial manifiesta: “…como la durabilidad de los productos de la
radiactividad, de la escala de deterioro del radio, del radón, del uranio, dura muchos años,
hay consecuencias que se van a presentar dentro de 50, 100 o 200 años y después va a
ser tarde, hay que plantearlo ahora…”.
En relación a ello, la falta de solución al problema de los residuos nucleares es un
gran tema que no encuentra respuestas. Desde la Multisectorial enfatizan esta cuestión:
“…estos elementos tienen una vida muy superior a los elementos en los cuales se los
quiere contener, se van a deteriorar antes de que se deterioren esos componentes. Lo

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único que hacemos es transmitirle a las generaciones futuras los problemas que
generamos hoy...”.
Miembros de La Multisectorial del Sur explican que tampoco les ha sido fácil el
ingreso al predio donde se encuentra “Sierra Pintada”, por lo que cuando han ingresado lo
han hecho previa autorización de un juez. En general, las empresas argumentan que se
debe a las medidas de seguridad apropiadas para la actividad. Vemos en éste como en
muchos casos la necesidad de compatibilizar las medidas de seguridad con la puesta en
práctica de un “poder de policía” efectivo.

La fallida audiencia pública por Sierra Pintada

Como ya fue mencionado, ante la posible reapertura de “Sierra Pintada”, el gobierno


provincial le exigió a la CNEA la remediación previa de los pasivos ambientales –
especialmente las colas de uranio- dejados en la explotación anterior de la mina. El plan
de remediación fue presentado por la CNEA, y uno de los pasos del mismo, era la
realización de una audiencia pública, planificada para el 17 de febrero del año 2007, a la
que la CNEA no se presentó.523 Igualmente, todas las personas que se habían dado cita
en el Teatro “Roma” de la ciudad de San Rafael, donde se iba a realizar la audiencia
pública, permanecieron en el lugar y cada uno de los que había solicitado hacer uso de la
palabra expuso sus argumentos.
Entre ellos, se encontraban representadas las dos organizaciones mencionadas
previamente. Uno de los miembros de la Multisectorial del Sur, el bodeguero Valentín
Bianchi, afirmó que se encontraba en la audiencia como ciudadano y como empresario, ya
que sus proyectos de traer inversores a la provincia se cayeron cuando éstos tomaron
conocimiento de la mina de uranio. Por su parte, los productores orgánicos integrantes de
Uranio? No gracias, argumentaron que consideraban la audiencia pública como una farsa,
al ser no vinculante, y rescataron los ejemplos de Esquel y Gualeguaychú, al afirmar que
pasaba por los sanrafaelinos tomar el tema en sus manos, informarse y movilizarse.
Incluso estuvieron presentes el biólogo Dr. Raúl Montenegro, el ingeniero en minas
Hugo González y el periodista Javier Rodríguez Pardo, que, como ya ha sido destacado,
se han transformado en algunos de los principales referentes de las movilizaciones en
oposición al modelo megaminero en el país. Javier Rodríguez Pardo también insistió en la
necesidad de la movilización social: “…esto no se soluciona legalmente, se soluciona con
movilizaciones. La movilización del pueblo es la única forma de torcerle el brazo a esta
gente (la CNEA) (…). No hay que aplaudir las movilizaciones, hay que ser actor. La gente
de Gualeguaychú nos cuenta que salió porque si Esquel pudo –y eran 30.000 habitantes-
ellos también iban a poder…”.

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También manifestaron su posición ante el tema vecinos de San Rafael y de todo
Mendoza, miembros de ONGs, abogados, y bodegueros de la zona, entre otros. Sin
embargo, y como será explicado a continuación, la movilización social no es una
característica de la población sanrafaelina y, a diferencia de otras comunidades de la
provincia, el tema minería a cielo abierto no fue la excepción.

San Rafael: la dificultad de movilizar a la población y el recurso de la vía judicial

“…San Rafael es un lugar muy especial, es un lugar donde nosotros llegamos a


juntar 100.000 firmas por la no reapertura de la mina, pero a la hora de juntar a la gente,
no somos como otras comunidades, por eso nosotros optamos por la vía judicial que hasta
ahora nos ha dado satisfacciones…”, reflexiona un miembro de la Multisectorial del Sur.
Como ya fue mencionado, este es el motivo que los llevó a conformar la
Multisectorial del Sur, ya que para llevar adelante acciones legales se requiere de una
524
institución con personería jurídica y todo lo que ello implica. “…Las dos cosas son
importantes: la movilización es importante, la gente tiene que estar consciente de lo que se
hace y además hay que saber plantearlo, pero además también hay que saber plantear las
cosas dentro de las instancias administrativas y legales que existen porque sino uno se
queda en la movilización, y a la larga, la otra parte tiene todo el tiempo del mundo, y tiene
todo el poder del mundo, como para seguir insistiendo en algo por lo que la gente a la
larga se cansa de movilizarse…”, afirma un sanrafaelino miembro de la Multisectorial del
sur, que agrega: “…desde el punto de vista jurídico, si bien es más lento, pero a nosotros
es una instancia que nos ha dado más resultado…”.
Para ello contaron con el asesoramiento del Dr. Raul Montenegro, presidente de
Fundación para la defensa del ambiente (FUNAM),525 y también tomaron contacto con la
organización internacional Greenpeace.526 En San Rafael se realizaron algunas marchas
por motivo de “Sierra Pintada”. Se organizó una manifestación hace aproximadamente dos
años en el Km 0, acompañada de vehículos, que se movilizaron hasta la Municipalidad
donde el intendente debió recibirlos.527
Por su parte, la experiencia de los productores que conformaron ¿Uranio? No
Gracias, es un reflejo de la falta de movilización de la población sanrafaelina.
“…Esperábamos armar una movilización, salir todos, convocamos reuniones con la idea
de armar algo parecido a una asamblea y nunca pasó…”, cuentan los integrantes de
¿Uranio? No Gracias. El énfasis en que la gente se informara, responde en parte a que, en
este y otros casos, desde el sector minero se recurre a la deslegitimación de quienes no
conocen técnicamente el tema. “…Esa era una de las cosas a las que nos interesaba
apuntar: ellos (el personal de la CNEA) estaban todo el tiempo: ¨no puedo hablar con vos

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porque no sos ingeniero nuclear, no tenés autoridad para decir si esto es peligroso o
no¨…”, afirman los miembros de ¿Uranio? No Gracias, a lo que se suma lo ya comentado
sobre la falta de entes independientes que realicen estudios paralelos a los de la CNEA o
la ARN.
Por otra parte, miembros de la Multisectorial del Sur enfatizan la falta de participación
ciudadana: “…la gente de San Rafael es muy difícil de movilizar, es la realidad de San
Rafael, yo he sido presidente de la Cámara de Comercio y no solo no se moviliza por esto,
no se moviliza por otra cosas tampoco, hace poco hubo una (marcha) por el tema de
seguridad y había 300 personas en el Km 0 a pesar de que había muchas entidades que
participaban, y esto no se puede cambiar de la noche a la mañana…”.
Para los sanrafaelinos, la falta de participación de la comunidad en las movilizaciones
no es exclusiva del tema minero. La gente en general no se moviliza incluso ante temas
que los han afectado directamente (entre ellos, se mencionó la promoción industrial que
afectó a la zona, la presencia de aguas claras en los diques, etc.). Sin embargo, tanto los
miembros de la Multisectorial como los de ¿Uranio? No gracias, afirman que en las juntas
de firmas y en las conversaciones a nivel personal la gente acuerda con sus planteos:
“….cuando uno charla con la gente todos están de acuerdo con uno, pero al momento de
salir y decirlo el que sale es uno, los demás no salen…”.
Los ¿Uranio? No Gracias, también mencionan un programa de radio que conducía
uno de ellos donde intentaron generar debate en torno al tema, y no hubo respuestas por
parte de la población, aunque sabían que era un programa escuchado. Sin embargo,
reflexionan que, haciendo una comparación con la situación inicial, al menos se logró que
el tema ganara visibilidad: “…Hay que ver de donde partimos, había gente que no sabía
que había una mina de uranio, que había operado 10-15 años…ahora hay mucha menos
gente que no sabe que hay una mina…” afirman.
Una vez más, la falta de información de los concejales locales cobró relevancia en
los testimonios recabados. “…Ni son promineros (los concejales), no les importa…no
tienen convicciones y no está informado (el intendente)…ni siquiera tiene letra…”, afirman
los ¿Uranio? No Gracias. La falta de información que los sectores mineros argumentan
contra quienes se oponen a la actividad, es la misma con la que estos sectores acusan a
los funcionarios de gobierno. Asimismo, reconocen que es positivo que el tema de la
minería a cielo abierto se haya instalado en los medios, ya que ello ha contribuido a que la
población se haya empezado a preocupar y esté más familiarizada con el tema. “…El
movimiento asambleario de Valle de Uco y Gral. Alvear también favoreció…”, afirman los
¿Uranio? No gracias. Este aumento de la presencia del tema en la agenda mediática y del
conflicto a nivel provincial ha contribuido a aumentar la receptividad de la población
respecto al tema, que muestra mayor interés y que incluso ha ganado espacio en algunos

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eventos. “…En la Feria de Ciencias siempre hay un grupo de alumnos que habla de Sierra
Pintada…”, manifiestan los ¿Uranio? No Gracias.
Existe un grupo de sanrafaelinos que apoya la reapertura de “Sierra Pintada”,
perteneciente a la Villa 25 de Mayo, cercana a la mina, donde viven muchos ex-
trabajadores de “Sierra Pintada”. Este grupo considera que la reapertura de la mina es una
fuente de empleos para ellos, al tiempo que aseguran que la mina no ha contaminado.

PUNTA DE AGUA Y GENERAL ALVEAR: EL DESPERTAR DEL CONFLICTO EN EL


SUR DE LA PROVINCIA

Las movilizaciones en rechazo a la megaminería contaminante se han producido


también en otros departamentos de la provincia de Mendoza. Durante agosto y septiembre
del año 2006, los habitantes del departamento de General Alvear, un departamento
agrícola del sureste de la provincia, realizaron marchas y protestas en oposición a las
explotaciones mineras en el sur de Mendoza. Si bien los proyectos mineros metalíferos a
los que se opuso la población de General Alvear se localizaban en el departamento de
San Rafael, las movilizaciones se realizaron en el departamento de General Alvear, a
partir del inicio de las acciones por parte de los vecinos de Punta de Agua, un distrito
sanrafaelino cercano a los proyectos cuestionados. Los vecinos de General Alvear y Punta
del Agua consideraban que estos proyectos mineros podrían contaminar el agua que ellos
utilizan para consumo y para su producción agrícola y ganadera.
Los proyectos mineros cuestionados fueron tres:

*ANCHORIS, de “Portal Resources”, en la zona de Los Toldos, distrito Punta del


Agua.528
*MDZ-E1 y MDZ-F1 (“Minera Chapleau”), cercanos a Punta del Agua.529
*DON SIXTO (ex-LA CABEZA), de “Exeter Resource”, en Agua Escondida.530

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Punta de Agua: el distrito sanrafaelino donde se inició el conflicto

Nuestra respuesta debe ser SÍ a la vida, SÍ al


agua pura, a la naturaleza, a la explotación
de nuestros recursos naturales de una
manera sustentable. SÍ a la verdad como
modo de vida, SÍ a demostrar a quien sea
necesario que la voz de un pueblo que
camina y se expresa vale más que los
millones que están en los bolsillos de
quienes apoyaron y apoyan esta actividad.
PATRIA somos todos, ellos y nosotros, pero
a la larga, la verdad y la justicia siempre
gana y es en esa vereda donde nos debe
encontrar a todos los que estamos en esta
lucha para que de una vez por todas nuestro
país pueda salir adelante y caminar con la
frente alta, en el camino del verdadero
desarrollo y crecimiento. En el camino de los
valores que mucha gente deja de lado por
conveniencia.
Los que formamos parte de esto tenemos la
conciencia tranquila y podremos el día de
mañana mirar a los ojos a nuestros hijos,
porque sabemos que dimos batalla,
independientemente del resultado.
Punta del Agua, es un distrito del departamento de San Rafael, con una población de
531
918 habitantes, de los cuales aproximadamente 300 viven en la villa cabecera.

“…En medio de la llanura agreste con montes piquillines en sus alrededores, la


naturaleza guiada por la mano de Dios, está en forma de vergel en un lugar que,
recostado por el cerro Nevado, el tiempo bautiza Punta del Agua. Un oasis en medio
de la desolación. Un fenómeno explica el porqué de su clima privilegiado, de la
ausencia de los vientos y de las escasas tormentas que afectan la zona; El Nevado,
cerro de 3.810 metros de altura, es el protector natural del paraje. En él se estrellan
los vaivenes climatológicos dejando a Punta del Agua, en privilegiada ubicación (…).
Su agua mineral: las vertientes naturales son atracción principal de Punta del Agua,
532
es de excelente calidad y similar en todos los valles que integran la zona…”.

Así es descripto desde el punto de vista turístico el distrito de Punta del Agua.
Veremos que algunas de estas características serán retomadas por sus habitantes en los
testimonios recabados, y que se relacionan con los motivos que llevaron a algunos
pobladores a manifestarse en contra de la actividad minera metalífera en la zona.
El primer hecho que los vecinos autoconvocados de Punta del Agua reconocen como
primera manifestación de la existencia de actividad minera en la zona, fue el inicio de las
obras para llevar energía eléctrica a Punta del Agua.533 Llamó su atención que se llevara
electricidad a una zona tan alejada. “…Nos comentó el ingeniero de la obra de la red, que

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la red se hacía porque era muy probable que se explotara la minería en el lugar. Lo vimos
bien, nos parecía que era una fuente de trabajo muy importante para la zona…” recuerdan.
Al igual que los vecinos autoconvocados de San Carlos, en un principio la posibilidad
de minería en la zona no fue vista de forma negativa. Luego comenzaron a llegar los
geólogos en sus camionetas, pero esto no despertó el interés de la población. Hasta que
un docente compartió con sus compañeros una noticia que había leído en el diario
sanrafaelino “La Voz de la Tierra”, sobre el emprendimiento minero en la zona de Los
Toldos (proyecto “Anchoris”) y a partir de esa nota tomaron conocimiento de los riesgos
de contaminación de la actividad minera. “…En un primer momento no quisimos
exagerar sobre el tema ni quisimos apresurarnos (…) y consultamos con un investigador
del CRICYT perteneciente al IADIZA534, y él nos dijo que era contaminante, que hiciéramos
algo pronto…”, explican los Autoconvocados de Punta del Agua.
Allí comenzaron a informarse del método de lixiviación, de lo que era una mina a
cielo abierto, de lo acontecido en otros lugares que ya tenían minería. Una vez más, los
antecedentes existentes sobre la actividad minera en gran parte del mundo, no ayudaron a
generar una imagen positiva de la actividad.
Ya conformados como “Vecinos Autoconvocados de Punta del Agua”, la primera
acción fue recurrir a los estamentos gubernamentales. Por un lado, se elaboró una nota -y
se juntaron firmas- que sería enviada al entonces gobernador, Julio Cobos, a fin de
solicitarle que Punta del Agua fuese declarada reserva Hídrica. “…Una reserva natural,
con categoría de reserva hídrica,535 por el tema de que hay muchas vertientes de agua en
la zona, es un agua de excelente calidad…” explican los autoconvocados. Vemos como la
defensa del agua fue también el motivo inicial de la reacción de los vecinos de Punta del
Agua.
Otra de las acciones, fue manifestar su preocupación en la Municipalidad. En este
aspecto se encuentra el inicio de la relación que posteriormente establecerían los vecinos
de Punta del Agua con el Municipio y la “Cámara de Comercio, Industria, Agricultura y
Ganadería de General Alvear” (en adelante, Cámara de Comercio), si bien, como ya fue
mencionado, el distrito de Punta del Agua pertenece al departamento de San Rafael.
“…Como Punta del Agua queda a 180 Km de San Rafael y es mucho lo que teníamos que
hacer de trayecto, y todos éramos empleados, maestros, decidimos presentarnos en La
Banca del Ciudadano536 de Gral. Alvear porque Gral. Alvear nos queda a 90 Km y porque
Punta del Agua depende de Gral. Alvear en muchas cosas: nosotros cobramos allá, vamos
al hospital allá, la policía es de allá…cosa que por ahí a la intendencia de San Rafael le
molestó, pero lo hicimos por una necesidad y porque también tiene banca del ciudadano la
municipalidad de Gral. Alvear…” explican los pobladores de Punta del Agua que se
manifestaron en oposición a los proyectos mineros.

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Igualmente, los vecinos de Punta del Agua se acercaron al intendente de San Rafael,
quien no los apoyó, al igual que los concejales. En palabras de los autoconvocados: “…El
presidente del Consejo (Deliberante) dijo que él no tenía ni la más pálida idea de cómo se
hacía la minería…”. La falta de interés –o la existencia de intereses propios- respecto al
tema minero, y la falta de información al respecto, fueron cuestiones que generaron la
desconfianza y la crítica de los vecinos.
La relación con la Cámara de Comercio de General Alvear también se afianzó a
través de personas de Gral. Alvear que tienen propiedades en Punta del Agua. Es así
como los vecinos de Punta del Agua presentaron el problema ante la Cámara de Comercio
de Gral Alvear, se hizo un documento explicando cómo percibían la actividad minera, y se
conformó la ”Multisectorial de General Alvear”,537 a la que se sumaron los
Autoconvocados de Punta del Agua.

Difusión del tema, conflicto social y acciones de las empresas

Los Autoconvocados de Punta del Agua difundieron el tema en su comunidad,


principalmente, a través de una publicación que se llamó “Gotas de vida”. En relación a
ello, las acciones del gobernante local, contribuyeron a agudizar el conflicto: “…el
delegado municipal en ese entonces nos prohibió repartir el folleto, aunque vivamos en
democracia, nos dijo que nos iba a hacer golpear con la gente del lugar, se hizo una
separación social muy grande, y la gente por ahí no entendía que nosotros no estábamos
en contra de que ellos tuvieran trabajo, sino que estábamos a favor de preservar a Punta
del Agua, al ambiente de Punta del Agua, y el agua de Punta del Agua para el futuro…”,
expresan.
Este y otros hechos son calificados como dolorosos por los vecinos autoconvocados,
ya que generaron conflictos al interior de la comunidad. Por otra parte, y en cuanto al
accionar de las empresas, los vecinos de Punta del Agua recuerdan que, en la semana
posterior a que ellos tomaron conocimiento de las actividades mineras a partir del diario
“La Voz de la Tierra”, un geólogo de la empresa minera “Chapleau” visitó la escuela para
dar una charla a los chicos. Según los docentes del establecimiento, su actitud fue muy
prepotente.
En el caso de Punta del Agua, se destaca, y puede relacionarse con el hecho de que
los vecinos que se organizaron para rechazar la actividad eran en gran parte docentes, la
preocupación sobre cómo vivieron los niños los acontecimientos generados a partir del
conflicto por la minería. Los comentarios de los geólogos que dieron charlas en las
escuelas generaron la indignación de los docentes. Uno de ellos nos relata: “…Otra de las
cosas que dijo uno de los geólogos en una de las charlas de la escuela, dijo: ¨No se

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preocupen, si les contaminamos el agua les vamos a pagar¨ Pero la plata no te la podés
tomar…”. De este mismo geólogo, una vecina autoconvocada recuerda: “…mi marido en la
primera reunión le preguntó con qué lixiviaban, qué le echaban, y le dijo el geólogo ¨una
sustancia¨, ¨¿qué sustancia?¨, ¨una sustancia que no es orgánica¨, ¨¿y que contiene esa
sustancia?¨, ¨no me acuerdo¨, ¨¿y cómo se llama?¨, ¨no me acuerdo¨…o sea que no se
acordaba…y bueno, todas esas cosas hicieron que nosotros quisiéramos llegar a tener
esta ley (7.722), y sigamos defendiendo la ley…”.
Es decir, la desconfianza de los vecinos de Punta del Agua hacia las empresas fue
provocada por la falta de información sobre los datos de los proyectos y por las
inconsistencias en la información brindada por los representantes de las empresas.
Los incumplimientos de las empresas fueron otro condimento que agudizó la
desconfianza de la población. Personal del DGI llegó, aproximadamente un mes después
del inicio del conflicto, a controlar las perforaciones realizadas por la empresa “Chapleau”.
“…Volvieron espantados (el personal de Irrigación), porque habían perforado napas,
habían hecho pozos gemelos, o sea, no había una supervisión de lo que se estaba
haciendo en la zona…”,538 recuerdan los vecinos de Punta del Agua.
Esta evidencia, acrecentó el descreimiento de los autoconvocados en la capacidad
de controles hacia la actividad: “…eso da crédito de que no está supervisada la
exploración en Mendoza, y si no se supervisa la exploración menos vamos a creer que se
supervisa la explotación…”, afirman, y agregan: “…Todas esas cosas duelen, porque vos
ves que te dicen una cosa y hacen otra, de que se hacen las cosas sin control, entonces,
¿vos que vas haciendo? Vas descreyendo, y cuando te dicen ¨hacemos minería,
quédense tranquilos que vamos a controlar¨, no crees, y no creo que se controle, como
hay muchas cosas que no se controlan…”.
La diferencia entre el interés por informarse que tuvieron los vecinos de Punta del
Agua, y el desinterés y desinformación por parte del sector político, fue otra de las
cuestiones que se visibilizaron en el conflicto. Los vecinos de Punta del Agua tuvieron
reuniones con el gobernador de la provincia, en las que le manifestaron esta crítica a la
falta de asesoramiento. “…Algo muy doloroso, y que en una reunión que tuvimos con el
gobernador Cobos lo reclamé, es que yo soy una simple maestra, mi marido es un
empleado, mis amigos son maestros de escuela, y para saber si queríamos o no minería
en Punta del Agua vimos lo que era una minería a cielo abierto, vimos lo que había pasado
en EEUU, vimos lo que estaba pasando en Chile, estudiamos, empezamos a hacer
conexiones, dedicamos mucho tiempo, y esa dedicación de tiempo para ver si queríamos
minería o no, ninguno de los diputados y senadores de la provincia de Mendoza lo hace,
teniendo asesores pagos, yo iba al senado de Mendoza y veía que estaban aprobando o
no la minería y no tenían ni idea de lo que se usaba, lo que se consumía, lo único que

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querían era salida laboral para la gente, y una salida laboral de unos años…en cambio la
agricultura se puede hacer de por vida…”, expresa una autoconvocada, y reclama:
“…Necesitamos que el trabajo de investigación y de compromiso que nosotros hemos
tenido, la Multisectorial, la AMPAP, que ese mismo trabajo de investigación lo realicen los
asesores que ganan tanto dinero en el gobierno, eso es primordial (…) y de última, si nos
tenemos que poner a hacerlo lo haremos, de llevarles toda la información necesaria, por
más que nosotros le llevemos información y los mineros le lleven plata, ese es el
problema…”.
Los Informes de Impacto Ambiental presentados por las empresas también fueron
foco de las críticas. “…Hay un montón de errores en el estudio de impacto ambiental, de
eso ni hablar…”, mencionan los autoconvocados.

Defensa del agua y del modo de vida de Punta del Agua

La defensa de la actividad agrícola y el agua, vinculados a la historia mendocina, y la


crítica a la falta de proyectos alternativos a la minería impulsados por el gobierno, también
se reflejan en los relatos de los vecinos de Punta del Agua: “…No podemos hablar de
trabajar la minería como única salida laboral para la provincia, y menos con lo que nos va
a pasar en el futuro con el tema de las reservas de agua, el tema de conservar glaciares,
la importancia de nuestra provincia, de que nuestros antepasados, los aborígenes,
lograron hacer un oasis de este desierto, usando el agua de los deshielos de los glaciares,
y no podemos, con la minería, darnos el lujo de destruir los glaciares para destruir todo lo
que se ha logrado a través de los años...”. Otro testimonio da cuenta de la misma
percepción en torno al pasado y presente mendocinos: “…Es una realidad de nuestra
provincia, somos la provincia de las acequias, de los canales, somos una provincia que se
superó haciendo un uso racional del agua…”.
El modo de vida de Punta del Agua, que, como ya fue mencionado, hace cinco años
atrás no contaba con energía eléctrica, influyó también en el conflicto, entre quienes
querían mantener esta forma de vida y quienes querían acceder a otras condiciones de
bienestar, más asociadas al poder de consumo. En palabras de una pobladora de Punta
del Agua: “…vivieron (sus hijas) sin luz y sin tecnología, pero con agua, teníamos que subir
al cerro para tener señal de teléfono, crecieron bien, pero sin agua no hubiesen podido
crecer, eso hay que valorar, para qué tanta tecnología…”, y añade: “…Zenobi539 dijo por
radio Nihuil ¨todos esos que se quejan de la minería, bien que le gustan los celulares¨, yo
llamé por teléfono y no me quisieron sacar al aire (…) pero le hubiese dicho ¨señor, yo
tengo un celular, y lo uso una sola vez a la semana en Punta del Agua, y yo no quiero la
minería, y si usted quiere mi celular, se lo regalo...”. En relación a ello, reflexiona: “…Por

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todo el consumismo, por toda la tecnología, estamos destruyendo el medio ambiente, y yo
lo digo por mis hijos, por las generaciones futuras…uno no puede dejar de pensar en las
generaciones futuras, yo no hice esto por ser fundamentalista…”.
Por otra parte, para las actividades de información y difusión, contaron también con
la visita de Hugo González y Javier Rodríguez Pardo, que llegaron desde San Rafael a dar
una charla. El delegado municipal avisó a la empresa “Portal del Oro” de dicho evento, al
que concurrió un geólogo en representación de la empresa. “…Pasaron cosas
importantes, como por ejemplo, que el sacerdote se levantó y le dijo al geólogo que ellos
hablaban con el bolsillo y nosotros hablábamos con el corazón…” recuerda una
autoconvocada. Asimismo, todas esas ocasiones eran aprovechadas por los vecinos para
hacerles preguntas a los funcionarios, técnicos o representantes de las empresas: “…le
preguntamos al geólogo si, con una mano en el corazón, él permitiría tener una mina cerca
de su casa donde él vivía con su familia, y él dijo que ni a 70 Km. Esas fueron las últimas
palabras del geólogo antes de irse, y nos dejó muy en claro lo que teníamos que hacer en
Punta del Agua, y es una más de las contradicciones de todo esto…”, rememoran los
vecinos.
Los hechos comentados, por un lado, acrecentaron la negativa a la explotación
minera en la zona, el paralelo pedido de que se declare reserva hídrica, y de que se
sancionara una ley que prohibiera la actividad. “…Todo lo que iba pasando iba
acrecentando nuestra negativa a la explotación minera en la zona, cada vez más gente se
iba sumando a nosotros y se sumó mucha gente de Punta del Agua en los cortes porque
discutimos por radio con un Concejal y nos trató de delincuentes, y mucha gente se
empezó a dar cuenta de la importancia de la ley…”, relatan los autoconvocados.
Las acciones masivas en contra de los proyectos en el departamento de San Rafael,
se hicieron en Gral. Alvear, como las marchas, que fueron tres, a finales del año 2006, y
posteriormente, los cortes de ruta a los que se hace mención en el testimonio anterior,
solicitando la sanción de una ley provincial que prohibiera la actividad, finalmente
sancionada por la Legislatura en junio de 2007, la Nº 7.722.540
El testimonio anterior también se refiere a las declaraciones de un Concejal, el
presidente del bloque justicialista de San Rafael, quien quedó varado en los cortes
realizados en Gral. Alvear –en junio de 2007541- y manifestó su crítica a esta modalidad
de protesta en una radio alvearense, en la que expresó: “…El cortar una ruta nacional es
un delito. Y es delito en General Alvear, es delito en Gualeguaychú, en Buenos Aires o en
cualquier parte del país, entonces quien corta una ruta nacional es un delincuente, acá, en
Alvear o en Buenos Aires, si quieren protestar por una causa noble, por una causa justa,
como es esta de la minería, y que yo los acompaño porque también coincido con ustedes
busquemos una forma de protestar sin que esto implique violar derechos del resto de la

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ciudadanía…esta es la situación y esto es lo que estoy planteando, no estoy diciendo que
estoy a favor de la minería, no estoy diciendo que el derecho a transitar sea más
importante que el derecho a la vida…”.
El Concejal responde, en esta declaración, a las críticas que muchos vecinos de
Alvear y Punta del Agua estaban realizando a sus declaraciones en las que criticaba el
corte de ruta como modalidad de protesta. Los vecinos manifestaron que ellos habían
realizados marchas y entrega de folletos informativos, pero que después de 11
meses,542 la paciencia se había agotado. En el mismo programa radial, un vecino
manifestó: “…Usted está hablando de su derecho de tránsito y yo estoy hablando de mi
derecho de vida, ambos incluidos en la constitución nacional...”. El Concejal respondió que
se trataba de contraponer un derecho real -el derecho al libre tránsito- con un derecho
potencial -ya que no estaba demostrado que la minera contaminara y pusiera en juego la
vida-.
Los vecinos preguntaron al Concejal que otras metodologías podían haber aplicado,
ya que la información mediante folletos y las marchas ya habían sido puestas en práctica.
El Concejal mencionó que podían ir a la Legislatura Provincial, ante lo que los vecinos
manifestaron: “…A Mendoza no se puede ir porque mandan patoteros…”.543
En cuanto a los cortes, los vecinos manifestaron que se habían hecho con el permiso
de Gendarmería, y que incluso no eran cortes totales, cada 30 minutos se dejaba
continuar el viaje a quienes habían quedado varados en el corte.
Más allá de la cuestión puntual de los cortes de ruta y la potencial contaminación por
las actividades mineras, se evidenció en este debate radial el conflicto latente entre San
Rafael y General Alvear respecto a algunos distritos sanrafaelinos, y la crítica de los
habitantes de estos distritos hacia la falta de atención por parte del gobierno sanrafaelino.
Comentarios tales como: “…La lucha pacífica y de la palabra se ha hecho durante un año
, incluso en movilizaciones organizadas por la Multisectorial del Sur544, sin tener
acompañamiento del gobierno de san Rafael, pónganse a estudiar y vean que sus distritos
también van a ser afectados…”, evidenciaban la indignación de los pobladores de distritos
sanrafaelinos como Villa Atuel, Jaime Prats, Real del Padre, Monte Comán y Malvinas,
distritos que se manifestaron en apoyo a la protesta, y que algunos de los vecinos que
llamaron al programa de radio manifestaron que eran “…distritos del departamento de San
Rafael pero descuidados por las autoridades…”.545
“…Es una pena que durante todo este año no se hayan informado de nuestra
lucha…”, manifestaron algunos oyentes que llamaron al programa. “…Fíjense que ha
hecho el delegado de Punta del Agua…”, reclamó un habitante de este distrito, al que se
sumaron cuestionamientos de vecinos desde otros distritos sanrafaelinos: “…La
negligencia de los políticos que nos representan nos ha obligado a tomar este tipo de

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medidas, sino, no hubiéramos tenido respuestas en el congreso de la provincia…”.
La declaración del Concejal desató la bronca de algunos habitantes de distritos
sanrafaelinos que ellos mismos denominaron “distritos olvidados”. “…Es la intención de un
pueblo, que se bancó el frío, el agua, por la falta de actitud para con el pueblo de los
señores representantes, no se olviden que también son del sur de la provincia…”,
manifestaron los vecinos ante las críticas a los cortes de ruta.
Los vecinos de Punta de Agua consideran un hecho histórico lo sucedido en Gral.
Alvear, respecto a la unión de la gente y a la fortaleza que tuvo el pueblo para sostener la
lucha. Uno de los aspectos que fue mencionado en todos los testimonios recabados, fue la
heterogeneidad de los participantes de los cortes y la horizontalidad que existió en
aquellos momentos que compartieron ante el frío y las lluvias.546 “…En los cortes de ruta
estaba desde el empresario, el abogado y el intendente hasta el último peón y todos
éramos uno…”, recuerda una autoconvocada de Punta del Agua, y añade: “…El penúltimo
día almorzamos todos los que veníamos de Punta del Agua, y estaba el pastor evangélico,
los sacerdotes, el dueño de negocio, varios puesteros, y todos éramos uno, no había
diferencias y eso fue muy importante y todos festejaron…”.

La necesidad de trabajo y la dependencia de las empresas mineras

Luego de la Ley Nº 7.722, la empresa “Portal del Oro” abandonó su proyecto


“Anchoris”. Los vecinos autoconvocados de Punta del Agua reconocen que esto fue un
impacto negativo para quienes veían con expectativa el proyecto minero y que para ellos
también fue una situación difícil. Las poblaciones pequeñas, donde sus miembros
comparten diversos espacios, son las que más se ven afectadas por la división social que
a veces produce la llegada de este tipo de proyectos.
El diario provincial “Uno” registró el abandono del proyecto por parte de la empresa, y
la sensación de algunos puesteros: “…La empresa minera Portal del Oro, que tenía el
proyecto de exploración de cobre Anchoris, en el distrito de Punta del Agua, no tuvo más
remedio que concurrir a la zona para comunicarles el despido a sus trabajadores a causa
de la ley que prohibió el uso de sustancias químicas en la actividad. El ánimo en el paraje
Los Toldos, de Punta del Agua, donde la empresa tenía un proyecto de extracción de
cobre en etapa primaria, no fue el mejor. Fue una docena de familias las afectadas
directamente con el despido y en sus rostros se notó el dolor y la desazón por la pérdida
de un empleo seguro y en blanco que algunos tenían desde hace dos años. La humildad
de estos puesteros no sabe de contaminación ni de política, sólo conocen de trabajo. En
las épocas de trabajo, mientras los hombres realizaban las tareas en la zona del proyecto,
algunas mujeres recibían el pago por cocinar para todo el personal. La relación entre la

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compañía minera y estos grupos de puesteros era de mutua colaboración, recibiendo
éstos ayudas de distinto tipo de parte de la empresa…”.547
Los vecinos autoconvocados de Punta del Agua reconocen la situación difícil
generada a partir del abandono de la empresa: “…La gente tampoco a veces lo entiende
porque necesita la plata, personas que viven de la crianza de chivos por ahí cobran sólo
en verano su dinero, y de eso viven todo el año, de repente, tener todos los meses una
entrada de dinero es diferente, eso es indiscutible (…) por eso se genera tanta diferencia
en lo social, tanto rechazo por algunos y tanta aceptación por los otros…” explican.
El gobierno resulta, una vez más, foco de críticas ante la falta de posibilidades
laborales ante la minería. “…Me da pena, mucha pena, la falta de creatividad, como para
generar trabajo por parte de los gobernantes, no puede ser que la única solución para salir
del pozo sea la minería, cuando muchas veces la provincia ha salido a flote por la
agricultura…”, expresa una autoconvocada de Punta del Agua.
La minería como una actividad temporal, es decir, que se explota por unos años y
luego los habitantes deben continuar su vida sin ella, es una de los aspectos que
aparecieron reiteradamente en los testimonios de los vecinos de Punta del Agua, en
palabra de uno de ellos: “…tener en claro que es un tipo de emprendimiento que no es de
por vida, que dura unos años, un geólogo548 en TN Ecología dijo una frase que me impactó
mucho, y es que a la cordillera de Los Andes le llevó millones de años tener todo el
mineral que tiene, y no se puede permitir que algo tan valioso se destruya en unos años
por un poco de dinero…”.

La apuesta al diálogo

En cuanto a la relación con el sistema político partidario y con los funcionarios del
gobierno, tanto en el caso de los vecinos autoconvocados de Punta del Agua como en el
caso de la Multisectorial de General Alvear –que abordaremos a continuación- siempre se
mantuvo el diálogo con estos sectores, considerando que es necesario ya que éstos tienen
la palabra final en la toma de decisiones: “…Tenemos que entender que los políticos
tienen la última palabra en todo esto, por ejemplo, la audiencia pública es no vinculante,
entonces por más que pongamos mil objeciones si los senadores y diputados le quieren
decir que sí le van a decir que sí, entonces, es muy importante el diálogo, y el
asesoramiento, ya que los asesores por ahí no hacen su trabajo como corresponde, que
de alguna manera nosotros lleguemos a los senadores y diputados y les demostremos
cual es nuestra verdad, y que esta es una situación en donde no podés ser tibio…”
reflexionan los Autoconvocados de Punta del Agua y algunos miembros de la Multisectorial
de Gral. Alvear, a lo que agregan: “…A veces no sabés si es que están de acuerdo con

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vos o les conviene políticamente, pero bueno…”.
Actualmente, las críticas se han extendido hacía otros aspectos de la actividad: “…se
necesita derogar las leyes mineras argentinas, que son totalmente enajenantes, que datan
de la época de Menem, que las hizo en complicidad con Gioja…” afirman los
autoconvocados.
También es importante destacar que Internet ha sido para ellos una herramienta que
les permitió contar con información de las experiencias de otras comunidades.

¿Por qué Alvear se moviliza contra la megaminería?

“¿Por qué Alvear si no tenía minería? Y porque la tenía


cerca, la escorrentía del agua desde el Nevado iba a
perjudicar sí o sí a Alvear, en cuanto al agua, la
atmósfera, iba a impactar en la economía regional,
indudablemente, la minería en Punta del Agua
perjudicaba directamente a Alvear y a los distritos
cercanos a la zona…”
Vecina autoconvocada de Punta del
Agua

“Alvear, como San Carlos, tiene una decisión muy tomada”


Vecino autoconvocado de Punta del
Agua

La llegada de los Vecinos Autoconvocados de Punta del Agua a la Banca del


Ciudadano en Gral. Alvear, manifestando su preocupación por las actividades mineras,
encendió la voz de alerta en la población de General Alvear. Como ya fue mencionado, en
un primer momento, la Cámara de Comercio se reunió con los vecinos de Punta del Agua,
y armaron un documento manifestando a las autoridades su preocupación respecto a las
actividades mineras.
La población de Gral. Alvear se manifestó en contra de la megaminería convencida
de que ésta afectaría sus actividades productivas y su modo de vida. “…somos un
departamento netamente agrícola, donde el oasis que tenemos a través del Río Atuel, lo
debemos defender…”, manifestaba el presidente de la Cámara de Comercio, durante la
primera marcha realizada en Gral. Alvear en contra de las actividades mineras en el sur de
la provincia.

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Alvear, departamento que cuenta con una población de 44.147549 habitantes, de los
cuales aproximadamente 26.000 viven en la ciudad capital, posee un perfil netamente
agrícola-ganadero. La minería metalífera fue vista como actividad contaminante, que
pondría en riesgo el agua de General Alvear, para su consumo y producción, así como
también su modo de vida. Además del riesgo de contaminación, la utilización de agua por
parte de los emprendimientos mineros también generó preocupación, ya que vendría a
competir por el recurso. “…La minería usa agua y nosotros vivimos del agua, como
agricultores y como ciudadanos…”, destacan los agricultores de Gral. Alvear.
Los agricultores alvearenses reconocen que, especialmente cuando han tenido
reuniones con el sector político y el sector minero en la legislatura provincial, han sido foco
de las críticas porque se les acusa de contaminar. “…Nos dicen que nosotros
contaminamos y que tiramos agua. Si el agricultor contamina es por los productos que le
llegan, por el producto que le recomienda el ingeniero agrónomo, no porque uno quiere, si
lo hace es por negligencia, en cambio, la minera dice que es sustentable y no lo es. Lo
que hacemos es sustentable, con la misma planta vamos generando abono y vamos
recuperando el suelo…dicen que regamos mal, pero regamos mal porque no tenemos las
herramientas…” afirma un productor de Gral. Alvear. En el departamento se exportan vinos
y frutas al exterior, por lo que la preocupación por perder las certificaciones de calidad
también movilizó a los productores.
En Gral. Alvear y en algunos distritos sanrafaelinos que se sumaron a la lucha, como
Real del Padre, existen productores que forman parte de Federación Agraria Argentina
(FAA). Reconocen que han sido criticados porque este organismo es visto como uno de
los defensores del modelo sojero argentino, también acusado de contaminar y degradar el
ambiente. Sin embargo, ellos destacan la diferencia de su realidad con la de los
productores de la pampa húmeda. “…Nosotros estamos allí porque defendemos las
economías regionales…”, explican los productores federados de Gral. Alvear. Mencionan
también que han instalado el tema de la problemática minera y los recursos hídricos en
los encuentros de Federación Agraria. Las “Mujeres Federadas”, por su parte, llevaron el
tema al 95º Congreso Ordinario Anual de Federación Agraria “Por el desarrollo rural y los
pueblos del interior”, realizado en Rosario, Santa Fe, en el año 2007, en el que se creó
una Comisión de Minería y Medio Ambiente.
Además de los productores, la defensa del agua y del modo de vida de Gral. Alvear,
ligado a sus actividades productivas, movilizó a gran parte de su población: docentes,
comerciantes y vecinos en general se manifestaron en tres marchas multitudinarias en el
año 2006 y se sumaron en el año 2007 a los cortes que fueron clave para la sanción de la
ley que prohíbe ciertas sustancias en la actividad minera, la Nº 7.722.
Más allá de que desde las autoridades se trató de demostrar que no había conexión

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entre el agua de la zona de los proyectos mineros y la que utiliza para su producción
General Alvear, la población continuó convencida de que la presencia de cualquier
proyecto minero metalífero en el sur de Mendoza atentaba contra el perfil que ellos
estaban defendiendo, y que incluso se estaba poniendo en riesgo sus logros productivos y
su propia vida: “…Se ha logrado salir al mercado exterior, tener trazabilidad en vinos, en
frutas. Trazabilidad es una palabra muy importante para nosotros, porque certifica que no
tiene ningún tipo de contaminación, y eso vamos a perder todo en lo que es agricultura,
ganadería, fruticultura, vitivinicultura…y también la vida…”, señalan los agricultores de
Gral. Alvear.
En el diario “Uno”, del 7 de junio de 2007, puede leerse: “…En esta zona la principal
preocupación está centrada en el proyecto de dos empresas mineras (Chapleau Argentina
y Portal del Oro) para extraer cobre en la zona sanrafaelina de Punta del Agua, al límite
con Alvear, y que los lugareños creen peligroso para el agua y la agricultura. Sin embargo,
estudios hidrogeológicos efectuados en la región por el Instituto Nacional del Agua
determinaron que los trabajos que se llevan a cabo son inocuos para el ambiente y que no
existe vinculación hídrica alguna, ni superficial ni subterránea, entre Los Toldos y Punta
del Agua, como tampoco entre esas localidades y Alvear. Otro estudio similar efectuado
por el área de Aguas Subterráneas de Irrigación sur agregó que la zona no es fuente de
recarga de acuíferos, y dada la situación geográfica del proyecto Anchoris no representa
una amenaza para el buen estado de los acuíferos de Alvear ni alrededores…”.550
Como será explicado posteriormente,551 los estudios mencionados en la nota a la que
se hace alusión en el párrafo anterior, corresponden al proyecto “Anchoris”, no así al
proyecto “Chapleau”, que había sido suspendido por adeudar documentación en
noviembre de 2006, ni al proyecto Don Sixto (ex–La Cabeza).

Gral. Alvear se organiza: la Multisectorial de Gral. Alvear

Con el fin de realizar acciones para impedir la instalación de proyectos metalíferos en


el sur provincial, se conformó en el año 2006 la “Multisectorial de Gral. Alvear”, de la
que, como ya fue mencionado, forman parte también los Vecinos Autoconvocados de
Punta del Agua.
La Multisectorial de Gral. Alvear, se conforma por aproximadamente 40 entidades:
empresariales, sindicales, educativas y políticas, entre otras.552
Esta Multisectorial desarrolló numerosas actividades, paralelamente a las tres
marchas multitudinarias que serán detalladas a continuación. La presentación del tema en
la Banca del Ciudadano del Consejo Deliberante de General Alvear, es destacada por sus
integrantes como la primera presentación pública del problema, y el inicio de la

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concientización de la población al respecto.
Las charlas-debate para informar a la población fue otra de las tareas emprendidas.
El Ingeniero en Minas Hugo González y el Periodista Javier Rodríguez Pardo 553 llegaron a
Gral. Alvear en septiembre de 2006, para dar una charla sobre minería contaminante.
También realizaron actividades fuera del departamento, como la participación en
movilizaciones y reuniones en San Rafael.554 Los alvearenses confirman lo destacado por
las organizaciones sanrafaelinas, en cuanto a la dificultad de movilizar a la población de
San Rafael. Por otra parte, la Multisectorial se reunió con vecinos de Santa Isabel, en la
provincia de la Pampa,555 y también participó en el segundo encuentro de la Unión de
Asambleas Ciudadanas (UAC), realizado en Barreal, provincia de San Juan, en octubre de
2006. Estas participaciones permitieron a los alvearenses conocer la realidad de otros
pueblos del país.
Respecto a lo acontecido en la provincia de La Pampa, además de la ya mencionada
preocupación de los pobladores de Santa Isabel, la asociación pampeana “Alihuen”, asistió
a la Cámara de Diputados de La Pampa, invitada por la Comisión de Ríos
Interprovinciales, en octubre de 2006, con el fin de informar acerca de los
emprendimientos mineros en la provincia de Mendoza que ponían en riesgo sus recursos
hídricos, como el Río Colorado, Río Atuel y los manantiales del oeste pampeanos. Los
emprendimientos a los que Alihuen hizo referencia fueron: “Potasio Río Colorado”,
“Anchoris”, “La Cabeza” y Minera “Chapleau”. El presidente de Alihuen, resaltó que
“…estos proyectos mineros ponen en grave riesgo todo el entorno, por la contaminación
de los cauces de ríos, arroyos y aguas subterráneas, además del agotamiento de las
vertientes de agua mineral. Esto afectará a futuro la economía de la zona y traerá además
consecuencias para la salud de sus habitantes. Por ello la provincia de La Pampa, no
puede permanecer ajena a este fenómeno, dado que todas las aguas por desnivel
escurrirán hacia el Río Colorado, el Río Atuel y los manantiales pampeanos…”.556
Finalizando el encuentro con los legisladores pampeanos, les pidió que exijan al Gobierno
Provincial “…terminar con los negociados en esta vasta región y que trabajemos todos
juntos por un mundo mejor. Debemos tener una Política real de Defensa de los Recursos
Naturales y en este caso en particular de los Recursos Hídricos…”.557
Por otra parte, en el año 2006, la Multisectorial de Gral. Alvear se contactó con la
Defensoría del Pueblo de la Nación y con la Secretaría de Medio Ambiente de la Nación,
organismos en los que se abrieron expedientes para llevar adelante las averiguaciones
solicitadas por la Multisectorial. A nivel provincial y departamental, se realizaron reuniones
con los legisladores provinciales, Intendente y Concejales departamentales, el DGI y el
subsecretario de Medio Ambiente de la provincia.558 Por ejemplo, se reunieron en el mes
de octubre, con la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados, a fin de

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exponer su problemática. En la memoria de acciones realizadas, respecto a este hecho, la
Multisectorial detalla que, de los 11 integrantes de la Comisión, sólo hubo 3 presentes.
En este sentido, es importante destacar que los alvearenses estuvieron siempre al
tanto de lo que acontecía en la legislatura provincial. Incluso viajaron a la ciudad de
Mendoza para estar presentes en el tratamiento legislativo de la “Ley Difonso” (Nº 7.627) a
fines del año 2006.559
A diferencia de los vecinos Autoconvocados de San Carlos en sus inicios, las
acciones de la Multisectorial fueron tomadas por los medios de prensa provinciales,
especialmente las tres marchas realizadas entre agosto y noviembre de 2006. Por otra
parte, el apoyo económico de los industriales de la zona, les permitió publicar solicitadas
en el diario “Los Andes” y contar con folletos para difundir el tema.

Las tres marchas multitudinarias de Gral. Alvear

La primera marcha se realizó el 25 de agosto de 2006. Se inició en el Km. 0 de la


ciudad y recorrió varias cuadras hasta llegar al Consejo Deliberante. Si bien la población
tenía conocimiento de que las actividades mineras en la zona estaban en las etapas
iniciales, se buscaba actuar preventivamente: “…todavía la etapa de exploración no ha
terminado, pero queremos frenar a tiempo esto...”.560
Los diarios provinciales registraron el hecho: “Más de 1.000 personas marcharon en
contra de la minería contaminante”, fue el título de una nota del diario “Los Andes”, que
continuaba: “…Además se entregó un petitorio con 7.000 firmas a los ediles. El director de
Minería, Alberto Rubio, estuvo en el Concejo y fue increpado…”.561
En esta nota se destacaron las declaraciones de los ediles alvearenses, explicando
la presencia del director de minería provincial: “…Rubio nos está informando, pero más
allá de las especulaciones por su venida, el Concejo ya tomó una posición y no hay riesgo
que se borre con el codo lo escrito con la mano…”.562 Por su parte, el intendente De
Paolo “…se comprometió a compartir con las fuerzas vivas del departamento la totalidad
de la información que ha sido requerida a los organismos oficiales, además de asegurar
que serán muy severos y constantes en los pasos que se vayan dando...”.563 Respecto a
la presencia del entonces director de minería, la nota detalla sus declaraciones. “…Alberto
Rubio, director de Minería de la provincia, antes de retirarse del salón del Concejo fue
increpado por los manifestantes. Como respuesta dijo que de encontrarse una mina
económicamente explotable primero la empresa debe presentar sus estudios explicando
qué tratamiento le va a dar al mineral. ¨Si el yacimiento está en una zona con un acuífero
con una determinada calidad de agua y no puede tratarse el mineral en ese sector, la
planta de tratamiento deberá ser colocada a una distancia donde el estado permita el

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beneficio del mineral¨. Y aclaró: ¨La explotación no usa sustancias químicas (en alusión al
oro y plata), pero sí la recuperación del metal donde son utilizados los compuestos y la
planta deberá instalarse lejos de lugares de provisión de agua, acuíferos o vertientes. Si la
técnica no es rentable para la empresa, el proyecto no se realizarᨅ”.564
Una vez más, las explicaciones desde el punto de vista técnico no convencieron a los
habitantes del sur mendocino.
Ya en la segunda marcha, realizada el 28 de septiembre, “…Unas tres mil personas
marcharon en la noche del jueves por las calles alvearenses volviendo a manifestar su
rechazo a los proyectos mineros que, entienden, no son compatibles con las actividades
agrícolas y con el cuidado de los recursos hídricos...”.565 Como destaca el diario provincial
“Uno”, el gobernador y los legisladores provinciales fueron blanco de las críticas de los
alvearenses. Se entregó una proclama al intendente municipal, entendida como un
mandato del pueblo, para ser entregada al gobernador provincial, solicitándole una
audiencia. “…La misiva es clara en el punto que solicita que el gobernador Julio Cobos
tome postura sobre el tema y esperan que el mandatario, ¨habiendo apoyado con su
presencia al presidente Kirchner en la lucha por la no contaminación del río Uruguay en la
ciudad de Gualeguaychú,566 tomará los recaudos necesarios a fin de proteger el agua y los
recursos naturales no renovables de los mendocinos¨. Los mensajes también apuntaron a
los legisladores, ya que las entidades que conforman la Multisectorial expresaron que
¨aquí está en juego saber si los políticos son rehenes de las multinacionales mineras o se
pueden liberar de ellas; trabajaremos para aunar los esfuerzos de los ciudadanos,
construyendo una muralla de resistencia contra las mineras transnacionales que saquean
nuestros recursos naturales¨. (…) La proclama antiminera fue dirigida tanto a las
autoridades locales como a los gobernadores de Mendoza y La Pampa, legisladores
provinciales y nacionales y al propio presidente de la Nación…”.567
Cuando se realizó la tercera marcha, el 16 de noviembre, ya había rumores de que
desde el gobierno, se estaba buscando impedir los proyectos que estaban generando el
conflicto. “…El cambio en la postura que mantenía el Gobierno se dio luego de un viaje
relámpago que efectuó Morgani el pasado sábado al distrito sanrafaelino…”,568 destacaba
el diario “Los Andes”, en su ejemplar de aquel mismo día.
Dicha nota destacó también los comentarios realizados por el Subsecretario de
Ambiente provincial: “…el subsecretario adelantó que ¨dadas las características de la
zona, por su actividad económica y la importancia del recurso hídrico, un proyecto minero -
de oro- es difícil que pueda prosperar¨. Y acotó: ¨Es una alternativa detener las
exploraciones y estamos trabajando en ello¨. Luego reconoció que ¨no se puede prohibir
porque sí¨ y, en caso de determinar un cese total de las actividades, ¨hay que contar con
fundamentos reales y buscar mecanismos que no sean cuestionables por los privados¨.

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Morgani indicó que su viaje, el sábado pasado al distrito sanrafaelino de Punta del Agua,
tuvo como intención conocer la postura de los vecinos. ¨Eso es lo más importante porque
de existir una opinión negativa no se puede seguir adelante¨, afirmó…”.569
Sin embargo, la movilización se llevó a cabo, y nuevamente superó la cantidad de
participantes de la marcha anterior. “…Más de 4.500 personas adhirieron en General
Alvear a la convocatoria realizada desde la Multisectorial de General Alvear, con
importante presencia del sector empresarial y sindical. Además recibieron el apoyo de los
comerciantes que demostraron su descontento cerrando las puertas de los negocios en las
principales avenidas céntricas (…). Entidades intermedias, organizaciones agrícolas y
familias enteras tanto alvearenses como de zonas vecinas, como los distritos sanrafaelinos
de Jaime Prats y Real del Padre, y del Valle de Uco, ratificaron el pedido a las autoridades
de la provincia para que se detengan los proyectos Chapleau en Punta del Agua y
Anchoris en el paraje Los Toldos…”, destacó el diario “Los Andes”.570
El presidente de la Cámara de Comercio de Gral. Alvear expresó que “…si bien hay
otros lugares como Malargüe que viven de la minería o pueden tenerla como una actividad
legítima, es necesario que ¨cada departamento defina su postura sobre lo que quiere ser y
en nuestro caso es la actividad agrícola, industrial y ganadera¨…”.571

Suspensión de Chapleau y estudios sobre impacto de Anchoris: ¿demasiado


tarde?

En noviembre del 2006, el Gobierno provincial suspendió oficialmente la actividad de


la minera “Chapleau”, en el distrito de Punta del Agua.

“…La decisión llegó luego de una inspección realizada el lunes a la localidad sureña
donde se desarrolla el emprendimiento minero Chapleau. ¨Luego de una inspección
técnica que efectuamos en el lugar y tras revisar los aspectos administrativos del
expediente por el cual se le otorgó a la empresa los permisos de exploración,
detectamos algunas falencias entre las que aparece la falta del estudio hidrológico y
debido a ello se suspendió la actividad minera hasta tanto la empresa presente la
documentación faltante¨, explicó a Los Andes el subsecretario de Ambiente, Gustavo
Morgani…”.572

Por otra parte, el diario “Los Andes” también explicaba lo acontecido respecto a otro
de los proyectos cuestionados, como “Anchoris”. “…En el caso del proyecto Anchoris en la
zona de Los Toldos, también del departamento de San Rafael, Morgani afirmó que ¨allí se
requiere mayor cantidad de análisis técnicos ya que es un proyecto de gran envergadura¨
por lo cual adelantó que pasará más días recorriendo el área. La visita del funcionario y los
especialistas de su gabinete está prevista para el próximo fin de semana…”.573
Posteriormente, en marzo del 2007, el diario “Uno” daba cuentas de que el proyecto

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“Anchoris” no sería riesgoso para el agua de Gral. Alvear. “…De acuerdo con los estudios
hechos por diferentes organismos, privados y estatales, el proyecto minero que la empresa
Portal del Oro tiene en este departamento no utiliza el agua que va hacia General Alvear,
por lo que no hay peligro de contaminación. Los análisis fueron hechos a pedido del
Gobierno luego de suspender otro proyecto minero en la zona y después de la última
marcha antiminera que en Alvear convocó a miles de personas. Portal del Oro SA,
compañía minera que opera el proyecto de exploración Anchoris en San Rafael, informó
que los estudios hidrogeológicos efectuados en la región por el Instituto Nacional del Agua
(INA) determinaron que los trabajos que se llevan a cabo son inocuos para el medio
ambiente y que no existe vinculación hídrica alguna, ni superficial ni subterránea, entre Los
Toldos y Punta de Agua, como tampoco entre esas localidades y General Alvear. Según lo
que pudo confirmar UNO, otro estudio similar, efectuado en este caso por el área de
Aguas Subterráneas de la Dirección General de Irrigación Sur, agregó que la zona no es
fuente de recarga de acuíferos y que dada la situación geográfica del proyecto Anchoris no
representa una amenaza para el buen estado de los acuíferos de Alvear ni
alrededores…”.574
Sin embargo, estos estudios no fueron suficientes para que la población de Gral.
Alvear se desmovilizara. Ello responde a varios motivos, por un lado, en la memoria de
actividades 2007 de la Multisectorial de Gral. Alvear se detalla: “27 de marzo. Reunión con
Alberto Rubio, director de Minería de la prov., quién presentó un estudio hidrológico de la
Empresa Portal del Oro con membrete del DGI, el que fue desestimado por Irrigación, ya
que la persona que firmó ya no trabaja en esa dependencia y el informe presenta errores.”
Por otra parte, de los proyectos cuestionados en el inicio del conflicto, “Don Sixto”
(ex- “La Cabeza”) era presentado incluso por legisladores provinciales, como uno de los
proyectos más prometedores de la provincia. Asimismo, y tal como aconteció en San
Carlos, la búsqueda de información y el contacto con otras realidades y organizaciones,
sumaron cuestionamientos575 que complejizaron el conflicto, que ya no podría resolverse
mediante soluciones puntuales.

Del pedido de prohibición de la minería metalífera en el sur provincial al pedido de


una ley para toda la provincia

El 13 de diciembre de 2006, la legislatura sancionó una ley que suspendía las


actividades mineras en la provincia hasta tanto no se contara con un Plan Ambiental
Provincial, exigido por la Ley provincial de Preservación del Ambiente, Nº 5.961. Esta ley,
la Nº 7.627, es posteriormente vetada, el 18 de diciembre, por el poder ejecutivo.
“…Cobos vetó la Ley y la gente se enardeció…”, afirma un integrante de la

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Multisectorial de Gral. Alvear. Este veto es definitorio para que la población de Gral. Alvear
abrace con más fuerza la necesidad de una ley provincial que prohibiera la actividad.
A partir de allí se inician nuevamente las reuniones con los legisladores provinciales
y, ya en enero de 2007, con el gobernador provincial. Se manifiesta en las acciones
desarrolladas por la Multisectorial, que el diálogo con el sector gubernamental ha sido una
de sus apuestas más fuertes, más allá de que muchas veces no tuvieron el resultado
esperado. Algunos testimonios recogen la impresión de los alvearenses: “…Empezamos a
chocar con la política, Alvear siempre fue dejado de lado…”. Salvo algunas excepciones,
la opinión respecto al sector político, se refleja en el siguiente comentario de un
alvearense: “…El político no tiene ni idea, salieron a vender minería, pero no tienen ni
idea…”.
El verano de 2007 fue aprovechado para informar a los niños a través de la
proyección de videos en las Escuelas de Verano, se proyectaron videos en plazas
distritales y se mantuvo una reunión con a las reinas distritales,576 a las que se les explicó
el problema. También se realizaron reuniones con funcionarios del Instituto de Desarrollo
Rural (IDR) –junto con la Multisectorial del Sur- y, por otra parte, con la Dirección de
Gestión Ambiental del Municipio, a fin de conformar un Consejo Asesor. Asimismo, fueron
retomadas las reuniones con organizaciones de otras provincias, ya que se concurrió al
“Plenario Ambiental Interprovincial”, en Termas de Río Hondo, Santiago del Estero, y al
tercer encuentro de la UAC, que se realizó en San Rafael, al cual asistieron
organizaciones socioambientales de todo el país.
La llegada a la provincia de miembros de la Asamblea de Vecinos Autoconvocados
de Esquel para concurrir al encuentro de la UAC, fue aprovechada para que éstos dieran
charlas en escuelas, como lo hicieron en Gral. Alvear. Se continuaba así con charlas
informativas y proyección de videos en escuelas del departamento. También se realizaron
reuniones con profesionales, tanto en el CRICYT -actual CCT-, en la ciudad de Mendoza,
como en Gral. Alvear, con la visita del Dr. en Biología Raúl Montenegro y la Dra. María
Paulina Martínez, especialista en Derecho Ambiental.
En la Fiesta Nacional de la Ganadería, en el mes de mayo, fiesta típica del
departamento de Gral. Alvear, se proyectó el video “Agua que has de beber”, se
expusieron fotos y se entregaron folletos. La presencia de medios de prensa y del
gobernador provincial fue aprovechada por el entonces presidente de la Cámara de
Comercio y representante de la Multisectorial, quien mencionó el problema respecto a la
minería contaminante en su discurso durante el “Almuerzo Tradicional”.
En el año 2007, la legislatura se dispuso a “rever” el veto de Cobos a la Ley Nº 7627.
Desde Gral. Alvear, se elaboraron y se entregaron personalmente a cada legislador notas
de las industrias y empresas del departamento, “…en las que se pide que, en la próxima

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sesión de diputados, revean el voto si fue negativo577, agradecerles en caso de que haya
sido positivo, y a los ausentes solicitarles la toma de conciencia de este verdadero
problema que representaría la presencia de la minería contaminante metalífera a cielo
abierto en la provincia…”.578
El día 6 de junio, la Cámara de Diputados, no trató el tema, dejando en pie el veto del
gobernador Julio Cobos. Aquel día, los diputados contaron con la presión, tanto dentro del
recinto como en los alrededores de la Legislatura provincial, tanto de las organizaciones
que se oponen a la megaminería en la provincia, como de los sectores mineros que la
impulsan. “…Grupos mineros y antimineros visitaban a los diputados despacho por
despacho, mientras en la calle se caldeaba el ambiente de los ansiosos manifestantes,
que estuvieron a punto de perder los estribos (…). Si en algo coincidieron casi todos fue
en pedir que el subsecretario de Medio Ambiente, Gustavo Morgani, sea desplazado de su
cargo. Lo hicieron los pro y los antimineros y el bloque peronista en pleno. Fue por la
mañana, en una tensa reunión en el Salón Azul entre legisladores y los líderes de las
distintas posturas mineras. Allí, el peronista Carlos Bianchinelli, con el mandato de su
bloque, criticó con dureza la gestión del Gobierno y le pidió en la cara la renuncia a
Morgani. Bianchinelli expresó: ¨Pasó mucho tiempo y no se hizo en lo ambiental¨ y agregó
que la inacción de la gestión oficial ¨terminó enfrentando a los trabajadores
mendocinos¨…”.579
Como la falta de tratamiento en diputados atrasó la decisión, la tensión fue en
aumento. Aproximadamente 200 alvearenses se encontraban en la Legislatura, y se
mantenían en comunicación con quienes estaban en la plaza central de Gral. Alvear, en la
que llegaron a reunirse aproximadamente 6.000 personas. Ante la falta de respuesta,
cerca del mediodía los alvearenses decidieron cortar las rutas.

6 de junio de 2007: se inician los cortes en Gral. Alvear

Unos años después, los alvearenses confirman: “…era la única manera de que nos
tuvieran en cuenta, durante un año se agotaron todas las instancias por la vía pacífica, acá
está comprobado que lo único que le molesta a la clase política es que la gente salga a la
calle…”.
Los medios provinciales se hicieron eco del hecho: “…Unas 6.000 personas se
manifestaron ayer pacíficamente en la plaza Carlos de Alvear contra la minería
contaminante. Fue una suerte de cabildo abierto que contó con la adhesión de la
comunidad educativa y el cierre casi total de los bancos, los comercios y las industrias. Si
bien Alvear se manifestó multitudinariamente en varias ocasiones contra la minería
contaminante, esta vez la adhesión a la convocatoria ¨Juntos por el agua y la vida¨ fue aún

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más masiva. Ayer se dividieron en grupos para cortar –con permiso del paso vehicular
cada media hora– cuatro de los principales accesos al departamento. En principio, un
sector encabezado por docentes optó por cortar la ruta nacional 188 a la altura de calle 25,
y luego siguieron la 143 sur, en Poste de Hierro; la 143 norte, a tres kilómetros de la
ciudad, y la 202 y Jorge Simón, a la altura del puente del río Atuel, medida que duró toda
la tarde y que prometieron continuará en los próximos días…”.580

SOLICITADA
A todos los ciudadanos de Mendoza
¿POR QUÉ EL PUEBLO DE GRAL. ALVEAR DECIDIÓ
CORTAR LAS RUTAS DESDE EL 6 DE JUNIO?
Porque:
 Ha tomado conciencia de los peligros que acechan a todos los
mendocinos con la minería metalífera que usa cianuro, mercurio y
otros productos altamente contaminantes.
 Insistió pacientemente para que las instituciones competentes
actuaran y se hartó de indiferencias y engaños.

Al Sr. Gobernador y a los senadores y diputados de Mendoza

General Alvear les solicita que esta semana aprueben la ley


que prohíbe la minería metalífera contaminante en todo el territorio
provincial.

El estallido social del pueblo


es responsabilidad de ustedes
Firman: habitantes de General Alvear

Imagen 11: Solicitada de la Multisectorial de Gral. Alvear


Fuente: documental “Mendoza Sur”, de Sergio Felizia, 2007.

Otro diario, daba cuenta también de la masividad de la convocatoria, que no tenía


precedentes en el departamento: “…Como si fuera un feriado patrio, Alvear vivió una
jornada de protesta que no tiene antecedentes en el departamento, con una amplia
manifestación popular que superó las 5.000 personas y un cese total en sus actividades.
Comercios con las persianas bajas, establecimientos escolares sin alumnos, bancos sin
atención al público, industrias paradas y la masiva concentración en la plaza
departamental, fueron las armas que empleó la comunidad sureña para hacer escuchar su

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voz en contra de la minería contaminante y a favor de la elaboración de un plan ambiental
(…). Las industrias, secaderos y bodegas, paralizaron sus labores; la actividad bancaria
fue nula, y hasta el Poder Judicial acompañó. Todos se sumaron: los sindicatos, ONG, la
581
comuna, padres e hijos...”.
El día 7 de junio, el gobernador envió a su ministro de gobierno a Gral. Alvear, con un
Decreto que suspendía por 90 días el otorgamiento de Declaraciones de Impacto
Ambiental (DIA). Esta suspensión temporal no conformó a los vecinos, quienes
continuaron con los cortes de ruta.
Posteriormente, el 9 de junio, se recibe un proyecto de Ley desde la gobernación,
para ser considerado y observado. Los alvearenses designan una comisión para el
tratamiento del mismo. Del proyecto original más los aportes de los alvearenses, algunos
legisladores y otras organizaciones de la provincia, fue tomando forma la Ley Nº 7.722,
que sería sancionada por la Legislatura el 20 de junio. De allí que es considerada “la Ley
del Pueblo”.
Hasta tanto, se conformaron los 5 cortes que aislaron a Gral. Alvear e incomunicaron
la provincia al cerrar los accesos desde el sur y el este:

- Corte de Bowen: en Ruta Nacional 188 y Calle 25. Comunica con el este del
país: provincias de San Luis, la Pampa y Buenos Aires.

- Corte de la “O”: en Ruta Nacional 143 sur y Calle O. Comunica con la


provincia de la Pampa y provincias del sur del país, como Neuquén.

- Corte de la “F”: en Ruta Nacional 143 norte y Calle F. Comunica con el


departamento de San Rafael.

- Corte de “Puente del Río”: en Ruta Provincial 202 a la altura del río Atuel, que
divide a Gral. Alvear de San Rafael.

- Corte de Real del Padre: en Ruta Provincial 171. Une a Real del Padre – distrito
sanrafaelino- con Monte Comán, y es camino hacia la ciudad de Mendoza.

Los cortes se caracterizaron por la gran participación de la población alvearense –a


la que se sumaron habitantes de Punta del Agua y otros distritos sanrafaelinos, como Real
del Padre, que luego iniciaron cortes en sus propios distritos- y la heterogeneidad social
que tuvieron. Este último aspecto se destaca en todos los testimonios recabados.
Personas que no habían participado de organizaciones ni reuniones previamente, se
sumaron a la acción.
Los relatos de los alvearenses durante las entrevistas realizadas reflejan la
masividad y espontaneidad que tuvo la decisión: “…fue toda la comunidad, nadie sabía

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como hacer un corte, como organizarse…”.
Cada corte tuvo su autonomía, pero estaban comunicados entre sí. Si por algún
motivo en algún corte se necesitaban refuerzos, hacía allí iba la gente. Las radios fueron
clave para mantener informada a la población sobre los sucesos en cada corte.
Asimismo, siempre hubo comunicación con vecinos de San Carlos, quienes apoyaron
cortando la Ruta Nacional 40, a la altura del distrito sancarlino de Pareditas.

Sesiona el pueblo: la Asamblea del Pueblo de Alvear

Durante aquellos días, y en los días que siguieron a los cortes, la población se reunió
en el recinto del Consejo Deliberante del Municipio. Allí se hicieron asambleas con la
finalidad de consensuar las medidas a seguir, con la participación de diversos sectores de
la comunidad. De aquellas reuniones toma el nombre la “Asamblea del Pueblo de
Alvear”, grupo de alvearenses que se organiza para oponerse a la megaminería. Los
alvearenses –tanto de la Multisectorial como de la Asamblea del Pueblo- manifiestan que
la diversidad que cobró la lucha por aquellos días, hizo necesaria la formación de otro
espacio, a fin de diversificar las estrategias de lucha. “…Éramos muchos, pero es la misma
lucha, siempre estamos en comunicación…”, manifiesta una integrante de la Asamblea del
Pueblo, que desde que se formó se reúne una vez por semana para organizar sus
actividades.
En aquellas asambleas en el Consejo Deliberante, las radios locales se sumaron,
“…los movileros estaban dentro de la municipalidad. Las radios se plegaron al
llamado…” manifiestan miembros de la Asamblea del Pueblo. “…Los medios nunca se
mostraron en contra, siempre estuvieron. Hubo una radio (Radio “Uno”) que se
comprometió y movilizó a la gente…” rememoran los alvearenses.
En cuanto a la televisión por cable, quienes participaron de aquellas asambleas
recuerdan que “…en una de las reuniones en el Consejo, la gente acordó que si
Tevecoa582 no pasaba las noticias, todos se iban a des-adherir del servicio de cable…”.
Por otra parte, en cuanto a los medios nacionales, los alvearenses afirman que
algunos medios les comunicaron que, debido a la postulación del gobernador, Julio Cobos,
a vice-presidente, no se les permitía transmitir los hechos que acontecían en Mendoza:
“…Cobos estaba postulándose a vice, y no querían mostrar que se le estaba incendiando
la provincia…” explican.
Otra de las actividades que se planificó en aquellas reuniones, fue hacer un mural en
el edificio municipal. La idea surgió de un grupo de jóvenes, quienes llevaron adelante la
pintada en el frente del edificio. “…La pintada fue para comprometer al intendente…”,
manifiestan los alvearenses (ver Imágenes 12 y 13).

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Imagen 12: Mural en la Municipalidad de Gral. Alvear-1
Fuente: Fotos tomadas durante el trabajo de campo

Imagen 13: Mural en la Municipalidad de Gral. Alvear-2


Fuente: Fotos tomadas durante el trabajo de campo

Los cortes que unieron a los alvearenses583

Durante aquellos 15 días de cortes, tanto en los carteles como en las declaraciones
de la gente, predominaron: la defensa del agua, de la vida, del modo de vida y del perfil
agro-ganadero de General Alvear.
Se trató también de un conflicto que excedió a Gral. Alvear, al sumarse distritos

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sanrafaelinos e incluso organizaciones pampeanas. “…No sólo (afecta) al sur mendocino
sino también a la Pampa, no hay que olvidarse que Punta del Agua, en San Rafael, tiene
un acueducto que va a la Pampa con una de las mejores aguas del sur mendocino…”,
manifestaba un alvearense presente en uno de los cortes, haciendo referencia a los
lugares que podrían ser afectados por la minería metalífera contaminante.584
Las rutas se cortaron con alambrados, tractores, bolsas de arena y camionetas. En
cuanto a las modalidades y duración de los cortes, los alvearenses manifiestan que fue
personal de Gendarmería quién les indicó como actuar: “…los gendarmes nos
recomendaron que nos sentáramos en la ruta…”, recuerdan.
Se cortaba la ruta por media hora y luego se dejaba pasar por 10 minutos. Con el
correr del tiempo se intensificaron, se cortaba por 2 hs y se dejaba pasar por media hora.
Sólo podían seguir camino sin detenerse las ambulancias, dotaciones de bomberos, o
gente que estuviera enferma o en alguna situación delicada.
En cuanto a la población que quedaba impedida de continuar su camino, los
alvearenses manifiestan: “…la gente que venía no tenía la culpa, y teníamos que
mostrarles lo que pasaba. En general…la gente se sumaba a la lucha…”, y añaden:
“…queríamos ir sumando gente, nos fueron dejando direcciones, que se sumaban para
difundirlo...”.
En algunos cortes, como en el de Bowen, los alvearenses subían a los colectivos y
pedían proyectar un video mostrando el problema de Gral. Alvear por la megaminería. De
esta forma, la gente veía el documental mientras los colectivos estaban parados en el
corte. También fue característico de los cortes, la presencia de banderas y pancartas con
mensajes para los transeúntes que quedaban temporalmente varados: “Esto en una lucha
del pueblo…No a la minería contaminante! Le pedimos mil disculpas, su demora ayudará a
salvar…¡¡vidas!!”, o “Podemos vivir sin oro, pero…podemos vivir sin agua?”.
El Corte de la O –en la intersección de la Calle O y la ruta 143 sur, denominado
también “Poste de Hierro”-, fue el “corte madre”, una vez que se decidió cortar, en la plaza
de Gral. Alvear. En éste y otros cortes, se destaca en el recuerdo de los alvearenses cómo
la gente fue sumándose a lo largo de los días. “…Capaz que no tienen el tiempo, o no les
interesa ir a las reuniones, pero lo único que entendieron es que estaba en riesgo su
vida…y se sumaron…”, afirman miembros de la Asamblea del Pueblo, que destacan el
apoyo de aquellas personas que participaron de los cortes y que incluso se quedaron
todos los días: “…se empezaron a hacer carpas con lonas, y mayormente los que se
quedaron ahí, eran los que tenían menos recursos, que se bancaban lluvia, frio, viento,
hasta el otro día y seguían ahí, incluso con sus hijos…”.
Se hicieron ollas populares, donde comían todos juntos, incluso con quienes venían
viajando y quedaban atascados en el corte. El apoyo de mercados y panaderías de Gral.

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Alvear permitió contar con insumos para las ollas populares y las tortas fritas que se
repartieron en cada corte.
Sin embargo, los alvearenses reconocen que con el correr de los días, la situación se
volvió más tensa: “…Hubo situaciones difíciles, camioneros, un camión que se fue, la
gente viene alterada…”.
Cada corte tuvo su impronta. El corte de Bowen fue uno de los más masivos, y uno
de los últimos en organizarse. “…Era impotencia, la gente con impotencia hace cualquier
cosa. Se rompieron con rastras los caminos alternativos…” recuerda un vecino del lugar.
Los docentes y las familias de las colonias que rodean a Bowen estuvieron presentes.
“…Cada escuela fue con sus chicos y sus maestras, mucha gente pensó que era paro de
maestros…” rememora un autoconvocado de Bowen, que destaca también a aquellas
colonias que se sumaron a los cortes: “…Alrededor (de Bowen) hay una colonia de
agricultores ucranianos, polacos, rusos, y en el corte estaba la familia, el agricultor con la
señora y sus hijos, ellos son muy unidos. Ellos no están acostumbrados a los cortes de
ruta, son una generación nueva, que se están integrando más al pueblo de Bowen, pero
llama mucho la atención la unión de familia que ellos tienen...”. Los “Autoconvocados de
Bowen”, es un grupo que hasta hoy sigue unido. Siguieron concientizando a la población,
regalando fruta y entregando folletos. Como muchos de ellos están federados, han llevado
el tema a reuniones y marchas de FAA.585 “…A muchos nos ha tocado estar en cortes
desde el otro lado…Después fuimos al abrazo al Congreso en Buenos Aires por la
derogación de las leyes mineras, a marchas de Federación Agraria…Fuimos invitados a
dar charlas, y fuimos explicando todo lo que habíamos logrado por la voluntad popular…”,
relata un autoconvocado de Bowen.
Por su parte, el corte de Real del Padre, fue el primer corte que se realizó en San
Rafael, ya que se trata de un distrito sanrafaelino. También hubo cortes en Punta del Agua
y en Villa Atuel. “…La gente se autoconvocó, mucha gente…” recuerda una pobladora de
Real del Padre, “…Se le pidió a un docente de Punta del Agua que fuera a contar el
problema, y la gente más se autoconvocó…en la ruta que va de Real del Padre a Monte
Comán, a 2 Km. aproximadamente…”. Se mantenían informados de lo acontecido en
Gral. Alvear a través de Radio “Uno”. Por la noche, algunos representantes viajaban a
Gral. Alvear a las reuniones que se hacían en la Multisectorial, y luego transmitían lo que
se había hablado allí.
Una vez más, aparece en los relatos de los pobladores de estos distritos
sanrafaelinos el abandono por parte del gobierno departamental: “…(Real del Padre) es un
distrito de 15.000 habitantes…distrito alejado y castigado…”. Asimismo, al igual que en
Gral. Alvear, está presente en los testimonios de los habitantes de este distrito
sanrafaelino, la defensa del perfil productivo local: “…El pueblo es agro-dependiente, es la

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capital del damasco, también hay viñedos, ciruelas, peras…Hay dos exportadores de
frutas al exterior, uno de vinos y luego chiquitos al interior del país…”.
También en Real del Padre se compartió la comida con la gente que estaba de paso
y se buscó difundir el tema: “…Nos decían que estaban trabajando y nosotros le
explicábamos el problema…Era el único arma que teníamos...Luego estaban
concientizados, se difundió por todo el país, los camioneros comían con la gente del
corte…”, relata una productora de este distrito, “…las panaderías donaban masa y a la
tarde se tomaba mate con torta fritas. Con días de lluvia, se armaron carpitas y nos
quedábamos ahí”, y reflexiona: “…todo por defender lo nuestro, lo que tanto han hecho
nuestros padres, nuestros abuelos, esto era un desierto y esto se hizo a fuerza, no de
tractores, a lomo de burro y caballos…así hicieron todo nuestros abuelos (…)
principalmente el agua, si se contaminan los ríos nosotros desaparecemos…”.

Las declaraciones del gobierno local

También el intendente de Gral. Alvear, Juan Carlos De Paolo estuvo presente en los
cortes y declaró: “…he hablado con la gente de la minería, he hablado con la gente del
gobierno, y he hablado con aquellos que están en contra de este tipo de minería, y tengo
una convicción: hoy no están dadas las garantías en nuestro país para que se pueda
realizar este tipo de minería, absolutamente no están dadas, y esto lo sabemos todos, yo
que represento al Estado me doy cuenta de que no tenemos la capacidad de control. Pero
estoy viendo que el mundo entero no tiene la garantía, así que creo que para beneficio de
lo que viene, y en un lugar como el nuestro, que es eminentemente agrario, no podemos
permitir este tipo de emprendimientos porque es un riesgo que terminaría con lo que es
nuestro departamento, nuestra gente, nuestro territorio...”.586
Las dudas sobre la capacidad de control que, como ya fue comentado, movilizaron a
los vecinos de Punta del Agua, eran confirmadas así por el propio intendente de Gral.
Alvear.
Incluso representantes de la Dirección de Gestión Ambiental de Gral. Alvear, se
manifestaron sobre el tema: “…No es toda la minería, el problema es la minería metalífera
y en la escala que se quiere hacer (…), la nuestra no es una postura ambientalista, es una
postura a favor del desarrollo sustentable. La minería en este rubro viene a competir con
las actividades que ya existen, y con la cultura de producción de cada lugar donde ellas
van, y al afectar los recursos básicos, básicamente acá, aunque no contaminaran,
hagamos el supuesto de que nunca contaminarían, la competencia por el recurso hídrico
es muy importante, después te va a faltar agua para la agricultura, y en un desierto como
es Mendoza, el recurso hídrico es muy limitado. Entonces, aparte de la contaminación en

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sí, hay otros factores para tener en cuenta…”.587
Como ya fue mencionado, la minería metalífera a gran escala fue vista como una
actividad que competiría con la agricultura y la ganadería por el recurso hídrico.
Nuevamente, la minería como una actividad temporal fue también motivo de
cuestionamiento.
La defensa de “lo nacional”, al igual que en San Carlos, también estuvo presente en
Gral. Alvear. Esto se ve reflejado en una de las reflexiones de un representante de la
Dirección de Gestión Ambiental de Gral. Alvear: “…desde los países centrales se cuenta
con mayor información sobre nuestros recursos que la que tenemos nosotros mismos…”
588 y en la presencia de gran cantidad de banderas argentinas y el canto del himno
nacional en muchas de las manifestaciones realizadas en Gral. Alvear. “…Esto es hacer
patria, ¿que es la patria sino el suelo que pisamos y la gente que pisa ese suelo y lo hace
producir, y permite que sus vecinos vivan sanamente?...” continúa el representante de la
Dirección de Gestión Ambiental.589

Quince días donde el conflicto se visibilizó a nivel provincial

Los titulares de las noticias de los principales diarios provinciales siguieron el debate
legislativo y los cortes en Gral. Alvear y otros departamentos provinciales: “…Se amplían
los cortes de ruta en Alvear…”,590 podía leerse el 13/06/2007 en el diario “Los Andes”, en
referencia a los nuevos cortes que se habían organizado en el distrito sanrafaelino Villa
Atuel y en las cercanías de Carmensa. Ese mismo día, el título de otra nota reflejaba la
opinión del sector minero: “Según los mineros, sin esas sustancias no hay minería”.591
El 14/06, un titular del diario “Uno” reflejaba la postura de los alvearenses:
“¨Defenderemos esto cueste lo que cueste¨, dicen los alvearenses”.592 “…El reclamo contra
la minería contaminante unió a todo un pueblo, a tal punto que en los cortes de ruta hay
familias enteras, trabajadores que cumplen horario allí y hasta adolescentes y
jubilados…”593, manifestaba la nota, haciéndose eco de la diversidad presente en los
cortes, ya mencionada en este trabajo: “…es todo un pueblo el que se mantiene firme
detrás del reclamo contra la minería contaminante. El fenómeno es digno de análisis ya
que ahora la gente no responde tanto a la Multisectorial (entidad que comenzó el reclamo
antiminero) y cada corte es un sitio independiente uno del otro, lleno de curiosidades. Así,
no es raro encontrar en los cortes a trabajadores cuyas empresas le dieron permiso para
estar en los piquetes, familias enteras bajo la lluvia, jubilados, docentes, adolescentes y
hasta periodistas...”.594 Además de reproducir testimonios: “…Vamos a estar acá hasta la
muerte, si ganamos a Alvear le va ir muy bien y no vamos a ser tan despreciados como
hasta ahora fuimos…”595 que manifiestan el reclamo hacia el gobierno, la nota hace

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explícita esta postura: “…Bajo un temporal de lluvia y preparando tortas fritas (cuentan que
la gente les dona la comida), los manifestantes aseguran no ser mandados por el
intendente Juan Carlos De Paolo ni por nadie. E incluso critican la actitud del gobernador
Cobos en este tema y también la de sus vecinos de San Rafael…”.596
El 15 de junio, bajo una nota titulada “Gritos, insultos y acusaciones”, el diario “Uno”
informaba: “…Muy caliente. Así fue todo el desarrollo de la reunión realizada ayer en el
Senado. La minería sigue dividiendo…”.597 Más adelante, se expresaba “…Lo más
probable es que la Legislatura se termine pronunciando en favor de una ley que prohíba la
explotación minera. Esto porque el levantamiento de los habitantes del Valle de Uco y
sobre todo de los de Alvear requiere de una definición que aplaque los ánimos…”.598
Así, mientras en la legislatura circulaban diversos proyectos (“Ahora evalúan 6
proyectos de minería en la Legislatura”599), los medios también daban cuenta de que el
clima en los cortes se estaba enrareciendo: “Un camionero embistió el vallado en el corte
de la ruta 143” podía leerse en el diario “Los Andes”. En dicha nota, se reflejaba la
exacerbación de los ánimos, y el aumento de cortes en otros lugares cercanos a Gral.
Alvear: “…Según aclaró el oficial, no hubo lesionados pero ¨estuvo cerca, ya que tanto la
gente que participa del corte como los efectivos policiales que están custodiando tuvieron
que salir disparados hacia la vera del camino para no resultar heridos. Un agente se
colocó en medio de la ruta e intentó detenerlo haciéndole señas pero cuando vio que el
camión se le venía encima voló a un costado¨, acotó…”.600 La nota también daba cuenta
de la reacción de quienes estaban en el corte: “…Con los ánimos exacerbados por el
incidente, un grupo de vecinos se embarcó en una persecución para dar con el hombre.
En la intersección de avenida Libertador Sur y Granaderos lograron alcanzarlo y mientras
la policía se aprestaba a detenerlo, algunas personas alcanzaron a propinarle unos
golpes…”.601
Por otra parte, se detallaba también cómo los diferentes sectores se concentraban en
lo que estaba sucediendo en la Legislatura provincial, a tiempo que continuaban y
aumentaban los cortes en Gral. Alvear a pesar del frío invernal: “…Mientras todos estaban
expectantes sobre cuál sería el final de la reunión de la comisión de Medio Ambiente en la
Legislatura, en Alvear y Real del Padre (San Rafael) el plan de lucha continuaba sin
interrupción, pese a las bajas temperaturas y a la copiosa lluvia. Es más, durante la tarde
de ayer los manifestantes decidieron la realización de otro piquete más sobre la ruta
provincial 202 a la altura del puente del Río Atuel. En tanto, en el distrito del este la gente
por propia iniciativa decidió endurecer la protesta y anticipándose a lo que puede suceder
el martes próximo con el segundo cabildo abierto en el departamento, los bowenses
optaron por cerrar sus negocios adhiriendo al reclamo contra la minería contaminante y en
apoyo explícito a la comisión de la multisectorial, que viajó a la capital provincial donde se

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debatía el proyecto de ley…”.602
El 19, la situación se ponía aun más tensa: “Rutas cortadas en toda la provincia por
la minería” expresaba el diario “Los Andes”, en una nota en la que detallaba que, a los
cortes en contra de la actividad, se había sumado el corte del sector minero: “…Los grupos
que se oponen a la minería contaminante están apostados en la Ruta 40, que recorre todo
el país, a la altura de San Carlos. La ruta 143, que lleva desde San Rafael al Valle de Uco,
también está cortada, al igual que la 188. Mientras tanto, los mineros decidieron bloquear
el cruce del Acceso Sur con la ruta a Chile…”.603
El diario “El Sol”, el mismo día, también hacía mención a los cortes en toda la
provincia: “…Los ambientalistas cortan tres rutas importantes que vinculan el
departamento de Alvear con las provincias de Buenos Aires, La Pampa, San Luis y las
comunas de San Rafael y Malargüe. Mientras tanto, el sindicato de los mineros también
está movilizado porque defiende las fuentes de trabajo de 1.500 mendocinos. Los
trabajadores se expresan en esta jornada cortando la importantísima ruta 40, Acceso Sur,
dos kilómetros antes del desvío al corredor andino que se dirige a Chile. Dijeron que
también cortarán el tránsito en calles cercanas a la legislatura. Por su parte, los
ambientalistas del departamento de San Carlos, a la altura de Eugenio Bustos, a 100
kilómetros al sur de la ciudad de Mendoza, también cortan la ruta 40 reivindicando una
legislación minera que evite la contaminación…”.604
Paralelamente, en Gral. Alvear se endurecían las medidas, y en el corte de Bowen,
se aplicó el corte total: “…Un corte total de la ruta 188 reunió a unos 2.000 vecinos en
Alvear. Además se realizará un segundo cabildo abierto en la plaza departamental y un
grupo aguardará en la Legislatura el tratamiento de la ley…”,605 relataba el diario “Los
Andes”. También el corte de la “F” fue total. Mientras tanto, en la Legislatura, seguía el
debate entre diversos proyectos de Ley. “…Una nueva jornada de debates adentro y de
tensión afuera, así se prevé será el día de hoy en la Legislatura Provincial cuando
comiencen a tratarse a partir de las 9, las siete propuestas elevadas el jueves pasado que
tienen como fin resolver el conflicto suscitado entre ambientalistas y trabajadores mineros
de la provincia…”,606 explicaba en otra nota el diario “Los Andes”.
El miércoles 20, los diarios relataban los acontecimientos en el sur provincial, y en
San Carlos. “…Así, ayer mientras los piquetes en las rutas continuaban -algunos en forma
permanente y otros de manera intermitente- los alvearenses se dieron cita en la plaza
Carlos María de Alvear, para formar parte del segundo cabildo abierto en 15 días. A ellos
se sumaron de varios distritos sanrafaelinos. Más de 6.000 personas fueron llegando
desde temprano para colocar pancartas y carteles. Niños, jóvenes y adultos siguieron con
atención las palabras de cada orador, a la espera de una respuesta que debía venir desde
la capital mendocina donde los senadores trataron la ley para regular la actividad minera a

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cielo abierto. Todos los comercios bajaron sus persianas, las reparticiones públicas y las
entidades bancarias se adhirieron cerrando las puertas. Parecía un día feriado con familias
enteras caminando por la plaza…”.607 La misma nota mencionaba el aumento de la tensión
en los cortes: “…Pero la euforia de la plaza se traducía en un tenso clima en los cortes de
ruta. Junto a los carteles y las fogatas, los integrantes de los piquetes que van haciendo
turnos para no dejar el corte en ningún momento, incrementaban su malestar con el pasar
de las horas. Al igual que los automovilistas y camioneros que se vieron obligados a
esperar…”.608 Por otra parte, la nota relataba la adhesión de San Carlos:
“…Ambientalistas de San Carlos se sumaron a las protestas y realizan un corte total de la
ruta 40 en repudio de la minería contaminante. En general en el Valle de Uco hubo
distintos cortes de ruta…”.609
Por su parte, el mismo día, el diario “Uno”, en una nota titulada “Alvear, un pueblo en
rebelión”, daba cuenta de la situación en Alvear, y reproducía diversas declaraciones:
“…¨Que sepan los „césares‟ que acá no hay ni piqueteros ni gente de Quebracho. Este
pueblo está dando una lección. A los turistas y camioneros que se enojan, díganles que la
culpa está en Mendoza, no es de ustedes¨, fue la arenga del cura Ramón Saso. (…) ¨Esto
es un quilombo. Uno puede esperar al lado del colectivo, pero qué culpa tienen los
pasajeros¨, se preguntaba un chofer de una empresa que venía desde Rosario hacia
Neuquén…”.610 Resulta interesante el testimonio de una persona oriunda de una
comunidad con fuerte tradición en este tipo de acciones: “…Dentro del mismo micro, un
hombre oriundo de Cutral-Có se diferenció del resto: ¨Estoy totalmente de acuerdo; es
más, me quedaría con ellos. Los cortes hay que hacerlos totales, si no, no sirven. Te lo
digo yo, que soy de donde nacieron los piquetes¨...”.611
Durante el resto de la jornada, el ambiente se mantuvo muy tenso y la gente,
expectante a lo que pasaba en la Legislatura provincial.
Finalmente, la noticia no se hizo esperar: “Diputados aprobó en tiempo récord la
prohibición de la minería con cianuro”,612 afirmaba el diario “Los Andes” el mismo
miércoles por la tarde. Ya el jueves 21, una noticia más detallada informaba “Aprobaron la
ley que prohíbe utilizar sustancias tóxicas en la minería a cielo abierto.”613 En dicha nota,
se mencionaba también la crítica del sector minero: “…Para las cámaras empresarias lo
ocurrido ayer ¨es una mala señal¨. Gonzalo Damon, de la Cámara Mendocina de
Empresarios Mineros, afirmó que la actividad que se ha frenado tiene ¨las más estrictas
normas de calidad y control. El tratamiento del tema fue totalmente irrespetuoso por parte
de los legisladores, y por eso nuestros asesores están evaluando el proyecto para tomar
las acciones directamente contra la provincia¨.
Para este ejecutivo hay ¨muchos trabajadores van a quedar sin sus puestos de
trabajo¨, aunque el concepto no quedó claro porque en rigor no existen en la actualidad

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explotaciones metalíferas y las otras actividades mineras -yeso, cemento, rocas de
aplicación y hasta sales de potasio- no deberían tener problemas…”.614
Una vez sancionada la Ley Nº 7.722, Cobos prometió que no la vetaría, y las
empresas mineras advirtieron que iban a presentar demandas contra el gobierno.

20 de junio de 2007: Alvear festeja la sanción de la ley Nº 7.722, la ley del pueblo

En la mañana del 20 de junio, los alvearenses que estaban fuera de la Legislatura


llamaron a sus compañeros en Gral. Alvear, para darles la noticia: La Cámara de
Diputados, en una sesión sorprendentemente rápida, había sancionado la Ley Nº 7.722,
que prohibía el uso de sustancias tóxicas en las actividades mineras. La noticia se
propagó rápidamente por todo Alvear, y la gente apostada en los cortes los levantó y cada
lugar se transformó en un festejo.
Una productora de Real del Padre, recuerda: “…todo el pueblo, hasta los que
estaban atendiendo negocios, cerraron y se fueron a almorzar al corte, a esperar a los que
venían de Mendoza, y de allí fuimos en caravana para Alvear…”.
Más allá del logro puntual de la sanción de la Ley que se estaba exigiendo, otro
aspecto que fue repetidamente destacado por las declaraciones de los alvearenses aquel
día, y por las entrevistas realizadas para este trabajo, fue la unión que tuvo el pueblo de
Gral. Alvear aquellos días. “…Esto es algo que en Alvear no se había visto nunca, la
verdad, que el pueblo se haya unido así, de esta manera es algo insólito, es algo histórico,
esto va a quedar en grabado en la historia y creo que es lo más importante que nos ha
pasado a los alvearenses…”, manifestó una docente que se había acercado a celebrar
“con todos” el triunfo alcanzado. Por otra parte, en uno de los cortes, ya levantado, un
alvearense manifestó: “…nos fortaleció mucho al grupo, fue una gran batalla contra los
mineros, creo que las crisis fortalecen a los pueblos y tratan de unir, por ahí las primeras
noches costaba que la gente se sumara, pero hay que darle tiempo…a la noche fue muy
lindo, porque se agrupó mucha cantidad de gente y nos dio más fuerza, de decir ¨estamos
peleando por algo para todos¨…”.
En el documental realizado por la Asamblea del Pueblo y la Multisectorial de Gral.
Alvear,615 que rescata los sucesos de aquel día, pueden verse camionetas con sus cajas
desbordadas de personas que, flameando banderas argentinas, recorrían calles y caminos
de Gral. Alvear. Gente que se abrazaba, lloraba, cantaba y se felicitaba mutualmente por
haber soportado 15 días de frío y lluvia en el invierno del sur provincial. En los festejos
podían escucharse cantos como: “vení, vení, cantá conmigo, que un amigo vas a
encontrar, y de la mano del pueblo unido, a los mineros vamos a sacar”, “El pueblo, unido,
jamás será vencido…”.

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En este sentido, muchos testimonios destacaban el reconocimiento a la gente que
había permanecido en los cortes: “…Alvear se sacrificó a través de su gente, de todos los
que estaban en los cortes, de toda la gente que amaneció, y que noche tras noche, sufrió
las inclemencias del tiempo: frío, lluvia, para lograr todo esto, este triunfo es de la gente,
de la gente que ha sufrido…” manifestaban quienes se encontraban festejando la sanción
de la Ley, “…salvar a mis hijos, salvarme yo también, salvar a mis amigos y a todo lo que
es Alvear, que yo le debo mucho…”.
Para muchos, fue la fuerza de la unión del pueblo la que permitió lograr el objetivo, lo
que abrió la esperanza de algunos para que, a partir de ello, se iniciaran otras acciones:
“…es gente humilde de nuestro pueblo616 que ojalá, a partir de ahora, siga luchando por
sus propias reivindicaciones, porque es toda gente necesitada, que vive en la pobreza y
que ahora, a partir de esto, debería ponerse a luchar por sus propias reivindicaciones…”
fueron algunas de las reflexiones de la gente que estaba en los cortes, en las que cobró un
papel relevante la presencia del pueblo en la toma de decisiones: “…El pueblo siempre se
tiene que unir para lograr los objetivos que quiere…”, manifestaba un alvearense. En el
mismo sentido, otro expresaba: “…La lucha hay que seguirla, recién empieza, ahora hay
que seguir los controles, y aparte, otras luchas…”.
La interacción social generada en los cortes, donde según los testimonios, “…todos
éramos iguales…”, y donde personas que hasta ese momento nunca habían compartido
un espacio entablaron debates sobre diversos temas y compartieron desde el tiempo hasta
la comida, fue una experiencia inolvidable para quienes estuvieron aquellos días en los
diferentes cortes. “…Fue importante que se conoció mucha gente, que hemos vivido
mucho tiempo acá en Alvear, que hemos pensado igual pero que no estábamos
comunicados, ahora pienso que sí, que estamos comunicados y movilizados todos…”,
afirma un alvearense.
También estuvieron presentes pobladores de Agua Escondida, quienes denunciaron
la falta de información por parte del municipio de Malargüe: “…Gral. Alvear ha sido la voz
de unos pocos allí en Agua Escondida que por la desinformación, por la falta de
información ignoraba todo esto, incluso apoyaba en gran medida la minería, porque desde
el gobierno de Malargüe y los medios de comunicación de Malargüe, jamás se habló, se
dijo la verdad, y por el contrario, hubo quienes afirmaron que esto no era contaminante…”,
manifestó una pobladora de Agua Escondida que se encontraba festejando en la plaza de
Gral. Alvear: “…pensé que…nos ha costado mucho tener ese campito pequeño donde
vive mi madre hace 80 años, y cada vez que pensaba que lo iba a perder se me ponía el
corazón muy mal, y digo yo ¨si alguien no nos ayuda esto no va a salir¨, nosotros solos
allá no podíamos hacer nada…nos ha dado una lección el pueblo de Gral. Alvear…”.

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Luego de la 7.722…Alvear sigue en alerta y movilización

A partir de las reuniones en la Legislatura, donde discutieron cara a cara con el


sector minero, los alvearenses confirmaron, una vez más, que debían estar informados
para poder sostener el debate: “…Todo el mundo te desmerece lo que vos decís, porque
te dice ¿qué sabés vos?......” expresan.
Por ello, tanto desde la Multisectorial como desde la Asamblea del Pueblo, se siguen
realizando acciones. Temas como la preservación de los glaciares, el proyecto de reserva
hídrica del Nevado, el proyecto minero binacional Pascua-Lama, el proyecto minero
metalífero “San Jorge”, en Uspallata, y otras problemáticas vinculadas al agua y la minería,
se siguen trabajando. Asimismo, temas como el “Tarifazo” y el Código Contravencional de
Mendoza, también fueron abordados.
Asimismo, cada 20 de junio, se hacen cortes simbólicos por el aniversario de la Ley
Nº 7.722.
Como todo proceso social, el esfuerzo realizado por momentos demanda un
descanso. En palabras de un autoconvocado de Bowen: “…A veces se te acaba la fuerza,
y te tenés que dar un espacio para juntar fuerzas y seguís, siempre estás buscando
respuestas…siempre te van trayendo información, y tenés que ver si es cierta o no, si se
puede comprobar…”.
Como será desarrollado más adelante en este trabajo, la Multisectorial de Gral.
Alvear participa, junto a la Asamblea Popular por el Agua del Gran Mendoza, en el
Consejo Provincial del Ambiente (CPA). Los alvearenses fundamentan su apuesta a
participar de este espacio en el acceso a la información y la posibilidad de diálogo directo
con el gobierno: “…se podía tener más acceso a la información, queríamos estar donde se
tomaran las decisiones…”, argumentan. Para ellos, ha sido el único espacio institucional
en el que se les ha permitido participar continuadamente y de manera oficial. Incluso un
miembro de la Multisectorial es representante suplente del CPA en la Comisión Evaluadora
Interdisciplinaria Ambiental Minera (CEIAM). Asimismo, la Multisectorial ha llevado a cabo
reuniones con el Gobernador electo en octubre de 2007, Celso Jaque, y su Secretario de
Ambiente, Guillermo Carmona.
También han concurrido a movilizaciones desarrolladas en otros departamentos,
como las realizadas en Tunuyán, en enero de 2008, y las protestas realizadas en
Uspallata, en el 2009, por el proyecto minero metalífero “San Jorge”.

LA LUCHA POR EL AGUA UNIFICA LAS RESISTENCIAS: LA ASAMBLEA


MENDOCINA POR AGUA PURA (AMPAP)

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2006: Jornada Cultural y de Ayuno frente a la legislatura mendocina

Tal como ya fue comentado, las actividades en defensa del agua y en oposición a la
megaminería de los diferentes departamentos de la provincia que se habían movilizado
hasta ese momento, se concentraron en la Legislatura provincial, en la ciudad de Mendoza
-capital de la provincia-, en noviembre y diciembre de 2006. Los grupos ya conformados
en Valle de Uco, Gral. Alvear y San Rafael, organizaron una Jornada Cultural y de Ayuno
frente a la Legislatura de la ciudad de Mendoza, donde se estaba tratando un proyecto de
Ley para impedir la actividad minera en la provincia hasta que se aprobara el Plan
Ambiental provincial.617
En aquella Jornada Cultural, vecinos del Valle de Uco ayunaron en defensa del agua
y la vida. Los carteles colocados en torno a la Legislatura expresaban: “Defendé el agua,
defendé la vida”; “Vecinos Autoconvocados del Valle de Uco en defensa del ambiente y
desarrollo humano, por las generaciones presentes y futuras”; y también: “No a la minería
contaminante”. En relación a esta última frase, los vecinos de San Carlos aclararon
durante entrevistas que les realizaron diferentes medios de comunicación de la ciudad,
que no estaban en contra de toda la minería, sino de la megaminería contaminante, y en
defensa del agua. La minería cuestionada es la que consideran contaminante, saqueante y
secante.618 Esta denominación representa los principales cuestionamientos a la actividad:
su potencial contaminante, los beneficios económicos excesivos que se le han otorgado y
el gran consumo de agua de estas explotaciones.
Luego, los manifestantes acusaron a los medios de mal-informar: en algunos diarios
provinciales las noticias señalaban que se estaba ayunando en oposición a la minería, y
los vecinos del Valle de Uco manifestaron su preocupación de que estas noticias podían
ocasionarles conflictos con trabajadores de la minería que actualmente se lleva a cabo en
Mendoza, relacionada principalmente al sector de la construcción, y que no es foco de sus
cuestionamientos.
Un vecino del Valle de Uco, manifestó ante un medio alternativo: “…Uno se iba
sumando porque tenía miedo, y ahora es felicidad porque uno ha manifestado la intención.
Corremos el riesgo de que la comunidad política lo use de distintas maneras, pero es
parte del riesgo que está en juego cuando uno decide participar. La gente de San Carlos
está informada, sabe lo que quiere y lo que no quiere. No confiamos en las leyes, pero
pedimos una que garantice que el agua sea preservada. San Carlos es culturalmente
agrícola y ganadero, no tenemos el conflicto de que se pierdan fuentes de trabajo. Hay
claras intenciones de no respetar las voluntades populares, de implementar sistemas
de desarrollo amparados en la necesidad…”.619 En el testimonio anterior, podemos
destacar, una vez más, el cuestionamiento al gobierno, y a los “sistemas de desarrollo”

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que intenta implementar, y, en relación a ello, la defensa de la cultura, asociada a su perfil
productivo, de San Carlos.
Por otra parte, en cuanto al descreimiento en las leyes, es importante mencionar que
éste es uno de los aspectos más destacados de la negativa a aceptar la megaminería en
la provincia. Por un lado, la falta de cumplimiento de la legislación ambiental – sumado a la
intención de generar legislación que limite la libertad de opinión y manifestación, y, por el
otro, la incapacidad de controlar la actividad- son graves obstáculos que impiden avanzar
en la discusión sobre cómo llevar adelante, o no, esta actividad tan cuestionada.
Sin embargo, es interesante también destacar la frase “No confiamos en las leyes,
pero pedimos una”. Los grupos que rechazan la megaminería han estado presentes en los
debates legislativos donde se trataron leyes que suspendían o limitaban este tipo de
proyectos, manifestando su apoyo a la sanción de las mismas. El apoyo a las leyes es
pensado como una de las estrategias de lucha. Las leyes que suspenden la actividad
minera, o las que amplían áreas protegidas, impidiendo el desarrollo de actividades
mineras en una determinada área del territorio –como fue el caso de San Carlos- son para
ellos una herramienta que ayuda a impedir esta actividad en Mendoza, pero no es la única
acción a llevar a cabo, sino una de muchas en su accionar más amplio. Otra de sus
preocupaciones ha sido, desde un comienzo, el no aparecer como un sector que apoya a
un determinado partido o candidato.620
Esta Jornada Cultural y de Ayuno, tuvo como objetivo concientizar a la población de
la capital mendocina, de los riesgos de la megaminería, y se realizaron actividades
artísticas y culturales en las afueras de la Legislatura provincial. Disfraces alusivos, bailes,
representaciones teatrales, actuaciones musicales, banderas con frases tales como “el
agua es un derecho y no una mercancía”, “Primero la vida, primero el agua pura, no a la
minería con cianuro”, acompañaron a los ayunantes, que se instalaron en una carpa en la
peatonal de la ciudad, a la entrada de la Legislatura. El 13 de diciembre, los manifestantes
presenciaron la sesión legislativa. También habían entregado un petitorio a las
autoridades, donde se les explicaba que los mendocinos no querían megaminería
contaminante. Los discursos de algunos legisladores giraban en torno a la regulación de la
actividad minera, al sí a la minería no contaminante, se discutió sobre la posibilidad de
permitir que la decisión de aceptar o no la megaminería pasara a nivel municipal, y se
mencionaron 5 mega-proyectos, que impulsarían la megaminería en la provincia –
“Anchoris”, “La Cabeza”, “Papagayos”, “Paramillos” y San Rafael (“Sierra Pintada”)-.
También se mencionó que debería modificarse la ley de co-participación minera, que
económicamente dejaba muy poco a la provincia.
Ante la presión de los sectores a favor y en contra de la megaminería que
presenciaban la sesión, los legisladores suspendieron la actividad minera en la provincia.

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Sin embargo, es importante destacar que para los vecinos que se manifestaron, fue sólo
un paso de muchos aún por dar. “...hace un mes no se pudo, hoy sí, pero la idea es que
nos tenemos que ir a la casa con la conciencia de que esto no es la solución. No nos
desmovilicemos, todo Mendoza tiene que saber de qué se trata, de acá tiene que salir otra
ley que es mucho más importante, que es que el agua en Mendoza no se usa en minería,
y tenemos que ir al partido final del campeonato, que es ese código minero que nos está
vendiendo la patria, hay que cambiarlo. Ganamos, hicimos un golazo hoy día, pero hay
que seguirla, y esa es la conciencia que tenemos que llevar y difundirle a todo el mundo: el
agua sigue en peligro, por ahora la paramos, y la paramos nosotros, porque si no
estábamos, eso no sale…” expresó un autoconvocado de San Carlos luego de la
sesión.621
Esta ley, sancionada por la Legislatura, es posteriormente vetada por el Poder
Ejecutivo Provincial, el entonces gobernador Julio Cobos.
En el marco de las estas actividades, nace la “Asamblea Popular por el Agua del
Gran Mendoza”, integrada por personas y colectivos de la ciudad y el Gran Mendoza.622
Esta asamblea se suma a los ya existentes Vecinos Autoconvocados de San Carlos y
Tunuyán, Multisectorial de General Alvear, Autoconvocados de Punta del Agua,
Multisectorial del Sur y Agrupación ¿Uranio? no Gracias, entre otros grupos que se
opusieron a la megaminería en la provincia.
Y surgió también la idea de hacer una reunión para unificar la lucha de todos los
grupos existentes en la provincia, a fines del 2006. Ésta se llevó a cabo en Tunuyán, y
participaron personas de General Alvear, San Rafael, San Carlos, Tunuyán y Mendoza,
algunos ya constituidos en colectivos y otros aún no organizados. También participaron
representantes de la Cámara de Turismo de Mendoza, y ONGs de la provincia como
OIKOS y Cullunche. Respecto a la participación de las ONGs en el conflicto, un vecino de
San Carlos reflexiona: “…Es bueno, porque ellos establecen una línea más
consensuadora, y con su nivel de prestigio no les conviene insertarse en un corte de ruta,
es bueno como estrategia…”.
La Asamblea Mendocina por el Agua Pura (AMPAS) fue creada con la finalidad de
articular y coordinar las luchas contra la megaminería de toda la provincia. Cada uno de
los grupos que la conforman mantiene su autonomía y, paralelamente, realiza actividades
en conjunto con el resto, sosteniendo una continua comunicación e intercambio de ideas y
sugerencias. El nombre de la asamblea fue pensado justamente para representar a todos:
si bien cada grupo tiene conflictos puntuales – incluyendo no sólo minería metalífera de
oro, cobre y plata, sino también de sales potasio y uranio-, la defensa del agua es el punto
en común más importante de todas estas luchas.
Las reuniones de AMPAP se realizan cada mes en diferentes departamentos de la

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provincia. Asimismo, como ya fue mencionado, a fines de 2007 y principios de 2008 se
realizaron conjuntamente cortes en Tunuyán y reuniones con funcionarios de gobierno por
la posible exploración iniciada en este departamento. Las últimas asambleas en
incorporarse fueron la “Asamblea por los Derechos Cívicos y Ambientales de Tupungato”
(ADECAT), la “Asamblea por el Agua Pura de Lavalle” y la “Asamblea de Vecinos
Autoconvocados de Uspallata”.
En el caso del departamento de Malargüe no hay organizaciones que pertenezcan a
AMPAP y se opongan a la megaminería, aunque algunas personas y organizaciones del
departamento intentaron generar espacios que derivaron en una resolución municipal
duramente criticada por su ataque a la libertad de reunión, y con ello a la democracia. La
resolución fue motivada por una reunión de AMPAP realizada en mayo de 2007 en
Malargüe. Además de las asambleas pertenecientes a AMPAP del resto de los
departamentos de Mendoza, asistieron también miembros de la empresa Potasio Río
Colorado (PRC) y alumnos de escuelas de Malargüe.
Esta reunión derivó en la Resolución Nº 100 (2007) del Honorable Consejo
Deliberante (HCD) del Municipio de Malargüe en la que, argumentando la mala
educación y el desconocimiento del buen diálogo en el transcurso de la reunión, se
resolvió que si volvían a realizarse este tipo de reuniones, el Departamento Ejecutivo
Municipal y el HCD deberían conocer los contenidos y fines de los temas propuestos.623
Esta resolución fue duramente criticada, por un lado, a nivel local, por el presidente de la
Federación Argentina de Espeleología (FADE), quien denunció ante la Fiscalía de Estado
el carácter anticonstitucional de la normativa. A nivel nacional, generó críticas desde
diversas instituciones, organizaciones y personas reconocidas en materia ambiental, como
el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), Greenpeace, y Daniel Sabsay,
constitucionalista y director ejecutivo de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales
(FARN), entre otros. Las críticas apuntaron al carácter autoritario de la medida, a su
ataque a la deliberación pública en ciertos temas, y a la violación de derechos
constitucionales, como la Ley Nacional del Ambiente y el Pacto de San José de Costa
Rica, al atentar contra la libertad de expresión, la posibilidad de peticionar ante las
autoridades, la participación en la toma de decisiones y el libre acceso a la información.

2007: movilizaciones y cortes en toda la provincia definen la sanción de la Ley Nº


7.722

Desde marzo a junio de 2007 se trató en la Legislatura provincial la posibilidad de


rechazar el veto a la “Ley Difonso”. Todas las organizaciones de la provincia coordinaron
acciones para pedir una ley que limitara la actividad minera a gran escala en Mendoza.

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En mayo de 2007 la Cámara de Senadores de Mendoza rechazó el veto dictado por
el gobernador en diciembre de 2006 esta la ley que suspendía la actividad minera hasta
que se elaborara un Plan Ambiental en la provincia. A partir de este acontecimiento, el
tratamiento del rechazo al veto por la Cámara de Diputados, y el surgimiento de otros
proyectos de ley que proponían diferentes alternativas –rechazo a la totalidad de la
actividad minera con la utilización de determinadas sustancias, suspensión hasta que se
realice un plan ambiental, entre otras- fue seguido por todos los movimientos en oposición
a la megaminería. Los vecinos y asambleas de General Alvear, San Rafael, San Carlos y
Gran Mendoza, si bien apoyaron una ley con la que acordaron mediante reuniones con los
legisladores, a su vez realizaron cortes de ruta en diferentes lugares de la provincia,
“cabildos abiertos” en la plaza principal de General Alvear, y manifestaciones frente a la
Legislatura provincial –donde también se manifestaron los sectores que apoyan la
actividad minera-.
Gral. Alvear tomó protagonismo, al cortar el paso por el sur provincial, y San Carlos
apoyó con cortes que acompañaron a los de Alvear.
Los sancarlinos recuerdan que, durante los cortes, en la semana previa a la sanción
de la Ley Nº 7.722, se vivieron momentos de muchas tensión. Se realizaron cortes
masivos sobre la Ruta 40, y las decisiones sobre la modalidad del corte se tomaban en
asambleas que se hacían sobre la misma ruta. Quienes participaron destacan la
importancia que tuvo el sostenimiento de las decisiones que eran tomadas en asamblea,
para evitar el desorden y el caos ante una situación tan tensa y una participación masiva
de personas.
También se destacaron la solidaridad y la “puesta en común” generada en los cortes.
“…Se empezó a juntar la gente. Los de Pareditas llegaron y dijeron que nadie se
preocupara por la comida, que la gente de la Unión Vecinal iba a hacer carne a la olla para
todos. Estaba muy lindo el corte y en eso llamaron para avisar que se había aprobado la
ley, que todos los cobistas habían apoyado y que Cobos había prometido que no la
vetaría…”, recuerdan los Autoconvocados de San Carlos. La ley fue aprobada
aproximadamente a las 11 hs de la mañana, y a partir de allí se organizó una caravana
para festejar.
Como resultado de estas movilizaciones, que incluso mantuvieron suspendido el
tránsito carretero hacia otras provincias, se sancionó la ley N° 7.722, cuyo artículo 1º
establece: “A los efectos de garantizar debidamente los recursos naturales con especial
énfasis en la tutela del recurso hídrico, se prohíbe en el territorio de la Provincia de
Mendoza, el uso de sustancias químicas como cianuro, mercurio, ácido sulfúrico, y otras
sustancias tóxicas similares en los procesos mineros metalíferos de cateo, prospección,
exploración, explotación y/o industrialización de minerales metalíferos obtenidos a través

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de cualquier método extractivo.”624
Los sancarlinos destacan que, luego de la Ley, la gente se desmovilizó, aparecieron
los pedidos de inconstitucionalidad,625 todas las semanas aparecían cartas al lector en
los diarios a favor de la minería y en contra de la Ley 7.722. “…Nos dimos cuenta de que
teníamos que seguir, y armamos un power point, una presentación que resumía los logros
de San Sarlos, que decía: ¨¿usted creía que no se podía? Mire todo lo que hemos logrado
en estos años…¨, y en un año más llegamos a la decena de logros: la reserva, la ley, la
movilización del pueblo, que el tema se tratara en la provincia...Ese material sirvió para
mostrar lo que se había logrado, y lo que aún faltaba...” relata un autoconvocado de San
Carlos.
A su vez, a fines del 2009, se sancionó la Ordenanza Nº 1.266 (2009), que ratificó la
Nº 1.123 (2006).626 Se buscó que esta última se tuviera en cuenta para el ordenamiento
territorial de San Carlos –en el marco de la Ley Provincial Nº 8.051-. “…Es una declaración
pública y política de que el agua está primero… fue un gesto político, que la misma gente
de Jaque la vote…” destaca un autoconvocado de San Carlos.
Otro de los planteos que se repite con frecuencia en las asambleas es la necesidad
de no concentrar todos los esfuerzos en una sola actividad, sino tener diferentes
estrategias de acción. Reafirmando esta necesidad, la pluralidad de estrategias quedó
manifiesta en los últimos hechos ocurridos en la provincia respecto al tema.

La acción de Inconstitucionalidad de la Ley 7.722 y la respuesta del Gobierno

Como ya fue mencionado, 11 empresas y una asociación de profesionales


accionaron contra la Ley Nº 7.722, demandando su inconstitucionalidad. Las que al
momento del cierre de este trabajo mantienen su demanda son:

• MINERA SAN JORGE


• CONCINA RAUL
• DESARROLLO DE PROSPECTOS ARG. SA (DEPROMINSA)

• EL PORTAL DEL ORO SA


• MINERA DEL OESTE
• MINERA AGAUCU
• COGNITO LIMITED
• ASOCIACIÓN DE PROFESIONALES DE LA COMISIÓN NACIONAL DE
ENERGÍA ATÓMICA Y LA ACTIVIDAD NUCLEAR

• MINERA RIO DE LA PLATA SA


• VECTOR ARGENTINA SA

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Sus argumentos fueron: la inversión realizada; la violación de los derechos
constitucionales de igualdad, legalidad, razonabilidad, debido proceso, propiedad y
derechos adquiridos de las empresas; la discriminación, ya que es permitido el uso de
dichas sustancias en el resto de las industrias en Mendoza; la prohibición irrazonable,
infundada y caprichosa del uso de sustancias químicas sólo para la minería metalífera,
entre otros. Las empresas entendieron la prohibición del uso de sustancias químicas como
sinónimo de prohibición de la minería metalífera. Argumentaron que los antecedentes de la
norma -7.722- no guardaban relación con el texto sancionado, que una delegación del
gobierno provincial viajó a Canadá con el objetivo de atraer inversiones y que luego
suspendió el otorgamiento de permisos y amplió la reserva de la “Laguna del Diamante” –
considerando estas acciones inconstitucionales, y sin justificación técnica o ambiental-.
Asimismo, destacan que la minería debe soportar claramente la estigmatización y el
comportamiento prejuicioso, y por lo tanto, discriminatorio, respecto al resto de las
actividades. Acusaron a los legisladores de intenciones “cuanto menos confusas y
contradictorias”, sin respaldo científico y técnico ni soporte intelectual.627
Por su parte, el Gobierno de la provincia de Mendoza respondió la demanda, en
defensa de la constitucionalidad de la Ley Nº 7.722.
En su defensa, el Gobierno de la provincia de Mendoza “…efectúa una negativa
general respecto de la demanda iniciada, negando a estos fines que la norma atacada
vulnere el orden constitucional provincial o nacional. Niego especialmente que la
misma vulnere: el principio de igualdad (arts. 7 Const. Mza y 16 CN); el derecho de ejercer
industria lícita (art. 33 Cont. Mza y 14 CN); la propiedad privada (art. 8 y 29 Const. Mza y
17 CN); los arts. 28 CN y 48 Const. Mza, y otros principios como la seguridad jurídica,
irretroactividad legal, arbitrariedad, transitoriedad legal, coherencia legal. Además de otros
agravios innominados que esboza al relatar los antecedentes del caso…”.628
En esta Contestación se describe el boom minero vivido en Argentina desde la
década de los ´90, el conflicto de Esquel, y menciona a las provincias que han adoptado
regulaciones específicas de carácter análogo a la 7.722.629
Además se detalla: “…corresponde a la Nación dictar las normas que contengan los
presupuestos mínimos de protección y a las provincias, las normas necesarias para
complementarlas, ya que complementar supone agregar alguna exigencia o requisito no
contenido en la legislación complementada...”.630 Es decir, las provincias son titulares de
una amplia competencia complementaria en materia de protección ambiental de la
actividad minera.
Asimismo, se destaca que los recursos naturales “…pertenecen al patrimonio
exclusivo, inalienable e imprescriptible del Estado Provincial, su explotación debe ser
preservada en beneficio de las generaciones actuales y futuras...”.631

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La importancia que tiene el agua en la provincia de Mendoza también forma parte de
esta defensa: “…Los mendocinos somos por historia poseedores de una cultura que ha
sabido vencer las adversidades del clima. La aridez natural del mismo exigió a sus
hombres y mujeres una especial actitud para mejorar las condiciones ambientales
necesarias para el desenvolvimiento de sus actividades. Así, aprendimos a organizar y
administrar el escaso recurso hídrico, hasta conformar los oasis irrigados en los que
vivimos…”.632 Además se menciona la problemática del cambio climático sobre los
glaciares mendocinos.
En cuanto al planteo de desigualdad, se contesta: “…Y claro está que la actividad
minera extractiva no es una actividad equiparable en su desarrollo y consecuencias
ambientales a cualquier otra actividad. Basta atender al respecto que el mismo Código
de Minería estipula aspectos básicos para dicha actividad en materia de prevención y
reparación de daños ambientales, los que son regulados para la minería y no para las
restantes actividades que enumera la actora (hidrocarburos, agricultura, vitivinicultura,
laboratorios, etc.)...”.633 También se describe legislación existente a nivel internacional que
ha prohibido el uso de ciertas sustancias, como el cianuro en algunos estados americanos.
La igualdad o desigualdad de la minería respecto a otras actividades también es
puesta en cuestión trayendo a colación los beneficios impositivos que posee la misma:
“…No se observa en la demanda cuál es la situación igualitaria que entiende la actora que
le corresponde frente a otras actividades que en la realidad no presentan idénticas
características. La igualdad que ahora sostiene no es la que ha fundado la existencia de
un régimen de impacto y daño ambiental específico (Ley 24.585). Tampoco lo es la que
otorga a la actividad minera claras diferencias impositivas y aduaneras con las demás
actividades. Indudablemente, la actora no se siente igual a la hora de recibir beneficios
que no son otorgados a las restantes actividades, pero sí a la hora de asumir el cese
de los riesgos y externalidades de su actividad…”.634
También se hace referencia a la aplicación de las sustancias prohibidas: “…no todos
los procesos importan idéntica aplicación de las sustancias en cuestión. La minería
metalífera es señalada por la doctrina especializada como de alto impacto
contaminante, y con ello es razonable impedir que utilice ciertas sustancias que en
otros procesos productivos no se meritúan de igual riesgo o peligro…”.635 Por otra
parte, “…La actividad minera no es objeto de prohibición, sino el uso de ciertas sustancias
por la misma. Las sustancias prohibidas no son las únicas que pueden emplearse en la
actividad minera metalífera…”.636
La defensa de la Ley Nº 7.722 dejó en claro que las provincias pueden avanzar en
legislar ambientalmente sobre las actividades que se desarrollen en ellas, más allá de los
presupuestos mínimos establecidos a nivel nacional: “…las exigencias ambientales que

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impone la Ley N° 7.722 no son más que una pauta que deberá cumplir quien pretenda
explotar la minería de manera lícita en Mendoza. (…) El riesgo que implica la actividad
minera para la sostenibilidad de Mendoza justifica normas ambientales específicas
con exigencias diferenciales a las de otras actividades productivas…”.637
Asimismo, culpa al sector minero de ser el responsable de la intolerancia social que
genera la industria minera. Si bien es extensa esta fundamentación, la exponemos en su
totalidad debido a la importancia que reviste para nuestro tema, ya que coincide con los
planteos realizados por los miembros de las organizaciones que se oponen a la actividad,
respecto a la educación e información:
“…Pero lo más llamativo a nuestro entender, radica en la circunstancia de haber
sido el propio sector minero constituido por organismos gubernamentales y de la
sociedad civil (Asociaciones, centros y consejos de geólogos e ingenieros en
minas), el responsable de la situación de intolerancia e incomprensión que
evidencia la sociedad respecto de los fenómenos sociales y económicos inherentes
a la industria minera. Nos referimos al incumplimiento de la normativa del art. 267 del
Código de Minería que expresa: ¨La autoridad de aplicación implementará un programa de
formación e ilustración con la finalidad de orientar a la población, en particular a aquella
vinculada a la actividad minera, sobre la comprensión de los problemas ambientales, sus
consecuencias y prevención con arreglo a las particularidades regionales, étnicas,
sociales, económicas y tecnológicas del lugar en que se desarrollen las tareas¨. Como
decíamos, el incumplimiento de esta obligación establecida por la ley 24.585 en el Capítulo
VI (“De la educación y defensa ambiental”) ha generado precisamente la ¨no
comprensión¨ o incomprensión de estos fenómenos industriales, provocando
inicialmente la indiferencia social ante la minería y, posteriormente, la reacción
adversa ante cualquier proyecto de activación o reactivación de minas en varios
departamentos de nuestra provincia. Es viejo pero no por ello menos conocido y de
reconocida valía, el adagio popular de que ¨quien por su culpa padece vaya al infierno
a quejarse¨; expresado en terminus jurídicos el axioma integra un principio general del
derecho: ¨nadie puede alegar su propia torpeza¨ (art. 1.111 Cód. Civil)…”.638

Acciones coordinadas a nivel provincial

Como actividades coordinadas, además de las acciones en torno a la sanción de una


Ley provincial que limitara la megaminería en Mendoza, se destaca la contramarcha
realizada durante el Carrusel de la Vendimia,639 que se realizó por primera vez el 3 de
marzo del 2007. La Fiesta de la Vendimia constituyó un momento importante para
visibilizar la protesta e informar a la población, ya que todos los años durante este evento

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Mendoza es visitada por personas de otras provincias e incluso de otros países, y gran
parte de la población mendocina también asiste al espectáculo. El objetivo fue informar a
la gente de los proyectos mineros y sus consecuencias, sin impedir las actividades de la
fiesta ni ocasionar molestias a quienes presenciaban los espectáculos.
La idea era llevar a cabo una acción que lograra atrapar la atención de la gente sin
interrumpir el desfile. Así, miembros de los diferentes grupos desfilaron –no junto a las
carrozas, sino por las calles donde aun las carrozas no habían pasado, es decir, en
dirección opuesta al desfile oficial, hasta encontrarse de frente con el mismo-, vestidos de
negro, con remeras que tenían estampadas frases que mencionaban la defensa del agua y
la vida y la oposición a la megaminería contaminante, y máscaras de calaveras. También
llevaban banderas y repartieron panfletos.
Una de las discusiones que se plantearon al planificar esta acción, fue si la
participación en la Vendimia no era de alguna manera “seguirle el circo a Cobos”640, ya
que se pasaría a formar parte de la fiesta que el mismo gobierno organiza, cuando en
realidad lo que se buscaba era protestar contra otras medidas implementadas por el
gobierno, como la promoción de la actividad minera a gran escala. La mayoría de las
personas que participaron de estas discusiones consideraron que era una forma de “dar
vuelta el guante del gobierno” y aprovechar el momento de la fiesta para informar a la
población. Como las decisiones se toman por consenso, se decidió participar del Carrusel.
Esta participación se repitió durante el Carrusel del año 2008 y 2009.
Durante la contramarcha realizada en el Carrusel del 2008, además de los disfraces
alusivos como calaveras y gotas de agua, y carteles, niños en cuyas remeras podía leerse
el nombre de grandes empresas mineras, como “Barrick Gold” y “Río Tinto”, se pasaban
entre ellos una pelota que representaba al planeta tierra. Una vez más, el aspecto
simbólico estuvo presente.
Ya en el año 2009, la contramarcha fue realizada en conjunto con organizaciones
pertenecientes a la “Multisectorial en Lucha”, que nuclea diversos grupos –sindicales,
partidos políticos, asambleas, entre otros- y llevó como lema principal el apoyo a la Ley de
Glaciares, vetada en noviembre del año previo.
Otra acción realizada conjuntamente, fue el escrache al “Argentina Mining”. Entre
los días 25 y 28 de agosto de 2008, se desarrolló la séptima edición de La Conferencia y
Exhibición internacional sobre Oportunidades de Negocios en Exploración, Geología y
Minería, denominada “Argentina Mining 2008”. Esta Jornada se inauguró en la provincia de
San Juan, y continuó en el auditorio “Angel Bustelo” de la ciudad de Mendoza.
“San Juan es de oro. Las entrañas de nuestra tierra ya nos dieron sus primeros
frutos, los primeros lingotes producidos en Veladero. El sueño se está cumpliendo”641,
podía leerse en los posters del evento en la capital sanjuanina. La Conferencia contó en

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San Juan con el rechazo de las asambleas que se oponen a la actividad en dicha
provincia, y este escrache fue continuado en Mendoza, por las organizaciones que
conforman la AMPAP. Banderas, panfletos y disfraces alusivos al gobernador provincial,
le otorgaron creatividad a la acción.
Si bien el presidente del Argentina Mining se acercó a las organizaciones para
invitarlas a ingresar al evento, muchas de éstas se negaron y argumentaron que no tenían
posibilidades de hacer escuchar su voz en ese espacio: “…No se le ha dado ni cabida ni
lugar a las organizaciones sociales, entonces, desde las organizaciones sociales, es un
espacio de lucha y de encuentro, donde queremos construir consenso sobre desarrollo y
el modelo de país que queremos…”. La discusión sobre las posibilidades de negocios
que representan los bienes naturales del país, indignaba a los manifestantes, que
expresaban: “…el subsuelo de la patria nos pertenece a todos…”.
Posteriormente, los autoconvocados de Tunuyán denunciaron la realización en dicho
departamento de un curso de “Educación Ambiental” para docentes, llevado a cabo por
la ONG de la provincia de Córdoba “Los Algarrobos”. La baja calidad del cuadernillo del
curso, y el tratamiento de la problemática minera a partir de una noticia periodística del año
2000, despertaron la indignación de los miembros de AMPAP, quienes elaboraron un
documento en el que detallaban los errores de este cuadernillo. Además, esta misma ONG
auspició cursos de educación ambiental para la empresa minera “La Alumbrera”, lo que
generó sospechas sobre los contenidos del mismo en relación a esa temática.642 Luego
de algunas reuniones con el intendente de Tunuyán, se permitió a los miembros de
AMPAP participar del curso, en el que un integrante de la misma explicó en una clase la
problemática de la megaminería.
A fines del 2008, las organizaciones pertenecientes a AMPAP, impulsadas por los
autoconvocados de Tunuyán, llevaron adelante dos importantes acciones a nivel nacional:
un Ayuno frente al Congreso Nacional –paralelo al encuentro de empresas mineras
“Argentina Oro”-, y la organización del encuentro de la “Unión de Asambleas
Ciudadanas”, llevado a cabo en Tunuyán, en el mes de diciembre.

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LA ASAMBLEA POPULAR POR EL AGUA DEL GRAN MENDOZA

Imagen 14: La Asamblea Popular por el Agua del Gran Mendoza en la Cumbre del
643
“Platita”
Fuente: Fotos tomadas por la Asamblea Popular por el Agua del Gran Mendoza, 2007

Un grupo de personas y colectivos de la ciudad y el Gran Mendoza, decidieron


reunirse tras la Jornada Cultural y de Ayuno que los vecinos del Valle de Uco, San Rafael
y General Alvear habían organizado en la Legislatura provincial. Esta Jornada, y la
presencia de los manifestantes en la sesión legislativa, empujaron la sanción de la ley que
prohibía la actividad minera en la provincia hasta tanto no hubiera un Plan Ambiental. Esta
ley, como ya fue mencionado, fue posteriormente vetada por el Poder Ejecutivo provincial.
Es en este contexto de repudio a las instituciones y al gobernador, pero también de
creciente manifestación popular, en el que nace la “Asamblea Popular por el Agua del
Gran Mendoza”. Su primera reunión se llevó a cabo en la explanada de la Casa de
Gobierno de la ciudad de Mendoza, y la primera actividad llevada a cabo por esta
asamblea, fue un escrache a la casa de Julio Cobos, el entonces gobernador de la
provincia, por el veto realizado. “Ole, Olé, Olé Olá, queremos agua para tomar, queremos
agua para el campo y la ciudad”, cantaron los manifestantes frente a la casa del
gobernador. La Asamblea Popular por el Agua, sumó nuevos reclamos a los ya existentes,
entre ellos, la injusta distribución del agua en los barrios de la ciudad.
Los miembros de la Asamblea por el Agua del Gran Mendoza reconocen el impulso
generado por los autoconvocados del Valle de Uco. Sin embargo, en un principio, los
medios de comunicación masivos de la provincia intentaron establecer la diferencia. Una
nota del diario “Los Andes”, de Mendoza, que informó sobre el escrache al gobernador, se

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tituló “Ambientalistas insultaron a la hija de Julio Cobos en su casa.” A continuación, en el
cuerpo de la nota, se aclara: “…los activistas no pertenecerían a los tradicionales
grupos de vecinos autoconvocados de San Carlos…”.644 Como ya fue mencionado en
el Capítulo 2, esta diferenciación entre ambientalistas/activistas y vecinos autoconvocados,
en muchos casos tiene implícita una concepción negativa del término “ambientalista”. Más
allá de este caso, en otras notas de éste y de otros diarios de Mendoza, aparecen
indistintamente diferentes términos para referirse a quienes se han movilizado en defensa
del agua y en oposición a la megaminería contaminante: ambientalistas, asambleístas,
agricultores, ecologistas, los verdes, entre otros.
Por otra parte, mientras en esta nota se afirmaba que la hija del gobernador había
sido insultada, en un video filmado aquella noche por el “Noticiero Popular”, se observa
como un miembro de la seguridad del gobernador ataca a uno de los manifestantes.645
Esta asamblea se caracterizó desde un principio por su heterogeneidad: montañistas,
ex-militantes en otros espacios, miembros de otras organizaciones sociales, centros
culturales, profesores y estudiantes universitarios, entre otros, comenzaron a reunirse para
planificar acciones.
Un miembro de la Asamblea, perteneciente a un medio audiovisual alternativo,
destacó, en una de las asambleas realizadas a mediados del 2007: “…Participamos como
grupo porque nos interesan todos los espacios donde se discuta y se hable por lograr
cambiar determinadas cosas, en este caso, la asamblea con el tema del agua, de los
recursos naturales, tiene un campo de acción, de interés, y desde ese lugar, desde el
cambiar la situación actual de eso, por una situación que tenga que ver con una
distribución más justa, con un menor impacto al ambiente, y con una cuestión de
calidad de vida y dignidad, la nuestra, del campesino que necesita agua, una cuestión
amplia, desde eso participamos como grupo porque nos interesa este lugar…”.
En una gran ciudad como Mendoza, la Asamblea también constituyó un espacio de
encuentro que dotó de sentido la vida de algunas personas: “…Estoy acá por salvar la
naturaleza para todos los mendocinos, por la justicia ambiental y para salvar mi propia vida
porque no le encuentro sentido a mi vida sin participar de estas cosas...” expresó uno de
sus miembros en una de las reuniones. Al igual que en San Carlos y Tunuyán, muchas
personas vinculadas a las actividades de montaña también decidieron formar parte de la
lucha: “…el estar en contacto con el medio ambiente, específicamente con la
montaña…estoy por ese motivo, conozco de donde nace el agua, he visto en este tiempo
el retroceso que tenemos en los acuíferos y en los glaciares, y el hecho de ver que le van
a meter mano a todo eso, indiscriminadamente y mal, me hace recapacitar y entrar en la
lucha sobre todo por el tema de los recursos naturales, tengo tres hijos y me veo muy
compenetrado en ver qué tipo de futuro le vamos a dejar a ellos…”, manifestó un andinista

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que participa de esta Asamblea, “…cómo no vamos a hacer algo, si al final es como que
siempre nos hemos visto desvinculados del medio ambiente, somos un eslabón más y
entonces bueno, creo en eso, que debemos implicarnos con la naturaleza, y dejar de
sentirnos como si fuéramos un producto de una góndola…”.
La apuesta al formato asambleario, también ha constituido un elemento importante
para muchos que se acercaron a formar parte: “… (El acercamiento) tiene que ver con lo
gremial. Lo de la minería lo veníamos trabajando con un grupo de compañeros que están
en San Carlos, que formaban parte de la asamblea contra la minería del Valle de Uco, y
nosotros apoyábamos desde acá. Cada individuo desde su interés y tiempo participaba. La
cuestión de participar en lugares, luchas, como resistencia contra la base capitalista, de
minería y poder, me gusta el espacio, la asamblea lo que es, horizontal, por eso estoy
acá…” explica otro de sus miembros.
Algunos periodistas y miembros de medios alternativos se acercaron a cubrir el tema
y a partir de allí decidieron participar de la asamblea, por la diferencia entre éste y otros
espacios. Uno de ellos expresó en una de las reuniones: “…a través de esa entrevista
entendí que el tema de la minería no era sólo el oro y la contaminación, tenía que ver con
muchas otras cosas, a pesar de que son categorías que están manchadas, tiene que ver
con la dignidad de un pueblo, de hombres, y me acerqué, me pasó un poco lo mismo que
a otros…y hoy tengo la suerte de sentir que somos un grupo de amigos que estamos
militando un espacio común, como todo nexo la horizontalidad es lo que lo caracteriza, y
los que venimos de la academia tenemos muy en claro que los espacios son tan verticales
que nos asfixian…las lógicas siguen siendo tan verticales y nuestras voces se escuchan
poco, porque no somos titulares, porque no tenemos título o por X cosa, y acá uno
encuentra que la voz de uno vale, que uno puede expresarse con libertad, y reafirmar la
posibilidad del diálogo, de la discusión y la horizontalidad en todas las cosas…”.
En la Asamblea del Gran Mendoza, la megaminería siempre fue una actividad que
representa un modelo de saqueo, más allá del aspecto ambiental. En palabras de una de
sus integrantes: “…comprenderlo como un fenómeno que no fuera una cuestión
ambiental como se lo muestra, meramente ecologista, como unas cuestiones más
lejanas a nosotros, me impactó mucho llegar a comprender una vez más la
complejidad de todo y que todo nos compete en cada aspecto, y con respecto a la
minería una de las cosas principales era la degradación de lo que somos, de la tierra, la
naturaleza, los espacios, la propiedad, y todo lo que significa, el capitalismo, la
codicia, como varias cosas que estaban relacionadas y que ninguna de ellas me gusta, y
creo que lo sentí muy cerca, todo se unía con todo, y una lucha contra la codicia, la falta
de conciencia, ayudar a ver, así como a mí me sirvió ver, que esto no era una cuestión
lejana y de ideales ecologistas, como si eso estuviera mal, y me pareció que todo tiene

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que ver con todo, y que si uno cree en una lucha debe estar en cada lugar que te
necesitan. Una de las cosas que me hizo seguir acá fue la honestidad de la gente que está
acá, que al principio sobre todo sentí que hacía falta que estuviéramos y estuvimos…”. En
el mismo sentido, otra asambleísta expresó: “…El interés y el hecho se seguir estando
tiene que ver con que lo tomamos como una lucha que va más allá de lo ambiental, que
tiene que ver con lo social, con la condición de una distribución equitativa de las cosas,
y lo tomamos más que nada por ese lado…”.
La relación entre las personas y la participación que se genera en estos espacios, ha
sido valorada positivamente por todos sus integrantes: “…Todo lo que tenga que ver con el
tema del ambiente me interesa y me preocupa desde muy chico, pero no solamente lo del
ambiente en cuanto a nuestra relación con la naturaleza sino entre nosotros, como seres
humanos y como sociedades (…), me parece genial y fundamental, y como ya han dicho
varios, uno de los motivos por los que estoy es por la gente que forma la asamblea, su
característica de ser horizontal, de funcionar como es, incluso por los despelotes que se
dan como asamblea es interesante aprender de ese proceso colectivo, que con sus
tumbos y sus cosas y sus vaivenes la va peleando, de gente común…” manifestó uno de
ellos. La horizontalidad en la toma de decisiones fue otro de los aspectos destacados por
sus miembros: “…A mi este espacio me ha aportado mucho desde conocernos y
entendernos como integridad, que no son cosas distintas lo que el capitalismo
propone también en relación a los recursos naturales, y creo que también me
mantengo por lo que se da de horizontalidad, que ha faltado, gracias a eso yo estoy
acá…”. También algunas personas vinculadas a actividades culturales, se sintieron
atraídas por este espacio: “…Me llama la causa denunciaria, la justicia, creo que eso lo
sentimos todo como base. Mi trabajo en el centro cultural, llegué a este grupo por sentirme
que vamos todos para el mismo lugar y que tenemos una comunicación, que en otros
ámbitos –laborales, de estudio- no se crea. Siento que encontré un espacio donde
podemos pelear de una forma inteligente, democrática, libre, me acerco para dar una
mano en lo que pueda, mi lucha es por lo social…”.
La presencia de militantes de luchas previas, de décadas anteriores, es otra de las
características de esta Asamblea: “…Cuando empezamos a enterarnos, yo estoy militando
desde la década del ´50 en distintas cosas, estuve en una comisión que se llama
identidad, tomó el nombre por el trabajo que hacíamos, de buscar la identidad de los
desaparecidos en Mendoza, y apareció esto, y preocupó los riesgos de la contaminación
que ya vienen hace rato, de informes internacionales, y comenzaron a aparecer
novedades de lo que estaba pasando en Catamarca y que podía pasarnos lo mismo a
nosotros, empezó a haber gente preocupada y decidí aportar mi experiencia y lo que
pueda hacer…” manifestó uno de ellos. Este espacio permitió así el encuentro de antiguos

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militantes con gente más joven y con una militancia de otras características, así como
también con personas que nunca habían militado en ningún espacio. Otro de sus
integrantes con una larga historia militante, explicó: “…Militante social, político…tengo
otras actividades sociales, en organizaciones sociales, soy médico, estoy acá porque me
parece que es un espacio válido, activo y joven. Parece que ese es uno de los más
importantes capitales que tiene este espacio, y los objetivos comunes de
transformación…”.
La desilusión por otros espacios previos de militancia potenció en algunas personas
la valoración de las características de la asamblea: “…me encontré con alguna gente acá
que sin conocerla me generó confianza, y dije, bueno, es hora de volver al ruedo, en algún
momento había estado militando en un espacio estudiantil, en una federación de
estudiantes y como que uno siempre descubre cosas que a veces no le gustan, y el
espacio de la asamblea me gustó por esto de construir de otra manera, creo en la
horizontalidad, creo en que tenemos que seguir luchando, una manera de resistir y no
resistir solo, resistir junto con los otros”, expresó una de las asambleístas.
Decidimos destacar estos testimonios, para dar cuenta de la diversidad de intereses
y expectativas que conformaron la Asamblea del Gran Mendoza, unidos por una idea
común: “construir” de otra manera.
El 7 de mayo de 2007, la Asamblea Popular por el Agua del Gran Mendoza organizó,
frente a la Legislatura provincial, una Jornada de “Luto Popular por la megaminería”, en el
día de la Minería. Durante estas Jornadas, la presencia de uno de los principales canales
de televisión de la provincia, que se negó a cubrir la manifestación, generó la indignación
de los miembros de la Asamblea y de quienes estaban presentes en el acto. Ello se refleja
en el siguiente testimonio: “…Yo quiero hacer una reflexión sobre todo acerca de los
medios de comunicación, porque esta mañana cuando leí el diario Los Andes veía que
traía un nutrido suplemento en donde hablaba de los beneficios que esta megaminería le
trae a la provincia. Todas las reflexiones, de gente supuestamente especializada, eran
sobre todo, para intentar desprestigiar, de alguna manera, la lucha popular que se está
dando a nivel nacional. En esto vemos lo tendencioso que están siendo los medios de
comunicación, y como también están creando una política y una postura clara, a favor de
este tipo de minería, y a favor de este tipo de saqueo…”.646
Una vez más, la Asamblea destacó el rol de los medios alternativos que desde el
inicio acompañaron su lucha: “…Seguimos contando con los medios alternativos para
poder manifestar nuestra lucha, porque, como hoy también lo vieron acá, Canal 7, estando
las cámaras presentes, prefirieron hablar de seguridad y no de lo que significa este
saqueo…”.
Ya a mediados de noviembre de 2007, a través de la intervención en la “Fiesta del

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Agua”, (organizada por el Departamento General de Irrigación), y del material audiovisual
(elaborado por el “Noticiero Popular”), se comienzan a generar instancias, donde la
reflexión, la movilización, y el compromiso sobre la problemática de la megaminería, y la
distribución en cantidad y calidad del recurso hídrico, fueron el eje de las discusiones
(situación que afecta principalmente a comunidades campesinas y a “los barrios del oeste”,
los más desfavorecidos de la ciudad).647
Otra de las actividades realizadas, fue el escrache a Potasio Río Colorado (PRC), el
proyecto de extracción de sales de potasio en Malargüe, el 29 de febrero de 2008. Música,
murales y carteles aportaron color y creatividad a aquella acción. “…Estamos bastante
preocupados porque, si bien tenemos la ley 7.722 que prohíbe la explotación minera
metalífera con lixiviación, con la utilización de sustancia tóxicas, esta ley permite que a su
vez no se detengan las exploraciones, y los cateos, entonces las empresas, convencidas
de que en algún momento van a poder comprar las voluntades de los políticos de turno,
han seguido explorando, han seguido avanzando, y nosotros también como asamblea
estamos conscientes de esto y no nos hemos dormido, y hemos seguido,
manifestándonos, difundiendo, y haciendo actividades como la que hacemos hoy acá en
Godoy Cruz…” explicó uno de los miembros de la Asamblea del Gran Mendoza.648

LA ASAMBLEA POR EL AGUA PURA DE LAVALLE

Lavalle se encuentra al norte de la provincia de Mendoza. Sus límites son: al norte


con la provincia de San Juan, al este con la provincia de San Luis, al oeste con el
departamento de Las Heras y al sur con los departamentos de Santa Rosa, La Paz, San
Martín, Maipú y Guaymallén. La superficie aproximada del departamento es de 10.242

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Km2, representando el 6,8 % de la superficie provincial. La población actual es de 28.828
habitantes.649

Lavalle: repetitivos reclamos por el agua

La historia de la “Asamblea por el Agua Pura de Lavalle” (en adelante, Asamblea


de Lavalle) se remonta al año 2003, y está relacionada a la problemática que tienen los
pobladores de este departamento en relación al agua, ya sea por la falta de acceso o por
la mala calidad del recurso.650
En Tres de Mayo, un distrito distante a unos 15 Km de Villa Tulumaya, cabecera del
departamento, a partir de la realización de un análisis que demostró la no potabilidad del
agua, se generó el levantamiento de un barrio, exigiendo un nuevo análisis que
corroborara el estado del recurso. Se formó así una Unión de Vecinos, también se generó
movilización en Jocolí, y el reclamo llegó a Villa Tulumaya.651
Fue un proceso que duró 3 años, en el que los pobladores exigieron controles sobre
la calidad del agua, y se llevaron a cabo reclamos, cortes de ruta y pedidos a las
autoridades. Además, el conflicto se acentuó debido a que los estudios realizados por
diferentes organismos daban a su vez resultados diferentes.652
Ante nuevos problemas, vecinos de Tres de Mayo tomaron contacto con otras
organizaciones de Lavalle: Comisión de Asociados del Banco, Cámara de Comercio,
bibliotecas populares, entre otras. Se realizó una reunión entre ellas, cuyo resultado
material fue una nota exigiendo a las autoridades municipales el estudio de la calidad de
agua extraída de cada pozo del departamento. La nota fue acompañada de junta de
firmas y dirigida al intendente, que derivó el problema a la oficina de Medio Ambiente.
Mediante estas acciones, los vecinos lograron la realización del análisis del agua extraída
por cinco pozos: uno en Jocolí, dos en Tres de Mayo y dos en Villa Tulumaya. Sólo el pozo
ubicado en Jocolí dio resultado negativo. Ante ello, se volvieron a realizar reclamos,
mediante el periódico local “El despertador” –de tirada semanal, los días domingos- y la
radio “FM Tulumaya”. A partir de esta difusión el intendente y los funcionarios de Medio
Ambiente se vieron obligados a dar respuestas, y se activó la construcción de un nuevo
pozo en Andacollo, en Jocolí, sitio en el que se localizaba el pozo del que se habían
obtenido resultado negativo en cuanto a calidad del agua.
Según los miembros de la Asamblea de Lavalle, cada una de estas respuestas
gubernamentales puntuales aplacaba el movimiento de los vecinos que reclamaban por la
calidad del agua. “…El problema del agua es algo que siempre está en Lavalle…nunca
hay confianza en que el agua es buena…” destacan.

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Hacia la propia organización

Un grupo de pobladores de Tulumaya, que había participado del proceso de


reclamos mencionado previamente, se contactó, mediante un maestro vinculado a la
“Organización de Trabajadores Rurales sin Tierra” (OTRAL), -una organización de
trabajadores rurales de Lavalle- con integrantes de la Asamblea Popular por el Agua del
Gran Mendoza. A partir de este primer contacto se organizó un encuentro, en el que
algunos miembros de la Asamblea del Gran Mendoza viajaron a Lavalle a informar sobre
la problemática de la megaminería y a conocer las problemáticas propias del
departamento. La charla fue realizada en la Biblioteca Popular “José Adriano Pujadas”, en
la cual también se proyectó un video sobre el tema. Por su parte, los vecinos de Lavalle
presentes en la reunión, transmitieron a los habitantes del Gran Mendoza su propia
experiencia en cuanto a los problemas de acceso y contaminación de aguas en el
departamento.
En relación a esta problemática, es importante destacar que, además de la mala
calidad del agua extraída mediante pozos en la zona urbana de Lavalle, existe también la
problemática de otra zona, conocida como “el desierto lavallino”,653 donde el principal
problema vinculado al agua es la presencia de arsénico en cantidades que sobrepasan los
límites recomendados.654
En aquel encuentro, la Asamblea Popular por el Agua del Gran Mendoza invitó a los
lavallinos presentes a formar parte de la AMPAP, y posteriormente uno de ellos también
viajó al encuentro de la UAC que se realizó en agosto de 2008 en Catamarca. “…A partir
de allí se reforzó el vínculo y empezamos a coordinar acciones: participar en las
movilizaciones, juntada de firmas en apoyo a la Ley de Glaciares, por el NO a la
megaminería…” relata un miembro de la Asamblea de Lavalle. Y, por otra parte, si bien
desde un inicio habían elegido el formato asambleario como metodología para sus
reuniones, estas experiencias reforzaron también la organización interna de su propia
asamblea: “…Empezamos a ponerle nombre a las cosas para empezar a trabajar y poder
coordinar algunas cuestiones…” explican.
La Asamblea de Lavalle se reúne una vez por semana, en la biblioteca en la que se
realizó el encuentro con la Asamblea del Gran Mendoza, en la Cámara de Comercio de
Lavalle, en un salón o en alguna plaza.
Posteriormente, a fines del 2008, el “Movimiento Organización y Lucha” (MUL) de
Lavalle, propuso crear una Multisectorial e invitó a la Asamblea de Lavalle a participar en
este espacio. También fueron invitados movimientos campesinos de Lavalle, como la
“Unión de Trabajadores Rurales Sin Tierra” (UST) y la OTRAL, los sindicatos –
Municipales y “Asociación Trabajadores del Estado” (ATE)-, y la organización barrial Tupac

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Amaru,655 entre otros. Conformada la Multisectorial, luego de varias reuniones decidieron
organizar una manifestación pacífica en la cual cada grupo manifestara sus reclamos,
uniéndolos a una protesta general. Se llevó a cabo por el centro de la Villa Tulumaya, y se
dejó un petitorio en el Consejo Deliberante y otro en la Municipalidad, entregados por un
representante de cada organización.
“…Allí la Asamblea tomó fuerza, porque empezaba a coordinar con otras
organizaciones de Lavalle, se logró hacer una movilización en la que el agua era un
reclamo importante…” valoran los miembros de la asamblea. Asimismo, los trabajadores
rurales sumaron el reclamo por el acceso a la tierra, la Tupac Amaru por el acceso a la
vivienda y al trabajo, y los sindicatos por suba de salarios y paso a planta permanente,
entre otros temas. El MUL, por su parte, intentó coordinar las acciones de estas diferentes
organizaciones.
A partir de esta movilización, se consiguió que el intendente convocara a la
Multisectorial a una reunión con los funcionarios, en la que participaron representantes de
las diferentes organizaciones que la conformaban. Cada reclamo fue derivado a un área
diferente, y en el caso de la Asamblea por el Agua de Lavalle se la invitó a participar en
una “Mesa del Agua” que había conformado el Municipio. Paralelamente, la Multisectorial
internamente también comenzó a funcionar en comisiones que abordaban diferentes
temas: tierra, salud, agua, y fue redactado un documento que expresaba los pedidos
concretos para cada área.
Uno de los objetivos de la Asamblea de Lavalle, fue instalar el tema dentro de las
reivindicaciones del resto de las organizaciones, a fin de coordinar acciones: “…En algún
momento todas las organizaciones llegan al tema del agua, entonces entregamos nuestro
documento al resto de las organizaciones y nos pusimos a su disposición para trabajar
cuestiones con ellos…”, recuerdan los integrantes de la Asamblea de Lavalle.

La Mesa del Agua y las funciones del Estado

La “Mesa del Agua” estaba conformada por representantes del EPAS, del Municipio
de Lavalle, del DGI, del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), del IDR, de
las comunidades Huarpes de Lagunas del Rosario, es decir, en general, eran
organizaciones dependientes del Estado. “…Estaba bueno, pero la Mesa del Agua se
había conformado solamente para que todas las áreas gubernamentales intentaran
destinar recursos de sus áreas para hacer un fondo para darle solución a las
comunidades, entonces la Asamblea del Agua estaba medio de afuera, no teníamos
mucho para intervenir, participábamos escuchando, pero no teníamos como conseguir
recursos, y tampoco el tema del agua de la zona urbana estaba siendo tratado…”, relata

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un integrante de la Asamblea de Lavalle, “…lo bueno fue conocernos con las comunidades
Huarpes, y después, en un reclamo656 que ellos hicieron al Municipio nos invitaron a
participar de la movilización…”.
La importancia de este acercamiento a las comunidades Huarpes fue la posibilidad
de que aquellos que estaban más vinculados a los reclamos de la zona urbana
participaran de un reclamo junto a las comunidades del desierto. A pesar de que ambos
problemas están vinculados al recurso hídrico, los miembros de la Asamblea de Lavalle
destacan que no se habían generado un espacio de encuentro entre pobladores que
llevaran adelante cada uno de estos reclamos: “…Siempre dividieron (desde el Municipio),
el problema del agua del desierto y de lo urbano…”.657
Otro tema que acrecentaba la incertidumbre en el departamento respecto al
mantenimiento de los pozos de captación de agua, era el reparto del control de los pozos
entre el Municipio y el DGI. En palabras de los miembros de la Asamblea: “…eso hace que
el Municipio de algunos (pozos) no se hace cargo, Obras sanitarias te manda a la
Municipalidad, es como que muchas veces no hay a quien reclamar…”. Este aspecto
potenció la coordinación con la Asamblea Popular por el Agua del Gran Mendoza en el
pedido por la re-estatización de “Obras Sanitarias Mendoza”, a fin de que fuese el Estado
quien garantizara el servicio.658
Por todos los motivos mencionados, la Asamblea de Lavalle dejó de participar en la
Mesa del Agua conformada por el Municipio.

Conciencia del problema y escasa movilización

Una de las acciones más importante para la Asamblea de Lavalle fue la realización
de unas encuestas a la población de algunos barrios de Villa Tulumaya, que les permitiera
conocer la opinión de la población respecto al agua. “…Todo el mundo decía que el agua
era muy mala, la conciencia de que el agua no es buena está, pero cuando indagábamos
un poco más y preguntábamos si conocían alguna unión, alguna asamblea o alguien que
estuviera trabajando con el tema del agua, la gente no tenía idea, y preguntábamos sobre
la posibilidad de participar para reclamar por el tema del agua, y la gente como que no se
hacía cargo, decía que no tenía tiempo, que no se podía…” relata un miembro de la
Asamblea de Lavalle, “…el tema del agua está instalado en la gente, pero no hay una
actitud muy activa para reclamar o pedir que se hagan las inversiones necesarias…”. Otro
de los resultados de la encuesta fue que la mayoría de las personas compra agua
envasada.
Asimismo, la Asamblea de Lavalle ha solicitado información a los organismos
correspondientes respecto a la posible relación existente entre la calidad del agua y

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algunos problemas de salud de los lavallinos, pero no tuvieron acceso a la misma.
Otra actividad llevada a cabo por esta Asamblea fue la difusión, a través de notas de
prensa que eran publicadas en el periódico local o leídas en la radio FM Tulumaya. En
este sentido, la recopilación de información y las charlas con vecinos de diferentes barrios
fueron claves para indagar sobre el problema del agua. Con toda la información
recopilada, a partir de casos concretos –como el del distrito Tres de Mayo- o de informes
sobre la calidad del agua –uno de ellos fue elaborado por la UTN- Regional Mendoza-, se
redactaron estas notas de prensa, que sirvieron para instalar el tema a nivel local.
En este sentido, se organizaron charlas que abordaron la problemática, pero siempre
con la finalidad de, a partir de contar como era la situación del agua en Lavalle y las
actividades que la Asamblea estaba realizando, generar espacios nuevos que abordaran
los problemas propios de cada lugar. “…Cada zona tiene su necesidad o sus problemas
concretos, entonces intentábamos buscar la forma de que se organicen los vecinos…”,
explica un miembro de la Asamblea, “…logramos que algunos barrios hicieran reclamos
puntuales, que algunas zonas también se manifestaran a través de alguna carta o alguna
nota en el periódico…con las escuelas lo que hacíamos era poner el tema en discusión y
las mismas profesoras hacían trabajos para generar conciencia en los más chicos sobre el
tema del agua…”.
Puede decirse que la Asamblea de Lavalle se volcó a la problemática del agua propia
del departamento. Cuando el tema de la charla era agua y megaminería, invitaban a
miembros de la AMPAP, que eran los encargados de llevar a cabo los debates sobre este
tema.
El aspecto cultural también estuvo presente en Lavalle. La Asamblea introdujo el
problema del agua en un ciclo de obras de teatro que se realizó en Lavalle, durante 4
domingos, a través de la obra “De ciertas Aguas”, del grupo teatral “La acequia pa´ fuera”,
y una difusión paralela mediante panfletos, de las actividades de la Asamblea.
En cuanto a la percepción de las actividades de la Asamblea por la comunidad, los
miembros de la Asamblea reflexionan: “…la gente tiene una buena imagen del reclamo
porque es algo con lo que convivimos, pero lo que no logramos es la participación activa.
Las uniones vecinales están cercanas a la municipalidad, entonces tampoco se logra
debatir y motorizar reclamos que vayan más allá…”.
En relación a lo antes comentado, la gran deuda, para la Asamblea de Lavalle, es
lograr la participación social activa de la población en la problemática del agua.

Integración provincial y nacional

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La Asamblea se plegó a diversas acciones realizadas por AMPAP. Por ejemplo,
paralelamente al escrache realizado ante el evento “Argentina Mining 2008”, la
Asamblea de Lavalle repartió folletos a los vehículos que pasaban por Jocolí, sobre la
Ruta Nacional 40, que comunica Mendoza con San Juan. También participó, junto a otras
organizaciones de Lavalle, en la contramarcha del Carrusel 2009.
En cuanto a la UAC, la Asamblea de Lavalle ha seguido participando de los
encuentros, y destacan que la UAC de Tunuyán, realizada a fines del año 2008, les
permitió “…conocer qué es lo que pasa con el agua en toda la provincia y ser parte de una
cuestión que es mucho más grande...”, reflexionan sus miembros.
Incluso la Asamblea de Lavalle tuvo una importante participación en una acción de la
UAC Regional Cuyo, en la que se llevaron a cabo cortes en forma coordinada en
diferentes provincias: San Luis, Mendoza y San Juan. En Mendoza, se organizó un corte
informativo – sólo se cortaba por 5 a 10 minutos- en la Ruta Nacional 40, a la altura de
Jocolí, frente al control policial. Paralelamente, se hicieron cortes similares en Uspallata
sobre Ruta 7, y en el Valle de Uco, también sobre la Ruta 40. Por su parte, las asambleas
de San Juan cortaron la Ruta 40 con la misma modalidad, a la altura de Villa Media Agua.

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CAPÍTULO 8: LA PARTICIPACIÓN EN ESPACIOS INSTITUCIONALES: EL CONSEJO
PROVINCIAL DEL AMBIENTE (CPA)

“…La institucionalización de los conflictos sociales ha sido la principal estrategia de la


sociedad política para responder a los movimientos sociales. A cada onda de movimientos
surgen una serie de leyes y nuevos órganos públicos para cuidar de la problemática. Pero la
institucionalización jurídica –por sus características de rigidez, normatizaciones y tratamiento
supuestamente igualitario-, no captando las especificidades de los problemas según los
grupos sociales involucrados, no han resuelto los problemas y apenas contribuyó al aumento
de la descreencia popular en el poder del Estado como instancia supuestamente promotora
del bien común. Lo que la cultura política latinoamericana institucionalizó a lo largo de los
siglos fue la creencia en el poder de los canales y estructuras informales, y una descreencia
en las estructuras formales…”
Maria Da Gloria Gohn (1997:234)

Además del apoyo a la sanción de algunas leyes, y el diálogo con algunos


funcionarios del gobierno provincial, con el cambio de gestión, a fines de 2007, las
organizaciones que rechazan la megaminería en Mendoza fueron invitadas a formar parte
del Consejo Provincial del Ambiente (CPA). La posible participación en un espacio
institucional –el Consejo que asesora a la Secretaría de Medio Ambiente de la provincia de
Mendoza-, generó un gran debate al interior de las organizaciones, a partir del cual
algunas prefirieron no participar y otras decidieron apostar a su participación en este
espacio.
El CPA -órgano asesor de la Secretaría de Medio Ambiente de Mendoza-, fue creado
por la Ley provincial Nº 5.961 (1993) de Preservación del Medio Ambiente, que en su
artículo 9º establece la creación de este Consejo como órgano asesor del Poder Ejecutivo,
el cual funcionaría en el ámbito del Ministerio de Medio Ambiente, Urbanismo y
659
Vivienda.
Según esta ley, las funciones del CPA son: dictar su reglamento interno; emitir
opinión sobre los problemas del ambiente; asesorar al Poder Ejecutivo, al Ministerio de
Medio Ambiente, Urbanismo y Vivienda o a cualquier otro organismo público o privado,
estatal o no, cuando así se lo requiera; conformar comisiones para la elaboración de
propuestas o tratamiento de temas específicos; incentivar y desarrollar la investigación y la
difusión de los conocimientos sobre el medio ambiente.
En cuanto a su composición, el CPA estaría constituido por un representante del
Ministerio –actualmente se trata de un representante de la Secretaría de Medio Ambiente-,
y representantes de las organizaciones constituidas legalmente, públicas o privadas,
estatales o no, que tengan entre sus objetivos el estudio, la investigación y/o la
preservación del ambiente y los recursos naturales. Asimismo, por invitación del Consejo o

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del Poder Ejecutivo pueden integrarlo aquellas entidades que por su accionar demuestren
preocupación por la problemática ambiental.
En cumplimiento de este último punto, es que, a fines de la gestión de gobierno de
Julio Cobos, la Asamblea Popular por el Agua del Gran Mendoza fue invitada por la ONG
Cullunche –que forma parte del CPA- a participar de una reunión de este Consejo. El
motivo de esta invitación fue que en dicha reunión se discutiría la problemática en torno a
la actividad minera en la provincia.
La Asamblea Popular por el Agua del Gran Mendoza (a partir de aquí, la Asamblea o
la Asamblea del Gran Mendoza) decidió participar en esta reunión del CPA. Al momento
de realizarse esta invitación, en octubre de 2007, el Consejo aun estaba presidido por
Gustavo Morgani, Subsecretario de Medio Ambiente del gobernador Julio Cobos.
En dicha reunión, realizada en la Casa de Gobierno de la provincia, en noviembre de
2007, la Asamblea comentó en el CPA su preocupación de que la Ley Nº 7.722 se
mantuviera en vigencia y fuera respetada. Entre las respuestas del gobierno, se aseguró el
fortalecimiento de la Policía Ambiental Minera, que sería la encargada de controlar y
monitorear la actividad minera en la provincia.
Una vez más, el control fue la respuesta a nivel gubernamental. En relación a ello, y
en palabras del propio Morgani, en referencia a la nueva gestión del gobernador Celso
660
Jaque: “…por los medios se ve que la postura es minería controlada…”. En esta
reunión, el saliente Subsecretario invitó nuevamente a la Asamblea a la reunión de
diciembre y extendió su invitación a toda la AMPAP.
Por otra parte, Morgani recalcó que el tema minero debía tomar un rumbo a nivel
nacional, porque si no era así, la población seguiría pidiendo a las autoridades provinciales
decisiones que no están a su alcance. También remarcó que el tema central del CPA
debía ser el manejo integrado del agua, un recurso estratégico de la provincia.
Posteriormente, a fines de noviembre, se realizó la reunión de la AMPAP, esta vez en
el Gran Mendoza, y se trató el tema de la participación en el CPA. Se plantearon muchas
dudas e incertidumbres sobre el espacio, pero se coincidió en que era estratégico
ocuparlo. En aquel momento, quedó acordado participar como AMPAP. Sin embargo, a
partir de que Celso Jaque asumió como gobernador, sólo la Asamblea del Gran Mendoza
ha participado efectivamente del CPA, pero no en representación de AMPAP. El resto de
las organizaciones aceptó esta participación de la Asamblea del Gran Mendoza, pero
decidieron no formar parte de este Consejo, sino estar al tanto del funcionamiento del
mismo a través de ella. Otra de las organizaciones que decidió participar del CPA fue la
Multisectorial de General Alvear, invitada por el personal de la Secretaría de Medio
Ambiente.
Como ya fue mencionado, en enero de 2008, ante un proyecto de exploración minera

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en el Valle de Uco, los Autoconvocados de Tunuyán cortaron la ruta y realizaron
manifestaciones de rechazo al proyecto, acompañados también por otras organizaciones
de la provincia. Ante estos hechos, se organizó una reunión en Tunuyán con el Secretario
de Medio Ambiente y, posteriormente, una reunión del Secretario con los miembros de la
AMPAP en la ciudad de Mendoza. En esta reunión, los representantes de la Secretaría de
Medio Ambiente –el Secretario Guillermo Carmona y el Jefe de Gabinete Alberto
Gurruchaga- invitaron a los miembros de la AMPAP a formar parte del CPA. En palabras
de los representantes de la Secretaría: “…El Estado, por lo menos como lo concebimos
nosotros, no puede funcionar de esa manera, ustedes no tendrán personería jurídica pero
nosotros tenemos que encontrar la forma para que ustedes participen en este proceso que
nosotros estamos haciendo hoy en esta nueva gestión, entonces, encontremos la forma de
que ustedes participen en el Consejo del Ambiente, busquemos la forma de discutir una
agenda que integre la cuestión de la minería pero que ponga foco en los problemas
inmediatos que tenemos, y podemos hacer una puntualización, si quieren más adelante,
de lo que nosotros estamos viendo con mayor preocupación en lo inmediato y con mayor
661
incapacidad del Estado para resolverlo…”.
La nueva gestión de Celso Jaque, en lo que respecta a la Secretaría de Medio
Ambiente, ha mantenido una política de apertura a la participación y de integración de
diversas organizaciones sociales al CPA. Ante ello, el CPA cobró mayor diversidad en
cuanto a sus integrantes y las discusiones sobre diferentes temas se complejizaron.
Entre las cuestiones ambientales que se han tratado en el CPA, se encuentran,
además de la problemática en torno a la megaminería y al procedimiento de EIA de
proyectos megamineros, temas tales como: arbolado público, gestión del agua,
ordenamiento territorial de la provincia, educación ambiental, entre otros.
El Secretario de Medio Ambiente planteó, desde el inicio de su gestión, que la misma
sería abierta a la participación, a la búsqueda de consenso y a la manifestación del
disenso, porque consideraba que “…esto enriquece el debate, permite captar la
662
diversidad…”. Asimismo, ha manifestado que el equipo de la Secretaría de Medio
663
Ambiente tiene una “…visión muy social de lo ambiental…”.
Por otra parte, garantizó que se cumpliría la legislación vigente, especialmente la Ley
Nº 5961 (Ley Provincial de Preservación del Ambiente). En cuanto a sus acciones, llevó
adelante la elaboración de un Plan Ambiental, exigido por esta Ley, que se venía
posponiendo desde la sanción de la misma, en el año 1993. Según Carmona, este hecho
–la inexistencia del Plan Ambiental- expresó una falta de direccionalidad clara de la política
ambiental provincial. Por otra parte, impulsó la sanción de la Ley provincial de
Ordenamiento Territorial y Usos del Suelo –Nº 8.051-.

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En cuanto al tema minero, el Secretario de Medio Ambiente consideró que no debían
generarse “falsas alarmas” y que era necesario aumentar los controles. También manifestó
que se llevaría a cabo la remediación de los pasivos ambientales –especialmente,
en la mina de uranio “Sierra Pintada” en San Rafael-. Carmona reconoció que la minería
actual no tiene un perfil amigable con la población, por las preocupaciones y críticas que
genera en cuanto a contaminación, y las dudas en cuanto a las regalías y otros beneficios
económicos. En este sentido, aseguró que las restricciones actuales -como las que fija la
664
ley Nº 7.722- serían respetadas por el gobierno.
En relación a lo anterior, y en base a las entrevistas realizadas a los funcionarios de
gobierno y a representantes del sector minero, hay, por un lado, un reconocimiento de las
falencias en la legislación que regula el aspecto económico de la actividad minera, pero,
por otro, una falta de búsqueda de soluciones a ello. A nivel provincial, podría haberse
presentando algún proyecto de ley que regule el tema para la provincia, o derogar la ley
provincial que adhiere a la Ley Nacional de Inversiones Mineras (Nº 24.196).
Por otra parte, en la presentación del Inicio del Plan Ambiental, el 14 de abril de
2008, el gobernador de la provincia, Celso Jaque, enfatizó la relación entre la degradación
social y la degradación ambiental, remarcando el problema de la inequidad social en la
provincia. Habló también de garantizar los controles y de que la participación era lo único
que podría garantizar el buen control, siendo la expresión de toda la comunidad. Para ello,
planteó la necesidad de una adecuada coordinación política, con los municipios y el
gobierno nacional. En cuanto al agua, el gobernador declaró que debía haber claridad en
su uso, y que no se trataba sólo de agua para riego sino como derecho humano de cada
ciudadano del mundo, que debía contar con la garantía de acceso a agua de calidad.
Sobre el CPA, manifestó que el Secretario de Medio Ambiente había vuelto a colocarlo en
su lugar, aceptando disensos pero fomentando consensos.
En este sentido, en la reunión del CPA de julio de 2008, los representantes de la
Secretaría de Medio Ambiente señalaron que la impronta de su gestión debería trascender
a sus años de gobierno, porque esta participación propuesta debía ser la manera de
funcionar del Estado a largo plazo, “…con flexibilidad para que todos puedan participar…”.
Por su parte, la Asamblea Popular por el Agua del Gran Mendoza, consideró que
este espacio abriría la posibilidad de tener acceso a información estratégica, a partir del
contacto directo con la Secretaría y, tal vez, poder contar con el aval de la Secretaría de
Medio Ambiente para realizar acciones de difusión sobre la problemática del agua y la
megaminería en escuelas, bibliotecas y otros espacios.
Asimismo, a partir de la política de la Secretaría de Medio Ambiente de apertura al
ingreso de organizaciones al CPA, han comenzado a participar también agrupaciones muy
cercanas –en cuanto a reivindicaciones y objetivos de lucha- a la Asamblea, como, por

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ejemplo, la Unión de Trabajadores Rurales Sin Tierra de Mendoza (UST).
Es así como la Asamblea Popular por el Agua del Gran Mendoza inició su
participación en el CPA. Los temas propuestos por esta Asamblea en dicho espacio han
generado diversas reacciones en sus miembros más antiguos.
En este sentido, un hecho que deseamos destacar por su trascendencia respecto al
tema tratado en este trabajo, fue la puesta en conocimiento de los miembros del CPA de
información que no había sido difundida por la gestión anterior. Como ejemplo de ello, es
relevante explicar el engaño sufrido por el CPA en cuanto a su representante en la
Comisión Evaluadora Interdisciplinaria Ambiental Minera (CEIAM). Tal como fue explicado
en el Capítulo 4, el Decreto Nº 820 (2006) -que regula el proceso de EIA para la actividad
minera-, establece la creación de esta Comisión a fin de emitir dictamen técnico de cada
Informe de Impacto Ambiental (IIA) presentado para la etapa de explotación minera. Esta
Comisión está formada por diversas organizaciones detalladas en el Decreto 820, entre las
que se encuentra el CPA. El primer proyecto minero que presentó IIA para la etapa de
explotación fue el Proyecto Potasio Río Colorado (PRC), en aquel entonces de la empresa
transnacional “Río Tinto”, y desde enero de 2009 de la empresa minera “Vale”.
A partir de esta presentación de proyecto, se conformó la CEIAM correspondiente,
pero el CPA nunca fue citado a las reuniones de la misma, ni se les informó a sus
miembros que debían designar a un representante. Cuando, a partir de comentarios sobre
la CEIAM realizados por la Asamblea en el Consejo, sus miembros tomaron conocimiento
de este hecho, realizaron las averiguaciones pertinentes sobre el porqué de esta omisión.
Así es como pudieron certificar que el entonces Subsecretario de Ambiente Gustavo
Morgani, se había auto-elegido representante del CPA ante la CEIAM, sin informar a
los miembros del mismo. Esto consta en la copia de la invitación a las reuniones de la
665
CEIAM convocadas por el propio Morgani, en las que se auto- invita a dichas reuniones
como representante del CPA.
De más está decir que este hecho generó la indignación de los miembros del CPA, y
se sumó a otro hecho precedente, que también había generado malestar entre los
miembros del Consejo, y que fue justamente la no participación en la elaboración del
Decreto 820 (2006). Quienes formaban parte en aquel entonces del CPA recordaron que
no fueron invitados a realizar aportes ni estaban informados de la elaboración de dicho
decreto, sino que el mismo fue presentado al CPA cuando ya había sido decretado por el
gobernador.
Más allá del caso del representante en la CEIAM, algunos temas llevados al Consejo
666
por la Asamblea fueron: la crítica al actual Superintendente del DGI , cuya elección fue
muy cuestionada por diversos sectores de la sociedad –especialmente por su falta de

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mérito para ocupar ese cargo y sus actividades laborales previas incompatibles con ese
puesto-, cuestiones relativas al ordenamiento territorial, y al procedimiento de EIA del
proyecto minero “San Jorge”, en la localidad de Uspallata, entre otros. La Asamblea
también participó activamente del diseño del reglamento interno del CPA, que desde su
creación no había sido redactado. En este sentido, podemos afirmar que la participación
de los miembros de la Asamblea y de otras organizaciones presentes en el Consejo le
confirió al reglamento un carácter más horizontal y participativo.
Paralelamente, la Multisectorial de General Alvear ha pedido explicaciones a la
Secretaría, en las reuniones del CPA, sobre proyectos mineros desarrollados en el sur de
la provincia. Ante estos pedidos, la Secretaría ha vuelto a manifestar en diversas
ocasiones, la acción a desarrollar durante su gestión, de capacitar a todo el personal de la
Secretaría de Medio Ambiente para cumplir el rol de policía ambiental, preventiva y
sancionatoria.
Los hechos permiten manifestar que estas organizaciones han logrado, a pesar de su
reciente participación en el CPA, la simpatía y credibilidad de varios de sus miembros más
antiguos. Esto se materializa en la elección del representante de la Asamblea como
representante titular del CPA en la CEIAM, y del representante de la Multisectorial de
General Alvear como suplente.
Este hecho, por un lado, ha sido visto como positivo por algunos miembros de la
Asamblea, en el sentido que ya fue mencionado, de contar con información sobre los
proyectos mineros desde el momento en que éstos presentan sus IIA. Pero, por otro lado,
también ha generado la preocupación de concentrar las actividades de la Asamblea en su
participación en estos espacios, quitándole tiempo y esfuerzos al trabajo de base que,
justamente, es el que consideran que posibilita la movilización social. Por este motivo, se
ha aceptado la participación en estos espacios siempre y cuando sea paralela al desarrollo
de otras acciones. También ha sido cuestionada la pérdida de tiempo para otras
actividades que han ocasionado las largas discusiones sobre cómo participar en el CPA,
planteando siempre que la discusión sobre la participación en este espacio no debía
desgastar ni dividir a los miembros de la Asamblea. Es decir, la mayoría de sus integrantes
acepta la participación en el CPA, siempre y cuanto esto no implique un costo político, sino
667
que “…lo político lo fije la asamblea en el territorio, en la calle...”. En este sentido, los
representantes de la Asamblea en el CPA, manifestaron que, si en algún caso, la postura
de la Asamblea no coincide con la adoptada por el CPA, ellos abandonarían su
participación en este espacio y en la CEIAM.
Es de esta manera como los miembros de la Asamblea Popular por el Agua del Gran
Mendoza, manifestaron una vez más que el eje de la lucha seguirá estando “en la calle”,
pero, a su vez, decidieron dar lugar a la experiencia de participar del Consejo, y a partir de

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él en la CEIAM.
Esta participación no se ha dado sin roces. La Asamblea adoptó una postura
sumamente crítica hacia la Secretaría de Medio Ambiente ante la presentación del Plan
de Gestión Ambiental 2008-2012. Criticó la falta de participación en la elaboración del
Plan de Gestión Ambiental presentado, argumentando que, más allá que no fuera el plan
exigido por Ley, igualmente debería haber contado con la participación del CPA. Esta
Asamblea consideró que, ante este hecho, quedaba demostrado que desde el gobierno no
había voluntad política para propiciar y efectivizar la participación real, y que por lo tanto
se hacía necesario ir con una postura más firme al CPA y con mayor información para
cuestionar este tipo de acontecimientos, que tienden a desgastar la dinámica asamblearia.
Además, la Asamblea del Gran Mendoza hizo públicas sus críticas en diversos medios
provinciales, lo que molestó considerablemente a los representantes de la Secretaría de
Medio Ambiente.
Otros temas también han generado rispideces entre la Secretaría y algunos
miembros del CPA. Entre ellos, el procedimiento de EIA del proyecto minero PRC, y el
668
otorgamiento de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) para este proyecto, con más
de 100 condicionamientos. El CPA fue el único organismo miembro de la CEIAM que se
opuso al otorgamiento de la DIA, posicionamiento que no fue reflejado en el texto de la
DIA correspondiente. Al cierre de este trabajo, la mayor parte de los miembros del CPA
sigue manifestando su disconformidad con este hecho, temiendo que se repita con el
proyecto minero que se evalúa actualmente, “San Jorge”, de minería metalífera de cobre,
oro y plata. Volveremos a este tema en el próximo apartado, en el que se detallará el
procedimiento de EIA de PRC.
En conclusión, los hechos acontecidos han confirmado la percepción de que incluir a
organizaciones de base en espacios como el CPA es una manera de neutralizar el
669
conflicto, permitiendo la participación en el debate, pero sin demasiadas posibilidades
de participación real, en cuanto al carácter vinculante de las opiniones del CPA respecto a
las decisiones tomadas por el gobierno.

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CAPÍTULO 9: LOS PROCEDIMIENTOS DE EVALUACIÓN AMBIENTAL DE LOS
PROYECTOS MEGAMINEROS. ENTRE LA LEGALIDAD Y LA LEGITIMIDAD SOCIAL

“…La protección del ambiente es considerada como un costo y condición del proceso
económico, cuya “sostenibilidad” depende de las posibilidades de valorizar a la naturaleza.
Sin embargo, el cuestionamiento a la economía desde la ecología no ha llevado a
deconstruir la racionalidad económica dominante y a fundar una nueva teoría de la
producción en los potenciales de la naturaleza y en los sentidos de las culturas, con lo que
las políticas ambientales siguen siendo subsidiarias de las políticas neoliberales...”
Enrique Leff (2004:100)

EL CASO DE POTASIO RÍO COLORADO (PRC)

En Malargüe, al límite con la provincia de Neuquén, se localiza “Potasio Río


Colorado”, un proyecto de extracción de sales de potasio, que es el único proyecto
megaminero que cuenta con la autorización ambiental para iniciar la explotación, es decir,
con la DIA.
PRC es un proyecto en el que la empresa “Río Tinto” comenzó a participar a fines de
2003, ya que era de una empresa minera nacional, “Minera Tea”. A mediados del año
2005, “Río Tinto” obtuvo la opción de compra. Posteriormente, ya iniciado el procedimiento
de EIA, en enero de 2009, es comprado por la minera “Vale”, la que llevará a cabo la fase
de explotación.
A fines del año 2006, la empresa “Potasio Río Colorado S.A.” –entonces subsidiaria
de la transnacional anglo-australiana “Río Tinto”– presentó ante las autoridades
mendocinas el Informe de Impacto Ambiental (IIA) del proyecto. Se trata de un proyecto de
minería no metalífera, de extracción de sales de potasio, al sur de la provincia, en las
proximidades del Río Colorado.
Para analizar el conflicto en torno a PRC, es importante destacar, por un lado, el
contexto de movilización en rechazo a estos emprendimientos –tanto a nivel provincial
como nacional– que precedió y acompañó la evaluación ambiental del mismo y, por otro,
el modo en que se llevó a cabo esta evaluación, y su interacción con el conflicto.
Desarrollaremos a continuación los detalles de este procedimiento y las acciones que,
paralelamente a lo institucional, se realizaron desde las diversas organizaciones existentes
en Mendoza y en otras provincias del país, e incluso en el Reino Unido.

El análisis del procedimiento de evaluación de impacto ambiental

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Como ya fue mencionado, la empresa PRC, subsidiaria de “Río Tinto”, presentó, con
fecha de diciembre de 2006, el IIA670 del proyecto PRC para su etapa de explotación,
convirtiéndose así en el primer proyecto megaminero671 que llegaba a esta etapa en
Mendoza. Se inició así su procedimiento de evaluación de impacto ambiental (EIA),
durante el 2007. Un año que, como fue detallado previamente, estuvo caracterizado por
una activa movilización popular que rechazó los emprendimientos mineros en la provincia,
y que tuvo entre sus efectos la sanción de la Ley provincial Nº 7.722, que limita la actividad
minera en Mendoza. Sin embargo, el proyecto PRC, al tratarse de minería no metalífera
sin uso de las sustancias prohibidas por dicha ley, quedó fuera de su alcance.
Como fue explicado en el Capítulo 4, este procedimiento de EIA se regula mediante
el Decreto 820 (2006),672 y la Ley provincial Nº 5961 -Ley de Preservación del Ambiente de
Mendoza-. Este Decreto establece como Autoridad de Aplicación conjunta en materia
ambiental minera a la Dirección de Saneamiento y Control Ambiental y la Dirección de
Minería. Asimismo, crea la Comisión Evaluadora Interdisciplinaria Ambiental Minera
(CEIAM),673 organismo multidisciplinario encargado de evaluar los proyectos de
explotación minera, y destaca, como ya fue mencionado, que “…la regulación ambiental
de la actividad minera no puede ni debe eludir la participación ciudadana en los procesos
de toma de decisión, así como tampoco puede adoptar una postura indiferente en lo que
se refiere a un uso racional y sustentable de los recursos naturales manteniendo el
equilibrio y dinámica de los sistemas ecológicos…”.674 Veamos como se materializaron -o
no-, estos postulados, en el caso de PRC.
Como fue mencionado previamente, el proyecto PRC se localiza en Malargüe,
departamento del sur de Mendoza, próximo al Río Colorado y a 690 Km de la capital
mendocina. Consiste en la extracción de sales de potasio por el método de disolución.
Es decir, se inyectará agua a alta temperatura a fin de diluir las sales de potasio -que
se encuentran a unos 1.200 metros de profundidad- y se extraerá una “salmuera”, de la
que posteriormente será separado, mediante procesos de evaporación, cristalización y
secado, el cloruro de sodio que se encuentra junto al potasio en el yacimiento. Los
principales insumos son energía (aproximadamente 70 MW para todo el proyecto), gas (1
millón de m3/día) y agua (1 m3/s).675

Malargüe: tradición minera y apoyo municipal al proyecto

En Malargüe, departamento de tradición minera, el proyecto PRC fue declarado de


Interés Público Municipal, Económico y Productivo, Estratégico, de Desarrollo Social,
Laboral, Cultural y de Desarrollo Comunitario Departamental, por Resolución Nº 028
(2007) del Honorable Consejo Deliberante (HCD). En dicha resolución se destacan las

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“iniciativas concretadas a favor de la comunidad”, tales como programa de entrenamiento
docente en medio ambiente,676 programa de apoyo escolar y becas, padrinazgo de
escuelas, visitas escolares programadas al sitio, entrega de becas y apoyo a las iniciativas
paleontológicas.
Es decir, las acciones que en dicha resolución se destacan como “iniciativas a favor
de la comunidad”, son vistas por los movimientos socioambientales como las acciones
“clientelares” que llevan adelante estas empresas para ganar la “licencia social” de las
comunidades más cercanas a sus proyectos. La crítica también hace hincapié en el rol del
Estado, ya que estas empresas no hacen más que cubrir aquellos servicios que el Estado
debería garantizar y no lo hace.
Es importante recordar aquí que fue en Malargüe, donde, como ya fue comentado en
este Capítulo, se intentó realizar una reunión de AMPAP que provocó la sanción de una
ordenanza por parte del HCD, criticada incluso a nivel nacional por reconocidas
personalidades vinculadas al área ambiental, por considerar que ésta violaba derechos
constituciones, como la libertad de opinión, entre otras.

Consulta y audiencia pública

El proyecto empezó a tomar visibilidad pública en Mendoza a partir de noviembre de


2007, mes en que se realizó en Malargüe la audiencia pública del proyecto. A esta
audiencia concurrieron miembros de las asambleas y grupos de vecinos de otros
departamentos -San Carlos, General Alvear, Las Heras, Capital y Guaymallén-. Asistieron
también miembros del Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (COIRCO) y de
organizaciones ambientales de La Pampa. Como está determinado por la legislación, y
como afirmó uno de los coordinadores de la audiencia: “…Las opiniones vertidas durante
la audiencia son tenidas en cuenta para la posterior emisión de la DIA…”.677
Previamente, el expediente había estado disponible durante 60 días hábiles para ser
consultado, tanto en la ciudad de Mendoza como en Malargüe. También la Universidad
Tecnológica Nacional (UTN) Regional Mendoza, había realizado el dictamen técnico del
proyecto, en el que efectuó numerosas observaciones, y habían sido emitidos los
dictámenes sectoriales de los organismos que componen la CEIAM. Algunos de estos
organismos, como la DOADU y el COIRCO, exigieron en sus dictámenes el estudio de
alternativas a la disposición en superficie de la pila de cloruro de sodio (en adelante “pila
de sal”) –como la utilización de dicha sal o su reinyección- y se opusieron a dicha
disposición, argumentando que la empresa debía hacerse cargo de sus pasivos.
En la audiencia, realizada el 10 de noviembre de 2007, la empresa describió el
proyecto PRC678 y la representante de URS, consultora encargada de realizar el IIA, hizo

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una breve descripción del mismo y de sus impactos ambientales. A continuación, dieron
sus opiniones los participantes de la audiencia. Las preocupaciones giraron en torno a la
contaminación del Río Colorado –especialmente por el riesgo de salinización a partir de la
pila de sal, localizada a unos 5 Km del mismo-, a las dudas sobre la capacidad de control
por parte del Estado, y también se criticó la metodología de información y participación
ciudadana. En este sentido, se mencionó la dificultad de comprender una metodología tan
técnica como la del IIA, la excesiva cantidad de páginas y los insuficientes 60 días para
consultar el expediente, para lo que cualquier persona debía restar tiempo al trabajo, al
descanso o a cualquier otra actividad.
La legislación, la democracia representativa y el desconocimiento de los funcionarios
fueron también puntos en cuestión. En palabras de una vecina del departamento de San
Carlos:

“…pensé que en la audiencia pública iba a encontrar un dictamen también oral,


tomando todos los dictámenes que habían tenido las comisiones o los distintos entes
que me representan como ciudadana (…), porque fue un resumen muy escueto y
nombrando páginas (…), si es una audiencia pública para sintetizar un informe
técnico de 5.000 fojas y después nosotros tenemos cinco minutos para preguntar, es
una cosa para mí ridícula, y nos están dejando a los ciudadanos de nuevo sin poder
elegir, sin poder participar, sin saber en realidad qué de bueno y de malo nos va a
traer esto. Yo responsabilizo a los funcionarios electos y a los que están pagos por
nuestro gobierno, de tener que estar informados, y ser los principales en informar al
pueblo, para que realmente la democracia participativa sea de un pueblo que pueda
elegir , y no estas pseudo-cosas legales, porque la ley las permite, pero no es una
ley justa, porque es una ley que permite el saqueo de nuestros recursos y poniendo
en riesgo el agua que en este momento a nivel mundial es la que tendría que estar
cuidada por todos, seguimos poniendo en riesgo el agua, seguimos dejando otros
modelos o un modelo alternativo de desarrollo sustentable para nuestros hijos. (…)
También hay un decreto reglamentario 820 con el que nosotros no estamos de
acuerdo porque vuelve a ser la misma copia, todos pueden opinar pero pocos
deciden y deciden por todos, cuando hay un interés económico que puede comprar y
pagar a cualquiera…”.679

Se criticaron las leyes, desde el Código de Minería hasta la aprobación por parte de
la Legislatura mendocina del m3 de agua del Río Colorado para el proyecto, y aspectos
técnicos que según las opiniones vertidas necesitaban ser completados, aclarados o
rectificados.
Entre ellos, se criticó desde la falta de traducción de páginas del IIA en inglés, hasta
el desconocimiento del viento zonda –característico de la provincia- y la mención de
ciclones, huracanes y tifones, fenómenos que no ocurren en la provincia de Mendoza.
También se cuestionó la calificación de las emisiones de calor como insignificantes, para
un proyecto que consumirá 1 millón de m3/día, similar al consumo residencial + oficial +
comercial de la provincia de Mendoza. Temas como la consideración de vientos,
movimientos sísmicos y la estabilidad de la pila de sal también fueron abordados. En

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cuanto a la geomembrana que se colocaría debajo del depósito de sal, la empresa
reconoció que “…no obstante la mejor práctica que utilicemos, siempre va a haber una
pequeña pérdida mínima de los sistemas de membrana…”. 680
Desde la empresa se respondió que siempre habían puesto a disposición
especialistas para responder consultas específicas, y algunos participantes de la audiencia
manifestaron desconocer esto. Los representantes de PRC también destacaron la
realización de consultas a todas las comunidades involucradas en el proyecto. Por su
parte, los encargados de llevar adelante la audiencia mencionaron que la provincia de
Mendoza ha sido pionera en instrumentos jurídicos de participación, como el caso de la
audiencia pública.681
La preocupación por el control fue un tema que se reiteró en numerosas
exposiciones. La lejanía del sitio del proyecto, la escasez de personal y presupuesto de los
organismos de control, el real poder de aplicación y voluntad política de aplicar todas las
recomendaciones exigidas por los dictámenes a la empresa, fueron puestos en cuestión.
El control a través del tiempo fue otro de los temas, siendo la pila de sal un pasivo
ambiental que quedará a perpetuidad, y en este sentido se sumaron los cuestionamientos
al posible fondo de garantía constituido voluntariamente por la empresa. También se
criticaron ciertas irregularidades en el procedimiento, como el conocimiento de que
algunos dictámenes fueron enviados a “reformular”, y otros entraron el día previo a la
audiencia pública, quedando la población sin posibilidad de consultar estos informes.
Como fue mencionado en el Capítulo 4, si bien el Decreto 820 no establece la
obligatoriedad de que todos los dictámenes sectoriales estén disponibles durante la
consulta pública, sí se fomenta es la participación informada, por lo que es imprescindible
que la población pueda tener acceso a lo que diferentes profesionales opinaron sobre el
proyecto.
Por otra parte, si bien los encargados de la audiencia mencionaron la participación
del Consejo Provincial del Ambiente (CPA), como ya fue mencionado en el apartado
anterior, este Consejo no había sido informado de que debía formar parte de la CEIAM.
También en la audiencia, algunas personas de Malargüe mencionaron su percepción
de que muchas intervenciones tenían un común denominador, que era la oposición no sólo
a este proyecto, sino al proyecto minero nacional, usándose términos como “saqueo” y
mezclándose con cuestiones ideológicas, mencionando incluso temas como el capitalismo.
Manifestaron la impresión de que se estaba intentando detener el proyecto, y enunciaron
que no estaban dispuestos a permitirlo. Afirmaron que Malargüe estaba haciendo una
apuesta fuerte al control y preservación ambiental del departamento, sin decir por eso no a
la minería.
Estas afirmaciones fueron respondidas por pobladores llegados de otros

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departamentos, entre ellos, una persona de General Alvear, la que manifestó:

“…nosotros no hacemos distinción de empresas, si fueran empresas nacionales que


van a causar daños irremediables, también estamos en contra, y no estamos en
contra del desarrollo, entendemos que nuestros representantes pareciera que no
tienen la imaginación y la inteligencia suficiente para proponer otras formas de
desarrollo (…) o sea, estamos regalando nuestros bienes comunes, o nuestros
recursos naturales, como les guste, y esto no tiene que ver ni con el capitalismo ni
con el comunismo, porque ambos hicieron lo mismo, considerar que este planeta es
infinito y no lo es (…), se trata de lograr vivir de otra manera…”.682

Hubo posturas aun más duras hacia las personas que realizaron críticas al proyecto,
especialmente, a las provenientes de otros departamentos y provincias:

“…es mucho más difícil seguramente sentarse a leer que salir a cortar rutas, porque
tenemos tiempo muchas veces para algunas cosas pero no para lo más importante
y aquí me parece que es interesante también preocuparnos por todo lo que hace a la
información, para no solamente venir a una audiencia pública a plantear un punto de
vista sino también a escuchar a todos…”.683

Desde las intervenciones que provenían de personas que no eran de Malargüe, la


falta de precisión científica fue otro de los cuestionamientos. Se remarcó la falta de
conocimiento del ecosistema, previo al inicio del proyecto, y la necesidad de avales
técnicos precisos. Una persona de la provincia de San Juan, en relación a ello y en
respuesta al planteo de ir a la audiencia con un punto de vista tomado, afirmó:

“…ahora se imaginan ustedes que conociéramos medianamente como funcionan


los ecosistemas, y entonces sí señores vamos a saber cómo cargar ese ecosistema,
y entonces sí voy a creer en la planificación, porque sino no es así y se lo venimos a
decir simplemente, no venimos a discutir ni a pelear con usted, ustedes quieren la
minería, es un problema de ustedes muchachos, no es nuestro, si yo no voy a
decidir por lo que ustedes están haciendo, lo único que les estamos diciendo y
nosotros les recomendamos a todos, escúchennos pero también escuchen la otra
parte y tomen una decisión, pero háganse responsables de la decisión, y tomen una
decisión en serio, y nosotros lo que planteamos es que no tiene entidad ni técnica ni
científica este tipo de estudio que la ley exige…”.684

En cuanto a la crítica a la modalidad del corte de ruta, también se escucharon


respuestas:
“…desde Alvear, lo que no queremos para nosotros no lo queremos para nadie y
cuando tuvimos que salir a cortar rutas fue porque ningún funcionario, ni ningún
representante, nos dio ninguna información (…), entonces, cuando uno termina
cortando rutas es porque ya no le queda ninguna salida, no es nada cómodo, leímos
mucho, estudiamos mucho, nos informamos mucho, tratamos de hablar con todos
los funcionarios, con los legisladores, con el gobernador, no hubo caso, no hubo
notas ni nada que surtiera efecto, lo único que parece haber surtido efecto ha sido
este corte de ruta, en realidad, nos molestó bastante…”.685

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Como se puede resumir de las participaciones mencionadas, además de la
incredulidad de la ciudadanía hacia los estamentos del Estado y los controles, temas como
las alternativas de desarrollo, la información y la toma de decisiones, las ganancias de la
empresa comparadas con las que le quedan al país, y la posibilidad de dejar el cloruro de
potasio para el abastecimiento nacional,686 también aparecieron en el debate.
Un miembro de la Asamblea Popular por el Agua del Gran Mendoza, presente en la
audiencia, que se identificó como docente de la Universidad Nacional de Cuyo, fue
invitado por los encargados de coordinar la misma,687 a presentar su planteo por escrito.
Fue presentado así un documento elaborado por miembros de esta Asamblea, que pasó a
formar parte del expediente del proyecto. Por otra parte, esta Asamblea también realizó
acciones para manifestar su rechazo al proyecto. Entre ellas, se realizó un escrache, en
febrero de 2008, en las inmediaciones de las oficinas de la empresa “Río Tinto”.
En este escrache se colocaron banderas en una de las esquinas más transitadas de
Godoy Cruz –departamento del Gran Mendoza donde “Río Tinto” tenía parte de sus
oficinas- sobre una avenida también muy transitada. Se juntaron firmas, se repartieron
panfletos y se armó en la calle un modelo a escala de lo que sería el mayor pasivo
ambiental del proyecto: la pila de sal. Sobre un nylon negro se colocaron 100 Kg de sal,
representando la pila en escala 1:1.000 (1 cm = 10 m). Sobre sus bordes se aclaraban las
medidas reales: 1.400 m x 1.500 m, es decir, 210 Has. Encima de la pila de sal, una
pequeña cajita representaba un edificio de 50 metros de altura (unos 15 pisos) que sería la
altura de la pila. De esta manera, la gente que transitaba podía ver en una pequeña escala
la pila de sal que quedaría en el sur de la provincia. Detrás del modelo, un cartel explicaba:
“100 Kg de sal que nos llevaremos, Potasio Río Colorado quiere dejar 100.000 millones de
Kg para siempre” (ver Imagen 15). En otras banderas podía leerse: “Contra el saqueo y la
contaminación, SI al uso racional del gas según nuestras necesidades, al agua pura de
nuestros ríos, NO al saqueo transnacional de nuestros bienes comunes, a Potasio Río
Colorado”, “El agua es un derecho, no una mercancía”, “Tocan a uno, tocan a todos”688.
Aprovechando el corte intermitente del semáforo, algunos militantes se paraban frente a
los vehículos detenidos con un cartel que explicaba: “Potasio Río Colorado quiere quemar
1 millón de m3 de gas por día = consumo residencial + oficial + comercial de toda
Mendoza”. En algunas remeras podía leerse: “Río Tinto nos $ale $alada” y “las mineras
ponen en Jaque689 la vida”.
La noticia del escrache tuvo repercusión internacional, y a través del representante
argentino de “Mines and Communities”, la organización “People Against Rio Tinto and
Subsidiaries” (PARTIZANS, Pueblos en contra de Río Tinto y subsidiarias690) contactó a la
Asamblea del Gran Mendoza, invitándola a enviar un representante a la reunión anual de
accionistas de “Río Tinto”. Fue así como uno de sus miembros viajó en abril de 2008 a

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Londres, como parte de un grupo de representantes de comunidades afectadas por las
actividades de la empresa y activistas que intervendrían en la reunión. Además del
integrante de la Asamblea del Gran Mendoza, viajó también desde Argentina un
miembro de la Asamblea Patagónica Contra el Saqueo y la Contaminación; juntos
plantearon los argumentos en contra del proyecto PRC. Entre ellos, que cuatro organismos
estatales dictaminaron en su contra (COIRCO, DOADU, DRNR y Dirección de Hidráulica) y
que, a instancias de una presentación realizada por la Asamblea del Gran Mendoza, la
Defensoría del Pueblo de la Nación investiga el tema; que en Argentina hay reservas
gasíferas probadas para sólo 8 años, pero PRC requeriría 1 millón de m3 de gas por día,
un tercio de lo que Argentina importa desde Bolivia; que para crear 386 empleos en
Mendoza, la mina gastaría la misma cantidad de energía que la industria mendocina utiliza
para 16.100 empleos; y que los ingresos para el Estado provincial y los trabajadores
serían ínfimos comparados con multimillonarias ganancias que la empresa enviaría a
Inglaterra y Australia.

Imagen 15: Modelo a escala de la pila de sal de PRC


Fuente: Fotos tomadas durante el trabajo de campo

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Desde otros países, viajaron a la reunión representantes de Bougainville, que se
oponen a la reapertura de la mina de cobre “Panguna” (“Río Tinto” debió retirarse de la isla
luego de una protesta contra la mina que derivó en una guerra civil, en 1989).
También participaron del encuentro un representante de los afectados por la mina de
oro y cobre “Grasberg” (la de mayor producción de oro en el mundo, y en cuya ampliación
intervino “Río Tinto” con un 40%) en Papua Occidental; una mujer indígena de la
comunidad Keenaway Bay, y un miembro del grupo de activistas “Yellow Dog Summer”,
ambos de Michigan, Estados Unidos, quienes comentaron sus argumentos contra el
proyecto de níquel “Eagle” (a cargo de “Kennecott Eagle Minerals”, subsidiaria de “Río
Tinto”). Asimismo, la “Renewable Resources Coalition” de Alaska participó con la denuncia
del proyecto de cobre “Pebble” a cargo de la minera “Northern Dynasty”, en la que “Río
Tinto” posee un 10% paquete accionario.691 Participaron también organizaciones como el
“Mineral Policy Institute” (Australia) y “Friends of the Earth” de Reino Unido.
El mismo día de la reunión, se ofreció una charla pública en el Centro para los
Derechos Humanos de “Amnesty International”, coordinada por un miembro de la “London
Mining Network” (red de organizaciones y personas que apoyan a comunidades afectadas
por la minería desde Londres), y contó con la presencia del periodista e investigador Roger
Moody, quien dio un introducción sobre las empresas mineras de Reino Unido que operan
a nivel global.
La experiencia de conocer estas otras luchas contra “Río Tinto” en el mundo, con
realidades mucho más dramáticas que la del proyecto PRC, reforzó en la Asamblea
Popular por el Agua del Gran Mendoza el espíritu de resistencia a esa transnacional.
Apenas cinco días después de la reunión de accionistas, dicha asamblea fue
contactada por el Gerente de Relaciones Externas de “Río Tinto” en Argentina, a fin de
conversar sobre los aspectos cuestionados del proyecto. Esta reunión se concretó en
mayo de 2008, en las oficinas de “Río Tinto” en Mendoza. Para esta reunión, “Río Tinto”
convocó, además de la representante de URS en Argentina, a un representante de “Klohn
Crippen Berger”, la empresa que realizó el estudio de factibilidad del depósito de sal. Los
miembros de la Asamblea y los representantes de “Río Tinto” discutieron sobre la
corrección y omisión de datos e información en el IIA presentado por la empresa, y sobre
los estudios no presentados al momento de presentar el IIA – como el estudio de
alternativas al depósito de sal, o mayor especificación de la ingeniería de detalle y los
planes de contingencias-.
Durante la reunión, se generó un diálogo cordial, y la empresa se comprometió a
corregir errores puntuales de su IIA detectados por los miembros de la Asamblea. Se pudo
percibir que la mayor parte de los representantes de la empresa había leído el Informe
presentado a la entonces Dirección de Saneamiento y Control Ambiental por la Asamblea.

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En este sentido, el representante de la empresa “Klohn Crippen Berger”, expuso un power
point que había preparado con las respuestas a los planteos desarrollados en dicho
informe. Los representantes de “Río Tinto” manifestaron una vez más su seguridad en
cuanto a que no existirá impacto sobre el Río Colorado. Este fue el argumento que justificó
en muchos casos la no profundización de datos y estudios. Finalmente, la empresa
agradeció los comentarios de la asamblea, manifestando que los ayudó a mejorar su IIA.
Uno de los aspectos más interesantes de la reunión, y donde se plantearon las
mayores divergencias, fue en torno a los conceptos de crecimiento, sustentabilidad,
recursos no renovables, entre otros, pero no se profundizaron por “…exceder los temas
tratados en la reunión…”, en palabras del Gerente de Relaciones Externas de “Río Tinto”.
Los miembros de la asamblea preguntaron qué entendía PRC por sustentabilidad. La
empresa definió la sustentabilidad del proyecto en base a sus relaciones con la
comunidad, al trabajo con ésta y su preparación para cuando el proyecto termine. También
destacó su contribución al estudio de ciertos temas, como estudios de revegetación y de
poblaciones de guanacos.
La concepción sobre estos términos que argumentaron los representantes de la
empresa, es muy diferente a la de las asambleas socioambientales, para las cuales una
actividad que va a dejar un pasivo ambiental a perpetuidad, del que no fueron realizados
estudios profundos sobre alternativas, y que consumirá una gran cantidad de energía -
para una actividad que consideran, no beneficia directamente a la comunidad, además de
extraer sus bienes naturales-, está muy lejos de poder ser considerada sustentable.
Paralelamente a los acontecimientos en la provincia de Mendoza, en primer lugar
algunas organizaciones pampeanas -como “Alihuen” y “Fundación Chadileuvú”-, y
posteriormente legisladores y el propio gobernador de la provincia de La Pampa, así como
el Comité Interjurisdiccional del Rio Colorado (COIRCO), manifestaron a las autoridades
mendocinas su preocupación por los riesgos de salinización del Río Colorado que
implicaba el proyecto. Asimismo, diputados y senadores nacionales presentaron pedidos
de informes al Poder Ejecutivo Nacional, y la Legislatura de La Pampa solicitó una
investigación independiente a la Auditoría General de la Nación.
En Santa Rosa de la Pampa, localidades cercanas al Río Colorado (Hilario Ascasubi
y Villalonga, en la provincia de Buenos Aires, y Río Colorado, en la provincia de Río
Negro) y Mendoza se organizaron numerosos foros para discutir el proyecto, a la mayoría
de los cuales fue invitado un miembro de la Asamblea del Gran Mendoza. Mientras tanto,
el tema se difundió también en medios de diferentes provincias, y en sitios de Internet de
Argentina, América Latina y España.
Como ya fue mencionado, el representante de la Asamblea Popular por el Agua del
Gran Mendoza en el CPA, fue designado representante del CPA en la CEIAM, y suplente

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el representante de la Multisectorial de General Alvear. Este hecho simbolizó una muestra
de confianza de las principales organizaciones ambientales de la provincia hacia la
asamblea.
En octubre de 2008, ante las presiones de las organizaciones de Mendoza y del resto
de las provincias afectadas por el proyecto, la empresa “Río Tinto” presentó una
Manifestación Específica de Impacto Ambiental (MEIA) para relocalizar la pila de sal, que
ya no estaría a 5 Km del Río Colorado sino a 17 Km. Los miembros de la CEIAM (incluido
el representante del CPA) realizaron una visita al sitio. Para visualizar los intereses en
juego en torno al proyecto, es interesante destacar las palabras del propio Secretario de
Minería de la Nación, Jorge Mayoral, durante esta visita al sitio del proyecto:

“…La presidenta nos ha encomendado la tarea de ir adelante con el proyecto en


una visión que trasciende claramente el perfil de decisión política de nuestro propio
gobierno. Hay un compromiso con el presidente Lula de Brasil amarrado en la
relación binacional argentina-brasilera, de poner en marcha este proyecto minero lo
más antes posible, y en este aspecto nosotros vamos a ser celosos custodios para
que la dinámica del proyecto sea la mayor posible. Te vamos a exigir Kevin
(dirigiéndose al Gerente General del proyecto PRC), inmediatamente que tengas la
DIA, el cumplimiento del desarrollo e inversión para que el proyecto se pueda poner
en marcha, estamos absolutamente convencidos que podemos cortar la cinta al fin
de 2011, cuando nos estemos yendo, y queremos dejar este proyecto como parte de
la mejor herencia del desarrollo minero de Argentina, en pocos días vamos a
presentar este proyecto, con los caballeros, en sociedad, en Buenos Aires, en la
casa de gobierno, estoy seguro que muchos de ustedes nos van a estar
acompañando, en este sentido, entonces también vaya nuestro compromiso para
tratar de ir quitando piedras en el camino de aquellas cosas que aun estando
encaminadas todavía no han estado resueltas…”.

También puede establecerse en este sentido una relación entre este compromiso
y la compra del proyecto por la minera “Vale”, entre cuyos accionistas se encuentra el
gobierno federal de Brasil.
Posteriormente, en noviembre, el CPA recibió el pedido de emitir su dictamen
sectorial de la MEIA, el cual fue presentado en diciembre, junto con el dictamen sectorial
del IIA, que no había sido presentado por las irregularidades ya comentadas. Este
dictamen manifestó la oposición a que se otorgara la DIA a PRC sin que la empresa
presentara los estudios faltantes, y la oposición a aceptar un proyecto que implicaba un
excesivo consumo de gas y dejaba un pasivo ambiental a perpetuidad en la provincia, sin
haber profundizado el estudio de alternativas. Los miembros del CPA se reunieron en ese
entonces con el Secretario de Ambiente y le manifestaron su desacuerdo con que la MEIA
no tuviera audiencia pública, ya que, si bien el decreto 820 no lo especifica, se dejaba a la
población sin poder opinar sobre un cambio importante en el proyecto.
En enero de 2009, la empresa brasilera “Vale” compró el proyecto PRC a “Río Tinto”,
y es en agosto de 2009, cuando se reúne la CEIAM para su dictamen final único –con el

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miembro de la asamblea como representante titular del CPA- y en septiembre de 2009, el
gobierno otorgó la DIA del proyecto, con más de 100 condicionantes.692 El CPA fue el
único organismo que rechazó el otorgamiento de la DIA dadas las condiciones en que se
encontraba el proyecto. “…El CPA si bien comparte en general el texto sugerido, considera
que debe rechazarse el proyecto por el elevado consumo energético que la actividad
demanda y por la falta de alternativas a la disposición del cloruro de sodio, siendo ésta una
opinión única dentro de la Comisión. Sin embargo, reconoce que con la relocalización de
la pila de sal el posible riesgo de contaminación hídrica del Río Colorado ha quedado
disminuido…”.693 El resto de los integrantes de la CEIAM, si bien algunos de ellos
compartían los planteos del CPA, se vieron limitados a dictaminar sobre aspectos
puntuales del proyecto, y no desde una visión integral como se intentó abordar desde el
CPA. Por otra parte, se conformó con todos los integrantes de la CEIAM la Unidad de
Gestión Ambiental (UGA)-PRC, que será la encargada de controlar y verificar todos los
estudios que la empresa aun debe presentar, y las acciones que esta lleve a cabo en el
proyecto. Al cierre de este trabajo esta UGA aun no había sido convocada.
En la última reunión de la CEIAM por el proyecto PRC, ante el planteo de la falta de
alternativas, la abogada de la Dirección de Protección Ambiental argumentó que este
estudio era solicitado por el Decreto 2.109 (1994), y que este ya no era aplicable ante la
existencia de un Decreto específico para la actividad minera (el 820/2006). Sin embargo,
en palabras de Aldo Rodríguez Salas, el estudio de alternativas en un proyecto de esta
envergadura forma parte del sentido común y, como ya fue mencionado en el Capítulo 4,
las normas deben ser interpretadas razonable e integralmente.694
La negativa del CPA al otorgamiento de la DIA no quedó manifestada en el texto final
de la misma. Algunas de las organizaciones ambientales de Mendoza, salieron a expresar
su rechazo a la DIA en los medios de comunicación, sin demasiados resultados.
Paralelamente, miembros del gobierno de Mendoza, expresaban mediáticamente y en
algunas jornadas su logro de que la provincia tendría, no sólo el 3% de las regalías del
proyecto, sino un 1% adicional otorgado por la empresa, que conformaría un “fondo
socioambiental”. Este acuerdo entre la empresa y el gobierno quedó plasmado en un
Decreto del gobernador mendocino.695
Por otra parte, respecto al gas, aún no hay pedido oficial de la empresa ante la
Secretaría de Energía, por lo cual lo más probable es que, mediante el plan “Gas Plus”, la
empresa PRC negocie directamente el suministro del gas con las empresas
concesionarias de este servicio.

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9.2. USPALLATA: SAN JORGE PONE EN ALERTA A TODA LA PROVINCIA

El Proyecto “Planta Concentradora San Jorge”, que la empresa Minera “San Jorge
S.A.”, subsidiaria de “Coro Mining Corp”, planea explotar en el departamento de Las
Heras, Mendoza, ha despertado la preocupación de todas las organizaciones que se
oponen a la megaminería en la provincia.
Se trata del primer proyecto de minería metalífera que presenta su IIA de la etapa de
explotación en la provincia de Mendoza. Este proyecto, principalmente de extracción de
cobre, pero también se extraerá oro y plata, se localiza en la Estancia Yalguaraz, Distrito
Uspallata, al noroeste del departamento de Las Heras, siendo Uspallata la localidad más
cercana al proyecto.
El IIA, con fecha de septiembre de 2008, fue elaborado por la Consultora “Vector
S.A.”. Si bien en un inicio la empresa proponente iba a utilizar ácido sulfúrico en el
proceso, como ya fue explicado, la sanción de la Ley Nº 7.722 impidió el uso de esa
sustancia, por lo que el cobre será concentrado mediante el proceso de flotación.
Asimismo, otra sustancia utilizada, el xantato, es considerada por algunos profesionales
como una sustancia tóxica, por lo que al cierre de este trabajo, aún se discute si debido a
ello este proyecto violaría esta Ley.
Más allá del aspecto administrativo y técnico, a fines del año 2008, un grupo de
vecinos de Uspallata se autoconvocaron para oponerse al proyecto minero. En una
comunidad que vive en gran parte vinculada al turismo, y que ha sido históricamente
relegada por el gobierno departamental de Las Heras, el proyecto minero puso a la luz los
descontentos, las divergencias sociales y las expectativas de los vecinos. También es
importante destacar que el lugar ha sido elegido por personas de otros lugares del país,
que han decidido vivir en Uspallata por el contacto con la naturaleza, su valor místico y
otras características otorgadas a este valle de montaña por diversos grupos y personas.
La “Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Uspallata”, entró rápidamente en
contacto con los miembros de AMPAP, quienes desde un primer momento les brindaron su
apoyo, ya sea mediante información, reuniones, transmisión de experiencias, ayuda en la
organización de Jornadas-Debate y en cortes intermitentes e informativos realizados sobre
la ruta, que constituye el paso internacional a Chile. “…De las movilizaciones anteriores no
sabíamos nada…”, comenta un vecino de Uspallata, “…al estar rodeados, ser un Valle,
parece que todo pasa afuera, que se ve por televisión…”.
Además del rechazo a la instalación del proyecto, por la posible contaminación de las
aguas y la afectación de su modo de vida, la indignación ante la falta de información que
detectaron en los funcionarios departamentales, sumado al abandono histórico de una
comunidad localizada en un valle de montaña, llevó incluso a sumar a los planteos en

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contra de la actividad minera, la solicitud de formar un municipio independiente, de
montaña, que contemple las características particulares que deben ser consideradas en un
municipio de estas características.
La falta de posibilidades laborales de parte de la población también fue puesta en
cuestión. En este sentido, también se ha formado un grupo que apoya la instalación del
proyecto, llamado “Uspallata 2030”. Por su parte, la empresa minera argumenta que el
miedo a la instalación del proyecto se debe “a la falta de información”696 y que ellos están
dispuestos a mostrar a las personas cómo van a llevarlo adelante, asegurando en todo
momento que no era posible que se contaminaran las aguas.
“…Uspallata se debate entre el sueño de trabajar y las dudas por el medio
ambiente. El desembarco del proyecto que busca extraer oro y cobre en la villa
divide a los vecinos…”,697 podía leerse en una nota del diario “Los Andes” de agosto de
2009. Una de las preocupaciones de los miembros de la Asamblea de Uspallata es,
justamente, la división social que ha generado la llegada del emprendimiento.
En septiembre, el conflicto se agudizó: la ONG “OIKOS” denunció a la minera
“San Jorge” por mentir en su IIA, ya que según profesionales consultados y una
profunda revisión de la bibliografía mencionada por la empresa, no existiría certeza
científica de que la cuenca subterránea de la zona de Yalguaraz sea cerrada como la
empresa argumenta. Durante ese mes y el siguiente, los vecinos de Uspallata realizaron
cortes informativos en el paso internacional a Chile.
Posteriormente, en noviembre, el documentalista Pino Solanas llegó a Mendoza a
presentar su documental sobre la minería en Argentina: “Tierra Sublevada, Oro Impuro”,698
que además de presentarse en la ciudad de Mendoza, fue presentado en Uspallata. Esta
presentación fue motivo de hechos de intimidación a los pobladores de Uspallata. Incluso
los medios de prensa se hicieron eco de estos hechos: “…Ambientalistas y supuestos
sindicalistas mineros discutieron entonces acaloradamente aunque afortunadamente la
situación no pasó a mayores y el conflicto se diluyó sin golpes…”,699 podía leerse en el
diario “Los Andes” del 20/11/2009.
Por su parte, el diario “Uno”, describió: “…Los vecinos de la zona se congregaron en
calle Las Heras, de Uspallata, a la espera del cineasta, quien llegó a las 12 para demostrar
el apoyo en contra de la minería contaminante. Además se sumaron algunas personas de
Luján y de Maipú que también se oponen a la llegada del proyecto ¨San Jorge¨. Pero los
lugareños aseguraron que llegaron unas 50 personas de la Asociación Obrera Minera con
carteles que decían ¨Sí a la minería¨, lo que generó mucha molestia entre la gente de
Uspallata que se oponen a este proyecto contaminante. Estas personas impidieron en un
primer momento el paso de la camioneta en la que iba Pino Solanas y luego cercaron la
carpa donde se iba a hacer la presentación del film. Sólo dos policías se hicieron

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presentes en el lugar que pudieron contener a medias la situación…”.700
La división social generada por el emprendimiento, quedó una vez más expuesta en
estos hechos: “…Así, más de 300 lugareños y 50 sindicalistas chocaron por no llegar a un
acuerdo que ponga fin a la polémica que levantó el emprendimiento San Jorge. Unos
repudian el proyecto porque dicen que "la contaminación es inminente" y otros, lo apoyan
porque "significa trabajo". En el medio apareció Solanas quien, sin participar en los
disturbios, prometió incluir en su agenda legislativa el cese de los proyectos que no sólo
contaminan el ambiente sino que "saquean a las provincias a cambio de réditos
económicos"…”,701 expresaba por su parte el diario “El Sol”.
Paralelamente, se inició el procedimiento de evaluación de impacto ambiental. La
baja calidad técnica del Informe en sus diversos aspectos generó la reacción de diversas
entidades, que presentaron informes sobre el proyecto, incorporadas al expediente.702
Por otra parte, la UTN-Regional Mendoza presentó su Dictamen Técnico (DT), en el
que, si bien se hicieron numerosos cuestionamientos al proyecto, las conclusiones del DT
no reflejaron las críticas más duras al proyecto, otorgándole un dictamen positivo al mismo.
Este proceso está siendo minuciosamente seguido por todas las organizaciones que
se oponen a la megaminería en la provincia, quienes consideran que este proyecto atenta
directamente contra la Ley provincial Nº 7.722.703 En este sentido, se realizó el 22 de
diciembre de 2009, una manifestación en la ciudad de Mendoza, en rechazo al proyecto
“San Jorge” y en defensa de la Ley Nº 7.722, al que concurrieron todas las organizaciones
nucleadas en AMPAP. “Un fin de año colmado de protestas”, manifestaba el diario “El Sol”:
“…La marcha más numerosa fue la que reunió a los trabajadores de la salud y a los
antimineros. Allí, si bien el principal eje fue contra el proyecto minero San Jorge, también
aprovecharon para reclamar por la criminalización de la protesta social704 e, incluso,
recibieron el apoyo de algunos legisladores, como Alejandra Naman y Néstor Piedrafita del
ARI, y de entidades empresariales, como la UCIM. (…) lo único que se solicita es el
cumplimiento de la ley 7.722, que prohíbe la minería a cielo abierto…”.705
Al momento del cierre de este trabajo, se están presentando los dictámenes
sectoriales, entre ellos, el del CPA, elaborado por la Comisión Ambiental Minera de este
organismo, cuyo titular en la CEIAM es miembro de la Asamblea Popular por el Agua del
Gran Mendoza. En dicho Dictamen Sectorial se afirma: “…El Consejo Provincial del
Ambiente desea destacar el altísimo número de fallas metodológicas, errores,
contradicciones y omisiones de diversa índole, encontrados a lo largo de la documentación
presentada por el proponente. Por ello, y más allá de las objeciones planteadas al
proyecto minero por sus características, el CPA expresa su profunda preocupación por las
posibles implicancias de una eventual aprobación del mismo en tales condiciones. Los
proponentes de futuros proyectos (mineros y de todo otro tipo), y los responsables de

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consultoras ambientales, podrían interpretar esto como una señal de muy bajo nivel de
exigencia por parte del Estado provincial, respecto de la calidad mínima requerida en un
informe de impacto ambiental…”.706

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REFLEXIONES DE LA TERCERA PARTE

El caso del conflicto en torno a la megaminería en la provincia de Mendoza refleja los


acontecimientos que en esta década se sucedieron en todo el país en torno al surgimiento
de conflictos socioambientales. En primer lugar, Mendoza fue parte del “efecto Esquel”,
donde una denuncia y/o rechazo puntual –en el caso de Mendoza, las actividades mineras
cercanas a la “Laguna del Diamante”- adquirieron, con el correr del tiempo, otras
dimensiones y se abordaron otros aspectos de la problemática. Por su parte, el sector
minero y el gobierno –local, provincial y nacional- no sólo reaccionó de forma
“inconveniente”, sino que lo hizo tarde.
A su vez, Mendoza proveyó características propias que contribuyeron a la oposición
a la megaminería: la percepción del agua como recurso escaso y la existencia de una
fuerte tradición agrícola en los departamentos donde la megaminería pretendió instalarse,
generaron el rechazo de la población mendocina. El inicio del conflicto en comunidades
pequeñas, favoreció que los lazos sociales ya existentes y las actividades productivas
tradicionales –agrícolas- jugaran un papel fundamental en la legitimación de las
reivindicaciones y en la adhesión de la población en su conjunto. Las actividades en
escuelas, la participación de los niños y de las familias enteras, la presencia de
argumentos religiosos en defensa del agua y la vida, las modalidades de acción pacíficas y
la perseverancia de estas poblaciones en sus reclamos, transformaron sus denuncias en
un conflicto provincial.
Como acabamos de mencionar previamente, las acciones llevadas adelante por los
“representantes del pueblo” –leáse intendentes, concejales y gobernadores- no hicieron
más que hacer sentir a las comunidades que, no solamente no se las estaba
representando, sino que se les negaba la capacidad de auto-decisión. Así, el descrédito
hacia el sector político se sumó al cuestionamiento al avance de la megaminería en la
provincia. En un contexto post-2001, la población generó sus propios espacios de toma de
decisiones. Asambleas, Multisectoriales, y grupos de Autoconvocados, se extendieron por
toda la provincia, y ante la necesidad de fortalecerse, se articularon.
Puede observarse a partir de los relatos aquí descritos, que el reclamo era en inicio
puntual: “no al riesgo de contaminación y consumo las fuentes de agua”. También se
desprende de los testimonios recabados que, al comienzo del conflicto, siempre se recurrió
en primera instancia a los gobiernos locales para pedir información. Ante un poder
gubernamental que les dio la espalda, los vecinos de comunidades tradicionales de
Mendoza –muchos de los cuales no poseían una cultura militante ni reaccionaria-
decidieron buscar otras vías de acción. Marchas, movilizaciones, cortes informativos, en
un periodo pre-elecciones, generaron que, incluso funcionarios del propio gobierno

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provincial, tuvieran que prestar atención a los reclamos provenientes, en aquel entonces,
del Valle de Uco y, posteriormente, de General Alvear. En ese momento, cometieron otro
error: no informarse. Los pobladores fueron tomando conocimiento de la falta de
fundamentos sólidos que los funcionarios argumentaban al proponerles controles y
seguridad ambiental para los proyectos mineros. Por otra parte, ya era tarde. No sólo las
respuestas en materia ambiental no los conformaron, sino que la necesidad de informarse
los había llevado hacia otros aspectos vinculados con la actividad: los beneficios
impositivos, los impactos ocasionados en otros lugares del mundo, las violaciones de
derechos humanos, entre otros.
El sector minero también salió a dar respuestas, pero no logró ser convincente. En
cuanto al beneficio impositivo, argumentaron que se trataba de “una actividad de riesgo”.
La comparación entre las ganancias y las inversiones realizadas, y los montos a los que
eran vendidos los proyectos de una empresa a otra, tiraron por tierra este argumento.
“La minería actual es sustentable”, argumentó también el sector minero, en relación a
la minería del pasado que había dejado pasivos ambientales por el mundo entero. Sin
embargo, la prohibición de la actividad minera, incluso en algunos Estados de países
“desarrollados”, la rotura periódica del mineraloducto de “La Alumbrera” en Catamarca, la
contaminación en “Abra Pampa”, Jujuy, la presión sobre el gobierno ejercida por el sector
minero para el veto a la Ley de Glaciares, desdibujaron la visión de una minería
“ambientalmente responsable”. Recientemente, se sumaron las denuncias de la ex -
Secretaria de Ambiente de la Nación, Romina Picolotti, de amenazas por parte de las
707
empresas mineras durante su gestión en el gobierno.
A nivel provincial, la falta de presupuesto y personal para las tareas de “policía
ambiental minera”, potenciaron el descreimiento de la “minería con controles.”
Por su parte, “Potasio Río Colorado”, el primer proyecto megaminero que tuvo el
permiso ambiental para iniciar su explotación, lo hizo con más de 100 condicionamientos, y
sin haber presentado un estudio serio de alternativas al depósito de sal en superficie. Las
organizaciones mendocinas objeto de este estudio, no lo olvidan. Las generaciones
futuras, serán testigos de nuestra “permisividad”.
En cuanto al proyecto “San Jorge” –actualmente en evaluación ambiental-, la baja
calidad técnica del informe ambiental presentado, hace imprescindible traer a colación un
aspecto que en la gestión ambiental es fundamental: la ética profesional.
A nivel local, la división social generada por estas empresas –ver casos de Punta del
Agua y Uspallata, esencialmente- ha despertado la indignación de ciertos sectores de la
población. Pero cuando hicimos mención a la violación de derechos humanos, nos
referimos a las situaciones sufridas por comunidades que se oponen a esta actividad,
acontecidas en otras provincias, y denunciadas por el propio premio Nobel de la Paz,

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Adolfo Perez Esquivel.
Asimismo, a la cuestión ética recién mencionada, se suma el aspecto moral,
rescatado en numerosas oportunidades por las organizaciones que se oponen a esta
actividad. Las mismas empresas que se presentan en Mendoza como “ambientalmente
responsables” y procurando “licencia social” son las mismas que, en otros países, son
denunciadas por violaciones de derechos humanos en las comunidades cercanas a sus
proyectos en operación, entre ellas: “Angloamerican”, en África; “Río Tinto”, en Papua
Nueva Guinea y “Vale”, en el noroeste de Brasil. Las redes de organizaciones
socioambientales han permitido acceder a estas informaciones, que también influyen en la
percepción social de las empresas mineras, a lo que se suma la complicidad de ciertos
sectores del gobierno ante estos hechos.
Volviendo al caso de las organizaciones surgidas en Mendoza en torno al conflicto
minero, como ya ha sido mencionado, se caracterizan por su heterogeneidad. Vecinos
Autoconvocados, Multisectoriales y Asambleas, diversas asimismo en su interior, se dieron
un espacio de diálogo a nivel provincial. El conflicto llegó a la ciudad de Mendoza y
adquirió nuevos reclamos, entre los que se destacan la justa distribución del agua y su
adecuada gestión, en un momento en el que además, una entidad vital en Mendoza
vinculada al recurso hídrico, como es “Obras Sanitarias”, se encuentra intervenida, y ante
708
ello, se plantea la re-estatización.
Por otra parte, estas organizaciones también han sabido ocupar espacios
institucionales –como el CPA y la CEIAM- obteniendo una fuerte legitimidad por parte de
quienes también participan en los mismos. Y mediante sus acciones no institucionales,
presionaron para modificar la realidad institucional provincial, situación de la cual las leyes
Nº 7.422 y 7.722 representan importantes ejemplos.
Ambas leyes, acusadas por el sector minero de inconstitucionales, ponen de relieve
aspectos fundamentales ya esbozados en este trabajo: la legislación ambiental permite la
decisión local del modelo de desarrollo que desea una comunidad, al permitir legislar más
allá de los presupuestos mínimos establecidos a nivel nacional y, en este sentido, limitar o
prohibir actividades que no son compatibles con su cultura y sus formas de vida. Por otra
parte, pone también de relieve la incapacidad de los sectores mineros de desarrollar
discursos convincentes para evitar o solucionar los conflictos.
Consideramos que gran parte de este error, ha estado en intentar focalizar la
discusión en torno a la megaminería en el plano técnico, cuando es de público
conocimiento que esta actividad conlleva intereses que exceden considerablemente este
aspecto.
Asimismo, la definición de “desarrollo sustentable” que estas empresas respaldan,
están muy lejos de coincidir con las nociones de desarrollo sustentable que defienden las

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comunidades que, incluso, en algunos casos, ponen en cuestión la legitimidad del término
“desarrollo sustentable” -ya que ha sido tan “sub-utilizado” que hoy se encuentra vaciado
709
de contenido-.
Lo cierto, es que la lucha contra la instalación de proyectos megamineros en
Mendoza ha generado una unión nunca antes vista, alinéandose bajo este rechazo
sectores sociales que hasta el momento no habían coincidido en un mismo espacio. Esto
da cuenta de que, más allá de los diversos intereses y reivindicaciones que manifiestan
las organizaciones surgidas de este conflicto, la defensa del agua y del modo de vida
deseado para la provincia, ante una actividad de la que se tiene una percepción de
incompatibilidad con esta “cultura del agua”, ha primado sobre las diferencias.

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CONSIDERACIONES FINALES

“…A lo largo de la investigación encontramos una estrecha relación, entre los nuevos
movimientos socio-ambientales analizados, con los repertorios de protesta social surgidos
durante la crisis del 2001. Sus formas novedosas y creativas se evidencian tanto al abordar
el espacio público, junto a sus demandas, que no se dirimen en el acceso al poder, sino más
bien, en una exigencia constante al Estado, para que este no ceda a las pretensiones de la
lógica de la rentabilidad encarnadas hoy en empresas transnacionales. Esto significa, que en
el transcurso de sus demandas, construyen desde otro posicionamiento social enmarcado en
defensa del bien común, que cuida y socializa, lo que es de todos, de tal modo que su lucha
se aboca a la defensa de los „bienes comunes‟. En este caso los procesos de conflicto y
acción colectiva se desarrollan a la par de una constitución identitaria que si bien recoge
otras identidades convergentes, postula una nueva, que se centra en la ciudadanía y la
defensa del medio natural. Los „asambleístas‟ lo son en tanto pobladores de una comunidad
que está siendo interpelada, en su forma de vivir cotidiana y enfrenta los peligros de un
cambio en su calidad de vida…”
Sergio Onofrio
(2009:10)

Ante las problemáticas ambientales, los conflictos socioambientales evidencian el


quiebre de la confianza en la razón técnico-instrumental -basada en la fe en la ciencia y la
tecnología, y la limitación de los Estados para dar cuenta de la solución de este tipo de
problemas sociales. Estos conflictos aparecen así como catalizadores de nuevas formas
de organización y participación, que en el caso de Argentina fueron claves luego de la
crisis del 2001, y que fueron retomadas estos movimientos.
Sin embargo, es importante destacar, como lo hicimos a lo largo del trabajo, que
existieron ya en la década de los años ´80 movimientos que podemos considerar
“antecesores directos” de los movimientos socioambientales que fueron objeto de estudio.
En los años ´90 se profundizó la crisis social, y fue crucial para el surgimiento -desde
mediados de esta década y durante la del 2000-, de nuevas modalidades de participación
social, de las cuales las asambleas socioambientales se nutrieron y actualmente forman
parte.
Estos movimientos poseen una racionalidad ambiental, que está tomando forma,
abriéndose espacios entre los resquicios de la racionalidad dominante –la técnico-
instrumental-, que ha tenido un largo periodo de legitimación. Este proceso de transición
entre ambas racionalidades, se caracteriza por el choque entre las mismas, en cuanto a
intereses y perspectivas. Consideramos que nos encontramos en esta etapa de transición,
y que la emergencia de los conflictos socioambientales es su más clara manifestación.
Desde la nueva perspectiva, se asumen las fuentes de riesgo y se incorpora la
incertidumbre, se ponen en juego diferentes lenguajes de valoración (Martínez Alier, 2004)
y diversos proyectos de apropiación y significación del mundo (Acselrad, 2004).

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Es importante también aclarar que estos mismos movimientos socioambientales han
sido capaces de potenciar la visibilización de sus demandas y reivindicaciones, a partir de
su lucha. Aquí nos referimos a la profundización en ciertas dimensiones de la misma.
En cuanto a los movimientos socioambientales existentes en la provincia de
710
Mendoza, comprobamos que son portadores de una racionalidad ambiental. En este
sentido, a lo largo de la investigación, se han podido observar diversas cuestiones que lo
comprueban.
En primer lugar, han mantenido una lucha basada en la reapropiación de su
naturaleza y su territorio, defendiendo el agua y la autodeterminación de sus formas de
vida, ante un proyecto de “desarrollo”, amparado en una racionalidad económica –grandes
inversiones, extracción de recursos no renovables, pago por el recurso hídrico- que resulta
incompatible con su “cultura del agua”.
Por otra parte, se han fortalecido los saberes locales. Ante la falta de respuestas en
los pedidos de información oficial, llevaron a cabo sus propias búsquedas, confiriéndole
sentido a sus saberes, “descolonizando” los conocimientos esgrimidos por el sector
minero, y poniéndolos en cuestión. El conocimiento minero, basado en un principio de
racionalidad fundado en el modelo cientificista de la modernidad (Leff, 2004) y en el “credo
a la ecoeficiencia” (Martínez Alier, 2004), entró en conflicto con la racionalidad ambiental y
el “ecologismo popular” que cuestionó su legitimidad. Incluso podemos afirmar que los
movimientos socioambientales hicieron uso de argumentos y estrategias del “culto a lo
silvestre” para contraponerse al “credo de la eco-eficiencia”.
Es decir, la construcción de esta racionalidad implicó un proceso social que surgió en
respuesta a otro tipo de racionalidad, y que pudo ser percibida como “utópica”, pero que,
sin embargo, se transformó muchas veces en la confirmación de que “sí se puede” –
afirmada en los casos Gastre-Esquel-San Carlos-. Asimismo, los aspectos simbólicos y
éticos formaron parte, no sólo de los discursos, sino también de las acciones llevadas a
cabo.
Como ya fue afirmado, el choque de “racionalidades” también se trasladó al sector
profesional –no sólo entre las diferentes disciplinas, sino también al interior de cada una de
éstas-, entre quienes siguen apelando a la ciencia moderna para legitimar el conocimiento,
y quienes apuestan a un nuevo paradigma científico que aborde la complejidad de los
problemas e incorpore los saberes, sentidos e incertidumbre inherentes a las cuestiones
socioambientales.
Por otra parte, la lucha compartida ha ido forjando una identidad colectiva en torno a
la defensa del agua y el rechazo a la megaminería. Compartimos con Sergio Onofrio la
afirmación de que “…en este caso los procesos de conflicto y acción colectiva se
desarrollan a la par de una constitución identitaria que, si bien recoge otras identidades

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convergentes, postula una nueva, que se centra en la ciudadanía y la defensa del medio
natural. Los „asambleístas‟ lo son en tanto pobladores de una comunidad que está siendo
interpelada, en su forma de vivir cotidiana y enfrenta los peligros de un cambio en su
calidad de vida…” (Onofrio, 2009:10).
Asimismo, en su articulación a nivel provincial, coexisten identidades de los territorios
711
“dominantes” –oasis- con las de territorios “marginados” –desierto-. Esta articulación ha
sido posible bajo la consigna de la defensa del agua, lo que resulta por demás interesante
ya que “…el manejo del recurso hídrico aparece como la principal bisagra de las relaciones
espacio-sociedad y una expresión material y simbólica de las cadenas de dominación
presentes…” (Montaña et al, 2005:28).
Teniendo en cuenta que “…si Mendoza aspira a territorios más cercanos a la
sustentabilidad, su sociedad deberá recrear y resignificar esa identidad sobre objetivos de
sustentabilidad ecológica construyendo políticas para la totalidad e integralidad de su
territorio…” (Montaña et al, 2005:28-29), las organizaciones sociales surgidas de una lucha
que logró unificar bajo una misma consigna, sectores de la población tan heterogéneos,
deben ser tenidas en cuenta en la planificación del modelo de “Mendoza deseado” –
especialmente en el actual marco de la Ley de Ordenamiento Territorial (Ley Nº 8.051)-.
Podemos afirmar así que estos conflictos nos marcan los errores del pasado, y los
movimientos socioambientales son sujetos esenciales en la definición de una gestión
ambiental actual que nos garantice una “sustentabilidad” social a futuro. En palabras de
Aldo Rodríguez Salas: “…Un fuerte sentimiento colectivo acompaña este proceso social.
Esta característica indica que la sustentabilidad social es la condición primaria a atender
en toda propuesta futura. Este conflicto está caracterizado por la ausencia de una política
eficaz y coherente, capaz de asegurar a los mendocinos la sustentabilidad ambiental…”
712
(Rodríguez Salas, 2009).
Por otra parte, para la confirmación de la contribución de los movimientos
socioambientales a la mejora de los procesos de evaluación de impacto ambiental, nos
basamos en el caso del proyecto “Potasio Río Colorado” (PRC), ya que ha sido el único
proyecto que ha pasado por esta instancia para su etapa de explotación en la provincia de
Mendoza.
Vemos en este ejemplo un proyecto donde se ha aplicado el proceso de evaluación
de impacto ambiental y la legislación que lo regula, y que, más allá de eso, no ha
garantizado la distribución justa de los beneficios de la explotación, y se autorizó la
extracción de nuestros bienes comunes –agua-minerales-energía- sin que la población
pudiera tener una participación genuina en la toma de decisiones. Y esto, teniendo en
cuenta que Mendoza posee una legislación pionera en materia ambiental, y que los

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funcionarios de gobierno fueron muy permeables al acceso a la información y a la
participación establecida por la legislación. Es decir, el proceso se llevó a cabo en uno de
los mejores escenarios posibles para el alcance de una decisión consensuada. En
conclusión, se hizo lo que nuestras instituciones y la interpretación de nuestra legislación
por parte de los funcionarios de gobierno, permitieron que se hiciera.
Este y otros temas antes mencionados nos llevan a pensar cómo los procesos de
evaluación ambiental, más allá del cumplimiento de la normativa y los procedimientos
establecidos por ella, no garantizan una adecuada visión de los impactos ambientales que
pueden producirse. Los bienes comunes –o recursos naturales- siguen siendo explotados
en beneficio de pocos, dejando sólo migajas a las poblaciones locales.
Parece que, a pesar de los avances en materia ambiental, siempre se encuentra la
manera de que la historia de explotación de América Latina - en la que sus bienes
naturales tienen un papel central-, se perpetúe en el tiempo.
713
La falta de visión integral del proyecto a nivel nacional, sumada a que, si bien el
proyecto fue evaluado por una comisión multidisciplinar –la CEIAM-, los representantes de
los organismos que la integran estaban obligados a dictaminar exclusivamente sobre “el
tema de su incumbencia”, permitió que, desde lo institucional, excepto el CPA, no se
pudiera emitir opinión sobre cuestiones que, sin embargo, afectan a los miembros de estas
instituciones como ciudadanos. La discusión sobre las audiencias públicas no vinculantes
también sigue presente.
Por otra parte, es importante destacar, más allá de las cuestiones de fondo, que
mediante este proceso el proyecto fue mejorado considerablemente y disminuido el riesgo
de contaminación. Se abre ahora el interrogante sobre el funcionamiento de la Unidad de
Gestión Ambiental de PRC.
Asimismo, las asambleas socioambientales que participaron del proceso, realizaron
una importante contribución, no sólo en cuanto a la mejora del IIA, sino a la difusión y
debate sobre el tema. Pero, por otro lado, quedaron sin posibilidad de plantear discusiones
como las nociones de sustentabilidad, la crítica al modelo de desarrollo vigente, su opinión
sobre el saqueo de los bienes comunes, temas que quedaban fuera de la competencia de
los organismos de aplicación en materia ambiental. ¿Cuál es la instancia en la que se
deberían discutir estos planteos, cuando desde lo institucional quedan relegadas por ser
“discusiones ideológicas”, o “estar fuera de la competencia del organismo de aplicación”?
Pareciera, dados los hechos analizados, que desde las empresas, gobiernos y asambleas
socioambientales, se habla en lenguajes diferentes. En palabras de Joan Martínez Alier:
“… ¿Quién tiene el poder de imponer lenguajes específicos de valoración? (…) ¿Quién
tiene el poder de imponer el lenguaje económico como lenguaje supremo en una discusión
ambiental? ¿Quién tiene la capacidad de simplificar la complejidad, descalificando otros

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puntos de vista?...” (Martínez Alier, 2004:11-12).
Destacamos sin embargo que, además de la contribución a la mejora de los
procedimientos de evaluación ambiental, desde estos pequeños espacios de resistencia
se van abriendo nuevas instancias de participación y reflexión, que interactúan -como ha
quedado demostrado en el ejemplo desarrollado- con el proceso institucional, con los
organismos de gobierno y con las empresas, influyendo de manera indirecta, desde el
cuestionamiento pero también desde la participación, en el control de los mismos. “…Hay
cosas que los argentinos hemos dejado que pasaran, y nunca nos preocupamos por quién
las decidía, cómo eran y qué pasaba, y quién controlaba, y ahora está pasando, tenemos
un poco más de consciencia y porque algunas personas empiezan a protestar algunos se
714
cuidan más y ya eso es un poco bueno…”.
Esta reflexión se ve confirmada, al cierre de este trabajo, en la evaluación ambiental
del proyecto “San Jorge”, segundo proyecto minero que ha presentado el IIA de la etapa
de explotación. La autoridad ambiental minera, ha tomado “ciertos recaudos” ante esta
nueva evaluación, que reflejan el aprendizaje realizado a la luz de los cuestionamientos
que las organizaciones plantearon en la evaluación del proyecto PRC. También la
participación social en cuanto a observaciones al proyecto ha aumentado
considerablemente.

En conclusión…mucho más que un “NO a la mina”

“…Estas visiones “tecnicistas” de la existencia son incapaces de reconocer la


complejidad de la vida y de las relaciones sociales, cayendo en un reduccionismo
fenoménico que niega la totalidad, fragmentando la realidad en compartimentos
estancos, negando así la unidad en la diversidad…”
Galafassi y Dimitriu
(2007:6)

Pudimos observar a lo largo de este trabajo, como la historia de las luchas en


defensa del agua y en oposición a la megaminería en Mendoza, manifiesta un proceso que
comienza en los departamentos agrícolas de Mendoza, se traslada al resto de la provincia,
y se articula con organizaciones que surgen por otras problemáticas en todo el país -e
incluso en países vecinos-, ampliando así no sólo la dimensión espacial del conflicto, sino
también el contenido de sus reivindicaciones.
A lo largo de este proceso, que ya lleva algunos años, muchos de los movimientos
surgidos han fortalecido su organización y han complejizado sus discusiones, en el marco
de una experiencia conjunta de militancia en torno a una causa que las unifica. Los hechos

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acontecidos, las estrategias de lucha, los éxitos y fracasos, y la interacción con otros
grupos, los ha llevado a incluir su accionar dentro del marco de una crítica al modelo de
desarrollo impuesto desde las empresas transnacionales en complicidad con nuestros
gobiernos. Si bien no todas las organizaciones han alcanzado el mismo grado de
profundidad en estos planteos, y existen posiciones divergentes respecto a algunos temas,
sí hay consenso en la afirmación de la relación existente entre la problemática particular
que los ha reunido –en este caso la lucha por el agua y la oposición a los emprendimientos
megamineros- y otras problemáticas existentes en el país, ocasionadas también por el de
avance de grandes emprendimientos “contaminantes y saqueadores”.
En este sentido, las organizaciones avanzan en sus posicionamientos políticos, su
coordinación con otros grupos, su participación o no en determinadas instituciones o
instancias, aumentando así el espectro de temas en los que comienzan a involucrarse.
Este proceso no pasa desapercibido por las empresas mineras, preocupadas ante la
movilización popular que les impide llevar adelante sus proyectos en el país. La capacidad
de movilización y presión política fue demostrada en Mendoza con la sanción de la Ley Nº
7.722, por lo que los sectores mineros han comenzado a interactuar de otra forma con
estas organizaciones, considerando además como antecedente lo acontecido en Esquel, y
más recientemente en otras comunidades del país.
Como ejemplo de esta preocupación, podemos mencionar que en el evento
“Argentina Mining 2008”, realizado en agosto de 2008 en la ciudad de Mendoza, gran parte
de las conferencias rondaron en torno a la necesidad de lograr la “licencia social” de cada
proyecto. Algunos representantes de empresas mineras mencionaron la licencia social
como “un nuevo capital empresarial”715, y otros rescataron la importancia de llevar a cabo
un “mapeo social”. En este sentido, se mencionó la necesidad de conocer la idiosincrasia
de las personas que viven en el lugar, de preparar a los prospectores y exploradores para
comunicar a la gente las particularidades de la actividad, para ir tomando contacto con la
comunidad e invitarlos a conversar desde el inicio, que es donde está el germen de los
conflictos. Según se mencionó, cada vez que se acercan a una población, deben tener en
cuenta la aparición de los denominados “mitos de la minería”: los ríos se van a secar, se
utilizarán sustancias peligrosas, hay rentabilidad excesiva, entre otros. Manejar un
lenguaje simple, y tener proveedores locales, se plantearon como “cosas simples” que
generan un vínculo con la comunidad. “…Un buen mapeo social nos permite tener un buen
plan de acercamiento…”.716
Estas estrategias, son vistas por las asambleas y otras organizaciones que se
oponen a la megaminería como asistencialistas, realizadas con el fin de convencer a las
comunidades de las bondades de sus proyectos, y neutralizar el conflicto. El documento
de la convocatoria al noveno encuentro de la Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC),

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realizado en San Juan capital del 23 al 26 de abril de 2009, hacía mención a este tema:
“…Para encontrarnos, Para fortalecernos, Para coordinar acciones, Otra vez, todos juntos.
Para decirles: No tendrán la licencia social, Existen alternativas a este modelo de
saqueo y contaminación. Nosotros podemos construirlo. Y lo haremos ¡¡¡¡¡Todos
juntos!!!!!...”.
En el caso de Mendoza, las dos empresas mineras que han presentado Informe de
Impacto Ambiental de la etapa de explotación, “Río Tinto” con el proyecto “Potasio Río
Colorado” (PRC), y “Coro Mining” con el proyecto “San Jorge”717 han buscado el diálogo
con la Asamblea Popular por el Agua del Gran Mendoza, a partir de reuniones con algunos
de sus miembros. Sin embargo, si bien ha sido posible la discusión sobre cuestiones
técnicas de los proyectos, hay aspectos en los que las diferencias en cuanto al contenido o
a lo que implican determinados conceptos utilizados, como “desarrollo sustentable”, no
han podido salvarse. En mayo de 2008, cuando la Asamblea Popular por el Agua del Gran
Mendoza se reunió con la empresa minera “Río Tinto” -que planeaba718 extraer sales de
potasio en Malargüe, al sur de la provincia de Mendoza, proyecto al cual esta Asamblea se
ha opuesto con sólidos fundamentos-, los miembros de la Asamblea preguntaron a los
representantes de la empresa que entendía Río Tinto por “sustentabilidad”. Si bien se
reconoció que la minería del potasio no es sustentable porque implica la extracción de un
recurso no renovable, los representantes de la empresa rescataron la relación de “Río
Tinto” con la comunidad. También mencionaron que sólo iban a usar la cantidad de agua
que fuera necesaria para la extracción, y que en la evaluación habían incluido impactos
futuros y externos a la empresa, como la degradación del suelo por la ganadería. En
conclusión, hicieron mención a la relación con las comunidades y al uso responsable y
razonable de los recursos disponibles.
Sin embargo, para la Asamblea y para muchas organizaciones y personas que
comparten su perspectiva, un proyecto que va a dejar como residuo para las generaciones
futuras una pila de cloruro de sodio de 210 hectáreas -por aproximadamente 50 metros de
altura-, y cuyo consumo de gas será de 1 millón de metros cúbicos por día, está lejos de
ser sustentable. También se plantearon diferencias, entre la Asamblea y “Río Tinto”, sobre
los conceptos “crecimiento” y “recursos no renovables”, entre otros, pero no se
profundizaron por “…exceder los temas tratados en la reunión…” -en palabras de Ricardo
Furfaro, Gerente de Relaciones Externas de “Río Tinto”-.
Por todo lo mencionado anteriormente, considerar las movilizaciones en contra de la
megaminería en Mendoza como una disputa de agricultura vs. minería, es un
reduccionismo que no da cuenta de la complejidad del conflicto.
En este sentido, podemos analizar el siguiente texto, donde se discute el contexto
que dio lugar a la sanción de la ley provincial Nº 7.722: “…La disputa puede ser leída de

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manera más real, ya no tanto en defensa de un interés ambiental abstracto y retórico, sino
entre dos modelos de desarrollo económico con diversas implicancias ambientales…”
(Martín, 2008:4). Martín avanza en esta idea, afirmando que “…en gran medida, se trató
de una disputa por el agua, entre los sectores agrícola productivos tradicionales con fuerte
arraigo en la cultura e idiosincrasia de Mendoza que –además de ver amenazada la
calidad de las aguas, vieron fundamentalmente amenazados los volúmenes de agua-, y el
uso minero, que requería de ingentes cantidades del mismo líquido, siempre escaso en la
provincia. El modelo de desarrollo agrícola tradicional encontró así en la causa ambiental,
un discurso con fuerte aceptación popular y en los ambientalistas, un aliado estratégico en
la disputa por el recurso, en cuanto importaba conservar el status quo por sobre la
novedosa pero demonizada actividad minera…” (Martín, 2008:4). Según palabras del
propio autor, desde este punto de vista la ley puede ser considerada como el resultado
legítimo de esa puja de intereses y el triunfo del modelo tradicional de desarrollo de la
provincia de Mendoza –y de los nuevos actores ambientales- por sobre el nuevo modelo
de desarrollo minero que iba cobrando forma.
Entre sus fundamentaciones, Martín rescata dos puntos de gran trascendencia: en
primer lugar, que entre los sectores que motorizan las presiones no se encuentran
solamente ambientalistas, sino también empresarios, productores y comerciantes,
vinculados fundamentalmente al sector agrícola, agroindustrial y ganadero. En segundo
lugar, que la actividad agroindustrial no resulta en ninguna medida inocua, sino que
produce diversas externalidades negativas en relación al agua y a los hábitats naturales.
Ahora bien, la existencia de sectores vinculados a la agricultura –incluso a la
agroindustria de exportación- y al comercio, en las organizaciones que rechazan la
megaminería, ya ha sido detallada previamente en este trabajo. Pero también queremos
destacar su coexistencia con sectores que plantean reivindicaciones más profundas -en
cuanto a sus críticas al modelo de desarrollo, incluyendo el modelo agrícola provincial-.
Los grupos que rechazan la megaminería no desconocen los impactos ambientales que
las prácticas agrícolas imperantes en la provincia han generado, y éstos también forman
parte de sus cuestionamientos. Coordinar acciones para enfrentar la llegada de un nuevo
tipo de emprendimiento contaminante –la megaminería- no significa que al interior de las
organizaciones estos temas no sean debatidos. No se puede pasar por alto la
heterogeneidad de sectores e intereses que integran estas organizaciones, pero
justamente esta complejidad merece un análisis exhaustivo que evite miradas parciales.
Como ya fue mencionado, si bien hay algunas organizaciones de las que forman parte
grandes bodegueros de la provincia, también participan agricultores orgánicos o personas
y grupos estrechamente vinculados con movimientos campesinos de la provincia, como la
“Unión de Trabajadores Rurales Sin Tierra” (UST)719, y la “Organización de Trabajadores

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Rurales sin Tierra de Lavalle” (OTRAL). Para los miembros de la UST, la función de la
tierra es producir alimento. “…El eucalipto en el noreste, la caña de azúcar en el norte, y la
uva de exportación en Mendoza, son ejemplos que responden al mismo modelo. Los
trabajadores sin tierra de Lavalle buscan producir alimentos para el pueblo, no para nichos
de mercado. Hay en su lucha una autodefensa del territorio, por lo que este territorio debe
estar organizado para resistir...”.720 La UST pertenece al “Movimiento Nacional Campesino
Indígena” (MNCI), integrado a nivel nacional por diversos movimientos campesinos y
pueblos originarios del país. El MNCI participa de los encuentros de la UAC, lo que
constituye una manifestación de la articulación de las diferentes luchas sociales y
ambientales –o socioambientales-.
En este sentido, Gabriel Liceaga (2008) destaca la confluencia temática que se
presenta respecto del acceso al agua.
“…Podría estar sucediendo en realidad que aquello que las organizaciones
campesinas e indígenas denuncian ya no son cuestiones que el resto de la sociedad
vivencia como exclusivas de esos sectores. Pareciera que las luchas campesinas y
de los pueblos originarios son compartidas por muchos otros, y no solamente debido
a un acto de solidaridad. Es como si los conflictos por la tierra o por el agua -
históricos conflictos protagonizados por campesinos e indígenas- estuvieran siendo
asumidos por muchos otros sectores de la sociedad, sobre todo en las ciudades
pequeñas e intermedias…”.721

Por otra parte, es necesario también abordar la discusión sobre la caracterización de


estas luchas como “ambientales”. Si bien algunas de estas organizaciones se
autodenominan “ambientalistas”, otras lo hacen como “socioambientales”, y en algunos
casos el término ambiental no ha sido una decisión propia sino un rótulo impuesto desde
los medios de comunicación y los sectores a los que se oponen. En este sentido,
“ambientalistas” ha sido utilizado en diferentes notas en los medios de comunicación para
desprestigiar a estas organizaciones. Así surgen diversas denominaciones722 para hacer
referencia a quienes se oponen a la actividad megaminera y a sus acciones:
“manifestantes”, “antimineros”, “agricultores”, “puebladas”, “piquetes”, “piquetecracia”,
“rebelión”, “hordas”, entre otras. Veamos un ejemplo: “…Las movilizaciones populares,
transformadas en hordas intentando imponer por la fuerza su opinión, mostró a muchos
funcionarios del Ejecutivo así como a muchos legisladores en lo peor de su rol y, lo que es
más grave, les dieron carácter institucional a estas hordas...”.723
Defender la identidad, el territorio y los bienes comunes va mucho más allá de la
defensa de la actividad tradicional arraigada en la provincia de Mendoza –la agricultura-.
Invita a cuestionarla, a repensarla a la luz de otras alternativas relegadas que comienzan a
tomar forma.
Hay un cuestionamiento de fondo al modelo imperante, que también puede volverse
en contra de determinadas prácticas agrícolas presentes en Mendoza. Hasta ahora, se ha

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priorizado un frente de lucha –el rechazo a la megaminería-, pero las organizaciones
formadas por esta causa saben que la lucha por el agua va más allá de la oposición a la
actividad minera. Como afirma Horacio Machado Aráoz: “…Frente a ese “destino”
hegemónico, las luchas antimineras pugnan por abrir los territorios hacia otras identidades
posibles y constituyen de por sí, para sus protagonistas, nuevos espacios de
subjetivación...” (Machado Aráoz, 2009:228).
Estamos ante asambleas que están al tanto de los hechos -ya mencionados en este
trabajo- ocurridos en La Rioja (y que también han sido sufridos por otras asambleas, como
la de Esquel y las de San Juan), que no desconocen que situaciones similares pueden
acontecerles también a ellas, y sin embargo resisten, construyendo una identidad colectiva
a partir de la defensa de los bienes comunes y la autodeterminación de los pueblos como
banderas de lucha.
Organizaciones que han traído una vez más al foco del debate la falacia en la que se
ha convertido la democracia representativa, que crean espacios de democracia
participativa, criticando a través de sus acciones, y no sólo discursivamente, la complicidad
de los sectores de gobierno ante el avance de estos emprendimientos. Son asambleas
que actualizan viejas luchas –muchas personas y grupos que participan de ellas vienen de
otros espacios de militancia-, que se articulan con otras organizaciones –como los pueblos
originarios y los movimientos campesinos-, demostrando que lo “ambiental” se
autocuestiona en la diversidad de intereses que ha logrado reunir. Son espacios latentes
que merecen atención, pero una atención acompañada de un análisis cuidadoso e integral
que abarque la complejidad inherente. Son espacios que llevan a replantearnos las
“visiones tecnicistas” con las que se ha intentado abordarlos.
Volvamos ahora sobre algunas cuestiones importantes que se han ido planteando a
lo largo de este trabajo. En primer lugar, hay una relación intrínseca entre este tipo de
movimientos y la denominada crisis socio-ambiental global o crisis ecológica que remite a
una crisis más general de lo social y lo político. Esta crisis ha dado lugar a un debate sobre
la necesidad de una nueva ética, una nueva epistemología, una nueva forma de gobernar
y de gestionar el ambiente, una reinvención de las relaciones de poder –entre los seres
humanos, y entre ellos y el medio en el que habitan-, e incluso nuevos valores y nuevas
maneras de pensar, actuar y sentir en todos los niveles de nuestra vida. Los planteos y
cuestionamientos que realizan estos movimientos van más allá del pedido de solución del
problema que los reunió. En el caso de la minería del oro, por ejemplo, hay una crítica de
fondo, a lo que este metal significa y ha significado a lo largo de la historia –como símbolo
de poder, de riqueza-. Cuando se aborda la crítica a los proyectos megamineros, siempre
se menciona la existencia de una nueva fiebre del oro, donde Esquel fue visto como el
inicio, como la puerta de entrada a la patagonia argentina. Se habla también de una

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segunda conquista –la primera es la conquista del continente americano, de su gente y
sus recursos naturales-, y de un segundo saqueo. Y es allí donde se plantea la dificultad
de diferenciar entre las reivindicaciones de tipo social y ambiental, donde las
manifestaciones contra la contaminación se mezclan con el derecho a la vida y la
necesidad de igualdad y justicia inter e intra-generacional.
En cuanto a la relación con los organismos del Estado, como puede desprenderse de
los hechos comentados, muchos son los desafíos que se abren para ambos sectores – el
gobierno, y su dependencia relevante en el tema, la Secretaría de Medio Ambiente, y las
organizaciones de base, como, por ejemplo, la Asamblea del Gran Mendoza- al coexistir
en un espacio común –como el Consejo Provincial del Ambiente-. También es importante
destacar que el Consejo no es un espacio neutral, sino que, como ya fue mencionado,
forma parte de la Secretaría, como órgano asesor de la misma.
La apertura de la Secretaría de Medio Ambiente a la participación de estas
organizaciones en el Consejo, puede verse como superadora de instancias previas donde
este Consejo ha sido manipulado en base a los intereses de los representantes del
gobierno de turno. Por otra parte, aun no se han generado instancias concretas de
participación de estas organizaciones en políticas a llevarse a cabo por la Secretaría – de
ahí las críticas a la falta de participación en el Plan de Gestión Ambiental-.
Más allá de esto, la Asamblea Popular por el Agua del Gran Mendoza ha decidido
darse la experiencia de participar del CPA, a pesar de la desconfianza y poca expectativa
que tienen sobre estos espacios la mayoría de las organizaciones analizadas.
Desconfianza que, por otra parte, no es infundada, sino que responde al conocimiento y a
la experiencia histórica de diversos intentos y hechos concretos de cooptación de
asambleas por parte del gobierno y de partidos políticos -que no sólo se apropian de
ciertos sectores de base sino que para cooptarlos se apropian de sus discursos y
modalidades de acción-. Por este motivo, al ingresar a estos espacios de aparente
participación, las organizaciones saben que corren el riesgo de que sean instancias
contenedoras de acciones más contundentes y terminen desmovilizándolas. Por otra
parte, el gobierno no desconoce que tener a estos grupos formando parte de su estructura,
también significa legitimarse en algunos espacios o contar con el aval de ciertos sectores
de la sociedad. Hay antecedentes del poder de movilización y de presión sobre la toma de
decisiones del gobierno que han tenido estas organizaciones –y los miembros de la
AMPAP han sido claro ejemplo de ello en la provincia-.
Lo que se trata de discutir aquí es hasta qué punto instancias como el CPA,
constituyen espacios democráticos y participativos, en el sentido en el que entienden
participación y democracia las organizaciones de base -como la Asamblea Popular por el
Agua del Gran Mendoza-.

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Los objetivos, la organización y las metodologías -tanto de la Asamblea, como del
resto de los miembros de AMPAP, así como de otras organizaciones con quienes éstas
comparten criterios de lucha-, no se encuentran representados en espacios como el CPA.
Estas organizaciones no están interesadas en tener cierto tipo de estructuras. De hecho,
AMPAP no cuenta con líderes que hayan sido electos por sus miembros, ni tampoco los
tiene ninguna de las organizaciones que forma parte de ella. Asimismo, ninguno de estos
grupos tiene –ni quiere- personería jurídica. En general, comparten la perspectiva de que
los cambios más importantes no se han dado a partir de instituciones estructuradas, sino
de la gente en la calle, movilizada.
En este sentido, son otros los valores que sustancian a estas organizaciones: la
horizontalidad, la educación popular y la formación de sus miembros, la construcción
grupal y la auto-reflexión –y de allí la importancia de registrar su propia historia, y de
realizar análisis críticos y fundamentados de documentos y acciones-.
A raíz de ello, y como ya fue mencionado, la democracia participativa que estas
organizaciones reclaman no se encuentra actualmente materializada en los espacios de
participación que generan las estructuras oficiales. Espacios como estos Consejos,
Audiencias Públicas, foros de debate, entre otros, permiten a las personas expresarse
públicamente pero no son vinculantes. Esto quiere decir que son instancias donde la
población puede opinar y discutir, pero nadie sabe con certeza si estas opiniones tendrán
alguna posibilidad de traducirse en prácticas concretas. “…Se ha extendido por toda la
región una profunda insatisfacción con los resultados de esa democracia en términos de
justicia social, eficacia gubernamental e inclusión política…” (Dagnino, Olvera y Panfichi,
2006:15). Esta realidad, por un lado, ha desgastado a gran parte de la población, que ha
abandonado su participación en la vida política –y no se está hablando aquí de una política
partidaria, sino de ejercer el derecho a la participación en la toma de decisiones que cada
uno de nosotros tiene como miembro de la sociedad en la que vive-.
Por otra parte, esta pérdida de confianza y de expectativas en la democracia
representativa actual, ha dejado abierto el espacio para la formación de asambleas,
colectivos, grupos de vecinos y otro tipo de organizaciones que comparten el objetivo de
una democracia real, participativa. Más allá de sus dificultades, crisis y desafíos, gran
parte de estas agrupaciones ha logrado mantenerse en el tiempo, crecer y articularse con
otras experiencias, lo que ha fortalecido la lucha en común.
Si tomamos el caso específico de las organizaciones que nacen a partir de un
conflicto ambiental, éstas tienen la potencialidad de atraer a personas y colectivos con
diferentes intereses, que confluyen en un espacio de construcción en común. Este es el
caso de la Asamblea Popular por el Agua del Gran Mendoza y la propia AMPAP. Así es
como estos espacios asamblearios terminan auto-transformándose a partir de su propia

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dinámica –la lucha en común que surge por un conflicto ambiental concreto, termina
trascendiendo el problema puntual que la hizo nacer, pasando hacia objetivos más amplios
y más profundos-. Por ejemplo, muchas organizaciones nacidas en rechazo a los
monocultivos y a los desmontes, pasan a tener como objetivo de lucha la soberanía
alimentaria y la autodeterminación de los pueblos.
Esta característica potencia también que se produzcan cambios en la perspectiva
que cada grupo y/o persona tenía sobre el tema cuando comenzó a participar de estas
organizaciones. La posibilidad de tomar conocimiento de otros puntos de vista sobre el
problema, y de otras experiencias de lucha, influye en los procesos de auto-reflexión. Por
un lado, esto puede ser positivo en cuanto a su potencial de descubrimiento, de
socialización de información, de formación y de unión de luchas. Por otra parte, también
puede ser negativo, ya que esta heterogeneidad puede ser potencial de conflicto hacia el
interior de estas organizaciones.
Como ya fue mencionado, aparece así la necesidad de sus integrantes de registrar la
historia de cada asamblea, y de realizar actividades de formación de base, planteada
principalmente por aquellas organizaciones con más tiempo de lucha que han aprendido la
importancia de este aspecto para el fortalecimiento de la organización.
Este proceso se ve favorecido por la horizontalidad de estos espacios, donde todos
pueden participar y discutir, generándose un proceso de autoconocimiento, reflexión y
construcción en conjunto, que propicia la toma de decisiones respaldada en una
construcción colectiva. Sin embargo, el proceso asambleario es visto por otros como
potenciador del desgaste y la lentitud de los procesos. Es real que la diversidad de
movimientos y de momentos de lucha de cada asamblea también puede dificultar la
operacionalidad y la construcción de los lineamientos básicos de esta unión. Por ello, es
importante que la construcción conjunta sea prioritaria ante los puntos de divergencia.
En este sentido, se debe rescatar la visión a largo plazo de estos movimientos, cuya
actividad no termina con la prohibición de la actividad minera, con la no instalación de una
empresa de pasta de celulosa, entre otras. En espacios como la UAC se plantean
discusiones sobre la continuidad o no en caso de que se solucione el problema por el cual
una determinada organización ha surgido. La mayoría coincide en su continuidad, ya que
la participación en estos encuentros les ha permitido descubrir otras problemáticas
existentes en otros lugares pero de las cuales ahora se sienten parte.
Todas las reivindicaciones presentes en la UAC llevan impresa la historia de
Latinoamérica. Como ya se mencionó, Esquel fue considerado el inicio de una segunda
conquista, que tiene otras modalidades: empresas transnacionales en complicidad con los
gobiernos nacionales, utilizando estrategias como las denominadas responsabilidad social
empresaria y licencia social. Y es allí donde se plantea la dificultad de diferenciar entre las

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reivindicaciones de tipo social y ambiental, donde las manifestaciones contra la
contaminación se mezclan con el derecho a la vida y la necesidad de igualdad y justicia
inter e intra-generacional.
Si bien en los discursos presentes en las reuniones de la UAC hay una postura
antiimperialista y un planteo de cambios radicales, muchos de sus miembros ven
necesario acelerar el proceso que ya se está dando, de consolidar a la UAC como un
espacio de construcción de poder popular, y ya están trabajando en este sentido. Así es
como, por un lado, puede pensarse que la lentitud de los procesos y la diversidad de
intereses y de momentos de lucha podrían llevar a un fracaso. Por otro lado, estos
espacios también pueden considerarse como una cuna de militantes, ya que se trata de un
movimiento nuevo, un espacio donde su politización es un aspecto a profundizar, que
posee la destacable capacidad de unir a tanta diversidad de personas y organizaciones en
una lucha en común. Como destaca Omar Acha (2007), lo popular es un campo
heterogéneo y contradictorio, habitado por las predisposiciones que contribuyen con la
reproducción del sistema de dominación como también por aquellas que lo cuestionan.

LIMITACIONES DE LA INVESTIGACIÓN REALIZADA Y RECOMENDACIONES SOBRE


ASPECTOS A PROFUNDIZAR EN FUTURAS INVESTIGACIONES SOBRE EL TEMA

Durante la investigación, las limitaciones estuvieron dadas por dos cuestiones. Por
un lado, por la falta de antecedentes en estudios sobre conflictos y movimientos
socioambientales en Argentina, dada la novedad de la temática.
Por otro, por el cuidadoso tratamiento que requiere el abordaje de las organizaciones
sociales, en el contexto actual de criminalización de la protesta e intentos de
cooptación/neutralización de sus acciones. Estos motivos llevaron a la decisión de no
profundizar en algunas estrategias, características y situaciones de los movimientos objeto
de estudio, a fin de preservar información confidencial en torno a los mismos.
Diversos aspectos fueron detectados durante la investigación como posibles líneas
de avance de futuras investigaciones, a saber:

 Análisis de las diferentes percepciones en torno a la contaminación


generada por la agricultura, la actividad petrolera y la megaminería.

Si bien se reconoce la contaminación producida por las dos primeras actividades


mencionadas, éstas no han generado la movilización en oposición a la actividad que
generó esta última. Consideramos que esto se debe en parte a que tanto la agricultura
como la actividad petrolera, a diferencia de la megaminería, son actividades con las que la

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población mendocina ha convivido históricamente, pero sería interesante indagar sí estas
movilizaciones en torno a la megaminería podrían potenciar la organización de
movimientos que cuestionen otras actividades contaminantes, como las mencionadas.

 Causas de la falta de movilización social en departamentos con problemas


socioambientales existentes –no potenciales-.

Dos casos de los analizados despertaron este interrogante. Por un lado, San Rafael,
departamento en el que, aun con la presencia de pasivos ambientales del funcionamiento
del “Complejo Fabril Sierra Pintada”, no se ha generado una movilización social capaz de
impulsar su remediación –y oponerse a la reapertura- por lo que las organizaciones
preocupadas por esta situación recurrieron a la vía legal.
Por otro lado, el departamento de Lavalle, con una problemática real en cuanto a la
calidad y acceso al agua potable, donde la población también se presenta reticente a
participar de movilizaciones para generar cambios en ese sentido.
Se trata de dos casos donde se combina la presencia real del problema con la falta
de reacción social, a diferencia del resto de los casos, donde la movilización se produjo
ante la posible instalación de los proyectos mineros.

 Estudios sobre el “efecto derrame” en las poblaciones cercanas a


proyectos megamineros en funcionamiento en el país.

El cuestionamiento a la falta de distribución de los beneficios económicos que


obtienen las empresas mineras, y la afirmación por parte del sector minero de su
contribución al “desarrollo local” torna necesario la realización de estudios serios acerca de
los beneficios reales que estas empresas generan en las poblaciones locales, en
comparación con los costos sociales y ambientales.
Otro aspecto que resulta esencial investigar, en relación a los beneficios generados
por las empresas mineras, es el empleo generado, tanto de manera directa como indirecta,
en los casos ya existentes de proyectos en funcionamiento.

 Develar la existencia –o no- de reivindicaciones socioambientales en


protestas y movimientos históricos y actuales de nuestro país.

Este tema cobra importancia por dos cuestiones. Por un lado, porque actualmente

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pueden analizarse movimientos sociales previos, parafraseando a Martínez Alier, con
“lentes ecológicas”. Por otro lado, para desmitificar la clasificación de todo conflicto social
como socioambiental, diferenciando claramente cuáles fueron las reivindicaciones que
dieron origen a los movimientos, y cuales las que fueron incorporándose con el paso del
tiempo.

 Análisis de la incompatibilidad de contenidos otorgados al concepto de


“desarrollo sustentable” por las empresas mineras, con los otorgados al
mismo por las organizaciones socioambientales.

Consideramos que es necesario un análisis más profundo de esta incompatibilidad, a


fin de describir y analizar cómo los diferentes grupos en conflicto construyen y dotan de
sentido a la noción de “sustentabilidad”.
También resulta pertinente un análisis de cómo éste y otros conceptos y
reivindicaciones “socioambientales” son apropiados/as por los sectores empresarios y por
funcionarios de gobierno, reutilizándolos en función de sus propios intereses.

 Análisis, para el caso de los movimientos socioambientales, de las


estrategias de criminalización y neutralización de la protesta

En una “democracia” como en la que vivimos, la criminalización de los movimientos


sociales toma otras formas: amenazas, acciones de intimidación, denuncias penales, entre
otras. Dilucidar las estrategias utilizadas para el caso de los movimientos
socioambientales, contribuirá a la defensa de la libertad de expresión y manifestación que
consideramos esencial para la participación social en una democracia real.

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GLOSARIO

AC: Acción Colectiva /Acciones Colectivas

ADECAT: Asamblea por los Derechos Cívicos y Ambientales de Tupungato

Ag: Plata

AHPPN: Apropiación Humana de Producción Primaria Neta

AMD: Argentina Mineral Development

AMPAP: Asamblea Mendocina por Agua Pura

ANP: Área Natural Protegida

ARI: Afirmación para una República Igualitaria (partido político)

ARN: Autoridad Regulatoria Nuclear

Art/s.: Artículo/s

ASAUEE: Asociación Argentina-Uruguaya de Economía Ecológica

ATE: Asociación Trabajadores del Estado

Au: Oro

CAMEM: Cámara Mendocina de Empresarios Mineros

CAPES: Coordenação de Aperfeiçoamento de Pessoal de Nível Superior

CCT: Centro Científico Tecnológico

CDB: Convenio sobre Diversidad Biológica

CEIAM: Comisión Evaluadora Interdisciplinaria Ambiental Minera

CFA: Consejo Federal Agropecuario

CFM: Complejo Fabril Malargüe

CLOC: Coordinadora Latinoamericana de las Organizaciones del Campo

CMFSR: Complejo Minero Fabril San Rafael

CNEA: Comisión Nacional de Energía Atómica

CNPq: Conselho Nacional de Desenvolvimento Científico e Tecnológico

CNUMAD: Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo

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CO2: Dióxido de Carbono

COFEMA: Consejo Federal de Medio Ambiente

COFEMIN: Consejo Federal de Minería

COIRCO: Comité Interjurisdiccional del Río Colorado

Comp/s.: Compilador/es

CONICET: Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas

Coord/s: Coordinador/es

CPA: Consejo Provincial del Ambiente

CRICYT: Centro Regional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas

CRIDC: Centro Regional de Investigación y Desarrollo Cultural de la Municipalidad de


Malargüe

CTA: Central de los Trabajadores

Argentinos Cu: Cobre

CVCN: Centro Vecinal Costa delNevado

DAM: Drenaje Ácido de Mina

DAR: Drenaje Ácido de Roca

DEIE: Dirección de Estadísticas e Informaciones Económicas

Depromin S.A.: Desarrollo de Proyectos Mineros S.A.

DGE: Dirección General de Escuelas

DGFM: Dirección General de Fabricaciones Militares

DGI: Departamento General de Irrigación

DIA: Declaración de Impacto Ambiental

DOADU: Dirección de Ordenamiento Ambiental y Desarrollo Urbano

DPA: Dirección de Protección Ambiental

DPV: Dirección Provincial de Vialidad

Dr.: Doctor

Dra.: Doctora

DRNR: Dirección de Recursos Naturales Renovables

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DS: Desarrollo Sustentable (o Desarrollo Sostenible)

DSyCA: Dirección de Saneamiento y Control Ambiental, del gobierno de Mendoza


(actual DPA)

DT: Dictamen Técnico Dto:

Departamento EEUU: Estados Unidos

EIA: Evaluación de Impacto Ambiental

EIV: Estágio Interdisciplinar deVivência

Ej.: Ejemplo

EPAS: Ente Provincial del Agua y de Saneamiento

EROI: Energy Return On (energy) Imput

FAA: Federación Agraria Argentina

FADE: Federación Argentina de Espeleología

FARN: Fundación Ambiente y Recursos Naturales

FLACSO: Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales

FMI: Fondo Monetario Internacional

FUNAM: Fundación para la defensa del ambiente

FUUNSAJ: Fundación Universidad de San Juan

g: Gramo

GM: Gobierno de

Mendoza Gral.: General

Ha/s: hectárea/s

HCD: Honorable Consejo

Deliberante Hm3: Hectómetros cúbicos

h/hs.: Hora/Horas

IADIZA: Instituto Argentino de Investigaciones de Zonas Áridas

IANIGLA: Instituto Argentino de Nivología, Glaciares y Ciencias Ambientales

ICA: Instituto de Ciencias Ambientales

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IDR: Instituto de Desarrollo Rural

IIA: Informe de Impacto Ambiental

IIAE: Informe de Impacto Ambiental Específico

IIRSA: Iniciativa para la integración de la Infraestructura Regional Suramericana

INA: Instituto Nacional del Agua

INDEC: Instituto Nacional de Estadísticas y Censos

Ing.: Ingeniero

INTA: Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria

INTI: Instituto Nacional de Tecnología Industrial

ISEW: Index of Sustainable Economic Welfare

IUCN: International Union for Conservation of Nature

IVA: Impuesto al Valor Agregado

K: Capital

Kg: Kilogramos

Km:

Kilómetro/s

Km2: Kilómetro/s cuadrados

KN: Capital

Natural KW:

Kilovatios

l: Litro/s

Lic: Licenciada/o

m.s.n.m.: Metros sobre el nivel del mar

m: Metro/s

m2: Metro/s cuadrados

m3: Metros cúbicos

MAB: Movimento de Atingidos por Barragens

MACH: Movimiento Antinuclear de Chubut

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MED: Minera El Desquite S.A.

MEIA: Manifestación Específica de Impacto Ambiental

MG: Meridian Gold Inc.

mg: Miligramos

MGIA: Manifestación General de Impacto Ambiental

MIC: Isocianato de Metilo

MIPS: Material Input Per Service Unit

MIT: Massachusetts Institute of Technology

Mm: Milímetros

MMM: Marcha Mundial das Mulheres

MNCI: Movimiento Nacional Campesino Indígena

MP: Movilización Política

Ms.: Magister

MS:Movimiento/s Social/es

MST: Movimento Sem Terra

Mt: Millones de toneladas

MUL: Movimiento Organización y Lucha

MW: Megavatios

NIMBY: Not in my back yard (No en mi patio trasero)

NMS: Nuevo/s Movimiento/s Social/es

ONG/s: Organización/es No Gubernamental/es

ONU: Organización de las Naciones Unidas

OTRAL: Organización de Trabajadores Rurales sin Tierra

Pág.: Página

PARTIZANS: People Against Rio Tinto and Subsidiaries (Pueblos en contra de Río Tinto
y subsidiarias)

PDAC: Prospectors and Developers Association of Canada

PEA: Población Económicamente Activa

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PIB: Producto Interior Bruto
PNUD: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
PNUMA: Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
Pp.: Páginas
PRAMU: Proyecto de Restitución Ambiental de la Minería del Uranio

PRC: Potasio Río Colorado

PS: Protesta Social

RedAJ: Red de Asistencia Jurídica contra la megaminería en Argentina

RENACE: Red Nacional de Acción Ecologista

RS: residuo/s sólido/s

s: Segundo/s

SAGyP: Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca

SEGEMAR: Servicio Geológico Minero Argentino

SERPAJ: Servicio Paz y Justicia de Argentina

SERPAJ: Servicio Paz y Justicia de Argentina

SOMINSA: Sociedad Mixta Siderurgia Argentina

SPU: Secretaría de Políticas Universitarias

t.: Toneladas

TMR: Teoría de la Movilización de Recursos

UAC: Unión de Asambleas

Ciudadanas UBA: Universidad de Buenos Aires

UCIM: Unión Comercial e Industrial de Mendoza

UGA: Unidad de Gestión Ambiental

UNCTAD: United Nations Conference on Trade and Development

UNCuyo: Universidad Nacional de Cuyo

UNEP: United Nations Environment Programme

UNESCO: United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization (Organización


de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura)

UNISINOS: Universidade do Vale do Rio dos Sinos

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UNLP: Universidad Nacional de La Plata

UNPSJB: Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco

UO2: Dióxido de uranio

UST: Unión de Trabajadores Rurales sin Tierra

UTN: Universidad Tecnológica Nacional

VET: Valor Económico Total

Vs.: Versus

WWF: World Wide Fund For Nature (ex- World Wildlife Fund)

YAMIRI: Yacimientos Mineros Riojanos S.A.

Zn: Zinc

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ANEXO 1

FUENTES QUE PERMITIERON RECONSTRUIR LA HISTORIA DEL CONFLICTO


EN TORNO A LA MEGAMINERÍA

 Memorias de reuniones, panfletos y comunicados de prensa de las


724 725
organizaciones que fueron objeto de estudio, periodo 2006-2009.

 Actas de reuniones del Consejo Provincial del Ambiente (CPA), período


726
2008-2009.

 Documentales.

Sobre el conflicto en torno a la megaminería en la provincia de Mendoza, fueron


consultados los programas del “Noticiero Popular” que abordaron este tema, periodo
2006-2009. La mayor parte de las noticias vinculadas a la actividad minera fueron
compiladas en un DVD realizado por este Noticiero, denominado “No a la
727
megaminería”.

Por otra parte, algunas organizaciones de la provincia de Mendoza también realizaron


sus propios documentales sobre los principales hechos acontecidos en sus localidades,
como los preparados por la Multisectorial de General Alvear y la Asamblea del Pueblo
de Alvear:

- “Agua que has de beber. Informe sobre proyectos mineros en el Sur de


Mendoza”, Guión, producción y edición: Ana Clara Kobayashi, noviembre de
2006.

- “Mendoza Sur”, de Sergio Felizia, 2007.

- “Sucesos del 20 de junio de 2007 Alvear-Mendoza. Testimonios de la gente…”,


Multisectorial de General Alvear y Asamblea del Pueblo de Alvear, 2007.

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Por otra parte, los documentales existentes sobre proyectos mineros y conflictos
socioambientales en otras provincias argentinas y en otros países, se detallan a
continuación en: “Otros documentales consultados”.

 Notas periodísticas de los principales diarios provinciales: Diario “Los


Andes”, Diario “Uno”, Diario “El Sol” y Diario “MDZ”, periodo 2003-2009.

 Trabajos realizados por otros investigadores y/o miembros de las


organizaciones estudiadas.

Entre ellos, se encuentran detallados en la bibliografía los libros, tesis y artículos de


Javier Rodríguez Pardo (2006, 2009), Luis Manuel Claps (2005) y Sergio Onofrio (2009).

Javier Rodríguez Pardo es periodista, participó de las movilizaciones contra el


repositorio nuclear en Gastre, Chubut, y es miembro del “Movimiento Antinuclear del
Chubut” (MACH) y de la “Red Nacional de Acción Ecologista” (RENACE). También es
miembro de la Unión de Asambleas Ciudadanas y ha recorrido muchas de las
asambleas que rechazan la megaminería, surgidas a lo largo del país, dando
conferencias, participando de foros-debate y transmitiendo su experiencia de militancia.
Por su parte, Luis Manuel Claps es comunicador social, creador del sitio web “Oro
728
Socio”, miembro de la “Asamblea Patagónica contra el Saqueo y la Contaminación”, y
729
de “Mines and Communities” . Asimismo, Sergio Onofrio es sociólogo, miembro de la
Asamblea Popular por el Agua del Gran Mendoza.

Deseamos destacar la importancia de las reflexiones de estos autores, ya que sus


análisis se basan en la experiencia que les brinda su participación activa en las
organizaciones que fueron objeto de estudio.

FUENTES CONSULTADAS EN EL SERVICIO GEOLÓGICO MINERO ARGENTINO


(SEGEMAR), SEDE BUENOS AIRES

- Información Básica en Temática Ambiental entre las coordenadas 69º 05´ y 69º 25´de
Longitud Oeste y 32º 05´ y 32º 45´de Latitud Sur, de Mario A. Rosas. Informe Etapa I.

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Coordinación de Delegaciones Regionales - Regional Cuyo, 1995. (Enmarcado dentro
del Programa Nacional de Estudios Geoambientales aplicados a la minería, de la
Dirección de Geología Ambiental y Aplicada de la Secretaría de Minería de la Nación)

- Recursos Minerales de la República Argentina. Subsecretaría de Minería de la


Nación, SEGEMAR e Instituto de Geología y Recursos Minerales, Anales Nº 35,
Volumen I y II, Buenos Aires, 1999.

- La minería en el contexto de la ordenación del territorio, de Roberto Villas-Bôas,


Roberto Page Editores. Conselho Nacional de Desenvolvimento Científico e Tecnológico
(CNPq), Río de Janeiro, 2002
730
- Colección del Diario Minero “Mining Press”, años 2003 al 2006.

FUENTES CONSULTADAS EN EL “CONSEJO FEDERAL DE INVERSIONES”,


MINISTERIO DEL INTERIOR, BUENOS AIRES

- Diez Razones para invertir en Minería Argentina, Subsecretaría de Minería, Ministerio


de Infraestructura y Vivienda, Buenos Aires, Argentina, s/d.

- Privatizaciones y concesiones en provincias. Pacto Federal para el Empleo, la


Producción y el Crecimiento. Ministerio de Economía y Obras y Servicios Públicos-
Secretaría de Hacienda – Subsecretaría de Relaciones Fiscales y Económicas con las
provincias, 1995.

- El deterioro de las tierras en la República Argentina. Alerta Amarillo. Secretaría de


Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP) y Consejo Federal Agropecuario (CFA), 1995.

- Inversión Minera en Argentina. Directorio de Oportunidades, Secretaría de Minería e


Industria, 1996. Actualización disponible en: http://noticias.mecon.gov.ar/

La información posterior a la fecha de publicación de estos documentos vinculada a la


actividad minera ha sido actualizada a través del sitio web de la Secretaría de Minería
de la Nación: http://www.mineria.gov.ar/

FUENTES CONSULTADAS EN INSTITUCIONES DE LA PROVINCIA DE


MENDOZA

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731
- Recopilación de noticias de diferentes medios de prensa provinciales sobre
conflictos vinculados a la minería en la provincia de Mendoza, periodo 2003-2007.
Consultada en la Delegación del SEGEMAR en el interior del país, sede Mendoza.

- Expedientes de procesos de evaluación de impacto ambiental de proyectos mineros


732
cuestionados en la provincia de Mendoza, periodo 2003-2009. Consultados en la
Dirección de Minería e Hidrocarburos de la provincia de Mendoza y en la Dirección de
Protección Ambiental de la provincia de Mendoza (ex-Dirección de Saneamiento y
733
Control Ambiental).

PRINCIPALES SITIOS DE INTERNET CONSULTADOS

- Argentina Mining: http://www.argentinamining.com

- Asociación “Alihuen”: http://www.alihuen.org.ar

- Autoridad Regulatoria Nuclear: http://200.0.198.11/

- Barrick Gold: http://www.barricksudamerica.com

- Cámara Mendocina de Empresarios Mineros: http://www.camem.com.ar/

- Club de Roma: http://www.clubofrome.org

- Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA): http://www.cnea.gov.ar

- Comité de Defensa y Recuperación del Cobre: http://defensadelcobre.cl/

- Departamento General de Irrigación (DGI): http://www.irrigacion.gov.ar

- Depromin S.A.: http://www.deprominsa.com

- Diario “Clarín”: http://www.clarin.com

- Diario “El Sol”: http://elsolonline.com/noticias/home

- Diario “La Nación”: http://www.lanacion.com.ar

- Diario “Los Andes”: http://www.losandes.com.ar/

- Diario “MDZ”: http://www.mdzol.com/

- Diario “Página 12”: http://www.pagina12.com.ar

- Diario “Uno”: http://www.diariouno.com.ar/

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- Diario Minero “Mining Press”: http://www.miningpress.com/

- Dirección de Ordenamiento Ambiental y Desarrollo Urbano (DOADU):


http://www.doadu.mendoza.gov.ar

- Ecoportal: http://www.ecoportal.net

- Ecoportal: http://www.ecoportal.net/

- Ente Provincial del Agua y de Saneamiento de la Provincia de Mendoza (EPAS):


http://www.epas.mendoza.gov.ar/

- Exeter Resource: http://www.exeterresource.com

- Fiesta Nacional de la Vendimia: http://www.vendimia.mendoza.gov.ar/vendimia/

- Fundación para la Defensa del Ambiente: http://www.funam.org.ar/

- Gobierno de Mendoza: http://www.mendoza.gov.ar/

- Greenpeace (Argentina): http://www.greenpeace.org/argentina/

- Instituto “Wuppertal”: http://www.wupperinst.org/

- La Voz de la Tierra: http://www.lavozdelatierra.com.ar/

- Minera “La Alumbrera”: http://www.alumbrera.com.ar/

- Mines and Communities: http://www.minesandcommunities.org/

- Ministerio de Economía y Finanzas Públicas: http://noticias.mecon.gov.ar/

- Multisectorial del Sur: http://www.multisectorialsur.org.ar/

- Municipio de San Carlos: http://www.sancarlos.gov.ar/

- No a la Mina: http://www.noalamina.org/

- Noticiero Popular: http://www.noticieropopular.tk

- Organización de las Naciones Unidas: http://www.un.org

- Oro Sucio: http://orosucio.madryn.com

- Portal de San Rafael: http://www.sanrafael.com.ar

- Portal Resources: http://www.portalresources.net


- Portal Resources: http://www.portalresources.net

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- Programa de la DGE-Gobierno de Mendoza: www.tveduca.mendoza.edu.ar/

- Red de Asistencia Jurídica contra la megaminería en Argentina (RedAJ):


http://redaj.org/

- Revista “Ecología Austral”: http://www.ecologiaaustral.com.ar/


- Revista “Theomai”: http://revista-theomai.unq.edu.ar

- Río Tinto: http://www.riotinto.com/

- Secretaría de Minería de la Nación: http://www.mineria.gov.ar/

- Secretaría de Minería de la Provincia de San Juan: http://mineria.sanjuan.gov.ar/

- Sierra Club: http://www.sierraclub.org

- TN Ecología: http://blogs.tn.com.ar/ecologia/

- Unión de Asambleas Ciudadanas: http://asambleasciudadanas.org.ar/

- Vecinos Autoconvocados de San Carlos: http://www.poraguapura.com.ar

- Vía Campesina: http://www.viacampesina.org/

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ANEXO 2

LEY NACIONAL Nº 24.196 DE INVERSIONES MINERAS

CAPITULO I

AMBITO DE APLICACIÓN ARTÍCULO 1°.- Institúyese un R égimen de Inversiones para


la Actividad Minera, que regirá con los alcances y limitaciones establecidas en la
presente ley y las normas reglamentarias que en su consecuencia dicte el Poder
Ejecutivo Nacional.

CAPITULO II

ALCANCES ARTÍCULO 2°.- Podrán acogerse al presente Régimen de Inversiones las


personas físicas domiciliadas en la República Argentina y las personas jurídicas
constituidas en ella, o que se hallen habilitadas para actuar dentro de su territorio con
ajuste a sus leyes, debidamente inscriptas conforme a las mismas, que desarrollen
actividades mineras en el país o se establezcan en el mismo con ese propósito. Los
interesados en acogerse al presente régimen deberán inscribirse en el registro que
habilitará a tal efecto la Autoridad de Aplicación.

ARTÍCULO 3°.- No podrán acogerse al presente Régime n:

a) Las personas físicas condenadas por cualquier tipo de delito doloso,


incompatible con el régimen de la presente ley, y las personas jurídicas cuyos directores,
administradores, síndicos, mandatarios o gestores se encuentren en las condiciones
antes mencionadas.

b) Las personas físicas y jurídicas que al tiempo de la inscripción, tuviesen deudas


firmes exigibles e impagas de carácter fiscal o previsional; o cuando se encuentre firme
una decisión judicial o administrativa declarando tal incumplimiento en materia
aduanera, impositiva o previsional, hasta que no se dé cumplimiento a lo resuelto en
ella.

ARTÍCULO 4°.- El presente Régimen de Inversiones se rá de aplicación en todas las


provincias que componen el Territorio Nacional que hayan adherido expresamente al
mismo, en los términos de la presente ley.

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Las Provincias deberán expresar su adhesión al presente régimen a través del dictado
de una ley en la cual deberán invitar expresamente a las municipalidades de sus
respectivas jurisdicciones a dictar las normas legales pertinentes en igual sentido.

CAPITULO III

ACTIVIDADES COMPRENDIDAS

ARTÍCULO 5°.- Las actividades comprendidas en el Ré gimen instituido por la presente


ley son:

a) Prospección, exploración, desarrollo, preparación y extracción de sustancias


minerales comprendidas en el Código de Minería.

b) Los procesos de trituración, molienda, beneficio, pelletización, sinterización,


briqueteo, elaboración primaria, calcinación, fundición, refinación, aserrado, tallado,
pulido y lustrado, siempre que estos procesos sean realizados por una misma unidad
económica e integrados regionalmente con las actividades descriptas en el inciso a) de
este artículo en función de la disponibilidad de la infraestructura necesaria.

ARTÍCULO 6°.- Quedan excluidas del régimen de la pr esente ley las actividades
vinculadas a:

a) Hidrocarburos líquidos y gaseosos.

b) El proceso industrial de fabricación de cemento a partir de la calcinación.


c) El proceso industrial de fabricación de cerámicas.

d) Las arenas, canto rodado y piedra partida, destinadas a la industria de la


construcción.
CAPITULO IV

TRATAMIENTO FISCAL DE LAS INVERSIONES

ARTÍCULO 7°.- A los sujetos que desarrollen las act ividades comprendidas en el
presente régimen de acuerdo a las disposiciones del Capítulo III, les será aplicable el
régimen tributario general con las modificaciones que se establecen en el presente
Capítulo.

TÍTULO I

ESTABILIDAD FISCAL

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ARTÍCULO 8°.- Los emprendimientos mineros comprendi dos en el presente régimen
gozarán de estabilidad fiscal por el término treinta (30) años contados a partir de la fecha
de presentación de su estudio de factibilidad.

La estabilidad fiscal significa que las empresas que desarrollan actividades mineras en
el marco del presente Régimen de Inversiones no podrán ver afectada en más la carga
tributaria total, determinada al momento de la presentación, como consecuencia de
aumentos en las contribuciones impositivas y tasas, cualquiera fuera su denominación,
en los ámbitos nacional, provinciales y municipales, que adhieran y obren de acuerdo al
artículo 4°, última parte, o la creación de otra s nuevas que los alcancen como sujetos de
derecho de los mismos.

Lo dispuesto en el presente artículo será también aplicable a los regímenes cambiario y


arancelario, con exclusión de la paridad cambiaria y de los reembolsos, reintegros y/o
devolución de tributos con motivo de la exportación.

ARTÍCULO 9°.- Las disposiciones del presente Título no alcanzan al Impuesto al Valor
Agregado, el que a los fines de la actividad minera se ajustará al tratamiento impositivo
general.

ARTÍCULO 10.- La Autoridad de Aplicación emitirá un certificado con las contribuciones


tributarias y tasas aplicables a cada proyecto, tanto en el orden nacional como
provincial y municipal, vigentes al momento de la presentación, que remitirá a las
autoridades impositivas respectivas.

ARTÍCULO 11.- Cualquier alteración al principio de estabilidad fiscal, enunciado en el


presente Título, por parte de las provincias y municipios, que adhieran y obren de
acuerdo al artículo 4°, última parte, dará derecho a los inscriptos perjudicados a
reclamar ante las autoridades nacionales o provinciales, según correspondiera, que se
retengan de los fondos coparticipables que correspondan al fisco incumplidor, los
montos pagados en exceso, para proceder a practicar la devolución al contribuyente.

TÍTULO II

IMPUESTO A LAS GANANCIAS

ARTÍCULO 12.- Los sujetos acogidos al presente régimen de inversiones podrán deducir
en el balance impositivo del impuesto a las ganancias, el ciento por ciento (100%) de los
montos invertidos en gastos de prospección, exploración, estudios especiales, ensayos
mineralúrgicos, metalúrgicos, de planta piloto, de investigación

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aplicada, y demás trabajos destinados a determinar la factibilidad técnico-económico de
los mismos.

Las deducciones referidas en el presente artículo podrán efectuarse sin perjuicio del
tratamiento que, como gasto o inversión amortizable, les corresponda de acuerdo con la
ley de impuesto a las ganancias.

ARTÍCULO 13.- Las inversiones de capital que se realicen para la ejecución de nuevos
proyectos mineros y para la ampliación de la capacidad productiva de las operaciones
mineras existentes, como así también aquéllas que se requieran durante su
funcionamiento, tendrán el siguiente régimen de amortización en el Impuesto a las
Ganancias:

a) Las inversiones que se realicen en equipamiento, obras civiles y construcciones


para proporcionar la infraestructura necesaria para la operación, tales como accesos,
obras viales, obras de captación y transporte de aguas, tendido de líneas de electricidad,
instalaciones para la generación de energía eléctrica, campamentos, viviendas para el
personal, obras destinadas a los servicios de salud, educación, comunicaciones y otros
servicios públicos como policía, correos y aduanas, se amortizarán de la siguiente
manera:

El sesenta por ciento (60%) del monto total de la unidad de infraestructura, en el


ejercicio fiscal en el que se produzca la habilitación respectiva, y el cuarenta por ciento
(40%) restante en partes iguales en los dos (2) años siguientes.

b) Las inversiones que se realicen en la adquisición de maquinarias, equipos,


vehículos e instalaciones, no comprendidas en el apartado anterior se amortizarán un
tercio por año a partir de la puesta en funcionamiento.

ARTÍCULO 14.- Las utilidades provenientes de los aportes de minas y de derechos


mineros, como capital social, en empresas que desarrollen actividades comprendidas en
el presente régimen de acuerdo a las disposiciones del Capítulo III, estarán exentas del
Impuesto a las Ganancias. El aportante y las empresas receptoras de tales bienes
deberán mantener el aporte en sus respectivos patrimonios por un plazo no inferior a
cinco (5) años continuados, contados a partir de su ingreso, excepto que por razones
debidamente justificadas la Autoridad de Aplicación autorice su enajenación. Si no se
cumpliera con esta obligación, corresponderá el reintegro del monto eximido de acuerdo
con lo establecido en la Ley de Impuesto a las Ganancias. En caso que el
incumplimiento sea de la empresa receptora, la misma será solidariamente responsable
del pago del reintegro conjuntamente con el aportante.
La ampliación del capital y emisión de acciones a que diere lugar la capitalización de los

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aportes mencionados en el párrafo anterior estarán exentas del impuesto de sellos.

TÍTULO III

AVALÚO DE RESERVAS

ARTÍCULO 15.- El avalúo de las reservas de mineral económicamente explotable,


practicado y certificado por profesional responsable, podrá ser capitalizado hasta en un
cincuenta por ciento (50%) y el saldo no capitalizado constituirá una reserva por avalúo.
La capitalización y la constitución de la reserva tendrá efectos contables exclusivamente,
careciendo por tanto de incidencia alguna a los efectos de la determinación del impuesto
a las ganancias.

La emisión y liberación de acciones provenientes de esta capitalización, así como la


modificación de los contratos sociales o de los estatutos, cualquiera fuera su naturaleza
jurídica, en la medida en que estén determinadas por la capitalización aludida, estarán
exentas de todo impuesto nacional, incluido el de sellos. Igual exención se aplicará a las
capitalizaciones o distribuciones de acciones recibidas de otras sociedades con motivo
de la capitalización que hubieren efectuado estas últimas. Los gobiernos provinciales
que adhieran al presente régimen deberán establecer exenciones análogas a las
previstas en el presente artículo, en el ámbito de sus respectivas jurisdicciones.

ARTÍCULO 16.- Los avalúos de reservas de mineral a que se refiere este Título,
deberán integrar el pertinente estudio de factibilidad técnico-económica de la explotación
de tales reservas y se ponderarán los siguientes factores básicos:

a) Reservas medidas.
b) Características estructurales del yacimiento y sus contenidos útiles.
c) Situación del mercado a servir.
d) La curva de explotación prevista.
e) Estimación de la inversión total requerida para la explotación de las reservas
medidas.

TÍTULO IV

DISPOSICIONES FISCALES COMPLEMENTARIAS

ARTÍCULO 17.- Los inscriptos en el presente régimen de inversiónes para la actividad


minera estarán exentos del Impuesto sobre los Activos, a partir del ejercicio fiscal en
curso al momento de la inscripción.
Cuando el sujeto inscripto desarrolle simultáneamente actividades no comprendidas en
el artículo 5° o excluidas por el artículo 6°, e l alcance de la exención se limitará a los
activos afectados a las actividades comprendidas en el régimen.

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ARTÍCULO 18.- Anualmente dentro de los treinta (30) días a partir del vencimiento para
la presentación de la declaración jurada del impuesto a las ganancias, los inscriptos
deberán presentar una declaración jurada donde se indiquen los trabajos e inversiones
efectivamente realizados, manteniendo debidamente individualizada la documentación y
registración relativa a dichas inversiones.

ARTÍCULO 19.- El tratamiento fiscal establecido por el presente Capítulo queda fuera
del alcance de las disposiciones del Título II de la ley 23.658 y del decreto 2054/92.

ARTÍCULO 20.- A los efectos de las disposiciones técnico--impositivas nacionales, serán


de aplicación las disposiciones de la ley 11.683, texto ordenado en 1978 y sus
modificatorias.

CAPITULO V

IMPORTACIONES

ARTÍCULO 21.- Los inscriptos en el presente régimen estarán exentos del pago de los
derechos a la importación y de todo otro derecho, impuesto especial, gravamen
correlativo o tasa de estadística, con exclusión de las demás tasas retributivas de
servicios, por la introducción de bienes de capital, equipos especiales o parte o
elementos componentes de dichos bienes, y de los insumos determinados por la
autoridad de aplicación, que fueren necesarios para la ejecución de actividades
comprendidas en el presente régimen de acuerdo a las disposiciones del Capítulo III.
Las exenciones o la consolidación de los derechos y gravámenes, se extenderá a los
repuestos y accesorios necesarios para garantizar la puesta en marcha y
desenvolvimiento de la actividad; las que estarán sujetas a la respectiva comprobación
del destino, el que deberá responder al proyecto que motivó dichos requerimientos. Los
bienes de capital, partes, accesorios e insumos que se intr-oduzcan al amparo de la
liberación de los derechos y gravámenes precedentemente establecida, sólo podrán ser
enajenados, transferidos o desafectados de la actividad objeto del permiso, una vez
concluido el ciclo de la actividad que motivó su importación o su vida útil si fuera menor.
En caso de ser reexportada o transferida a una actividad no comprendida en el Capítulo
III, deberá procederse al pago de los derechos, impuestos y gravámenes que
correspondan a ese momento.
La autoridad de aplicación establecerá las prácticas que garanticen el cumplimiento de
las disposiciones del presente artículo.

CAPITULO VI

REGALIAS

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ARTÍCULO 22.- Las provincias que adhieran al régimen de la presente ley y que
perciban regalías o decidan percibir, no podrán cobrar un porcentaje superior al tres por
ciento (3%) sobre el valor "boca mina" del mineral extraído.

CAPITULO VII

CONSERVACIÓN DEL MEDIO AMBIENTE

ARTÍCULO 23.- A los efectos de prevenir y subsanar las alteraciones que en el medio
ambiente pueda ocasionar la actividad minera, las empresas deberán constituir una
previsión especial para tal fin. La fijación del importe anual de dicha previsión quedará a
criterio de la empresa, pero se considerará como cargo deducible en la determinación
del impuesto a las ganancias, hasta una suma equivalente al cinco por ciento (5%) de
los costos operativos de extracción y beneficio.

Los montos no utilizados por la previsión establecida en el párrafo anterior deberán ser
restituidos al balance impositivo del impuesto a las ganancias al finalizar el ciclo
productivo.

CAPITULO VIII

AUTORIDAD DE APLICACIÓN

ARTÍCULO 24.- La Autoridad de Aplicación de la presente ley y sus disposiciones


reglamentarias, será la Secretaría de Minería de la Nación o el organismo específico que
lo sustituya.

La Autoridad de Aplicación podrá ampliar plazos y aceptar modificaciones de las


declaraciones juradas sin otro requisito que una suscinta explicación de las razones. En
todo lo relativo a la aplicación de esta ley, el Poder Ejecutivo Nacional concertará con las
autoridades provinciales el ejercicio de las facultades constitucionales concurrentes.

ARTÍCULO 25.- Los inscriptos deberán presentar ante la Autoridad de Aplicación con
carácter de declaración jurada, una descripción de las tareas y estudios a ejecutar, y de
las inversiones a realizar con su respectivo cronograma.
ARTÍCULO 26.- La Autoridad de Aplicación verificará, por sus medios o por quien ella
indique, las tareas realizadas conforme a las declaraciones que presenten los
interesados por cada ejercicio fiscal, de acuerdo a las normas reglamentarias que dicten
al efecto, y emitirá el correspondiente certificado.

ARTÍCULO 27.- Los inscriptos en el presente régimen deberán aportar a la Autoridad de


Aplicación la información geológica de superficie de las áreas exploradas. Esta se
incorporará al Banco de Datos de la Secretaría de Minería, cuyo objetivo es el de

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registrar para consulta pública toda la información geológica del territorio nacional.

CAPITULO IX

DISPOSICIONES REGLAMENTARIAS

ARTÍCULO 28.- A los fines de la presente ley son infracciones las siguientes:

a) Falsedad de las informaciones presentadas bajo declaración jurada. b) Demora o


reticencia en entregar información, declaración jurada o los comprobantes requeridos.

ARTÍCULO 29.- El incumplimiento de las disposiciones de la presente ley, sin perjuicio


de las que les pudiera corresponder de conformidad con las disposiciones de las leyes
11.683, texto ordenado y sus modificatorias: 22.415 y 23.771, dará lugar a la aplicación
de las siguientes sanciones:

a) Caducidad total o parcial del tratamiento otorgado, por falsedad de la información


presentada bajo declaración jurada.

b) Multas variables según la gravedad y reiteración hasta un máximo de un quince por


ciento (15%) de las sumas declaradas, por demora o reticencia de la entrega de la
información.
La Autoridad de Aplicación determinará los procedimientos para la aplicación de las
sanciones dispuestas en el presente artículo.

ARTÍCULO 30.- Deróganse las disposiciones de la Ley 22.095 y sus disposiciones


reglamentarias a partir de la promulgación de la presente. Los
beneficiarios de la ley 22.095, con excepción del artículo 9° del Capítulo III, continuarán
comprendidos en el régimen de dicha ley, sin perjuicio de la aplicación de las
disposiciones que pudieran corresponder en virtud del artículo 25 del decreto 2054/92.
La Autoridad de Aplicación para los proyectos a que se refiere el párrafo anterior será la
establecida por la presente ley.
ARTÍCULO 31.- Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional. DADA EN LA SALA DE
SESIONES DEL CONGRESO ARGENTINO, EN BUENOS AIRES, A LOS VEINTIOCHO
DIAS DEL MES DE ABRIL DEL AÑO MIL NOVECIENTOS NOVENTA Y TRES.

LEY PROVINCIAL Nº 7.722 (MENDOZA)

Artículo 1° - A los efectos de garantizar debidamente los recursos naturales con


especial énfasis en la tutela del recurso hídrico, se prohíbe en el territorio de la Provincia
de Mendoza, el uso de sustancias químicas como cianuro, mercurio, ácido sulfúrico, y
otras sustancias tóxicas similares en los procesos mineros metalíferos de cateo,

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prospección, exploración, explotación y/o industrialización de minerales metalíferos
obtenidos a través de cualquier método extractivo.

Artículo 2°- Las empresas y/ o personas jurídicas o físicas que a la fecha de entrada en
vigencia de la presente Ley posean la titularidad de concesiones de yacimientos
minerales metalíferos, o aquellas que industrialicen dichos minerales deben tramitar en
el plazo de treinta (30) días el "informe de partida" que establece el Art. 24 del Decreto
2109/94, a efecto de cumplir con las exigencias de la presente Ley, bajo apercibimiento
de cesar inmediatamente en su actividad hasta tanto adecuen todos sus procesos
mineros y/ o industriales.

Artículo 3° - Para los proyectos de minería metalífera obtenidos a cualquier método


extractivo para las fases de cateos, prospección, exploración, explotación, o
industrialización, la DIA debe ser ratificada por ley. Los informes sectoriales municipales,
del Departamento General de Irrigación y de otros Organismos Autárquicos son de
carácter necesario, y se deberá incluir una manifestación específica de impacto
ambiental sobre los recursos hídricos conforme al artículo 30 de la Ley 5961. Para dejar
de lado las opiniones vertidas en los dictámenes sectoriales deberá fundarse
expresamente las motivaciones que los justifican.

Artículo 4°- Establécese como autoridad de aplicación de la presente al Ministerio de


Ambiente y Obras Públicas, que reglamentará el establecimiento de un Seguro de
Garantía Ambiental para cada emprendimiento y creará, dentro de su ámbito, la Policía
Ambiental Minera que tendrá como función específica el control y seguimiento de cada
uno de los emprendimientos mineros de la Provincia de Mendoza, debiendo informar
todas las actividades desarrolladas semestralmente a las comisiones de Medio
Ambiente de la Legislatura Provincial. Asimismo en lo que refiere a la preservación y uso
del agua el Departamento General de Irrigación deberá ejercer el control específico y
seguimiento de cada uno de los emprendimientos mineros de la Provincia, en todas y
cada una de sus etapas, cuando los mismos afecten las cuencas hídricas.

Artículo 5°- La autoridad de aplicación garantizará, en todo proceso de evaluación del


proceso de impacto ambiental, la participación de los municipios de las cuencas hídricas
y aquellas regiones que se manifiesten como tales, afectadas por el proyecto respectivo,
debiendo respetarse las realidades productivas y sociales de cada uno de los mismos,
cuyos dictámenes sectoriales serán de carácter necesarios.

Artículo 6° - La autoridad administrativa deberá identificar los daños ambientales que


puedan existir y/o que se produzcan en el futuro con causa en la actividad minera, a
efectos de exigir administrativamente la remediación del daño, o en su defecto requerir

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la misma según el procedimiento judicial que regula la Ley 25.675.

Artículo 7°- Comuníquese al Poder Ejecutivo.

DADA EN EL RECINTO DE SESIONES DE LA HONORABLE LEGISLATURA DE LA


PROVINCIA DE MENDOZA, a los veinte días del mes de junio del año dos mil siete.

Juan Carlos Jaliff / Vicegobernador / Presidente H. Senado

Analía V. Rodríguez / Secretaria Legislativa H. Cámara de Senadores

Andrés Omar Marín / Presidente H. Cámara de Diputados

Jorge A. Manzitti / Secretario Legislativo H. Cámara de Diputados

DECRETO Nº 1.423 / Mendoza, 21 de junio de 2007

Visto el Expediente Nº 4524-H- 2007-00020 y su acumulado N° 12246-M-2006-00020,


en el que a fs. 1 del expediente citado en primer término obra nota de la H. Cámara de
Senadores de la Provincia, recepcionada por el Poder Ejecutivo con fecha 21 de junio de
2007, mediante la cual comunica la Sanción Nº 7722,

EL GOBERNADOR DE LA PROVINCIA DECRETA:

Artículo 1º - Téngase por Ley de la Provincia la Sanción Nº 7722.

Artículo 2º - Comuníquese, publíquese, dése al Registro Oficial y archívese.

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JULIO CESAR CLETO COBOS / Francisco Morandini

734
ORDENANZA Nº 1123/06. DEPARTAMENTO DE SAN CARLOS (MENDOZA)

VISTO:
El Expediente Nº 101103-I-06, mediante el cual se solicita se rechace todo tipo de
emprendimiento Minero metalífero dentro de los límites del territorio del Departamento
de San Carlos, e inicio del proceso de Ordenamiento del Territorio de la Provincia de
Mendoza, y

CONSIDERANDO:

Que la ciudadanía del Departamento de San Carlos aprueba y promueve todo


emprendimiento turístico, comercial, agrícola ganadero, industrial y minero no
contaminante que garantice una proyección sostenida de nuestros recursos genuinos en
concordancia con una salud ambiental igualmente superadora, siempre y cuando se
use con criterios racionales el Agua, dado que lo amerita el acotado volumen disponible
de este elemento hídrico tan vital como insustituible para esos menesteres, todo ello:
Dentro de los límites territoriales del Departamento de San Carlos;

Que otro emprendimiento que suponga la explotación de minerales metalíferos


contaminantes que utilicen (además del agua, propiedad del pueblo que cohabita y la
custodia) productos químicos de alto poder destructivo, solo obtendrá el rechazo natural
y espontáneo, una firme oposición y un repudio total de la Ciudadanía que se pretende
subestimar;

Que además, en todo el territorio de la provincia de Mendoza se deberá generar un


ordenamiento ambiental que se manifieste con certeza sobre un futuro previsible en
cuanto a la ausencia de impactos nocivos que podrían afectar al ecosistema, disipando
así la preocupación que nos provoca a nosotros y a nuestros hijos;
Que existe la necesidad de dictar una ordenanza en materia de protección del ambiente,
que exprese clara voluntad del Pueblo de San Carlos respecto a la no explotación de la
Minería contaminarte y su relación con la preservación y la conservación de los recursos
naturales, la salud y la calidad de vida de la población según el Artículo 41 de la
Constitución Nacional, la ley 25.675, muy en particular en sus artículos 9 y 10;

Que el pueblo y sus autoridades se han manifestado en reiteradas oportunidades:


audiencias publicas, manifestaciones, charlas, notas periodísticas y solicitadas
repudiando las actividades Mineras Contaminantes y en defensa del Recurso Natural

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Agua;
Que San Carlos se define como un departamento que tiene como principal recurso el
atractivo de sus bellezas naturales y donde sus habitantes le imprimen un perfil
claramente ecológico, encausado conforme los criterios de desarrollo sustentable, eco
desarrollo;
Que es función indelegable del Estado impulsar políticas orientadas a la prevención de
la contaminación y a la protección de la salud y el medio ambiente;

Que "todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para
el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades
presentes sin comprometer las de las generaciones futuras; y tienen el deber de
preservarlo, y en particular la preservación de las fuentes de agua como recurso
estratégico adquiriendo una vital importancia, por tratarse el mismo de fuentes naturales
de agua dulce;

Que "las autoridades proveerán a la protección de este derecho, a la utilización racional


de los recursos naturales, a la preservación del patrimonio natural y cultural y de la
diversidad biológica, y a la información y educación ambiental";

Que el principio de optimización de la protección ambiental implica que cada nivel


administrativo inferior está simultáneamente obligado a cumplir con lo mínimo
establecido por el superior y habilitado para establecer normas de protección más
elevadas;
Que este principio se desprende del tercer párrafo del artículo 41 de la Constitución
Nacional, cuando el constituyente regla la función de legislar el complemento, lo que
sabemos implica - en palabras de Germán Bidart Campos - la complementariedad
maximizadora que les incumbe a las provincias para desarrollar los presupuestos
mínimos de la legislación del Congreso y así como lo interpreta Natale, Alberto
Protección del Medio Ambiente en la Reforma Constitucional, la Ley Diario del
22/12/1994. .

Que con el cambio introducido en la Constitución en el dictado del artículo 41 se ha


invertido el esquema anteriormente vigente. La legislación Federal se limita a normas
que contengan los presupuestos mínimos comunes para todo el país. Que en éste
sentido la misma Corte Suprema de la Nación a dicho que: Corresponde reconocer a las
autoridades locales la facultad de aplicar los criterios de protección ambiental que
considere conducentes para el bienestar de la comunidad para la que gobiernan, como
así mismo valorar y juzgar si los actos que llevan a cabo sus autoridades, en ejercicios
de poderes propios, afectan el bienestar perseguido... (C. S. Mayo 16 de 1995 Roca

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Magdalena c/ Bs. As., Provincia de S/inconstitucionalidad. El derecho, T. 164 pág. 726),
la Corte mantiene así una línea tradicional que reserva en la Órbita de las autoridades
locales la tarea y el derecho de resolver cuestiones propias del denominado derecho
público local, lo que se confirma con la presencia de la nueva cláusula constitucional de
deslinde de competencia en materia ambiental. (Publicación: Gerencia Ambiental,
1/12/1996, THIBAUD, LEVIS Y ASOCIADOS);

Que se entiende el término autoridades locales incluye el ámbito municipal; este margen
de actuación local conlleva la posibilidad de que los órdenes inferiores puedan proteger
más, no menos.

Que esto implica la posibilidad de que los órdenes inferiores puedan ir legislando de
manera más rigurosa mientras mantengan el respeto a los principios establecidos en la
norma general de presupuestos mínimos nacional y la norma complementaria provincial;
Que el principio pensar global actuar local y el de subsidiariedad obligan a considerar
como mejores soluciones las que se adopten por la propia decisión de cada comunidad,
la que deberá intervenir de manera genuina decidiendo a través de su propia voluntad
colectiva.

Que la normativa nacional, más específicamente la Ley General del Ambiente 25675 en
su artículo 8 prevé como principal instrumento de la política y la gestión ambiental al
ordenamiento ambiental del territorio (OAT en adelante);

Que además al regular el mismo en el artículo 9 se le asigna un activo rol a los


municipios de toda la República, cuando dice que "el ordenamiento ambiental
desarrollará la estructura de funcionamiento global del territorio de la Nación y se
generan mediante la coordinación ínter jurisdiccional entre los municipios y las
provincias, y de éstas y la ciudad de Buenos Aires con la Nación, a través del Consejo
Federal de Medio Ambiente (COFEMA)";

Que además el mismo artículo ordena que "considerar la concertación de intereses de


los distintos sectores de la sociedad entre sí, y de éstos con la administración pública".
Que visto el proceso desde un punto de vista municipal, el mismo podría implicar un
proceso con iniciativa en cualquiera de los órdenes interesados, ya que la norma no
discrimina sobre quien tiene legitimación para dar comienzo al mismo;

Que una de las maneras en que se podrían comenzar a viabilizar el ordenamiento


ambiental del territorio en la provincia es, que cada municipio decida en su ámbito local
respecto a las actividades ambientalmente más complejas si prestan su consentimiento
para la instalación en su circunscripción territorial;

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Que es presupuesto mínimo para todo el territorio de la República - según el artículo 10
de la LGA - que "el proceso de ordenamiento ambiental, teniendo en cuenta los
aspectos políticos, físicos, sociales, tecnológicos, culturales, económicos, jurídicos y
ecológicos de la realidad local, regional y nacional, deberá asegurar el uso adecuado de
los recursos ambientales, posibilitar la máxima producción y utilización de los diferentes
ecosistemas, garantizar la mínima degradación y desaprovechamiento y promover la
participación social, en las decisiones fundamentales del desarrollo sustentable";
Que además resulta ser presupuesto mínimo que "en la localización de las distintas
actividades antrópicas y en el desarrollo de asentamientos humanos, se deberá
considerar, en forma prioritaria:

- La vocación de cada zona o región, en función de los recursos ambientales y la


sustentabilidad social, económica y ecológica;

- La distribución de la población y sus características particulares;

- La naturaleza y las características particulares de los diferentes biomas;

- Las alteraciones existentes en los biomas por efecto de los asentamientos humanos,
de las actividades económicas o de otras actividades humanas o fenómenos naturales;
- La conservación y protección de ecosistemas significativos;

Que según el artículo 21 LGA indica que "la participación ciudadana deberá asegurarse,
principalmente, en los procedimientos de evaluación de impacto ambiental y en los
planes y programas de ordenamiento ambiental del territorio, en particular, en las etapas
de planificación y evaluación de resultados";
Que según el artículo 20 LGA en dichos procedimientos "la opinión u objeción de los
participantes no será vinculante para las autoridades convocantes; pero en caso de que
éstas presenten opinión contraria a los resultados alcanzados en la audiencia o consulta
pública deberán fundamentarla y hacerla pública";

Que además de estas normas la Ley provincial 5961 de protección del ambiente
complementaria de la anteriormente mencionada dispone que el Poder Ejecutivo, por
intermedio del Ministerio de Medio Ambiente, Urbanismo y Vivienda y en coordinación
con los municipios, elaborará un plan ambiental, el que contendrá, como mínimo:
a) Un ordenamiento ecológico del territorio provincial, de acuerdo a:

1) características ambientales de cada ecosistema;

2) grado de degradación y desequilibrio ecológico por efecto de las actividades


humanas y naturales;

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3) vocación en razón de los recursos naturales existentes, asentamientos humanos y
actividades económicas desarrolladas;

4) potencial impacto ambiental por el desarrollo de nuevas actividades productivas.

b) programas de estudio e investigación científica y educativa a desarrollarse en el


ámbito de la administración pública o mediante convenios con entidades nacionales o
extranjeras, públicas o privadas, estatales o no;

Que resulta sumamente relevante poder contar en el ámbito específico de San Carlos y
departamentos limítrofes, con una ordenanza que - en el marco limitado que permiten
las competencias municipales - genere principios de interpretación para el futuro
proceso de ordenamiento ambiental (ecológico) del territorio provincial;

Que para este departamento, es imperiosa la elaboración de un desarrollo productivo


sustentable y turístico, el que se encuentra en franca contradicción con la actividad
minera a la que en la presente nos referiremos;

Que el derecho de propiedad como cualquiera de los derechos que nuestra Constitución
establece no resultan ser absolutos, y por lo tanto es facultad de las autoridades locales
el establecer los límites razonables a éste tipo de prerrogativas;

Que el artículo 5 de la Ley 25675 establece como obligatorio que en cada decisión se
tomen recaudos vinculados con el ambiente y el desarrollo sostenible, los que son
plenamente coincidentes con las presentes previsiones;
Que el Municipio de San Carlos debe de inmediato tomar decisiones precautorias para
proteger la comunidad de los problemas que podría causar la contaminación de las
aguas generadas en actividades extractivas mineras metalíferas a cielo abierto con
lixiviación de químicos peligrosos para el ambiente;

Que el estado municipal debe regular el uso del ambiente y los recursos naturales, la
protección de los derechos relativos al ambiente y ejecutar la política ambiental
municipal, articulado con otros municipios, con condiciones ambientales idénticas,
similares o complementarias;

Que es de público conocimiento el compromiso de trabajo regional en conjunto de los


departamentos de Tunuyán, San Carlos y Tupungato respecto a éste tema;

Que la afectación del medio ambiente producida por la minería a cielo abierto y el
empleo de sustancias tóxicas en actividades mineras a lo largo de todo el planeta ha
generado la necesidad de establecer nuevas normas adecuadas a las nuevas
realidades, advirtiéndose;

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Que en el derecho comparado la tendencia legislativa se dirige a la prohibición de dichas
actividades y a la prohibición del empleo de sustancias tóxicas en la minería, tal los
precedentes prohibitivos de República de Turquía - Alto Tribunal Administrativo de
Turquía, caso Bergama, mayo de 1997 - Estado de Montana EEUU - 3 de noviembre de
1998 ("Cyanide-Gold's Killing Companion", by Projet nderground, October 1999; Dave
Blouin "Crandon Proposal - Cynaide Issues" , Minig Impac Coalition, February 2000),
etc.;

Que a ello hay que agregar que el auge de proyectos de explotación minera a cielo
abierto con utilización, depósito y transporte de sustancias tóxicas en nuestra provincia
genera preocupación entre nuestros habitantes, tal como es de público y notorio
conocimiento, y que tal preocupación se extiende a la de las Corporaciones Municipales,
tal como lo exterioriza la Resolución N° 272/02 del 24 de Octubre de 2002 del
Honorable Concejo Deliberante de la Municipalidad de Trevelin; Que resultan
variadas, reiterativas y de conocimiento público y notorio las graves catástrofes
ambientales producidas por el uso de la tecnología minera a cielo abierto y por lixiviación
de cianuro, destacándose entre otros los siguientes desastres ambientales:

- Minas de oro de Summitville, Colorado EEUU., en la cual el derrame de cianuro acabó


con toda la vida acuática a lo largo de 27 Kilómetros del Río Alamosa, la mina fue
clausurada en diciembre de 1992 y el US Geologycal Survey estimó que los costos
de limpieza superarían los 150 millones de dólares estadounidenses;

- Mina de oro Brewer, Carolina del Sur, EEUU. 11.000 peces murieron a lo largo de 80
Kilómetros del Río Lyhches por un derrame de cianuro en 1992;
- Mina Harmony Sud África, operada por Rangold: estalló un dique de contención en
desuso y enterró un complejo habitacional con cianuro, febrero de 1994;
- Mina de oro Omai, Guyana más de 3.200 millones de litros cargados con cianuro se
liberaron en el Río Essequibo cuando colapso un dique, en 1995. La organización
Panamericana de Salud comprobó la desaparición de toda la vida acuática a lo largo de
cuatro Kilómetros;

- Mina de oro Oíd Querry, Nevada, EEUU. Se derramaron un millón de litros de


desechos de cianuro en 1997;

- Mina de zinc Los Frailes, España, la ruptura de un dique de contención originó el


derrame de ácido generando grave mortandad de peces, abril 1998;

- Mina Homestake, Whitewood Crek, Back Hills, Dakota del Sur, EEUU. 7 toneladas de
desechos cianurados se derramaron causando importante mortandad de peces, 29 de

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mayo de 1998;

- Transporte de cianuro a la mina Kumtor, Kyrgysztan. El camión que transportaba el


cianuro volcó en un puente derramando sobre la superficie del agua 1.762 Kilos de
cianuro murieron al menos 4 pobladores y cientos de personas debieron ser asistidas en
los hospitales, 20 de mayo de 1998;

- Mina de oro Tulikuma, Papua Nueva Guinea; un helicóptero de la compañía pierde en


vuelo una tonelada de cianuro cayendo en los bosques a 85 kilómetros de la Capital
Port Moreby, las obras de recupero y descontaminación no impidieron la afectación de
los cursos de agua. Marzo de 2000 (DNN Italia, 14 julio 2000);
- Mina Santa Rosa, EL Corozal, Panamá. Un derrame de cianuro ocasiona gran
mortandad de peces y pone en peligro la vida de muchos panameños. 6 de junio de
1998(diario El Siglo -junio 1998- y El Panamá América- 20 enero 1999 pág. C6 -
Panamá);
- Mina Comsur, Solivia. Contaminó con arsénico y otros metales pesados el Río
Pilcomayo. Murieron dos niños por ingesta de pescado contaminado y se revelaron
valores elevados de metales pesados en pobladores indígenas de las riberas del Río
Pilcomayo en la Provincia de Formosa (Argentina);

- Mina de oro Aurul Bahía Mare, Rumania, el 30 de enero del 2000 donde el derrame de
cianuro alcanzó los ríos Lapus, Somes, Tisza y Danubio, extendiéndose el daño a
Yugoslavia y Hungría y afectando el suministro de agua potable de 2,5 millones de
personas y a las actividades económicas de más de un millón y medio que vivían del
turismo, la agricultura y la pesca a lo largo del Río Tiszá del cual se recogieron más de
10 toneladas de peces muertos para evitar que los coman las aves y perezcan
envenenadas (FUNAM- Córdoba - EL país y el Mundo 23.02.2000-España , La Voz del
Interior-Córdoba , Febrero 2000).

A esta larga e incompleta lista de las catástrofes ambientales registradas a lo largo del
planeta por la tecnología de la minería a cielo abierto y la lixiviación de sustancias
tóxicas, cabe agragar en el ámbito de nuestra provincia, los daños ambientales y a la
salud verificados en la Mina Angela, cercana al Paraje Los Manantiales, próximo a Gan
Gan y Castre , donde según denuncias de los pobladores quedaron enterradas 28
toneladas de cianuro y 1.500.000 toneladas de residuos tóxicos con mortandad de
peces y cambios de color en el suelo, y que son objeto de investigaciones por la Justicia
Federal de Rawson (Diario "Clarín , ediciones del 5 de abril del 2001-pag. 42- 11 de abril
de 2001-pag. 24 y 25 de julio de 2001);

Que a raíz de la catástrofe ambiental producida en 1993 en la mina de oro de

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Summitville, en el Estado de Colorado, Estados Unidos de Norteamérica se ha concluido
que la tecnología de explotación de oro a cielo abierto y la técnica de empleo de cianuro
de sodio en minería no es segura (Pumlee, G.S. Gray, J.E. Roeber, M.M., Jr.,
Coolbaugh, M. Flor, M. And. Whitnet, G. 1995 a) "The importance of geology in
understanding, and remediating environmental problem at Summitville" in Posey,
H.H. Pendleton, J. A. And Vamm Zyl, D., eds: Summitville Forum Proceedings, Colorado
Geológica! Survey, Special Publecation 38, p. 13-22; Plumlee, G. S Smith. K.S., Mosier,
E.L. Ficklin, W.H. Montour M. Briggs, P.H. and Meier, A.L., 1995 b, "Geochemical
processes controlling acid-drainage, generation and cyanide degradation at aummitville",
in Posey H.H. Plendleton, J.A., and Van Zyl, D., eds. SummitvilleForum Proceedings,
Colorado Geológica! Survey, Especial Publicaction 38, p. 23-24; Edelmann, P., Ortiz,
R.F., Balistrieri, L, Radell, M.J., and Moore, C.M., 1995, "Lmnological characteristics of
Terrace Reservoir, south-central Colorado", 1994 (abs) ¡n, Posey, H.H., Pendleton, J.A.,
nad Van Zyl, D., eds: Summitville Forum Proceedings, Colorado Geological Survey,
Special Publication 38, p. 21: Estudio Transdisciplinario del United States Geological
Survey, incluyendo en el proyecto a los siguientes participantes: Cathy Ager, Laurie
Balistrieri, Bod Bisdorf, Dana Bove, Paul Briggs, Doyg Caín, Roger Clark, Pat Edelman,
Jin Erdman, Walt Ficklin, David Fitterman, Marta Flohr, Larry Gough, John Gray,
Trude King, Fred Lichte, John McHugh, Al Meier, Bill Miller, María Montour, Elwin
Moiser, Nicole Nelson, RogerOrtiz, Geoff Plumlee, Charlie Severson, Kathy Smith, Tom
Steven, Kathleen Stewart, Peter Sotrur, Greg Swayze, Ron Tidball, Rich Van Leonen,
Paul von Guerard, Katie Walton- Day, Elizabeth Ward, Gen Whitney, Melinda Wright,
and Tom Yanosky, Cooperating agencies include: U.S. EPA, U.S. Fish and Wildlife
Service; State of Colorado, Deprtments of Natural Resources, Health, and Agriculture,
Colorado Stete University and CSU Extensión Service, Colorado Shcool of Mines,
Auburn University, Environmental Chemical Corp, San Luis Valley consulting firms, water
conservancy districts, and water users);

Que ante la referida conclusión de los estudios de los especialistas del Colorado
Geological Survey y el US Geological Survey, le resulta aplicable a la tecnología minera
de explotación a cielo abierto con empleo de sustancias tóxicas el Principio de
precaución, tal como por aplicación explícita o implícita del mismo se ha prohibido la
minería a cielo abierto y el uso de cianuro en minera en Turquía, Montana (EEUU), y
otros Estados, como así también lo viene reclamando la sociedad civil en Wisconsin
(EEUU), Idaho (EEUU) y otras comunidades del globo;

Que si bien el Código de Minería de la Nación en su artículo 8° concede ".... a los


particulares la facultad de buscar minas, de aprovecharlas y disponer de ellas como

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dueños ..."con arreglo a las prescripciones de ese Código, también es cierto que nuestro
sistema jurídico consagra que la ley no ampara el ejercicio abusivo de los derechos y la
exigencia de que se haga un uso regular del derecho de propiedad (Arts. 1071, 2514,
2618 y concordantes del Código Civil) y que el Derecho Ambiental consagra el principio
de que "no existe libertad para contaminar", en tanto "... no hay libertad para dañar el
ambiente ajeno ni para restringir la libertad que tiene todo individuo de usar y gozar del
ambiente..." (VALLS, Mario F., "Instrumentos Jurídico para una Política Ambiental", J. A.,
1996-IV- 955);

Que el Principio 6 de la Declaración de Conferencia de la Naciones Unidas sobre Medio


Ambiente Humano (Declaración de Estocolmo de 1972) establece que " Debe ponerse
fin a la descarga de sustancias tóxicas o de otras materias y a la liberación de calor, en
cantidades o concentraciones tales que el medio no pueda neutralizarlas, para que no
se causen daños graves irreparables a los ecosistemas. Debe apoyarse la justa lucha de
los pueblos de todos los países contra la contaminación;

Que el principio 8 de la Declaración de la Conferencia de la Naciones Unidas sobre el


Medio Ambiente Humano (Declaración de Río de 1992) establece que "Para alcanzar el
desarrollo sostenible y una mejor calidad de vida para todas las personas, los
Estados deberían reducir y eliminar las modalidades de producción y consumo
insostenibles y fomentar políticas demográficas adecuadas" y que el artículo 1.2 " in fine"
del pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (de jerarquía constitucional por
imperio de lo dispuesto en el Art. 75- in 22 de la Constitución Nacional, establece que "...
En ningún caso podría privarse a un pueblo de sus propios medios de subsistencia....";
Que la omisión en el cumplimiento de las normas arriba transcriptas, como el
incumplimiento de las prescripciones del artículo 41 de la Constitución Nacional y de las
que surgen de los artículos 233, 241- constituiría una omisión en el ejercicio del poder
de policía en materia ambiental, omisión ésta que generaría la responsabilidad del
Estado; por lo que la omisión del Municipio en dictar las normas necesarias para el
ejercicio del poder de policía ambiental ocasionaría, en caso de catástrofe ambiental, su
obligación de responder lo que a la vista de los antecedentes internacionales en la
materia por el uso de químicos tóxicos en minería los costos de la reparación del
ambiente y las indemnizaciones por daños a particulares conllevaría a la Municipalidad
en tales previsibles supuestos, a la obligación de afrontar el pago se sumas millonadas;
Que ha sido el gobernador de la Provincia de Mendoza quien ha dado el puntapié inicial
al proceso desde sus declaraciones en los medios de comunicación - que son de
conocimiento público y notorio - en las que ha convocado a las municipalidades de toda
la provincia a dar su opinión sobre si es su voluntad alojar en su territorio actividades

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mineras de cualquier tipo, incluyendo las de primera, segunda o tercera categoría;
Que la Municipalidad de San Carlos identificada como parte integrante de la región Valle
de Uco en uso de sus competencias ambientales, dentro del margen de autoría que
prevén las normas arriba citadas pretende dejar en claro su voluntad respecto a la
convocatoria pretendida por el gobernador;

ATENTO A ELLO: EL HONORABLE CONCEJO DELIBERANTE DE SAN CARLOS


ORDENA:

Artículo 1º: Declárese que el Departamento de San Carlos es "UN MUNICIPIO NO


TÓXICO Y AMBIENTALMENTE SUSTENTABLE".

Artículo 2º: PROHÍBASE en el Departamento de San Carlos el empleo de tecnologías,


técnicas mineras o cualquier método de lixiviación o flotación con cianuro y/u otras
sustancias químicas o cualquiera otras técnicas mineras que liberen en el ambiente y
dejen disponibles en el mismo, sustancias de cualquier índole que por si mismas o en
combinación con otras, pudieren resultar tóxicas y/o nocivas a la salud humana, al
conjunto de los recursos naturales, agua, suelo, flora, fauna, gea, paisajes, fuentes de
energía convencional y no convencional, y atmósfera en función de los valores del
ambiente. Como así también la minería radioactiva y sus derivados. Artículo
3º: PROHÍBASE en el Departamento de San Carlos el uso del bien común y recurso
natural agua en todo tipo de actividad minera tendiente a la explotación metalífera a
cielo abierto que en su metodología extractiva incluya la lixiviación con químicos,
poniendo en riesgo la disponibilidad hídrica en cantidad y calidad para uso poblacional,
agrícola, ganadero y turístico en el Departamento y zonas de influencia de las cuencas
que nacen en el territorio andino, como así mismo prohíbase en el Departamento de San
Carlos todas aquellas acciones mineras metalíferas que pongan en riesgo la calidad y la
cantidad del agua superficial y/o subterránea tales como: tajos, escombreras,
construcción de diques de colas, emplazamiento de tranques de relaves.
Artículo 4º: El Departamento de San Carlos adhiere en todos sus términos a la Ley
General del Ambiente Nº 25675

Artículo 5º: Declárese que es voluntad de toda su comunidad lo expresado en los Art. 1º,
2º, 3º y 4º y que con respecto al resto de las actividades mineras, se establece según el
mapa minero elaborado por San Carlos en el anexo I de esta Ordenanza, se establece
distintas zonas que a continuación se detalle:

- Zona de Protección: Son aquellas regiones donde se localizan los recursos naturales
estratégicos para la vida y la economía del Valle de Uco, esta zona comprende áreas

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naturales protegidas establecidas, y proyectadas. En esta zona no se permitirá ningún
tipo de actividad extractiva, las demás actividades económicas (Turismo, ganadería,
aguas minerales) deberán realizarse dentro del marco regulatorio de las Leyes Nº 6045
y 5961.

- Zona Minera 1: En esta zona se podrán desarrollar actividades Mineras para


extracción de minerales y rocas de aplicación comprendidas dentro del Código Minero
como minerales de categorías A, B y C, a excepción de las sustancias tóxicas y/o
radiactivas. La actividad minera metalífera a realizarse dentro de esta zona no podrá ser
a cielo abierto ni con el uso de sustancias tóxicas para la separación de los minerales,
así como tampoco utilizarse agua destinada al riego agrícola o consumo humano, tanto
superficial como subterránea en esta separación. Las explotaciones, canteras y
escombreras no podrán situarse a menos de 500 metros de cursos de agua
permanentes, lagunas, vegas, vertientes, manantiales o demás humedales.
- Zona Minera 2: En esta zona se permitirá sólo la extracción de rocas de aplicación y
áridos para la construcción. Las explotaciones, canteras y escombreras no podrán
situarse a menos de 300 metros de cursos de agua permanentes, lagunas, vegas,
vertientes, manantiales o demás humedales.

- Zona Petrolera: En esta zona se permitirá sólo la actividad petrolera y la extracción de


rocas de aplicación y áridos para la construcción. Las perforaciones, explotaciones,
canteras y escombreras no podrán situarse a menos de 300 metros de cursos de agua
permanentes, lagunas, vegas, vertientes, manantiales o demás humedales.

- Zona Cultivada o Bajo Riego: En ella se desarrollan las actividades agrícolas y demás
relacionadas (Industria, Comercio, Turismo, servicios), las actividades extractivas
permitidas sólo serán petrolera y extracción de áridos, podrán desarrollarse de manera
tal que las explotaciones no impacten a las actividades agrícolas y pecuarias contiguas.

Artículo 6º: Solicítese por nota al Gobernador que inicie el proceso de ordenamiento
ambiental del territorio para que se disponga la aplicación directa e inmediata de los
contenidos de esta Ordenanza, sus anexos y mapas como parte integrante de dicho
proceso y notifíquese los contenidos de esta ordenanza, sus anexos y mapas como
parte integrante de dicho proceso.

Artículo 7º: Ámbito de Validez: Regirá para el espacio territorial del departamento de
San Carlos.

Artículo 8º: Respecto a los recursos naturales y los sistemas ecológicos que son
compartidos con otros departamentos, la presente norma declara como principios

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aplicables los siguientes:

- Queda también prohibida toda actividad minera metalífera a cielo abierto con
lixiviación de sustancias químicas y minería del uranio, sobre los recursos naturales
compartidos, entre este departamento de San Carlos y el resto de los departamentos
limítrofes y no limítrofes.

- Los departamentos serán responsables de la prevención, mitigación y remediación de


los efectos ambientales transfronterizos adversos, de su propio accionar, así como de la
minimización de los riesgos ambientales sobre los sistemas ecológicos compartidos.
Los recursos naturales y los sistemas ecológicos compartidos serán utilizados de la
misma forma que como en la presente se ordena.

- El tratamiento, mitigación y remediación de las emergencias ambientales de efectos


transfronterizos serán desarrollados en forma conjunta con los departamentos limítrofes.
Artículo 9º: Los usos de las aguas compartidas deberán considerar el principio del
condominio de las aguas.

Artículo 10º: La prohibición contenida en la presente se debe hacer efectiva para la


totalidad del recurso natural compartido.

Artículo 11º: Instrúyase al Intendente para que inicie las acciones necesarias para la
concertación de un acuerdo con los departamentos limítrofes con la finalidad de lograr
una administración concertada sobre los recursos naturales compartidos, todo ello bajo
el principio de prohibición de la minería metalífera con cualquier proceso u operación
mencionada precedentemente.

Artículo 12º: Autorícese al Departamento Ejecutivo para celebrar el mencionado


acuerdo con los Departamento limítrofes y concretar un régimen por el cual se lleve a la
práctica la prohibición aquí ordenada sobre el impacto a los recursos ambientales
compartidos ad referendum del Honorable Concejo Deliberante. Y se deberá dar
conocimiento de dicho acuerdo a la legislatura Provincial. El que deberá incluir un
mapeo de los recursos ambientales compartidos.

Artículo 13º: Comuníquese a la administración y legislatura Provincial los procesos de


acuerdo mencionados precedentemente.

Artículo 14º: El acuerdo logrado deberá reglamentar la creación de un órgano colegiado


que reúna a los encargados del ambiente tanto del Ejecutivo como Legislativo
Departamental, de todos los Departamentos limítrofes, con intervención de la provincia
para resolver controversias y decidir sobre conflictos que surjan en la aplicación del

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presente.

Artículo 15º: También debe formar parte del acuerdo, la concreción de un sistema de
información pública cruzada entre los Departamentos, obligatorio, mediante el cual
cualquier actividad con potencial degradante o posibilidad de alterar intereses de las
partes, deba ser compartida con la administración vecina, como principios de
precaución.
Artículo 16º: Deberá formar parte del acuerdo la instrumentación, de mecanismos de
participación (audiencias públicas) para decisiones que afecten a la población.
Artículo 17º: Toda reglamentación sobre los recursos ambientales compartidos, se
deberá hacer en base a los principios ambientales:

Principio de prevención: Las causas y las fuentes de los problemas ambientales se


atenderán en forma prioritaria e integrada, tratando de prevenir los efectos negativos
que sobre el ambiente se pueden producir.

Principio precautorio: Cuando haya peligro de daño grave o irreversible la ausencia de


información o certeza científica no deberá utilizarse como razón para postergar la
adopción de medidas eficaces, en función de los costos, para impedir la degradación del
medio ambiente.

Principio de equidad intergeneracional: Los responsables de la protección ambiental


deberán velar por el uso y goce apropiado del ambiente por parte de las generaciones
presentes y futuras.

Principio de progresividad: Los objetivos ambientales deberán ser logrados en forma


gradual, a través de metas interinas y finales, proyectadas en un cronograma temporal
que facilite la adecuación correspondiente a las actividades relacionadas con esos
objetivos.
Principio de responsabilidad: El generador de efectos degradantes del ambiente,
actuales o futuros, es responsable de los costos de las acciones preventivas y
correctivas de recomposición, sin perjuicio de la vigencia de los sistemas de
responsabilidad ambiental que correspondan.

Principio de sustentabilidad: El desarrollo económico y social y el aprovechamiento de


los recursos naturales deberán realizarse a través de una gestión apropiada del
ambiente, de manera tal, que no comprometa las posibilidades de las generaciones
presentes y futuras.

Principio de complementariedad: La presente ordenanza municipal se refiere a la


protección del ambiente y tiene por objeto complementar las normas nacionales,

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provinciales y municipales referidas a ésta materia en el ámbito territorial específico de
San Carlos.

Principio de Optimización: Las medidas de protección adoptadas en virtud de las normas


Nacionales y Provinciales, no serán obstáculo para el mantenimiento y la adopción por
parte del Municipio de medidas de mayor protección.

Principio de Congruencia: Las normas del Municipio de San Carlos no pueden contrariar
los niveles de protección establecidos por la Provincia o la Nación, estableciendo
niveles menores; las que en caso de ser así serán nulas prevaleciendo aquellas sobre
éstas en cuanto se le opongan.

Principio de participación: Todos los habitantes de San Carlos tienen el derecho de


intervenir activamente en la defensa y protección del medio ambiente y participar de
manera efectiva en la toma de decisiones vinculadas con el manejo de recursos
naturales.
Principio de cooperación: La formulación e implementación de políticas, legislación,
reglamentación de control y otras acciones de protección del medio ambiente y los
recursos naturales, deben basarse en el consenso y la concertación de las partes
interesadas.
Principio de minimización del impacto ambiental: Las actividades, acciones o proyectos
deberán diseñarse de tal manera que, después de una evaluación de impacto ambiental
y social, dicho impacto sea nulo.

Artículo 18º: Elévese copia de la presente Ordenanza al Poder Ejecutivo Provincial para
que por intermedio del Ministerio de Medio Ambiente y Obras Públicas, se comience el
procedimiento de ordenamiento ambiental y ecológico del territorio Provincial, en
coordinación con los Municipios.

Artículo 19º: Notifíquese claramente el contenido de los cinco primeros artículos de la


presente Ordenanza a efectos de la elaboración o renovación del plan territorial
ambiental.
Artículo 20º: Las disposiciones de la presente Ordenanza son de orden público,
operativas en éste ámbito territorial en el que el presente Honorable Consejo Deliberante
posee competencia.

Artículo 21º: Ordenamiento ambiental del territorio: Será meta ineludible para el proceso
de adopción del programa la sanción de un régimen particularizado de ordenamiento
ambiental del territorio en el ámbito municipal.

Artículo 22º: La indicada norma deberá considerar aspectos políticos, físicos, sociales,

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tecnológicos, culturales, económicos, jurídicos y ecológicos de la realidad local. Se
priorizará:

- El uso ambientalmente sustentable de los recursos naturales.

- La mínima utilización de los diferentes ecosistemas.

- Garantizar la mínima degradación.

- El no desaprovechamiento de los recursos naturales.


- La promoción de la participación social en las decisiones fundamentales del desarrollo
sustentable.

Artículo 23º: Derógase la Ordenanza Nº 1068/05 y toda otra norma que en lo general o
particular se oponga a lo dispuesto en la presente Ordenanza estableciendo niveles
menores de protección ambiental (principio de congruencia).

Artículo 24º: Comuníquese, publíquese y dése al Libro de Ordenanzas. Dado


en la Sala de Sesiones a veintinueve días del mes de diciembre del año dos mil seis.

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Referencias:

- Color Blanco: Zona de protección

- Color Rosado: Zona Minera 1

- Color Verde Claro: Zona Minera 2

- Color Celeste: Zona Petrolera

- Color Verde Intenso: Zona Cultivada o Bajo Riego

Imagen 2.1: Mapa Ambiental-Minero del Departamento de San Carlos, Mendoza


Fuente:
http://www.poraguapura.com.ar/web/index.php?option=com_content&task=view&id=71&
Itemid=28

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LEYES PROVINCIALES QUE LIMITAN LA ACTIVIDAD MINERA EN EL PAIS

Ley XVII-Nº 68 (antes Ley 5.001/2003) de la provincia de Chubut

Artículo 1º.- Prohíbese la actividad minera metalífera en el ámbito de la Provincia del


Chubut, a partir de la sanción de la presente Ley, en la modalidad a cielo abierto y la
utilización de cianuro en los procesos de producción minera.

Artículo 2º.- El Consejo Provincial del Ambiente (COPRAM) creado por la Ley Nº 4.563 e
integrado conforme los términos del Decreto Provincial Nº 180/03, determinará en el
plazo de CIENTO VEINTE (120) días corridos, a partir de la sanción de la presente Ley:
a) La zonificación del territorio de la provincia para la explotación de recursos mineros,
con la modalidad de producción autorizada para cada caso.

b) La definición de las áreas en que se exceptuará la prohibición establecida en el


artículo 1º de la presente Ley.

Artículo 3º.- La aprobación de la zonificación propuesta por el Consejo Provincial del


Ambiente (COPRAM) en los términos del artículo 2º de la presente, se efectuará por
Ley.
Artículo 4º.- LEY GENERAL. Comuníquese al Poder Ejecutivo.

Ley Nº 3.981 (2005) de la provincia de Río Negro

Artículo 1º.- Prohíbese en el territorio de la Provincia de Río Negro la utilización de


cianuro y/o mercurio en el proceso de extracción, explotación y/o industrialización de
minerales metalíferos, en el marco de la ley nacional nº 25.675, tratados y convenciones
internacionales y demás leyes nacionales y provinciales vigentes en materia ambiental.

Artículo 2º.- Las empresas y/o personas que a la fecha de entrada en vigencia de la
presente ley posean la titularidad de concesiones de yacimientos minerales de primera
categoría, y/o aquéllas que industrialicen dichos minerales, deben adecuar todos sus
procesos a las previsiones del artículo anterior.

Artículo 3°.- Comuníquese al Poder Ejecutivo y arch ívese.

Leyes Nº 8137, 8138 y 8139 (2007) de la provincia de La Rioja

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LEY 8137

Artículo 1º.- Prohíbese en todo el territorio de la Provincia de La Rioja la explotación


minera a cielo abierto con técnicas correspondientes al proceso de lixiviación con
cianuro, mercurio y/o cualquier otra sustancia contaminante.

Artículo 2º.- Comuníquese, insértese en el Registro Oficial y archívese. Dada


en al Sala de Sesiones de la Legislatura de la Provincia, en La Rioja. 122º Período
Legislativo, a ocho días del mes de Marzo del año dos mil siete. Proyecto presentado
por el Bloque Justicialista.

Luis Beder Herrera- Presidente- Cámara de Diputados -. Raúl Eduardo Romero-


Secretario Legislativo (AUTOPROMULGADA).

LEY 8138

Artículo 1º.- Encomiéndase a la Función Ejecutiva convocar, en forma obligatoria, a una


Consulta Popular para el día 29 de Julio de 2007, a los afectos de que el pueblo de los
departamentos Chilecito y Famatina, se expida afirmativa o negativamente por la
explotación minera a cielo abierto, utilizando sistemas de lixiviación con cianuro y/u otra
sustancia que provoque contaminación en el territorio de dichos departamentos. Artículo
2º.- La Consulta será de resultado vinculante, de acuerdo a los términos del Artículo
82º de la Constitución Provincial.

Artículo 3°.- En el acto electoral se podrán utiliz ar únicamente dos clases de boletas,
una con la leyenda que diga “Sí estoy de acuerdo con la ley que prohíbe la explotación
minera a cielo abierto, utilizando sistemas de lixiviación con cianuro y/u otra sustancia
que provoque contaminación", y otra que diga “NO estoy de acuerdo con la ley que
prohíbe la explotación minera a cielo abierto, utilizando sistemas de lixiviación con
cianuro y/u otra sustancia que provoque contaminación”.
Artículo 4°.- Comuníquese, publíquese, insértese en el Registro Oficial y archívese.

Dada en la Sala de Sesiones de la Legislatura de la Provincia, en La Rioja, 122º Período


Legislativo, a ocho días del mes de marzo del año dos mil siete. Proyecto Presentado
por el Bloque Justicialista. Sergio Guillermo Casas - Vicepresidente 1º - Cámara de
Diputados e/e de la Presidencia – Raúl Eduardo Romero – Secretario Legislativo (LEY
AUTOPROMULGADA).

LEY 8139

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Artículo 1º.- Créase una Comisión Investigadora prevista en el Artículo 94° de la
Constitución Provincial, con el fin de aclarar todo lo relacionado con el Acuerdo
suscripto con fecha 29 de abril de 2005 entre YAMIRI S.A. y la Multinacional
Barrick Argentina S.A., mediante el cual se le otorgan derechos exclusivos de
exploración y explotación sobre el "Proyecto Famatina". Se incluyen entre los objetivos
de esta Comisión el esclarecimiento de los pasos que se siguieron para que el
Estado fuera transfiriendo sus derechos mineros de una Sociedad de Economía
Mixta a una Sociedad Anónima.

DECRETO Nº 629 (La Rioja, 29 de Marzo de 2007)

Visto: El Expediente Código A2 Nº 0026-5/07, mediante el cual la Cámara de Diputados


de la Provincia eleva el texto de la Ley 8.139, y en uso de las facultades conferidas por
el Artículo 123º de la Constitución Provincial,

EL VICEGOBERNADOR DE LA PROVINCIA EN EL EJERCICIO DE LA FUNCIÓN


EJECUTIVA DECRETA:

Artículo 1º.- Promúlgase la Ley Nº 8.139, sancionada por la Cámara de Diputados de la


Provincia con fecha 08 de marzo de 2007.

Artículo 2º.- El presente decreto será refrendado por el Sr. Ministro de Hacienda y Obras
Públicas.

Artículo 3º.- Comuníquese, publíquese en el Boletín Oficial, insértese en el Registro


Oficial y oportunamente archívese.

Herrera, L. B., Vicegobernador e/e de la Función Ejecutiva. Tineo, J. H., M. H. y O. P.

Ley Nº 7.879 (2007) de la provincia de Tucumán

Artículo 1°.- Prohíbese la actividad minera metalífera en el ámbito de la Provincia de


Tucumán, a partir de la sanción de la presente ley, en la modalidad a cielo abierto y la
utilización de cianuro y mercurio en los procesos de producción minera.

Art. 2°.- Comuníquese.

735
Ley Nº 7.722 (2007) de la provincia de Mendoza

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Ley Nº 2.349 (2007) de la provincia de La Pampa

Articulo 1°.- Prohíbese en el territorio de la prov incia de La Pampa la utilización de


cianuro, mercurio, ácido sulfúrico y toda sustancia química contaminante en el
proceso de cateo, prospección, extracción, explotación, tratamiento y/o industrialización
de minerales metalíferos.

Artículo 2°.- Prohíbese en el territorio de la prov incia de La Pampa la explotación


minera de minerales metalíferos a cielo abierto.

Artículo 3°.- Las empresas y/o personas, que a la f echa de entrada en vigencia de la
presente Ley posean la titularidad de concesiones de yacimientos minerales de primera
categoría, y/o aquellas que industrialicen dichos minerales, deben adecuar todos sus
procesos a las previsiones del artículo anterior.

Articulo 4°.- Comuníquese al Poder Ejecutivo.

Ley Nº 9.526 (2008) de la provincia de Córdoba

Artículo 1º.- PROHÍBESE en todo el territorio de la Provincia de Córdoba la actividad


minera metalífera en la modalidad a cielo abierto y en todas sus etapas,
constituidas por cateo, prospección, exploración, explotación, desarrollo, preparación,
extracción y almacenamiento de sustancias minerales.

Artículo 2º.- PROHÍBESE en todo el territorio de la Provincia de Córdoba la actividad


minera, en todas sus etapas, de minerales nucleares tales como el uranio y el torio.
Dicha prohibición regirá, asimismo, para las minas actualmente concedidas las que
deberán proceder al cierre.

Artículo 3º.- PROHÍBESE en todo el territorio de la Provincia de Córdoba el uso de


cianuro, cianuro de sodio, bromuro de sodio, yoduro de sodio, mercurio, ácido
sulfúrico, ácido clorhídrico, ácido fluorhídrico, ácido nítrico y toda otra sustancia
química contaminante, tóxica o peligrosa incluida en el Anexo I de la Ley Nacional Nº
24.051, o que posea alguna de las características enunciadas en el Anexo II de la Ley
Nacional Nº 24.051 y normas concordantes o las que en el futuro las reemplacen, en los
procesos mineros de prospección, cateo, exploración, explotación, desarrollo,
preparación, extracción, almacenamiento, industrialización o procesos detallados en el
inciso "b" del artículo 249 del Código de Minería, de minerales metalíferos obtenidos a
través de cualquier método extractivo, cualquiera sea el lugar de la Provincia en el que

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éstos se desarrollen.

Artículo 4º.- LOS titulares de concesiones o de derechos mineros que involucren


minerales metalíferos o aquellas personas que los ejerciten, deberán adecuar todos sus
procesos a las previsiones de los artículos 1º y 3º de la presente Ley en el término de
seis (6) meses a partir de la publicación de la misma, bajo apercibimiento de declarar la
caducidad de la concesión minera.

Artículo 5º.- FACÚLTASE al Poder Ejecutivo Provincial a adecuar las disposiciones


reglamentarias vigentes a lo establecido por la presente Ley.

Artículo 6º.- COMUNÍQUESE al Poder Ejecutivo Provincial.

Ley Nº 634 (2008) de la provincia de San Luis

ARTICULO 1º.- A los efectos de garantizar la preservación de los recursos naturales,


con especial énfasis en la tutela del recurso hídrico, la biodiversidad, el ambiente y
la calidad de vida de todos los habitantes, prohíbese en el territorio de la Provincia de
San Luis, el uso de sustancias químicas como cianuro, cianuro de sodio, bromuro
de sodio, yoduro de sodio, mercurio, ácido sulfúrico, ácido clorhídrico, ácido
fluorhídrico, ácido nítrico, amonio, carbonato y otras sustancias tóxicas similares
en los procesos mineros metalíferos de prospección, cateo, exploración, explotación,
beneficio y/o industrialización, de minerales metalíferos obtenidos a través de cualquier
método extractivo.

ARTICULO 2º.- Las personas físicas y/o jurídicas que a la fecha de entrada en vigencia
de la presente Ley, posean la titularidad de concesiones y/o de derechos mineros que
involucren minerales, metalíferos, y/o aquéllas que industrialicen dichos minerales,
deberán adecuar todos sus procesos a las pre-visiones de la presente Ley en un plazo
de NOVENTA (90) días.

ARTICULO 3º.- Créase el FONDO DE GARANTIA AMBIENTAL para la restauración


ambiental en el ámbito de la Provincia de San Luis, quedando a cargo del Ministerio
de Medio Ambiente, como Autoridad de Aplicación de la presente Ley en general y del
Fondo en particular.

ARTICULO 4º.- A los efectos de prevenir y recomponer las posibles alteraciones que
pueda ocasionar en el ambiente, todo emprendimiento o actividad minera susceptible de
degradación ambiental, deberán aportar el Fondo de Garantía Ambiental por única vez,
el equivalente de un mínimo del SIETE POR CIENTO (7%) del monto total de la

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inversión, debiendo la Autoridad de Aplicación de la presente determinar la modalidad
de integración de dicho monto. Las sumas establecidas, deberán ser depositadas en
cuenta bancaria especial, con afectación específica. El Poder Ejecutivo Provincial podrá
disponer reducciones debidamente fundadas, en el porcentaje a aportar al Fondo de
Garantía Ambiental, en aquellos proyectos de inversión no metalíferos tales como
microemprendimientos de cuarzo, mica y feldespato, en la medida que el Informe de
Impacto Ambiental no indique la necesidad de tomar este recaudo. En el caso de los
pequeños productores, deberá reemplazar dicha garantía con un seguro de caución.
ARTICULO 5º.- Los montos recaudados será depositados en cuenta bancaria abierta
Ad Hoc. Los saldos remanentes de un ejercicio fenecido, integrarán el Fondo del
ejercicio siguiente. Los fondos no utilizados mientras se desarrolle la actividad o
emprendimiento, o durante la vida útil de la mina para la actividad minera, no serán
deducibles como costos de ningún tipo, y permanecerán en el Fondo creado, para
emplearse en todos los gastos e inversiones que ocasionen las alteraciones que
pudieren provocar en el ambiente dichas actividades garantizadas, para asumir el
cierre de operaciones y pasivos ambientales, así como para programas sociales de
desarrollo local posteriores al cierre de actividades mineras que con eminentemente
extractivas. Una vez aprobado el plan de cierre de la actividad por la Autoridad de
Aplicación de la presente, en caso de no existir pasivos ambientales, se le reintegrará
a los titulares de la actividad minera su correspondiente fondo de garantía o el
saldo correspondiente a su favor.
ARTICULO 6º.- La disposición del Fondo de Garantía Ambiental, corresponderá
exclusivamente a la Autoridad de Aplicación de mayor competencia en materia
ambiental, que conforme las Leyes vigentes se haya establecido, la que tendrá la
responsabilidad de determinar, informar y hacer las previsiones respecto de los daños
y las tareas de recomposición ambiental previstas sobre las que deberá informar
anualmente.

ARTICULO 7º.- Este Fondo, actúa como una previsión de mínima y en forma
complementaria, sin que esto signifique un límite de la responsabilidad patrimonial
establecida por otras normas concordantes. Tiene carácter público, reparativo,
inembargable y no indemnizatorio.

ARTICULO 8º.- Créase un COMITE EVALUADOR honorario, que estará integrado por
representantes de cámaras empresariales, sindicales, así como por instituciones y
organizaciones con incumbencias ambientales a los efectos de asesorar a la Autoridad
de Aplicación, para el pleno cumplimiento de la presente Ley.
ARTICULO 9º.- La Autoridad de Aplicación de la presente Ley deberá identificar los

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daños ambientales que puedan existir, como consecuencia de la actividad minera, a
efectos de exigir administrativamente la remediación del daño.- ARTICULO 10º.- Los
titulares de toda actividad o emprendimiento minero, actual o futuro, deberán
presentar un plan de cierre de la actividad, sujeto a la autorización de la Autoridad de
Aplicación de la presente Ley.
ARTICULO 11º.- El Poder Ejecutivo procederá a reglamentar la presente Ley en un
plazo de NOVENTA (90) días, contados a partir de la fecha de su publicación.

ARTICULO 12º.- Regístrese, comuníquese al Poder Ejecutivo y archívese.

CARTAS DE ADOLFO PEREZ ESQUIVEL AL GOBERNADOR DE LA PROVINCIA


DE LA RIOJA

Primera Carta

Buenos Aires, 9 de marzo de 2009.

Señor Gobernador de la Provincia de La Rioja

Dr. Luis Beder Herrera

Reciba el fraterno saludo de Paz y Bien.

Me dirijo a usted a fin de expresarle mi profunda preocupación, acerca de violaciones a


los derechos humanos que se vienen repitiendo en la provincia de la Rioja.

En su provincia, hace tres años que las asambleas ciudadanas vienen resistiendo la
gran minería, ya que en muchos sitios este modelo extractivo ha tenido un tremendo
impacto ambiental y social, provocando violaciones de los derechos humanos, como son
la salud de las personas, del ambiente, y de los animales que habitan los lugares
aledaños a estos mega-emprendimientos.

Desde el 8 de marzo de 2007, ciudadanos riojanos mantienen un corte pacífico a 2000


metros de altura, su “Barrera de la Vida”, símbolo de la vigilancia continúa del pueblo y
de su voluntad de defender sus bienes comunes. Este corte sólo impide el paso de la
multinacional Barrick Gold, la cual quiere implementar un proyecto de explotación minera
en el Famatina. Este cerro, además de contribuir a la belleza del paisaje, es fuente de
vida: sus nieves aportan el agua indispensable para los habitantes de la región, para sus
animales, para sus cultivos.

Nos preocupa la criminalización creciente de la protesta social en La Rioja, mientras que

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la libertad de expresión es un derecho fundamental de todos los ciudadanos, amparado
por la Constitución Nacional. Las Asambleas Ciudadanas Riojanas mantuvieron siempre
una posición de no-violencia activa y de protesta pacífica. Un ejemplo claro de eso fue
durante el desfile de aniversario del pueblo de Chilecito, hace unas semanas: mientras
lo único que querían era repartir frutas, símbolos de la riqueza de la tierra y de los
dones del agua del Famatina, su gobierno ordenó la represión de los asambleístas,
incluyendo mujeres y niños. Lo que más nos preocupa es que los acontecimientos de
Chilecito no son una excepción: hubo otros actos de represión en contra de ciudadanos
riojanos, como en Sanagasta en noviembre de 2008. Nosotros, desde el SERPAJ y
personalmente, venimos escuchando cada vez más quejas de habitantes de La Rioja,
que vienen sufriendo amenazas, apremios, despidos, represión, querellas y detenciones
ilegales. Denuncian además la falta de respeto a la libertad de prensa. El pueblo tiene
derecho a participar en las decisiones políticas, especialmente en cuanto al manejo de
los recursos naturales.

Repudiamos todos esos métodos violentos, y le pedimos que instaure una relación de
diálogo pacífico con las asambleas ciudadanas, invitándolas a participar en las
decisiones políticas, y respetando la opinión de cada ciudadano y sus derechos
humanos fundamentales.

Le reitero mi saludo de Paz y Bien.

Adolfo Pérez Esquivel

Premio Nobel de la

Paz
736
Segunda Carta

Buenos Aires, 8 de julio de 2009.

Señor Gobernador de la Provincia de La Rioja Dr. Luis Beder Herrera

S/D

Reciba el fraterno saludo de Paz y Bien.

Me dirijo a usted a fin de reiterarle la carta enviada en fecha 9 de marzo de 2009 a su


despacho en relación a la profunda preocupación, acerca de violaciones a los derechos
humanos que se vienen repitiendo en la provincia de La Rioja.

Allí le señalé que en la provincia que Ud. gobierna, las asambleas ciudadanas vienen

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resistiendo la gran minería, ya que en muchos sitios este modelo extractivo ha tenido un
tremendo impacto ambiental y social.

Y le destaqué que desde el 8 de marzo de 2007, ciudadanos riojanos mantienen un


corte pacífico a 2000 metros de altura, su “Barrera de la Vida”, símbolo de la vigilancia
continúa del pueblo y de su voluntad de defender sus bienes comunes. Este corte sólo
impide el paso de la multinacional Barrick Gold, la cual quiere implementar un proyecto
de explotación minera en el Famatina. Este cerro, además de contribuir a la belleza del
paisaje, es fuente de vida: sus nieves aportan el agua indispensable para los habitantes
de la región, para sus animales, para sus cultivos.

Además le advertí sobre la criminalización creciente de la protesta social en el país y en


particular en la provincia de La Rioja, mientras que la libertad de expresión es un
derecho fundamental de todos los ciudadanos, amparado por la Constitución Nacional.

Sin embargo, ocurrieron hechos más graves agudizando la criminalización de la protesta


social, ya que en fecha del 25 de junio de 2009, el Juez Alfredo Ramos, del Juzgado
Criminal y Correccional Nº 1 de Chilecito y Famatina, citó a Indagatoria a Carina Díaz
Moreno, por los hechos ocurridos en la “Barrera de la Vida” el 14 de abril de 2009. Ese
día, según nos contaron vecinos de Famatina, funcionarios de la secretaría de minería y
de ambiente de La Rioja, junto a personal de Barrick Gold, subieron al campamento que
tienen en el cerro. Ahí se encontraron con algunas mujeres de la Asamblea que
cuidaban la “Barrera de la Vida”. Como consta en filmaciones de la escena, los
funcionarios de gobierno y los empleados de Barrick, al intentar diseminar dicha
manifestación, agredieron a las mujeres que se habían sentado pacíficamente delante
de los vehículos. En virtud de ello hubo denuncias contra los manifestantes por impedir
el paso y contra las personas vinculadas al Gobierno por tratar de disgregar el grupo de
manifestantes.

Luego de finalizada la declaración indagatoria, el juez le dictó a la Sra. Carina Díaz


Moreno, la prisión preventiva por configurarse el art. 194 del Codigo Penal,
concediéndole la excarcelación más tarde, con la obligación de presentarse la semana
siguiente.
También fue llamada a prestar declaración indagatoria la Sra. Marcela Crabbe,
suspendiéndose la misma hasta nuevo aviso.

SERPAJ (Servicio Paz y Justicia) se puso en contacto con el Juzgado, en el mes de


mayo primero telefónicamente y luego enviando un Fax en fecha del 22 de mayo y una
carta certificada en el mes de junio, solicitando información en relación a las denuncias
efectuadas (1.- Exp. Nº 32012/09, “HERRERA DANIEL ORLANDO Y OTRO S/

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DENUNCIA” de fecha 14/04/2009. 2.- EXPTE. 12235/09 “D”, “DIAZ MARCELA
CARINA MIRIAM S/ DENUNCIA” acumulado a los principales “LUJAN CECILIA DEL
VALLE S/ DENUNCIA”, EXPTE. 12231/09 “L”.), por los hechos ocurridos, sin haber
recibido respuesta alguna, hasta el momento.

Por lo expuesto, estos hechos no pueden más que interpretarse como persecución a
estas dos manifestantes pacíficas, y esta investigación pareciera estar dirigida sólo a
amedrentar a las Sras. arriba mencionadas, y no a establecer la verdad de los hechos,
pues no se explica el porqué de la prisión preventiva, que es una medida excepcional
que debe ser dictada sólo en casos en que el investigado pueda fugarse o entorpecer la
investigación, requisitos que no se cumplen en este caso.

Finalmente, le recuerdo que lo que más nos preocupa es que esos acontecimientos no
son una excepción. Como ya le señalé en mi primera carta, nosotros, desde el SERPAJ
y personalmente, venimos escuchando cada vez más quejas de habitantes de La Rioja,
que vienen sufriendo amenazas, apremios, despidos, represión, querellas y detenciones
ilegales. Denuncian además la falta de respeto a la libertad de prensa. El pueblo tiene
derecho a participar en las decisiones políticas, especialmente en cuanto al manejo de
los recursos naturales.

Afirmamos con vehemencia el repudio absoluto de esos métodos violentos, y le pedimos


que instaure una política judicial independiente que no amedrente a los habitantes de la
provincia que ejercen sus derechos de expresión de manera pacífica.

Le reitero mi saludo de Paz y Bien.

Adolfo Pérez Esquivel. Premio Nobel de la Paz

Pd: Carta mandada con copia al Juez Alfredo Ramos, del Juzgado Criminal y
Correccional Nº 1 de Chilecito y Famatina.

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ANEXO 3

PRESENTACIÓN DEL DICTAMEN SECTORIAL DE LA DRNR, PROYECTO

PAPAGAYOS737

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UBICACIÓN Y CARTOGRAFÍA DEL PROYECTO PAPAGAYOS

Imagen 3.1: Mapa de Ubicación, proyecto


Pagayos
Fuente: Pieza Administrativa N º 182-F-2005738

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Imagen 3.2: Ubicación, proyecto Pagayos
739
Fuente: Pieza Administrativa N º 182-F-2005

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Imagen 3.3: Ubicación de los derechos mineros en relación con el área natural
protegida Laguna del Diamante
740
Fuente: Pieza Administrativa N º 182-F-2005

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Imagen 3.4: Localización del proyecto minero Papagayos
741
Fuente: Pieza Administrativa N º 182-F-2005

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MANIFESTACIONES DE DESCUBRIMIENTO: NINUS Y MARÍA INÉS

Imagen 3.5: Croquis de ubicación de las Manifestaciones de Descubrimiento


Ninus y María Inés
742
Fuente: Expediente 401-I-04-03873 de la DRNR

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Imagen 3.6: Manifestaciones de Descubrimiento Ninus y María Inés
743
Fuente: Expediente 401-I-04-03873 de la DRNR

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LA CABEZA, CHAPLEAU Y ANCHORIS

Imagen 3.7: Plano de ubicación, proyecto La Cabeza


744
Fuente: Vector Argentina S. A. (2005)

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Referencia: Ubicación del cateo

Imagen 3.8: Ubicación Cateo MDZ F1 con respecto a la división política de la


provincia de Mendoza
745
Fuente: AWS Consultores Ingeniería SRL. (2006.a)

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Referencia: Ubicación del cateo

Imagen 3.9: Ubicación Cateo MDZ E1 con respecto a la división política de la


provincia de Mendoza
746
Fuente: AWS Consultores Ingeniería SRL. (2006.b)

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Imagen 3.10: Ubicación Proyecto Anchoris
Fuente: Vector Argentina S.A. (2004)747

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SIERRA PINTADA

Imagen 3.11: Ubicación de Sierra Pintada en la provincia de Mendoza


Fuente: http://www.megauranium.com/main/?argentina748
POTASIO RÍO COLORADO

Imagen 3.12: Ubicación del proyecto Potasio Río Colorado


Fuente: http://www.potasioriocolorado.com749
Referencia: Área Mina

Imagen 3.13: Plano de ubicación del proyecto Potasio Río Colorado


Fuente: URS (2006)750
SAN JORGE

Imagen 3.14: Ubicación del proyecto


San Jorge
Fuente: Vector S.A. (2008)751

LISTADO DE INTEGRANTES DE LA MULTISECTORIAL DE GENERAL


ALVEAR

 AAPA

 AERO CLUB

 ALCEC ASOC. ALVENS. CONTRA EL CANCER

 ASOC. PROFESORES EDUCACIÓN FÍSICA

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 ASOCIACION BIOQUIMICOS DE GRAL. ALVEAR

 ASOCIACIÓN CONTADORES DE GRAL. ALVEAR

 ASOCIACIÓN DE CULTIVOS PROTEGIDOS

 ASOCIACIÓN DOCENTES JUBILADOS

 ASOCIACIÓN RURALISTA

 ATE

 AUTOCONVOCADOS PUNTA DEL AGUA

 Autoconvocados de Agua Escondida

 Autoconvocados de Bowen

 C.G.T. GRAL. ALVEAR

 CAMARA DE COMERCIO, INDUSTRIA, AGRICULTURA Y GANADERIA G. ALV.

 CAMARA DE TURISMO

 CAMARA JOVEN

 CENTRO ANDALUZ

 CENTRO DE BODEGUEROS

 CENTRO DE ENÓLOGOS

 CENTRO DE INGENIEROS AGRÓNOMOS

 C.E.C. CENTRO EMPLEADOS DE COMERCIO

 CIRCULO MEDICO DE GRAL. ALVEAR

 CONSEJO PASTORAL EVANGELICO

 CONSORCIO VECINAL PUNTA DEL AGUA

 ENFERMEROS HOSPITAL REGIONAL

 FADIUNC

 H. CONCEJO DELIBERANTE

 ITU – Instituto Tecnológico Universitario

 Inspección de Cauce Asociados de Bowen

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 Inspección de Cauce Asociados Nuevo Alvear

 MUJERES FEDERADAS FEDERACIÓN AGRARIA ARGENTINA

 MUTA – Mutual de Trabajadores Alvearenses-

 ODAA – Organización Agricultores del Atuel

 ONG IDEAS

 Productores de la Marzolina

 ROTARY CLUB GRAL. ALVEAR

 SECRETARIA DE PROMOCION DE DESARROLLO MUNICIPALIDAD

 STIA – Sindicato de Trabajadores Industria de la Alimentación

 SOCIEDAD ESPAÑOLA DE SOCORROS MUTUOS

LISTADO DE PERSONAS Y ENTIDADES QUE PRESENTARON


OBSERVACIONES AL PROYECTO “SAN JORGE”

- Eduardo Sosa - Oikos Red Ambiental (por cuenca Yalguaraz).

- Miembros de la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Uspallata "Por una Vida


Sana".

- Adhesión del Concejo Deliberante de Gral. Alvear a la petición de la Multisectorial de


Gral Alvear.

- Multisectorial de Gral Alvear.

- Cámara de Turismo, Comercio e Industria de Uspallata y Alta Montaña.

- Partido Socialista.

- Eduardo Sosa - Oikos red ambiental (por xantato - Ley 7722).

- Administración de Parques Nacionales - Delegación Regional Centro.

- Wildlife Conservation Society.

- Sociedad Argentina para el Estudio de los Mamíferos (SAREM)

- Jorge Luis Cabello.

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- Daniel Rubén Núñez.

- Alder Damián Corsánigo y Elba Viviana Valdez.

- María Inés Baigún y Andrea Marina Fietta.

- Héctor Ricardo Funes.

- Sergio Carpineta, Pablo Carreras, Luis Matilla y Alejandro Montañes.

- Centro Astronómico El Leoncito.

- Universidad Nacional de La Plata - Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas.

- Asociación Cultural Sanmartiniana de Mendoza.

- Fernando Marín Zapata Arenas (requiere información a los directivos de Minera San
Jorge y a la autoridad de aplicación que podría sufrir la Estancia Tambillos, dado que es
contigua al proyecto Minero y que una parte de la misma estaría dentro del área de
influencia directa del proyecto).

- Miembros de la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Uspallata "Por una Vida Sana"

- María Esther Barbeito (Lic. en Química).

- Daniel Oscar Funes.

- Osvaldo Rubén Cortez.

- Fabiana Villafañe.

- Federico Jorge Fernández.

- Jorge Andrés Difonso.

- Ludmila Armando (vecina de Uspallata)


Notas
1
Hacemos esta aclaración porque han existido y existen conflictos y movimientos
socioambientales que no fueron identificados o que no se autodenominan como tales. En palabras
de Joan Martínez Alier, refiriéndose al ecologismo popular o ecologismo de los pobres, “…los
actores de tales conflictos muchas veces no utilizan un lenguaje ambiental, y esta es una de las
razones por la cual esta tercera corriente del ecologismo no se identificó hasta los años
ochenta...” (Martínez Alier, 2004:31). El autor identifica otras dos corrientes del ecologismo: el
culto a lo silvestre y el evangelio de la ecoeficiencia. Este tema será profundizado en el Capítulo 2.
2
Esquel es una localidad de la provincia de Chubut, Argentina, que rechazó un proyecto minero a
gran escala de oro en el año 2003, mediante una consulta popular que dio como resultado un
81% de votos por el “No a la Mina”. Este caso será abordado con mayor detalle en el Capítulo 5.
3
Asimismo, como será abordado en el Capítulo 5, consideramos que en la década de los ´80 ya
pueden encontrarse algunos movimientos que fueron importantes precedentes de los surgidos en
la década del 2000.
4
Estos temas serán detallados en el Capítulo 6.
5
Este Tratado será explicado en el Capítulo 4.
6
A nivel latinoamericano, se destacan las publicaciones sobre el tema en Perú y en Chile. Sobre
los conflictos por la minería en Perú, se recomiendan los trabajos de Alejandra Alayza Moncloa
(2007), José De Echave C. (2001), José De Echave, Karyn Keenan, María Kathia Romero y
Ángela Tapia (2005), y José de Echave C., Raphael Hoetmer y Mario Palacios Panéz (2009).
Sobre Chile, se recomiendan el trabajo sobre conflictos ambientales de César Padilla Ormeño y
Pablo San Martín Saavedra (1996), y el libro sobre el caso del proyecto minero bi-nacional
“Pascua-Lama”, de Bárbara Salinas y Javier Karmy (2009).
7
El caso de Esquel será detallado en el Capítulo 5.
8
Recomendamos los siguientes artículos de Guido Galafassi: “Estado, capital y acumulación por
desposesión. Los espacios rurales patagónicos y su renovado perfil extractivo de recursos
naturales”; “Minería de oro y plata y conflictos sociales. Un proceso de historia reciente en
Patagonia”; “Producción, tierra y conflictos socio-ambientales en Patagonia. Una primera
aproximación”, disponibles en: http://theomai.unq.edu.ar/Theomai_Patagonia/index.htm
9
Disponible en: http://revista-theomai.unq.edu.ar/NUMERO15/Galafassi_Dimitriu_Plan_B.pdf
10
Recomendamos los siguientes artículos de Andrés M. Dimitriu: “Las contradicciones del
¨crecimiento¨”, “Montañas, entre mitos y mapas satelitales”; “Cuando los saberes locales enfrentan
al saqueo: ¨Acuerdos Multi- (o Bi) laterales¨, privatización del conocimiento y compromiso
intelectual”; “Producir y consumir lugares: Reflexiones sobre la Patagonia como mercancía”,
disponibles en: http://theomai.unq.edu.ar/Theomai_Patagonia/index.htm
11
Disponible en: http://revista-theomai.unq.edu.ar/NUMERO15/ArtClaps_15.pdf
12
Ver:- “¿Más valor que el oro? Los movimientos populares en oposición a la minería con
cianuro”, de Carlos Gustavo Espinoza, disponible en: http://revista-
theomai.unq.edu.ar/numero9/artespinoza9.htm
- “La quimera del oro”, de Lino Pizzolón, disponible en:
http://revista-theomai.unq.edu.ar/NUMERO15/Art Pizzolon LA_QUIMERA_DEL_ORO.pdf
13
Las fuentes y las entidades en las que se recabó información son detalladas en el Anexo 1.
14
Detalladas en el Anexo 1.
15
Maria Da Gloria Gohn es una cientista social brasilera, por lo que sus trabajos se encuentran
escritos en portugués. Para facilitar la fluidez del texto se procedió a traducir los extractos y las
citas de su autoría que se encontrarán a lo largo de este trabajo. La traducción es propia y
recomendamos ante cualquier duda consultar el texto original de Gohn en portugués.
16
Ex –Centro Regional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CRICYT).
17
La Asamblea Mendocina por Agua Pura (AMPAP) es la articulación a nivel provincial de las
diferentes organizaciones que luchan por la defensa del agua y en oposición a la megaminería.
Los encuentros se realizan mensualmente en diferentes departamentos de la provincia de
Mendoza.
18
A partir del cambio de gestión de gobierno del año 2007 la Subsecretaría de Medio Ambiente el
gobierno de Julio Cobos pasó a ser Secretaría en la gestión del Gobernador Celso Jaque.
19
La UAC nuclea a todas las asambleas, grupos de vecinos autoconvocados y organizaciones,
autónomas de los partidos políticos y el Estado, reunidas en defensa los bienes comunes y la
autodeterminación de los pueblos. Es la unión de las luchas contra la minería a cielo abierto, el
monocultivo de soja, las empresas de pasta de celulosa, la expropiación de territorios de pueblos
originarios y campesinos, la contaminación urbana, la especulación inmobiliaria, entre otras. Los
encuentros se realizan cada tres o cuatro meses, en diferentes provincias del país.
20
Estas fuentes son detalladas en el Anexo 1.
21
Especialmente la Dra. Marluza Marques Harres (profesora de la UNISINOS), el Dr. Héctor
Alimonda (profesor del Departamento de Desenvolvimento, Agricultura e Sociedade de la
Universidad Federal Rural de Río de Janeiro), y el Dr. Henrí Acselrad (profesor del Instituto de
Planeamiento Urbano y Rural de la Universidad Federal de Río de Janeiro).
22
Previamente también se participó del Foro de la Via Campesina realizado en la ciudad de
Rosario, Santa Fe, en agosto de 2008.
23
Fuentes detalladas en el Anexo 1.
24
Fuente consultada: Anuario Estadístico de la República Argentina, 2005, INDEC.
25
Ver detalle en el Anexo 1.
26
Por ejemplo, el “Argentina Mining” y el “Argentina Oro”, realizados en Argentina, en agosto y
noviembre, respectivamente, del año 2008.
27
La discusión entre abordajes antropocéntricos y ecocéntricos, será ejemplificada en este
Capítulo al abordar las diferentes corrientes del ecologismo o ambientalismo existentes.
28
Como ya fue mencionado, teniendo en cuenta la vasta bibliografía existente en torno a estos
conceptos, las definiciones elegidas para este apartado representan las discusiones más
importantes sobre ciertas características de los MS que consideramos relevantes para el análisis
de los movimientos socioambientales.
29
La Real Academia Española define “colectivo” como perteneciente o relativo a cualquier
agrupación de individuos; cualquier grupo unido por lazos profesionales, laborales, etc. Por su
parte, Riechmann y Fernández Buey aclaran que el concepto de “agente colectivo” no supone que
los movimientos sean unitarios; al contrario, estos tienden a caracterizarse por un elevado grado
de pluralismo y diferenciación interna, por una multiplicidad de corrientes, tendencias y formas de
acción. Su composición social puede ser bastante heterogénea, dentro de un MS pueden coexistir
grupos con intereses, expectativas y concepciones del mundo notablemente diferentes
(Riechmann y Fernández Buey, 1994).
30
Fuente: Seminario de Doctorado “Movimientos sociales, acción colectiva y protesta social”
dictado por el profesor Dr. Adrián Scribano, en la Facultad de Ciencias Sociales, de la
Universidad de Buenos Aires (UBA), Buenos Aires, Argentina, mayo a junio de 2005.
31
Uno de los libros más comentados sobre este tema es el de John Holloway (2002): “Cambiar el
mundo sin tomar el poder. El significado de la revolución hoy”, en el que plantea que la posibilidad
de revolución no está en la toma del Estado, sino en el poder social que el autor denomina “poder-
hacer”. Para mayor información, ver:
http://www.nodo50.org/coordinadoralibertaria/entrevista_johnholloway.pdf
32
Estos autores hallan un grado alto de fragmentación y escasa durabilidad en los movimientos
de protesta en Argentina –en el periodo 1989-1995- y, paralelamente, un crecimiento de la
protesta de matriz cívica, con un carácter marcadamente diversificado y con rasgos claros de
localización y singularidad. Detectan también la relevancia de las formas públicas de la AC como
formas de construcción y expresión de las demandas sociales. Por otra parte, estos autores
destacan la importancia de las protestas posteriores a diciembre de 2001 en Argentina, ya que,
aunque sus reclamos fueran puntuales y particulares, reencuadran su identidad narrativa y sus
pretensiones de validez desde un relato ciudadano y una lucha por los derechos, más que desde
un reclamo estrictamente particular. Ante esto, resaltan que hubo una ampliación cívica de los
marcos de protesta, se revalorizó el papel de los públicos de la protesta y se refocalizaron las
teorías de la protesta en torno a la cuestión de la democracia participativa y las patologías de la
representación política. Por su parte, Adrián Scribano (2005) destaca la importancia de los hechos
de diciembre de 2001 en cuanto a los actores que produjo, a la re-movilización de las clases
medias ex-militantes, siendo el ciclo de protestas más intensas en Argentina, y el fin de la
reestructuración del sistema capitalista.
El tema de la acción colectiva y la protesta social en Argentina, así como de la crisis de la
democracia representativa y la búsqueda de democracia directa, participativa, será abordado en
el Capítulo 5 de este trabajo.
33
Scribano afirma que la protesta se basa en la lógica de la visibilidad, y que actúa como
“radiografía” de la estructuración social: “dime quién protesta y te diré que sociedad tienes”
(Scribano, 2005).
34
Para profundizar la diferencia que realiza Schuster entre explicación científica y fundamentación
filosófica, ver Schuster (2005:55-56).
35
Las perspectivas norteamericana y europea serán explicadas a continuación como parte de las
teorías que abordan los MS. Asimismo, tanto racionalidad como identidad aparecen en este
trabajo como ejes centrales del análisis de los movimientos socioambientales. Es importante
destacar que la racionalidad será abordada en este trabajo según la definición de racionalidad
ambiental de Enrique Leff (2004), desarrollada posteriormente en este Capítulo.
36
Schuster identifica tres categorías: A, B y C. La A es la protesta llevada a cabo por un
movimiento (la seleccionada para nuestro caso de estudio). La B se refiere a aquella categoría en
la que algunos de los miembros eran parte de uno o más movimientos anteriores, con o aun sin
relación con la acción actual, y la C es la referida a la acción novedosa, ya mencionada en este
apartado.
37
Es interesante el ejemplo que da Schuster, de que muchas veces la propia acción de protesta
da el nombre a los sujetos que la realizan, como el caso de los piqueteros en Neuquén, “…título
que no derivó de su condición social (desempleados) o de sus demandas, sino de su acción
misma (…). La acción demuestra a los propios miembros de la protesta que son algo más que su
posición estructural. Y eso marca un duro impacto en sus identidades...” (Schuster, 2005:52-53).
Para profundizar sobre el surgimiento de los piqueteros, ver Auyero (2004).
38
Este aspecto es destacado por Maristella Svampa y Mirta Antonelli, en el libro editado por ellas:
“Minería trasnacional, narrativas del desarrollo y resistencias sociales” (ver: Svampa y Antonelli,
2009).
39
Esta denominación será abordada posteriormente en este mismo Capítulo.
40
Estos dos aspectos –instituciones gubernamentales y marco legal- son tomados en conjunto
porque, si bien la legislación minera cuestionada –detallada en el Capítulo 4- fue sancionada por
los funcionarios de la década de los `90, los gobiernos que le sucedieron no han modificado dicha
legislación –aunque algunos reconocen sus falencias- y la presentan como el marco jurídico
vigente que ellos deben hacer cumplir. En el caso de Mendoza, hay actualmente un fuerte impulso
en modificar la Ley provincial de medio ambiente vigente (Nº 5.961), con lo que se modificaría
también el Decreto provincial Nº 820, que reglamenta el proceso de evaluación de impacto
ambiental de la actividad minera. Sin embargo, no se conoce al momento ningún proyecto de
reforma o anulación de la Ley provincial (Nº 6.090) que adhiere a la cuestionada Ley Nacional de
Inversiones Mineras (Nº 24.196).
41
Las leyes sancionadas durante esta década en materia minera será detallada en el Capítulo 4.
42
Adrián Scribano (2005) identifica a Sorel y Dahrendorf con la Teoría de las Clases Sociales y
el Conflicto, cuyo objetivo es explicar las acciones desencadenadas por los conflictos en el
Capitalismo.
43
Según Cadarso, no es sencillo explicar cuál es la concepción del sistema social y el conflicto
que defiende el Funcionalismo, por las importantes diferencias entre los autores considerados
funcionalistas, y la evolución de dicha “escuela”, desde el funcionalismo organicista de Malinowski
hasta el sistematismo de T. Parsons, las derivaciones estructuralistas francesas de Althusser o el
funcionalismo relativista de R. K. Merton. A las diferencias conceptuales se le añaden además las
de orientación política (Cadarso, 2001).
44
“…A menudo vinculadas con reinterpretaciones igualitaristas del cristianismo o como respuesta
al endurecimiento del sistema señorial, a los primeros embriones de economías capitalistas en
Flandes e Italia y al resto de los procesos en los que germinó la Modernidad...” (Cadarso, 2001:7).
45
Existen diversas denominaciones: movimientos ecologistas, movimientos ambientalistas,
ecologismos, ambientalismos, entre otras. En este trabajo se ha decidido optar por “movimientos
socioambientales”. A continuación, en este mismo Capítulo, se fundamenta esta decisión.
46
La Real Academia Española define “clase social” como un conjunto de personas que
pertenecen al mismo nivel social y que presentan cierta afinidad de costumbres, medios
económicos, intereses, etcétera. En cuanto a “nivel” (en su definición general), lo define como
horizontalidad, categoría, rango, grado o altura que alcanzan ciertos aspectos de la vida social.
47
Raschke, Joachim, Soziale Bewegungen –Ein historisch- systematischer Grundriss, Campues
Verlag, Francfort, Nueva York, 1985. Citado en Riechmann y Fernández Buey (1994:48).
48
Cohen, Jean y Andrew Arato, Civil Society and Political Theory, Mit Press, Cambridge, 1992.
Citado en Gohn (1997:24).
49
“…Observamos que estos presupuestos estuvieron bastante vivos y presentes en las
concepciones sobre el cambio social pregonizadas por los movimientos sociales de los años `70 y
parte de los ´80 que siguieron la dirección de la Teología de la Liberación en la Iglesia Católica
de América Latina…” (Gohn, 1997:28).
50
Jürgen Habermas retoma esta tesis de Blumer y destaca la importancia de los MS como
posibles creadores de un nuevo orden social. Y se basa también en el concepto de formas de vida
y colonización de la vida privada.
51
Según Gohn, Le Bon estudió los motines durante la Revolución Francesa, concluyendo que los
individuos son capaces tanto de actos de heroísmo como de barbarie, pues en episodios en que
predomina la espontaneidad de las masas siempre hay violencia, lo que los lleva a perder el uso
de la razón crítica. Le Bon es retomado contemporáneamente por Anthony Oberschall.
52
Es interesante destacar la referencia de Haberle a la internacionalización de los movimientos,
afirmando que no necesariamente se confinaban a un territorio nacional.
Lipset y Smelser son incluidos por Scribano (2005) en la Teoría de la Modernización y el
Cambio Social, que estudia la conducta agregada en colectivos e instituciones y los cambios
sociales, vinculada al Funcionalismo.
53
Este fue desarrollado en EEUU y más precisamente en la Escuela de Chicago. Según
Riechmann y Fernández Buey, lo microsociológico estaría abordado por el Interaccionismo
Simbólico de Herbert Blumer –interesado en los procesos espontáneos de aprendizaje social e
innovación en el comportamiento colectivo, de autorregulación y creación de nuevas normas que
podían romper con las rutinas del comportamiento institucionalizado convencional- y lo
macrosociológico por el Funcionalismo Estructural de Talcott Parsons –que explica el
surgimiento de MS en función de las tensiones originadas por el desarrollo desigual de los varios
subsistemas de acción que constituyen un sistema social-. Neil Smelser también contribuirá a
sistematizar este último enfoque (Riechmann y Fernández Buey, 1994).
54
Sin embargo, las ideas de Marx han sido retomadas por la Ecología Política y por el Marxismo
ecológico y han sumado interesantes aportes al análisis de los conflictos socioambientales.
Sobre este tema, recomendamos la lectura de: “Una nueva herencia en Comala: apuntes sobre la
ecología política latinoamericana y la tradición marxista”, de Héctor Alimonda (2006:57-86).
55
En cuanto a la causa de la preponderancia de los aspectos racionales sobre los ideológicos,
Gohn concuerda con Margit Mayer, quien argumenta que las ideologías y motivaciones
ideológicas no habrían desempeñado un papel importante en las movilizaciones de los años `60
porque la mayoría de las acciones tuvo un discurso que reivindicaba la extensión de los valores
liberales básicos que dominaban el discurso público americano. Gohn considera que “…la falta de
énfasis en las ideologías se dio por el hecho de no haber habido grandes conjuntos de nuevas
creencias o valores que dieran forma a un nuevo cuerpo ideológico –cuerpo este desarrollado por
las camadas medias de la población norteamericana, ávidas por integrarse a la sociedad de
consumo existente-, pero la falta de énfasis es también parte del propio referencial teórico de la
TMR, que excluía las ideologías como factor explicativo importante porque no consideraba la
dimensión de lucha social de los movimientos...” (Gohn, 1997:54). Hace alusión a Charles Tilly y
Doug McAdam como contribuyentes de la incorporación de las ideologías como elemento
importante de los movimientos en el paradigma norteamericano.
56
Dalton, Rusell J. y Manfred Küchler (comps.), Challenging the Political Order. New Social and
Political Movements in Western Democracies, Polity Press, Cambridge, 1990. Citado en
Riechmann y Fernández Buey (1994:22).
57
Los autores que realizan las principales críticas a la TMR pueden consultarse en: Gohn
(1997:55). Gohn reconoce una segunda fase de la TMR durante los años `80-`90, donde algunos
autores de los mencionados como representantes de la TMR reformulan sus concepciones
iniciales.
58
Dalton, Rusell J. y Manfred Küchler (comps.), Challenging the political order. New social and
political movements in Western Democracies. Polity Press, Cambridge, 1990. Citado en
Riechmann y Fernández Buey (1994:20).
59
Esta aclaración obedece a dos motivos: por un lado, a la necesidad de enfatizar la diversidad
de los movimientos socioambientales y, por el otro, a que muchas organizaciones sí poseen entre
sus miembros personas o empresas en las que puede reconocerse un interés económico en la
oposición a la actividad minera a gran escala. Sin embargo, la inclusión o no de estas
organizaciones en la denominación “movimientos socioambientales”, será profundizada para el
caso analizado en los Capítulos 7 a 9.
60
Los dilemas entre el énfasis en la estructura (dada por los marxistas en relación a las clases
sociales) versus el énfasis en el actor social (dada por los europeos de los NMS) –que ya habían
ocurrido en la segunda mitad de los años `80 entre americanos y europeos- se suman al
significado básico de los movimientos: construir estrategias (americanos) o identidades
(europeos). Los estructuralistas postularon la necesidad de mapear condiciones estructurales,
causas, consecuencias e influencias de los movimientos, y los interaccionistas enfatizaron los
conflictos políticos, las estrategias de movilización, las relaciones de poder, el papel de los líderes,
las alianzas, la función de las acciones estratégicas, etc. (Gohn, 1997).
61
Gohn detalla los autores que realizan trabajos teóricos en esta etapa: Bert Klandermas, J.
Friedman, Sidney Tarrow, Hank Johnston, Rick Fantasía, Verta Taylor y Nancy Whittier, Carol
Muller, Aldon Morris, Hanspeter Kriesi, Enrique Laraña, Ronald Inglehart, Edwin Amenta, David
Meyer, Jeff Goodwin, Jim Smith y Mark Traugott. Asimismo, autores que habían producido bajo la
TMR reformularon y/o ampliaron sus abordajes en dirección a aspectos político-culturales, entre
ellos: William Gamson, Charles Tilly, Doug McAdam, David Snow y Robert Benford, Craig
Jenkins, Joseph Gusfield, Antonhy Oberschall, Donatella Della Porta y John McCarthy.
Desde la perspectiva histórica, se encuentran los trabajos de Eric Hobsbawm y George Rude, E.
Thompson y Charles Tilly.
62
Ver Gohn (1997:112-115).
63
Según Gohn, el paradigma denominado neomarxista se trata de una relectura del marxismo
ortodoxo, con abordaje de factores políticos, donde la política pasó a ser enfocada desde el punto
de vista de una cultura política, resultante de innovaciones democráticas, relacionadas con la
experiencia de los MS, y que tiene un papel tan relevante como la economía en el desarrollo de
los procesos sociales históricos. Las referencias fundamentales de esta relectura han sido la
teoría de la alienación desarrollada por Lukács y por la “Escuela de Frankfurt”, y la de Antonio
Gramsci sobre la hegemonía (Gohn, 1997). Según Lukács, el capitalismo no permite a los
individuos ver la totalidad, hay un problema de consciencia en relación al sujeto y a la subjetividad
(Scribano, 2005). Podemos relacionar este aspecto con la necesidad de movilización consciente
planteada por algunos autores mencionados en este Capítulo.
64
Gohn destaca algunos clásicos del marxismo que tratan sobre movimientos o generan
fundamentos para las teorías sobre ellos: Lenin, Rosa Luxemburgo, Trotski, Mao Tse-Tung y
Antonio Gramsci.
65
Giddens, Anthony, Modernity and Self-Identity: Sef and Society in the Late Modern Age,
Stanford Un. Press, Stanford, California, 1991. Citado en Gohn (1997:341).
66
Sacristán, Manuel, Pacifismo, ecología y política alternativa, Editorial Icaria, Barcelona, 1987.
Citado en Riechmann y Fernández Buey (1994:63).
67
Como ya fue mencionado, retomaremos el tema de la “clase media” argentina y su participación
en las movilizaciones, en el Capítulo 5.
68
En cuanto al ecologismo, afirman que puede rastrearse un “protoecologismo” al menos desde
mediados del Siglo XIX, pero que, en el caso del ecologismo contemporáneo, pesan más las
rupturas que las continuidades.
69
Esto se relaciona directamente con nuestro tema, ya que la incapacidad del Estado de dar
respuestas y de ser un organismo de control confiable ha potenciado el conflicto en torno a la
minería a gran escala y a otras actividades cuestionadas.
70
Este Informe será descrito en el Capítulo 4.
71
Los “nuevos” movimientos sociales se inclinan hacia las preocupaciones afectivas, relaciones
expresivas, orientación grupal y organización horizontal. Los antiguos movimientos sociales se
inclinan por las preocupaciones materiales, las relaciones instrumentales están orientadas
hacia el Estado y la organización vertical (Maiwaring y Viola, 1985).
72
Dalton, Rusell J. y Manfred Küchler (comps.), Challenging the Political Order. New Social and
Political Movements in Western Democracies, Polity Press, Cambridge, 1990. Citado en
Riechmann y Fernández Buey (1994:78).
73
Gohn rescata esta denominación de: Scherer-Warren, Ilse y Paulo J. Krischke, Uma revolução
no cotidiano, Brasiliense, São Paulo, Brasil, 1987. Otro autor que debe ser mencionado entre
quienes abordaron MS latinoamericanos, es Emir Sader.
74
Destaca que el tema ha primado a nivel de posgraduación, y que son Brasil, México, Argentina
y Chile los países que ya tienen una tradición afirmada en el área.
75
A partir de las dos últimas décadas del siglo XIX la protesta en Argentina adquirió carácter
social central y sus protagonistas fueron los trabajadores y el movimiento obrero que comenzaba
a gestarse (Lobato y Suriano, 2003).
76
Gohn afirma: “…Los movimientos populares son formas de resistencia y los nuevos
movimientos sociales son luchas por la inclusión y no por la integración social, dos fenómenos
sociales distintos...” (Gohn, 1997:233). La denominación “popular” cobra relevancia por estar
presente en los movimientos analizados, y por el sentido que ha cobrado el término en los
diversos MS, aspecto que será profundizado en los Capítulos 5 y 7.
77
Brasil fue un país concentrador de muchos movimientos. También México, Perú, Bolivia,
Venezuela y Colombia presentaron diversos movimientos populares. Se destacan los “zapatistas”
y movimientos sociales en lucha por la educación en México; movimientos de población pobre de
origen indígena y trabajadores de las minas en Bolivia; la caracterizada como “guerrilla rural”
“Sendero Luminoso” y el “Movimiento Revolucionario Túpac Amaru”, en Perú; las “Madres de
Plaza de Mayo” como movimiento de derechos humanos en Argentina, entre otros (Gohn, 1997).
78
Entre las características de los MS latinoamericanos, Gohn menciona la importancia de la
ideología como elemento fundante, desde la vertiente marxista-gramsciana que trata la ideología
en el campo de las prácticas sociales, como conjunto de ideas que dan soporte a proyectos
estratégicos de cambio del orden de las cosas en la realidad social (Gohn, 1997).
79
Scribano identifica, dentro de las protestas contra el capitalismo: al movimiento obrero como
movimiento originador, que protesta contra la disciplina fabril, la relación tiempo-trabajo; al
movimiento de derechos civiles y feministas, que protesta contra la lógica cotidiana, dando al
movimiento una categoría de “aquellos que se excluyen”; al movimiento pacifista, contra la
violencia del Estado; y a los movimientos ecológicos, en respuesta al capitalismo industrial.
80
Estas características serán ampliadas, y especificadas para Argentina, en los Capítulos 4 y 5.
81
Un ejemplo de ello pueden constituir las manifestaciones en contra de la ocupación
estadounidense de Irak, realizadas durante el año 2003 en diferentes capitales de todo el mundo.
En el caso argentino, las marchas de diversos grupos militantes a Plaza de Mayo, es otro ejemplo,
destacando para nuestro tema las marchas de la Unión de Asambleas Ciudadanas realizadas
desde el año 2006, cada 12 de diciembre.
82
Es interesante destacar que la participación de este movimiento ha puesto en cuestión en
diversas ocasiones el término “ciudadanas”, que ha sido foco de grandes discusiones en más de
uno de sus encuentros.
83
Leff identifica como iniciadores de la crítica a la razón del Iluminismo y la Modernidad a los
metafísicos (Nietzsche, Heidegger), al racionalismo crítico (Adorno, Horkheimer, Marcuse), al
pensamiento estructuralista (Althuser, Foucault, Lacan) y a la filosofía de la modernidad (Levinas,
Deleuze, Guattari, Derrida).
84
En este apartado, “ambientalismo”, “ecologismo”, “movimiento ecologista”, entre otros, serán
utilizados reproduciendo el término al que hace referencia cada autor citado. Más adelante
analizaremos las diferentes denominaciones y fundamentaremos nuestra opción por
“movimientos socioambientales”. La cursiva con la que se remarca cada denominación es nuestra.
85
Gunder Frank, A. y M. Fuentes, “Nine thesis on social movements”, IFDA Dossier, Nº 63, 1988,
pp. 27-44. Citado en Leff (2004:396).
86
Para mayor detalle sobre estos precedentes del movimiento ecologista ver el Capítulo III:
“Ecologismo, proteccionismo, ambientalismo”, de Riechmann y Fernández Buey (1994:103-116)
87
Entre los que alcanzaron mayor repercusión internacional se destacan:
- el naufragio de buques petroleros y la contaminación de mareas y costas: en 1967, el naufragio
del petrolero Torrey Canyon frente a las costas de Inglaterra; en 1989, el naufragio del buque
petrolero Exxon Valdez, en Alaska.
- contaminación industrial y sus efectos en la población: contaminación con mercurio de la Bahía
de Minamata, en Japón, producida por la industria “Chisso Corporation”, cuyos efectos
comenzaron a evidenciarse a mediados de los años ´50; la explosión de la planta química
ICMESA en Seveso, Italia, en 1976; la fuga de isocianato de metilo (MIC), en la fábrica de
pesticidas de Union Carbide en Bhopal, India, en 1984.
- accidentes nucleares: central nuclear Three Mile Island, en 1979, en Pennsylvania, Estados
Unidos; Chernobyl, Ucrania, en 1986.
88
Se publicaron 300 libros sobre medio ambiente, ecología y contaminación en Estados Unidos,
se desarrollaron debates internacionales organizados por la revista francesa “Le Nouvel
Observateur”, en Inglaterra aparece el libro “A blueprint for Survival” de Edward Goldsmith
(fundador y editor de la revista británica “The Ecologist”, en Italia “L´ Imbroglio Ecologico” de
Paccino, y en México “Ecocidio”, de F. Cesarman, entre otros (Toledo, 1993).
89
Las Instituciones como el “Club de Roma” y las Conferencias internacionales -como la de
Estocolmo-, serán descriptas en el Capítulo 4.
90
Relacionado a la creación de parques naturales, como el Yellowstone, en 1872, o de
instituciones como la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza, en 1948.
91
Esta definición es tomada de la sugerencia de Ramon Folch (ver: Folch, Ramón, Sobre
ecologismo y ecología aplicada, Ketres, Barcelona, 1977). En Estados Unidos, esta posición
ambientalista estaría representada por Gifford Pinchot, fundador del Servicio Forestal de EEUU,
quien para los autores, quería mantener la naturaleza como recurso productivo y fuente de recreo.
Por su parte, John Muir, el creador del Sierra Club, representaría al proteccionismo. También
relacionan estas corrientes con el ambientalismo obrero y el movimiento aristocratizante de
protección de los paisajes, respectivamente. Incluso puede relacionarse al ambientalismo con el
“evangelio de la ecoeficiencia” y al proteccionismo con el “culto a lo silvestre”, planteados por
Joan Martínez Alier (2004), y desarrollados a continuación en este mismo Capítulo.
92
La perspectiva de la Ecología Política, en la que se ha basado este trabajo, será abordada al
final de este Capítulo.
93
Por ejemplo, las luchas por la tierra están pasando a ser luchas “económicas” por la apropiación
de los procesos productivos de los que dependen las condiciones de vida de la población y luchas
“políticas” en tanto que cuestionan las estructuras de poder y plantean una participación activa de
las poblaciones en los procesos de toma de decisiones. Las demandas de socialización de la
naturaleza van más allá del rescate de un patrimonio natural y cultural y se presentan como una
lucha por la apropiación del potencial ecológico de sus recursos productivos. Propugna la
participación creativa de las comunidades rurales en la construcción de una nueva economía
(Leff, 2004).
94
Dowson, Andrew, Pensamiento Político Verde, Paidos, Barcelona, 1997. Citado en: Aldunate
Balestra, 2001, pp. 17-18.
95
Castells, Manuel, “El reverdecimiento del yo: el movimiento ecologista”, en: El poder de la
Identidad, segundo volumen de su libro La Era de la Información, Alianza editorial, 1998. Citado
en: Aldunate Balestra (2001:18).
96
Para mayor información sobre esta clasificación, ver: Aldunate Balestra (2001:51-105).
97
John Muir (1838-1914) fue un naturalista, escritor y conservacionista norteamericano, fundador
del Sierra Club, en 1892. Para mayor información consultar:
http://www.sierraclub.org/JOHN_MUIR_EXHIBIT/
98
Fuente: Curso de Ecología Política Conflictos Ecológicos Distributivos y Lenguajes de
Valoración, dictado por el Dr. Joan Martínez Alier, con la colaboración del Dr. Walter Pengue y la
Ms. Mariana Walter. Organizado por la Consejería de Educación de la Embajada de España en
Argentina, Buenos Aires, 23 al 25 de noviembre de 2009.
99
“…La eugenesia estudia los métodos científicos para “mejorar” la raza humana a partir del
control de su reproducción. La expresión, que significa “buen nacimiento”, fue creada por un primo
de Darwin, Francis Galton, uno de los impulsores de este movimiento intelectual que toma
principios de los descubrimientos de Darwin sobre la evolución y peregrinas ideas de Malthus
sobre la población, para desembocar en lo que luego se calificó como “darwinismo social” e
“higiene racial”, por unos, y racismo a secas, por otros...” (Orduna, 2008:15). Orduna afirma que,
luego de la Segunda Guerra Mundial, en la que los nazis llevaron las teorías eugenésicas al
extremo del exterminio físico (incluso cita textos en los que los nazis agradecen a las
asociaciones de Eugenesia su colaboración intelectual), se generó una ola de rechazo y la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó, en 1948, la “Convención para la Prevención
y Castigo del Crimen de Genocidio”. Los eugenecistas debieron adoptar otro perfil, en el que el
discurso ecologista les sirvió para denunciar el aumento demográfico, que traía siempre su
correlato de contaminación.
100
Ver: Riechmann y Fernández Buey (1994:114).
101
Una crítica completa de estos autores al post-materialismo puede consultarse en: Riechmann y
Fernández Buey (1994:30-45).
102
La modernización ecológica es un término inventado por Martin Jaenicke y por Arthur Mol, en
la década de los ´90. Tiene dos presupuestos: uno económico –ecoimpuestos y mercados de
permisos de emisiones- y otro tecnológico –apoyo a los cambios que llevan a ahorrar energía y
materiales- (Martínez Alier, 2004).
103
Esta línea estudia el metabolismo industrial, y ha sido desarrollada en Europa y en Estados
Unidos (Martínez Alier, 2004).
104
La perspectiva de la Economía Ambiental y sus críticas desde la Economía Ecológica serán
abordadas a continuación en este mismo Capítulo.
105
Para mayor información sobre el Instituto Wuppertal, puede consultarse su página web
en:
http://www.wupperinst.org/
106
Visvanathan, S. A., A Carnival for Science. Essays on Science, Technology and Development,
Oxford University Press, Delhi, 1997. Citado en Martínez Alier (2004:21).
107
Estos ejemplos fueron brindados durante el Curso de Ecología Política Conflictos Ecológicos
Distributivos y Lenguajes de Valoración, dictado por el Dr. Joan Martínez Alier, con la
colaboración del Dr. Walter Pengue y la Ms. Mariana Walter. Organizado por la Consejería de
Educación de la Embajada de España en Argentina, Buenos Aires, 23 al 25 de noviembre de
2009.
108
Fuente: Curso de Ecología Política Conflictos Ecológicos Distributivos y Lenguajes de
Valoración, dictado por el Dr. Joan Martínez Alier, con la colaboración del Dr. Walter Pengue y la
Ms. Mariana Walter. Organizado por la Consejería de Educación de la Embajada de España en
Argentina, Buenos Aires, 23 al 25 de noviembre de 2009.
109
Fuente: Presentación “Conflictos ecológicos distributivos. Discusión de casos”, durante el
Curso de Ecología Política Conflictos Ecológicos Distributivos y Lenguajes de Valoración, dictado
por el Dr. Joan Martínez Alier, con la colaboración del Dr. Walter Pengue y la Ms. Mariana Walter.
Organizado por la Consejería de Educación de la Embajada de España en Argentina, Buenos
Aires, 23 al 25 de noviembre de 2009.
110
En nuestro trabajo se ha optado por la denominación “ecologismo popular” para designar a
esta tercera corriente, ya que consideramos que los movimientos socioambientales analizados
poseen características de la misma. Sin embargo, por el componente social que poseen estos
movimientos, y que será detallado en los Capítulos 5 y 7, no consideramos que en el contexto
latinoamericano sea conveniente denominar a estos movimientos como “ecologismo de los
pobres”.
111
Purdy, J., “Shades of Green”, The American prospect, 3 enero 2000. Citado en Martínez Alier
(2004:28).
112
Fuente: Curso de Ecología Política Conflictos Ecológicos Distributivos y Lenguajes de
Valoración, dictado por el Dr. Joan Martínez Alier, con la colaboración del Dr. Walter Pengue y la
Ms. Mariana Walter. Organizado por la Consejería de Educación de la Embajada de España en
Argentina, Buenos Aires, 23 al 25 de noviembre de 2009.
113
Los postulados de este autor serán abordados a continuación en este mismo Capítulo.
114
Entendemos que lo social involucra lo político y cultural.
115
Un ejemplo de este tipo de relación se da en las movilizaciones por el acceso a la tierra y al
agua, donde las reivindicaciones ambientales -como el cuestionamiento al avance de los
monocultivos y al uso de agroquímicos- se entremezclan con necesidades básicas de las
personas, como el acceso a un territorio que garantice el sustento, a una vivienda y a un trabajo
digno. En estos casos se manifiesta también la existencia de conflictos de valores o de
racionalidades diferentes sobre la concepción de la tierra y el agua. Un abordaje de la temática
de conflictos de valores o racionalidades puede encontrarse en Leff (1994, 2004).
116
Nos referimos al ambiente o medio ambiente como objeto de estudio diferente al de los
sistemas naturales por un lado y al de los sistemas sociales por el otro. “…Ese nuevo objeto fue
tomado inicialmente por la ecología para ser estudiado ya que era la disciplina científica
especializada en el estudio del funcionamiento de la naturaleza. Pero una visión exclusivamente
natural hubiera resultado insuficiente, de allí que debieran incorporarse los análisis sociales…”
(Foguelman y González Urda, 2009:202).
117
Nos referimos a la diferencia entre lo ambiental, lo natural y lo ecológico a la que hicimos
referencia en la nota al pie precedente, en la cita de Foguelman y González Urda (2009). Para
más información consultar el Capítulo 5 de su trabajo, “La ecología como ciencia y su papel en el
estudio del medio ambiente” (pp. 195-204), disponible también en:
http://www.institutoige.com.ar/queeslaecologia/cap5/cap5.html
118
Lenton afirma que esto no va en desmedro de la práctica profesional, dado que si el “contexto
de descubrimiento” del concepto pertenece al ámbito de la movilización social, queda para los
profesionales (en su caso se refiere a los antropólogos), la tarea de desarrollar y testear
científicamente el mismo. En este sentido, retoma a Schuster (1982), quien afirma que, en
términos de Klimovsky, estaríamos hablando de un contexto de descubrimiento extra-académico,
para un concepto que retorna a la academia en su contexto de justificación, para tornarse
compartido en su contexto de aplicación (Lenton, 2008). Para más información ver: Klimovsky
(1997).
119
Como ya explicamos, reconocemos la existencia de conflictos y movimientos sociambientales
que no han sido denominados como tales, o cuyos integrantes no se reconocen con esta
denominación, pero que, teniendo en cuenta sus características y reivindicaciones, podrían ser
incluidos en esta categoría de conflictos.
120
Fuente: Curso de Doctorado “Desequilibrio regional en la Argentina del Siglo XX”, dictado por
la Dra. Noemí Girbal y el Dr. Adrián Gustavo Zarrilli. Universidad Nacional de Quilmes, Buenos
Aires, 5 de octubre de 2007.
121
Para profundizar sobre la recuperación que hace Enrique Leff del concepto de “racionalidad”
de Max Weber y su aplicación al concepto de “racionalidad ambiental”, ver: “Max Weber y el
concepto de racionalidad”, en Leff (2004:202).
122
La racionalidad sustantiva ordena la acción en patrones basados en valor. “…Actúa
estrictamente de un modo racional con arreglo a valores quien, sin consideración de las
consecuencias previsibles, obra en servicio de sus convicciones sobre lo que el deber, la
dignidad, la belleza, la sapiencia religiosa, la piedad o la trascendencia de una ¨causa¨, cualquiera
que sea su género, parecen ordenarle...” (Weber, 1983, en Leff, 2004:204)
123
Leff analiza la ambientalización de las luchas campesinas, las poblaciones indígenas y
afrodescendientes. Para profundizar en este tema ver Leff (2004:438).
124
Sánchez, C. Los pueblos indígenas: Del indigenismo a la autonomía, Siglo XXI, México, 1999.
Citado en Leff (2004:363).
125
Para mayor información sobre los temas abordados en aquel “Seminario-Taller de la Nueva
Izquierda Latinoamericana”, llevado a cabo en Lima, Perú, en 1992, ver:
http://www.envio.org.ni/articulo/718
126
Se refiere a los líderes de los gobiernos latinoamericanos de izquierda.
127
Para mayor información sobre este movimiento ver: Nakashima (2006), que relata la vida del
líder seringueiro de Acre, Chico Mendes, asesinado por defender su sustento de vida, la selva
amazónica.
128
Vemos como también, desde el plano económico, la problemática ambiental comienza a ganar
espacio en la década de los setenta.
129
Para una profundización en el desarrollo histórico de la economía y la ecología, ver Costanza
et al (1999:21-84) y Pengue (2009:26-132).
130
Por ejemplo, los gastos de protección ambiental de las empresas aparecen muchas veces
como nuevas inversiones que se añaden a la producción (Martínez Alier y Roca Jusmet, 2000).
131
Para más detalle sobre estas propuestas ver: Martínez Alier y Roca Jusmet (2000:67-101), y
Costanza et al (1999:123-153).
132
Sobre instrumentos de política ambiental ver: Martínez Alier y Roca Jusmet (2000:103-191),
Costanza et al (1999:210-265), y Pengue (2009:133-170).
133
Los métodos de valoración monetaria propuestos por la economía ambiental pueden
consultarse en: Martínez Alier y Roca Jusmet (2000:236-275).
134
Los principales ingredientes de la visión ecologista de la economía fueron planteados ya a
finales del Siglo XIX y principios del XX, mucho antes de la aparición del término “economía
ecológica”, aunque académicamente la recepción de dichas ideas se vio muy retrasada por las
estrictas fronteras entre las ciencias naturales y sociales. Así, cuatro conocidos economistas
nacidos en la primera década del Siglo XX, son retrospectivamente vistos como economistas
ecológicos: Kenneth Boulding, K. W. Kapp, S. Von Ciriacy-Wantrup y Nicholas Georgescu-
Roegen. También el ecólogo H. T. Odum estudió el uso de la energía en la economía y algunos
de sus antiguos estudiantes estuvieron entre los fundadores de la Sociedad Internacional de
Economía Ecológica en 1987 (Martínez Alier y Roca Jusmet, 2000).
135
Entre ellos, la Apropiación Humana de Producción Primaria Neta (AHPPN), la Huella
Ecológica, y los indicadores derivados de la contabilización de los flujos de materiales y de
energía: Material Input per Service Unit –MIPS- y Energy Return on (energy) Imput –EROI-,
ambos desarrollados por el Instituto Wuppertal, de Alemania. Para mayor detalle sobre estos
indicadores ver: Martínez Alier y Roca Jusmet, 2000:406-417). Nuevos análisis surgen de la
Emergía y el Agua virtual (Pengue, 2009: 194-197).
136
La entropía puede entenderse como una medida de la falta de disponibilidad de materia y
energía. La energía no se destruye, sino que se degrada y se dispersa, de manera que ya no
puede utilizarse. Por ejemplo, puede considerarse a la ciudad como un sistema que recibe
materia y energía de baja entropía y desecha materia y energía de alta entropía, aumentando el
desorden energético del medio ambiente (Bettini, 1998).
137
En su comparación, Martínez Alier y Roca Jusmet (2000) se refieren a extracción de petróleo,
pero entendemos que esta comparación y la reflexión sobre los diferentes tiempos de su
producción geológica y la extracción actual, pueden ser aplicadas a la actividad minera en
general. Incluso en sus propios ejemplos incluyen al hierro, que es un mineral metalífero.
138
Fuente: Ponencia presentada por Joan Martínez Alier en el Encuentro Internacional sobre
Derechos Humanos y Derechos Ambientales, Cartagena, Colombia (2003). Disponible en:
http://www.ecologiasocial.com/biblioteca/MartinezAlierDeudaEcologica.htm
139
Agradezco los comentarios de Martínez Alier respecto al tema durante las Jornadas de
Economía Ecológica, organizadas por la Asociación Argentina-Uruguaya de Economía Ecológica
(ASAUEE), desarrolladas en la Universidad Nacional de General Sarmiento, en noviembre de
2009. Para consultar ejemplos de pasivos ambientales y debates sobre el tema, ver: Russi y
Martínez Alier ( 2002), disponible en: http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/pdf/509/50901513.pdf
140
En nuestro trabajo no haremos diferenciación entre los conceptos sustentable y sostenible,
entendiéndolos como sinónimos. Igualmente, destacamos que algunos movimientos
socioambientales prefieren el uso del término “sostenible”.
141
El Informe Brundtland y la declaración de Río, entre otros, serán explicados en el Capítulo 4.
142
Tomado de The American Heritage Dictionary of the English Language, citado en Costanza et
al (1999:113).
143
Estos autores hacen referencia al aumento de rendimiento como crecimiento y al aumento de
eficiencia como desarrollo.
144
Más detalle sobre este Informe y su contexto histórico en el Capítulo 4.
145
Sachs, W, “The Gospel of Global Efficiency, IFDA, Dosier Nº 68, 33-39, 1988. Citado en
Escobar (1995:12).
146
Hacemos hincapié en los recursos no renovables ya que esta investigación se basa en los
cuestionamientos y conflictos en torno a la actividad minera a gran escala.
147
Esta definición será explicada en el Capítulo 4.
148
Se refiere a los científicos y a los movimientos ecologistas.
149
Estas reflexiones surgen de la consulta de diversos planes de carreras vinculadas a la gestión
ambiental de diferentes universidades de la Argentina.
150
Leff (2004) menciona que la noción de desarrollo sostenible se había insinuado desde los
textos de la Estrategia Mundial de la Conservación en 1980, que sería retomada por las
Estrategias para una vida sostenible (de la IUCN/UNEP/WWF -International Union for
Conservation of Nature / United Nations Environment Programme / World Wide Fund For Nature-,
1991).
151
Refiriéndose a la pérdida de fertilidad de los suelos, marginación social, desnutrición,
pobreza y miseria extrema, que han sido el resultado de prácticas inadecuadas de uso del suelo y
de los recursos naturales, que dependen de un modelo depredador de crecimiento y de patrones
tecnológicos guiados por la racionalidad de la maximización del beneficio económico de corto
plazo, el cual revierte sus costos sobre los sistemas naturales y sociales (Leff, 2004).
152
Revista Ecología Austral, Volumen 19 (3), diciembre de 2009, pp. 173-258. Disponible en:
http://www.ecologiaaustral.com.ar/index2.php
153
En el Capítulo 7, desarrollaremos el surgimiento de movilizaciones en oposición a la
megaminería en Mendoza, y veremos como la falta de claridad del gobierno en cuanto a su
política respecto al tema fue clave para que la población decidiera organizarse.
154
Cuartas Jornadas de la Asociación Argentino Uruguaya de Economía Ecológica (ASAUEE)
“Nuevos Escenarios Globales y Alternativas para un Desarrollo Local Sostenible. La Economía
Ecológica como Oportunidad”, Universidad Nacional de General Sarmiento, Buenos Aires, 27 y 28
de Noviembre de 2009.
155
Por ejemplo, la tonelada de dióxido de carbono tiene precio, ya que se venden bonos de
carbono en función de las metodologías propuestas respecto al Cambio Climático por el
“Protocolo de Kyoto”, en 1997.
156
El “valor de existencia” y el “valor de legado” forman parte de los valores de No Uso del “Valor
Económico Total” (VET) del medio ambiente. Dentro del VET, los valores de uso directo se
refieren a productos que se pueden consumir directamente, y que incluso algunos tienen precios
de mercado: alimentos, biomasa, salud, etc. Los de uso indirecto alcanzan a las funciones de los
servicios ambientales, como, por ejemplo, la regulación del clima. Por su parte, los valores de
opción se refieren a valores de uso directo o indirecto en el futuro. Más difíciles –o imposibles- de
cuantificar, son el valor de existencia, que deriva del propio conocimiento de la existencia de un
determinado bien o servicio ambiental, y el valor de legado, que es el que tiene determinado bien
ambiental para las siguientes generaciones.
157
Las denominaciones “en vías de desarrollo”, “subdesarrollados”, “desarrollados”, “del tercer
mundo”, “del primer mundo” utilizadas en este trabajo, responden a la copia textual de los autores
citados. No concordamos con estas acepciones, por entender que responden a una noción de
desarrollo en sentido lineal, en la que la aspiración de todos los países sería llegar al nivel de
“desarrollo” de los países “desarrollados” o “del primer mundo”, restándole importancia a las
riquezas –no sólo en sentido crematístico- culturales y naturales que poseen los países
denominados “subdesarrollados” o “en vías de desarrollo”.
158
Ver: Garret Hardin, “The tragedy of the Commons”, Science, vol. 162, 1968, pp. 1243-1248.
159
Para mayor detalle sobre la crítica de Martínez Alier y Roca Jusmet al trabajo de Garret Hardin,
ver: Martínez Alier y Roca Jusmet (2000: 344-349).
160
Para un abordaje de los bienes comunales desde la perspectiva socioambiental en España ver:
González de Molina y Ortega Santos (2002:493-533).
161
Esta concepción se relaciona con las críticas a la sustitución de capital natural y capital
manufacturado –o construido- abordadas previamente.
162
Pág. 9 de la publicación “Diez Razones para invertir en Minería Argentina.”, Subsecretaría de
Minería, del Ministerio de Infraestructura y Vivienda de la Nación.
163
Los detalles sobre el proyecto Potasio Río Colorado, y su proceso de evaluación de impacto
ambiental, será detallado en el Capítulo 9.
164
La composición fue realizada en Peñas Negras, lugar donde se realiza el corte de ruta de los
asambleístas de Chilecito y Famatina, en la provincia de la Rioja, Argentina, a la empresa Barrick
Gold. Este corte sólo impide el paso de los insumos y personal de la empresa, que intenta llevar a
cabo una explotación minera en el cerro Famatina, y obligó a la misma a retirarse.
Profundizaremos sobre el caso de La Rioja en el Capítulo 5. Ramón Navarro comentó que
compuso el tema musical un fin de semana que se encontraba “un poco sólo en el corte de Peñas
Negras, Famatina, a 1.800 metros sobre el nivel del mar.” Es productor del disco “El Famatina no
se toca – Canto comunitario de La Rioja en defensa de sus Bienes Comunes”.
165
Sus libros en co-autoría con Manuel González de Molina toman este tema: “Historia y Ecología”
(1993) y “Naturaleza transformada” (2001).
166
Un ejemplo: Julián Patricio Rooney -gerente comercial y legal y de asuntos corporativos, y
vicepresidente de la Minera “La Alumbrera”- estuvo acusado de presunto delito de
"contaminación dolosa". En el fallo de Julián Rooney, el tribunal afirma que se encuentra
acreditada la existencia de contaminación ambiental en el desagüe DP2 donde vuelca sus
efluentes industriales esta empresa –el emprendimiento minero más grande del país-. En el
mismo texto del fallo (Pág. 12), el Tribunal Federal de Tucumán manifiesta que el Informe rendido
por la Secretaría de Minería de la Nación y publicado oportunamente en la página de dicha
dependencia (http://www.mineria.gov.ar) el 28 de marzo de 2007, posteriormente fue borrado de
dicho sitio web, e incluso a la fecha no figura en dicha página la provincia de Tucumán. En este
informe, dirigido a la determinación de impactos ambientales en la provincia de Tucumán
provocados por la actividad minera, se consignaba que el impacto potencial de esta actividad
sobre los cursos superficiales de agua, tanto en la etapa de exploración como de explotación,
produce la alteración de la calidad del agua superficial.
Por otra parte, Antonio Gustavo Gómez, Fiscal General ante la Cámara Federal de Apelaciones
de Tucumán, que actuó en este procesamiento, ha sufrido repetidos intentos de destitución de su
cargo. Para mayor información sobre este tema ver:
http://www.ecoportal.net/content/view/full/80632
167
Este tema será detallado en el Capítulo 7.
168
Artículo 41º: “Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto
para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades
presentes sin comprometer las de las generaciones futuras; y tienen el deber de preservarlo...”
169
El constructivismo plantea que la realidad se conoce a través del sujeto, de sus percepciones,
así como del sentido de la acción, es decir, que la realidad sólo es cognoscible por medio de la
interpretación, y ésta es reflexiva con relación al contexto y el discurso. Esto implica que el objeto
de estudio son los sujetos y las relaciones que se establecen entre ellos, por lo que resulta
esencial el código de información con base en el cual las personas otorgan un significado a la
realidad, y de acuerdo con él, actúan cotidianamente. Esto quiere decir que en este encuadre
epistemológico los individuos son concebidos como actores interpretativos, cuya dimensión
subjetiva se constituye, en principio, a través de objetos externos que se van internalizando
durante el proceso de socialización (Berger y Luckman, 1998). Sobre los rasgos centrales del
paradigma constructivista y el enfoque para el análisis de los movimientos sociales ver: José
Aranda Sánchez (2002).
170
Para mayor información sobre las estrategias de las empresas mineras para obtener la
“licencia social” ver: Fernández (2006).
171
Ver: Alvarez, Dagnino y Escobar (2000), quienes elaboran la noción de “políticas culturales”
examinando la relación entre cultura y política establecida por un rango de movimientos sociales
latinoamericanos.
172
Un trabajo que relaciona el marxismo y la ecología política, ya destacado, es el de Hector
Alimonda, “Una nueva herencia en Comala: apuntes sobre la ecología política latinoamericana y
la tradición marxista”, en Alimonda, H., 2006, pp. 57-86.
173
Sobre la minería del oro y la plata en América Latina, ver: Galeano (2003).
174
Reflexiones de Héctor Alimonda durante el Seminario de Doctorado “Introducción a la
Ecología Política”, que dictó en la Facultad de Humanidades, Universidad Nacional de Catamarca,
del 30 de julio al 1 de agosto de 2008.
175
Sobre el tema, se recomiendan los videos del Investigador de la Universidad Nacional de
Cuyo, Adolfo Cueto, sobre la Historia de la minería en Mendoza, disponibles en:
http://bdigital.uncu.edu.ar/fichas.php?idobjeto=420
176
Estos indicios son: la existencia del Camino del Inca y la forma en que se trabajaron las minas,
sobre todo las de plomo y plata de Paramillos de Uspallata. Muchos historiadores consideran que
en aquella época se creía que estas vetas eran continuidad de las del Potosí.
177
Fuente: entrevista a Alberto Rubio, ex-director de Minería de la provincia de Mendoza,
22/05/2007.
178
Mina Aguilar está en producción desde 1936. La compañía “Minera Aguilar S.A.” extrae mineral
polimetálico de plomo, plata y zinc, los cuales son sometidos a los procesos de trituración,
molienda, clasificación, flotación y concentración, obteniéndose concentrados de plomo y zinc,
que son los productos finales comercializables. Así mismo, la firma realiza tareas de prospección
y exploración. Fuente: http://www.mineria.gov.ar/proyecto/Jujuy/aguilar.htm
179
Fuente: entrevista a Alberto Rubio, ex-director de Minería de la provincia de Mendoza,
22/05/2007.
180
Es así como en 1824 se formó la empresa minera “Provinces of the Río Plata Mining
Association”, y Rivadavia fue presidente de su directorio en Buenos Aires (Méndez, 1999).
181
Popper, J., Exploración de la Tierra del Fuego, Bol. Inst. Geológico Argentino, 8, Buenos Aires,
1887. Citado por Méndez (1999:10).
182
Los pórfidos de cobre son depósitos de minerales de baja ley y gran tonelaje. Son la fuente
principal del cobre. Para mayor información ver:
http://www.cdlima.org.pe/index.php?Itemid=92&id=84&option=com_content&task=view
183
Una zona es considerada prospectiva cuando, a través de los estudios que se hacen en
superficie y en profundidad –a través de perforaciones-, se determina la existencia de anomalías
mineras. Anomalías son valores extraños de mineral, que deben ser estudiados porque pueden
estar determinando la presencia de un yacimiento. Por lo tanto, un yacimiento mineral se define
como una concentración, muchas veces anormal, de una determinada sustancia mineral,
susceptible de ser aprovechada con beneficio – económico-. De los posteriores estudios de
exploración y pre-factibilidad, surge si este blanco detectado se podrá convertir en una mina
explotable –desde el punto de vista económico- o no.
Según la información provista por representantes de la Dirección de Minería de Mendoza y de la
delegación del SEGEMAR en esta provincia, más del 90% de los proyectos de prospección y
exploración no llegan a convertirse en una mina explotable. Como ejemplo de ello destacan que,
en el caso de Argentina, que lanza su programa minero en la década de los ´90, luego de 15
años, en todo el país, hay pocos proyectos en explotación: entre ellos, minera “La Alumbrera” en
la provincia de Catamarca, “Cerro Vanguardia” en Santa Cruz y “Veladero” en San Juan (Fuente:
entrevista a Alberto Rubio, ex-director de Minería de la provincia de Mendoza, 22/05/2007).
184
Los alcances de esta ley y de otras leyes vinculadas al tema de investigación sancionadas
durante la década de los ´90 serán detalladas a continuación en el Capítulo 4.
185
La postura de los movimientos socioambientales en Argentina será abordada con detalle en el
Capítulo 5.
186
Estos posicionamientos serán detallados a continuación en el Apartado 3.3.
187
El 23 de enero de 2004, en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno en Buenos Aires, se
presentó el Plan Minero Nacional, con exposiciones del Secretario de Minería, Ingeniero Jorge
Mayoral, y el Presidente de la Nación, Néstor Kirchner.
188
Como ya fue mencionado, en la década de los ‟90 se sancionaron leyes (como la Ley N°
24.196 de Inversiones Mineras), que junto al Código de Minería regulan la actividad minera, y que
tuvieron la finalidad de favorecer la inversión de empresas extranjeras en este rubro. Estas leyes
son uno de los aspectos más criticados por quienes se oponen a los proyectos mineros
impulsados desde esos años, por los beneficios impositivos, entre otros, que le otorgan a las
empresas mineras.
189
Fuente: http://www.mineria.gov.ar/planmineronac.htm
190
El discurso del Ministro De Vido durante el lanzamiento del Plan Nuclear Argentino puede
consultarse en:
http://www.cnea.gov.ar/xxi/noticias/2006/ago06/Reactivaci%C3%B3n_actividad_nuclear_Argentin
a_Discur so_MinistroDeVido.pdf
191
Fuente: Informe Gestión. Minería. 2003-2007, Secretaría de Minería, Ministerio de Planificación
Federal, Inversión Pública y Servicios, Presidencia de la Nación, Argentina, 2007. Disponible en:
http://www.mineria.gov.ar/
192
Disponible en: http://www.mineria.gov.ar/
Es importante destacar que no están diferenciadas las etapas en la que se encuentra cada
proyecto, ni a que categoría corresponde el proyecto, según la clasificación del Código de Minería
-en minerales de primera, segunda y tercera categoría, explicada a continuación en el Capítulo 4-.
193
Fuente: http://www.argentinamining.com/es/mineria-en-argentina/
194
Los mapas con los principales proyectos mineros de Argentina pueden consultarse en el sitio
web de la Secretaría de Minería de la Nación, en:
http://www.mineria.gov.ar/mineria/proyectos/mapaproyectos.asp
195
Se detallan los de la zona centro por encontrarse la provincia de Mendoza en esta región.
También pueden consultarse los de la zona norte y la zona sur, respectivamente, en:
http://www.argentinamining.com/es/proyectos-mineros-en-argentina-region-norte/
http://www.argentinamining.com/es/proyectos-mineros-en-argentina-region-sur/
196
Alberto Rubio asumió la Dirección de Minería de Mendoza luego de la renuncia de Carlos
Monjo, ante el conflicto en San Carlos y la sanción de una Ley que amplió un Área Natural
Protegida y dejó a algunas empresas mineras impedidas de continuar con sus trabajos. El caso
de Carlos Monjo será comentado en el Capítulo 6. Por su parte, el conflicto en San Carlos será
abordado en el Capítulo 7. Posteriormente, en el año 2008, renunció Alberto Rubio y fue
reemplazado por Pablo Navarra. En el Diario Los Andes, del 9/10/08, podía leerse: “…Otra baja
en el Gobierno de Celso Jaque: ayer renunció Alberto Rubio, director de Minería, una de las
áreas más sensibles por las numerosas manifestaciones y polémicas que genera la explotación
minera en Mendoza. Hoy asumió Pablo Navarra, quien hasta ahora era responsable del proyecto
de la reactivación de la mina de uranio Sierra Pintada en la Comisión Nacional de Energía
Atómica. Navarra fue oficializado esta mañana en el Salón de Acuerdos del séptimo piso de Casa
de Gobierno…”. Disponible en: http://www.losandes.com.ar/notas/2008/10/9/un-385724.asp
197
Fuente: Entrevista a Alberto Rubio, entonces Director de Minería e Hidrocarburos de la
provincia de Mendoza. 22-05-2007.
198
Se refiere a la “Sociedad Mixta Siderurgia Argentina”.
199
Fuente: Entrevista a Cayetano Fusari. Director del SEGEMAR delegación Mendoza, 16/04/
2007.
200
Los datos fueron tomados de:
- “Veladero”: http://www.barricksudamerica.com/operaciones/veladero_informacion.php e
Informes de Impacto Ambiental de los proyectos “Veladero” y “Pascua Lama” disponibles en:
http://mineria.sanjuan.gov.ar/
- “La Alumbrera”: Informe de Sostenibilidad 2008, Minera “Alumbrera-UMAD-UTE”, “Xstrata
Copper”, en:
http://www.alumbrera.com.ar/
- “Potasio Rio Colorado”: Expediente del Proyecto “Potasio Río Colorado” (Nº 634-R-06-01583),
Dirección de Minería e Hidrocarburos y Dirección de Protección Ambiental, Provincia de Mendoza.
- “San Jorge”: Informe de Impacto Ambiental. Proyecto Planta Concentradora San Jorge,
preparado Por “Vector Argentina S.A.” para “Minera San Jorge S. A.”, septiembre 2008.
- “Agua Rica LLC” (2007): Proyecto Agua Rica. Informe de Impacto Ambiental, preparado por
“Rescan Environmental Services Ltd”, 2007.
201
Se denomina open pit o rajo abierto al hoyo que se forma en la explotación minera a cielo
abierto mediante una excavación escalonada en la que se remueven importantes volúmenes de
roca. Los depósitos de tipo diseminado, o de baja ley (bajo porcentaje de mineral por tonelada de
roca extraída) se explotan de esta forma.
En las explotaciones a cielo abierto, se realizan perforaciones y voladuras con explosivos. Luego,
el mineral arrancado es cargado y llevado por diferentes medios, máquinas o instalaciones desde
el frente de explotación hasta la planta de tratamiento o hasta el lugar de embarque (Lavandaio,
2008).
Por otra parte, las escombreras se conforman con el material estéril, es decir, la roca sin valor
comercial en la que se encuentra el mineral extraído y que es separada del mismo durante el
proceso.
Asimismo, el material de desecho del proceso recibe el nombre de cola. “…Las colas de las
plantas de concentración son un desecho que no se puede almacenar en cualquier parte porque
está constituido por minerales de ganga molidos, con cierta proporción de agua, que pueden
arrastrar consigo parte de los reactivos utilizados en los diferentes circuitos del proceso de
tratamiento…” (Lavandaio, 2008:40). El lugar donde se almacena este desecho se llama Dique
de Colas.
202
A diferencia de los otros ítems, estos drenajes son muy difíciles de cuantificar. Sin embargo,
según Kuipers et al (2006), en Estados Unidos, 17.000 Km de cursos fluviales están
contaminados por el drenaje ácido de minas, viejas o nuevas. En una muestra representativa de
las 183 mayores minas que operaron en EE.UU. desde 1975, el 76% de ellas provocó en las
aguas superficiales y/o subterráneas excesos de cobre, cadmio, plomo, mercurio, níquel, zinc,
arsénico, sulfato y/o cianuro respecto de los estándares de calidad, a pesar de lo pronosticado por
la mayoría de los respectivos Informes de Impacto Ambiental y de las medidas de mitigación
propuestas en los mismos (Fuente: Giraud, M., “Aspectos ambientales y socioeconómicos de la
actividad minera”, 2009, inédito).
El trabajo de Kuipers, J.R. et al. (2006): Comparison of Predicted and Actual Water Quality at
Hardrock Mines: The reliability of predictions in Environmental Impact Statements, Washington,
Earthworks, se encuentra disponible en:
http://www.earthworksaction.org/pubs/ComparisonsReportFinal.pdf
203
Se trata de la mina a cielo abierto más grande del mundo.
204
Este dato corresponde al IIAE de relocalización de la pila de sal: “Río Tinto”, Manifestacion
Específica de Impacto Ambiental. Relocalización de pila de sal. Proyecto minero “Potasio Río
Colorado”, Octubre de 2008.
205
Según los representantes de la empresa, podría aumentarse la extracción a 4,3 millones de
toneladas.
206
Esta es la cantidad concesionada por ley, según datos del proyecto el consumo sería 336 l/s.
207
El proceso de minería por disolución será detallado en el Capítulo 6, y el procedimiento de
Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) de este proyecto será abordado en el Capítulo 9.
208
Cada procedimiento de EIA posee condiciones diferentes según la etapa del proyecto,
determinadas por la legislación pertinente. En el caso de Mendoza, este tema está especificado
en el Decreto Nº 820 (2006), que será detallado a continuación en este mismo Capítulo.
209
El costo de los trabajos de prospección y exploración es muy variable y depende del tipo de
yacimiento, de su ubicación, de su heterogeneidad, y de otras características. Por ejemplo, la
exploración de yacimientos como “Pachón”, “Bajo de la Alumbrera” o “Agua Rica”, demandó, en
cada caso, varias decenas de millones de dólares. Además estadísticas muestran que más del
90% de las prospecciones y exploraciones no tienen éxito, es decir, que de cada cien trabajos que
se inician sólo unos pocos llegan a un estudio de factibilidad positivo (Lavandaio, 2008).
210
La información de esta etapa fue tomada de Lavandaio (2008).
211
La existencia de un yacimiento anteriormente descubierto en un lugar es un antecedente muy
valioso. Por ejemplo, el primer pórfido cuprífero descubierto en Argentina fue “Paramillos Sur”,
que se encuentra rodeado de anteriores explotaciones de cobre, oro, plata, plomo y zinc
(Lavandaio, 2008).
212
La información de esta etapa fue tomada de Lavandaio (2008).
213
Estos pueden ser: -percusión, roto–percusión, o rotativa (con inyección de agua, con inyección
de aire, o con circulación de aire reversa). Las herramientas fundamentales son barras, trépanos,
coronas y aditivos (Lavandaio, 2008).
214
La cantidad de mineral, con su calidad promedio determinada, constituye lo que se llama las
reservas de la mina. La palabra reservas debe emplearse cuando existe seguridad de que el
mineral es comercializable con beneficio. Si no hay ninguna seguridad de que esa cantidad de
mineral sea explotable económicamente, se debe utilizar la palabra recursos en lugar de
reservas (Lavandaio, 2008).
215
Para mayor detalle de cada método ver: Lavandaio (2008:31-34).
216
Las características de ambos proyectos serán detalladas en el Capítulo 6.
217
Recomendamos consultar el Código de Minería en:
http://www.mineria.gov.ar/codigominero-completo.htm
218
Según explica Edmundo F. Catalano en su “Código de Minería comentado”, se introdujeron las
reformas de 1917 y 1980, que no cambiaron en nada el sistema legal de la minería y no aportaron
efectos positivos para su desarrollo. Más tarde, en 1993 y 1995, se operaron nuevos cambios
parciales en algunas de las instituciones dinámicas del Código. Estas últimas serán explicadas en
este Apartado. Según Catalano, “…subsisten y coexisten, de este modo, en el texto del viejo
Código, junto con las reformas sancionadas en diferentes épocas, antiguas instituciones
históricas, plasmadas por las costumbres coloniales, recibidas como herencia legal, que no tienen
razón de ser en una minería de avanzada, conceptos y limitaciones impuestas que se contradicen
con las reformas recientemente sancionadas, defectos que no se han podido superar totalmente y
vacíos de fondo y de forma que no han sido resueltos en los sucesivos cambios y, por último,
como telón de fondo, un sistema legal obsoleto de asignación de la propiedad minera a los
particulares, que no tienen antecedentes en minería contemporánea…” (Catalano, 1999:13-14).
En el año 1997, se aprobó el nuevo ordenamiento del Código de Minería.
219
Corresponden a la primera categoría (Art. 3º):
1.Las sustancias metalíferas siguientes: oro, plata, platino, mercurio, cobre, hierro, plomo, estaño,
zinc, níquel, cobalto, bismuto, manganeso, antimonio, wolfram, aluminio, berilio, vanadio, cadmio,
tantalio, molibdeno, litio y potasio;
2. Los combustibles: hulla, lignito, antracita e hidrocarburos sólidos;
3. El arsénico, cuarzo, feldespato, mica, fluorita, fosfatos calizos, azufre, boratos y wollastonita;
4. Las piedras preciosas;
5. Los vapores endógenos.
220
El Código de Minería no define el concepto de “utilidad pública”. Este es uno de los aspectos
más cuestionados del Código, ya que este término da lugar a diversas interpretaciones. Según
Edmundo F. Catalano, la utilidad pública “…es el fundamento del dominio o la jurisdicción que el
Estado se reserva sobre las minas y lo es también de su concesión. Se trata de un concepto de
consecuencias estrictamente jurídicas, distinto al de interés público y al de orden público minero,
que son conceptos políticos…” (Catalano, 1999:92).
221
Para más detalle sobre las condiciones para obtener un permiso ver Art. 25º del Código de
Minería de Argentina.
222
Recomendamos consultar los comentarios de Edmundo Catalano sobre este tema, en:
Catalano (1999:258-260).
223
Esta ley puede consultarse completa en el sitio web de la Secretaría de Minería de la Nación:
http://www.mineria.gov.ar/leydeacuerdofederalminero.htm
224
Para mayor detalle, consultar el Anexo 2 (Apartado 2.1.), donde se transcribe la Ley Nº 24.196
de Inversiones Mineras. Se recomienda también consultar la Ley Nº 25.161 (1999), que definió el
valor boca mina a utilizar para el pago de regalías, y la Ley Nº 25.429 (2001), por la que se
introdujeron modificaciones destinadas fundamentalmente a aclarar y precisar el alcance de
varios artículos del texto de la Ley Nº 24.196.
225
Salvo cuando estos créditos fiscales fueron financiados mediante el régimen establecido en la
Ley Nº 24.402 de “Régimen de financiamiento para el pago del impuesto al valor agregado”.
226
Se considera “mineral boca mina”, al mineral extraído, transportado y/o acumulado previo a
cualquier proceso de transformación.
227
Texto completo disponible en: http://www.mineria.gov.ar/leydeordenamientominero.htm
228
Texto completo disponible en: http://www.mineria.gov.ar/leydefinanciamientopagoiva.htm
229
Texto completo disponible en: http://mineria.sanjuan.gov.ar/legislacion/nacion/pdf/25243.pdf
230
Sobre el tratado binacional, se recomienda el libro de Julián Alcayaga Olivares, “El país virtual.
El lado oscuro del tratado minero chileno-argentino”, Editorial Tierra Mía, 2009. Alcayaga es
economista chileno y presidente del Comité de Defensa y Recuperación del Cobre. Más
información sobre este Comité en: http://defensadelcobre.cl/
231
Pueden ser “nacionales" (argentinos y chilenos en el sentido de los respectivos marcos legales
de ambos países) y "sociedades" (todas las personas jurídicas constituidas conforme con la
legislación de Argentina y Chile que tengan su sede en el territorio de alguno de los dos países,
independientemente de que su actividad tenga o no fines de lucro).
232
Para mayor información consultar: http://www.barricksudamerica.com/proyectos/pascua-
lama_informacion.php
233
Los textos completos de estas leyes se encuentran disponibles en:
http://www.mineria.gov.ar/marcolegal.htm
234
El Poder Ejecutivo Nacional conformó una Comisión que elaboró un texto ordenado del Código
de Minería, mediante la eliminación de las disposiciones derogadas en distintas épocas, y el
establecimiento de una nueva numeración de sus títulos, secciones, parágrafos y artículos. Este
texto, ordenado y anexado al Decreto Nº 456 (1997) es el texto oficial del Código.
235
Sobre el ambiente y la cultura como objetos de derecho, ver: Morel (2008).
236
También incluye los procesos de trituración, molienda, beneficio, pelletización, sinterización,
briqueteo, elaboración primaria, calcinación, fundición, refinación, aserrado, tallado, pulido
lustrado, otros que puedan surgir de nuevas tecnologías y la disposición de residuos cualquiera
sea su naturaleza.
237
En 1968 –coincidiendo con la primera reunión del Club de Roma-, se realizó también la
“Conferencia de la Biósfera”, organizada por la Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés: United Nations Educational,
Scientific and Cultural Organization).
238
Para mayor información sobre la historia, composición y actividades del Club de Roma
consultar: http://www.clubofrome.org
239
Declaración de Estocolmo, Punto 2 y parte del Punto 3. La declaración completa se encuentra
disponible en:
http://www2.medioambiente.gov.ar/acuerdos/convenciones/estocolmo/estoc_declar.htm
240
Ibíd., Punto 5.
241
Ibíd., Punto 4.
242
“…Las deficiencias del medio originadas por las condiciones del subdesarrollo y los desastres
naturales plantean graves problemas, y la mejor manera de subsanarlas es el desarrollo
acelerado mediante la transferencia de cantidades considerables de asistencia financiera y
tecnológica que complemente los esfuerzos interno de los países en desarrollo y la ayuda
oportuna que pueda requerirse…” (Principio 9, Declaración de Estocolmo).
243
Para profundizar en la discusión progreso-crecimiento-desarrollo y desarrollo a escala humana,
ver Capalbo (2008). Este tema también fue abordado en el Capítulo 2 de este trabajo.
244
El informe completo puede encontrarse en: http://www.un-documents.net/wced-ocf.htm
245
Si bien esta noción se había insinuado desde los textos de la Estrategia Mundial de la
Conservación en 1980 –que sería retomada por las Estrategias para una Vida Sostenible
(IUCN/UNEP/WWF, 1991)-, fue en el Informe “Nuestro Futuro Común”, en 1987), donde empezó
a plasmarse el sentido del desarrollo sostenible (Leff, 2004).
246
Los documentos resultantes de la CNUMAD pueden consultarse en:
http://www.un.org/spanish/conferences/wssd/unced.html
247
“…Es indispensable una labor de educación en cuestiones ambientales, dirigida tanto a las
generaciones jóvenes como a los adultos y que presente la debida atención al sector de población
menos privilegiado, para ensanchar las bases de una opinión pública bien informada y de una
conducta de los individuos, de las empresas y de las colectividades inspirada en el sentido de su
responsabilidad en cuanto a la protección y mejoramiento del medio en toda su dimensión
humana. Es también esencial que los medios de comunicación de masas eviten contribuir al
deterioro del medio ambiente humano y difundan, por el contrario, información de carácter
educativo sobre la necesidad de protegerlo y mejorarlo, a fin de que el hombre pueda
desarrollarse en todos los aspectos...” (Principio 19, Declaración de Estocolmo).
248
Fuente: Reportaje al Secretario General de la Cumbre, Sr. Nitin Desai, Nueva York, 25 de
septiembre de 2002. Disponible en:
http://www.un.org/spanish/conferences/wssd/feature_story41.htm
249
Ibídem.
250
La versión completa de la Declaración de Johannesburgo puede consultarse en:
http://www.un.org/esa/sustdev/documents/WSSD_POI_PD/Spanish/WSSDsp_PD.htm
251
Ver Rodríguez Salas (1993:11).
252
La negrita es nuestra. La discusión de los conceptos movimiento ecologista – movimiento
ambientalista ha sido abordada en la Primera Parte de esta tesis, en el Capítulo 2.
253
La relación entre las organizaciones que se oponen a la actividad megaminera y el Consejo
Provincial del Ambiente será desarrollada en el Capítulo 8 de esta tesis.
254
Ver Rodríguez Salas (1993:11).
255
En los Capítulos 6 y 7, será abordada la influencia y relación de esta “cultura de oasis” con las
luchas por la defensa del agua.
256
Magnani, César, Administración de las Aguas en la Provincia de Mendoza, 1991, inédito.
Citado en: Rodríguez Salas (1993:14).
257
Ellos son: Dr. Aldo Rodríguez Salas (director), Dr. Víctor Guillermo Hernández, Dra. Gladis
Puliafito, Dra. Alejandra Obregón, Dr. Carlos Pincolini, Dra. Norma Llatser, Dr. César Raúl
Magnani, Dra. Mónica Arroyo, Lic. Magdalena Beltrán y Lic. Mónica Federici. Ver Rodríguez Salas
(1993).
258
El concepto “recursos naturales” ha sido tomado textualmente de la fuente bibliográfica en la
que se basa esta parte del trabajo (Ver Rodríguez Salas, 1993:15). La discusión sobre los
conceptos “recursos naturales” y “bienes naturales comunes”, ha sido abordada en el Capítulo 2.
259
Cano, Guillermo, Derecho, Política y Administración Ambientales, Depalma, Buenos Aires,
1978, pp. 97-98. Citado en: Rodríguez Salas (1993:15-16).
260
También se destacan en el mismo texto como instrumentos jurídicos imprescindibles para
cumplir con los objetivos de la política ambiental la Ley Nº 5.917 de adhesión a la Ley Nacional Nº
24.051 de Residuos Peligrosos, la Ley Nº 6.044 de Reordenamiento Institucional de los Servicios
de Saneamiento y de Agua Potable y de Protección de la Calidad del Agua y la Ley Nº 6.045 que
consagra un Régimen para las Áreas Naturales Protegidas adoptando, a tal efecto, la clasificación
de la “Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza” (Rodríguez Salas, 1993).
261
Para más información sobre los aspectos que deberán contener el Plan Ambiental y el Informe
Ambiental, ver artículos 6º y 7º de la Ley provincial Nº 5.961.
262
La interacción entre el Consejo Provincial del Ambiente y las organizaciones socioambientales
en oposición a la megaminería serán abordadas en el Capítulo 8 de este trabajo.
263
Art. 16º Ley Nº 5.961.
264
Fuente: entrevista al Dr. Aldo Rodríguez Salas, Mendoza, 19/11/2009.
265
Artículo 41º de la Constitución Nacional.
Fuente: http://www.senado.gov.ar/web/interes/constitucion/capitulo2.php
266
“…El Defensor del Pueblo es un órgano independiente instituido en el ámbito del Congreso de
la Nación, que actuará con plena autonomía funcional, sin recibir instrucciones de ninguna
autoridad. Su misión es la defensa y protección de los derechos humanos y demás derechos,
garantías e intereses tutelados en esta Constitución y las leyes, ante hechos, actos u omisiones
de la Administración; y el control del ejercicio de las funciones administrativas públicas. El
Defensor del Pueblo tiene legitimación procesal. Es designado y removido por el Congreso con el
voto de las dos terceras partes de los miembros presentes de cada una de las Cámaras. Goza de
las inmunidades y privilegios de los legisladores. Durará en su cargo cinco años, pudiendo ser
nuevamente designado por una sola vez. La organización y el funcionamiento de esta institución
serán regulados por una ley especial…” (Artículo 86º de la Constitución Nacional Argentina).
267
Fuente: entrevista al Dr. Aldo Rodríguez Salas, Mendoza, 19/11/ 2009.
268
Se entiende por presupuesto mínimo, establecido en el Art. 41º de la Constitución Nacional, a
“…toda norma que concede una tutela ambiental uniforme o común para todo el territorio
nacional, y tiene por objeto imponer condiciones necesarias para asegurar la protección
ambiental. En su contenido, debe prever las condiciones necesarias para garantizar la dinámica
de los sistemas ecológicos, mantener su capacidad de carga y, en general, asegurar la
preservación ambiental y el desarrollo sustentable…” (Art. 6º, Ley Nacional Nº 25.675).
269
Art. 1º, Ley Nacional Nº 25.675.
270
Art. 2º, Ley Nacional Nº 25.675.
271
Art. 11º, Ley Nacional Nº 25.675.
272
“…La participación ciudadana deberá asegurarse, principalmente, en los procedimientos de
evaluación de impacto ambiental y en los planes y programas de ordenamiento ambiental del
territorio, en particular, en las etapas de planificación y evaluación de resultados…” (Art. 21º, Ley
Nacional Nº 25.675).
273
Es importante destacar que en este artículo se hace referencia a los hechos o actos jurídicos
que causen daño ambiental de incidencia colectiva.
274
Morello, Augusto M., La prueba científica, LL- 1999-C-897. Citado en Cafferatta (2008).
275
Art. 34º de la Ley Nacional Nº 25.675.
276
Se entiende por información ambiental toda aquella información en cualquier forma de
expresión o soporte relacionada con el ambiente, los recursos naturales o culturales y el
desarrollo sustentable. En particular: a) El estado del ambiente o alguno de sus componentes
naturales o culturales, incluidas sus interacciones recíprocas, así como las actividades y obras
que los afecten o puedan afectarlos significativamente; b) Las políticas, planes, programas y
acciones referidas a la gestión del ambiente (Art. 2º).
277
Sin embargo, en el caso de la MGIA del proyecto Potasio Río Colorado, no hubo análisis
riguroso y fundamentado de alternativas al depósito de sal (cloruro de sodio) en superficie. Este
tema será abordado en el Capítulo 9.
278
El contenido del Aviso de Proyecto se detalla en el Art. 11º del Decreto 2109 (1994). 279
Fuente: Considerandos del decreto Nº 820. Texto completo disponible en:
http://www.gobernac.mendoza.gov.ar/boletin/pdf/20060516-27657-normas.pdf
280
Ibídem.
281
En el Art. 2º del Decreto provincial Nº 820, se aclara que los conceptos “Manifestación General
de Impacto Ambiental” e “Informe de Impacto Ambiental” se utilizan como equivalentes.
282
Para consultar el detalle del contenido del IIA para cada etapa, ver el Art. 4º del Decreto Nº
820.
283
Los proyectos pueden categorizarse en: I-Prospección, II-Exploración, III-Minas a reactivar y
canteras, IV y V-Plantas de tratamiento (que procesen más o menos de 80.000 t./año,
respectivamente) y VI- Explotación.
284
Actual Dirección de Protección Ambiental de la provincia de Mendoza.
285
“…El Dictamen Técnico deberá contener un análisis científico técnico de todas las materias y
conocimientos involucrados en el proyecto, debiendo la conclusión ser la consecuencia de una
reflexión interdisciplinaria...” (Art. 9º del Decreto provincial Nº 820). Sobre el mismo tema, el Art.
32º de la Ley provincial Nº 5.961 determina que el dictamen técnico deberá ser realizado por
“…personas reconocidamente idóneas en el tema de que se trata o de universidades o centros de
investigación, públicos o privados, estatales o no, provinciales preferentemente, nacionales o
internacionales…”.
286
El Art. 14º de este Decreto detalla los organismos que conforman la CEIAM: Dirección de
Minería e Hidrocarburos u Organismo que la reemplace, del Ministerio de Economía y Dirección
de Saneamiento y Control Ambiental (actual Dirección de Protección Ambiental o DPA), Dirección
de Recursos Naturales Renovables (DRNR), Dirección de Ordenamiento Ambiental y Desarrollo
Urbano (DOADU), del Ministerio de Ambiente y Obras Públicas, Departamento General de
Irrigación (DGI), Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo), Consejo Provincial del Ambiente
(CPA), Universidad Tecnológica Nacional (UTN)-Regional Mendoza, Centro Regional de
Investigaciones Científicas y Tecnológicas (ex-CRICYT, actual Centro Científico tecnológico o
CCT), Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el Municipio involucrado en donde
se sitúa el proyecto a evaluar. El funcionamiento de la CEIAM es explicitado en los Arts. 15º a 19º.
287
Para mayor información sobre las características de la Audiencia Pública ver el Art. 21º del
Decreto Nº 820.
288
Todas las tareas de control ambiental de las actividades mineras, serán informadas
permanentemente al Ministerio de Economía de la Provincia y al Ministerio de Ambiente y Obras
Públicas por medio de la Autoridad Ambiental Minera (Art. 36º).
289
Por “público” se entiende a toda persona física o jurídica que invoque un derecho subjetivo o
un interés legítimo o difuso, incluyendo las organizaciones ambientalistas, comunitarias, de
usuarios de cualquier grado, como también instituciones académicas, científicas y tecnológicas y
demás organizaciones no gubernamentales, así como organismos o autoridades públicas
nacionales, provinciales o municipales. Se considera interesado a toda persona que se crea
eventualmente perjudicada o beneficiada por el proyecto en su derecho a gozar de un ambiente
sano y equilibrado apto para el desarrollo humano. A criterio de la autoridad correspondiente,
cuando la naturaleza del caso lo requiera, también podrá admitir como parte a personas públicas
o privadas extranjeras residentes o no en el país, u organizaciones de carácter supranacional o
internacional, tengan o no representación permanente en el país (Art. 2º).
290
Recomendamos consultar el texto completo de esta Ley en el Anexo 2 (Apartado 2.2.).
291
A fin de cumplir con esta Ley, las empresas y/o personas jurídicas que poseen titularidad de
concesiones de yacimientos minerales metalíferos o quienes industrialicen estos minerales, deben
presentar un “Informe de partida” (Art. 2º).
292
La Policía Ambiental Minera tendrá como función específica el control y seguimiento de cada
uno de los emprendimientos mineros de la Provincia de Mendoza, debiendo informar todas las
actividades desarrolladas semestralmente a las comisiones de Medio Ambiente de la Legislatura
Provincial (Art. 4º).
293
Fuente:
http://www.poraguapura.com.ar/web/index2.php?option=com_content&do_pdf=1&id=70
EL texto completo de la Ordenanza puede consultarse en el Anexo 2 (Apartado 2.3.).
294
Promulgada por el Poder Ejecutivo mediante Decreto Nº 705 (2009), del 8/10/09.
295
En el marco de la Ley provincial Nº 8.051, Ley de Ordenamiento Territorial y Usos del Suelo,
sancionada el 5/05/2009.
296
Esta demanda de inconstitucionalidad y la respuesta del Gobierno de Mendoza a dicha
demanda será abordada en el Capítulo 6.
297
Esta demanda de inconstitucionalidad y la respuesta del Gobierno de Mendoza a dicha
demanda será abordada en el Capítulo 7 de este trabajo.
298
“…No es la primera vez que el género humano se enfrenta a graves crisis ambientales, pero es
la primera vez que se extiende, en una dimensión planetaria, la percepción de una crisis
ecológica…” (González de Molina y Martínez Alier, 1993:11).
299
En cuanto a ejemplos de publicaciones: la Revista española “Ayer” N°11 “Historia y Ecología”,
el libro “Ecología, Campesinado e Historia” de 1993 y el libro de divulgación de Manuel González
de Molina “Historia y Medio Ambiente” en España; la revista norteamericana “Environmental
History” y la británica “Environment and History”. En cuanto a cursos, el realizado en la
Universidad de Girona en 1991 organizado por Joan Martínez Alier y Ramón Garrabou, reúne una
muestra bastante representativa de la historiografía ambiental europea: Piero Bevilacqua y Diego
Moreno de Italia, Jean Paul Dèlèage de Francia, Joachim Radkau de Alemania y Christian Pfister
de Suiza (González de Molina y Martínez Alier, 2001).
300
Ver: Donald Worster. “Transformations of the Earth: Toward an agroecological perspectiva in
History”. Journal of American History, marzo 1990.
301
Se destaca su obra junto a O. Sunkel, “Estilos de desarrollo y medio ambiente en América
Latina”, México, Fondo de Cultura Económica, Tomo I y II, 1980.
302
Sobre el tema, recomendamos el artículo: “Notas sobre la historia ecológica de América
Latina”, junto a Nícolo Giglio (1980). El listado de las obras de Jorge Morello puede consultarse
en:
http://www.gepama.com.ar/index.php?option=com_content&view=category&layout=blog&id=15&It
emid=31
303
Recomendamos la obra de este autor “Historia Ecológica de Iberoamérica”, para un análisis de
la temática a nivel regional. Ver: Brailovsky (2006).
304
El ensayo de Scott Maiwaring y Eduardo Viola aborda la discusión sobre una serie de nuevos
movimientos sociales que surgieron en Argentina y Brasil durante los regímenes militares y que
fueron significativos actores en el periodo de transición de la década de los ´80: los movimientos
de las comunidades de base de la Iglesia; las asociaciones de vecinos y el movimiento feminista
en Brasil; los grupos defensores de los derechos humanos en Argentina y las asociaciones de
ecologistas en ambos países. Estos movimientos sociales contribuyeron a erosionar los mandos
militares y pudieron también desempeñar el papel de portadores de culturas políticas más
democráticas (Maiwaring y Viola, 1985).
305
Los nuevos movimientos sociales surgieron desde 1976 en Argentina. Su surgimiento y
desarrollo se vincula con los fracasos de tres de las “culturas políticas”: el autoritarismo de
izquierda, el autoritarismo de derecha y el populismo, así como al estímulo proporcionado por una
cultura política radical internacional. Son cuatro las condiciones que ayudan a explicar su
surgimiento y sus valores: las consecuencias políticas adversas de los regímenes militares bajo
los cuales surgieron, la crisis de la izquierda tradicional, el cuestionamiento del estilo populista de
la política que precedió a los regímenes militares, y el desarrollo de los nuevos movimientos
sociales en el Norte, en especial en Europa Occidental y en Estados Unidos (Maiwaring y Viola,
1985).
306
El periódico “Mutantia”, que expresaba los puntos de vista de los grupos ecológicos comenzó a
publicarse en Buenos Aires en 1980. Hacia fines de 1983 habían aparecido 17 números y el
periódico comenzó a promover la discusión en torno a la creación de un Partido Verde (Maiwaring
y Viola, 1985).
307
Este es uno de los motivos por los que en la Primera Parte de esta tesis consideramos que no
era apropiado denominar a los movimientos socioambientales como “ecologismo de los pobres”.
308
Carlos Maestro, por entonces gobernador de la provincia de Chubut.
309
Fuente: Nota “No habrá basurero nuclear hasta el 2006”, disponible en:
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=167807
310
Fuente: http://www.clarin.com/diario/2002/03/02/o-352696.htm
311
Otra lectura que recomendamos sobre las luchas en la Patagonia, es el libro “Patagonia:
resistencias populares a la recolonización del continente”, de Patricia Agosto (2008).
En el Capítulo 7 detallaremos como San Carlos recibe el “eco esquelense” y se transforma en el
referente del tema en la provincia de Mendoza.
312
Esta Ley fijaba la paridad del peso al dólar estadounidense.
313
Ellos fueron: Fernando de la Rúa, Ramón Puerta, Adolfo Rodríguez Saa, Eduardo Camaño y
Eduardo Duhalde. Este último asume el 2 de enero de 2002 y se mantiene en el poder ejecutivo
hasta las elecciones presidenciales del año 2003, en las que es electo Néstor Kirchner.
314
Para profundizar en las protestas acontecidas en el 2001, recomendamos la lectura de:
Schuster, Naishtat, Nardacchione y Pereyra (2005), Iñigo Carrera y Cotarelo (2004) y Bonasso et
al. (2002). Sobre una perspectiva histórica de la protesta, ver: Lobato y Suriano (2003). Para
profundizar en los ciclos de protesta de la década del ´90 y del 2000, ver: Almeyra (2004) y Di
Marco et al. (2003).
315
En el año 2002, funcionaban 272 asambleas en todo el país: 112 en la Capital Federal, 105 en
la provincia de Buenos Aires (la mayoría de ellas en el primer cordón del suburbano bonaerense,
37 en la provincia de Santa Fe, 11 en Córdoba y pequeñas cantidades en otras provincias (Feijóo
y Salas Oroño, 2002).
316
Fuente: Nota “Marcha contra la instalación de una mina de oro en Esquel”, publicada en el
Diario Clarín, el 5/12/ 2002. Disponible en: http://old.clarin.com/diario/2002/12/05/s-03201.htm
317
Para mayor información sobre el caso de Esquel, ver Quintana, Pablo (2005), Schiaffini,
Hernán (2003), Claps y Colao (2005) y Marín, Marcela C. (2009).
318
El caso fue seguido por los principales diarios argentinos: “Clarín”, “Página 12”, “La Nación”,
entre otros. Como ejemplos, pueden consultarse las noticias: “Ganó el no a la mina de oro en
Esquel”, del Diario La Nación, “Esquel sigue de pie contra la mina de Meridian Gold” del Diario
Página 12 y “Plebiscito para decidir una inversión millonaria en Esquel”, del Diario Clarín.
Disponibles respectivamente en:
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=483305&high=Meridian%20Gold.
http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-33102-2004-03-22.html
http://www.clarin.com/diario/2003/02/10/e-00801.htm
319
Se trata del caso de Tambogrande, en Perú (2001). Ver “El día que Tambogrande movió al
mundo”, por Ofelia Espinoza y Nelson Peñaherrera en:
http://orosucio.madryn.com/articulos/03_06_10.html
Se recomienda el video sobre este caso: “Tambogrande, mangos, muerte y minería”, de
“Guarango Producciones”, 2004. Para mayor información:
http://www.guarango.org/tambogrande/es/index.html
320
Ver por ejemplo “A Town's Protests Threaten Argentina's Mining Future”, por Leslie Moore,
publicado en New York Times o “Once strip-mined, twice shy”, por Naomi Klein, publicado en The
Globe and Mail de Canadá (Cita extraida de Claps y Colao, 2005:2).
321
Su página es: http://www.noalamina.org/. Asimismo, la página web http://orosucio.madryn.com/
también fue creada a partir del conflicto de Esquel. Sobre el uso de internet por parte de los
movimientos sociales, ver: Martínez S. L. et al. (2006).
322
La AMPAP es la asamblea que articula a todas las organizaciones mendocinas que se oponen
a los emprendimientos megamineros en la provincia. Su conformación será explicada en el
Capítulo 7.
323
La Comisión Multisectorial se opone a los proyectos de empresas de pasta de celulosa, como
Botnia, en Fray Bentos, Uruguay, y a los monocultivos como las plantaciones de eucaliptos
destinadas a tal fin. Por otra parte, el Movimiento Anti Pascua Lama se opone el emprendimiento
minero binacional de extracción de oro (Pascua en Chile y Lama en Argentina), de la empresa
minera “Barrick Gold”, favorecido por el “Tratado de Integración y Complementación Minera con
Chile”, mencionado en el Capítulo 4.
Sobre este último caso, recomendamos la lectura del libro “Pascua Lama: conflicto armado a
nuestras espaldas”, de Bárbara Salinas y Javier Karmy (2009).
324
Fuente: http://asambleasciudadanas.org.ar/?page_id=83
325
Fuente: “Noticiero Popular” de Mendoza, entrevistas realizadas en el encuentro de la UAC
llevado a cabo en abril de 2008 en Capilla del Monte, Córdoba.
326
Ibídem.
327
Fuente: Observación y análisis de las discusiones generadas en los encuentros de la UAC.
328
Fuente: “Noticiero Popular”, Op. cit.
329
Ibídem.
330
Lema adoptado en el quinto encuentro de la UAC, realizado en octubre de 2007 en
Concepción del Uruguay, provincia de Entre Ríos, Argentina. Disponible en:
http://www.anred.org/article.php3?id_article=2317
331
Fuente: “Noticiero Popular”, Op. cit. El entrevistado se refiere a la “Iniciativa para la
integración de la Infraestructura Regional Suramericana” (IIRSA), duramente cuestionado por
los movimientos socioambientales, que lo denominan “la infraestructura del saqueo”. Sobre el
tema, recomendamos la lectura de: Herbas Camacho y Molina (2005), Rodriguez y Alvarenque
(2006) y Arias Toledo (2009).
332
Otra de las acciones de las asambleas pertenecientes a la UAC es la realización de
marchas desde el Congreso a Plaza de Mayo, en la ciudad de Buenos Aires, el 12 de
diciembre a las 12 hs, conocidas como “la marcha del 12 del 12 a las 12”.
333
Como comentaremos en el Capítulo 7, este caso fue declarado “causa nacional”, por el
entonces presidente Néstor Kirchner. Mientras la instalación de las pasteras sobre el Río
Uruguay alcanzaba gran repercusión mediática a raíz del conflicto suscitado entre Argentina y
Uruguay, el resto de las problemáticas socioambientales de Argentina eran invisibilizadas por
los medios masivos de comunicación.
334
Fuente: Conclusiones del séptimo encuentro de la UAC, realizado en Catamarca, Argentina,
en agosto de 2008.
335
Fuente: Conclusiones y recomendaciones del quinto encuentro de la UAC, realizado en
Concepción del Uruguay, provincia de Entre Ríos, Argentina, los días 13, 14 y 15 de octubre
de 2007.
336
Ley 26.418 (2008), sancionada por el Congreso Nacional y vetada posteriormente por la
presidenta Cristina Kirchner, dejando de manifiesto los fuertes intereses mineros que pesan
sobre el gobierno nacional. “Sospechoso veto a la ley de glaciares. La medida presidencial
parece demostrar que el medio ambiente no es una preocupación sincera”, tenía como título
una nota de uno de los principales diarios nacionales, de noviembre de 2008. Disponible en:
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1072316
337
Para mayor información ver nota “Se cumplió un mes de bloqueo a camiones de Minera La
Alumbrera por los Valles Calchaquíes”, disponible en:
http://www.noalamina.org/mineria-argentina/mineria-salta/mes-bloqueo-camiones-minera-
alumbrera- valles-calchaquies
338
Fuente: Conclusiones del XI Encuentro de la UAC, Córdoba Capital, 11, 12 y 13 de
diciembre de 2009.
339
Para profundizar en diferentes experiencias de resistencia a la megaminería, se recomienda
la lectura del libro “Vienen por el oro, vienen por todo. Las invasiones mineras 500 años
después” de Javier Rodríguez Pardo (2009).
340
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-101200-2008-03-24.html
341
Ibídem.
342
Ibídem.
343
Ibídem.
344
Este proyecto será explicado en el Capítulo 9.
345
Según “Potashcorp”, allí se lo utiliza para fertilizar cultivos de soja (34%), caña de azúcar
(20%) y maíz (19%), contribuyendo a extender la frontera agrícola de dicho país, con los
impactos sociales y ambientales que esto implica. Fuente: Estudio de mercado de Potashcorp
(mayor exportador de potasio mundial), 3º trimestre de 2009. Disponible en:
http://www.potashcorp.com/media/pdf/customer_service/market_analysis_reports/2009/q3/Q3_
MAR_COM P.pdf
346
Para mayor información sobre la Vía Campesina y las organizaciones que la
integran ver:
http://www.viacampesina.org/main_sp/index.php?option=com_frontpage&Itemid=1
La “Unión de Trabajadores Rurales sin Tierra” (UST) de Mendoza, también forma parte del
MNCI, y por ende de la Vía Campesina.
347
Para mayor información sobre estos conceptos, ver Martínez Alier (2004:273-316).
348
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-101200-2008-03-24.html
349
El texto completo de cada una de estas leyes puede consultarse en el Anexo 2 (Apartado
2.4.).
350
Artículo 3º de Ley 9.526 (2008): Prohíbese en todo el territorio de la Provincia de Córdoba el
uso de cianuro, cianuro de sodio, bromuro de sodio, yoduro de sodio, mercurio, ácido sulfúrico,
ácido clorhídrico, ácido fluorhídrico, ácido nítrico y toda otra sustancia química contaminante,
tóxica o peligrosa incluida en el Anexo I de la Ley Nacional Nº 24.051, o que posea alguna de
las características enunciadas en el Anexo II de la Ley Nacional Nº 24.051 y normas
concordantes o las que en el futuro las reemplacen, en los procesos mineros de prospección,
cateo, exploración, explotación, desarrollo, preparación, extracción, almacenamiento,
industrialización o procesos detallados en el inciso "b" del artículo 249 del Código de Minería,
de minerales metalíferos obtenidos a través de cualquier método extractivo, cualquiera sea el
lugar de la Provincia en el que éstos se desarrollen.
351
El caso de Mendoza será detallado en el Capítulo 7.
352
En el caso de Mendoza, la lucha desde lo legal ha cumplido un rol importante en aquellos
departamentos en los que la movilización social no ha sido importante. Asimismo, la
movilización a nivel provincial tuvo como uno de sus resultados la Ley Nº 7.722 y Ordenanzas
Departamentales detalladas en el Anexo 2.
353
Estas leyes pueden consultarse en el Apartado 2.4. del Anexo 2.
354
Para mayor información ver nota “Famatina: Barrick demanda a los vecinos”,
disponible en:
http://lavaca.org/notas/famatina-barrick-demanda-a-los-vecinos/
355
Sobre este tema, se recomienda la lectura de: “Disputas manifiestas y latentes en La Rioja
minera. Política de vida y agua en el centro de la escena”, de Norma Giarracca y Gisela Hadad,
en: Svampa y Antonelli (2009:229-275).
356
Ver nota: “La Rioja: Funcionarios de Minería y Ambiente agredieron a Mujeres.”, disponible
en: http://argentina.indymedia.org/news/2009/04/665501.php
357
Fuente: Testimonio de autoconvocada de Famatina durante el noveno encuentro de la UAC
en San Juan, 24 de abril de 2009.
358
Los videos que filmó el documentalista que acompañaba a las asambleístas agredidas,
puede verse en: http://www.youtube.com/watch?v=VEqd5jQ4Dl8&feature=related
359
La primera carta completa de Adolfo Pérez Esquivel al gobernador de La Rioja puede
consultarse en: http://www.fotolog.com/elfamanosetoca/44804521
360
Sobre las ventajas y limitaciones del formato asambleario, recomendamos la lectura de: “El
Asambleísta, ¿Un nuevo sujeto político?”, de Alicia Le Fur (2002).
361
NIMBY: “Not in my back yard” (No en mi patio trasero). Para mayor información sobre el
surgimiento de estos movimientos ver: De Kadt (2000).
362
Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz y presidente del “Servicio Paz y Justicia de
Argentina” (SERPAJ), participa de los encuentros de la UAC y ha escrito numerosas cartas a
gobernadores y al propio poder ejecutivo nacional, solicitando su accionar ante la situación
socioambiental de la Argentina y los hechos de violencia sufridos por las comunidades que
resisten al avance de determinados megaemprendimientos. Estas cartas pueden consultarse
en el Anexo 2 (Apartado 2.5.). asimismo, recomendamos la lectura de la entrevista de Adolfo
Pérez Esquivel con el juez Alfredo Ramos de Chilecito y Famatina, disponible en:
http://www.serpaj.org/adolfo_perez_esquivel.php?cat=10&sub=28&articulo=completo&art=136
363
Recomendamos visitar la página de la “Red de Asistencia Jurídica contra la megaminería en
Argentina” (RedAJ), en: http://redaj.org/
364
Sobre la criminalización de la protesta social, recomendamos la lectura del libro
“Criminalización de la pobreza y de la protesta social”, de Claudia Korol (2009).
365
La región de Valle de Uco está conformada por los departamentos de San Carlos, Tunuyán
y Tupungato, en lo que se denomina “oasis centro” de la provincia.
366
El Gran Mendoza está formado por los departamentos de Capital, Guaymallén, Maipú,
Godoy Cruz, Las Heras y Luján de Cuyo.
367
Nota “La denuncia de Oikos sobre San Jorge abre una nueva polémica”, del Diario Los
Andes, Mendoza, sábado 12 de septiembre de 2009. Link:
http://www.losandes.com.ar/notas/2009/9/12/sociedad-445637.asp
368
Fuente: Aldo Rodríguez Salas, “Visión sobre la minería en Argentina desde el Desarrollo
Sustentable”, presentación en Foro organizado por el Instituto de Ciencias Ambientales (ICA),
UNCuyo, diciembre de 2009.
369
Dirección General de Escuelas, Gobierno de Mendoza (DGE-GM), Capítulo 6: “Población y
organización del espacio mendocino a través de la historia”, Geografía de Mendoza, Huellas de
nuestra identidad. Todos los capítulos se encuentran disponibles en:
http://www.tveduca.mendoza.edu.ar/htms/geografia/videos.html
370
Puede trazarse un paralelismo con la actualidad, ya que esta posición estratégica por su
paso comercial a Chile, por ser su capital una que cuenta con buen equipamiento,
infraestructura y personal calificado, entre otras ventajas, hacen que Mendoza sea elegida por
las empresas como lugar donde instalar sus oficinas y filiales.
371
DGE-GM, Op. cit., Capítulo 1: “Mendoza, la diversidad de sus paisajes y su relación con el
mundo”.
372
En relación a la desaparición de los viñedos, uno de los principales conflictos se vincula con
la circulación de mercancías por todo el territorio. Los caminos eran la condición de
supervivencia de las economías regionales. En el caso de los vinos cuyanos, la producción de
vinos sufre un gran número de altibajos en la época colonial, debido a la política de desalentar
la producción local para abastecer al país desde la metrópolis. La introducción de productos
extranjeros provocó la paralización de las destilerías regionales, por los altos costos de fletes e
impuestos (Brailovsky y Foguelman, 2006).
373
Sobre el tema, recomendamos la lectura de “Ajustes de una economía regional. Inserción
de la vitivinicultura cuyana en la Argentina agroexportadora, 1885-1914”, de Noemí Girbal-
Blacha (1987).
374
DGE-GM, Op. cit., Capítulo 1.
375
DGE-GM, Op. cit., Capítulo 6.
376
Juan Manuel Cerdá analiza en su tesis doctoral las condiciones de vida de la población
mendocina desde el último cuarto del siglo XIX hasta mediados del siglo pasado, desde una
perspectiva que permite brindar una mirada diferente del impacto que tuvo el crecimiento
económico sobre el bienestar de la población, ya que se trata de un enfoque que no sólo tiene
en cuenta factores económicos sino también culturales, el papel del Estado y su evolución en la
región. A partir de ello, Cerdá afirma: “… en Mendoza el crecimiento económico y la
“modernización” se mostraron como procesos heterogéneos y no lineales tanto a nivel
provincial como entre los grupos sociales, imponiendo ritmos diferentes a cada uno de ellos. Si
bien el modelo vitivinícola fue una alternativa viable a la crisis del modelo agrícola-ganadero de
las décadas de 1860/70, impulsado por una élite dinámica con capital suficiente y con el apoyo
del Estado, el crecimiento económico derivado de ello no parece haber sido condición
suficiente para generar plenamente un proceso de desarrollo humano con eje en la equidad
social…” (Cerdá, 2009:221).
377
DGE-GM, Op. cit., Capítulo 6.
378
Ver: Collado,P. y Torres, L., Informe sobre vitivinicultura, Mendoza, 2006: 10. Citado en
Rofman (2009:111).
379
Resaltamos y adoptamos esta denominación porque durante el trabajo de búsqueda de
documentación y entrevistas fue la denominación que apareció en reiteradas oportunidades y
que resume el sentimiento de los mendocinos respecto a su relación con el agua. “Cultura del
agua”, fue la expresión utilizada tanto por algunas instituciones mendocinas (por ejemplo, el
Ente Provincial del Agua y de Saneamiento –EPAS-), en trabajos sobre los aspectos legales-
ambientales de la provincia (ver Rodríguez Salas, 1993), y en los testimonios de quienes se
manifestaron en contra de la actividad minera en diferentes departamentos de Mendoza.
Profundizaremos en el sentido de esta denominación a medida que abordemos las
afirmaciones y testimonios de dichas instituciones/organismos/grupos autoconvocados/etc.
380
El oasis norte provincial se ha desarrollado entre dos importantes ríos, ellos son el Mendoza
y el Tunuyán. Por otra parte, el oasis sur de Mendoza depende del comportamiento del agua
en las cuencas de otros dos ríos, Diamante y Atuel.
381
DGE-GM, Op. cit., Capítulo 1.
382
Fuente: http://www.doadu.mendoza.gov.ar/infoambient/indice/i6.htm
383
Fuente: http://www.irrigacion.gov.ar
384
Fuente: http://www.epas.mendoza.gov.ar/
385
Dirección General de Escuelas, Gobierno de Mendoza. Programa Nº 12: “El
aprovechamiento histórico del agua”, Mendoza, Crónica de nuestra identidad, disponible en:
http://www.tveduca.mendoza.edu.ar/htms/historia/videos2.html
El material de este programa fue extraído de: Roig, Lacoste y Satlari (2004a) y Roig, Lacoste y
Satlari (2004b).
386
DGE-GM, Op. cit., Capítulo 1.
387
Fuente: Plan de Gestión Ambiental 2008-2012, Secretaría de Medio Ambiente, Gobierno de
Mendoza, 2008.
388
Ibídem.
389
Fuente: “Informe Económico 2007, Sector Agropecuario”, de la Dirección de Estadísticas e
Informaciones Económicas (DEIE), sobre la base de datos del Instituto de Desarrollo Rural, INV
y Bolsa de Comercio de Mendoza.
390
Incluso muchos de estos productores han tenido un rol fundamental en el inicio de la lucha
contra la megaminería en Mendoza. Este tema será desarrollado a continuación en el Capítulo
7.
391
Por su parte, la generación de movimientos socioambientales en torno a cada conflicto será
abordada en el Capítulo 7.
392
En el caso del proyecto “San Jorge” no se utilizará ácido sulfúrico, por estar prohibido por
Ley (Nº 7.722) pero se planea utilizar Xantato, sustancia que al cierre de este trabajo está
siendo cuestionada, y se están llevando a cabo estudios para determinar si se trata de una
sustancia tóxica, asimilable a las prohibidas por esta Ley.
393
También se utiliza ácido sulfúrico en el proceso de extracción del uranio.
394
Profundizaremos en este tema en el Capítulo 9.
395
Estos aspectos serán profundizados en el Capítulo 7.
396
Este proyecto también aparece en algunas fojas de su Expediente, como “Papagayos”, por
lo que en este trabajo ambas denominaciones se entienden como sinónimos.
397
El IIA de dicho proyecto para la Etapa de Prospección, fue tramitado por “MIM Argentina
Exploraciones”, y consta en el expediente 87-M-03. La DIA correspondiente, fue emitida
mediante resoluciones Nº 75 (2003) de la Dirección de Minería e Hidrocarburos, y 174 (2003)
de la Dirección de Saneamiento y Control Ambiental.
398
Programa de exploración regional desarrollado en la década de 1960 por la Dirección
General de Fabricaciones Militares y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
399
Fuente: Smit, Pieter J., Informe Técnico Nº 267/2005. Informe de Impacto Ambiental Etapa
de Exploración Proyecto Papagayos, Residuos Radiactivos y Minería, 1 de agosto de 2005.
Los pórfidos cupríferos son depósitos minerales de baja ley y gran tonelaje.
400
Fuente: Depromin S.A., Informe de Impacto Ambiental. Etapa de Exploración. Proyecto
Papagayos, julio de 2005.
401
Fiscalía de Estado solicitó información sobre el proyecto Papagayos debido a un pedido del
Municipio de San Carlos. Fuente: Pieza Administrativa Nº 182-F-2005. Código 05179, Fiscalía
de Estado, 2005, Foja 5.
402
Ibídem.
403
Fuente: Vector Argentina S.A., Informe de Impacto Ambiental. Etapa de prospección.
Proyecto Papagayos, mayo de 2003.
404
Ver detalles en “Presentación del Dictamen Sectorial de la DRNR”, en Anexo 3 (Apartado
3.1.).
405
Fuente: Pieza Administrativa Nº 182-F-2005. Código 05179, Fiscalía de Estado, 2005, Foja
56. Ver cartografía en Anexo 3 (Apartado 3.2.).
406
Ibídem.
407
Ibídem.
408
La “Laguna del Diamante” fue declarada Área Natural Protegida Provincial, por la Ley
Provincial N° 6.200 (1994), y su ampliación fue establecida por la Ley Provincial N° 7.422
(2005). Esta reserva está categorizada como Reserva Hídrica Natural y Reserva de Paisaje
Protegido, según la clasificación de la Ley Provincial Nº 6.045 (1993). Esta última prohíbe la
explotación minera en las áreas naturales protegidas, tanto en las áreas intangibles, como en
las restringidas y de uso controlado (Arts. 21º a 25º).
409
Fuente: Asesoría de Gobierno, Contesta Acción de Inconstitucionalidad: Minera
Angloamerican Argentina S.A. c/Gobierno provincia de Mendoza s/acción de
inconstitucionalidad, Gobierno de la provincia de Mendoza, 2005.
410
Ibíd., pág. 9.
411
Ibíd., pág. 21.
412
Ibíd., pág. 36.
413
Ibíd., pág. 57.
414
Ibíd., pág. 41.
415
Ibíd., pág. 41-42.
416
Se cita por analogía lo expresado en la causa Nº 78.245 caratulada: “Y.P.F. Sociedad
Anónima en jº 80.866 Asociación OIKOS Red Ambiental c/Gobierno de la provincia de
Mendoza p/Acción de Amparo s/Inc. Cas.”
417
Asesoría de Gobierno, Op. cit., pág. 53.
418
Ibíd., pág. 60.
419
Ibíd., pág. 61.
420
Ibídem.
421
Fuente: Expediente 401-I-04-03873 de la Dirección de Recursos Naturales renovables.
Asunto “Solicita autorización para el ingreso dentro de la reserva Laguna del Diamante
p/descubrimiento Minero de Oro y Cobre, denominado Ninu3”, Dto. San Carlos, 17/02/04.
422
La ubicación, catastro y manifestaciones de descubrimiento de estos proyectos se detallan
en el Anexo 3 (Apartado 3.3.).
423
Resolución Nº 77 (2003) de la Dirección de Minería e Hidrocarburos y Nº 173 (2003) de la
Dirección de Saneamiento y Control Ambiental, 18/11/2003. Esta DIA debía ser actualizada en
forma bianual.
424
Fuente: Expediente Nº 1961-I-05-03873 de la Dirección de Recursos Naturales Renovables,
22/08/2005. El asunto de este expediente es el pedido que realiza Patricia Inzirillo,
representante de “Minera Angloamerican”, de que la autorización concedida a favor de Carlos
Monjo para transitar por la reserva “Laguna del Diamante”, otorgada por Resolución Nº 2.059 el
14/11/2004, fuese cedida a la empresa minera.
La cesión de los derechos de Carlos Monjo a Patricia Inzirillo se realizó el 5/11/2003 (Escritura
751, Registro Público Notarial 516 de Capital, provincia de Mendoza) y la cesión por parte de
Inzirillo a la “Minera Angloamerican Argentina S.A.” se realizó el 1/04/2005 (Escritura 41,
Registro Público Notarial 516 de Capital, provincia de Mendoza). A continuación, el 6/04/2005,
“Angloamerican” confiere a Patricia Inzirillo el poder general para juicios y gestiones
administrativas.
425
Fuente: Nota del Diario Los Andes, 13/09/2005. Disponible en:
http://www.losandes.com.ar/notas/2005/9/13/un-166845.asp
426
Ibídem.
427
Expedientes:
- 235-E-03-01583. IIA exploración Proyecto “La Cabeza”. (Estelar Resources Limited)
- 26-M-06-01583. IIA Exploración “Cateo MDZ F1”. (Minera Chapleau Argentina S.A.)
- 27-M-06-01583. IIA Exploración “Cateo MDZ E1”. (Minera Chapleau Argentina S.A.)
-211-P-04-01583. IIA Exploración “Anchoris” (Portal del Oro S.A.)
Los planos de ubicación de dichos proyectos pueden consultarse en el Anexo 3 (Apartado 3.4.)
428
Estos hechos serán detallados en el Capítulo 7.
429
Los datos de este apartado fueron tomados de:
- Vector Argentina S.A. Cuarta Actualización del IIA Etapa de exploración. Proyecto La
Cabeza, preparado para “Estelar Resources Limited”, provincia de Mendoza, diciembre 2003;
- Vector Argentina S.A. Quinta Actualización del IIA Etapa de exploración. Proyecto La
Cabeza, preparado para “Cognito Limited Sucursal Argentina”, provincia de Mendoza,
septiembre de 2005.
430
Anteriormente, el operador había sido la empresa “Argentina Mineral Development” (AMD).
La responsable legal de “Estelar” es Patricia Inzirillo, quien posteriormente también lo será de
la empresa “Cognito Limited Sucursal Argentina”.
Por otra parte, el área donde se realiza la exploración consta de 12 derechos mineros, de los
cuales 7 tienen como titular a Martín Carotti y 5 a la “Minera Río de la Plata S.A.”
431
Salinillas posee una población de 75 habitantes y Agua escondida de 225 (Vector, 2005).
432
Los datos de este apartado son tomados de: AWS Consultores Ingeniería SRL., Minera
Chapleau Argentina S.A. Cateo MDZ F1. IIA. Etapa de exploración, San Rafael, enero de
2006.a.
433
En el IIA se menciona una población para Punta del Agua de “100 habitantes”, cuando los
datos del INDEC, 2001, señalan 918 habitantes.
434
Se detectaron en el IIA numerosas siglas sin su definición.
435
Los datos de este apartado son tomados de: AWS Consultores Ingeniería SRL., Minera
Chapleau Argentina S.A. Cateo MDZ E1. IIA. Etapa de exploración, San Rafael, enero de
2006.b.
436
Los datos de este apartado son tomados de:
- Vector Argentina S.A., IIA Etapa de exploración. Proyecto Anchoris, preparado para “Portal
del Oro S.A.”, Provincia de Mendoza, septiembre de 2004.
- Vector Argentina S.A., 2da Actualización del IIA. Etapa de exploración. Proyecto Anchoris,
preparado para “Portal del Oro S.A.”, Provincia de Mendoza, agosto de 2006.
437
En esta instancia, el proyecto cambió de operador, siendo el responsable histórico la
empresa “Argentina Minera Development” (AMD).
438
Los 24 derechos mineros que conforman el área de exploración, también pertenecen, al
igual que los del proyecto La Cabeza, 8 a Martín Carotti y 16 a “Minera Río de La Plata S.A.”
439
La ubicación de “Sierra Pintada” en la provincia de Mendoza se puede consultar en el Anexo
3 (Apartado 3.5.).
440
Fuente: CNEA, Evaluación Anual de resultados de Monitoreo. Ejercicio 2005. CMFSR, pág.
4.
441
Estas aguas de canteras en algunas determinaciones puntuales exceden el límite de
contenido de arsénico. Fuente: CNEA, Op. cit., pág. 10.
442
CNEA, CMFSR. MGIA. Gestión de residuos en disposición transitoria, Febrero de 2006.
Este estudio consistió en la ampliación y actualización de los siguientes estudios:
-EIA Remediación y Rehabilitación Sincrónica del Complejo Minero Industrial San Rafael e
Integración de la Planta de Producción de UO2, UTN-Facultad Regional Avellaneda, 2004.
- EIA para el Complejo Minero Industrial San Rafael. Dr. Enrique Biurrun, DBE Technology
GmbH, República Federal de Alemania, noviembre de 2002.
443
Ibíd., pág. 69.
444
I
bíd., pág. 73.
445
Ibídem.
446
Este tema será ampliado en el Capítulo 7.
447
En el año 1976 la empresa Minera Tea inició las actividades de prospección y exploración
de potasio en las Provincias de Mendoza y Neuquén y en 1990 creó la empresa Potasio Río
Colorado S.A, iniciando la etapa de prefactibilidad del proyecto de extracción y procesamiento
de cloruro de potasio en la provincia de Mendoza. En el año 2003 la empresa “Río Tinto”
suscribió un acuerdo con la firma “Minera Tea” por el cual obtuvo una opción de compra del
100 % de Potasio Río Colorado durante un período de dos años durante los cuales la empresa
operó el proyecto piloto y finalmente ejerció su opción pasando a tener la titularidad de la
empresa en el año 2005. (Fuente: URS, IIA del proyecto Potasio Río Colorado, “Río Tinto”,
diciembre de 2006). El IIA y el resto de los informes y trámites administrativos respecto a este
proyecto pueden consultarse en el Expediente Nº 634-R-06-01583. Proyecto “Potasio Río
Colorado”, Dirección de Minería y la Dirección de Saneamiento y Control Ambiental, provincia
de Mendoza.
448
Fuente: “Proyecto Potasio Río Colorado,” Río Tinto, 2006. Disponible en:
http://www.riotinto.com/documents/ReportsPublications/corpPub_Potasio_Spanish.pdf
449
El IIA fue elaborado por la consultora internacional URS, con sede en San Francisco, EEUU,
dedicada a medio ambiente e ingeniería. Sus 3.400 páginas conforman un expediente
distribuido en 17 cuerpos. Actualmente el expediente está formado por más de 30 cuerpos y
unas 7.000 fojas, debido al agregado del dictamen técnico, dictámenes sectoriales, pedidos de
informes, versión taquigráfica de audiencia pública, Manifestación Específica de Impacto
Ambiental de la relocalización del depósito de sal, sus dictámenes correspondientes, Informe
Final Único de la CEIAM y Declaración de Impacto Ambiental, entre otros documentos.
450
Para más información ver: “Río Tinto y otras historias”, en Martínez Alier (2004). La empresa
minera “Vale” fue estatal hasta su privatización en 1997. Para ampliar la información sobre
“Vale” y la campaña en Brasil para anular su privatización, ver:
http://www.justicanostrilhos.org/quem-e-a-vale y http://avaleenossa.blogspot.com/
451
Ver Imagen 3.13. del Anexo 3.
452
El procedimiento de evaluación de impacto ambiental del proyecto PRC, sus características
y el conflicto socioambiental en torno al mismo será abordado en el Capítulo 9. Asimismo, la
ubicación del proyecto puede verse en imágenes en el Anexo 3 (Apartado 3.6.).
453
Ver Imagen de la ubicación del proyecto en el Anexo 3 (Apartado 3.7.).
454
Este tema será detallado en el Capítulo 7.
455
Fuente: Vector S.A., Informe de Impacto Ambiental Planta Concentradora San Jorge,
preparado para “Minera San Jorge S.A.”, Mendoza, septiembre de 2008.
456
Expediente 371-M-08-1583. Informe Impacto Ambiental Proyecto Minero San Jorge,
Uspallata, Provincia de Mendoza, 2008.
457
Discurso durante la Jornada Cultural y de Ayuno frente a la legislatura provincial, en la
ciudad de Mendoza, diciembre de 2006. Fuente: Programa de diciembre de 2006 del “Noticiero
Popular” de Mendoza.
458
Este conflicto es descrito resumidamente, ya que este trabajo se ha focalizado en aquellos
que generaron movilizaciones sociales.
459
Asimismo, la empresa minera argumentó que se trata de una Reserva Natural Privada, cuya
figura no está contemplada por la Ley provincial de Áreas Naturales Protegidas (Nº 6.045).
“Danone”, por su parte, pidió un estudio hidrogeológico de la zona para determinar el impacto
del proyecto minero en las aguas de la reserva.
Sobre este caso, ver nota del Diario Los Andes: “La Justicia rechazó un amparo por
Paramillos”, de agosto de 2006. Disponible en:
http://www.losandes.com.ar/notas/2006/8/30/economia-331039.asp
460
San Carlos se encuentra a 100 Km aproximadamente de la ciudad Capital. Se conecta con
los departamentos vecinos y la capital de la provincia por medio de la Ruta Nacional 40 al norte
y la 143, al sur. Internamente, se comunica entre los distritos por las Rutas Provinciales Nº 92 y
95 y una red de caminos pavimentados. Posee una extensión de 11.578 Km 2 y una población
de 33.000 habitantes (Fuente: http://www.sancarlos.gov.ar/).
461
La “Laguna del Diamante”, una reserva situada a 130 Km del departamento de San Carlos,
comprende al Volcan Maipo, de 5.323 m.s.n.m. y a la Laguna del Diamante, situada a 3.300 m
de altura, siendo ésta considerada uno de los principales reservorios de agua dulce de la
provincia. Fue en las cercanías de esta reserva donde se estaban llevando a cabo las tareas
de prospección y exploración minera que dieron lugar al inicio del conflicto.
462
Fuente: entrevista realizada por el “Noticiero Popular” (Noticiero Independiente de la ciudad
de Mendoza) durante la Jornada Cultural y Ayuno frente a la Legislatura de Mendoza, realizada
en diciembre de 2006.
463
Fuente: Noticia titulada “San Carlos, el pueblo que se rebeló contra la minería”, del Diario
Los Andes, 11 de septiembre de 2005. Ver:
http://www.losandes.com.ar/notas/2005/9/11/sociedad-166603.asp
En la misma noticia pude leerse: “…Hace una semana se reunieron 4 mil personas (el 15% de
su población), una convocatoria voluntaria que, hoy por hoy, es envidia de cualquier agrupación
política. La movilización fue para reclamar al Gobierno que no permita la minería en las
cercanías de la reserva Laguna del Diamante porque, aseguran, puede contaminar…”.
464
Por ejemplo, “El Cuco”, era una publicación de distribución gratuita semanal, que consistía
en una síntesis de lo que sucedía en el departamento, de fácil lectura (teniendo en cuenta el
escaso tiempo para leer y la no aparición de noticias departamentales en los diarios masivos
de la provincia), con un espíritu de gran compromiso social. Paralelamente a las primeras
reuniones que se hicieron para organizarse contra la actividad megaminera, la información
sobre el tema comenzó a publicarse en “El Cuco”: notas explicando lo que estaba pasando en
San Carlos, cual era la legislación que regulaba la actividad, por qué se ocultaba, qué sucedía
en otras comunidades, etc. Luego, las radios locales comenzaron a replicar esta información.
“…El periodismo tiene que tener un compromiso social, sino no tiene sentido, un compromiso
social pero desde lo constructivo (…), uno puede apuntar a destruir o construir…si las cosas se
hacían mal se iban a mostrar, pero siempre vislumbrando una salida…” argumenta una de las
creadoras de “El Cuco”. El hecho de que se iniciara su lanzamiento después del 2001, también
influyó en esta impronta positiva que esta publicación intentaba transmitir.
465
La “Laguna del Diamante” fue declarada Área Natural Protegida Provincial, por la Ley
provincial N° 6.200, en el año 1994.
466
Se trata de unos folletos con frases como “a los pesados cuesta sacártelos de encima”, en
referencia a los metales pesados que pueden quedar como residuo de la actividad minera. Es
importante destacar que el movimiento de Esquel contó con la ayuda de profesores
universitarios, entre ellos especialistas en química.
467
Volveremos más adelante, en este mismo Capítulo, sobre la discusión en torno a las
posibilidades de control de esta actividad en la provincia de Mendoza, otro de los aspectos que
ha potenciado el rechazo a la megaminería.
468
Pareditas es el distrito de San Carlos más cercano a la reserva de la Laguna del Diamante.
469
El área denominada “Papagayos”, fue la zona de interés minero -con potencial para extraer
cobre y oro- que generó el conflicto en San Carlos. El área de prospección se ubica cercano al
arroyo Papagayos, en el faldeo oriental de la Cordillera Frontal a 35 Km del Volcán Maipo, y a
15 Km al sureste de la reserva Provincial “Laguna del Diamante”. La localidad más cercana es
Pareditas, a 90 Km al noreste del área (Fuente: Vector Argentina, Informe de Impacto
Ambiental del Proyecto Papagayos, 2003). Incluso en la página de la minera canadiense
“Exeter”, aparece en noviembre de 2003 un informe sobre la opción de compra de dicho
proyecto. Disponible en:
http://www.exeterresource.com/pdf/2003_news/EXETER_news_031112.pdf
Por otra parte, con fecha de abril de 2005, “Depromin S.A.” anunció la adquisición del proyecto
por la minera “Tenke”. Uno de los puntos de interés sobre este proyecto es su vinculación
regional con la mina “El Teniente”, en Chile. “…El Proyecto Papagayos es un sistema de
pórfidos de oro y cobre descubierto por geólogos Mount Isa/Xstrata en la cuenca del Río
Papagayos, al este-sur-este de la mina El Teniente, cruzando el límite con Chile (…). A nivel
regional, el Proyecto Papagayos parece estar controlado por fuertes lineamientos con
orientación noroeste-sudeste que se extienden en Chile hasta la región del Proyecto Escalones
y la Mina El Teniente…” Disponible en: http://www.deprominsa.com/not_05_4.htm
470
El departamento de San Carlos está dividido en seis distritos: Villa Cabecera de San Carlos,
La Consulta, Eugenio Bustos, Chilecito, Tres Esquinas y Pareditas.
471
Se refiere al método de minería metalífera a cielo abierto con uso de sustancias químicas,
como cianuro o ácido sulfúrico, entre otros, en los procesos de lixiviación (que separan el
mineral de la roca). Para mayor información sobre estos procesos ver Capítulo 4.
472
En el sitio de internet de los Vecinos Autoconvocados de San Carlos:
http://www.poraguapura.com.ar, dentro de los documentos que pueden descargarse, se
encuentra un artículo titulado “El ambiente como casa y como recurso”, cuya fuente es:
Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia. Pontificio Consejo Justicia y Paz. Conferencia
Episcopal Argentina, Buenos Aires. Oficina del Libro, 1°ed., Abril de 20 05, pp. 287 a 307.
Estos documentos van a tener un rol protagónico durante un conflicto generado entre los
Vecinos Autoconvocados de San Carlos, la Cámara Mendocina de Empresarios Mineros
(CAMEM) y la Dirección General de Escuelas (DGE), a raíz de un trabajo sobre agua y minería
elaborado por alumnos del departamento, que fue premiado en un concurso de Ciencias. Esta
premiación fue duramente cuestionada por la CAMEM, quién pidió explicaciones a la DGE. La
terminología utilizada por la CAMEM en su comunicado fue motivo de presentación judicial por
parte de los Vecinos Autoconvocados de San Carlos, quienes además explicaron que muchos
de los fundamentos del trabajo de los alumnos provenían de estos documentos de la Iglesia.
473
Ver nota sobre el tema “Mendoza busca inversiones entre 2.000 mineras en la cumbre de
Toronto”, en el Diario Los Andes, del 09/03/2005:
http://www.losandes.com.ar/notas/2005/3/9/economia-146282.asp
474
La “Fiesta Nacional de la Vendimia”, se realiza en Mendoza en el mes de marzo desde
1963. Simboliza el cultivo y la cosecha de la vid, mediante teatralizaciones, danzas y la
elección de la Reina Nacional de la Vendimia. Para mayor información consultar en:
http://www.vendimia.mendoza.gov.ar/vendimia/
475
El Diario Los Andes hizo referencia a esta reunión en una nota titulada “Abrirán un nuevo
camino para buscar oro en San Carlos”, del 11 /02/2005. Ver:
http://www.losandes.com.ar/notas/2005/2/11/economia-143862.asp
476
Esta declaración del intendente fue corroborada por entrevistados que estuvieron presentes
en esta fiesta de la Laguna del Diamante.
477
Otro de los medios que, al otro día de la movilización, se contactó con los autoconvocados
de San Carlos, fue la FM de Mendoza 100.9, que en el programa “Amanecer de un día
agitado”, tenía un espacio que se llamaba “El dedo en la llaga”, en el que, aquel día, los
vecinos autoconvocados tuvieron la palabra.
478
Nota: “El riesgo ambiental se instala en la agenda de los municipios mineros”, del Diario Los
Andes, 1/06/2005. Ver: http://www.losandes.com.ar/notas/2005/6/1/economia-155331.asp
479
Esta Ordenanza, la Nº 1.123 (2006), fue comentada en el Capítulo 4.
480
Ley Nacional Nº 26.418 (2008), que, como ya fue comentado, fue vetada por la presidenta
Cristina Fernández de Kirchner, en noviembre de 2008.
481
El 23 de octubre de 2005 se llevaron a cabo elecciones nacionales en Argentina. Se
renovaron senadores y diputados nacionales, se votaron legisladores provinciales y concejales.
482
Programa semanal del canal “Telefé”. Ver:
http://www.telefe.com/programas/laliga/index.html
483
Se refiere al entonces Subsecretario de Medio Ambiente, Gustavo Morgani.
484
Ministro de Gobierno de la provincia de Mendoza.
485
En referencia a la reunión que tuvieron las empresas durante el 2005 con el intendente de
San Carlos.
486
En alusión a la reunión convocada por el gobierno que se realizó en septiembre en el Club
de La Consulta.
487
Según los testimonios recabados, en San Carlos sólo algunos cierres de campañas en los
años `80 habían convocado a alrededor de 2.000-2.500 personas.
488
Se refiere a la Dirección de Recursos Naturales Renovables (DRNR) de la provincia de
Mendoza.
489
La reserva original era pequeña y en alta montaña, y los animales que se protegían en el
verano, al descender en invierno quedaban desprotegidos ante los cazadores, por lo que la
idea de ampliación original era hacer un corredor para proteger la zona de descenso y ascenso
de fauna.
490
La ampliación de la reserva “Laguna del Diamante” fue establecida por la Ley Provincial N°
7.422 (2005). Esta reserva está categorizada como Reserva Hídrica Natural y Reserva de
Paisaje Protegido, según la clasificación de la Ley Provincial Nº 6.045 de Áreas Naturales
Protegidas Provinciales.
491
Además de “Depromin SA”, otras empresas cuyos cateos quedaron dentro de la reserva al
ampliarse la misma –como el caso de la Minera “Angloamerican”- se presentaron ante la
justicia argumentando la inconstitucionalidad de la ley, por la existencia de derechos mineros
previamente adquiridos. La defensa por parte del Gobierno provincial a la Ley Nº 7.422 fue
desarrollada en el Capítulo 6.
492
Fuente: Asesoría de Gobierno, Contesta Acción de Inconstitucionalidad: Minera
Angloamerican Argentina S.A. c/Gobierno provincia de Mendoza s/acción de
inconstitucionalidad, Gobierno de la provincia de Mendoza, 2005.
493
Ver Capítulo 6, Apartados 6.3.1. y 6.3.2.
494
Ver nota del Diario Los Andes: “Audiencia en San Carlos rechazó otra vez la minería”, de
octubre de 2005, disponible en: http://www.losandes.com.ar/notas/2005/10/2/sociedad-
169081.asp
495
Este título surge a partir de una entrevista en la que un vecino de San Carlos relató: “…se
suponía que nos íbamos a quedar tranquilos, y un día nos dice Morgani ¨ ¿y ahora qué más
quieren?, ya está, ya les dimos lo que pedían.¨…”.
496
Para mayor información sobre este programa consultar su sitio web:
http://blogs.tn.com.ar/ecologia/
497
Estos proyectos, Ninus y María Inés fueron motivo, a inicios de 2008, de un nuevo conflicto
en Valle de Uco a partir del cual se organizaron los Autoconvocados de Tunuyán y se
realizaron nuevos cortes de ruta.
498
Las cartas de los niños del departamento también fueron llevadas a algunos encuentros a
los que los Vecinos de San Carlos fueron invitados. Por ejemplo, a un encuentro de la Central
de los Trabajadores Argentinos (CTA) realizado en Buenos Aires. “…las paredes estaban
llenas de carteles, pegamos las cartas en el piso (del auditorio central), dejando lugar para que
la gente pudiera pasar, pero al levantar el pie para pasar había que mirar, fue tan impactante
que la gente se juntó a mirar y nos dieron un espacio para contar lo que estaba pasando en
San Carlos (…). Algunos se levantaban a mirar, a pedir material, y con el CD les dábamos una
cartita...”, cuentan los autoconvocados que concurrieron a dicho encuentro.
499
Gobernador de la provincia de Mendoza desde octubre de 2007. La llegada al gobierno de
este justicialista, ex-intendente de Malargüe, y cercano al gobernador pro-minero de la
provincia de San Juan, José Luis Gioja, despertó la preocupación de quienes se oponen a la
instalación de proyectos megamineros en la provincia.
500
Como ya fue mencionado, en algunos medios de comunicación o en algunas circunstancias
los vecinos de Valle de Uco y de Alvear han sido denominados “ignorantes” o “un pueblo
manejado y desinformado” . Sin embargo, ellos manifiestan que se han movilizado justamente
porque cuentan con la información necesaria para considerar a la megaminería como una
actividad contaminante. Para más información sobre la fundamentación científica, racional y
jurídica de la prohibición en Mendoza de la minería metalífera, consultar la publicación de José
Mariano Rodríguez Suoni, “Fundamentos de la defensa de la prohibición local de la minería
metalífera química”, Mendoza, 8 de octubre de 2007, en:
http://www.ecoportal.net/content/view/full/73388
501
En Punta de Agua se originó el conflicto en el sur de la provincia, ante prospecciones y
exploraciones mineras realizadas en las cercanías de este distrito, perteneciente al
departamento de San Rafael. La población de General Alvear protagonizó masivas
movilizaciones en la segunda mitad del 2006, y en el año 2007 los cortes realizados en este
departamento fueron fundamentales para la sanción de la Ley Nº 7.722, que limita la actividad
minera en la provincia. Abordaremos el caso de Punta del Agua y General Alvear a
continuación.
502
El equipo legal de la UAC ha considerada esta ordenanza como uno de los mejores
instrumentos legales contra la actividad minera.
503
Los sancarlinos recuerdan que en un foro sobre minería en Mendoza, conocieron a jóvenes
chilenos del Valle del Huasco, que habían tomado conocimiento de lo acontecido en San
Carlos, y habían llegado a Mendoza para conocer su experiencia. “…Allí empezaron los
contactos con otros países, después descubrimos todo lo que había en internet sobre este
tema...”, recuerdan los sancarlinos.
504
A partir de estos contactos, los vecinos autoconvocados de San Carlos han sido invitados a
muchos encuentros, incluso en Buenos Aires. Dos veces a sesiones del congreso, también al
ya mencionado encuentro de CTA. Y a diversos foros organizados en la ciudad de Mendoza
respecto al tema minero, como el realizado en el departamento de Las Heras por la
organización “Los Horneros”.
505
Esta afirmación hace referencia principalmente al veto de la presidenta Cristina F. de
Kirchner a la Ley de Glaciares (Nº 26.418), en noviembre de 2008.
506
Fuente: Comisión Nacional de Energía Atómica, Evaluación Ambiental. Documento Marco.
Proyecto de Restitución Ambiental de la Minería del Uranio –PRAMU-, Argentina, CNEA, 2005.
En dicho documento, también se destaca que la asignación de los recursos uraníferos
actualizados arroja un total de 9.200 toneladas de Uranio, y que hasta el momento se han
acumulado en el lugar 1.895.000 toneladas de colas de tratamiento, 13.710.000 m 3 de roca
estéril y 376.000 toneladas de mineral marginal.
507
Roberto Iglesias, el entonces gobernador de la provincia, perteneciente a la Unión Cívica
Radical.
508
Fuente: Nota del Diario Los Andes, disponible en:
http://www.losandes.com.ar/notas/2002/12/17/sociedad-57662.asp
509
Ver: Business News Americas, 13/02/2003. Disponible en:
http://www.bnamericas.com/news/mineria/CNEA_reactivara_yacimiento_de_uranio_Sierra_Pint
ada 510 Nota del Diario Los Andes, 10/05/2003. Disponible en:
http://www.losandes.com.ar/notas/2003/5/10/sociedad-71167.asp
511
Ibídem.
512
Fuente: http://www.cnea.gov.ar/xxi/pramu/malargue.asp
513
Fuente: exposición del personal de la CNEA durante la visita al ex complejo fabril Malargüe,
de alumnos y profesores de la Licenciatura en Diagnóstico y Gestión Ambiental, de la Facultad
de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires,
octubre de 2006.
514
Según Informe técnico Nº 335 y Serie de Seguridad Nº 85 de la O.I.E.A, expresado en
resolución 738/97 del Ministerio de Ambiente y Obras Públicas.
515
El alcance del PRAMU involucra como objetivo final, todos los sitios donde se desarrolló
minería del uranio tales como Malargüe (Pcía. de Mendoza), Huemul (Pcía. de Mendoza),
Córdoba (Pcía. de Córdoba), Los Gigantes (Pcía. de Córdoba), Pichiñan (Pcia. del Chubut),
Tonco (Pcía. de Salta), La Estela (Pcía. de San Luis), Los Colorados (Pcía. de La Rioja). En
una primera etapa de la estrategia referida a la restitución ambiental de la minería de uranio se
financiará el proyecto con un préstamo del Banco Mundial y se realizará dicha restitución en los
sitios Malargüe, cuyas obras ya están iniciadas, Los Gigantes, Córdoba y Tonco.
La CNEA debe abordar este Proyecto de Restitución Ambiental de la Minería de Uranio en el
marco de la legislación vigente. El artículo 41º de la Constitución Nacional es la norma básica
que garantiza el derecho de los habitantes a un ambiente sano, equilibrado y apto para el
desarrollo humano además de fijar la división de competencias entre el Estado Federal y las
provincias. La Ley N° 24.804/1997, Ley Nacional de la Actividad Nuclear, que determina que la
CNEA tendrá a su cargo ejercer la responsabilidad de la gestión de los residuos radiactivos, y
La Ley N° 25.018/1998 de Régimen de gestión de residuos radiactivos, la cual en su artículo
10º inc. J) expresamente obliga a la CNEA a gestionar los residuos derivados de la minería de
uranio, y los que provengan de yacimientos mineros abandonados o establecimientos fabriles
fuera de servicio; también en su artículo 11º, la misma norma precisa la obligación de recuperar
los sitios afectados por la minería del uranio. Pero, además, el marco normativo se completa
con normas nacionales y provinciales como las relativas a medio ambiente, minería y gestión
de los recursos hídricos. Fuente: http://www.cnea.gov.ar/xxi/pramu/default.asp
516
Su objeto, “…es propender al desarrollo sustentable de la provincia, en especial los
departamentos de San Rafael, General Alvear, el Valle de Uco y Malargüe. Es además trabajar
para el bien común y preservar la calidad de vida de la comunidad, por nosotros y por las
futuras generaciones. Respetamos nuestra identidad y nuestro patrimonio tanto cultural como
natural y paisajístico. Creemos que muchas veces olvidamos lo que aprendemos, pero nunca
se nos olvida lo que amamos. Ese amor es trabajar para que nuestra tierra no se enferme, ese
mismo amor es conservar nuestra identidad para nosotros y para los hijos de nuestros hijos...”
(Fuente: http://www.multisectorialsur.org.ar/presentacion.html).
517
Ver: http://www.multisectorialsur.org.ar/remediacion.pdf
518
Los objetivos de la Multisectorial del Sur son: Realizar investigaciones, estudios y análisis
de la problemática ambiental, política, social y económica de los municipios, comunas,
provincia, regiones y departamentos del país y del mundo, con el propósito de formular las
propuestas que se consideren para la consolidación del desarrollo humano sostenible, el
fortalecimiento de la democracia y el bienestar de las comunidades; Planear, diseñar,
organizar, promover, dirigir y ejecutar planes, programas y proyectos para la conservación y
recuperación ambiental sostenible, que propendan al desarrollo socioeconómico y de calidad
de vida; Ejecutar planes, programas y proyectos para la conservación y defensa de los
recursos naturales y el medio ambiente, la capacitación, promoción, financiación y apoyo a los
líderes de la población en general que se identifiquen con los objetivos de la Asociación; y
Ejecutar las demás actividades y acciones que le permitan a la organización el cumplimiento de
sus objetivos para el desarrollo sostenible, como asesorías, estudios, consultorías ambientales
y educación ambiental (Fuente: http://www.multisectorialsur.org.ar/presentacion.html).
519
“¿Nuclear? No Gracias”, fue una campaña de los años ´70 y principios de los ´80 llevada a
cabo en España, de la que los “¿Uranio? No gracias” tomaron el logo de esta campaña.
520
Para mayor información consultar el sitio web de “La Voz de la Tierra”:
http://www.lavozdelatierra.com.ar/
521
En referencia a la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN), creada mediante la Ley Nº 24.804
(Ley Nacional de la Actividad Nuclear), en el año 1997, como entidad autárquica en jurisdicción
de la Presidencia de la Nación. Tiene la función de regular y fiscalizar la actividad nuclear en
todo lo referente a los temas de seguridad radiológica y nuclear, protección física y no
proliferación nuclear. Debe asimismo asesorar al Poder Ejecutivo Nacional en las materias de
su competencia. Por mayor información consultar: http://200.0.198.11/
522
Detallado en el Capítulo 4, Apartado 4.2.3.3.
523
Por trascendidos de los diferentes organismos provinciales consultados, la CNEA no se
presentó por orden del Ministro de Planificación Federal, Inversión pública y Servicios, Julio de
Vido, por decisión del entonces presidente Néstor Kirchner, argumentando que “no estaban
dadas las condiciones” para realizar la audiencia pública en la ciudad de San Rafael.
Los medios de comunicación de la provincia dieron argumentos similares: “…Hasta el viernes,
la misma Comisión difundía la convocatoria por los medios locales en forma insistente. En la
noche se conoció que por orden del gobierno Nacional por falta de garantías los funcionarios
de la CNEA que estaban en San Rafael debían regresar a Buenos Aires. Francisco Carlos Rey,
vicepresidente de la entidad nacional, en comunicación con Los Andes, explicó que la orden
era superior y que no había garantías para presentarse en la audiencia…”, relataba el Diario
Los Andes en una nota titulada “La CNEA abortó la audiencia por Sierra Pintada”, disponible
en:
http://www.losandes.com.ar/notas/2007/2/18/sociedad-221380.asp
524
Presentación de memorias, balances, r
esponsabilidades de los miembros de la comisión directiva, entre otros.
525 526
Para mayor información sobre la FUNAM consultar su sitio web: http://www.funam.org.ar/
Para mayor información sobre “Greenpeace” consultar su sitio web:
http://www.greenpeace.org/argentina/
527
Ver nota del Diario Los Andes: “Hoy se movilizarán en contra de la explotación uranífera”,
de agosto de 2006. Disponible en: http://www.losandes.com.ar/notas/2006/6/2/sociedad-
196207.asp
También existieron marchas a favor de la reapertura de “Sierra Pintada”, realizadas por los
vecinos de la Villa 25 de Mayo, cercana a la mina y donde existen las mayores expectativas
respecto al empleo que la CNEA podría generar. Ver nota: “Marcha y folletos a favor de Sierra
Pintada”, de noviembre de 2005, disponible en:
http://www.losandes.com.ar/notas/2005/11/29/departamentales-176000.asp
528
En la página web de “Portal Resources” se detallan las actividades realizadas en el proyecto
“Anchoris”, disponible en:
http://www.portalresources.net/s/News.asp?ReportID=344704&_Type=News&_Title=Portal-
Intersects- CopperGold-Along-1200-Meter-Strike-Length-at-Anchoris
529
“Chapleau” se fusionó en el año 2009 con “Magellan Minerals”, empresa minera que tiene
proyectos en el norte de Brasil. En su página web
(http://www.magellanminerals.com/s/Home.asp) no se detalla el proyecto que “Chapleau” tenía
en Mendoza.
530
Los detalles sobre el proyecto Don Sixto pueden consultarse en la página web de “Exeter
Resource”, disponible en: http://www.exeterresource.com/don_sixto.php
531
Dato suministrados por INDEC, Censo Nacional de Población, Hogares y Vivienda.2001
532
Fuente: http://www.sanrafael.com.ar/Distritos/
533
Estas obras se iniciaron en el año 2005. En la nota “Diez empresas en una licitación
eléctrica”, del Diario Los Andes, del 18/05/2005, se detalla la licitación para dicha obra. Ver:
http://www.losandes.com.ar/notas/2005/5/18/economia-309795.asp
534
El Instituto Argentino de Investigaciones de Zonas Áridas (IADIZA), es uno de los institutos
del Centro Científico Tecnológico (CCT) de Mendoza (ex-CRICYT).
535
Categoría 12 “Reserva Hídrica Natural”, según la clasificación de la Ley provincial Nº 6.045,
de “Áreas Naturales Provinciales”. Esta categoría es una de la que se le asignó a la reserva
“Laguna del Diamante”, tema que fue abordado en el apartado sobre el conflicto en San Carlos.
536
Mecanismo que permite a los ciudadanos contar con un espacio de expresión en el Consejo
Deliberante Municipal. Los Vecinos Autoconvocados de Punta del Agua, integrando la
Multisectorial de General Alvear, se presentan en el Consejo Deliberante de Gral. Alvear en
agosto de 2006.
537
La composición de la Multisectorial de General Alvear, se detalla en el Anexo 3 (Apartado
3.8.).
538
Luego, el personal del DGI colaboró con los vecinos de Punta del Agua en el tema de la
reserva hídrica.
539
En referencia a Roberto Zenobi, presidente de la Cámara Mendocina de Empresarios
Mineros (CAMEM). Para mayor información, ver: http://www.camem.com.ar/
540
La Ley Nº 7.722 no prohíbe la actividad minera en la provincia, sino que limita el uso de
ciertas sustancias en minería.
541
Este tema será detallado a continuación, en este mismo Capítulo.
542
11 meses desde la primera marcha masiva en General Alvear, realizada en agosto de 2006.
543
Entre los sucesos acontecidos en los alrededores de la Legislatura provincial se registraron
diversos enfrentamientos, en uno de los cuales los alvearenses fueron agredidos por personas
que se manifestaban a favor de la actividad minera. En relación a ello, algunos miembros de la
Multisectorial de General Alvear entrevistados manifestaron haberse sumado a los cortes en
Gral. Alvear ante la indignación frente a estas agresiones, que en ciertos casos fueron sufridas
por familiares.
544
La Multisectorial del Sur, que funciona en la ciudad de San Rafael, ha sido abordada en el
Apartado anterior.
545
El caso de Punta del Agua, fue destacado por el Diario Los Andes, en una nota titulada “En
Punta del Agua denuncian aislamiento y abandono oficial”, del 16/09/2009. En dicha nota se
expresa: “…Con el fondo del cerro el Nevado al oeste y suficiente agua para ser una próspera
zona agrícola-ganadera, este rincón (a 140 kilómetros de la capital departamental) está
prácticamente abandonado "a las manos de Dios", como dicen las más de 1.500 personas que
trabajan, estudian y residen ahí…”. Nota disponible en:
http://www.losandes.com.ar/notas/2009/9/16/departamentales-446336.asp
Previa a esta noticia, en el año 2007, otra nota del mismo diario ya daba cuenta de esta
situación, “Punta del Agua, un pueblo olvidado”, del 8/06/2007. Disponible en:
http://www.losandes.com.ar/notas/2007/6/8/departamentales-232424.asp
546
Los cortes se realizaron durante junio de 2007, en el invierno mendocino.
547
Fuente: nota del Diario Uno: “La minera Portal del Oro anunció despidos de empleados en el
sur”, del 2/07/2007. Disponible en:
http://www.diariouno.com.ar/edimpresa/2007/07/02/nota151999.html
548
Se trata de Miguel Auge, Dr. en Geología egresado de la Universidad Nacional de La Plata
(UNLP) y profesor titular de Hidrogeología de la UBA, que fue entrevistado en el Programa “TN
Ecología”, del 22 de septiembre de 2007.
549
Dato suministrados por INDEC, Censo Nacional de Población, Hogares y Vivienda, 2001.
550
Nota “Alvear se paralizó para reclamar”. Disponible en:
http://www.diariouno.com.ar/edimpresa/2007/06/07/nota149596.html
551
Ver a continuación el Apartado: “Suspensión de Chapleau y estudios sobre impacto de
Anchoris: ¿demasiado tarde?”
552
El listado de los integrantes de la Multisectorial de Gral. Alvear se detalla en el Anexo 3
(Apartado 3.8.).
553
Javier Rodríguez Pardo, en su último libro “Vienen por el oro, Vienen por todo. Las
invasiones mineras 500 años después”, menciona su vista a Punta del Agua y General Alvear.
Ver: Rodríguez Pardo, 2009, pág. 226.
554
En junio del 2006, los alvearenses participaron de la marcha denominada “La Mina de
Uranio ya contaminó”. Posteriormente, en noviembre, participaron de la reunión con el Dr. Raúl
Montenegro y su equipo técnico de trabajo, a fin de conocer su informe sobre el impacto
ambiental de la mina de uranio “Sierra Pintada”.
555
Los pobladores de Santa Isabel solicitaron información a la Multisectorial sobre los hechos
acontecidos, ya que existe un acueducto entre Punta del Agua y Santa Isabel. También
concurrieron funcionarios provinciales, y autoridades de Santa Isabel y localidades vecinas,
como La Humada y Algarrobo del Águila.
Asimismo, en una nota del Diario Los Andes, sobre la tercera marcha realizada en Gral. Alvear,
se destaca: “…Estarán presentes también vecinos de San Rafael y algunos pobladores de
Santa Isabel (La Pampa), preocupados ya que el agua potable que consumen les llega por
medio de un acueducto que parte desde Punta del Agua...”, disponible en:
http://www.losandes.com.ar/notas/2006/11/16/sociedad-213794.asp
556
Fuente:
http://www.alihuen.org.ar/salud-agua-potable/potasio-rio-colorado-anchoris-la-cabeza-y-minera-
cha.html
557
Ibídem.
558
También acompañaron al Subsecretario de Medio Ambiente, Gustavo Morgani, a Punta del
Agua, cuando éste viajó a reconocer la zona del conflicto.
559
Este hecho será explicado en otro apartado posterior, ya que este tratamiento legislativo
implicó la realización de actividades coordinadas por diferentes organizaciones de Mendoza
que se oponen a la megaminería.
560
Declaración de una alvearense durante la primera marcha en Gral. Alvear. Fuente:
documental “Mendoza Sur”, de Sergio Felizia, 2007.
561
Fuente: Nota del Diario Los Andes, del 26/08/2006, disponible en:
http://www.losandes.com.ar/notas/2006/8/26/sociedad-205422.asp
562
Ibídem.
563
Ibídem.
564
Ibídem.
565
Fuente: Nota del Diario Uno: “Más de 3.000 alvearenses se manifestaron contra la minería”,
del 30/09/2006. Disponible en:
http://www.diariouno.com.ar/edimpresa/2006/09/30/nota125877.html
566
Julio Cobos, estuvo presente respaldando la postura del entonces presidente Nestor
Kirchner, el 5/05/2006, en el acto realizado en Gualeguaychú, en el que el presidente afirmó
que el reclamo del pueblo de Gualeguaychú por la instalación de las papeleras en Fray
Bentos, Uruguay, era una “causa nacional”. Esta declaración fue tomada por los medios
nacionales, entre ellos ver: “Kirchner: lo de las papeleras "es una lucha de toda la Argentina" ”
(en: http://www.clarin.com/diario/2006/05/06/elpais/p- 00301.htm) y “Es una
cuestión ambiental que atañe a todo el país” (en:
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-66544-2006-05-06.html).
567
Diario Uno, Op. cit.
568
Fuente: Nota del Diario Los Andes, titulada “Analizan detener las exploraciones en Punta del
Agua”, del día 16/11/2006. Disponible en:
http://www.losandes.com.ar/notas/2006/11/16/sociedad-213794.asp
569
Ibídem.
570
Fuente: nota “Alvear: más de 4.500 personas contra la explotación de oro”, del día
18/11/2006. Disponible en: http://www.losandes.com.ar/notas/2006/11/18/departamentales-
213991.asp
571
Ibídem.
572
Fuente: nota Diario Los Andes: “Suspenden la actividad minera en Punta del Agua”, del día
23/11/2006. Disponible en: http://www.losandes.com.ar/notas/2006/11/23/sociedad-214537.asp
573
Ibídem.
574
Fuente: Nota “Descartan que una mina ensucie”, Diario Uno, 26/03/2007. Disponible en:
http://www.diariouno.com.ar/edimpresa/2007/03/26/nota142468.html
575
Por ejemplo, en un folleto elaborado por la Multisectorial, bajo el título “Mega-minería en
Argentina
¿beneficios para quienes?”, se detallan los incentivos fiscales otorgados por la legislación
sancionada en los años `90, y se concluye: “…Aunque se lograra que no contaminen, ¿qué
sentido tiene deshacernos de nuestros recursos naturales no renovables y encima tener que
pagarles para que se los lleven? Hasta que no se reformen estas leyes, no puede haber
explotaciones mineras...”. En el mismo folleto, se detalla cómo debería ser el control de la
actividad minera, y posteriormente se destaca: “… ¿Todo esto sería posible en nuestro país, en
donde la coima y la falta de control están a la orden del día?...”.
576
Se trata de las candidatas a reina departamental de la Vendimia de Gral. Alvear, que es
elegida entre todas las reinas de los distritos que componen Gral. Alvear. La reina
departamental, luego competirá con las reinas del resto de los departamentos provinciales en
la elección de la Reina de la Vendimia.
577
Se refiere al voto negativo a la sanción de la Ley Nº 7.627.
578
Fuente: Memoria de tareas realizadas por la Multisectorial de Gral. Alvear, 2006-2009.
579
Fuente: Nota “El oficialismo ganó por ahora la pulseada de la minería”, del Diario Uno, del
día 7/06/2007. Disponible en:
http://www.diariouno.com.ar/edimpresa/2007/06/07/nota149596.html
580
Fuente: Nota: “Alvear se paralizó para reclamar, del Diario Uno, del día 7/06/2007.
Disponible en:
http://www.diariouno.com.ar/edimpresa/2007/06/07/nota149596.html
581
Fuente: nota “Paro de actividades, corte de ruta y movilización de General Alvear”, del Diario
Los Andes, 7/06/2007. Disponible en: http://www.losandes.com.ar/notas/2007/6/7/sociedad-
336568.asp
582
Servicio de televisión por cable de General Alvear.
583
Fue posible acceder a imágenes y testimonios de los pobladores durante los cortes gracias
a los documentales “Mendoza Sur”, de Sergio Felizia, y “Sucesos del 20 de junio de 2007
Alvear-Mendoza. Testimonios de la gente…” realizado por la Asamblea del Pueblo de General
Alvear y la Multisectorial de General Alvear.
584
Ya fueron mencionadas previamente la preocupación de los vecinos de Santa Isabel, que se
reunieron con la Multisectorial de Gral. Alvear, y la solicitud de la Asociación pampeana
“Alihuen” a los legisladores de la provincia de La Pampa.
585
La FAA manifestó el apoyo a los alvearenses y solicitó a las autoridades nacionales en la
materia “…que atiendan el reclamo de los pueblos andinos, y garanticen la soberanía nacional
sobre los recursos naturales…”. Para mayor detalle ver nota del Diario El Sol, del 14/06/2007:
“La Federación Agraria apoya reclamo de Alvear contra las mineras”, disponible en:
http://www.earchivo.mendoza.gov.ar/todo.php?idnota=24356
586
Fuente: Documentales “Mendoza Sur”, de Sergio Felizia, y “Sucesos del 20 de junio de
2007 Alvear- Mendoza. Testimonios de la gente…” realizado por la Asamblea del Pueblo de
General Alvear y la Multisectorial de General Alvear.
2367
Ibídem.
588
Ibídem.
589
Ibídem.
590
Disponible en: http://www.losandes.com.ar/notas/2007/6/13/un-337377.asp
591
En referencia al cianuro. Nota disponible en:
http://www.losandes.com.ar/notas/2007/6/13/un- 337378.asp
592
Disponible en: http://www.diariouno.com.ar/edimpresa/2007/06/14/nota150225.html
593
Ibídem.
2364
Ibídem.
595
Ibídem.
596
Ibídem. En este sentido, los alvearenses y los distritos sanrafaelinos que se plegaron a la
lucha, criticaron al entonces intendente de San Rafael y a los concejales sanrafaelinos por no
haberlos escuchado y por criticar la modalidad de corte de ruta, a la que según ellos llegaron
luego de agotar todas las instancias de diálogo.
597
Disponible en: http://www.diariouno.com.ar/edimpresa/2007/06/15/nota150357.html
598
Ibídem.
599
Nota Diario Los Andes, disponible en:
http://www.losandes.com.ar/notas/2007/6/15/sociedad- 233146.asp
600
Disponible en: http://www.losandes.com.ar/notas/2007/6/15/sociedad-337444.asp
601
Ibídem.
602
Ibídem.
603
Disponible en: http://www.losandes.com.ar/notas/2007/6/19/un-233553.asp
604
Disponible en: http://www.earchivo.mendoza.gov.ar/todo.php?idnota=24564
605
Nota “Vuelven las protestas y cortes de ruta contra la minería contaminante”, disponible en:
http://www.losandes.com.ar/notas/2007/6/19/sociedad-233529.asp
606
Nota: “Día clave: los senadores evalúan hoy 7 preyectos”, disponible en:
http://www.losandes.com.ar/notas/2007/6/19/sociedad-337713.asp
607
Disponible en: http://www.losandes.com.ar/notas/2007/6/20/sociedad-337761.asp
608
Ibídem.
609
Ibídem.
610
Disponible en: http://www.diariouno.com.ar/edimpresa/2007/06/20/nota150798.html
611
Ibídem. Para profundizar en los “piquetes” de Cutral Có, recomendamos ver: Auyero (2004).
612
Disponible en: http://www.losandes.com.ar/notas/2007/6/20/un-233634.asp
613
Disponible en: http://www.losandes.com.ar/notas/2007/6/21/sociedad-233703.asp
614
Ibídem.
615
Al inicio de este documental puede leerse: “La Asamblea del Pueblo junto a la Multisectorial
de Gral Alvear presentan estas imágenes que pretenden revivir momentos y fortalecer el
espíritu de lucha y vigorizar los vínculos de compañerismo y lealtad que se formaron durante
los sucesos de junio.” Dicho documental termina con la frase “No traicionen el mandato del
pueblo. Defiendan la Ley 7.722. Estamos despiertos. Estamos de pie. Las luchas no tienen fin”.
616
En referencia a las personas que soportaron los 15 días instaladas en uno de los cortes.
617
El Plan Ambiental está planteado en la Ley provincial Nº 5.961. La Ley N°7.627, también
conocida como “Ley Difonso”, fue sancionada por la Legislatura de la provincia de Mendoza el
13 de diciembre de 2006. En su primer artículo, esta ley expresaba: “Suspéndase el
otorgamiento de derechos mineros, de cateos, exploraciones o explotaciones metalíferas a
cielo abierto, hasta tanto la Provincia de Mendoza tenga aprobado el Plan Ambiental de la Ley
5.961”. La Ley fue posteriormente vetada por el ejecutivo provincial. Por su parte, Jorge
Difonso, impulsor de esta ley, en las elecciones del año 2007 fue elegido intendente del
departamento de San Carlos.
618
Una de las preocupaciones de estos movimientos socioambientales, es aclarar cual es el
tipo de minería a la que se oponen. El concepto “megaminería” ha sido definido en el Capítulo
4.
619
Fuente: entrevista realizada por el “Noticiero Popular” (Noticiero Independiente de la ciudad
de Mendoza) durante la Jornada Cultural y Ayuno frente a la Legislatura de Mendoza, realizada
en diciembre de 2006.
620
Este aspecto cobra vital importancia durante el año 2007, en el que, según testimonios,
tanto de quienes están a favor y quienes se oponen a la actividad minera a gran escala, y como
destacaron también los medios de comunicación, el clima pre-electoral (a las elecciones de
octubre de 2007) influenció en las decisiones tomadas respecto al tema minero en la provincia,
especialmente en la sanción de la Ley N°7.722.
621
Fuente: “Actividad en la Legislatura 2006”, del compilado “NO a la Megaminería”, realizado
por el “Noticiero Popular”, 2006. El video se encuentra disponible en:
http://www.noticieropopular.tk/
622
El surgimiento y accionar de la Asamblea Popular por el Agua del Gran Mendoza será
explicada a continuación, en este mismo Capítulo.
623
Resolución Nº 100/2007 del HCD de Malargüe: Art. 1º: Repudiar todo tipo de convocatoria a
reuniones de organizaciones que defienden ideas a Ultranza deteriorando el sistema
democrático de libres ideas con fundamentos palpables, que favorecen al crecimiento integral
de los pueblos y sus comunidades. Art. 2º: Prever, que de realizarse en el futuro este tipo de
reuniones deberá el Departamento Ejecutivo Municipal y el HCD, conocer los contenidos y
fines de los temas propuestos.
624
El texto completo se encuentra en el Anexo 2 (Apartado 2.2.). Como será detallado a
continuación, algunas empresas mineras que tenían proyectos en la provincia se han
presentado a la justicia argumentando la inconstitucionalidad de la ley. El gobierno ha
respondido a la demanda.
625
Doce empresas demandaron al gobierno de Mendoza por inconstitucionalidad de la Ley Nº
7.722. Al momento del cierre de este trabajo, 10 empresas mantienen la demanda, y aun no se
ha dictado sentencia.
626
Estas Ordenanzas fueron explicadas en el Capítulo 4.
627
Fuente: Poder Judicial, Causa “Minera del Oeste SRL y otras contra Gobierno de la
Provincia sobre acción de inconstitucionalidad”, Juicio: 20/07/2007, Mendoza.
628
Fuente: Asosoría de Gobierno, “Contesta acción de Inconstitucionalidad en contra la Ley
Provincial N° 7.722”, Gobierno de la Provincia de Mendoza, 2007, pp. 1-2.
629
Se cita el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en la causa “Villivar, Silvana
Noemí c/ Provincia del Chubut y otros” – CSJN – del 17/04/2007, en el que la corte desestimó
la queja contra la Ley 5.001 de la provincia de Chubut, descrita en el Capítulo 5. En relación a
este fallo, el Gobierno de Mendoza afirma: “…la Corte Nacional desarrolla una doctrina clara y
precisa que debería despejar en lo sucesivo el empleo de argumentos banales respecto a la
competencia y jurisdicción de la provincial en materia de protección ambiental de la actividad
minera…” (Fuente, Ibíd., pág.4).
630
Ibíd., pág. 5.
631
Ibíd., pág. 9.
632
Ibíd., pág. 10.
633
Ibíd, pág. 15.
634
Ibíd., pp. 16-17.
635
Ibíd, pág. 17.
636
Ibíd, pág. 18.
637
Ibíd, pp. 21-22.
638
Ibíd., pág. 25.
639
El “Carrusel” consiste en un desfile de carrozas por diferentes calles de la ciudad de
Mendoza. Cada departamento de dicha provincia prepara una carroza que lo representa: en
ella lleva a su reina – postulante a ser reina de la Vendimia- y muestra sus productos típicos. El
carrusel se realiza por la mañana del mismo día en el que por la noche se lleva a cabo la Fiesta
de la Vendimia, donde cada año es elegida, entre las postulantes de los diferentes
departamentos, la reina de la Vendimia.
640
Comentarios recabados durante las reuniones organizativas de la actividad a desarrollarse
durante la Vendimia y el Carrusel, por la Asamblea Popular por el Agua del Gran Mendoza, y
por la AMPAP, enero y febrero de 2007.
641
Frase impresa en los posters del evento, en la ciudad de San Juan.
642
En el “Suplemento Comunitario” de la Minera “Alumbrera”, puede leerse información sobre
los cursos de capacitación docente realizados por la asociación “Los Algarrobos”. Disponible
en:
http://www.alumbrera.com.ar/download/suplementos/09-Suplemento.pdf
643
Miembros de la Asamblea Popular por el Agua del Gran Mendoza ascendieron al “Platita” el
29 de diciembre de 2007. La cumbre del “Platita” se encuentra a 4.350. m.s.n.m. El cerro que
puede observarse al fondo de la foto -con glaciares- es el “Plata” (6.100 m.s.n.m.).
644
Fuente: http://www.losandes.com.ar/notas/2006/12/17/sociedad-216686.asp
645
Fuente: “Noticiero Popular”, medio alternativo de Mendoza, diciembre de 2007.
646
Fuente: entrevista a una integrante de la Asamblea Popular por el Agua del Gran Mendoza,
durante la Jornada de Luto por la Megaminería, realizada por el “Noticiero Popular” de
Mendoza, el 7 de mayo de 2007.
647
Fuente: Stornini, Graciela, tesina de Licenciatura en Trabajo Social, en elaboración.
648
La oposición al proyecto PRC y la denuncia al procedimiento de EIA de su etapa de
explotación, así como otras acciones llevadas adelante por esta Asamblea, serán detallada
más adelante en el Capítulo 9.
649
Fuente: http://www.mendoza.gov.ar/
650
Lavalle tiene, principalmente, tres grandes problemas: Arsénico, manganeso y salinidad. El
Arsénico es de origen volcánico. En el campo se utilizan los denominados “jagüeles” -o pozos
balde- que en general se nutren de la napa freática y de la lluvia. Pueden tener bajo o alto
contenido salino, sin arsénico, pero tienen una calidad bacteriológica muy mala. Por otra parte,
las perforaciones bien realizadas que utiliza Obras Sanitarias Mendoza tienen aceptable
contenido salino, y arsénico en menor proporción que lo que dicen las normas actuales (0,05
mg/l), aunque la Organización Mundial de la Salud y el Código Alimentario Argentino sugieren
bajar a 0,01 mg/l para el 2012. En Villa Tulumaya hay alto contenido de Manganeso, lo que
obliga a purgar las perforaciones para adecuarlo a las normas (esto se manifiesta a veces
mediante la aparición de un residuo negro en los domicilios.) Fuente: personal del EPAS.
651
El departamento de Lavalle se divide en los siguientes distritos: Villa Tulumaya, Jocolí, Tres
de Mayo, Jocolí Viejo, El Chilcal, La Pega, El Vergel, Las Violetas, Paramillo, La Holanda, El
Carmen, Ingeniero Gustavo André, Costa de Araujo, San Francisco, La Asunción, Lagunas del
Rosario, San Miguel, La Palmera, El Plumero y San José.
652
Algunos estudios fueron hechos por entes privados y otros por entidades estatales, como el
EPAS o la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Cuyo.
653
Por otra parte, en el departamento de Lavalle no hay plantas potabilizadoras. Excepto una
planta que se hizo en San Miguel de Los Sauces tomando agua desde el río San Juan. Cuando
el EPAS tomó muestras de calidad del agua en el río San Juan, encontró plomo una sola vez y
boro en forma permanente (Fuente: personal del EPAS). En consecuencia, el EPAS obligó a la
Municipalidad a sacar de servicio la planta.
En una nota del Diario Los Andes del 5/12/2007, se resumía: “…Hace poco, a los esforzados
pobladores del desierto lavallino, la construcción de una planta potabilizadora para San Miguel
y Lagunitas les llegó como una bendición. Pero ahora les avisan que hay plomo en el agua y
que por el momento no podrán consumirla. Antes, habían detectado arsénico en algunos pozos
de la zona…”. Disponible en:
http://www.losandes.com.ar/notas/2007/12/5/mirador-250379.asp
654
En la zona rural (Asunción, San José, la Bajada, Don Bosco, y otras) los contenidos de
arsénico son iguales o mayores que la norma, pero es la única fuente de agua con la que
cuenta la población. El problema es de difícil y costosa solución. Hoy se está haciendo un
acueducto desde Gustavo André y se está entregando agua transportada en camiones
(sistema que no resulta eficiente).
655
Tupac Amaru es una organización barrial nacional. Para mayor información sobre las
acciones de la Tupac Amaru en Lavalle, Mendoza, visitar la página web de la organización:
http://www.tupacamaru.org.ar/noticia_provincia.asp?idpr=38
656
El reclamo de las comunidades Huarpes fue por una inversión que el Municipio había
prometido y llevaban un año esperando, que les permitiría tener acceso permanente a agua
potable a partir de la colocación de tanques en sus casas, que serían regularmente llenados
mediante camiones cisternas.
“La comunidad huarpe de Lavalle marchó hoy frente al edificio municipal para reclamar ante las
autoridades comunales por la calidad del agua que consumen” podía leerse en una nota del
Diario Los Andes del 23/02/2009. Asimismo, en la nota se hacía referencia al cuestionamiento
de las comunidades hacia el sector político: “…Ramón Tello, uno de los representantes de la
comunidad, aseguró que el agua que consumen es "intomable" y cuestionó que falten
decisiones políticas para acercar una solución en este tema al pueblo originario. "Hace
bastante que tenemos este problema y la solución no llega, hemos tenido bastantes reuniones
y se conformó la comisión Mesa del Agua, en donde llegamos a la conclusión que necesitamos
600 tanques para depositar el agua para el consumo de la gente", precisó. El delegado insistió
en que "falta la decisión política respecto de los fondos, nos dijeron que iban a llegar y se pidió
plazo hasta febrero y ahora ya estamos llegando a marzo, la plata no aparece y la gente sigue
tomando agua contaminada"…”, disponible en: http://www.losandes.com.ar/notas/2009/2/23/un-
409785.asp
Ya en una nota del 28/04/2008, titulada “Comunidades Huarpes, sin tierras y sin agua potable”,
se informaba sobre la detección en el agua que consumen de arsénico, boro y otros tóxicos.
Disponible en:
http://www.losandes.com.ar/notas/2008/4/28/sociedad-356106.asp
657
El reclamo de la zona urbana era puntualmente por el acceso a agua de buena calidad a
partir de un acueducto o de la mejora de los pozos, para lo que se necesitaba una continua
reinversión. Otros reclamos eran: mayor mantenimiento de los pozos, análisis periódicos del
agua de cada pozo, y nuevas perforaciones en caso de que fuera necesario.
658
En el departamento de Lavalle, al igual que en el resto de la provincia, estaban programadas
muchas obras que Obras Sanitarias nunca realizó.
659
Es importante destacar que en la gestión del gobernador Julio Cobos, el tema ambiental fue
a nivel provincial incumbencia de la Subsecretaría de Medio Ambiente, perteneciente al
Ministerio de Ambiente y Obras Públicas. A partir de la nueva gestión del gobernador Celso
Jaque –es decir, desde fines del año 2007-, la Subsecretaría de Medio Ambiente pasa a
Secretaría –a cargo del Secretario Guillermo Carmona-, dependiente directamente del Poder
Ejecutivo Provincial. Por lo tanto, actualmente, el Consejo Provincial del Ambiente es órgano
asesor de la Secretaría de Medio Ambiente de la provincia.
660
Esta frase hace alusión a las palabras de los entonces candidatos De Marchi y Jaque en el
programa “El Candidato”, del Canal 7 de la provincia, donde afirmaron que no iban a aceptar ni
minería ni agricultura contaminante (Fuente: declaraciones de Gustavo Morgani, Subsecretario
de Medio Ambiente de la gestión Cobos, en la reunión del CPA del 13 de noviembre de 2007).
661
Declaraciones de Guillermo Carmona y Alberto Gurruchaga, representantes de la Secretaría
de Medio Ambiente de la provincia de Mendoza, en la reunión con los representantes de
AMPAP, ciudad de Mendoza, 25 de enero de 2008.
662
Declaraciones del Secretario de Medio Ambiente de Mendoza en la reunión del Consejo
Provincial del Ambiente, Casa de Gobierno de Mendoza, 4 de marzo de 2008.
663
Declaraciones del Secretario de Medio Ambiente en una reunión realizada con el “Consejo
de Desarrollo Sustentable”, en el Consejo Científico Tecnológico (CCT) del Consejo Nacional
de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Mendoza, 4 de marzo de 2008.
664
Esto es confirmado en la página 47 del Plan de Gestión Ambiental 2008-2012, elaborado
por esta Secretaría de Medio Ambiente. Entre los programas de acción del mismo se encuentra
el “Programa de Control de las Actividades Económicas”. En el ítem Minería, menciona la
implementación en los procedimientos de evaluación de impacto ambiental para esta actividad,
de los criterios de la Ley Nº 5961, Decreto 820 y Ley Nº 7.722, a los fines de prevenir
eventuales impactos negativos de la actividad sobre el medio ambiente. Por otra parte,
menciona el desarrollo de un mapa ambiental minero que contenga la sensibilidad ambiental de
cada región a fin de evaluarlo en función de los impactos posibles de cada proyecto existente o
futuro.
665
Éstas pueden consultarse en los expedientes del IIA de Potasio Río Colorado que se
encuentran en la Dirección de Saneamiento y Control Ambiental y en la Dirección de Minería
de la Provincia (Nº 634-R-06- 01583), Foja 3.907.
666
El DGI es el organismo autárquico creado para el manejo de las aguas. Dada su autarquía,
el DGI no se encuentra subordinado jerárquicamente a ningún otro poder de la Administración
Central y sólo está sujeto al control de legalidad inherente al Poder Ejecutivo. Su competencia
es la administración general de las aguas y también el poder de policía de las aguas y sus
cauces naturales, riberas y zonas de servidumbre, dictando las medidas necesarias para el
buen orden en el uso y aprovechamiento de aquellas.
667
Declaraciones de los miembros de la Asamblea Popular por el Agua del Gran Mendoza, en
la asamblea del 9 de febrero de 2008.
668
Como fue explicado en el Capítulo 4, la DIA es la autorización ambiental a partir de la cual
puede iniciarse la explotación del proyecto.
669
Esta idea también ha sido manifestada por otros miembros del CPA que, en las reuniones
donde se discutió el ingreso de la Asamblea al CPA, argumentaron que dejar afuera a las
asambleas era “…poner en juego la paz social…”.
670
El Decreto 820 (2006) de la provincia de Mendoza establece que los términos
“Manifestación General de Impacto Ambiental” (MGIA) del Artículo 29º del Título V de la Ley
Provincial N° 5.961 e “Informe de Impacto Ambiental” (IIA) del Artículo 251º del Código de
Minería de la Nación se entenderán como equivalentes.
671
Como ya fue explicado en el Capítulo 4, la actividad minera consta de las etapas de
prospección, exploración y explotación (incluyendo cierre), cada una de las cuales debe cumplir
con el IIA.
672
El Decreto 820 (2006) fue creado para compatibilizar el procedimiento de impacto ambiental
aplicado en la Provincia de Mendoza, y sujeto a las normas de presupuestos mínimos (Ley
Nacional Nº 25.675), con las normas sancionadas por el Código de Minería de la Nación en el
título complementario sobre la protección ambiental para la actividad minera (Ley Nº 25.585).
673
La CEIAM para el proyecto PRC estuvo conformada por: la Dirección General de Irrigación
(DGI), la Municipalidad de Malargüe, el Centro Regional de Investigación y Desarrollo Cultural
de la Municipalidad de Malargüe (CRIDC), el Instituto Nacional del Agua (INA), la Dirección de
Recursos Naturales Renovables (DRNR), la Dirección de Ordenamiento Ambiental y Desarrollo
Urbano (DOADU), la Dirección Provincial de Vialidad (DPV), la Universidad Nacional de Cuyo
(UNCuyo), la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) Facultad Regional Mendoza, el Centro
Científico Tecnológico (CCT-Mendoza), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria
(INTA), el Consejo Provincial del Ambiente (CPA), la Dirección de Patrimonio Histórico Cultural,
la Dirección de Minería, la Dirección de Saneamiento y Control Ambiental (actual Dirección de
Protección Ambiental) y específicamente su Área de Contaminación Atmosférica, la Dirección
de Hidráulica y el Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (COIRCO). El COIRCO está
integrado por representantes de las cinco provincias argentinas que atraviesa el Río Colorado:
Mendoza, La Pampa, Río Negro, Buenos Aires y Neuquén.
674
Fuente: Considerandos, Decreto Nº 820 (2006).
675
El otorgamiento del metro cúbico de agua por segundo fue aprobado por la legislatura
mendocina en septiembre de 2007, mediante la Ley Nº 7.775. Este es otro de los aspectos
criticados del proyecto.
676
Este entrenamiento fue llevado a cabo por la Asociación Civil “Los Algarrobos”, que, como
ya fue desarrollado en el Capítulo 7, durante el 2008 organizó un Curso de Formación Docente
en Tunuyán que fue motivo de conflicto entre el Intendente Departamental y los
Autoconvocados de Tunuyán, conflicto en el que también participaron otras asambleas
mendocinas.
677
Dr. Rubén Eduardo Sánchez. Fuente: Transcripción de la audiencia pública de PRC,
disponible en el expediente del proyecto (634-R-06-01583), fojas 4.453 a 4.543.
678
En ese momento, Kevin Fox, Gerente General de PRC, mencionó una producción de 2,4
millones de toneladas por año, así como también la existencia de suficientes recursos en el
yacimiento como para aumentar la producción. Posteriormente, durante su presentación en la
Conferencia “Argentina Mining 2008”, los representantes de la empresa mencionaron una
producción anual de 4,3 millones de toneladas, lo que convertiría a PRC en el mayor proyecto
de extracción de potasio en Latinoamérica y el quinto en el mundo.
Por otra parte, Kevin Fox mencionó los beneficios económicos, a saber: A nivel nacional, 35%
de impuesto a las ganancias, contribuciones a la seguridad social, IVA (con recupero
anticipado para gastos operativos/exploración pero no para explotación), impuesto a la
transferencia de combustible, impuesto sobre el gasoil, impuestos a los débitos y créditos
bancarios, retenciones a las exportaciones y impuestos a los bienes personales. A nivel
provincial, sellos, canon minero, regalías mineras, impuesto inmobiliario, impuesto a los
automotores, tasas y contribuciones municipales específicas. Cabe aclarar que, salvo el
impuesto a las ganancias y las retenciones a las exportaciones, todos estos impuestos
sumados representan una ínfima parte de la facturación.
679
En el inicio de la audiencia se leyeron las recomendaciones de los dictámenes sectoriales
de los organismos miembros de la CEIAM, pero de forma resumida tal como menciona la
persona citada. Fuente: Transcripción de la audiencia pública del proyecto PRC, foja 4.492 del
expediente 634-R-06- 01583.
680
Fuente: Expediente 634-R-06-01583, fojas 4.527-4.528
681
Esto ha sido detallado en el Capítulo 4.
682
Fuente: Expediente 634-R-06-01583, fojas 4.512 y 4.513.
683
Fuente: Expediente 634-R-06-01583, foja 4.525.
684
Fuente: Expediente 634-R-06-01583, fojas 4.536 y 4.537.
685
Fuente: Expediente 634-R-06-01583, foja 4.540.
686
En relación a ello, la empresa respondió que tenía interés en el mercado interno de
Argentina, pero que era demasiado pequeño para la producción que planeaban realizar. Kevin
Fox mencionó la intención de desarrollarlo ya que sería una buena oportunidad de aumentar la
cantidad de potasio a vender, por lo que también resultaba interesante para PRC esta
posibilidad.
687
A cargo del Jefe del Departamento de Asesoría Legal y el Secretario Legal de la Dirección
de Saneamiento y Control Ambiental (actual Dirección de Protección Ambiental), ambos del
Ministerio de Ambiente y Obras Públicas.
688
Este es uno de los lemas de la Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC), articulación a nivel
nacional de asambleas de diferentes regiones del país surgidas por diversas problemáticas
ambientales, a la que pertenece AMPAP. Como ya fue mencionado en el Capítulo 5, la frase
“tocan a uno tocan a todos” representa la solidaridad surgida entre las diversas asambleas, y
se refiere especialmente a los actos de represión cometidos contra algunas de las mismas, que
fueron repudiados y dados a conocer por el resto de las asambleas a lo largo del país.
689
Haciendo alusión al gobernador de la provincia de Mendoza, Celso Jaque.
690
PARTIZANS denuncia el accionar de “Río Tinto” en materia de derechos humanos,
corrupción y medioambiente, desde 1978. Ver más sobre PARTIZANS en:
http://www.minesandcommunities.org/Aboutus/partizans.htm
691
Ver más detalles de los planteos de los representantes de las comunidades afectadas por la
empresa y las respuestas dadas por “Río Tinto” en:
http://www.minesandcommunities.org//article.php?a=8608&highlight=PARTIZANS
692
Como ya fue explicado en el Capítulo 4, según el Decreto 820 (2006), la DIA puede tener
tres resultados: a) Autorizar la realización del proyecto en los términos señalados en el Informe
de Impacto Ambiental (IIA) presentado; b) Autorizar la realización del proyecto pero
condicionado al cumplimiento de las instrucciones modificatorias sobre el mismo que señale la
Autoridad Ambiental Minera; c) Rechazar el Informe cuando lo estimara insuficiente, en cuyo
caso deberá emplazar al interesado a presentarlo nuevamente, salvando las omisiones o
rectificando los errores, en un plazo de treinta (30) días hábiles conforme lo establece el
Artículo 255º del Código de Minería de la Nación.
693
Texto del Acta de la reunión de la CEIAM para emitir el Dictamen Final Único del proyecto
PRC, realizada del 5 al 7 de agosto de 2009.
694
Fuente: entrevista al Dr. Aldo Rodríguez Salas, Mendoza, 19/11/2009.
695
Decreto Nº 2.115 (2009). Se plantea la creación de un “Fondo Socio Ambiental”, cuyo
destino son obras de infraestructura (51% de las mismas en Malargüe).
696
Según declaraciones de Julio Cesar Ortiz, representante de la minera “San Jorge”, “…El
miedo que hay es porque existe un desconocimiento de la actividad minera del siglo XXI. Ya
no es como era antes. Además hay desinformación y mala información en la gente que
legítimamente está preocupada por el futuro del valle…”. Fuente: Nota Diario Los Andes, de
agosto de 2009: “Julio Ortiz - Director Minera San Jorge: El miedo es por la falta de
información”, disponible en:
http://www.losandes.com.ar/notas/2009/8/27/sociedad-442689.asp
697
Disponible en: http://www.losandes.com.ar/notas/2009/8/27/sociedad-442682.asp 698 Para
mayor información sobre el documental, ver:
http://www.pinosolanas.com/tierra_sublevada_info.htm
699
Fuente: Nota Diario Los Andes, disponible en:
http://www.losandes.com.ar/notas/2009/11/20/un-457924.asp
700
Fuente: Nota Diario Uno, disponible en:
http://www.diariouno.com.ar/contenidos/2009/11/20/noticia_0026.html
701
Fuente: http://www.elsolonline.com/noticias/viewold/tension-en-uspallata-por-el-proyecto-
minero-san- jorge
702
El listado de personas y entidades que presentaron observaciones al proyecto puede
consultarse en el Anexo 3 (Apartado 3.9.).
703
En este sentido, la empresa “Coro” y la Consultora “Vector”, que realizó el IIA del Proyecto
“San Jorge”, son parte de las empresas que demandaron la inconstitucionalidad de la Ley
provincial Nº 7.722.
704
En referencia a un grupo de vecinos de Uspallata que se encuentran imputados por la
realización de los cortes de ruta en rechazo al proyecto “San Jorge”.
705
Fuente: http://www.elsolonline.com/noticias/viewold/un-fin-de-ano-colmado-de-protestas.
La referencia al cumplimiento de la Ley Nº 7.722, tiene que ver con la denuncia de que el
xantato es una sustancia tóxica y por lo tanto estaría prohibida por esta Ley.
706
Fuente: Dictamen Sectorial, Consejo Provincial del Ambiente. Proyecto minero “San Jorge”
(Expte. 371-M-08-1583, Dirección de Protección Ambiental y Dirección de Minería), 19 de
enero de 2010.
707
“La ex Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable Romina Picolotti testimonió frente al
Comité de Relaciones Exteriores del Parlamento de Canadá. A través de una video
conferencia, durante una hora, denunció a compañías mineras que operan en la Argentina por
supuestas violaciones a derechos ambientales consagrados en la Constitución Nacional y
respondió a preguntas de legisladores locales. (Fuente:
http://blogs.tn.com.ar/ecologia/archives/2009/11/reaparecio_picolotti.html)
708
Ver nota: “Vuelven a impulsar la idea de reestatizar Obras Sanitarias”, del Diario Los Andes,
17/12/2009. Disponible en: http://www.losandes.com.ar/notas/2009/12/17/politica-462556.asp
709
Ver discusiones en torno a este término en el Capítulo 2.
710
Recomendamos la lectura de la definición de “Racionalidad Ambiental” en el Capítulo 2 de
este trabajo.
711
Para profundizar en las características diferenciales de estos espacios, y su vinculación con
el manejo del recurso hídrico, ver: Montaña et al (2005).
712
Fuente: Aldo Rodríguez Salas, “Visión sobre la minería en Argentina desde el Desarrollo
Sustentable”, presentación en Foro organizado por el Instituto de Ciencias Ambientales (ICA),
UNCuyo, diciembre de 2009.
713
El proyecto nunca contó con una evaluación integral, sino repartida entre las cuatro
provincias que afecta, en las que se presentó un IIA -además de La Pampa, donde no fue
presentado ningún IIA, pero se generó un fuerte rechazo, porque esta provincia está aguas
abajo del proyecto y el agua del Río Colorado es utilizada para riego y consume.
714
Reflexiones de una vecina de San Carlos durante la audiencia pública de PRC (Fuente:
expediente 634-R-06-01583, foja 4.538).
715
Presentación “Integración con la comunidad”, a cargo de Horacio Gabriel, de “Minera Triton
Argentina S.A.” Conferencia “Comunidades, comunicación y responsabilidad social
empresaria”, Argentina Mining
716
Presentación “Acercamiento a las comunidades”, a cargo de Mario Hernández, de “Minas
Argentinas S. A.” (Proyecto Gualcamayo). Conferencia “Comunidades, comunicación y
responsabilidad social empresaria”, Argentina Mining 2008, Mendoza, 27 de agosto de 2008.
717
“San Jorge” es un proyecto de cobre localizado en Uspallata, lugar de Mendoza elegido por
su belleza y energía por muchos mendocinos, argentinos e incluso personas de otros países.
Si bien la empresa inició el contacto con la población previamente a la presentación de su
Informe de Impacto Ambiental de la etapa de explotación, la población local reclamó escuchar
“otras voces” sobre el proyecto, estableciendo vínculos con la Asamblea Popular por el Agua
del Gran Mendoza. Finalmente, los vecinos de Uspallata decidieron constituirse en asamblea
para rechazar el proyecto.
718
El proyecto “Potasio Río Colorado”, desde enero de 2009 pertenece a la transnacional
brasilera “Vale”, que ha comprado el proyecto a “Río Tinto”. Las acciones comentadas en este
trabajo son previas a esta compra, por lo que fue la empresa “Río Tinto” la que en aquel
entonces interactuó con la Asamblea Popular por el Agua del Gran Mendoza.
719
La UST está compuesta por 5 regionales: Norte (Sur de San Juan y Noreste de Mendoza);
Este (de Mendoza); Centro (Lavalle); Oeste (Lavalle y Las Heras) y Sur (San Rafael y
Malargüe). Actualmente hay grupos de base organizados en todos esos lugares. Agradezco a
Facundo Martín por haberme brindado esta información.
720
Testimonio de integrante de la UST, durante el trabajo en comisiones del noveno encuentro
de la UAC, San Juan Capital, 25 de abril de 2009.
721
Dominguez, Diego, citado en Liceaga (2008:120).
722
Estas denominaciones han sido tomadas de noticias sobre el conflicto por la minería en la
provincia de Mendoza, de los siguientes diarios: “Los Andes” y “Diario Uno” de Mendoza, y
“Diario de Cuyo” de San Juan.
723
Fuente: Cavagnaro, Rodolfo. Nota titulada “Un bochorno institucional”, Diario Uno de
Mendoza, 25/06/2007, en referencia a la sanción de la Ley provincial Nº 7.722. Disponible en:
http://www.diariouno.com.ar/edimpresa/2007/06/25/nota151260.html
724
Principalmente de: la Asamblea Popular por el Agua del Gran Mendoza, de la Asamblea
Mendocina por Agua Pura (AMPAP), y de la Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC).
725
El periodo 2006-2009 se corresponde con el surgimiento de las organizaciones
mencionadas y el cierre de esta investigación, respectivamente.
726
El periodo implica el ingreso de algunas organizaciones que se oponen a la megaminería en
la provincia de Mendoza al CPA, órgano asesor de la Secretaría de Ambiente de la provincia.
727
El Noticiero Popular es un medio alternativo de la ciudad de Mendoza. Para mayor
información consultar: http://www.noticieropopular.tk
728
Recomendamos visitor el sitio web “Oro Sucio”, en: http://orosucio.madryn.com o
http://www.orosucio2.blogspot.com/
729
Para mayor información ver: http://www.minesandcommunities.org/
730
Para mayor información sobre las características de esta publicación ver:
http://www.miningpress.com/
731
Principales diarios de la provincia de Mendoza: Diario “Los Andes”, Diario “Uno”, Diario “El
Sol” y Diario “MDZ”.
732
El número de expediente y las características de los principales proyectos cuestionados en
la provincia de Mendoza, así como el conflicto suscitado en torno a cada uno de ellos, se
detallan en los Capítulos 6 y 7.
733
La “Autoridad Ambiental Minera” en la provincia de Mendoza es compartida por la Dirección
de Minería e Hidrocarburos y la Dirección de Protección Ambiental, por lo que, según la
situación administrativa de cada expediente, éstos pueden encontrarse en una u otra Dirección
provinciales.
734
Detallamos la Ordenanza 1123/06 del Departamento de San Carlos (promulgada por el
Poder Ejecutivo mediante el Decreto 21/07 del 22/01/2007), ya que comparte su
fundamentación con la Ordenanza 1940/06 de Tunuyán (promulgada por el Poder Ejecutivo
mediante Decreto 111/07 del 31/01/2007) y con la Ordenanza 001/07 de Tupungato
(promulgada por el Poder Ejecutivo mediante Decreto 073/07 del 12/01/2007), y en su parte
resolutiva adaptan la redacción al Departamento que la sanciona.
735
Detallada en Apartado 2.2. de este Anexo.
736
Fuente: http://www.adolfoperezesquivel.com.ar/
737
Fuente: Pieza Administrativa Nº 182-F-2005. Código 05179, Fiscalía de Estado, 2005, Fojas
55 a 58.
244
Pieza Administrativa Nº 182-F-2005. Código 05179, Fiscalía de Estado, 2005, Foja 88.
244
Pieza Administrativa Nº 182-F-2005. Código 05179, Fiscalía de Estado, 2005, Foja 89
244
Pieza Administrativa Nº 182-F-2005. Código 05179, Fiscalía de Estado, 2005, Foja 68
244
Pieza Administrativa Nº 182-F-2005. Código 05179, Fiscalía de Estado, 2005, Foja 69.
742
Expediente 401-I-04-03873 de la Dirección de Recursos Naturales Renovables.
Asunto “Solicita autorización para el ingreso dentro de la reserva Laguna del Diamante
p/descubrimiento Minero de Oro y Cobre, denominado Ninu3”, Dto. San Carlos, 17/02/04, Foja
30.
743
Expediente 401-I-04-03873 de la Dirección de Recursos Naturales Renovables.
Asunto “Solicita autorización para el ingreso dentro de la reserva Laguna del Diamante
p/descubrimiento Minero de Oro y Cobre, denominado Ninu3”, Dto. San Carlos, 17/02/04, Foja
32.
744
Vector Argentina S.A. “Quinta Actualización del IIA Etapa de exploración. Proyecto La
Cabeza”, preparado para “Cognito Limited Sucursal Argentina”, provincia de Mendoza,
septiembre de 2005.
Disponible en: Expediente de la Dirección de Minería 235-E-03-01583, IIA exploración Proyecto
“La Cabeza”, Estelar Resources Limited, Foja 96.
745
AWS Consultores Ingeniería SRL. “Minera Chapleau Argentina S.A. Cateo MDZ F1.
IIA. Etapa de exploración”, San Rafael, enero de 2006.a, pág. 3
746
AWS Consultores Ingeniería SRL. “Minera Chapleau Argentina S.A. Cateo MDZ E1. IIA.
Etapa de exploración”, San Rafael, enero de 2006.a, pág. 3.
747
Vector Argentina S.A. “Anexo Fotográfico, IIA Etapa de exploración. Proyecto Anchoris”,
preparado para “Portal del Oro S.A.”, Provincia de Mendoza, septiembre de 2004.
748
La imagen corresponde a “Mega Uranium L.T.D.”, una compañía minera con intereses
mineros en zonas cercanas a la mina Sierra Pintada (que en la imagen se detallan con color
rojo). La mina que explotó la CNEA y que pretende reabrir es la identificada como “Sierra
Pintada Mine”.
749
Esta imagen fue extraída de este sitio cuando el proyecto PRC pertenecía a “Río Tinto”.
Actualmente, este link ha sido modificado luego del traspaso del proyecto a la compañía “Vale”.
750
URS, “IIA del proyecto Potasio Río Colorado”, preparado para “Río Tinto”, diciembre de
2006. Disponible en el Expediente Nº 634-R-06-01583, de la Dirección de Minería y la
Dirección de Saneamiento y Control Ambiental, provincia de Mendoza.
751
Vector S.A., “Informe de Impacto Ambiental Planta Concentradora San Jorge”, preparado
para “Minera San Jorge S.A.”, Mendoza, septiembre de 2008.

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